MESA DOS Moderador: ...referente a un tema que

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MESA DOS
Moderador: ...referente a un tema que relativamente no es novedoso
en cuanto a su magnitud, pero sí referente al diálogo que se está
logrando o que se está estableciendo entre los principales académicos
que tenemos aquí en este Segundo Foro.
La Universidad se enorgullece en presentar a estos grandes ponentes
y, por cuestiones de tiempo, vamos a darle un poco de agilidad.
Primeramente, bienvenidos, gracias.
Bienvenido el maestro Jorge Hernández Tinajero. Por favor, les pido
un aplauso.
Bienvenida la maestra Rocío Culebro.
Bienvenido el maestro Enrique Cáceres Nieto.
El maestro José Luis Armendáriz.
El maestro Antonio Mazzitelli.
El maestro Raúl Mejía.
El maestro José Antonio Enríquez.
Y, por último, el maestro Carlos Gutiérrez Casas, que por lo que veo
trajo público a esta mesa.
Bienvenidos, en un momento vamos a darles un poco la semblanza de
cada uno de nuestros ponentes.
Primeramente, como inicié, es darles las gracias por su asistencia y
tener en cuenta que estamos en una mesa de discusión académica,
que en lo personal no tiene precio para observar las diversas aristas
sobre dos temas, que sería ética y derecho, referente a la regulación o
al uso de la marihuana.
Como les comento, hablar de este tópico hace 10 años, 15 años, no
tendría los lineamientos; más bien, sí tendría los lineamientos, más no
tendría la posibilidad de realizar todo este tipo de foros, derivado que
seguimos una tendencia prohibicionista respecto al uso de
determinadas drogas.
Ustedes saben que la marihuana o cannabis es un tipo de
estupefaciente en el cual los efectos que pudiera conllevar han sido
sujetos a diversos mitos o realidades y también han sido sujetos a una
regulación jurídica punitiva.
Para estar en sincronía con lo que es el presente debate, cada uno de
los ponentes tendrá, les voy a explicar la dinámica, tendrá 15 minutos
para lo que es su ponencia como máximo. Puede ser que sea menos,
cada ponente va a determinar.
Les pido por favor, tanto a ponentes como a público en general, que
las preguntas serían al finalizar toda la ronda de ponencias, para llevar
un mejor orden, y sería en base para el público, en base a lo que son
tarjetas que serán entregadas a los asistentes, y la pregunta puede ir
ex profeso dirigida a un ponente o puede ser dirigida completamente al
foro y uno de los ponentes pudiera decidir resolverla o contestarla.
También aquí para los compañeros ponentes tendremos dos tarjetas
referentes, así como en el fútbol, para llevar esto en tiempo, por la
tardanza de la inauguración y también por la cuestión de llevar un
debate de forma rígida por dispositivos metodológicos. La tarjeta
amarilla que les mostrarán allá enfrente significa que estamos ante
tres minutos de su ponencia y la tarjeta roja sería que ya debemos de
terminar.
Les vuelvo a insistir, las preguntas serán recogidas de tres fuentes, se
tomarán preguntas del público, los ponentes podrán hacerse
preguntas u objetar o refutar cierta postura de sus pares y también
pudiera su servidor en cierta manera, como dirigente del debate, hacer
ciertos puntos o manejar ciertos puntos.
En cada uno de los ponentes, para manejar el orden, tiene una tarjeta
amarilla al frente, es un método democrático de elección quién iría
primero. Si pueden dar la vuelva al frente, por favor, entonces
tendríamos los números de su participación para iniciar lo que es el
debate.
El maestro Enrique Cáceres Nieto participaría en primer lugar.
Ese sería el orden de participación de nuestros ponentes.
Les pido a los asistentes, por favor, guardar el debido silencio, ustedes
saben que es un foro abierto, es un foro transparente que busca
establecer directrices para en un futuro que sea la regulación jurídica
que sostendrá al Estado Mexicano respecto a la regulación de
marihuana.
Sin más preámbulo, le pido al maestro Enrique Cáceres.
Les voy a dar una breve semblanza, vamos a iniciar con él sobre su
ponencia.
Si me permiten hacer una breve semblanza del doctor Cáceres.
Actualmente es investigador titular B de tiempo completo en el Instituto
de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, a la cual se le reconoce
como el PRIDE, nivel D.
Es licenciado en derecho por la Facultad de Derecho de la UNAM y
doctor por la Universidad Complutense de Madrid.
Ha publicado numerosos trabajos en el Instituto de Investigaciones
Jurídicas, entre los que destacan libros y artículos sobre “Los
derechos fundamentales y la ética en la sociedad actual”, “Relativismo
y racionalidad en la argumentación parlamentaria” y “Pasos hacia una
teoría jurídica comunicativa”, entre otros.
Me imagino es una brevísima semblanza de lo que es el desarrollo
académico del doctor Enrique Cáceres, al cual le pido un aplauso, por
favor, para iniciar.
Adelante, maestro.
Mtro. Enrique Cáceres: Muchas gracias, moderador. Muchas gracias
por esta invitación a participar.
En este caso, les pediría que siguiéramos la presentación.
Lo que voy a hablar, lo voy a abordar desde una teoría personal, la
llamo constructivismo jurídico y es el resultado de la integración entre
ciencias cognitivas y ciencias de la complejidad.
Algunos conceptos de ciencias cognitivas: Primero, somos agentes
cognitivos que estamos procesando sistemáticamente información de
distintas clases y, lo más importante, no siempre de manera
consciente.
La filosofía de la cognición contemporánea indica que nuestra
cognición es corporizada, es decir, involucramos no sólo el cerebro,
sino todo el organismo.
Esto ocurre al nivel de lo que se conoce como el inconsciente
adaptativo, que no tiene que ver nada con el freudiano, no tenemos
exceso de conscientemente y se va desarrollando conforme vamos
participando en distintos nichos cognitivos o contextos que van
generando nuestras estructuras neurológicas cognitivas que llegan
configurando nuestra personalidad.
La cognición también es situada, es decir, cambia en función de
contextos diferente sin que lo decidamos tampoco conscientemente. Si
fuera de aquí se van a una fiesta, su cognición corporizada ya cambió
sin que ustedes lo decidan.
Da lugar a modelos mentales que son los filtros, a partir de los cuales
identificamos lo que ocurre en el mundo e interactuamos con él.
Un físico ante una cámara de burbujas no está viendo burbujitas, está
contando procesos subnucleares. ¿Por qué? Por el modelo de mundo
que él tiene, es un modelo mental.
De la ciencia de la complejidad, sistema complejo, conjunto de
elementos interactuantes sin tener un mecanismo de control central.
Suelen ser heterogéneos, es decir, están constituidos por elementos
de distintas clases, y tienen una propiedad muy importante, que es la
auto-organizatividad, la dinámica del sistema emerge de la interacción
de los agentes.
Por ejemplo, cada hormiga individual es un agente estúpido, pero de la
interacción auto-organizativa de las hormigas emerge comportamiento
colectivo inteligente, lo mismo que pasa con nuestras neuronas, cada
neurona es un agente estúpido de cuya interacción emerge el
pensamiento.
Y ocurre lo mismo, por ejemplo, con los corredores de bolsa, que a
través de su interacción hacen el cierre de la cotización
cotidianamente.
La emergencia implica una propiedad interesante, porque la dinámica
que da lugar a la dinámica emergente hace que se pierdan sus
propiedades en la emergencia.
Por ejemplo, cloruro y sodio son sustancias tóxicas de manera
individual, pero de la interacción auto-organizativa a nivel molecular
emerge el cloruro de sodio, la sal, donde la toxicidad desapareció.
Las piezas de un sistema complejo no son engranes fijos, sino que
van modificándose de manera co-evolutiva, y un concepto central es el
de turbulencia, la incidencia de un elemento exterior al sistema para
producir cambios en la dinámica auto-organizativa que puede producir
una emergencia diferente.
Por ejemplo, una vacuna lo que hace es inducir procesos autoorganizativos del sistema inmunológico.
Si sabemos manejar bien la auto-organizatividad, y esto es muy
importante, podemos obtener los resultados deseados, como en el
caso de la vacuna, pero si no lo que podemos obtener son resultados
nefastos, como los que estamos viendo hoy.
Los sistemas complejos se suelen representar como redes complejas,
donde tenemos nodos y unas flechas que indican la conexión entre los
nodos.
No todos los nodos tienen el mismo grado de conectividad, algunos
tienen mayor conectividad, se llaman hobbs, y tienen una propiedad
muy importante.
Ahí vemos por ejemplo a los hobbs del sistema nervioso, los puntos de
mayor conectividad en el cerebro.
Quiere decir que unos cuantos nodos con mayor conectividad son los
que determinan la dinámica del sistema.
En síntesis, de todo esto podemos decir que nuestro sistema de
cognición corporizada es un sistema adaptativo de carácter autoorganizativo, que en una escala superior da lugar a nuestro proceso
de interacción auto-organizativa social, donde la conciencia juega un
papel muy reservado, muy pequeño.
Esto es relevante, porque la industria del narcotráfico se puede
entender como un sistema adaptativo complejo, emergente, evolutivo,
en el cual las distintas piezas están interactuando co-evolutivamente.
Ahí tenemos ejemplos de todo lo que está involucrado en este sistema
y, desde luego, el tema de la marihuana se encuentra conectado con
él, no podemos pretender aislarlo de la dinámica de todo el sistema.
La pregunta que nos hacemos es: ¿De qué manera podemos inducir
turbulencias auto-organizativas para que cambie la dinámica del
sistema actual a un estado de cosas deseado, vinculado con el bien
común?
Esa es la pregunta que nos estamos haciendo en este momento y hay
varias hipótesis al respecto.
Vamos a ver algunos de los argumentos que se esgrimen a favor de
qué tipo de turbulencias podrían producir este cambio.
Argumentos en favor de la legalización:
Al prohibir el consumo de la marihuana se afecta al crimen organizado.
Al legalizar el consumo de la marihuana, que son argumentos
económicos, se pueden obtener impuestos, y también se pueden
obtener recursos a través de la exportación que se puede hacer a los
Estados Unidos.
Otro argumento de carácter mercantil es el establecimiento de
empresas. Esto está detrás de quienes promueven litigios estratégicos
en este momento, no es que les preocupe tanto la sociedad, lo que
quieren es tener su empresa de cultivo y monopolio de la marihuana,
quizá sustituyendo al tabaco.
No me voy a ocupar de estos argumentos.
Alguno que tiene que ver con el problema de la política criminalizar,
despenalizar les da un golpe fuerte a los cárteles. Pues no
necesariamente, puede ser que lo que hagamos es abrirles el
mercado y simplemente lo que hacen es esperar el mercado que se ha
abierto de manera legal para poder captar ellos en drogas más
sofisticadas.
Algunos son globalifílicos, dicen “en otras partes del mundo ya se está
haciendo”. Bueno, hay un área de la teoría del derecho que se llama
trasplantes normativos, que lo que estudia es cómo el trasplante de
diseños de políticas públicas en normas no opera igual en contextos
diferentes. Esto tiene que ver con las propiedades auto-organizativas
del sistema, los agentes son diferentes en cada uno de los entornos.
Otros te hablan de la semejanza, si ya se hizo con el tabaco y con el
alcohol, ¿por qué no con la marihuana? La respuesta es simple, si ya
abrimos el espacio a industrias que se basan en la esclavitud
metabólica de sus consumidores, pues abrámosle la puerta a la otra,
total que es un estado de igualdad.
Éste es el que más interesa analizar, porque es el menos debatido, el
que parece que centra la decisión de la Corte, y ahora vamos a
analizar por qué es relevante el tema de la Corte, que afecta la
autodeterminación de las personas.
En contra de la legalización tenemos que afecta a la salud, por un
parte, y su verdad o falsedad dependerá de resultados científicos, y la
otra tiene que ver con la propagación de la marihuana, si abrimos este
mercado de consumo cautivo.
Vinculando con el concepto de Hobbs, como en todo sistema, las
instituciones públicas son los Hobbs de nuestro sistema.
Normalmente el tema de la marihuana se ha debatido en entornos
democráticos y tiene un papel muy importante en los congresos.
En México la estrategia está siendo diferente, a través de un litigio
estratégico en la Suprema Corte de Justicia.
Vamos a ver algunos de los argumentos que tomó en cuenta la Corte
para permitir la legalización de la marihuana, se trata de fricciones
menores o similares a las que producen sustancias como el alcohol y
el tabaco.
Yo quisiera preguntarles si en realidad son afectaciones menores, con
todos los resultados que tenemos derivado de estas sustancias.
Los estudios disponibles demuestran que la marihuana tiene un nivel
de incidencia muy bajo en el consumo de otras drogas. No es cierto, la
información fue sesgada, la Corte no tomó en cuenta todos los
estudios que hacen con respecto a lo que se llama la teoría de la
escalada, que indica en distintos países que la marihuana es la puerta
de entrada para drogas más complicadas por los cambios metabólicos
que ocurren en ella, requiero de más potencia para poder tener un
estado de satisfacción en el núcleo accumbens que está en el cerebro.
Los quejosos dicen que el Estado los trata como si no fueran seres
racionales, y vamos a analizar ahora ya a profundidad esta tesis de la
racionalidad.
La reconstrucción del argumento de la Corte es el siguiente: Si el
hombre es racional, puede decidir las conductas que quiera llevar a
cabo. Si una conducta no afecta a otros, puede realizarla libremente o
no. Si el hombre tiene derecho a realizar o no esa conducta
libremente, el Estado no puede restringirla.
El consumo de los medios necesarios para la marihuana no perjudica
a terceros, por lo tanto, el hombre lo puede elegir libremente y el
Estado no puede participar.
Vamos a ver el elemento central de este argumento.
La racionalidad es una herencia del pensamiento y de la ilustración
que nos hace creer que nosotros somos agentes maximizadores, es
decir, que de manera consciente estamos calculando costos y
beneficios. La ciencia actual nos muestra, y esto lo subrayo, que no es
cierto.
Voy a ver algunos ejemplos. Por ejemplo, en economía conductual se
hace un experimento que se llama el juego del ultimátum, a un sujeto
le das 100 pesos y él tiene que darle una cantidad a otra persona, el
maximizador racional le daría un peso y la otra lo aceptaría. No
sucede así en el experimento, ni le das un peso, le das más, y si le
das un peso, la otra te lo rechaza; es decir, a nivel experimental vemos
que la gente no se comporta como dice la tesis del maximizador
racional.
Pero a nivel de neuroeconomía lo encontramos es algo más
interesante, cuando rechazas el peso se está activando la ínsula
anterior, que es una parte del cerebro donde se encuentra lo que
podemos llamar el lóbulo de la equidad, y lo que está funcionando
menos es el córtex prefrontal dorsolateral, que es donde ocurren los
procesos de razonamiento fríos.
Cuando se usa resonancia magnética funcional, que elimina
momentáneamente algunos procesos del cerebro, es decir, la ínsula
anterior, la gente empieza a aceptar el peso.
¿Qué quiere decir esto? Que quien decide realmente es el cerebro y
no estamos en mecanismos de control consciente de cálculo racional.
Un ejemplo muy simple, cuando vamos a la escuela y nos enseñan
cómo conjugar, ya sabemos conjugar.
¿Dónde lo aprendimos? En clases explícitas, a través de la integración
inconsciente de la información del entorno.
Esto tiene que ver con principios evolutivos, la homofilia, es decir,
buscar estar con gente semejante a nosotros y hacer caso de la
presión social.
Si fuéramos agentes tan racionales, como nos dicen, no
encontraríamos gente que está fumando y al lado tiene las cajetillas de
cigarros con las imágenes que le muestran de hacia dónde se está
dirigiendo.
Tomando a la ciencia en serio, vamos a reanalizar el argumento de la
Corte, si el hombre es racional, es la parte central de todo, ya vimos
que hay una serie de objeciones desde la ciencia contemporánea muy
importantes.
Ahora, si el concepto de libertad presupone la racionalidad,
nuevamente estamos en problemas, por lo menos esa racionalidad
consciente de la que ellos hablan.
El hecho de aludir a tener derechos como limitaciones del Estado mete
en un problema conceptual en el que la Corte no se mete, está
hablando de tipos distintos de derechos, de qué derechos estás
hablando, cuáles tienen más pesos que otros y por qué.
En última instancia su argumento no es sólido, que es lo que estamos
viendo.
La Corte toca un problema muy complejo, que es el concepto de
autodeterminación, y ni siquiera se mete a analizar científicamente, y
menos incluso filosóficamente, qué está detrás de eso.
Adicionalmente, estos contraargumentos, si fuéramos consistentes
con el principio de autodeterminación, tendríamos que legalizar todas
las drogas.
La decisión tomada por la Corte es sumamente criticable, porque
tenemos que sujetos que no tienen preparación científica están
haciendo ponderaciones científicas. Esto por ejemplo lo señala José
Ramón Cosío, criticando que no se apeló a procedimientos, para los
cuales la Corte tiene facultades de allegarse de la opinión de los
expertos.
Pero fíjense qué curioso, podría haber ahí una argumentación
alternativa. No sé cuántos de aquí sean de derecho, pero quizá oyeron
a hablar de Robert Alexy, el campeón de la ponderación, etcétera.
En las notas de pie de página, y no es que sea lo mejor, pero esto es
algo muy robusto.
En las notas de pie de página de la Corte se cita a Alexy, sin embargo,
se inventan un procedimiento ad hoc para construir su ponderación.
Curiosamente, en un seminario que hicimos en el Instituto de
Investigaciones Jurídicas, con un discípulo de Alexy, Alejandro Nava,
hicimos el ejercicio en vivo. “A ver si Alexy es tan sácale punta, vamos
a ver el problema de la ponderación entre la autodeterminación, el
derecho a la salud y seguridad”. ¿Y qué creen que pasó? Por
unanimidad ganó legalización de la marihuana. ¿Por qué no utilizaron
este procedimiento y se inventaron uno?
La decisión de la Corte además choca con algo muy importante, no es
democrática.
En un estudio que se realizó recientemente podemos ver cómo los
mexicanos en una enorme mayoría, está en rojo, rechazan la
legalización de la marihuana, tanto a nivel nacional como en el Distrito
Federal.
La decisión de la Corte entonces carece de una solidez argumentativa
para contraatacar o para contar como la turbulencia que deben iniciar
los cambios auto-organizativos del sistema.
¿A qué nos lleva esto? Debemos pensar que la Corte deberá ser
sumamente cautelosa si quiere resolver casos de la misma manera.
Y lo que es más importante de todo el proceso es que esto es
básicamente un debate de carácter científico.
Muchos de los problemas que están alrededor de la legalización de la
marihuana no tienen que ver con las representaciones sociales
comunes, tienen que ver con discusiones entre los científicos.
Parte de este foro, que es muy importante, tendría que ver con cómo
divulgo los resultados científicos de estas discusiones para que la
gente entonces pueda tomar posiciones de carácter informado.
La falta de esta cautela puede inducir a procesos auto-organizativos
con la dinámica no deseada por quienes se preocupan por el bienestar
de México, más allá de sus propios intereses personales: tener a mi
propia empresa que equivalga a la del tabaco, pero en el caso de éste,
la marihuana.
No vayamos a generar dinámicas del sistema emergente
contraproducentes a las que queremos, las drogas no matan, la
ignorancia sí.
Muchas gracias.
Moderador: Agradecemos la participación del doctor Enrique
Cáceres, con una ponencia muy interesante.
Por cuestiones de tiempo, vamos a seguir en nuestro orden
establecido democráticamente.
Viene a continuación el maestro José Antonio Enríquez, del cual voy a
dar una breve semblanza, a la cual le voy a pedir un aplauso.
Actualmente es consultor en prevención de la violencia y participación
ciudadana.
Fue el primer Secretario Técnico del FICOSEC y Observatorio
Ciudadano de Seguridad y Justicia de Chihuahua; coordinó la
Comisión de Competitividad para la Seguridad Ciudadana y fue
Secretario Adjunto Ciudadano del Consejo Estatal de Seguridad
Pública.
En la Función Pública, fue Director Adjunto de Enlace del Instituto
Nacional de Combate a las Drogas y Titular de la Unidad de
Informática de la entonces Procuraduría General de Justicia del
Estado de Chihuahua.
Les pido de nuevo un aplauso para que iniciemos.
Mtro. José Antonio Enríquez: Muy bien, muy interesante y muy
adecuada la plática que me antecedió.
Fue en 1996, cuando estuve en el Instituto Nacional de Combate a los
Drogas, y ya el tema de la legalización era tema. De hecho, ese año
California aprobó la legalización de la marihuana; sin embargo, el
Gobierno Federal de Estados Unidos lo borró en ese momento.
Yo voy a presentar unas cifras del reporte de legalización de la
marihuana en Colorado y su impacto.
Este reporte lo hace RMHIDTA, que es, por sus siglas Rocky Mountain
High Intensity Trafficking Area, de los estados de Colorado, Montana,
Utah y Wyoming, y básicamente es parte de la estrategia nacional de
combate a las drogas en Estados Unidos, que tiene el propósito de
reducir el tráfico y el consumo de drogas, y sus consecuencias, sus
delitos y su lavado de dinero.
Yo los invito a que vean la página, ahí está el reporte entero, inclusive
pueden ver los dos reportes anteriores.
Es complicado, tengo que decir que para un ingeniero meterse en
estos temas, sobre todo en el tema de ética y derechos humanos, pero
a través de las cifras voy a tratar de exponer mis ideas.
Los niveles de legalización de las drogas pueden ir del totalmente
cerrado, como los lugares en donde si te ven que volteas a ver droga
te ejecutan, o los totalmente abiertos, en donde puedes prácticamente
consumir libremente cualquier droga.
Creo que el debate de México se centra en el casi totalmente cerrado,
como estamos, hacia una tendencia a uso de medicamentos, uso de
tratamientos o inclusive para el uso lúdico, que ese es el tema de
estos números.
Esta ponencia, como comenté, expone cifras relevantes de la
experiencia que ha tenido Colorado, que es el estado que va en
avanzada en Estados Unidos, y sobre sus impactos que ha tenido en
la marihuana. Y el reporte evidentemente se basa en datos oficiales de
diferentes agencias, la lista es bastante extensa, son cerca de 20, 30
fuentes de información, que ese va a ser también otro tema, si
nuestras instituciones están preparadas para dar el seguimiento en
caso de la legalización en alguna de sus formas, para poder realmente
medir los impactos.
¿Cuáles son las etapas de la legalización en Colorado? Antes del
2006, que es básicamente del 2000 al 2006, se da una etapa
exploratoria, de debates y de aprobaciones.
A partir de ese entonces se empieza, y del 2009 al 2013 se da una
proliferación de la comercialización para uso médico, y del 2013 a la
fecha se abre ya finalmente para el uso lúdico, prácticamente para
cualquier persona que tenga más de 21 años.
Los impactos son vistos en este reporte bajo el ángulo de la
conducción, bajo la influencia de marihuana.
El uso de marihuana en menores, que ese es otro de los temas, ante
la legalización qué va a pasar con nuestra base de menores, el uso de
marihuana en adultos y el ingreso a hospitales por el uso de
marihuana, y cómo esto también llega a afectar al tema de seguridad y
justicia.
En temas de conducción bajo la influencia de marihuana, tan sólo en
el primer año de la liberación para el uso recreativo, que fue en el
2014, un año completo, se incrementaron un 32 por ciento las muertes
por accidentes con conductores bajo la influencia de la droga, que es
un tema fuerte.
Las muertes por accidentes viales causadas por la marihuana se
convirtió en 20 por ciento de las causas de muerte, comparado con 10
por ciento de los de cinco años atrás.
El promedio de muertes relacionadas con el uso lúdico de marihuana
en el estado de Colorado, en el periodo 2013-2014, aumentó 41 por
ciento en dos años en relación al mismo nivel de muertes en el periodo
de uso médico, del 2009 al 2012, en un periodo de dos años, el cual a
su vez aumentó un 48 por ciento en relación al periodo anterior, del
2006 al 2008.
Vemos cómo se ha ido escalando.
Hay argumentos que dicen que ante la legalización es natural una
tendencia, un aumento al consumo, a un poco el desorden, pero ya
son bastantes los años en que se ha ido incrementando esta cifra.
La detección en conducción bajo la influencia de la droga aumentó 45
por ciento en tan sólo un año, que fue el año de 2014.
En el tema de menores, que éste a mí particularmente es el que más
me preocupa, porque finalmente podríamos argumentar que en el
caso de que fuéramos 100 por ciento racionales, pudiéramos decir que
los adultos todavía no están formados y entonces el menor, de 12, 17
años, finalmente no es necesariamente el que está tomando la
decisión, inclusive máxime en un mercado donde el acceso a la droga
de los mayores es legal, seguramente estos jóvenes están siendo
proveídos por estas sustancias por adultos, lo cual todavía lo hace
más grave, no solamente estoy eligiendo sobre mí, sino sobre una
persona que todavía no está en el albedrío de elección, inclusive por la
misma legislación.
Para el tema de consumo de menores de 12 a 17 años, Colorado, en
el 2013, fue el tercer lugar nacional, con una tasa de 11.16 por ciento
de jóvenes usuarios, comparado con la tasa nacional de 7.15.
Colorado ya estaba arriba, sin embargo, en el 2006 Colorado era el
número 14, se ve cómo con el acceso a la droga la juventud, los
chavos han aumentado su consumo.
Se aumentó el consumo de menores de 12 a 17 años en un 24 por
ciento durante el periodo del uso médico y en tan sólo en un año de
uso recreativo se aumentó 8 por ciento.
El aumento de expulsiones y suspensiones en escuelas aumentó 40
por ciento, en donde la mayoría de las causas adicionales estuvieron
relacionadas con consumo de marihuana.
La detección de consumo en escuelas en los exámenes de orina
aumentó 20 por ciento desde su legalización.
Por supuesto, habría que verificar la manera en cómo se levantan
éstos, podría uno argumentar ¿habrán hecho más exámenes o no?
Eso sería parte del escrutinio que en un momento dado los
legisladores tendrían que profundizar mucho más, ver si
científicamente está compatible con la manera en cómo se medía
anteriormente.
En el tema de los adultos, en el caso del uso de marihuana en adultos
Colorado se convirtió en el estado número dos del país con 29 por
ciento de consumidores entre 18 y 25 años, cuando el promedio del
país es de 18.91.
De nueva cuenta, en el año 2006 Colorado estaba en el lugar número
ocho, aumento seis lugares en el consumo de adultos.
Podría decir uno, ya es legal, ya no es ningún delito, eso se considera
hasta cierta manera normal.
En adultos de 26 o más años las cifras son similares y Colorado es el
quinto lugar a nivel nacional con un consumo de 10.13, comparado
con la media nacional de 5.45. En el 2006 era el lugar número ocho,
también hay un aumento.
El 49 por ciento de los adultos entre 18 y 25 años con restricciones
judiciales aumentó 49 por ciento, y para los adultos de 26 y más
aumentó 87 por ciento desde que se legalizó el uso lúdico de la
marihuana.
Eso quiere decir que las personas que están en conflicto con la ley
están haciendo más uso de la droga, a pesar de que sí tienen una
restricción que se los prohíbe.
Éste es un tema del ingreso a los servicios en hospitales, que a mí
también me llama la atención, en el 2014 las visitas a emergencias de
hospitales aumentó 29 por ciento en el caso de accidentes
relacionados al uso de marihuana y su hospitalización aumentó en un
38 por ciento, entonces también ahora tenemos un tema de salud.
Evidentemente, mucho tendrá que ver con el tema de seguridad en los
accidentes, como ya lo habíamos visto en láminas anteriores.
El impacto en seguridad y legalidad, también uno de los argumentos
dice: Una vez que se libere la marihuana, la delincuencia va a bajar,
todo se va a ordenar, ya la persona no va a tener que delinquir para
obtenerla, su precio va a bajar, etcétera, hay argumentos en ese
sentido.
Pero después de la legalización de la droga en sus diferentes fases ha
aumentado la detención de marihuana ilegal, que esto a mí
particularmente me llama la atención.
Después de la aprobación de uso lúdico de la droga han aumentado
los casos de captura un 34 por ciento, o sea, hoy por hoy en el estado
de Colorado hay más encuentros de marihuana ilegal que antes.
Otra cifra interesante es el hecho del aumento de la criminalidad en un
12.3 por ciento desde el 2012, lo cual también quita un poco los
argumentos.
Y curiosamente se han inventado también delitos nuevos, ahora se ha
detectado una escalada de envíos de marihuana de Colorado a otros
estados, inclusive creo que la semana pasada salió por ahí una nota
de Colorado, aunque no lo crean, mandaron aquí al estado de
Chihuahua marihuana, ahora sí que llevando, como dicen, piedras al
río.
El impacto en seguridad y legalidad, fue lo que vimos.
¿Por qué son importante estas cifras? Y ahí sí me adhiero mucho a la
plática que me antecedió.
Yo he estado estudiando muy de cerca el tema de la violencia, visto
desde el punto de vista de epidemiología. En el Programa que Cura la
Violencia, el doctor Gary dice que somos mucho menos racionales de
lo que pensamos y somos unas personas imitadoras naturales. Y lo
vemos cuando vemos a un Bravos ganar, cómo nos contagiamos de la
energía del vecino.
De la misma manera, hacemos muchas cosas por reflejo o por
pertenecer socialmente.
Estas cifras lo que nos están diciendo es que se debe tener cuidado
en los impactos que puede tener el hacer más disponible la marihuana
a los menores, sobre todo. A mí me preocupa mucho en ese sentido.
También los impactos en el consumo en los adultos se deberán de
observar, sobre todo por el tema de los accidentes de tránsito e
inclusive su impacto en los delitos como el homicidio, lesiones,
violencia y violencia intrafamiliar.
Los aspectos de ilegalidad que se quedan, la parte formal puede ser
usada como cortina de negocios informales.
También existe el caso de una persona que fue perseguida aquí en el
estado de Chihuahua por el tráfico de drogas y ahora resulta que es
un prominente empresario en el estado de Colorado cultivando la
droga.
El debate para el legislador finalmente es hasta dónde llega el derecho
de las personas y dónde una política pública debe de revertir la
afectación de los demás; o sea, dónde el derecho de la comunidad
vale más que el derecho de las personas o viceversa.
Ese es un tema que la verdad que sí me siento incapacitado para
responder, sin embargo, es una pregunta que debe prevalecer: ¿Yo
qué culpa tengo de una política pública que finalmente me involucra en
un accidente que yo jamás pensé estar involucrado?
¿Hasta dónde las instituciones responderán a los nuevos mandatos?
En México queremos hacer todo por decreto, queremos limpiar todo
por decreto y, como ya es ley, entonces se va a hacer.
Y la historia nos dice lo contrario: ¿Qué tanto estamos preparados
como instituciones para responder a un cambio de esa magnitud?
Y la salud en la sociedad, ¿qué medidas en tratamiento se tomarán
para frenar el muy probable aumento en el abuso? Como lo hemos
estado observando ya en el estado de Colorado.
Muchas gracias.
Moderador: Agradecemos la participación del maestro José Enríquez
Tamez en esta importante charla.
Les pido tanto a ponentes como a público en general que vayan
preparando sus preguntas, porque al finalizar la ronda de ponencias
nos gustaría crear un verdadero diálogo referente a las posturas que
se están manejando aquí.
Además, comentarles a los estudiantes de derecho y al público en
general, aprovechar el hecho de tener a tantos especialistas reunidos
en una misma mesa no es tan fácil de lograrlo, así que por favor lo
pido.
El siguiente ponente es el maestro Jorge Hernández Tinajero.
Primeramente, agradecerle la participación al maestro Jorge
Hernández Tinajero, por su tiempo, y darles una breve semblanza o
perfil de lo que es su experiencia.
Es politólogo internacionalista por la UNAM, fue especializado en
política de drogas y temas relacionados como cannabis, producción de
riesgos y daños, análisis de sustancias y mercado de drogas.
Es socio fundador de la Asociación Mexicana para el Estudio de la
Cannabis y del Colectivo por una Política Integral Hacia las Drogas.
Les pido por favor un aplauso para que inicie la ponencia.
Mtro. Jorge Hernández Tinajero: Gracias por la presentación;
gracias a la organización, qué bueno que invitan a personas como yo
en esta ocasión, porque si bien se acaba de leer mi biografía oficial,
resulta también importante para mí compartir tal vez un poco mi
biografía no oficial, que es la biografía de un usuario de drogas.
Muy pocas veces la política de drogas, la disertación sobre las drogas,
la formulación de políticas hacia ellas, toma en cuenta el punto de
vista del usuario.
Se teoriza sobre nosotros, estoy acostumbrado a que se nos prejuicie,
que se nos estigmatice de muchas maneras, desde si somos capaces
o no de ejercer nuestra autonomía personal, si somos delincuentes por
el hecho de usar drogas ilegales, porque usuarios de drogas legales o
no usuarios de drogas legales creo que hay muy pocos realmente.
Por ejemplo, nos ponen en situaciones imposibles; por ejemplo, si no
he consumido drogas, estoy buscando desesperadamente cómo
conseguirlas y soy capaz de matar y de asaltar; pero, además, si ya
consumí, ahora estoy bajo el influjo y soy un peligro social.
Los usuarios estamos en una circunstancia en la que pareciera que
somos invisibles y que conviene más mantenernos de manera
invisible, por eso me interesó venir aquí a hablar del tema de los
derechos humanos en relación a las políticas de drogas y a las
personas que usan drogas, entre las cuales me incluyo abiertamente,
ha sido un proceso difícil en ese sentido salir del closet, por decirlo de
algún modo, porque somos delincuentes o enfermos a priori ante la
sociedad, entonces nos es más fácil mantenernos al margen y que nos
importe un bledo las instituciones o los reglamentos, nosotros
finalmente hacemos lo que queremos, porque el sistema es incapaz
de impedirnos todo.
Una vez dicho eso, voy a leer un texto haciendo algunos comentarios
y, por supuesto, estaré muy agradecido de preguntas, críticas, debates
en su momento.
El tema de los derechos humanos en el contexto del control de drogas
es uno poco explorado por el debate sobre ellas a pesar de que no es
desconocida su notoria ausencia en los tratados internacionales en la
materia.
Vale la pena recordar que la Carta de los Derechos Humanos es la
piedra angular del Sistema Político Internacional, producto de la
Segunda Guerra Mundial.
Después de las atrocidades cometidas por los estados en contra de la
humanidad, durante la guerra del 39 al 45, fue imprescindible crear un
sistema universal de valores que diera sentido al papel del Estado
frente a los ciudadanos de la segunda mitad del siglo XX.
De esta catástrofe surgió la noción de que el Estado no puede
disponer libremente de sus ciudadanos y que incluso aquellos que
infringen la ley tienen o tenemos garantías individuales que
básicamente permiten defenderse de la arbitrariedad del poder
institucionalizado.
De estas nociones se deriva el resto de disposiciones internacionales
y todos los estados signatarios de la ONU deben aceptar sin reservas
el cumplimiento de todas las disposiciones de los derechos humanos.
Pero curiosa o perversamente, más bien, el Órgano Internacional de
Control de Drogas, creado a partir de la Convención Única de 1961,
seguida por el protocolo de 1971 y culminado con la Convención del
88, ha brillado por la ausencia de los derechos humanos en su
normativa operativa general.
De hecho, la única mención explícita a los derechos humanos se
encuentra en el Tratado del 88, en el que se hace una breve referencia
a los derechos de los pueblos originales frente a sus tradiciones
ancestrales con el uso de ciertas drogas.
Para entender por qué los tratados de drogas han evitado por norma
general adoptar de manera completa y sin ambages todas las
disposiciones de derechos humanos, es necesario revisar la historia
de tales acuerdos internacionales, cosa que no es materia de estas
palabras y este espacio, pero basta decir que éstos fueron creados
bajo premisas poco o nada científicas, por no decir racistas, en las que
pareciera ser que cuando se trata de drogas más vale la pena hacerse
de la vista gorda con algunas disposiciones incómodas para la
operación del sistema, que adoptar políticas consecuentes con los
derechos esenciales de todos los seres humanos.
Bajo esta óptica, pensemos y no en un caso concreto como el nuestro,
en algo que la policía hace de forma rutinaria y sin mayor objeción de
la sociedad. Yo mismo lo he sufrido, las revisiones de rutina que se
llevan a cabo por la sola sospecha de que alguien posiblemente se
encuentra en posesión de drogas.
¿A qué se debe esto? ¿Por qué lo aceptamos sin chistar? Nuestra
Constitución dice claramente que nadie puede ser molestado en
persona o posesiones sin orden judicial expresa, una garantía
individual cuya importancia es difícil de negar en las disposiciones
democráticas de nuestra Carta Magna.
Sin embargo, en los ordenamientos internacionales con respecto a las
drogas los derechos humanos son un invitado incómodo y muy poco
bienvenido.
No es infrecuente, por ejemplo, que los informes y reportes anuales
sobre el estado del control de drogas omiten condenar a los estados
que ejecutan a personas relacionadas con ellas, lo que sucede en
algunos países aun cuando los delitos cometidos no son violentos ni
afectan a terceros.
Pareciera ser, de esta manera, que cuando se trata de drogas los
derechos humanos, si no son letra muerta, lo parecen.
Es por ello que a fines del año pasado la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, actuando en consecuencia con las disposiciones de
derechos humanos, determinó que el Estado tiene límites con respecto
a la autonomía del individuo, la sepamos usar o no.
Y en el caso concreto que nos ocupa, en el de la marihuana, estipuló
que la prohibición absoluta de la planta era un acto excesivo del
Estado frente a la autonomía individual de las personas, y he aquí que
por primera vez en nuestro país existe un ordenamiento claro que
determina qué es primero y qué es después.
De este modo, se podrá debatir si la marihuana es buena o mala, si
tiene potencial terapéutico o no, si es muy dañina para la salud o en
realidad es inocua en comparación a muchas otras drogas no
necesariamente ilegales que consumimos cotidianamente como
sociedad.
Pero el punto de debate ya no se encuentra ahí.
Desde luego, es muy respetable que alguien piense que no se debe
consumir marihuana, sea ésta legal o no, el punto ahora, sin embargo,
es cómo el Estado puede tutelar un derecho que sólo recientemente
ha sido reconocido como tal, no si es conveniente o no.
Por eso vale la pena recordar también cuál es la ética que nuestra
sociedad debe de observar con respecto a la evolución que
forzosamente tenemos que observar con respecto a la marihuana.
¿Debe el Estado continuar con una política que criminaliza todo acto
personal con la marihuana? No.
Y si no es así, como ya lo estipuló la Corte, ¿qué ordenamientos
debemos seguir?
Los criterios están claros, todos tenemos derecho, incluso si usamos
marihuana u otras drogas.
Esto es algo que, por cierto, platicando hace un rato, una parte de mi
trayectoria ha sido incluir a la comunidad de derechos humanos en
este debate, porque si ustedes se fijan, en los discursos de los
derechos humanos están siempre las poblaciones vulnerables, las
mujeres, los menores de edad, la gente en situación de calle, la
población de orientación sexual distinta a la heterosexual y los
usuarios de drogas jamás hemos sido mencionados ahí, somos unos
olvidados de esos derechos.
¿Cuáles son los límites de este derecho tratándose de nuestra
circunstancia? El no afectar a terceros, el no incluir a menores de edad
y el no proveerse mediante mecanismos de mercado abierto. Nada
más, pero nada menos.
Yo quiero organizar clubes de cultivo en este país sin fines de lucro,
no quiero ser un empresario como la Phillip Morris ni crear un
monopolio para sustituir al tabaco, quiero simplemente un acceso
seguro y legal para mis decisiones, sean éstas racionales o no.
Es importante señalar también que este derecho, como ha sido
anotado, no es irrestricto interés especialmente a la ética de los
usuarios, éstos deben observar las reglas impuestas por un estado
neutral con respecto a sus decisiones, pero deben entender que éstas
pueden afectar a terceros y que, por lo tanto, deben ser responsables
de sus propias decisiones.
Algo que ha sucedido en la política de drogas es que a los usuarios,
pareciera ser que por el hecho de usar no tenemos capacidad de
decisión sobre nosotros mismos. Esto es algo que es importante
señalar.
Esta nueva circunstancia, vale la pena decirlo, restituye a los usuarios
el carácter de personas de plenos derechos y por primera vez se
admite formalmente su inclusión en el debate sobre la marihuana, algo
que había sido olvidado incluso por los especialistas y las comisiones
de derechos humanos del país, en cuyo discurso se enumeran
invariablemente una serie de poblaciones, pero jamás a los usuarios.
México está ante una oportunidad histórica para corregir lo que la
Corte ya admitió en su sentencia, que los derechos humanos de las
personas que usan drogas han sido vulnerados por décadas y que
llegó la hora de integrarlos plenamente a nuestra sociedad.
Los usuarios de marihuana en general son mucho menos
problemáticos para sí mismos y para los demás que los usuarios de
alcohol y otras drogas. Llegó la hora de reconocer su existencia, sus
derechos y su autonomía personal.
Desde luego, nada más exime de cumplir con todas nuestras
obligaciones cívicas, pero somos los usuarios los que hemos sido
apartados y marginados de la sociedad, no sus enemigos.
Nadie, y subrayo, nadie puede probar que las personas que usan
marihuana son delincuentes reales o potenciales por el sólo hecho de
usarlo. Si lo creen, escondan ahora mismo sus carteras, porque están
ante uno.
Llegó el momento de remover por completo aquellas figuras jurídicas
que nos hacen aparecer como delincuentes por el sólo hecho de
elegir, con consciencia y responsabilidad, un consumo que en todo
caso sólo nos compete a nosotros.
El camino del Estado y de nuestra sociedad es, de esta manera,
aceptar la prevalencia de los derechos humanos sobre las creencias y
las opiniones subjetivas de la sociedad.
No se trata de que todos adoptemos un estilo de vida, sino que
respetemos el de los otros. Ese es nuestro verdadero reto y es uno
altamente positivo.
Si logramos ponernos de acuerdo en ello, estoy seguro que aun
cuando se trate de los derechos de una minoría, respetarlos traerá
beneficios a toda nuestra sociedad; además, no hay otro camino.
Muchas gracias.
Moderador: Agradecemos la participación del
Hernández Tinajero, un punto de vista interesante.
maestro
Jorge
Siguiendo el orden, seguiría el maestro Antonio Mazzitelli.
Primeramente, si me permiten nada más hacer una breve semblanza
del maestro Mazzitelli.
Tiene una semblanza muy amplia por su gran trayectoria, entonces
vamos a tratar de hacer un breve resumen.
Está a cargo de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y
Delito en México, desde octubre de 2012.
Desde 1990 se incorporó al Secretariado de la Junta de Fiscalización
de Estupefacientes de las Naciones Unidas en Viena.
Desde 1992 ha trabajado en diferentes cargos en la Oficina de las
Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, en la sede en Viena.
En 1996 fue encargado de abrir la Oficina de la ONU en la República
Islámica de Irán, donde asumió el cargo de representante hasta
diciembre de 2002.
Entre 2003 y 2009 fue responsable de la Oficina de la UNODC para
África Central y Occidental en Dakar, Senegal, con un mandato
imperativo sobre 25 países de las dos regiones.
Ha publicado diversos artículos relacionados con las drogas y el
crimen organizado en diversos países y ha realizado diferentes
conferencias en las mismas latitudes.
Les pido por favor un aplauso para recibir al maestro Antonio
Mazzitelli.
Mtro. Antonio Mazzitelli: Muchísimas gracias y gracias también por la
paciencia de escuchar este currículum.
Hablar después de Jorge no es fácil, seguramente no es fácil, porque
justamente ha llevado el acento y el enfoque sobre uno de los temas
que seguramente, ojalá, todos estos debates podrán solucionar.
Esto es, cómo podemos de verdad dar respuestas que sean
concluyentes, que sean democráticas, que sean progresistas a uno de
los problemas que nuestras sociedades viven hoy en día, que es el
problema del uso y del abuso de las drogas.
Ustedes son jóvenes, estoy seguro que ustedes, como yo cuando era
joven y estaba en la Universidad, han tenido, si no contactos directos,
cuando menos indirectos con la droga, con el uso de la droga, con el
consumo de la droga.
Yo le puedo decir a Jorge que si él tuvo su trayectoria de consumidor,
yo tuve también contactos indirectos con las drogas, tuve compañeros
de Universidad que murieron por consumo de droga, otros que
terminaron en las cárceles.
Teniendo hijos, sé que lo que Jorge estaba mencionando es algo que
pasa diario, que un Estado, que quiere ser un Estado de derecho,
tiene que solucionar, tiene que hacer frente con respuestas que sean
respuestas
concluyentes,
democráticas
y
progresistas,
y
fundamentadas en los principios de nuestras sociedades, de los
sistemas complejos que hablaba antes el maestro Cáceres,
respuestas inteligentes que puedan brindar a todos una respuesta.
En ese sentido, trataré también de desarrollar algunos de los puntos
que ha mencionado Jorge, pero tratando de enfocarme sobre todo en
algunos elementos.
Este es un debate sobre la marihuana. La única cosa que te diría,
Jorge, que es bueno tu discurso, pero no vía la marihuana, vía las
drogas en general.
Y aquí tenemos que hablar de algo mucho más concreto y,
desafortunadamente, mucho más peligroso, que es la legalización o la
regulación de un producto a través muy probablemente de algo que va
a ser un esquema comercial, porque si queremos o no queremos, esto
es lo que las industrias de las drogas lícitas nos están mostrando.
Esto es, no existen drogas que no sean explotadas desde el punto de
vista comercial.
El alcohol se vende, es manejado y producido por grandes empresas,
el tabaco lo mismo, todos los productos adictivos tienen detrás
industrias que empujan al consumo.
Entonces ahí tenemos que ponernos un problema acerca de la
marihuana, si queremos o no queremos este tipo de problemática en
nuestras sociedades, que llegará tarde o temprano.
Y segundo, el hecho de que tenemos que enfrentarlo con una postura
ética. ¿Qué quiere decir una postura ética? Lo que es bueno y lo que
es malo, pero lo que es bueno y lo que es malo no para el individuo
individual, para la persona individual, sino para la sociedad.
Antes el maestro Cáceres nos habla de sistemas complejos, nuestra
sociedad es un sistema complejo.
¿Y cómo los filósofos han discutido acerca de la ética y cómo
podemos diferenciar entre ética individual y ética colectiva? De la
misma manera, tenemos que mirar a esta problemática con una
postura en una visión de derecho, y las leyes son hechas para recular
relaciones entre pares dentro de los sistemas complejos.
La ética individual es diferente de la ética colectiva, lo que es bueno
para un individuo no es necesariamente bueno para todos.
En materia de derechos, sabemos muy bien que no existen derechos
sin libertades absolutas, el mismo derecho a la vida es relativo, la
legítima defensa te permite matar a alguien para defender tu vida
misma, entonces hay sistemas de equilibrio que tenemos que tener.
Cuando hablamos desde el punto de vista ética y desde el punto de
vista de derecho, también de un tema como es el uso y el consumo de
drogas y en particular de una droga.
Retomo alguno de los temas de Jorge, el marco convencional, porque
cuando hablamos de derechos, y necesariamente como Naciones
Unidas, tengo que hacer referencia a lo que son los marcos jurídicos
dentro de los cuales operamos.
Y a nivel internacional, tanto en materia de drogas, como ha
mencionado Jorge, como en materia de derechos humanos, hay unos
marcos.
En materia de droga hay el sistema convencional no de prohibición,
sino de fiscalización de drogas.
Y aquí no sé si ustedes estaban presentes en la inauguración, el señor
Secretario de Gobernación habló de convenciones internacionales
prohibicionistas.
Lo siento mucho, corregir, señor Secretario, pero las convenciones
internacionales no son prohibicionistas, las convenciones fiscalizan el
uso de algunos productos, después son los estados que interpretan
las convenciones y atribuyen marcos más o menos restrictivos en
relaciones a esos productos.
Las drogas son fiscalizadas porque son peligrosas, porque generan un
daño a la salud y, por esto, tienen que ser no prohibidas, fiscalizadas.
La morfina se produce, se distribuye, y yo personalmente me estoy
involucrando junto con Jorge para que se consuma más morfina,
porque la morfina tiene un uso necesario en el tratamiento del dolor. Y
como ésta, muchísimos otros productos que se producen lícitamente,
se comercializan y se usan lícitamente.
Lo que las convenciones piden a los estados de prohibir es el uso a
fines recreativos, esto sobre la base de una consideración en relación
a los derechos, de un lado el derecho a la salud, el derecho a la
seguridad.
Quien controla el mercado de sustancias adictivas puede controlar
mentes.
De las drogas se habla de hacer esclavo al ser humano, quizá no la
marihuana, probablemente la marihuana. Aun así, recientes estudios
parecen indicar que la marihuana tiene una capacidad adictiva mucho
más alta del mismo alcohol o de los cigarrillos, pero quien controla la
oferta de un producto adictivo seguramente puede también controlar
conciencias, personas, entonces las drogas son fiscalizadas porque
son peligrosas.
Y del otro lado tenemos el marco, la Carta Universal de los Derechos
Humanos, que enlista toda una serie de derechos, un largo listado de
derechos, que abarcan derechos que van del derecho a la paz, a la
seguridad, a la legalidad, al trabajo, al mismo derecho a la salud.
Justamente en esa perspectiva trataré de buscar lo que son las
coincidencias entre el marco de fiscalización de drogas y las cartas de
derechos humanos.
Primero. El derecho a la salud. Los dos marcos prevén, el marco de
fiscalización de droga, como también la Carta de los Derechos
Humanos, el enfoque sobre la salud. Esto es, promover y proteger la
salud de todo, removiendo también los riesgos, que determinados
productos, circunstancias, situaciones pueden llevar a la salud, a la
salud tanto individual como a la salud colectiva de muchas personas.
En ese contexto, totalmente de acuerdo con Jorge, que también los
usuarios de drogas tienen todos los derechos que tienen los no
usuarios de drogas, no se puede hacer ningún tipo de discriminación.
Allá sí, allá hasta ahora, en la gran mejoría de los estados del mundo
los usuarios de droga, sobre todo los usuarios de drogas con
problema, han encontrado enormes dificultades a haber reconocido su
derecho a la salud, y cuando hablo de derecho a la salud hablo
también de tener acceso a las sustancias de su dependencia.
Como Naciones Unidas, estamos totalmente de acuerdo para la
implementación de estrategia de reducción de daño que prevén la
suministración de drogas a quien no puede vivir una vida digna sin
drogas.
Las convenciones permiten, por ejemplo, en Gran Bretaña, la
suministración de la heroína a consumidores de heroína, esto para
preservar la salud de los usuarios de heroína y frente a la
imposibilidad de encontrar otra solución a los problemas de salud que
tienen estos usuarios.
Entonces no discriminación, acceso para todos a la salud, usuarios
como no usuarios.
Segundo. El acceso a la justicia.
Ambas convenciones ven en el individuo a la persona a defender
enfrente de las leyes. En ese sentido, ambas convenciones, y ahí, lo
siento, no estoy de acuerdo, Jorge, las convenciones hablan muy
abiertamente, muy directamente de la necesidad de una
proporcionalidad en la implementación de las medidas punitivas en
contra de quien está violando las reglas, las leyes internas en materia
de drogas.
Proporcionalidad quiere decir que las penas para quien está
cometiendo un delito relacionado a droga tiene que ser proporcional,
tiene que ser limitado.
Por último, la autodeterminación, también las convenciones de drogas
prevén abiertamente que el uso de drogas sea permitido cuando es
relacionado a la cultura de un determinado pueblo, de una
determinada civilización.
Hace poco el gobierno de Jamaica ha autorizado por ejemplo el cultivo
y el uso de la marihuana para la populación y la religión de los
rastafari, lo mismo para muchas tribus indianas de Norteamérica con
el uso del peyote, o en Bolivia recientemente el cultivo y el uso de la
hoja de coca.
Entonces, sí a la autodeterminación; pero, y diferentemente de lo que
dice la sentencia de la Corte, cuando introducida dentro de un
contexto colectivo y no individual.
Termino hablando justamente de la sentencia de la Corte, yo diría que
más allá de la promoción de los derechos humanos, desde el punto de
vista de las Naciones Unidas todo lo que va en dirección de la
promoción de los derechos humanos, en particular en un país de
nueva democracia como es México, nueva democracia en el sentido
que la democracia real se está construyendo en este país es muy
bienvenida.
Pero la sentencia de la Corte pone una serie de problemas que van
mucho más allá de su amparo y su decisión.
Esos problemas son: Primero, la Corte habla de un derecho
fundamental, el amparo sobre un derecho a la autodeterminación
hablando de la marihuana, pero poniendo el derecho a la
autodeterminación casi como un derecho absoluto; eso es, el individuo
se autodetermina a través del uso de una sustancia, lo que implica que
cualquier otro tipo de sustancia debería tener el mismo tratamiento de
la marihuana.
Yo me autodetermino como quiero, con el uso de cualquier tipo de
sustancia o la Corte está tomando una postura que no puede ser
defendida, y esto implica que así como la Corte concede un amparo
para la marihuana debería conceder amparo para cualquier otro tipo
de sustancia ilícita hoy en día existente, como también futura.
La Corte pide al Estado de remover los obstáculos para que los cuatro
que se han amparado puedan ejercer su derecho, a través del
autocultivo.
Eso implicaría entonces que si alguien quiere tener en la cocina de su
casa un laboratorio para la producción de metanfetaminas tiene el
mismo derecho que tienen los cuatro amparados.
Si quiere cultivar en el jardín de su casa amapola, tiene que tener el
derecho de cultivar amapola, coca o cualquier otro producto, porque
un derecho es absoluto o me autodetermino independientemente de la
sustancia o no me autodetermino. Estos son los puntos.
Además, el problema de los costos y de la necesaria necesidad de
balancear lo que son los derechos individuales de los consumidores,
con los derechos colectivos a la seguridad y a la salud.
Y en todo eso los costos que eso tiene sobra las autoridades; a cada
derecho corresponde un deber, deber que tiene que ser cumplido por
las autoridades.
Entonces a las autoridades, en este caso a la policía del Distrito
Federal, hacer de manera que el ejercicio de un derecho reconocido
para la Corte no corresponda un prejuicio para los otros y allá
seguramente más que hablar de derechos, más que hablar de ética,
estamos hablando de política, costos políticos.
Y termino porque ya he visto el cartelón rojo.
Seguramente hay mucho que hacer en relación no tanto a política de
marihuana, sino a política de drogas. Hablamos de todas las drogas y
buscamos soluciones que sean aplicables a todos los problemas.
Solamente para darles una idea, hoy en día hay 250 sustancias que
están bajo control internacional, solamente en los últimos cinco años
han aparecido en el mercado más de 280 nuevos productos. Entonces
estamos hablando casi de nada, o hablamos de drogas, de toda,
presente y futura, o estamos perdiendo tiempo o haciendo el trabajo
para la legalización y comercialización de la marihuana.
Segundo, hablamos de derechos colectivos y no de derechos
individuales. El amparo de cuatro no debería tener relevancia sobre
las decisiones que se tomarán a nivel colectivo.
Derecho a la salud para todos, en particular para quien necesita
accesos a la salud.
Y políticas criminales que sean discriminantes y fundamentadas en la
proporcionalidad de la pena. En prisión los violentos, seguramente no
en prisión quien consuma una sustancia y tampoco por quien razones
de vida está vendiendo un producto que hoy en día es vetado.
Gracias.
Moderador: Agradecemos la participación del maestro Mazzitelli.
Posturas muy, muy interesantes; y si ustedes van observando ya
vamos manejando posturas un poco divergentes.
El siguiente ponente en orden será el maestro Carlos Gutiérrez Casas,
maestro titular de la UACJ, profesor también de las materias de
Derecho Constitucional y Derechos Humanos y profesor investigador.
Además es visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, al
cual le pido un aplauso, por favor.
Mtro. Carlos Gutiérrez Casas: Nada más voy a esperar que terminen
de salir.
Cuando me invitaron al Foro y me dijeron “para que tomes una postura
acerca de la legalización de la marihuana o no”, entonces yo dije “creo
que va a haber una degustación de marihuana aquí”.
Entonces, en ese sentido podía tomar una postura, dije “va a haber
marihuana de California, de Colorado, marihuana de Crown, a ver cuál
de todas nos gusta para que sea legalizada o no”.
Pero bueno, en realidad no voy a hablar sobre mi postura sobre la
legalización o no de la marihuana, sino más bien vengo a la defensa
del Estado Constitucional de Derecho, a la defensa de los derechos
humanos en todo tipo de conductas que implica ello.
Sabiendo que la resolución de la Corte no fue la idónea, no en el
sentido de la legalización, sino en cuanto al debate, en cuanto al
argumento, además de que no se tomaron en cuenta otros derechos
como es la no discriminación, el derecho de los menores, el derecho
de los pueblos indígenas.
Entonces no se tomaron en cuenta en forma integral, como dice la
propia Constitución, los derechos humanos al momento de que la
misma Corte debatió.
Pero sí voy a defender la resolución que ya tomó la Corte en el sentido
de que ya no podemos dar marcha atrás cuando la Corte determina la
defensa de un derecho humano.
Voy a leer rápidamente la ponencia, porque siempre que nos sacan en
este tipo de foros, que nos sacan tarjetas amarillas y rojas siempre
salgo expulsado, no sé por qué cosa, y yo no sé si me alumno, que es
el que está sacando las tarjetas, se vaya a atrever a sacarme tarjeta
roja en esta ocasión.
Voy a leer: “Consumo de marihuana, el derecho al libre desarrollo de
la personalidad, democracia, derechos humanos y control
constitucional en México.
Consideramos que hay una relación de interdependencia,
intrademocracia, derechos humanos y control constitucional. No puede
existir un Estado democrático sin que el orden jurídico tenga
establecido una gama de derechos humanos en el plano de derechos
fundamentales. Y éstos sería inútil su existencia con la ausencia de un
aparato jurisdiccional que hiciese posible su realización”.
Precisamente a partir de estos tres conceptos dividiremos esta
exposición y a finalidad estableceremos el papel que debería
desempeñar la Suprema Corte de Justicia en ello, concretamente
sobre la decisión del uso lúdico de la marihuana.
Una definición mínima de democracia, en contraposición a todas las
formas de gobierno autocrático es aquella que se caracteriza por
establecer un conjunto de reglas que determinan quiénes están
autorizados a tomar decisiones colectivas y bajo qué procedimiento,
es decir, se deben expresar las reglas que estipulen cuáles son los
individuos con capacidad para tomar decisiones colectivas y con base
a qué procedimientos.
Respecto a los sujetos autorizados a tomar decisiones que afecten a
la colectividad en un régimen democrático, se otorga este derecho a
un número de individuos que implique la mayor inclusión posible, ya
que el voto universal se encuentra limitado por factores ajenos a la
propia democracia, como lo es la exclusión de menores de edad y
extranjeros.
Por lo que se refiere a modalidades de la decisión, la regla esencial en
una democracia es la regla de la mayoría: Mayoría absoluta, mayoría
relativa, por un lado, mayoría simple, mayoría calificada en otros
casos.
Sin embargo, cualquiera de las modalidades de mayoría que se tome
en cuenta, se considerarán decisiones colectivas y, por tanto, serán
vinculantes para todo el grupo.
En una tercer condición es necesario que los facultados a elegir a
aquellos que deberán de decidir sean colocados frente a alternativas
reales, no mediáticas y puestos en condiciones de poder elegir entre
una y otra alternativa.
Para la realización de esta condición es imprescindible que a los
llamados a decidir se les garanticen los derechos humanos de libertad
de expresión, de reunión, de asociación.
De esto se deduce que el Estado liberal es un presupuesto jurídico del
Estado democrático. Estado liberal y Estado democrático son
interdependientes, ya que se requieren de ciertas libertades para el
correcto ejercicio del poder democrático; y, por el contrario, se
necesita el poder democrático para garantizar las libertades
fundamentales.
Ahora bien, cuando hablamos de reglas que permitan tomar
decisiones colectivas estamos haciendo referencia a dos ámbitos de la
vida democrática, reglas de acceso al poder y reglas para el ejercicio
del poder.
Por un lado, las primeras determinan quiénes tendrán el carácter de
electores para elegir a los representantes de la colectividad, qué
modalidad de mayoría se requiere, procedimientos de participación de
los candidatos a representantes e instituciones encargadas de
organizar los procesos electivos; y por otro lado, la segunda se
refieren a procedimientos bajo los cuales los representantes de la
colectividad van a tomar las decisiones que nos afectarán a todos,
cuidando desde luego el cumplimiento del Estado de Derecho, la
transparencia en su ejercicio, participación ciudadana y la inclusión de
todos y todas en los beneficios que se obtenga con motivo del ejercicio
del poder.
El concepto de democracia debe interpretarse de manera progresiva y
no quedar estancado en el juego de las decisiones de la mayoría, ya
que se corre el riesgo en caer en una dictadura mayoritaria.
Por ello en el ejercicio de poder deberá de anteponerse la igualdad
como uno de sus principios fundamentales, ante la cual no podrá
excluirse derechos de las minorías.
En la democracia de hoy la soberanía descansa en la constitución de
un Estado que, a su vez, obliga a ejercer el poder en beneficio del
pueblo, incluyendo en él a toda persona que se encuentra dentro de
territorio donde tenga influencia dicho poder, es decir, todo poder debe
instituirse para la protección y el respeto a los derechos humanos de
todo el pueblo.
Con ello queremos dejar firme de que en una democracia, tal como la
interpretan filósofos, juristas, politólogos, sociólogos el día de hoy, el
Estado debe ante todo diseñar sus instituciones públicos, incluso las
concesionadas en función de los derechos humanos.
A pesar de que el 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de
las Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de los
Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y
naciones deben de esforzarse, a fin de que tanto los individuos como
las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan
mediante la enseñanza y la educación el respeto a estos derechos y
libertades y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e
internacional, su reconocimiento y aplicación universal y efectivos,
tanto entre los pueblos de los Estados miembro como entre los de los
territorios colocados bajo su jurisdicción.
Fue, como sabemos, hasta el 11 de junio del 2011 cuando en México
se instituyen los derechos humanos como derechos fundamentales.
Con esta reforma en nuestro país, pasamos de una democracia
mayoritaria a una democracia constitucional, donde más allá de las
decisiones de las mayorías deben de respetarse los derechos
humanos.
Pero la principal interrogante que nos genera después de la reforma
es cómo va a actuar la Suprema Corte de Justicia de la Nación ante
los conflictos que se deriven de las violaciones a derechos humanos
provenientes de la Legislación secundaria.
El problema principal de los derechos humanos el día de hoy no es su
fundamento filosófico, ni siquiera su reconocimiento, sino su
protección.
La investigación de los fundamentos posibles de los derechos
humanos no tendrá ninguna importancia histórica si no es
acompañada del estudio de las condiciones, de los medios y de las
situaciones en las que éste o aquel derecho pueda ser realizado.
Sin duda el factor más importante para la consolidación de un Estado
constitucional y democrático de derecho lo representa el control
constitucional y, particularmente, aquellos que pertenecen al ámbito y
la competencia de los tribunales constitucionales.
Sabemos que la legitimidad del Poder Legislativo y Ejecutivo de
nuestro país radica en términos muy generales, aunque cuestionables,
en el principio de elección mayoritaria ejercida por el pueblo,
concretamente por quienes son ciudadanos o ciudadanas de la
República; sin embargo, sin entrar en mucha polémica sobre la
legitimidad del Tribunal Constitucional en nuestro país, podemos decir,
aceptándolo para el desarrollo de esta ponencia, radica en la
protección de los derechos humanos, es decir, en cuidar que todo
poder se instituya para la promoción y protección de los derechos
humanos.
La resolución de la Corte.
En la resolución de amparo en revisión 237/2014 de la Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se consideró que el
sistema de prohibiciones administrativas conformadas por los artículos
de la Ley General de Salud impugnados por los quejosos, ocasiona
una afectación muy intensa al derecho al libre desarrollo de la
personalidad, en comparación con el grado mínimo de protección a la
salud y al orden público que se alcanza con la medida.
Esto puede ser cuestionable, como ya lo dijo Enrique Cáceres, pero
decimos “no vamos a cuestionar ahorita el método, sino en sí la
resolución o la defensa de la resolución que ya emitió la Corte”.
La Corte determinó que pueden existir medidas alternativas que
intervienen en un grado al derecho al libre desarrollo de la
personalidad, consistente en regímenes de permisiones, sujetos a las
condiciones que el legislador considere pertinentes, las cuales pueden
ser acompañadas por políticas públicas educativas y de protección a
la salud.
Además, se consideró que el sistema de prohibiciones administrativas
si bien protege la salud y el orden público, se trata de una medida que
no sólo es innecesaria, al existir medios alternativos igualmente
idóneos que afecten en un menor grado el derecho al libre desarrollo
de la personalidad.
Por tanto, las prohibiciones administrativas son desproporcionadas en
estricto sentido, toda vez que genera una protección mínima a la salud
y orden público frente a la intensa intervención del Estado al derecho
de las personas a decidir qué actividades lúdicas desean realizar.
En tal sentido, la Corte no minimiza los daños que puede ocasionar la
marihuana en el consumidor mayor de edad; sin embargo, entiende
que la decisión sobre su uso sólo le corresponde tomarla a cada
individuo.
El voto concurrente de José Ramón Cossío Díaz.
En el voto concurrente el Ministro Cossío Díaz llama la atención en
que la resolución no se refiere a una alternativa de despenalización
general de las conductas relacionadas con la marihuana; por tanto la
autorización que se debe otorgar para el consumo lúdico no hacen
ninguna diferencia para todos aquellos individuos que en el pasado
realizaron idénticas conductas y que por lo mismo se encuentran ya
privadas de su libertad.
Tampoco permite la realización de las conductas señaladas por
aquellas personas que no tengan el permiso de la autoridad sanitaria
responsable, como sucedió aquí en Juárez, que todo mundo pensó
que ya podía cultivar marihuana y empezaron a cultivar.
Para el Ministro Cossío, consideró que los efectos de la sentencia para
la realización de las conductas indicadas, sería necesaria además de
la autorización, la obtención de un amparo por cada individuo
consumidor; además de que no se debió otorgar una autorización
abierta a los quejosos sin acompañarla de lineamientos para el
establecimiento de una política pública integral en materia de drogas,
exhortando a todas las autoridades involucradas en las políticas
públicas en materia de drogas a revisar el modelo prohibicionista, a fin
de replantear el marco normativo para evitar la violación a los
derechos humanos de los gobernados y enfocar el problema desde el
punto de vista salud integral.
Exhorta al Congreso de la Unión para que realice una revisión de
todos los ordenamientos legales relacionados con la política pública
prohibicionista en materia de drogas.
En un Estado de Derecho Democrático es indispensable escuchar y
asumir las resoluciones de los órganos encargados de la defensa de
los derechos humanos de todas y todos.
En este sentido, la Suprema Corte de Justicia de la Nación interpretó
sobre el consumo lúdico de la marihuana y determinó que su
prohibición es violatoria del derecho al libre desarrollo de la
personalidad, por lo cual la propuesta que se presenta en estos días
de reforma permite el uso de esta droga con fines terapéuticos o
médicos y esta reforma es limitada y tiene como consecuencia
someter a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y al propio
Estado Constitucional de Derecho a segundo plano, ya que desoye la
resolución de la Corte esta propuesta que se hace en el sentido de
permitir la producción del estupefaciente para el consumo lúdico de la
misma, y de esta manera respetar el derecho al libre desarrollo de la
personalidad.
Gracias.
Moderador: Agradeciendo la participación del maestro Carlos
Gutiérrez Casas, con una postura muy interesante, sustentada en el
Estado de Derecho.
El siguiente ponente será el maestro José Luis Armendáriz González.
Él es ahorita el Presidente de la Comisión Estatal de Derechos
Humanos de Chihuahua y es licenciado en Derecho por la Universidad
Autónoma de Chihuahua, tiene estudios de maestría en Derecho
Penal, Constitución y Derechos por la Universidad Autónoma de
Barcelona; estudios de maestría en Derechos Humanos, en la
Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua y
todo un amplio desarrollo dentro de la Comisión Estatal de Derechos
Humanos y para el cual le pedimos un aplauso y le decimos “gracias
por participar”.
Mtro. José Luis Armendáriz González: Muy buenas tardes.
En primer lugar, quiero agradecer a los organizadores la oportunidad
de la invitación de poderme dirigir hacia ustedes y enviar un saludo,
desde luego al resto de mis compañeros aquí de la mesa y, desde
luego, a todos ustedes, este espacio de coincidir.
Indudablemente es un tema muy complejo, es un tema que tiene
muchas aristas, es un tema que tiene muchas diversidades de opinión,
de concepciones, porque nos podemos fijar criterios muchas veces
también en base a lo que hemos vivido, a lo que hemos sufrido
muchos en el tema de las drogas.
Y bueno, qué le voy a contar a Ciudad Juárez, toda esta temporada
que nos tocó, quizás a mí de manera más indirecta estando en
Chihuahua, pero no fui ajeno, todo este contexto del 2008, 2009, 2010,
2011 principalmente, donde pudimos ver cómo un monstruo que
despierta, que aparentemente estaba invisible, pero que despierta y
muestra realmente su rostro violento en toda su plenitud.
Es un tema desde luego donde tenemos que reflexionar qué vamos a
hacer, seguimos como está la Legislación, como están los elementos
prohibitivos, como están los esquemas de combate a las diversas
formas de drogadicción del narcomenudeo, de la venta de la
comercialización o tomamos decisiones radicales que generen algún
cambio o un impacto sostenible, o tomamos decisiones más
moderadas que no nos llevemos al extremo; en fin, es un tema muy
complejo, con muchas diversidades.
Desde luego la solución que da la Corte a este planteamiento, pues
una de la solución; desde luego comparto la idea de algunos de los
expositores, es una solución quizá a lo mejor limitada, quizá la
determinación la basa exclusivamente en el principio de
proporcionalidad a juicio de muchos y la desemboca en este resultado
que ya conocemos, pero también está la crítica de que faltaron más
elementos científicos, como lo decía el propio doctor Cáceres, faltaron
más elementos científicos y objetivos para tomar una decisión más
amplia.
Pero a final de cuentas ahí está una resolución de la Corte, ahí está un
planteamiento.
Creo que hay que reconocer a la Corte la valentía en haber tomado
esta decisión, esta determinación, que durante muchos años le
estuvimos dando la vuelta al tema.
Y de alguna manera el hecho de que la Corte haga y emita esta
resolución, dice “ahí estoy yo, doy el primer paso, este es mi criterio,
éntrenle los demás, éntrale Poder Ejecutivo, éntrale Poder Legislativo
al tema, no podemos permanecer inactivos y a la expectativa en este
tema”.
La Corte indudablemente hace un análisis y hace una exposición, la
fortalece y la sustenta en el derecho al libre desarrollo de la
personalidad y desde ahí la desprende.
Desde luego que hay muchos asegunes, llevando la argumentación al
extremo habría diferentes perspectivas. Y quiero compartir con
ustedes, les prometo que no me voy a extender mucho, algunas
reflexiones de lo que me ha tocado vivir desde la Comisión Estatal de
los Derechos Humanos.
Viene a mi mente no pocas afirmaciones, muchas, de personas con
alguna adicción a alguna droga y que me señala y me dice “no se
imagina, licenciado, lo complejo muchas veces que es levantarnos en
la mañana y estar pensando dónde voy a conseguir droga; los
problemas en los que nos metemos muchas veces en andar
evadiendo a la autoridad, que nos informaron que había un vendedor
en tal domicilio, pero porque no nos conoce no nos abre o porque nos
dijeron, nos dieron otro tip y nos dicen que hay otro vendedor en otra
colonia, resulta que nos trasladamos hacia allá y no encontramos a la
persona”.
Entonces hay veces que el problema es, hemos llegado a pensar
“bueno, hay que sembrarla nosotros mismos para poder librarnos de
esta persecución de la autoridad”.
Pero no nada más es la persecución de la autoridad para adquirirla,
sino me señalaban “el otro esquema en el que nos introduce desde un
contexto de vulnerabilidad”.
Yo ya había expuesto y lo he sostenido en la Comisión que las
personas consumidoras de droga son un nuevo grupo emergente en
situación de vulnerabilidad.
¿Y por qué son un grupo emergente en situación de vulnerabilidad?
Porque son víctimas en primera instancia desde las redadas
policíacas, si sucede un robo en la colonia o donde viven es el primer
sospechoso de haberlo cometido, son sujetos muchas veces a
atenciones arbitrarias, agresiones a la integridad y muchas veces ya
en los barrios están perfectamente identificados y si sucede algo que
trasgreda la ley en esa zona, son los primeros a los que la autoridad
investigadora se dirige.
Este esquema discriminatorio también, situándonos ahora sí en un
contexto empático, en los zapatos propios de las personas, desde
luego que no puede seguir permaneciendo desde esa situación.
Luego, por otro lado, está el esquema, llevando la argumentación al
extremo, de que si el argumento de la Corte, pensemos en otros
cuatro amparistas, solicitudes de amparo, pero que ahora soliciten la
siembra y el cultivo de coca.
Llevando el argumento al extremo, claro, podría decirse “a este paso,
todas las drogas, las 250 modalidades de droga cada quien estará
planteando una solicitud de amparo dependiendo de sus preferencias
personales”. Es un tema desde luego, esa solución también es
compleja.
Ahora, la circunstancia es qué hacer. Todos conocemos lo que vivió
Chihuahua y que ha vivido México en este contexto de los grupos que
tienen apropiado la siembra, el transporte, la comercialización y que
son capaces de matar, de asesinar, de secuestrar y de hacer todo lo
inimaginable por tal de mantener el control del mercado.
Estaría el otro contexto de decir “bueno, con la autorización del uso, el
consumo de la marihuana con fines lúdicos, estos grupos se van a
desmoronar financieramente”.
Creo que no, porque tendríamos entonces que determinar qué
porcentaje de la población que usa drogas consume marihuana para
decir “se va a desmoronar este sector específicamente”, pero los otros
mercados, los otros consumos de droga creo que permanecerían
intocados en este contexto”.
Está el otro tema: ¿Se generará toda una industria de productores de
macetitas, de instrumentos de hidroponía, de insumos para la siembra
y el cultivo?
¿Estará el riesgo de las empresas que desde un contexto
específicamente de lo comercial estén viendo un foco de oportunidad
para iniciarse en un nuevo negocio?
¿O estará el riesgo de que aquellos criminales, aquellos que, como
dijera “El Chapo” aquella vez que lo entrevistan en la primera
detención y que dice “yo soy únicamente un agricultor”, estará el
riesgo de aquellos agricultores que son capaces de matar y asesinar
para ahora pensar irrumpir en una nueva empresa que se autorice,
que tenga todas las autorizaciones, incluso esté dada de alta en
Hacienda, pague impuestos y haga su incursión en este mercado, es
decir, la conversión de criminales ahora en prósperos empresarios?
¿Se va a permitir en un momento dado llevar en un afán progresivo y
que permita en un momento dado se dé la autorización a través de
una concesión o de un permiso para poder iniciar un negocio más
amplio que el cultivo personal?
En fin, es un tema creo muy complejo, con muchas aristas, con
muchas vertientes; sin embargo, yo le apuesto al tema preventivo.
La Corte creo lo señala y lo deja entrever en su resolución, creo que
tenemos que, si se decide por sostener este criterio que plantea ya la
Corte en esta resolución, es decir, si se decide aperturar, tenemos que
hacer una reacción inmediata y muy virulenta en el ámbito educativo.
¿Qué implica esto?
Que tenemos que aprovisionar a las niñas, a los niños y a los jóvenes
de manera muy científica y de manera muy objetiva cuáles son los
daños que producirá a largo plazo en la salud el consumo de la
marihuana.
¿Y esto para qué?
Para que la decisión que se tome sea una decisión, ahora sí como se
dice en el ámbito médico, un consentimiento bajo información y quien
decida en un momento dado el consumo de la marihuana lo haga con
conciencia y a riesgo, de manera muy clara y objetiva, cuáles son los
efectos que ésta tiene.
Lo riesgoso sería que abramos ese ámbito, como lo dice la Corte,
expandir el derecho al libre desarrollo de la personalidad sin hacer
cambios sustantivos y agresivos en el sistema educativo, para
informar debidamente a la niñez y a la juventud de los riesgos.
Sería criminal que esta apertura que bajo este espectro del ámbito de
la ampliación, del ámbito de la libertad no se le diera la información
suficiente a las personas y que se hiciera un silogismo sencillo de
decir “bueno, si ya la ley no lo castiga, por lo tanto es bueno” y que se
torciera este discurso y entonces se manejara como una forma de
promover el consumo el hecho de que la ley ya lo permite.
Creo, y haciendo una expresión con su debida proporción, lo
semejaría al tema de la hechicería, durante siglos incluso se monta
todo un aparato desde el ámbito de lo penal, la Inquisición para
perseguir la hechicería, para incluso quemar en la hoguera a todo
aquel que creía que profesaba o difundía elementos malignos.
Cientos y cientas de personas perecieron en esa persecución,
diversas formas de implementar mecanismos de tortura y al final de
cuentas, al paso del tiempo lo que vino derrotando a la hechicería, a la
ignorancia fue la educación.
Creo que aquí dejaría mi propuesta, si se opta por el hecho, como lo
dice la Corte, de ampliar ese espectro del ámbito del desarrollo de la
libertad, de la personalidad, si se decide en la voluntad del individuo
que él decida el consumo o no de la marihuana, tendrá que hacerse
un ejercicio, una revolución educativa y que dejen de ser meros
programas piloto, porque así son actualmente en las escuelas, son
programas piloto de combate a las adicciones, sino desarrollar todo un
esquema donde realmente se informe de manera científica y objetiva
los riesgos que existe.
Y si aun así la persona toma la decisión de manera informada, pues
que sea una decisión muy personal.
El otro aspecto importante que habría que analizar es qué
compromisos va a asumir frente a esa ampliación del ámbito de la
libertad, qué compromisos y qué políticas públicas se van a realizar en
el ámbito de aquellas personas que tomaron la decisión del consumo
de la droga y que en un momento dado tomen la decisión de
suspenderla.
¿Cuáles instituciones vamos a fortalecer y crear para poderle ofertar al
individuo esos mecanismos de rehabilitación para ayudarle en un
momento dado, así como él decidió entrar tenga la libertad también de
decidir, y existan las instituciones necesarias y suficientes para que
pueda en un momento dado suspender ese consumo?
Si no hacemos eso y si únicamente ampliamos el ámbito de libertad y
nos vamos exclusivamente por el espectro de que el derecho al libre
desarrollo de la personalidad se ha expandido y la decisión queda en
el individuo y no lo fortalecemos desde el ámbito preventivo, del
ámbito de la seguridad pública y de la rehabilitación, creo que
estaríamos tomando una decisión desafortunada, una decisión a
medias que no nos llevaría, como se pretende, a que esta
determinación nueva que se decida sea para generar un cambio en
Chihuahua, para generar un cambio en México y para romper el
estado de cosas; el estado de cosas desde el contexto de los efectos
que produce y que es la violencia y la muerte.
En ese sentido sería la propuesta.
Les agradezco su atención. Muchas gracias por escucharme.
Moderador: Gracias por la participación al maestro Armendáriz; si
ustedes se dan cuenta un contexto diverso el que hemos estado
manejando con los diferentes ponentes en la mesa.
Siguiendo el orden y teniendo otro contexto muy, muy interesante
sobre lo que se refiere a la legalización de la marihuana para fines
lúdicos, tenemos al maestro Raúl Mejía Garza, al cual le agradecemos
su participación en este Foro.
Dando una breve semblanza, él es licenciado en Derecho por el
Instituto Tecnológico Autónomo de México, ITAM; cuenta con estudios
de postgrado en la Universidad Iberoamericana y en la Universidad
Autónoma de Madrid.
Especializado en Derecho Ambiental para funciones judiciales, es
profesor del ITAM, coordinador del Seminario Seguimiento de las
Sentencias de la Suprema Corte y profesor de la maestría en Gestión
de Gobierno en el Centro de Investigación y Docencia Económica.
Actualmente es Secretario de Acuerdos del Magistrado José Ramón
Cossío.
Les pido, por favor, un aplauso de nuevo para dar inicio a la ponencia.
Mtro. Raúl Mejía Garza: Muchas gracias. Muy buenas tardes.
Quiero primero hacer un disclaim, pero quiero excusarme. Si bien soy
funcionario de la Suprema Corte de Justicia, nada de lo que exprese
yo en este momento ni expresa las posiciones ni de la Suprema Corte
de Justicia y claramente tampoco de mi jefe, el Ministro José Ramón
Cossío Díaz.
Estoy aquí en una categoría claramente académica y tampoco me voy
a poner a defender la sentencia de la Corte, creo que ya han dejado
bastante claro que si bien es una sentencia que, yo me gustaría
preguntarle a Enrique, curiosamente la sentencia, todos hemos
hablado de la sentencia y no sé si hubo o yo lo entendí mal, de que la
sentencia no era suficiente para provocar los cambios que se supone
pretendía, pero bueno, eso ya lo podemos discutir un poco más
adelante porque justamente me parece que el único efecto real de la
sentencia es provocar que todos estemos aquí y que estemos
discutiendo sobre el contenido y sobre el tipo de derechos que se
enuncian y sobre los votos particulares y sobre hasta dónde llega. A
mí esto ya me parece una cuestión interesante de ver.
La segunda cuestión es: Yo la verdad me cuesta mucho trabajo
asignarle a la Corte adjetivos como “valiente” por una razón
fundamental, me parece que la Corte en sí misma es valiente o no lo
es; la Corte al defender los derechos o los defiende o no los defiende,
no es un problema de valentía.
Valientes los que impugnaron, valientes los que declaran que son
usuarios frente a una condición claramente de restricción, de
penalización y de persecución de ciertas conductas. Eso es valiente.
La Corte no es valiente, la Corte cumple funciones constitucionales
muy específicas, y estas funciones constitucionales que cumple la
Corte están en relación a los demás órganos del poder del Estado, en
particular al Poder Legislativo y no en menor medida al Poder
Ejecutivo que aplica las normas establecidas por el Poder Legislativo
para hacer efectivas las prohibiciones y las permisiones de conducta
que nosotros mismos hemos decidido, ahí sí con libre albedrío,
determinar; esto es determinar qué es libre y qué no es libre, o qué
está prohibido y qué debe ser permitido sólo en ciertas circunstancias.
A mí parte de lo inicialmente, y también esta es una apreciación que
me encantaría saber de la mesa, es si realmente como tal hay un
derecho al libre desarrollo de la personalidad o si el libre desarrollo de
la personalidad es un concepto filosófico que infunde, informa o nos da
una perspectiva o lectura de ciertos derechos en particular, como
puede ser la intimidad, como puede ser la cuestión de ciertas
elecciones sobre preferencias de género, etcétera.
Ahí tengo un problema específico, justo porque la idea del libre
desarrollo de la personalidad como un derecho particular, lo que hace
es generar la idea de que el libre desarrollo es un derecho absoluto y
que no se le pueden generar condiciones de limitación a ese derecho,
porque evidentemente cualquier regulación del Estado finalmente
incidiría en el libre desarrollo de la personalidad.
Y aquí hay una cuestión muy curiosa en el fondo, donde la propia
sentencia de la Corte lo que hace, el amparo 237/2014, resuelto el 4
de noviembre de 2015 por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación con una mayoría de tres votos, entonces a ver,
también dimensionemos, la valentía de la Corte es de tres ministros,
digamos, de una Corte de 11 en una sola de las salas resolviendo una
cuestión administrativa además, porque es un permiso; además la
Primera Sala no es la que ejerce la competencia administrativa y
laboral, es la Segunda. Entonces hay una cuestión curiosa dentro de
todo el movimiento.
Segundo. El amparo como vino promovido, venía promovido por la
Asociación Civil SMART, Sociedad Mexicana para un Consumo
Responsable, una cosa así, por ahí anda, no me lo sé exactamente, y
sus representantes. Y al final quedó otorgada solamente a los
representantes, a la sociedad no porque el juez de distrito sobreseyó
diciendo la sociedad no tenía derecho al libre desarrollo de la
personalidad, porque era una persona moral y no una persona
individual o no era un sujeto.
Claro, la Suprema Corte en otras sentencias ya ha reconocido que las
personas morales pueden servir para impugnar cuestiones de interés
legítimo de los individuos, siempre y cuando su objeto social así lo
determine. Por eso, Mexicanos Primero pudo reclamar los problemas
de derecho a la educación.
Entonces no se entiende en un momento dado por qué los abogados
tampoco impugnaron, porque esto no se impugnó, nunca se analizó
por Corte el levantamiento del problema del sobreseimiento, no hay
agravio.
Es una cosa muy curiosa, ¿no?, porque viene una impugnación muy
robusta, viene una impugnación muy robusta para un club de consumo
para que se les autorice a estas personas, a través del club de
consumo, a ejercer el derecho, que es un poco lo que se decía
anteriormente, es muy difícil conceder derechos en lo individual para
consumir, sino realmente en un momento dado lo que resulta
conveniente es conceder para una producción racionalizada,
supervisada, fiscalizada de si es lo que se va a autorizar. La idea de
que se pueden conceder permisos individuales, me parece que desvía
la cuestión.
De hecho yo creo que COFEPRIS no tiene facultades para conceder
permisos en lo individual; esto es, COFEPRIS en ningún lado tiene,
como autoridad sanitaria y de control de riesgo sanitario, la facultad
para conceder permisos de manera individual a los sujetos.
Claramente si lo que dice la sentencia en el fondo es: “Concédasele el
permiso al sujeto”, pues entonces además la autoridad en el momento
de emitir el permiso, tendrá que emitir todos los lineamientos para el
cumplimiento de ese permiso y no solamente eso, para una
fiscalización de la conducta permitida que claramente no está
establecida en la propia ley porque no tiene facultades iniciales para
hacerlo.
Entonces estamos generando no sólo la autorización, sino todo el
marco jurídico en el cual la autoridad se tiene que mover para
conceder estas autorizaciones y fiscalizarlas. Estamos frente a un
problema complejo.
El segundo asunto que es curioso, es que mucha de la argumentación
de la sentencia viene sobre el problema del daño, que también ha
estado subrayado varias veces en esta mesa; el problema del daño en
el sentido de que esta sustancia no es tan dañina como otras.
El problema de la condición del daño y la relatividad del daño es que,
en efecto, si fueran daños por sustancias de consumo, pues tendría
que venderse la marihuana en las misceláneas donde se vende el
thinner y el resistol.
Parte del problema de las condiciones o evidentemente una vez
concedida la autorización para producción, transporte, acopio,
preparación y consumo de la marihuana, de ahí el brinco a la
comercialización de la misma es mínimo porque las sustancias como
el alcohol o el tabaco se comercializan de manera libre, con sus
restricciones, pero de manera libre.
Entonces estas son las condiciones muy complejas que están detrás
de la sentencia de la Corte. Pareciera, y esta es uno de los
comentarios del voto particular del Ministro Cossío, del voto
concurrente del Ministro Cossío, perdón, es que el daño en sí mismo o
la evaluación de cada una de las sustancias tiene que hacerse en su
integridad desde una perspectiva de salud pública; esto es, la idea de
seguir comparando las sustancias y diciendo que una debe ser más
permitida que otra por el daño que causa, pareciera también que es
una salida falsa.
Hay que tomar la sustancia en su integridad, ver cuál es su impacto en
la salud pública y de ahí desarrollar los mecanismos de regulación de
la sustancia misma.
El otro problema que tenemos aquí es que la autorización
administrativa tiene una función muy particular, y esto es evitar que se
apliquen las sanciones penales a los individuos autorizados.
Entonces, de hecho la autorización administrativa en sí misma no es
que me permita realizar la conducta, sino la autorización administrativa
desde la Ley General de Salud lo que hace es evitar que se me
apliquen las sanciones penales.
Indirectamente lo que está sucediendo es que la sentencia de la Corte
lo que hace es dirigirse al derecho sancionador, al derecho punitivo del
Estado, al derecho penal y no al derecho administrativo autorizado,
para evitar que se apliquen sanciones penales a estos cuatro
individuos por las conductas que de cualquier otro modo estarían
sancionadas penalmente.
Entonces si lo pensamos, la discusión realmente tiene que ser si las
conductas de las cuales estamos hablando en relación con la
marihuana, y no sólo con la marihuana, estoy completamente de
acuerdo que no debe ser sólo marihuana, sino debe de ser una
política integral de drogas, debe ser penado o no debe ser penado, en
qué condiciones debe ser penado, en qué condiciones se deben
establecer penas alternativas, si las penas involucran cárcel o no y
socialmente cuánto nos cuesta todo esto.
Esto es lo que finalmente está detrás del derecho al libre desarrollo de
la personalidad, porque de otro modo pareciera que el derecho al libre
desarrollo de la personalidad es realmente que me dejen en paz y yo
pueda consumir marihuana de manera libre.
Esto me parece que desvía la cuestión tremendamente y desvía toda
la condición regulatoria del Estado que se requiere, un poco lo que se
había comentado también anteriormente, que se requiere para que
este consumo sea adecuado, que no afecte a terceros, que
claramente no afecte a poblaciones particularmente vulnerables, como
en el caso de menores y ese consumo, a su vez, sea informado.
Esto es, decía el maestro Ernesto Garzón Valdés, que no encontraba
ningún argumento racional para detener a un individuo en pleno uso
de sus facultades de ponerse una pistola a la cabeza y darse un
balazo; la posición ultraliberal en el sentido de que no puede ser
restringida una decisión personal. Un poco lo que decía Enrique es
“quien sabe si realmente esa persona es libre en el momento que está
tomando esa decisión”.
Entonces ahí tenemos un problema en el fondo de si realmente de
esto es de lo que estamos hablando.
Mi preocupación en el fondo es cómo estructuramos los derechos en
la discusión.
Segunda y última parte: Desde 2004 la Suprema Corte de Justicia ha
cambiado su mecanismo de razonamiento; el mecanismo de
razonamiento de una utilización de mecanismos interpretativos muy
extraños, muy a la mexicana, para darles un ejemplo se utilizaba un
mecanismo genético teleológico de la interpretación de la Constitución.
¿Qué es eso? Quién sabe, o sea, porque es el origen y el fin, y es una
cosa ahí medio rara.
Ha pasado a un mecanismo de interpretación de razonabilidad en las
medidas; esto es, y proporcionalidad en relación con la afectación de
derechos.
Pero la razonabilidad, que esto es importante, antes de 2004 subsistía
una tesis de la Suprema Corte de Justicia que decía que las leyes
emitidas por el legislador no tendrían que estar fundadas y motivadas,
que la fundamentación simplemente era la competencia para emitir la
ley y la motivación que hubiera relaciones sociales que requirieran esa
regulación. Entonces realmente no tenía que justificar sus medidas.
Esto evidentemente lo que había provocado es que el legislador no
justificara nada y que fuera el propio Tribunal el que tuviera que
inventar las justificaciones en las propias sentencias cuando evaluaba
la constitucionalidad de las medidas o simplemente ser deferente al
legislador en el momento que emitía la ley.
Esto ha cambiado de manera muy importante desde el 2004, esto es
ejemplo, esta misma sentencia, pero muchas otras de la Suprema
Corte de Justicia al día de hoy, donde ya se le exige al legislador
ordinario y a los poderes administrativos que cuando emitan actos o
cuando emitan normas, éstas tengan que estar justificadas de manera
importante, máxime cuando están relacionadas con la regulación de
derechos.
Entonces cualquiera que sea la opción que se tome finalmente, la
opción técnica y la opción regulatoria, esta opción regulatoria tiene que
ser muy consciente tanto el órgano regulador, tanto el órgano
legislativo como los órganos administrativos, que estas normas tienen
que estar muy bien justificadas.
Y aquí es donde creo que entra la justificación científica del asunto;
esto es, en sí mismo evidentemente la Corte no es una bola de
científicos tomando decisiones ni tampoco pueden delegar a un grupo
de científicos para la toma de sus decisiones.
Pero lo que sí puede suceder es que si la justificación de las normas
está basada en condiciones científicas bien fundamentadas, entonces
la Corte va a tener información para hacer las preguntas pertinentes,
para tomar los consejos y hacer o tomar los estudios y las opiniones
de los especialistas que correspondan para realmente tomar una
decisión judicial informada.
Los jueces no tienen que ser científicos, la ciencia tiene que estar
como fundamento de las normas para que los jueces en un momento
dado puedan hacer las preguntas necesarias para tomar una decisión
informada sobre cuál es la afectación de esa norma a la conducta de
los individuos.
Entonces tomando, y con esto concluyo, estos elementos, hay que
tomarnos muy en serio la estructura de los derechos; hablar así nada
más de derechos como libre desarrollo de la personalidad, sin hacer
una reflexión de qué contiene y de qué nivel de justificación estamos
hablando, es un error.
Segundo, el comparar sustancias y no tomar una posición integral
sobre la regulación específica de una de ellas, en un contexto de salud
pública es un error.
Y tercero, todas las autoridades involucradas en la regulación de esta
sustancia son responsables de su justificación y de su fundamentación
científica, social y de impacto o consecuencia.
Con esto yo terminaría. Muchísimas gracias.
Moderador: Agradezco la participación del maestro Raúl Mejía Garza,
un excelente contexto sobre lo que es la libre autodeterminación.
Para terminar esta mesa y cerrando con broche de oro, como siempre
se debe de cerrar, tenemos a la maestra Rocío Culebro.
Ella, dando una breve semblanza, es actualmente Directora Ejecutiva
en el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, A.C.
También ocupa el cargo de Secretaria Técnica en la Red Nacional de
Organismos Civiles en Derechos Humanos, Todos los Derechos para
Todos y Todas; Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional, Sección
México; Directora Ejecutiva de la Comisión Mexicana de Defensa y
Promoción de los Derechos Humanos; asistente de investigación de la
Academia Mexicana de Derechos Humanos y ha sido Secretaria
Técnica en el Instituto Electoral del Distrito Federal.
Cuenta con una serie de ponencias a nivel local, nacional e
internacional.
Le pido, por favor, un aplauso, agradeciendo su presencia.
C. Rocío Culebro Bahena: Muchas gracias.
Ya estamos cansados, hemos hablado demasiado y siempre la última
persona que le toca hablar dice “yo ya no tengo nada que hablar
porque ya todo está dicho”, pero qué creen, en este caso no todo está
dicho.
Creo que para complejizar el asunto, como ya lo decía el licenciado
Armendáriz González, hay otros elementos que hay que tomar en
cuenta.
Pero primero quiero solamente decirles que hay que quitarnos también
una copa moralina que todos tenemos y que nos han hecho creer y
que también hay que ser sinceros con uno mismo.
Yo he probado la marihuana; sí, la probé al salir de la universidad, la
probé en dos ocasiones y decidí que no la iba volver a probar porque
no me gustó, simplemente.
Pero sí me gusta fumar y fumo de lunes a viernes, y solamente fumo
entre dos y tres cigarros, no fumo en mi casa porque mi marido es
alérgico, entonces tengo que fumar en lugares al aire libre; pero hago
ejercicio.
Y tomo Coca-Cola, que hay una campaña de salud diciendo que no
debemos tomar Coca-Cola porque tenemos un problema de obesidad,
muy alto por cierto en este país.
No sólo eso, tomo café, y lo tomo a las cinco y media de la mañana,
todos los días de manera rigurosa.
Y para terminar el día, junto con mi marido, porque eso sí lo hacemos
juntos, nos tomamos una copa de vino todos los días.
Y saben qué, funciono. Pero puede ser que lo que yo diga no
necesariamente ustedes estén de acuerdo con lo que yo pienso y
haga.
Pero lo que sí les quiero decir es que sí funciono y funciono bien,
hasta ahora, creo, es lo que creo.
Pero el hecho de trabajar en una organización, y como ustedes han
escuchado, no soy maestra, por cierto, soy una activista de los
derechos humanos y eso me ha llevado a ver por el respeto de los
derechos de las otras personas de la manera individual y de manera
colectiva.
Quiero decirles que efectivamente, este es un tema importantísimo.
Quiero centrarlo en que estamos discutiendo en este momento la
regulación o legalización de la marihuana, no del resto de las drogas,
que seguramente en un futuro nos llevará a esa discusión. Me parece
que hay que centrar esto en este momento.
Un escritor, que algunos de ustedes quizá han leído, se llama Albert
Camus, escribió que la ética tiene que ver directamente con la
felicidad de las personas.
Los derechos están construidos sobre la noción de la dignidad
humana, la plenitud de las personas, y aquí puede estar un primer
punto de convergencia entre ética y derechos humanos.
Éste y los demás foros que está, afortunadamente, organizando la
Secretaría de Gobernación, aporte suficientes elementos a los tres
Poderes de la Unión para tomar las mejores decisiones para una
reglamentación clara y sin ambigüedades, porque esto es muy
importante.
Consecuencias terribles en este momento: Muchos países en el
mundo, entre ellos México, pagan con creces en violencia, corrupción,
inseguridad, debilidad de institución y graves violaciones a los
derechos humanos, lo que hasta la fecha sigue siendo la guerra contra
las drogas.
La enorme violencia nos ha llevado a ser una sociedad donde su tejido
social parece casi imposible de recomponer. Ciudad Juárez nos ha
demostrado que parece que sí se puede recomponer ese tejido. No sé
así si en Guerrero o en Veracruz estemos en posibilidad de hacerlo.
Inicio con un señalamiento que anotó otra de las personas que ha
discutido sobre el tema junto con Jorge, otro Jorge, Jorge Javier
Romero, es un académico y analista, y la semana pasada escribió un
artículo y estaba yo leyendo sobre esto de la marihuana y me pareció
que él sintetizaba lo que yo quería decir en varias cuartillas.
Y dice: “La regulación de la marihuana es ya un imperativo, no sólo
porque la Suprema Corte ha declarado la inconstitucionalidad de su
prohibición absoluta, sino porque se trataría del primer paso para
comenzar a construir una política de drogas basada en la evidencia,
que corrija los graves errores cometidos en nombre de la salud pública
con la prohibición; una política contraproducente que contribuyó a
fortalecer a los delincuentes, exacerbó la violencia, ha perjudicado la
salud de los usuarios de sustancias y ha impactado sobre la
esperanza de vida de los jóvenes mexicanos de manera más
contundente que cualquier enfermedad”.
Por ello, entre estas cosas, esos argumentos el año pasado en una
audiencia realizada ante la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos de la OEA, más de 100 organizaciones mexicanas
afirmamos que desde el 2006 cuando el expresidente Felipe Calderón
declaró una guerra frontal contra la delincuencia organizada, el
resultado fue que los índices de violencia, inseguridad y corrupción
aumentaron alarmantemente, tendencia que a la fecha continúa.
El mismo gobierno actualmente ha aceptado que hay
aproximadamente 27 mil personas desaparecidas y muchas de ellas
están relacionadas en el contexto de la lucha contra el narcotráfico.
No me voy a poner a contarles de varios casos, pero ojalá ustedes, ya
que se están informando de cómo tomar y cómo se tomará una
decisión importante, deberán también hacerse llegar de otros
elementos como esto de cuáles son las consecuencias en la lucha
contra el narcotráfico.
Por tanto un componente de la legalización de la marihuana y de una
transición del modelo prohibicionista tiene que revertir este enorme
caudal de dolor y sufrimiento social.
La impunidad como caldo de cultivo.
La impunidad y la corrupción son dos aspectos que permiten que
autoridades de todo tipo y rango se coludan con el narcotráfico.
De acuerdo con la organización CIDAC, el 83 por ciento de los delitos
que se cometen nunca son reportados a las autoridades, porque se le
tiene miedo, porque sabemos que son corruptas, porque no hay
acceso a la justicia.
El resto de los delitos, casi un 20 por ciento, sí se denuncia y está
sujeto a algún tipo de investigación.
Del total de los delitos, sólo el 9 por ciento llega a ser presentado ante
un juez; y por último, sólo el 1 por ciento de todos los delitos son
efectivamente castigados, recibiendo una sentencia condenatoria
firme.
La consecuencia es que el nivel de impunidad en México es de un 98
por ciento.
Combatir la impunidad no se hace mediante ocurrencias o acciones
políticas inmediatistas, sino con procesos de largo aliento.
En la actualidad estamos a punto que funcione en todo el país el
sistema penal acusatorio. Y a la fecha nadie lo ubica como parte de la
solución, aún y cuando debería de serlo; peor, en algunos estados
están pensando en otro tipo de tribunales a instalar, copiando la
política de los Estados Unidos. Perdón, es Chihuahua, verdad;
Chihuahua es uno de ellos.
Nuevo León y Chihuahua. Ojalá pudieran revisar eso desde el punto
de vista de los derechos humanos, porque creo que eso nos va a
hacer grandes estragos, en tener dos tipos de acceso a la justicia.
Por tanto, es indispensable una planeación nacional que nos permita
contar con un sistema penal que se olvide del oropel, como son las
salas de juicio oral, con sofisticados equipos de grabación, etcétera, y
se aboque a lo esencial: Policías de investigación que tengan
formación y perfil de investigadores, servicios periciales profesionales
e independientes.
Qué lástima que se fueron los estudiantes de medicina, ojalá un día
ellos puedan trabajar en servicios periciales. Necesitamos de médicos
con ética.
Y Ministerios Públicos que sean capaces de coordinar lo anterior para
efectivamente esclarecer los hechos.
Es muy importante tener una policía ministerial, una policía municipal y
una policía de seguridad pública no solamente con la ética para serlo,
sino con la formación necesaria. Y eso pasa por cuánto gana un
policía, cuánto gana un servicio pericial.
¿Saben cuánto gana un servicio pericial en Campeche?
Cuatro mil 500.
¿Saben cuánto gana en Oaxaca?
Cuatro mil 500.
¿Ustedes creen que eso no ayude a llevarnos a un sistema de corrupción y a los
policías?
Sí.
Tenemos tan claro el caso de Ayotzinapa, donde policías municipales detuvieron a
estudiantes, a los 43 estudiantes de Ayotzinapa y se los dieron a los grupos del
narco.
No me digan que lo que pasó en Topochico es nada más algo casual. No, todos
sabíamos lo que Topochico, el penal de Topochico era, la mecha estaba ahí y
había que prenderla en cualquier momento.
¿Quiénes son los que provocaron eso?
Los narcotraficantes.
Eso no quiere decir que la legalización de la marihuana nos lleve a que todos los
narcotraficantes queden en la libertad. No.
Sino que hay toda una serie de factores que tenemos que regular y tomar en
cuenta para impedir la impunidad, impedir el abuso de poder, impedir la corrupción
y hacer posible el acceso a la justicia, hacer posible también la libertad de las
personas, el tránsito de la seguridad del Estado a la felicidad de las personas.
En los próximos meses la Asamblea General de la ONU celebrará una sesión
especial sobre drogas con el objetivo de evaluar la implementación de la
declaración política y plan de acción sobre drogas de 2009.
Ahí los gobiernos tendrán que escuchar otras voces, centralmente las víctimas de
la violencia generada por estas políticas y deben revisar la vigencia de las
convenciones a partir de nuevos indicadores de éxito y fracaso, y la derogación de
todos aquellos conceptos sobre los que se ha estructurado el esquema actual que
ha fracasado.
El uso de drogas debe ser tratado como un tema de acceso a la información y
reducción de daños de la salud pública, lo que supondría a las personas usuarias
de drogas que no deben de interactuar de entrada con el sistema de justicia penal
por el mero hecho de consumir, ni ser objeto de sanciones penales, detenciones
arbitrarias, acoso y extorsión de la policía, encarcelamiento u otras formas de
represión. No da tiempo para hablar de lo que esto significa.
Hagamos una vuelta copernicana, el problema no son los usuarios, sino aquellos
que en complicidad con el Estado han convertido el consumo de marihuana en un
enorme negocio global, a ellos es a los que se debe enfrentar y dejemos a quienes
consumen en paz.
Muchas gracias.
Moderador: Agradecemos la participación de la licenciada Rocío.
El siguiente punto, les voy a pedir a nuestros compañeros ponentes, siguiendo la
metodología del debate, comprende una serie de preguntas o intercambio de
opiniones entre los ponentes.
Posteriormente vamos a pasar a las preguntas del público, que ya tengo algunas
aquí, nada más en el entendido de que para darle la oportunidad a varias
personas vamos a tomar una pregunta del público, porque estoy viendo que tengo
o cuatro cinco preguntas en una sola hoja.
Así que, por favor, no se sientan agredidos y no hay ningún tipo de discriminación,
pero cada tema sería sujeto a una interpretación varios los diversos contextos de
nuestros ponentes.
El siguiente paso es dar la pauta a nuestros ponentes para hacer un intercambio
de ideas por medio de preguntas.
¿Hay alguien interesado?
Intervención: Más que pregunta, quisiera hacer unos comentarios.
Los derechos humanos son una construcción como los aeroplanos y como los
coches, no pensar que es así equivaldría a asumir que el hombre de neandertal ya
tenía derecho a la privacidad de sus datos personales en las computadoras, son
un logro derivado del razonamiento político en el cual muchísimas generaciones
han participado.
Creo que es muy importante subrayar esto, porque también el término derechos
humanos tiene un peso logístico, quiere decir que tiene un peso emotivo muy
importante y es fácil que muchas reivindicaciones estén tratando de utilizar el
término derechos humanos para verse favorecidas de este factor emocional.
Siento que es un tanto arriesgado hablar del derecho humano a ser
narcodependiente, a ser narcoconsumidor, creo que no podemos colocarlo al
mismo nivel que las reivindicaciones, de la igualdad de sexos, la reivindicación de
la libertad en la época de la esclavitud.
Esto no quiere decir que no haya reivindicaciones que son importantes en
términos de expectativas sociales, pero también con esto hay que ser muy
delicado.
Por ejemplo, estoy totalmente de acuerdo en lo que está diciendo Jorge y lo que
dice Rocío, pero tengo un matiz muy importante, no podemos incurrir en términos
de razonamiento político en una falacia por generalización, de las propiedades de
un miembro o de un conjunto no puedo predicar esto para el conjunto en su
totalidad.
Del hecho de que el Chicharito sea un excelente jugador de fútbol no puedo inferir
que el equipo en el que juega es excelente.
Del hecho de tener consumidores funcionales no puedo inferir que todos los
consumidores van a ser funcionales.
Un problema de toma de políticas públicas toma en cuenta los que sí son
problemáticos, en este caso no todos son consumidores funcionales, seguramente
sus historias de vida tienen mucho que ver en que sean así, tal vez su familia, su
nivel cultural, el entorno en el que se desarrollaron.
Las políticas públicas deben tomar en cuenta el problema del sistema global en su
conjunto.
En este sentido, también quisiera referir algo vinculado con la decisión de la Corte,
Hart, que es un célebre profesor inglés dice: “Las decisiones de los tribunales más
altos no son necesariamente correctas”.
Por ejemplo, en un caso de un juego de fútbol, del hecho de que el árbitro cuente
como si fuera gol algo que a todas luces fue realizado en un fuera de lugar e
incluso que gane el equipo, no quiere decir que haya sido gol.
El hecho de que la Corte tome una decisión no implica que la Corte sea
racionalmente correcta por necesidad.
Esto es un poco el sentido en el cual dirigí mi revisión acerca de la sentencia de la
Corte, particularmente lo que sostengo es que las proposiciones que considera la
Corte en su ponderación no satisfacen condiciones de verdad que
epistémicamente requerirían ser alcanzadas para ser justificadas y esto lo tocaba,
incluso Raúl, en términos del problema de la justificación científica.
El estándar para determinar que esas proposiciones que ponderan es sumamente
bajo, por ejemplo, el tema de la autodeterminación ni siquiera se revisó
filosóficamente, lo cual es todo un tema en términos de determinación, traté de
tocarlo científicamente para tratar de acabar con debates simplemente
especulativos.
Con respecto a si la marihuana no genera una serie de problemas, la información
fue sesgada, no se tomó en cuenta todos los estudios que hay a través de la
teoría de la escalada, hay todo un libro escrito por Fernando Cano Valle, con una
investigación comparada, donde vemos estudios que muestran que es la puerta
de acceso a otras cosas.
Estos serían mis comentarios y muchas gracias.
Moderador: Gracias.
Le damos la palabra al maestro Jorge Hernández.
Mtro. Jorge Hernández: Gracias.
En primer lugar, qué bueno que se pueda dialogar o no estar de acuerdo en
cosas, creo que esto es lo valioso de estos ejercicios.
Tengo mis dudas sobre la cuestión de la escalada, hay otros textos que dicen
exactamente lo contrario, es decir, aquí la ciencia no se ha puesto de acuerdo.
Aquí justamente creo que estamos ante un problema de decisión del Estado frente
a ciertas cosas que es necesario revisar y aquilatar en su justa dimensión.
Yo diría, justo empezando con esa cuestión, el hecho de que exista una minoría
problemática de usuarios de drogas, que suelen ser entre 9 y 8 por ciento,
aceptado finalmente, no quiere decir que los demás lo seamos.
Esa parte de la generalización me parece que hay que plantearlo al revés, no
porque yo sea funcional los demás no van a ser cuando la proporción de usuarios,
y pensemos en el alcohol, así como muchos de nosotros bebemos, sólo una
minoría de nosotros desarrolla un problema de alcoholismo y el alcohol genera
dependencias mucho más fuertes que la marihuana, creo que ahí, justamente, no
va el instrumento.
No me interesa teorizar sobre la Corte, creo que no soy el más indicado, pero sí
puedo hablar de mi experiencia con la ley, y me parece que eso es algo que para
los que estamos de a pie nos importa, nos importa cómo se ejerce la ley sobre
nosotros y cuáles son las características de esa ley.
En el caso específico de la marihuana, por ejemplo, muchas veces nos acusan, se
nos acusa a los usuarios, es que ustedes además son unos egoístas, porque van
y compran, le dan dinero al crimen organizado, que son esos tales por cuales, que
nos han jodido. A mí no me caen bien tampoco, eh.
¿Qué es lo que dice la ley en el caso específico de la marihuana?
Tengo que aquilatar y resulta que si yo decido, usando mi autonomía personal,
esté bien o mal mi decisión, consumir marihuana tengo dos vías, una es adquirirla
y otra es cultivarla, no hay más.
Si voy a comprar tengo ciertos riesgos, porque incurro en el riesgo de ir a comprar
una transacción ilegal, salgo y estoy transportando marihuana, me encuentro en
posesión de ella, que, por cierto, para consumir necesariamente tengo que ser un
delincuente, es decir, necesito poseer esa sustancia.
La ley lo que hace es verme, primero, como alguien que posee y que es un
delincuente antes que como un sujeto de derechos, y esa es la práctica en la calle.
Curiosamente el policía si ve la transacción dice: “¿A quién voy a detener?”, pues
al que salió en posesión, porque es un usuario, es inofensivo, es extorsionable,
porque además si sólo son cinco gramos.
Tengo cuatro gramos, oficial.
Mire, aquí hay tres más.
Ya usted está en posesión y es un delincuente, ya no está usted siendo sujeto de
derechos, es un delincuente.
Y no se mete con el crimen organizado, que es el que está vendiendo detrás.
Entonces, yo digo, no voy a comprarle al crimen, mejor cultivo.
Resulta que si cultivo y hay dos o tres adultos junto a mí eso la ley lo toma como
producción, no entra en el sistema de narcomenudeo, donde tengo ciertos
derechos y además si hay otros dos adultos es crimen organizado, tengo 10 años
de cárcel.
La ley en realidad me incentiva o incentiva al mercado negro que dicen combatir y
además me echan la culpa, creo que eso no es teórico, eso pasa todos los días,
eso me ha pasado a mí y conozco a mucha gente que le ha pasado, sin que eso
signifique toda esa gente que conozco que ha fumado marihuana durante
muchísimos años tenga algún problema consigo mismo o con los demás.
Gracias.
Moderador: Muchas gracias.
¿Alguien más de los ponentes?
Ya nada más la última réplica del maestro y posteriormente pasamos a la pregunta
del público, por favor.
Todavía estamos abiertos, si quieren mandar otras preguntas, como les comenté,
una pregunta sería lo ideal.
Intervención: La decisión de la Corte para aclarar también, no hay que pensar
que dice que ya está legalizada, solamente un posible antecedente y el problema
es que es un antecedente con un grado de justificación científica muy bajo.
Por otra parte, creo que hay distinguir entre lo que está comentando Jorge, a nivel
de lo que sería aplicar las leyes, de lo que es la aplicación de las leyes y la
arbitrariedad que sufrimos todos no por el hecho de consumir ningún tipo de
sustancias.
Por lo que respecta a la diferencia entre consumidores funcionales y no
funcionales.
Un experimento en neuromarketing, los estudios neurológicos del impacto de la
mercadotecnia, le ponen a dos, y esto se ve con imagen cerebral, le pones a dos
sujetos dos botellas de vino con el mismo vino, le marcas a uno que el precio de
una de las botellas es más alto que el otro, cuando le preguntas a los sujetos cuál
de los dos vinos es mejor, te dicen directamente que es el más caro y esto tiene
impacto en las zonas del cerebro que se activan.
Si estamos pensando en el riesgo de una industria de la producción de droga
semejante al tabaco, estamos también pensando en que estos mecanismos que
no son controlados conscientemente se puedan propagar de manera social y que
consecuentemente traigan las mismas consecuencias que nos estaba manejando
el ingeniero Solís con datos duros, no con apreciaciones subjetivas, lo que ocurrió
después de la legalización.
En lo que estoy totalmente de acuerdo con Jorge es que nos hace falta mucha
investigación científica acerca del tema, ese es el gran problema que yo encuentro
tenemos en este momento.
Si tenemos dos teorías en ciencia que están sustentando posturas distintas
corresponde lo que en filosofía de las ciencias se llama “El problema de la
inducción a la mejor explicación”.
En términos de diseño de políticas públicas, sino es concluyente, mejor no le
muevas a empeorar las cosas.
Muchas gracias.
Moderador: Ya para la equidad, brevemente les vamos a pasar, por último, al
maestro.
Intervención: Muy brevemente.
Es importante hacer notar que algo que la Corte determinó es que uno de los
criterios es el no comercio abierto.
Por eso yo empecé hablando como usuario, porque dije: A mí nadie me ha
preguntado si quiero que sea la Fily Morris la que me la venda.
No lo quiero, yo no quiero formar parte de esa empresa de lucro en lo que lo que
importa es el lucro y vender más, en el caso de la planta se puede cultivar. Yo no
quiero eso.
La Corte abrió una puerta para permitirme no recurrir al mercado negro, no para
abrir una comercialización abierta y creo que los usuarios estamos de acuerdo en
que no existe ese mercado abierto.
Gracias.
Moderador: Gracias.
Para hacer partícipe a todos los ponentes tengo una pregunta del foro, o sea, no
va dirigido específicamente a un ponente.
Nos dice: “Debido a que se está en los foros sobre ética y derechos humanos me
gustaría que la mesa llegara a una conclusión ética respecto a la legalización y
consumo de esta droga”.
Una pregunta muy difícil, porque si se dan cuenta estamos viendo posturas
encontradas.
No sé si algún ponente pudiera tener como una conclusión respecto al matiz que
trae.
Gracias.
Intervención: Creo que si hay una convergencia es en la no discriminación al
usuario, en este punto de vista todo estamos de acuerdo, todos estamos de
acuerdo que en la implementación de la ley en México, como en muchos otros
países, hasta hoy han penalizado al consumidor, lo han criminalizado, le ha
denegado el acceso, tanto a la salud, como también a la justicia.
Esto adentro de una perspectiva de derechos humanos y sobre todo de derechos,
de Estado de Derecho, el secretario esta mañana ha hablado del Estado de
Derecho.
El Estado de Derecho quiere decir que todos somos iguales en lo que es el gozo y
en las responsabilidades derivadas de la ley. Esto tiene que cambiar.
Creo que sobre esto estamos todos de acuerdo.
Moderador: ¿Alguien más?
Intervención: Creo que es muy difícil, vaya, la decisión que se toma es una
decisión difícil, como toda decisión que implica el menoscabo, sacrificio o balance
entre dos elementos sociales o la idea de que alguien pueda en un momento dado
dañarse o no dañarse o ser paternalista o no paternalista.
La misma idea, en un momento dado, de permitir la terminación anticipada del
embarazo hasta la doceava semana, tal vez no es una condición completamente
científica lo que está en el fondo, sino un problema de salud pública en el cual las
mujeres se están muriendo por hacerse abortos clandestinos.
La toma de decisiones en el fondo no es una toma de decisión fácil, ni es una
toma de decisión natural, aun cuando la misma pueda ser fundada en derechos.
Esto es una cuestión importante.
El manejo por parte del Estado de esta fundamentación es relevante y debe ser
puntual, específica y precisa, y llevar todos los elementos científicos posibles para
la toma de decisiones sin que sea determinante.
Moderador: Las preguntas, por favor, serían por escrito.
Intervención: (Habló fuera de micrófono)
Moderador: Es que si hacemos la excepción tendríamos que hacerlo para todos,
le vamos a dar prioridad a las que están por escrito.
Nada más les voy a comentar que algunas voy a tratar de hacer las preguntas,
porque manejan un contexto antes de realizar la pregunta.
Hay una muy interesante que dice, se habla mucho de mantener el orden colectivo
y su complejidad, pero por qué el biopoder del Estado y las mayorías debe decidir
en la soberanía del sujeto, en tanto esa soberanía comienza de la piel hacia
adentro.
Intervención: Precisamente en eso descansa hoy a lo que se le llama la
democracia constitucional, que a diferencia de la democracia mayoritaria se puede
convertir en una dictadura, como dicen, en una dictadura de las mayorías y la
pregunta es: ¿Por qué todos van a decidir por mí lo que yo personalmente no
quiero decidir?
A mí no me gusta que decidan por mí y creo que a nadie le gusta que decidan por
el mismo y cuando no hay una afectación a un tercero.
¿Por qué son las mayorías las que tienen que decidir?
En esto descansan esas libertades individuales sobre las colectivas a final de
cuentas.
Moderador: Nos vamos con otra pregunta.
¿Es el sistema capitalista neoliberal un factor real de presión para la supuesta
legalización del cannabis?
Intervención: Seguramente es un mercado, la marihuana es un gran mercado,
hay enormes intereses comerciales en juego.
Entre las sustancias adictivas es la única que todavía se queda libre, no hay un
mercado regulado en materia de marihuana.
Como decía antes, todas las sustancias adictivas están organizadas en
oligopolios, el alcohol es un oligopolio, el tabaco es un oligopolio, los
farmacéuticos son oligopolios, la marihuana podría ser el último oligopolio que se
quede.
Intervención: No, no es el último.
Intervención: ¿Hay más?
Intervención: Seguramente,.
Intervención: El penúltimo.
Moderador: Adelante.
Le pido, por favor, a los ponentes, máximo tres minutos.
Intervención: Es interesante eso.
Creo que hay algo que henos obviado y es que a veces hablamos de una
sustancia y en realidad originalmente y su producción es una planta, y justamente
plantea cosas diferentes, es decir, la podemos cultivar todos.
Yo no sé destilar whisky, me parece que es difícil sintetizar cocaína, cocinar
metanfetamina, es distinto, aquí se trata de una planta y, por lo tanto, debe ser
regulada como una planta, no sólo como una sustancia y creo que es importante
tenerlo.
En ese sentido, el cultivo que puede democratizarse podría ser una manera de
enfrentar esta tendencia al mercado y al lucro que, sin duda, existe en ese y en
todos los demás productos que consumimos.
Moderador: Gracias.
¿Con la propuesta del debate sobre la legalización de la marihuana esto induce o
promueve el uso de las drogas inconscientemente?
Intervención: Sí, desafortunadamente sí.
Todos los estudios que han sido llevado adelante, en particular en Estados
Unidos, pero también en Europa, indican que el debate y la banalización del tema
de la marihuana reduce lo que es el umbral del riesgo, de la percepción del riesgo
sobre todo de los menores, de los jóvenes.
Esto seguramente es uno de los efectos.
Intervención: Volvemos, es una cuestión de información y regulación, distinción, y
vuelve, si se va a decidir la permisión del uso, cultivo, transporte, preparación,
etcétera, lo que requerimos es una regulación y un sistema informativo que
permita hacerse cargo de estos riesgos, el desconocerlos no significa que no
estén ahí.
Intervención: Quisiera hacer un comentario.
Me quedé pensando en algo de lo que decía Jorge, más allá de la industria que
pudieras tú cultivarlo, quizá una regulación y pensando en alguna especie de
respuesta más o menos cerrada.
La ley permite tener consumo de marihuana en cantidades muy pequeñas, quizá
lo que se puede permitir es el cultivo de la marihuana en cantidades reguladas por
la ley, que te permita tener una autogeneración de la marihuana dentro de las
cantidades que la propia ley te permite, porque asume que no son dañinas.
¿Tú estarías de acuerdo con eso?
Intervención: Por supuesto.
Justamente el problema es cómo se organiza la asociación del cultivo, porque es
muy difícil que yo me pueda cultivar jitomates, pepinos, para satisfacerme a mí
mismo, pero entre grupo sí puedo hacerlo sin derivar al mercado abierto.
Esa es la propuesta, lo que pasa es que no viene a hablar de la propuesta
regulatoria, pero la propuesta regulatoria es asociación de cultivos sin fines de
lucro, de eso se trata todo, es lo que la Corte dijo: “Sin fines de comercio”.
Gracias.
Intervención: En ese caso ya tenemos el fundamento legal, el Ministerio Público,
más allá de ciertos gramos para el consumo no te puede detener, cinco gramos.
Intervención: Sí te detiene.
Intervención: Ah, bueno, en la práctica por nuestra corrupción.
Intervención: (Habló fuera de micrófono)
Intervención: Con respecto a los clubes cannabicos seguramente son una
opción.
En España dos decisiones recientes del Tribunal Supremo y de la Corte Suprema,
pero han evidenciado muchos problemas con respecto a los clubes cannabicos,
en España están cerrando muchos, porque desafortunadamente se habían vuelto
un sustituto del mercado ilegal.
Con respecto a las cantidades y al autocultivo, seguramente el autocultivo, la
despenalización del autocultivo puede ser una respuesta eficiente a lo que son las
exigencias de los consumidores responsables, seguramente.
Pero la despenalización, repito, del autocultivo, eso es cuatro o cinco plantas, ha
sido aprobado en algunas legislaciones, el modelo que ha sido aprobado en
Washington, en Estados Unidos, está fundamentado exclusivamente con el
autocultivo.
No solucionaría el problema del mercado paralelo y no solucionaría uno de los
grandes problemas del debate de la marihuana, que es el consumo por parte de
consumidores no habituales, ese es el consumo recreativo de quien no es un
consumidor.
Intervención: En efecto, tienes razón, no te previene que no te detengan, la
cuestión del consumo mínimo tiene que ser demostrada por el consumidor o la
farmacodependencia, pero el Ministerio Público, la misma policía, tiene la
obligación de presentarte.
Los cinco gramos de permisión no son un esquema que permita que consumas,
sino es un esquema que te da una excusa absolutoria, te permite que no te
castiguen.
Intervención: (Habló fuera de micrófono)
Intervención: En esta dinámica quisiera agregar otro punto, porque sé que
estamos hablando de marihuana, pero cuando hablamos de heroína y cuando
hablamos del problema de drogas.
Seguramente la marihuana desde el punto de vista social es la que genera menos
problemas, la heroína produce mucho más, las mismas tablas con respecto a
heroína hablan de 0.05 miligramos, eso es con respecto a la heroína y otras
drogas más pesadas.
Hay la presunción de culpabilidad inmediata y eso seguramente no es aceptable,
es una violación clara de los derechos de los usuarios.
Moderador: Siguiendo con la dinámica, porque tenemos más preguntas.
¿En Estados Unidos la legalización ha sido una cuestión de estados, no un tema
federal, se ve esa posibilidad aquí en México?
Intervención: De hecho, como está establecido en la Ley General de Salud no.
El sistema está federalizado, tendría que hacerse un cambio, un poco en algún
momento lo comentábamos, tal vez la política de tolerancia en la persecución
podría diferenciar a los estados, pero en principio en México, a diferencia de
Estados Unidos está federalizado los límites y la persecución, si bien es cierto que
el narcomenudeo ya se delegó localmente, sigue estando regulado de manera
federal.
Entonces, sí estamos hablando de un problema de tolerancia, hasta dónde esto
me permitiría producir localmente sin que fuera un problema federal, es complejo
el asunto, pareciera que la política sí tiene que ser del congreso federal para que
ésta tenga algún viso de éxito.
Moderador: ¿Alguien más?
Intervención: La idea es muy sencilla, jurídicamente, desde mi punto de vista, hay
que eliminar la posesión como delito y no se puede consignar a nadie siempre y
cuando no haya elementos aledaños que indiquen comercio, transmisión,
distribución, pero de otro modo si la posesión sigue siendo un delito por sí mismo,
estamos jodidos para siempre.
Moderador: Una pregunta más.
Hablando sobre investigaciones de salud y datos científicos por qué la Coca-Cola
se mantiene como un producto legal, siendo que es una sustancia que cuesta
millones de dólares al sector salud por sus consecuencias dañinas ya definidas
por investigaciones científicas.
Intervención: Yo no tengo la respuesta, hay que preguntársela a la Coca-Cola y
lo mismo tendremos que preguntarlo una vez que la marihuana sea legal a los
productores de la marihuana.
Esto es uno de los grandes desafíos o de los grandes dilemas que se pone en
este debate, como dice uno de los padres de la legalización en Estados Unidos,
una cosa es sacar un cubo de hielo en su forma de la nevera y después reponerlo,
uno obtiene exactamente el mismo cubo de hielo.
Otra cosa es sacar un suflé, producto hecho con el horno y después tratar de
ponerlo otra vez adentro del horno, nunca uno tendrá el mismo resultado.
Si la legalización sigue adelante nadie hoy en día puede decir, nadie, ni quien está
en contra, ni quien está a favor, nadie podrá decir cuál será la situación que se
tendrá que enfrentar una vez legalizados. Entonces, allá también hay la
sugerencia de mucha prudencia.
Moderador: Gracias.
Intervención: Quisiera nada más comentar, tratar de generar consensos.
Originalmente pareciera que Jorge y yo estábamos en posturas muy diversas,
pero creo que el acuerdo es pensar, para aterrizar en algo, en un proyecto de
autorregulación muy clara de las sociedades de autoconsumo que permitan un
consumo dentro del gramaje que está autorizado por la Secretaría de Salud, creo
que eso podría ser, puede ser que se discuta el gramaje, pero en última instancia
un gramaje que se considera que no es dañino.
Moderador: Una postura muy interesante al respecto.
Manejando un poquito sobre lo que es la libertad sobre la mesa, me gustaría,
salvo que los ponentes consideraran lo contrario, que dieran una opinión final
sobre lo que es su postura frente al tema.
Sé que ya lo manejaron dentro de la mesa, pero sí me gustaría que recalcaran los
puntos finos una vez que ya hayan escuchado a los demás pares.
Les parece cinco minutos, tres minutos.
En orden de aparición.
Intervención: Es la misma conclusión a la que llegamos, primero el tema de la
discriminación con el tema de la persecución que sufren los usuarios de drogas,
por un lado.
Por otro lado, el tema de que cuando se discuta por el legislador y sobre la
legalización, que necesariamente tiene que discutir esta parte de los derechos
humanos que es indispensable, que son derechos superiores, son derechos
supremos.
La otra parte es un poco pesimista, aunque nos pongamos de acuerdo en esta
mesa de cómo hay que legalizarse, pues las cosas ya están dichas, el Congreso
va a determinar qué es lo que se va a legalizar o no.
Creo que estos congresos solamente nos sirven para decir que se toma en cuenta
la opinión pública.
Gracias.
Intervención: Reitero la necesidad de tener mucha prudencia, aún con el
autocultivo se darán situaciones de seudomercado.
¿En qué sentido?
Qué pasa si aquí en Chihuahua, en el estado está haciendo frío y tengo mis
plantitas y que no produjeron porque no les pegó el sol, entonces voy a tener la
posibilidad de pedirle a un amigo en Chiapas que me mande, entonces se
empiezan a sofisticar los mercados, por sabores, etcétera.
Inclusive en ese aspecto se debe de tener una cautela en no ir pervirtiendo, no
pervirtiendo, sino haciendo los mercados que vayan creciendo, lo vemos inclusive
en la vestimenta, a través de la historia, como al principio era una cuestión de
sobrevivencia y ahora la vestimenta se ha convertido en un tema de sofisticación,
que obviamente no le afecta a muchos, a algunos sí.
Pero el tema de mercado, aun empezando una fase, se debe de regular con
mucho cuidado y mucha cautela por el sin fin de situaciones que se podrán
enfrentar.
Gracias.
Intervención: Creo que estamos aquí para averiguar las distintas alternativas que
tenemos para la regulación del uso de la marihuana, porque no hay una, por lo
menos en eso podríamos estar todos aquí o no sé si haya alguien en la mesa que
básicamente dijera que todo este movimiento y que todo lo que se ha provocado
llegue a dejar las cosas igual, porque entonces sí tendríamos una situación
peculiar, al menos después de un movimiento de este tipo.
Nada más me gustaría decir, el derecho, la regulación directamente relacionada
con la libertad del individuo es la regulación penal, no nos engañemos que
mediante una regulación administrativa podemos darle la vuelta a la prohibición
penal porque además generamos problemas de desigualdad muy importantes.
Las personas que están obteniendo permiso para el cultivo y autoproducción de
marihuana están produciendo cantidades mayores que algunas personas que
están en la cárcel cumpliendo condenas por posesión.
Me parece que de entrada tenemos un problema de igualdad en el fondo, donde
tenemos que tomar en cuenta cuáles son los instrumentos, y si no pasamos por el
derecho penal no hay modo de regularlo, y una vez pasando por el derecho penal
el derecho administrativo ya es el elemento suficiente para la regulación.
Muchas gracias.
Intervención: Derecho y marihuana, hablando sobre este tema, el primer punto es
no hacemos más discriminaciones de lo que hay.
Si hablamos de derechos no veo por qué tenemos que discriminar y seguir
discriminando a los usuarios de marihuana de todos los otros usuarios de drogas.
Entonces, si hay un derecho que sea para todos y no solamente para quien
consuma marihuana, que además, lo repito, es el consumidor que menos
problemas tiene y genera la sociedad, si queremos, de verdad, hablar de derechos
que sea para todos.
En ese contexto, si a una política de drogas que refleja y promueva los derechos
humanos, los derechos humanos de todos, de los usuarios, pero también de los
no usuarios.
En ese contexto enfoque sobre los derechos colectivos y no individuales.
Muchas gracias a la Corte por su contribución por estimular este debate, pero algo
es un caso judicial, un amparo, otro es tomar decisiones que tienen que ser
decisiones de política pública que se aplican a toda la colectividad.
En este contexto sí promoción, defensa del derecho a la salud, lo repito, derecho a
la salud para todos, para los no consumidores, como también para los
consumidores, quién consuma tiene exactamente los mismos derechos de quien
no consume, y sus derechos no tienen o no deben ser violados.
Por último, sobre todo remoción de todos los obstáculos, también en la
implementación de la justicia bajo el principio de la proporcionalidad de la pena, ya
el sistema judicial está gestionando poner o empezar una acción judicial a un
comportamiento a un usuario absolutamente, no respecto de los derechos
humanos, no a penas desproporcionadas, en algunos lugares del mundo todavía
hay la pena de muerte por delitos de drogas, las penas privativas de la libertad
tienen y deberían ser limitadas a los crímenes violentos.
Gracias.
Intervención: La decisión de mi parte sería que permitir el consumo de
la marihuana en los términos en que se está planteando, pero
condicionada siempre y cuando a cambios sustanciales y drásticos en
un esquema preventivo o educativo, a un esquema de aquellos que
decidan en un momento dado salir del consumo, haya las instituciones
y las condiciones necesarias para tomar esa decisión.
Muchas gracias.
Intervención: Creo que hace falta más investigación científica al
respecto, creo que se ha dado oportunidad para hacer esta
investigación a las universidades.
Creo que la salida sería, sin duda alguna, la prevención, pero lo que
me preocupa es el funcionamiento y la eficiencia de nuestras
instituciones.
Tenemos una reforma educativa, sin reforma pedagógica, díganme
ustedes qué significa eso.
¿Cómo vamos a poder implementar esto?
Es un problema más bien de la práctica de las instituciones.
Por otra parte, también creo que debe enfocarse más como un
problema de salud, más que como un problema criminal.
Pienso que hay que aislar de una manera muy importante el tema de
las posibles sociedades de autoconsumo y tal vez en un siguiente
panel interesante, si esto no es sólo una legitimación, como nos dijo
en su momento Carlos, convocar a un tipo de panel sobre análisis de
derecho comparado de instituciones comparadas de sociedades de
autoconsumo que impidan la propagación de esto, que afecte la
autoorganizatividad de nuestro sistema con todos los efectos
indeseables que ya hemos visto.
Muchas gracias.
Intervención: Creo que para finalizar quiero enfatizar que vivimos en
una sociedad igualizada, vivimos en una sociedad moderna y hoy
estamos discutiendo temas que hace 10, 15 años no nos
imaginábamos, como discutir la unión de personas del mismo sexo,
estamos ahora con otros temas como el de los vientres de las
mujeres, se está discutiendo ahora en Tabasco.
Es decir, que son temas muy complicados, muy complicados, porque
tienen muchas aristas, hay muchos elementos que ya se presentaron
en esta mesa.
Pero eso no nos impide, sino, por el contrario, nos tiene que ayudar y
creo que la Suprema Corte de Justicia a lo que nos alienta y nos da
es, vamos, entremos a la discusión y veámoslo de una manera seria,
sin coartar las libertades de las personas, sin coartar nuestros
derechos, que ya los tenemos garantizados en el Artículo 1 de la
Constitución.
Creo que eso es parte de lo que nos tiene que llevar a estas
discusiones.
Mucho de lo que se ha discutido es desde la parte también criminal, el
hecho de la prohibición del uso de las drogas.
Sólo quiero decirles, insisto, porque es parte de mi postura, que tiene
que cambiar la política de la lucha contra las drogas, creo que esto
puede también ayudar a no solamente garantizar la libertad, sino a
aminorar parte de la violencia que tenemos en las calles y en muchos
lugares, es decir, evitar también que se sigan cometiendo graves
violaciones a los derechos humanos en aras de la lucha contra el
narcotráfico.
Ahí también es una responsabilidad de las autoridades y una
responsabilidad del Estado, o sea, tenemos extremos y tenemos
también que caminar y ver cómo hacemos que esos extremos no se
vayan, justamente al extremo, sino cómo encontramos soluciones
intermedias que nos puedan llevar a una sociedad distinta y que no
tengamos preocupación.
Yo incluso estoy expuesta a que un policía me detenga y me clave
cinco o seis gramos de marihuana, porque así funcionan las policías
en este país. Esa es otra visión que no debemos perder de vista.
Intervención: Yo estaría de acuerdo con la cautela, como se dijo,
pero eso no quiere decir que más vale seguir violando los derechos de
una minoría, es decir, algo tiene que cambiar.
En segundo lugar, yo no pensaba venir aquí, sino me había inscrito en
el de la Ciudad de México, que me queda más cerca, y justo ahí metí
una ponencia sobre regulación del cultivo y sobre las asociaciones de
cultivo, cultivo con fines medicinales, cultivo con fines industriales. Los
invito a que sigan ese debate.
También quisiera introducir un concepto que aquí no se dijo, que es el
de la reducción de riesgos y daños.
¿Qué es?
La reducción de riesgos y daños es si aceptamos que se consume y
no vamos a juzgar ese consumo, entonces hay que enseñar a la gente
cómo consumir de forma segura para ellos mismos y para los demás,
no es prevención, es decir, ya es la gente que consume.
Tampoco es tratamiento, que es el usuario problemático, que es
menos del 10 por ciento y el resto estamos en el 90 por ciento de
gente que lo que requiere es información fidedigna sobre cómo
cuidarse a sí mismo y a los demás.
Por último, esto es un mensaje, digamos, que viene desde los
usuarios que me encargaron que lo dijera, que vemos en esta decisión
de la Corte un derecho reconocido y que vanos a ejercer ese derecho
a pesar de la regulación que pueda haber.
Gracias.
Intervención: Un debate académico con un contexto muy interesante
sobre un tema muy difícil de abordar.
Agradezco a todos los ponentes su participación en nombre de la
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, en el mío personal, en mi
persona.
Les hago partícipe de mi gratitud por haber estado en este debate y
tomando en cuenta, como dicen los que están, hay errores en los
programas en vivo, entonces les pido una disculpa por algún tipo de
error que haya tenido en mi participación.
Creo que nos llevamos muchas soluciones, no soluciones, sino varios
puntos de vista importantes que deberán ser tomados en cuenta en un
futuro próximo para la decisión que se tomaría ya formalmente
mediante el proceso legislativo correspondiente.
Agradecemos la presencia de ustedes, público y de nuestros
ponentes.
Por último, les pido un gran aplauso para despedir a nuestros
ponentes.
Damos por terminado el presente debate.
Muchas gracias.
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