2ª pregunta- Texto 2 de Marx. En este texto, Marx empieza afirmando que la conciencia del hombre no determina la realidad sino que, por el contrario, es producto de ésta o como dicen en el texto, que "la realidad social es la que determina su conciencia". Para Marx, los contenidos de la conciencia son ideológicos, es decir, son representaciones o ideas falseadas cuya función es la de esconder y falsear la realidad social alienada (en la que los trabajadores se sienten desposeídos de sí mismos y viven en condiciones infrahumanas), por lo que no tienen existencia propia y, por tanto, aunque sirvan para mantener la situación social real y material tal como está, no puede decirse que sean determinantes de ella. A estos contenidos religiosos, morales, ideológicos, en definitiva, y a las estructuras jurídicopolíticas a que dan lugar Marx los llama superestructura, y los considera negativos, por su misión de esconder y mantener la situación social real. Por el contrario, la "realidad social", término con el cual Marx está haciendo referencia en el texto a la infraestructura o base económica real de la sociedad, formada por las fuerzas productivas y las relaciones entre los productores y los propietarios de los medios de producción con que trabajan, es la que determina la conciencia de los seres humanos. La infraestructura o situación económica y social de un momento histórico determinado irradia una determinada sobreestructura, hace que se forme una conciencia colectiva llena de contenidos ideológicos, que sirve para mantener esa situación, para darle una justificación moral, política, legal,... Pero esta justificación se ha creado de acuerdo a la base económica existente, y no al revés. Para Marx los contenidos ideológicos que expresan la realidad mediante ideas falsas son negativos, no permiten que los seres humanos se relacionen con la realidad en la que viven mediante ideas adecuadas a ella. Mediante esta introducción Marx ha clarificado en el texto cómo es la infraestructura de la sociedad en realidad, lo que será clave para entender cómo puede cambiar. Después de esto, Marx explica cómo evoluciona la sociedad: los modos de producción o formas en que se organiza y estructura una sociedad sólo cambian en el momento en que "las fuerzas productoras de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes". Marx afirma que, en un primer momento, las relaciones de producción que se dan entre los productores y los propietarios de los medios de producción con que trabajan, que forman parte de la infraestructura, y las relaciones de propiedad, su expresión jurídica en la sobreestructura, son "formas de desarrollo de las fuerzas productivas", es decir, permiten que los trabajadores y los medios técnicos se desarrollen en el proceso de producción, que es la actividad que les es propia y, por tano, que se desarrollen como personas. Sin embargo, llega un momento en que esas relaciones "se convierten en trabas de estas fuerzas", como Marx explica en el texto. En la época en que vivía Marx, los trabajadores asalariados no se desarrollaban en su trabajo, antes bien estaban alienados, ya que por el desempeño de la actividad que les es propia como seres humanos, la actividad productiva y transformadora, no recibían mayor recompensa que un salario ínfimo que no les permitía vivir dignamente y se veían desposeídos, sin embargo, no sólo de su fuerza de trabajo sino también de los objetos que producían, que no entendían ya como algo suyo, en lo que se expresaban mediante su trabajo, sino como algo ajeno, totalmente desligado de los trabajadores que lo produjeron y en lo que ya no se ven expresados, y sin recibir los beneficios de ellos. Así el trabajador quedaba alienado y cosificado, tratado como una mera cosa, mercancía, mientras el trabajo y el objeto producido pasaban a ser propiedad del dueño de los medios de producción, que se enriquecía. "Entonces se abre una era de revolución social", como afirma en el texto, llegados a este punto es donde Marx dice que se hace necesaria una toma de conciencia de la situación por parte de los trabajadores. Para Marx, el motor de la historia es la lucha de clases. Por tanto, en ese momento la clase trabajadora ha de poner en marcha la revolución social, acelerando el proceso histórico, cambiando las relaciones de producción y así la infraestructura, lo que trastornará a su vez la superestructura, debido a la relación dialéctica existente entre ambas. Esto es posible según la visión marxista de la historia y de la realidad, como un proceso dialéctico que avanza por la tensión entre contrarios, concretamente entre clases sociales. El ser humano al no ser algo estático sino tener que hacerse, se desarrolla en un proceso dialéctico con la naturaleza, y lo hace en sociedad, estableciendo relaciones, lo que requiere tiempo, y por lo tanto a lo largo de la historia. La historia es para Marx la sucesión de los diferentes modos de producción, el "proceso real de producción". Esto, dicho con otras palabras, quiere decir que la historia de la humanidad es la progresiva evolución de las diversas formas de producción, cuyo aspecto básico es el desarrollo de la técnica: que determina tanto la infraestructura como la superestructura. En la producción social de su existencia los seres humanos entran en relaciones que corresponden a la división social propia del estadio de desarrollo de las fuerzas productivas, pero en el momento que estas relaciones "se convierten en trabas de estas fuerzas", como dicen en el texto, se hace necesario un cambio, que se lleva a la práctica mediante una revolución social. Dado que para Marx la teoría y la práctica siempre han de ir unidas, pero ambas son necesarias, primero es necesario un paso teórico, la toma de conciencia del proletariado de la situación real, que luego ha de materializarse en la práctica como una revolución. De ahí que sea lo que pretende con su materialismo dialéctico, analizar las causas de una sociedad y su cambio y hacer que el proletariado tome conciencia... El fin de esto es la instauración del sistema comunista, culmen de la historia según Marx, en el que, no existirán las diferencias de clases sociales ni la alienación, y en el que todas las personas se desarrollarán plenamente. Es un fin que llegará por sí mismo, pero se verá acelerado el cambio con la revolución...