La nueva Ley de Protección a las Familias Numerosas. El colofón

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La nueva Ley de Protección
a las Familias Numerosas.
El colofón del Plan Integral
de Apoyo a la Familia
YOLANDA MARÍA DE LA FUENTE ROBLES *
1. INTRODUCCIÓN
A
ctualmente nos encontramos en un
momento de cambio, asistimos por
fin a la reforma de la Ley de familias
numerosas (Ley 25/1971, de 19 de junio, de
protección a las familias numerosas).
La ansiada reforma no ha venido sola, llega en el marco del Plan Integral de Apoyo a la
Familia, dentro de un paquete de medidas de
apoyo a la familia, dando exacto cumplimiento al mandato constitucional recogido en el
artículo 39. Dicho artículo formula su compromiso en términos muy amplios. Compromete no a la administración o al gobierno,
sino a todos los «poderes públicos», lo que
incluye a todos los entes que ejercen un poder
derivado de la soberanía del Estado (Iglesias,
1998:224).
Por lo tanto, habrá que atender también a
todas las normas específicas que dictan las
Comunidades Autónomas en su ámbito territorial, destacando la regulación llevada a
cabo por la Comunidad Autónoma Vasca y
Cantabria.
* Universidad de Jaén.
Las nuevas políticas familiares, en concreto la nueva Ley de Familias Numerosas, favorecerán la posibilidad de alcanzar el bienestar social del resto de las familias europeas.
2. LA LEY 25/1971, DE 19 DE JUNIO,
DE PROTECCIÓN A LAS FAMILIAS
NUMEROSAS
La consideración de la familia en la época
franquista dentro de las Leyes Fundamentales como célula primaria, entidad natural de
la vida social y estructura básica de la Comunidad Nacional, explica la constante y profunda atención que el Estado le otorgó a través de múltiples disposiciones de muy distinto alcance y contenido y en las que, incluso, se
reguló la representación y participación familiar en las tareas legislativas y en las demás
funciones de interés general.
La acción protectora que a la familia se
dispensó obedeció a principios e imperativos
de justicia social, a los que en manera alguna
pueden ser extraños las especiales características y circunstancias que concurren en las
que el número de hijos pueden constituir y, de
hecho, en ocasiones constituye un grave obstáculo para el debido disfrute, por parte de
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sus miembros, de los bienes económicos,
sociales y culturales.
En el plano legislativo, la protección a las
familias numerosas se inició, mediante la Ley
de 1 de agosto de 1941 que no había de tardar
mucho en ser sustituida por la de 13 de
diciembre de 1943. Ésta y su Reglamento de
31 de marzo de 1944 constituyeron en el
momento de la promulgación de la Ley, la
normativa básica vigente en la materia.
Las orientaciones y directrices a que responden las realizaciones a llevar a efecto en la
etapa que se abre con la instauración de un
nuevo sistema de Seguridad Social determinaron que, ya en la Ley de Bases 193/1963, de
28 de diciembre, se anunciara la concesión de
una protección especial a las familias con hijos
minusválidos, llamada a repercutir, como es
lógico, en el ámbito y modalidades de la dispensada a las familias numerosas: extremo
asimismo tomado en consideración en la disposición final cuarta de la Ley de la Seguridad
Social de 21 de abril de 1966, al establecer que
el Gobierno revisará el sistema vigente de protección a las familias numerosas.
El Gobierno acordó que se constituyera
una Comisión Interministerial integrada por
representantes de la Presidencia del Gobierno y de los Ministerios de Hacienda, Gobernación, Educación y Ciencia, Trabajo y Secretaría General del Movimiento, y de la que formó parte también una representación de la
Federación de Asociaciones de Familias
Numerosas. Dicha Comisión procedió a articular un Anteproyecto de Ley, base y antecedente inmediato de la nueva ordenación que
dio lugar a la presente Ley, que completa y
perfecciona tanto la acción protectora que la
Seguridad Social ha de pensar a las familias
numerosas, como las garantías especiales
que le son de aplicación el ámbito del empleo
y las relaciones laborales, la educación, la
vivienda y los transportes públicos.
Dicha Ley adolecía de las deficiencias que
ofrecía el sistema, hasta ese momento en
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vigor, por cuanto nos ofrece un esquema de
las múltiples dimensiones de actuación
–legal y administrativa– que el cambio democrático deberá impulsar en este ámbito. El
momento de la transición se caracteriza, porque:
1. Predomina el carácter y orientación
benéfica.
2. Está impregnado de una filosofía
paternalista y compasiva.
3. Se sustenta en la idea de la ayuda individual.
4. Falta orientación preventiva y apoyo a
la autonomía individual.
5. Se encuentran desvinculados de la
vida comunitaria del territorio donde
están implantados.
6. Responden a la idea global de establecimiento; no de las necesidades sociales.
7. Se basan más en la buena voluntad
que en la consideración técnica de los
problemas sociales.
8. Los centros existentes tienden a ser
especializados, con falta de instancias
de información, orientación y canalización.
9. Poca presencia del sector público; predominio de lo privado.
10. Pluralidad y aislamiento, entre organismos públicos.
11. Carácter marginal de la financiación,
como consecuencia de la consideración
graciable de las prestaciones.
12. Descoordinación y falta de planificación (Del Valle, 1987; citado en Alemán y García, 1999:187)
Como en tantos aspectos durante el franquismo, la protección familiar evolucionó, en
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realidad, en dirección opuesta a lo que eran
los propósitos oficiales del régimen. Se mantuvieron las palabras y los símbolos, pero los
hechos evolucionaron en dirección contraria
(Iglesias de Ussel, 1998:228)
Desde comienzos de los años setenta, existía en España un deseo generalizado de mejorar el sistema de protección social y de alcanzar los niveles de gasto de otros países de la
Europa occidental. Cuando comenzó el periodo de transición a la democracia (1975-1982),
la sensación de atraso estaba basada en la
realidad, al menos en términos cuantitativos.
El nivel de gasto social como porcentaje del
PIB en España (12,1 por 100) era mucho más
bajo que en otros países de la Comunidad
Europea, y alcanzaba solamente la mitad del
resto de los niveles (con excepción de Portugal y Grecia) (González y Vicente, 1985)
Dicha Ley ha sido desarrollada posteriormente por el Reglamento de la Ley de Protección, Decreto 3140/71, de 23 de diciembre;
Orden del Ministerio de Sanidad y Seguridad
Social, de 22 de junio de 1979, de reconocimiento de título a las familias numerosas formadas por madres solteras; Ley 21/86, de 23
de diciembre, de Presupuestos Generales del
Estado para 1987, que amplía los supuestos
contemplados en la anterior normativa; Ley
42/1994, de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y Orden Social, por la
que se amplía el concepto de familia numerosa, desarrollada posteriormente por el Real
Decreto 1801/1995, de 3 de noviembre; Ley
8/1998, de 14 de abril, de ampliación del concepto de familias numerosas en supuestos de
hijos con discapacidades, con el correspondiente Real Decreto 6/99 para dar cumplimiento a la anterior y, por último, la Ley
47/99 de 16 de diciembre, que establece el
alcance de los beneficios a los nacionales de
los países miembros del Acuerdo sobre el
Espacio Económico Europeo que ejerzan actividad económica en España y residan en
cualquiera de los Estados que forman parte
del mencionado Acuerdo, con dicha modificación se produjo la adecuación normativa
española a las exigencias legislativas y jurisprudenciales comunitarias.
La Ley está compuesta por 26 artículos,
dos disposiciones finales y una transitoria,
algunos de los artículos se encuentran derogados como es el caso de artículo 8, derogado
por Ley 26/1990 por la que se establecen en la
Seguridad Social Prestaciones no contributivas.
A lo largo del articulado se presenta el
catálogo de beneficios que se conceden para
que además de estimular la deseable continuidad en el desarrollo de la población nacional, se produzca la igualdad de oportunidades para los miembros de familias numerosas
en el disfrute de los bienes económicos, sociales y culturales (art. 1).
Considerando como familia numerosa,
tras la ampliación del concepto de familia
numerosa establecido en le Ley 25/71, con el
R.D. 1801/1995 hasta comprender a las familias que tengan tres o más hijos. Es también
considerada del mismo modo aquélla familia
que teniendo dos hijos, al menos uno de ellos
sea minusválido o incapacitado para el trabajo (situación recogida tras la ampliación llevada a cabo por la Ley 8/1998).
Para la existencia legal de la familia
numerosa es necesario que los hijos reúnan
los siguientes requisitos, según señala el artículo 4:
«– Ser soltero y menor de 21 años, o tener
la condición de minusválido, o estar incapacitado para el trabajo, en los términos que
reglamentariamente se determine.
– Tal límite de edad se ampliará hasta los
25 años, mientras realicen estudios que se
consideren adecuados a su edad y titulación
en los términos que reglamentariamente se
determine...
– Convivir con el cabeza de familia. No se
apreciará la falta de esta condición en los
casos de separación transitoria por traslado
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del lugar de trabajo en territorio español o en
régimen legal de emigración, o por razones de
estudio, internamiento en un Centro sanitario
u otras similares.
– Depender económicamente del cabeza de
familia, esta circunstancia se produce, si el
hijo obtiene unos ingresos no superiores al
doble del salario mínimo interprofesional
fijado legalmente para los trabajadores
mayores de 18 años; si el hijo está incapacitado para el trabajo y la cuantía de su pensión,
si la hubiere, no excede del importe del doble
de dicho salario; si el cabeza de familia o su
cónyuge está incapacitado para el trabajo; si
falta el padre y el hijo contribuyente al sostenimiento de la familia en los casos y condiciones que reglamentariamente se determine y si
el cabeza de familia está jubilado o, en cualquier caso, tiene más de 65 años.»
Las familias numerosas se clasifican, por
razón del número de hijos, en las tres categorías siguientes:
a) Primera categoría: las familias que tengan de tres a seis hijos.
b) Segunda categoría: las familias que
tengan siete a nueve hijos.
c) Categoría de honor: las familias que
tengan diez o más hijos.
La familia que haya ostentado la categoría
de honor conservará ésta mientras el número
de hijos computables no sea inferior al que la
Ley requiere para ser calificada de familia
numerosa. Sólo conservan estos derechos las
familias de categorías de honor.
Las familias clasificadas en las categorías
primera y segunda que tengan el número
máximo de hijos establecido para cada una de
ellas, adquieren la inmediata superior, a todos
los efectos, siempre que uno de los hijos sea
minusválido o incapacitado para el trabajo.
También adquieren la categoría inmediata
superior aquellas familias numerosas que,
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sin contar con el número máximo de hijos
establecidos para cada una de las categorías
primera y segunda, tengan dos o más hijos
minusválidos o incapacitados para el trabajo,
a cuyo efecto cada uno de éstos se computa
como si se tratara de dos hijos.
El título oficial de familia numerosa tiene
una validez de dos años, pasados los cuales
ha de renovarse. También puede renovarse
antes de transcurrido dicho plazo si varía el
número de miembros de la familia y ello supone la modificación de la categoría que tenga
reconocida.
El título de familia numerosa da derecho a
una serie de beneficios en materia de educación (exención o reducción de derechos y tasas
académicas y administrativas y preferencia,
en igualdad de rendimiento educativo, al
acceso a determinados centro), transporte,
acceso a viviendas de protección oficial, préstamos, exenciones fiscales, etc., previstos por
la Ley, y a los beneficios que reconozcan, en
su caso, a tales familias las normas específicas que dicten las Comunidades Autónomas
en su ámbito territorial. Las únicas ayudas
en las que coinciden todas las autonomías es
en las desgravaciones fiscales por hijo a cargo
y las desgravaciones por nacimiento, aunque
con diferentes cantidades1.
3. EL FUNDAMENTO JURÍDICO DE LA
PROTECCIÓN FAMILIAR Y SU
DESARROLLO POSTERIOR
Nuestra Carta Magna, a través del artículo 39.1, establece que los poderes públicos
1
Mientras que Cataluña destaca sobre el resto de las
Comunidades por prever una subvención de 360 euros
al año por gasto de guardería, La Rioja estima ayudas
económicas en la adquisición de libros de texto y segunda vivienda. Otras, como Castilla-La Mancha y Valencia,
dirigen la mayor parte de sus ayudas a los transportes
públicos, con un descuento en el autobús dentro de la
comunidad. En el País Vasco, las familias numerosas se
benefician del Plan de Apoyo a las Familias, elaborado
por el gobierno Vasco y aprobado el 18 de abril de 2002.
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asegurarán la protección social, económica y
jurídica de la familia. La Constitución mantiene un criterio amplísimo respecto a la
estructura que debe tener la familia para considerarla como tal. La familia existirá donde
quiera que exista un previo vínculo conyugal
o de filiación, aun cuando éste no tenga relación con el estado matrimonial o tenga su origen en un hecho ilícito. El grupo así constituido ha de estimarse como familia a todos los
efectos incluido, como es obvio, es de la protección (Gálvez Montes, 1985)
Aunque la Constitución lo señala con claridad, la percepción de la ciudadanía española,
sin embargo, no parece ser ésta. Así lo manifiestan en las encuestas, donde se constata
que la mayoría de los españoles piensa que,
ante la ausencia de una conciencia de los costes, la población tiende a demandar más de
todo. En una encuesta que realizó FOESSA
en 1993 los porcentajes de apoyo de los entrevistados a medidas de protección económica a
distintas circunstancias familiares eran los
siguientes: familias numerosas, 84,1%; familias con ancianos a su cargo, 85,1%; familias
con discapacitados físicos, 93,2%; familias
con pocos recursos económicos 93,2%; y familias con discapacitados psíquicos, 93,8% (Iglesias de Ussel, 1994)
La mayoría de las Leyes Autonómicas de
Servicios Sociales citan expresamente a la
familia entre los sujetos destinatarios de la
Acción Social2.
2
El País Vasco, recoge entre las áreas preferentes de
actuación de protección y el apoyo a la familia mediante servicios específicos de orientación, asesoramiento y
terapia. La Rioja concibe el servicio de familia con el fin
de desarrollar programas de información, orientación y
asesoramiento y favorecer la convivencia y la planificación familiar. Navarra prevé la creación de Servicios
Sociales de Base con la función de proteger, informar,
concienciar, orientar y asesorar a las familias tanto sobre
los derechos y obligaciones que ampara la ley como
sobre los recursos existentes o posibles para su ejercicio.
Cataluña y Canarias, platean como áreas de actuación la
atención y promoción del bienestar de la familia y las
unidades de convivencia alternativa. Madrid, Castilla-La
¿Qué se entiende por política familiar o
protección a la familia?, es la que asocia la
política familiar con todo aquello que los
poderes públicos hacen a favor de la familia
como institución (de la familia tradicional) o
de las familias en general (independientemente del carácter legal de los vínculos).
En realidad, toda política pública beneficia
de una forma directa o indirecta, explícita o
implícita, a la familia. Así, la política educativa o la política sanitaria mejora las condiciones de la familia en la medida en que el bienestar de ésta se ve afectado por el nivel educativo o de salud de sus miembros. Los poderes públicos, desde esta perspectiva, protegen
y promueven por distintas vías a la familia.
No obstante, con esta concepción de la protección a la familia se pierde toda especificidad. La política familiar se diluye, en el mejor
de los casos, en un concepto más general de
política social, o, en el peor de los casos, en la
celebración de la confusión que sirve para
enmascarar la política que no existe.
La familia cumple también importantes
funciones sociales, como la función generativa y la función socializadora. Dentro de las
funciones sociales que cumple la familia, en
muchos países desarrollados y de manera
especial en el nuestro, va adquiriendo un protagonismo creciente la función generativa. El
pronunciado y prolongado descenso de la
natalidad en nuestro país evidencia claramente que esta función social de las familias
se ha resentido con los cambios culturales,
sociales y económicos que se han registrado
en las últimas décadas. Los costes directos e
indirectos de crianza de los hijos son considerados por los potenciales padres y madres
como muy elevados, más que en otros países
Mancha, Baleares, Asturias, Extremadura, Galicia, Andalucía, Castilla y León y Valencia, crean entre los Servicios
Sociales especializados el de la familia, con las funciones
de orientación y asesorar a la familia, prevenir su marginación y favorecer el desarrollo de la convivencia familiar.(BELTRÁN AGUIRRE, 1992).
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de nuestro entorno. Así, aunque en todos los
países europeos la natalidad es muy baja y se
encuentra por debajo del nivel de reemplazo
poblacional, en los países escandinavos
–habitualmente considerados como no familistas y donde se afirma que la familia está en
crisis– existen tasas de fecundidad más elevadas y familias más numerosas.
El precepto constitucional, que recoge la
fórmula de la Carta Social Europea de 1961,
establece la obligación de los poderes públicos
de garantizar la «protección social, económica
y jurídica de la familia» (art. 39.1). Es preciso
especificar el significado de cada uno de los
tres adjetivos que cualifican la protección de
la familia en esta definición.
El adjetivo social es percibido en el ámbito
de las Ciencias Sociales como conjunto de
transferencias económicas y servicios puestos a disposición de las familias para aumentar su bienestar. Tiene por objetivo proporcionar a las familias en su entorno social cotidiano bien determinado tipos de servicios no
monetarios (guarderías, parques, programas
de vacaciones infantiles, acogimiento familiar, etc.), bien conocimientos y competencias
para cumplir adecuadamente sus funciones
sociales (centros de servicios sociales, escuelas de padres, etc.). En este sentido, la protección social incluye el auxilio económico, que
la Constitución española, así como la Carta
Social Europea 3, trata por separado, quizá
para evitar ambigüedades.
La protección económica, por su parte,
recoge un conjunto de transferencias directas
o indirectas (vía desgravaciones fiscales) a
favor de las familias (por hijos y otras perso-
3
La Carta de los Derechos Fundamentales de la
Unión Europea, proclamada en el Consejo Europeo de
Niza, el 7 de diciembre de 2000, a pesar de que aún no
se ha incorporado a los Tratados ni posee carácter vinculante, la mera proclamación de la Carta constituye por
sí misma un avance importante en la Europa política que
se anhela construir. La conciliación de la vida familiar y
profesional está presente en un capítulo de la Carta.
160
nas a cargo, así como eventualmente por
matrimonio). Técnicamente se denomina
Compensación Pública de Cargas Familiares
suele entenderse como un reparto de los costes
derivados de las funciones sociales que cumplen las familias entre toda la sociedad y,
supuestamente, como una transferencia de
quienes no tienen cargas familiares hacia los
que las tienen. Así sucede en España, donde
las prestaciones por hijo a cargo de la Seguridad Social se financian, en parte, mediante las
cotizaciones de todos los afiliados, cuando las
prestaciones únicamente se otorgan a quienes
tienen menores ingresos o son discapacitados.
La protección jurídica se refiere no sólo a
que los tipos de protección social y económica
estén garantizados por ley, sino que el Estado
regulará por ley los vínculos familiares y los
derechos y obligaciones de los miembros de la
unidad familiar y del sistema de parentesco,
adopción, etc.
Pero lo que sí es cierto, es que casi todos los
países de la Unión Europea, la protección a la
familia ha sido desdeñada en la reforma del
Estado de Bienestar y en el control del gasto
público. En España, sin embargo, su importancia marginal se ha convertido en puramente testimonial, y ello no por la caída de la
natalidad, sino por una deliberada política de
reducción prácticamente a la nada de la protección económica a la familia. Así nuestro
país se sitúa en último lugar en cuando al
gasto social destinado a dicha protección
(1,8%) entre los países de la Unión Europa.
No obstante, en los últimos años se apunta una tímida consideración de coste que
representa la tenencia y crianza de los hijos,
que se materializa en la reforma de la Ley de
Familias Numerosas de 1996. Sin embargo,
su desarrollo reglamentario y materialización en las distintas comunidades autónomas
ha sido lento y desigual. En esta misma línea
cabe situar la mejora producida por la aplicación del Pacto de Toledo en cuanto al acceso a
las pensiones de viudedad y de orfandad y
que se ha materializado en 1998.
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Todas estas medidas parecen reflejar una
nueva sensibilidad en la consideración de las
cargas familiares. Se tendería hacia un
modelo de Compensación Pública de las Cargas Familiares, en virtud del cual a las familias se les reconoce las funciones sociales que
cumplen y se les compensa parcialmente por
los costes que ellos supone.
Si consideramos únicamente los gastos de
la Seguridad Social, la evolución de los gastos
sociales, en general, y los de protección a la
familia, en particular, en los países de la
Unión Europea ha estado condicionada por el
cumplimiento de los criterios de convergencia
y por el control del déficit público, en un contexto marcado además por el crecimiento de
los niveles de desempleo. Pero no en todos los
países de la Unión Europea los imperativos
de la convergencia se han traducido en una
desprotección económica de la familia. Los
efectos de estas limitaciones han variado de
un país a otro, no sólo por las características
específicas de los distintos modelos de Estado
de Bienestar, sino por las diferentes respuestas que dentro de un mismo modelo se han
dado.
Así, dentro del modelo escandinavo, países
como Suecia y Finlandia tienden a reducir las
transferencias y los servicios puestos a disposición de las familias; en Dinamarca, por el
contrario, la orientación es hacia una mejora
de los servicios y aumentos puntuales de las
transferencias en dinero. Suecia es donde se
ha producido mayores recortes, al reducirse
linealmente las prestaciones por hijo a cargo
y suprimirse el complemento por familias
numerosas.
Dentro del modelo centroeuropeo (Alemania, Austria y Francia), la política familiar
ocupa también un papel relativamente destacado, particularmente en Francia4 y Bélgica,
4
En las diferentes comparecencias que se llevaron
acabo en la Ponencia de estudio sobre la elaboración de
la nueva Ley de Familias Numerosas, se trató el tema de
donde existen políticas familiares explícitas.
En estos países, a pesar de la fuerte polémica
en torno al control del gasto de la Seguridad
Social, los recortes no han afectado sustancialmente a las transferencias familiares,
salvo en Austria y Holanda. En Austria se
han hecho reducciones lineales en las asignaciones por hijo a cargo, si bien se han tratado
de aminorar sus efectos sobre las familias
numerosas con menores ingresos.
En Reino Unido e Irlanda, las prestaciones
familiares son normalmente uniformes, bajas
y condicionadas a prueba de necesidad.
En general, aunque las soluciones son muy
diversas, dentro de la Unión Europea puede
hablarse de una disposición creciente dentro
del discurso político y de las reformas concretas a adaptar los escasos recursos a las rentas
disponibles de las familias. Así, por un lado,
se observa una tendencia hacia la redistribución horizontal de las prestaciones directas a
favor de determinados grupos de familias,
como las monoparentales y las que tienen un
mayor número de hijos. Por otro lado, también se debate el alcance que debe tener la
redistribución vertical. Sin embargo, la conversión de todo el sistema de transferencias
directas en un mecanismo de lucha contra la
pobreza no goza un amplio apoyo en la mayor
parte de los países, salvo en los del sur de la
la situación española respecto a la política familiar, en
relación con las situación europea y los modelos que en
ella imperan. Lluis Flaquer Vilardebó, entiende que la
situación española tanto en gasto como en servicios es
claramente inferior y que e modelo adecuado a seguir
sería el francés. Analiza seguidamente la finalidad y contenido de la política de protección de la familia, en sus
diversos aspectos de transferencias económicas y servicios. En relación con las primeras, pone de manifiesto las
ventajas de una política de transferencias frente a la política fiscal de desgravaciones, que no es adecuada «porque las familias que están obligadas a declarar el impuesto sobre la Renta tienen un tratamiento mucho más favorable que aquellas que no están obligadas o que tienen
unos ingresos muy bajos, que son las que en nuestro país
perciben únicamente los subsidios familiares o prestaciones por hijo a cargo».
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Unión Europea. Existiendo la convicción de
que las cargas familiares pueden ser potencialmente una fuente de pobreza sigue estando presente en el debate político, particularmente en los casos de familias monoparentales y familias numerosas (AAVV, 1999:392403).
Con arreglo a estos datos podemos observar no sólo la ya analizada mínima protección
social de la familia en nuestro país, sino también la prácticamente nula eficacia de la
reforma de la Ley de Familias Numerosas
para compensar la caída de la renta relativa
derivada del mayor número de hijos. La protección de la familia numerosa en España no
sólo es inconmensurable con la elevada protección reconocida en Francia o Bélgica, sino
que tampoco llega a aumentar la renta disponible de las familias numerosas al mismo
nivel que tienen países que no protegen específicamente las familias numerosas (Dinamarca, Portugal o Reino Unido) (Iglesias de
Ussel y Meil Landwerlin, 2001:149).
4. NUEVAS POLÍTICAS FAMILIARES.
PLAN INTEGRAL DE APOYO A LA
FAMILIA 2001-2004
La familia es la institución fundamental
de nuestra convivencia, nuestra sociedad y
nuestro país. La gran mayoría de los españoles vivimos en una familia: 38.848.133 de una
población total de 39.852.651 habitantes. Asimismo, los españoles otorgamos sistemáticamente la máxima valoración a la familia: 9,37
sobre una escala de 1 a 10, por encima del
bienestar económico, el trabajo, los amigos, la
religión o la política. La incorporación de la
mujer al mercado de trabajo, el descenso de la
natalidad y el envejecimiento progresivo de
nuestra población son cambios reales, y el
éxito del futuro de esta nueva sociedad
depende de que las familias puedan desarrollar libremente el papel que les corresponde.
Es pues una obligación de la Administración del Estado apoyar a las familias españo-
162
las, desarrollando políticas que faciliten su
estabilidad, calidad de vida, autonomía y
bienestar y que, en consecuencia, eliminen al
máximo los posibles obstáculos o dificultades
que afectan directamente a las familias.
La Ley de Conciliación de la Vida Familiar
y Laboral aprobada en 1999, la aprobación
del «coste cero» para las cotizaciones a la
Seguridad Social de los contratos de sustitución por maternidad, la reforma del IRPF del
año 1999 y la mejora de la protección familiar
de la Seguridad Social son una muestra de
que el Gobierno ya ha venido situando a la
familia como eje de su labor5.
Con tal objetivo, en el año 2001 se aprobó
el primer plan de acción orientado a fomentar
el bienestar de las familias y a proteger sus
intereses. Se trata de un proyecto que, por la
naturaleza de su objeto de atención se dirige
a varios sectores, en orden a abordar la protección de aquél de forma integral.
El Plan de Apoyo a la Familia, previsto
para el periodo 2001-2004, pretende dar respuesta a demandas explícitas y latentes en la
sociedad española, entre cuyas instituciones
más valoradas se encuentra ese grupo social
básico. A lo largo de las medidas contempladas en sus distintos objetivos, se da muestra
de una especial preocupación por el fenómeno
de la caída de la natalidad, que constituye
uno de los factores del envejecimiento de la
población. La constatación de ese hecho ha
derivado en una voluntad explícita por parte
del gobierno de favorecer el aumento de los
nacimientos, teniendo presente la ineludible
tendencia a la generalización del trabajo de
las mujeres fuera del hogar, lo que hace
imprescindible la toma de medidas efectivas
que posibiliten la conciliación de la vida laboral y familiar.
Sus propuestas, basadas en compromisos
legislativos, se desarrollarán a través de refor-
5
Más información en: http://www.tt.mtas.es/periodico/documentos/200111/.
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mas normativas, por lo que la evaluación del
plan dependerá del resultado del análisis de
esas reformas. Por esta razón y habida cuenta
de la falta de dotación presupuestaria, la valoración del plan deberá aguardar a la publicación de las memorias económicas que acompañen a las reformas anunciadas.
El Plan Integral de Apoyo a la Familia se
articula en torno a cuatro grandes objetivos:
• Incrementar la calidad de vida de las
familias.
• Fomentar la solidaridad intergeneracional.
• Apoyar a la familia como garante de la
solidaridad intergeneracional.
• Prestar a apoyo a las familias en situación de riesgo social y otras situaciones
especiales.
Está previsto que estos objetivos se concreten en diez líneas estratégicas que se materializarán, como se ha dicho, en medidas de
carácter normativo.
1. Política fiscal y de rentas: En el marco
de la reforma del Impuesto sobre la Renta de
las Personas Físicas, se prevé introducir compensaciones por el coste económico y laboral
de la maternidad, ayudas fiscales al empleo
de familias con hijos, así como para el cuidado de hijos y ascendientes.
2. Mejora de las prestaciones de Seguridad Social por hijo a cargo: Se completa la
ampliación del límite máximo de ingresos
anuales para tener derecho a las prestaciones
económicas de pago periódico por hijo a cargo
y el incremento de la prestación económica de
pago único por nacimiento de hijo.
3. Conciliación de la vida familiar y laboral. Se prevén bonificaciones de las aportaciones empresariales a la Seguridad Social, que
favorezcan la integración laboral de las personas con hijos.
4. Política de vivienda: Recoge distintas
iniciativas tendentes a mejorar la oferta de
Viviendas de Protección Oficial (orientación a
las familias con menores ingresos y consideración del número de hijos como criterio preferencial para optar a una VPO).
5. Favorecer el acceso de las familias a las
nuevas tecnologías: Entre las medidas propuestas destacan el impulso del programa
«Internet para todos».
6. Revisión del derecho de familia: A través de modificaciones del Código Civil, se
haría frente a la garantía de los derechos de
visita de los hijos y nietos.
7. Desarrollo de los servicios de orientación y mediación familiar. Esta medida se
basaría en la promoción de dichos servicios
en las Comunidades Autónomas.
8. Apoyo a las familias en situaciones especiales: Considerando como familias en situaciones especiales a aquellas en riesgo de exclusión, a las familias monoparentales como hijos
menores y las que sufran en su seno violencia
familiar, las medidas recogidas consisten en la
mejora de las pensiones de viudedad y orfandad y la promoción de la inserción social a través del acceso al mercado laboral.
9. Fomento de la participación social y el
acceso a la cultura de las familias: para ello se
prevé promover descuentos en distintos servicios culturales, como museos, etc.
10. Elaboración de una nueva ley de protección a las familias numerosas: Está prevista la elaboración de una nueva ley de protección a las familias numerosas, tomando en
consideración las conclusiones de la ponencia
constituida en la Comisión de Trabajo y
Asuntos Sociales del Senado ( MEMORIA
DEL CES, 2001:739-742).
5. LAS DIRECTRICES PARA LA
ELABORACIÓN DE LA LEY
La legislación existente en la actualidad, a
pesar de las múltiples reformas, necesitaba
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ESTUDIOS
un cambio integral, para acabar con las suerte de soluciones a artículos concretos que
habían quedado superados con el paso del
tiempo, y sobre todo para casar las políticas
llevadas a cabo con la familia en general, por
ello el día 5 de febrero de 2001, en una sesión
celebrada en la Comisión de Trabajo y Seguridad Social del Senado, se aprobó la constitución de una Ponencia de estudio sobre la
posible elaboración de una ley de protección
de familias numerosas, creando así un espacio de reflexión y análisis de las líneas generales de protección de las familias, que culminó el 5 de marzo de 2003 donde se celebró la
última sesión de la ponencia quedando esta
aprobada por unanimidad. A lo largo de las
sesiones se resaltó la importancia de que
hubiera una legislación que realmente tuviera en cuenta a las familias con hijos.
Como dato significativo hay que destacar
que cuando se aprobó el Plan Integral de Apoyo a la Familia, con vigencia desde el año
2001 hasta 2004, ya esta creada esta ponencia, pero en su última medida dice expresamente que en la elaboración de una futura ley
de familias numerosas tendrá en cuenta las
recomendaciones de la misma.
La ponencia hace las siguientes recomendaciones:
En primer lugar, la ponencia considera
necesario la creación de un nuevo marco normativo para las familias numerosas.
En segundo lugar, la ponencia ve la necesidad de regular un nuevo concepto de familias
numerosas, así como reclasificar sus categorías, estimando que para la consideración de
familia numerosa se deberá tener en cuenta
no sólo el número de hijos, sino también las
circunstancias de minusvalía.
En tercer lugar, la ponencia considera la
importancia de una política fiscal que tenga
en cuenta el número de hijos, sus edades y
circunstancias vitales.
En cuarto lugar, la ponencia estima la conveniencia de analizar la posibilidad de incre-
164
mentar la cuantía de las prestaciones por hijo
a cargo, así como el límite de rentas anuales
de la unidad familiar para acceder a estas
prestaciones.
En quinto lugar, la ponencia considera la
oportunidad de introducir criterios de renta
per cápita y dimensión familiar a la hora de
valorar el acceso de las familias a determinados bienes y servicios.
En sexto lugar, la ponencia considera la
necesidad de otorgar especial consideración a
los aspectos educativos, teniendo en cuenta el
número de hijos, además de las ya específicas
en materia de concesión de becas, la adquisición de libros de texto, material escolar y
acceso a las nuevas tecnologías de la información.
En séptimo lugar, las administraciones
públicas deberán instrumentar ayudas para
la adquisición de viviendas adecuadas al
tamaño de la unidad familiar, teniendo en
cuenta la situación de las familias numerosas
en los planes de vivienda protegida, tanto en
la primera adquisición como en el cambio de
vivienda cuando aumente el número de hijos.
En octavo lugar, el dinamismo y la movilidad de la sociedad actual exige que no pocos
miembros de las unidades familiares tengan
que desplazarse con regularidad. Por tanto,
las administraciones públicas deberán promover ayudas específicas para el uso de
transportes públicos por parte de los integrantes de las familias numerosas.
En noveno lugar, la ponencia considera
necesario seguir incrementando la red de servicios de asistencia para las familias, tales
como guarderías, atención domiciliaria, etc.
En décimo lugar, la ponencia considera
importantísima la labor que está desarrollando las organizaciones no gubernamentales
que trabajan en este sector6.
6 Prueba de ello ha sido la celebración del III Congreso Nacional y I Europeo de Familias Numerosas cele-
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YOLANDA MARÍA DE LA FUENTE ROBLES
En undécimo lugar, la conciliación de la
vida laboral y familiar supone un constante
reto de nuestra sociedad. Se debería tener en
cuenta también la consideración de familia
numerosa para la puesta en práctica de todas
aquellas políticas dirigidas a favorecer el
acceso y permanencia de la mujer en el mercado de trabajo, impulsando la jornada flexible a tiempo parcial y el teletrabajo.
Por último, en duodécimo lugar, la coordinación entre las diferentes administraciones
públicas y departamentos que lleven a cabo
actuaciones en materia de política familiar.
El 18 de marzo de 2003 fue publicada en el
Boletín Oficial de las Cortes Generales el
Informe de la Ponencia de estudio sobre la
elaboración de una nueva Ley de Familias
Numerosas, aprobado por la Comisión de
Trabajo y Asuntos Sociales en su reunión del
día 12 de marzo de 2003, así como el voto particular formulado al mismo. Dicho voto particular presentado por el Grupo Parlamentario
de Convergencia i Unió, al amparo de los
establecido en el artículo 117 del Reglamento
del Senado, añadía al final de la recomendación número dos. «...Las circunstancias de
minusvalía, así como las circunstancias convivenciales con familiares ascendientes y
descendientes».
brado en Madrid. Por el momento, cuentan con la aportación de algunas grandes compañías, como el BBVA,
Telefónica, Iberdrola, Adecco, Grupo Planeta y otras. La
Federación Española de Familias Numerosas (FEFN)
explicó en el Congreso que el «Plan más Famili@»
garantizará a sus beneficiarios una larga lista de ventajas
en bienes y servicios en sectores como el financiero,
energético, empleo, telecomunicaciones, transporte,
ocio y cultura. (Más información en: http://www.infanciayjuventud.com).
La Federación de Familias Numerosas, que constituye la organización familiar más antigua de España. Fundada en al año 1967, aglutina in total de 43 organizaciones repartidas por todas las Comunidades Autónomas. Los fines y objetivos de la asociación, así como su
reivindicación esencial es: decidir libremente el número
de hijos que se quiere traer, par lo que es posible definir
las condiciones que lo hagan posible y que no se sufran
discriminaciones.
Con todo esto, la Comisión de Trabajo y
Asuntos Sociales del Senado recomienda al
Gobierno la elaboración de una nueva normativa sobre esta materia que sustituya a la
actual Ley vigente de 1971. En palabras de la
senadora del PP Carmen Pardo, coordinadora de la Ponencia «es importante que se haya
introducido el tema de la familia en el debate
político y que se haya aprobado por unanimidad el Informe de la Ponencia».
En la fecha actual, pendientes de los primeros pasos de la nueva regulación a nivel
central, no podemos obviar las medidas parciales y dispersas llevadas a cabo por parte de
las administraciones autonómicas y locales,
que han dado lugar a desequilibrios de atención hacia las familias numerosas dentro del
propio Estado español, por todo ello con la
utilización de las recomendaciones anteriormente señaladas se logrará hacer efectiva la
protección social, económica y jurídica de la
familia en España.
6. LA NUEVA LEY DE PROTECCIÓN
A LAS FAMILIAS NUMEROSAS
La presente Ley viene a dar respuesta a
las necesidades analizadas en los apartados
anteriores de este artículo, mediante una
actualización de la legislación sobre protección a las familas numerosas y abordando de
una manera más flexible la realidad social de
las familias numerosas.
La Ley se desarrolla a lo largo de tres Títulos, compuestos por 19 artículos, tres disposiciones adicionales, dos disposiciones transitorias, una disposición derogatoria y dos disposiciones finales.
En el Título I se regulan las disposiciones
generales de carácter básico para todo el
Estado, como son el concepto de familia
numerosa, las condiciones que deben reunir
sus miembros, las distintas categorías en que
se clasifican estas familias y los procedimientos de reconocimiento, renovación, modificación o pérdida de título.
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Las principales novedades que se incorporan en este Título I se refieren al concepto de
familia numerosa a efectos de esta Ley, ya
que se incluyen nuevas situaciones familiares (supuestos de monoparentalidad, ya sean
de origen, ya sean derivados de la ruptura de
una relación matrimonial por separación,
divorcio o fallecimiento de uno de los progenitores; familias reconstituidas tras procesos
de divorcio), se introduce una equiparación
plena entre las distintas formas de filiación y
los supuestos de acogimiento o tutela.
Así el artículo 2 establece el concepto de
familia numerosa:
En el caso de que no hubiera acuerdo de los
padres sobre los hijos a considerar en la unidad familiar, operará el criterio de conviviencia.
d) Dos o más hermanos huérfanos de
padre y madre sometidos a tutela, acogimiento o guarda que convivan con el tutor, acogedor o guardador, pero no se hallen a sus
expensas.
e) Tres o más hermanos huérfanos de
padre y madre, mayores de 18 años, o dos, si
uno de ellos es discapacitado, que convivan y
tengan una dependencia económica entre
ellos.
«1. A los efectos de esta Ley, se entiende por
familia numerosa la integrada por uno o dos
ascendientes con tres o más hijos, sean o no
comunes.
3. A los efectos de esta Ley, se consideran
ascendientes al padre, a la madre o a ambos
conjuntamente cuando exista vínculo conyugal y, en su caso, al cónyuge de uno de ellos.
2. Se equiparan a familia numerosa, a los
efectos de esta Ley, las familias constituidas
por:
Se equipara a la condición de ascendiente
a la persona o personas que, a la falta de los
mencionados en el párrafo anterior, tuvieran
a su cargo la tutela o acogimiento familiar
permanente o preadoptivo de los hijos, siempre que éstos convivan con ella o ellas y a sus
expensas.
a) Uno o dos ascendientes con dos hijos o
no comunes, siempre que al menos uno de
éstos sea discapacitado o esté incapacitado
para trabajar.
b) Dos ascendientes, cuando ambos fueran
discapacitados o estuvieran incapacitados
para trabajar, con dos hijos, sean o no comunes.
c) El padre o madre separados o divorciados, con tres o más hijos, sean o no comunes,
aunque esté en distintas unidades familiares,
siempre que se encuentren bajo su depedencia
económica, aunque no vivan en el domicilio
conyugal.
En este supuesto, el progenitor que opte por
solicitar el reconocimiento de la condición de
familia numerosa, proponiendo a estos efectos
que se tengan en cuenta hijos que no convivan
con él, deberá presentar la resolución judicial
en la que se declare su obligación de prestarles alimentos.
166
4. Tendrán la misma consideración que
los hijos, las personas sometidas a tutela o
acogimiento familiar permanente o preadoptivo legalmente constituido.
5. A efectos de lo previsto en este artículo,
se entenderá por discapacitado aquél que tenga reconocido un grado de minuvalía igual o
superior al 33 por 100 y por incapaz para trabajar aquella persona que tenga reducida su
capacidad de trabajo en un grado equivalente
al de la incapacidad permanente absoluta o
gran invalidez».
De este modo, se incluyen nuevos supuestos que pueden dar lugar al reconocimiento
de la condición de familiar numerosa, como
son las familias formadas por el padre o la
madre separados o divorciados con tres o más
hijos, aunque no exista convivencia siempre
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YOLANDA MARÍA DE LA FUENTE ROBLES
que dependan económicamente de quien solicite tal reconocimiento, y dos o más huérfanos
de padre y madre sometidos a tutela, acogimiento o guarda, siempre que no se hallen a
las expensas de la persona con la que conviven.
En cuanto a las condiciones de la famila
numerosa, se introducen modificaciones en
relación con los requisitos de nacionalidad y
residencia. Se mantiene el derecho a tener la
condición de familia numerosa a nacionales
de Estados miembros de la Unión Europea y
del Espacio Económico Europeo siempre que
al menos uno de los ascendientes ejerza una
actividad laboral o profesional en España,
aunque residan en otro Estado miembro, y se
extiende este derecho a los nacionales de
otros países residentes en España en igualdad de condiciones que los españoles, siempre
que residan en España todos los miembros
que den derecho a los beneficios que regula la
Ley, así se recoge en el artículo 3.2.
Otra importante novedad se refiere a las
categorías en que se clasifican las familias
numerosas, pasando de tres a dos: general y
especial, en correspondencia con la baja natalidad que presenta nuestro país, que aconseja
agrupar por una parte a las familias numerosas con menos de cinco hijos y, por otra, a las
que tienen más de cinco. Sin embargo, se han
introducido también algunos criterios cualitativos para clasificar a las familias: la condición de minusválidos de los hijos, la renta
familiar per cápita y el hecho de los partos,
adopciones o acogimientos múltiples.
En este sentido, el artículo 4:
«1. Las familias numerosas, por razón del
número de hijos que reúnan las condiciones
de los artículos 2 y 3 de esta Ley, se clasificarán en alguna de las siguientes categorías:
a) Especial: las de cinco o más hijos y las
de cuatro hijos de los cuales al menos tres procedan de parto, adopción o acogimiento permanente o preadoptivo múltiples.
b) General: las restantes unidades familiares.
2. No obstante, las unidades familiares
con cuatro hijos se clasificarán en la categoría
especial cuando los ingresos anuales de las
mismas divididos por el número de miembros
que las componen, no superen el 75 por 100
del importe del salario mínimo interprofesional vigente.
3. Cada hijo discapacitado o incapacitado
para trabajar, en los términos definidos en el
apartado 5 del artículo 2, computará como
dos para determinar la categoría en que se
clasifica la unidad familiar de la que forma
parte».
En relación con el título acreditativo de la
condición de familia numerosa, será expedido
por las Comunidades Autónomas, si bien tiene validez en todo el territorio del Estado;
deberá ser renovado cada dos años, si antes
no se producen variaciones en la familia o en
las condiciones que dieron lugar al reconocimiento que supongan cambio de categoría o
pérdida del derecho al título.
El Título II se refiere a la acción protectora
asociada a la condición de familia numerosa.
En éste se detallan aquellos beneficios que se
encuentran incluidos en el ámbito de competencias del Estado y que no suponen una
modificación directa de alguna ley vigente ya
que éstos últimos se encuentran recogidos en
la disposición adicional primera.
En este Título II se detallan los beneficios
sociales, el ámbito de las actividades y servicios públicos o de interés general, vivienda y
régimen fiscal. En materia social, se prevén
beneficios por la contratación de cuidador de
familas numerosas, cuando ambos ascendientes trabajen fuera del hogar, el artículo 9:
«La contratación de cuidadores en familias
numerosas dará derecho a una bonificación
del 45% de las cuotas a la Seguridad Social a
cargo del empleador en las condiciones que
legal o reglamentariamente se establezcan,
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siempre que los dos ascendiente o el ascendiente, en caso de familia monoparental, definidos en los términos previstos en el apartado
3 del artículo 2, ejerzan una actividad profesional por cuenta ajena o propia fuera del
hogar o estén incapacitados para trabajar.
En cualquier caso, los beneficios indicados
en el párrafo anterior sólo serán aplicables
por la contratación de un único cuidador por
cada unidad familiar que tenga reconocida
oficialmente la condición de familia numerosa».
También se establece la posibilidad de
establecer por negociación colectiva un régimen de preferencias en materia de derechos
de los trabajadores, acción social, movilidad
geográfica, modificación sustancial de las
condiciones de trabajo y extinción del contrato de trabajo a favor de los trabajadores por
cuenta ajena que formen parte de familias
numerosas (artículo 10).
En materia de actividades y servicios
públicos o de interés general, se prevé un
régimen de derechos de preferencia en diversos ámbitos (artículo 11 a 15), entre los que
cabe citar el acceso a becas y ayudas, la admisión en centros educativos o a viviendas protegidas. Se establece también un régimen de
exenciones y bonificaciones en tasas y precios
en materia de educación, transporte o acceso
a bienes y servicios culturales. Asimismo, se
prevé que la Administración General del
Estado adopte las medidas necesarias para
que se conceda un trato favorable a las familias numerosas en servicios de interés general. Finalmente, por lo que se refiere a estas
materias, se prevé que la Administración
General del Estado promueva la responsabilidad social de las empresas y agentes sociales a fin de que se conceda un trato favorable
a las familias numerosas en el acceso al mercado laboral, vivienda, crédito y actividades
de ocio y culturales.
En el ámbito de la vivienda, la Ley prevé
una serie de beneficios específicos para las
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familias numerosas en cuanto a su acceso a
viviendas sujetas a regímenes de protección
pública (artículo 15), que se artículan con los
sucesivos planes de vivienda que aprueba
periódicamente el Gobierno.
En materia fiscal, se prevé la garantía
legal de que la Administraicón General del
Estado, en el ámbito de sus competencias,
debe establecer beneficios a favor de las familias numerosas para compensar las cargas
familiares y favorecer la conciliación de la
vida familiar y laboral de los padres y madres
trabajadores.
En el Título III regula el régimen de obligaciones, infracciones y sanciones, aunque la
potestad sancionadora en esta materia se
ejerce por las Comunidades Autónomas, debe
enmarcarse en la clasificación y tipificación
de las infracciones y sanciones definidas en
esta norma, así como en las normas generales
previstas al respecto en la Ley 30/1992, de 26
de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y de Procedimiento Administrativo Común. Específicamente,
se prevé la posibilidad de imponer como
medida provisional la suspensión de efectos
del título de familia numerosa mientras se
tramite el expediente sancionador.
Las infracciones según señala el artículo
18.3, se clasifican en leves, graves y muy graves:
«a) Son infracciones leves:
1.ª La no comunicación a la Administración competente, en el plazo máximo de tres
meses, de cualquier variación que se produzca
en la familia que deba ser tenida en cuenta a
efectos de la modificación o extinción del derecho al título.
2.ª La no presentación ante la Administración competente, durante el primer trismestre de cada año, de la declaración de los
ingresos obtenidos durante el año anterior por
la unidad familiar, en los términos previstos
en el artículo 17.2 de esta Ley.
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YOLANDA MARÍA DE LA FUENTE ROBLES
3.ª La negativa a exhibir el título cuando
existía obligación de hacerlo.
b) Son infracciones graves:
1.ª La comisión de tres infracciones leves
cuando haya recaído sanción.
2.ª La ocultación o falsedad de alguno de
los requisitos o condiciones exigidos por la Ley
para obtener o mantener la condición de familia numerosa.
3.ª La falsificación del título oficial de
familia numerosa.
4.ª La cesión de título a personas ajenas
no amparadas por el mismo.
5.ª La posesión o uso indebido o abusivo
del título oficial de familia numerosa o de
título de categoría superior a la que en cada
caso corresponda.
c) Constituirá infracción muy grave la
comisión de dos o más infracciones graves
cuando haya recaído sanción».
En la disposición adicional primera se tratan diversos beneficios en materia de Seguridad Social y empleo que suponen modificaciones a normas legales vigentes, incluyendo el
incremento del límite de rentas para tener
derecho a las asignaciones económicas por
hijo a cargo y la ampliación del periodo de
reserva del puesto de trabajo y de sus consiguiente consideración como periodo de cotización efectiva en supuestos de excedencia por
cuidado de hijos disfrutados por trabajadores
padres o madres de familia numerosa.
La disposición adicional segunda recoge el
carácter de mínimo de los previstos en este
Ley, su compatibilidad con cualesquiera otros
que pudieran preverse para este colectivo
familiar y la posibilidad de ampliar la acción
protectora de esta Ley por parte de la Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas o las Corporaciones Locales, en el ámbito de sus respectivas competencias.
La disposición adicional tercera prevé la
exención de cualesquiera tasa y demás derechos de expedición que pudieran ser de aplicación para obtener la documentación precisa
para la expedición o renovación del título de
familia numerosa que sean competencia de
las Administración General del Estado, y
posibilidad de su establecimiento por las
Comunidades Autónomas y Corporaciones
Locales respecto a la documentación competencia de las mismas.
Las disposiciones transitorias de esta Ley
articulan el paso de la anterior clasificación de
las familias numerosas en tres categorías a la
prevista en esta Ley en tan sólo dos. Para ello
se establecen las correspondientes equivalencias entre las anteriores y las nuevas categorías. Asimismo, se señala la subsistencia, en
tanto no se produzca un desarrollo de las previsiones de esta Ley, de los beneficios vigentes
al amparo de la normativa que ahora se deroga, si bien se regula la ampliación de los beneficios previstos para las anteriores categorías
a la nueva clasificación en dos categorías,
optando por aplicar a las familias clasificadas
en la categoría general los beneficios previstos
para la primera categoría, mientras que para
las incluidas en la categoría especial se aplicarían los previstos en la categoría de honor.
Con la entrada en vigor de esta Ley, que
deroga la Ley 25/1971, de 19 de junio, sobre
protección a las familias numerosas y el
Decreto 3140/1971, de 23 de diciembre, que la
desarrollaba y se habilitaba al Gobierno para
el desarrollo reglamentario de la Ley para lo
cual se tendrán en cuenta las rentas de las
unidades familiares y la categoría en que
éstas se encuentre clasificadas.
Por último, se establecen en las disposiciones finales la habilitación competencial y el
desarrollo reglamentario de la Ley, ya que la
presente Ley define las condiciones básicas
para garantizar la protección social, jurídica
y económica de las familias numerosas, resulta de aplicación general al amparo del artículo 149.1.1ª, 7ª y 17ª de la Constitución.
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Se reconoce en el texto que los beneficios
previstos tienen la naturaleza de mínimos,
con lo que se podrán acumular a otros. El sentido de esta salvedad es que como expresa la
Exposición de Motivos de la Ley, muchas
materias que afectan a la familia están transferidas a las Comunidades Autónomas. Es
positivo por ello que las familias puedan acumular ventajas, pero se puede dar el caso de
que convivan en España diecisiete leyes de
familias diferentes con tratos igualmente distintos.
El Gobierno –a petición de la Federación
Española de Familias Numerosas (FEFN)–,
creará un Observatorio de Política Familiar7.
Este Organismo estatal, impulsará el desarrollo de las políticas familiares. En cuanto a
sus acciones, la FEFN considera prioritaria
la puesta en marcha de un informe anual
sobre la situación de la familia en España,
que permite ver de forma objetiva cuáles son
sus necesidades actuales –al mismo tiempo
se tendrá información anual para dirimir las
diferencias autonómicas en la materia, por lo
tanto se tendrá que estipular que los informes que el Observatorio realice sean de uso
común para las diferentes administraciones
con competencias en la materia–.
AVV (1999): Informe España 1998. Una interpretación de su realidad social. Fundación Encuentro, Madrid.
BELTRÁN, J.L.(1992): El régimen jurídico de la
acción social pública. Instituto Vasco de Administraciones Públicas, Oñati.
DEL VALLE, A.(1987): El modelo de los Servicios
Sociales en el Estado de las Autonomías. Siglo
XXI, Madrid.
GÁLVEZ, J.(1985): Comentarios a la Constitución.
Civitas, Madrid.
GONZÁLEZ, V.T. y VICENTE, A.(1985): Análisis
económico financiero del sistema especial de
Seguridad Social, Madrid.
IGLESIAS DE USSEL, J.(1994): La protección
familiar desde la transición, en V Informe Sociológico sobre la situación en España, Fundación
FOESSA, Madrid.
— (1998): La protección de la familia en España, en
Papeles de Economía Española, nº 77. Obra
Social de la Confederación Española de Cajas de
Ahorros, Madrid.
IGLESIAS DE USSEL, J. y MEIL, G. (2001):La
política familiar en España. Ariel Sociología,
Madrid.
Informe de la Ponencia de estudio sobre la elaboración de una nueva Ley de Familias Numerosas.(Número de expediente 543/000011).
BOCGN, Núm. 616.
BIBLIOGRAFÍA:
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familias numerosas.
ALEMÁN, C. y GARCÍA, M.(1999): Fundamentos
de Bienestar Social.Tirant lo Blanch, Valencia.
MEMORIA SOBRE LA SITUACIÓN ECONÓMICA Y LABORAL (2001): Economía, Trabajo y
Sociedad. Consejo Económico y Social, Madrid.
PLAN INTEGRAL DE APOYO A LA FAMILIA
2001-2004.
7 A juicio del Presidente de la FEFN, José Ramón
Losana: «España tiene que recuperar el tiempo perdido
en materia de política familiar. La creación de este Observatorio, que va a impulsar el Gobierno a propuesta nuestra, es una oportunidad excelente para conocer a fondo
la situación actual de la familia española y adquirir protagonismo en esta materia en el contexto europeo, en el
que ya estamos teniendo iniciativas pioneras, como la
puesta en marcha del primer certificado de Empresa
Familiarmente Responsable que existirá en Europa» (más
información en: www.sendadigital.com/familiasnumerosas/).
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Proyecto de Ley de Protección a las Familias
Numerosas. BOGC de 23 de mayo de 2003.
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RESUMEN: La Ley 25/1971, de 19 de junio, de Protección a las Familias Numerosas –a pesar de las numerosas reformas que había sufrido a lo largo de su historia– necesitaba un cambio integral, producido con la nueva Ley de Familias Numerosas, que llega en el marco del Plan Integral de
Apoyo a la Familia (2001-2004), dando exacto cumplimiento al mandato constitucional recogido en el artículo 39.
Dicha Ley da respuesta a las necesidades demandadas por la sociedad, mediante una actualización de la legislación sobre protección a las familias numerosas y abordando, de una manera flexible, la realidad social de las familias numerosas incluyendo nuevas situaciones familiares: como las ocasionadas por la monoparentalidad, la baja natalidad, etc.
Por lo tanto, la reciente Ley de Familias Numerosas, reflejo de las nuevas políticas familiares,
favorecerá la posibilidad de alcanzar el bienestar social del resto de las familias europeas.
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