Opinión © El Periódico de Aragón. Todos los derechos reservados. Esta publicación es para uso exclusivamente personal y se prohíbe su reproducción, distribución, transformación y uso para press-clipping. SÁBADO 21 DE MARZO DEL 2015 Opinión 5 Sentido común El artículo del día Los malos usos de la historia SAMUEL Barraguer* La exposición sobre Fernando II presenta una narrativa nacional expurgada de hechos comprometedores CÁNDIDO Marquesán* e acaba de inaugurar por los Reyes en el Palacio de la Aljafería la exposición «Fernando II de Aragón. El rey que imaginó España y la abrió a Europa». Forma parte del proyecto Corona de Aragón. Historia y Arte del Gobierno de Aragón para dar a conocer el papel que desempeñó el Reino y la Corona de Aragón en la creación de España; destacar su aportación a la construcción de Europa y a la aventura americana. Se articula en torno a la creación de un «evento» de periodicidad anual con un personaje o un acontecimiento como eje alrededor del que se concretan actuaciones artísticas, museográficas, académicas, escolares, científicas y de restauración. Este año ha sido Fernando II de Aragón. Para justificar una exposición conmemorativa sobre un personaje lo usual es recurrir a la fecha de un centenario, bien sea del nacimiento o de la muerte, no es este el caso, ya que nació un 10 de marzo de 1452 y murió el 23 de enero de 1516. O sea, que su nacimiento fue hace 563 años y su muerte 499. Es cierto que la fecha de su nacimiento en Sos del Rey Católico ha sido la de la inauguración. Entiendo que el agasajado no hubiera tenido problema alguno en esperar hasta el próximo año para tal homenaje. ¿Tal adelanto tiene que ver con las próximas elecciones autonómicas? Obviamente nuestra presidenta habrá pretendido rentabilizar electoralmente la llegada a Aragón de los Reyes. ¡Qué bien se mueve en estos ambientes tan selectos! Uno de los objetivos ha sido el de presentar a Fernando II como el principal artífice, y por ello la institución monár- S quica, de la unidad de España, ya hace 500 años, y en un proceso reactivo contrarrestar los nacionalismos periféricos que la cuestionan, especialmente el catalán. En la visita realizada me encontré un colega con el que coincidí en el IES de Alcañiz, y me comentó que realizó un pequeño papel en la serie de TVE «Isabel», y que en ella Juan II, el padre de Fernando II, emitió tales palabras «Malditos catalanes siempre están protestando, nunca están contentos con nada». Y en ese momento una persona de edad ya madura muy enojada nos escupió a la cara «Aquí tendrían que venir los catalanes a aprender historia de verdad». Objetivo cumplido. Nos quedamos estupefactos. Sobre la serie televisiva tan aplaudida la profesora de la Universidad de Illinois Luisa Elena Delgado y autora del libro La nación singular. Fantasías de la normalidad democrática española. (1996-2011) por correo me transmitió: «Yo vi la serie Isabel y pensaba: si a los catalanes o vascos se les ocurre hacer una serie en que se repitiera continuamente «todo por Catalunya» o «todo por Euskadi» la que se arma. Vamos, no pasa ni del primer capítulo. En cambio se pone a un aragonés haciéndolo todo por el bien de Castilla y a una reina cometiendo las mayores barbaridades contra judíos y moriscos en nombre de la unidad y de Castilla, y eso es estupendo». En la exposición hechos claves de la biografía de Fernando II quedan ocultos o prácticamente marginados. Por ejemplo, su política contra los Fueros del Reino de Aragón para imponernos la Inquisición; la práctica omisión de su segundo matrimonio con Germana de Foix con la que tuvo un hijo, que de haber sobrevivido, hubiera heredado solo los territorios de la Corona de Aragón, y no se hubiera producido la unión de Castilla y Aragón. En el año 2006 se celebró otra exposición con motivo del V Centenario de este matrimonio organizada por las Cortes de Aragón y la Diputación Provincial de Zaragoza, siendo presidentes respectivamente Francisco Pina y Javier Lambán, y en el prólogo de la publicación que se hizo con tal motivo, se indica «Sólo la temprana muerte del hijo recién nacido de este matrimonio impidió que prosperase esta nueva política de alianza con Francia, que permitió presentar a Fernando en la historiografía tradicional como adalid de la unidad de España y un sinfín de tópicos historiográficos que afectaron a este segundo matrimonio». En la misma publicación el andorrano y catedrático de Literatura Española de City University of New York Ángel Alcalá Galve escribe sobre tal matrimonio: «¿Dónde quedaban, sino en el retrete de sus ambiciones personales sus presuntas ambiciones de lograr al fin de 800 años la definitiva unión nacional de España, que habría sido la meta de su matrimonio con Isabel? Pero con sobrados doctores cuenta hoy nuestra clase intelectual aragonesa para aclarar este popularmente desconocido y académicamente debatido tema». En definitiva, la exposición actual, no la del 2006, presenta una narrativa nacional expurgada de hechos comprometedores; una narrativa donde la monarquía se erige en institución esencial para la cohesión y modernidad de esta España nuestra. Termino con una cuestión no baladí. El costo de la exposición actual ha sido 1,5 millones de euros. Los aragoneses que quieran verla, la pagarán 2 veces: su preparación con sus impuestos, y con la entrada de 5 euros. Nadie cuestiona que las piezas expuestas son destacadas, mas destinar este dinero para las finalidades expuestas, no me parece ético, y además porque, a pesar de todos los recortes brutales en políticas sociales, según el Banco de España la deuda de Aragón a fines de 2014 sobrepasa los 6.000 millones de euros, cuando en 2011 era de 3.401.H *Profesor de instituto Empieza el show uede que los nombres de Birgitte Nyborg y Frank Underwood no les digan mucho. Pero están de moda. Son personajes de ficción y a su alrededor giran las tramas de dos de las series televisivas con mejor acogida de las últimas temporadas. Se trata de Borgen y de House of Cards. En la primera, danesa, la actriz Sidse Babett da vida a una bisoña primera ministra del país escandinavo. En la otra, estadounidense, es el consagrado Kevin Spacey quien encarna a un demócrata sin escrúpulos, cegado por llegar a la Casa Blanca. Ambas se han convertido en producciones exitosas, quizá porque ambas hacen descansar sus tramas en los entresijos de la política más baja. Esa que retrata a algunos hombres y mujeres renunciando a ideas y principios, en pos de un sillón en un gobierno. En el mundo real y al contrario de lo que, para deleite de sus seguidores, ocurre en las dos series, ni los ciudadanos de a pie ni los medios tenemos acceso directo a las conversaciones que mantienen los políticos cuando no hay cámaras de por medio. Por la cuenta que nos trae, más vale que el parecido con algunos guiones se quede en mera coincidencia. Sin embargo, nuestro clima sociopolítico anuncia un incierto reparto del poder, que habrá de dividirse, ya veremos entre quiénes, tras las citas electorales de 2015. Todo apunta a que los candidatos, ahora enemigos, tendrán que hablar. ¿Qué no darían por colarse en alguno de esos encuentros, para saber qué piensan de verdad? Mañana, en Andalucía, empieza el show. H *Periodista P El salón dorado Fernando II de Aragón, y España JOSÉ LUIS Corral* l gobierno y otras instituciones de Cataluña hace tiempo que andan tergiversando conceptos históricos y manipulando la historia. En sus museos, centros de historia, monasterios, libros, folletos y carteles es frecuente el uso de términos como «Confede- E ración catalano-aragonesa», «Corona catalano-aragonesa», «Condes-reyes de Cataluña», «Reyes de Cataluña» y otros errores similares, a veces malintencionados. Para desmontarlos, el gobierno de Aragón ha puesto en marcha un ciclo de exposiciones que se extenderá desde este año hasta 2019. La primera sobre Fernando el Católico –no se la pierdan–, tiene un extraño subtítulo: El rey que imaginó España y la abrió a Europa. La presidenta del Gobierno de Aragón ha declarado que preten- de responder al de Cataluña, pero no lo hace con razones, ni con sentido común, sino recurriendo a otras falsedades, presentando a Fernando II como el rey aragonés –que imaginó a España–. Pero el Católico no fue rey de España, que no existió como Estado unificado hasta los Decretos de Nueva Planta al final de la Guerra de Sucesión entre 1707 y 1714. Y no sólo eso. Fernando II de Aragón dejó de intitularse «rey de Castilla y León» el mismo día de la muerte de su esposa Isabel , el 25 de noviembre de 1504; nunca más tomó ese título. Desde luego, su idea política estaba lejos de «imaginar» una España unificada. No se había cumplido un año de la muerte de Isabel cuando el Católico se volvió a casar, por poderes, con Germana de Foix, sobrina del rey de Francia, con la que intentó por todos los medios engendrar un hijo que heredara la Corona de Aragón (lo hizo, pero el niño murió a las pocas horas de nacer). Pretendía evitar que sus dominios cayeran a su muerte en manos de su hija Juana la Loca y de su yerno Felipe el Hermoso, y luego en las de su nieto Carlos. Vuelve otra vez la rancia historiografía españolista que pre- sentó a los Reyes Católicos como los reunificadores de una España eterna que se había perdido en el año 711, cuando la conquista islámica liquidó la monarquía visigoda, a cuyos reyes también los llaman «de España». Y así se sigue manipulando la historia, usándola de manera artera para intentar adoctrinar al personal con la idea de que España es «una unidad de destino en lo universal». Los pannacionalistas de todo pelaje hacen un uso torticero de la historia, pero los panespañolistas, algunos de ellos desde el mismo Gobierno de Aragón, no les andan a la zaga. Una pena. H *Escritor e historiador GRUPO ZETA: Fundador: ANTONIO ASENSIO PIZARRO. Presidente: Antonio Asensio Mosbah. Vicepresidente y Presidente de la Comisión Ejecutiva: Juan Llopart. 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