blanca estela buscando distintos caminos para apoyar a la Familia Naval La Fundación “Blanca Estela”, creada hace 9 años por un grupo de esposas de Oficiales en servicio activo y en retiro de la Armada de Chile, siempre ha buscado distintos caminos para estar junto a los integrantes de la gran familia naval que atraviesan por situaciones complejas, ya sea por problemas de salud u otros motivos. En esos años, las Fundación ha entregado asistencia a los pacientes en los hospitales navales en diferentes áreas: ayuda social, artículos ortopédicos (audífonos, muletas, sillas de ruedas y máquinas de oxígeno, entre otras), útiles escolares, canastas solidarias y un sinfín de artículos necesarios para las familias en circunstancias complicadas. Pero lo más importante que entrega la Fundación es el apoyo emocional a las familias, extendiendo su mano amiga a quien más lo necesite. Uno de los grandes proyectos impulsado hace un par de años por “Blanca Estela” y materializado por la Armada de Chile es el Centro de Rehabilitación “Dalegría”, establecimiento que acoge a hijos de funcionarios navales y de otras ramas de las Fuerzas Armadas que presentan distintas discapacidades. La Fundación está constantemente preocupada de las necesidades y requerimientos de los menores de este establecimiento, para apoyarlos con diferentes artículos, enseres y equipamiento que puedan ayudar a complementar sus terapias y actividades diarias. Es así como nace la idea de crear un programa especial de horticultura para los menores, llamado “Huerto Fundación Blanca Estela”, actividad que permite desarrollar diferentes habilidades que ayuden al bienestar social, psíquico y físico de los niños, a través de distintas actividades en el jardín. El contacto directo con la tierra, agua, semillas, plantas, fomenta la interacción con la naturaleza entregándoles múltiples beneficios. Para llevar a cabo este hermoso proyecto, la Fundación “Blanca Estela” se contactó con la ingeniera agrónoma Patricia Cartes, quien dos veces a la semana asiste al establecimiento para desarrollar esta actividad con los niños. La realización del taller tiene muy buenos resultados, porque “la horticultura conecta a los menores con la naturaleza y los relaja, ellos ven el fruto de su trabajo a través de un resultado concreto y palpable. El taller comenzó con 9 alumnos y se va trabajando de acuerdo al avance de los niños, quienes ya plantaron tomates, cilantro, lechuga y albahaca, entre otras plantas", resalta la profesional. Para el terapeuta ocupacional Alejandro Navarro, quien trabaja hace tres años en este centro de rehabilitación y que participa en este programa, la labor que desarrollan los menores es muy especial, ya que “es una actividad productiva, tiene un propósito y una responsabilidad para ellos. Además, el contacto con la tierra, semillas, plantas y sus diferentes texturas y olores, estimula la visión, el tacto y el olfato. Los niños están viendo el proceso de crecimiento de las plantas, hay un resultado y también una responsabilidad ya que cada uno de ellos tiene su propia maceta, además del huerto que se ha implementado”. 32