EL CONTRATO DE TRABAJO 1. SIGNIFICACIÓN DEL CONTRATO DE TRABAJO El contrato de trabajo es un negocio jurídico en el que se dan dos aspectos: de un lado, la contraposición de intereses característica de los contratos de cambio (entre el trabajador y el empresario) y, de otro, el ánimo de conciliación de dichos intereses. Se estructura así como una concordantia discordantium. En todo contrato deben distinguirse: -­‐ El acuerdo contractual, es decir, el contrato propiamente dicho (art. 7 ET sobre capacidad para contratar, art. 8 ET sobre la forma del contrato, art. 9 ET sobre la validez del contrato…) -­‐ Y sus efectos, es decir, la constitución (contrato obligatorio), la alteración (contrato de modificación) o la extinción (contrato liberatorio) de una relación jurídica (art. 15 ET sobre la duración de la relación contractual, arts. 45 y ss. sobre la suspensión de la relación, arts. 49 y ss. sobre la extinción de la relación) Ambos aspectos se distinguen en el contrato de trabajo a través del cual dos sujetos (trabajador y empresario) celebran un pacto por el que se obligan a cambiar trabajo por salario durante la vida de la relación jurídica que con tal pacto crean. El contrato de trabajo es lo que ENNECCERUS llama un contrato obligatorio, y existe desde que una o varias personas consienten en obligarse (art. 1254 CC). Existe un margen de actuación limitado de la voluntad de las partes, cuya función se reduce a la mejora de las condiciones fijadas en las normas legales o en los convenios colectivos, es decir, condiciones impuestas por los poderes estatal y colectivo. En este sentido, mencionar el art. 3.1. c) ET sobre las fuentes de la relación laboral. En relación con la NATURALEZA JURÍDICA del contrato de trabajo, es un contrato de derecho privado, sin que esta naturaleza jurídico-­‐privada quede desvirtuada por la existencia de limitaciones que pesan sobre la autonomía de la voluntad, de naturaleza jurídico-­‐personal por el carácter personalísimo de las obligaciones y de naturaleza jurídico-­‐obligacional. Entre los CARACTERES del contrato de trabajo, cabe destacar los siguientes: -­‐ Es consensual, y no real, lo que significa que se perfecciona por el mero consentimiento de las partes -­‐ Tiene carácter sinalagmático, pues encierra obligaciones recíprocas. Cada uno de los sujetos está obligado a una prestación: realizar el trabajo convenido (trabajador) y pagar la remuneración estipulada (empresario) -­‐ Es un negocio jurídico bilateral -­‐ Es oneroso y no gratuito pues genera obligaciones de contenido patrimonial -­‐ Es conmutativo y no aleatorio. No obstante se reconoce la posibilidad de contratos laborales aleatorios en aquellos casos en que la cuantía del salario 1 EL CONTRATO DE TRABAJO -­‐ -­‐ -­‐ dependa de comisiones, de la participación en beneficios o en el producto de la empresa. Es conmutativo porque las prestaciones que se deben las partes son ciertas. Es de tracto sucesivo o de ejecución continuada ya que la prestación, siendo única, se realiza sin interrupción Es de naturaleza personal en su realización y patrimonial en su contenido Es típico, nominado y normado, al contar con una regulación legal específica En relación con el concepto de contrato de trabajo, hay que tener presente la existencia de situaciones confusas, es decir, existen relaciones jurídicas que no está claro si caen dentro del Derecho del Trabajo (relación jurídico-­‐laboral) o si caen dentro del Derecho Civil o Mercantil (relación jurídica común). La solución dada por la jurisprudencia se basa en analizar si, en el caso concreto, concurren los caracteres esenciales del concepto de contrato de trabajo (1.1 ET): trabajo personal, voluntario o libre, por cuenta ajena y realizado bajo la dirección y organización del empresario. Cuando se observa la existencia de tales caracteres esenciales, la jurisprudencia declara la existencia de una relación jurídico-­‐laboral, pese al nombre, denominación o nomen iuris que las partes hayan querido darle a tal relación jurídica. La existencia de un contrato de trabajo siempre que concurran las características enumeradas en el artículo 1.1 ET goza de presunción iuris tantum (8.1 ET). 2. FIGURAS AFINES Para determinar la naturaleza jurídica del contrato de trabajo, se ha distinguido de entre las siguientes figuras que guardan, o han guardado, afinidades con él: 1. Contrato de compraventa: desde un punto de vista económico y filosófico, el trabajador vende al empresario su fuerza de trabajo a cambio de un precio; pero desde el punto de vista jurídico la actividad inmaterial en la que consiste el trabajo no puede ser objeto o cosa vendida, ni el trabajador comprometerse a la entrega de la cosa (1445 CC) ni ser de aplicación el saneamiento por evicción y los vicios ocultos de la cosa vendida (1474 y ss. CC). Además, cabe destacar de entre los principios ideológicos en que se inspira el Derecho internacional del Trabajo, enunciados en la Conferencia de la OIT reunida en Filadelfia (Declaración de Filadelfia, 1944), la consideración de que el trabajo no es una mercancía. 2. Contrato de sociedad, señalándose las siguientes diferencias: a. En el acuerdo societario se armonizan intereses coincidentes, no se enfrentan intereses contradictorios, como sucede en el contrato de trabajo b. Las partes que intervienen en el contrato de sociedad son jurídicamente iguales, no así el empresario y el trabajador, considerado la parte más débil de la relación c. El fin del contrato de sociedad es la puesta en común de un bien con el ánimo de obtener y repartir beneficios, fin muy distinto al del contrato de trabajo 3. Contrato de mandato, señalándose las siguientes diferencias: 2 EL CONTRATO DE TRABAJO a. A falta de pacto en contrario se supone gratuito (1711 CC), mientras que la relación laboral se entiende retribuida bajo cualquier modalidad (1.1 ET) b. El mandato se utiliza para la realización de negocios (1712 CC), actos de administración o de riguroso dominio (1713 CC), mientras que el trabajador no puede ser considerado como un sustituto o mandatario del empresario pues éste realiza una actividad personalísima, sin colocarse, por tanto, en el lugar de nadie. 4. El arrendamiento de servicios, heredero a su vez de la locatio-­‐conductio operarum del Derecho romano o del contrato entre maestros corporados y aprendices y oficiales, antecedentes del contrato de trabajo. Cabe mencionar que el Código Civil (1583 y ss.) configura como contrato de arrendamiento el servicio de criados y trabajadores asalariados, pero la tendencia expansiva del Derecho del Trabajo ha provocado una ordenación específica del mismo, al margen por tanto del Código Civil. Recordemos que el trabajo dependiente, voluntario y por cuenta ajena surge con el advenimiento de la llamada sociedad industrial, como respuesta al reto de la revolución industrial caracterizada tanto por la acumulación y circulación de capitales y la producción económica en torno al eje producción-­‐ consumo, como por el aumento y la concentración de los trabajadores en centros fabriles, la creciente división del trabajo y el nacimiento de la conciencia obrera. La complejidad de las relaciones laborales, unida a su tendencia expansiva, ha determinado que prácticamente la totalidad de los arrendamientos de servicios se encuentren bajo la férula del contrato del trabajo, salvo si no se cumplen las características recogidas en el artículo 1.1 ET y por lo tanto la prestación de servicios quede fuera del ámbito del TRET (arts. 1.3 y DF1º). 3. NULIDAD Frente a la regla clásica de que lo que es nulo no produce ningún efecto, la legislación laboral establece que la nulidad del contrato de trabajo sólo surte efectos ex nunc, es decir, desde el momento de su declaración hacia el futuro, y no ex tunc, es decir, hacia el pasado. Ello implica que los efectos del contrato producidos antes de la declaración de su nulidad quedan convalidados, como si de un contrato eficaz se tratase, por razones de equidad y motivos prácticos (art. 9.2 TRET). Asimismo son de aplicación las reglas de interpretación recogidas en el artículo 3 del CC y, en relación con éste, el principio pro operario, específico del Derecho del Trabajo. 4. ELEMENTOS ESENCIALES DEL CONTRATO DE TRABAJO El contrato de trabajo es un negocio jurídico bilateral que sigue la doctrina civilista, si bien con algunas especialidades o peculiaridades, propias de la desigualdad entre las partes. 3 EL CONTRATO DE TRABAJO A) CONSENTIMIENTO Conforme al artículo 1254 CC, el contrato existe desde que una o varias personas consienten en obligarse; el contrato de trabajo también. Es un contrato consensual, y no real, lo que significa que se perfecciona por el mero consentimiento de las partes. La formación del acuerdo consensual viene precedida de los tratos preliminares que se inician con la oferta de empleo, que puede ser privada o pública. También pueden las partes estipular una promesa de contrato (un precontrato), que será vinculante si en él concurren los elementos esenciales del contrato (consentimiento, objeto y causa, 1261 CC). Sin embargo, los tratos preliminares o un precontrato no serán vinculantes si no existe consentimiento, por ejemplo, pues el solo hecho de tener una oferta de trabajo no vincula al trabajador. En este sentido, mencionar que uno de los caracteres del Derecho del Trabajo es la voluntariedad. No obstante, que no sean vinculantes no implica que no puedan derivarse daños y perjuicios, como ocurre de forma análoga con la promesa de matrimonio en Derecho de familia (art. 42 CC). Por último añadir que para que exista consentimiento éste debe de ser libre, es decir, la validez del consentimiento está condicionada a la inexistencia de vicios: violencia, intimidación, dolo, error de voluntad, reserva mental, error obstativo o error en la declaración, simulación y declaraciones iocandi causa. B) CAPACIDAD Conforme al artículo 7, podrán contratar la prestación de su trabajo quienes tengan plena capacidad de obrar conforme al Código Civil, es decir, que todas las personas menos los menores no emancipados y los incapacitados (1.263 CC) a no ser que medie consentimiento de los padres o tutores (en el caso de los menores) o representante legal (en el caso de una persona con capacidad limitada). También podrán hacerlo los extranjeros. Cabe añadir que el artículo 6, relativo al trabajo de los menores, establece que la edad mínima para trabajar son los 16 años y que el trabajo no podrá ser nocturno o nocivo o peligroso para su salud y su formación profesional y humana. C) OBJETO El objeto del contrato de trabajo es el trabajo asalariado, entendiendo por tal el trabajo personal, voluntario, retribuido (bajo cualquier modalidad), realizado por cuenta ajena y bajo la organización y dirección del empresario, o dependiente (art. 1.1 TRET). En consonancia con la teoría general de obligaciones y contratos, es necesario que el objeto del contrato de trabajo sea posible, lícito y determinado o determinable (arts. 1271 a 1273 CC): -­‐ Posible: la relación laboral ha de ser posible tanto objetiva como subjetivamente. Por ejemplo, la imposibilidad derivada de la ineptitud del trabajador para realizar el trabajo convenido es causa de resolución del 4 EL CONTRATO DE TRABAJO -­‐ -­‐ contrato, tanto si es originaria como sobrevenida, configurándose como causa de despido por circunstancias objetivas (52. a) TRET) Lícito: ha de encontrarse dentro del comercio de los hombres; cualquiera que sea res extra comercium devendrá ilícito y por lo tanto nulo. Por ejemplo, el objeto del contrato de un sicario es el asesinato lo que deviene ilícito y en definitiva nulo Determinado o determinable: como el contrato de trabajo es un contrato sinalagmático en el que existen obligaciones ya pactadas entre las partes y que no se pactan durante la vigencia del mismo, desde el inicio de la prestación debe estar determinado su objeto y en cualquier caso la prestación laboral no puede ser configurada por el empresario a su libre arbitrio (1256 CC). D) CAUSA La causa del contrato de trabajo, como de cualquier otra figura contractual, es la razón de ser del mismo, la función económico-­‐social del negocio o razón práctica típica. En un contrato de trabajo, la causa es el intercambio de una prestación de servicios por un salario. Ésta debe ser existente, pues de no existir el contrato es nulo y lícita. E) FORMA El contrato de trabajo se podrá celebrar por escrito o de palabra (art. 8) y se presume (presunción iuris tantum) que existe un contrato laboral entre todo el que presta un servicio retribuido por cuenta ajena y bajo la organización y dirección de otro. Aunque se establece el principio de libertad de forma, para ciertos contratos se exige que sean por escrito y en caso de celebrarse en otra forma distinta se presumirá, salvo prueba en contrario, que la relación laboral es a jornada completa y tiene carácter indefinido. Ejemplos de estos contratos: contrato de prácticas, a tiempo parcial, contratos a distancia…etc. ELEMENTOS ACCIDENTALES DEL CONTRATO -­‐ condición: puede ser suspensiva o resolutoria -­‐ término: difícilmente extrapolable al contrato de trabajo, excepto en los contratos de duración determinada (art. 15), en derecho del trabajo rige el principio de garantía y estabilidad del empleo -­‐ modo 5