¿Qué es un sacramento?

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SANACIÓN INTERIOR Y SACRAMENTOS
INTRODUCCIÓN
¿Qué es un sacramento?
Cuando dos personas se acercan una a la otra, entran en una relación de amistad, conversan, se
dan un apretón de manos, un abrazo, se regala una flor, una foto, se escriben cuando están lejos. Hoy se mandan un email o se llaman por teléfonoLos gestos, las palabras son necesarias para poder comunicar a los demás lo que uno piensa y siente. Necesitamos algo visible, palpable y/o audible para expresar lo que llevamos dentro de nosotros.
Una sonrisa, una lágrima me dice lo que está viviendo o sintiendo una persona, si está triste o alegre.
El Sacramento es un signo sensible, instituido por Jesús, para darnos la gracia. La gracia es un don
sobrenatural que Dios nos concede para alcanzar la vida eterna.
1.- UN SACRAMENTO ES UN SIGNO DEL AMOR DE DIOS
En la fe hay una relación personal entre Dios y el hombre, donde Dios toma la iniciativa para entrar en
amistad con nosotros. Se adapta a nuestra naturaleza, a nuestro modo de captar las cosas a través
de los sentidos y nos muestra su amor por medio de su mensaje y signos visibles, audibles y palpables. Estas manifestaciones del amor de Dios se llaman sacramentos.
2.- JESÚS ES EL SACRAMENTO (SIGNO VISIBLE)DE DIOS PADRE
Dios Padre nos revela su amor por medio de Jesús. Siendo Dios invisible se hizo visible, accesible y
presente a los hombres por medio de su Hijo hecho hombre.
Cfr. Clo 1,15 “Cristo es imagen de Dios invisible”
Jn.14,3 “Quién me ve a mí ve al Padre”
Jesucristo es la Palabra por excelencia del Padre y el gran “signo” de la presencia de Dios en el mundo: Es el Sacramento de Dios Padre.
3.- LA IGLESIA ES EL SACRAMENTO (=SIGNO VISIBLE)DE JESÚS O EL “SACRAMENTO UNIVERSAL”
Vivimos en el siglo XX, Jesús no vive físicamente entre nosotros, vive Resucitado pero no lo vemos
con los sentidos físicos, si, por medio de su Cuerpo Místico que es la Iglesia. Hoy la Iglesia es signo
e instrumento visible de Cristo Resucitado invisible, es, por lo tanto, el Sacramento de Jesús, la presencia de Jesús Salvador en nuestro tiempo
En la Iglesia se queda Jesús con nosotros de forma visible, por eso la Iglesia tiene la misma misión
que Jesús: Hacer eficaz el amor de Dios.
D I O S PADRE
JESÚS
Sacramento del Padre
IGLESIA
Sacramento de Jesús
PALABRA DE DIOS
SACRAMENTO
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4.- LOS 7 SACRAMENTOS SON SIGNOS DE LA VIDA NUEVA EN JESÚS
Dios se hace visible en Jesús y Jesús se hace visible en la Iglesia, la Iglesia se hace visible en los
sacramentos y en la Sagrada Escritura.
Jesús nos lleva al Padre, nos regala su vida y lo hace por medio de su Palabra y de los Sacramentos
de su Iglesia.
Jesús nos acompaña en cada etapa de nuestra vida, en las decisiones que tenemos que tomar, nos
da su gracia y nos fortalece por medio de los sacramentos.
Cfr. C.I.C. (Catecismo de la Iglesia Católica) n. 1210
Los sacramentos fueron instituidos por Jesús, son 7:
Los distinguimos como
Sacramentos
Bautismo
INICIACIÓN
Confirmación
Eucaristía
CURACION
SERVICIO A LA COMUNIDAD
Penitencia (reconciliación)
Unción de los enfermos
Los 7 sacramentos corresponden a las
etapas de la vida en los momentos más
importantes de la vida del cristiano: dan
nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de FE de los cristianos, hay
como un paralelismo entre la vida espiritual y la vida natural.
Orden sagrado
Matrimonio
5.- LOS SACRAMENTOS REALIZAN LO QUE SIGNIFICAN
Los sacramentos significan lo que Dios nos ofrece y realizan verdaderamente lo que indican. Esto se
hace especialmente evidente en la eucaristía. La Eucaristía no solo promete la comunión con Dios y
los hermanos, sino que también la crea realmente. En ella se nos habla de la Vida Nueva, también
Jesús se entrega como alimento para la Vida Eterna. Y así todos los sacramentos. En ellos obra el
Señor aquello de lo que hablan e indican.
Los sacramentos son signos visibles y eficaces de la gracia. Manifiestan el amor de Dios y nos hacen
participar en él. No solo nos recuerdan lo que hizo Dios en el pasado a favor nuestro, también nos
hacen partícipes de la vida futura, aunque de una manera inicial. Porque la FE tiende hacia la visión, la esperanza hacia la posesión, el amor hacia la eterna intimidad en Dios. San Agustín
dirá: “Los sacramentos son Palabra de Dios en acción”
6.-LOS SACRAMENTOS SON ACCIONES SALVÍFICAS DE CRISTO POR MEDIO DE SU IGLESIA
Jesús además de ser El mismo el gran Signo de Dios, usó también otros signos para mostrarnos el
Amor del Padre:
Lc. 4,40
“Imponía las manos sobre los enfermos y los sanaba”
Lc. 5,13
“Jesús extendió la mano y tocó al leproso, diciendo “lo quiero, queda limpio”
Mc 5,41
“Tomando la mano de la niña le dijo: Niña, yo te ordeno ,¡levántate!!
Mt. 26,26
“Jesús tomó pan, y después de pronunciar la bendición, lo partió y lo entregó a sus discípulos diciendo: “tomen y coman; esto es mi cuerpo”
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Este poder de hacer signos de salvación, Jesús lo transmitió a los apóstoles ( Mt.28,18-20; Lc.9,1-2;
19,19 ; Jn.20,23)
Hoy la Iglesia en nombre de Jesús usa estos signos instituidos por El, para transmitir la Vida Divina a
los hombres. Son los sacramentos.
“Cristo está presente con su fuerza en los sacramentos, de modo que , cuando alguien bautiza, es
Cristo quien bautiza,” (Concilio V. II). Es Jesús quien perdona, quien consagra, confirma, envía, cura.
El ministro principal es Jesús mismo por eso no depende la eficacia de un sacramento de la dignidad
personal del ministro secundario.
La celebración de cualquier sacramento debe revestir siempre un carácter COMUNITARIO, eclesial.
Debe manifestar que todos juntos formamos la gran Familia de Dios.
7.- LOS SACRAMENTOS EXIGEN LA FE
En los encuentros de Jesús de Nazaret con la gente que acudía a El para pedirle ayuda, aparecen
tres elementos:
De parte de Jesús:
Una palabra y un gesto
De parte de los otros:
La FE. Cfr. Lc.7,50; 18,42; Mc.5,33; Mt.15,28
Si no creemos y amamos, los signos son gestos vacíos de sentido. Ej. El beso de Judas, no fue expresión de amistad ni lo hizo crecer. Fue una traición.
8.- TODO SACRAMENTO ES UN ENCUENTRO PERSONAL CON JESÚS RESUCITADO, EXIGE
FE Y SINCERIDAD
Un encuentro entre dos personas únicamente se hace realidad, si ambas lo desean. Jesús siempre
está dispuesto.
Los sacramentos son esos encuentros con Jesús, donde El se nos das, se entrega, nos perdona;
nos tenemos que preguntar: ¿Nos preparamos para esos encuentros?
No basta la mera ejecución. Los sacramentos no son cosas automáticas o prefabricadas, listas para
ser llevadas a casa. Si falta la disposición y la respuesta de la fe de quien los recibe, queda todo inútil y hasta puede ser un abuso, hipocresía o blasfemia.
No son ritos mágicos, donde un hombre por sí mismo intenta forzar la ayuda de Dios por ciertos ritos,
estaríamos hablando de magia.
En los sacramentos Jesús nos pide la fe incondicional, por eso toda celebración sacramental compromete al cristiano y a la comunidad con exigencias muy grandes: nuevos estilos de vida, nuevos
criterios, nuevas aspectos.
Cfr. A. de Saint-Exupéry. “El Principito”. (Ver con el corazón)
Cfr. Puebla n°. 939; 944; 950
Cfr. C. Vaticano II, Sacros. Conc. n° 14
Cfr. C. Vaticano II, Sacros. Conc. n° 21
Cfr. C.I.C. (Catecismo de la Iglesia Católica) n° 1210 y 1211
Resumen:
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Los sacramentos: son ritos simbólicos, de eficacia divina; son “palabras (creadoras) de Dios en acción” (San Agustín)
En cada sacramento Dios exige un compromiso humano para poder dar su gracia (acción del Espíritu
Santo)
Cada sacramento se compone de dos elementos:
•
Uno externo, fácil de ver o de sentir, que puede resultar más o menos ameno y atractivo, o
gravoso o aburrido.
•
Otro interno, al que se llega solo con los ojos del corazón iluminado por la fe: la presencia real de Jesús Resucitado.
Para quien sólo ve lo externo, el sacramento puede ser una pesada carga o un aburrimiento.
Para quien se guía por la fe y tiene limpio los ojos del corazón, cada sacramento es un encuentro con
Jesús, que vive en la Iglesia, su Cuerpo, y actúa a través de ella.
“Señor, te has manifestado cara a cara, pues te encuentro en los sacramentos” dice San. Ambrosio.
Encontrarse con Jesús cara a cara es siempre una experiencia maravillosa, porque “ayer como hoy
Jesucristo es el mismo, y lo será siempre” Hb. 13,8
Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre para salvar a los hombres. Hoy y siempre vive y se mueve
entre nosotros para anunciar la Buena Nueva, perdonar nuestros pecados, sanar nuestras heridas,
renovar nuestras fuerzas, cambiar nuestras vidas y llenarnos de esperanza. Todo encuentro con Jesús no puede dejarnos indiferentes. Es el mismo Jesús que caminaba, curaba a los enfermos, alimentaba a las muchedumbres. Nadie quedó indiferente ante su presencia.
Por los sacramentos se renuevan nuestras vidas. Los sacramentos no se renuevan con cambiar y
mejorar los ritos externos. Lo importante es renovar el espíritu de fe y de conversión; es muy importante el clima de fiesta y celebración que une al pueblo, y el espíritu de amor fraterno que nos hace
hermanos e hijos del mismo Dios.
“Ubi charitas et amor, Deus ibi est” (Donde hay caridad y amor allí está Dios)
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BAUTISMO
Introducción:
El amor de nuestros padres nos dio la vida, una vida llena de esperanzas, alegrías, ilusiones, temores; una vida que acabará con la muerte, pero el cristiano sabe que renace a la VIDA PLENA y eterna por medio del bautismo: “El que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de
Dios”. Jn.3,5
“El Bautismo es el fundamento de toda la vida Cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu” C.I.C. n°
1213” Por el bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser
miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión”.
1.- EL BAUTISMO
Es el sacramento por el que renacemos a la vida divina, mediante la ablución con agua y la invocación expresa de la Trinidad.
Perdona el pecado original
Todo otro pecado que se hubiera cometido antes del bautismo
Los efectos que produce son:
Imprime en el alma el carácter sacramental
Nos hace cristianos
Nos hace miembros de la Iglesia
Nos da la gracia santificante que nos hace Hijos de Dios
El Bautismo es el primero de los sacramentos porque antes de estar bautizados no se puede recibir
ningún otro sacramento, y es el más necesario porque todos debemos renacer por el bautismo para
salvarnos.
2.- DIOS NOS BRINDA SU AMISTAD Y SU FELICIDAD
“Dios es AMOR” Por amor Dios creó al hombre “ a su imagen y semejanza” destinado a participar
de la propia vida divina. Como el hombre vienen de Dios, su corazón estará inquieto hasta que no se
cobije en El.
Nacemos en un mundo que es reacio contra Dios y con una buena porción de espíritu de rebelión
contra Dios en nuestra propio corazón, “nacemos con el pecado original”
Dios nos sale al encuentro en su Hijo Jesucristo “Dios envió a su Hijo único a este mundo para darnos la Vida por medio de El. Así se manifestó el amor de Dios entre nosotros” 1Jn.4,9
Jesús vino para UNIR lo que el pecado ha roto, vino a construir un puente entre nosotros y Dios. Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, El es la Resurrección y la Vida.
Jesús mandó a sus apóstoles seguir construyendo puentes entre los hombres y Dios: “Así como el
Padre me envió así yo los envío a ustedes” Jn.20,21. Ahora la Iglesia hace a Jesús presente entre
nosotros y nos ofrece la Salvación, particularmente por medio de la Palabra de Dios y los Sacramentos.
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3.- EL BAUTISMO NOS HACE HIJOS ADOPTIVOS DE DIOS
Cuando una familia no tiene hijos, a veces adopta, dándoles su mismo apellido y todos sus derechos.
Dios con nosotros nos hace hermanos en su propio Hijo Jesucristo, Dios nos adopta como hijos suyos. De esta manera nos devuelve la amistad que se había perdido con la soberbia de nuestros primeros padres, que pensaron que podían prescindir de Dios.
Dios nos atrae hacia sí, restablece los lazos de amor entre El y el hombre, construye un nuevo puente
sobre el abismo que el hombre ha creado rechazando a Dios. El bautismo nos convierte en hijos
adoptivos de Dios.
4.-EL BAUTISMO NOS HACE HERMANOS DE JESÚS
Ser bautizado es como nacer de nuevo, es comenzar una vida nueva, es quedar injertados en Jesús.
El bautizado une su existencia con la de Jesús en una vida que trata de imitar la de El. Desde el momento del bautismo el camino de Jesús es nuestro camino, su historia es nuestra historia, su nombre
es nuestra nombre: Somos cristianos, llevamos su nombre.
“Por el bautismo fuimos sepultados con Cristo en la muerte, para que así como El resucitó, también
nosotros llevemos una Vida nueva” Rom. 6,4 Esta vida desembocará en la felicidad completa.
El bautismo nos hace hermanos de Jesús, nos asemeja a El, nos identifica con El, nos hace participar
de su misterio pascual, pasando del pecado y de la muerte a la VIDA.
San Justino mártir expresaba lo siguiente: “Así como en nuestro nacimiento natural heredamos la vida
de nuestros padres con todas sus limitaciones, con el nuevo nacimiento, gracias al agua del bautismo, compartimos la vida del Padre, del Hijo y del Esp. Santo”.
5.- EL BAUTISMO NOS HACE MIEMBROS DE LA IGLESIA
El bautismo nos hace hermanos de la gran familia de Dios, para que nos ayudemos y alentemos
cuando alguien está en peligro, fatigado o cansado..
El Bautismo es la puerta de entrada en la familia de Dios, la Iglesia. El bautismo es una señal de
aceptación mutua: La iglesia recibe al que se bautiza y éste acepta a la Iglesia. Es un compromiso
mutuo: La Iglesia me ayuda a alcanzar la meta a la que estoy llamado y yo me comprometo a vivir
siempre como miembro activo de ese Pueblo de Dios. Quedo registrado en el libro de bautismo como
perteneciente a esa comunidad de la Iglesia, al Pueblo de Dios.
En las Iglesias primitivas, por el bautismo, el cristiano quedaba agregado a la comunidad eclesial que
lo acogía como hermano en Cristo.
Esta comunidad a la que me vincula el bautismo, es una comunidad de hermanos que:
Creen en Dios como Padre
Aceptan a Jesucristo como modelo de vida, Salvador y Señor del mundo
Se comprometen a ser luz del mundo y sal de la tierra
6.- LO QUE ME SALVA
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No me salva el mero rito del Bautismo. No podemos mandar a Dios por medio de ritos ni forzarle a
hacer tal o cual cosa. Los sacramentos no tienen nada que ver con la magia.
Todo sacramento:
Es un encuentro entre Dios y Yo
El Bautismo me da la seguridad de que Dios quiere entrar en una relación de
amistad conmigo, esto solo se da si yo acepto esta amistad y vivo este encuentro toda la vida
Lo que me salva es VIVIR como bautizado
No basta nacer del agua, es preciso nacer del Espíritu, permitir que el Espíritu
de Dios, el Espíritu Santo, el Espíritu de Jesús, el Espíritu del Evangelio me
transforme, guíe y renueve cada día
Es una opción, el catecúmeno adulto ( o niño por medio de sus padres y padrinos) toma una dirección en su vida, al hacer las promesas del Bautismo. Por
ellas rechaza el pecado y adhiere a Jesús, queda unido íntimamente a Jesús
Cfr. Rabindranath Tagore
7.- LOS SIGNOS BAUTISMALES
La señal de la cruz
La cruz para los cristianos es signo de triunfo y victoria porque por
ella murió Jesús para salvarnos de la muerte y del pecado. El sacerdote traza la señal de la cruz sobre la frente del que será bautizado e invita a hacer lo mismo a los padres y padrinos. Ahora comienza esta victoria. La señal de la cruz:
Es recuerdo de la pasión de Cristo que nos salva por amor.
Es oración cada vez que la hacemos
Es invocación al poder de Dios que nos protege
Es acto de fe en Dios Uno y Trino
Es señal de su presencia allí donde hacemos la señal de la cruz
El óleo de los catecúmenos
Con el óleo de los catecúmenos se hace la unción en el pecho como símbolo de la protección de Cristo y de las arduas luchas espirituales que el cristiano ha de librar para serle fiel. Antiguamente se
luchaba en el circo, se ungían con aceite, para poder escurrirse de
sus adversarios
El agua
Nos recuerda muchas cosas
Del agua nace toda la vida: semillas, plantas, flores, animales,
nosotros; es imprescindible para nacer y vivir
El agua puede también matar y destruir. Ahoga, inunda. El bautismo destruye el pecado, la maldad que hay en nosotros, lava y
purifica
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El agua une y separa, separa dos orillas pero también las une.
El bautismo es una travesía: hay que sumergirse en las aguas
para salir distintos
El Santo Crisma
Es aceite mezclado con bálsamo, el sacerdote unge la frente del
bautizado. El aceite penetra profundamente, en los tejidos, en la
madera. En la antigüedad se ungían a los reyes, a los sacerdotes
a los profetas. Aquí simboliza una marca que llevamos en el corazón por la que hemos sido consagrados a Dios en forma definitiva
y expresa nuestra identidad con Cristo Sacerdote, Profeta y Rey.
(El crisma lo consagra el Obispo el Jueves Santo en la mañana)
La vestidura blanca
Recuerda que ahora el bautizado ha sido purificado y tiene la gracia, la misma Vida de Dios. Simboliza la pureza del alma. Antiguamente los bautizados llevaban una túnica blanca durante toda
la semana después de ser bautizados
La vela encendida
Es el símbolo de la Fe, que ilumina toda vida cristiana, para que
conozcan a Jesús y a su doctrina, e ilumine con ella a los demás
cristianos. Jesús dice: “Yo soy la luz del mundo….” Ahora Uds. son
también Luz del mundo
NOTAS:
-¿Porqué se bautiza a los niños?
En la fe de los padres y padrinos.
-En la Iglesia primitiva se bautizaban de adultos, porque la Fe era auténtica y comprometida, ya que
confesarse cristiano significaba, ponerse en peligro de ser perseguido y martirizado
-Es necesario ver a la Iglesia como a nuestra familia. La Iglesia es como una familia que amamos
-El niño que muere sin bautizar, no hay razón para pensar que se condene.
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CONFIRMACIÓN
Introducción
¿Qué es la Confirmación?
Es el sacramento que nos llena del Espíritu Santo mediante sus dones y nos hace perfectos cristianos, Apóstoles de Jesús. La Confirmación se debe recibir en estado de gracia y conociendo las principales verdades cristianas. La confirmación es una “confirmación” del bautismo. Antiguamente se
hacía después de ser bautizado.
En la confirmación hay que destacar:
La pertenencia a Dios, que se adquiere al ser confirmado
Una vez ungido ya no puede dejar de ser “el ungido”. Antiguamente esto se
hacía con los reyes, profetas y sacerdotes
Nosotros quedamos ungidos con el Espíritu Santo. Para siempre, imprime carácter
Nos comprometemos a ser dóciles al Espíritu para ser conducidos por El
El Espíritu nos conducirá a la verdad Jn.16,13
San Pablo habla de apagar el Espíritu cuando no somos dóciles a sus inspiraciones 1Tes.5,19
La confirmación es compromiso de docilidad al Espíritu
Se es ungido para servir al pueblo de Dios
Nos ayuda a discernir lo bueno de lo malo
1.- LA CONFIRMACIÓN ES EL DON DEL ESPÍRITU SANTO
A Jesús se lo llama Mesías o Cristo, quiere decir: Ungido por el Espíritu de Dios. Jesús lleno del Espíritu no dejó solo a los suyos, les promete que se derramará en el corazón de todos los que creen
en El. Cfr. Jn. 16,17; “Uds. recibirán la fuerza del Espíritu Santo” (Hech1,7. También les dice: “Yo
estaré con Uds. hasta el fin del mundo”
2.- JESÚS CUMPLE SU PROMESA DE ENVIAR AL ESPÍRITU SANTO
El Libro de los Hechos de los apóstoles en un lenguaje simbólico nos habla de PENTECOSTÉS (50
días después de Pascua). El Espíritu Santo cambió totalmente a los Apóstoles. El Espíritu Santo lo
reciben, bajo la imagen de UN VIENTO FUERTE. Es el mismo Espíritu que aleteaba en la superficie
de las aguas. (Gn1,2) Ahora el Espíritu de Jesús da vida en abundancia, da fuerza y coraje. El Espíritu purifica nuestro interior. El Espíritu Santo es Luz que nos ilumina interiormente. El Espíritu Santo
es como el calor de un hogar, es concordia y armonía.
La imagen de las LENGUAS nos remite a la construcción de la TORRE DE BABEL (Gn11) Perdieron
la unidad por orgullo de querer construir un mundo sin Dios. Se confundió su lenguaje, y se dispersaron. Ahora el Espíritu Santo vuelve a unir a los hombres dispersos en una sola Familia de Dios: La
Iglesia; y les enseña un lenguaje que todos entienden y a todos une: el amor cristiano.
El Espíritu Santo Transformó a los Apóstoles que se habían encerrado por miedo, en hombres valientes.
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El Espíritu Santo les hace salir a la calle y gritar la Verdad. Están llenos del Espíritu Santo.
La Confirmación debe llegar a ser para cada uno de nosotros un nuevo Pentecostés, la manifestación
más perfecta del Espíritu de Jesús. Nos transforma en Apóstoles de Jesús y nos llena con su fuego y
su calor.
3.- LA CONFIRMACIÓN NOS HACE TESTIGOS DE LA FE.
El Espíritu de Dios:
Nos infunde Vida Nueva. 2Cor..5,
Nos introduce en la verdad
Renueva toda nuestra vida
Nos saca de nuestra comodidad
Nos convierte en hombres nuevos
Es Luz y nos hace ser Luz para los demás: “Uds. son la luz del mundo”
Nos hace producir frutos unidos a El. “Quien permanece en mi dará mucho
fruto”
Nos da fuerza para vivir como verdaderos testigos de Jesús
Nos mueve a difundir y defender el mensaje de Jesús en todas las circunstancias
Nos hace profetas para anunciar el plan de Dios
Nos hace profetas para denunciar todo lo que se opone a un mundo más
humano
Nos hace testigos de su Reino y nos puede convertir en mártir
Nos prepara para la lucha diaria contra la comodidad, el desorden en nuestro
propio interior y contra el mal en la sociedad.
Nos impela la luchar contra la injusticia, la opresión, la explotación, la pornografía, la violencia, el aborto y toda clase de egoísmos
Nos compromete para que los derechos del hombre sean respetados, en la
política, en los sindicatos, en el mundo del trabajo, en los negocios
Nos lleva a vivir la 24 horas del día, siendo ejemplo, dando testimonio de lo
que creemos y amamos
Nos reúne en una comunidad fraterna y solidaria
El testimonio Cristiano no es fanatismo o sectarismo confesional
4.- LA CONFIRMACIÓN NOS HACE CRISTIANOS ADULTOS EN LA FE
La Confirmación pertenece a los sacramentos de la iniciación cristiana. Un día tus padres decidieron
bautizarte. En la Confirmación tienes la oportunidad de que tú mismo “confirmes” el compromiso bautismal conscientemente, haciendo libremente tu opción personal por Jesús y su Iglesia. La Confirmación es como una maduración del bautismo. Lo “confirma”, refuerza y completa.
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La misma relación que existe entre Pascua y el bautismo, existe entre Pentecostés y la Confirmación.
La Confirmación nos hace miembros adultos, maduros y responsables frente a la Iglesia.
5.- LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO: GAL 5,22.23
Amor
Alegría
Paz
Generosidad
Comprensión a los demás
Bondad y confianza
Mansedumbre y Dominio de sí mismo.
6.- LECTURAS BÍBLICAS
Is.12,2-5
Ez.36,25-29
Ez.37,1-14
Jn.14,15-17
Jn.14,26
Hch.2
1Cor.12,4-11
Cfr (Diario Parroquial)
7.- LOS SIGNOS DE LA CONFIRMACIÓN
Imposición de Es un gesto muy antiguo, significa: Bendición, elección Divina.
manos
Se usaba para consagrar a los Reyes y profetas, dar el don de profetizar y limpiar la lepra.
Jesús lo usó en múltiples ocasiones, con los apóstoles, para hacer milagros, lo
acompañabas siempre de una oración.
La Iglesia lo sigue empleando en cada sacramento, para instituir diáconos, envío
de misioneros y consagrar sacerdotes y diáconos.
Es un signo de comunicación del Espíritu Santo.
En la Confirmación la imposición de manos consagra al cristiano para ser profeta
y testigo de Jesús.
La unción
El Obispo hace el signo de la cruz en la frente del confirmando con el aceite del
con el crisma Crisma.
El aceite es un símbolo de la presencia del Espíritu (que cura, conserva e ilumina)
La unción visible es el signo de la unción invisible por la que el Espíritu Santo
viene a habitar en el confirmando. Somos impregnados por el Espíritu
El óleo contiene bálsamo perfumado, significa que el cristiano debe hacer sentir
el “buen olor” de la presencia de Cristo en medio de este mundo.
La señal de cruz, sobre una cosa o persona , significa que Jesús tiene derecho
sobre aquella cosa o persona, es como una marca que nos dice de quién es, se
nos dice: somos el grupo de Cristo. Somos consagrados para toda una vida.
8.- LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO
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Sabiduría
Entendimiento
Fortaleza
Piedad
Consejo
Ciencia
Temor de Dios
9.- EFECTOS DE LA CONFIRMACIÓN. Nº 1302 – 1303 DEL C.I.C
La efusión plena del Espíritu Santo, la misma que un día recibieron los apóstoles en Pentecostes
Se confiere crecimiento y profundidad a la gracia del bautismo.
Nos introduce más profundamente en la filiación Divina, que nos hace decir: Abbá..
Nos une más firmemente a Jesús.
Aumenta en nosotros los dones del Espíritu Santo
Hace más perfecto nuestro vínculo con la Iglesia. (LG. 11)
Nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo para difundir y defender la fe, por la palabra y las
obras y confesar valientemente el nombre de Cristo.
10.- NOTAS
•
La Confirmación como el bautismo del que es la plenitud, solo se recibe una vez, imprime en el
alma una marca espiritual indeleble, el “carácter” que marca al cristiano con el sello del Espíritu
Santo, lo reviste de la fuerza de Dios y lo hace testigo de Jesús
•
La Confirmación la puede recibir cualquier cristiano
•
Bautismo, Confirmación y Eucaristía forman una sola unidad
•
La Confirmación debe recibirse en estado de gracia
•
Para la Confirmación como para el bautismo se necesita un padrino, a ser posible el del bautismo
•
El ministro de la Confirmación es el Obispo o aquel sacerdote a quien él delegue
•
En caso de muerte cualquier presbítero puede darle el sacramento de la Confirmación
•
Para consultar sobre la Confirmación ir al C.I.C. Nºs.. 1285 al 1321
CONCLUSIÓN:
La Confirmación es una confirmación del bautismo. Podemos ejemplificar la pertenencia de Dios,
a toda unción proveniente de derramar aceite sobre piedra, penetrar en ella y luego no poder
separar; en la consagración de los reyes y de los sacerdotes, algo que el ungido ya no puede dejar
de ser es ser ungido. Nosotros quedamos ungidos por el Espíritu Santo. Esta unción nos lleva a un
compromiso, que es ser dócil a la acción al Espíritu Santo, dejarnos guiar por el Espíritu. Jn.1613;
Ef.4,30; 1Tes 5,19. La Confirmación es siempre compromiso de docilidad al Espíritu y ser guiado en
el servicio del pueblo de Dios.
La Confirmación nos sana interiormente, nos hace adultos, nos llena de la presencia del Espíritu que
es siempre sanador y purificador.
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EUCARISTÍA
Introducción:
La Eucaristía, Es presencia Real del señor. Jesús ha querido quedarse en medio de nosotros como
comida, como pan para ser comido y quedare en medio de nosotros, con su presencia real para manifestarnos el gran amor que nos tiene.
1.-¿QUÉ ES LA EUCARISTÍA?
Es la consagración del pan en el Cuerpo de Cristo y del vino en su Sangre que renueva mística y sacramentalmente el sacrificio de Jesucristo en la Cruz. La Eucaristía es Jesús real y personalmente
presente en el pan y el vino que el sacerdote consagra. Por la fe creemos que la presencia de Jesús
en la Hostia y el vino no es sólo simbólica sino real; esto se llama el misterio de la transustanciación
ya que lo que cambia es la sustancia del pan y del vino; los accidentes – forma, color, sabor tamaño –
permanecen iguales.
2.- INSTITUCIÓN
La institución de la Eucaristía tuvo lugar durante la última cena pascual que celebró Jesús con sus
discípulos, los 4 relatos del evangelio coinciden en la esencial, en todos ellos la consagración del pan
precede a la del cáliz. (La fracción del Pan) comenzó en la Iglesia primitiva antes de la redacción de
los evangelios.
3.- SIGNOS
Los signos esenciales del sacramento eucarístico son pan de trigo y vino de vid, sobre los cuales es
invocada la bendición del Espíritu Santo y el presbítero pronuncia las palabras de la consagración
dichas por Jesús en la última Cena. “Esto es mi cuerpo entregado por vosotros... este es el cáliz de
mi Sangre....”
4.- LA EUCARISTÍA ES UN ENCUENTRO CON JESÚS AMOR
El hombre necesita encontrase con Jesús Eucaristía, aquí se da una experiencia personal e íntima,
que supone el encuentro pleno de dos que se aman. Es por tanto imposible generalizar acerca de
ellos. Porque sólo Dios conoce los corazones de los hombres. Sí, debemos traslucir en nuestra vida,
la trascendencia del encuentro íntimo con el Amor. Quien recibe esta Gracia, está con mayor capacidad de amar y de servir al hermano, y que alimentado con el Pan de Vida debe estar más fortalecido
para enfrentar las pruebas, para encarar el sufrimiento, para contagiar su fe, su alegría, su esperanza, y llevar a feliz término la misión, la vocación que el señor le ha regalado.
“Con ansias he deseado comer esta Pascua con vosotros”. Lc22,15. El Señor nos espera en cada
Eucaristía, en el sagrario, en la Adoración al Santísimo, en la mesa servida de cada domingo, la misa.
5.-LA EUCARISTÍA ES UN SACRAMENTO
La recepción de Jesús sacramento, bajo las especies de pan y de vino en la sagrada Comunión significa y verifica el alimento espiritual del alma. En ellas se nos da la gracia invisible bajo especies visibles, guarda razón de sacramento. Jesús al instituir la Eucaristía le confiere intrínsecamente el valor
de sacramento pues a través de ella El nos transmite su gracia, su presencia viva. Por ello la Euca-
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ristía es el más importante de los sacramentos, de donde salen y hacia el que van todos los demás
centro de la vida litúrgica, expresión y alimento de la comunión cristiana.
6.-LA EUCARISTÍA ES SACRAMENTO DE UNIDAD
Al referirnos a la Eucaristía como Comunión, estamos proclamando nuestra unión entre todos los
cristianos y nuestra adhesión a la Iglesia con Jesús. Por ello la Eucaristía es sacramento de unidad
de la Iglesia, y su celebración sólo es posible donde hay una comunidad de creyentes.
7.-LA EUCARISTÍA ES SACRAMENTO DEL AMOR FRATERNO
La misma noche en que Jesús instituyó la Eucaristía, instituyó el mandamiento del amor. Por lo tanto,
la Eucaristía y el amor a los demás tienen que ir siempre juntos. Jesús instituye la Eucaristía como
prueba de su inmenso amor por nosotros y pide a los que vamos a participar en ella, que nos amemos como El nos amó. Desde esta óptica la Eucaristía tienen que estar precedida por el Sacramento
de la Reconciliación, si hay faltas graves, al recibir el “alimento de vida eterna” exige una reconciliación constante con el hermano y con Dios Padre.
El misterio Eucarístico, no se lo puede desgajar de lo sacrificial y sacramental, si le faltara esto dejaría de ser lo que es. No admite ninguna imitación profana, se convertiría en profanación.
8.- ¿LA EUCARISTÍA ES UN SACRIFICIO?
La Eucaristía es por encima de todo un sacrificio: sacrificio de la Redención y al mismo tiempo sacrificio de la Nueva Alianza. El hombre y el mundo son restituidos a Dios por medio de la novedad pascual de la Redención. Esta restitución no puede faltar: es fundamento de la “alianza nueva y eterna”
de Dios con el hombre y del hombre con Dios. Si llegase a faltar carecería de valor la excelencia del
sacrificio de la Redención que fue perfecto y definitivo, y carecería de valor el sacrificio de la Santa
Misa. Por tanto la Eucaristía, siendo verdadero sacrificio, obra esa restitución a Dios. El celebrante en
cuento ministro del sacrificio, es auténtico sacerdote, que lleva a cabo – en virtud del poder específico
del Orden Sagrado- el verdadero acto sacrificial, que lleva de nuevo a los seres a Dios. En cambio,
todos aquellos que participan en la Eucaristía, sin sacrificar como él, ofrecen con él, en virtud del sacerdocio común, sus propios sacrificios espirituales, representados por el pan y el vino, desde el momento de su presentación en el altar.
El pan y el vino son el símbolo de todo lo que lleva la asamblea eucarística, se convierten por sí misma, en ofrenda a Dios y que ofrece en espíritu. Sería la procesión de las ofrendas que podría ser
acompañada por un salmo o un cántico. El pan y el vino, presentados en el altar y acompañados por
los sacrificios espirituales de los participantes, son finalmente consagrados, para que se conviertan
verdadera, real y sustancialmente en el Cuerpo entregado y en la sangre derramada de Cristo mismo.
Así, en virtud de la consagración, las especies del pan y del vino, “re-presentan” de modo sacramental e incruento, el sacrificio propiciatorio ofrecido por El al Padre para la salvación del mundo.
9.- FRUTOS DE LA EUCARISTÍA.
•
Al recibir la Eucaristía, nos adherimos con Cristo Jesús, quien nos transmite su gracia.
•
La comunión nos separa del pecado, es este el gran misterio de la redención, pues su Cuerpo
y su Sangre son derramados por el perdón de los pecados.
•
La Eucaristía fortalece la caridad, que en la vida cotidiana tiende a debilitarse; y esta caridad
vivificada borra los pecados veniales.
14
•
La Eucaristía nos preserva de futuros pecados mortales, pues cuanto más participamos en la
vida de Cristo y más progresamos en su amistad, tanto más difícil se nos hará romper nuestro
vínculo de amor con El.
•
La Eucaristía es el Sacramento de la unidad, pues quienes reciben el Cuerpo de Cristo se
unen entre sí en un solo cuerpo: La Iglesia. La comunión renueva, fortifica, profundiza esta incorporación a la Iglesia realizada ya por el Bautismo.
•
La Eucaristía nos compromete a favor de los pobres; pues el recibir el Cuerpo y la Sangre de
Cristo que son la Caridad misma nos hace caritativos.
10.- LA MISA
La Misa guarda una íntima relación con la última Cena, porque fue la primera celebrada por Jesús,
las que siguen después son el cumplimiento de las palabras que Jesús pronunció: “Haced esto en
memoria mía”
En aquel momento de la última Cena el Señor tiene una clara intención, en ese momento queda instituido el Sacramento del Orden, deja un mandamiento claro “Haced esto en memoria mía” para que su
presencia y su salvación lleguen a todos los hombres y en todas las épocas, para que podamos tener
vida eterna, al comer su carne y beber su sangre.
El carácter de “memorial” que tiene la Misa, exige de los cristianos la actitud de introducirnos al misterio pascual tal y como es; no como recuerdo de algo que sucedió, sino asociándonos a una acción
que sigue verificándose hoy . Por eso cuando celebramos la Santa Misa, nos trasladamos, nos
hacemos presentes en la Cena del Señor y estamos con María al pié de la Cruz. Estamos alimentándonos del Cuerpo y la Sangre del Señor, estamos siendo salvados en virtud de su sacrificio, estamos participando de la unidad en comunión con el Señor y por ello podemos unir nuestro sacrificio y sufrimientos a los de Cristo. Sólo “por El, con El y en El” tienen un profundo sentido
y acceden a la dimensión redentora.
La Misa además tiene un valor de impetración, es decir, nos consigue de Dios tales gracias que
sólo el desconocimiento de lo que se puede alcanzar con la Misa explica el poco empeño que tantos
católicos ponemos en no asistir a ella. En cuanto a alabanza y acción de gracias tiene un valor
infinito, pues tiene a Dios como referencia y ahí no hay límite para la acción de Cristo.
En cada pecado hay una culpa que merece una pena, la Misa en lo que tiene de sacrificio que satisface por el pecado, afecta en su aplicación a la culpa y a la pena, expiando la culpa y satisfaciendo
por la pena, pero no absolutamente, sino en la medida que le permite la capacidad de recepción que
existe. Su efecto depende de la disposición que tenga el fiel.
Cuando participamos de la Eucaristía experimentamos la espiritualización deificante del Espíritu Santo, que no sólo nos conforta con Cristo, sino que nos cristifica por entero, asociándonos a la plenitud
de Cristo.
La Misa es un sacrificio, una víctima que se ofrece a Dios, y que puede ofrecerse por otros para beneficio de otros.
La Misa es un acto comunitario, es la Iglesia quien lo ofrece, y la Iglesia es un Cuerpo en el que todos
sus miembros son solidarios, el cristiano que se beneficia de la Santa Misa no se deber beneficiar
solo para él, sino también para otros.
11.-ADORACIÓN EUCARÍSTICA : EXPOSICIÓN Y BENDICIÓN.
15
Jesús ha querido quedarse como alimento bajo las especias de pan y vino, pero también ha querido
quedarse en el sagrario, como expresión de amor y para una mayor vivencia de la celebración Eucarística, y un mayor encuentro personal en la oración y comunión con los hermanos, creando la comunicación fraternal.
La Exposición: La exposición y bendición con el santísimo, es un acto comunitario en el que debe
estar presente la celebración de la Palabra de Dios y el silencio contemplativo, ahí está presente el
señor y nos invita a una mayor intimidad con El.
La Adoración.: La exposición con el santísimo es un momento de adoración, cantos y lectura de la
Palabra de Dios. Los momentos de silencio son muy importantes para tener esa intimidad con el Señor.
16
RECONCILIACIÓN
1.- YO NO TENGO PECADOS
Es una frase que se escucha con mucha frecuencia, desde esta visión es inútil hablar de reconcilia-
ción.
¿Qué nos dice la Palabra de Dios?
“Si decimos:¡No tenemos pecado! Nos engañamos a nosotros mismos”. 1Jn.2,8
“Decir que no hemos pecado, sería afirmar que Dios miente” 1Jn.1,10
“El justo cae muchas veces” Prov24,16
Todos estamos sometidos al pecado. No hay ningún justo, ni siquiera uno” Rom.3,10
Todo hombre sano lleva en su interior una voz que le dice lo que está bien y lo que está mal. La conciencia moral es como el ojo. Si una persona es ciega o cierra los ojos, aunque tenga el arco iris adelante, no puede ver ningún color. Todos tenemos pecados pero si nuestra conciencia está ciega no
los vemos. Necesitamos quizás, educar y formar la conciencia moral, de acuerdo a los criterios del
Evangelio.
2.- ¿QUÉ ES EL PECADO?
Dios tiene un plan de salvación y de amor para el hombre y para el mundo
•
El pecado es oponerse a ese plan de Dios
•
Es no colaborar en esa construcción de un mundo cada vez mejor
•
Es no hacer el bien
•
Es quedarnos con los brazos cruzados y no darnos una mano en las pequeñas y grandes cosas
En realidad hay un solo pecado que es: = NO AMAR.
Los pecados son como los síntomas de esa única enfermedad: Falta de AMOR Porque si uno quiere
a una persona no le roba, no le miente, no le entristece, no habla ni piensa mal de ella, no la mata
física o mentalmente. El que ama actúa de otra forma, le ayuda en todo lo posible. ¡Cuánto más
ames, descubrirás más tu falta de amor!
El pecado rompe la amistad con Dios, interrumpiendo la comunión con El, que es nuestro Creador y
única fuente de vida y felicidad, se rompe la armonía interior y nos condenamos a nosotros mismos a
vivir en la soledad, se rompe la armonía con el prójimo y surge en nosotros el odio, la violencia, la
envidia, los celos, los rencores, acusaciones, divisiones. El pecado al romper los lazos de amistad
con Dios y con los hermanos, nos castiga a nosotros mismos; nos destruimos lentamente.
No es fácil amar. No nos alcanzará toda la vida para amar como hijos y hermanos.
Ser perdonado es cambiar, convertirse, es un retorno constante a Dios y al hermano.
3.- “EL AMOR CUBRE TODOS LOS PECADOS.” 1PD. 4,8
Todos los caminos para reparar el daño causado a Dios y al hermano, son caminos de perdón.
17
•
En el “Padre Nuestro” pedimos a Dios que nos perdone, como nosotros perdonamos
•
El comenzar la Eucaristía pedimos al Señor que purifique nuestro corazón
•
La lectura de la Palabra de Dios opera en nosotros el perdón
•
El Bautismo perdona todos nuestros pecados
El signo del perdón por excelencia y su culminación es el Sacramento de la Penitencia o reconciliación .
El Señor dio a su Iglesia el poder de perdonar en su nombre:”Los pecados serán perdonados a los
que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”
4.- ¿CUÁNDO TENGO QUE CONFESARME?
Cada uno puede hacerlo cuando lo necesite. Pero es necesario cuando uno toma conciencia que ha
roto gravemente la amistad con Dios y con el prójimo (pecado grave o mortal), lo mejor es confesarse
cuanto antes, como cuando uno tiene un grave enfermedad y trata de ver con urgencia al médico.
Antes de llegar al sacramento es necesario hacer una reconciliación interior con Dios y con los hermanos, arrepintiéndose en serio de lo que hizo y volviendo a querer a la persona que ofendió.
En cuanto a la frecuencia, no hay normas establecidas, depende de la delicadeza de cada uno con
Dios, siempre que no se caiga en el escrúpulo y se vuelva rutinaria.
5.- CELEBRACIÓN COMUNITARIA DE LA RECONCILIACIÓN
Tenemos que descubrir el carácter comunitario de la reconciliación. Ser perdonados no es solo reencontrarse con Dios sino también con los hermanos. (Historia del sacramento) .
La preparación en común nos ayuda a descubrir ideas falsas sobre el pecado que quizás arrastramos
desde el pasado. Nos ayuda a formar la conciencia según los criterios del evangelio.
6.- UNA AYUDA PARA HACER UNA BUENA RECONCILIACIÓN.
Jesús no nos dejó detalles sobre como celebrar el sacramento, ha sido la Iglesia cómo a lo largo de
los siglos ha ido concretando la celebración, conservando siempre lo esencial.
•
Reconocimiento de los pecados: Para llegar a conocer nuestras faltas hacemos un examen
de conciencia, tratando de ver todo lo que nuestra conciencia recuerda como pecado. Es necesario reconocer nuestros pecados graves. Es bueno llegar a la raíz del pecado (actitud interior mala) Porqué caigo siempre en lo mismo.
•
Arrepentimiento de los pecados: El sacramento no tendrá sentido si no hay un arrepentimiento sincero de nuestros faltas. El arrepentimiento es el dolor de haber violado el amor de
Dios y roto los lazos de hermandad.
•
Decisión de cambiar: Se trata de ver concretamente en qué y cómo voy a cambiar mi vida.
Esto no significa que no volvamos a caer o pensar que nos hemos confesado mal. Tenemos
que aceptar que somos débiles y podemos volver a caer en los mismos errores .
•
Confesión de los pecados: Así preparados podemos acercarnos al sacerdote para confesar
nuestros pecados. El sacerdote nos perdona en nombre de Jesús, es Jesús quien perdona, el
sacerdote es además representante de la Iglesia que nos expresa visiblemente el perdón de
Dios y de nuestros hermanos .
18
•
Manifestación de arrepentimiento ( “Penitencia”): Al pecar rompemos el plan de Dios,
causamos un desorden y hacemos un daño. Es normal que tenemos que hacer algo para
arreglar esa situación. Ej. Si yo robo, voy y pido perdón al que robé, este me exigirá que le devuelva lo robado. La penitencia nos ayuda a comenzar a cumplir la decisión de cambiar de
conducta. (Ej. Si uno está muy apegado al dinero, la penitencia puede ser ayudar a alguien
que lo necesite, desprenderme de algo mío) Si nunca reza, la penitencia puede ser leer algún texto de la Sagrada Escritura
•
La absolución: “Absolver” quiere decir ”desatar” El pecado nos ata, no nos deja ser libres,
nos arrebata la alegría. Ahora Dios nos libera, nos devuelve la alegría, la Paz, la posibilidad
de amar.
VISIÓN DEL SACRAMENTO DESDE LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO - “EL PADRE MISERICORDIOSO”
Lc.15,11-32
•
¿Qué es el pecado? - Versículos. 11–13
La paternidad Divina y humana
La ruptura
La tragedia
El pecado como alejamiento del amor de Dios
El pecado como alejamiento de la casa del Padre
•
La angustia que genera el pecado - Versículos. 14–16
La vida descontrolada
Caer en la esclavitud de los propios vicios
Evasión de toda responsabilidad
Rebajarse a la animalidad
•
Confesión - Versículos. 17–19
Reflexión
Búsqueda de Dios
Arrepentimiento
.
•
Encuentro con el Padre - Versículos. 20–24
19
Retorno al padre
Iniciativa del Padre
El Padre no le deja terminar el discurso
Devolución de los bienes perdidos
Restauración de la dignidad perdida
•
Los que se creen justos y no tienen amor - Versículos. 25–27
El gran pecado de los que se consideran justos
El gran pecado, no haber descubierto el amor del Padre
El peligro de juzgar
•
Actitud misericordiosa del Padre - Versículos. 28–30
El Padre abandona la mesa en búsqueda del hijo mayor
“Ese hermano tuyo” ante “ese hijo tuyo”
•
La mayor grandeza que tenemos: Estar en la casa del Padre - Versículos. 31–32
El pastor que sale a buscar a la oveja perdida
La alegría del reencuentro
Dios es Padre de todos
.
UNA NUEVA VISIÓN DEL SACRAMENTO
•
¿Qué significa la palabra confesión?
Reflexión personal
20
MATRIMONIO
Introducción:
Trato de hacer una serie de reflexiones que suelo plantear a los novios cuando se quieren casar o me
piden que sea testigo de su matrimonio como sacerdote:
¿Porque os casáis? - ¿para qué os casáis?
Os casáis para SER FELICES. Porque el Señor os ha puesto en la misma sintonía, en el mismo camino
Porque estáis llamados a caminar juntos en la misma dirección
En realidad hoy comenzáis a casaros; la vida os va casando día a día, momento a momento, en los
aciertos y en los errores, en las penas y en las alegrías.
Signo: Entrasteis separados, acompañados por uno de vuestros seres más queridos; saldréis unidos
para siempre: en la prosperidad y en la adversidad; en la salud o en la enfermedad.
1.- ¿QUÉ ES EL MATRIMONIO?
Es el sacramento del Amor
Es el sacramento que hace fecundo el Amor
Es donación y entrega incondicional
Es participar al otro el don que he recibido de Dios; El AMOR
El Amor es la base de la vida matrimonial; por eso el Matrimonio:
Nace del Amor
Se efectúa en el amor
y permanece en el amor
El Matrimonio, es la celebración del encuentro con el otro, en donde el amor es la razón de la vida. Es
la celebración del AMOR
2.- EL MATRIMONIO ES:
Una Vocación: a Vivir el Amor. A vivir la felicidad, felicidad que juntos tendréis que conquistar, que no
se da gratuitamente y que supone:
Vivir la igualdad; Hombre y Mujer igual naturaleza y dignidad
Respeto mutuo. Sois hijos de Dios
Vivir en Común y poner todo en común: bienes materiales y espirituales, ideales,
alegrías, dificultades
Hacer feliz al otro
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Ser fecundos; colaboradores en la obra creadora de Dios
Vivir la alegría y la Paz, siendo constructores y artífices de esa alegría y de esa
paz.
Un Don: Es decir una gracia, algo gratuito.
El Señor tenía un sueño para haceros felices.
NN, te mereces a NN?
NN, te mereces a NN?
Ahora te da ese TESORO, ese REGALO para que lo descubras, lo valores, lo cuides, lo protejas, lo defiendas, lo acompañes
Este Don es como una flor que corre el riesgo de marchitarse con el tiempo sino se la riega, se
la cuida y protege.
Es una tarea. Como toda tarea se va construyendo, en detalles, signos, manifestaciones, cuidados y
atenciones mutuas.
Esta tarea comienza hoy, el día que os casáis, pero es un camino que hay que ir haciendo.
Es un Sacramento. El sacramento es un gesto salvador de Dios, porque representa la unión de Cristo a su Iglesia. Es un signo visible del amor.
NN y NN, hoy se ofrecen el amor el uno al otro y acuden a Dios para recibir de El:
La promesa
La fuerza
La seguridad
La consagración de su amor, así su amor vivirá para siempre y serán esposos por toda
la eternidad, porque juraron ser fieles ante Dios. (Jarro de barro acrisolado al fuego).
3.- ALGUNOS TEXTOS PARA ORAR
1Cor.13,1ss
El Amor
Ef.5,25-33
La moral familiar
1Jn.4,7-12
La fuente del amor… la caridad
Col.3,12-17
El amor y el perdón mutuo
Prv.31,10-31
La Mujer perfecta
Mt.5,1-12
Las Bienaventuranzas
Mt.13,31ss
Parábola del grano de mostaza
Jn.2,1-12
Las bodas de Caná
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4.- DIOS LOS HIZO, VARÓN Y MUJER
Toda persona está marcada por su sexualidad.
La genitalidad es la manifestación del sexo en el cuerpo y se circunscribe por los órganos genitales.
La sexualidad, en cambio no se reduce a las relaciones genitales. Ella es algo mucho más hondo,
amplio e importante.
La sexualidad es nuestra manera masculina o femenina de ser y vivir en este mundo.
El hombre siente, piensa, ama actúa como varón. La mujer siente, piensa, ama , actúa como mujer.
Podemos prescindir de relaciones genitales, pero no podemos prescindir de nuestra sexualidad, de
nuestro ser varón o mujer.
5.- LA SEXUALIDAD ES UN LLAMADO A LA COMUNICACIÓN Y AL AMOR
Cuando nace el verdadero amor, cada uno vive el gozo de descubrir en el sexo opuesto una riqueza
desconocida hasta ahora.
La sexualidad es ese tesoro personal que distingue al “varón” de la “mujer”, y por el cual ambos pueden sentirse atraídos, complementarse y hallar la felicidad en la donación recíproca.
Somos incompletos, nadie puede bastarse a sí mismo. Esta limitación se presenta como la gran posibilidad; los impulsos del organismo, la atracción hacia la belleza física, el deseo de cariño, de caricias,
de contacto corporal entra en el plan de Dios quien nos llama a la comunicación con los demás. La
sexualidad nos invita al amor
El amor no es función del cuerpo únicamente. Aman personas con cuerpo, alma y espíritu. En la
medida que estas tres dimensiones contribuyan armónicamente con sus valores, florecerá el auténtico amor conyugal.
6.- ALGUNAS IDEAS IMPORTANTES DE RESALTAR
El cuerpo pone en el amor conyugal el instinto sexual y el atractivo estético
El instinto sexual es diferente en los animales y en el hombre
La satisfacción del instinto genital, tiene que ser expresión de “persona” y por eso mismo de
libertad y de entrega consciente
La relación puramente corporal es egoísta e inhumana
La belleza es un valor que hay que considerarlo en su justa medida como medio para avanzar en el camino hacia la belleza interior y hasta infinita
El alma pone en el amor el afecto, el conocimiento y la amistad; no se ama aquello que no
se conoce
Todo este amor con ser tan bello, puede ser revestido de una dimensión nueva: del amor
cristiano reservado para los que creen en Jesús
La sexualidad debe ser integrada en toda la personalidad
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Ser adulto es ser protagonista libre de la propia sexualidad, esto implica adueñarse de todas
las fuerzas que se agitan dentro de uno: sexuales, afectivas y racionales. Tiene que haber
un orden y una armonía en toda la persona
La inteligencia y la voluntad deben encauzar los sentimientos y el impulso sexual
El que confunde el placer con la felicidad se destruye a sí mismo y daña al otro
Tenemos que aprender a amar
La castidad es la actuación ordenada de la sexualidad, de acuerdo a sus fines propios, y
según el estado de vida de cada persona
La sexualidad es el lenguaje de amor y compromiso
7.- EL AMOR DE LOS ESPOSOS CRISTIANOS ES SIGNO VISIBLE (SACRAMENTO) DEL AMOR
DE DIOS
Una pareja cristiana descubre a través de su amor humano al autor de todo amor.
Casarse por la Iglesia es mucho más que recibir la bendición de Dios y más que un simple contrato.
El matrimonio cristiano tiene las características de una alianza de amor de los esposos entre sí
por un lado, y entre ellos y Dios por otro.
La familia es imagen de la Santísima trinidad. La familia es imagen de Dios que es su misterio más íntimo no es una soledad, sino una Trinidad, una familia de tres personas
El amor conyugal es símbolo del amor de Dios hacia la humanidad. Los profetas nos revelan a un Dios que siente por los hombres un amor tan real y tan personal que se puede
comparar con la entrega amorosa de esposos
El Nuevo Testamento compara el matrimonio cristiano con la unión de Cristo y la Iglesia.
Cristo ha amado, ama y amará siempre con entrañable ternura a su Iglesia. El Nuevo Testamento compara a Cristo como novio o esposo. La Iglesia es la novia o esposa. Ef.5,25-32.
8.- EL AMOR CONYUGAL ES SIGNO (SACRAMENTO) DEL AMOR DE DIOS EN LA MEDIDA QUE
ES PARECIDO A ESTE
Los esposos cristianos están llamados a reproducir y hacer presente en el mundo el Amor
Divino, que se manifestó de modo insuperable en Jesús. Su amor es atención al otro, sacrificio, entrega definitiva; este es el modelo para el matrimonio cristiano
El verdadero amor conyugal es irrevocable. Jesús proclamó expresamente la indisolubilidad
del matrimonio. Mc.10,6-12
Todo verdadero amor quiere durar para siempre. La indisolubilidad despoja el amor de sus
elementos ilusorios. Transforma el enamoramiento en auténtico amor
El verdadero amor conyugal es fiel y exclusivo. “Serán dos en un mismo ser” El matrimonio
reclama la Unidad y exclusividad: un solo varón con una sola mujer. La entrega total es posible únicamente a una sola persona. El amor y la fidelidad van siempre unidos
Quien ama de verdad guarda su cuerpo, lo mismo que su corazón para el amado.
9.- EL AMOR CONYUGAL ES FECUNDO Y GENEROSO
“No hay mayor amar que dar la vida por quien se ama” Jn.15,1-13
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Dios llama a los esposos a crecer juntos como cristianos, complementarse y acompañarse
mutuamente. Gn.2,18
Dios llama a los esposos como colaboradores suyos a comunicar la vida. “Dijo Dios: Sean
fecundos y multiplíquense”. El matrimonio y el amor conyugal, por su propia índole, se ordena a la PROCREACIÓN Y EDUCACIÓN de la prole
Comunicar la vida es desarrollarla en sus múltiples aspectos
10.- EL AMOR CONYUGAL ES COMPRENSIVO
Los cónyuges deberán saber aceptarse, perdonarse, es una verdadera prueba de amor que
se da al otro
En todo esto el modelo es siempre Jesús
En la medida que el amor conyugal es irrevocable, fecundo, generoso y comprensivo, se
convierte en “sacramento” o sea en imagen y participación de la alianza entre Cristo y su
Iglesia
11.- LA FAMILIA
Una comunidad en crecimiento, intercomunicación, dialogo, participación
Formadora de personas
Educadora en la fe
Educadora de la sensibilidad social
“El futuro de la humanidad se fragua en la familia”
(Familiaris consorcio 86)
25
UNCION DE LOS ENFERMOS
Introducción:
Dios quiere al hombre feliz, libre de dolor y enfermedad. Dios no puede querer nunca la enfermedad, el dolor y la muerte y menos visualizar todo esto como castigo.
¿De donde viene el sufrimiento? --- no tenemos un repuesta clara, sí podemos recurrir a la Biblia para
descubrir el sentido del mal, del sufrimiento y de la enfermedad y verlos dentro del plan de Dios.
Mt.11,28 “Vengan a mi los que estén cansados y agobiados porque yo los aliviaré”.
1.- JESÚS Y LOS ENFERMOS
Jesús nos dijo que su misión era: llamar a los pecadores y sanar a los enfermos. Mc.2,17, en Lc.7,22
Jesús contesta a los enviados de Juan Bautista: “Los ciegos ven, los paralíticos caminan, los muertos
resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres”
Jesús cura a los enfermos, por amor y misericordia, y para demostrar al mundo la grandeza de Dios y
la llegada de la salvación. Podemos decir que la fuerza divina ya está actuando en el mundo y un día
vencerá totalmente el dolor y la muerte.
Los Evangelistas hablan de milagros y curaciones obrados por Jesús:
Curación de enfermos y poseídos
Mateo
4,23
8,16-17
Marcos
1,32-34
3,10-12
Lucas
4,40-41
5,17
12,15
15,30-31
6,18-19
9,11
Jesús cura a ciegos, leprosos, paralíticos y todo tipo de
enfermedades
Mateo
8,28-34
9,32-33
12,22
Marcos
1,23-27
5,1-20
9,13-28
Lucas
8,26-39
9,37-44
11,14ss
17,14-20
Jesús resucita
Lc.7,11-17
La hija de la viuda de Naín
Mt.9,18,26
Mc.5,22-23
La hija de Jairo
Lc.8,40-56
Jn.11,1-45
A Lázaro
2.- LOS APÓSTOLES Y LOS ENFERMOS
Jesús eligió a los apóstoles y les dio la misma autoridad y el mismo poder que El había recibido del
Padre. Los mandó a proclamar el Reino de Dios y les dio poder para sanar a los enfermos. Lc.9,1-3
Después de la muerte y la Resurrección de Jesús continuaron la misma misión que el Señor les había
transmitido.
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El apóstol Santiago (Sg.5,13-15) nos dice que llamen a los presbíteros (sacerdote) de la comunidad
cuando hay un enfermo, para que oren por él ungiéndole con aceite en nombre del Señor.
3.- LA IGLESIA HOY
Fiel al mandato de Jesús, también hoy la Iglesia sigue preocupándose por la salud espiritual y corporal de los enfermos. La Iglesia hace suya la misericordia y el amor de Jesús para con los que sufren.
Con la administración del sacramento de la Unción le asiste al enfermo en su tiempo de prueba y lo
une a Cristo quien lo reconforta y lo acompaña en el sufrimiento.
4.- JESÚS ES QUIEN VISITA AL ENFERMO
Jesús hoy como hace dos mil años visita al enfermo, se preocupa por el enfermo, pero ahora no se
presenta con su cuerpo físico y visible, como lo hacía en Palestina, sino que ahora actúa como todo
sacramento: En la Unción de los enfermos, Cristo, en la persona del sacerdote, visita al enfermo.
Este sacramento, como todo sacramento, es un verdadero encuentro con el Señor, quien acompaña
al enfermo con su misericordia en un momento difícil de la vida.
5.- JESÚS PERDONA LOS PECADOS AL ENFERMO
Los preferidos de Jesús fueron los enfermos, los más necesitados, lo pobres.
Jesús busca sanar la enfermedad del hombre en la raíz: al arrepentido le perdona los pecados y le
devuelve la amistad con Dios. Estar en paz con Dios es el primer paso para lograr la salud. Por eso
Jesús quiere sanar primero el espíritu y luego el cuerpo.
6.- JESÚS RECONFORTA Y ALIVIA AL ENFERMO
Mt.11,28 nos dice:”Vengan a mí todos los que se sientan cargados y agobiados, porque yo los aliviaré”.
Desde la fe y sabiéndose unido a Jesús, el enfermo recibe fuerza y ánimo para luchar contra su enfermedad. La esperanza en la victoria final junto a Jesús le da valor para salir victorioso de la prueba.
Jesús nos dice: “Te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad”
San Pablo nos recuerda: “Me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para que habite en mí la fuerza de Cristo. Me alegro cuando me tocan enfermedades, humillaciones, privaciones, persecuciones
y angustias por Cristo. Cuando me siento débil, entonces soy fuerte”. 2Cor.12,9-10
7.- LA UNCIÓN ES SIGNO DE FE Y ESPERANZA
Este sacramento acrecienta la gracia, ayuda al enfermo a reavivar y profundizar la fe. Mirando a Jesús que aceptó el sufrimiento y la muerte para llegar así a la Vida gloriosa, el enfermo comprende
mejor el sentido de su propio sufrimiento.
Se fortalece su Esperanza, porque confía en que al participar en el sufrimiento de Jesús, llegará también a la gloria de El. Es como si oyera a Jesús que le dice: “No tengas miedo, yo estoy contigo. Si
sufres conmigo, llegarás también conmigo al cielo”.
Unido a Jesús en sus sufrimientos y aceptando sus dolores el enfermo colabora en la salvación del
mundo.
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8.- LA IGLESIA SE SOLIDARIZA CON EL ENFERMO
Al administrar el sacramento de la Unción, la Iglesia expresa su solidaridad con el enfermo, preocupándose por su salud espiritual y corporal.
El hermano enfermo no está solo ni queda abandonado.; cuenta con la presencia de la comunidad
que sufre con él y que busca animarlo y acompañarlo. Como en el cuerpo humano, también en la
Iglesia “cuando un miembro sufre, todos los demás sufren con él, y cuando recibe honor, todos se
alegran con él “ 2Cor.12,26.
9.- LA UNCIÓN ES UN SACRAMENTO PARA LOS ENFERMOS
La misma expresión lo dice. “Unción de los enfermos”. Cuando un católico tienen una enfermedad o
se pone muy débil por su vejez, los familiares, contando con el acuerdo del enfermo, deben llamar al
sacerdote a tiempo, y no esperar hasta el último momento.
Sería bueno avisar a toda la comunidad, por lo menos a los familiares, vecinos, amigos para que asistan a la Celebración del Sacramento.
La Unción de los enfermos no es tanto un sacramento para los moribundos como para “arreglar la
vida” ante el dolor, la enfermedad o la posible muerte. Tampoco es un rito mágico que convierte al
enfermo automáticamente en ángel. No es tampoco un mensajero de la muerte como si el enfermo
que lo recibe tuviera que morir después. Tampoco puede considerárselo como último remedio milagroso para sanar el cuerpo cuando todos los demás remedios ya no sirven más.
La Unción no sustituye la medicina, ni el sacerdote que lo administra reemplaza al médico.
10.- EL SACRAMENTO DE LA UNCIÓN Y LA SALUD CORPORAL
Sabemos por la medicina y la psicología, que hay una íntima unión entre el cuerpo, el alma y el espíritu. Al sanar la enfermedad espiritual (perdón de los pecados, nueva amistad con Dios), las angustias
e inquietudes pueden desaparecer. La paz interior recuperada da lugar a una curación más rápida.
Hay una serie de enfermedades causadas por pensamientos y afectos desordenados de la persona,
originados muchas veces en etapas de la vida pasada. Estas son las enfermedades psicosomáticas.
La persona se cura ordenando su vida, encontrando así una buena relación con Dios, con los demás
y consigo mismo.
Una persona se enferma cuando vive mal. Con frecuencia se cura volviendo al buen camino. No se
trata de un milagro, sino sencillamente es un volver a encontrar el equilibrio natural. Al curarse espiritualmente desde su interior se puede curar también el cuerpo. No pueden excluirse también verdaderos milagros. (Lourdes, Fátima)
11.- LA IGLESIA Y LA CURACIÓN
Jesús por medio de la Iglesia nos ha dado un excelente remedio para la sanación interior y corporal.
La Unción de los Enfermos. Durante los 8 primeros siglos la Unción fue considerada como un rito
de curación para toda clase de enfermedades. Hoy el CVII nos habla de la Unción de los Enfermos
como Sacramento de curación.
El Sacramento de la reconciliación. El pecado, el sentimiento de culpa y la no-reconciliación nos
hacen enfermar. Por medio de la reconciliación la Iglesia en nombre de Jesús perdona los pecados y
no lleva otra vez al encuentro con Dios y con los hermanos.
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La oración. La Iglesia en el ritual de la Misa, tienen oraciones para toda clase de necesidades: curación de enfermedades, liberación de las fuerzas del mal, protección contra cualquier adversidad; en
especial la misa por los enfermos.
La Iglesia no se contenta con pedir la paciencia en la prueba, ni con dar un sentido redentor al sufrimiento; hace que sus hijos oren por su curación.
12.- ¿QUIÉN PUEDE RECIBIR EL SACRAMENTO DE LA UNCIÓN?
Es un sacramento para los enfermos:
Todo aquel que padece una enfermedad, grave o peligra. Las personas antes de someterse a una
operación. Los ancianos. Los niños gravemente enfermos. Ante una accidente.
13.- FÓRMULA DEL SACRAMENTO DE LA UNCIÓN
Por esta Santa unción y por su bondadosa misericordia,
Te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo.
Para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación
Y te conforte en tu enfermedad.
14- ALGUNAS CAUSAS DE ENFERMEDAD
Aunque parezca increíble, la experiencia lo demuestra: En muchas personas el problema fundamental es el no querer sanarse.
El pecado. Creemos que la enfermedad es un auto castigo. El enfermo puede estar totalmente inconsciente de que se está auto castigando. Quizás no entendemos que el perdón de Dios realmente
perdona y sana.
El sentimiento de culpa. La enfermedad puede ser un medio para ahogar el sentimiento de culpa.
(Ejemplo: Negar el odio para negar el perdón).
No quererse. Si yo no me amo, es que no quiero ser. Si no quiero ser, me encamino a “no ser”, me
encamino a la muerte. Y la enfermedad es la senda.
No aceptarse en lo que uno es o tiene. Si no acepto lo que debe ser, lo que seré, es que no acepto
caminar, y como consecuencia del no querer caminar, me paralizo, me enfermo.
Perplejidad. Son muchas las personas que se enferman porque no saben que hacer. Se trata con
frecuencia de una fuga de la realidad. Puede ocurrir cuando uno ha sido demasiado sobreprotegido.
Pereza - mimos . La conducta se debe basar en razones, no en meros sentimientos pasajeros. Somos criados con pereza cuando somos criados sin ideales. Se trata de una falta de interés.
La falta de visión y esperanza nos enferma.
Búsqueda de excitación. La enfermedad más profunda es el aburrimiento, el no encontrar sentido a
la vida, la tristeza, el cansancio de sí mismo.
Dominio sobre otros. “Estando enfermo puedo dominar a toda mi familia”.
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No perdonar. La mayoría de las enfermedades, se originan en la falta de perdón. No hay persona
rencorosa que no esté enferma. La “no comunión”, la “no conciliación”, la falta de armonía, el “no
amor”, el odio, el rencor, traen enfermedades psíquicas y también físicas.
El Miedo. El miedo a caer en un abismo, nos impulsa a caer en él. Si uno tiene miedo a una enfermedad, la va a contraer realmente.
CONCLUSIÓN
Está comprobado que toda enfermedad suele desaparecer cuando se sana la voluntad viciada, cuando uno acepta estar sano.
Nunca debemos olvidar la unidad de la persona humana. Hay una interacción entre lo físico, psíquico, la vida moral y la vida espiritual.
Si llego a ser sano interiormente, también es muchos casos, podré verme liberado de enfermedades
físicas.
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ORDEN SAGRADO
Introducción:
El sacerdote es el servidor de Dios y de los hombres. En muchos casos es un signo de contradicción
como la fue su MAESTRO: Jesús.
1- SER SACERDOTE PRESUPONE SER CRISTIANO - PD.2,9
Todos los bautizados son incorporados a Cristo como Sacerdote. Profeta y Rey.
Todos los cristianos participan en el SACERDOCIO de Cristo.
Todo verdadero cristiano es PROFETA y puede y debe anunciar la Buena Noticia, con su palabra y,
ante todo, su testimonio de vida.
El cristiano debe trabajar para extender el REINO DE DIOS en este mundo y lograr así la COMUNIÓN
con Dios y entre los hombres.
2- SACERDOCIO COMÚN Y SACERDOCIO MINISTERIAL
Todo cristiano por ser bautizado goza del sacerdocio “común de los files”
Dentro del sacerdocio común hay hombres que son llamados por Jesús para ejercer el Sacerdocio
Ministerial. Hay una diferencia esencial entre un solo bautizado y otro que ha sido llamado al sacerdocio, HA RECIBIDO EL SACRAMENTO DEL ORDEN SAGRADO. Este último entra a formar parte de la
JERARQUÍA.
Dentro de la Jerarquía se distinguen tres grados: Diácono – Presbítero (sacerdote), Obispo.- Representan la cabeza de la Iglesia, a Cristo mismo: Actúan “en la persona de Cristo”.
Como representante de Jesús, el sacerdote no puede ser sustituido por nadie.
Jesús continúa su obra de salvación mediante los Apóstoles. Los llamó y eligió de entre sus seguidores, los instituyó como colegio (grupo) estable con Simón Pedro al frente y los envió para que actuaran en su nombre en todo el mundo.
La Misión de los Apóstoles tiene que durar hasta el fin de los tiempos. Por eso mismo los Apóstoles
establecieron colaboradores y sucesores.
Los sucesores de los Apóstoles son los Obispos unidos al sucesor de Simón Pedro: el Papa. Sus
colaboradores son los presbíteros y diáconos.
El sacerdote como colaborador del Obispo, representa a este y como párroco preside una porción de
la Iglesia diocesana (parroquia).
3- EL SACERDOTE CONTINÚA LA OBRA DE CRISTO
La Vida de Jesús y su misión se puede resumir en sus palabras: “Yo soy el Camino, la Verdad y la
Vida “ Aquí se encuentra resumida la vida del sacerdote. La misión del sacerdote será la de llevar a
los hombres a Jesús para que lo acepten como Camino, Verdad y Vida.
4- EL SACERDOTE CAMINA CON SUS HERMANOS COMO FAMILIA DE DIOS
Jesús quiere que todos los hombres se unan en una sola Iglesia, como una sola familia. Esta es la
misión del sacerdote: procurar que los bautizados formen una verdadera COMUNIDAD.
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El sacerdote es el guía, conductor, pastor, coordinador y animador de un grupo de cristianos. Reúne
en nombre del Obispo a una parte de la familia de Dios La autoridad la recibe de Jesús. El sacerdote
tendrá que discernir, armonizar y desarrollar los carismas, que surjan en la comunidad
El ministerio sacerdotal es un carisma al servicio de los demás carismas. Por eso el sacerdote no
debe apagar o absorber los dones múltiples de todos los miembros de la comunidad. No debe querer
hacer él solo lo que pueden y deben hacer otros. El sacerdote es el padre espiritual de la comunidad.
Jesús dijo: Yo soy...
El sacerdote actúa en la
persona de Jesús como:
El camino
Rey (Pastor)
La verdad
Profeta
La vida
Sacerdote
De allí surge la triple misión sacerdotal
Misión Pastoral
Guía de la comunidad
Misión de Magisterio
Anuncia la Palabra
Misión Santificadora
Celebra los sacramentos
5- EL SACERDOTE ANUNCIA A CRISTO
El sacerdote es un ministro de la Palabra de Dios. La estudia, la medita, la ora, la predica y la enseña.
El sacerdote debe ser fiel para dar testimonio de la Verdad de Dios. 2Tim. 4,2-4
La Iglesia comienza a existir por medio de la predicación del Evangelio. Rm.10,17
6- POR LA CELEBRACIÓN DE LOS SACRAMENTOS, EL SACERDOTE TRANSMITE LA VIDA DE
DIOS A LOS HOMBRES
La misión del sacerdote es ayudar a sus hermanos en la fe a caminar hacia la santidad. Es presentar
a Dios como fuente de vida y felicidad. Quien vive en comunión con El participa de la vida misma de
Dios. Dios por medio de los sacramentos nos ofrece su vida y su amistad.
El sacerdote celebra el bautismo, es la puerta de entrada al Reino de Dios
En nombre de Dios nos ofrece el Perdón
Ungiendo al enfermo lo asiste en los tiempos de prueba
El sacerdote preside la Eucaristía
7- EL SACERDOTE ES UN MINISTRO DE DIOS Y LOS HOMBRES
La ordenación sacerdotal es mucho más que una introducción a un ministerio. Quién es ordenado
sacerdote es consagrado al servicio de Dios y de los hombres. En cierta medida no se pertenece
más a sí mismo. De allí en adelante Cristo quiere obrar por medio de él. Jesús lo llamó a ser su representante. 2Cor.5,20
El sacerdote debe poner toda su persona a disposición de Dios para ser un instrumento de salvación
idóneo en las manos de Jesús. En esto está fundada la razón de su celibato. Su vida sin una esposa, no es una vida sin amor, al contrario.
La vida sacerdotal es una entrega con alegría y mucho amor a Dios y al servicio de los hermanos.
La familia del sacerdote es toda la comunidad; la parroquia. Toda la humanidad. C.I.C.Nros 815 –
1087 – 1142 – 1541 – 1548ss 1578 – 2886
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DIACONADO PERMANENTE
Introducción:
El sacramento del orden tienen tres grados:
Episcopal
Sacerdotal
Diaconal
Llamamos diáconos permanentes a los ordenados en este grado de la jerarquía de forma estable, en
orden al ministerio. El sacerdote antes de su ordenación sacerdotal, se ordena de diácono, pero no
en forma estable, sino como paso al sacerdocio; se ordenan en orden al presbiterio.
A- ¿QUIÉNES SE ORDENAN DE DIÁCONOS?
Deben ser varones idóneos, solteros (mínimo 25 años) o casados (mínimo 35 años) y varios años de
casado. Todos una vez ordenados diáconos no pueden contraer matrimonio.
En los casados, en cierto sentido el llamado es para toda la familia: esposa e hijos, ya que participan
de alguna manera de la gracia de la ordenación tanto la esposa como los hijos.
La esposa ha de estar consciente, aprobar y ayudar a su esposo para que puedan ejercer dignamente su ministerio diaconal 1Tim.3,8-13.
Para la ordenación se requiere conformidad por escrito de parte de la esposa.
El diácono, debe prepararse eficazmente para ejercer su ministerio en la comunidad parroquial. Ha
de mantener una vida según el llamado del Señor, en la oración y la eucaristía.
Debe ser querido y aceptado por los sacerdotes de la diócesis y por los fieles de la parroquia en la
que vive y a los que sirve como diácono.
B- ¿PARA QUÉ SE ORDENAN DIÁCONOS?
C.V.II “Para la vida de la Iglesia. Para expresar eficazmente el carácter servicial de la Iglesia y de
Cristo mismo, que no vino a ser servido sino a servir”.
Para formar y dirigir comunidades cristianas en nombre de la Iglesia.
C- FUNCIONES PROPIAS DEL DIÁCONO
Custodian y distribuyen la Eucaristía
Llevan el viático a los enfermos y moribundos
Dan la bendición con el copón al pueblo
Administran solemnemente el bautismo
Asisten a la celebración del matrimonio y lo bendicen
Leen la Palabra de Dios - el evangelio
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Presiden el culto y las oraciones del pueblo
Pueden predicar en la celebración de la Eucaristía
D- ¿QUIÉN ORDENA A LOS DIÁCONOS?
El Sr. Obispo ordena a los diáconos por la imposición de las manos sobre el candidato. Antes prueba
que el que va a ser ordenado, sea apto para ese ministerio. Lo hace escuchando la opinión de los
sacerdotes. También los fieles han de expresar su aceptación.
Los diáconos son ordenados para la diócesis y están incardinados a ella. Los diáconos religiosos
pertenecen a su congregación.
LA VIDA RELIGIOSA
Introducción:
La Vida de San Francisco de Asís, San Ignacio de Loyola, Santo Domingo, San Benito, Santa Teresa
de Ávila, San Juan de la Cruz, La Madre Teresa y así una multitud de hombres y mujeres que consagraron sus vidas al servicio de Dios, todas ellas son hoy un signo, un testimonio de vida.
A- LA VIDA RELIGIOSA ES UNA RESPUESTA AL LLAMADO DEL SEÑOR
Hoy Jesús como hace 2000 años sigue llamando a algunos cristianos para que le sirvan más de cerca en la vida religiosa. Este llamado es una forma de vivir lo mismo que Jesús; pobre, virgen, obediente, dedicado exclusivamente al Padre y a su reino, se llama VOCACIÓN RELIGIOSA.
La llamada de Jesús es muy sutil y llega al corazón, hay que estar atentos a su paso por nuestras
vidas.
El mundo de hoy, vaciado de auténtica alegría y sentido, reclama a hombres y mujeres que le devuelvan los verdaderos valores.
Las órdenes religiosas y congregaciones y los institutos seculares responden a un grito de auxilio de
parte de los hombres. (Congregaciones religiosas Siglo XVIII - Educación)
Hay congregaciones religiosas muy distintas porque también las necesidades del mundo y de la Iglesia son muy diversas. (Ord. De la Merced - cautivos- S.J. – Obediencia - frente al protestantismo,
Franciscanos - pobreza)
Hay comunidades religiosas CONTEMPLATIVAS, practican más lo oración...
Los religiosos/as de vida activa dedican su tiempo preferentemente a las obras de apostolado, con los
enfermos, los pobres, la enseñanza, las misiones.
Todos están al servicio del Reino de Dios en el mundo.
B- LOS RELIGIOSOS SIGUEN EL EJEMPLO Y LOS CONSEJOS DE JESÚS
“Su consagración radical a Dios y por consiguiente al servicio de los hombres se expresa y se realiza
por los consejos evangélicos, asumidos mediante VOTOS u otros vínculos sagrados”. Puebla nº 746
C- LOS RELIGIOSOS RENUNCIAN POR EL VOTO DE CASTIDAD AL MATRIMONIO PARA PODER SERVIR A TODOS
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No se renuncia a la amistad con los otros, hombres o mujeres. Jesús tuvo amistades femeninas.
Una vida sin matrimonio no es una vida sin amor. Al contrario, el amor es el único motivo para elegir
esta vida.
Los religiosos/as son padres y madres fecundos espiritualmente. Mt.19,12
Los religiosos/as con la ayuda de Dios, quieren amar a todos sin darse enteramente a ninguno.
D- POR EL VOTO DE OBEDIENCIA, LOS RELIGIOSOS BUSCAN EXPRESAMENTE CUMPLIR
SOLAMENTE LA VOLUNTAD DEL PADRE, COMO LO HIZO JESÚS
Todo cristiano busca cumplir la voluntad de Dios. Viviendo en comunidad se aprende a ver en la dirección del superior, la manifestación muy concreta y directa de la voluntad de Dios.
Por la obediencia al superior no se renuncia a la conciencia personal ni a la propia iniciativa ni a la
crítica constructiva. Se trata de vivir en una comunidad de hermanos que se dejan guiar por el Espíritu Santo bajo la dirección del Superior.
El superior es el primero que tiene el deber de buscar la voluntad del Padre.
E- POR EL VOTO DE POBREZA, LOS RELIGIOSOS SE COMPROMETEN A VIVIR SIN PROPIEDAD PERSONAL
Vivir en la pobreza evangélica no quiere decir vivir en la miseria, sino vivir con lo necesario y poniéndolo todo en común. Cada religioso vive desprendido de las cosas. Esto supone una constante sobriedad para que la comunidad no se apegue a los bienes. Se usan las cosas en la medida en que
se necesitan para el trabajo por los otros. Así lo hizo Jesús. Mc.10,28-30
F- POR LOS VOTOS, LOS RELIGIOSOS QUEDAN DISPONIBLES PARA LA MISIÓN DE LA
IGLESIA
El Religioso se consagra a Dios por los tres votos y compromete su vida al servicio de sus hermanos.
1Cor.7,32-35.
Los religiosos son urgidos por el amor a Jesús son fermento de conciencia misionera dentro de la
comunidad eclesial, al mostrarse disponibles para ser enviados a lugares y situaciones donde la Iglesia necesite una mayor y generosa ayuda. Puebla Nro 755
El anuncio del evangelio es la expresión más sublime de amor al prójimo.
G- LOS RELIGIOSOS NOS RECUERDAN LOS VALORES REALMENTE IMPORTANTES
La persona religiosa orienta su vida lo más derechamente posible hacia lo que quedará: el amor de
Dios y del prójimo, el Reino de Dios, la Voluntad del Padre. Así se convierte en signo del mundo futuro.
Nos recuerda que con los bienes materiales no podemos comprar los bienes eternos; que la sexualidad no es la finalidad última de nuestro cuerpo; que lo que realmente importa en cada estado de vida
es cumplir la voluntad de Dios.
Los religiosos son una luz de esperanza en este mundo. Anticipando en cierto sentido la vida futura
nos hacen ver que la nueva creación está por venir, que Dios mismo es nuestro sumo bien y va a
satisfacer nuestra hambre de amar y ser amado.
H- LOS RELIGIOSOS QUIEREN SEGUIR RADICALMENTE A JESÚS
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Los religiosos eligen seguir a Jesús, seguir su ejemplo por eso hay hombres y mujeres que dejan
todo por Jesús, por el Reino de los Cielos, por eso viven como El, célibes.
Los que eligen esta vida, saben que eligen la mejor parte. Lc.10,38-42. Por eso este seguimiento es
radical e incondicional, solo entendible y explicable cuando de verdad se ama a Jesús.
NOTA
Un periodista había observado durante un día cómo la Madre Teresa de Calcuta servía con amor y
entrega a los más pobres de entre los pobres. El sólo mirar esa realidad le había causado asco y
repugnancia. Al final dijo a la religiosa: “ ¡Esto yo no lo haría ni por un millón de dólares¡”
Contestó la Madre Teresa: “Yo tampoco”
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