MF 8 de 97 FUNDAMENTO MORALIDAD, 1 Cabría una ética no religiosa sobre la base de una concepción racional de la dignidad de la persona humana. Pero es difícil fundamentar valores universales válidos para todos los pueblos y que todos se sientan obligados a practicarlos, sin recurrir a Dios. Pío XI rechazó los intentos de separar la moral de la religión (nazismo) Pío XII: “Cuando temerariamente se niega a Dios, todo principio de moralidad queda vacilando y perece, la voz de la naturaleza calla o al menos se debilita paulatinamente” (Summi pontificatus 21). 21 Juan XXIII: “La base de los preceptos morales es Dios. Si se niega la idea de Dios, estos preceptos necesariamente se desintegran por completo” (Mater et magistra 208). 208 MF 9 de 97 FUNDAMENTO MORALIDAD, 2 El hombre se distingue de los demás animales porque piensa, es social y debe vivir éticamente. Siendo un ser inteligente y libre, debe orientar sus actos de un modo racional, con pleno uso de su inteligencia y de su libertad responsable. Cuando se considera que las normas morales están impuestas por agentes externos (familia, sociedad, Estado, Religión, etc.) y quitan así la libertad, entonces o se niega la ciencia moral, o se propone una doctrina ética que hace depender el juicio moral de las circunstancias, del fin que uno tiene al actuar, de las consecuencias que se derivan de la acción, de las costumbres de cada sociedad o de las valoraciones sociales de cada época histórica. MF 10 de 97 FUNDAMENTO MORALIDAD, 3 Existe una íntima relación entre Etica y Antropología: la conducta que se proponga y exija el hombre depende del concepto que se tenga de él. Antropología cristiana: 1 El hombre refleja en su mismo ser la “imagen” de Dios (creación). Ha de actuar conforme a esta dignidad. 2 Novedad de la gracia bautismal: nos hace hijos de Dios en el Hijo, partícipes de la naturaleza divina, nos identifica con Cristo. Por eso debemos actuar como Cristo actuó, seguir sus pasos. MF 11 de 97 FUNDAMENTO MORALIDAD, 4 Otras características de la antropología cristiana: a Unidad de la persona: el hombre es persona en la unidad de cuerpo y espíritu. “Su unión constituye una única naturaleza” (CCE 365). 365 b La naturaleza humana ha sido herida por el pecado original. “Ignorar que el hombre posee una naturaleza herida, inclinada al mal, da lugar a graves errores en el dominio de la educación, de la política, de la acción social y de las costumbres “ (CCE 407). 407 c El hombre ha sido redimido y elevado a la vida divina. La adopción filial hace al hombre “capaz de obrar rectamente y de practicar el bien. (...) El discípulo alcanza la perfección de la caridad, la santidad. La vida moral, madurada en la gracia, culmina en vida eterna” (CCE 1709). 1709 MF 12 de 97 FUNDAMENTO MORALIDAD, 5 Nociones claves de la Moral Fundamental La libertad: sin ella las acciones no serían ”morales”, pues no se podrían imputar a la persona. La conciencia: al modo como la razón elabora juicios teóricos sobre si algo es verdad o error, de modo semejante, la conciencia emite “juicios prácticos” acerca de la bondad o malicia de un acto. La norma moral: el cristiano debe orientar su conducta en orden a cumplir las normas morales que Dios dictó a la humanidad (desde el Decálogo hasta el mandamiento nuevo del amor). La Moral tiene que armonizar libertad-conciencia-norma. MF 13 de 97 FUNDAMENTO MORALIDAD, 6 Para juzgar de la bondad o malicia de los actos humanos se ha de tener a la vista, simultáneamente, un triple criterio: 1. La objetividad de la acción que se realiza o se omite; 2. El fin que persigue el sujeto al actuar 3. Las condiciones en las que se lleva a cabo la acción o las circunstancias en que se encuentra el sujeto. El objeto, el fin y las circunstancias se constituyen en “fuentes” de la moralidad de los actos humanos. MF 14 de 97 FUNDAMENTO MORALIDAD, 7 “En cualquier campo de la vida personal, familiar, social y política, la moral -que se basa en la verdad y que a través de ella se abre a la auténtica libertad- ofrece un servicio original insustituible y de enorme valor no sólo para la persona y para su crecimiento en el bien, sino también para la sociedad y su verdadero desarrollo” (Veritatis splendor 101). 101