Anticonceptivo

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Prohíbe la iglesia uso del condón en el matrimonio
Monseñor Ignacio Carrasco de Paula, presidente de la pontificia academia "Por la
Vida".
Organización Editorial Mexicana
7 de junio de 2011
ENTREVISTA
Jorge Sandoval G. / Corresponsal
Ciudad Del Vaticano.- La Iglesia prohíbe el uso del preservativo única y
exclusivamente en el acto conyugal, y en este contexto permite utilizarlo cuando uno
de los miembros de la pareja tiene una enfermedad infectiva, ello con el fin de evitar el
contagio. La puntualización sobre los (no pocos) interrogativos alrededor de éste y
otros temas, a causa también de una cierta falta de uniformidad informativa por parte
de exponentes del Vaticano, proviene esta vez de quien cubre un cargo que no
debería suscitar ninguna duda acerca de su autoridad y competencia: el presidente de
la Pontificia Academia "Por la Vida".
En entrevista exclusiva a El Sol de México, el monseñor Ignacio Carrasco de Paula,
español de Barcelona, obispo del "Opus Dei" y médico cirujano, profesor de Bioética
de la Universidad del Sagrado Corazón de Roma y desde hace más de un año
presidente de la Academia instituida por el Vaticano para promover los estudios sobre
los problemas de Bioética, habló también de otros argumentos delicados como la
posición de la Iglesia cuando una mujer es víctima de violencia sexual.
En este caso, la mujer "tiene todo el derecho" de evitar las consecuencias de esa
agresión, usando un fármaco que evite la concepción.
Pero vayamos por orden:
-Monseñor, nos puede decir, ¿cuál es exactamente la posición de la Iglesia sobre la
utilización del preservativo?
"El problema es moral, de principio, es decir, su uso como anticonceptivo,
considerando que desde siempre la Iglesia católica sostiene que la contracepción es
una práctica inaceptable. Ahora bien, debe ser claro que el problema de la
contracepción se da, única y exclusivamente, en relación al acto conyugal. Y por acto
conyugal se entiende aquel entre dos personas unidas matrimonialmente. Por lo tanto,
esto quiere decir que el uso del preservativo fuera de este contexto no tiene un preciso
y directo significado moral" para la Iglesia.
-Pero, ¿por qué para evitar confusiones, la Iglesia no dice esto claramente?
"Por una razón muy sencilla: porque piensa que no se dan las condiciones para que la
gente lo entienda; por el motivo de que la masiva propaganda de otras instituciones en
sentido contrario cuando distribuyen el preservativo, no se realiza simplemente con
objeto de evitar el contagio, sino porque se basa en la premisa según la cual el sexo
en cualquier situación es una cosa buenísima, que uno puede hacerlo cuando le dé la
gana, lo más frecuente posible, sin frenos, y que tienes la garantía que es
absolutamente seguro, diciéndote: 'no tengas miedo, no te vas a contagiar de ninguna
enfermedad'".
"Por otro lado, el problema de enfermedades como el 'SIDA'. No se arregla
simplemente con el preservativo; es decir, no es el centro del problema y cuando digo
centro quiero decir que no se excluye, aunque siempre en los casos citados".
* LA MUJER QUE SUFRE VIOLENCIA TIENE DERECHO A EVITAR CONCEPCIÓN
Otro tema discutido, y que tampoco ha encontrado una respuesta unánime y precisa,
es el relativo a la posición de la Iglesia cuando una mujer es víctima de violencia
sexual. También en este caso la respuesta de monseñor Carrasco de Paula fue clara:
"Cuando una mujer sufre una agresión sexual, subrayó el obispo catalán, tiene todo el
derecho del mundo a evitar las consecuencias de esa violencia. Por lo tanto, si existe
un fármaco que evite la concepción, tiene derecho a utilizarlo. En este caso, el acto
moral al tomar un fármaco semejante No puede considerarse anticoncepción porque
no hay un acto conyugal; lo que ha habido es violencia". El presidente de la Pontificia
Academia "Por la Vida", precisó que evitar la concepción (¡lo puntualizo con fuerza!)
no debe confundirse con el acto de abortar.
A este respecto recordó, por ejemplo, que acerca de la llamada píldora del "día
después" se está discutiendo mucho acerca de si es anticonceptiva o abortiva.
* NO AL ENSAÑAMIENTO TERAPÉUTICO, SÍ A LA ALIMENTACIÓN
Por otra parte, para la Iglesia católica no hay ninguna duda: una cosa es evitar el
ensañamiento terapéutico y otra es dejar de alimentar a un paciente, ya que en este
último caso se trataría de eutanasia. Lo reiteró en la entrevista con El Sol de México el
prelado y médico barcelonés.
"Si se llega a la constatación, obviamente debidamente documentada, subrayó, de que
hay un ensañamiento terapéutico, porque científicamente se comprueba que es
totalmente ineficaz, en ese momento hay que suspenderlo, ya que es inútil prolongar
inútilmente el sufrimiento del enfermo".
-Algunos interpretan esto casi como apagar el interruptor, prácticamente practicar la
eutanasia. ¿Es así?
"No. El interruptor se apaga solo cuando ya está muerto el paciente. Lo que se evita
es seguir suministrando inútilmente los fármacos, pero no por ejemplo el respirador
mecánico. Llega un momento en que el corazón se para y en ese momento el
interruptor se apaga automáticamente. Otra cosa en cambio es dejar de alimentar al
paciente; esto si que es eutanasia. El respirador sustituye la función de los pulmones,
así como la diálisis sustituye la de los riñones... pero la comida y el agua no sustituyen
nada".
"Además, en un paciente que se encuentra en la fase terminal, entre el estar hidratado
o deshidratado existen diferencias enormes desde el punto de vista del sufrimiento, ya
que un paciente deshidratado sufre muchísimo.
"Por ejemplo, en la misma clínica de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, los
pacientes pueden elegir eventualmente entre respirar a través de un tubito que lleve el
aire a los pulmones o simplemente No hacer nada! Pero prescindiendo de la decisión,
nadie dice que dejen de alimentarlo y en los diez años que trabajé en esta clínica ni
uno solo me dijo que No hicieran nada".
* LA ACADEMIA ESTUDIA
LOS TEMAS DE CÉLULAS MADRE Y CORDÓN UMBILICAL
Actualmente la Academia Por la Vida está estudiando tres temas, comenzando por el
de los bancos de cordón umbilical y la posibilidad del uso futuro de sus células
madres.
"Antes, explicó monseñor Carrasco De Paula, después de nacer el niño el cordón se
tiraba. Ahora se tiende a conservarlo porque se ha descubierto que las células madres
cordonales contienen sustancias que pueden servir en el futuro a curar enfermedades
de tipo degenerativo o genético.
"Otro tema sometido a estudio es el relativo a la infertilidad y a la esterilidad, teniendo
en cuenta que hay países, como Italia, en los cuales, debido a la falta de información,
a las parejas se les manda a clínicas donde se hace la inseminación in vitro, es decir,
la procreación artificial, diciéndoles que está práctica es segura y rápida. Se trata en
cambio de un mensaje absolutamente falso.
"La tercera cuestión que estamos estudiando es acerca de las consecuencias
traumáticas del aborto. Y no hacemos este estudio para demostrar lo malo que es el
aborto, pues sobre este tema es bien conocida nuestra posición. El aborto no produce
consecuencias serias desde el punto de vista físico, contrariamente a un cuadro
sicótico a menudo grave.... Queremos saber cual es exactamente la realidad".
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