Guía temática del AG6 “Situación de los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra” Modelos de Naciones Unidas Asociación MINU Introducción a la cuestión Los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales son la piedra angular del derecho internacional humanitario, es decir el conjunto de normas jurídicas que regulan las formas en que se pueden librar los conflictos armados y que intentan limitar los efectos de éstos. Protegen especialmente a las personas que no participan en las hostilidades (civiles, personal sanitario, miembros de organizaciones humanitarias) y a los que ya no pueden seguir participando en las hostilidades (heridos, enfermos, náufragos, prisioneros de guerra). Los Convenios y sus Protocolos establecen que se debe tomar medidas para prevenir o poner fin a cualquier infracción de dichos instrumentos. Contienen normas estrictas en relación con las llamadas "infracciones graves". Se debe buscar, enjuiciar o extraditar a los autores de infracciones graves, sea cual sea su nacionalidad. Resumen de los Convenios El I Convenio de Ginebra protege, durante la guerra, a los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña. Este Convenio es la versión actualizada del primer Convenio de Ginebra sobre los combatientes heridos y enfermos, posterior a los textos adoptados en 1864, 1906 y 1929. Consta de 64 artículos, que establecen que se debe prestar protección a los heridos y los enfermos, pero también al personal médico y religioso, a las unidades médicas y al transporte médico. Este Convenio también reconoce los emblemas distintivos. Tiene dos anexos que contienen un proyecto de acuerdo sobre las zonas y las localidades sanitarias, y un modelo de tarjeta de identidad para el personal médico y religioso. El II Convenio de Ginebra protege, durante la guerra, a los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar. Este Convenio reemplazó el Convenio de La Haya de 1907 para la adaptación a la guerra marítima de los principios del Convenio de Ginebra de 1864. Retoma las disposiciones del I Convenio de Ginebra en cuanto a su estructura y su contenido. Consta de 63 artículos aplicables específicamente a la guerra marítima. Por ejemplo, protege a los buques hospitales. Tiene un anexo que contiene un modelo de tarjeta de identidad para el personal médico y religioso. El III Convenio de Ginebra se aplica a los prisioneros de guerra. Este Convenio reemplazó el Convenio sobre prisioneros de guerra de 1929. Consta de 143 artículos, mientras que el Convenio de 1929 constaba de apenas 97. Se ampliaron las categorías de personas que tienen derecho a recibir el estatuto de prisionero de guerra, de 1 Guía temática del AG6 “Situación de los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra” Modelos de Naciones Unidas Asociación MINU conformidad con los Convenios I y II. Se definieron con mayor precisión las condiciones y los lugares para la captura; se precisaron, sobre todo, las cuestiones relativas al trabajo de los prisioneros de guerra, sus recursos financieros, la asistencia que tienen derecho a recibir y los procesos judiciales en su contra. Este Convenio establece el principio de que los prisioneros de guerra deben ser liberados y repatriados sin demora tras el cese de las hostilidades activas. Tiene cinco anexos que contienen varios modelos de acuerdos y tarjetas de identidad, entre otras. El IV Convenio de Ginebra protege a las personas civiles, incluso en los territorios ocupados. Los Convenios de Ginebra que se adoptaron antes de 1949 se referían sólo a los combatientes, y no a las personas civiles. Los hechos acaecidos durante la Segunda Guerra Mundial pusieron en evidencia las consecuencias desastrosas que tuvo la ausencia de un convenio que protegiera a los civiles en tiempo de guerra. Este Convenio adoptado en 1949 toma en consideración la experiencia de la Segunda Guerra Mundial. Consta de 159 artículos. Contiene una breve sección sobre la protección general de la población contra algunas consecuencias de la guerra, sin referirse a la conducción de las hostilidades, las que se tomaron en cuenta más tarde, en los Protocolos adicionales de 1977. La mayoría de las normas de este Convenio se refieren al estatuto y al trato que debe darse a las personas protegidas, y distinguen entre la situación de los extranjeros en el territorio de una de las partes en conflicto y la de los civiles en territorios ocupados. Define las obligaciones de la Potencia ocupante respecto de la población civil y contiene disposiciones precisas acerca de la ayuda humanitaria que tiene derecho a recibir la población civil de territorios ocupados. Además, contiene un régimen específico sobre el trato de los internados civiles. Tiene tres anexos que contienen un modelo de acuerdo sobre las zonas sanitarias y las zonas de seguridad, un proyecto de reglamento sobre los socorros humanitarios y modelos de tarjetas. Artículo 3 común. El artículo 3, común a los cuatro Convenios de Ginebra marcó un gran avance, ya que abarca los conflictos armados no internacionales, que nunca antes habían sido incluidos en los tratados. Estos conflictos pueden ser de diversos tipos. Puede tratarse de guerras civiles, conflictos armados internos que se extienden a otros Estados, o conflictos internos en los que terceros Estados o una fuerza internacional intervienen junto con el gobierno. El artículo 3 común establece las normas fundamentales que no pueden derogarse. Es una suerte de mini convenio dentro de los Convenios, ya que contiene las normas esenciales de los Convenios de Ginebra en un formato condensado y las hace aplicables a los conflictos sin carácter internacional: 2 Guía temática del AG6 “Situación de los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra” Modelos de Naciones Unidas Asociación MINU Establece que se debe tratar con humanidad a todas las personas que no participen en las hostilidades o que caigan en poder del adversario, sin distinción alguna de índole desfavorable. Prohíbe específicamente los atentados contra la vida, las mutilaciones, la toma de rehenes, la tortura, los tratos humillantes, crueles y degradantes, y dispone que deben ofrecerse todas las garantías judiciales. Establece que se debe recoger y asistir a los heridos y los enfermos. Concede al CICR el derecho a ofrecer sus servicios a las partes en conflicto. Insta a las partes en conflicto a poner en vigor, mediante acuerdos especiales, la totalidad o partes de los Convenios de Ginebra. Reconoce que la aplicación de esas normas no afecta el estatuto jurídico de las partes en conflicto. Dado que la mayor parte de los conflictos armados actuales no son de carácter internacional, es de suma importancia aplicar el artículo 3 común. Es necesario que se lo respete plenamente. ¿Dónde, cómo, y a quien se aplican los convenios? Las normas establecidas en los cuatro Convenios de Ginebra se aplican a los conflictos armados internacionales, definidos como el uso de la fuerza armada entre dos o más Estados. Sólo una disposición de los Convenios de Ginebra, el artículo 3 común a los cuatro Convenios, se aplica a los conflictos armados no internacionales, definidos como las hostilidades entre fuerzas armadas gubernamentales y grupos armados (o entre los propios grupos armados), cuando éstos poseen cierto grado de organización y la violencia alcanza cierto grado de intensidad. El Protocolo adicional I a los Convenios de Ginebra complementa las disposiciones de los Convenios que reglamentan los conflictos armados internacionales y amplía la definición de esos conflictos para incluir las situaciones en las cuales los pueblos luchan contra la dominación colonial y la ocupación extranjera y contra los regímenes racistas, en el ejercicio de su derecho a la libre determinación. El Protocolo adicional II se aplica especialmente a ciertos conflictos armados no internacionales de alta intensidad entre las fuerzas armadas estatales y grupos armados organizados que ejerzan un control territorial tal que les permita realizar operaciones militares sostenidas y concertadas y aplicar el Protocolo. El tema del Protocolo adicional III es relativamente restringido en comparación con el de los otros dos Protocolos adicionales: este Protocolo complementa los Convenios de Ginebra permitiendo el uso de un emblema distintivo adicional. Las bases de los Convenios de Ginebra son el respeto y la dignidad del ser humano. En ellos se estipula que las personas que no participan directamente en las hostilidades y las que están fuera de combate a causa de enfermedad, herida, cautiverio o por cualquier otro motivo, deben ser respetadas y protegidas contra los efectos de la guerra, y las que sufren deben ser socorridas y atendidas sin distinción. 3 Guía temática del AG6 “Situación de los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra” Modelos de Naciones Unidas Asociación MINU En los Protocolos adicionales se extiende esa protección a toda persona afectada por un conflicto armado. Además, se impone a las Partes en conflicto y a los combatientes abstenerse de atacar a la población civil y los bienes civiles y conducir sus operaciones militares de conformidad con las normas reconocidas y del derecho internacional humanitario. Situación actual Según un informe reciente de la Cruz Roja Internacional “la principal causa de sufrimiento durante el conflicto armado no es la falta de reglas, sino el no respeto para aplicar las normas que existen. El DIH (derecho internacional humanitario) actualmente carece de medios efectivos para identificar, prevenir y detener violaciones mientras que estos ocurren. Los mecanismos que existen (el sistema de las Potencias protectoras, el procedimiento de investigación y la Encuesta de la Comisión Internacional Humanitaria) rara vez, o nunca, se utiliza. Por otra parte, sólo son aplicables en los conflictos armados internacionales (IAC), mientras que la mayoría de los conflictos hoy en día son conflictos no internacionales.” El informe prosigue, más adelante: “El CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) acoge con satisfacción la participación constructiva de los Estados y los alienta firmemente a continuar participando activamente en las consultas en curso para fortalecer el derecho internacional humanitario. Estos son sólo dos de los muchos esfuerzos que realiza el CICR para mejorar la protección del derecho internacional humanitario en los conflictos armados. Como usted sabe, la protección de los enfermos y heridos estuvo presente desde el origen del DIH. Sin embargo, hoy, la violencia contra el personal de atención de salud, las instalaciones y los medios de transporte es uno de los problemas más graves de trascendencia humanitaria y es un tema complejo que requiere una acción por parte de una variedad de grupos de interés. En el desempeño del cuidado de la salud en el proyecto Peligro, el CICR ha organizado diferentes talleres con expertos sobre distintos temas en todo el mundo: en las prácticas militares, legislación nacional, los servicios de ambulancia en situaciones de riesgo, para la seguridad de los centros de salud, los desafíos de la violencia en la ética médica, o el papel de los líderes religiosos. En cada uno de los talleres, los expertos se dedicaron a presentar recomendaciones y buenas prácticas. Por ejemplo, con respecto a la legislación nacional, los Estados deberían revisar y, dado el caso, rever sus marcos normativos nacionales para prevenir o mitigar los obstáculos para la entrega segura de atención de la salud en situaciones de violencia y conflictos armados. El CICR está desarrollando un conjunto de recomendaciones prácticas y concretas a este fin.” 4 Guía temática del AG6 “Situación de los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra” Modelos de Naciones Unidas Asociación MINU Eje temático 1: Firma y ratificación de los Protocolo Adicionales I, II y III Si bien los Convenios de Ginebra han sido ratificados por todos los países del mundo, hoy asciende a 170 el número de Estados Partes en el Protocolo adicional 1, a 165 el de los Estados Partes en el Protocolo adicional II, y a 53 el de Estados Partes en el Protocolo adicional III. El CICR acoge con beneplácito este sostenido avance en la participación de los Estados en los Protocolos adicionales, instrumentos que forman parte de la base del derecho internacional humanitario. La protección de las víctimas de los conflictos armados también se ha visto mejorada por la adopción de nuevos tratados destinados a prevenir o mitigar las consecuencias humanitarias de los conflictos armados. Por ejemplo, al adoptar la Convención sobre Municiones en Racimo, que entró en vigor el 1º de agosto de 2010, los Estados han realizado un avance significativo para poner fin al sufrimiento causado por estas armas. Esto ilustra la adaptabilidad del derecho internacional humanitario a la realidad práctica sobre el terreno. La comunidad internacional debe, sin duda alguna, seguir desarrollando el derecho internacional humanitario siempre que proceda, a fin de encarar los desafíos jurídicos y humanitarios contemporáneos que se vayan planteando. En un estudio del 2010, el CICR evalúa las preocupaciones de índole humanitaria que se plantean en los conflictos armados de hoy, especialmente en los conflictos no internacionales, con miras a encarar posibles lagunas o debilidades en el actual derecho convencional y en el derecho consuetudinario. En general, las conclusiones del estudio señalan que el derecho internacional humanitario sigue siendo un marco apropiado para reglamentar el comportamiento de las partes en los conflictos armados. Si las partes en cuestión respetaran adecuadamente las normas básicas del derecho internacional humanitario, la mayoría de las cuestiones humanitarias que actualmente se suscitan durante los conflictos dejarían de existir. Sin embargo, el estudio también demostró que el derecho internacional humanitario, en su estado actual, no siempre ofrece soluciones enteramente satisfactorias a todas las necesidades humanitarias que se observan sobre el terreno. Los siguientes ámbitos suscitan preocupaciones particulares: 5 la protección de las personas privadas de libertad, especialmente en conflictos armados no internacionales; los mecanismos de control del respeto del derecho internacional humanitario y las reparaciones para las víctimas de infracciones; la protección de las personas internamente desplazadas, y la protección del medio ambiente. Guía temática del AG6 “Situación de los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra” Modelos de Naciones Unidas Asociación MINU Eje temáticos 2 y 3: Fortalecimiento de la aplicación de las directrices del Protocolo Adicional I y Fortalecimiento de la aplicación del Protocolo Adicional II Adoptados el 8 de junio de 1977, los Protocolos adicionales I y II son tratados internacionales que complementan los Convenios de Ginebra de 1949. Mejoran significativamente la protección jurídica conferida a los civiles y los heridos y, por primera vez, establecen normas humanitarias aplicables en guerras civiles. Fueron adoptados por los Estados para que el derecho internacional humanitario fuera más completo y universal, y se adaptara mejor a los conflictos modernos. Los Convenios de Ginebra de 1949 mejoraron considerablemente la protección jurídica conferida a las víctimas de conflictos. Sin embargo, se aplican esencialmente a los conflictos internacionales, es decir guerras entre Estados. Sólo el artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra se refiere a los conflictos internos. Su adopción fue un importante logro, pero las normas que contienen son de índole general. Por otra parte, la mayoría de los países que se independizaron después de 1945 "heredaron" los Convenios de Ginebra de las potencias coloniales; por ello, la adopción de los Protocolos también fue una ocasión para que esos países contribuyeran al desarrollo del derecho. El Protocolo I se refiere a los conflictos armados internacionales; el Protocolo II, a los conflictos armados no internacionales, es decir que cubre las guerras civiles. Era necesario distinguir entre ambas situaciones, ya que los Estados no estaban preparados para conferir el mismo grado de protección jurídica en ambos casos. En 2005, se adoptó un tercer Protocolo adicional. Este tratado establece un emblema adicional, el cristal rojo, que tiene el mismo estatuto que los emblemas existentes, la cruz roja y la media luna roja. ¿Qué son los Protocolos adicionales? En las guerras actuales, los que más sufren son los civiles. Comprendiendo esta situación, los Gobiernos de muchos países adoptaron, en 1977, nuevas normas de derecho internacional a fin de mejorar la protección que los civiles tienen derecho a recibir en tiempo de guerra. Conocidas como Protocolos adicionales I y II a los Convenios de Ginebra, esas normas establecen límites a los modos en que pueden librarse las guerras. Se elaboraron especialmente para responder a la naturaleza cambiante de los conflictos armados y a los avances en la tecnología de armas. La obligación de distinguir entre combatientes y civiles en una de las normas más importantes de los Protocolos adicionales. Según esa norma, todas las partes en 6 Guía temática del AG6 “Situación de los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra” Modelos de Naciones Unidas Asociación MINU un conflicto armado deben hacer esa distinción y no atacar a los civiles. Las partes beligerantes también deben distinguir entre bienes de carácter civil, como las viviendas y los lugares de culto, y los objetivos militares. ¿Por qué son importantes? Los Protocolos adicionales I y II dicen que los civiles deben ser protegidos contra los peores efectos de los conflictos. Esta norma es un hito en la larga historia de los esfuerzos realizados por el CICR y la comunidad internacional para conferir mayor protección. El Protocolo adicional I establece normas sobre cómo deben librarse las guerras. Los combatientes deben tomar todas las precauciones posibles cuando eligen las armas y los métodos de guerra para evitar causar incidentalmente la muerte o heridas a personas civiles, o dañar bienes de carácter civil. El Protocolo adicional II fue el primer tratado internacional dedicado exclusivamente a proteger a las personas afectadas por conflictos armados no internacionales, o guerras civiles. Los Protocolos adicionales también: confieren protección al personal médicos, a las unidades y medios de transporte, para que los civiles puedan recibir atención médica durante la guerra; obligan a las partes beligerantes a buscar a las personas desaparecidas de la parte adversaria; refuerzan la obligación de proporcionar a los civiles alimentos, agua y otros bienes esenciales. ¿Cómo protegen a las personas? Los Protocolos adicionales contienen normas especialmente elaboradas para proteger a los civiles y a los combatientes. Esas normas prohíben: que los combatientes simulen ser civiles; los ataques indiscriminados; los actos o las amenazas de violencia a fin de aterrorizar a la población civil; la destrucción de bienes que son indispensables para la supervivencia de la población civil. ¿Quién está protegido por los Protocolos? Las personas que no participan o han dejado de participar en las hostilidades deben ser protegidas, respetadas y tratadas con humanidad. Los Protocolos adicionales establecen que: 7 los heridos y los enfermos, sean civiles o militares, deben ser recogidos y atendidos, sin discriminación; Guía temática del AG6 “Situación de los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra” Modelos de Naciones Unidas Asociación MINU las mujeres y los niños deben ser respetados y protegidos contra toda forma de atentado al pudor; Los niños y los adolescentes deben ser protegidos contra los efectos de la guerra. No deben ser autorizados a participar en las hostilidades; los miembros de familias separadas por un conflicto tienen derecho a ser reunidos y a intercambiar mensajes personales. También tienen derecho a saber lo que ha sucedido a sus parientes desaparecidos. ¿Los combatientes también están protegidos? Los combatientes también tienen derecho a recibir protección. Los Protocolos adicionales dicen que: las heridas y los sufrimientos infligidos a un adversario no deben ser excesivos con respecto a los objetivos militares legítimamente perseguidos; los combatientes que dejan de participar en las operaciones militares no pueden ser objeto de ataques; en conflictos internacionales, los combatientes capturados deben ser considerados prisioneros de guerra y, por lo tanto, deben recibir la protección que les confieren los Convenios de Ginebra; los prisioneros de guerra a los que no se pueda atender, deberán ser liberados. ¿Cuándo se aplican? Los Protocolos adicionales se aplican en todos los conflictos armados actuales. El Protocolo adicional I se aplica en conflictos armados internacionales, es decir en los que participan por lo menos dos países. Establece el principio de proporcionalidad, según el cual se debe mantener un equilibrio entre la necesidad militar y las exigencias de humanidad. El Protocolo adicional II es el primer tratado internacional que se aplica exclusivamente a los conflictos armados internos y establece restricciones al empleo de la fuerza en esos conflictos. En 2005, se adoptó un tercer Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra, que establece un nuevo emblema, el cristal rojo, que tiene el mismo estatuto que la cruz roja y la media luna roja. ¿Dónde se aplican? Los Convenios de Ginebra han sido ratificados por todos los Estados, por lo que son tratados universales. Es importante que los Protocolos logren la universalidad que han conseguido los Convenios de Ginebra. 8 Guía temática del AG6 “Situación de los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra” Modelos de Naciones Unidas Asociación MINU Conclusiones finales Diversos tratados imponen a los Estados la obligación de armonizar tanto su marco jurídico nacional como sus prácticas con el derecho internacional humanitario. Pueden hacerlo adoptando una amplia gama de medidas de aplicación nacional, entre las que figuran la adopción de medidas legislativas y administrativas y la elaboración de manuales militares y programas de instrucción militar adecuados para el ámbito de las fuerzas armadas y de seguridad. Como siempre, el CICR y las sociedades nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están dispuestos a prestarles ayuda en los esfuerzos que hagan en este sentido. Además, se ha de alentar a los Estados partes en el Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra a que formulen la declaración prevista en su artículo 90 y consideren la posibilidad de utilizar, cuando proceda, los servicios de la Comisión Internacional de Encuesta. No cabe duda de que el cumplimiento con el derecho internacional humanitario y la respuesta a otras preocupaciones de índole humanitaria serán objeto de debate entre los Estados aquí representados y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Esta importante reunión humanitaria seguirá analizando los nuevos desafíos y tendencias que se observan en los conflictos armados contemporáneos y otras situaciones de violencia. 9