Concepto de incapaz como falta de autogobierno de la integridad

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CONCEPTO
JURIDICO
DE
INCAPAZ
COMO
FALTA
DE
AUTOGOBIERNO DE LA INTEGRIDAD MORAL.
MªJosé Blanco Barea
[email protected]
PREMISA TERMINOLOGICA: No vamos a recordar
aquí la polémica sobre la forma de referirse a la discapacidad
de una persona.
El título de esta comunicación plantea la discapacidad
desde un concepto del llamado Derecho cuasi público, esto
es, aquella parte del Derecho Civil que por tener relación con
instituciones que afectan a la organización de la colectividad,
de la sociedad, se restringe el clásico principio de autonomía
de la voluntad y se impone una normativa mas garante de
esos derechos e intereses. Así pues la terminología será la
que se deduzca de los textos legales. Aventuro a decirles que
se sorprenderán del sistema de Derecho tan avanzado que
tenemos.
CONCEPTO
JURÍDICO
DE
INCAPACIDAD
COMO
FALTA DE AUTOGOBIERNO DE LA INTEGRIDAD MORAL..- El
artículo
200
DEL
Código
civil
dice
“son
causas
de
incapacitación las enfermedades o deficiencias persistentes
de carácter físico o psíquico que impidan a la persona
gobernarse por sí misma”. Luego el incapaz para el Código
Civil es la persona que no puede autogobernarse.
Evidentemente esto plantea el problema de que se
entiende por “impedimento de gobernarse por sí misma”.
Pudiera
parecer
con
un
simple
análisis
que
la
incapacidad civil se produce cuando una persona no tiene
aptitudes de entendimiento y voluntad, en cuyo caso la
imposibilidad de gobernarse por sí misma sólo se produciría
en casos de disminución psíquica muy profunda.
SOLEDAD MARTÍN NAJERA1, en 1998 sorprendió con su
avanzada interpretación del artículo 200 del CC, cuando
conectando el concepto de falta de autogobierno, con el de
Estado Social y Democrático de Derecho, afirmó que dicho
precepto es la primera institución social del derecho privado y
en base al Derecho Alemán, propuso la curatela para los
enfermos físicos.
La constitución española en 1978, tiene una
estructura en orden a los derechos fundamentales, que
obedece no a criterios a criterios caprichosos del legislador,
sino a la tan elogiada labor de consenso del constituyente en
un momento político de transición hacia la democracia, de
reconocimiento
derechos
y
garantía
fundamentales
del
en
restablecimiento
nuestro
país.
de
Así
los
como
preámbulo a todos los derechos fundamentales el artículo 10
de la constitución española establece que:
“...1. La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el
libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los
demás son fundamento del orden político y de la paz social.
2. Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la
Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración
Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre
las mismas materias ratificados por España...”
1
MARTÍN NAJERA, S Fiscal de la A.P. Valladolid. Capacidad, Incapacidad y
Autogobierno. Concepto y Causas de incapacidad. Estudios Jurídicos. Ministerio
Justicia.VII
Será en el capítulo Segundo de esta sección 1ª del título
primero de la constitución, que inaugura el artículo 10, en el
que se enumeren los derechos y deberes fundamentales. Es
decir, que la dignidad es concebida como un como valor
supremo. En palabras del Tribunal Constitucional:
“... indisolublemente relacionada con el derecho a la vida en su dimensión humana se
encuentra el valor jurídico fundamental de la dignidad de la persona, reconocido en el
artículo 10 como germen o núcleo de unos derechos "que le son inherentes”. La
relevancia la significación superior de uno y otro valor y de los derechos que les
encarnan se manifiesta su colocación misma en el texto constitucional, ya que el
artículo 10 situaba la cabeza el título destinada a tratar de los derechos y deberes
fundamentales,..., lo que muestra que dentro del sistema constitucional son
considerados como punto de arranque, como el prior lógico y antológico para la
existencia especificación de los demás derechos" (fundamento 3).
"nuestra constitución ha elevado también a valor jurídico fundamentar la dignidad de la
persona, que, sin perjuicio de los derechos que le son inherentes a ser íntimamente
vinculada con el libre desarrollo la personalidad (artículo 10) y los derechos e
integridad física y moral (artículo 15), a la libertad y que de ideas y creencias (artículo
16), al honor, a la intimidad personal y familiar y la propia imagen (artículo 18). Del
sentido de tal precepto puede deducirse que la dignidad es un valore espiritual y moral
inherente a la persona, que se manifiesta singularmente la autodeterminación
consciente y responsable de la propia vida y que lleva consigo la pretensión al
respecto por parte de los de más...."STC 53/1985, de 11 de abril.
A nuestro modo de ver significa que la dignidad no
puede identificarse con un derecho fundamental, sino que
todo derecho fundamental tiene sentido en cuanto su
concepto gira en torno a la dignidad de la persona, al
desarrollo de la personalidad, pero no sólo en un plano
estrictamente individual, sin en su dimensión social, por
cuanto ese fundamento del orden político y de la paz social.
"... proyectada sobre los derechos individuales, la regla del artículo 10 de la
constitución implica que, en cuanto "valor espiritual y moral inherente a la persona", ...
permanecer inalterada cualquiera que sea la situación en que la persona se
encuentra... constituyendo en consecuencia, un mínimo invulnerable que todo estatuto
jurídico ...e de modo que, sean una u otra las limitaciones que se pongan en el disfrute
de derecho individual ...no conlleve menosprecio para la estima que cuanto ser
humano merece la persona. Pero sólo en la medida en que tales derechos se han
tutelar de amparo y únicamente con el fin de comprobar si se han respetado las
exigencias que, no en abstracto, sin en el concreto ámbito de cada uno de aquéllos,
derive de la dignidad de el que no se entiende muy bien en los que se cuenta habrá de
ser está tomada en consideración por este tribunal como referente. No en cambio, de
modo autónomo para estimar o desestimar las pretensiones de amparo ante el ser se
deduzca..."STC120/1990,e 27 de junio.
"... derechos fundamentales son derechos subjetivos, derecho del individuo no sólo en
cuanto derecho del ciudadano en sentido estricto, sino en cuanto garantizan un status
jurídico o la libertad en el ámbito de la existencia. Pero al propio tiempo, someramente
esenciales del ordenamiento objetivo de la comunidad nacional, en cuanto ésta se
configura como marco de la convivencia humana justa y pacífica, plasmada y
históricamente en el estado de derecho y, más tarde, en esta social de derecho o el
estado social y democrático de derecho, según la fórmula de nuestra constitución. ..
Esta doble la naturaleza de los derechos fundamentales, desarrollada por la doctrina,
se recogen artículo 10 de la constitución...”
Vida
Presunción
Reunión Participación
inocencia
Educación
Información
Huelga
Honor
Libertad
Tutela
judicial
Asistencia
letrada
INTEGRIDAD
MORAL
Libertad
sindical
Petición
Igualdad
30-agosto-2002
Acceso a
función
pública
Asociación
Cátedra
Expresión
MªJosé Blanco Barea
La dignidad es un valor superior,
del ordenamiento jurídico.
Es el fundamento de la paz social
y del orden político.
Es el núcleo insoslayable de cada
Derecho fundamental.
La dignidad se extiende a
cada núcleo de cada Derecho
Fundamental, y cierra el sistema
De relaciones entre derechos,
Por el que en caso de conflicto,
Cede uno en beneficio de otro
(Ej: libertad de expresión,
honor)
30-agosto-2002
La integridad moral. Es un derecho
Fundamental que coincide con el núcleo de
la dignidad. Es el derecho a ser tratado
Como un ser humano, a no ser cosificado,
a no sufrir tratos inhumanos.
Este Derecho no cede jamás, sea cual sea la
situación en que se encuentre la persona.
(Menores de edad, incapacitados, detenidos,
Presos, extranjeros, mujer, …)
Es la base de la Igualdad formal.
MªJosé Blanco Barea
Pues bien, uno de esos derechos es la integridad moral,
que nada tiene que ver con la ética o la moral, ni con el
honor. Es el valor de dignidad humana, convertido en
derecho. Es el derecho a la identidad bio-psico-social. Esto
es, el derecho a ser respetado como ser humano, allí donde
se encuentre, que por el valor de la dignidad tiene un sentido
colectivo que entronca con la naturaleza humana, pero que
por ser derecho fundamental de la persona, tiene una
dimensión individual: el derecho a ser cada uno esa persona
que quiere ser dentro de sus coordenadas biopsicologicas
para su interrelación social. Esto es, el derecho a ser según ha
decidido ser en sociedad.2
2
La integridad moral es definida por la jurisprudencia constitucional y penal como
sigue:
STC 120/1990, de 2 de Julio: “derecho a ser tratado como un ser humano libre y
digno, que conlleva la exigencia de respeto por parte de todos”.
TS 2ª, S 06-04-2000, núm. 588/2000, rec. 4665/1998. Pte: García-Calvo y Montiel,
Roberto “..Integridad Moral, dado que ésta -como manifestación directa de la dignidad
humana- comprende tanto las facetas de la personalidad como las de la identidad
INTEGRIDAD MORAL: IDENTIDAD
BIOPSICOSOCIAL
CADA SER HUMANO TIENE
UNA IDENTIDAD
BIOPSICOSOCIAL
DISCAPACIDAD
SIN COMPLEMENTO
CONCIENCIA
SOCIAL
VOLUNTAD
ORIENTACION
INTEGRIDAD
PSICOFISIOLOGICA
AFECTIVIDAD ATENCION
INCAPAZ
A partir de aquí, las alteraciones físicas o patologías que
restrinjan o impidan al individuo tener esa identidad biopsicológica, o que le impidan tenerla para su interrelación
social, estarán afectando al ejercicio de su derecho a la
integridad moral, y en la medida en que ello sea persistente y
se deba a enfermedades o discapacidades, implicarán la
declaración de incapacidad en sus distintos grados. Esto
supone
inmediatamente
autogobierno, de
complementar
la
falta
autoidentificación, con
la
voluntad
decisión de un tercero.
individual, el equilibrio psicofísico, la autoestima o el respeto ajeno que debe
acompañar a todo ser humano..”
de
y
INCAPACITACION
Pero
sostenemos
y
reivindicamos
igualmente
el
necesario complemento para los casos en que, no afectando
la enfermedad o la discapacidad a
la autoidentificación
biopsiquica, no estando afectadas la voluntad ni la decisión,
falta sin embargo el soporte fisiológico y económico, así
como la estructura y organización de los recursos y sistemas
sociales que permitan al individuo que su integridad moral,
biopsiquica, pueda desarrollarse en sociedad. En este caso no
necesita complemento de voluntad ni de decisión, necesita
todo el complemento para ejercitar su derecho a ser quien
quiere ser en sociedad.
COMPLEMENTO SOCIAL
ATENCION
CONCIENCIA
VOLUNTAD
Así pues, cuando la CE española propugna en el artículo
49 “Los poderes públicos realizarán una política de previsión,
tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos
físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán la
atención especializada que requieran y los amparará
especialmente para el disfrute de los derechos que este Título
otorga a todos los ciudadanos”, no cabe duda de que está
refiriéndose a la protección no tanto de la discapacidad, como
del ejercicio del derecho a su integridad moral en el sentido
aquí propuesto.
En este sentido, el sistema de baremación de minusvalía,
el certificado de minusvalía tal y como está concebido, tiene
tintes de inconstitucionalidad por cuanto solo se certifica e
informa sobre la discapacidad pero nada se dice sobre la
capacidad. De esta manera, el discapacitado obtiene un
certificado de “no apto” por lo que recibirá una serie de
ayudas y subvenciones. Pero no se le acompaña un certificado
de “apto” al que debería igualmente acompañar de los medios
que necesita para desarrollar su integridad moral de acuerdo
a sus limitaciones. Se escinde la persona en dos, y la parte no
afectada por ninguna limitación se pretende que pueda
desarrollarse sin ninguna dificultad.
Urge pues reformar la legislación sobre declaración de
minusvalía en orden a referirla, no a la discapacidad,
limitaciones, sino a la persona en sí misma considerada y, en
concreto, a su capacidad de autogobierno de autogobierno, a
la medida necesaria para el desarrollo de su integridad moral.
Así, cuando en relación a la ayuda de tercera persona,
ésta solo se contempla para el caso de un 75% de minusvalía,
en atención a las necesidades complementarias para su
autogobierno que vendrían dadas principalmente por la
familia, y se niega esta necesidad como complemento del
desarrollo de la persona cuyo grado de minusvalía no alcanza
esa puntuación, en el fondo lo que se está es protegiendo al
familiar en sus tareas de complemento. Debería establecerse
la fórmula que, correlativamente al concepto de incapacidad
civil, se centrara de forma flexible e individualizada en cada
persona,
a
fin
de
que,
atendidas
sus
necesidades
biopsicosociales para el desarrollo de su integridad moral, se
declarase el derecho a obtener la ayuda de tercera persona o
de cualquier otro tipo de medio mecánico o técnico.
En este sentido nos sorprendió que, en relación a una
noticia difundida sobre el invento de un robot que permitiría
mayor cuota de autogobierno al discapacitado, se alzaran
voces de familias diciendo que esto iba en contra de las
necesidades personales de atención del discapacitado. Desde
mi
experiencia
personal
y
del
contacto
con
otros
discapacitados, especialmente en la asociación AMA en la que
discutimos este tema, les puedo asegurar que lo que menos
necesita el discapacitado es atención personal para la vida
cotidiana,
que
lo
que
necesitamos
es
todo
tipo
de
complementos para ser lo más autónomos posible. Y en este
concepto de autonomía se incluye asimismo
el derecho a
formar nuestra propia familia o a convivir en el régimen de
pisos tutelados o residencias o de convivencia con quien se
elija: el derecho a desarrollar nuestra integridad moral en el
aspecto de relación social según nuestras propias decisiones.
En este sentido, propugnamos la sustitución de la familia
como primer núcleo de solidaridad, para centrarlo en el
entorno social más cercano, para exigir de igual manera que
de las administraciones, y con el mismo derecho, que la
sociedad cumpla con su obligación de complementar en lo
necesario al discapacitado para permitirle la participación en
la vida social, política, pública o privada. Así lo establecen
declaraciones internacionales, así lo establece la constitución
cuando en el artículo 1 configura España como un Estado
Social, en el 9 reconoce que los ciudadanos están sujetos a la
Constitución y al resto del ordenamiento jurídico, en el 9.2
obliga a los poderes públicos a promover las condiciones para
la integración de los grupos en sociedad, en el 10 establece
que la dignidad de la persona y el libre desarrollo de la
personalidad es el fundamento de la paz social.
Pretender una integración social a base de medidas
administrativas, construir un Estado en el que la igualdad de
oportunidades dependa sólo de la Administración, es someter
al discapacitado al tutelaje paternalista del Estado, es todo lo
contrario a lo que significa una integración social de todos los
individuos.
La
discapacidad
no
es
extraña,
ajena
ni
contranatura, es un hecho social, es una circunstancia de
muchos de sus individuos, que no hay que apartar por
ignominiosa, sino todo lo contrario. La sociedad se enriquece
con la aportación de todos, y la capacidad de cada
discapacitado para adaptar día a día sus circunstancias
biopsicológicas en orden a la interrelación social, les aseguro
que puede ser mucho más beneficiosa para el resto de los
ciudadanos que muchos años de terapia para afrontar
cualquier dificultad. “Si más de uno que está hundido en su
problema se fijara en como un discapacitado sortea los
obstáculos y ser feliz, muy posiblemente aprendería una de
las mejores lecciones de su vida:
el ser humano en su
consideración unitaria y global no puede escindirse
entre
capaces e incapaces, entre sanos y enfermo, la única
diferencia está entre los que pueden o no adaptar su vida de
acuerdo a su integridad moral, los que necesitan algún tipo
de complemento para ello y los que tienen la obligación de
contribuir solidariamente, de facilitar ese complemento”.
El voluntariado social es la forma más adecuada y eficaz
de que la sociedad cumpla con estos deberes de solidaridad
Y de que el discapacitado reciba precisamente de la sociedad
el complemento para el desarrollo de su personalidad por
parte del grupo en el que tiene derecho a integrarse. Es
imprescindible formar un voluntariado concienciado de que
su función es complementar en lo necesario para lo que
venimos insistiendo el desarrollo de la integridad moral del
discapacitado.
VOLUNTARIADO
ATENCION
CONCIENCIA
VOLUNTAD
“…Os animo a todos a la realización de
este esfuerzo…movimiento voluntario en nuestro país…
instrumento primordial de Participación
social y de ejercicio de una Ciudadanía
Responsable y sensible a los problemas y
sufrimientos ajenos…”
SAR. PRINCIPE DE ASTURIAS. Febrero 2001 .
Reconociendo el derecho de la familia a recibir
mente a asociaciones de familiares dentro del marco de
protección del discapacitado, en detrimento de los colectivos
que representan a éstos. Es preciso distinguir la ayuda
asistencial a la familia de la ayuda asistencial al discapacitado,
pues estamos asistiendo en los últimos tiempos a una
especial financiación de centros de día y similares que muy
posiblemente a quien estén ayudando sea al desarrollo de la
personalidad del familiar que necesita su tiempo, y no al
desarrollo de la persona discapacitada, que en atención a sus
circunstancias biopsicológicas, seguramente preferiría otro
tipo de ayuda antes que salir todas las mañanas de casa para
ir a un centro, por mucho que le pueda beneficiar una
rehabilitación. Nos referimos tanto a los enfermos de
alzheimer, como a los niños con enfermedades neurológicas
graves. En ambos casos sería necesario hacer un esfuerzo
para averiguar si merece la pena tener, como nos consta, a un
niño de tres años sometido desde las 9 de la mañana hasta
las 5 de la tarde a una intensiva rehabilitación, durante años,
para conseguir que sostenga la cabeza. ¿Soportaría un adulto
víctima de un accidente ese esfuerzo físico? ¿Es posible que
ese bebe sea más feliz tumbado al sol? Iguales metas no son
metas válidas. Los padres, tutores, los trabajadores sociales,
los hijos, los cónyuges, la sociedad, antes de fijar unas metas
que pretendan igualar a los discapacitados con el resto de la
sociedad, debería plantearse ¿la integración significa forzar a
que el discapacitado haga lo mismo que el que no lo sea?
En este sentido, introducimos el derecho al trabajo de
los discapacitados fundamentalmente en el sentido de trabajo
que realiza una función:
1. Función integrativa y significativa
2. Fuente de estatus y prestigio social
3. Base de identidad personal y laboral
5. Punto de interacción y contactos
7. Marco de referencia temporal
8. Fuente de desarrollo profesional
9. Transmisor de normas y expectativas
10. Fuente de poder y control
Es decir, la función del trabajo como fuente de subvenir
a las necesidades económicas no puede ser, en muchos casos
de discapacidad, asumida por el discapacitado. Luego deberá
respetarse las pensiones en lo necesario y favorecer todo tipo
de colaboraciones desde el voluntariado prestado por los
propios
discapacitados.
No
es
admisible
la
contraargumentación de que ello puede incrementar la tasa
del paro. Hay fórmulas para que el discapacitado colabore con
tareas laborales o profesionales sin comprometer el necesario
nivel de ocupación laboral. Ofrecemos dos modelos de
participación al final de esta comunicación.
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