MESA DOS Moderador: ...referente a un tema que relativamente no es novedoso en cuanto a su magnitud, pero sí referente al diálogo que se está logrando o que se está estableciendo entre los principales académicos que tenemos aquí en este Segundo Foro. La Universidad se enorgullece en presentar a estos grandes ponentes y, por cuestiones de tiempo, vamos a darle un poco de agilidad. Primeramente, bienvenidos, gracias. Bienvenido el maestro Jorge Hernández Tinajero. Por favor, les pido un aplauso. Bienvenida la maestra Rocío Culebro. Bienvenido el maestro Enrique Cáceres Nieto. El maestro José Luis Armendáriz. El maestro Antonio Mazzitelli. El maestro Raúl Mejía. El maestro José Antonio Enríquez. Y, por último, el maestro Carlos Gutiérrez Casas, que por lo que veo trajo público a esta mesa. Bienvenidos, en un momento vamos a darles un poco la semblanza de cada uno de nuestros ponentes. Primeramente, como inicié, es darles las gracias por su asistencia y tener en cuenta que estamos en una mesa de discusión académica, que en lo personal no tiene precio para observar las diversas aristas sobre dos temas, que sería ética y derecho, referente a la regulación o al uso de la marihuana. Como les comento, hablar de este tópico hace 10 años, 15 años, no tendría los lineamientos; más bien, sí tendría los lineamientos, más no tendría la posibilidad de realizar todo este tipo de foros, derivado que seguimos una tendencia prohibicionista respecto al uso de determinadas drogas. Ustedes saben que la marihuana o cannabis es un tipo de estupefaciente en el cual los efectos que pudiera conllevar han sido sujetos a diversos mitos o realidades y también han sido sujetos a una regulación jurídica punitiva. Para estar en sincronía con lo que es el presente debate, cada uno de los ponentes tendrá, les voy a explicar la dinámica, tendrá 15 minutos para lo que es su ponencia como máximo. Puede ser que sea menos, cada ponente va a determinar. Les pido por favor, tanto a ponentes como a público en general, que las preguntas serían al finalizar toda la ronda de ponencias, para llevar un mejor orden, y sería en base para el público, en base a lo que son tarjetas que serán entregadas a los asistentes, y la pregunta puede ir ex profeso dirigida a un ponente o puede ser dirigida completamente al foro y uno de los ponentes pudiera decidir resolverla o contestarla. También aquí para los compañeros ponentes tendremos dos tarjetas referentes, así como en el fútbol, para llevar esto en tiempo, por la tardanza de la inauguración y también por la cuestión de llevar un debate de forma rígida por dispositivos metodológicos. La tarjeta amarilla que les mostrarán allá enfrente significa que estamos ante tres minutos de su ponencia y la tarjeta roja sería que ya debemos de terminar. Les vuelvo a insistir, las preguntas serán recogidas de tres fuentes, se tomarán preguntas del público, los ponentes podrán hacerse preguntas u objetar o refutar cierta postura de sus pares y también pudiera su servidor en cierta manera, como dirigente del debate, hacer ciertos puntos o manejar ciertos puntos. En cada uno de los ponentes, para manejar el orden, tiene una tarjeta amarilla al frente, es un método democrático de elección quién iría primero. Si pueden dar la vuelva al frente, por favor, entonces tendríamos los números de su participación para iniciar lo que es el debate. El maestro Enrique Cáceres Nieto participaría en primer lugar. Ese sería el orden de participación de nuestros ponentes. Les pido a los asistentes, por favor, guardar el debido silencio, ustedes saben que es un foro abierto, es un foro transparente que busca establecer directrices para en un futuro que sea la regulación jurídica que sostendrá al Estado Mexicano respecto a la regulación de marihuana. Sin más preámbulo, le pido al maestro Enrique Cáceres. Les voy a dar una breve semblanza, vamos a iniciar con él sobre su ponencia. Si me permiten hacer una breve semblanza del doctor Cáceres. Actualmente es investigador titular B de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, a la cual se le reconoce como el PRIDE, nivel D. Es licenciado en derecho por la Facultad de Derecho de la UNAM y doctor por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado numerosos trabajos en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, entre los que destacan libros y artículos sobre “Los derechos fundamentales y la ética en la sociedad actual”, “Relativismo y racionalidad en la argumentación parlamentaria” y “Pasos hacia una teoría jurídica comunicativa”, entre otros. Me imagino es una brevísima semblanza de lo que es el desarrollo académico del doctor Enrique Cáceres, al cual le pido un aplauso, por favor, para iniciar. Adelante, maestro. Mtro. Enrique Cáceres: Muchas gracias, moderador. Muchas gracias por esta invitación a participar. En este caso, les pediría que siguiéramos la presentación. Lo que voy a hablar, lo voy a abordar desde una teoría personal, la llamo constructivismo jurídico y es el resultado de la integración entre ciencias cognitivas y ciencias de la complejidad. Algunos conceptos de ciencias cognitivas: Primero, somos agentes cognitivos que estamos procesando sistemáticamente información de distintas clases y, lo más importante, no siempre de manera consciente. La filosofía de la cognición contemporánea indica que nuestra cognición es corporizada, es decir, involucramos no sólo el cerebro, sino todo el organismo. Esto ocurre al nivel de lo que se conoce como el inconsciente adaptativo, que no tiene que ver nada con el freudiano, no tenemos exceso de conscientemente y se va desarrollando conforme vamos participando en distintos nichos cognitivos o contextos que van generando nuestras estructuras neurológicas cognitivas que llegan configurando nuestra personalidad. La cognición también es situada, es decir, cambia en función de contextos diferente sin que lo decidamos tampoco conscientemente. Si fuera de aquí se van a una fiesta, su cognición corporizada ya cambió sin que ustedes lo decidan. Da lugar a modelos mentales que son los filtros, a partir de los cuales identificamos lo que ocurre en el mundo e interactuamos con él. Un físico ante una cámara de burbujas no está viendo burbujitas, está contando procesos subnucleares. ¿Por qué? Por el modelo de mundo que él tiene, es un modelo mental. De la ciencia de la complejidad, sistema complejo, conjunto de elementos interactuantes sin tener un mecanismo de control central. Suelen ser heterogéneos, es decir, están constituidos por elementos de distintas clases, y tienen una propiedad muy importante, que es la auto-organizatividad, la dinámica del sistema emerge de la interacción de los agentes. Por ejemplo, cada hormiga individual es un agente estúpido, pero de la interacción auto-organizativa de las hormigas emerge comportamiento colectivo inteligente, lo mismo que pasa con nuestras neuronas, cada neurona es un agente estúpido de cuya interacción emerge el pensamiento. Y ocurre lo mismo, por ejemplo, con los corredores de bolsa, que a través de su interacción hacen el cierre de la cotización cotidianamente. La emergencia implica una propiedad interesante, porque la dinámica que da lugar a la dinámica emergente hace que se pierdan sus propiedades en la emergencia. Por ejemplo, cloruro y sodio son sustancias tóxicas de manera individual, pero de la interacción auto-organizativa a nivel molecular emerge el cloruro de sodio, la sal, donde la toxicidad desapareció. Las piezas de un sistema complejo no son engranes fijos, sino que van modificándose de manera co-evolutiva, y un concepto central es el de turbulencia, la incidencia de un elemento exterior al sistema para producir cambios en la dinámica auto-organizativa que puede producir una emergencia diferente. Por ejemplo, una vacuna lo que hace es inducir procesos autoorganizativos del sistema inmunológico. Si sabemos manejar bien la auto-organizatividad, y esto es muy importante, podemos obtener los resultados deseados, como en el caso de la vacuna, pero si no lo que podemos obtener son resultados nefastos, como los que estamos viendo hoy. Los sistemas complejos se suelen representar como redes complejas, donde tenemos nodos y unas flechas que indican la conexión entre los nodos. No todos los nodos tienen el mismo grado de conectividad, algunos tienen mayor conectividad, se llaman hobbs, y tienen una propiedad muy importante. Ahí vemos por ejemplo a los hobbs del sistema nervioso, los puntos de mayor conectividad en el cerebro. Quiere decir que unos cuantos nodos con mayor conectividad son los que determinan la dinámica del sistema. En síntesis, de todo esto podemos decir que nuestro sistema de cognición corporizada es un sistema adaptativo de carácter autoorganizativo, que en una escala superior da lugar a nuestro proceso de interacción auto-organizativa social, donde la conciencia juega un papel muy reservado, muy pequeño. Esto es relevante, porque la industria del narcotráfico se puede entender como un sistema adaptativo complejo, emergente, evolutivo, en el cual las distintas piezas están interactuando co-evolutivamente. Ahí tenemos ejemplos de todo lo que está involucrado en este sistema y, desde luego, el tema de la marihuana se encuentra conectado con él, no podemos pretender aislarlo de la dinámica de todo el sistema. La pregunta que nos hacemos es: ¿De qué manera podemos inducir turbulencias auto-organizativas para que cambie la dinámica del sistema actual a un estado de cosas deseado, vinculado con el bien común? Esa es la pregunta que nos estamos haciendo en este momento y hay varias hipótesis al respecto. Vamos a ver algunos de los argumentos que se esgrimen a favor de qué tipo de turbulencias podrían producir este cambio. Argumentos en favor de la legalización: Al prohibir el consumo de la marihuana se afecta al crimen organizado. Al legalizar el consumo de la marihuana, que son argumentos económicos, se pueden obtener impuestos, y también se pueden obtener recursos a través de la exportación que se puede hacer a los Estados Unidos. Otro argumento de carácter mercantil es el establecimiento de empresas. Esto está detrás de quienes promueven litigios estratégicos en este momento, no es que les preocupe tanto la sociedad, lo que quieren es tener su empresa de cultivo y monopolio de la marihuana, quizá sustituyendo al tabaco. No me voy a ocupar de estos argumentos. Alguno que tiene que ver con el problema de la política criminalizar, despenalizar les da un golpe fuerte a los cárteles. Pues no necesariamente, puede ser que lo que hagamos es abrirles el mercado y simplemente lo que hacen es esperar el mercado que se ha abierto de manera legal para poder captar ellos en drogas más sofisticadas. Algunos son globalifílicos, dicen “en otras partes del mundo ya se está haciendo”. Bueno, hay un área de la teoría del derecho que se llama trasplantes normativos, que lo que estudia es cómo el trasplante de diseños de políticas públicas en normas no opera igual en contextos diferentes. Esto tiene que ver con las propiedades auto-organizativas del sistema, los agentes son diferentes en cada uno de los entornos. Otros te hablan de la semejanza, si ya se hizo con el tabaco y con el alcohol, ¿por qué no con la marihuana? La respuesta es simple, si ya abrimos el espacio a industrias que se basan en la esclavitud metabólica de sus consumidores, pues abrámosle la puerta a la otra, total que es un estado de igualdad. Éste es el que más interesa analizar, porque es el menos debatido, el que parece que centra la decisión de la Corte, y ahora vamos a analizar por qué es relevante el tema de la Corte, que afecta la autodeterminación de las personas. En contra de la legalización tenemos que afecta a la salud, por un parte, y su verdad o falsedad dependerá de resultados científicos, y la otra tiene que ver con la propagación de la marihuana, si abrimos este mercado de consumo cautivo. Vinculando con el concepto de Hobbs, como en todo sistema, las instituciones públicas son los Hobbs de nuestro sistema. Normalmente el tema de la marihuana se ha debatido en entornos democráticos y tiene un papel muy importante en los congresos. En México la estrategia está siendo diferente, a través de un litigio estratégico en la Suprema Corte de Justicia. Vamos a ver algunos de los argumentos que tomó en cuenta la Corte para permitir la legalización de la marihuana, se trata de fricciones menores o similares a las que producen sustancias como el alcohol y el tabaco. Yo quisiera preguntarles si en realidad son afectaciones menores, con todos los resultados que tenemos derivado de estas sustancias. Los estudios disponibles demuestran que la marihuana tiene un nivel de incidencia muy bajo en el consumo de otras drogas. No es cierto, la información fue sesgada, la Corte no tomó en cuenta todos los estudios que hacen con respecto a lo que se llama la teoría de la escalada, que indica en distintos países que la marihuana es la puerta de entrada para drogas más complicadas por los cambios metabólicos que ocurren en ella, requiero de más potencia para poder tener un estado de satisfacción en el núcleo accumbens que está en el cerebro. Los quejosos dicen que el Estado los trata como si no fueran seres racionales, y vamos a analizar ahora ya a profundidad esta tesis de la racionalidad. La reconstrucción del argumento de la Corte es el siguiente: Si el hombre es racional, puede decidir las conductas que quiera llevar a cabo. Si una conducta no afecta a otros, puede realizarla libremente o no. Si el hombre tiene derecho a realizar o no esa conducta libremente, el Estado no puede restringirla. El consumo de los medios necesarios para la marihuana no perjudica a terceros, por lo tanto, el hombre lo puede elegir libremente y el Estado no puede participar. Vamos a ver el elemento central de este argumento. La racionalidad es una herencia del pensamiento y de la ilustración que nos hace creer que nosotros somos agentes maximizadores, es decir, que de manera consciente estamos calculando costos y beneficios. La ciencia actual nos muestra, y esto lo subrayo, que no es cierto. Voy a ver algunos ejemplos. Por ejemplo, en economía conductual se hace un experimento que se llama el juego del ultimátum, a un sujeto le das 100 pesos y él tiene que darle una cantidad a otra persona, el maximizador racional le daría un peso y la otra lo aceptaría. No sucede así en el experimento, ni le das un peso, le das más, y si le das un peso, la otra te lo rechaza; es decir, a nivel experimental vemos que la gente no se comporta como dice la tesis del maximizador racional. Pero a nivel de neuroeconomía lo encontramos es algo más interesante, cuando rechazas el peso se está activando la ínsula anterior, que es una parte del cerebro donde se encuentra lo que podemos llamar el lóbulo de la equidad, y lo que está funcionando menos es el córtex prefrontal dorsolateral, que es donde ocurren los procesos de razonamiento fríos. Cuando se usa resonancia magnética funcional, que elimina momentáneamente algunos procesos del cerebro, es decir, la ínsula anterior, la gente empieza a aceptar el peso. ¿Qué quiere decir esto? Que quien decide realmente es el cerebro y no estamos en mecanismos de control consciente de cálculo racional. Un ejemplo muy simple, cuando vamos a la escuela y nos enseñan cómo conjugar, ya sabemos conjugar. ¿Dónde lo aprendimos? En clases explícitas, a través de la integración inconsciente de la información del entorno. Esto tiene que ver con principios evolutivos, la homofilia, es decir, buscar estar con gente semejante a nosotros y hacer caso de la presión social. Si fuéramos agentes tan racionales, como nos dicen, no encontraríamos gente que está fumando y al lado tiene las cajetillas de cigarros con las imágenes que le muestran de hacia dónde se está dirigiendo. Tomando a la ciencia en serio, vamos a reanalizar el argumento de la Corte, si el hombre es racional, es la parte central de todo, ya vimos que hay una serie de objeciones desde la ciencia contemporánea muy importantes. Ahora, si el concepto de libertad presupone la racionalidad, nuevamente estamos en problemas, por lo menos esa racionalidad consciente de la que ellos hablan. El hecho de aludir a tener derechos como limitaciones del Estado mete en un problema conceptual en el que la Corte no se mete, está hablando de tipos distintos de derechos, de qué derechos estás hablando, cuáles tienen más pesos que otros y por qué. En última instancia su argumento no es sólido, que es lo que estamos viendo. La Corte toca un problema muy complejo, que es el concepto de autodeterminación, y ni siquiera se mete a analizar científicamente, y menos incluso filosóficamente, qué está detrás de eso. Adicionalmente, estos contraargumentos, si fuéramos consistentes con el principio de autodeterminación, tendríamos que legalizar todas las drogas. La decisión tomada por la Corte es sumamente criticable, porque tenemos que sujetos que no tienen preparación científica están haciendo ponderaciones científicas. Esto por ejemplo lo señala José Ramón Cosío, criticando que no se apeló a procedimientos, para los cuales la Corte tiene facultades de allegarse de la opinión de los expertos. Pero fíjense qué curioso, podría haber ahí una argumentación alternativa. No sé cuántos de aquí sean de derecho, pero quizá oyeron a hablar de Robert Alexy, el campeón de la ponderación, etcétera. En las notas de pie de página, y no es que sea lo mejor, pero esto es algo muy robusto. En las notas de pie de página de la Corte se cita a Alexy, sin embargo, se inventan un procedimiento ad hoc para construir su ponderación. Curiosamente, en un seminario que hicimos en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, con un discípulo de Alexy, Alejandro Nava, hicimos el ejercicio en vivo. “A ver si Alexy es tan sácale punta, vamos a ver el problema de la ponderación entre la autodeterminación, el derecho a la salud y seguridad”. ¿Y qué creen que pasó? Por unanimidad ganó legalización de la marihuana. ¿Por qué no utilizaron este procedimiento y se inventaron uno? La decisión de la Corte además choca con algo muy importante, no es democrática. En un estudio que se realizó recientemente podemos ver cómo los mexicanos en una enorme mayoría, está en rojo, rechazan la legalización de la marihuana, tanto a nivel nacional como en el Distrito Federal. La decisión de la Corte entonces carece de una solidez argumentativa para contraatacar o para contar como la turbulencia que deben iniciar los cambios auto-organizativos del sistema. ¿A qué nos lleva esto? Debemos pensar que la Corte deberá ser sumamente cautelosa si quiere resolver casos de la misma manera. Y lo que es más importante de todo el proceso es que esto es básicamente un debate de carácter científico. Muchos de los problemas que están alrededor de la legalización de la marihuana no tienen que ver con las representaciones sociales comunes, tienen que ver con discusiones entre los científicos. Parte de este foro, que es muy importante, tendría que ver con cómo divulgo los resultados científicos de estas discusiones para que la gente entonces pueda tomar posiciones de carácter informado. La falta de esta cautela puede inducir a procesos auto-organizativos con la dinámica no deseada por quienes se preocupan por el bienestar de México, más allá de sus propios intereses personales: tener a mi propia empresa que equivalga a la del tabaco, pero en el caso de éste, la marihuana. No vayamos a generar dinámicas del sistema emergente contraproducentes a las que queremos, las drogas no matan, la ignorancia sí. Muchas gracias. Moderador: Agradecemos la participación del doctor Enrique Cáceres, con una ponencia muy interesante. Por cuestiones de tiempo, vamos a seguir en nuestro orden establecido democráticamente. Viene a continuación el maestro José Antonio Enríquez, del cual voy a dar una breve semblanza, a la cual le voy a pedir un aplauso. Actualmente es consultor en prevención de la violencia y participación ciudadana. Fue el primer Secretario Técnico del FICOSEC y Observatorio Ciudadano de Seguridad y Justicia de Chihuahua; coordinó la Comisión de Competitividad para la Seguridad Ciudadana y fue Secretario Adjunto Ciudadano del Consejo Estatal de Seguridad Pública. En la Función Pública, fue Director Adjunto de Enlace del Instituto Nacional de Combate a las Drogas y Titular de la Unidad de Informática de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de Chihuahua. Les pido de nuevo un aplauso para que iniciemos. Mtro. José Antonio Enríquez: Muy bien, muy interesante y muy adecuada la plática que me antecedió. Fue en 1996, cuando estuve en el Instituto Nacional de Combate a los Drogas, y ya el tema de la legalización era tema. De hecho, ese año California aprobó la legalización de la marihuana; sin embargo, el Gobierno Federal de Estados Unidos lo borró en ese momento. Yo voy a presentar unas cifras del reporte de legalización de la marihuana en Colorado y su impacto. Este reporte lo hace RMHIDTA, que es, por sus siglas Rocky Mountain High Intensity Trafficking Area, de los estados de Colorado, Montana, Utah y Wyoming, y básicamente es parte de la estrategia nacional de combate a las drogas en Estados Unidos, que tiene el propósito de reducir el tráfico y el consumo de drogas, y sus consecuencias, sus delitos y su lavado de dinero. Yo los invito a que vean la página, ahí está el reporte entero, inclusive pueden ver los dos reportes anteriores. Es complicado, tengo que decir que para un ingeniero meterse en estos temas, sobre todo en el tema de ética y derechos humanos, pero a través de las cifras voy a tratar de exponer mis ideas. Los niveles de legalización de las drogas pueden ir del totalmente cerrado, como los lugares en donde si te ven que volteas a ver droga te ejecutan, o los totalmente abiertos, en donde puedes prácticamente consumir libremente cualquier droga. Creo que el debate de México se centra en el casi totalmente cerrado, como estamos, hacia una tendencia a uso de medicamentos, uso de tratamientos o inclusive para el uso lúdico, que ese es el tema de estos números. Esta ponencia, como comenté, expone cifras relevantes de la experiencia que ha tenido Colorado, que es el estado que va en avanzada en Estados Unidos, y sobre sus impactos que ha tenido en la marihuana. Y el reporte evidentemente se basa en datos oficiales de diferentes agencias, la lista es bastante extensa, son cerca de 20, 30 fuentes de información, que ese va a ser también otro tema, si nuestras instituciones están preparadas para dar el seguimiento en caso de la legalización en alguna de sus formas, para poder realmente medir los impactos. ¿Cuáles son las etapas de la legalización en Colorado? Antes del 2006, que es básicamente del 2000 al 2006, se da una etapa exploratoria, de debates y de aprobaciones. A partir de ese entonces se empieza, y del 2009 al 2013 se da una proliferación de la comercialización para uso médico, y del 2013 a la fecha se abre ya finalmente para el uso lúdico, prácticamente para cualquier persona que tenga más de 21 años. Los impactos son vistos en este reporte bajo el ángulo de la conducción, bajo la influencia de marihuana. El uso de marihuana en menores, que ese es otro de los temas, ante la legalización qué va a pasar con nuestra base de menores, el uso de marihuana en adultos y el ingreso a hospitales por el uso de marihuana, y cómo esto también llega a afectar al tema de seguridad y justicia. En temas de conducción bajo la influencia de marihuana, tan sólo en el primer año de la liberación para el uso recreativo, que fue en el 2014, un año completo, se incrementaron un 32 por ciento las muertes por accidentes con conductores bajo la influencia de la droga, que es un tema fuerte. Las muertes por accidentes viales causadas por la marihuana se convirtió en 20 por ciento de las causas de muerte, comparado con 10 por ciento de los de cinco años atrás. El promedio de muertes relacionadas con el uso lúdico de marihuana en el estado de Colorado, en el periodo 2013-2014, aumentó 41 por ciento en dos años en relación al mismo nivel de muertes en el periodo de uso médico, del 2009 al 2012, en un periodo de dos años, el cual a su vez aumentó un 48 por ciento en relación al periodo anterior, del 2006 al 2008. Vemos cómo se ha ido escalando. Hay argumentos que dicen que ante la legalización es natural una tendencia, un aumento al consumo, a un poco el desorden, pero ya son bastantes los años en que se ha ido incrementando esta cifra. La detección en conducción bajo la influencia de la droga aumentó 45 por ciento en tan sólo un año, que fue el año de 2014. En el tema de menores, que éste a mí particularmente es el que más me preocupa, porque finalmente podríamos argumentar que en el caso de que fuéramos 100 por ciento racionales, pudiéramos decir que los adultos todavía no están formados y entonces el menor, de 12, 17 años, finalmente no es necesariamente el que está tomando la decisión, inclusive máxime en un mercado donde el acceso a la droga de los mayores es legal, seguramente estos jóvenes están siendo proveídos por estas sustancias por adultos, lo cual todavía lo hace más grave, no solamente estoy eligiendo sobre mí, sino sobre una persona que todavía no está en el albedrío de elección, inclusive por la misma legislación. Para el tema de consumo de menores de 12 a 17 años, Colorado, en el 2013, fue el tercer lugar nacional, con una tasa de 11.16 por ciento de jóvenes usuarios, comparado con la tasa nacional de 7.15. Colorado ya estaba arriba, sin embargo, en el 2006 Colorado era el número 14, se ve cómo con el acceso a la droga la juventud, los chavos han aumentado su consumo. Se aumentó el consumo de menores de 12 a 17 años en un 24 por ciento durante el periodo del uso médico y en tan sólo en un año de uso recreativo se aumentó 8 por ciento. El aumento de expulsiones y suspensiones en escuelas aumentó 40 por ciento, en donde la mayoría de las causas adicionales estuvieron relacionadas con consumo de marihuana. La detección de consumo en escuelas en los exámenes de orina aumentó 20 por ciento desde su legalización. Por supuesto, habría que verificar la manera en cómo se levantan éstos, podría uno argumentar ¿habrán hecho más exámenes o no? Eso sería parte del escrutinio que en un momento dado los legisladores tendrían que profundizar mucho más, ver si científicamente está compatible con la manera en cómo se medía anteriormente. En el tema de los adultos, en el caso del uso de marihuana en adultos Colorado se convirtió en el estado número dos del país con 29 por ciento de consumidores entre 18 y 25 años, cuando el promedio del país es de 18.91. De nueva cuenta, en el año 2006 Colorado estaba en el lugar número ocho, aumento seis lugares en el consumo de adultos. Podría decir uno, ya es legal, ya no es ningún delito, eso se considera hasta cierta manera normal. En adultos de 26 o más años las cifras son similares y Colorado es el quinto lugar a nivel nacional con un consumo de 10.13, comparado con la media nacional de 5.45. En el 2006 era el lugar número ocho, también hay un aumento. El 49 por ciento de los adultos entre 18 y 25 años con restricciones judiciales aumentó 49 por ciento, y para los adultos de 26 y más aumentó 87 por ciento desde que se legalizó el uso lúdico de la marihuana. Eso quiere decir que las personas que están en conflicto con la ley están haciendo más uso de la droga, a pesar de que sí tienen una restricción que se los prohíbe. Éste es un tema del ingreso a los servicios en hospitales, que a mí también me llama la atención, en el 2014 las visitas a emergencias de hospitales aumentó 29 por ciento en el caso de accidentes relacionados al uso de marihuana y su hospitalización aumentó en un 38 por ciento, entonces también ahora tenemos un tema de salud. Evidentemente, mucho tendrá que ver con el tema de seguridad en los accidentes, como ya lo habíamos visto en láminas anteriores. El impacto en seguridad y legalidad, también uno de los argumentos dice: Una vez que se libere la marihuana, la delincuencia va a bajar, todo se va a ordenar, ya la persona no va a tener que delinquir para obtenerla, su precio va a bajar, etcétera, hay argumentos en ese sentido. Pero después de la legalización de la droga en sus diferentes fases ha aumentado la detención de marihuana ilegal, que esto a mí particularmente me llama la atención. Después de la aprobación de uso lúdico de la droga han aumentado los casos de captura un 34 por ciento, o sea, hoy por hoy en el estado de Colorado hay más encuentros de marihuana ilegal que antes. Otra cifra interesante es el hecho del aumento de la criminalidad en un 12.3 por ciento desde el 2012, lo cual también quita un poco los argumentos. Y curiosamente se han inventado también delitos nuevos, ahora se ha detectado una escalada de envíos de marihuana de Colorado a otros estados, inclusive creo que la semana pasada salió por ahí una nota de Colorado, aunque no lo crean, mandaron aquí al estado de Chihuahua marihuana, ahora sí que llevando, como dicen, piedras al río. El impacto en seguridad y legalidad, fue lo que vimos. ¿Por qué son importante estas cifras? Y ahí sí me adhiero mucho a la plática que me antecedió. Yo he estado estudiando muy de cerca el tema de la violencia, visto desde el punto de vista de epidemiología. En el Programa que Cura la Violencia, el doctor Gary dice que somos mucho menos racionales de lo que pensamos y somos unas personas imitadoras naturales. Y lo vemos cuando vemos a un Bravos ganar, cómo nos contagiamos de la energía del vecino. De la misma manera, hacemos muchas cosas por reflejo o por pertenecer socialmente. Estas cifras lo que nos están diciendo es que se debe tener cuidado en los impactos que puede tener el hacer más disponible la marihuana a los menores, sobre todo. A mí me preocupa mucho en ese sentido. También los impactos en el consumo en los adultos se deberán de observar, sobre todo por el tema de los accidentes de tránsito e inclusive su impacto en los delitos como el homicidio, lesiones, violencia y violencia intrafamiliar. Los aspectos de ilegalidad que se quedan, la parte formal puede ser usada como cortina de negocios informales. También existe el caso de una persona que fue perseguida aquí en el estado de Chihuahua por el tráfico de drogas y ahora resulta que es un prominente empresario en el estado de Colorado cultivando la droga. El debate para el legislador finalmente es hasta dónde llega el derecho de las personas y dónde una política pública debe de revertir la afectación de los demás; o sea, dónde el derecho de la comunidad vale más que el derecho de las personas o viceversa. Ese es un tema que la verdad que sí me siento incapacitado para responder, sin embargo, es una pregunta que debe prevalecer: ¿Yo qué culpa tengo de una política pública que finalmente me involucra en un accidente que yo jamás pensé estar involucrado? ¿Hasta dónde las instituciones responderán a los nuevos mandatos? En México queremos hacer todo por decreto, queremos limpiar todo por decreto y, como ya es ley, entonces se va a hacer. Y la historia nos dice lo contrario: ¿Qué tanto estamos preparados como instituciones para responder a un cambio de esa magnitud? Y la salud en la sociedad, ¿qué medidas en tratamiento se tomarán para frenar el muy probable aumento en el abuso? Como lo hemos estado observando ya en el estado de Colorado. Muchas gracias. Moderador: Agradecemos la participación del maestro José Enríquez Tamez en esta importante charla. Les pido tanto a ponentes como a público en general que vayan preparando sus preguntas, porque al finalizar la ronda de ponencias nos gustaría crear un verdadero diálogo referente a las posturas que se están manejando aquí. Además, comentarles a los estudiantes de derecho y al público en general, aprovechar el hecho de tener a tantos especialistas reunidos en una misma mesa no es tan fácil de lograrlo, así que por favor lo pido. El siguiente ponente es el maestro Jorge Hernández Tinajero. Primeramente, agradecerle la participación al maestro Jorge Hernández Tinajero, por su tiempo, y darles una breve semblanza o perfil de lo que es su experiencia. Es politólogo internacionalista por la UNAM, fue especializado en política de drogas y temas relacionados como cannabis, producción de riesgos y daños, análisis de sustancias y mercado de drogas. Es socio fundador de la Asociación Mexicana para el Estudio de la Cannabis y del Colectivo por una Política Integral Hacia las Drogas. Les pido por favor un aplauso para que inicie la ponencia. Mtro. Jorge Hernández Tinajero: Gracias por la presentación; gracias a la organización, qué bueno que invitan a personas como yo en esta ocasión, porque si bien se acaba de leer mi biografía oficial, resulta también importante para mí compartir tal vez un poco mi biografía no oficial, que es la biografía de un usuario de drogas. Muy pocas veces la política de drogas, la disertación sobre las drogas, la formulación de políticas hacia ellas, toma en cuenta el punto de vista del usuario. Se teoriza sobre nosotros, estoy acostumbrado a que se nos prejuicie, que se nos estigmatice de muchas maneras, desde si somos capaces o no de ejercer nuestra autonomía personal, si somos delincuentes por el hecho de usar drogas ilegales, porque usuarios de drogas legales o no usuarios de drogas legales creo que hay muy pocos realmente. Por ejemplo, nos ponen en situaciones imposibles; por ejemplo, si no he consumido drogas, estoy buscando desesperadamente cómo conseguirlas y soy capaz de matar y de asaltar; pero, además, si ya consumí, ahora estoy bajo el influjo y soy un peligro social. Los usuarios estamos en una circunstancia en la que pareciera que somos invisibles y que conviene más mantenernos de manera invisible, por eso me interesó venir aquí a hablar del tema de los derechos humanos en relación a las políticas de drogas y a las personas que usan drogas, entre las cuales me incluyo abiertamente, ha sido un proceso difícil en ese sentido salir del closet, por decirlo de algún modo, porque somos delincuentes o enfermos a priori ante la sociedad, entonces nos es más fácil mantenernos al margen y que nos importe un bledo las instituciones o los reglamentos, nosotros finalmente hacemos lo que queremos, porque el sistema es incapaz de impedirnos todo. Una vez dicho eso, voy a leer un texto haciendo algunos comentarios y, por supuesto, estaré muy agradecido de preguntas, críticas, debates en su momento. El tema de los derechos humanos en el contexto del control de drogas es uno poco explorado por el debate sobre ellas a pesar de que no es desconocida su notoria ausencia en los tratados internacionales en la materia. Vale la pena recordar que la Carta de los Derechos Humanos es la piedra angular del Sistema Político Internacional, producto de la Segunda Guerra Mundial. Después de las atrocidades cometidas por los estados en contra de la humanidad, durante la guerra del 39 al 45, fue imprescindible crear un sistema universal de valores que diera sentido al papel del Estado frente a los ciudadanos de la segunda mitad del siglo XX. De esta catástrofe surgió la noción de que el Estado no puede disponer libremente de sus ciudadanos y que incluso aquellos que infringen la ley tienen o tenemos garantías individuales que básicamente permiten defenderse de la arbitrariedad del poder institucionalizado. De estas nociones se deriva el resto de disposiciones internacionales y todos los estados signatarios de la ONU deben aceptar sin reservas el cumplimiento de todas las disposiciones de los derechos humanos. Pero curiosa o perversamente, más bien, el Órgano Internacional de Control de Drogas, creado a partir de la Convención Única de 1961, seguida por el protocolo de 1971 y culminado con la Convención del 88, ha brillado por la ausencia de los derechos humanos en su normativa operativa general. De hecho, la única mención explícita a los derechos humanos se encuentra en el Tratado del 88, en el que se hace una breve referencia a los derechos de los pueblos originales frente a sus tradiciones ancestrales con el uso de ciertas drogas. Para entender por qué los tratados de drogas han evitado por norma general adoptar de manera completa y sin ambages todas las disposiciones de derechos humanos, es necesario revisar la historia de tales acuerdos internacionales, cosa que no es materia de estas palabras y este espacio, pero basta decir que éstos fueron creados bajo premisas poco o nada científicas, por no decir racistas, en las que pareciera ser que cuando se trata de drogas más vale la pena hacerse de la vista gorda con algunas disposiciones incómodas para la operación del sistema, que adoptar políticas consecuentes con los derechos esenciales de todos los seres humanos. Bajo esta óptica, pensemos y no en un caso concreto como el nuestro, en algo que la policía hace de forma rutinaria y sin mayor objeción de la sociedad. Yo mismo lo he sufrido, las revisiones de rutina que se llevan a cabo por la sola sospecha de que alguien posiblemente se encuentra en posesión de drogas. ¿A qué se debe esto? ¿Por qué lo aceptamos sin chistar? Nuestra Constitución dice claramente que nadie puede ser molestado en persona o posesiones sin orden judicial expresa, una garantía individual cuya importancia es difícil de negar en las disposiciones democráticas de nuestra Carta Magna. Sin embargo, en los ordenamientos internacionales con respecto a las drogas los derechos humanos son un invitado incómodo y muy poco bienvenido. No es infrecuente, por ejemplo, que los informes y reportes anuales sobre el estado del control de drogas omiten condenar a los estados que ejecutan a personas relacionadas con ellas, lo que sucede en algunos países aun cuando los delitos cometidos no son violentos ni afectan a terceros. Pareciera ser, de esta manera, que cuando se trata de drogas los derechos humanos, si no son letra muerta, lo parecen. Es por ello que a fines del año pasado la Suprema Corte de Justicia de la Nación, actuando en consecuencia con las disposiciones de derechos humanos, determinó que el Estado tiene límites con respecto a la autonomía del individuo, la sepamos usar o no. Y en el caso concreto que nos ocupa, en el de la marihuana, estipuló que la prohibición absoluta de la planta era un acto excesivo del Estado frente a la autonomía individual de las personas, y he aquí que por primera vez en nuestro país existe un ordenamiento claro que determina qué es primero y qué es después. De este modo, se podrá debatir si la marihuana es buena o mala, si tiene potencial terapéutico o no, si es muy dañina para la salud o en realidad es inocua en comparación a muchas otras drogas no necesariamente ilegales que consumimos cotidianamente como sociedad. Pero el punto de debate ya no se encuentra ahí. Desde luego, es muy respetable que alguien piense que no se debe consumir marihuana, sea ésta legal o no, el punto ahora, sin embargo, es cómo el Estado puede tutelar un derecho que sólo recientemente ha sido reconocido como tal, no si es conveniente o no. Por eso vale la pena recordar también cuál es la ética que nuestra sociedad debe de observar con respecto a la evolución que forzosamente tenemos que observar con respecto a la marihuana. ¿Debe el Estado continuar con una política que criminaliza todo acto personal con la marihuana? No. Y si no es así, como ya lo estipuló la Corte, ¿qué ordenamientos debemos seguir? Los criterios están claros, todos tenemos derecho, incluso si usamos marihuana u otras drogas. Esto es algo que, por cierto, platicando hace un rato, una parte de mi trayectoria ha sido incluir a la comunidad de derechos humanos en este debate, porque si ustedes se fijan, en los discursos de los derechos humanos están siempre las poblaciones vulnerables, las mujeres, los menores de edad, la gente en situación de calle, la población de orientación sexual distinta a la heterosexual y los usuarios de drogas jamás hemos sido mencionados ahí, somos unos olvidados de esos derechos. ¿Cuáles son los límites de este derecho tratándose de nuestra circunstancia? El no afectar a terceros, el no incluir a menores de edad y el no proveerse mediante mecanismos de mercado abierto. Nada más, pero nada menos. Yo quiero organizar clubes de cultivo en este país sin fines de lucro, no quiero ser un empresario como la Phillip Morris ni crear un monopolio para sustituir al tabaco, quiero simplemente un acceso seguro y legal para mis decisiones, sean éstas racionales o no. Es importante señalar también que este derecho, como ha sido anotado, no es irrestricto interés especialmente a la ética de los usuarios, éstos deben observar las reglas impuestas por un estado neutral con respecto a sus decisiones, pero deben entender que éstas pueden afectar a terceros y que, por lo tanto, deben ser responsables de sus propias decisiones. Algo que ha sucedido en la política de drogas es que a los usuarios, pareciera ser que por el hecho de usar no tenemos capacidad de decisión sobre nosotros mismos. Esto es algo que es importante señalar. Esta nueva circunstancia, vale la pena decirlo, restituye a los usuarios el carácter de personas de plenos derechos y por primera vez se admite formalmente su inclusión en el debate sobre la marihuana, algo que había sido olvidado incluso por los especialistas y las comisiones de derechos humanos del país, en cuyo discurso se enumeran invariablemente una serie de poblaciones, pero jamás a los usuarios. México está ante una oportunidad histórica para corregir lo que la Corte ya admitió en su sentencia, que los derechos humanos de las personas que usan drogas han sido vulnerados por décadas y que llegó la hora de integrarlos plenamente a nuestra sociedad. Los usuarios de marihuana en general son mucho menos problemáticos para sí mismos y para los demás que los usuarios de alcohol y otras drogas. Llegó la hora de reconocer su existencia, sus derechos y su autonomía personal. Desde luego, nada más exime de cumplir con todas nuestras obligaciones cívicas, pero somos los usuarios los que hemos sido apartados y marginados de la sociedad, no sus enemigos. Nadie, y subrayo, nadie puede probar que las personas que usan marihuana son delincuentes reales o potenciales por el sólo hecho de usarlo. Si lo creen, escondan ahora mismo sus carteras, porque están ante uno. Llegó el momento de remover por completo aquellas figuras jurídicas que nos hacen aparecer como delincuentes por el sólo hecho de elegir, con consciencia y responsabilidad, un consumo que en todo caso sólo nos compete a nosotros. El camino del Estado y de nuestra sociedad es, de esta manera, aceptar la prevalencia de los derechos humanos sobre las creencias y las opiniones subjetivas de la sociedad. No se trata de que todos adoptemos un estilo de vida, sino que respetemos el de los otros. Ese es nuestro verdadero reto y es uno altamente positivo. Si logramos ponernos de acuerdo en ello, estoy seguro que aun cuando se trate de los derechos de una minoría, respetarlos traerá beneficios a toda nuestra sociedad; además, no hay otro camino. Muchas gracias. Moderador: Agradecemos la participación del Hernández Tinajero, un punto de vista interesante. maestro Jorge Siguiendo el orden, seguiría el maestro Antonio Mazzitelli. Primeramente, si me permiten nada más hacer una breve semblanza del maestro Mazzitelli. Tiene una semblanza muy amplia por su gran trayectoria, entonces vamos a tratar de hacer un breve resumen. Está a cargo de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y Delito en México, desde octubre de 2012. Desde 1990 se incorporó al Secretariado de la Junta de Fiscalización de Estupefacientes de las Naciones Unidas en Viena. Desde 1992 ha trabajado en diferentes cargos en la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, en la sede en Viena. En 1996 fue encargado de abrir la Oficina de la ONU en la República Islámica de Irán, donde asumió el cargo de representante hasta diciembre de 2002. Entre 2003 y 2009 fue responsable de la Oficina de la UNODC para África Central y Occidental en Dakar, Senegal, con un mandato imperativo sobre 25 países de las dos regiones. Ha publicado diversos artículos relacionados con las drogas y el crimen organizado en diversos países y ha realizado diferentes conferencias en las mismas latitudes. Les pido por favor un aplauso para recibir al maestro Antonio Mazzitelli. Mtro. Antonio Mazzitelli: Muchísimas gracias y gracias también por la paciencia de escuchar este currículum. Hablar después de Jorge no es fácil, seguramente no es fácil, porque justamente ha llevado el acento y el enfoque sobre uno de los temas que seguramente, ojalá, todos estos debates podrán solucionar. Esto es, cómo podemos de verdad dar respuestas que sean concluyentes, que sean democráticas, que sean progresistas a uno de los problemas que nuestras sociedades viven hoy en día, que es el problema del uso y del abuso de las drogas. Ustedes son jóvenes, estoy seguro que ustedes, como yo cuando era joven y estaba en la Universidad, han tenido, si no contactos directos, cuando menos indirectos con la droga, con el uso de la droga, con el consumo de la droga. Yo le puedo decir a Jorge que si él tuvo su trayectoria de consumidor, yo tuve también contactos indirectos con las drogas, tuve compañeros de Universidad que murieron por consumo de droga, otros que terminaron en las cárceles. Teniendo hijos, sé que lo que Jorge estaba mencionando es algo que pasa diario, que un Estado, que quiere ser un Estado de derecho, tiene que solucionar, tiene que hacer frente con respuestas que sean respuestas concluyentes, democráticas y progresistas, y fundamentadas en los principios de nuestras sociedades, de los sistemas complejos que hablaba antes el maestro Cáceres, respuestas inteligentes que puedan brindar a todos una respuesta. En ese sentido, trataré también de desarrollar algunos de los puntos que ha mencionado Jorge, pero tratando de enfocarme sobre todo en algunos elementos. Este es un debate sobre la marihuana. La única cosa que te diría, Jorge, que es bueno tu discurso, pero no vía la marihuana, vía las drogas en general. Y aquí tenemos que hablar de algo mucho más concreto y, desafortunadamente, mucho más peligroso, que es la legalización o la regulación de un producto a través muy probablemente de algo que va a ser un esquema comercial, porque si queremos o no queremos, esto es lo que las industrias de las drogas lícitas nos están mostrando. Esto es, no existen drogas que no sean explotadas desde el punto de vista comercial. El alcohol se vende, es manejado y producido por grandes empresas, el tabaco lo mismo, todos los productos adictivos tienen detrás industrias que empujan al consumo. Entonces ahí tenemos que ponernos un problema acerca de la marihuana, si queremos o no queremos este tipo de problemática en nuestras sociedades, que llegará tarde o temprano. Y segundo, el hecho de que tenemos que enfrentarlo con una postura ética. ¿Qué quiere decir una postura ética? Lo que es bueno y lo que es malo, pero lo que es bueno y lo que es malo no para el individuo individual, para la persona individual, sino para la sociedad. Antes el maestro Cáceres nos habla de sistemas complejos, nuestra sociedad es un sistema complejo. ¿Y cómo los filósofos han discutido acerca de la ética y cómo podemos diferenciar entre ética individual y ética colectiva? De la misma manera, tenemos que mirar a esta problemática con una postura en una visión de derecho, y las leyes son hechas para recular relaciones entre pares dentro de los sistemas complejos. La ética individual es diferente de la ética colectiva, lo que es bueno para un individuo no es necesariamente bueno para todos. En materia de derechos, sabemos muy bien que no existen derechos sin libertades absolutas, el mismo derecho a la vida es relativo, la legítima defensa te permite matar a alguien para defender tu vida misma, entonces hay sistemas de equilibrio que tenemos que tener. Cuando hablamos desde el punto de vista ética y desde el punto de vista de derecho, también de un tema como es el uso y el consumo de drogas y en particular de una droga. Retomo alguno de los temas de Jorge, el marco convencional, porque cuando hablamos de derechos, y necesariamente como Naciones Unidas, tengo que hacer referencia a lo que son los marcos jurídicos dentro de los cuales operamos. Y a nivel internacional, tanto en materia de drogas, como ha mencionado Jorge, como en materia de derechos humanos, hay unos marcos. En materia de droga hay el sistema convencional no de prohibición, sino de fiscalización de drogas. Y aquí no sé si ustedes estaban presentes en la inauguración, el señor Secretario de Gobernación habló de convenciones internacionales prohibicionistas. Lo siento mucho, corregir, señor Secretario, pero las convenciones internacionales no son prohibicionistas, las convenciones fiscalizan el uso de algunos productos, después son los estados que interpretan las convenciones y atribuyen marcos más o menos restrictivos en relaciones a esos productos. Las drogas son fiscalizadas porque son peligrosas, porque generan un daño a la salud y, por esto, tienen que ser no prohibidas, fiscalizadas. La morfina se produce, se distribuye, y yo personalmente me estoy involucrando junto con Jorge para que se consuma más morfina, porque la morfina tiene un uso necesario en el tratamiento del dolor. Y como ésta, muchísimos otros productos que se producen lícitamente, se comercializan y se usan lícitamente. Lo que las convenciones piden a los estados de prohibir es el uso a fines recreativos, esto sobre la base de una consideración en relación a los derechos, de un lado el derecho a la salud, el derecho a la seguridad. Quien controla el mercado de sustancias adictivas puede controlar mentes. De las drogas se habla de hacer esclavo al ser humano, quizá no la marihuana, probablemente la marihuana. Aun así, recientes estudios parecen indicar que la marihuana tiene una capacidad adictiva mucho más alta del mismo alcohol o de los cigarrillos, pero quien controla la oferta de un producto adictivo seguramente puede también controlar conciencias, personas, entonces las drogas son fiscalizadas porque son peligrosas. Y del otro lado tenemos el marco, la Carta Universal de los Derechos Humanos, que enlista toda una serie de derechos, un largo listado de derechos, que abarcan derechos que van del derecho a la paz, a la seguridad, a la legalidad, al trabajo, al mismo derecho a la salud. Justamente en esa perspectiva trataré de buscar lo que son las coincidencias entre el marco de fiscalización de drogas y las cartas de derechos humanos. Primero. El derecho a la salud. Los dos marcos prevén, el marco de fiscalización de droga, como también la Carta de los Derechos Humanos, el enfoque sobre la salud. Esto es, promover y proteger la salud de todo, removiendo también los riesgos, que determinados productos, circunstancias, situaciones pueden llevar a la salud, a la salud tanto individual como a la salud colectiva de muchas personas. En ese contexto, totalmente de acuerdo con Jorge, que también los usuarios de drogas tienen todos los derechos que tienen los no usuarios de drogas, no se puede hacer ningún tipo de discriminación. Allá sí, allá hasta ahora, en la gran mejoría de los estados del mundo los usuarios de droga, sobre todo los usuarios de drogas con problema, han encontrado enormes dificultades a haber reconocido su derecho a la salud, y cuando hablo de derecho a la salud hablo también de tener acceso a las sustancias de su dependencia. Como Naciones Unidas, estamos totalmente de acuerdo para la implementación de estrategia de reducción de daño que prevén la suministración de drogas a quien no puede vivir una vida digna sin drogas. Las convenciones permiten, por ejemplo, en Gran Bretaña, la suministración de la heroína a consumidores de heroína, esto para preservar la salud de los usuarios de heroína y frente a la imposibilidad de encontrar otra solución a los problemas de salud que tienen estos usuarios. Entonces no discriminación, acceso para todos a la salud, usuarios como no usuarios. Segundo. El acceso a la justicia. Ambas convenciones ven en el individuo a la persona a defender enfrente de las leyes. En ese sentido, ambas convenciones, y ahí, lo siento, no estoy de acuerdo, Jorge, las convenciones hablan muy abiertamente, muy directamente de la necesidad de una proporcionalidad en la implementación de las medidas punitivas en contra de quien está violando las reglas, las leyes internas en materia de drogas. Proporcionalidad quiere decir que las penas para quien está cometiendo un delito relacionado a droga tiene que ser proporcional, tiene que ser limitado. Por último, la autodeterminación, también las convenciones de drogas prevén abiertamente que el uso de drogas sea permitido cuando es relacionado a la cultura de un determinado pueblo, de una determinada civilización. Hace poco el gobierno de Jamaica ha autorizado por ejemplo el cultivo y el uso de la marihuana para la populación y la religión de los rastafari, lo mismo para muchas tribus indianas de Norteamérica con el uso del peyote, o en Bolivia recientemente el cultivo y el uso de la hoja de coca. Entonces, sí a la autodeterminación; pero, y diferentemente de lo que dice la sentencia de la Corte, cuando introducida dentro de un contexto colectivo y no individual. Termino hablando justamente de la sentencia de la Corte, yo diría que más allá de la promoción de los derechos humanos, desde el punto de vista de las Naciones Unidas todo lo que va en dirección de la promoción de los derechos humanos, en particular en un país de nueva democracia como es México, nueva democracia en el sentido que la democracia real se está construyendo en este país es muy bienvenida. Pero la sentencia de la Corte pone una serie de problemas que van mucho más allá de su amparo y su decisión. Esos problemas son: Primero, la Corte habla de un derecho fundamental, el amparo sobre un derecho a la autodeterminación hablando de la marihuana, pero poniendo el derecho a la autodeterminación casi como un derecho absoluto; eso es, el individuo se autodetermina a través del uso de una sustancia, lo que implica que cualquier otro tipo de sustancia debería tener el mismo tratamiento de la marihuana. Yo me autodetermino como quiero, con el uso de cualquier tipo de sustancia o la Corte está tomando una postura que no puede ser defendida, y esto implica que así como la Corte concede un amparo para la marihuana debería conceder amparo para cualquier otro tipo de sustancia ilícita hoy en día existente, como también futura. La Corte pide al Estado de remover los obstáculos para que los cuatro que se han amparado puedan ejercer su derecho, a través del autocultivo. Eso implicaría entonces que si alguien quiere tener en la cocina de su casa un laboratorio para la producción de metanfetaminas tiene el mismo derecho que tienen los cuatro amparados. Si quiere cultivar en el jardín de su casa amapola, tiene que tener el derecho de cultivar amapola, coca o cualquier otro producto, porque un derecho es absoluto o me autodetermino independientemente de la sustancia o no me autodetermino. Estos son los puntos. Además, el problema de los costos y de la necesaria necesidad de balancear lo que son los derechos individuales de los consumidores, con los derechos colectivos a la seguridad y a la salud. Y en todo eso los costos que eso tiene sobra las autoridades; a cada derecho corresponde un deber, deber que tiene que ser cumplido por las autoridades. Entonces a las autoridades, en este caso a la policía del Distrito Federal, hacer de manera que el ejercicio de un derecho reconocido para la Corte no corresponda un prejuicio para los otros y allá seguramente más que hablar de derechos, más que hablar de ética, estamos hablando de política, costos políticos. Y termino porque ya he visto el cartelón rojo. Seguramente hay mucho que hacer en relación no tanto a política de marihuana, sino a política de drogas. Hablamos de todas las drogas y buscamos soluciones que sean aplicables a todos los problemas. Solamente para darles una idea, hoy en día hay 250 sustancias que están bajo control internacional, solamente en los últimos cinco años han aparecido en el mercado más de 280 nuevos productos. Entonces estamos hablando casi de nada, o hablamos de drogas, de toda, presente y futura, o estamos perdiendo tiempo o haciendo el trabajo para la legalización y comercialización de la marihuana. Segundo, hablamos de derechos colectivos y no de derechos individuales. El amparo de cuatro no debería tener relevancia sobre las decisiones que se tomarán a nivel colectivo. Derecho a la salud para todos, en particular para quien necesita accesos a la salud. Y políticas criminales que sean discriminantes y fundamentadas en la proporcionalidad de la pena. En prisión los violentos, seguramente no en prisión quien consuma una sustancia y tampoco por quien razones de vida está vendiendo un producto que hoy en día es vetado. Gracias. Moderador: Agradecemos la participación del maestro Mazzitelli. Posturas muy, muy interesantes; y si ustedes van observando ya vamos manejando posturas un poco divergentes. El siguiente ponente en orden será el maestro Carlos Gutiérrez Casas, maestro titular de la UACJ, profesor también de las materias de Derecho Constitucional y Derechos Humanos y profesor investigador. Además es visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, al cual le pido un aplauso, por favor. Mtro. Carlos Gutiérrez Casas: Nada más voy a esperar que terminen de salir. Cuando me invitaron al Foro y me dijeron “para que tomes una postura acerca de la legalización de la marihuana o no”, entonces yo dije “creo que va a haber una degustación de marihuana aquí”. Entonces, en ese sentido podía tomar una postura, dije “va a haber marihuana de California, de Colorado, marihuana de Crown, a ver cuál de todas nos gusta para que sea legalizada o no”. Pero bueno, en realidad no voy a hablar sobre mi postura sobre la legalización o no de la marihuana, sino más bien vengo a la defensa del Estado Constitucional de Derecho, a la defensa de los derechos humanos en todo tipo de conductas que implica ello. Sabiendo que la resolución de la Corte no fue la idónea, no en el sentido de la legalización, sino en cuanto al debate, en cuanto al argumento, además de que no se tomaron en cuenta otros derechos como es la no discriminación, el derecho de los menores, el derecho de los pueblos indígenas. Entonces no se tomaron en cuenta en forma integral, como dice la propia Constitución, los derechos humanos al momento de que la misma Corte debatió. Pero sí voy a defender la resolución que ya tomó la Corte en el sentido de que ya no podemos dar marcha atrás cuando la Corte determina la defensa de un derecho humano. Voy a leer rápidamente la ponencia, porque siempre que nos sacan en este tipo de foros, que nos sacan tarjetas amarillas y rojas siempre salgo expulsado, no sé por qué cosa, y yo no sé si me alumno, que es el que está sacando las tarjetas, se vaya a atrever a sacarme tarjeta roja en esta ocasión. Voy a leer: “Consumo de marihuana, el derecho al libre desarrollo de la personalidad, democracia, derechos humanos y control constitucional en México. Consideramos que hay una relación de interdependencia, intrademocracia, derechos humanos y control constitucional. No puede existir un Estado democrático sin que el orden jurídico tenga establecido una gama de derechos humanos en el plano de derechos fundamentales. Y éstos sería inútil su existencia con la ausencia de un aparato jurisdiccional que hiciese posible su realización”. Precisamente a partir de estos tres conceptos dividiremos esta exposición y a finalidad estableceremos el papel que debería desempeñar la Suprema Corte de Justicia en ello, concretamente sobre la decisión del uso lúdico de la marihuana. Una definición mínima de democracia, en contraposición a todas las formas de gobierno autocrático es aquella que se caracteriza por establecer un conjunto de reglas que determinan quiénes están autorizados a tomar decisiones colectivas y bajo qué procedimiento, es decir, se deben expresar las reglas que estipulen cuáles son los individuos con capacidad para tomar decisiones colectivas y con base a qué procedimientos. Respecto a los sujetos autorizados a tomar decisiones que afecten a la colectividad en un régimen democrático, se otorga este derecho a un número de individuos que implique la mayor inclusión posible, ya que el voto universal se encuentra limitado por factores ajenos a la propia democracia, como lo es la exclusión de menores de edad y extranjeros. Por lo que se refiere a modalidades de la decisión, la regla esencial en una democracia es la regla de la mayoría: Mayoría absoluta, mayoría relativa, por un lado, mayoría simple, mayoría calificada en otros casos. Sin embargo, cualquiera de las modalidades de mayoría que se tome en cuenta, se considerarán decisiones colectivas y, por tanto, serán vinculantes para todo el grupo. En una tercer condición es necesario que los facultados a elegir a aquellos que deberán de decidir sean colocados frente a alternativas reales, no mediáticas y puestos en condiciones de poder elegir entre una y otra alternativa. Para la realización de esta condición es imprescindible que a los llamados a decidir se les garanticen los derechos humanos de libertad de expresión, de reunión, de asociación. De esto se deduce que el Estado liberal es un presupuesto jurídico del Estado democrático. Estado liberal y Estado democrático son interdependientes, ya que se requieren de ciertas libertades para el correcto ejercicio del poder democrático; y, por el contrario, se necesita el poder democrático para garantizar las libertades fundamentales. Ahora bien, cuando hablamos de reglas que permitan tomar decisiones colectivas estamos haciendo referencia a dos ámbitos de la vida democrática, reglas de acceso al poder y reglas para el ejercicio del poder. Por un lado, las primeras determinan quiénes tendrán el carácter de electores para elegir a los representantes de la colectividad, qué modalidad de mayoría se requiere, procedimientos de participación de los candidatos a representantes e instituciones encargadas de organizar los procesos electivos; y por otro lado, la segunda se refieren a procedimientos bajo los cuales los representantes de la colectividad van a tomar las decisiones que nos afectarán a todos, cuidando desde luego el cumplimiento del Estado de Derecho, la transparencia en su ejercicio, participación ciudadana y la inclusión de todos y todas en los beneficios que se obtenga con motivo del ejercicio del poder. El concepto de democracia debe interpretarse de manera progresiva y no quedar estancado en el juego de las decisiones de la mayoría, ya que se corre el riesgo en caer en una dictadura mayoritaria. Por ello en el ejercicio de poder deberá de anteponerse la igualdad como uno de sus principios fundamentales, ante la cual no podrá excluirse derechos de las minorías. En la democracia de hoy la soberanía descansa en la constitución de un Estado que, a su vez, obliga a ejercer el poder en beneficio del pueblo, incluyendo en él a toda persona que se encuentra dentro de territorio donde tenga influencia dicho poder, es decir, todo poder debe instituirse para la protección y el respeto a los derechos humanos de todo el pueblo. Con ello queremos dejar firme de que en una democracia, tal como la interpretan filósofos, juristas, politólogos, sociólogos el día de hoy, el Estado debe ante todo diseñar sus instituciones públicos, incluso las concesionadas en función de los derechos humanos. A pesar de que el 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben de esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan mediante la enseñanza y la educación el respeto a estos derechos y libertades y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universal y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados miembro como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción. Fue, como sabemos, hasta el 11 de junio del 2011 cuando en México se instituyen los derechos humanos como derechos fundamentales. Con esta reforma en nuestro país, pasamos de una democracia mayoritaria a una democracia constitucional, donde más allá de las decisiones de las mayorías deben de respetarse los derechos humanos. Pero la principal interrogante que nos genera después de la reforma es cómo va a actuar la Suprema Corte de Justicia de la Nación ante los conflictos que se deriven de las violaciones a derechos humanos provenientes de la Legislación secundaria. El problema principal de los derechos humanos el día de hoy no es su fundamento filosófico, ni siquiera su reconocimiento, sino su protección. La investigación de los fundamentos posibles de los derechos humanos no tendrá ninguna importancia histórica si no es acompañada del estudio de las condiciones, de los medios y de las situaciones en las que éste o aquel derecho pueda ser realizado. Sin duda el factor más importante para la consolidación de un Estado constitucional y democrático de derecho lo representa el control constitucional y, particularmente, aquellos que pertenecen al ámbito y la competencia de los tribunales constitucionales. Sabemos que la legitimidad del Poder Legislativo y Ejecutivo de nuestro país radica en términos muy generales, aunque cuestionables, en el principio de elección mayoritaria ejercida por el pueblo, concretamente por quienes son ciudadanos o ciudadanas de la República; sin embargo, sin entrar en mucha polémica sobre la legitimidad del Tribunal Constitucional en nuestro país, podemos decir, aceptándolo para el desarrollo de esta ponencia, radica en la protección de los derechos humanos, es decir, en cuidar que todo poder se instituya para la promoción y protección de los derechos humanos. La resolución de la Corte. En la resolución de amparo en revisión 237/2014 de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se consideró que el sistema de prohibiciones administrativas conformadas por los artículos de la Ley General de Salud impugnados por los quejosos, ocasiona una afectación muy intensa al derecho al libre desarrollo de la personalidad, en comparación con el grado mínimo de protección a la salud y al orden público que se alcanza con la medida. Esto puede ser cuestionable, como ya lo dijo Enrique Cáceres, pero decimos “no vamos a cuestionar ahorita el método, sino en sí la resolución o la defensa de la resolución que ya emitió la Corte”. La Corte determinó que pueden existir medidas alternativas que intervienen en un grado al derecho al libre desarrollo de la personalidad, consistente en regímenes de permisiones, sujetos a las condiciones que el legislador considere pertinentes, las cuales pueden ser acompañadas por políticas públicas educativas y de protección a la salud. Además, se consideró que el sistema de prohibiciones administrativas si bien protege la salud y el orden público, se trata de una medida que no sólo es innecesaria, al existir medios alternativos igualmente idóneos que afecten en un menor grado el derecho al libre desarrollo de la personalidad. Por tanto, las prohibiciones administrativas son desproporcionadas en estricto sentido, toda vez que genera una protección mínima a la salud y orden público frente a la intensa intervención del Estado al derecho de las personas a decidir qué actividades lúdicas desean realizar. En tal sentido, la Corte no minimiza los daños que puede ocasionar la marihuana en el consumidor mayor de edad; sin embargo, entiende que la decisión sobre su uso sólo le corresponde tomarla a cada individuo. El voto concurrente de José Ramón Cossío Díaz. En el voto concurrente el Ministro Cossío Díaz llama la atención en que la resolución no se refiere a una alternativa de despenalización general de las conductas relacionadas con la marihuana; por tanto la autorización que se debe otorgar para el consumo lúdico no hacen ninguna diferencia para todos aquellos individuos que en el pasado realizaron idénticas conductas y que por lo mismo se encuentran ya privadas de su libertad. Tampoco permite la realización de las conductas señaladas por aquellas personas que no tengan el permiso de la autoridad sanitaria responsable, como sucedió aquí en Juárez, que todo mundo pensó que ya podía cultivar marihuana y empezaron a cultivar. Para el Ministro Cossío, consideró que los efectos de la sentencia para la realización de las conductas indicadas, sería necesaria además de la autorización, la obtención de un amparo por cada individuo consumidor; además de que no se debió otorgar una autorización abierta a los quejosos sin acompañarla de lineamientos para el establecimiento de una política pública integral en materia de drogas, exhortando a todas las autoridades involucradas en las políticas públicas en materia de drogas a revisar el modelo prohibicionista, a fin de replantear el marco normativo para evitar la violación a los derechos humanos de los gobernados y enfocar el problema desde el punto de vista salud integral. Exhorta al Congreso de la Unión para que realice una revisión de todos los ordenamientos legales relacionados con la política pública prohibicionista en materia de drogas. En un Estado de Derecho Democrático es indispensable escuchar y asumir las resoluciones de los órganos encargados de la defensa de los derechos humanos de todas y todos. En este sentido, la Suprema Corte de Justicia de la Nación interpretó sobre el consumo lúdico de la marihuana y determinó que su prohibición es violatoria del derecho al libre desarrollo de la personalidad, por lo cual la propuesta que se presenta en estos días de reforma permite el uso de esta droga con fines terapéuticos o médicos y esta reforma es limitada y tiene como consecuencia someter a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y al propio Estado Constitucional de Derecho a segundo plano, ya que desoye la resolución de la Corte esta propuesta que se hace en el sentido de permitir la producción del estupefaciente para el consumo lúdico de la misma, y de esta manera respetar el derecho al libre desarrollo de la personalidad. Gracias. Moderador: Agradeciendo la participación del maestro Carlos Gutiérrez Casas, con una postura muy interesante, sustentada en el Estado de Derecho. El siguiente ponente será el maestro José Luis Armendáriz González. Él es ahorita el Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chihuahua y es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Chihuahua, tiene estudios de maestría en Derecho Penal, Constitución y Derechos por la Universidad Autónoma de Barcelona; estudios de maestría en Derechos Humanos, en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua y todo un amplio desarrollo dentro de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y para el cual le pedimos un aplauso y le decimos “gracias por participar”. Mtro. José Luis Armendáriz González: Muy buenas tardes. En primer lugar, quiero agradecer a los organizadores la oportunidad de la invitación de poderme dirigir hacia ustedes y enviar un saludo, desde luego al resto de mis compañeros aquí de la mesa y, desde luego, a todos ustedes, este espacio de coincidir. Indudablemente es un tema muy complejo, es un tema que tiene muchas aristas, es un tema que tiene muchas diversidades de opinión, de concepciones, porque nos podemos fijar criterios muchas veces también en base a lo que hemos vivido, a lo que hemos sufrido muchos en el tema de las drogas. Y bueno, qué le voy a contar a Ciudad Juárez, toda esta temporada que nos tocó, quizás a mí de manera más indirecta estando en Chihuahua, pero no fui ajeno, todo este contexto del 2008, 2009, 2010, 2011 principalmente, donde pudimos ver cómo un monstruo que despierta, que aparentemente estaba invisible, pero que despierta y muestra realmente su rostro violento en toda su plenitud. Es un tema desde luego donde tenemos que reflexionar qué vamos a hacer, seguimos como está la Legislación, como están los elementos prohibitivos, como están los esquemas de combate a las diversas formas de drogadicción del narcomenudeo, de la venta de la comercialización o tomamos decisiones radicales que generen algún cambio o un impacto sostenible, o tomamos decisiones más moderadas que no nos llevemos al extremo; en fin, es un tema muy complejo, con muchas diversidades. Desde luego la solución que da la Corte a este planteamiento, pues una de la solución; desde luego comparto la idea de algunos de los expositores, es una solución quizá a lo mejor limitada, quizá la determinación la basa exclusivamente en el principio de proporcionalidad a juicio de muchos y la desemboca en este resultado que ya conocemos, pero también está la crítica de que faltaron más elementos científicos, como lo decía el propio doctor Cáceres, faltaron más elementos científicos y objetivos para tomar una decisión más amplia. Pero a final de cuentas ahí está una resolución de la Corte, ahí está un planteamiento. Creo que hay que reconocer a la Corte la valentía en haber tomado esta decisión, esta determinación, que durante muchos años le estuvimos dando la vuelta al tema. Y de alguna manera el hecho de que la Corte haga y emita esta resolución, dice “ahí estoy yo, doy el primer paso, este es mi criterio, éntrenle los demás, éntrale Poder Ejecutivo, éntrale Poder Legislativo al tema, no podemos permanecer inactivos y a la expectativa en este tema”. La Corte indudablemente hace un análisis y hace una exposición, la fortalece y la sustenta en el derecho al libre desarrollo de la personalidad y desde ahí la desprende. Desde luego que hay muchos asegunes, llevando la argumentación al extremo habría diferentes perspectivas. Y quiero compartir con ustedes, les prometo que no me voy a extender mucho, algunas reflexiones de lo que me ha tocado vivir desde la Comisión Estatal de los Derechos Humanos. Viene a mi mente no pocas afirmaciones, muchas, de personas con alguna adicción a alguna droga y que me señala y me dice “no se imagina, licenciado, lo complejo muchas veces que es levantarnos en la mañana y estar pensando dónde voy a conseguir droga; los problemas en los que nos metemos muchas veces en andar evadiendo a la autoridad, que nos informaron que había un vendedor en tal domicilio, pero porque no nos conoce no nos abre o porque nos dijeron, nos dieron otro tip y nos dicen que hay otro vendedor en otra colonia, resulta que nos trasladamos hacia allá y no encontramos a la persona”. Entonces hay veces que el problema es, hemos llegado a pensar “bueno, hay que sembrarla nosotros mismos para poder librarnos de esta persecución de la autoridad”. Pero no nada más es la persecución de la autoridad para adquirirla, sino me señalaban “el otro esquema en el que nos introduce desde un contexto de vulnerabilidad”. Yo ya había expuesto y lo he sostenido en la Comisión que las personas consumidoras de droga son un nuevo grupo emergente en situación de vulnerabilidad. ¿Y por qué son un grupo emergente en situación de vulnerabilidad? Porque son víctimas en primera instancia desde las redadas policíacas, si sucede un robo en la colonia o donde viven es el primer sospechoso de haberlo cometido, son sujetos muchas veces a atenciones arbitrarias, agresiones a la integridad y muchas veces ya en los barrios están perfectamente identificados y si sucede algo que trasgreda la ley en esa zona, son los primeros a los que la autoridad investigadora se dirige. Este esquema discriminatorio también, situándonos ahora sí en un contexto empático, en los zapatos propios de las personas, desde luego que no puede seguir permaneciendo desde esa situación. Luego, por otro lado, está el esquema, llevando la argumentación al extremo, de que si el argumento de la Corte, pensemos en otros cuatro amparistas, solicitudes de amparo, pero que ahora soliciten la siembra y el cultivo de coca. Llevando el argumento al extremo, claro, podría decirse “a este paso, todas las drogas, las 250 modalidades de droga cada quien estará planteando una solicitud de amparo dependiendo de sus preferencias personales”. Es un tema desde luego, esa solución también es compleja. Ahora, la circunstancia es qué hacer. Todos conocemos lo que vivió Chihuahua y que ha vivido México en este contexto de los grupos que tienen apropiado la siembra, el transporte, la comercialización y que son capaces de matar, de asesinar, de secuestrar y de hacer todo lo inimaginable por tal de mantener el control del mercado. Estaría el otro contexto de decir “bueno, con la autorización del uso, el consumo de la marihuana con fines lúdicos, estos grupos se van a desmoronar financieramente”. Creo que no, porque tendríamos entonces que determinar qué porcentaje de la población que usa drogas consume marihuana para decir “se va a desmoronar este sector específicamente”, pero los otros mercados, los otros consumos de droga creo que permanecerían intocados en este contexto”. Está el otro tema: ¿Se generará toda una industria de productores de macetitas, de instrumentos de hidroponía, de insumos para la siembra y el cultivo? ¿Estará el riesgo de las empresas que desde un contexto específicamente de lo comercial estén viendo un foco de oportunidad para iniciarse en un nuevo negocio? ¿O estará el riesgo de que aquellos criminales, aquellos que, como dijera “El Chapo” aquella vez que lo entrevistan en la primera detención y que dice “yo soy únicamente un agricultor”, estará el riesgo de aquellos agricultores que son capaces de matar y asesinar para ahora pensar irrumpir en una nueva empresa que se autorice, que tenga todas las autorizaciones, incluso esté dada de alta en Hacienda, pague impuestos y haga su incursión en este mercado, es decir, la conversión de criminales ahora en prósperos empresarios? ¿Se va a permitir en un momento dado llevar en un afán progresivo y que permita en un momento dado se dé la autorización a través de una concesión o de un permiso para poder iniciar un negocio más amplio que el cultivo personal? En fin, es un tema creo muy complejo, con muchas aristas, con muchas vertientes; sin embargo, yo le apuesto al tema preventivo. La Corte creo lo señala y lo deja entrever en su resolución, creo que tenemos que, si se decide por sostener este criterio que plantea ya la Corte en esta resolución, es decir, si se decide aperturar, tenemos que hacer una reacción inmediata y muy virulenta en el ámbito educativo. ¿Qué implica esto? Que tenemos que aprovisionar a las niñas, a los niños y a los jóvenes de manera muy científica y de manera muy objetiva cuáles son los daños que producirá a largo plazo en la salud el consumo de la marihuana. ¿Y esto para qué? Para que la decisión que se tome sea una decisión, ahora sí como se dice en el ámbito médico, un consentimiento bajo información y quien decida en un momento dado el consumo de la marihuana lo haga con conciencia y a riesgo, de manera muy clara y objetiva, cuáles son los efectos que ésta tiene. Lo riesgoso sería que abramos ese ámbito, como lo dice la Corte, expandir el derecho al libre desarrollo de la personalidad sin hacer cambios sustantivos y agresivos en el sistema educativo, para informar debidamente a la niñez y a la juventud de los riesgos. Sería criminal que esta apertura que bajo este espectro del ámbito de la ampliación, del ámbito de la libertad no se le diera la información suficiente a las personas y que se hiciera un silogismo sencillo de decir “bueno, si ya la ley no lo castiga, por lo tanto es bueno” y que se torciera este discurso y entonces se manejara como una forma de promover el consumo el hecho de que la ley ya lo permite. Creo, y haciendo una expresión con su debida proporción, lo semejaría al tema de la hechicería, durante siglos incluso se monta todo un aparato desde el ámbito de lo penal, la Inquisición para perseguir la hechicería, para incluso quemar en la hoguera a todo aquel que creía que profesaba o difundía elementos malignos. Cientos y cientas de personas perecieron en esa persecución, diversas formas de implementar mecanismos de tortura y al final de cuentas, al paso del tiempo lo que vino derrotando a la hechicería, a la ignorancia fue la educación. Creo que aquí dejaría mi propuesta, si se opta por el hecho, como lo dice la Corte, de ampliar ese espectro del ámbito del desarrollo de la libertad, de la personalidad, si se decide en la voluntad del individuo que él decida el consumo o no de la marihuana, tendrá que hacerse un ejercicio, una revolución educativa y que dejen de ser meros programas piloto, porque así son actualmente en las escuelas, son programas piloto de combate a las adicciones, sino desarrollar todo un esquema donde realmente se informe de manera científica y objetiva los riesgos que existe. Y si aun así la persona toma la decisión de manera informada, pues que sea una decisión muy personal. El otro aspecto importante que habría que analizar es qué compromisos va a asumir frente a esa ampliación del ámbito de la libertad, qué compromisos y qué políticas públicas se van a realizar en el ámbito de aquellas personas que tomaron la decisión del consumo de la droga y que en un momento dado tomen la decisión de suspenderla. ¿Cuáles instituciones vamos a fortalecer y crear para poderle ofertar al individuo esos mecanismos de rehabilitación para ayudarle en un momento dado, así como él decidió entrar tenga la libertad también de decidir, y existan las instituciones necesarias y suficientes para que pueda en un momento dado suspender ese consumo? Si no hacemos eso y si únicamente ampliamos el ámbito de libertad y nos vamos exclusivamente por el espectro de que el derecho al libre desarrollo de la personalidad se ha expandido y la decisión queda en el individuo y no lo fortalecemos desde el ámbito preventivo, del ámbito de la seguridad pública y de la rehabilitación, creo que estaríamos tomando una decisión desafortunada, una decisión a medias que no nos llevaría, como se pretende, a que esta determinación nueva que se decida sea para generar un cambio en Chihuahua, para generar un cambio en México y para romper el estado de cosas; el estado de cosas desde el contexto de los efectos que produce y que es la violencia y la muerte. En ese sentido sería la propuesta. Les agradezco su atención. Muchas gracias por escucharme. Moderador: Gracias por la participación al maestro Armendáriz; si ustedes se dan cuenta un contexto diverso el que hemos estado manejando con los diferentes ponentes en la mesa. Siguiendo el orden y teniendo otro contexto muy, muy interesante sobre lo que se refiere a la legalización de la marihuana para fines lúdicos, tenemos al maestro Raúl Mejía Garza, al cual le agradecemos su participación en este Foro. Dando una breve semblanza, él es licenciado en Derecho por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, ITAM; cuenta con estudios de postgrado en la Universidad Iberoamericana y en la Universidad Autónoma de Madrid. Especializado en Derecho Ambiental para funciones judiciales, es profesor del ITAM, coordinador del Seminario Seguimiento de las Sentencias de la Suprema Corte y profesor de la maestría en Gestión de Gobierno en el Centro de Investigación y Docencia Económica. Actualmente es Secretario de Acuerdos del Magistrado José Ramón Cossío. Les pido, por favor, un aplauso de nuevo para dar inicio a la ponencia. Mtro. Raúl Mejía Garza: Muchas gracias. Muy buenas tardes. Quiero primero hacer un disclaim, pero quiero excusarme. Si bien soy funcionario de la Suprema Corte de Justicia, nada de lo que exprese yo en este momento ni expresa las posiciones ni de la Suprema Corte de Justicia y claramente tampoco de mi jefe, el Ministro José Ramón Cossío Díaz. Estoy aquí en una categoría claramente académica y tampoco me voy a poner a defender la sentencia de la Corte, creo que ya han dejado bastante claro que si bien es una sentencia que, yo me gustaría preguntarle a Enrique, curiosamente la sentencia, todos hemos hablado de la sentencia y no sé si hubo o yo lo entendí mal, de que la sentencia no era suficiente para provocar los cambios que se supone pretendía, pero bueno, eso ya lo podemos discutir un poco más adelante porque justamente me parece que el único efecto real de la sentencia es provocar que todos estemos aquí y que estemos discutiendo sobre el contenido y sobre el tipo de derechos que se enuncian y sobre los votos particulares y sobre hasta dónde llega. A mí esto ya me parece una cuestión interesante de ver. La segunda cuestión es: Yo la verdad me cuesta mucho trabajo asignarle a la Corte adjetivos como “valiente” por una razón fundamental, me parece que la Corte en sí misma es valiente o no lo es; la Corte al defender los derechos o los defiende o no los defiende, no es un problema de valentía. Valientes los que impugnaron, valientes los que declaran que son usuarios frente a una condición claramente de restricción, de penalización y de persecución de ciertas conductas. Eso es valiente. La Corte no es valiente, la Corte cumple funciones constitucionales muy específicas, y estas funciones constitucionales que cumple la Corte están en relación a los demás órganos del poder del Estado, en particular al Poder Legislativo y no en menor medida al Poder Ejecutivo que aplica las normas establecidas por el Poder Legislativo para hacer efectivas las prohibiciones y las permisiones de conducta que nosotros mismos hemos decidido, ahí sí con libre albedrío, determinar; esto es determinar qué es libre y qué no es libre, o qué está prohibido y qué debe ser permitido sólo en ciertas circunstancias. A mí parte de lo inicialmente, y también esta es una apreciación que me encantaría saber de la mesa, es si realmente como tal hay un derecho al libre desarrollo de la personalidad o si el libre desarrollo de la personalidad es un concepto filosófico que infunde, informa o nos da una perspectiva o lectura de ciertos derechos en particular, como puede ser la intimidad, como puede ser la cuestión de ciertas elecciones sobre preferencias de género, etcétera. Ahí tengo un problema específico, justo porque la idea del libre desarrollo de la personalidad como un derecho particular, lo que hace es generar la idea de que el libre desarrollo es un derecho absoluto y que no se le pueden generar condiciones de limitación a ese derecho, porque evidentemente cualquier regulación del Estado finalmente incidiría en el libre desarrollo de la personalidad. Y aquí hay una cuestión muy curiosa en el fondo, donde la propia sentencia de la Corte lo que hace, el amparo 237/2014, resuelto el 4 de noviembre de 2015 por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación con una mayoría de tres votos, entonces a ver, también dimensionemos, la valentía de la Corte es de tres ministros, digamos, de una Corte de 11 en una sola de las salas resolviendo una cuestión administrativa además, porque es un permiso; además la Primera Sala no es la que ejerce la competencia administrativa y laboral, es la Segunda. Entonces hay una cuestión curiosa dentro de todo el movimiento. Segundo. El amparo como vino promovido, venía promovido por la Asociación Civil SMART, Sociedad Mexicana para un Consumo Responsable, una cosa así, por ahí anda, no me lo sé exactamente, y sus representantes. Y al final quedó otorgada solamente a los representantes, a la sociedad no porque el juez de distrito sobreseyó diciendo la sociedad no tenía derecho al libre desarrollo de la personalidad, porque era una persona moral y no una persona individual o no era un sujeto. Claro, la Suprema Corte en otras sentencias ya ha reconocido que las personas morales pueden servir para impugnar cuestiones de interés legítimo de los individuos, siempre y cuando su objeto social así lo determine. Por eso, Mexicanos Primero pudo reclamar los problemas de derecho a la educación. Entonces no se entiende en un momento dado por qué los abogados tampoco impugnaron, porque esto no se impugnó, nunca se analizó por Corte el levantamiento del problema del sobreseimiento, no hay agravio. Es una cosa muy curiosa, ¿no?, porque viene una impugnación muy robusta, viene una impugnación muy robusta para un club de consumo para que se les autorice a estas personas, a través del club de consumo, a ejercer el derecho, que es un poco lo que se decía anteriormente, es muy difícil conceder derechos en lo individual para consumir, sino realmente en un momento dado lo que resulta conveniente es conceder para una producción racionalizada, supervisada, fiscalizada de si es lo que se va a autorizar. La idea de que se pueden conceder permisos individuales, me parece que desvía la cuestión. De hecho yo creo que COFEPRIS no tiene facultades para conceder permisos en lo individual; esto es, COFEPRIS en ningún lado tiene, como autoridad sanitaria y de control de riesgo sanitario, la facultad para conceder permisos de manera individual a los sujetos. Claramente si lo que dice la sentencia en el fondo es: “Concédasele el permiso al sujeto”, pues entonces además la autoridad en el momento de emitir el permiso, tendrá que emitir todos los lineamientos para el cumplimiento de ese permiso y no solamente eso, para una fiscalización de la conducta permitida que claramente no está establecida en la propia ley porque no tiene facultades iniciales para hacerlo. Entonces estamos generando no sólo la autorización, sino todo el marco jurídico en el cual la autoridad se tiene que mover para conceder estas autorizaciones y fiscalizarlas. Estamos frente a un problema complejo. El segundo asunto que es curioso, es que mucha de la argumentación de la sentencia viene sobre el problema del daño, que también ha estado subrayado varias veces en esta mesa; el problema del daño en el sentido de que esta sustancia no es tan dañina como otras. El problema de la condición del daño y la relatividad del daño es que, en efecto, si fueran daños por sustancias de consumo, pues tendría que venderse la marihuana en las misceláneas donde se vende el thinner y el resistol. Parte del problema de las condiciones o evidentemente una vez concedida la autorización para producción, transporte, acopio, preparación y consumo de la marihuana, de ahí el brinco a la comercialización de la misma es mínimo porque las sustancias como el alcohol o el tabaco se comercializan de manera libre, con sus restricciones, pero de manera libre. Entonces estas son las condiciones muy complejas que están detrás de la sentencia de la Corte. Pareciera, y esta es uno de los comentarios del voto particular del Ministro Cossío, del voto concurrente del Ministro Cossío, perdón, es que el daño en sí mismo o la evaluación de cada una de las sustancias tiene que hacerse en su integridad desde una perspectiva de salud pública; esto es, la idea de seguir comparando las sustancias y diciendo que una debe ser más permitida que otra por el daño que causa, pareciera también que es una salida falsa. Hay que tomar la sustancia en su integridad, ver cuál es su impacto en la salud pública y de ahí desarrollar los mecanismos de regulación de la sustancia misma. El otro problema que tenemos aquí es que la autorización administrativa tiene una función muy particular, y esto es evitar que se apliquen las sanciones penales a los individuos autorizados. Entonces, de hecho la autorización administrativa en sí misma no es que me permita realizar la conducta, sino la autorización administrativa desde la Ley General de Salud lo que hace es evitar que se me apliquen las sanciones penales. Indirectamente lo que está sucediendo es que la sentencia de la Corte lo que hace es dirigirse al derecho sancionador, al derecho punitivo del Estado, al derecho penal y no al derecho administrativo autorizado, para evitar que se apliquen sanciones penales a estos cuatro individuos por las conductas que de cualquier otro modo estarían sancionadas penalmente. Entonces si lo pensamos, la discusión realmente tiene que ser si las conductas de las cuales estamos hablando en relación con la marihuana, y no sólo con la marihuana, estoy completamente de acuerdo que no debe ser sólo marihuana, sino debe de ser una política integral de drogas, debe ser penado o no debe ser penado, en qué condiciones debe ser penado, en qué condiciones se deben establecer penas alternativas, si las penas involucran cárcel o no y socialmente cuánto nos cuesta todo esto. Esto es lo que finalmente está detrás del derecho al libre desarrollo de la personalidad, porque de otro modo pareciera que el derecho al libre desarrollo de la personalidad es realmente que me dejen en paz y yo pueda consumir marihuana de manera libre. Esto me parece que desvía la cuestión tremendamente y desvía toda la condición regulatoria del Estado que se requiere, un poco lo que se había comentado también anteriormente, que se requiere para que este consumo sea adecuado, que no afecte a terceros, que claramente no afecte a poblaciones particularmente vulnerables, como en el caso de menores y ese consumo, a su vez, sea informado. Esto es, decía el maestro Ernesto Garzón Valdés, que no encontraba ningún argumento racional para detener a un individuo en pleno uso de sus facultades de ponerse una pistola a la cabeza y darse un balazo; la posición ultraliberal en el sentido de que no puede ser restringida una decisión personal. Un poco lo que decía Enrique es “quien sabe si realmente esa persona es libre en el momento que está tomando esa decisión”. Entonces ahí tenemos un problema en el fondo de si realmente de esto es de lo que estamos hablando. Mi preocupación en el fondo es cómo estructuramos los derechos en la discusión. Segunda y última parte: Desde 2004 la Suprema Corte de Justicia ha cambiado su mecanismo de razonamiento; el mecanismo de razonamiento de una utilización de mecanismos interpretativos muy extraños, muy a la mexicana, para darles un ejemplo se utilizaba un mecanismo genético teleológico de la interpretación de la Constitución. ¿Qué es eso? Quién sabe, o sea, porque es el origen y el fin, y es una cosa ahí medio rara. Ha pasado a un mecanismo de interpretación de razonabilidad en las medidas; esto es, y proporcionalidad en relación con la afectación de derechos. Pero la razonabilidad, que esto es importante, antes de 2004 subsistía una tesis de la Suprema Corte de Justicia que decía que las leyes emitidas por el legislador no tendrían que estar fundadas y motivadas, que la fundamentación simplemente era la competencia para emitir la ley y la motivación que hubiera relaciones sociales que requirieran esa regulación. Entonces realmente no tenía que justificar sus medidas. Esto evidentemente lo que había provocado es que el legislador no justificara nada y que fuera el propio Tribunal el que tuviera que inventar las justificaciones en las propias sentencias cuando evaluaba la constitucionalidad de las medidas o simplemente ser deferente al legislador en el momento que emitía la ley. Esto ha cambiado de manera muy importante desde el 2004, esto es ejemplo, esta misma sentencia, pero muchas otras de la Suprema Corte de Justicia al día de hoy, donde ya se le exige al legislador ordinario y a los poderes administrativos que cuando emitan actos o cuando emitan normas, éstas tengan que estar justificadas de manera importante, máxime cuando están relacionadas con la regulación de derechos. Entonces cualquiera que sea la opción que se tome finalmente, la opción técnica y la opción regulatoria, esta opción regulatoria tiene que ser muy consciente tanto el órgano regulador, tanto el órgano legislativo como los órganos administrativos, que estas normas tienen que estar muy bien justificadas. Y aquí es donde creo que entra la justificación científica del asunto; esto es, en sí mismo evidentemente la Corte no es una bola de científicos tomando decisiones ni tampoco pueden delegar a un grupo de científicos para la toma de sus decisiones. Pero lo que sí puede suceder es que si la justificación de las normas está basada en condiciones científicas bien fundamentadas, entonces la Corte va a tener información para hacer las preguntas pertinentes, para tomar los consejos y hacer o tomar los estudios y las opiniones de los especialistas que correspondan para realmente tomar una decisión judicial informada. Los jueces no tienen que ser científicos, la ciencia tiene que estar como fundamento de las normas para que los jueces en un momento dado puedan hacer las preguntas necesarias para tomar una decisión informada sobre cuál es la afectación de esa norma a la conducta de los individuos. Entonces tomando, y con esto concluyo, estos elementos, hay que tomarnos muy en serio la estructura de los derechos; hablar así nada más de derechos como libre desarrollo de la personalidad, sin hacer una reflexión de qué contiene y de qué nivel de justificación estamos hablando, es un error. Segundo, el comparar sustancias y no tomar una posición integral sobre la regulación específica de una de ellas, en un contexto de salud pública es un error. Y tercero, todas las autoridades involucradas en la regulación de esta sustancia son responsables de su justificación y de su fundamentación científica, social y de impacto o consecuencia. Con esto yo terminaría. Muchísimas gracias. Moderador: Agradezco la participación del maestro Raúl Mejía Garza, un excelente contexto sobre lo que es la libre autodeterminación. Para terminar esta mesa y cerrando con broche de oro, como siempre se debe de cerrar, tenemos a la maestra Rocío Culebro. Ella, dando una breve semblanza, es actualmente Directora Ejecutiva en el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, A.C. También ocupa el cargo de Secretaria Técnica en la Red Nacional de Organismos Civiles en Derechos Humanos, Todos los Derechos para Todos y Todas; Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional, Sección México; Directora Ejecutiva de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos; asistente de investigación de la Academia Mexicana de Derechos Humanos y ha sido Secretaria Técnica en el Instituto Electoral del Distrito Federal. Cuenta con una serie de ponencias a nivel local, nacional e internacional. Le pido, por favor, un aplauso, agradeciendo su presencia. C. Rocío Culebro Bahena: Muchas gracias. Ya estamos cansados, hemos hablado demasiado y siempre la última persona que le toca hablar dice “yo ya no tengo nada que hablar porque ya todo está dicho”, pero qué creen, en este caso no todo está dicho. Creo que para complejizar el asunto, como ya lo decía el licenciado Armendáriz González, hay otros elementos que hay que tomar en cuenta. Pero primero quiero solamente decirles que hay que quitarnos también una copa moralina que todos tenemos y que nos han hecho creer y que también hay que ser sinceros con uno mismo. Yo he probado la marihuana; sí, la probé al salir de la universidad, la probé en dos ocasiones y decidí que no la iba volver a probar porque no me gustó, simplemente. Pero sí me gusta fumar y fumo de lunes a viernes, y solamente fumo entre dos y tres cigarros, no fumo en mi casa porque mi marido es alérgico, entonces tengo que fumar en lugares al aire libre; pero hago ejercicio. Y tomo Coca-Cola, que hay una campaña de salud diciendo que no debemos tomar Coca-Cola porque tenemos un problema de obesidad, muy alto por cierto en este país. No sólo eso, tomo café, y lo tomo a las cinco y media de la mañana, todos los días de manera rigurosa. Y para terminar el día, junto con mi marido, porque eso sí lo hacemos juntos, nos tomamos una copa de vino todos los días. Y saben qué, funciono. Pero puede ser que lo que yo diga no necesariamente ustedes estén de acuerdo con lo que yo pienso y haga. Pero lo que sí les quiero decir es que sí funciono y funciono bien, hasta ahora, creo, es lo que creo. Pero el hecho de trabajar en una organización, y como ustedes han escuchado, no soy maestra, por cierto, soy una activista de los derechos humanos y eso me ha llevado a ver por el respeto de los derechos de las otras personas de la manera individual y de manera colectiva. Quiero decirles que efectivamente, este es un tema importantísimo. Quiero centrarlo en que estamos discutiendo en este momento la regulación o legalización de la marihuana, no del resto de las drogas, que seguramente en un futuro nos llevará a esa discusión. Me parece que hay que centrar esto en este momento. Un escritor, que algunos de ustedes quizá han leído, se llama Albert Camus, escribió que la ética tiene que ver directamente con la felicidad de las personas. Los derechos están construidos sobre la noción de la dignidad humana, la plenitud de las personas, y aquí puede estar un primer punto de convergencia entre ética y derechos humanos. Éste y los demás foros que está, afortunadamente, organizando la Secretaría de Gobernación, aporte suficientes elementos a los tres Poderes de la Unión para tomar las mejores decisiones para una reglamentación clara y sin ambigüedades, porque esto es muy importante. Consecuencias terribles en este momento: Muchos países en el mundo, entre ellos México, pagan con creces en violencia, corrupción, inseguridad, debilidad de institución y graves violaciones a los derechos humanos, lo que hasta la fecha sigue siendo la guerra contra las drogas. La enorme violencia nos ha llevado a ser una sociedad donde su tejido social parece casi imposible de recomponer. Ciudad Juárez nos ha demostrado que parece que sí se puede recomponer ese tejido. No sé así si en Guerrero o en Veracruz estemos en posibilidad de hacerlo. Inicio con un señalamiento que anotó otra de las personas que ha discutido sobre el tema junto con Jorge, otro Jorge, Jorge Javier Romero, es un académico y analista, y la semana pasada escribió un artículo y estaba yo leyendo sobre esto de la marihuana y me pareció que él sintetizaba lo que yo quería decir en varias cuartillas. Y dice: “La regulación de la marihuana es ya un imperativo, no sólo porque la Suprema Corte ha declarado la inconstitucionalidad de su prohibición absoluta, sino porque se trataría del primer paso para comenzar a construir una política de drogas basada en la evidencia, que corrija los graves errores cometidos en nombre de la salud pública con la prohibición; una política contraproducente que contribuyó a fortalecer a los delincuentes, exacerbó la violencia, ha perjudicado la salud de los usuarios de sustancias y ha impactado sobre la esperanza de vida de los jóvenes mexicanos de manera más contundente que cualquier enfermedad”. Por ello, entre estas cosas, esos argumentos el año pasado en una audiencia realizada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, más de 100 organizaciones mexicanas afirmamos que desde el 2006 cuando el expresidente Felipe Calderón declaró una guerra frontal contra la delincuencia organizada, el resultado fue que los índices de violencia, inseguridad y corrupción aumentaron alarmantemente, tendencia que a la fecha continúa. El mismo gobierno actualmente ha aceptado que hay aproximadamente 27 mil personas desaparecidas y muchas de ellas están relacionadas en el contexto de la lucha contra el narcotráfico. No me voy a poner a contarles de varios casos, pero ojalá ustedes, ya que se están informando de cómo tomar y cómo se tomará una decisión importante, deberán también hacerse llegar de otros elementos como esto de cuáles son las consecuencias en la lucha contra el narcotráfico. Por tanto un componente de la legalización de la marihuana y de una transición del modelo prohibicionista tiene que revertir este enorme caudal de dolor y sufrimiento social. La impunidad como caldo de cultivo. La impunidad y la corrupción son dos aspectos que permiten que autoridades de todo tipo y rango se coludan con el narcotráfico. De acuerdo con la organización CIDAC, el 83 por ciento de los delitos que se cometen nunca son reportados a las autoridades, porque se le tiene miedo, porque sabemos que son corruptas, porque no hay acceso a la justicia. El resto de los delitos, casi un 20 por ciento, sí se denuncia y está sujeto a algún tipo de investigación. Del total de los delitos, sólo el 9 por ciento llega a ser presentado ante un juez; y por último, sólo el 1 por ciento de todos los delitos son efectivamente castigados, recibiendo una sentencia condenatoria firme. La consecuencia es que el nivel de impunidad en México es de un 98 por ciento. Combatir la impunidad no se hace mediante ocurrencias o acciones políticas inmediatistas, sino con procesos de largo aliento. En la actualidad estamos a punto que funcione en todo el país el sistema penal acusatorio. Y a la fecha nadie lo ubica como parte de la solución, aún y cuando debería de serlo; peor, en algunos estados están pensando en otro tipo de tribunales a instalar, copiando la política de los Estados Unidos. Perdón, es Chihuahua, verdad; Chihuahua es uno de ellos. Nuevo León y Chihuahua. Ojalá pudieran revisar eso desde el punto de vista de los derechos humanos, porque creo que eso nos va a hacer grandes estragos, en tener dos tipos de acceso a la justicia. Por tanto, es indispensable una planeación nacional que nos permita contar con un sistema penal que se olvide del oropel, como son las salas de juicio oral, con sofisticados equipos de grabación, etcétera, y se aboque a lo esencial: Policías de investigación que tengan formación y perfil de investigadores, servicios periciales profesionales e independientes. Qué lástima que se fueron los estudiantes de medicina, ojalá un día ellos puedan trabajar en servicios periciales. Necesitamos de médicos con ética. Y Ministerios Públicos que sean capaces de coordinar lo anterior para efectivamente esclarecer los hechos. Es muy importante tener una policía ministerial, una policía municipal y una policía de seguridad pública no solamente con la ética para serlo, sino con la formación necesaria. Y eso pasa por cuánto gana un policía, cuánto gana un servicio pericial. ¿Saben cuánto gana un servicio pericial en Campeche? Cuatro mil 500. ¿Saben cuánto gana en Oaxaca? Cuatro mil 500. ¿Ustedes creen que eso no ayude a llevarnos a un sistema de corrupción y a los policías? Sí. Tenemos tan claro el caso de Ayotzinapa, donde policías municipales detuvieron a estudiantes, a los 43 estudiantes de Ayotzinapa y se los dieron a los grupos del narco. No me digan que lo que pasó en Topochico es nada más algo casual. No, todos sabíamos lo que Topochico, el penal de Topochico era, la mecha estaba ahí y había que prenderla en cualquier momento. ¿Quiénes son los que provocaron eso? Los narcotraficantes. Eso no quiere decir que la legalización de la marihuana nos lleve a que todos los narcotraficantes queden en la libertad. No. Sino que hay toda una serie de factores que tenemos que regular y tomar en cuenta para impedir la impunidad, impedir el abuso de poder, impedir la corrupción y hacer posible el acceso a la justicia, hacer posible también la libertad de las personas, el tránsito de la seguridad del Estado a la felicidad de las personas. En los próximos meses la Asamblea General de la ONU celebrará una sesión especial sobre drogas con el objetivo de evaluar la implementación de la declaración política y plan de acción sobre drogas de 2009. Ahí los gobiernos tendrán que escuchar otras voces, centralmente las víctimas de la violencia generada por estas políticas y deben revisar la vigencia de las convenciones a partir de nuevos indicadores de éxito y fracaso, y la derogación de todos aquellos conceptos sobre los que se ha estructurado el esquema actual que ha fracasado. El uso de drogas debe ser tratado como un tema de acceso a la información y reducción de daños de la salud pública, lo que supondría a las personas usuarias de drogas que no deben de interactuar de entrada con el sistema de justicia penal por el mero hecho de consumir, ni ser objeto de sanciones penales, detenciones arbitrarias, acoso y extorsión de la policía, encarcelamiento u otras formas de represión. No da tiempo para hablar de lo que esto significa. Hagamos una vuelta copernicana, el problema no son los usuarios, sino aquellos que en complicidad con el Estado han convertido el consumo de marihuana en un enorme negocio global, a ellos es a los que se debe enfrentar y dejemos a quienes consumen en paz. Muchas gracias. Moderador: Agradecemos la participación de la licenciada Rocío. El siguiente punto, les voy a pedir a nuestros compañeros ponentes, siguiendo la metodología del debate, comprende una serie de preguntas o intercambio de opiniones entre los ponentes. Posteriormente vamos a pasar a las preguntas del público, que ya tengo algunas aquí, nada más en el entendido de que para darle la oportunidad a varias personas vamos a tomar una pregunta del público, porque estoy viendo que tengo o cuatro cinco preguntas en una sola hoja. Así que, por favor, no se sientan agredidos y no hay ningún tipo de discriminación, pero cada tema sería sujeto a una interpretación varios los diversos contextos de nuestros ponentes. El siguiente paso es dar la pauta a nuestros ponentes para hacer un intercambio de ideas por medio de preguntas. ¿Hay alguien interesado? Intervención: Más que pregunta, quisiera hacer unos comentarios. Los derechos humanos son una construcción como los aeroplanos y como los coches, no pensar que es así equivaldría a asumir que el hombre de neandertal ya tenía derecho a la privacidad de sus datos personales en las computadoras, son un logro derivado del razonamiento político en el cual muchísimas generaciones han participado. Creo que es muy importante subrayar esto, porque también el término derechos humanos tiene un peso logístico, quiere decir que tiene un peso emotivo muy importante y es fácil que muchas reivindicaciones estén tratando de utilizar el término derechos humanos para verse favorecidas de este factor emocional. Siento que es un tanto arriesgado hablar del derecho humano a ser narcodependiente, a ser narcoconsumidor, creo que no podemos colocarlo al mismo nivel que las reivindicaciones, de la igualdad de sexos, la reivindicación de la libertad en la época de la esclavitud. Esto no quiere decir que no haya reivindicaciones que son importantes en términos de expectativas sociales, pero también con esto hay que ser muy delicado. Por ejemplo, estoy totalmente de acuerdo en lo que está diciendo Jorge y lo que dice Rocío, pero tengo un matiz muy importante, no podemos incurrir en términos de razonamiento político en una falacia por generalización, de las propiedades de un miembro o de un conjunto no puedo predicar esto para el conjunto en su totalidad. Del hecho de que el Chicharito sea un excelente jugador de fútbol no puedo inferir que el equipo en el que juega es excelente. Del hecho de tener consumidores funcionales no puedo inferir que todos los consumidores van a ser funcionales. Un problema de toma de políticas públicas toma en cuenta los que sí son problemáticos, en este caso no todos son consumidores funcionales, seguramente sus historias de vida tienen mucho que ver en que sean así, tal vez su familia, su nivel cultural, el entorno en el que se desarrollaron. Las políticas públicas deben tomar en cuenta el problema del sistema global en su conjunto. En este sentido, también quisiera referir algo vinculado con la decisión de la Corte, Hart, que es un célebre profesor inglés dice: “Las decisiones de los tribunales más altos no son necesariamente correctas”. Por ejemplo, en un caso de un juego de fútbol, del hecho de que el árbitro cuente como si fuera gol algo que a todas luces fue realizado en un fuera de lugar e incluso que gane el equipo, no quiere decir que haya sido gol. El hecho de que la Corte tome una decisión no implica que la Corte sea racionalmente correcta por necesidad. Esto es un poco el sentido en el cual dirigí mi revisión acerca de la sentencia de la Corte, particularmente lo que sostengo es que las proposiciones que considera la Corte en su ponderación no satisfacen condiciones de verdad que epistémicamente requerirían ser alcanzadas para ser justificadas y esto lo tocaba, incluso Raúl, en términos del problema de la justificación científica. El estándar para determinar que esas proposiciones que ponderan es sumamente bajo, por ejemplo, el tema de la autodeterminación ni siquiera se revisó filosóficamente, lo cual es todo un tema en términos de determinación, traté de tocarlo científicamente para tratar de acabar con debates simplemente especulativos. Con respecto a si la marihuana no genera una serie de problemas, la información fue sesgada, no se tomó en cuenta todos los estudios que hay a través de la teoría de la escalada, hay todo un libro escrito por Fernando Cano Valle, con una investigación comparada, donde vemos estudios que muestran que es la puerta de acceso a otras cosas. Estos serían mis comentarios y muchas gracias. Moderador: Gracias. Le damos la palabra al maestro Jorge Hernández. Mtro. Jorge Hernández: Gracias. En primer lugar, qué bueno que se pueda dialogar o no estar de acuerdo en cosas, creo que esto es lo valioso de estos ejercicios. Tengo mis dudas sobre la cuestión de la escalada, hay otros textos que dicen exactamente lo contrario, es decir, aquí la ciencia no se ha puesto de acuerdo. Aquí justamente creo que estamos ante un problema de decisión del Estado frente a ciertas cosas que es necesario revisar y aquilatar en su justa dimensión. Yo diría, justo empezando con esa cuestión, el hecho de que exista una minoría problemática de usuarios de drogas, que suelen ser entre 9 y 8 por ciento, aceptado finalmente, no quiere decir que los demás lo seamos. Esa parte de la generalización me parece que hay que plantearlo al revés, no porque yo sea funcional los demás no van a ser cuando la proporción de usuarios, y pensemos en el alcohol, así como muchos de nosotros bebemos, sólo una minoría de nosotros desarrolla un problema de alcoholismo y el alcohol genera dependencias mucho más fuertes que la marihuana, creo que ahí, justamente, no va el instrumento. No me interesa teorizar sobre la Corte, creo que no soy el más indicado, pero sí puedo hablar de mi experiencia con la ley, y me parece que eso es algo que para los que estamos de a pie nos importa, nos importa cómo se ejerce la ley sobre nosotros y cuáles son las características de esa ley. En el caso específico de la marihuana, por ejemplo, muchas veces nos acusan, se nos acusa a los usuarios, es que ustedes además son unos egoístas, porque van y compran, le dan dinero al crimen organizado, que son esos tales por cuales, que nos han jodido. A mí no me caen bien tampoco, eh. ¿Qué es lo que dice la ley en el caso específico de la marihuana? Tengo que aquilatar y resulta que si yo decido, usando mi autonomía personal, esté bien o mal mi decisión, consumir marihuana tengo dos vías, una es adquirirla y otra es cultivarla, no hay más. Si voy a comprar tengo ciertos riesgos, porque incurro en el riesgo de ir a comprar una transacción ilegal, salgo y estoy transportando marihuana, me encuentro en posesión de ella, que, por cierto, para consumir necesariamente tengo que ser un delincuente, es decir, necesito poseer esa sustancia. La ley lo que hace es verme, primero, como alguien que posee y que es un delincuente antes que como un sujeto de derechos, y esa es la práctica en la calle. Curiosamente el policía si ve la transacción dice: “¿A quién voy a detener?”, pues al que salió en posesión, porque es un usuario, es inofensivo, es extorsionable, porque además si sólo son cinco gramos. Tengo cuatro gramos, oficial. Mire, aquí hay tres más. Ya usted está en posesión y es un delincuente, ya no está usted siendo sujeto de derechos, es un delincuente. Y no se mete con el crimen organizado, que es el que está vendiendo detrás. Entonces, yo digo, no voy a comprarle al crimen, mejor cultivo. Resulta que si cultivo y hay dos o tres adultos junto a mí eso la ley lo toma como producción, no entra en el sistema de narcomenudeo, donde tengo ciertos derechos y además si hay otros dos adultos es crimen organizado, tengo 10 años de cárcel. La ley en realidad me incentiva o incentiva al mercado negro que dicen combatir y además me echan la culpa, creo que eso no es teórico, eso pasa todos los días, eso me ha pasado a mí y conozco a mucha gente que le ha pasado, sin que eso signifique toda esa gente que conozco que ha fumado marihuana durante muchísimos años tenga algún problema consigo mismo o con los demás. Gracias. Moderador: Muchas gracias. ¿Alguien más de los ponentes? Ya nada más la última réplica del maestro y posteriormente pasamos a la pregunta del público, por favor. Todavía estamos abiertos, si quieren mandar otras preguntas, como les comenté, una pregunta sería lo ideal. Intervención: La decisión de la Corte para aclarar también, no hay que pensar que dice que ya está legalizada, solamente un posible antecedente y el problema es que es un antecedente con un grado de justificación científica muy bajo. Por otra parte, creo que hay distinguir entre lo que está comentando Jorge, a nivel de lo que sería aplicar las leyes, de lo que es la aplicación de las leyes y la arbitrariedad que sufrimos todos no por el hecho de consumir ningún tipo de sustancias. Por lo que respecta a la diferencia entre consumidores funcionales y no funcionales. Un experimento en neuromarketing, los estudios neurológicos del impacto de la mercadotecnia, le ponen a dos, y esto se ve con imagen cerebral, le pones a dos sujetos dos botellas de vino con el mismo vino, le marcas a uno que el precio de una de las botellas es más alto que el otro, cuando le preguntas a los sujetos cuál de los dos vinos es mejor, te dicen directamente que es el más caro y esto tiene impacto en las zonas del cerebro que se activan. Si estamos pensando en el riesgo de una industria de la producción de droga semejante al tabaco, estamos también pensando en que estos mecanismos que no son controlados conscientemente se puedan propagar de manera social y que consecuentemente traigan las mismas consecuencias que nos estaba manejando el ingeniero Solís con datos duros, no con apreciaciones subjetivas, lo que ocurrió después de la legalización. En lo que estoy totalmente de acuerdo con Jorge es que nos hace falta mucha investigación científica acerca del tema, ese es el gran problema que yo encuentro tenemos en este momento. Si tenemos dos teorías en ciencia que están sustentando posturas distintas corresponde lo que en filosofía de las ciencias se llama “El problema de la inducción a la mejor explicación”. En términos de diseño de políticas públicas, sino es concluyente, mejor no le muevas a empeorar las cosas. Muchas gracias. Moderador: Ya para la equidad, brevemente les vamos a pasar, por último, al maestro. Intervención: Muy brevemente. Es importante hacer notar que algo que la Corte determinó es que uno de los criterios es el no comercio abierto. Por eso yo empecé hablando como usuario, porque dije: A mí nadie me ha preguntado si quiero que sea la Fily Morris la que me la venda. No lo quiero, yo no quiero formar parte de esa empresa de lucro en lo que lo que importa es el lucro y vender más, en el caso de la planta se puede cultivar. Yo no quiero eso. La Corte abrió una puerta para permitirme no recurrir al mercado negro, no para abrir una comercialización abierta y creo que los usuarios estamos de acuerdo en que no existe ese mercado abierto. Gracias. Moderador: Gracias. Para hacer partícipe a todos los ponentes tengo una pregunta del foro, o sea, no va dirigido específicamente a un ponente. Nos dice: “Debido a que se está en los foros sobre ética y derechos humanos me gustaría que la mesa llegara a una conclusión ética respecto a la legalización y consumo de esta droga”. Una pregunta muy difícil, porque si se dan cuenta estamos viendo posturas encontradas. No sé si algún ponente pudiera tener como una conclusión respecto al matiz que trae. Gracias. Intervención: Creo que si hay una convergencia es en la no discriminación al usuario, en este punto de vista todo estamos de acuerdo, todos estamos de acuerdo que en la implementación de la ley en México, como en muchos otros países, hasta hoy han penalizado al consumidor, lo han criminalizado, le ha denegado el acceso, tanto a la salud, como también a la justicia. Esto adentro de una perspectiva de derechos humanos y sobre todo de derechos, de Estado de Derecho, el secretario esta mañana ha hablado del Estado de Derecho. El Estado de Derecho quiere decir que todos somos iguales en lo que es el gozo y en las responsabilidades derivadas de la ley. Esto tiene que cambiar. Creo que sobre esto estamos todos de acuerdo. Moderador: ¿Alguien más? Intervención: Creo que es muy difícil, vaya, la decisión que se toma es una decisión difícil, como toda decisión que implica el menoscabo, sacrificio o balance entre dos elementos sociales o la idea de que alguien pueda en un momento dado dañarse o no dañarse o ser paternalista o no paternalista. La misma idea, en un momento dado, de permitir la terminación anticipada del embarazo hasta la doceava semana, tal vez no es una condición completamente científica lo que está en el fondo, sino un problema de salud pública en el cual las mujeres se están muriendo por hacerse abortos clandestinos. La toma de decisiones en el fondo no es una toma de decisión fácil, ni es una toma de decisión natural, aun cuando la misma pueda ser fundada en derechos. Esto es una cuestión importante. El manejo por parte del Estado de esta fundamentación es relevante y debe ser puntual, específica y precisa, y llevar todos los elementos científicos posibles para la toma de decisiones sin que sea determinante. Moderador: Las preguntas, por favor, serían por escrito. Intervención: (Habló fuera de micrófono) Moderador: Es que si hacemos la excepción tendríamos que hacerlo para todos, le vamos a dar prioridad a las que están por escrito. Nada más les voy a comentar que algunas voy a tratar de hacer las preguntas, porque manejan un contexto antes de realizar la pregunta. Hay una muy interesante que dice, se habla mucho de mantener el orden colectivo y su complejidad, pero por qué el biopoder del Estado y las mayorías debe decidir en la soberanía del sujeto, en tanto esa soberanía comienza de la piel hacia adentro. Intervención: Precisamente en eso descansa hoy a lo que se le llama la democracia constitucional, que a diferencia de la democracia mayoritaria se puede convertir en una dictadura, como dicen, en una dictadura de las mayorías y la pregunta es: ¿Por qué todos van a decidir por mí lo que yo personalmente no quiero decidir? A mí no me gusta que decidan por mí y creo que a nadie le gusta que decidan por el mismo y cuando no hay una afectación a un tercero. ¿Por qué son las mayorías las que tienen que decidir? En esto descansan esas libertades individuales sobre las colectivas a final de cuentas. Moderador: Nos vamos con otra pregunta. ¿Es el sistema capitalista neoliberal un factor real de presión para la supuesta legalización del cannabis? Intervención: Seguramente es un mercado, la marihuana es un gran mercado, hay enormes intereses comerciales en juego. Entre las sustancias adictivas es la única que todavía se queda libre, no hay un mercado regulado en materia de marihuana. Como decía antes, todas las sustancias adictivas están organizadas en oligopolios, el alcohol es un oligopolio, el tabaco es un oligopolio, los farmacéuticos son oligopolios, la marihuana podría ser el último oligopolio que se quede. Intervención: No, no es el último. Intervención: ¿Hay más? Intervención: Seguramente,. Intervención: El penúltimo. Moderador: Adelante. Le pido, por favor, a los ponentes, máximo tres minutos. Intervención: Es interesante eso. Creo que hay algo que henos obviado y es que a veces hablamos de una sustancia y en realidad originalmente y su producción es una planta, y justamente plantea cosas diferentes, es decir, la podemos cultivar todos. Yo no sé destilar whisky, me parece que es difícil sintetizar cocaína, cocinar metanfetamina, es distinto, aquí se trata de una planta y, por lo tanto, debe ser regulada como una planta, no sólo como una sustancia y creo que es importante tenerlo. En ese sentido, el cultivo que puede democratizarse podría ser una manera de enfrentar esta tendencia al mercado y al lucro que, sin duda, existe en ese y en todos los demás productos que consumimos. Moderador: Gracias. ¿Con la propuesta del debate sobre la legalización de la marihuana esto induce o promueve el uso de las drogas inconscientemente? Intervención: Sí, desafortunadamente sí. Todos los estudios que han sido llevado adelante, en particular en Estados Unidos, pero también en Europa, indican que el debate y la banalización del tema de la marihuana reduce lo que es el umbral del riesgo, de la percepción del riesgo sobre todo de los menores, de los jóvenes. Esto seguramente es uno de los efectos. Intervención: Volvemos, es una cuestión de información y regulación, distinción, y vuelve, si se va a decidir la permisión del uso, cultivo, transporte, preparación, etcétera, lo que requerimos es una regulación y un sistema informativo que permita hacerse cargo de estos riesgos, el desconocerlos no significa que no estén ahí. Intervención: Quisiera hacer un comentario. Me quedé pensando en algo de lo que decía Jorge, más allá de la industria que pudieras tú cultivarlo, quizá una regulación y pensando en alguna especie de respuesta más o menos cerrada. La ley permite tener consumo de marihuana en cantidades muy pequeñas, quizá lo que se puede permitir es el cultivo de la marihuana en cantidades reguladas por la ley, que te permita tener una autogeneración de la marihuana dentro de las cantidades que la propia ley te permite, porque asume que no son dañinas. ¿Tú estarías de acuerdo con eso? Intervención: Por supuesto. Justamente el problema es cómo se organiza la asociación del cultivo, porque es muy difícil que yo me pueda cultivar jitomates, pepinos, para satisfacerme a mí mismo, pero entre grupo sí puedo hacerlo sin derivar al mercado abierto. Esa es la propuesta, lo que pasa es que no viene a hablar de la propuesta regulatoria, pero la propuesta regulatoria es asociación de cultivos sin fines de lucro, de eso se trata todo, es lo que la Corte dijo: “Sin fines de comercio”. Gracias. Intervención: En ese caso ya tenemos el fundamento legal, el Ministerio Público, más allá de ciertos gramos para el consumo no te puede detener, cinco gramos. Intervención: Sí te detiene. Intervención: Ah, bueno, en la práctica por nuestra corrupción. Intervención: (Habló fuera de micrófono) Intervención: Con respecto a los clubes cannabicos seguramente son una opción. En España dos decisiones recientes del Tribunal Supremo y de la Corte Suprema, pero han evidenciado muchos problemas con respecto a los clubes cannabicos, en España están cerrando muchos, porque desafortunadamente se habían vuelto un sustituto del mercado ilegal. Con respecto a las cantidades y al autocultivo, seguramente el autocultivo, la despenalización del autocultivo puede ser una respuesta eficiente a lo que son las exigencias de los consumidores responsables, seguramente. Pero la despenalización, repito, del autocultivo, eso es cuatro o cinco plantas, ha sido aprobado en algunas legislaciones, el modelo que ha sido aprobado en Washington, en Estados Unidos, está fundamentado exclusivamente con el autocultivo. No solucionaría el problema del mercado paralelo y no solucionaría uno de los grandes problemas del debate de la marihuana, que es el consumo por parte de consumidores no habituales, ese es el consumo recreativo de quien no es un consumidor. Intervención: En efecto, tienes razón, no te previene que no te detengan, la cuestión del consumo mínimo tiene que ser demostrada por el consumidor o la farmacodependencia, pero el Ministerio Público, la misma policía, tiene la obligación de presentarte. Los cinco gramos de permisión no son un esquema que permita que consumas, sino es un esquema que te da una excusa absolutoria, te permite que no te castiguen. Intervención: (Habló fuera de micrófono) Intervención: En esta dinámica quisiera agregar otro punto, porque sé que estamos hablando de marihuana, pero cuando hablamos de heroína y cuando hablamos del problema de drogas. Seguramente la marihuana desde el punto de vista social es la que genera menos problemas, la heroína produce mucho más, las mismas tablas con respecto a heroína hablan de 0.05 miligramos, eso es con respecto a la heroína y otras drogas más pesadas. Hay la presunción de culpabilidad inmediata y eso seguramente no es aceptable, es una violación clara de los derechos de los usuarios. Moderador: Siguiendo con la dinámica, porque tenemos más preguntas. ¿En Estados Unidos la legalización ha sido una cuestión de estados, no un tema federal, se ve esa posibilidad aquí en México? Intervención: De hecho, como está establecido en la Ley General de Salud no. El sistema está federalizado, tendría que hacerse un cambio, un poco en algún momento lo comentábamos, tal vez la política de tolerancia en la persecución podría diferenciar a los estados, pero en principio en México, a diferencia de Estados Unidos está federalizado los límites y la persecución, si bien es cierto que el narcomenudeo ya se delegó localmente, sigue estando regulado de manera federal. Entonces, sí estamos hablando de un problema de tolerancia, hasta dónde esto me permitiría producir localmente sin que fuera un problema federal, es complejo el asunto, pareciera que la política sí tiene que ser del congreso federal para que ésta tenga algún viso de éxito. Moderador: ¿Alguien más? Intervención: La idea es muy sencilla, jurídicamente, desde mi punto de vista, hay que eliminar la posesión como delito y no se puede consignar a nadie siempre y cuando no haya elementos aledaños que indiquen comercio, transmisión, distribución, pero de otro modo si la posesión sigue siendo un delito por sí mismo, estamos jodidos para siempre. Moderador: Una pregunta más. Hablando sobre investigaciones de salud y datos científicos por qué la Coca-Cola se mantiene como un producto legal, siendo que es una sustancia que cuesta millones de dólares al sector salud por sus consecuencias dañinas ya definidas por investigaciones científicas. Intervención: Yo no tengo la respuesta, hay que preguntársela a la Coca-Cola y lo mismo tendremos que preguntarlo una vez que la marihuana sea legal a los productores de la marihuana. Esto es uno de los grandes desafíos o de los grandes dilemas que se pone en este debate, como dice uno de los padres de la legalización en Estados Unidos, una cosa es sacar un cubo de hielo en su forma de la nevera y después reponerlo, uno obtiene exactamente el mismo cubo de hielo. Otra cosa es sacar un suflé, producto hecho con el horno y después tratar de ponerlo otra vez adentro del horno, nunca uno tendrá el mismo resultado. Si la legalización sigue adelante nadie hoy en día puede decir, nadie, ni quien está en contra, ni quien está a favor, nadie podrá decir cuál será la situación que se tendrá que enfrentar una vez legalizados. Entonces, allá también hay la sugerencia de mucha prudencia. Moderador: Gracias. Intervención: Quisiera nada más comentar, tratar de generar consensos. Originalmente pareciera que Jorge y yo estábamos en posturas muy diversas, pero creo que el acuerdo es pensar, para aterrizar en algo, en un proyecto de autorregulación muy clara de las sociedades de autoconsumo que permitan un consumo dentro del gramaje que está autorizado por la Secretaría de Salud, creo que eso podría ser, puede ser que se discuta el gramaje, pero en última instancia un gramaje que se considera que no es dañino. Moderador: Una postura muy interesante al respecto. Manejando un poquito sobre lo que es la libertad sobre la mesa, me gustaría, salvo que los ponentes consideraran lo contrario, que dieran una opinión final sobre lo que es su postura frente al tema. Sé que ya lo manejaron dentro de la mesa, pero sí me gustaría que recalcaran los puntos finos una vez que ya hayan escuchado a los demás pares. Les parece cinco minutos, tres minutos. En orden de aparición. Intervención: Es la misma conclusión a la que llegamos, primero el tema de la discriminación con el tema de la persecución que sufren los usuarios de drogas, por un lado. Por otro lado, el tema de que cuando se discuta por el legislador y sobre la legalización, que necesariamente tiene que discutir esta parte de los derechos humanos que es indispensable, que son derechos superiores, son derechos supremos. La otra parte es un poco pesimista, aunque nos pongamos de acuerdo en esta mesa de cómo hay que legalizarse, pues las cosas ya están dichas, el Congreso va a determinar qué es lo que se va a legalizar o no. Creo que estos congresos solamente nos sirven para decir que se toma en cuenta la opinión pública. Gracias. Intervención: Reitero la necesidad de tener mucha prudencia, aún con el autocultivo se darán situaciones de seudomercado. ¿En qué sentido? Qué pasa si aquí en Chihuahua, en el estado está haciendo frío y tengo mis plantitas y que no produjeron porque no les pegó el sol, entonces voy a tener la posibilidad de pedirle a un amigo en Chiapas que me mande, entonces se empiezan a sofisticar los mercados, por sabores, etcétera. Inclusive en ese aspecto se debe de tener una cautela en no ir pervirtiendo, no pervirtiendo, sino haciendo los mercados que vayan creciendo, lo vemos inclusive en la vestimenta, a través de la historia, como al principio era una cuestión de sobrevivencia y ahora la vestimenta se ha convertido en un tema de sofisticación, que obviamente no le afecta a muchos, a algunos sí. Pero el tema de mercado, aun empezando una fase, se debe de regular con mucho cuidado y mucha cautela por el sin fin de situaciones que se podrán enfrentar. Gracias. Intervención: Creo que estamos aquí para averiguar las distintas alternativas que tenemos para la regulación del uso de la marihuana, porque no hay una, por lo menos en eso podríamos estar todos aquí o no sé si haya alguien en la mesa que básicamente dijera que todo este movimiento y que todo lo que se ha provocado llegue a dejar las cosas igual, porque entonces sí tendríamos una situación peculiar, al menos después de un movimiento de este tipo. Nada más me gustaría decir, el derecho, la regulación directamente relacionada con la libertad del individuo es la regulación penal, no nos engañemos que mediante una regulación administrativa podemos darle la vuelta a la prohibición penal porque además generamos problemas de desigualdad muy importantes. Las personas que están obteniendo permiso para el cultivo y autoproducción de marihuana están produciendo cantidades mayores que algunas personas que están en la cárcel cumpliendo condenas por posesión. Me parece que de entrada tenemos un problema de igualdad en el fondo, donde tenemos que tomar en cuenta cuáles son los instrumentos, y si no pasamos por el derecho penal no hay modo de regularlo, y una vez pasando por el derecho penal el derecho administrativo ya es el elemento suficiente para la regulación. Muchas gracias. Intervención: Derecho y marihuana, hablando sobre este tema, el primer punto es no hacemos más discriminaciones de lo que hay. Si hablamos de derechos no veo por qué tenemos que discriminar y seguir discriminando a los usuarios de marihuana de todos los otros usuarios de drogas. Entonces, si hay un derecho que sea para todos y no solamente para quien consuma marihuana, que además, lo repito, es el consumidor que menos problemas tiene y genera la sociedad, si queremos, de verdad, hablar de derechos que sea para todos. En ese contexto, si a una política de drogas que refleja y promueva los derechos humanos, los derechos humanos de todos, de los usuarios, pero también de los no usuarios. En ese contexto enfoque sobre los derechos colectivos y no individuales. Muchas gracias a la Corte por su contribución por estimular este debate, pero algo es un caso judicial, un amparo, otro es tomar decisiones que tienen que ser decisiones de política pública que se aplican a toda la colectividad. En este contexto sí promoción, defensa del derecho a la salud, lo repito, derecho a la salud para todos, para los no consumidores, como también para los consumidores, quién consuma tiene exactamente los mismos derechos de quien no consume, y sus derechos no tienen o no deben ser violados. Por último, sobre todo remoción de todos los obstáculos, también en la implementación de la justicia bajo el principio de la proporcionalidad de la pena, ya el sistema judicial está gestionando poner o empezar una acción judicial a un comportamiento a un usuario absolutamente, no respecto de los derechos humanos, no a penas desproporcionadas, en algunos lugares del mundo todavía hay la pena de muerte por delitos de drogas, las penas privativas de la libertad tienen y deberían ser limitadas a los crímenes violentos. Gracias. Intervención: La decisión de mi parte sería que permitir el consumo de la marihuana en los términos en que se está planteando, pero condicionada siempre y cuando a cambios sustanciales y drásticos en un esquema preventivo o educativo, a un esquema de aquellos que decidan en un momento dado salir del consumo, haya las instituciones y las condiciones necesarias para tomar esa decisión. Muchas gracias. Intervención: Creo que hace falta más investigación científica al respecto, creo que se ha dado oportunidad para hacer esta investigación a las universidades. Creo que la salida sería, sin duda alguna, la prevención, pero lo que me preocupa es el funcionamiento y la eficiencia de nuestras instituciones. Tenemos una reforma educativa, sin reforma pedagógica, díganme ustedes qué significa eso. ¿Cómo vamos a poder implementar esto? Es un problema más bien de la práctica de las instituciones. Por otra parte, también creo que debe enfocarse más como un problema de salud, más que como un problema criminal. Pienso que hay que aislar de una manera muy importante el tema de las posibles sociedades de autoconsumo y tal vez en un siguiente panel interesante, si esto no es sólo una legitimación, como nos dijo en su momento Carlos, convocar a un tipo de panel sobre análisis de derecho comparado de instituciones comparadas de sociedades de autoconsumo que impidan la propagación de esto, que afecte la autoorganizatividad de nuestro sistema con todos los efectos indeseables que ya hemos visto. Muchas gracias. Intervención: Creo que para finalizar quiero enfatizar que vivimos en una sociedad igualizada, vivimos en una sociedad moderna y hoy estamos discutiendo temas que hace 10, 15 años no nos imaginábamos, como discutir la unión de personas del mismo sexo, estamos ahora con otros temas como el de los vientres de las mujeres, se está discutiendo ahora en Tabasco. Es decir, que son temas muy complicados, muy complicados, porque tienen muchas aristas, hay muchos elementos que ya se presentaron en esta mesa. Pero eso no nos impide, sino, por el contrario, nos tiene que ayudar y creo que la Suprema Corte de Justicia a lo que nos alienta y nos da es, vamos, entremos a la discusión y veámoslo de una manera seria, sin coartar las libertades de las personas, sin coartar nuestros derechos, que ya los tenemos garantizados en el Artículo 1 de la Constitución. Creo que eso es parte de lo que nos tiene que llevar a estas discusiones. Mucho de lo que se ha discutido es desde la parte también criminal, el hecho de la prohibición del uso de las drogas. Sólo quiero decirles, insisto, porque es parte de mi postura, que tiene que cambiar la política de la lucha contra las drogas, creo que esto puede también ayudar a no solamente garantizar la libertad, sino a aminorar parte de la violencia que tenemos en las calles y en muchos lugares, es decir, evitar también que se sigan cometiendo graves violaciones a los derechos humanos en aras de la lucha contra el narcotráfico. Ahí también es una responsabilidad de las autoridades y una responsabilidad del Estado, o sea, tenemos extremos y tenemos también que caminar y ver cómo hacemos que esos extremos no se vayan, justamente al extremo, sino cómo encontramos soluciones intermedias que nos puedan llevar a una sociedad distinta y que no tengamos preocupación. Yo incluso estoy expuesta a que un policía me detenga y me clave cinco o seis gramos de marihuana, porque así funcionan las policías en este país. Esa es otra visión que no debemos perder de vista. Intervención: Yo estaría de acuerdo con la cautela, como se dijo, pero eso no quiere decir que más vale seguir violando los derechos de una minoría, es decir, algo tiene que cambiar. En segundo lugar, yo no pensaba venir aquí, sino me había inscrito en el de la Ciudad de México, que me queda más cerca, y justo ahí metí una ponencia sobre regulación del cultivo y sobre las asociaciones de cultivo, cultivo con fines medicinales, cultivo con fines industriales. Los invito a que sigan ese debate. También quisiera introducir un concepto que aquí no se dijo, que es el de la reducción de riesgos y daños. ¿Qué es? La reducción de riesgos y daños es si aceptamos que se consume y no vamos a juzgar ese consumo, entonces hay que enseñar a la gente cómo consumir de forma segura para ellos mismos y para los demás, no es prevención, es decir, ya es la gente que consume. Tampoco es tratamiento, que es el usuario problemático, que es menos del 10 por ciento y el resto estamos en el 90 por ciento de gente que lo que requiere es información fidedigna sobre cómo cuidarse a sí mismo y a los demás. Por último, esto es un mensaje, digamos, que viene desde los usuarios que me encargaron que lo dijera, que vemos en esta decisión de la Corte un derecho reconocido y que vanos a ejercer ese derecho a pesar de la regulación que pueda haber. Gracias. Intervención: Un debate académico con un contexto muy interesante sobre un tema muy difícil de abordar. Agradezco a todos los ponentes su participación en nombre de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, en el mío personal, en mi persona. Les hago partícipe de mi gratitud por haber estado en este debate y tomando en cuenta, como dicen los que están, hay errores en los programas en vivo, entonces les pido una disculpa por algún tipo de error que haya tenido en mi participación. Creo que nos llevamos muchas soluciones, no soluciones, sino varios puntos de vista importantes que deberán ser tomados en cuenta en un futuro próximo para la decisión que se tomaría ya formalmente mediante el proceso legislativo correspondiente. Agradecemos la presencia de ustedes, público y de nuestros ponentes. Por último, les pido un gran aplauso para despedir a nuestros ponentes. Damos por terminado el presente debate. Muchas gracias. ----o0o----