Tu Actitud Vital. MAAlonso Várez

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Vá
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1ª PARTE: LO MÁS IMPORTANTE PARA TI
IInnttrroodduucccciióónn::....................................................................................................................................................................................................................5
Felicidad: pensamientos y emociones ....................................... 9
Capítulo 2
Parámetros: escala de valores.................................................. 49
Capítulo 3
Parámetros personales............................................................. 81
Capítulo 4
Felicidad ............................................................................... 131
.A
lo
ns
o
Capítulo 1
.A
2ª PARTE: ACTITUDES AUTOFRUSTRANTES
Baja autoestima: autoaceptación. .......................................... 151
Capítulo 6
Inmadurez, indecisión: ser responsable de tu vida................. 173
Capítulo 7
Perfeccionismo, debes y deberías.......................................... 191
Capítulo 8
Tus relaciones con los demás. ............................................... 211
l.
ta
Vi
Los manipuladores y tus problemas con los demás. .............. 223
ud
Capítulo 9
M
Capítulo 5
Autolimitación, roles, yo soys y etiquetas. ............................ 269
Capítulo 11
Inseguridad, timidez, miedo a lo desconocido. ...................... 277
Capítulo 12
Tiempo: culpabilidad, preocupación, ira, venganza................. 297
A
ct
it
Capítulo 10
Tu
3ª PARTE: EXPRIMIR LA VIDA AL MÁXIMO
Capítulo 13
La práctica de la felicidad. ..................................................... 319
Capítulo 14
Técnicas de superación. ..................................................... 335
Tu
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A
l.
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Vi
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LO MÁS
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o
1ª PARTE:
Tu
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Vi
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l.
M
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lo
IMPORTANTE PARA TI
Tu
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A
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I n t r o du cci ó n :
.A
lo
ns
o
Sobre la finalidad de esta obra.
.A
Sólo vivimos una vez, o por lo menos eso es lo que nos indican
M
nuestros conocimientos actuales. Y si sólo vivimos una vez ¿por qué
ta
l.
no tratar de exprimir al máximo las oportunidades que nos ofrece la
todo tipo:
Vi
vida?. Si observamos a los que nos rodean descubrimos personas de
algunos son tímidos,
otros son alegres,
unos son
ct
it
ud
extrovertidos y otros serios; ¿qué los hace ser como son?.
Nacemos con ciertos componentes genéticos que delimitan
A
nuestro carácter, pero es nuestra historia vital el verdadero cimiento
Tu
de nuestra personalidad. Efectivamente, nuestra forma de ser se va
construyendo a través tanto de los acontecimientos que nos van
surgiendo como de la opinión que guardamos de ellos. Dicha opinión
o juicio de los acontecimientos puede traer causa de la educación
recibida en nuestra niñez, pero con el paso del tiempo su verdadero
origen lo encontraremos en nuestra propia forma de pensar. De lo
anterior
podemos
extraer
la
siguiente
conclusión:
nuestra
personalidad encuentra su fundamento en nuestra particular forma de
ver la vida.
z
En efecto, es nuestra forma de ver el mundo, lo que pensamos de
Vá
re
las cosas y, en definitiva, nuestra propia filosofía de la vida la
verdadera base de nuestra personalidad.
ns
o
Lo que hace a las personas alegres o tristes, lo que las convierte
lo
en positivas o negativas no es únicamente su comportamiento externo,
.A
sino su forma de pensar positiva o negativa; es su forma de ver las
.A
cosas lo que las caracteriza. Si el único factor para construir una
M
personalidad determinada (p.ej. ser alegre) fuese el mero hecho de
comportarse según el dictado de dicha personalidad, bastaría con
ta
l.
actuar como tal (como una persona alegre) para conseguirlo. Pero lo
Vi
cierto es que para adquirir una cierta forma de ser no es suficiente
con representar el personaje apropiado, sino que, también es preciso
ud
que te sientas como tal, y para sentirte como tal has de pensar tal y
ct
it
como pensaría esa persona que pretendes ser (para ser una persona
A
positiva piensa positivamente).
Tu
Por otro lado, nuestra forma de pensar no es invariable, sino
todo
lo
contrario,
al
igual
que
cuando
somos
niños
vamos
aprendiendo cosas nuevas y cambiamos nuestro comportamiento
hasta convertirnos en adultos, también cuando nos hacemos mayores
conservamos esa misma capacidad de cambio. Utilizaremos dicha
6
facultad para mejorar todas aquellas actitudes personales que
consideremos necesario corregir para disfrutar de una vida más
plena.
esa
forma
de
pensar
origen
de
tu
personalidad,
Vá
re
descubrir
z
En la primera parte de este libro trataremos de ayudarte a
intentaremos que te plantees tus prioridades en la vida, para que, una
ns
o
vez descubiertas, tengas una idea más clara de “quién quieres ser” y
de “qué quieres obtener de la vida”. Despejaremos de dudas tu
lo
existencia, te proporcionaremos unos criterios sobre los cuales basar
.A
tu vida, te suministraremos los materiales necesarios para que
.A
construyas tu propia filosofía vital. Te mostraremos los diversos
M
aspectos que te condicionan y valoraremos en su justa medida
l.
nuestros objetivos de felicidad. Intentaremos que descubras tu propio
ta
“yo”, tu propia personalidad y que tu conducta externa se adecue a
Vi
ese “yo” interno. Y, en definitiva, conseguiremos y conseguirás estar
ud
más satisfecho de ti mismo porque te comportarás tal y como tú en tu
ct
it
“yo” interno consideras que debes comportarte. En definitiva: serás
el verdadero dueño de tu vida, el responsable de tus decisiones y no
A
volverás a ser nunca esclavo de la opinión ajena ni de tus emociones
Tu
negativas.
En la segunda parte de esta obra abordaremos los principales
obstáculos que habrás de salvar en el, a veces complicado, camino
hacia la felicidad. Estudiaremos la mayoría de las actitudes y
comportamientos autofrustrantes que dificultan tu desarrollo personal
7
(inseguridad, timidez, culpa, miedos, perfeccionismo, etc.) y te
proporcionaremos las herramientas adecuadas para combatirlos.
Por su parte, en la tercera y última sección de este libro
z
acometeremos nuestro reto fundamental: te trataremos de suministrar
Vá
re
una serie de ideas que puedas utilizar para procurarte el mayor grado
de felicidad posible.
ns
o
Efectivamente, no basta con eliminar los obstáculos, que por
lo
cierto siempre van a existir, nuestro desafío va más allá: pretendemos,
.A
como decíamos al principio, que disfrutes al máximo de las
.A
oportunidades que te brinde la vida.
M
A lo largo de esta obra y como complemento a la parte más
l.
teórica te propondremos una serie de ejercicios con el fin de
ta
desarrollarla en la práctica. También te presentaremos una serie de
Vi
actitudes autofrustrantes de ejemplo que te ayudaran, creemos, a
ud
descubrir las tuyas y a rechazarlas.
ct
it
Estamos convencidos de que la lectura de este libro puede
constituir una de las experiencias más positivas de tu vida y que si
A
actúas con decisión y pones en práctica su contenido tu existencia
Tu
mejorará radicalmente. O, por lo menos, eso es lo que deseamos de
todo corazón.
8
C a p í t ul o 1
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.A
.A
lo
LA IMPORTANCIA DE SER FELIZ
M
Aunque ser feliz constituye uno de los objetivos más importantes
de nuestra vida, lo cierto es que la mayoría de nosotros nunca nos
ta
l.
planteamos, a lo largo de nuestra existencia, ni en qué consiste “eso”
Vi
de la felicidad ni cómo podemos conseguirla. Estamos tan enfrascados
en los acontecimientos diarios que jamás hallamos tiempo para
ud
resolver este tipo de cuestiones. Y, sin embargo, son muchas las
ct
it
personas que en el fondo no se sienten totalmente satisfechos de cómo
A
se desarrolla tu vida.
Tu
¿Qué es más importante para ti, ir esta tarde de copas o plantearte
una vida más feliz?. Salir de copas es importante, pero constituye un
placer efímero y seguramente ser feliz a largo plazo resulta para ti
mucho más importante. Por lo tanto, no dejes que pasen los días por
pasar ¡ponte manos a la obra e intenta ser feliz!. Haz un hueco para ti
en medio de la vorágine diaria. Date prioridad, ¿tienes de verdad algo
más importante que hacer?.
En el colegio te enseñan a leer, a sumar, y después a hacer
ecuaciones y derivadas, pero ¿quién te enseña a vivir?. ¡Nadie!. Has
Vá
re
manos de los acontecimientos?, ¿aprendiendo sin orden ni concierto o
z
de ser tú quien aprenda por ti mismo. Pero, ¿cómo?, ¿dejándolo en
tomándotelo en serio, buscando la forma de conseguirlo y no
ns
o
dejándolo a la acción de la casualidad?. Yo, desde luego me apunto a
lo
la segunda alternativa, ¿y tú?.
¿Qué
somos?
Y
M
.A
.A
NUESTRO PLANO PSÍQUICO: PENSAMIENTO Y SUEÑO
¿cómo
somos?.
Todos
nosotros
somos
ta
l.
fundamentalmente la suma de dos aspectos: uno físico y otro psíquico.
Vi
Y dentro del plano psíquico somos, ante todo, pensamientos,
ud
emociones y sueños.
ct
it
Pero antes de proseguir se hace necesario delimitar una definición
de estos conceptos para evitar cualquier posible equivoco. De hecho, a
A
lo largo de la historia, muchas de las discrepancias entre los distintos
Tu
movimientos filosóficos y psicológicos tienen su origen en simples
diferencias semánticas: lo que unos entendían por personalidad otros
lo llamaban carácter y estos últimos entendían por personalidad lo
contrario que los primeros.
¿Pensamiento
es
todo
proceso
10
cerebral?.
Normalmente
entendemos por pensamiento todo proceso consciente que surge en
nuestro cerebro y, por lo tanto, nada tiene que ver pensamiento con los
sueños o con automatismos, movimientos instintivos, etc. que carecen
Vá
re
dicha acepción como la válida, lo cierto es a lo largo de este libro
z
de ese componente consciente. Sin embargo, a pesar de reconocer
vamos a utilizar dicho término en su más amplia extensión, que
también incluiría aquellos otros significados. De hecho, en este libro
ns
o
utilizaremos muy a menudo la palabra pensamiento como sinónimo de
proceso mental abarcando cualquier tipo de fenómeno cerebral tanto
.A
lo
consciente como inconsciente. Esta acepción amplia la emplearemos,
.A
sobre todo, cuando no encontremos otro vocablo más específico.
M
Veamos pues ,los tipos de procesos mentales incluidos en dicho
Razonamientos, juicios, y valoraciones (se trata de procesos
Vi
A)
ta
l.
concepto amplio de pensamiento:
Procesos automáticos como pueden ser los hábitos de
ct
it
B)
ud
conscientes).
pensamiento (diferentes conjuntos de pensamientos que
Tu
A
surgen automáticamente en nuestro cerebro cuando se
producen ciertas situaciones, por ejemplo: te gritan y tú
habitualmente piensas que debes defenderte también a
gritos), los pensamientos inconscientes (son pensamientos
automáticos e individuales que se manifiestan sin ningún
tipo de actividad racional por nuestra parte) y el carácter o
11
personalidad externa (conjunto de comportamientos propios
de cada persona íntimamente relacionados con los hábitos de
comportamiento del individuo en cuestión).
Sueños, imaginación, y otros procesos a medio camino entre
z
C)
D)
Vá
re
la consciencia y la inconsciencia.
Personalidad interna, filosofía de la vida, valores, principios,
ns
o
criterios, forma de ser, forma de pensar, etc. Todas estas
lo
expresiones se refieren a tu “yo” más profundo y aluden a lo
.A
en resumen a tu ética personal.
.A
qué piensas del mundo, de la vida, de cómo te gustaría ser y
M
En otro orden de cosas, el proceso mental que llamamos
l.
pensamiento puede presentar varias formas: en primer lugar puede ser
ta
“verbalizado”, es decir, pensado en tu idioma de forma similar a
Vi
cuando hablas. En segundo lugar, cabe otra forma mucho más rápida,
ud
sin llegar traducir a palabras tus pensamientos. A veces, incluso no
ct
it
somos en absoluto conscientes de estos procesos no verbales, pero a
poco observador que seas, seguramente te habrás dado cuenta que el
A
proceso reseñado existe. De hecho el pensamiento no verbalizado
Tu
constituye la especie más habitual de pensamiento, sobre todo cuando
dicho
pensamiento
consiste
en
los
procesos
automáticos
e
inconscientes anteriormente descritos.
Y el sueño, ¿qué es?. El ser humano, como los demás animales,
está necesitado de descanso: su cuerpo no está lo suficientemente
12
evolucionado como para poder resistir una actividad continua. Así
que, de vez en cuando, su cuerpo y su mente le piden un periodo de
reposo.
Vá
re
mucho menos que cuando estás despierto y la mayoría de tus procesos
z
Cuando duermes tu cuerpo ve disminuir su actividad, te mueves
físicos como la respiración o los latidos del corazón bajan en
ns
o
intensidad, pero nunca, naturalmente, hasta el punto de llegar a un
total cese en su actuación, pues esto acarrearía la muerte. De igual
lo
manera, también tu mente necesita disminuir su actividad para poder
.A
descansar. Como es lógico, dicha reducción se produce en todo aquel
.A
proceso que no sea imprescindible. Por tanto, no puede reducir en
M
demasía procesos de control de ciertos órganos vitales como el
l.
corazón, el riñón, el hígado, etc. Y si no puede disminuir ese tipo de
ta
actividades sólo queda la posibilidad de restringir los procesos
Vi
conscientes como, por ejemplo, los pensamientos razonados.
ud
El sueño es un estado en el cual la consciencia aparece más o
ct
it
menos debilitada existiendo, además, diversos grados de sueño.
Normalmente, no se llega a estados de absoluta inconsciencia porque
A
salir de dicho estado constituye un proceso demasiado lento, lo cual,
Tu
en el antiguo Homo Sapiens en constante peligro hubiese resultado
fatal y, en consecuencia, la evolución evitó dicha posibilidad.
Y si el hombre, salvo raras excepciones (profundos estados de
coma, por ej.), cuando duerme tiene una cierta actividad mental,
13
entonces ¿qué forma toma dicha actividad de pensamiento limitada?.
Los sueños se manifiestan a través de imágenes y sonidos mentales, de
sensaciones y sentimientos e incluso, a veces, imaginamos historias
Vá
re
y los sueños reside en tu falta de control sobre estos últimos (si bien
z
casi reales. La diferencia fundamental entre el pensamiento consciente
podemos dirigir nuestros pensamientos de forma racional no pasa lo
ns
o
mismo con los sueños).
Efectivamente, cuando duermes no ejerces apenas ningún control
lo
sobre tus pensamientos, ni sobre las imágenes que surgen en tu mente.
.A
Puedes gozar de cierto grado de consciencia, pero te falta esa citada
.A
facultad de control que posees cuando estás despierto. El control, el
M
estar alerta, consumen sin duda buena parte de tu energía mental y es
l.
lo primero que pierdes cuando duermes. Y todo esto es así por
ta
necesidad no por casualidad: tú necesitas descansar, tu mente también
Vi
necesita ese descanso, tu cuerpo y tu mente no pueden quedar
ud
totalmente inactivos y lo primero que disminuye en intensidad es lo
ct
it
que menos necesitas, o sea, tus pensamientos y dentro de ellos una
parte prescindible, y que seguramente consume bastante energía,
A
como es el control de tus pensamientos, es decir: tu consciencia. Por
Tu
lo tanto, yo establecería sueño como equivalente de falta de
consciencia y consciencia como sinónimo de control.
PROCESOS PROPIOS DE PENSAR Y FORMA DE PENSAR
14
Por otro lado, lo que somos en el plano psíquico viene
determinado fundamentalmente por nuestros pensamientos y estos, a
su vez, son producto de nuestros procesos propios de pensar; es decir:
Vá
re
nosotros, a través de los cuales vamos juzgando los diferentes
z
tenemos unos procesos mentales particulares, propios de cada uno de
acontecimientos, y que determinan los pensamientos y sentimientos
que nos van surgiendo continuamente. Así puede resultar que ante el
ns
o
acaecimiento de dos sucesos similares los sujetos que los sufren
pueden responder de formas muy diferentes dependiendo de su
.A
lo
particular forma de pensar. Por ejemplo: si tienes una forma de pensar
.A
optimista la mayoría de las situaciones que vayas afrontando las
M
juzgarás positivamente y si, por el contrario, esas mismas situaciones
las afronta una persona pesimista o muy perfeccionista difícilmente
ta
l.
quedará totalmente satisfecho.
Vi
Nuestra forma de pensar genera unos comportamientos externos
ud
habituales que en su conjunto conforman lo que llamamos carácter.
ct
it
Dicho carácter se halla también muy relacionado con el concepto de
personalidad si bien, como veremos más adelante, el término
A
personalidad resulta más extenso ya que se relaciona también con
pensamientos
más
íntimos
y
no
solo
con
nuestro
Tu
nuestros
comportamiento externo.
Nuestro proceso de pensar, y en consecuencia, nuestro carácter,
traen causa, a su vez, tanto de ciertos componentes genéticos sobre los
que hoy en día tenemos poco control y conocimiento como de los
15
aprendizajes o conclusiones obtenidas a través de las diferentes
experiencias acumuladas a lo largo de nuestra vida. Este proceso
propio de pensar al que aludimos está compuesto por multitud de
Vá
re
largo del tiempo: cuando somos un bebé no tenemos apenas una forma
z
hábitos de pensamiento que se han ido grabando en nuestra mente a lo
de pensar definida, ésta irá surgiendo a través de nuestras diferentes
experiencias. La mayoría de estas experiencias apenas influirán en
ns
o
nuestra vida, pero otras muchas se irán quedando grabadas en nuestro
lo
cerebro y nos influirán poderosamente en el futuro.
.A
Muchos de los razonamientos y hábitos de pensamiento que
.A
vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida son contrapuestos. Así, a
M
veces pensaremos que contra una agresión lo más saludable es no
l.
hacer caso y otras, sin embargo, juzgaremos más efectivo el uso de la
ta
violencia. Esta pluralidad de juicios será origen de todo tipo de
Vi
confusiones que seguramente se agravarán con los consejos, también
ud
muchas veces contrapuestos, de nuestros padres y amigos. Aunque al
ct
it
llegar a la madurez este confuso panorama tiende a aclararse, nunca
llegamos a librarnos de estas confusiones, de ahí la necesidad de
A
analizar las más significativas; cuestión ésta que abordaremos a lo
Tu
largo de este libro.
Pero, ¿somos únicamente lo que nuestros hábitos de pensamiento
han hecho de nosotros?, es decir: ¿nuestra personalidad consiste
básicamente en ese “yo” que se enfada, que ansía la aprobación ajena
y que se defiende con violencia verbal frente a los ataques de los
16
demás porque la vida le ha enseñado a comportarse así o hay algo
más?. Yo creo que somos algo más y que, por lo tanto, no somos
simplemente esas reacciones automáticas aprendidas.
Vá
re
piensas del mundo y de las cosas que te rodean. En definitiva, eres,
sobre todo, tu propia filosofía de la vida o forma de pensar y no
tus hábitos o procesos de pensamiento. Hemos de
ns
o
solamente
diferenciar claramente ambos aspectos de nuestra personalidad: una
lo
cosa es cómo nos comportemos normalmente y cómo reaccionemos
.A
de forma automática (procesos propios de pensar, hábitos de
.A
comportamiento, carácter exterior) y otra cosa muy distinta es cómo
propios
principios
de
pensar,
principios,
Vi
ta
personalidad interna, etc.).
(forma
l.
nuestros
M
pensemos nosotros en nuestro interior que debemos actuar basándonos
en
Efectivamente tu personalidad o forma de ser es la suma de tus
mentales
ud
procesos
z
Lo que te hace diferente, lo que tú eres realmente, es lo que
habituales
(que
se
manifiestan
en
un
ct
it
comportamiento también habitual, es decir: tu carácter) y tu forma de
pensar (tus principios, tu ética personal, en definitiva: tu filosofía de la
A
vida) y no podemos desdeñar este segundo componente por muy
Tu
recóndito que se encuentre.
Por lo tanto, cuando los demás te califican, por ejemplo, de
vengativo o cuando eres tú quien te designas a ti mismo como tal, en
realidad ni tú ni ellos estáis siendo en absoluto objetivos. De hecho, si
17
bien es posible que en ese preciso instante tu comportamiento sea
vengativo eso no significa que siempre seas vengativo, ni tampoco
implica que tú juzgues en tu interior la venganza como un buen
Vá
re
ser tú mismo” debemos entenderla en el sentido de intentar ser tal y
z
camino para solucionar los problemas. Por eso la famosa frase “has de
como queremos ser, y de hecho somos, en nuestro interior y no como
solemos ser en el exterior. Esto no implica, ni mucho menos, que si
ns
o
sueñas, por ejemplo, con ser un famoso actor debas intentar
comportarte como si lo fueses, por mucho que en tu interior te sientas
.A
lo
como tal. Muy al contrario, lo que se pretende es que ciñas tu
.A
comportamiento a tu propia ética, que sigas tus propios principios y
M
que seas fiel a ti mismo: ¡en esto precisamente consiste “ser tú
otro
lado,
muchas
ta
Por
l.
mismo”!.
personas
dicen:
¡has
de
actuar
Vi
espontáneamente! o ¡has de dejarte llevar por tus propias intuiciones!,
ud
pero la mayoría de ellas no sabría darte una definición de qué es la
ct
it
espontaneidad ni sabrían explicarte en qué consiste eso de la intuición,
en lugar de responderte a estas preguntas intentarán convencerte de
A
que debemos ser creativos y dejarnos llevar por nuestros impulsos y
Tu
que sólo así podremos desarrollarnos como personas y demostrar lo
que llevamos dentro. Cabría preguntarse entonces sobre qué es eso
que llevamos tan dentro o en qué consiste ser persona o ser creativo.
Por último, intentarán demostrarte que tenemos en nuestro interior un
aspecto mágico por descubrir, te dirán que somos seres espirituales,
18
con facultades maravillosas que sólo esperan a que las desarrollemos.
Todo esto está muy bien, pero ¿en qué consisten esas facultades?,
¿qué es eso de “ser espiritual”?, ¿en qué consiste esa magia interior?.
Vá
re
esa racionalidad que ellos desprecian te iras dando cuenta que la
z
Si no te dejas llevar por esas expresiones grandilocuentes, si utilizas
mayoría de estas afirmaciones son únicamente palabrería y que a
través de verdades a medias ocultan la realidad y, por lo tanto, la
ns
o
verdad.
lo
Es posible que exista ese algo espiritual y mágico en nuestro
.A
interior y también es conveniente que nos dejemos llevar por nuestros
.A
impulsos ya que nos evitan el esfuerzo de mantener una constante
M
atención en todo lo que hacemos y nos proporciona una mayor
l.
velocidad de respuesta ante los diferentes acontecimientos; pero en
ta
primer lugar hemos de asumir que dichos impulsos nos pueden llevar
Vi
a equivocaciones, y en segundo lugar caeríamos en el absurdo si ante
ud
una situación determinada eligiésemos una actuación de la que
ct
it
racionalmente podemos intuir un daño sólo porque nuestro primer
impulso ha sido actuar de esa forma errónea. Por lo tanto, es
A
conveniente actuar fiándonos de nuestros impulsos, salvo cuando
Tu
nuestra razón nos muestre un posible resultado dañino. Siempre es
preferible que te guíes por tus propios parámetros (tus principios, tu
ética personal) que por intuiciones momentáneas y sólo así podrás ser
tú mismo.
De lo dicho hasta ahora podemos extraer algunas conclusiones: la
19
primera trataría de la necesidad de modificar o eliminar ciertos hábitos
que nos impiden ser nosotros mismos (lo cual no es fácil) y la
segunda, apenas esbozada, consistiría en que a pesar de la enorme
Vá
re
una importante capacidad de elección: ¡tú eres lo que eliges ser!
z
influencia de nuestro pasado (hábitos de comportamiento) tenemos
(aunque esto resulta un poco relativo tal y como veremos más
ns
o
adelante).
SOBRE LA NATURALEZA DE LOS SENTIMIENTOS Y DE
.A
.A
lo
LAS EMOCIONES
M
¿En qué consiste la felicidad?
ta
l.
¿Has pensado alguna vez cómo surgen tus sentimientos?
Vi
¿Es realmente posible controlar los sentimientos y el estado de
ud
ánimo?.
ct
it
Si fueras capaz de mantener un estado mental constantemente
positivo, sintiéndote bien continuamente; es decir: si consiguieses
A
controlar lo que sientes y tu estado de ánimo, ¿no te resultaría más
Tu
fácil ser feliz?.
Estas y otras preguntas vamos a tratar de responderlas en este
primer capítulo.
Damos por sentado muchas cosas, por ejemplo: nos dicen que
20
somos el único animal inteligente y que los demás animales sólo se
guían por el instinto y nos lo creemos sin ponerlo en duda, vamos al
colegio y nos tragamos todo lo que nos dicen como si fuesen actos de
Vá
re
hecho la mayoría piensa así y, sin embargo, lo cierto es que tú
continuamente estás controlando tus emociones.
ns
o
Esto sucede, por ejemplo, cuando en medio de un proceso
depresivo o en un momento de tristeza te percatas que la situación
lo
realmente no es tan grave y que no solucionas nada sintiéndote mal.
.A
Cuando adviertes esta circunstancia lo normal es que tú mismo
.A
intentes dejar de lado tus problemas y luches por sentirte mejor. De
M
esta manera te autosugestionas y controlas tus emociones.
ta
l.
Pues bien, este proceso consistente en autoconvencerte de cosas
Vi
para minimizar tus problemas o por lo menos para dejarlos de lado
¿por qué no usarlo de forma más consciente?. Si te encuentras
ud
deprimido o bajo de moral ¿por qué tienes que continuar en ese
ct
it
estado?. Lo más probable es que no extraigas ningún resultado
positivo sintiéndote mal, ¿vas a solucionar tus problemas por pensar
Tu
A
continuamente en ellos?. Seguramente no.
Por otro lado, puedes pensar que al eludir tus problemas estás
huyendo de ellos. Es posible que sea así, pero sólo hay una cosa peor
que huir de los problemas y es regodearte masoquistamente en ellos.
Es conveniente, por lo tanto, establecer una pauta o regla que
21
z
fe. Mucha gente cree que no es posible controlar los sentimientos, de
diferencie que problemas puedes “aparcar” y cuales no. Para mí la
solución estribaría en si la naturaleza del problema en cuestión admite
una solución en el momento presente o si dicha solución resulta
Vá
re
nos empeñamos en darle vueltas a cuestiones cuya resolución se
z
imposible o muy complicada. Lo cierto es que la mayoría de las veces
manifiesta prácticamente imposible y si realmente la encuentran ¿para
qué seguir dándoles vueltas una vez encontrada?: la pones en práctica
ns
o
y basta. De nada nos sirve “comernos el coco” con nuestros problemas
lo
salvo para acumular malos sentimientos y caer en la depresión.
.A
Qué es la depresión sino eso: una acumulación de pensamientos y
.A
de sentimientos negativos ante el acaecimiento de una o varias
M
circunstancias determinadas. ¡Cuantas veces les has aconsejado a los
problemas”
e
intenten
ta
de
l.
demás cuando les has visto deprimidos o malhumorados que “pasen
divertirse!.
En
ese
momento
estás
Vi
reconociendo la posibilidad de controlar emociones, sentimientos y
ud
pensamientos. Entonces si es cierto que puedes controlar por lo menos
ct
it
mínimamente lo que sientes ¿por qué no ir más lejos?, ¿por qué no
controlarlos hasta un grado en el que puedas sentirte siempre los mejor
A
posible?. Es difícil, nadie nos enseña a controlar nuestras emociones,
Tu
pero no es imposible. Y lo cierto es que si dominaras hasta ese punto
tus sentimientos o tu estado de ánimo te encontrarías sin duda más
cerca de ser feliz, lo cual al fin y al cabo, constituye nuestra aspiración
fundamental.
Pero, a pesar de todo lo expuesto es muy probable que sigas
22
dudando de la posibilidad de controlar tus emociones y, también
puedes pensar que es muy difícil conseguirlo o que quizás no tenga
utilidad práctica. Incluso es posible que pienses que un excesivo
Vá
re
autómata sin sentimientos. A esas dudas intentaremos responder
z
control de tus emociones te pueden convertir en una especie de
ahora.
ns
o
¿Cómo surge una estado de ánimo o una emoción?. Un estado de
ánimo no es más que un conjunto de emociones o sentimientos
lo
encadenados y con la característica de que siguen un mismo sentido: si
.A
en un momento determinado te sientes feliz lo normal es que todo lo
.A
que pienses sea positivo, lo cual te hará sentirte aún mejor. Si te
M
sientes mal y triste todo lo que piensas será seguramente negativo y
l.
los acontecimientos positivos serán apartados o menospreciados, a no
Vi
ta
ser que tú les proporciones importancia de forma consciente.
Normalmente los pensamientos surgen en tu mente sin ningún
ud
orden ni control. Van sucediéndose a tenor de los acontecimientos o
ct
it
sucesos ocurridos a tu alrededor. Por ejemplo, si se te rompe un plato
pensarás algo así como: ¡soy un desastre!, ¡hoy tengo un mal día!, etc.
A
También ejercen una gran importancia los pensamientos que precedan
Tu
a los del momento presente y normalmente los determinan, así, si
antes de la rotura del plato estás pensando o recordando lo bien que
has hecho una cosa determinada, como por ejemplo un examen,
seguramente pensarás algo completamente distinto respecto de la
rotura del plato: ¡mira, pues no soy tan listo!; o quizás: ¡bah, tengo
23
muchos!. ¡Y seguirás tan campante!.
Lo descrito demuestra la importancia de mantener en todo
momento un estado de ánimo positivo pues de esa manera aseguramos
z
que sea cual sea la naturaleza del acontecimiento lo vamos a encarar
Vá
re
de la forma más satisfactoria posible.
Precisamente la persona maníaco-depresiva se caracteriza por
ns
o
tener fases de absoluta felicidad seguidas de fases de tremenda
lo
depresión, en realidad lo que le ocurre es que vive sin controlar en
.A
absoluto su estado de ánimo. Su descontrol sobre las fases positivas
.A
tiene un pase, pero el descontrol sobre las negativas puede ser muy
M
peligroso y hacerle profundamente infeliz. Dicho descontrol en las
fases positivas a veces tiene como origen la idea de que sin control (es
ta
l.
decir: siendo totalmente espontáneo) puede conseguir un mayor estado
Vi
de plenitud. En efecto, muchas personas en su deseo por disfrutar de la
vida intentan vivir alocadamente evitando juzgar lo que hacen. Este
ud
descontrol se convierte en hábito y el maníaco-depresivo no controla
ct
it
tampoco su depresión.
A
Hay que fomentar esos momentos positivos de absoluta felicidad,
Tu
pero no hasta el punto de deformar la realidad y mentirte a ti mismo,
cuestiones estas que se suelen producir en los momentos de euforia. El
crearte falsas expectativas sobre tu vida o sobre el mundo puede
conducirte a sentirte frustrado cuando te des cuenta que las cosas no
son como esperabas. Este puede ser el principio de una depresión: el
24
mundo que antes (en tus momentos de exultante alegría) te parecía
maravilloso, resulta ahora horrible. Al hablar de depresión quiero
hacer un inciso: cuando en este libro se habla de depresión o de
Vá
re
utilizando dicha expresión en todas sus posibilidades y grados ya sea
z
cualquier otro tipo de estado de ánimo normalmente estamos
desde un mero estado de ligera tristeza o preocupación hasta un estado
de profunda depresión. Esta aclaración la hago para evitar que al leer
ns
o
algunos de los ejemplos que se exponen en este libro no te sientas
aludido al entender que me estoy refiriendo a estados o situaciones
.A
lo
extremas. De ahí la conveniencia de que hagas un cierto esfuerzo
.A
imaginativo para adaptar dichos ejemplos a tu caso particular
M
Y las emociones ¿qué son realmente?, ¿te has parado a pensarlo
ta
l.
alguna vez?.
Vi
Los sentimientos y emociones se generan de la siguiente forma:
en primer lugar se produce un suceso (tu madre te llama enfadada),
ud
acto seguido piensas lo que sea respecto a dicho suceso (¡ya está
ct
it
gritando esta histérica!) y en ese preciso instante surge el sentimiento
(enfado, preocupación), ¿qué es lo que sientes físicamente?, ¿qué es lo
A
que sucede en tu mente cuando sientes algo determinado?. En el
Tu
aspecto físico los sentimientos se manifiestan de muy diversas formas:
modificaciones en el ritmo cardiaco, una mayor afluencia de sangre a
tu cara (te pones rojo), cambios en tu nivel de sudoración y, en
determinados casos, puede que un escalofrío recorra tu espalda o que
tiembles por miedo o que tus pupilas se dilaten. ¿Y a tu cerebro que le
25
ocurre?.
Pues
en
tu
cerebro
surgen
imágenes,
recuerdos,
pensamientos, etc. Y si llamamos pensamiento a cualquier tipo de
proceso mental resulta que los recuerdos e imágenes mentales no son
Vá
re
en un estado emocional determinado se están conjugando dos
z
más que una forma de pensamiento. Por lo tanto, al sentirnos inmersos
aspectos: por un lado en el plano físico se producen una serie de
reacciones somáticas de la más diversa índole y, por otro, en el plano
ns
o
psíquico se manifiestan una serie de pensamientos. En consecuencia
un sentimiento o una emoción no es más que la síntesis o unión entre
.A
lo
un conjunto de pensamientos y una serie de reacciones físicas
.A
consecuencia de ese pensamiento.
M
Y si realmente puedes controlar lo que sientes ¿te das cuenta del
l.
enorme abanico de posibilidades que se abre ante ti?. Imagínatelo:
ta
¡podrías controlar tus sentimientos negativos e incluso fomentar los
Vi
positivos hasta conseguir sentirte siempre bien!, ¡incluso podrías ser
ct
it
posible?.
ud
feliz en todo momento!. Muy bonito, pero... ¿es esto realmente
Por lo visto hasta ahora el proceso a través del cual surgen las
Tu
A
emociones sería el siguiente:
1º- Se produce un suceso de cualquier tipo, insignificante la
mayoría de las veces. Este suceso es el que activa tus emociones y
pensamientos: es el llamado suceso activante. A menudo este suceso
activante consiste simplemente en pensamientos como, por ejemplo,
26
cuando recuerdas un hecho frustrante del pasado. Otras veces es un
suceso real y exterior a ti.
2º- Este suceso va a activar una serie de pensamientos,
Vá
re
sentimientos dependerán de la valoración que tú hagas del suceso
activante. Tu valoras ese suceso, pero no lo haces al azar sino que lo
positivamente
o
negativamente
dependiendo
ns
o
valoras
lo
fundamentalmente de:
.A
A) Los pensamientos y sentimientos inmediatamente anteriores al
pensamientos
negativos
lo
valorarás
más
M
tenias
.A
suceso, es decir: que si momentos antes del acaecimiento del
suceso
negativamente que si los pensamientos anteriores fueron
ta
l.
positivos.
Vi
B) Tu pasado o historia: ante el suceso activante surgen en tu
ud
imaginación pensamientos y razonamientos similares a otros
grabados
en
tu
mente
consecuencia
de
ct
it
pensamientos
experiencias anteriores similares. Son recuerdos relacionados
Tu
A
con el suceso activante y que te sirven de guía para saber lo
que puedes hacer y sus consecuencias. Por otro lado, para cada
situación a la que vayas a enfrentarte normalmente tu memoria
te muestra varias experiencias similares y cada una de ellas te
puede ofrecer una solución distinta. Por ejemplo, si una madre
regaña a su hijo éste puede tomar la decisión de callarse si su
27
z
sentimientos y acciones en ti. El sentido de dichos pensamientos y
mente guarda como razonamiento derivado de experiencias
anteriores que le puede resultar más beneficioso tomar dicha
actitud, pero también puede decidir contar alguna mentira si en
Vá
re
la que mintiendo pudo librarse del enfado de su madre y, a la
z
ese momento recuerda, por ejemplo, una situación similar en
vez, otra en la cual callarse le costo una bofetada. El niño
recordará unos u otros sucesos dependiendo, en primer lugar,
ns
o
de su estado de ánimo en ese instante y, por lo tanto, de los
pensamientos inmediatamente anteriores al acontecimiento
lo
cuál de las situaciones
.A
activante y, en segundo lugar, de
.A
memorizadas se parezca más a la actual.
M
C) Razonamientos surgidos de tu escala de parámetros o valores.
l.
Todos tenemos una escala ética de valores en la cual nos
juzgamos
Vi
nosotros
ta
basamos para juzgar las cosas como positivas o negativas. Si
en
nuestro
interior
una
actuación
ud
determinada de forma negativa seguramente trataremos de no
ct
it
llevarla a efecto incluso a pesar de lo que nos muestre nuestra
experiencia. Por ejemplo, si sufrimos una agresión física o
Tu
A
verbal por un niño pequeño (un hermano más joven o nuestro
hijo) quizás nuestra experiencia nos demuestre que la única
forma de rechazar una agresión sea utilizar medidas radicales
como pegarle dos azotes en el culete, pero nuestra propia ética
nos puede llevar a considerar dicha medida como desorbitada
o inadecuada.
28
D) Lo que te digan los demás en ese momento. La influencia de
los demás es importantísima en cualquiera de nosotros y nos
pueden influir no sólo a través de sus consejos u opiniones
Vá
re
E) Como dijimos al principio del presente capítulo, las cosas que
z
sino también por nuestro deseo de quedar bien ante ellos.
te van sucediendo en la vida te hacen forjar ciertos hábitos de
ns
o
pensamiento y comportamiento (carácter externo). El hábito te
ayuda a reaccionar ante los diferentes acontecimientos de la
lo
vida sin necesidad de meditar sobre ellos. De hecho, si
.A
tuvieses que pensar todo lo que haces perderías tanto tiempo
.A
que no podrías hacer más que unas pocas cosas en todo el día.
M
A través de estos hábitos de pensamientos va cuajando en tu
l.
mente una forma de pensar y reaccionar determinada, es lo
ta
que llamamos normalmente nuestra forma de ser o carácter.
Vi
Sin embargo, como ya vimos anteriormente, este carácter o
ud
personalidad externa surgido de la repetición de una reacción
ct
it
determinada ante una serie de sucesos similares no tiene por
qué coincidir con tu verdadera forma de pensar. Por ejemplo,
Tu
A
puede resultar que a través de tus experiencias hayas
aprendido a reaccionar elevando excesivamente la voz ante
cualquier
provocación.
Sin embargo,
a pesar de haber
adquirido este hábito es probable que otras experiencias te
hayan demostrado que si bien este tipo de respuesta es a veces
positivo, lo cierto es que no lo es siempre y, en consecuencia,
29
puedes encontrar respuestas más beneficiosas. Por lo tanto, en
realidad tú no crees adecuado levantar la voz, pero como te
has acostumbrado a hacerlo te costará mucho liberarte de
dicho hábito y comportarte como realmente crees que debes
Vá
re
z
hacerlo.
En conclusión: en esta fase que hemos denominado valorativa
ns
o
introduces razonamientos que pueden ser acertados, pero que a veces
no lo son dependiendo de si se basan o no en tu verdadera forma de
.A
lo
pensar.
.A
Es esta fase la propia de tu pensamiento consciente, y como en
M
ella tu mente puede introducir razonamientos será la que te brinde la
l.
oportunidad de controlar tus emociones dirigiendo tus pensamientos.
ta
Por último, creo preciso aclarar que, a veces, esta fase de
Vi
valoración apenas existe ya que tu reacción ante el suceso activante
ud
puede ser meramente instintiva. Un ejemplo de dicha respuesta
ct
it
instintiva la podríamos encontrar cuando al sufrir una agresión física
de un tercero (un empujón) utilizas a tu vez una reacción violenta para
Tu
A
repelerla sin que ni siquiera te de tiempo de pensar.
3º- Tras esa primera valoración del suceso activante se producen
en tu mente una serie de pensamientos y sentimientos encadenados y
normalmente en una dirección. A menudo, cuanto más negativa haya
sido tu valoración más atención prestarás al suceso. Por lo tanto, el
sentimiento surge de tus pensamientos: si tus pensamientos son de
30
vergüenza tú te sentirás avergonzado, aflorará más sangre a tu cara e
incluso puede que te llegues a poner colorado, tu ritmo cardiaco subirá
ligeramente y quizás sientas la tentación de agachar la cabeza, aunque
Vá
re
ruborizas a pesar de tus esfuerzos para evitarlo. Se trata de una
z
sea levemente. A veces tu reacción física es imposible de refrenar: te
reacción automática más cercana al simple acto reflejo (retirar la
ns
o
mano al coger un objeto muy caliente) que a una acción meditada.
El proceso anterior se puede completar en décimas de segundo
lo
sin que apenas seas consciente de él. La mayoría de tus pensamientos
.A
no son verbalizados mentalmente en forma de palabras, sino que
.A
pasan por tu cerebro a gran velocidad. Un ejemplo de este proceso
M
sería el siguiente:
Pensamiento.
Suceso
activante,
por
ejemplo:
ta
l.
Pensamiento.
Vi
olvidas recoger tus platos y tu madre te regaña. Pensamiento en forma
de hábito: ¡no es para tanto!, ¡no debo dejarme regañar!, debo dejarle
ud
claro que no soy un niño. Acción acorde a dicho pensamiento: le dices
ct
it
a tu madre que es cierto, que has olvidado recogerlo, pero que ésa no
es razón para que te regañe. Sentimiento: piensas que te están
A
agrediendo, tu corazón se acelera y te acaloras; tu mente influye en tu
Tu
cuerpo. Pensamiento meditado (razonamiento que puede ser lógico o
ilógico, acertado o equivocado): ¡bueno, también es cierto que tiene
alguna razón para regañarme!, ¡la hago trabajar demasiado!. Acción
acorde con dicho pensamiento meditado. Nuevo sentimiento. Suceso
activante proveniente de la otra persona por ejemplo: tu madre te
31
acusa de que nunca la ayudas. Nuevo pensamiento en forma de
hábito... etc.
Todo esto significa que tus pensamientos y acciones no surgen al
Vá
re
tus hábitos de pensamiento o incluso pueden consistir en meros actos
z
azar sino que traen causa ya sea de tus pensamientos anteriores o de
reflejos (por ejemplo: tu cerebro manda reaccionar a tu brazo para
ns
o
evitar ser golpeado por el agresor sin que a tu mente consciente le de
tiempo a reaccionar); pero, lo cierto es que siempre son causados por
lo
algo. En la vida la mayoría de las cosas tienen un porqué, una causa,
.A
lo difícil es descubrirla. Al ser unos pensamientos causa de los
.A
siguientes se obtendrá como resultado el aludido encadenamiento de
M
pensamientos en una misma dirección.
ta
l.
Efectivamente, desde que te levantas por la mañana te introduces
Vi
en el proceso descrito de pensamientos y emociones encadenados.
Incluso los sueños de los que hayas disfrutado mientras dormías
ud
pueden tener influencia cuando despiertes. En este proceso tú tienes
ct
it
capacidad de elección: puedes cambiar la dirección que siguen tus
pensamientos. Dicha elección se puede hacer efectiva en la fase
Tu
A
valorativa ya descrita y de eso vamos a hablar a continuación.
TUS HABITOS DE PENSAMIENTO Y TU CAPACIDAD DE
ELECCION
32
Normalmente, ante el suceso exterior primero actúa tu hábito de
pensamiento y a través de dicho hábito realizas una primera
calificación del hecho. En ese momento, entre la gran diversidad de
Vá
re
que mejor se adapta al acontecimiento en cuestión, ya sea porque este
z
hábitos de pensamiento grabados en tu cerebro, seguramente aflora el
último te recuerda algún suceso anterior muy similar o porque está
más en consonancia con lo que estabas pensando momentos antes. Por
ns
o
ejemplo: si recibes un insulto tu primera reacción puede consistir en
contraatacar con similares provocaciones a las recibidas porque te
.A
lo
recuerda una situación similar en la que ofreciste esa misma respuesta
.A
y te fue bien, pero también cabe que tu reacción sea bien distinta si,
magnífico.
Efectivamente,
si
M
por ejemplo, antes del insulto estabas pensando que tenías un día
tus
pensamientos
inmediatamente
ta
l.
anteriores al suceso activante (el insulto) eran muy positivos
Vi
seguramente recordarás de forma automática otro caso similar al
ud
actual en el cual no hiciste ni caso y te quedaste tan a gusto.
ct
it
Por lo tanto, tu primera respuesta ante un suceso determinado
depende sobre todo de cómo te enfrentes normalmente a casos
es
decir:
de
tus
hábitos
de
comportamiento
o
de
A
similares,
Tu
pensamiento. Pero, aparte de estos procesos automáticos que se
producen de forma instantánea, tú puedes introducir valoraciones más
meditadas. Así, en el caso anterior, si en un primer momento tu
reacción pudo haber sido la de ignorar el insulto, después puedes
cambiar de idea y pensar, por ejemplo, que tienes que pararle los pies
33
a esa persona para que no se te “suba a la chepa”. Por lo tanto, y como
demuestra el ejemplo anterior, tú tienes capacidad para dirigir el
sentido de tus pensamientos, lo cual te ofrece, a su vez, la oportunidad
Vá
re
pensamientos harás de ello un hábito, es decir: en tus cadenas
z
de variar también tus sentimientos. Si te acostumbras a dirigir tus
habituales de pensamientos tú introducirás un nuevo pensamiento en
forma de razonamiento sin ningún esfuerzo. En resumidas cuentas, lo
ns
o
que pretendemos demostrar con todo esto es que tú puedes elegir
cómo te sientes, o por los menos tienes bastante capacidad de
.A
lo
elección.
.A
Como corolario de lo expresado en el párrafo anterior nos
M
encontramos con una importante facultad que correctamente utilizada
l.
nos puede procurar una felicidad mayor de la que nunca antes
ta
habíamos sentido. El hábito de dirigir tus emociones, de hacerlas más
Vi
positivas no es imprescindible, pero sí muy deseable sobre todo si
ud
pretendemos ser felices.
ct
it
Por otro lado, el hábito de pensamiento, como ya hemos visto,
tiene una función de economizar tiempo en tus decisiones, te libera de
A
la necesidad de elegir en todo momento lo que tienes que hacer. El
Tu
hábito es por lo tanto imprescindible e incluso positivo en sí mismo
considerado y en consecuencia, no debes tratar de eliminarlos de
forma aleatoria. Lo más razonable es luchar contra tus hábitos
perjudiciales estableciendo unos nuevos que los reemplacen. Los
hábitos surgen con la repetición y cuando eres joven es más fácil tanto
34
crearlos como eliminarlos, sin embargo, cuando te conviertes en una
persona adulta resulta mucho más difícil liberarte de ellos al igual que
sucede con cualquier otro proceso de aprendizaje. El procedimiento de
Vá
re
percatarse de que estás utilizando un hábito negativo y acto seguido
z
creación de nuevos hábitos de pensamiento consiste simplemente en
substituirlo por otro positivo. Después, a base de repetir esos
pensamientos positivos se irán convirtiendo en hábito. Por lo tanto,
y
para
ello
un
primer
paso
consiste
ns
o
has de estar alerta para descubrir estos hábitos erróneos o perjudiciales
en
tenerlos
claramente
para
sustituirlos.
Por
ejemplo:
si
en
un
momento
.A
apropiado
.A
lo
identificados y saber cuál es el hábito de pensamiento correcto más
M
determinado te descubres a ti mismo culpándote por un suceso pasado
cuando, en realidad, dicho suceso ya no tiene solución, debes decirte a
ta
l.
ti mismo que lo ocurrido ya no tiene arreglo y que intentarás evitar su
Vi
repetición.
NEGATIVOS
A
ct
it
ud
COMO DEJAR AL DESCUBIERTO TUS PENSAMIENTOS
Tu
Para diferenciar los pensamientos erróneos de los correctos has
de servirte de un criterio que los distinga. Este criterio consiste en el
establecimiento de una serie de escalas de valores que te sirvan como
referencia para saber en todo momento que es lo más importante para
ti. Imaginemos que te descubres preocupado por una entrevista de
35
trabajo, seguramente afloraran a tu cerebro muchos pensamientos
dispares: por un lado puedes pensar que dicha entrevista constituye un
acontecimiento crucial para tu vida, pero a la vez puedes pensar que
Vá
re
problemas de ansiedad y quizás llegues a la conclusión de que no es
z
no ganas nada dándoles vueltas e, incluso, puedes ser una persona con
bueno para ti seguir pensando en la dichosa entrevista y, sin embargo,
por otro lado, quizás si sigues pensando en ello pueden ocurrírsete
ns
o
nuevas ideas para afrontar con éxito la entrevista, etc. Como puedes
comprobar son varias las elecciones que se te presentan: desde pensar
.A
lo
en la entrevista para prepararla a conciencia, hasta sólo prepararla un
.A
poco, o incluso, no prepararla en absoluto. Tu elección dependerá de
M
lo que valores más: tu salud, el dinero y la estabilidad económica, el
ser más feliz en ese momento, etc. La valoración dependerá de tu
ta
l.
escala de valores y por lo tanto de tu filosofía de la vida o verdadera
Vi
forma de pensar. Tus pensamientos serán acertados o desacertados en
función de su mayor o menor concordancia con tu escala personal de
ud
valores: si valoras tu salud por encima de tu estabilidad económica y,
ct
it
sin embargo, tu elección se decanta por dicha estabilidad estarías
tomando una decisión errónea (aunque, dicho sea de paso, en el
A
ejemplo descrito, la disyuntiva que se plantea consiste en una elección
Tu
entre un posible y dudoso peligro de salud frente a una también
posible mejora en tu estabilidad económica cuestiones estas muy
diferentes a la alternativa salud-estabilidad que hemos planteado para
simplificar). Por lo tanto, quien decide cuál es el pensamiento
adecuado y cuál no lo es eres tú mismo, a pesar de lo cual, y como
36
veras en más adelante, yo me he permitido preparar unos listados de
actitudes y pensamientos equivocados para que te sirvan de referencia
y que aparecerán al final de futuros capítulos.
Vá
re
has de comportarte lo más ajustadamente a tu forma de ver el mundo,
z
Lo descrito en el párrafo anterior nos lleva otra vez a lo mismo:
a tu ética personal. Sin embargo, no todos pensamos lo mismo y a
ns
o
veces cada uno pensamos de forma totalmente opuesta respecto a
ciertas cosas y, aunque la verdad absoluta se da pocas veces es obvio
lo
que hay formas de pensar más ajustadas a la realidad que otras. Es
.A
más, como hemos visto antes, en muchas ocasiones ni siquiera tú
.A
mismo tienes claro cuál de las alternativas que se te presentan es la
M
mejor lo cual implica que no posees una escala de valores totalmente
l.
definida. En consecuencia un paso previo para la adquisición de
ta
buenos hábitos de pensamiento será la construcción de una escalada
Vi
de valores propia, bien definida, clara y lo más racional posible. La
ud
mejor escala de valores será aquélla que mejor se adapte a la realidad
ct
it
que nos rodea, y por lo tanto, será a través del análisis de dicha
realidad como descubriremos la mejor escala de valores posible.
A
En este sentido pueden suceder tres cosas: o que tengas tu propia
Tu
escala de valores muy bien definida y meditada, o que no la tengas
muy definida y, en consecuencia, tengas dudas o que no tengas
ninguna escala. A través de la lectura de este libro te desafío a que
construyas tu propia escala de valores y, por lo tanto, espero una
lectura crítica en la cual no quepa el más mínimo resquicio al simple
37
acto de fe sino el más puro y libre racionamiento por tu parte. A pesar
de que yo te presentaré en el próximo capítulo una escala de valores
sólo tú puedes elaborar la tuya, pues tus valores constituyen tu
Vá
re
y, por lo tanto, sólo tú tienes la suficiente capacidad y potestad para
construirla.
ns
o
Como vimos anteriormente el establecimiento de esta escala de
valores o parámetros tiene como fin distinguir cuándo un pensamiento
lo
es erróneo y cuándo es positivo, y por lo tanto correcto, así veremos,
.A
por ejemplo, como la autoculpabilización, o sea, el estarle dando
.A
vueltas a errores propios pasados casi siempre es un proceso de
M
pensamiento erróneo, pero también veremos como no siempre es así,
l.
ya que también los sentimientos de culpa ejercen una importante
ta
función consistente en el aprendizaje a partir de los errores. Como la
Vi
autoculpabilización no siempre es negativa debemos emplear algún
ud
criterio que nos permita delimitar las actuaciones equivocadas de las
ct
it
acertadas y este criterio se encuentra en tu interior y lo constituyen tus
principios, tu filosofía de la vida y, en fin, tus valores.
LA ELIMINACIÓN DEL PENSAMIENTO IRRACIONAL
Tu
A
z
esencia, son la manifestación de lo que tú eres realmente en tu interior
Puedes seguir dejándote manejar por tus hábitos de pensamiento
negativos, pero si lo haces no serás más que un títere a merced de tu
pasado y la “bondad” de tus reacciones y sentimientos dependerá de la
38
que tuviesen tus reacciones pasadas, la alternativa es que seas
responsable de tu vida y que, en consecuencia, seas tú quien elija
como debe desarrollarse.
Vá
re
debemos responder antes a la siguiente pregunta: ¿cuál es el
funcionamiento de los pensamientos negativos?. Sabiendo cómo
ns
o
funcionan encontraremos la manera de erradicarlos.
lo
Normalmente dicho funcionamiento dependerá del tipo de
.A
pensamiento negativo, pero muchos de ellos tendrán una estructura
.A
similar; sería la estructura típica del pensamiento autofrustrante:
M
1º Se produce un hecho o pensamiento determinado: una persona
l.
entabla conversación con un individuo del sexo contrario que le atrae,
Vi
ta
pero éste no le hace el menor caso.
2º Juzgamos dicha situación de una forma concreta, en este caso
ud
supongamos que negativamente. a) Si lo juzgamos negativamente lo
ct
it
primero que hacemos es “filtrar los pensamientos” esto significa que
nos quedamos sólo con los aspectos negativos del suceso restándole
A
importancia a lo que de positivo pueda tener. Comenzamos el
Tu
recuento de lo que hemos hecho mal: he estado poco ocurrente, luego
he tartamudeado, después, no sabía que decirla-e y he metido la pata
con lo del pañuelo en el cuello. b) Más tarde no sólo juzgamos como
negativo el hecho erróneo concreto sino que dicho error parece
trascender a toda nuestra actuación. Y, sin embargo, lo cierto es que
39
z
Para eliminar los pensamientos autofrustrantes o equivocados
un error parcial en un único aspecto concreto no implica que toda
nuestra actuación esté mal. Aquí va un ejemplo de este pensamiento
absolutista: ¡he hecho mal esta operación!, ¡todo el asunto es un
Vá
re
siguiente: al hablar con esta chica que me gusta la he preguntado por
sus padres y resultaba que se acababan de separar, ¡he metido la pata!.
¡Toda
la
conversación ha
sido un desastre!,
¡he
perdido mi
ns
o
oportunidad!. c) Acto seguido no sólo resulta negativo el momento
presente, sino que también lo es el pasado y el futuro; es la
.A
lo
generalización excesiva: ¡siempre me sale todo mal!, ¡nunca consigo
.A
ligar con ninguna chica!. d) Para terminar, como siempre hacemos las
M
cosas mal nos etiquetamos a nosotros mismos, a los demás y al mundo
en general: ¡soy un inútil con las chicas!, ¡no voy a ligar en mi vida.
ta
l.
Las chicas son imbéciles, no merecen la pena. ¡La vida es un asco!.
Vi
Este proceso ocurre en segundos y muchas veces se pasa de un
ud
punto a otro sin apenas pasar por el intermedio o incluso puede que no
ct
it
se dé el proceso completo y, además, en la mayoría de los casos no
somos
siquiera
conscientes
de
él
ya
que,
normalmente,
los
A
pensamientos surgen raudos en nuestra mente sin ni siquiera llegar a
Tu
ser verbalizados. De hecho sólo llegaremos a los últimos estadios del
proceso (autocalificación, generación excesiva) si el acontecimiento
tiene suficiente entidad para nosotros.
Sin embargo, en otras ocasiones puedes ser tú mismo quien
caigas en la cuenta de lo exagerado de tu actuación, y cuando esto
40
z
fracaso, nada me sale bien!. Un ejemplo más concreto podría ser el
sucede es muy probable que intentes dialogar contigo mismo con el
fin de que el proceso se detenga: ¡no es para tanto!, ¡lo mejor es que
pruebe de nuevo!, a la próxima me lo-a ligo, ¡seguro!. Con dicho
Vá
re
de autosugestionarte positivamente. Esta actitud se produce de forma
z
comportamiento intentas imponer el raciocinio en tu actuación, tratas
casi automática, pero tú puedes provocarla de forma consciente, tú
puedes, por lo tanto, controlar esos procesos de pensamiento
ns
o
equivocado. Pero, ¿qué sucede si vuelve a producirse el hecho
lo
negativo?.
.A
Imagínate que vuelves a entrar a otra chica y fracasas de nuevo.
.A
¿Serías capaz de seguir autosugestionándote?. Seguramente no, lo más
M
probable es que caigas, por lo menos momentáneamente, en el
l.
proceso autofrustrante anteriormente descrito. Para poder afrontar
ta
estos fracasos de forma satisfactoria, o bien debes poseer una gran
Vi
autoconfianza innata, o en caso contrario debes haber sido entrenado
ud
en su superación (aspecto este último que constituye una de las metas
ct
it
principales de este libro). En el caso descrito quizás no poseas todavía
las habilidades sociales necesarias para ligar con esa persona que te
A
gusta o puede que tú no le gustes físicamente y, por lo tanto, de poco
Tu
te servirá autosugestionarte con frases como: ¡yo puedo conseguir
todo lo que me proponga! o ¡tú puedes si crees que puedes!. En este
caso lo único que conseguirías sería engañarte a ti mismo: no estarías
siendo realista. Lo mejor que puedes hacer es autosugestionarte con
pensamientos realistas como: ¡hoy no lo he conseguido, pero eso no
41
significa que no lo vaya a conseguir nunca!, ¡lo seguiré intentando y
procuraré aprender de mis errores!, ¡por no saber ligar no soy un
inútil, hay muchas cosas para las que estoy capacitado!, ¡no todo ha
estado mal!, por ejemplo, me he reído mucho con tal persona, o el
Vá
re
z
cóctel estaba delicioso, etc.
Pero si intentas engañarte a ti mismo en el fondo no te lo creerás
ns
o
y, además ¿es algo tan horrible que te obliga a ocultártelo?.
lo
Ante un fracaso por lo tanto: 1º. Debes aceptar el hecho. 2º.
.A
Razona si tiene remedio o si puedes conseguirlo de otra forma. 3º. Si
.A
no tiene remedio busca otro objetivo (seguramente tendrás varios) y
M
cuando lo encuentres trata de ilusionarte con él.
En
siguientes
ta
determinado.
l.
Esta es una muestra de cómo afrontar un pensamiento negativo
capítulos,
como
ya
he
comentado
Vi
anteriormente, te ofreceré varios listados de pensamientos negativos
ud
autofrustrantes y de los pensamientos positivos y realistas más
combatirlos.
Por
cierto que
muchos de estos
ct
it
adecuados para
pensamientos negativos son, además, equivocados, y erróneos. Esto es
Tu
A
lo más curioso: te autofrustras, te haces sufrir y, además, sin razón.
Seguramente estarás pensando que todo esto está muy bien, pero
es probable que dudes de la posibilidad de mantener una continua
atención para descubrir esos pensamientos erróneos. Lo cierto es que,
son muchos los pensamientos erróneos que te van a pasar totalmente
desapercibidos por mucho que los “rastrees”. Eso no tiene la más
42
mínima importancia, ya que nuestro verdadero objetivo no es la
eliminación
de
todos
nuestros
pensamientos
negativos
sino
simplemente que tengas los menos posibles y, sobre todo, que
Vá
re
siempre alerta buscando esos pensamientos equivocados podría
z
construyas hábitos de pensamiento correctos. El intentar permanecer
causarte una ansiedad contraproducente y te podría llevar a deseos
perfeccionistas que te autofrustren aún más al no conseguir controlar
ns
o
tus pensamientos “perfectamente”. Y es que, como veremos más
adelante, precisamente el pensamiento perfeccionista es uno de los
.A
lo
más importantes orígenes de autofrustración. Como muestra veamos
.A
unos ejemplos de pensamientos perfeccionistas: ¡no lo hago bien, por
M
lo tanto actúo mal!, ¡lo hago mal y no merezco estar contento conmigo
mismo!. De hecho el pensamiento perfeccionista nos muestra una de
ta
l.
las principales utilidades de la escala de valores o parámetros, ¿qué es
Vi
más importante para ti: ser feliz o ser lo más perfecto posible?.
Seguramente prefieres ser feliz, lo valoras más y, por lo tanto, el
ud
hecho de no ser perfecto no tiene por qué constituir un obstáculo para
ct
it
tu felicidad. Nuestra propia felicidad, como veremos más adelante,
supone uno de los límites del deseo, perfectamente lógico por otro
A
lado, de perfección: ¡intenta hacer las cosas bien, pero sólo hasta el
Tu
punto en que no te suponga un sacrificio mayor de felicidad actual que
la que esperas obtener cuando consigas el resultado perfecto!. Es
decir: a veces sacrificas tanto esfuerzo en tu anhelo de hacer las cosas
bien que pierdes oportunidades de ser feliz en el momento presente,
resultando que dichas oportunidades perdidas de disfrute no se
43
compensan ni siquiera en el caso de que consigas tu objetivo. Además,
como veremos en el capítulo dedicado a la perfección, ésta no existe
casi nunca y, por lo tanto, el intentar buscarla constituye una actitud
Vá
re
z
totalmente errónea.
ns
o
EJERCICIOS:
Al final de este y de otros capítulos vamos a proponerte la
lo
realización de algunos ejercicios o actividades que pueden resultarte
.A
.A
muy útiles en tu afán de superación.
M
La primera tarea que te vamos a sugerir consiste en un ejercicio
de relajación. Con dicho ejercicio pretendemos dos cosas: en primer
ta
l.
lugar que aprendas a relajarte y no sólo en un medio cómodo como
Vi
puede ser tu casa, sino también en una situación más hostil como, por
ejemplo, en medio de una discusión o al pronunciar un discurso ante
ud
personas desconocidas. En segundo lugar utilizaremos la relajación
ct
it
como medio para realizar posteriores ejercicios de gran utilidad y que
A
precisan de un estado de gran concentración y relax.
Tu
Técnica de relajación: siéntate cómodamente o túmbate en una
cama, pero evitando dormirte a lo largo del proceso. Concéntrate en
tu pierna derecha y tensa sus músculos, intenta que sólo se tense tu
pierna derecha y no la izquierda ni tus glúteos, debes localizar tu
tensión sólo en tu pierna derecha. Intenta no mover la pierna ni
44
alzarla,
sólo
debes
tensar
sus
músculos.
Cuando
la
tengas
suficientemente tensa espera unos segundos mientras observas la
sensación de tensión. Pasados 2 o 3 segundos suelta los músculos y
Vá
re
a ser capaz de experimentar en un futuro esta misma sensación de
z
deja relajar la pierna; observa la sensación de flojedad. Debes llegar
relajación muscular sin necesidad de recorrer todo el proceso de
tensión-relajación. Después de relajar la pierna derecha concéntrate
ns
o
en tu pierna izquierda y realiza el mismo proceso anterior: empieza
por tensar sus músculos, concéntrate en la sensación de tensión y
.A
lo
luego suéltalos y observa la sensación de relajación. Una vez
.A
relajadas tus piernas continúa con cada uno de tus brazos, después
M
relaja la región abdominal, sigue con el pecho, después la espalda y
los glúteos, acto seguido relaja tu cuello y tu nuca, y por último las
ta
l.
mandíbulas. Con la práctica serás capaz de conseguir este estado de
Vi
relajación sin necesidad de llevar a cabo cada uno de los pasos,
quizás sólo necesites tensar tus piernas y tu cuello o quizás te baste
ud
con tu vientre y brazos, pero lo importante es que consigas ese estado
Tu
A
ct
it
de relajación y que lo sientas.
45
Tu
ud
ct
it
A
l.
ta
Vi
ns
o
lo
.A
.A
M
Vá
re
z
C a p í t ul o 2
ns
o
Vá
re
z
Parámetros: escala de valores
lo
Tu vida se desarrolla rodeada de una serie de condicionantes que influyen
.A
constantemente en tu vida y delimitan tu actuación, algunos de ellos resultan
.A
exteriores a tu persona y son consecuencia de la sociedad en la que vives (por
M
ejemplo: las costumbres sociales a la hora de la comida), o por la naturaleza
l.
de la realidad que te rodea en un momento determinado (por ejemplo: la
ta
realidad nos muestra que todos hemos de morir). Otros condicionantes son
Vi
interiores, creados en ti mismo al nacer y en el transcurso de tu vida (tus
capacidades innatas, lo que has aprendido, etc.). Todos estos condicionantes
ud
ya sean internos o externos surgen de las características del mundo que nos
ct
it
rodea. A estos condicionantes yo les llamo parámetros ya que delimitan tus
posibilidades de actuación. Efectivamente, vivimos en una realidad que posee
Tu
A
una serie de características que debemos aceptar.
En efecto, un parámetro sería precisamente un elemento de la realidad en
la que vives o de ti mismo que influye en tus elecciones y en tu actuación.
Pongamos un ejemplo: la mayoría de nosotros deseamos que los demás
componentes de nuestro grupo nos acepten y nos quieran, y dicho deseo
delimita nuestro comportamiento ya que nos impulsa a actuar intentado no
perder el aprecio ajeno. El deseo de aprecio ajeno constituye un parámetro que
influye en nuestro comportamiento.
z
Muchos son los aspectos de la realidad con influencia en nuestra vida,
Vá
re
pero lo cierto es que unos son más importantes que otros. Por ejemplo,
disfrutar de la vida es muy importante, pero si tú entiendes que para disfrutar
ns
o
es necesario ponerte constantemente en peligro porque sólo así te sientes vivo,
el cariz de la cuestión puede resultar muy diferente. Veamos un ejemplo:
lo
imagina que eres un apasionado de la caza del tiburón a puñal y que disfrutas
.A
mucho con dicha actividad, sin embargo, es posible que en un momento
.A
determinado caigas en la cuenta de que más temprano puedes sufrir un grave
M
accidente ya que no eres muy habilidoso en este difícil arte; quizás entonces
l.
ya no te compense disfrutar de esa manera y te convenga más hacer
ta
winsurfing, aunque no disfrutes tanto. Aquí te has visto obligado a elegir entre
Vi
tu propia vida y el hecho de disfrutar con ella. Has escogido entre dos
ud
parámetros utilizando criterios de valoración.
ct
it
Por lo tanto, no todos los parámetros tienen el mismo valor, sino que unos
son más importantes que otros y, además, hay razones lógicas para que así sea
A
independientemente de cómo los valores tú. Por ejemplo, aunque a ti te
Tu
parezca más importante cazar tiburones que tu propia existencia, lo cierto es
que si eliges seguir con dicha actividad y mueres, ya no podrás disfrutar de las
otras cosas que te gustan de la vida. Habrás tomado una decisión equivocada y
que va contra la lógica. De este ejemplo podemos extraer una nueva
conclusión: para construir tu propia escala de parámetros no solo has de tener
48
en cuenta tu propia opinión sino que, además, es imprescindible tomar en
consideración la idiosincrasia de la realidad que te rodea.
A continuación te ofrezco un listado de algunas de las características que
z
nos rodean que más nos influyen y cuyo conocimiento nos servirá para
Vá
re
confeccionar nuestra escala de parámetros:
vivos
con
el
deseo
de
seguir
lo
seres
vivos
(deseo
de
.A
1. Somos
ns
o
CARACTERÍSTICAS DEL MUNDO QUE NOS RODEA:
.A
supervivencia).
M
2. Vivimos en un entorno, en una realidad con determinadas propiedades
l.
como, por ejemplo: la perfección casi nunca existe, todos los seres vivos
ta
mueren en un momento determinado, leyes físicas, etc. Efectivamente la
Vi
realidad nos muestra una serie de características contra las que la mayoría de
ud
las veces poco podemos hacer: el ser humano es egoísta, la gente se pelea, hay
ct
it
guerras, los débiles suelen ser víctimas de los fuertes, etc. Y, naturalmente,
también podemos encontrar cosas buenas: gente que ayuda a los demás,
Tu
A
personas que te quieren, etc.
3. Somos seres individuales que podemos vivir individualmente, sin
someternos a los demás. Tenemos un cuerpo y una mente individual, nuestros
pensamientos son nuestros, y salvo casos excepcionales, nadie más los conoce.
Cuestión importante es que tú tampoco vas a conocer el pensamiento ajeno
por mucho que lo intentes y el pretender adivinar el pensamiento de los demás
49
sólo puede conducir a malos entendidos.
4. Tenemos una serie de necesidades físicas: alimentos, aire, agua, etc. Y,
también, unos instintos y deseos físicos. La diferencia entre deseo y necesidad
z
es que el deseo puede ser desatendido mientras que la necesidad precisa ser
Vá
re
satisfecha.
5. También tenemos necesidades y deseos psicológicos: tranquilidad,
ns
o
seguridad, deseo de ser felices, de no sufrir, deseo de que las cosas sean lo
lo
mejores y más perfectas posibles, deseos sexuales, deseos de amar y ser
.A
amado, etc.
.A
6. Somos seres sociables que vivimos en comunidad y deseamos ser
l.
M
aprobados por los que nos rodean.
ta
7. La sociedad en la que vivimos tiene una serie de normas, nos gusten o
Vi
no. Así, por ejemplo, tenemos unas normas de tipo social y otras en forma de
ud
leyes.
ct
it
8. Somos seres pensantes con la necesidad de utilizar nuestra mente
A
imaginando, meditando, pensando, etc.
Tu
9. Deseamos poseer cosas.
10.Somos seres con memoria, recuerdos, capacidad para aprender y
deseos de mejorar.
11.Somos seres necesitados de actividad.
50
12.Toda persona se forja una forma de actuar y de pensar característica
derivada tanto de ciertos componentes genéticos como de las experiencias
vitales y aprendizajes obtenidos a lo largo de su vida y que conforman la
z
personalidad de cada individuo.
Vá
re
13.Deseo de vivir en pareja y de tener familia.
14.Hasta ahora tenemos que morir y, además, puede ser de forma
ns
o
totalmente inesperada. Lo que no hayas hecho llegado ese momento ya no lo
lo
podrás hacer nunca.
.A
Hay más, pero éstas son las que a mí me han parecido más importantes.
.A
Además, son características con cierta vocación de permanencia a pesar de lo
M
cual no son totalmente inmutables. Por otro lado cada individuo siente estas
l.
necesidades de forma diferente: lo que a una persona se le antoja
ta
imprescindible a otra le parecerá una nimiedad. El mundo que nos rodea está
Vi
en continua evolución y a pesar de existir elementos con gran estabilidad la
ud
mayoría de ellos son susceptibles de cambio. ¿Quién nos dice que mañana no
ct
it
se invente la forma de hacernos vivir para siempre?. Pero mientras llega ese
momento esta lista puede ser válida para casi todos nosotros, seamos del lugar
A
que seamos o pensemos lo que pensemos. Es más, aun en el caso de
Tu
producirse un cambio determinado (por ejemplo: la aparición de una vacuna
contra
la
muerte),
el
mundo
seguiría
teniendo
unas
características
determinadas entre las que ahora se incluiría la posibilidad de vivir
eternamente.
Por lo tanto, el mundo presenta una serie de características muy estables y
51
que conforman la realidad. Hemos de adaptarnos a dicha realidad y sacar el
mayor partido de ella. Si, por ejemplo, la realidad nos demuestra que somos
seres individuales y en consecuencia los verdaderos dueños de nuestra vida,
estaremos adaptándonos mal si sufrimos una excesiva dependencia de los
Vá
re
z
demás (tus padres, amigos, etc.). Nuestra escala de valores ha de estar en
consonancia con el mundo que nos rodea, ha de tener en cuenta las
características de nuestro entorno, y si está en desacuerdo con dicha realidad
ns
o
supondrá un obstáculo para nuestra felicidad: si tú valoras en demasía la
opinión de los demás hasta el punto de dejarte llevar por dicha opinión más
.A
lo
que por la tuya propia, estarás traicionando uno de los principios más
.A
importantes de tu vida: el que nos convierte a nosotros como los verdaderos
M
responsables de nuestra existencia. Si no eres tú quien toma las decisiones que
te afectan no estarás viviendo tu propia vida sino la de los demás. Si no actúas
ta
l.
como realmente quieres en tu interior, sino como quieren los demás, estarás
Vi
desperdiciando tus posibilidades de autosatisfacer tus deseos y, por lo tanto, de
ser feliz. En conclusión: el mundo en que vivimos nos muestra unas
ud
propiedades determinadas y nosotros hemos de intentar sacar provecho de
ct
it
ellas.
A
En el ejemplo anterior veíamos como éramos nosotros mismos los mejor
Tu
cualificados para tomar las decisiones que nos afectaban. Esto significa que en
la toma de decisiones y en el desarrollo de nuestra vida hemos de tomar como
referencia nuestro propio punto de vista y, por lo tanto, nuestra propia escala
de valores. Nadie mejor que tú puede descubrir qué es lo más importante para
ti. En resumen: has de ser tú mismo quien construya tu propia escala porque tú
52
eres el principal responsable de tu vida.
En el anterior listado hemos intentado incluir solamente hechos y no
opiniones ni conclusiones, con el fin de que su esencia y existencia sean
z
aceptables para todos, aunque naturalmente se puede opinar sobre su
Vá
re
importancia, contenido, conclusiones que se puede sacar de ellas, etc. Mi
pretensión es demostrarte la existencia de una serie de características de la
ns
o
realidad y que son así queramos o no queramos, nos guste o no nos guste y
opinemos lo que opinemos. Naturalmente, es posible que al confeccionar el
lo
listado me haya equivocado en mis elecciones. Efectivamente, quizás halla
.A
cometido algún error al incluir alguna de ellas, o puede que me falten otras
.A
importantes, pero creo que la mayoría de las características apuntadas son
M
indiscutibles. La mañida expresión de que “todo es relativo” es absolutamente
l.
falsa, hay cosas que son así se miren por donde se miren, o se opine lo que se
ta
opine sobre ellas, aunque sean ciertamente las menos, ¡lo demás son juegos de
Vi
palabras!. Veamos un ejemplo: el que el ser humano tiene por naturaleza una
ud
determinada longevidad y que llegado un determinado momento muere es un
ct
it
hecho sobre el que no cabe discusión.
Apoyándonos
en
estos
hechos
irrefutables
que
hemos
llamado
A
características del mundo, construiremos una escala de parámetros válida para
Tu
el ser humano en general y que te presentaremos más adelante para que la
utilices como referencia cuando elabores la tuya particular.Todo esto está muy
bien, pensarás, pero ¿y para qué sirve esto de crearse una escala de
parámetros?.
53
Naturalmente todo el mundo tiene una escala de parámetros propia que se
ha ido forjando de forma espontánea a lo largo de su vida. Esta escala de
parámetros nos proporciona unos criterios para saber cómo comportarnos en
cada situación y que serán la base para construir tu propia personalidad.
Vá
re
z
Precisamente tener mucha personalidad no significa ser una persona dura y
con genio vivo sino ser una persona con unos criterios claros y que se guía por
uno serie de principios de los que trata de no apartarse. Para mí tener
ns
o
personalidad es, por lo tanto, sinónimo de ser una persona de principios.
en
poder
diferenciar
mejor
los pensamientos equivocados o
.A
consiste
lo
La utilidad principal de construirte una nueva escala de parámetros
.A
autofrustrantes de los correctos. Imagina, por ejemplo, que estás teniendo una
M
fuerte discusión con tu pareja o con una persona cercana, si te descubres a ti
l.
mismo pensando que tu pareja te odia y actúas como si quisieras castigarla, es
ta
decir: con rencor, estarás dejándote llevar por ese momento de acaloramiento
Vi
y tus pensamientos no serán racionales, incluso puedes llegar a mostrar
ud
actitudes violentas si pierdes totalmente el control. Si en ese momento fueses
ct
it
más inteligente y dejases a un lado tus actitudes irracionales seguramente
serías capaz de descubrir que esa persona no te odia realmente y de esa
A
manera encontrarías una respuesta más satisfactoria que la violencia verbal
Tu
para hacerle frente. Con dicha actuación desenmascarías tus pensamientos
equivocados y los sustituirías por pensamientos más racionales, más acordes
con lo que tú realmente piensas en tu interior.
Otra utilidad importante de construir una escala de parámetros consiste en
estar mejor preparado para resolver las dudas que puedan surgirte a la hora de
54
escoger entre las diversas alternativas que se te presenten. Poseer una escala
de parámetros bien definida te servirá de guía, te ayudará a descubrir lo que
quieres y cuales son las cosas que más te importan y, en definitiva, te servirá
para elegir ser feliz, a pesar de las dificultades.Por último, tu escala de
Vá
re
z
parámetros te ayudará a conocerte mejor a ti mismo: sabrás lo que quieres y lo
que eres. Tu escala te permitirá distinguir entre aquellos pensamientos que se
corresponden con lo que tú realmente piensas en tu interior, y los que son
ns
o
simple reflejo de tus hábitos de pensamiento. En ese sentido, nuestros
pensamientos se pueden clasificar de varias formas: 1- Como positivos o
.A
lo
negativos dependiendo de los sentimientos que originan. 2- Como racionales o
.A
irracionales (o acertados y desacertados) dependiendo de su acercamiento o
M
alejamiento de la realidad y de la lógica 3- Como genuinos o no genuinos,
dependiendo de si están en consonancia o no con lo que nosotros realmente
ta
l.
pensamos en nuestro interior. Y eso que nosotros pensamos en nuestro interior
Vi
no es más que una manifestación de nuestra escala de valores. En conclusión:
nuestros pensamientos serán genuinos si responden a lo que nosotros somos
PIRAMIDE Y TIPOS DE PARÁMETROS
Tu
A
ct
it
ud
realmente y, en consecuencia, si concuerdan con nuestra escala de parámetros.
En esta pagina aparece dibujada una pirámide dividida en varios estratos.
Esta pirámide representa los diferentes criterios en los cuales podemos
basarnos a la hora de tomar decisiones, actuar y pensar.
55
Explicación:
En el vértice superior de la
pirámide
está
vida:
indispensable
de
z
presupuesto
la
Vá
re
todos los demás parámetros (sin
ella el resto carece de sentido).
encontramos
ns
o
Debajo
parámetros
es
nacidos
de
la
decir,
de
las
lo
realidad,
los
.A
características del mundo: son los parámetros humanos. Después están los
.A
parámetros sociales, la escala de valores que en el momento actual tiene la
M
sociedad donde vives. Estos valores dependerán del lugar del mundo en el que
l.
te encuentres y pueden resultar más o menos racionales dependiendo de su
de
parámetros).
Comprenderás mejor
Vi
humana
ta
grado de proximidad con respecto a la escala surgida de la realidad (escala
la
diferencia entre los
ud
parámetros humanos y los sociales si piensas en como se desarrolla la vida
ct
it
moderna, con sus prisas y vorágine, ¿no es verdad que la sociedad se
comporta a veces irracionalmente?. En el estrato siguiente encontramos
A
nuestros parámetros personales, es decir: nuestra escala de valores propia. Esta
Tu
escala, también puede ser más o menos racional según se adecue más o menos
a los parámetros humanos. Por otro lado, dicha escala se ve muy influida por
los parámetros sociales, de forma que en muchas ocasiones no tendremos más
remedio que ceder ante ellos para estar mejor adaptados al medio. A
continuación encontramos un nuevo estadio formado por los pensamientos y
56
sentimientos debidos a nuestro raciocinio. Dicho raciocinio puede ser
totalmente discordante respecto de los parámetros humanos o respecto a los
parámetros propios. Nuestro pensamiento encadenado suele tener su origen en
simples hábitos de pensamiento y estos, a veces, pueden ser totalmente
Vá
re
z
irracionales, como ya apuntamos en anteriores capítulos. Dicho origen, a
veces irracional puede traer como consecuencia que toda la cadena de
pensamientos sea igualmente irracional al ser unos pensamientos consecuencia
ns
o
de los anteriores y a pesar de su origen razonado (los pensamientos no
meditados y automáticos influyen en los razonados transformándolos en
.A
lo
equivocados). Sólo en las fases valorativas descritas en el capítulo anterior
.A
podemos intercalar nuestra verdadera forma de pensar. En el escalón inferior
M
de la pirámide nos encontramos con nuestros hábitos de pensamiento y de
actuación propiamente dichos. Estos hábitos, como ya se ha comentado más
ta
l.
arriba, pueden ser acertados o equivocados, según se adapten mejor o peor a
Vi
las características del mundo que nos rodea y, por tanto, a sus parámetros.
ud
Aparte de estas escalas de parámetros individuales y humanas habría
ct
it
otras relativas a elementos tales como la sociedad de un país determinado, de
un grupo étnico, de un grupo de amigos, de una familia, etc. Y es que cada
A
grupo humano tiene su propia escala de valores, y, además, dicha escala de
Tu
grupo genera una importante influencia en la escala de cada individuo. Sin
embargo, el análisis de estos tipos de escalas de parámetros escapa del
cometido de este libro, que se va a centrar únicamente en el estudio práctico
de la escala individual o personal de parámetros.
A continuación te ofreceré la lista de parámetros, pero antes haré una
57
serie de puntualizaciones:
En alguno de los casos el orden en la valoración es bastante relativo, en
otros es de necesidad, es decir: tiene una razón lógica que no se puede eludir.
Vá
re
z
Esta es mi propia escala de valores, es mía personal por mucho que la
haya confeccionado con el fin de que se acerque lo más posible a esa escala
ns
o
ideal de parámetros humanos.
La escala de valores humanos es una idea a perseguir tendríamos que
lo
saber todo sobre el mundo para conseguir su entero conocimiento, pero
.A
mientras haya preguntas que resolver como: ¿existe Dios?, ¿estamos solos en
.A
el universo?, no podremos establecerla a ciencia cierta. Como tenemos todavía
M
muchas preguntas sin respuesta tendremos que conformarnos con los datos
l.
que conocemos. Sin embargo, al construir nuestra escala de parámetros
ta
podremos introducir nuestras propias convicciones, por ejemplo en materia
Vi
religiosa. Lógicamente, si creemos en Dios nuestra escala de parámetros
ud
puede resultar muy diferente con respecto a la de una persona que no cree en
ct
it
él.
Por último, debemos aclarar que los diferentes parámetros aparecen
A
agrupados siguiendo los criterios que exponemos a continuación: en primer
Tu
lugar, distinguimos los condicionantes derivados de la naturaleza del mundo
en que vivimos (realidad, hechos, fenómenos físicos) de los procedentes de la
propia naturaleza humana, en segundo lugar, dentro de los condicionantes
humanos, diferenciamos aquéllos de naturaleza preferentemente física (vida,
deseos y necesidades físicas, etc.) de aquéllos otros con predominio de lo
58
psíquico (felicidad, deseos y necesidades psíquicas, etc.), por último,
distinguimos los parámetros derivados de deseos (hambre, sed) de los
producidos por necesidades (necesidad de comer o beber para no morir).
z
Por cierto, a lo largo de este libro vas a tener la oportunidad de
Vá
re
comprobar que utilizamos indistintamente las palabras parámetros y valores,
esto es consecuencia de la ya varias veces comentada diferencia de valor
dicha
desigualdad,
cuando
confeccionamos
ns
o
existente entre los diversos parámetros. Efectivamente, como resultado de
un
listado
de
nuestros
lo
condicionantes podemos ordenarlos utilizando su importancia como criterio
.A
fundamental, obteniendo una escala que se corresponde con el concepto más
.A
extendido de escala de valores. En consecuencia, una escala de valores no
M
sería otra cosa que la misma escala de parámetros ordenada según la
l.
valoración que cada parámetro tuviese para nosotros y, al diferenciarse
ta
únicamente en ese pequeño matiz, resultan, muy a menudo, conceptos
Vi
totalmente sinónimos. Por otro lado, también empleamos en este libro la
ud
palabra “principio” con un significado muy similar a “parámetro” esta
ct
it
circunstancia resulta lógica si tenemos en cuenta que “principio” no es más
que la conclusión ética extraída de valorar los diferentes parámetros: si el
A
parámetro vida es el más importante la conclusión o “principio” extraible es
Tu
que, a no ser que haya circunstancias que lo hagan verdaderamente imposible
habremos de respetar la vida de los demás.
ESCALA DE PARÁMETROS HUMANOS
59
1. Vida, necesidad de defenderla, instinto de supervivencia. Si dejas de
vivir todo el resto deja de tener sentido. Valor 100.
2. Realidad: mundo real con sus propias leyes y los sucesos que van
z
surgiendo. Habría que incluir aquí todas las características que rodean la vida
Vá
re
humana ya descritas en el anterior listado y seguramente alguna más. Su
principal propiedad reside en que resultan muy difíciles de eludir: hemos de
ns
o
aceptar lo que no podemos variar. La realidad nos influye de modo constante y
poco podemos hacer contra ella. Valor 95. Algunas de las más importantes
.A
lo
características de la realidad serían:
.A
A- Es imperfecta, te van a surgir cosas negativas, no puedes hacerlo todo
M
bien.
l.
B- Es imprevisible, nunca puedes estar seguro, la seguridad absoluta no
Vi
ta
existe.
C- En constante evolución, la vida cambia, no puedes quedarte
ud
inmovilizado, has de adaptarte a los cambios, después de una cosa mala puede
ct
it
venir otra buena.
A
D- El pasado no se puede corregir, lo hecho, hecho esta. Pero el pasado
Tu
puede servirte para aprender tanto de tus errores como de tus triunfos.
E- El futuro no existe todavía. Existe el presente o, mejor dicho, el futuro
inmediato (el futuro que está a punto de hacerse realidad en un espacio de
tiempo muy corto) pues el presente en un segundo se convierte en pasado. El
60
futuro es, además, impredecible lo cual determina el alcance de su
planificación.
F- Los seres vivos mueren más tarde o más temprano.
Vá
re
z
G- Tenemos ciertos instintos incontrolables.
H- Leyes y fenómenos físicos como la gravedad, el clima, el día, la
ns
o
noche, etc. Estos fenómenos y leyes nos influyen, aunque al ser prácticamente
lo
incontrolables no solemos prestarles atención.
.A
I- Además, hay hechos físicos relativos a la naturaleza del hombre como
.A
la muerte, los instintos, tener una resistencia física limitada, enfermedades, la
M
existencia del dolor físico, etc.
l.
J- También existen ciertos hechos psíquicos como el hecho de que
ta
nuestro pensamiento nos pertenece y, normalmente, somos sus dueños: ¡nos
ud
Vi
pueden controlar físicamente, pero nuestro cerebro es libre!.
K- Otros hechos psíquicos: tenemos imaginación, memoria y las usamos
ct
it
queramos o no queramos, estamos psicológicamente limitados, etc.
A
3. Necesidades físicas como comer, beber, respirar etc. Estas necesidades
Tu
al igual que la realidad y la vida son imposibles de eludir y sus valores son
muy similares entre si. Las necesidades son imprescindibles para la vida, lo
cual les diferencia de los simples deseos. Valor 90.
4. Necesidades psíquicas:, de imaginar, de pensar, de libertad, de ser
61
responsable de uno mismo, de sueño, de reposo mental, etc. Son muy
excepcionales los casos en los que dichas necesidades pueden ser eludidas. La
imaginación puede encontrar un límite en la realidad: debemos imaginar cosas
e, incluso, lo vamos a hacer queramos o no, pero nunca debemos huir de la
Vá
re
z
realidad a través de la imaginación. Debemos ser capaces de distinguir lo que
imaginamos de lo real, imaginar es el resultado de utilizar conocimientos e
imágenes que ya están grabados en nuestra mente para luego alejarnos de la
ns
o
simple concentración en los sucesos actuales y mostrarnos mentalmente una
nueva realidad. Esa nueva realidad puede parecerle a nuestra mente, que es
.A
lo
quien juzga, tan real como la propia realidad que estamos viviendo, lo cual es
.A
lógico si pensamos que tanto lo que imaginamos como la realidad existen,
M
sobre todo, en nuestra mente. Por otro lado la creación (artística, material,
fabricación, etc.) es la materialización del uso de la imaginación y una
ta
l.
estimable fuente de placer. Valor 85. Por su parte, la necesidad de
Vi
independencia y de libertad son una manifestación de nuestra individualidad y,
además, nos encontramos, relacionada con estos dos conceptos, la necesidad
ct
it
ud
de ser responsables de nuestra propia vida. Valor 90.
5. Deseo-necesidad de seguir tus propios criterios o principios. Estamos
A
ante una necesidad psíquica muy relacionada con la de ser responsables de
Tu
nuestra vida y que se materializa, precisamente, en tu escala de valores (tus
criterios de “cómo deben ser las cosas” provienen de tu escala ética de
valores). Valor 70.
6. Deseo psíquico de felicidad. Deseamos ser felices, estar bien a largo
plazo y durante el mayor tiempo posible. Es casi imprescindible satisfacer este
62
deseo ya que si no somos felices, ¿de qué nos sirve vivir?. El deseo de estar
bien a largo plazo y el de ser felices, que son prácticamente sinónimos,
resultan unos condicionantes especialmente complejos y difíciles de satisfacer
lo cual explica que, a pesar de su importancia, muy pocas personas se lleguen
Vá
re
z
a plantear seriamente su satisfacción. Satisfacción que de hecho precisa
plantearse, con mucho detenimiento, hacia dónde pretendes dirigir tu vida.
ns
o
Valor 80.
7. Vínculos especiales con ciertas personas particularmente queridas
lo
(esposa, hijos, padres, hermanos, amigos muy allegados, etc.). En este
.A
parámetro estaría incluido todo aquello relacionado con el sentimiento
.A
amoroso, pero sin incluir deseos tales como el de formar una familia, el de ser
M
aprobado por las personas que te quieren, o el deseo de ser amado que serán
l.
examinados en otros puntos. Nos estamos refiriendo a tus propios sentimientos
ta
por los demás y, como es natural, la valoración de este parámetro depende
Vi
únicamente de la profundidad de tu afecto a cada uno de ellos. Valor de 0 a
ud
100. En este punto quizás fuese conveniente que hicieses una relación de las
ct
it
personas más importantes de tu vida y que las concedieses un determinado
valor. Al otorgar dicho valor podrás comparar tu relación con dicha persona
respecto
de
otros
parámetros
menos
importantes
y
extraer
las
A
con
Tu
correspondiente consecuencias. Por ejemplo, te podrías preguntar ¿qué es más
importante para mí conseguir una buena posición económica o dedicar más
tiempo a las personas que quiero?
8. Otros deseos psíquicos. Me gustaría hacer de nuevo hincapié, so pena
de resultar reiterativo, en la diferencia existente entre deseo y necesidad:
63
mientras la insatisfacción de un deseo sólo puede producir cierto grado de
disgusto, la de una necesidad puede terminar resultando muy peligrosa para la
salud física o mental del individuo A- Deseo de perfección, de que el mundo y
los demás sean como tú piensas que deberían ser y deseo de ser tú mismo
Vá
re
z
perfecto. Valor 35. B- Deseo de no sufrir, de no frustración. Valor 40. C-
Deseo de seguridad, miedo al peligro y a lo desconocido. Valor 35. D- Deseo
de disfrutar a corto plazo, en el presente o en el futuro inmediato. Es muy
ns
o
similar al deseo de felicidad, pero circunscrito a un espacio de tiempo
particularmente pequeño. Hemos de recordar que felicidad no es más que la
.A
lo
suma de todos los momentos presentes felices, de ahí la importancia de este
.A
parámetro Valor 45. E- Deseo de poseer cosas, dinero, personas, etc. Valor 35
M
F- Deseo de relacionarte con los demás y de que sea positivamente. De él
surge el deseo de aprobación que si resulta excesivo te puede causar más de un
ta
l.
quebradero de cabeza. Es un deseo social y por lo tanto muy “inflado” y
Vi
exagerado por esa misma sociedad. Valor 40. G- Deseo de ser querido y de
querer. De aquí surge el deseo de que te traten bien, es decir: de que te traten
ud
como tú crees bueno. Puedes vivir sin ello por lo cual no es estrictamente una
ct
it
necesidad, pero sí un deseo y de los más importantes. Valor 40. H- Deseo de
tener pareja, familia, etc. Varia mucho en su intensidad dependiendo del
A
individuo. Valor 35. I- Deseos psíquicos derivados de tus necesidades
Tu
psíquicas como, por ejemplo, el deseo de imaginar (derivado de su respectiva
necesidad, a la cual tu deseo trata de satisfacer). Valor 35. J- Derivada del
deseo de felicidad encontramos la necesidad de tener motivaciones y metas.
Valor 40.
64
9. Conveniencia de estar autosatisfecho y de amarse a uno mismo. Este
parámetro
resulta
especialmente
importante
por
ser
un
componente
fundamental para una vida feliz: es prácticamente imposible alcanzar la
felicidad sin amarse a uno mismo. Como veremos más adelante para estar
Vá
re
z
satisfecho de ti mismo es necesario seguir tus propios parámetros: sólo si
actúas como en tu interior crees que debes actuar podrás estar suficientemente
ns
o
satisfecho de ti mismo. Valor 75
10. Deseos derivados de la existencia del futuro y del constante cambio
lo
del medio en el que vivimos. Los más importantes serían: A- Deseo de
.A
crecimiento y de mejorar. Valor 35. B- Deseo de conseguir cosas en el futuro,
M
.A
es decir, de alcanzar metas (motivación). Valor 35.
11. Deseos derivados de la existencia del pasado y de la memoria: A-
ta
l.
Deseo de que las cosas sean de una forma determinada: de las experiencias
Vi
pasadas surgen unos recuerdos que engendran en ti una visión personal de las
cosas, de cómo debe ser el mundo, las personas, etc. Valor 40. B- Deseo de
ud
que no se vuelvan a repetir los errores o experiencias negativas del pasado. Es
ct
it
el aprendizaje a través del error. Valor 35. C- Deseo de que las cosas positivas
A
se repitan. Es el contrario al aprendizaje del error Valor 35.
Tu
12. Deseos físicos, los más importantes serían: A- Los provenientes de
necesidades físicas del punto 3: deseo de comer, de beber, etc. Valor 30. BDeseos de satisfacción física la mayoría son derivados del anhelo de que los
deseos físicos anteriores sean lo más satisfactorios posibles (no basta con
comer, sino que, además, se pretende comer bien). Valor 30. C- Deseo sexual.
65
Valor 35. D- deseo de actividad, de moverse, de hacer cosas. Es un deseo
semi-psíquico. Valor 30.
La valoración que doy a cada parámetro es de mi propia cosecha y, por lo
z
tanto, bastante discutible. La filosofía es una ciencia inexacta y las
Vá
re
matemáticas apenas se utilizan en los estudios filosóficos y, por lo tanto, la
filosofía resulta una ciencia basada más en opiniones que en hechos
ns
o
irrefutables. Esperemos que algún día se introduzca seriamente el cálculo
estadístico en la ética, entretanto nos tendremos que servir de valoraciones
lo
intuitivas. Por otro lado, al construir tu escala no es necesario que seas
.A
.A
demasiado minucioso, basta con que te quede claro lo importante.
M
Cada parámetro puede tener un mayor o menor peso para el caso
concreto. Así, en el ejemplo anterior relativo al cazador de tiburones, la vida
ta
l.
se veía muy involucrada: había serías posibilidades de perderla. Sin embargo,
Vi
otros parámetros como podría ser un cierto deseo de aprobación ajena ante
personas del otro sexo (o del propio) queriendo parecer un valiente siempre
ct
it
ud
será un ingrediente no sólo de menor entidad sino también de cantidad.
Algunos parámetros pueden darse en distintas proporciones (se puede
A
tener un mayor o menor deseo de triunfar en la vida o en lo que sea) otros,
Tu
como la vida, o se dan o no se dan. Pero, incluso en el caso de la vida puede
establecerse algún tipo de graduación y, por ejemplo, diferenciar la proporción
de vida que tiene una persona en coma respecto de otra que está en plenitud.
En todo caso no podemos “matematizar” nuestra vida hasta el punto de
convertirnos en robot. Hay que dejar margen a la espontaneidad, y al error.
66
Pero repito lo dicho en anteriores capítulos: para mí espontaneidad significa
guiarte por lo que tu interiormente crees bueno, y no simplemente por tus
hábitos de pensamiento, ni por tu conducta más habitual (carácter externo).
z
En los próximos capítulos veremos las razones por las que cada
Vá
re
parámetro está valorado como está. También veremos con qué idea
autofrustrante está relacionado y, en consecuencia, por qué esa idea
ns
o
autofrustrante resulta equivocada (por ejemplo: estar siempre preocupado es
una costumbre frustrante, pero... ¿por qué?). También podremos delimitar el
lo
alcance de cada parámetro y hallaremos la respuesta a preguntas como: ¿hasta
.A
.A
que punto debemos luchar por seguir viviendo si estamos sufriendo?.
ta
l.
M
MATEMÁTICAS:
Vi
Como expusimos en el punto anterior una de las principales utilidades de
poseer una escala de valores bien definida es que nos puede proporcionar unos
ud
mejores criterios a la hora de tomar decisiones y, en consecuencia, nos
ct
it
muestra hacia dónde debemos encauzar nuestra vida.
A
Para el caso concreto la decisión sería igual a la suma de los valores de
Tu
cada parámetro multiplicado por la proporción en que se da en el caso.
Decisión =(valor parámetro 1 * proporcion1) + (valor parámetro 2 *
proporcion2). +(valor parámetro n * proporción n),
Por ejemplo: en el caso del cazador de tiburones la decisión ¿debo dejar
67
de cazar tiburones? =(deseo de vivir 100 * 90%) + (deseo de disfrutar -35 *
20%)=+83, es decir, matemáticamente debería de dejar de cazar tiburones. El
deseo de disfrute tiene signo negativo porque niega la pregunta que te estás
z
haciendo.
Vá
re
Este proceso matemático es imposible de llevarlo a práctica a la hora de
tomar decisiones: ¿cómo te vas a poner a pensar en estas valoraciones en un
ns
o
momento determinado?. Naturalmente no puedes hacerlo, pero lo que sí
puedes conseguir es forjarte una idea aproximada de lo que es realmente
lo
importante para ti en la vida. Esto lo puedes hacer más fácil si tienes clara tu
.A
.A
propia escala de parámetros.
M
De todas formas, si bien es imposible utilizar la anterior fórmula
matemática en la vida real si podemos traducir dicha formula a una serie de
ta
l.
principios orientadores que nos pueden ayudar a elegir entre las diferentes
Vi
alternativas. Por ejemplo, si tenemos que elegir entre actuar según los criterios
de la sociedad que nos rodea y los propios a la hora de negarnos a ataviarnos
ud
con esa vestimenta que todos los de nuestra edad se ponen para “estar a la
ct
it
moda” podemos echar mano al siguiente principio: me guiaré por mis propios
gustos siempre que el sacrificio en forma de rechazo por parte de mis amigos
A
no sea de superior valor que la satisfacción que consigo al hacer lo que
Tu
realmente quiero. Como puedes observar este principio no es más que el
reflejo de la fórmula matemática anterior.
A lo largo de este libro utilizaremos de vez en cuando frases parecidas
que te ayudarán a descubrir el comportamiento más razonable para cada caso.
68
La mayoría de estos principios constan de dos actitudes o decisiones a tomar y
del criterio para discernir cuál es la más lógica de las dos, criterio que suele
consistir en valorar mentalmente las alternativas. Otros principios, sin
embargo, consisten en valorar los beneficios y perjuicios derivados de una
Vá
re
z
actuación determinada para decidir si dicha actividad es conveniente o no (por
ejemplo: ¿debo o no debo estudiar esta carrera que me gusta, pero que no tiene
ns
o
ningún futuro?).
Otra cuestión a tomar en cuenta es que, a menudo, nuestra valoración va a
lo
recaer sobre fenómenos que se repiten en el tiempo. Por ejemplo: si valoras
.A
siempre tu deseo de conseguir éxito profesional por encima de la satisfacción
.A
de tus deseos más simples, puedes terminar acumulando en tu mente la
M
sensación de que no disfrutas suficientemente de la vida. Efectivamente, la
l.
continua insatisfacción de esos pequeños deseos puede suponer una importante
ta
fuente de frustración. Si bien, el hecho de no prestar atención a algunos de
Vi
esos deseos en aras a la consecución de otros fines más importantes resulta
ud
lógico, la acumulación de dichos deseos insatisfechos te puede hacer infeliz.
ct
it
Habrás, por lo tanto, de tener en cuenta las veces que has desatendido un
determinado parámetro y la frustración acumulada por su continuada
Tu
A
insatisfacción a la hora de valorarlo.
De todas formas, en el fondo la mayor utilidad práctica de la escala de
valores antes descrita será, como ya hemos dicho varias veces, la de servir de
modelo para discernir una serie de actitudes y pensamientos erróneos y los
correspondientes pensamientos acertados con los cuales sustituirlos. Por
ejemplo, si analizamos la siguiente afirmación: ¡esa persona me ha tratado con
69
desdén!, ¡debería de tratarme mejor!. ¡Me hace sentir infeliz!. Yo puedo
empezar por asegurarte que esconde un pensamiento equivocado y después te
puedo ofrecer otro pensamiento más acertado: esa persona me ha tratado con
desdén y, sin embargo, yo creo que he actuado bien, es mi opinión lo que
Vá
re
z
importa, ¡seré feliz de todas formas!. Dicha aseveración puede parecerte más
acertada que la anterior, pero yo no te habré demostrado nada en absoluto con
ella y tú puedes pensar, con razón: bueno y ¿en qué se basa este hombre para
ns
o
decir que es más positivo pensar una cosa que la otra?. La respuesta echando
mano a la anterior escala aparece más clara: es más importante tu propia
.A
lo
valoración que la ajena, es más importante seguir tus propios criterios, guiarte
.A
por tus propios principios y por lo tanto seguir tus propios parámetros que
M
seguir los de los demás. Además, es más importante ser feliz que la opinión
ajena, y ésta no tiene por qué suponer un obstáculo para tu felicidad: debes
ta
l.
hacer un esfuerzo por ser feliz a pesar de lo que esas personas digan de ti. Al
Vi
hacer todas estas valoraciones he tomado como referencia la escala de
ud
parámetros anterior y así queda explicada su utilidad.
ct
it
Un pequeño repaso a la escala humana de valores no muestra parámetros
con muy parecido valor. Así entre los tres primeros: vida, realidad y
A
necesidades físicas no podemos establecer muchas diferencias pues todos ellos
Tu
son igualmente imprescindibles (su falta absoluta de satisfacción acarrea igual
resultado: la muerte del individuo). Las diferencias en su valoración provienen
de la posibilidad de que no se den al 100%, caso en el que sí serían más
susceptibles de diferenciación. De hecho lo más normal es que el riesgo para
tu vida no sea absoluto, o que la falta de atención a tus necesidades físicas no
70
sea total, o que tu huida de la realidad sea simplemente esporádica.
La proporción de un determinado parámetro (por ejemplo, el deseo de
valoración ajena) en un caso concreto es muy variable y puede modificar el
z
sentido de la decisión, sobre todo cuando estamos ante parámetros de similar
Vá
re
valor. Por ejemplo: si existe un pequeño riesgo de tu vida (conducir un
automóvil) y, sin embargo, la cantidad de satisfacción o beneficio que puedes
ns
o
conseguir es grande (te evita coger un autobús cuya parada queda muy lejos
de tu casa) la satisfacción conseguida compensará el pequeño peligro de que
lo
sufras un accidente por mucho que tu parámetro vida sea más importante que
.A
.A
tu parámetro esfuerzo físico.
M
También puedes observar que hay mucha diferencia entre la valoración
que doy a los cinco primeros parámetros respecto de los restantes. Estos
ta
l.
parámetros son tan importantes que están muy por encima del resto. Así, por
Vi
ejemplo, si tienes que elegir entre el parámetro “ser feliz” y el parámetro
“estar preocupado por algo que te va a suceder”, la causa de tu preocupación
ud
tendrá que ser muy importante (matemáticamente darse en muy gran
ct
it
proporción) para que dicha elección resulte la más razonable. Como muestra
este ejemplo hemos de intentar huir de las preocupaciones salvo cuando tienen
A
una razón de peso y, por lo tanto, la preocupación excesiva sería una aptitud
Tu
autofrustrante a erradicar.
Normalmente en cada toma de decisión son varios los parámetros puestos
en juego. Así, por ejemplo, si estás preocupado por algo se ve implicado el
parámetro felicidad frente al parámetro futuro y también frente a la realidad
71
que te demuestra como con una planificación eficaz las cosas te pueden ir
mucho mejor. Incluso pueden verse implicados todos o casi todos los
parámetros a la vez; aunque en menor o mayor proporción, así, puede que tu
preocupación esté relacionada con una experiencia similar de tu pasado y que,
Vá
re
z
a la vez, entre en juego la valoración que los demás puedan tener de ti e,
incluso, puede que tengas deseos de hacer las cosas lo más perfectas posibles,
etc. En tu valoración final habrás de tener en cuenta todos aquellos factores
ns
o
que acudan en este momento a tu mente, pero su calibración habrá de ser
lo
rápida y la toma de decisión inmediata.
.A
Todo esto demuestra lo difícil que resulta encontrar la solución perfecta,
.A
la más beneficiosa para ti. Para hallar una solución perfecta tendrías que tener
M
muchas cosas en cuenta a la hora de tomar tus decisiones y esto te llevaría
l.
mucho tiempo, resultando entonces cualquier actuación tardía e infructuosa.
Vi
o menos válida.
ta
Por eso no hay que buscar la decisión perfecta sino conformarte con una más
ud
Para ofrecer una mejor respuesta ante los diferentes eventos con los que
ct
it
podemos encontrarnos, debemos empezar por buscar una serie de soluciones
generales para aplicarlas a los casos particulares: imaginemos que tu
A
preocupación tiene su origen en una entrevista de trabajo; puedes utilizar un
Tu
pensamiento del tipo: ¡bueno! y ¿de qué me sirve preocuparme si ahora no
puedo hacer nada?, y aplicar este mismo pensamiento en todas las situaciones
futuras que te parezcan similares. En realidad cuando eres niño-a realizas esta
misma actividad: te van surgiendo experiencias de las que tú extraes
conclusiones y después las aplicas frente a situaciones semejantes. Por
72
ejemplo, si te descubres a ti mismo preocupado-a por lo que tus compañeros
piensan de ti y analizas dicha actitud, seguramente te percatarás de que poco
ganas dándole vueltas y de que, además, es tu opinión la que realmente
importa y no la de los demás. Esta conclusión puedes aplicarla cada vez que te
Vá
re
z
enfrentes a situaciones similares hasta convertirlo en hábito. De esta forma
habrás modificado tu conducta hasta ponerla más en consonancia con lo que tú
realmente piensas y con tu verdadera escala de parámetros y estarás actuando
ns
o
con tu verdadera personalidad: estarás siendo tú mismo.
lo
A través de máximas como la anterior irás consolidando una actitud fiel a
.A
tu filosofía de la vida, es más, el mero hecho de poseer una filosofía de la vida
.A
positiva y racional influirá en tú comportamiento y te facilitará enormemente
M
el trabajo de reemplazar tus pensamientos irracionales por pensamientos
ta
l.
acertados.
Vi
El margen que te queda después de lo dicho para la espontaneidad puede
parecerte muy estrecho, sobre todo si entendemos por espontaneidad el hacer
ud
las cosas según te vengan sin pensarlas. Pero como dije anteriormente para mí
ct
it
actuar espontáneamente no consiste en eso, para mí espontaneidad significa
hacer las cosas según “lo que tú realmente piensas que debes hacer” y no
A
dejarte llevar por esas primeras reacciones que a veces no coinciden en
Tu
absoluto con “lo que tú crees bueno”. Si espontaneidad significa guiarte
simplemente por tu conducta automática entonces lo mejor es no poseer ese
tipo de espontaneidad.
Debes ser tú quien tengas la capacidad de elección, debes guiarte por la
73
escala de valores en la que tú mismo creas, debes de liberarte de las ataduras
sociales, de los aprendizajes equivocados y de esas reacciones automáticas de
las que luego te arrepientes. ¡Tú eres el verdadero responsable de ti mismo!,
¡eres tú quién debe decidir tu comportamiento ante las diferentes situaciones!,
Vá
re
z
¡eres tú quién debe decidir quién eres, tanto interiormente como ante los
demás!. ¡Debes ser quién elijas ser!. O, por lo menos, debes intentarlo, ¿y si
no consigues ser quién deseas ser?, pues tampoco debes preocuparte ya que
ns
o
por encima de todo se encuentra tu felicidad como parámetro superior.
lo
Efectivamente: no tienes la obligación de ser de una forma determinada,
.A
no tienes por qué ser tal y como quieres ser, simplemente es algo deseable,
.A
algo que debes intentar. Debes ser feliz ante todo, pues seguramente en tu
M
escala de valores o parámetros, o como la quieras llamar, pondrás tu propia
l.
felicidad por encima de casi todo y, por lo tanto, tu deseo de ser tú mismo y de
ta
guiarte por tus propios parámetros tendrá este importante límite: tu felicidad.
Vi
Y es que el intentar ser tú mismo es sólo uno de los medios para conseguir ese
ud
gran fin que es tu felicidad.
Tu
A
ct
it
TÉCNICA PARA ELIMINAR LOS ESTADOS DE ABATIMIENTO
Todos nos sentimos deprimidos o bajos de moral en algún instante de
nuestras vidas y cuando nos encontramos en tal estado de insatisfacción es
probable que todo lo que nos digamos a nosotros mismos para animarnos nos
resulte insuficiente y que, además, no encontremos con facilidad la causa de
dicho malestar. Desde luego existen momentos en la vida en los cuales es
74
lógico que te sientas mal e incluso es conveniente que te permitas a ti mismo
sentirte mal, siempre es mejor eso que tratar de autoengañarte para
convercerte de que te sientes estupendamente. Sin embargo, muchas veces tu
estado de ánimo no se corresponde con el acontecimiento que lo ha activado y
Vá
re
z
resulta excesivamente negativo. En ese caso puedes utilizar la siguiente
técnica:
ns
o
A) Analiza cuál es el motivo o causa de tu bajo estado de ánimo. Para
descubrir ese motivo debes centrar tu atención en los pensamientos que tienes
lo
en ese momento. Por ejemplo: estás pensando que esa persona a la que quieres
.A
no es digna de tu amor. El análisis de este pensamiento te conduce al
.A
acontecimiento que activó esa idea en tu cerebro: esta persona llegó tarde a
M
una cita contigo y tú te sentiste desdeñado y a partir de ese instante adoptaste
l.
una actitud defensiva autoconvenciéndote de que tu amor hacia esa persona
Vi
ta
había disminuido.
B) Una vez aislado el problema debes buscar si existe un pensamiento
ud
incorrecto o irracional que complique aún más el asunto. Normalmente,
ct
it
cuando te sientes mal hay un pensamiento incorrecto vinculado a dicho
sentimiento ya que tu parámetro felicidad tiene tal importancia que muy pocas
A
cosas deberían interponerse en su consecución. Efectivamente, es normal que
Tu
ante un acontecimiento negativo te sientas mal lo que no resulta razonable es
prolongar ese sufrimiento o exagerar su importancia. Se hace necesario
descubrir los errores que puedes haber cometido en tu valoración de los
acontecimientos que te han llevado a ese estado de abatimiento. Estas
preguntas pueden ayudarte a corregir tu errónea valoración del suceso: ¿por
75
qué es tan malo haberlo hecho mal?, ¿es tan grave lo que ha hecho esa
persona? y, aunque esté mal hecho ¿por qué he de sentirme mal?, ¿existe una
norma que me exija actuar de una forma determinada y no de la forma que lo
z
he hecho?.
Vá
re
C) Una vez descubiertos los pensamientos incorrectos causantes de tu
estado de ánimo negativo debes sustituirlos por los pensamientos adecuados
ns
o
aplicables al caso. Tu escala de valores te dará la respuesta en muchos casos.
En el ejemplo anterior los pensamientos correctos podrían ser: ¡me siento
lo
triste porque esa persona que quiero me ha dejado plantado!, pero esperaré a
.A
oír sus explicaciones. No tengo por qué sentirme mal ahora ¡intentaré ser lo
.A
más feliz posible en este instante!, el que esta persona no halla acudido a
M
nuestra cita no significa que yo vaya a desaprovechar esta tarde.
ta
l.
D) Por último, una vez descubierta cuál es la respuesta adecuada, es
Vi
conveniente que la memorices para poderla aplicar a un suceso futuro similar
EJERCICIOS
A
ct
it
ud
con el fin de convertirla en hábito.
Tu
En este capítulo te proponemos la práctica de unos ejercicios que te
serán útiles en próximos capítulos; se trata de las denominadas técnicas de
visualización.
Visualización: partiendo de un estado de relajación y, en principio,
manteniendo los ojos cerrados, debes intentar visualizar en tu mente las
76
diferentes situaciones que se te van a describir a continuación. No es preciso
que obtengas una imagen nítida, basta con que tu mente sea consciente de lo
que imaginas, con la práctica te ira siendo cada vez más sencillo. Está técnica
se basa en el hecho de que solo tienen existencia para ti aquellos
Vá
re
z
acontecimientos que han sido debidamente procesados por tu cerebro, es
decir: solo es real lo que tu mente vive como real independientemente de si
dichos acontecimientos han existido o no. A pesar de que cuando utilizas las
ns
o
técnicas de visualización eres, y debes ser, perfectamente consciente de que
no estás viviendo la experiencia en cuestión, tu cerebro recordará dicha
.A
lo
experiencia de forma parecida a como recordamos los sueños y a la larga
.A
puede terminar ejerciendo una fuerte influencia sobre ti. Por cierto que esta
M
técnica encuentra su mejor aliado en la repetición: cuanto más visualices una
l.
situación más la tomarás como cierta.
ta
A) Si deseas superar tus miedos, o timidez: imagínate enfrentándote a esa
Vi
situación que te preocupa o te causa pánico. Visualízate comportándote con
ud
seguridad y controlando tus temores. Después imagínate saliendo airoso de la
ct
it
situación. Debes empezar por situaciones que te causen sólo un poco de
inseguridad para después imaginar otras que te provoquen más. Veamos un
A
ejemplo de las situaciones paulatinamente más complicadas a las que se debe
Tu
enfrentar una persona tímida para superar su timidez; aunque, dicho sea de
paso, conviene que seas tú quien las elija ya que nadie mejor que tú para
saber lo que necesitas: 1-Hablar con tu familia o con ciertos amigos de temas
que te producen ansiedad. 2- Entrar en una tienda del barrio y entablar
conversación con el dependiente. 3- Si vas a clase intenta preguntar al
77
profesor alguna duda que tengas. 4- Si trabajas trata de prolongar tus
conversaciones con tus superiores. 5- Cuando te encuentres en medio de un
grupo de personas haz un esfuerzo para participar lo más posible en la
conversación. 6- Si tienes tiempo intenta realizar alguna actividad cara al
Vá
re
z
público como podría ser hacer teatro aficionado. 7- Cuando vayas de copas
ns
o
entabla conversación con personas del otro sexo
lo
B) Para conseguir lo que deseas: imagina que estás intentando conseguir
.A
eso que tanto anhelas, trata de visualizar las diferentes fases que debes
.A
recorrer para lograr tu objetivo. Por último, imagina el momento del éxito.
M
C) Para enfrentarte a situaciones en las cuales temes fracasar:
l.
visualízate enfrentándote a la situación. Hazla frente con humor y exagera las
ta
dificultades que vas a encontrar, satiriza la situación imaginado historias
Vi
divertidas. Y si fracasas intenta utilizar el humor para quitarle “hierro” al
Tu
A
ct
it
ud
asunto.
78
C a p í t ul o 3
ns
o
Vá
re
z
Parámetros personales
.A
.A
lo
PARÁMETROS PERSONALES Y ERRORES DE ELECCIÓN
M
Hay dos formas de errar en una elección: 1º cuando estando en conflicto
varios parámetros no eres capaz de escoger la solución más correcta desde el
ta
l.
punto de vista de tu escala de parámetros. 2º cuando por educación u otra
Vi
razón das una importancia exacerbada a uno de tus parámetros, como puede
ser el deseo de poseer cosas o el deseo de aprecio ajeno y, sin embargo, la
ud
lógica te demuestra que no es tan importante como otros parámetros. En este
ct
it
último caso se manifestaría un desacuerdo entre tu propia escala de
A
parámetros y la escala humana ideal.
Tu
Por ejemplo: mucha gente coloca su deseo de poseer cosas por encima de
todo lo demás en la creencia de que sin esas cosas o, sin dinero no pueden ser
felices (y, aunque no piensen exactamente eso actúan como si lo pensasen). Si
la posesión de dichas cosas es para ellos condición necesaria para su felicidad
estas personas podrían establecer como conclusión lógica que en primer lugar
deben tratar de satisfacer su necesidad de bienes materiales y que sólo podrían
ser felices después de conseguidos. Y, sin embargo, este razonamiento estaría
objetivamente equivocado, pues aun en el caso de que “tener cosas” fuese
necesario para ser feliz, cosa discutible, resultaría que en el fondo el deseo de
tener cosas lo estás utilizando como medio para conseguir un fin más
Vá
re
z
importante: la felicidad. Si el fin es la felicidad entonces lo más importante es
ser feliz y el tener dinero estará en segundo plano: el medio no podría
anteponerse al fin. La lógica te indicaría que sólo puedes sacrificar parte de tu
ns
o
tiempo en actividades que no te hacen feliz, pero que te producen beneficios
económicos cuando la felicidad posterior que vas a conseguir con ese dinero
.A
lo
compense el sacrificio inicial. Es decir, de nada te habrá servido tu esfuerzo
.A
para conseguir bienes materiales si dicho esfuerzo en tiempo y sacrificio de
M
actividades más placenteras no se ve realmente compensado por la felicidad
que dichos bienes te reportan una vez conseguidos. Estaríamos ante una nueva
ta
l.
aptitud equivocada: la ambición excesiva de conseguir cosas.
Vi
Por lo tanto, es posible que tu escala de valores personal tenga zonas
ud
ilógicas, esto es así porque tu escala de parámetros se ha ido construyendo
ct
it
sobre la base de los acontecimientos que te han ido surgiendo desde que eras
un bebe hasta hoy, y no ha habido un proceso lógico a través del cual tú hayas
A
controlado la valoración que dabas a cada suceso. Muchas veces, sobre todo
Tu
cuando eres niño, la valoración te es impuesta por otras personas como, por
ejemplo, tus padres y, naturalmente, ellos no son infalibles (son ellos quienes
te indican qué es lo bueno y qué es lo malo). Otras veces la valoración ha
surgido de ti, pero utilizando criterios que ya estaban equivocados por
multitud de razones. Como muestra de dichas valoraciones equivocadas ahí
80
van algunos ejemplos: se producen sucesos que te pueden causar una gran
impresión o crearte miedos (cuando aquel chaval mayor que tú, te agredió o
cuando tras aquella trastada que confesaste haber hecho tus padres te
castigaron) y esos miedos, al magnificarse, influyen en tu comportamiento y
Vá
re
z
en tu forma de pensar, con lo que tus valoraciones de los diferentes
acontecimientos podrían estar equivocadas. Lo contrario también es posible:
tus momentos más felices pueden conducirte a conclusiones equivocadas, así,
ns
o
por ejemplo, aquella vez que a tus padres les gusto tanto aquello que hiciste y
que te premiaron con tan buen regalo puede haber provocado un deseo
.A
lo
desmedido de buscar su aprobación. Por otro lado, si se produce un
.A
acontecimiento sin parecido suficiente con ninguno anterior, normalmente te
M
verás abocado a enfrentarte a él utilizando como referencia las conclusiones
procedentes de sucesos de tu pasado que, aunque diferentes del actual, tengan
ta
l.
algún rasgo en común con él. El proceso descrito puede llevarte a aplicar una
Vi
solución desacertada por resultar dichas conclusiones inadecuadas para el
presente caso: las diferencias entre el suceso pasado tomado como referencia y
ud
el acontecimiento actual provocarán que las conclusiones obtenidas en el
ct
it
pasado no sean las más adecuadas para el presente. Por ejemplo: si tienes que
afrontar una discusión con una persona desconocida y con actitud claramente
A
violenta y aplicas tu respuesta habitual en las discusiones familiares
Tu
consistente en elevar tu voz o gritarle puedes terminar sufriendo una agresión
física de su parte: habrás aplicado una solución que si bien puede estar
justificada en otras circunstancias no lo está en este caso
Cuando somos niños, y a semejanza de cualquier otro animal, entramos
81
en un proceso progresivo de aprendizaje con el fin de garantizarnos una
preparación adecuada
para
que
cuando seamos adultos tengamos las
capacidades necesarias para valernos por nosotros mismos sin la ayuda de
nuestros padres. El aprendizaje, por lo tanto, garantiza nuestra autonomía e
Vá
re
z
independencia. Este rasgo de independencia es precisamente el elemento
diferenciador entre el adulto y el niño: el adulto es capaz de valerse por sí
mismo sin necesidad de consejo, el niño necesita de la guía de sus padres
ns
o
(aunque también es cierto que todos tenemos un poco de las dos facetas
lo
independientemente de la edad).
.A
Normalmente aprendemos cosas positivas que nos van a ayudar a
.A
progresar y superarnos, pero no siempre es así. Cuando alcanzamos cierta
M
edad nos vamos percatando de la irracionalidad de algunas de las conclusiones
l.
o aprendizajes obtenidos a lo largo de nuestra vida y vamos cambiando
ta
lentamente de forma de pensar: ya no creemos ni en reyes magos ni en Papa
Vi
Noel, nuestros padres ya no son esos seres omnipotentes que todo lo pueden,
ud
etc. Sin embargo, en otras ocasiones llegamos a acostumbrarnos hasta tal
ct
it
punto a actuar o a pensar de una forma determinada que luego nos resulta, por
un lado muy difícil de cambiar, aunque nos demos cuenta de nuestro error y,
A
por otro, a menudo ni siquiera somos capaces de discernir que estamos
Tu
equivocados (nos parece tan natural nuestra forma de pensar que ni siquiera
nos planteamos la posibilidad de estar equivocados). Así, por ejemplo, hay
personas radicalmente machistas o que ven en la violencia la mejor forma de
protegerse de los ataques de los demás y, sin embargo, la lógica nos demuestra
lo erróneo de este tipo de ideas y que, además, dichas personas sufren por esa
82
forma de actuar o de pensar.
Por otra parte, muy a menudo recurrimos a ideas externas cuando
nosotros mismos no sabemos cómo responder ante un acontecimiento
z
determinado (por ejemplo: utilizando normas de urbanidad, opiniones ajenas,
Vá
re
etc.), dicha actividad deriva de la observación del comportamiento de las
personas que nos rodean y constituye otra forma de aprendizaje. Dicho
ns
o
aprendizaje lo podemos obtener examinando lo sucedido a otra persona o,
incluso, imitando algún rasgo que nos gusta de ella. Y, sin embargo, esas otras
lo
personas pueden estar equivocadas o es posible que sus formas de proceder,
.A
aunque razonables para ellos no lo sean para ti (imagina que esa persona mide
.A
dos metros y es fuerte como un toro, si tú intentas imitar su carácter agresivo y
M
mides poco más del metro y medio tu integridad física puede correr un serio
ta
l.
peligro).
Vi
A continuación te ofrezco un pequeño análisis de algunos de los
PARÁMETROS: VIDA.
Tu
A
ct
it
ud
parámetros más importantes y de las ideas irracionales relacionadas con ellos.
La vida es el primero y más importante de nuestros parámetros y resulta
el presupuesto imprescindible del resto de nuestros valores: si no vives no hay
ni necesidades, ni deseos, ni nada. La necesidad de vida se manifiesta
fundamentalmente en el instinto de supervivencia y en el deseo de evitar el
83
peligro.
El exceso de valoración de este parámetro en una situación en la cual el
nivel de peligro es bajo o inexistente da lugar a una idea irracional: el exceso
z
de miedo al peligro. El exceso de miedo al peligro te impedirá, a menudo y sin
Vá
re
fundamento, hacer cosas que te convienen.
El miedo al peligro, se manifiesta en último termino en el temor excesivo
ns
o
a lo desconocido. Imagínate obligado a desempeñar una actividad que apenas
lo
has practicado como, por ejemplo, hablar en publico ante una sala repleta de
.A
gente. Seguramente te causara algún tipo de preocupación; ¡eso es el miedo a
.A
lo desconocido!. En el miedo a lo desconocido se ven involucrados otros
M
parámetros, aparte del comentado miedo al peligro, como son el deseo de
perfección en su forma de miedo al fracaso o el deseo de ser valorado
ta
l.
positivamente por los demás y todos ellos enfrentados al parámetro realidad
Vi
que evidencia que el hecho de enfrentarte al reto de lo desconocido puede
dispensarte una enorme satisfacción personal. Efectivamente, en algunos casos
ud
es posible que en lugar de guiarte por la realidad te dejes llevar por otros
ct
it
parámetros menos importantes (como, por ejemplo, el deseo de perfección),
incluso, aunque en el fondo estés deseando afrontar ese reto, lo cual demuestra
A
que las ideas irracionales encuentran normalmente su origen en una errónea
Tu
calibración de los múltiples parámetros presentes en cada caso (concedes más
valor a parámetros menos importantes).
Por otro lado, un temor excesivo a poner en peligro tu vida podría
provocarte un cierto miedo a sufrir y este, a su vez, te induciría a sentir miedo
84
a fracasar y, finalmente, a lo desconocido. Este conjunto de miedos funcionan
todos en una misma dirección impidiéndote actuar como tú en el fondo deseas.
Estás valorando tu deseo de perfección y tu deseo de no arriesgar tu vida
(ambos origen de tus miedos a sufrir, a fracasar y a lo desconocido) por
Vá
re
z
encima de tu objetivo de felicidad, que en este caso te exige actuar a pesar de
tus miedos: si quieres triunfar y alcanzar los objetivos por los que has luchado
debes hacer un esfuerzo y hablar en público. Esto miedos responden en su
ns
o
conjunto al denominado “miedo a vivir” y suponen un importante obstáculo
lo
para el desarrollo de una vida plena.
.A
En sentido contrario, el déficit de valoración de este parámetro te conduce
.A
a poner en peligro tu vida sin encontrar en ello compensación suficiente. En
M
este caso puede ocurrir que la persona en cuestión se sienta tan absolutamente
l.
infeliz que valore otros parámetros por encima de su propia vida (en este caso,
ta
el de felicidad) e, incluso, puede llegar a establecer que el propio hecho de
Vi
vivir constituye la causa ultima de su infelicidad. El resultado más extremo de
muy
radicales
ya
que,
salvo
en
circunstancias
límites
ct
it
irracionales
ud
dicha actitud puede ser un intento de suicidio. Normalmente éstas son ideas
(enfermedades largas y dolorosas, por ejemplo), tú sueles poseer suficiente
A
capacidad de elección para preferir intentar hacerte más feliz a ti mismo en
Tu
lugar de suicidarte. De hecho la forma más habitual de déficid de valoración
del parámetro vida lo podemos constatar en determinadas personas que
acostumbran a poner en peligro su vida en pos de experiencias para ellos
placenteras como hacer paracaidismo o conducir a 220 en carreteras cuyo
límite de velocidad está en la mitad. En estos últimos ejemplos, y dicho sea de
85
paso, constatamos a veces un elemento distinto al comentado consistente en
que el ser humano rara vez es consciente de su propia muerte, es decir: nunca
nos imaginamos que podamos morir; nos consideramos siempre a salvo.
Vá
re
z
REALIDAD.
ns
o
Realidad abarca el conjunto de circunstancias que nos rodean: el mundo
real con sus leyes físicas y lógicas, los acontecimientos que surgen a nuestro
lo
alrededor, etc. El mundo real tiene una serie de propiedades o características
.A
como ya comentamos al principio del capítulo 2. Efectivamente, en el mundo
.A
se dan una serie de hechos que son como son y no existe posibilidad de
M
cambiarlos o, por lo menos, es muy difícil hacerlo. Son características
l.
absolutas y no relativas: en ellas lo único relativo es nuestra forma de
ta
juzgarlas no la verdadera naturaleza del hecho en sí. Es cierto que no
Vi
conocemos totalmente el mundo que nos rodea, pero si lo conocemos
ud
suficientemente, sobre todo en el asunto que tratamos, como para extraer
algunas conclusiones y para demostrarlo valgan los siguientes ejemplos: 1-En
ct
it
el mundo real es casi imposible la perfección. 2-El mundo cambia
A
constantemente. 3-El pasado es inalterable. 4-De lo anterior se infiere que te
Tu
surgen unas oportunidades y sólo ésas y si no las aprovechas en su momento
en la siguiente ocasión ya serán distintas. 5-Es casi imposible que todo el
mundo te quiera o te apruebe. 6-En la vida te van a pasar cosas buenas,
regulares y malas y lo debes asumir. 7-El pasado te influye a través de tus
recuerdos, pero el pasado ya no está ahí y puedes actuar sin dejarte influir por
86
él si te empeñas realmente en ello. Por cierto, puedes encontrar más
características de este tipo en el listado que te ofrecimos en el capítulo 2
intitulado “características del mundo que nos rodea”.
z
Cuando no actuamos conforme al dictado de la realidad o imaginamos
Vá
re
una realidad equivocada podemos sufrir todo tipo de sentimientos frustrantes.
Tomemos como ejemplo un niño convencido de que si lo desea con suficiente
ns
o
fuerza puede salvar la vida de su padre gravemente enfermo. Si el padre
muere a su sentimiento lógico de pena se unirá un sentimiento de fracaso o
lo
frustración al haber fallado la idea que tenia de la realidad (cabe, incluso, que
.A
se sienta culpable por no haberlo conseguido). Este ejemplo es muy extremo,
como,
por
ejemplo,
cuando
intentamos
autoprotegernos
M
realidad
.A
son otros muchos y más cotidianos los casos en los cuales huimos de la
l.
convenciéndonos a nosotros mismos de nuestra falta de responsabilidad
ta
respecto a nuestros errores o fracasos o cuando no somos capaces de asumir
Vi
nuestros defectos e intentamos persuadirnos de que somos maravillosos. Pero
ud
además de huir de la realidad y de fracasar en nuestro análisis de la misma,
ct
it
también podemos incurrir en defectos de valoración al comparar la realidad
con otros parámetros. Un ejemplo de lo expuesto lo encontraríamos cuando
A
por comodidad o por disfrutar de un descanso (parámetros involucrados: deseo
Tu
físico y deseo psíquico) dejamos para mañana algo que la realidad nos exige
que hagamos hoy.
También puede darse el caso de que la realidad te muestre varias
posibilidades de actuación distintas y tengamos que elegir entre ellas. Por
ejemplo: si coges una sartén con el mango muy caliente tendrás que elegir
87
entre dejar caer la sartén y quedarte sin comer o correr el peligro de quemarte.
La elección estaría clara en este caso y permitirías tu movimiento reflejo
soltando la sartén (de hecho, aunque quisieras impedir dicho movimiento te
resultaría muy difícil conseguirlo). Pero la decisión no es siempre tan clara
Vá
re
z
como en el caso anterior, ¿te imaginas la disyuntiva que se le plantea a una
joven embarazada y sin recursos cuando se ve abocada a tomar la decisión de
ns
o
abortar o seguir adelante con su embarazo?.
Los absolutismos constituyen otro tipo de errores en la apreciación de la
lo
realidad. Ejemplos de absolutismo son las autocalificaciones o “yo” sois y
.A
cuando calificas al mundo o a las otras personas de manera terminante:
.A
imagínate que haces algo mal, por ejemplo un examen, puede que tu primera
M
reacción sea dejarte llevar por sentimientos de frustración y en ese instante
l.
pienses que eres un inútil y que nunca podrás sacar adelante tus estudios. El
ta
autocalificarte como inútil está en disonancia con respecto a la realidad que
Vi
nos demuestra que los seres humanos y el mundo son demasiado complejos
ud
como para poderlos resumir en simples calificaciones. Tú no puedes
ct
it
considerarte un inútil porque en un momento lo hayas sido. Tú eres una
persona completa y no una sola de tus partes. El que te hayas comportado en
A
un momento dado de una manera determinada no significa que siempre te
Tu
vayas a comportar así: ¡tú eres quién eliges ser!. Tú eres tu forma de pensar, tu
escala de valores, ella es la que te define. Tu cuerpo y tu forma de pensar, ¡eso
eres tú! y no tus comportamientos puntuales.
Por otro lado, tampoco te comportas racionalmente cuando calificas a los
demás o al mundo de una forma determinada: la gente y el mundo cambian
88
constantemente de comportamiento, tienen demasiadas facetas y no podemos
reducirle a simples calificativos (ni el mundo ni las personas son siempre
buenas o malas, ni divertidas ni aburridas, etc.).
z
Por lo dicho hasta ahora puedes haber extraído la impresión de que
Vá
re
pretendemos imponerte un deber de mantener una constante racionalidad. No
es esta nuestra intención, no tienes por qué ser siempre tan racional, incluso se
ns
o
podría decir que en un principio es preferible dejarse guiar por las intuiciones;
pero si te guías por tus automatismos e intuiciones debes asumir la posibilidad
lo
de que en cualquier momento la realidad dicte su ley. De la misma manera,
.A
puedes y hasta debes utilizar tu fantasía para imaginar situaciones divertidas o
.A
historias fantásticas, pero igualmente debes de ser consciente en todo
M
momento de que lo que imaginas no es real.
ta
l.
Los sentimientos autofrustrantes relacionados con una mala apreciación
Vi
de la realidad serían por ejemplo: sentimientos de fracaso, dejar para mañana
cosas que sería mejor que hicieses hoy, creer que sin una persona tu vida ya no
ud
tiene sentido, autocalificaciones o “yo sois”, preocuparte más por un pasado o
NECESIDADES FÍSICAS Y DESEOS FÍSICOS.
Tu
A
ct
it
un futuro por los que poco puedes hacer que por el presente, etc.
Las necesidades físicas están íntimamente relacionadas con el parámetro
vida ya que su total falta de satisfacción puede acarrear la muerte (la
diferencia entre deseo y necesidad, si nos atenemos a la utilización que de
89
ambos términos se hace en este libro, se concreta en la posibilidad o
imposibilidad de eludir su satisfacción). Estas necesidades no precisan
normalmente de una satisfacción inmediata, pero si en un plazo determinado.
Dependerá de la naturaleza de la necesidad en cuestión para que su
Vá
re
z
satisfacción sea más o menos perentoria. Por eso, por ejemplo, aunque te
puedes pasar mucho tiempo sin comer al final no tendrás otro remedio que
hacerlo si no quieres morir de inanición. Nuestro cuerpo suele responder a la
ns
o
falta de satisfacción de nuestras necesidades a través de deseos físicos. El no
comer trae como consecuencia el hambre, y el no beber la sed. Estos deseos
.A
lo
no precisan de satisfacción inmediata, pero sí a largo plazo. Además, otra
.A
característica de las necesidades físicas consiste en que el deseo de satisfacer
M
tus necesidades se manifiesta de una forma determinada: no sólo querrás beber
l.
sino que, además, te apetecerá una bebida concreta.
ta
El exceso de valoración de nuestros deseos físicos puede llevarnos a una
Vi
vida desordenada, comiendo y bebiendo todo lo que queramos y, por lo tanto,
ud
poniendo en peligro nuestra salud. La principal idea errónea consecuencia de
ct
it
este parámetro sería el deseo desmedido de satisfacer nuestros deseos por
encima incluso de nuestras necesidades o de lo que nos conviene físicamente.
A
En todo caso, y a pesar de lo dicho, la satisfacción de nuestros deseos
Tu
físicos es fundamental para una vida feliz y sus únicas limitaciones pueden
provenir precisamente de nuestra propia salud y, naturalmente, de la
posibilidad o no de realizar ese deseo (realidad).
El defecto de valoración de nuestros deseos físicos nos puede acarrear
90
todo tipo de insatisfacciones tanto físicas como psicológicas. Si puedes
satisfacer a tu cuerpo y mente debes intentar hacerlo. Al fin y al cabo, por
mucho que queramos, no sólo somos seres espirituales, sino que también
somos animales con todo lo que ello conlleva (aunque si lo pensamos con
Vá
re
z
detenimiento podemos advertir que muchas de nuestras costumbres sociales y
muchos de nuestros progresos técnicos parecen perseguir precisamente negar
nuestra animalidad). Por lo tanto: si niegas tus deseos físicos estarás negando
ns
o
una parte fundamental de ti mismo.
lo
Efectivamente, como afirmábamos en el párrafo anterior, los seres
.A
humanos somos al fin y al cabo un animal más con necesidades físicas y
.A
psíquicas similares a cualquier otro; pero, sin embargo, a lo largo de la historia
M
nos hemos intentado engañar a nosotros mismos asegurando que poseemos un
l.
“algo” especial que nos distingue del resto de los animales, unos lo llaman
ta
alma, otros inteligencia, otros sentimientos, e incluso a veces recurrimos a la
Vi
extraña teoría de que nosotros tenemos inteligencia y los animales instinto. Sin
como
la
mayoría
de
ellos
también
tienen
inteligencia
y
ct
it
comprobar
ud
embargo, cualquiera que haya estado en contacto con animales habrá podido
sentimientos, aunque se manifiesten, naturalmente, de forma diferente a la
A
nuestra. No somos ni mucho menos el animal con el mayor cerebro, no somos
Tu
tampoco el que tiene más ondulaciones en el mismo, quizás empleemos más
neuronas en funciones intelectuales que el resto de los animales, pero eso no
está demostrado y, por lo tanto, en principio, no somos muy distintos de los
otros animales. Esta similitud con el resto de los animales se manifiesta
claramente en nuestras motivaciones: deseamos vivir en pareja y tener
91
relaciones sexuales con los de nuestra especie tal y como le sucede a otros
muchos animales, aunque siempre, por supuesto, con las peculiaridades
propias de nuestra especie, deseamos ingerir alimentos y para obtenerlos
precisamos dinero al igual que los demás animales precisan también sustento y
Vá
re
z
hacen lo que esté en su mano para conseguirlo, nos gusta tener un territorio y
cosas que nos pertenezcan como a todos los animales. Tenemos un cierto
grado de egoísmo que se vincula con nuestro instinto de supervivencia como
ns
o
el resto de los animales, etc. En fin, creo que nuestra única diferencia
.A
nuestra vida a través de lo que llamamos cultura.
lo
fundamental radica en que hemos complicado hasta límites insospechados
.A
En conclusión: si queremos ser felices debemos empezar por satisfacer
l.
M
nuestros deseos y reconocer nuestra “animalidad”.
Vi
ta
DESEOS Y NECESIDADES PSÍQUICAS
ud
Necesidades psíquicas hay pocas y, de hecho, nos podemos pasar sin
ct
it
satisfacerlas en la mayoría de los casos. Así, por ejemplo, no es difícil
encontrar personas incapaces de ser felices o de tener un mínimo de
A
autoestima y, sin embargo, no por ello han muerto. Si necesidad significa no
Tu
poder vivir sin una cosa, pocas necesidades psíquicas vamos a encontrar.
Quizás el soñar, o el pensar sean necesidades ineludibles, aunque yo las
consideraría más bien hechos o realidades que se dan simplemente por el
hecho de estar vivo sin que precisen ningún tipo de actividad por tu parte para
satisfacerlas. Por lo tanto, en lugar de hablar de necesidades sería más exacto
92
hablar de deseos o condicionantes, los cuales no son necesarios, pero si muy
deseables.
La mayoría de nuestras ideas irracionales surgen de una errónea
z
apreciación de estos parámetros psíquicos, algunos de los cuales serán
Vá
re
abordados a continuación.
lo
ns
o
DESEO DE FELICIDAD:
.A
El más importante de todos estos parámetros que llamamos psíquicos es
.A
el deseo de ser feliz. En realidad el resto de los deseos psíquicos persiguen
M
precisamente la realización de este parámetro. Así, por ejemplo, el deseo de
l.
poseer cosas se deriva del deseo de ser feliz e intenta hacer realidad este
ta
anhelo de felicidad.
Vi
Si valoras en exceso tu parámetro felicidad puedes terminar buscando una
ud
felicidad perfecta: querrás sentirte siempre bien. Sin embargo, la realidad nos
ct
it
demuestra continuamente que no siempre te vas ha sentir bien y que, por lo
tanto, la felicidad perfecta no existe. Si buscas la felicidad con demasiado afán
A
puedes sentirte muy frustrado al no conseguirla en todo momento. Ser feliz no
Tu
es estar siempre en plenitud sino serlo en la totalidad de tu vida. Para ser feliz
en la totalidad se precisa, por supuesto, ser lo más feliz posible en cada
momento presente, pero siempre partiendo de la base de que en determinados
momentos las circunstancias van a motivar en tu persona sentimientos de
tristeza o, incluso, de depresión, sin que ello implique que tu vida al completo
93
sea infeliz. Habrás de aceptar la infelicidad y la tristeza cuando no haya más
remedio, (por ejemplo: ante una enfermedad), siempre será preferible eso que
engañarte a ti mismo (cuando acostumbras a autoengañarte terminas por
desconfiar de ti mismo). En resumen: la realidad y su aceptación están por
Vá
re
z
encima de tu parámetro felicidad.
Más común es la desvalorización de este parámetro. La causa de este
ns
o
déficid de valoración no reside en que no valoremos realmente ser felices sino
en que nos falta un conocimiento real de la verdadera naturaleza de la
lo
felicidad (no comprendemos qué es la felicidad) y tampoco sabemos como
.A
conseguirla. Esta falta de conocimiento determina que no le prestemos una
.A
atención especifica. ¿Para qué luchar por conseguir algo que no sabemos ni
M
qué es ni cómo obtenerlo?. Al ser algo tan etéreo e intangible no fijamos
l.
nuestra atención en ella y preferimos preocupamos por conseguir cosas más
ta
materiales como el dinero, la valoración social, etc. Además, la felicidad es un
Vi
bien que no se puede conseguir en un instante determinado sino que se obtiene
ud
a través de un proceso largo, que dura, en realidad, toda tu vida, y ¿cómo
ct
it
mantenerse constante toda una vida en su persecución?. Es en el camino,
como dijimos antes, donde se encuentra la felicidad, es decir: la felicidad se
Tu
A
construye día a día y es a la vez las suma de todos esos días.
Y, sin embargo, seguramente estaríamos dispuestos a sacrificar el dinero,
la valoración social y todo lo demás por una garantía de felicidad. Pero como
tal garantía es imposible y sólo nos la podemos constituir nosotros mismos nos
vemos obligados a utilizar estos otros parámetros (poder, dinero, valoración
ajena, etc.) como sucedáneos de felicidad. Sin embargo, la consecución de
94
dinero o de poder, el afán desmedido por hacer bien las cosas o por conseguir
el afecto de quienes te rodean, etc. pueden precisar sacrificios de felicidad. Por
ejemplo, si deseas con fuerza ser valorado en tu empresa es posible que tengas
que sacrificar demasiado tiempo en tu trabajo, enemistarte con tus compañeros
Vá
re
z
o incluso pasar menos tiempo con tu familia. Es posible que consigas tu
objetivo, pero está claro que el sacrificio de otros componentes de tu felicidad
ha sido demasiado grande comparado con el beneficio obtenido: habrás
ns
o
sacrificado tu felicidad para satisfacer otro parámetro menos importante.
lo
Condición necesaria para ser feliz es creerse merecedor de ella, es decir,
.A
tener un cierto grado de autoestima. Para poseer esa autoestima has de sentirte
.A
satisfecho de ti mismo y que mejor forma de estar autosatisfecho que el
M
guiarte por tus propios parámetros. Es decir, cuanta más capacidad tengas para
l.
comportarte como tú en tu interior crees que debes hacerlo más satisfecho
Vi
ta
estarás de ti mismo y, por lo tanto, más feliz serás.
Pero, como dijimos anteriormente, al hablar sobre la felicidad surgen una
ud
serie de preguntas: ¿qué es realmente eso de la felicidad?, ¿de qué materia está
ct
it
constituida?, ¿cuales son los requisitos necesarios para ser feliz?. Dedicaremos
Tu
A
un capítulo completo para tratar de responderlas.
DESEO DE POSEER COSAS Y DE PODER:
En principio el deseo de poseer cosas persigue hacernos más felices,
aunque puede terminar siendo un deseo totalmente autónomo convirtiéndose
95
en un fin en sí mismo.
El exceso de valoración de este parámetro puede originar una ambición
desmedida concretada en un desmesurado deseo de poseer por poseer.El
z
problema surgiría cuando el sacrificio en esfuerzo o, incluso, en ética personal
Vá
re
(a veces para conseguir poder o dinero hemos de hacer cosas que nos parecen
mal) supere al beneficio obtenido en forma de felicidad. Por lo tanto, el deseo
ns
o
de poseer no será negativo para nosotros mientras no se convierta en una
necesidad compulsiva que suponga un obstáculo para conseguir ser feliz.
lo
Como muestra de esta excesiva valoración te ofrezco los siguientes
.A
pensamientos de ejemplo: ¡debo tener esto y aquello para ser feliz!, ¡mientras
.A
no lo tenga no podré ser feliz!. Es cierto que ya he conseguido aquello y
M
aquello otro, pero debo seguir adelante y tener más. No lo he conseguido, no
ta
l.
he podido obtener esa cosa, ¡me siento tan mal!.
Vi
El defecto de valoración de este parámetro es muy raro en nuestros días
ud
y, de hecho, en muchos países el desprendimiento material excesivo puede ser
causa legal de incapacitación bajo la figura de la prodigabilidad. En caso de
ct
it
producirse dicha falta de valoración provocaría diversos grados de baja
Tu
A
satisfacción de ciertos deseos necesitados de capacidad económica.
DESEOS DE PERFECCIÓN Y DE QUE TODO SEA TAL Y
COMO NOSOTROS QUEREMOS:
El más problemático de nuestros deseos es el de perfección. Este deseo,
96
casi necesidad, se encuentra fuertemente relacionado con el propio deseo de
felicidad: queremos que todo nos vaya bien, que el mundo sea perfecto y que
nosotros también lo seamos. No es malo desear ser perfecto, de hecho es algo
natural, lo verdaderamente negativo resulta de una excesiva valoración de
Vá
re
z
dicho deseo. La realidad nos demuestra que tanto el mundo en general como
nosotros mismos somos imperfectos y si no reconocemos dicha realidad es
probable que caigamos en una excesiva valoración de nuestros deseos
ns
o
perfeccionistas en detrimento de otros deseos. Como resultado de una
satisfacción incompleta de nuestros deseos de perfección podemos sufrir
.A
lo
sentimientos más o menos intensos de frustración, de inseguridad en nosotros
.A
mismos y de excesiva preocupación. Debemos aceptar los sucesos negativos,
M
aunque eso no implique, naturalmente, que no tratemos de evitarlos (estamos
pues ante una actitud a posteriori: aceptamos ciertamente, pero cuando ya ha
ta
l.
surgido el hecho negativo). No esperaremos a que todo esté a nuestro gusto
Vi
para ser feliz. La felicidad no es la meta, sino el camino, debemos ser felices
ct
it
sea perfecto.
ud
ahora, no cuando nuestros diferentes deseos se hagan realidad ni cuando todo
Por otro lado, cuando se produce un acontecimiento negativo has de tener
A
presente que muchas veces lo verdaderamente negativo es tu valoración del
Tu
mismo y no el que objetivamente el hecho sea verdaderamente negativo. Has
de aceptar los sucesos frustrantes sin frustrarte (o por lo menos sin hacerlo
más allá de lo razonable). Darse cuenta de los errores cometidos constituye
una cualidad positiva ya que te ayuda a evitarlos en el futuro, lo que resulta
verdaderamente negativo es utilizar ese espíritu critico como arma de
97
frustración dirigido hacia ti mismo o hacia los demás. Efectivamente, cuando
enjuiciamos negativamente una acción nuestra o ajena la estaremos valorando
correctamente si nuestro juicio de dicha acción es verdaderamente realista, lo
que no resulta lógico es martirizarse o martirizar a los demás por haber
Vá
re
z
fallado. Si damos un mayor valor a nuestra felicidad personal que al deseo de
ser perfecto (perfección, por otro lado, prácticamente imposible de conseguir),
el permitirnos autofrustrarnos, y por lo tanto el hacernos infelices, por nuestros
ns
o
fracasos e imperfecciones constituirá un error. En resumen: el hacer las cosas
lo
bien es deseable, pero no imprescindible.
.A
En sentido contrario, el defecto de valoración del deseo de hacer las cosas
motivados
para
intentar
actuar
eficazmente
y,
en
M
suficientemente
.A
bien puede acarrear como resultado un mayor nivel de fracaso al no sentirnos
l.
consecuencia, no podremos conseguir esos bienes necesarios para satisfacer
ta
otros deseos quizás más importantes. En todo caso esta desidia o desgana de
Vi
perfección será en mi opinión siempre mucho menos peligrosa que el exceso.
ud
De hecho muchos psicólogos ven en este deseo excesivo de perfección el
ct
it
principio de muchos problemas psíquicos.
Hay tres vías, según psicólogos como Beck, Ellis, etc., a través de las
A
cuales el perfeccionismo toma forma de pensamientos hasta convertirse en
Tu
ideas autofrustrantes e irreales:
La primera de estas vías sería consecuencia de nuestra concepción
personal del mundo y de nuestros principios éticos. Dicho concepto o forma
de ver el mundo se derivaría de nuestra propia escala de valores: todos
98
tenemos una idea determinada de cómo debe ser el mundo, la sociedad, etc.
Esta idea interior puede tomar tintes más o menos absolutistas e inflexibles
originando una actitud que podría resumirse en el siguiente pensamiento
perfeccionista no verbalizado: ¡el mundo y mi vida han de ser como yo
Vá
re
z
quiero!.
Como resultado de esta postura vital intransigente nos sentiríamos más o
frustrados
o
tristes
al
producirse
acontecimientos
que
no
se
ns
o
menos
correspondiesen con nuestra forma de ver las cosas. Cuando el mundo no es
lo
como nos gustaría, cuando suceden cosas que nos desagradan lo juzgamos
.A
negativamente: ¡no me gusta que las cosas no sean como yo quiero!. Acto
M
las cosas sean así, ¡me siento infeliz!.
.A
seguido te sientes disgustado, tienes sentimientos negativos: me disgusta que
ta
l.
Por último filtras y desechas los pensamientos positivos quedándote sólo
Vi
con los negativos y llegas a lo que algunos autores llaman la generalización
excesiva que respondería a un estado de ánimo expresable en pensamientos
ud
como: todo está mal, yo estoy mal, el mundo está mal, ¡la vida es un asco!.
ct
it
Seguramente no llegarías a verbalizar mentalmente estos pensamientos (de
hecho la mayoría de nuestros pensamientos no son verbalizados), pero te
Tu
A
sentirías como si realmente lo pensases.
Efectivamente, cuando las cosas no funcionan como a nosotros nos gusta
experimentamos una cierta tendencia a sentirnos insatisfechos o tristes, y
dicha insatisfacción sería mayor o menor según nuestro grado de flexibilidad a
la
hora
de
juzgar
los
acontecimientos.
99
Además,
dependiendo
de
la
trascendencia del suceso que active este proceso de pensamiento el grado de
disgusto también resultará mayor o menor. Si somos realistas y reconocemos
como prácticamente imposible la perfección, aceptando de antemano la
posibilidad de que se produzcan sucesos no deseados estaremos mejor
Vá
re
z
preparados para afrontar la vida y sus imperfecciones.
La segunda vía de penetración del pensamiento perfeccionista encuentra
ns
o
su fundamento básico en nuestro ideal de cómo debemos comportarnos
nosotros mismos en cada situación. Efectivamente, a lo largo de los años
lo
vamos forjando en nuestra mente una serie de comportamientos ideales que
.A
luego nos sirven de referencia para juzgar nuestro propio comportamiento en
.A
un intento de buscar el más adecuado para cada momento. La idea
M
perfeccionista descrita se puede concretar en pensamientos del tipo: ¡yo debo
l.
actuar así!, ¡debo ser así!, ¡debo hablar así!. Si actúas o hablas de una forma
ta
que tú mismo consideras desacertada, lógicamente juzgarás negativamente tu
Vi
comportamiento: ¡he actuado mal!, ¡lo he hecho mal!. Acto seguido, si tu
ud
grado de frustración es grande podrías pensar algo similar a: siempre me salen
ct
it
las cosas mal, ¡todo lo hago mal!, ¡soy un desastre!.
Por último, unas ideas excesivamente rígidas de cómo deben de
A
comportarse los demás suponen la tercera vía perfeccionista antes aludida:
Tu
¡ellos deben comportarse así!, ¡deben tratarme así!. Cuando los demás no se
comportas como tú crees bueno podrías pensar: ellos se comportan mal, me
tratan mal. Por último, podrías generalizar: ellos siempre me tratan mal, son
malos, ¡la gente es un asco!.
100
Todas estas ideas perfeccionistas pasan veloces en nuestra mente sin que
en la mayoría de los casos seamos conscientes de su existencia lo cual
dificulta enormemente su erradicación.
Vá
re
z
NORMAS, DEBES, DEBERÍAS, Y OTROS PENSAMIENTOS
ns
o
ABSOLUTISTAS:
Como comentábamos en el punto anterior, todos tenemos una visión
lo
particular de cómo debe ser el mundo y los demás. Desgraciadamente el
.A
mundo es muy complejo y rara vez coincide con dicha visión ideal, a pesar de
.A
lo cual nosotros no cejamos en nuestros deseos de perfección. Tenemos como
M
consecuencia de dicha imagen idealizada unos pensamientos del tipo “debe
l.
ser”, o “tiene que ser” a los que ya se ha aludido anteriormente. Son
ta
pensamientos absolutistas que entran en conflicto con la realidad imperfecta,
Vi
(imperfecta según nuestro punto de vista claro, quizás otra persona juzga
ud
maravilloso lo que nosotros creemos horrible). En nuestro afán de que las
ct
it
cosas sucedan tal y como queremos, nos autoinstauramos unas normas a
seguir con la finalidad de conseguir el resultado apetecido. Si bien muchas de
A
estas normas son positivas y nos ayudan a crear buenos hábitos, el exceso de
Tu
normas o su excesiva rigidez nos pueden llevar a una especie de esclavitud
mental que obstaculice nuestra propia felicidad. El remedio sería, por lo tanto,
peor que la enfermedad.
De igual forma que nosotros formulamos nuestras propias normas
101
también la sociedad nos impone las suyas. En muchos casos no nos quedará
más remedio que seguirlas, sobre todo cuando dichas normas toman forma de
ley (delitos, normas administrativas, reglamentos de circulación, etc.), pero en
otros muchos casos las normas constituyen meros usos sociales que podremos
Vá
re
z
eludir cuando supongan un obstáculo para nuestra felicidad.
En sentido contrario, un defecto de valoración de las normas puede
ns
o
acarrear el rechazo social de los que nos rodean, rechazo de mayor o menor
entidad dependiendo de la importancia de la norma infringida. En casos
.A
.A
justicia si la norma infringida es de tipo legal.
lo
extremos esa inobservancia de las normas puede dar origen a problemas con la
M
De sufrir un exceso de valoración de las normas y deberes sociales
podríamos llegar a limitar de tal forma nuestra actuación que correríamos el
ta
l.
peligro de rechazar la realización de múltiples actividades beneficiosas para
Vi
nosotros. Veamos algunos ejemplos de este tipo de actitud:
ct
it
hacerlo!.
ud
a) No debo de hacer eso, ¿qué pensarían de mí?; pero...¡Me gustaría tanto
b) Está prohibido entrar en este despacho, pero debería hacerlo para
Tu
A
exigir mis derechos. Sin embargo, debo respetar las normas.
DESEO DE NO FRUSTRACIÓN:
Otro deseo relacionado y derivado de los deseos de felicidad y perfección
102
es el deseo de no frustración, es decir, el deseo casi imposible de que todo te
vaya bien. Es lógico intentar que las cosas te vayan lo mejor posible, pero las
cosas te pueden ir mal en cualquier momento y debes ser consciente de ello.
Cuando los acontecimientos son contrarios a tus deseos es normal sentirse
pero
no
debes
permitir
que
dicha
frustración
z
frustrado,
Vá
re
ligeramente
imposibilite tu felicidad. Cada fracaso o situación desagradable debes
valorarlo en su justa medida y si lo analizas con frialdad observarás como, en
ns
o
la mayoría de las ocasiones, lo sucedido no tiene importancia. El siguiente
pensamiento de ejemplo te ilustrará sobre el funcionamiento de este tipo de
.A
lo
deseo: ¡no debe salirme mal!, si sale mal sería muy negativo y me haría
M
ta
l.
DESEO DE SEGURIDAD:
.A
infeliz. ¡Cada vez que me acuerdo de lo mal que ha salido me siento fatal!.
Vi
Deseamos no sufrir daño y asegurar así nuestra felicidad, pero al hacerlo
ud
podemos caer en la exageración imponiéndonos tales límites en nuestra
ct
it
actuación que nos impidan realizar actividades beneficiosas lo cual podría
suponer un obstáculo para esa misma felicidad que pretendemos preservar. De
A
hecho, la realidad nos demuestra que nunca podemos estar totalmente seguros;
Tu
no podemos vivir rodeados de miedos.
A menudo, nuestros miedos no tienen apenas base. Así, por ejemplo, las
personas muy tímidas pueden llegar a tener miedo de hablar en público
cuando,
en
realidad,
poco
puede
103
pasarles.
Estas
personas
terminan
acostumbrándose a esa actitud medrosa hasta el punto de convertirla en un
hábito muy frustrante y difícil de eliminar.
La persona exageradamente tímida (todos somos tímidos, o sea, inseguros
z
en ciertas situaciones) como consecuencia de su miedo a comunicarse con los
Vá
re
demás va adquiriendo un comportamiento poco comunicativo que, en ciertos
casos, le puede suponer una perdida importante de habilidades sociales.
ns
o
Efectivamente, si el tímido se acostumbra a no comunicar tendrá dificultades
para hacerlo eficazmente cuando realmente lo desee. Dicho déficid en sus
lo
habilidades sociales le puede hacer parecer extraño a los demás (sobre todo a
.A
los desconocidos) y ser por ello ignorado o sufrir cierto rechazo por su parte.
.A
Esta actitud de rechazo puede acrecentar el temor del tímido a las relaciones
M
sociales con lo que podría formarse un circulo vicioso del que sólo le sería
l.
posible escapar a base de forzar situaciones de inseguridad. ¡Sólo con lo
ta
inseguro se puede conseguir seguridad!, sólo enfrentándote a situaciones
Vi
desconocidas y nuevas puedes incrementar tu autoconfianza.
ud
Pero una persona muy tímida no puede lanzarse al encuentro de lo
ct
it
desconocido sin más; habrá de hacerlo de forma gradual. Además, tendrá que
preguntarse a sí mismo si su timidez le supone realmente un problema, es
A
decir: debe plantearse si su timidez le hace realmente tan infeliz y si el
Tu
esfuerzo para eliminarla se compensa suficientemente con el resultado.
Veamos algunos pensamientos de ejemplo: 1. ¿Me gustaría hacer eso?, ¡sería
bueno para mí!; pero, podría recibir daño, sufriría. Es difícil que sufra daño,
pero será mejor que no lo haga; aunque ¡me gustaría tanto!.
104
Por otra parte, una minusvaloración del deseo de seguridad podría tener
como consecuencia una excesiva temeridad poniéndonos demasiado a menudo
en peligro para satisfacer nuestro deseo de aventura (desconocido). Como el
deseo de seguridad se halla claramente relacionado con el de conservar la vida
Vá
re
z
me remito en este punto a lo anteriormente reseñado sobre dicho parámetro.
ns
o
OTROS DESEOS RELACIONADOS CON LOS ANTERIORES:
.A
lo
a) DESEO DE INMEDIATEZ:
.A
Queremos que nuestros deseos se hagan realidad ya, no podemos esperar.
M
Nos frustra el hecho de no poder conseguir las cosas en el momento presente,
nos frustra no poder actuar ahora. Nos ponemos impacientes y nos olvidamos
ta
l.
de disfrutar el presente. Este parámetro entra, por tanto, en conflicto con el
Vi
parámetro realidad y con el de felicidad: la realidad nos impide conseguir
nuestros objetivos ahora, justo en el instante presente, y, en consecuencia,
ct
it
ud
nuestra felicidad se ve menoscabada por sentimientos de impaciencia.
Pensamientos típicos relacionados con este deseo de inmediatez serían,
A
por ejemplo: ¡yo quiero eso, y lo quiero ahora!, ¿por qué tengo que esperar?
Tu
¡Me encuentro mal por tener que esperar!.
b) DESEO DE ESTABILIDAD Y COMODIDAD:
Estos deseos están claramente relacionados con el de no frustración (y por
lo tanto con los de felicidad y perfección) y en contraposición con la realidad
105
que nos rodea en continua evolución y cambio. Pensamiento de ejemplo: no
tengo una situación estable, puedo tener problemas económicos en cualquier
momento, ¡mientras permanezca en esta situación me será imposible ser feliz!.
Vá
re
z
c) DESEOS Y SUEÑOS IMPOSIBLES, FALSAS EXPECTATIVAS:
El crearse falsas expectativas puede determinar o ser síntoma de una falta
de aceptación de la realidad: inventas un mundo irreal porque no te gusta el
ns
o
real. Esta falta de aceptación puede traer como resultado sentimientos de
lo
frustración, la mayoría de las veces sin importancia, pero en otras ocasiones
.A
muy negativos. Pensamiento de ejemplo: ¡cómo me gustaría viajar más, y
.A
tener más dinero!. Me imagino una playa soleada, rodeado de palmeras,
M
¡cuantas aventuras podría correr allí!. ¡Y, sin embargo, no puedo hacerlo!.
ta
l.
¡Me siento infeliz al pensarlo!.
DE LIBERTAD
ud
Vi
NECESIDAD DE SER RESPONSABLE DE UNO MISMO, DESEO
ct
it
En el hombre, como en otros animales, se conjugan dos aspectos
A
diferenciados: por un lado es un ser social que busca y gusta de la compañía
Tu
de los demás y por otro es un ser individual con necesidades particulares.
Estar en compañía de las demás personas es nuestro estado natural, aunque no
por ello constituye una necesidad ineludible. Efectivamente, el hombre una
vez alcanzado cierto grado de madurez es capaz de subsistir sin necesidad de
la compañía ni de los consejos de otras personas, precisamente en esto
106
consiste ser una persona adulta. Cada persona constituimos un individuo
independiente con un cuerpo y una mente cuyo control nos pertenece sólo a
nosotros en exclusiva. En efecto, nosotros somos los dueños de nuestra
persona y, por lo tanto, sus responsables. En principio nadie puede controlar
de
comunicación
o
ciertas
personas
pueden
intentar
manipularnos
ns
o
normalmente sólo lo consiguen si nosotros se lo permitimos.
Vá
re
z
nuestros pensamientos por mucho que lo intente, y a pesar de que los medios
El deseo de libertad se deriva precisamente de nuestra individualidad y,
lo
por lo tanto, de que somos los verdaderos responsables de nuestra vida. Si
.A
somos realmente los únicos dotados con esa capacidad de decisión respecto de
M
.A
nuestra propia vida es lógico que deseemos ser libres para decidir.
Por lo tanto, somos nosotros los verdaderos responsables de nuestra vida,
ta
l.
somos nosotros los mejor cualificados para decidir que hacer con ella. Es
Vi
cierto que la mayoría de las veces tendremos una capacidad de decisión
limitada por la realidad que nos rodea, pero siempre tendremos un cierto
ct
it
ud
margen de maniobra.
Pero de igual forma que nosotros somos responsables de nuestra propia
A
vida también los demás deben ser los dueños de las suyas. Si pretendemos
Tu
dirigir la vida de los demás y tomar las decisiones que realmente les
corresponden a ellos estaremos lesionando su legitimo deseo de libertad. Si
esa otra persona consiente en dejarse dirigir, quizás porque confía ciegamente
en nosotros, no debemos aprovecharnos de esa confianza. Recuerda que si
esas personas se dejan influir por nosotros es porque así lo deciden.
107
Muchas personas en sus relaciones de pareja sienten la tentación de
cambiar a toda costa al otro sin caer en la cuenta de que la decisión del cambio
no les corresponde a ellos sino a esa otra persona. Cuando el control que
ejercemos sobre los demás sobrepasa la confianza otorgada, la persona puede
Vá
re
z
reaccionar negativamente y nosotros perderíamos buena parte de dicha
confianza. En el caso de una relación de pareja el otro miembro de la misma
podría ver en nuestro deseo de cambiarla una falta de aceptación de su persona
ns
o
y obtendría la impresión de que no la queremos tal y como es. Si la otra
persona no se siente suficientemente querida puede tomar actitudes defensivas
.A
lo
distanciándose poco a poco de nosotros (al no sentirse querida trataría de
.A
proteger su ego, por ejemplo autoconvenciendose de que ella tampoco te
M
quiere).
l.
Por lo tanto, debemos aceptar a los demás tal y como son, y sólo cuando
ta
algún aspecto de la personalidad de la otra persona llega a molestarnos en
Vi
demasía tendremos derecho a sugerirles algún cambio, pero siempre teniendo
ud
en cuenta que la decisión de cambiar le corresponde a esa persona. Además,
ct
it
como las circunstancias en las cuales se ha desarrollado nuestra existencia han
determinado en nosotros una particular forma de pensar distinta de la de los
A
demás, sería ilógico pretender que otra persona se comporte como a nosotros
Tu
nos parece correcto en la creencia de que lo que es bueno para nosotros lo es
también para los demás. Nadie mejor que el propio interesado para saber lo
que le conviene, sólo a él corresponde tomar las decisiones que le afectan. No
podemos imponer a los demás nuestra escala de parámetros; sus decisiones las
deben tomar utilizando como referencia sus propios valores y principios.
108
Nuestra capacidad de decisión no se limita a la resolución de las posibles
alternativas que se nos puedan presentar en cada momento, sino que también
alcanza a nuestros pensamientos y emociones. En efecto, nosotros podemos
decidir y dirigir, hasta cierto punto, lo que vamos a pensar o sentir y, en
Vá
re
z
consecuencia, no tenemos por qué ser víctimas de nuestros estados de ánimo
negativos. Por lo tanto, somos también responsables de nuestros pensamientos
ns
o
y sentimientos.
Lo que digan o hagan los demás, aunque sean acciones muy graves e
lo
hirientes sólo tendrá importancia o trascendencia en nuestro estado de ánimo
.A
si nosotros se lo permitimos. Si alguien nos insulta o nos trata con desdén y
.A
como resultado de ello sufrimos, no será esa persona la verdadera responsable
M
de nuestro estado de ánimo negativo, muy al contrario, en realidad seremos
l.
nosotros los que a través de nuestro propio juicio de las acciones o palabras
ta
ajenas estemos permitiéndonos ese sufrimiento. Lo cual no implica que
Vi
estemos obligados a sentirnos siempre felices pues habrá ocasiones en las
ud
cuales nos será imposible controlar nuestras emociones. Además, también nos
ct
it
enfrentaremos a numerosas situaciones en las cuales precisamente un estado
de tristeza puede resultar el sentimiento más adecuado. De lo que se trata es de
A
que sean cuales sean nuestros sentimientos encuentren su origen en nuestra
Tu
propia decisión. ¿Y en qué se debe basar esa decisión?. Pues naturalmente en
nuestros propios parámetros, es decir, en lo que nosotros realmente pensamos
en nuestro interior que debemos hacer, pensar o sentir. Este control de
pensamientos y emociones es sin duda complicado, pero no es una meta
imposible. Además, no es necesario obtener un control perfecto de tu estado
109
de ánimo bastará con ir mejorando poco a poco, apoyándote en la convicción
de que los resultados merecerán la pena, ¡te juegas tu felicidad!.
Ser responsable de uno mismo se configura como una necesidad
z
ineludible: sólo nosotros podemos dirigir nuestra vida; aunque, naturalmente,
Vá
re
dentro de los márgenes que nos permite la realidad. Debemos, por lo tanto, ser
responsables de nosotros mismos y decidir hacia dónde dirigir nuestra vida,
ns
o
intentando exprimir al máximo las posibilidades que se nos puedan presentar.
.A
.A
lo
LA RELACIÓN AMOROSA Y EL DESEO DE VIVIR EN PAREJA
M
El hombre, como otros muchos animales, desea vivir en pareja tanto para
el mantenimiento de relaciones sexuales como sentimentales. La sociedad por
ta
l.
su parte promueve este tipo de relaciones, y a pesar de los cambios sociales
Vi
acaecidos en el siglo 20 podemos seguir considerando a la familia como la
base de la sociedad. Hay discrepancias entre los sociólogos en cuanto a si la
ud
familia es una institución innata a la naturaleza del hombre o si ha nacido a
ct
it
través de un proceso social. En todo caso, sea de origen natural, o sea, un
“invento” social lo cierto es que la sociedad fomenta este tipo de relaciones
Tu
A
como afirmábamos antes.
Podemos encontrar muchas definiciones del termino amor dependiendo
del significado que para cada autor tiene tal vocablo. Unos harán hincapié
sobre la faceta sexual como elemento diferenciador con respecto a otros tipos
de amor, otros, sin embargo, centrarán su atención preferentemente sobre el
110
componente sentimental de dicho término, y otros valoraran más el aspecto de
compromiso. Naturalmente el amor, como muchos otros aspectos humanos,
presenta muchas facetas unas más importantes que otras, de entre ellas algunas
son imprescindibles y otras sólo deseables. Así, por ejemplo, en el amor se
Vá
re
z
necesita de forma imprescindible la existencia de más de una persona y, sin
embargo, la faceta de fidelidad no es imprescindible, pero si muy deseable: es
posible seguir amando a la persona infiel, pero dicha infidelidad suele
ns
o
perjudicar en mayor o menor grado a la persona enamorada dependiendo de
las creencias morales (no sólo religiosas) y de la forma de entender el amor de
.A
lo
la persona en cuestión.
.A
Como componentes imprescindibles del amor podemos destacar: mínimo
M
de dos personas, afecto, convencimiento de estar enamorado, deseo de
l.
mantener algún tipo de relación de pareja, en el presente o en el futuro (a
ta
menudo está necesidad no es sexual ya que muchas personas mantienen un
cuando
la
pareja
sobrepasa
ciertas
edades).
Componentes
casi
ud
todo
Vi
sentimiento amoroso a pesar de la inexistencia de relaciones sexuales, sobre
ct
it
imprescindibles: nivel alto de compromiso (en su más amplia acepción
incluyendo el compromiso de superar las dificultades que seguramente habrá
A
de afrontar la relación y otros compromisos como el de ayuda, el de
Tu
proporcionar afecto, el de entrega, el de respeto, el de fidelidad, etc.) ser
cariñoso, respeto, entrega. Componentes muy deseables: pasión, sinceridad,
superación del egoísmo, saber perdonar, paciencia con el otro miembro de la
pareja, ser capaz de aceptar los defectos del otro, voluntad de adaptarse para
facilitar la convivencia, atención hacia el otro. Componentes deseables:
111
sentido del humor, limpieza, trabajo, colaborar en el hogar, dinero, salud, etc.
El concepto de amor presenta otras importantes características:
1) El amor necesita de crecimiento y, por lo tanto, de ser desarrollado
Vá
re
z
continuamente
2) El amor es teóricamente independiente de las distancias y de las
ns
o
circunstancias que rodean su desarrollo.
lo
3) Sin embargo, precisa de la comunicación y del cariño cuestiones éstas
.A
que contradicen el punto anterior. También las circunstancias en las
.A
cuales se desarrolla pueden tener una importante influencia sobre la
M
relación amorosa. El amor es, como decíamos antes, ciertamente
l.
independiente de las circunstancias y distancias, pero para su mejor y
ta
más completo desarrollo es deseable tanto la existencia de una cierta
Vi
cercanía física entre los sujetos de dicho amor como de la
ud
concurrencia de circunstancias favorables.
ct
it
4) El amor supone una elección personal (de hecho el amor resulta en
buena medida del autoconvencimiento de que estás enamorado), pero
Tu
A
a pesar de esa potestad personal de decisión de carácter racional el
amor viene también determinado por un importante componente
irracional. Dicho componente irracional, del cual surge tu convicción
de estar enamorado, puede ser controlado por nosotros, aunque
resulta complicado.
112
5) Sin amor realmente se puede vivir, pero es un componente de la vida
muy deseable.Son muy habituales las frases: ¡si tú llegases a
desaparecer moriría! o ¡sin ti no soy nada!. Son frases muy
románticas; pero, en el fondo, encierran afirmaciones falsas, muy
Vá
re
z
hermosas, eso sí, pero irreales. Es cierto que de vez en cuando los
medios de comunicación se hacen eco de casos en los cuales algunas
personas al faltar su pareja pierden todo su interés por la vida
ns
o
llegando, en algunos casos, a terminar languideciendo hasta morir,
pero lo cierto es que se trata de casos muy aislados en los cuales la
en
un
profundo
estado
depresivo
lo
cae
que,
aunque
.A
persona
.A
desencadenado por la muerte del ser querido suele tener causas más
M
profundas como, por ejemplo, una falta total de alicientes o ilusiones,
quizás por estar basadas precisamente en la persona desaparecida.
ta
l.
Una depresión de estas características sólo se produce cuando el
Vi
individuo o no es capaz de controlar sus emociones o no quiere
controlarlas y es, por consiguiente, consecuencia de su decisión
ud
personal que resultado directo de su amor hacia el otro: si ellos
ct
it
quisiesen realmente vivir seguirían adelante con la otra persona o sin
A
ella. Esta es la consecuencia de una sobrevaloración de este
parámetro: si la otra persona falta, te abandona, etc. tú puedes, tras un
Tu
cierto espacio de tiempo replantearte tu vida para ser feliz y, sin
embargo, decides quedarte en casa y abandonar tu vida durante años.
En
sentido
contrario,
cuando
no
valoramos
suficientemente
este
parámetro podemos fracasar con nuestras parejas al no prestarlas suficiente
113
atención o, incluso es posible que no lleguemos ni siquiera a tenerlas
perdiendo con ello el disfrute de uno de los aspectos más importantes para el
ser humano.
Vá
re
z
TUS RELACIONES CON LOS QUE AMAS
ns
o
Nos estamos refiriendo en este punto a cualquier tipo de relación con los
demás que cuente con un importante componente amoroso. Utilizamos en este
lo
caso la palabra amor como sinónimo de afecto e incluye el amor hacia tu
.A
familia, hacia tu pareja, o hacia cualquier otra persona o ser por el que sientas
.A
gran estima. Con este parámetro entra en juego tu valoración de esas personas
M
como seres completos y dicho valor habrás de ponerlo en funcionamiento
l.
cuando debas elegir entre otros parámetros y este. Tu valoración dependerá de
ta
lo que sientas por cada una de esas personas y puede ser tan variable que en la
Vi
escala de parámetros del capítulo 2 ni siquiera nos atrevimos a sugerir ningún
ud
valor ya que dicha potestad creemos te corresponde solamente a ti. Tú eres
quien debe decidir hasta que punto es importante cada persona, (y hablamos
ct
it
de la persona en sí y no sólo de tu relación con ella) y si debes sacrificar otros
Tu
A
parámetros (felicidad, deseos, otras personas, etc.) por ellas.
Por cierto que, a veces, una persona o un conjunto de ellas o una nación o
seres como el propio Dios pueden resultar tan importantes para nosotros que
preferimos entregar nuestra vida por ellos.
114
FUTURO, CRECIMIENTO, PLANIFICACIÓN Y MOTIVACIÓN.
En realidad el pasado ya no existe en este instante y su incidencia en el
z
momento presente sólo está en nuestra mente. También es cierto que el
Vá
re
presente es consecuencia de dicho pasado, pero aun reconociendo este hecho
podemos afirmar que es posible reducir su influencia si realmente nos
ns
o
empeñamos en ello. Además, poco podemos hacer en el momento actual para
variar el pasado y de poco nos sirve darle vueltas a lo que ya no tiene remedio.
lo
La única actitud razonable con respecto al pasado consiste en tratar de reparar
.A
.A
nuestros errores, si es posible, y aprender para que no se vuelva a producir.
M
Por otro lado, el futuro no tiene todavía existencia real y, por lo tanto, es
l.
algo demasiado etéreo e impreciso como para que nos deba preocupar en
ta
exceso. Pero y ¿qué pasa con el presente?. Pues si lo analizas con
Vi
detenimiento resulta que tampoco existe realmente: el presente es algo tan
ud
efímero que pasado un segundo ya es pasado. En consecuencia, parece que el
ct
it
tiempo es un ente esquivo e intangible.
Quienes te aconsejan que vivas el presente te están dando, por
A
consiguiente, un consejo muy difícil de llevar a cabo en la práctica al resultar
Tu
dicho presente una entidad volátil y difícil de percibir. Ante esta situación sólo
cabe una actuación lógica: a la hora de tratar de extraer el máximo partido del
fenómeno temporal: debes planificar justamente el momento anterior a ese
presente para así poderlo afrontar con más posibilidades de disfrute y es a ese
preciso instante al que nos vamos a referir cuando con la expresión vivir el
115
presente (hemos de estar a la espera de los acontecimientos para estar
suficientemente concentrado en su disfrute).
En principio, el futuro no tiene existencia real en el momento presente; no
z
existe, por lo tanto, de forma material. Es, además, imposible de predecir o
Vá
re
planificar con total exactitud. Y si no podemos preveerlo ¿por qué hemos de
preocuparnos por él?. El futuro no existe todavía, ¡cierto!, pero es
ns
o
consecuencia del presente y si no actuamos hoy no podremos sacarle el
máximo partido. Con esta afirmación pretendo demostrar que las cosas no
lo
suceden porque sí, sino que cualquier acontecimiento futuro sucederá por
.A
causa de los avatares del presente: ¡lo que siembres hoy será la cosecha del
M
.A
mañana!.
Pero, como dijimos anteriormente, no es posible predecir con exactitud el
ta
l.
futuro pues el mundo es demasiado complejo como para que podamos tener
Vi
todos lo factores en cuenta. De ahí que nuestra preocupación por el futuro
encuentre un límite: hemos de preocuparnos por planificar sólo hasta el punto
ud
en que, como diría un economista, el gasto de preocupación sea inferior al
ct
it
posible beneficio obtenido al planificar. Si te preocupas excesivamente por
cuestiones sobre las que poco vas ha poder hacer cuando se hagan realidad o
A
que te resultan impredecibles estarás desperdiciando un presente que podrías
Tu
emplear en actividades más satisfactorias. Por lo tanto, para determinar hasta
que punto una planificación mínima es deseable debes intentar que tu nivel de
sacrificio de momentos presentes sea de menor entidad que el beneficio
esperado por acometer dicha planificación. Dicha comparación ha de ser
meramente intuitiva con el único fin de averiguar si realmente merece la pena
116
perder el tiempo con planificaciones en lugar de intentar disfrutar del presente.
Por lo general, sólo es conveniente planificar lo verdaderamente importante, a
no ser que el mero acto de planificar te suponga en sí mismo una fuente de
satisfacción (de hecho, y como veremos a continuación, mucha gente disfruta
Vá
re
z
más planificando, por ejemplo, un viaje, que cuando lo lleva a efecto) cuestión
ésta también muy digna de tener en cuenta.
ns
o
Una vez estudiada la conveniencia de planificar tu futuro, ¿cómo hemos
de planear nuestro porvenir?. Está claro que no debemos planificar hasta el
lo
más mínimo detalle de nuestra vida, sino que es preferible concentrar nuestra
.A
atención en objetivos más generales. Esos objetivos deben tener como fin
.A
fundamental motivarte y crearte ilusiones. Con la ilusión y la motivación serás
M
capaz de afrontar las situaciones más negativas y también te ofrecerán la
l.
oportunidad de ser feliz en el momento presente al imaginar ese anhelado
ta
futuro. Efectivamente, cuando imaginas un futuro esperanzador, cuando tienes
Vi
ilusiones eres feliz en el momento presente. De hecho, el mayor beneficio que
ud
puedes obtener de tus motivaciones consiste, precisamente, en el placer que te
ct
it
procura en el momento actual pues, como quizás hayas observado, cuando
realmente consigues tu objetivo, al obtenerlo en un momento tan concreto del
A
presente, apenas te da tiempo a saborearlo. Efectivamente, a todos nos ha
Tu
pasado que después de haber imaginado algo maravilloso y excitante y al
llegar el momento de conseguirlo nos ha parecido no haberlo disfrutado tanto
como habíamos pensado. En ese momento debes valorar también lo mucho
que has disfrutado planeándolo, disfrute este a sumar al obtenido en el
momento del éxito.
117
Por otro lado, cuando dejas volar tu imaginación puedes sentir la
tentación de sobrevalorarte y plantearte unos objetivos inalcanzables. No es
malo tener aspiraciones: si deseas algo con muchas ganas ¿por qué no vas a
intentar conseguirlo, aunque te parezca difícil?; pero antes de ponerte manos a
Vá
re
z
la obra has de tener claras varias cosas: 1º Que el posible esfuerzo empleado
en conseguir tu objetivo no debe sobrepasar en tu valoración el presunto
beneficio obtenido con el éxito de la empresa en cuestión. Es decir, no debes
ns
o
malgastar tu tiempo en conseguir objetivos que no merezcan la pena. 2º Debes
tener también en cuenta en tu valoración las posibilidades de fracasar. Si tu
.A
lo
objetivo es difícil de conseguir ha de ser muy importante para que compense
.A
el riesgo de perder el tiempo. 3ª Si las posibilidades de éxito son pocas debes
M
asumir de antemano la posibilidad del fracaso. De esta forma, si no llegases a
tener éxito tu desilusión no sería tan fuerte. De hecho esta actitud no sólo es
ta
l.
precavida sino también realista.
Vi
Dentro del capítulo que dedicaremos a la felicidad hablaremos más largo
ud
y tendido sobre las motivaciones, pero ahora creemos necesario adelantar
ct
it
algunas cuestiones relativas a dicha materia.
A la hora de buscar objetivos es importante que te marques metas
A
generales y a largo plazo preferiblemente de carácter personal. Divide este
Tu
objetivo general en metas más pequeñas y a corto plazo con lo que iras
disfrutando de cada triunfo. Por ejemplo: si quieres obtener un título disfruta
de los éxitos evaluación a evaluación y no esperes al final del curso para
disfrutarlo.
118
En la escala de valores expuesta en el capítulo 2 el deseo de ser feliz
aparecía como uno de los parámetros más valorados. Si das prioridad a tu
objetivo de felicidad y centras tus esfuerzos en disfrutar lo máximo posible de
la vida estarás en mejor disposición para afrontar los problemas y dificultades;
Vá
re
z
tus problemas quedaran eclipsados frente a tu principal objetivo: ser feliz. Por
lo tanto, el ser feliz debe constituir tu fin fundamental en la vida, todos los
demás objetivos y motivaciones deben servir a este objetivo primario. Otras
ns
o
metas como la consecución de dinero, el crecimiento personal o el cuidado de
lo
la salud, deben atender a esa finalidad última de ser feliz.
.A
Otro objetivo, a mi juicio, muy digno de consideración consiste en la
.A
voluntad de superación o, lo que es lo mismo, el deseo de crecimiento
M
personal. Superarse implica realizar un esfuerzo para ser lo que tú en tu
l.
interior piensas que debes ser. Si creces en este sentido podrás ir sintiéndote
ta
más a gusto contigo mismo y aumentar tu autovaloración y confianza. Por otro
Vi
lado, como veremos más adelante, se producen otras manifestaciones del
ud
deseo de superación que en realidad esconden un cierto nivel de falta de
ct
it
autoaceptación.
Además de estos objetivos generales existen otras metas más puntuales
A
materializadas en actos más concretos como, por ejemplo, hacer un viaje,
Tu
comprarte una prenda de vestir que te gusta, aprender un idioma, etc. Estos
objetivos, y otros similares, resultan mucho más tangibles y reales que los
generales descritos anteriormente; pero a la hora de valorarlos debes tener en
cuenta que su función final suele consistir en ser meros instrumentos para
alcanzar esos otros objetivos más generales e importantes (como, por ejemplo,
119
la ser feliz).
Por lo tanto, los fracasos o éxitos en la persecución de tus metas habrás
de valorarlos de acuerdo con la importancia del objetivo: si no consigues
z
aprender informática o hacer ese viaje tan soñado es lógico que no te sientas
Vá
re
muy contento; pero, a pesar de todo, debes tener presente que para ti es más
importante ser feliz que hacer un viaje. Piensa: ¡no he conseguido lo que
ns
o
quería!, pero intentaré ser feliz de todas formas. Debes dar prioridad a tus
objetivos más importantes: felicidad, superación, mantener unas relaciones
.A
lo
satisfactorias con los que te rodean, etc.
.A
En otras ocasiones te puedes plantear objetivos muy atractivos, pero de
M
difícil consecución. También puede ocurrir que te dejes llevar por tu
perfeccionismo y te empeñes en una consecución perfecta de tu objetivo: ¡este
ta
l.
objetivo (hacer una obra en tu casa, por ejemplo) ya lo he conseguido!, pero...
Vi
¡Quiero que esté mejor!....y ahora que lo he perfeccionado ¡quiero que esté
aún mejor!....., incluso después de haber alcanzado una gran perfección ¡creo
ud
que todavía puede mejorar aún más!, etc. Más vale plantearse varias metas de
ct
it
poca entidad y centrarse en ellas que el malgastar tu tiempo y esfuerzo en
conseguir objetivos perfectos o imposibles a no ser que en su persecución
Tu
A
disfrutes mucho.
Has de conjugar tu deseo de superación con el rechazo al perfeccionismo.
Intenta superarte, pero acepta los errores teniendo siempre presente que tus
objetivos pueden no cumplirse (no hay perfección): has de reconocer que eres
limitado,
como todo el mundo, y que, por lo tanto, hay objetivos
120
inconquistables. Huye de la necesidad de perfección o de hacer siempre bien
las cosas. Desea ser mejor, pero no hagas de ello una necesidad. Perfecciónate
en tu aspecto interior, pero siempre aceptando que nunca serás perfecto por
mucho que te empeñes. El límite a tu deseo de superación está precisamente
Vá
re
z
ahí: Has de intentar mejorar, pero sólo hasta el punto en que tus esfuerzos se
vean compensados por tu satisfacción al superarte. Si tu esfuerzo es
demasiado grande y la frustración por no conseguir ser tal y como tú deseas
ns
o
supone un obstáculo para tu felicidad habrá llegado el momento de buscar otro
objetivo más satisfactorio. En primer lugar has de aceptarte tal y como eres, y
.A
lo
sólo a partir de ahí intentar superarte. Recuerda esta frase: ¡me acepto tal y
.A
como soy, pero me gustaría mejorar!.
M
Intenta conseguir tus objetivos, pero si no los consigues, ¡no pasa nada!,
ta
l.
te buscas otros y ¡listo!.
Vi
Cuanto menos ambicioso seas y más fáciles resulten los objetivos que te
plantees más satisfacciones encontrarás. Una vez conseguidos esos objetivos
ud
más fáciles, habrás ganado confianza suficiente para afrontar con más
PASADO
Tu
A
ct
it
garantías de éxito otros más difíciles.
El ser humano, como el resto de los animales, tiene capacidad para
recordar y aprender a través de una facultad que llamamos memoria. Si no
tuviésemos esa facultad de recordar no tendríamos conciencia del pasado y
121
carecería de importancia práctica para nosotros. Sin embargo, el hombre
necesita aprender para sobrevivir y los diferentes acontecimientos se van
quedando grabados en su cerebro y cuando se produce un evento similar
reaccionará conforme al aprendizaje obtenido a través de su anterior
Vá
re
z
experiencia. Así, cuando un individuo se ha visto obligado a afrontar un
acontecimiento negativo reaccionará con miedo o negativamente cuando se
ns
o
enfrente posteriormente, a una situación análoga.
El pasado solo existe en tus recuerdos, tú puedes controlarlo y utilizarlo
lo
para obtener beneficio en forma de aprendizaje o de placer. Puedes recordar
.A
acontecimientos positivos del pasado y disfrutar con ellos, o puedes recordar
.A
sucesos tristes e intentar extraer determinadas conclusiones positivas de esas
M
malas experiencias. Lo que resulta totalmente inútil es regodearte con afán
l.
masoquista recordando esos sucesos tristes sólo para poder sentirte culpable y
ta
pagar con sufrimiento tus errores. Efectivamente, a veces cuando hacemos
Vi
algo que juzgamos mal tendemos a echárnoslo en cara y actuamos como si
ud
pretendiésemos infringirnos un castigo. Esta forma de autofrustración por
ct
it
medio de la culpa no es más que una forma exagerada de esa facultad descrita
que tiene el hombre de aprender de sus errores: cuando el ser humano u otro
sucedido
reteniendo
ese
recuerdo
con
más
o
menos
fuerza
en
Tu
lo
A
animal comete un error que le perjudica, instintivamente graba en su cerebro
correspondencia con la entidad del daño sufrido.
Si la persona juzga muy negativamente su error automáticamente estará
recordándolo (y sufriéndolo) una y otra vez para evitar cometerlo de nuevo.
Dicha actividad de aprendizaje es totalmente natural e incluso positiva; lo que
122
la convierte en dañina es nuestro juicio excesivamente negativo de la
importancia del hecho. Es nuestro desmesurado deseo perfeccionista lo que
nos conduce a valorar como muy negativos acontecimientos y errores que en
realidad no lo son tanto. Unas frases para contrarrestar esa culpabilización
Vá
re
z
excesiva podrían ser: actué mal, intentaré hacerlo bien la próxima vez, pero
ahora me esforzaré por ser feliz. Tuve un error, no soy perfecto, pero ¿es
ns
o
realmente tan importante lo sucedido?.
Otro efecto de una exagerada valoración de los sucesos del pasado es el
lo
miedo. Yo distingo dos tipos de miedo, uno estaría en la naturaleza del
.A
hombre desde el momento de nuestro nacimiento y se manifestaría tanto en el
.A
miedo a lo desconocido como en el miedo a sufrir daño físico, el otro sería
M
consecuencia del aprendizaje: cuando nos sucede algo negativo se queda
l.
grabado en nuestra memoria para que intentemos evitar su repetición futura.
ta
El miedo tiene, por tanto, su razón de ser y es, al igual que el aprendizaje del
Vi
error, un elemento natural y beneficioso; pero si sobrepasa lo lógico puede
ud
resultar un obstáculo para tu normal desenvolvimiento en la vida.
ct
it
Por último, cabe resaltar que la minusvaloración del pasado, de la cual
resultaría una repetición continuada de los mismos errores, es mucho menos
Tu
A
frecuente que la actitud sobrevalorativa descrita en este punto.
EL HOMBRE COMO ANIMAL SOCIAL: DESEO DE
ACEPTACIÓN POR EL GRUPO
123
El hombre como animal gregario busca el contacto con los demás, y
desea integrarse en el ambiente que le rodea y ser aceptado y querido por el
resto del grupo. Además, desea dar afecto y amor y también recibirlo y
compartirlo (lo cual no es óbice para que haya muchas personas incapaces de
Vá
re
z
ofrecer a los demás la más mínima demostración de cariño). Este deseo de
establecer lazos afectivos con quienes le rodean se manifiesta de forma muy
diferente de unas personas a otras como consecuencia de las diversas
ns
o
experiencias vitales que cada individuo haya tenido que afrontar a lo largo de
su vida; pero el deseo de ofrecer y recibir amor subyace de forma, a mi juicio
.A
lo
natural, en el ser humano.
.A
Cuando eres niño necesitas a los demás para sobrevivir y por lo tanto
M
buscas su aprobación y deseas ser querido. Habría, en consecuencia, dos
l.
buenas razones para que precisemos del cariño ajeno, una práctica y segura:
ta
necesitamos a los demás para sobrevivir. La otra razón más teórica, y de
Vi
momento no enteramente demostrada, podría ser de naturaleza genética.
ud
Según esta teoría en el proceso evolutivo tendrían más posibilidades de
ct
it
sobrevivir aquellos animales que reuniesen dos características: en primer lugar
sobrevivirían aquellas especies cuyos adultos amasen suficientemente a sus
A
crías sacrificándose por ellas (buscándoles alimento, defendiéndoles de los
Tu
agresores, etc.) y, en segundo lugar, también aumentarían las posibilidades de
subsistencia de aquellos animales cuyas crías buscasen de forma natural la
aprobación y el cariño de sus padres con lo que prestarían una mayor atención
al aprendizaje que de éstos recibieran.
Conforme te vas convirtiendo en una persona adulta tu necesidad de
124
aprobación ajena va disminuyendo de forma paulatina; pero, normalmente, te
encuentras ya tan inmerso en tu realidad social que te ves abocado, quieras o
no quieras, a relacionarte con las personas que te rodean. Por lo tanto, a no ser
que decidas irte a vivir a algún lugar apartado, te verás prácticamente obligado
Vá
re
z
a convivir con los demás individuos de tu especie y naturalmente desearás que
esa convivencia sea lo más armoniosa posible. Ese deseo de que “las cosas te
vayan bien” con el resto de seres humanos tendrá como consecuencia el deseo
ns
o
de ser aprobado y respetado por ellos. Además, te habrás acostumbrado desde
niño a desear la aprobación de tus padres, y como consecuencia de este hábito,
.A
lo
habrás incluido en tu escala de valores el deseo de ser querido por lo demás.
.A
En consecuencia, el deseo de aprobación resulta totalmente lógico e
M
incluso positivo. Efectivamente, no es malo desear ser aprobado por los
l.
demás, lo negativo es que este deseo se convierta en necesidad. Si llegas a ese
ta
grado de deseo de aprobación te sentirás muy frustrado si en un momento
Vi
determinado los demás no te muestran suficiente aprecio. Incluso puede
ud
ocurrir que te sientas insatisfecho con tu conducta a pesar de haber actuado
ct
it
siguiendo tus propios criterios sólo porque los demás no sean de esa misma
opinión.
A
Si sufres de un deseo exagerado de aprobación puedes llegar a sacrificar
Tu
tus propios deseos o llegar a comportarte de una forma con la que en realidad
no estás de acuerdo sólo para conseguir el aplauso ajeno. Tu personalidad se
desvía de ese “yo” que realmente eres, y te comportas no como eres, sino
como los demás quieren que seas. Te pondré algunos ejemplos: imagina que
estás en un partido de fútbol con tus amigos, los demás gritan al contrario,
125
insultan al arbitro, o se muestran agresivos hacia los aficionados del equipo
contrario, es posible que a ti no te guste comportarte así, pero es muy probable
que termines imitando sus acciones sólo para no sentirte excluido. Otros
ejemplos de deseo de aprobación lo puedes encontrar cuando alardeas de tus
Vá
re
z
conquistas amorosas ante personas de tu mismo sexo, cuando te ríes de esa
persona con la que todo el mundo se mete, cuando haces la pelota al jefe o al
profesor, cuando para conquistar a una chica o a un chico te muestras
ns
o
diferente a como eres, etc. En todos estos casos estás anteponiendo las ideas
de los demás o las normas sociales de tu grupo o la búsqueda de un beneficio
.A
lo
que seguramente no vas a conseguir, a tus propios principios y, por lo tanto,
.A
estás menospreciando lo que tú eres realmente.
M
Este parámetro es uno de los que más quebraderos de cabeza produce a la
l.
gente. Nuestras relaciones con los demás son a menudo difíciles, hay
ta
demasiada desconfianza, demasiada falsedad que dificultan la convivencia.
Vi
Somos de naturaleza egoísta como cualquier otro animal y buscamos nuestro
ud
beneficio. En nuestro afán perfeccionista queremos ser más fuertes que los que
ct
it
nos rodean y, además, pretendemos que se comporten como nosotros
deseamos. Luchamos por dominar a los demás y no ser dominados.
A
Competimos con ellos, queremos ser mejores y si no lo conseguimos
Tu
envidiamos al otro y nos alegramos de sus fracasos. Usamos de todo tipo de
armas en nuestras relaciones, sobre todo con los más cercanos: nos gusta
hacerles sentir culpables, nos burlamos de ellos para quedar por encima, nos
hacemos respetar con veladas amenazas, etc. Decimos ser sinceros y si nos
autoanalizamos fríamente nos damos cuenta que muchas veces no lo somos, y
126
es que sabemos que realmente no podemos ser totalmente sinceros porque
nadie lo es. Y ante todo este gris espectáculo que nos ofrece la realidad sólo
nos queda un remedio: aceptarlo. Si aceptarlo, aceptarlo porque el ser humano
es así y a nosotros nos va a ser imposible cambiarlo, hemos de aceptar nuestra
Vá
re
z
naturaleza, somos así y ¡basta!. Tenemos muchas cosas buenas, pero también
algunas malas. Hay gente buena, naturalmente, pero también hay personas
ns
o
malas, e incluso existen personas que en su maldad llegan a la enfermedad.
Pero el hecho de que a veces la gente no sea como nosotros queremos o
lo
que nos descubramos a nosotros mismos comportándonos de una forma que
.A
no nos gusta no debe suponer un obstáculo para que intentemos ser lo más
.A
felices posible, hemos de tener presente que ni el mundo, ni la gente, ni
M
nosotros somos perfectos y debemos aceptar esa realidad. Hagamos lo que
l.
esté en nuestra mano por mejorar el mundo que nos rodea, pero si dicho
ta
cambio no es posible no malgastemos nuestro esfuerzo, ni nos sintamos
Vi
frustrados: ¡hemos de intentar ser felices a pesar de todo!.
ud
Yo creo que si todos fuésemos más felices la gente sería mucho mejor de
ct
it
lo que es. Detrás de cada mala acción se esconde una frustración, detrás de
una persona que odia o que es mala se descubre alguien profundamente
A
infeliz, alguien que ha sufrido y se ha endurecido o alguien profundamente
Tu
equivocado. Las malas personas son las que más sufren, y las personas buenas
son las más felices porque están más satisfechas de sí mismas ya que se
comportan como creen que deben comportarse.
127
Vá
re
z
C a p í t ul o 4
.A
.A
lo
ns
o
Felicidad
M
En la escala de valores propuesta en el capítulo anterior aparecía la
l.
felicidad como uno de los parámetros más importantes. La vida y la
ta
satisfacción de tus necesidades físicas son presupuestos imprescindibles del
Vi
resto de tus parámetros y también lo son de la felicidad: sin vida no hay
ud
posibilidad ninguna de ser feliz. La realidad es el medio en el que se desarrolla
ct
it
nuestra vida y tenemos una capacidad limitada para variarla. Estos tres
parámetros están presentes en todo momento a lo largo de nuestra vida, ahora
A
bien, si lo que buscamos son objetivos hacia los cuales encauzarla estos
Tu
parámetros no nos resultaran útiles: estar vivo o satisfacer tus necesidades
físicas no constituyen por sí unas metas suficientemente ilusionantes. El
siguiente parámetro en nuestra escala era el de felicidad y ser feliz sí puede
cumplir esa función de elemento de referencia u objetivo hacia el cual dirigir
nuestra existencia.
128
Efectivamente, podemos elegir como objetivo fundamental ser feliz,
aunque sin descuidar la observancia del resto de nuestros parámetros. Aunque,
dicho sea de paso, normalmente el parámetro al que prestamos menos
atención por su complejidad es precisamente el deseo de felicidad razón por la
Vá
re
z
cual es dudoso que el hecho de prestarle una mayor atención implique un
peligro para nuestros demás valores. Dicho esto, el resto de nuestros
parámetros tendrían como función servir para la consecución de este objetivo
ns
o
principal que sería la felicidad.
del
concurso
de
uno
elementos
tales
mismo
la
y
como
libertad
la
autoestima,
necesaria
para
la
tal
.A
responsabilización
de
.A
precisa
lo
La felicidad es un complejo integrado por múltiples componentes ya que
M
responsabilización. Pero aun sin la intervención de cualquiera de esos
l.
elementos la felicidad siempre será el objetivo final mientras que dichos
ta
elementos constituyen el medio para conseguirla. Pongamos un ejemplo: si en
Vi
un momento determinado tu autoestima está por los suelos porque has
ud
fracasado en tu intento de ligarte a esa persona que te gusta siempre podrás
ct
it
echar mano a tu objetivo final de felicidad y decirte a ti mismo que, aunque
has fracasado en tu propósito no por ello eres un fracasado como persona
A
completa y que intentarás ser feliz de todas formas ya que esa felicidad es lo
Tu
más importante. Si tu objetivo principal es el de ser feliz debes intentar serlo
en el mayor grado posible dentro de lo que la situación te lo permita. Teniendo
como meta fundamental en tu vida la conquista de la felicidad todo lo que te
suceda después será menos importante para ti que dicha meta.
Tu arma fundamental en tu lucha para alcanzar la felicidad consiste en
129
obtener un elevado grado de control sobre tus propios pensamientos y
sentimientos, es decir: tu autoresponsabilización debe llevarte a controlar tus
pensamientos no permitiendo los frustrantes y desacertados y alentado los
positivos y realistas. Pero dicho control no debes tomarlo en el sentido de
Vá
re
z
mantenerte en una actitud estoica y flemática sin dejar emerger ningún tipo de
sentimiento, muy al contrario, el control al cual nos estamos refiriendo debe
ser tomado en el sentido de dirigir: debes ser tú mismo quien dirija tu vida y
ns
o
quien, en consecuencia, gobierne tus sentimientos y pensamientos. Utiliza tus
lo
pensamientos y sentimientos para lograr tus objetivos.
.A
El camino a seguir en tu conquista te lo mostrará tu escala de parámetros:
.A
a través de ella podrás distinguir cuando estás actuando erróneamente
M
anteponiendo, por ejemplo, la opinión ajena a la tuya propia, o cuando estás
l.
obstaculizando tu felicidad por un afán desmedido de conseguir dinero. Si
ta
sigues tu escala de parámetros, si haces lo que tú realmente crees que debes
ud
Vi
hacer, estarás satisfecho de ti mismo y, por lo tanto, tu autoestima aumentará.
ct
it
LOS ERRORES EN LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD:
A
En tus intentos por ser feliz puedes cometer varios errores, la mayoría de
Tu
ellos provocados por una valoración equivocada de los parámetros puestos en
juego:
a) Puedes pretender buscar la felicidad únicamente a través de tus logros
sacrificando el disfrute del presente para concentrar tus fuerzas en la
130
consecución de otras metas. Sin embargo, aunque es positivo luchar por
conseguir tus objetivos no debes dejar de lado el disfrute del momento
presente: lucharemos por conseguir nuestras metas sólo hasta el punto en el
cual el sacrificio acumulado de momentos presentes no sea mayor que el
Vá
re
z
posible goce reportado por nuestro éxito. Es decir, no debemos sacrificar
nuestro goce actual (saliendo a tomar algo o simplemente descansando) por la
posibilidad de conseguir esa meta futura (por ejemplo: trabajar para comprar
ns
o
un coche) si en un momento determinado nos percatamos de que estamos
sacrificando todo nuestro tiempo por ese logro. Esta actuación errónea se
.A
lo
explica porque tenemos la tendencia de menospreciar el disfrute de un espacio
.A
temporal tan corto como es el momento presente al compararlo con la
M
consecución de una meta en apariencia más importante. El problema consiste
en que podemos terminar despreciando demasiados momentos presentes y, al
ta
l.
hacerlo, también estaremos sacrificando muchas posibilidades de felicidad, ya
Vi
que ser feliz consiste, precisamente, en la suma de todos los momentos
presentes felices. Por tanto, al calibrar nuestra decisión de esforzarnos por
ud
conseguir nuestras metas hemos de evaluar también los momentos presentes
ct
it
que llevamos sacrificados. Es posible que haya llegado el momento de
A
tomarse un respiro y de disfrutar.
Tu
b) Búsqueda de un ideal de felicidad. Deseas ser lo más feliz posible y
cuando te das cuenta de que no eres tan feliz como imaginabas, te sientes mal.
Piensas que ser feliz consiste en estar siempre alegre y olvidas que la felicidad
también puede manifestarse de formas más relajadas. Limitas de esa manera
tus formas de gozo y sólo te sientes satisfecho de cómo marcha tu vida cuando
131
llegan esos momentos explosivos. Por lo tanto, si surge un momento de
suprema alegría debes aprovechar y disfrutarlo al máximo, pero no debes
buscar siempre ese estado, y ni mucho menos forzarlo. Hay mucha gente que
vive en una eterna vorágine pretendiendo vivir la vida “a tope” como ellos
Vá
re
z
dicen. Sin embargo, muchas veces esta forma de actuar no es auténtica sino
forzada y, en el fondo, no lo pasan tan bien como aseguran. Fuerzan esos
estados de exaltación a través de juergas, fiestas, discotecas y, a menudo,
ns
o
alcohol. Estas actividades son indudablemente placenteras, pero en exceso su
excesiva repetición las convierte en aburridas y, a menudo, esconden un
.A
lo
recóndito deseo de evasión de la realidad. Efectivamente, hay personas que en
.A
su afán por pasarlo bien y ser felices intentan olvidar sus problemas o tratan de
M
obtener placer utilizando como medio únicamente este tipo de actividades.
Simplemente, se intentan convencer a sí mismos de lo bien que se lo están
ta
l.
pasando y, por lo tanto, se autoengañan. Y es que una cosa es intentar
Vi
persuadirte a ti mismo de que la vida está para disfrutarla, cuestión
indudablemente cierta, y otra es que intentes autoconvencerte de cosas
(por
ejemplo
ud
inciertas
induciéndote
a
creer
que
lo
estás
pasando
ct
it
estupendamente cuando en realidad te sientes vacío).
A
Otra manifestación de esta forma perfeccionista de entender la felicidad
Tu
consiste en tener la convicción de que puedes ser feliz en todo momento. Por
eso, si por cualquier circunstancia no eres feliz en un momento dado, te
puedes sentir doblemente frustrado: primero por el suceso negativo en sí
mismo considerado y luego por el simple hecho de ser infeliz. Piensas: ¡ahora
estoy triste y, por lo tanto, soy una persona desgraciada e infeliz!. Como
132
dijimos anteriormente la felicidad es un estado psicológico a largo plazo (la
suma
de
múltiples
momentos
presentes
felices)
y
en
consecuencia
perfectamente compatible con momentos de profunda infelicidad y tristeza.
z
c) Puedes imponerte el objetivo de mejorar constantemente para
Vá
re
conseguir ser ese “yo” que deseas. Intentas controlar más tu vida y seguir tus
propios parámetros, luchas por disfrutar más el momento, quieres tener unas
ns
o
mejores relaciones con los demás, deseas realizar tus objetivos y conseguir
esos objetos que anhelas, te esfuerzas por comportarte como esa persona
lo
fuerte y abierta que aspiras ser. Y, sin embargo, a menudo, no consigues esas
.A
mejoras tan deseadas y descubres que el camino es largo y que debes
.A
esforzarte mucho para ser como quieres. Y es que tus ideas perfeccionistas te
M
llevan a un estado de continua vorágine de crecimiento personal. Pero, la
l.
realidad dicta su ley y te demuestra que el mundo es como es: en el no hay
ta
perfección que valga, en la realidad no hay personas perfectas sino que
Vi
continuamente se cometen errores, en la vida real las personas cambian muy
ud
lentamente y con mucho esfuerzo. A veces lo pasarás mal y serás infeliz,
ct
it
tendrás que hacer cosas que no te gustan para evitar ser más infeliz aún o
sufrir algún daño.
A
Debes aceptar esta realidad que te rodea, debes convencerte de que no vas
Tu
a ser nunca tal y como quieres, debes saber que vas a cometer muchos errores
en tu vida y debes aceptarte a ti mismo y al mundo tal y como son, y si no lo
haces, la vida te ira golpeando hasta que aprendas a adaptarte a ella. Pero no
por ello has de dejar de luchar por mejorar como persona pues esa mejora
redundará sin dura en una mayor felicidad: debes intentar mejorar, pero sin
133
que tu esfuerzo supere el beneficio en felicidad que puedas obtener. Debes
intentar crecer, pero teniendo siempre presente la imposibilidad de alcanzar la
perfección.
z
Si te suceden cosas negativas o si tienes pensamientos negativos debes
Vá
re
aceptarlos: muchas veces el pensamiento negativo es el correcto, el real, y de
nada te sirve engañarte a ti mismo diciéndote que todo es maravilloso si no lo
ns
o
es. Debes afrontar los defectos del mundo y los tuyos propios de una forma
nueva: debes hacerlos frente con una aptitud de aceptación del planeta en el
lo
que vives. ¿Y si hay cosas que no te gustan? ¡pues intenta cambiarlas!,
.A
esfuérzate en ello y, seguramente, disfrutarás al intentarlo; pero recuerda que
.A
por un lado hay cosas casi imposibles de cambiar y, por lo tanto, el fracaso es
M
una posibilidad muy digna de tener en cuenta, y que por el otro puede llegar
ta
l.
un momento en que tu esfuerzo deje de merecer la pena.
ud
Vi
FELICIDAD Y DESEO DE CAMBIO:
ct
it
Efectivamente, hay aspectos de tu persona muy difíciles de cambiar y, en
consecuencia, debes aceptarlos como son y desistir de cambiarlos. Por
A
ejemplo: si tienes un aspecto físico determinado y es imposible cambiarlo ¿de
Tu
qué te sirve darle vueltas?, de nada, naturalmente. Sin embargo, hay otras
muchas cuestiones en la cuales tu esfuerzo de cambio sí puede merecer la
pena:
a) En lo que se refiere a ti mismo puede ser conveniente modificar tu
134
forma de actuar y pensar para que se adapten mejor a tu escala de
parámetros; es decir: para que tus acciones y pensamientos se ajusten
lo más posible a lo que tú realmente quieres. También pueden existir
otros aspectos en el plano físico que precisen ese esfuerzo de cambio,
Vá
re
z
ya sea por motivos de salud o por motivos simplemente estéticos. En
todo caso las razones para intentar cambiar has de encontrarlas en tu
interior no en lo que te digan los demás. La decisión te pertenece a ti y
ns
o
sólo a ti y esta decisión no debe verse condicionada por nada externo a
lo
ti.
.A
b) Tu capacidad de cambio estará mucho más limitada respecto a las
.A
personas que te rodean, en primer lugar porque ellas son las únicas
M
realmente dotadas del poder de decisión necesario para proponerse el
l.
cambio y esto es algo que tú debes respetar y, en segundo lugar,
ta
porque tu capacidad de influencia sobre los demás es de hecho
Vi
limitada, es decir: los demás no sólo tienen el derecho a decidir sobre
ud
sus vidas sino que, además, son ellos quienes tienen la verdadera
ct
it
capacidad de decisión, y si realmente no quieren cambiar tú poco
podrás hacer para convencerlos. Lo que sí puedes hacer es cambiar tu
A
actitud con respecto a tus relaciones con los demás y esperar a que
Tu
reflexionen e intenten cambiar por sí mismos. También puedes intentar
dialogar con ellos y llegar a acuerdos viables. Imagina, por ejemplo,
que últimamente tus relaciones con un hermano con el que has
discutido debido a algún malentendido se han deteriorado, está claro
que debes intentar mejorar esa relación haciéndole ver a tu hermano
135
que no hay una verdadera razón de peso para continuar enfadado.
Podrías utilizar el dialogo o simplemente un trato amistoso para
mejorar esta relación.
z
c) En cuanto a tu capacidad para cambiar la realidad que te rodea o el
Vá
re
mundo, la verdad es que resulta normalmente escasa. Sin embargo,
siempre hay aspectos de dicha realidad susceptibles de cambio y
ns
o
también puedes descubrir otras cuestiones en las cuales un esfuerzo
para su rectificación puede merecer la pena, aunque sólo sea por la
lo
satisfacción personal que puedas encontrar en haberlo intentado. Y en
.A
último término, si bien habrá materias que no podrás mejorar nunca
M
.A
por lo menos puedes intentar no empeorarlas.
Un síntoma de necesidad de cambio puede consistir en sentirte infeliz: si
cuál es la causa e intentar
ta
l.
te sientas mal o deprimido has de buscar
Vi
remediarlo. En el resto de los casos habrás de calibrar si te compensa el
ud
esfuerzo del cambio, como ya hemos apuntado.
ct
it
Antes de intentar cambiar algo debes empezar por aceptarlo tal y como es
en la actualidad. Después debes intentar cambiarlo, pero siempre aceptando la
A
posibilidad del fracaso. No permitas que debido a tu afán de superación tu
Tu
esfuerzo exceda el posible beneficio que obtengas con el cambio: en tu
empeño por mejorar, a veces, puedes llegar a pasarlo mal, a dedicar
demasiado tiempo o a sufrir desilusiones por tus lentos avances y puede llegar
un momento en que no te compense seguir intentándolo. Si lo que persigues
en tu anhelo de cambio es ser más feliz sería absurdo sacrificar tu felicidad
136
actual por una felicidad futura incierta.
¿QUÉ ES SER FELIZ?
Para mí ser feliz es estar el máximo tiempo posible de tu vida feliz. Es,
Vá
re
z
como ya hemos dicho anteriormente, un estado mental a largo plazo. Y
¿Cuándo eres feliz?, ¿qué te sucede cuando eres feliz?. Son muchos los
síntomas de la felicidad, pero esos síntomas exteriores ahora mismo no nos
ns
o
interesan sino que vamos a concentrar nuestra atención en las ideas e
lo
imágenes que surgen en nuestro cerebro cuando somos felices:
.A
Cuando somos felices, nuestros pensamientos son más positivos y se van
.A
encadenando unos con otros hasta el punto de afectarnos físicamente: nuestros
dependiente
de
nuestros
pensamientos.
Cuando
tenemos
l.
emocional
M
rasgos de la cara varían, sonreímos, etc. Por lo tanto, ser feliz es un estado
ta
pensamientos positivos encadenados nuestro cuerpo responde con reacciones
Vi
adecuadas a esos pensamientos y nos sentimos contentos, es decir: felices.
ud
Pero ¿en qué consisten esos pensamientos positivos y que les hace
ct
it
positivos?. Un pensamiento positivo es positivo porque incluye un elemento
valorativo: tú valoras la situación, lo que estás pensando y a ti mismo de forma
A
positiva y, por lo tanto, juzgas que el elemento valorado se adecua a lo que tú
Tu
crees bueno. En consecuencia, tú te sientes feliz si lo que juzgas se acomoda a
tu forma de ver el mundo, a lo que tú deseas ser, a lo que crees que los demás
deben ser.
Cuanto más te ajustes a tus propios parámetros, a tu forma de ver la vida,
137
mejor te aceptarás a ti mismo y más alta será tu propia valoración. Si en el
mundo suceden cosas que juzgas positivas valorarás mejor al mundo y
aumentará tu satisfacción por vivir en él. Si los demás se adecuan a esa
imagen idealizada que tienes en tu interior de “como deben ser” o comportarse
Vá
re
z
crecerá tu aprecio hacia a ellos y te proporcionarán una mayor felicidad. En
definitiva: cuanto más flexible seas mejor aceptarás las imperfecciones propias
ns
o
y ajenas y serás más feliz.
Por eso tus parámetros tienen una importancia tan grande: son los
lo
elementos con los que tú juzgas los sucesos. En resumidas cuentas: si tú tienes
.A
una filosofía de la vida positiva estarás más preparado para ser feliz que si la
M
.A
tienes negativa.
Por otro lado, si tienes un cierto dominio de tus pensamientos y una
ta
l.
importante posibilidad de que ese dominio pueda ser mayor con la práctica,
Vi
¿hacia dónde dirigir tus pensamientos?, ¿qué hacer para ser feliz?
ud
1.-Por un lado tus parámetros pueden descubrirte los pensamientos
ct
it
equivocados: serán equivocados aquellos pensamientos que supongan una
menor valoración de un parámetro superior con respecto a otro de menor
A
importancia tomando como referencia tu propia escala de valores. Así, si la
Tu
realidad (parámetro superior) te demuestra continuamente que la perfección
no existe de poco te servirá que desees esa perfección (deseo de perfección:
parámetro inferior) y por lo tanto, todo pensamiento perfeccionista se verá
matizado por la realidad: por ejemplo: si tu comportamiento normal es de
persona tímida y meditas un poco sobre tu conducta seguramente advertirás
138
que no siempre te comportas como tal. La realidad te demuestra que dicha
timidez sólo la sufres con respecto de ciertas situaciones o personas (no con
tus padres, por ejemplo) y, por lo tanto, los siguientes pensamientos resultan
absolutamente incorrectos: me he comportado con timidez, ¡siempre seré
Vá
re
z
tímido!. Y, sin embargo, a pesar de lo erróneo de esa forma de pensar la
persona tímida razona a menudo de la forma descrita y, sin pretenderlo, se
hace daño a sí mismo utilizando, además, una mentira. ¡A veces quieres ser
ns
o
tan perfecto que no te das cuenta de la realidad!.
lo
Por otro lado, también puede ocurrir que tus parámetros personales estén
.A
equivocados y que no se adapten bien a la realidad que te rodea: quizás
.A
valoras más la opinión de los demás que la tuya propia porque desconfías de
M
tu propia capacidad para dirigir tu vida, y, sin embargo, esa es una postura
l.
totalmente incorrecta ya que tú eres la persona que mejor conoce tus anhelos y
ta
debes ser tú y sólo tú quien tome tus propias decisiones. Es decir, si meditas
Vi
con un poco de detenimiento sobre ciertos aspectos de tu vida observarás
ud
como, a veces, puedes estar equivocado en tus valoraciones lo cual demuestra
ct
it
la importancia de recapacitar sobre tu escala de parámetros. Veamos un
ejemplo: si en tu interior juzgas como más importante tu familia que tu trabajo
A
y observas que en un momento determinado la has dejado de lado a causa de
Tu
tus preocupaciones laborales deberías actuar en consecuencia.
2- Aparte de tratar de eliminar razonamientos equivocados de tus
procesos de pensamiento, puedes tratar de autoconvencerte de cosas positivas,
pero siempre reales. Es más, cuando elimines un pensamiento negativo sería
deseable que en su lugar lo sustituyeses por un pensamiento positivo y
139
racional.
3- También puede ser muy beneficioso, y divertido, que utilices tu
imaginación para evadirte de actividades demasiado rutinarias. Sin embargo,
z
al fantasear debes tener en cuenta dos limitaciones: en primer lugar debes ser
Vá
re
consciente en todo momento de que lo que imaginas no es real. De hecho,
sería más conveniente que intentases llevarlo a la práctica en lugar de
ns
o
imaginarlo (siempre que fuese algo posible, claro). En segundo lugar, debes
impedir que esta actividad imaginativa te distraiga de tal modo que no seas
lo
capaz de realizar con la debida eficacia la actividad en la cual estés
.A
.A
trabajando.
M
4- Si quieres que el mundo o los demás o tú mismo te parezcan más
maravillosos de lo que ya de por si son, puedes intentar mejorarlos.
ta
l.
Naturalmente tus parámetros te servirán de guía para saber hacia dónde dirigir
Vi
tus esfuerzos.
ud
5- Está claro que si quieres ser feliz las situaciones que vivas deben ser
ct
it
adecuadas para que lo seas. Debes procurarte actividades que te hagan sentir
feliz. Es conveniente que confecciones un listado de esas actividades y que las
A
realices todo lo que puedas. Yo te procuraré, al final del presente capítulo, una
Tu
lista con algunas de ellas, pero tú deberías elaborar la propia. Confía en tus
gustos personales, deja que tu “yo” se exprese espontáneamente. La clave es
darte gusto siempre que el placer obtenido no suponga una superior renuncia
en cuanto a felicidad futura: es decir, que si por hacer algo que te gusta vas a
dejar de hacer otra cosa más productiva para tu futuro y que te puede suponer
140
una mayor felicidad sin duda será preferible dedicarse a esa segunda actividad,
a pesar de ser menos placentera en el momento presente. Sin embargo, en caso
de duda: ¡haz lo que realmente te guste!.
z
6- Como dijimos anteriormente el pasado tiene tan sólo una importancia
Vá
re
relativa y el presente es un espacio temporal tan pequeño que no resulta
suficiente para extraer de él todo el disfrute que sería deseable. El futuro no
ns
o
existe todavía, pero existirá y es conveniente asegurarse de que ese futuro sea
lo más feliz posible, eso sí, intentando no sacrificar demasiado el presente. En
lo
consecuencia: debes intentar planificar tu futuro encaminándote hacia metas u
.A
objetivos que te ilusionen. Intenta sacar el máximo partido posible a esas
.A
ilusiones. Utilízalas para motivarte y disfruta imaginando cómo será ese
M
camino hacia el éxito de tu empresa. Sin embargo, debes tener presente la
l.
posibilidad de no conseguir esas metas, acepta esa posibilidad y si fracasas
Vi
ta
busca nuevos objetivos que te aporten esa ilusión por vivir.
ct
it
ud
ACIVIDADES QUE TE HACEN SENTIR BIEN
Este listado abarca una serie de actividades normalmente placenteras,
A
pero su valor es simplemente orientativo, sería conveniente, como ya dijimos,
Tu
que confeccionases tu propio catálogo de dichas actividades.
-
Bailar, cantar, ir a la discoteca, salir de copas, conocer gente nueva,
ir a fiestas y otras actividades que impliquen gran jolgorio y diversión.
-
Contar chistes, bromear, hacer parodias.
141
-
Juegos de todo tipo: como, por ejemplo, juegos de mesa: (naipes,
Monopoly, ajedrez, Oca, parchís etc.), juegos de construcción
(maquetas, puzzles, mecanos, trenes, castillos, etc.), también juegos de
ordenadores y otros juegos recreativos (billar, futbolín, etc.). Incluso
Vá
re
z
los juegos más propios de los niños pueden resultarte muy divertidos
sea cual sea tu edad (escondite, gallinita ciega, pañuelo, comba, etc.).
Deportes: fútbol, béisbol, natación, piragüismo, montañismo, etc.
-
Sexo en sus diversas variantes.
-
Relajarte, tomar un baño, descansar en tu sillón preferido, recibir un
.A
lo
ns
o
-
.A
masaje, pasear. No todas las actividades agradables consisten en
necesitamos
estar
tranquilos
y
podemos
disfrutar
de
l.
también
M
grandes juergas o en reírse hasta caerse al suelo sino que a veces
-
Vi
ta
entretenimientos más apacibles.
Actividades contemplativas: contemplar una puesta de sol, admirar un
-
ct
it
ud
cuadro, etc.
Disfrutar de la naturaleza: realizar excursiones, viajar, tomar el sol,
Tu
A
coleccionar mariposas, cazar o pescar, etc.
-
Tener animales domésticos y disfrutar con su cuidado y compañía.
-
Trabajo creativo. Y si tu trabajo no es creativo intenta mejorar tu
actitud hacia él para tratar de hacerlo más creativo y soportable.
142
-
Ver la televisión, ir al teatro, a la opera, al cine, escuchar música, ver
deportes, acudir a espectáculos públicos, etc.
Hacer teatro aficionado, rodar películas.
-
Visitar a tus amigos o a personas a las que quieres.
-
Ayudar a la gente, realizar tareas humanitarias.
-
Reparar cosas en casa, realizar chapucillas en el coche, arreglar
Vá
re
ns
o
lo
aparatos electrónicos, restaurar muebles.
z
-
Manualidades, jardinería, cocina, hobbies.
-
Coleccionismo.
-
Escribir, pintar, esculpir, hacer calceta u otras actividades creativas
l.
M
.A
.A
-
Tomar alimentos o bebidas que te gustan (comidas humeantes, bebidas
ud
-
Vi
ta
en las cuales puedas dar rienda suelta a tu imaginación.
Ir de compras, ver tiendas.
A
-
ct
it
exóticas, etc.).
Tu
.
143
Tu
ud
ct
it
A
l.
ta
Vi
ns
o
lo
.A
.A
M
Vá
re
z
z
Vá
re
ACTITUDES
ns
o
2ª PARTE:
Tu
A
ct
it
ud
Vi
ta
l.
M
.A
.A
lo
AUTOFRUSTRANTES
Tu
ud
ct
it
A
l.
ta
Vi
ns
o
lo
.A
.A
M
Vá
re
z
C a p í t ul o 5
ns
o
Vá
re
z
Baja autoestima: autoaceptación.
.A
.A
lo
¿QUÉ ES AUTOESTIMA?
M
Poseer autoestima implica tanto amarse como estar satisfecho de uno
l.
mismo. La autoestima es un problema de valoración: tú te valoras
ta
positivamente o negativamente y como consecuencia de esta valoración te
Vi
calificas también positiva o negativamente: yo soy maravilloso o yo no soy
una persona afortunada. En esta valoración, como en cualquier otra, utilizas
ud
como referencia tus propios parámetros: si la belleza constituye para ti un
ct
it
aspecto muy importante de la persona te valoraras a ti mismo de forma
positiva o negativa dependiendo, en buena medida, de cómo te consideres en
A
el plano físico (si te ves guapo, feo o simplemente medio) y dando más
Tu
importancia a ese aspecto que a otros como, por ejemplo, tu capacidad para el
deporte.
AUTOVALORACIÓN PERFECCIONISMO Y OTROS
PARÁMETROS
El poseer un bajo nivel de autoaceptación, el tener una negativa imagen
de uno mismo en demasiados aspectos de nuestra vida o el hecho de no
mostrarte muy seguro de ti mismo son aspectos de tu personalidad
generalmente derivados de pensamientos perfeccionistas del tipo “yo debo ser
Vá
re
z
así”, “yo debo hacer esto o aquello”, es decir, emanan de una imagen
demasiado rígida de lo que debes o no debes hacer. El deseo excesivo de
perfección puede conducirte, en primer lugar, a presionarte a ti mismo en
ns
o
demasía para hacer las cosas bien sacrificando más de lo que vas a conseguir.
En segundo lugar puede provocar un estado de ansiedad y estrés; esta
.A
lo
situación acontece sobre todo a ciertas personas que se dejan llevar por la
.A
vorágine del éxito. En tercer lugar es posible que si no eres capaz de conseguir
M
lo que pretendes te valores demasiado negativamente: tu autoestima saldrá
perjudicada al no cumplir ese objetivo que te sientes obligado a alcanzar. Y,
ta
l.
por último, cabe destacar la posibilidad de que cuando consigas el éxito no
Vi
seas capaz de valorarlo suficientemente por estimarlo, simplemente, como el
cumplimiento de un deber (en lugar de alegrarte y felicitarte a ti mismo por el
ct
it
ud
éxito pensarías que sólo has hecho lo que debías).
Otro parámetro bastante relacionado con la falta de autoestima es el deseo
A
de aprobación ajena: si la valoración que tienen los demás de nosotros es
Tu
negativa y estimamos en demasía dicha valoración podemos terminar
opinando lo mismo que ellos, incluso, aunque hayamos actuado correctamente
desde nuestro propio punto de vista. En tal caso, por un lado estaríamos
delegando en los demás tomar las decisiones que sólo a nosotros corresponden
y, por otro, renunciaríamos a nuestros propios criterios por los ajenos, ¡y todo
148
ello a causa de nuestra inseguridad!.
Sin embargo, como ya hemos expuesto en los capítulos precedentes,
nuestra valoración del momento presente no depende tanto de tu escala de
z
parámetros como de lo que estés pensando o sintiendo en ese mismo instante.
Vá
re
Por lo tanto, nuestra autovaloración en un momento determinado se manifiesta
por medio de nuestros pensamientos a la hora de juzgar los diferentes
ns
o
acontecimientos en los que nos vemos envueltos. En consecuencia, nos
valoraremos a nosotros mismos de forma positiva o negativa dependiendo de
lo
nuestro estado de ánimo y del sentido que en ese momento estén tomando
.A
nuestros pensamientos, , pudiendo coincidir o no dicha valoración con la que
.A
pudiéramos haber obtenido atendiendo a nuestra verdadera escala de
M
parámetros. Por ejemplo: a veces puedes valorar mucho el dinero y, sin
l.
embargo, en otras ocasiones lo valoras menos dependiendo, por ejemplo, de si
ta
has cobrado el sueldo hace sólo unos días o de si ya estás a fin de mes y te ves
des
al
dinero
(escala
de
parámetros).
En
resumen:
los
ud
realmente
Vi
acuciado por las deudas, todo ello con independencia del valor que tú
ct
it
acontecimientos anteriores al suceso y los pensamientos y estado de ánimo
precedentes al mismo determinan en gran medida tu valoración del presente.
A
Si nuestro comportamiento fuese constantemente racional daríamos
Tu
siempre el mismo valor al dinero y utilizaríamos para dicha valoración nuestra
propia escala de valores, pero en realidad las cosas no funcionan de esa
manera. Al formar los pensamientos cadenas en las cuales unos son
consecuencia de los otros y no de procesos razonados, pueden ocurrir todo
tipo de errores de valoración. Dos posibles causas para que no utilicemos una
149
valoración adecuada lo integrarían, por un lado, la existencia de hábitos
equivocados de pensamiento y, por otro, la de recuerdos erróneos. El siguiente
ejemplo te aclarará lo descrito: en un momento determinado recuerdas lo mal
que lo pasaste en cierta ocasión en la que dilapidaste tu dinero en una compra
Vá
re
z
absurda que luego no utilizaste y al recordarlo te inhibes de comprar en el
presente esa cosa que tanto te gustaría tener. Quizás pasados unos días te
arrepientas de no haberlo comprado. Como puedes observar, es bastante
ns
o
probable que en muchas ocasiones no hagas las cosas como realmente te
gustaría hacerlas: si una persona está habituada a comportarte tímidamente,
.A
lo
por mucho que ella en su interior sienta la necesidad de, por ejemplo, hablar
.A
con su jefe para pedirle un aumento le costará mucho hacerlo y al final
M
terminará dejando correr el tiempo sin decidirse dejando pasar la ocasión más
adecuada. El resultado de no comportarte como crees interiormente que debes
ta
l.
hacerlo es una disminución en tu autovaloración.
Vi
Como corolario podemos concluir que cuanto más se aproxime tu
ud
comportamiento al dictado de tus parámetros más te valoraras a ti mismo.
ct
it
¡Guiaté por tus propios criterios a la hora de tomar decisiones y a la hora de
juzgar los acontecimientos!. Si tienes claro qué es lo que realmente quieres, si
A
sabes qué cosas tienen realmente valor para ti, si en suma, tienes una escala de
Tu
parámetros bien definida, sabrás mejor lo que debes hacer en cada momento y
cometerás menos errores a la hora de actuar y, en consecuencia, te
comportarás como tú realmente crees bueno.
Sin embargo, en tu camino hacia un mayor grado de autoaceptación
seguramente vas a encontrar un importante obstáculo en el perfeccionismo.
150
Efectivamente puede suceder que al tener tan presente tu escala de
parámetros, y al tener más claro cómo debes de comportarte seas aún más
duro contigo mismo ante los errores. Por eso, has de tener claro que lo más
importante en tu vida es ser feliz y que tu parámetro perfeccionista es mucho
Vá
re
z
menos importante. El pensamiento correcto sería: he cometido un error, lo he
hecho mal, pero a pesar de todo me quiero e intentaré ser feliz de todas
ns
o
formas.
Tener presentes tus parámetros implica tener presente tu imperfección y
lo
que vas a cometer muchos errores a lo largo de tu vida. Es más, si tomamos la
.A
palabra errar en su sentido de no hacer las cosas perfectas descubriremos que
.A
errar es precisamente lo normal ya que, en efecto, lo más habitual es hacer las
M
cosas de una forma mediocre, es decir: normalmente no actuamos ni
l.
totalmente bien ni totalmente mal. Por esa razón, si haces las cosas sólo
ta
“medio bien” no tienes por qué estar descontento contigo mismo: habrás
Vi
hecho lo normal ¡habrá sido un triunfo!.
ud
No es bueno imponerse metas demasiado elevadas para uno mismo. No
ct
it
quieras ser demasiado perfecto, ni excesivamente maravilloso, ni ser superior
a los demás. Esa excesiva exigencia podría requerir de tu parte un esfuerzo
A
mucho mayor que el beneficio que pudieras obtener. Además, ese excesivo
Tu
nivel de exigencia puede generar estados de ansiedad y de estrés que a su vez
te podrían impedir afrontar tus metas con el estado mental apropiado. Es decir:
puede
llegar
un momento en el que
tu excesiva
precisamente la razón de que al final consigas menos.
151
autoexigencia
sea
Tener autoestima es fundamental para ser feliz. Sólo si te estimas, si te
quieres a ti mismo, te creerás merecedor de felicidad. Debes aceptar tus
imperfecciones y quererte a pesar de no ser perfecto. Asume que no vas a
comportarte siempre como deberías hacerlo. Elimina el perfeccionismo de tu
Vá
re
z
vida ya que el perfeccionismo es el mayor enemigo de la autoestima. Intenta
hacer las cosas bien, intenta mejorar, pero ten siempre presente la posibilidad
del fracaso y acéptalo cuando se presente. No olvides que tener defectos no
ns
o
implica que tú seas defectuoso como persona completa: tú eres un todo, no
sólo alguna de tus partes. Tú mereces ser feliz a pesar de todo, mereces darte
.A
lo
gustos, ¡mereces disfrutar de esas cosas que te producen placer!.
.A
Ni la solución a nuestras imperfecciones ni la vía para alcanzar el éxito
M
consisten en intentar convencernos a nosotros mismos de que somos un
l.
prodigio, ni en persuadirnos de que todo lo hacemos bien, ni tampoco en creer
ta
que vamos a conseguir grandes cosas y que vamos a ser unos triunfadores.
Vi
Realmente no hacemos, ni mucho menos, todas las cosas bien ni sabemos si
ud
vamos a “ser alguien en la vida” y si nos intentamos convencer a nosotros
ct
it
mismos de estas cuestiones solamente estaremos recurriendo a una forma
soterrada de autoengaño. Resulta mucho más racional el pensamiento
A
siguiente: este soy yo con mis cosas buenas y mis cosas malas, con mis
Tu
virtudes y mis defectos ¡y me acepto y me quiero tal como soy!. Acepto mi
cuerpo, mi forma de ser, ¡yo soy un ser completo y me acepto en esa
totalidad!. Y una vez que te aceptes a ti mismo, y sólo después de hacerlo,
estarás preparado para intentar mejorar. Y si no consigues mejorar pues
acéptate de todas formas.
152
Apenas habrá límites para ti si te quieres y crees suficientemente en ti
mismo, recuerda esta frase: tú puedes si crees que puedes. No siempre es
cierta, pero puede serte muy útil para ayudarte a afrontar situaciones difíciles.
z
A veces, te puedes escudar en esa baja valoración para evitar afrontar
Vá
re
retos que pueden serte beneficiosos, pero que te producen gran inquietud. Para
eludir dichos desafíos es común utilizar autocalificaciones del tipo yo soy. Así,
ns
o
por ejemplo, puedes descubrirte a ti mismo pensando algo parecido a: ¡no
puedo hacerlo soy demasiado tímido!, ¡seguro que haré el ridículo si pido a
lo
esa persona que salga conmigo!. Muchas veces el hecho de afrontar estas
.A
situaciones que te crean inseguridad podrían resultarte muy provechoso y por
M
.A
culpa de tu miedo al fracaso no puedes obtener dicho beneficio.
Por otro lado, en tu autovaloración puede tener un papel fundamental la
ta
l.
opinión ajena. Si cuando eras niño te calificaban de una forma determinada al
Vi
no tener suficientemente afianzados unos criterios propios seguramente
aceptabas como ciertos los que los demás te inculcaban. Si tenemos en cuenta
ud
que normalmente lo padres suelen tender a reprender a los hijos calificándolos
ct
it
negativamente (eres malo, eso no se hace hijo, todo lo haces mal, haces sufrir
a tus padres, etc.) no es de extrañar que cuando somos mayores esas
A
calificaciones sigan ejerciendo una gran influencia en nuestra vida. Por otro
Tu
lado, incluso cuando ya eres adulto y, por lo tanto, bastante independiente
seguirás teniendo la necesidad, o mejor dicho el deseo, de ser aceptado por el
grupo, esto engendrará en tu interior la pretensión de que tu actuación sea
aprobada por las personas que te rodean: tus amigos, tu pareja, tu familia etc.
Como nunca vas a conseguir ser tan seguro de ti mismo como para que la
153
opinión ajena carezca de importancia, resultará que el hecho de contar o no
con el beneplácito de los demás afectará a la valoración que tengas de ti
mismo. Sin embargo, y a pesar de todo, debes tener presente que el verdadero
responsable de tu propia vida eres tú mismo, y no los demás. Eres una persona
Vá
re
z
libre y debes ser tú y sólo tú quien decida cómo encauzar tu vida. Tus
parámetros y, por lo tanto, tus propios criterios, son los más importantes: harás
ns
o
lo que tú creas bueno, no lo que los demás crean que debes hacer.
Hay otro aspecto en el que tu autoestima se ve influida por las personas
lo
que te rodean, este aspecto es la comparación con los demás. Te comparas con
.A
los demás intentando obtener una valoración más objetiva de ti mismo. La
.A
comparación con los demás es bastante común entre algunos adolescentes y
M
jóvenes que al encontrase en pleno proceso de cambio todavía no tienen
l.
demasiado claro ni quienes son, ni como desean ser, de ahí que muy a menudo
ta
busquen personas en la cuales fijarse para intentar parecerse a ellas. Buscan
Vi
ídolos a los cuales imitar y desean para sí mismos esas cualidades que tanto
ud
admiran en ellos. Otras veces intentarán buscar en otros ciertas respuestas:
ct
it
quizás no se conocen suficientemente a sí mismos o no saben la impresión que
causan a los demás o bien no tienen unos criterios sólidos a los que acudir, y
A
por eso pretenden extraer de los demás la información que a ellos les falta. En
Tu
los casos más agudos pueden pretender analizar cada gesto del otro para
deducir lo que está pensando de ellos (intentan leer su pensamiento). En su
afán por descubrir sus capacidades y de conocerse a si mismos, pueden
someterse a ciertas pruebas: se plantean un objetivo e intentan conquistarlo. El
reto será más importante si en su consecución superan a los demás
154
componentes de su grupo, obteniendo, de esa manera, una mayor valoración
por su parte.
Todas estas actitudes que, aunque propias de personas jóvenes, también
z
son frecuentes en adultos, suelen ocultar sentimientos de inseguridad (cuestión
Vá
re
ya comentada anteriormente) y su aspecto negativo no reside precisamente en
esa inseguridad, que en cierta manera puede ser incluso lógica, sino en la
ns
o
posibilidad de que suponga una valoración superior de la opinión ajena que de
la propia. Debes ser siempre consciente de que la última decisión respecto a
lo
cómo encauzar tu vida te pertenece a ti. Puedes aprender de los demás, pero
.A
debes tener presente que tú nunca vas a ser como esas personas a las cuales
.A
quieres imitar: tú eres distinto y debes guiarte por tus propios criterios. Si no
M
tienes claro hacia dónde dirigir tu vida medita sobre ello, pero no intentes vivir
ta
l.
vidas que no son la tuya.
ud
Vi
PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES:
ct
it
Tener siempre presente tu escala de parámetros es una cuestión
complicada, puedes intentar facilitar tu control sobre tus pensamientos
A
erróneos
identificándolos
de
antemano.
Si
sabemos
cuales
son
esos
Tu
pensamientos equivocados antes de que surjan podremos hacerlos frente de
una forma más eficaz que si los aceptamos sin más. Para saber si un
pensamiento es falso o cierto nos podemos basar en nuestra escala de
parámetros. Para facilitar el trabajo hemos confeccionado una serie de listados
con pensamientos que considero equivocados y los correspondientes acertados
155
con los cuales substituirlos para restar eficacia a los incorrectos. Si quieres,
puedes confeccionar tu propio repertorio de pensamientos acertados y utilizar
la siguiente lista como mera orientación.
indicativas:
te
muestran
tipos
ideales
de
pensamientos,
Vá
re
meramente
z
Por otro lado, tienes que tener en cuenta que las frases siguientes son
seguramente que en tu vida normal no van a presentarse tal y como nosotros te
ns
o
los mostramos sino que van a surgir con parecido significado o, incluso, a
veces, ni siquiera tomaran cuerpo como pensamientos materiales verbalizados
lo
sino que pasaran raudos por tu mente. Otras veces en tu cerebro no aparecerán
.A
pensamientos ni siquiera semejantes a los expuestos (por ejemplo: soy un
.A
desastre), pero te descubrirás actuando como si realmente los pensases (actúas
M
nervioso temiendo fracasar). Es, por lo tanto, el sentido de la frase lo que
l.
importa. Es la actitud errónea lo que interesa, por eso aparecen agrupadas
ta
frases que muestran un estado de ánimo similar, aunque también es cierto que
Vi
a veces la actitud que se desprende es leve: ¡vaya!, he metido la pata. Mientras
ud
que otras veces la actitud negativa que esconden es mucho más radical:
Tu
A
ct
it
¡siempre meto la pata!.
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
1- Yo he actuado mal. Lo he
1- No he actuado bien. La
hecho mal. ¡Vaya!, he metido la
próxima
pata.
mejor. Y si no lo consigo, me
Era
fácil
y
no
lo
he
156
vez
intentaré
hacerlo
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
esforzaré por ser feliz de todas
actuado como a mí me hubiese
formas. ¡Me quiero y me acepto tal
gustado.
como soy!.
todo-nada:
2- A veces me salen mal las
¡todo me sale mal!. Casi todo me
cosas, pero eso no significa que
sale mal, ¡todo lo hago mal!.
siempre me salgan mal. Si lo
¡Nada me sale bien!.
intento, seguro que me saldrán
ns
o
Pensamiento
lo
2-
Vá
re
z
conseguido. He fracasado. No he
.A
mejor, y si no lo consigo intentaré
Pensamiento
absolutista
la
pata.
Siempre
o
casi
ta
meto
l.
temporal: siempre o casi siempre
M
3-
.A
ser feliz de todas formas.
3- Últimamente no me salen
las cosas como deseo, pero no
tiene por qué ser siempre así.
Intentaré
me va a salir mal. Casi nunca me
mejor y si no lo consigo me
ud
Vi
siempre me sale mal esto. Siempre
ct
it
sale bien. ¡Nunca me saldrá bien!.
Nunca
aprenderé
Nunca
hacer
aprenderé
las
cosas
salgan
esforzaré en ser feliz de todas
formas.
a
A
ecuaciones.
a
que
Tu
nadar.
4- Autocalificación: soy malo
4- Yo me comporto a menudo
para las matemáticas. Soy bastante
así, pero no siempre lo hago.
torpe en esto. Soy incapaz de
Puedo
157
fracasar
y
no
por
ello
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
sentirme mal. Yo me valoro como
Soy demasiado tranquilo. No valgo
ser completo no como una sola de
para vendedor. No soy capaz de
mis partes. Me acepto como soy e
decírselo. Como he fracasado no
intentaré ser feliz de todas formas.
valgo para nada.
Yo soy como elijo ser, intentaré
Vá
re
z
hacerlo bien. Soy muy nervioso.
ns
o
ser como quiero ser y si no lo
pensamiento:
esta
persona
de
5- No sé lo que piensa esta
está
persona, me es imposible saberlo
.A
Adivinación
.A
5-
lo
consigo me aceptaré igualmente.
l.
cree que soy tonto. Éste lo que
con certeza, por tanto, actuaré
M
pensando que soy un inútil. Éste
ta
quiere es... Esta mirada significa
Inseguridad:
¿estoy
6- No sé si lo estoy haciendo
haciendo el ridículo?. ¿Lo estaré
bien. Lo haré porque creo que
ct
it
ud
6-
soy el verdadero responsable de mi
vida: haré lo que yo elija hacer.
Vi
que... Este gesto es porque...
siguiendo mis propios criterios. Yo
haciendo bien?.
debo hacerlo e intentaré hacerlo lo
A
mejor
posible
y
si
fracaso
lo
Tu
aceptaré e intentaré aprender para
la próxima.
7- No me gusto a mí mismo.
7- Hay cosas de mí mismo
No estoy satisfecho de mí mismo.
que no me gustan. Me pondré
158
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
¡No merezco nada!.
manos a la obra para intentar
cambiarlas; pero si no lo consigo
z
me aceptaré porque yo me juzgo
Vá
re
como ser completo y no como una
de mis partes.
Debo
es normal. ¡Soy un bicho raro!.
propios
de
actuar
criterios,
siguiendo
mis
aunque
sean
.A
Soy distinto. Él dice que lo mío no
ns
o
8- Todos somos diferentes.
lo
8- No soy como los demás.
.A
distintos. Intentaré cambiar lo que
M
no me guste; pero, aunque no lo
ta
l.
consiga, yo me acepto como ser
completo y me quiero.
9- Siempre va a haber gente
¡Nadie se preocupa por mí!. Nadie
que me quiera y siempre voy a
ud
Vi
9- Todo el mundo pasa de mí.
ct
it
me hace caso y, por lo tanto, es
encontrarte con gente que no me
quiera o a quien caiga mal. Yo soy
que nadie me quiere. Intentas tratar
el verdadero responsable de mi
A
que no sirvo para nada. Yo creo
Tu
bien a la gente y ellos te responden
mal.
vida y quien, realmente, debe estar
pendiente de mí mismo.
10- Tengo miedo a que me
10- Es mi criterio el que
rechacen. Si los demás no me
realmente importa. Haré lo que
159
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
elija
importancia.
verdadero responsable de mi vida
apetece
esto,
que
yo soy el
me
11- Me gusta esto y no veo un
gustaría comprarlo, pero es caro.
verdadero problema en comprarlo.
Me gustaría tomarlo, pero ¡bah!,
Lo quiero y me lo voy a comprar,
¡ya lo tomare otro día!. Tampoco
¡me lo merezco!.
Vá
re
Me
ya
ns
o
11-
hacer
z
valoran es que soy una persona sin
lo
lo deseo tanto.
12- Debo ser yo mismo. Debo
.A
12- ¡Me gustaría ser como él!.
intentaré imitar a esa otra persona
ta
l.
M
mejores que yo.
seguir mis propios criterios y sólo
.A
El o ella son maravillosos, son
en aquello en lo que se adapte a los
mismos. ¡Yo soy como soy y
ud
Vi
como tal me acepto!.
13- Hay partes de mi cuerpo
Tengo una nariz horrible. Todos
que me gustan y otras que no. Lo
dicen que soy muy desgarbado.
que no me gusta lo acepto y si es
A
ct
it
13- No me gusta mi cuerpo.
Tu
Ando como un pato. Estoy algo
barrigón.
posible lo intentaré cambiar, y si
no lo puedo cambiar me ocuparé
de ser feliz de todas formas.
14- Me da vergüenza ir a la
160
14- Acepto mi cuerpo tal y
ACTITUD EQUIVOCADA
piscina
o
vergüenza
la
que
se
rían
me
da
como es, y si no me gusta intentare
de
mi
mejorarlo,
gustaría
pero
si
resulta
llevar
imposible mejorar seré feliz de
pantalones, pero ¡tengo un culo tan
todas formas. Si quiero hacer algo
gordo!.
de lo cual voy a disfrutar ¡lo hago!
z
Me
playa,
Vá
re
cuerpo.
a
ACTITUD ACERTADA
ns
o
y la opinión ajena no me impedirá
me
gustaría,
Yo
soy
hacerlo?,
M
haz lo que elijas hacer. Seguro que
tú puedes si crees que puedes.
ta
l.
personalidad.
¿Qué es lo peor que puede pasar?.
Vi
Seguro que si fracasas no es el fin
ud
del mundo.
ct
it
16- ¿Seré capaz de hacerlo?.
¿Podré resolverlo?
16-
Sólo
lo
sabrás
si
lo
intentas. ¿Qué es lo peor que te
puede pasar?. Seguro que puedes
A
Tu
posible
¿quieres hacerlo?. Pues entonces
incapaz de hacerlo. No va con mi
17-
¿Es
.A
aunque
15-
.A
15- Yo no puedo hacer eso,
lo
que haga lo que elija hacer.
si crees que puedes.
Culpabilización:
he
17- No lo hice bien. Intentaré
metido la pata. El otro día lo hice
hacerlo
mal.
ocasión, y si no lo consigo seré
161
mejor
en
la
próxima
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
mal.
feliz de todas formas. Lo pasado,
18-
Tú
eres
una
persona
Vá
re
18- Como van a quererme a
z
pasado esta.
completa y no sólo tus partes
sin importancia. No soy guapo
negativas. Seguro que habrá gente
¿cómo van a sentirse atraídas esas
que valore lo bueno que tienes;
personas por mí?. Si me acerco a
¡búscala!. La única forma segura
ellos me rechazarán o se reirán de
de no conseguirlo es no intentarlo.
.A
lo
ns
o
mí los del otro sexo. Soy un tipo
l.
ella no soy nada. Necesito a esta
M
19- Falta esa persona y sin
.A
mí.
19- Esa persona es importante
para mí y me gusta estar con ella;
pero si algún día falta yo puedo
Y
seguir adelante y ser feliz de todas
¿qué
sin
esa
formas.
ud
persona?.
hago
Vi
ahora,
ta
persona. ¡Sin ella no puedo vivir!.
ct
it
A
solo
no
el
verdadero
20-
Yo
soy
el
verdadero
puedo!.
responsable de mí mismo. Debo de
Normalmente, es el otro quien lo
tener mis propias metas y luchar
hace y yo sólo le ayudo, ¿seré
por ellas. Si el otro puede es que es
capaz de hacerlo solo?
posible hacerlo. ¿Por qué no voy a
Tu
¡yo
soy
responsable de mi vida!.
20- Necesito a alguien que me
ayude,
¡Yo
poder hacerlo yo?. Si lo intento y
162
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
práctico para conseguirlo, seguro
lo lograré: ¡yo puedo si creo que
Vá
re
z
puedo!, ¡haré lo que elija hacer!.
21- Confío en mi valía. Le
a esa persona?. ¿Por qué hará eso
caigo bien porque tengo cosas
por mí?. ¿Qué habrá visto en mí?.
estupendas que pueden gustar a los
¿Qué buscará realmente?.
demás.
todas
formas,
lo
lo
De
ns
o
21- ¿Por qué le caeré tan bien
.A
importante es mi opinión. Actuaré
l.
valgo un real. Estoy enfermo y no
M
22- Siempre estoy malo, no
.A
como yo elija actuar.
ta
puedo ser feliz.
22- A veces estoy enfermo,
pero yo soy una persona completa
y me acepto como soy, intentaré
Vi
ser lo más feliz posible con lo que
ud
tengo.
23- ¿Quiero hacer eso?. ¿Me
puedo recibir daño y no soporto el
conviene hacerlo?. Entonces, ¡elijo
A
ct
it
23- No debo hacer eso porque
hacerlo!, ¿qué es lo peor que me
Tu
dolor.
puede pasar?. Yo puedo si creo
que puedo, y si fracaso intentaré
ser feliz de todas formas.
163
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
24- Esta persona me hace
24- Es lo que yo pienso de lo
daño. Me está haciendo infeliz.
que
me
está
haciendo
lo
que
Vá
re
z
realmente me causa dolor. Soy yo
el que permito que me hagan daño.
Yo controlo lo que pienso y siento.
ns
o
Soy yo el verdadero responsable
.A
importa.
más
guapo.
Soy
yo soy como elijo ser. Cada uno es
M
Soy
25- Esa persona es como es y
.A
25- Soy mejor o peor que esta
persona.
lo
de mi vida. Es mi opinión la que
responsable de su vida y de ella
ta
l.
mucho peor deportista que él.
debe ocuparse. Nadie es mejor que
Vi
otro.
26- Es deseable que haga eso.
hacer esto, debo conseguir aquello,
Es deseable que consiga aquello;
ct
it
ud
26- Debes y deberías: debo
¡debo comportarme así!.
pero si no lo consigo, me ocuparé
A
de otra cosa e intentaré ser feliz de
Tu
todas formas.
27-
Me
siento
triste
y
deprimido.
27- Me siento mal. ¿Tengo
una buena razón para sentirme
mal?.
164
Si
la
tuviese,
resultaría
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
lógico que me sintiese mal, y una
vez pasado un tiempo razonable
para
intentar
superar
mi
Vá
re
obra
z
tendría que ponerme manos a la
malestar y hacerme feliz a mí
28- Hay veces que me voy a
sentirme deprimido ni mal. No
sentir mal, o desgraciado. Me van
debo estar nervioso. Tengo que
a pasar de vez en cuando cosas
estar siempre tranquilo. ¡Debo ser
negativas. No voy a ser siempre
l.
siempre feliz!. El ser infeliz me
.A
debo
lo
permitirme
.A
No
M
28-
ns
o
mismo.
ta
hace infeliz (me siento frustrado
malos momentos y ser feliz en
cuanto tenga oportunidad; pero eso
Vi
porque soy infeliz).
feliz, pero intentare superar los
ud
sí, sin engañarme a mí mismo, ni
intentando
autoconvercerme
de
ct
it
que soy feliz cuando en realidad
Tu
A
no es cierto.
EJERCICIOS Y TÉCNICAS
165
Técnicas de autoestima: A) Aceptación física: ponte delante de un espejo,
preferiblemente desnudo, y observa tu cuerpo. Presta atención tanto a las
partes que te gustan como a las que no son de tu agrado y acepta lo que no te
guste. Puedes decirte: ¡acepto estas imperfecciones como parte integrante de
Vá
re
z
mi ser!. Sea perfecto o no, ¡yo me acepto y me quiero como ser completo!.
B) De vez en cuando satisface algún pequeño deseo, por ejemplo
ns
o
tomándote un helado y mientras lo disfrutas piensa que te lo mereces.
lo
C) Ponte en ridículo aposta en alguna situación que no te pueda resultar
.A
demasiado perjudicial, tómatelo a broma, y piensa que tú te quieres, aunque a
.A
veces te comportes erróneamente. Debes restarle dramatismo al hecho de
M
meter la pata. Por cierto, que este ejercicio también puede consistir en
l.
visualizaciones como ya veremos en próximos capítulos.
ta
D) Similar al anterior: de vez en cuando comete algún pequeño error sin
Vi
consecuencias y acepta tus imperfecciones; piensa: ¡puedo hacer las cosas
ud
mal y no por ello ser un desastre!. ¡Yo me quiero a pesar de todo!.
ct
it
E) Confecciona un listado de tus virtudes y de tus defectos, acepta con
cariño tanto lo bueno como lo malo; utiliza la siguiente frase: tengo cosas
A
buenas y cosas malas, pero ¡yo me quiero como ser completo!. ¡Merezco ser
Tu
feliz!.
166
C a p í t ul o 6
z
Inmadurez, indecisión: ser responsable de tu
ns
o
Vá
re
vida, libertad.
lo
Cuando eras un niño carecías de experiencia y de unos criterios
.A
suficientemente formados. No gozabas de autonomía suficiente como para
.A
responsabilizarte de ti mismo. Tenías que guiarte por los criterios ajenos
M
provenientes generalmente de tus padres. Ellos decidían por ti la mayoría de
l.
las veces. Pero, incluso en esos momentos tú eras dueño de tus propios
ta
pensamientos: sólo tú sabías lo que pensabas, sólo tú eras capaz de pensar lo
Vi
que querías pensar. Efectivamente, incluso cuando eras niño eras tú quien
ud
dirigía tus propios pensamientos, aunque, eso sí, siempre bastante influenciado
por tu entorno. Por lo tanto, desde que tenemos un mínimo de capacidad para
ct
it
razonar somos libres de pensar lo que queramos y esta libertad de pensamiento
Tu
A
es el origen y el fin del resto de libertades.
Muy relacionados con la "responsabilización" de uno mismo y con la
libertad de elección encontramos tanto el concepto de persona autónoma (es
autónomo el que no necesita apenas de los demás y, por lo tanto, la persona
capaz de ser responsable de sí misma) como el de madurez. Cualquiera de
estos conceptos son prácticamente sinónimos.
A medida que nos vamos convirtiendo en adultos nos sentimos más
independientes y poco a poco se van formando en nuestra mente unos criterios
propios que nos sirven de guía. El adulto es precisamente la persona capaz de
guiarse por sus propios criterios, es decir: la persona autónoma que no necesita
Vá
re
z
ningún guía. Como es lógico, nunca llegaremos a ser tan independientes como
para no requerir jamás el consejo ajeno. No tendremos nunca la suficiente
experiencia sobre todos los temas como para obtener siempre en nosotros
ns
o
mismos todas las respuestas. Tampoco llegaremos nunca a tener unos criterios
tan sólidos como para no dejarnos influir por las opiniones ajenas. Es más, si
.A
lo
fuésemos tan impenetrables a la opinión ajena en el fondo no podríamos
.A
contrastar nuestra propia opinión con la suya y, en consecuencia, no
pensamos.
Nadie
está
en
M
podríamos darnos cuenta de los errores que seguro cometemos al pensar como
posesión
de
la
verdad
absoluta;
aunque,
ta
l.
naturalmente, haya personas que habitualmente puedan tener más razón que
Vi
otras, ya sea por ser más inteligentes (si es que la inteligencia es una realidad y
no un invento humano para explicar ciertos fenómenos) o ya sea por poseer
ct
it
ud
una mayor experiencia.
El deseo-necesidad de ser responsables de nosotros mismos no significa
A
un impedimento a la hora de escuchar a los demás ni tampoco supone un veto
Tu
a la posibilidad de seguir los consejos ajenos si después de escuchados
consiguen convencernos más que nuestros propios criterios. Es más, ser
responsable de nuestra vida lleva implícita la obligación de estar abiertos a las
indicaciones ajenas ya que dicha responsabilidad implica buscar lo mejor para
nosotros mismos y, a menudo, la realidad nos demuestra que no siempre
168
somos los poseedores de la razón y que pueden ser otras personas las que nos
muestren las decisiones más acertadas. Debes guiarte por tus propios
parámetros, en eso precisamente consiste ser responsable de ti mismo,
escuchando también la opinión de los demás, ¡naturalmente!; pero sabiendo
Vá
re
z
que nadie puede saber tan bien como nosotros lo que nos conviene y que nadie
conoce mejor que nosotros mismos nuestras metas y cómo conseguirlas.
ns
o
Sin embargo, hay fases de nuestra vida en las que nos viene grande esta
responsabilidad; como he dicho anteriormente no llegamos nunca a ser
independientes,
sobre
todo
cuando
somos
jóvenes.
En
lo
totalmente
.A
consecuencia, existen momentos en los cuales no tenemos claro cómo
.A
encauzar nuestra vida, nos mostramos indecisos, buscamos en los demás las
M
respuestas que no encontramos en nuestro interior. Nuestra escala de
l.
parámetros, nuestros criterios o valores no están lo suficiente definidos, no son
siempre
respuestas
Vi
ofrecernos
ta
lo suficiente completos, ni se extienden a tantos aspectos de la vida como para
satisfactorias,
nos
mostramos
entonces
ud
inseguros, incapaces de proporcionarnos respuestas a nosotros mismos. La
ct
it
inseguridad es precisamente una manifestación de la suma de esta falta de
criterios suficientes para tomar una elección con el miedo a no obtener el
Tu
A
resultado apetecido (miedo al fracaso).
El poseer una escala de parámetros bien definida nos podría proporcionar
los criterios necesarios para obtener soluciones propias y nos evitaría tener que
recurrir a los demás. Constituiría la vía más adecuada para guiarnos por
nuestros propios principios. Pero si nuestra experiencia es insuficiente siempre
podremos acudir a personas capaces de ofrecernos respuestas más fiables (por
169
su mayor experiencia) que las nuestras propias. Sin embargo, si poseemos
suficientes criterios o si juzgamos inadecuados los que nos ofrecen los demás
no tenemos por qué seguir el consejo ajeno. A menudo, es mejor fracasar
arriesgándonos a seguir nuestra propia opinión inexperta que el delegar
Vá
re
z
continuamente en los demás para tomar nuestras decisiones. Nunca seremos lo
suficientemente adultos si no confiamos en nuestros criterios. Debemos seguir
ns
o
nuestros propios parámetros y sólo así podremos ser nosotros mismos.
El siguiente aserto nos muestra la elección más adecuada cuando se nos
lo
presenta la disyuntiva entre guiarnos por nuestra propia opinión o guiarnos por
.A
la opinión ajena: me guiaré por mi propia opinión salvo cuando la ajena me
.A
parezca más acertada que la propia. Si la opinión ajena me parece más
M
razonable la seguiré y trataré de aprender para la siguiente ocasión, pero si no
ta
l.
me satisface totalmente me guiaré preferentemente por la propia.
Vi
En otro orden de cosas, el hecho de ser responsable de nuestra vida
implica que somos responsables no sólo de lo que hacemos sino también de lo
ud
que pensamos y sentimos en nuestro interior. Dentro de los límites que pueda
ct
it
alcanzar el control que seamos capaces de ejercer sobre lo que pensemos y
sintamos (grado de control muy variable de unas personas a otras) podremos
A
dirigir en menor o mayor medida nuestros sentimientos. Nadie está tan
Tu
capacitado para controlar lo que sintamos como nosotros mismos. Somos pues
responsables de lo que pensemos y sintamos: hemos de guiarnos por nuestros
propios parámetros para afrontar dicha responsabilidad. En consecuencia, si
bien los demás pueden influir en nuestros sentimientos, somos nosotros
mismos los que vamos a valorar como bueno o malo el suceso o la acción de
170
la otra persona (por ejemplo: una crítica). Lo que sintamos va a ser
consecuencia de esa valoración y no tanto del suceso en sí o de la intención de
la otra persona. En segundo lugar, lo que pensemos o sintamos surge
únicamente en nuestro cerebro y no en el de la otra persona; es algo propio, es
Vá
re
z
nuestra responsabilidad. No es el otro el que nos hace sentir mal sino que eres
tú mismo quien te sientes mal ante la acción del otro. Controla en el mayor
ns
o
grado posible lo que piensas sobre el suceso y éste te influirá menos.
Por otro lado, también las otras personas son responsables de lo que
lo
sienten. Tu tienes una culpa relativa de que se sientan bien o mal en un
.A
momento determinado, normalmente son ellos más responsables que tú.
.A
Tampoco puedes hacer mucho si la otra persona se siente mal y no toma la
M
decisión de intentar cambiar su estado de ánimo. Tú puedes aconsejarla o
l.
intentar animarla, pero si esa persona no pone de su parte, si no colabora, tu
Vi
ta
esfuerzo será vano.
Puedes sentir la tentación de dirigir la vida de los que te rodean (tu pareja
ud
por ejemplo), puedes tratar de que se comporten o hagan las cosas como a ti te
ct
it
gusta, pero en primer lugar estarás restando a esa persona una libertad para
elegir cómo encauzar su vida o cómo comportarse que realmente le pertenece
A
a ella y no a ti, y en segundo lugar es más que probable que no consigas los
Tu
resultados apetecidos si la otra persona decide no dejarse influir. Por último,
es bastante posible que esa persona termine rebelándose contra ti y al final tu
relación con ella puede acabar resintiéndose. Incluso si tienes hijos o si alguna
vez te decides a tenerlos has de tener presente que son seres individuales con
potestad para tomar sus propias decisiones y que, además, sólo podrán ser
171
personas adultas y felices si poco a poco se van acostumbrando a ser
responsables de su vida.
Existen otras manifestaciones de “no responsabilización" como la
z
indecisión, aunque ésta es más consecuencia de la inseguridad que de una baja
Vá
re
responsabilización, y la postergación, o sea, el dejar para mañana. Sobre
ambas vale todo lo dicho hasta ahora acerca de la falta de autoresponsabilidad.
.A
lo
ns
o
PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES:
.A
Algunos ejemplos de pensamientos equivocados relacionados con falta de
M
responsabilizaron, indecisiones, dejar para mañana, etc. se pueden encontrar
l.
en otros capítulos como, por ejemplo, el dedicado a la autoestima. Por otro
ta
lado, hay otros pensamientos importantes que se repiten en este listado a pesar
Vi
de haber sido ya tratados en paginas anteriores.
ud
Sería conveniente que tú mismo confeccionases tu propio listado de
ct
it
pensamientos o actitudes equivocadas en las que caigas con mayor asiduidad.
Cada persona tiene pensamientos equivocados de naturaleza distinta y nadie
Tu
A
mejor que uno mismo para descubrirlos.
Repito lo dicho en el capítulo anterior: lo importante no es reparar en el
pensamiento concreto que se especifica sino en la actitud que se demuestra al
pensar así. Es decir: se trata de que cuando muestres una actitud desacertada
seas capaz de percatarse de tu equivocación. Presta atención no al
172
pensamiento especifico que aparece en el listado sino a la actitud que se
desprende de dicho pensamiento; actitud que bien podría manifestarse en
ACTITUD EQUIVOCADA:
ACTITUD ACERTADA:
1. Creo
Si
debería
hacer
la
opinión
de
ns
o
que
la
otra
esto, pero esta persona, que
persona no consigue convencerme
es muy importante para mí,
me
opina
No
criterios. Si la otra persona es muy
quiero molestarle: haré lo
importante o ejerce sobre mí algún
mis
lo
por
propios
.A
contrario.
guiaré
.A
lo
tipo de poder (es mi padre o mi
ta
l.
M
que ella me dice
jefe),
intentaré
explicarle
mis
razones. Sólo si considero más
Vi
importante mi relación con esa
ud
persona
que
el
respeto
a
mis
ct
it
propios criterios puedo plantearme
anteponer su opinión a la propia, y
si no es así: ¡haré lo que yo elija
A
Tu
Vá
re
z
forma de pensamientos distintos de los expresados en nuestra lista.
hacer!.
2. Te descubres disculpándote
Yo soy el responsable de mí
a ti mismo o echando la
mismo. Si mi vida no discurre
culpa a otras personas, al
como
173
yo
quiero
el
mayor
ACTITUD EQUIVOCADA:
ACTITUD ACERTADA:
tiempo, etc. de algo que te
responsable soy yo, no los demás.
z
ha sucedido.
La suerte es para el que la
demás todo le viene llovido
trabaja. Cuanto más hagas por
del cielo.
alcanzarla más fácil será obtenerla.
Vá
re
3. No tengo suerte. A los
suerte
es
creada
ns
o
La
por
los
lo
acontecimientos no es algo vivo
.A
que elige a quien aliarse y a quien
.A
no. ¡Yo soy el mayor responsable
M
de como discurra mi vida!.
Tu tienes seguramente una
que quiera, tengo que hacer
amplia parcela de libertad para
eso o lo otro porque me lo
tomar tus propias decisiones. No
mandan
debes excusarte en tus deberes
ud
Vi
ta
l.
4. No soy libre de hacer lo
ct
it
para con los demás y si tienes
realmente esos deberes haz lo que
Tu
A
te
dicen,
pero
sin
renunciar
totalmente a tu libertad.
5. Yo me limito a hacer mi
Seguramente tienes un amplio
trabajo y basta. Hago lo
margen para mostrar tu iniciativa.
que me dicen y nada más.
Tú eres responsable de tu vida y
174
ACTITUD EQUIVOCADA:
ACTITUD ACERTADA:
No tengo por qué mostrar
seguro que en tu trabajo o estudios
iniciativa, mi cargo no me
valoran
lo exige.
interés. Sólo si realmente lo exigen
responsabilidad
e
z
esa
Vá
re
las circunstancias o los que tienen
poder sobre ti podrás excusarte de
puedo
aunque
Sería
me
hacerlo.
beneficioso
¿Pierdo
para
algo
mí
por
gustaría y sería bueno para
intentarlo?. Haré lo que elija hacer
mí. Pero soy incapaz de
.A
hacerlo,
no
lo
rindo,
.A
6. Me
ns
o
tu autoresponsabilidad.
M
realmente bueno para mí.
l.
hacerlo, ya lo harán otros,
basándome en lo que yo crea
ta
o quizás lo haga mañana.
¿Me compensa el esfuerzo de
para mí hacer eso, pero...
intentarlo?. ¡Sí!, está claro que me
¿no sería mejor hacer esto
compensa, entonces ¡haré lo que
ct
it
ud
Vi
7. Postergación: sería bueno
me conviene hacer!. No lo dejaré
pero después de hacer esto
para mañana si lo puedo hacer
Tu
A
otro antes?. ¡Sí!, lo haré,
otro; aunque, ¿y si lo dejo
hoy. Quizás mañana no pueda
para mañana?. Bueno, hoy
hacerlo. Y si ahora tengo alguna
tampoco
muy
otra cosa que hacer seguro que
animado, ¿por qué no lo
podré hacer hoy mismo las dos
estoy
175
ACTITUD EQUIVOCADA:
ACTITUD ACERTADA:
dejo para pasado mañana?.
cosas a la vez (a no ser que me
Hoy
produzca
tarde
y,
para
además,
poder
demasiado
agobio,
es
naturalmente). Y si no soy capaz
hacer
de hacer las dos cosas de todas
z
cansado
demasiado
formas
haré
la
ayer?.
convenga hacer.
que
más
me
ns
o
nada, ¡debí haber actuado
Vá
re
estoy
Yo soy responsable de mi
lo
8. Que sean los demás los que
vida y si se trata de algo que me
.A
den la cara.
.A
afecta seguro que tendré algo que
M
decir al respecto.
asunto.
Yo soy el responsable de mi
Pediré
vida. Puedo pedir consejo a los
consejo a mi padre. ¡Qué
demás, pero soy yo el que decide.
decida él lo mejor para
¡Nadie decidirá por mí!. Y si tengo
mí!.
poca
ta
este
ct
it
ud
Vi
en
l.
9. Yo tengo poca experiencia
experiencia
adquiriendo.
¿Qué
ya
la
puede
iré
pasar
Tu
A
realmente si fracaso?.
10.
He
enfadado
a
esa
He actuado mal con respecto
persona, la estoy haciendo
a esa persona, ¡intentaré reparar el
sufrir.
daño!. Pero ella es la responsable
de su vida y si no quiere perdonar
176
ACTITUD EQUIVOCADA:
ACTITUD ACERTADA:
o si prefiere seguir sufriendo es su
decisión. Tú sólo eres culpable de
z
lo que has hecho y no de la actitud
Vá
re
exagerada de la otra persona ni de
que se lo tome a la tremenda.
Ellos me cabrean. Me
Tú
eres
el
ns
o
11.
verdadero
responsable de como te sientas.
hacen sufrir.
Eres tú el que se enfada. Y si no
.A
lo
enfado por su culpa. Me
qué
has de
.A
tienen razón ¿por
M
sentirte mal, si no es cierto?. Y si
ta
l.
tienen razón, ¿puedes hacer algo
Vi
algo, ¡pues lo haces! y si no
ct
it
ud
puedes hacer nada pues acepta tus
Esta
limitaciones e intenta ser feliz de
todas formas.
persona
debe
Yo creo que a esa persona le
hacer esto y esto otro. Mi
conviene hacer esto o aquello, pero
hijo
obedecerme
ellos son los responsables de su
demasiado
vida, ellos deciden. Yo les puedo
Tu
A
12.
para remediarlo?. Si puedes hacer
debe
siempre.
Es
joven para decidir por sí
177
aconsejar,
pero la
decisión les
ACTITUD EQUIVOCADA:
ACTITUD ACERTADA:
mismo.
corresponde a ellos. Si decido yo
por
esas
personas
estoy
jóvenes
obstaculizando
En
estoy
alcanzar
lugar
de
su
ordenar
ns
o
madurez.
les
Vá
re
muy
z
limitándoles su libertad y si son
a
cambiarla.
intentar
Voy a aconsejarla que haga
Debo
las cosas así, pero la decisión le
.A
Voy
.A
13.
lo
prueba a convencer.
y
no
como
actúa
l.
así
pertenece
ta
normalmente.
Vi
ya
he
Ella
es
la
verdadera responsable de su vida,
debe ser como elija ser. Debo
hecho
¿Para que dejar para mañana
suficiente, mañana seguiré.
cosas que puedo hacer ahora?.
ud
Hoy
ella.
aceptarla tal y como es.
ct
it
14.
a
M
convencerla para que actúe
¿Realmente me resulta tan costoso
luego.
hacerlo ahora?. ¿Es importante que
A
Ya tengo bastante, seguiré
Tu
lo haga?. Pues, si me conviene, ¡lo
haré ahora!.
15.
Como a él le gusta
Yo soy responsable de mi
dirigir y mandar pues que
vida y tengo siempre algo que
178
ACTITUD EQUIVOCADA:
la
decir en lo que me afecte. Y si
decisión. Como él se me ha
somos un grupo será mejor que
adelantado haremos lo que
actuemos
él quiera.
dejarnos llevar por una persona.
Estoy
constipado,
tengo
sueño.
mal.
Dejaré
me
siento
mal; pero ¿realmente no lo puedo
para
hacer ahora?, ¿no tendré mañana
esto
a
.A
algo más importante que hacer?.
ti
mismo aburrido, viendo la
Puedes decirte: ¡no tengo por
.A
descubres
qué seguir aburriéndome!, ¡tengo
mucho que disfrutar!. ¡Sólo yo
la vida sin disfrutarla. Te
puedo hacer algo para cambiar esta
ves
situación!,
con
sueño,
Vi
apático,
ta
l.
televisión y dejando pasar
¡yo
soy
mayor
feliz. No eres capaz de
Después puedes intentar encontrar
ud
responsable
ct
it
de
el
bajo de moral. No eres
actividades
sentirme
que
así!.
hacer lo que sabes que te
otras
podría hacer feliz porque
ofrecerte mayores satisfacciones.
A
Tu
que
M
Te
mayoría
Es cierto que me encuentro
cuando esté mejor.
17.
por
z
tome
Vá
re
quien
ns
o
16.
él
lo
sea
ACTITUD ACERTADA:
no tienes presente en tu
Busca
cerebro que puedes hacer
ilusionen y, después, ponte manos
para ser feliz. Te sientes
a
vacío y sin ilusión. Esperas
conseguirlas.
que suceda “algo” que te
179
la
motivaciones
puedan
obra
para
que
te
intentar
ACTITUD EQUIVOCADA:
ACTITUD ACERTADA:
que suceda “algo” que te
ns
o
EJERCICIOS Y TÉCNICAS
Vá
re
z
saque del aburrimiento.
lo
El fundamento de los siguientes ejercicios es superar aquellos hábitos
.A
propios tanto de pensamiento como de conducta que difieran de lo que tú en tu
.A
interior crees bueno (es decir: de tu escala de valores) y, por lo tanto, se trata
M
de evitar aquellos hábitos que suponen un obstáculo para que “seas tú
l.
mismo”. Los hábitos son difíciles de eliminar: en primer lugar porque
ta
suprimirlos requiere un elevado nivel de atención e incluso de sacrificio y, en
Vi
segundo lugar, porque a menudo, constituyen una fuente de placer pese a su
ud
naturaleza perjudicial. A pesar de estas dificultades existen una serie de
ct
it
técnicas que pueden ayudarte a evitar los más nocivos:
A
a) Asocia mentalmente el hábito a todo lo negativo que lleva consigo (por
Tu
ejemplo: si eres muy desordenado asócialo con falta de limpieza,
imposibilidad de encontrar las cosas, ineficiencia, etc.), pero si, por el
contrario, pretendes establecer en tu comportamiento un nuevo hábito
saludable asócialo a todo lo positivo que lleva conexo (por ejemplo: si
quieres acostumbrarte a utilizar un lenguaje más culto asócialo a
180
inteligencia, habilidad social, etc.). Al utilizar esta técnica terminarás
conectando tu hábito nocivo con sus cualidades negativas de tal
manera que acabarás aborreciéndolo y si lo que pretendes es
instaurar un hábito positivo conseguirás que te resulte agradable. No
Vá
re
z
olvides que las cosas te parecen buenas o malas dependiendo, en
buena parte, de tu juicio sobre ellas y no sólo de su bondad o maldad
intrínseca (aunque esto no implica calificar como bueno lo que en
ns
o
realidad es malo pues estarías autoengañándote).
lo
b) Prémiate a ti mismo cada vez que consigas superar tus hábitos. Por
.A
ejemplo, si te gusta algo determinado, como una chuchería o un
.A
helado, reserva su degustación para aquellos momentos en los cuales
M
te demuestres a ti mismo que has logrado vencer tu hábito de fumar
l.
después de comer. La finalidad de esta técnica es, también, que
ta
asocies psicológicamente la superación de tus hábitos con el placer.
de
los
autocastigos)
porque
puedes
terminar
realizando
ud
aún
Vi
En todo caso no es recomendable abusar de estos premios (y menos
ct
it
asociaciones mentales peligrosas y equivocadas. Veamos un ejemplo
que ilustre lo descrito: supongamos que tu hábito (imaginemos sexual)
A
te produce placer y que tras un gran esfuerzo eres capaz de
Tu
abandonarlo, si como consecuencia de tu renuncia decides premiarte,
tu subconsciente puede terminar asociando placer a castigo o dolor y
renuncia a premio y dar lugar a conductas masoquistas si en un
momento determinado la cuestión se te escapa de las manos o si la
repites demasiado. Todo esto constituiría, naturalmente, un caso
181
límite, pero no imposible (muchos niños sufren graves traumas
causados por castigos y premios excesivos).
c) A tus hábitos les acompañan a menudo una serie de ideas
z
equivocadas. Por ejemplo: si acostumbras a viajar demasiado deprisa
pensamientos
como
¡este
tipo
me
quiere
Vá
re
con tu coche es posible que acompañes dicha conducta con
adelantar,
me
está
exactamente
esas
palabras
es
posible
ns
o
hostigando!, ¡no me dejaré!. Aunque en tu cerebro no aparezcan
que
lo
pienses
semi-
lo
incoscientemente sin que apenas te des cuenta y como resultado tengas
.A
esa actitud equivocada. La solución para este tipo de hábitos consiste
.A
simplemente en: 1º darse cuenta de que estás pensando de forma
M
equivocada, es decir, prestar atención a ese tipo de pensamientos, 2º
l.
tratar de eliminar ese pensamiento, 3º cambiar dicho pensamiento por
ta
uno más acertado como por ejemplo: ¡bueno!, pues si me quiere
Tu
A
ct
it
ud
Vi
adelantar, ¡pues que adelante!, es su problema.
182
C a p í t ul o 7
ns
o
Vá
re
z
Perfeccionismo, debes y deberías
lo
No hay nada más natural que el deseo de hacer bien las cosas. Es lógico
.A
que deseemos hacer las cosas lo mejor posible y que todo a nuestro alrededor
.A
se adecue a nuestra imagen mental de “como deben ser las cosas”. Queremos
M
que el mundo sea de una forma determinada, queremos que la gente viva más
l.
en armonía, que no nos mientan continuamente, que no mueran los seres
ta
queridos o que no caigan enfermos. Nos gusta que haga calor, pero no
Vi
demasiado, o que todos los días sean soleados. A otros les gusta la lluvia y el
ud
olor atierra mojada. Nos gustaría que los demás y nosotros mismos fuésemos
maravillosos, simpáticos, que nunca fuese necesario levantar la voz ni discutir.
ct
it
Y, sin embargo, la gente es a menudo antipática, llueve cuando no queremos
A
que llueva y, en definitiva, las cosas no son como deseamos. Y es que el
Tu
mundo, las demás personas y nosotros mismos somos imperfectos. No
siempre nos salen las cosas a nuestro gusto. La realidad nos demuestra que la
perfección apenas existe sino en algunas ocasiones concretas, y hemos de
asumirlo.
Debemos intentar hacer las cosas bien, ¡naturalmente!, pero también
debemos procurar no convertir ese deseo natural en una necesidad ineludible.
El mundo es diverso y tan complejo que resulta la mayoría de las veces
impredecible y en dicha característica reside precisamente su atractivo. Si
siempre sucediesen las mismas cosas la vida resultaría monótona y aburrida.
Cuando hacemos algo no sabemos como nos va a salir, el planificar lo que
Vá
re
z
vamos a hacer no nos asegura el éxito, simplemente nos lo facilita y nos crea
ilusión. Por lo tanto, cuando forjamos una imagen ideal de cómo debemos ser
nosotros y el mundo se hace preciso asumir previamente la posibilidad de que
ns
o
la realidad no se corresponda exactamente con nuestros deseos y hemos de
estimar que eso es bueno porque esa imprevisibilidad hace nuestra vida más
.A
lo
variada y, por lo tanto, más rica. Planifiquemos, imaginemos un futuro, pero
.A
no seamos tan rígidos con nosotros mismos y con los demás: aceptemos la
M
posibilidad de que las cosas no sean como deseamos.
l.
Cuando somos niños los mayores nos explican como deben ser las cosas
ta
y si no las hacemos como ellos quieren nos critican y nosotros nos sentimos
Vi
mal. Nuestro deseo de hacer bien las cosas se va desarrollando hasta llegar a la
ud
hipertrofia: nuestros deseos perfeccionistas superan lo racional. Al lado de este
ct
it
componente de aprendizaje el ser humano lleva en sí mismo, desde su
nacimiento, el deseo de hacer bien las cosas y de ser perfecto. Este deseo
A
innato nos lleva a esforzarnos por hacer las cosas bien y a superarnos
Tu
asegurando nuestra supervivencia.
De
tus
deseos
ultraperfeccionistas
se
derivan
diversas
actitudes
equivocadas que dan lugar a todo tipo de fenómenos autofrustrantes como
sentimientos de fracaso (por no conseguir lo que deseas), déficid de
autoestima, sentimientos de culpa y de inferioridad, miedo al fracaso y a lo
184
desconocido e incluso una baja resistencia a la frustración (lo cual significa
que ante un suceso poco negativo pueden asaltarte sentimientos exagerados de
fracaso).
z
El problema del deseo de perfección consiste en la dificultad, y casi
Vá
re
imposibilidad, de conseguir su completa satisfacción y la consecuencia de
dicha imposibilidad es la frustración ante las imperfecciones del mundo,
ns
o
consistiendo su manifestación más exterior en actitudes excesivamente críticas
ante las cosas y en la queja. Tras la persona quejica o criticona suele
lo
esconderse un perfeccionista y, también, un elevado grado de frustración (de
.A
hecho todos tenemos algún grado de frustración, aunque nos cueste
.A
reconocerlo). En todo caso, sentirse frustrado no implica ser un frustrado y es
M
conveniente que descubras y admitas dichas frustraciones por muy escondidas
ta
l.
que estén para así poder luchar más eficazmente contra ellas.
ud
Vi
LAS FASES DEL FENÓMENO PERFECCIONISTA
ct
it
El fenómeno perfeccionista se produce en dos etapas:
Tu
A
A- NORMAS Y DEBERES:
Tienes una imagen de cómo deben ser las cosas, piensas: “esto debe ser
así”. Es lógico que tengas una imagen personal de cómo te gustaría que fuesen
las cosas, pero antes has de admitir que las cosas pueden ser muy distintas a
como tú las imaginas. El problema surge cuando tus convicciones son
demasiado rígidas y te cuesta demasiado admitir los acontecimientos que
185
traicionan esos “debes” o normas. Observa los siguientes ejemplos: ¡la gente
no debe gritar!, ¡siempre se puede razonar sin necesidad de elevar la voz!.
Aunque estas afirmaciones tienen una base lógica no podemos hacer de ellas
ley ya que los demás tienen absoluta libertad para manifestarse como prefieran
Vá
re
z
y nosotros hemos de aceptar dicha realidad. Nuestros “debes” o criterios han
de ser suficientemente flexibles como para admitir su incumplimiento sin que
nos suponga ningún tipo de trauma, lo cual implica que, a su vez, nuestra
ns
o
escala de valores ha de estar dotada de esa misma flexibilidad.
.A
lo
B- VALORACIÓN:
crees
bueno,
es
decir,
a
tus
parámetros
o
convicciones.
Dicho
M
tú
.A
Supongamos que sobreviene un acontecimiento que no se adapta a lo que
acontecimiento puede consistir en una vulneración de tus normas o deberes o
ta
l.
en un sentimiento de fracaso al no haber alcanzado tus expectativas. El
Vi
resultado es una valoración negativa del suceso: continuando con el ejemplo
anterior, si una persona de tu entorno comienza a elevar excesivamente la voz
ud
tu inmediatamente pensarás que esa persona no tiene por qué gritar y tendrás
ct
it
sentimientos negativos hacia ella. Tu juicio respecto al comportamiento de esa
persona será negativo y si se acumulan varias valoraciones en este mismo
A
sentido con respecto a ese mismo individuo puedes terminar aborreciéndole
Tu
(aunque este sentimiento de aborrecimiento puede ser sólo momentáneo, sobre
todo si se trata de un ser querido). Si en lugar de tratarse de un
convencimiento tan inocente como el descrito (las personas no deben gritar) tu
convicción se refiere a temas de más empaque como, por ejemplo, la violencia
callejera, temas religiosos, el aborto, etc., tus sentimientos negativos con
186
respecto a la persona que transgrede tus “normas” mentales pueden resultar
mucho más fuertes. Por otro lado, si el infractor resultas ser tú mismo, está
claro que la valoración negativa recaerá sobre ti con el consiguiente
Vá
re
z
menoscabo en tu autoestima.
ns
o
CÓMO ENFRENTARSE AL PERFECCIONISMO
Lo mejor es buscar una solución antes de que la actitud perfeccionista se
.A
lo
produzca y podría consistir en:
.A
1º Cuando te enfrentes a un problema debes de tener siempre presente la
M
posibilidad del fracaso y debes aceptarlo si se produce.
ta
l.
2º Convenceté de que la perfección absoluta es inalcanzable.
Vi
3º Piensa en que es bueno que las cosas no sean perfectas.
ud
¡Debes hacer de lo descrito en los tres puntos anteriores una actitud vital!.
ct
it
Si el fracaso ya se ha producido, o si las cosas no han resultado como tú
A
querías y te descubres a ti mismo triste o desilusionado tendrías que:
Tu
1º Aceptarlo: lo cual no significa que debas sentirte feliz ante el fracaso
sino que debes ser consciente de la realidad.
2º Pregúntate: ¿es para tanto?. ¿es algo tan horrible?. Y, al intentar
responder a estas cuestiones, seguramente te darás cuenta que tu fracaso no es
187
tan importante.
3º Considera que el haber fracasado no significa que tú seas un fracasado
ya que tú eres una persona completa y no solo una de tus partes.
Vá
re
z
4º Repara el daño, pero sólo si es posible y si merece la pena el esfuerzo.
ns
o
5º Aprende para la siguiente ocasión.
.A
lo
EL GRADO DE PERFECCIONISMO
.A
¿Hasta dónde debe llegar tu esfuerzo por hacer las cosas bien?. La
M
siguiente frase te puede mostrar el límite: ¡intentaré hacer las cosas bien sólo
si el sacrificio para conseguirlo no supera los posibles beneficios que pueda
ta
l.
obtener!. Dentro de esos sacrificios no sólo cabe valorar tu esfuerzo físico y
Vi
mental sino también esas otras actividades productivas que dejas de atender.
En consecuencia, no debes preocuparte por las menudencias si al hacerlo estás
ud
dejando de lado otros aspectos más importantes como el simple hecho de
ct
it
disfrutar de la vida. Céntrate en intentar hacer bien esas cosas que realmente
valoras: hazlas, aunque temas no hacerlas bien. Tu perfeccionismo no debe
A
suponer un límite que implique renunciar a hacer lo que quieres hacer. Haz lo
Tu
que deseas y si fracasas asúmelo, remédialo si es posible y si el esfuerzo
merece la pena. Aprende para la próxima ocasión y busca otro nuevo objetivo
a conquistar.
El poseer unos criterios demasiados rígidos, es decir: el tener unos
188
conceptos de
“cómo deben ser
las cosas” demasiado inflexibles, es
consecuencia de una escala de valores que no reconoce suficientemente lo
complicado de la vida y la cantidad de situaciones impredecibles con las que
z
nos podemos encontrar.
Vá
re
Creamos normas de actuación y eso es bueno, lo malo es que la realidad
(uno de los parámetros más importantes y la mayoría de las veces ineludible)
ns
o
nos demuestra de continuo nuestra falta de control de las situaciones a las que
nos hemos de enfrentar. Las normas inflexibles son, por lo tanto, ilógicas.
lo
Nuestra escala de parámetros ha de valorar esa naturaleza mutable de las
.A
cosas, ha de ser flexible y adaptarse a la realidad cambiante. Lo que puede
.A
estar mal hecho un día puede resultar bien echo al día siguiente o por lo menos
M
algo mejor que el día anterior. En las situaciones a las que nos tenemos que
l.
enfrentar cada día siempre hay varias soluciones y, aunque unas sean mejores
ta
que otras lo positivo no es encontrar la mejor solución sino una que sea buena.
Vi
Así si, por ejemplo, dudamos entre estudiar una carrera o presentarnos a unas
ud
oposiciones seguramente que en el momento de tomar la decisión, y
ct
it
posiblemente después, resulten buenas cualquiera de las dos alternativas;
aunque pasado el tiempo se demuestre que una solución era mejor que la otra.
A
Como no siempre vamos a tener unos criterios lo suficientemente fiables
Tu
como para que nos aseguren la infalibilidad, no resulta lógico que busquemos
una actuación perfecta, bastará con intentar ajustarnos lo más posible a
nuestros propios parámetros; aunque a veces no equivoquemos en nuestra
elección.
189
Hay que establecer una diferencia entre el “deber ser” o el “tengo que”,
(que suponen una necesidad ineludible, rígida y atenazante), y el “deseo ser”,
el “deseo que” o el “me gustaría que” los cuales evidencian unos deseos, unas
metas hacia las cuales dirigir tus esfuerzos. Efectivamente, si tú te dices a ti
Vá
re
z
mismo que debes ser el mejor en tu trabajo o estudios te estarás obligando a un
esfuerzo y disminuirás tu propia libertad al imponerte dicha obligación. Si, por
el contrario, piensas algo así como: “me gustaría ser el mejor estudiante de mi
ns
o
clase”, te estarás marcando una meta y tu esfuerzo será más llevadero, estarás
persiguiendo un deseo, algo que te producirá placer y felicidad y no te estarás
.A
lo
obligando a conseguirlo. Por lo tanto, conviene erradicar en lo posible las
.A
necesidades (ya que necesidades reales hay bien pocas) y en su lugar
M
plantearte deseos y metas.
Vi
ta
l.
PERSIGUIENDO LA JUSTICIA
ud
Muy similar al deseo de perfección es el deseo de justicia. También en el
deseo de justicia subyacen unos deberes y normas que resultan en principio
ct
it
positivos, pero que no lo son tanto si sobrepasan el dictado de la realidad. El
A
mundo es como es y las personas son como son, debemos asumirlo y a partir
Tu
de ahí intentar mejorar las cosas, pero no podemos malgastar nuestra vida en
combates que aparte de imposibles sólo nos acarrean disgustos. Las posibles
consecuencias de un exacerbado deseo de justicia irían desde pequeños
rencores
hasta
enconados
deseos
de
venganza,
ambos
igualmente
improductivos. La venganza sólo motiva venganza, y más se consigue con un
190
halago, o mejor con un buen trato hacia los demás, que con el intento de
imponer el respeto por medio de la violencia verbal o el miedo.
Lucha por mejorar las cosas que no te gustan, pero si tus sacrificios
z
sobrepasan el posible beneficio que puedas conseguir habrá llegado el
Vá
re
momento de plantearte otros objetivos (rendirse a tiempo a menudo implica
hacer menos grave tu derrota).
.A
lo
ns
o
FUNCIONAMIENTO DEL PERFECCIONISMO Y FELICIDAD
.A
A veces en tu deseo de conseguir cosas, en tu ansia por conseguir tus
M
metas puedes olvidarte de ser feliz, es decir: estás postergando tu lucha por
conseguir la felicidad. En concreto, y referido al perfeccionismo, es posible
ta
l.
que postergues tu felicidad hasta conseguir la completa consecución de tus
Vi
objetivos: ¡hasta que no sea todo perfecto y hasta que yo sea perfecto no podré
ser feliz!. Has de ser capaz de sentirte bien en la imperfección, y si no eres
ct
it
ud
capaz ten por seguro que nunca conseguirás alcanzar la felicidad.
Según Albert Ellis el funcionamiento del perfeccionismo sería el
Tu
A
siguiente:
1º. Yo debo ser perfecto: A) Tengo que hacerlo bien. B) No me gusta no
haber hecho lo que debo hacer. C) No aguanto haber hecho mal esto D) Soy
un inútil por no hacer lo que tengo que hacer.
2º Ellos deben ser perfectos: A) Ellos deben actuar bien. Ellos me deben
191
tratar bien. B) No me gusta que me traten así. Ellos actúan mal. C) No aguanto
que me traten así, no permitiré que actúen así. D) Son odiosos por tratarme de
esta manera, me resultan insoportables por no actuar bien.
z
3º El mundo debe ser perfecto: A) El mundo y lo que me rodea debe ser
Vá
re
bueno. Mi vida debe transcurrir como a mí me gusta. B) No me gusta que el
mundo no sea como a mí me gusta. C) No puedo soportar que la vida y el
ns
o
mundo sea tan mala. D) La vida y el mundo son horribles.
lo
Estos tres grupos de frases se refieren a lo tres posibles ámbitos
.A
destinatarios de tus exigencias de perfección: tú mismo, los demás y el mundo
.A
que te rodea. Dentro de cada grupo el proceso nace desde una determinada
M
idea de cómo deben ser las cosas hasta terminar calificando el suceso
imperfecto como algo exageradamente negativo. Naturalmente que, como ya
ta
l.
hemos tenido ocasión de explicar en otros capítulos, este proceso no se
Vi
produce en nuestro cerebro con estas mismas palabras sino que nuestra mente
ud
actúa como si pensásemos así.
A
ct
it
PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES:
Tu
A continuación presentamos, como en anteriores capítulos, un listado de
actitudes equivocadas (en este caso perfeccionistas) y las actitudes acertadas
con las cuales combatirlas.
192
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
Yo deseo que........
2. Yo debería.............
Sería deseable que.........
3. Tengo que........
Intentaré hacerlo.
4. Yo debo ser así.
Me gustaría ser así.
5. Los demás deben ser así.
Desearía
ns
o
Vá
re
z
1. Yo debo...........
los
demás
lo
que
.A
fuesen como a mí me gusta.
Me gustaría que el mundo
.A
6. El mundo debe ser así.
l.
M
fuese como yo quiero.
ta
7. Yo debo hacer las cosas bien,
y
Vi
he de ser perfecto.
si
no
lo
consigo
seguiré
ud
intentando mejorar en otras cosas.
8. Ellos deben actuar bien, deben
ct
it
Intentaré hacer las cosas bien,
Me
gustaría
que
ellos
ser perfectos. Ellos deben ser
actuasen bien, pero son dueños de
buenos
sin
su vida y pueden actuar libremente
manifestárselo a esas personas,
sin que yo deba enfadarme por sus
y
Tu
A
(íntimamente
les
estás
comporten
exigiendo
como
tu
que
se
juzgas
bueno).
193
errores.
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
9. El mundo y mi vida deben
bien,
deben
ser
cosas buenas y sus cosas malas y
debemos aceptarlo así porque en
z
perfectos, sin frustraciones
Vá
re
transcurrir
El mundo es como es, con sus
eso no va a cambiar.
No me gusta haber actuado
No he
actuado bien y lo
ns
o
10.
acepto. La próxima vez intentaré
inútil!.
actuar mejor.
.A
lo
mal, no lo aguanto, ¡soy un
Ellos no han actuado bien,
.A
Me disgusta como han
su forma de actuar. Son
pero es su responsabilidad: yo
M
actuado ellos, no soporto
ta
l.
horribles (no te gusta su
Vi
comportamiento y por eso los
juzgas mal y los calificas de
poco puedo hacer. Los acepto con
sus
errores
y
si
me
molestan
intentaré llegar a un acuerdo con
ellos.
ud
forma negativa).
ct
it
No me gustan las cosas que
del mundo, intentaré cambiarlas,
pasan en el mundo. No soporto
pero
A
12.
No me gustan algunas cosas
como es con sus cosas buenas y
Tu
estas cosas. El mundo y la vida
son
horribles
(calificas
al
mundo en su totalidad como
horrible
simplemente
porque
hay algunas cosas que no te
194
antes
aceptaré
sus cosas malas.
el
mundo
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
Esto debe ser hecho así. Hay
una
forma
hacerlo,
determinada
existe
una
Hay muchas formas de hacer
de
las cosas. Y, aunque haya unos
norma
caminos mejores que otros para
conseguir
tus
estará mal hecho .
importante
lo
establecida y si no lo hago así
ns
o
13.
Vá
re
z
gustan en él).
propósitos
es
lo
intentar
.A
conseguirlos. Y si no lo consigues
Debo hacer esto.
Intentaré
hacer
esto.
Elijo
hacer esto. Deseo hacer esto.
Vi
ta
l.
14.
M
.A
busca otro objetivo; ¡la vida sigue!.
Necesito esto......
16.
Necesito hacerlo bien.
Me gustaría esto. Me gustaría
ct
it
hacerlo bien.
Debería haber hecho esto.
Hubiera
A
17.
Deseo esto...
ud
15.
Tu
esto,
18.
la
sido
próxima
bueno
vez
hacer
intentaré
hacerlo de esta otra forma.
Debo destacar por encima de
Intentaré hacer las cosas bien,
los demás. Voy a ser mejor que
pero no por quedar por encima de
195
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
éste. Voy a hacerlo mejor que
nadie. Yo soy quien soy y ni soy
él.
mejor ni peor que nadie. Cada uno
preocuparme
hacer
bien
las
de
intentar
Vá
re
debo
z
es responsable de su vida y sólo
cosas
que
me
He
fracasado,
no
lo
he
¿Realmente había una forma
lo
19.
ns
o
corresponden hacer a mí.
mejor de hacerlo?. Y si es así y
.A
conseguido.
resulta que no he actuado como me
He cometido un error.
.A
20.
M
hubiese gustado no por ello soy un
ta
l.
fracasado como persona completa.
Vi
el fallo cometido, y si no es
ud
posible intentaré hacerlo mejor en
la próxima ocasión. Mi fracaso me
ct
it
ofrece la oportunidad de aprender,
A
pero ahora intentaré este nuevo
objetivo y disfrutaré tratando de
Tu
21.
Acepto mi error e intentaré reparar
alcanzarlo.
¿Cuál es la forma correcta
de actuar ahora?
Actuaré
siguiendo,
en
lo
posible, mis propios parámetros, e
intentaré disfrutar y si no consigo
196
ACTITUD EQUIVOCADA
22.
ACTITUD ACERTADA
intentaré disfrutar y si no consigo
¿Estará bien hecho así?. ¿Y
mis propósitos, buscaré otros y
si lo hago mal?
z
también intentaré disfrutar en su
No necesito experiencia para
lo he hecho nunca. No tengo
hacer la mayoría de las cosas
experiencia suficiente.
satisfactoriamente. El fracaso me
ns
o
Como voy ha hacerlo si no
la
.A
ofrecerá
lo
23.
Vá
re
persecución.
y
progresar.
de
Intentaré
.A
aprender
oportunidad
M
hacerlo lo mejor posible, pero si no
por
no
seguido
Ellos
creen
que
esta
he
ct
it
norma.
haber
Vi
Me critican o me regañan
ud
24.
ta
l.
lo consigo por lo menos aprenderé
actuado mal.
del error.
Tú eres el responsable de tu
vida:
debes
guiarte
por
tus
parámetros y criterios. Y si en un
momento determinado te percatas
A
de que has actuado mal, lo más
Tu
probable es que poco puedas hacer
ya. Intenta hacerlo mejor para la
próxima ocasión
25.
No soporto esta norma. ¡La
197
Esta norma va contra mis
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
destruiré!. Todos se comportan
principios. Trataré de eludirla en lo
así y yo no puedo soportarlo.
posible. Pero si su transgresión me
consecuencias
demasiado
z
trae
que
seguirla,
y si no la sigo
de
buen
grado
las
ns
o
aceptaré
Vá
re
negativas no tendré más remedio
No ha estado mal, pero debe
Ha
estado
.A
26.
lo
consecuencias.
disfrutaré
de
mi
triunfo.
La
.A
estar mejor.
estupendamente,
M
próxima vez seguro que sale mejor
Quiero hacer esto, pero me
ta
27.
l.
todavía.
he
Vi
supone un duro esfuerzo.
Para conseguir lo que quiero
de
esforzarme.
Sólo
me
ud
esforzaré si el hipotético beneficio
ct
it
futuro
posibilidades
realmente
de
tiene
producirse
y
Tu
A
supera el esfuerzo por conseguirlo.
28.
Esto
no
es
justo,
¡es
horrible!.
Acepto
lo
sucedido,
pero
intentaré cambiarlo. Y si no hay
posibilidad de triunfo no lucharé
198
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
en vano.
He hecho muy bien esto y
Me ha salido todo bien salvo
ha
salido
a
medias:
esto y por lo tanto he tenido éxito.
Vá
re
aquello, pero esto otro sólo me
he
La venganza no sirve para
esto, así que yo les voy ha hacer
nada y sólo crea más venganza.
esto otro.
Intentaré
lo
han hecho
hacerme
respetar
.A
Venganza: me
ns
o
fracasado.
30.
z
29.
con
.A
todas las armas a mi alcance, pero
Creo que esta persona sufre
ser
como
es
así
que
Vi
por
ta
31.
l.
M
la venganza es un último recurso.
persona sufre por ser como es. Si
realmente
es
preciso
puedo
aconsejarla que cambie. Pero la
decisión
ct
it
cambie.
ud
intentaré convencerla para que
Desde mi punto de vista esta
de
cambio
es
A
responsabilidad suya.
¿Por qué me tratan mal?.
Ellos son los responsables de
¿Por qué no me tratan bien?.
su comportamiento. Me esforzaré
Deben tratarme como a mí me
por conseguir un trato justo, pero
gusta.
no me vengare (intentaré evitar
Tu
32.
cualquier sentimiento negativo en
199
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
cualquier sentimiento negativo en
Intentaré ser yo mismo. Me
producirles
guiaré por mis propios criterios.
Debo
ser
Escucharé a los demás, pero luego
simpático, mostrarme divertido.
haré lo que yo crea, en mi interior,
Debo demostrar mi cultura y mi
que debo hacer. ¿Y si no resulto
facilidad de
He de
simpático?, ¡no pasa nada!, ¡no
quedar bien ante ellos. Debo
tengo por qué serlo!, ¿quién dice
demostrar mi inteligencia. Debo
palabra.
espontáneo. Debo contar
que
l.
ser
impresión.
ns
o
buena
debo
que
lo
interesan
personas
.A
las
Vá
re
me
.A
A
Vi
entre
Debo
los
demás.
ud
sobresalir
conmigo.
ta
chistes para que los demás se
diviertan
Debo ser alguien especial.
ct
it
haber
los demás, pero no dejaré de ser yo
mismo sólo por complacerles y
ganarme su aprecio. Además, la
al
final
siempre
es
descubierto.
ocurrido.
¡Es
horrible que haya ocurrido!.
35.
Intentaré
comportarme lo mejor posible con
falso
Esto no debe ocurrir, esto no
debiera
serlo?.
gente prefiere lo autentico y el
A
Tu
34.
deba
M
33.
z
mí).
No me gusta lo ocurrido. Me
gustaría que no hubiera ocurrido,
pero debo aceptarlo.
Debo mirar a la gente a los
200
¿Qué importa si miro al otro a
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
ojos y no desviar la mirada. Si
los ojos, al entrecejo, o a la boca?.
miro a la gente a los ojos y le
Lo
hago
disminuido ante nadie y esto se
la
mirada
me
es
no
sentirte
z
desviar
importante
consigue confiando en uno mismo
Vá
re
habré impuesto sobre ellos.
y no mirando a la gente a los ojos.
otro
donde
sin
miro.
preocuparme
por
Además,
otra
lo
del
ns
o
Centraré mi mirada en toda la cara
la
.A
persona puede sentirse incomoda
someterla
sólo
enemigo,
o
Hace 40 º C o llueve o te
ud
36.
Vi
ta
l.
M
.A
ante mí y en lugar de conseguir
conseguiré
alguien
que
un
se
encuentre incomodo conmigo.
Esto
no
me
gusta,
pero
intentaré ser lo más feliz posible
¡me siento muy deprimido!.
dentro de lo que las circunstancias
ct
it
duele la tripa. ¡esto es horrible!,
Tu
A
me lo permitan.
201
Tu
ud
ct
it
A
l.
ta
Vi
ns
o
lo
.A
.A
M
Vá
re
z
C a p í t ul o 8
ns
o
Vá
re
z
Tus relaciones con los demás.
.A
.A
lo
EL ORIGEN DEL DESEO DE APROBACIÓN AJENA
M
Desde su nacimiento el ser humano se pone en relación con los demás y
sobre todo cuando es niño necesita de otras personas para subsistir. Su
padres
normalmente
velan
por
nosotros
proporcionándonos
Vi
Nuestros
ta
l.
relación con sus padres en ese primer estadio de su vida es de dependencia.
alimentos y, generalmente, educación. Esa situación de dependencia unida a
ud
un deseo natural del niño de recibir cariño por parte de los que le rodean
ct
it
origina en la mayoría de los chavales un cierto deseo de aprobación y de
agradar a los demás. A veces, ese mismo deseo de agradar puede verse
A
contrariado produciendo entonces exactamente el efecto contrario, es decir: si
Tu
el niño es rechazado y no encuentra suficiente cariño o atención en los que les
rodean puede transformar su inicial deseo de agradar en una actitud de
rebeldía.
Dos pueden ser las razones por las que los niños precisan de esa
aprobación: en primer lugar nos encontramos con esa necesidad lógica que
tiene el bebé de ser alimentado y cuidado por los demás lo cual se traduce en
la correspondiente necesidad de aprobación, y en segundo lugar, es posible
que los seres humanos al ser animales sociales tengamos genéticamente esa
necesidad de ser amados por los demás, constituyendo, por lo tanto, una
Vá
re
z
manifestación evolutiva (el mejor adaptado sería el más hábil provocando
aprobación). Sea como fuere, y dejando de lado cualquier teoría, el hecho
ns
o
constatable es que el ser humano desea ser querido y aprobado por los demás.
A medida que el ser humano va convirtiéndose en adulto su dependencia
lo
de los demás se hace cada vez menor. El adulto ya no necesita de los demás,
.A
sino que simplemente desea su aprobación. Cuanto menor es esa necesidad de
.A
aprobación más independiente se hace esa persona y, por lo tanto, más
l.
M
responsable de su propia vida y más adulto.
Vi
ta
INDEPENDENCIA, PERO NO EGOÍSMO
ud
Pero ser independiente o ser adulto no implica que los demás no existan
ct
it
para nosotros ni que su opinión no cuente. Tampoco significa que ignoremos a
los demás ni que sus sentimientos no nos preocupen. Ser adulto, ser
A
independiente significa ser responsable de tu vida, implica estar resuelto a
Tu
guiarte por tus propios parámetros y no por los ajenos. En conclusión: ser
adulto no significa ser egoísta sino más bien todo lo contrario. De hecho ser
egoísta es ir contra lo que nos demuestra la realidad: por muy solitarios que
seamos siempre habrá otras personas a nuestro alrededor, personas también
responsables de su vida y realmente independientes por mucho que les
204
queramos manipular. Hemos de respetar las parcelas de independencia de
nuestros semejantes y tratar de llevar una convivencia lo más gratificante
posible para ambas partes, debemos ser generosos y respetar la independencia
de los demás si queremos mantener con ellos una relación satisfactoria. En
Vá
re
z
conclusión: el egoísmo excesivo constituye un obstáculo para una vida feliz.
Para apoyar la tesis descrita de la necesidad de respeto hacia los demás y
aparte
de
razonamientos
morales
y
éticos
ns
o
de lo negativo que puede resultar para nosotros mismos las posturas egoístas
podemos
utilizar
también
.A
lo
argumentos de tipo más racional e incluso egoísta como:
.A
1º Según tratemos a los demás así nos tratarán ellos: si tratas mal a los
M
demás ellos te trataran mal a ti; más se consigue con un elogio que con una
amenaza. Si infringes un trato desagradable a las personas más cercanas es
ta
l.
prácticamente seguro que tu relación con ellas sufrirá, más tarde o más
Vi
temprano, un serio deterioro.
ud
2º Es difícil inspirar respeto por medio del miedo, lo más probable es que
ct
it
la otra persona se revele en cuanto pueda contra nosotros. El respeto ajeno no
se consigue por la utilización de la violencia física o verbal sino cuando
A
demuestras a los demás que eres digno de consideración. Es mucho más
Tu
agradable y productivo conseguir el cariño de la gente que su temor u odio.
3º Si pretendes obtener una cierta consideración social y que la gente te
respete y te quiera será conveniente que te ganes el mayor numero de aliados
posible. La persona más insignificante puede infringirte algún daño si se
empeña; no menosprecies nunca a nadie.
205
De las consideraciones anteriores se desprende que el contar con el afecto
de los demás es siempre positivo para conseguir que tu desenvolvimiento
social sea lo más satisfactorio posible. Nosotros no estamos de acuerdo con las
afirmaciones de ciertos libros de autoayuda en los cuales se aconseja una
Vá
re
z
especie de menosprecio de la opinión ajena, expresable en la frase: ¡tu opinión
es la única que importa! (nosotros preferimos la frase: ¡tu opinión es la más
importante!); tampoco vemos productiva esa actitud defendida por algunos
ns
o
autores que parece contraponer el amor a uno mismo con respecto a tu
generosidad con los demás. Algunas frases como las siguientes: ¡coge lo que
primero por
ti mismo!,
Etc.,
sólo esconden una actitud
.A
¡preocúpate
.A
lo
deseas!, ¡has de mirar por ti mismo, ya que si no lo haces nadie mirada por ti!,
M
desconfiada con respecto a los demás, y una forma beligerante de ver las
relaciones humanas según la cual parece existir una constante batalla entre tú
ta
l.
y los que te rodean.
Vi
Por un lado parece conveniente intentar una buena convivencia con los
ud
demás y a la vez también es deseable que te rijas por tus propios parámetros.
ct
it
Ambos conceptos parecen contrapuestos ¿donde estará el límite entre tu deseo
de agradar a los demás y tu independencia?.
A
En principio tu deseo de éxito social no es incompatible, ni mucho menos,
Tu
con tu necesidad de ser dueño de tu propio destino. Si sacrificas tus propios
deseos para satisfacer los de los demás o si te esfuerzas por ayudar a alguien,
seguramente, lo estarás haciendo por tu propia voluntad, será una decisión
tuya y, en consecuencia, habrás seguido tus propios parámetros.
206
En otras ocasiones tus criterios pueden entrar en contradicción con
respecto a la forma de pensar de los que te rodean y entonces te verás obligado
a elegir entre hacer lo que tú crees bueno o en actuar como los demás te
demandan. La siguiente frase describe el punto de equilibrio entre estos dos
Vá
re
z
parámetros y te ayudará a tomar la decisión acertada: sacrificaré mis propios
criterios sólo cuando el beneficio que pueda obtener (según mi punto de vista)
sea de mayor entidad que mi renuncia. Esta frase te muestra el límite hasta el
ns
o
cual puedes sacrificar tus propias opiniones y valores: tu cesión no puede ser
mayor que el valor del aprecio ajeno obtenido. Es decir: busca la aprobación
.A
lo
ajena, pero no sacrifiques demasiado tus propios valores. Pongamos un
.A
ejemplo: imagina que tus amigos o amigas son fumadores o les gusta tomar
M
bebidas alcohólicas para pasarlo bien y tú, sin embargo, no te sientes atraído
por semejantes actividades, en semejante tesitura puede suceder que tus
ta
l.
amigos critiquen tu actitud o incluso que te hagan sentir poco integrado en el
Vi
grupo al no seguir sus costumbres, en tal caso, te verás obligado a elegir entre
ser mejor aceptado en tu grupo o seguir tus propios criterios. Si valoras en
ud
demasía la opinión ajena terminarás dependiendo de ella a la hora de tomar tus
ct
it
decisiones en lugar de guiarte por tus propios parámetros y, en consecuencia,
sacrificarás tu personalidad sin llegar a comportarte nunca como un ser
Tu
A
verdaderamente adulto.
Las siguientes frases te muestran algunos criterios a tener en cuenta
cuando tu independencia se ve enfrentada a la opinión de los demás:
a) Seguiré los criterios ajenos con preferencia a los propios sólo si me
resultan mejores que los míos.
207
b) Atenderé
los
razonamientos
ajenos
siempre
que
mis
propios
parámetros no se opongan a ellos.
c) Escucharé a los demás, pero las decisiones que me afecten a mí trataré
z
de tomarlas yo. Sin embargo, si es una cuestión que afecta a más
Vá
re
personas expresaré mi opinión cediendo si la mayoría manifiesta una
opinión contraria.
ns
o
d) Si sigues los criterios ajenos a pesar de ser contrarios a los tuyos con el
lo
fin de ganarte el aprecio de los demás lo más probable es que termines
.A
consiguiendo desprecio (ellos te encontrarán falto de personalidad).
.A
En cuanto a la obtención de aprobación debes tener en cuenta dos
M
cuestiones: primero, que nunca vas a conseguir la aprobación de todo el
l.
mundo ya que lo que a ti te parece correcto a la otra persona le puede parecer
ta
incorrecto y, por lo tanto, siempre habrá alguien que no acepte tu forma de
Vi
actuar. En segundo lugar, debes tener presente que nunca vas a obtener la total
ud
aprobación de los que te rodean por muy buenas relaciones que tengas con
ct
it
ellos. De estas dos características se desprende que tu persecución de
aprobación puede resultar, a menudo, totalmente inútil, cualidad esta a tener
A
en cuenta cuando tomes tus decisiones. Es decir: el esfuerzo por obtener el
Tu
aprecio ajeno no siempre puede verse recompensado, lo cual disminuye su
valor como parámetro ya que tu sacrificio de otros valores para satisfacer
dicho deseo puede no verse en absoluto recompensado.
RESPETO:
208
Debes intentar hacerte respetar, pero no a toda costa sino sólo cuando tu
libertad de elección se esté viendo seriamente amenazada. Tú eres el
verdadero responsable de tu vida y quien debe elegir cómo encauzarla.
Cuando alguien se entromete en tus decisiones y pretende desviarte de tu
Vá
re
z
camino sin demostrarte que su alternativa sea más eficaz que la tuya debes
declararle tu intención de no desviarte del itinerario trazado. Hacerse respetar
consiste precisamente en eso: en demostrar a los demás que si tomas una
nada
te
va
a
desviar
de
tu
decisión
sin
ns
o
determinación
una
razón
verdaderamente válida. Por lo tanto, debes hacer respetar tus decisiones y ésa
.A
lo
es la clase de respeto que realmente te interesa y no ese otro tipo, el
.A
conseguido por medio de la agresividad, más parecido al miedo que a otra
M
cosa.
Vi
ta
l.
EL ELOGIO:
ud
Más se consigue con un elogio que con una crítica. Si mantienes una
actitud positiva frente a los demás, si eres capaz de elogiarles cuando hagan
ct
it
las cosas bien y de disculparles tanto exteriormente como en tu interior si
A
hacen las cosas mal, seguramente estarás facilitando que tu relación con esas
Tu
personas funcione satisfactoriamente. La crítica, aun cuando, a veces, tenga un
punto de verdad suele ser negativa para las relaciones: con ella poco se
consigue de constructivo y sólo constituye una vía para manifestar tu
frustración porque la otra persona no actúa como tú quieres. Efectivamente, la
crítica, a menudo, no es una actitud franca, sino que tras su aparente
209
sinceridad suele ocultar deseos manipulativos, pequeñas venganzas, deseos de
controlar la vida del otro, etc.
Si has de criticar algo a una persona, sobre todo si es una persona
Vá
re
que está bien, de lo positivo y luego introduce esa crítica.
z
cercana, intenta acompañar dicha crítica con un halago: primero háblales de lo
Sin embargo, el elogio excesivo y los halagos repetidos no tardan en
ns
o
perder su eficacia ni en cultivar la desconfianza del destinatario y, por otro
lo
lado, también pueden ser reflejo de un exacerbado deseo de aprobación. Debes
.A
calibrar todos estos aspectos para evitar el “abuso del elogio”.
l.
M
.A
PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN
ta
En nuestras relaciones con los demás utilizamos como medios de
Vi
comunicación fundamentalmente el habla y el gesto. Aunque dichos medios
ud
son muy útiles no están exentos de limitaciones que les impiden ser totalmente
ct
it
infalibles a la hora de comunicar nuestros pensamientos. De hecho, a menudo,
nosotros mismos provocamos dichas deficiencias porque precisamente lo que
Tu
A
pretendemos es no comunicar lo que estamos pensando.
Uno de los más importantes obstáculos para que esa comunicación sea
suficientemente eficaz es la mentira. Mentimos por muy diversas causas y,
aunque la mentira es un componente perjudicial para nuestras relaciones con
los demás está tan extendida en nuestra sociedad que a veces no podemos
eludir su aplicación. Efectivamente, las normas sociales, la sensibilidad de la
210
gente, etc. nos exige a menudo mentir. El engaño, por su parte, constituye un
tipo de mentira cualificado que normalmente persigue la obtención de algún
tipo de beneficio ya sea material o espiritual. Tanto la mentira como el engaño
generan diversos problemas a quien las utiliza en exceso: los demás dejan de
Vá
re
z
confiar en ti, haces daño, te creas enemigos, actúas en contra de tus
parámetros e incluso puedes terminar creyéndote tus propias mentiras.
podemos
encontrarlo
en
lo
que
podríamos
ns
o
Otro obstáculo para el mantenimiento de una comunicación satisfactoria
denominar
“lectura
de
lo
pensamiento”. Consiste dicho fenómeno en la pretensión constante de intentar
.A
saber lo que la otra persona piensa. Esta pretensión es claramente imposible,
.A
pero si analizas tu comunicación con los demás, sobre todo con las personas
M
allegadas, te darás cuenta que la utilizas constantemente y si no lee el
l.
siguiente ejemplo (lo que piensa cada personaje aparece en cursiva y entre
ta
paréntesis y, como siempre, no reflejan el pensamiento exacto sino la actitud o
Vi
el sentimiento que esconden):
ct
it
ignora).
ud
John: María, te has olvidado de planchar mi camisa (esta mujer me
A
María: se me ha olvidado. ¡Tengo muchas cosas que hacer!. (este hombre
Tu
cree que soy una inútil y no hace más que exigirme, si no me cree maravillosa
es que no me quiere).
John: tú eres la responsable de la casa y si no te gusta ponte a trabajar (he
de conseguir que trabaje más porque si no tendré que hacerlo yo y no tengo
tiempo: John intenta crear un sentimiento de culpa en su mujer para conseguir
211
,lo que pretende).
María: si no fuese porque tengo que cuidar a los niños lo haría. (este tipo
es injusto sabe que si no trabajo es por los niños sólo quiere hacerme sufrir,
Vá
re
z
¡como siempre!: María cree saber lo que pretende su marido).
En esta escena de la vida cotidiana de una pareja podemos contemplar
como los dos personajes, en primer lugar, no dicen lo que realmente están
ns
o
pensando y que, además, se dedican a intentar leer el pensamiento del otro y a
lo
imaginar sus intenciones. Aunque, a veces podemos acertar con nuestra
.A
lectura lo cierto es que muy a menudo fracasamos y nos imaginamos cosas
.A
inciertas, lo cual puede originar comportamientos belicosos y discusiones sin
M
base real
l.
Otra fuente de problemas en tus relaciones resulta de la etiquetación (¡tú
ta
eres un jeta!). Cuando etiquetas a una persona cometes dos errores: en primer
Vi
lugar, nadie responde totalmente a las etiquetas que les ponemos y nos pueden
ud
sorprender en cualquier momento demostrándonos nuestra equivocación. En
ct
it
segundo lugar, a nadie le gusta que le etiqueten, sobre todo si dicha etiqueta es
negativa y, además, si la persona en cuestión se da cuenta de lo que pensamos
Tu
A
habremos ganado un enemigo.
La crítica, aunque sea veraz, constituye otra posible causa de tensión con
los demás, como tendremos ocasión de ver en el capítulo siguiente al cual nos
remitimos para su estudio.
Por otro lado, el pensamiento absolutista o perfeccionista encuentra
212
también un importante campo de cultivo en nuestras relaciones con los demás.
Dicho pensamiento absolutista puede manifestarse de diferentes formas:
a) Generalizando un aspecto negativo de un acontecimiento determinado
z
y considerando a raíz de él todo el suceso como negativo. Se escoge
Vá
re
sólo lo negativo de lo sucedido y se desdeña lo positivo: acabo de
cometer un error, todo se ha ido al garete, ¡ todo lo he hecho mal!.
ns
o
b) Exigiendo que todo lo acontecido sea perfecto y calificándolo como
lo
negativo si no lo es. Lo estaba haciendo muy bien, pero he cometido
.A
este pequeño error y todo lo anterior a quedado invalidado. He
.A
fracasado por completo, ¡ha sido un desastre!.
M
c) Exagerando excesivamente o lo positivo de un acontecimiento o lo
l.
negativo dependiendo de el estado de ánimo del sujeto, y extrayendo a
ta
causa de dicha actitud unas consecuencias equivocadas: ¡esto es lo
Vi
peor que me ha sucedido en mi vida!.
ud
d) Estableciendo para los demás y para ti mismo un deber de
ct
it
comportamiento determinado (debes y deberías) de tal manera que
cuando cualquier persona no actúa según dicho comportamiento
Tu
A
calificamos su conducta negativamente. ¡mira!, acaba de meter la pata,
¡todo lo hace mal!.
Observa esta conversación de ejemplo:
María: ¡mira donde has dejado las zapatillas!. (él debe ayudarme, debe
213
dejar las cosas en su sitio).
John: ¡no tienes por qué echarme continuamente la bronca!. Tengo prisa
y si me ando con esas tonterías llegaré tarde al trabajo.
Vá
re
z
María: claro, tú llegas tarde y no eres capaz de hacer las cosas como Dios
manda y me dejas todo a mí, ¡como siempre!. (sólo busca excusas, él tiene
que hacer las cosas bien y, aunque ahora no puede hacerlo, le enseñaré para
ns
o
un futuro).
lo
En el ejemplo anterior podemos encontrar otro de los problemas
.A
habituales en las relaciones interpersonales: el deseo de enseñar a los demás
.A
como deben comportarse. Ya hemos visto que todos tenemos una imagen de
persona
determinada
no
se
comporta
como
nosotros
juzgamos
l.
una
M
cuál es el comportamiento adecuado para cada situación, pues bien, cuando
ta
conveniente inmediatamente nos surge el deseo de enseñarle la conducta
Vi
correcta. Para enseñar a la otra persona utilizaremos todo tipo de artimañas:
ud
les criticaremos su comportamiento, les intentaremos hacer sentir culpables,
ct
it
etc. Todas estas medidas van encaminadas disimuladamente a controlar a la
otra persona y conseguir que se comporte como nosotros deseamos, con lo
A
cual estaremos imponiendo a ese individuo un comportamiento con el que
Tu
quizás esa persona, en su interior, no está de acuerdo. Hemos de permitir que
los demás tomen sus propias decisiones y sólo es lícita nuestra intervención si
su comportamiento nos es realmente perjudicial.
Algunos de los problemas de comunicación descritos serán tratados en el
siguiente capítulo donde, además, se estudiarán diversos métodos para
214
los
problemas
más
comunes
en
tus
relaciones
Tu
A
ct
it
ud
Vi
ta
l.
M
.A
.A
lo
ns
o
Vá
re
z
solucionar
215
Tu
ud
ct
it
A
l.
ta
Vi
ns
o
lo
.A
.A
M
Vá
re
z
C a p í t ul o 9
z
Los manipuladores y tus problemas con los
lo
ns
o
Vá
re
demás.
M
.A
.A
MANIPULACIÓN Y PERSONAS MOLESTAS:
l.
Manipulación es toda actividad encaminada a que las otras personas sigan
ta
nuestros criterios en lugar de los suyos propios; es intentar influir en las
Vi
decisiones y en los sentimientos ajenos. Manipulamos a los demás para que se
ud
comporten como nosotros queremos, para poder servirnos de ellos, para salir
beneficiados nosotros mismos, para bromear a su costa, también por hábito o
ct
it
por rencor e, incluso, para no ser manipulados. Manipulamos a los demás
cuando insistimos para que hagan tal cosa o tal otra a pesar de que ellos no
A
quieren hacerlo. Manipulamos a los demás si les criticamos algo y les decimos
Tu
que es por su bien cuando en realidad es por el nuestro, es decir: les criticamos
porque su actividad nos molesta o porque pretendemos sacar un beneficio si
actúan como nosotros les pedimos.
Otras veces escondemos nuestras manipulaciones tras la apariencia de
consejos, críticas o indiferencia. Efectivamente, a veces nos mostramos
indiferentes ante una persona precisamente para llamar su atención o para
vengarnos de su propia indiferencia. La manipulación normalmente se
manifiesta en una absoluta falta de sinceridad: si nos molesta algo de otra
persona se lo criticamos, pero no exponiendo el motivo real de nuestro enojo,
Vá
re
z
sino mostrándolo como un defecto de la otra persona, como algo que ella debe
cambiar por sí misma. Intentamos despertar su lado egoísta o perfeccionista en
ns
o
lugar de manifestarle que su forma de actuar nos molesta.
Tres serían los componentes característicos de la manipulación: uno de
lo
ellos el deseo de que los demás se comporten como nosotros queremos (es el
.A
motivo), el otro sería la utilización de diferentes medios para conseguir este
.A
propósito que tienen en común la falta de sinceridad (es la forma de
M
materializarse dicha manipulación) y por último vemos como la manipulación
ta
Vi
deterioro de la relación.
l.
trae consigo más manipulación como respuesta, el resultado puede ser un
Es posible que lo expuesto en estas líneas pueda parecerte algo oscuro,
ud
pero comprenderás mejor en qué consiste la manipulación según vayas
ct
it
avanzando en la lectura de este capítulo.
A
Deseamos triunfar en la vida, quedar bien ante los demás, etc., y para
Tu
conseguirlo utilizamos todo tipo de armas: hablamos bien de nosotros mismos,
intentamos demostrar nuestra amplia cultura o lo mucho que sabemos de
deportes, contamos sosas de nosotros mismos en las cuales aparecemos casi
como héroes. Otras veces intentamos quedar por encima de los demás, nos
hacemos respetar recurriendo incluso a amenazas o a un vocabulario violento
218
para que teman nuestras respuestas y, a menudo, manipulamos a los demás
para que hagan lo que queremos: pedimos a nuestra madre que nos adelante la
paga del fin de semana o regañamos a nuestro hijo para que nos obedezca y
para ello nos valemos de todo tipo de tretas (les hacemos sentir culpables, por
Vá
re
z
ejemplo) con tal de salirnos con la nuestra. Muchas veces no somos sinceros y,
por ejemplo, intentamos quedar bien aparentando ser humildes cuando en el
fondo nos creemos lo mejor que ha nacido en el mundo. La mayoría de estas
ns
o
manipulaciones no tienen importancia y hemos de aceptar su existencia. Sin
embargo, a veces, nuestras manipulaciones pueden volverse contra nosotros
.A
lo
mismos y rápidamente la otra parte comienza a jugar el mismo juego: si tú
.A
criticas a tu madre porque no te da la misma paga que las demás madres
M
proporcionan a tus amigos ella utilizará también la culpabilización para
echarte en cara, por ejemplo, que ella y tu padre se tiran todo el día trabajando
ta
l.
y que están pasando una mala racha y que encima tú eres incapaz de
Vi
comprenderlo. En consecuencia: la manipulación tiene como resultado más
manipulación,
como
falta
de
sinceridad,
tiene
su más clara
ct
it
La
ud
manipulación dando lugar a un juego interminable y absurdo.
manifestación en nuestras relaciones de pareja o con nuestra familia. ¡Cuantas
A
veces estamos pensando que esa persona está actuando mal gritando más de la
Tu
cuenta y, en lugar de hacérselo ver, preferimos utilizar ciertas tretas como
hacernos pasar por sordos, ponernos a cantar o simplemente burlarnos de ella!.
Pero todo lo descrito no implica una necesidad ineludible de erradicar la
manipulación de nuestras vidas, pues ésta sería una labor prácticamente
imposible. Hemos de aceptar la existencia de actitudes manipulativas; pero, a
219
su vez, debemos evitar que nuestras relaciones con los demás se deterioren por
culpa de un exceso de manipulación.
Existe una amplia diversidad de arquetipos de personas manipulativas y
z
molestas y cada una de esas personas merecerá un trato diferente; así, por
Vá
re
ejemplo, podremos encontrar: quejicas, pelmazos, burlones, polemistas,
criticones, discutidores, mentirosos, culpabilizadores, violentos, bravucones,
ns
o
coaccionadores, resentidos, consejeros, iracundos, borrachos, etc.
lo
Aunque tú eres el verdadero responsable de tus sentimientos y, si te
.A
empeñas, puedes controlarlos a pesar de lo que digan o hagan estos
.A
manipuladores, lo cierto es que ejercer este tipo de control no es una labor
M
fácil y conlleva un elevado grado de esfuerzo y atención, por eso es muy
positivo tener a mano una serie de técnicas que te posibiliten afrontar a estos
ta
l.
individuos molestos de forma efectiva.
Vi
Cuando te enfrentas, por ejemplo, a una persona violenta y fuera de sus
ud
casillas es probable que no tengas de antemano una idea clara de como
ct
it
encararla y, aunque intentes convencerte a ti mismo de que la actuación de esa
persona no te afecta interiormente lo cierto es que si dicha persona termina
A
propinándote un puñetazo y te deja “groggy” todos tus intentos de persuadirte
Tu
se irán al “carajo” y seguramente terminarás afectado por su actuación, de ahí
la conveniencia de tener previamente meditadas unas pautas a seguir ante la
aparición de determinadas personas. A continuación te vamos a ofrecer una
serie de técnicas que te ayudaran a afrontar con éxito a estas personas y
después veremos una serie de ejemplos prácticos que te servirán para hacerte
220
una idea de cómo se utilizan las diferentes técnicas. Además, también podrás
utilizar estas técnicas cuando te enfrentes a actitudes similares a las descritas,
pero provenientes de personas más allegadas y queridas ya que la mayoría de
las acciones manipulativas apuntadas proceden, en realidad de los individuos
Vá
re
z
más cercanos a ti.
1).TÉCNICAS GENERALES (estas técnicas se pueden utilizar ante
ns
o
cualquier tipo de manipulación):
lo
A). Mantenerse erguido y acercarte a la otra persona: esta técnica
.A
consiste en mantener cierta actitud física hacia la otra persona. Cuando te
.A
mantienes en una postura erguida en primer lugar pareces más grande, lo cual
M
ya es de por sí una ventaja, y, en segundo lugar, demuestras a la otra persona
l.
que no eres fácil de amedrentar. Existen en el mercado multitud de libros que
ta
tratan del lenguaje corporal cuya lectura podría resultarte muy interesante para
Vi
ilustrar esta técnica.
ud
B). Sonrisa o en su defecto una actitud exterior positiva. La risa y el
ct
it
buen humor pueden constituir unas muy eficaces herramientas para desarmar
a los insidiosos. Sin embargo, no hay por qué forzar la sonrisa ni reír si
A
realmente no tienes ganas; no hay nada más estúpido que una sonrisa forzada.
Tu
Sería interesante que tratases de ampliar tu arsenal gesticular. Muchas veces
comunica más un gesto que mil palabras.
D). Relajación interior y exterior: control. Esta técnica consiste en
intentar controlarte ante esa persona molesta. No debes perder los nervios ni
221
entrar en el juego del otro, sino todo lo contrario: debes mantener la cabeza
fría y ser inteligente. Muchas veces te habrás descubierto a ti mismo envuelto
en discusiones vanas con las que nada resuelves, habrás perdido el tiempo en
una actuación que lo único que puede reportarte es enfadarte con la otra
Vá
re
z
persona, a la que seguramente aprecias, ¡y sólo por no salir perdedor en la
discusión!. Controla tu ira y compórtate lo más inteligentemente posible.
ns
o
E). Manténte firme en tu convencimiento de no dejarte manipular, de
no permitir que los demás, a través de su comportamiento manipulador, dirijan
lo
tu vida; ¡tú eres el dueño de tus propias decisiones!. A veces y sólo a veces,
.A
esta actitud de firmeza puede traducirse en hacer lo contrario de lo que tu
.A
manipulador pretende (si pretenden enfadarte lo mejor es intentar mantener la
M
calma). Esto no equivale, ni mucho menos, a mantener constantemente una
l.
postura rebelde ni a mostrar una actitud de no escucha frente a los demás, muy
pero si sus razones no son realmente muy
Vi
pretendan manipularnos,
ta
al contrario: debemos escuchar a los demás, incluso en el caso de que
ud
convincentes habrás de seguir tus propios criterios. Sólo si es preciso y estás
ct
it
convencido de su necesidad, sería lógico tomar exactamente la resolución
contraria a la exigida por tu manipulador. Con esta actitud de firmeza los
A
demás caerán pronto en la cuenta de que la crítica o la culpabilización no les
Tu
son útiles para manipularte y al final estas conductas desaparecerán.
F). Búsqueda de acuerdo o compromiso: es el verdadero objetivo a
alcanzar frente al manipulador de turno. Debes encontrar una vía de acuerdo
para librarte de tu manipulador, pero dejándole una salida honrosa con lo cual
evitarás el deterioro de tu relación con él. Naturalmente, ambas partes habrán
222
de ceder en sus posturas para conseguir ese acuerdo. Por lo tanto, no temas
ceder, el orgullo muchas veces es un impedimento para conseguir la felicidad.
Debes ser comprensivo con la otra persona y ser capaz de ponerte en su lugar,
así conseguirás entenderlo mejor y hacer más fácil ese acuerdo. Pero tu
Vá
re
z
renuncia para llegar a ese compromiso nunca debe sobrepasar al valor total de
este.
ns
o
2). TÉCNICAS COMUNICATIVAS: (son diversas técnicas
utilizables para casos concretos y específicos y, por lo tanto, pueden no
.A
lo
resultar las más convenientes para otros).
.A
A). Aceptar la posibilidad: esta técnica se utiliza principalmente cuando
M
la otra persona emplea críticas o culpabilizaciones de dudoso fundamento.
l.
Imagínate que critican tu forma demasiado alta de hablar y, sin embargo, tú no
ta
estás de acuerdo con dicha afirmación. Puedes responder: ¡es posible!, ¡puede
Vi
ser!. Se trata de un reconocimiento sincero que debe estar exento de
ud
agresividad, no debe utilizarse en el sentido de ignorar a la otra persona, o
pasar de ella. Por lo tanto, esta técnica consiste en el mantenimiento de una
ct
it
actitud de escucha, pero mostrando una postura que exteriorice que la crítica
no afecta a tu autoestima: ¡tú te valoras a pesar de tus defectos!. Los
A
beneficios que puedes obtener con este tipo de respuesta pueden ser: 1) Quizás
Tu
evites una improductiva discusión en la cual quedarías abocado a tomar una
actitud defensiva seguramente poco provechosa para ti. 2) El eludir la
discusión te facilita la relación con esa persona favoreciendo un posible
acuerdo o llegar a un entendimiento con ella. 3) Demuestras a la otra persona
223
que su crítica no te preocupa ni afecta a tu autoestima con lo cual si pretendía
manipularte, vengarse o quedar por encima de ti habrás frustrado su intento y,
además, seguramente utilizará cada vez menos dicha arma al darse cuenta de
su ineficacia. Pero, y a pesar de lo expuesto, lo cierto es que la mayoría de
Vá
re
z
nosotros estamos tan acostumbrados a usar la crítica y otros instrumentos
similares en nuestras conversaciones que por mucho que lo intentemos
siempre habrá intentos manipulativos. 4) También te demuestras a ti mismo
ns
o
que tus defectos o errores no son tan importantes, y que los puedes aceptar sin
que ello suponga una devaluación en tu autoestima. 5) El aceptar la
.A
lo
posibilidad constituye una respuesta sincera ya que realmente no sabes si la
.A
otra persona tiene razón o no, ni tampoco si está utilizando la crítica de forma
M
espontanea o esconde algún tipo de venganza o manipulación.
l.
B) Aserción negativa: consiste en la aceptación de críticas que tú mismo
ta
consideras veraces. Una crítica te afecta especialmente cuando refleja alguna
Vi
imperfección en tu persona. La clave para aceptar las críticas consiste en
ud
llegar a la intima convicción de que las admites y no sólo en aceptar de
ct
it
palabra su autenticidad. Esta técnica es muy similar a la primera y, en general
vale la mayoría de lo expuesto en la anterior técnica. Las siguientes frases
A
resultan muy apropiadas para desarrollar esta técnica: ¡es cierto!, ¡por
Tu
supuesto!, ¡es verdad!.
C) Indagar la veracidad de la crítica. Esta técnica puede utilizarse
cuando la otra persona insiste en su crítica, por ejemplo, al darse cuenta de que
tú no te sientes demasiado preocupado por su opinión. También puedes
emplear esta técnica cuando la otra persona te acusa de algo que resulta
224
dudoso. Sería una técnica subsidiaria de las dos anteriores. Las frases
características de esta técnica serían: ¿por qué dices eso?, ¿estás seguro?, ¿y
no lo somos todos?, ¿seguro que lo hago mal?, y tú ¿cómo lo harías?. Esta
técnica no resulta tan efectiva cuando se trata de varias personas reunidas o
Vá
re
z
cuando la otra persona simplemente pretende bromear a tu costa. Como
puedes observar la mayoría de las frases a utilizar son interrogativas porque el
fundamento de esta técnica consiste en indagar sobre los razonamientos que
ns
o
han llevado a esa persona a expresarte su crítica. Con esta pesquisa
pretendemos: 1º. Descubrir si realmente estás cometiendo errores y, por lo
.A
lo
tanto, si eres merecedor de esa crítica. Una vez persuadido de tus errores
.A
podrás intentar ponerlos remedio (si lo crees preciso, naturalmente). 2º) Cabe
M
la posibilidad de que tú no estés cometiendo ningún error resultando
equivocada la otra persona. Al verse obligado a responder a tus preguntas la
ta
l.
otra persona descubrirá su error por sí misma y tú también te asegurarás de no
Vi
haberlo cometido (¡atención!, poco positivo habría en que tú, a tu vez, le
“restregases” al otro sus fallos por la cara). 3º) Puede ocurrir también que la
ud
otra persona esté utilizando la crítica como arma con algún fin (quizás
ct
it
pretenda vengarse de ti o llamar tu atención porque últimamente no le haces
caso) y al preguntarle sobre sus razones para criticarte el mismo puede
A
descubrir el verdadero fundamento de su crítica con lo cual terminará
Tu
abandonando su actitud más tarde o más temprano. Por otro lado, esta técnica
te permitirá percatarte de su intento manipulador y, tomar las medidas que
creas más oportunas; aunque, desde luego, lo mejor sería no tomárselo
demasiado en cuenta.
225
D). Decir lo que piensas, sincerarte, pero de forma educada. Esta técnica
consiste en exponer lo que realmente piensas del asunto en cuestión, dejando
las cosas claras, explicando tu postura y tus intenciones. Otras veces puede
consistir en descubrir cuales son las verdaderas motivaciones de las otra
Vá
re
z
persona y hacérselas ver (Ejemplo: ¡tú lo que quieres es que te ayude!).
Cuando utilices esta técnica no has de mostrarte irritado sino todo lo contrario:
se desprenda que los ataques ajenos no te afectan.
ns
o
has de mantener un tono cercano a la broma, mostrando una actitud de la cual
lo
Esta técnica, por llamarla de alguna manera, puede resultarte, en
.A
ocasiones, penosa de utilizar ya que, en general, la mayoría de nosotros
.A
tememos parecer débiles ante los demás si decimos lo que pensamos. Así, por
M
ejemplo, si una persona nos está haciendo una broma pesada el hecho de
l.
decírselo a la cara puede parecernos una demostración de debilidad pues con
ta
ello tememos demostrar al otro que sus puyas han surtido efecto lo cual nos
Vi
dejaría en una posición de inferioridad y podría provocar nuevos ataques. En
ud
estos casos es más fácil tomar la determinación de responder con lo mismo al
ct
it
otro. Pero si cuando eres criticado o cuando la otra persona te gasta bromas
pesadas o cuando te “pinchan” para sacarte de tus casillas entras en el juego y
A
respondes con esas mismas armas puedes verte envuelto en una especie de
Tu
competición sin sentido cuya única finalidad suele consistir en averiguar cuál
de los contendientes es capaz de sobrepasar al otro en sus críticas o mofas. Y,
sin embargo, es muy probable que tú no tengas ganas de bromear ni de
discutir y en ese caso tu manipulador estará consiguiendo su objetivo: estará
influyendo en tus sentimientos y pensamientos, estará consiguiendo que actúes
226
como él quiere y no como tú quieres. En tales casos debes evitar ser agresivo y
comportarte lo más educadamente posible; pero, a la vez, debes mostrarte
firme y contundente en tu actitud y actuar en consecuencia (una acción vale
z
por mil palabras).
Vá
re
Ser sincero y decir lo que realmente piensas es mostrar exteriormente lo
que eres interiormente y, por lo tanto, si evitas ser franco con los demás
ns
o
estarás, en el fondo, demostrando una absurda reserva a mostrarte como eres:
estarás dudando de ti mismo. Ejemplos de frases relativas a esta técnica
lo
podrían ser: ¡me estás molestando!, ¡lo que dices es falso!, ¡todos tenemos
.A
nuestros defectos!, ¡tú a veces también fracasas!, ¡no me gusta tu forma de
M
.A
comportarte!, ¡basta ya!, ¡no te pases tío!, ¡no te hagas el gracioso!, etc.
Una de las principales utilidades de esta técnica es que puedes dejar al
En segundo lugar, como ya apuntamos
l.
tu adversario.
ta
descubierto a
Vi
anteriormente, evita que te enredes en discusiones o juegos verbales poco
productivos o que, simplemente, no te apetecen. En tercer lugar al no entrar en
ud
el juego ajeno probablemente la otra persona tomará una aptitud menos
ct
it
manipulativa y, seguramente, terminará respetándote más. Por último, la
cualidad de ser sincero puede enriquecer mucho tus relaciones con las
A
personas que te rodean, las hará mucho más profundas y seguramente te
Tu
ganarás un mayor aprecio ajeno. Siendo sincero demuestras que no tienes
miedo a la realidad, que no precisas huir de ella con mentiras y, además, ganas
verosimilitud ante los demás. Pero, naturalmente, la sinceridad tiene un límite:
debes intentar reducir al mínimo el daño que puedas hacer con tus
afirmaciones.
227
E). Quitarle importancia al asunto: frases características de esta técnica
serían: ¡venga!, ¡tranquilo!, ¡no te preocupes!, ¡cálmate!, ¡bah eso no es nada!,
¡tómatelo con calma!, ¡no hay tanta prisa!. Esta técnica resulta especialmente
eficaz frente a personas que te exigen respuestas urgentes, que están nerviosas,
Vá
re
z
etc.
F). No darse por enterado: esta técnica consiste precisamente en no
ns
o
hacer nada, en seguir atendiendo tus asuntos como si nada sucediese. Es
adecuada para afrontar a personas que intentan llamar tu atención a toda costa,
lo
a personas que te vienen con urgencias si éstas no son tales, a bromistas que se
.A
ponen pesados, etc. Es una forma de actuar que sólo debes de usar cuando la
.A
persona acuciada por la urgencia no parece responder a la técnica “di lo que
M
piensas” o si la otra persona sólo quiere hacerte víctima de tus bromas.
ta
l.
G). ¡Tú eres el que se enfada!, ¡tú eres el que lo pasa mal!: estas frases
Vi
(del tipo “di lo que piensas”) son muy útiles cuando la otra persona pretende
hacerte responsable de su negativo estado de ánimo. Con ellas le demuestras a
ud
esa persona que es ella la realmente responsable de su estado de ánimo. Son,
ct
it
por lo tanto, muy eficaces frente a intentos culpabilizadores (como por
ejemplo si tu madre te acusa de estar “quitándole la vida” de tanto como la
A
haces trabajar). El problema puede surgir si la otra persona se lo toma como
Tu
una agresión por lo cual debes utilizarlas con cuidado.
H). Existen una serie de frasecitas en el “mercado” muy útiles para
afrontar con éxito ciertas situaciones. Así, ante bromas pesadas o personas que
se cachondean de ti puedes utilizar frases como: ¡qué mal bicho!, ¡eres un
228
cabronazo!, ¡qué cerdo!, etc. Para aquellas situaciones en las cuales la otra
persona intenta intimidarte puedes usar una frasecita del tipo: ¡qué miedo me
das!.
z
La utilización de estas expresiones ha de estar revestida del adecuado
Vá
re
tono de broma para restarle una posible y perjudicial agresividad y, además,
debes acompañarlas con una actitud de la cual se desprenda que la acción
ns
o
ajena no te a molestado. Esta técnica puede terminar poniéndote en apuros si
el otro es demasiado violento y tú de pequeño tamaño y, por lo tanto, debes
.A
lo
utilizarla con prudencia.
.A
I). ¡Y a ti ¿qué te importa?. Frase esta, a utilizar cuando la otra persona
M
se pone muy pesada intentado indagar en tus cosas intimas. También es una
frase agresiva que debemos utilizar con moderación y, en su lugar,
ta
l.
seguramente puedes echar mano de un “di lo que piensas” mucho más
Vi
efectivo.
ud
J). Disco rayado: técnica muy útil para conseguir cosas que te interesan o
ct
it
cuando la otra persona intenta desviar la conversación. Consiste en repetir una
y otra vez tu pretensión: sí, claro, es cierto; pero...¡Me gustaría que me dijese
A
dónde me pueden sellar este documento!. Claro, pero ¿y dónde me lo pueden
Tu
sellar?, ¡por supuesto que sí!, pero ¿y el sello?.
K). Desviar la conversación: esta técnica verbal se puede emplear cuando
la conversación deriva hacia temas delicados o molestos. Has de ser hábil para
conseguir que tu intento de cambiar de tema pase inadvertido. En caso de no
dar resultado siempre puedes utilizar un “di lo que piensas” del tipo: ¡disculpa,
229
pero la verdad es que no tengo ningún deseo de hablar de eso!. Y si la persona
insiste puedes emplear un “disco rayado” lo menos agresivo posible: pues lo
siento, pero ¡no quiero hablar del tema!. ¡no! déjalo, no insistas, ¡por favor!.
Vá
re
z
3). TÉCNICAS DE ATAQUE Y CONTRAATAQUE:
Es posible que en alguna ocasión no te quede otro remedio que utilizar
métodos más violentos para librarte de esas personas molestas. Así que,
ns
o
aunque te consideres una persona pacifica y no te gusten los enfrentamientos
lo
lo cierto es que a veces tu única salida consistirá en atacar físicamente o
.A
verbalmente a tu contrincante.
.A
A). Violencia física y verbal (insultos). Constituye un último recurso:
M
sólo has de usarlo cuando no te quede otro remedio y siempre que su
l.
utilización no te vaya a traer más consecuencias negativas que positivas. Así,
ta
por ejemplo, si la otra persona es mucho más corpulenta que tú quizás sea más
Vi
conveniente “salir por piernas” que enfrentarte a ella. Sin embargo, también te
ud
enfrentaras a situaciones en las cuales será preferible utilizar la violencia que
ct
it
permitir continuas vejaciones.
A
B). Frases agresivas: ¡y a ti que coño te pasa!, ¡y tú que quieres!, ¿tienes
Tu
algún problema conmigo?, Etc. Estas frases junto con una actitud física
adecuada (encarar al otro, acercarte a él físicamente, etc.) pueden amedrentar
a tu adversario.
C). Responder con lo mismo: consiste esta técnica en contestar a tu
adversario con las mismas armas que él utiliza. Aunque, muchas veces es
230
precisamente eso lo que el manipulador pretende y te puede conducir a una
escalada mutua de vejaciones e insultos, lo cierto es que las continuas
manipulaciones y agresiones ajenas pueden llegar a resultarte insoportables y,
entonces, no te quedará más remedio que utilizar esta técnica. Al hacer uso de
Vá
re
z
esta técnica debes en tener en cuenta dos cuestiones:
A) Has de intentar superar al otro. Si no lo haces esta técnica perderá
ns
o
efectividad ya que si tu adversario resulta vencedor más tarde o más
lo
temprano volverá a las andadas.
.A
B) Has de actuar de forma premeditada, estudiando a tu contrario,
.A
planeando el ataque y luego, cuando llegue el momento de actuar,
M
atacar sin contemplaciones, de forma casi “científica”, sin volverte
ta
l.
atrás.
Vi
4). PRÁCTICA DE LAS TÉCNICAS ANTIMANIPULATIVAS:
ud
A continuación vamos a describir una serie de situaciones que te van a
servir de ejemplo de cómo se utilizan las técnicas descritas en los puntos
ct
it
anteriores. En cada una de estas situaciones, tras describir la actuación del
A
manipulador, pasaremos a explicar cuál es la verdadera pretensión del mismo
Tu
y, a continuación, describiremos cuales son, por orden de eficacia, las
actitudes más adecuadas para afrontar el intento manipulativo con éxito. Sería
conveniente que utilizases alguna técnica de visualización de las descritas en
capítulos anteriores y te imaginases enfrentado a las situaciones descritas a
continuación:
231
1. Te ridiculizan ante los demás. El intento de ridiculizarte puede
provenir de un único individuo, pero también puede proceder de la alianza de
varias personas unidas con el fin de hacer más efectivo su ataque. Con esta
actuación pueden pretender ganarse la aprobación de los demás, bromear a
Vá
re
z
tu costa, sentirse superiores a ti, vengarse, etc. El manipulador intenta crear
en tu estado de ánimo sentimientos de inferioridad, de ridículo, de
imperfección, de que los demás no te aprecian ni valoran o de que no te
ns
o
respetan. En lugar de dejarte llevar por tales sentimientos: A) Si es una crítica
realista: acéptala, al hacerlo demuestras a los demás que no te preocupa. B)
.A
lo
Si es una crítica dudosa: acepta la posibilidad. C) Si insisten utiliza la técnica
.A
“di lo que piensas”, pero sin acritud sino en tono de broma: ¡anda
M
cachondéate de otro!, ¡eres muy gracioso a costa de los demás!, etc. D) No
l.
hacer caso.
ta
2. Se burlan de ti de forma repetida y a la vez estúpida haciendo, por
Vi
ejemplo, imitaciones de ti, o empleando frases burlonas o utilizando un mote.
ud
Si estas personas toman por costumbre el cachondearse de ti (y has de tener
ct
it
en cuenta que normalmente su principal fin es divertirse a tu costa) sólo les
estarás
haciendo
el
juego
si
terminas
comportándote
como
ellos
A
“respondiendo con lo mismo” (a no ser que seas capaz de vencerles en su
Tu
propio terreno, cuestión bastante complicada ya que de momento tienen la
ventaja de la iniciativa y, además, pude resultar especialmente complejo si
son varias las personas a las que te enfrentas). La más lógica de las
reacciones es no hacer caso, sobre todo si utilizan motes, pero si esta técnica
no da resultado y las burlas continúan, puedes decir lo que piensas sobre él
232
(ha ser posible en tono de broma e intentando no ser demasiado agresivo):
¡vaya tío chorras que eres!, ¡no haces más que el payaso!, etc.
3. Te culpan a ti o a personas allegadas de cosas que no son verdad.
z
Dicha culpabilización puede basarse en algo que estás haciendo actualmente,
Vá
re
en algún suceso pasado o en tu actitud o forma de comportarte; pero, en todo
caso, nos referimos a acusaciones falsas. Pueden pretender que niegues la
ns
o
acusación y te pongas a la defensiva o quizás todo lo contrario, es decir: que
te enfades y te sientas mal (quieren fastidiarte). Tres pueden ser las técnicas
lo
para enfrentarse con éxito a este tipo de culpabilización: a) Indagar,
.A
preguntar a la otra persona para descubrir la veracidad o falsedad de sus
.A
acusaciones: cuando preguntas pasas de ocupar una posición pasiva a ser
M
quien tiene la iniciativa. Efectivamente, mientras preguntas ocupas la posición
l.
de inquisidor y, además, diriges la conversación. La otra persona se verá
ta
obligada a razonarte cuales son sus motivos para creerte culpable y ante tus
Vi
preguntas sentirá el peligro de que se descubran sus verdaderas intenciones
ud
(o descubrirá cuales eran éstas en realidad si no se había dado cuenta de lo
ct
it
que el mismo pretendía), esta situación seguramente le resultará incomoda lo
cual propiciará que abandone sus culpabilizaciones y que no vuelva a intentar
A
manipularte en un futuro. B) “Di lo que piensas”, que en este caso puede
Tu
consistir en hacer patente cuál es la verdadera motivación de la otra persona.
El problema de esta última técnica es que puede resultar demasiado agresiva.
4. Te culpan de algo cierto, te critican. Lo que tus manipuladores esperan
conseguir con esta acción puede ser muy variado, pero normalmente la
culpabilización se utiliza para lograr que la persona culpable sienta la
233
necesidad de compensar su mala acción. Técnicas: 1) Debes reconocer el
error. 2) Si la persona insiste puedes “decir lo que piensas”: ¡no es para
tanto!. 2) Por último, intenta llegar a un acuerdo viable.
z
5. Te culpan para conseguir que les ayudes en algo. Utilizan tus
Vá
re
sentimientos de culpa para que les compenses ayudándoles: ¡mira!, por tu
culpa se me ha derramado el café en estos folios, ¡pues ahora los vas a volver
ns
o
a escribir tú!. Tu respuesta ante este tipo de manipulación, si en realidad no
deseas ayudar porque, por ejemplo, no te crees realmente culpable, puede
lo
consistir desde un “no hacer caso”, hasta aceptar el error o culpa. Sin
.A
embargo, si quieres ayudar puedes “decir lo que piensas”: te voy a ayudar,
M
.A
pero no porque me eches la culpa sino porque yo lo quiero así.
6. Te culpan con el fin de que realices una actividad que tú mismo, en el
ta
l.
fondo, sientes la necesidad de afrontar. Veamos un ejemplo de este tipo de
Vi
actitud manipulativa: ¡me ha sentado mal la comida porque echas demasiada
grasa!, ¡deberías hacer un cursillo para aprender a cocinar!. Estaríamos ante
ud
un caso muy similar al anterior y la respuesta podría ser un “di lo que
ct
it
piensas” del tipo: lo haré, pero quiero que quede muy claro que si lo hago no
A
es precisamente por lo que me has dicho sino porque creo que debo hacerlo.
Tu
7. Listillos. Te dicen: ¡de verdad no sabes eso!. Con esta frase y otras
parecidas pretenden que te sientas inferior a ellos por no saber o no poder
hacer algo que según ellos es muy sencillo. Aparte de calificarte como inferior
consiguen quedar como superiores. Otro ejemplo: ¿qué? ¿te pesa mucho?,
¡anda, trae que no puedes con ello!. Cuando estos listillos le cogen el gusto a
234
la
utilización
de
semejantes
comportamientos
puedes
contrarrestarles
utilizando algún “di lo que piensas” que les ponga en su sitio, pero utilizando
a la vez la sorna o el "cachondeo": ¡ah! ¡pero mira que eres inteligente!, ¡lo
haces muy bien, sí señor!, ¡eres tan inteligente!. Naturalmente, si la otra
Vá
re
z
persona no parece darse por enterada con esta técnica e insiste en seguir
demostrando su inteligencia superior (y la tuya inferior) puedes dejar de lado
la utilización del humor y usar unos ¡di lo que piensas! mucho más expeditivos
ns
o
y directos como: ¡eres un fantasma!, ¡cada cosa de lo poco que sabes lo pasas
lo
bien por la cara.
.A
8. Te insultan o te infieren un mal trato verbal. Con el insulto
.A
normalmente intentan dañarte, pretenden que te sientas mal o que te ofendas y
M
pierdas los nervios. Por lo tanto, tu actitud debe consistir precisamente en lo
l.
contrario de lo que pretenden y, en consecuencia, has de intentar mantener la
ta
calma. En segundo lugar cabe utilizar un “di lo que piensas” comunicando,
Vi
por ejemplo, a la otra persona que si tiene un problema contigo no ha de
ud
recurrir al insulto para contártelo. Por último, intenta llegar a un compromiso
ct
it
viable con la otra persona. Y si estas técnicas no te funcionan quizás no te
quede más remedio que “responder con lo mismo”.
A
9. Te tratan sin respeto o con superioridad. Con esta actitud pueden
Tu
pretender bajarte los humos o hacerte sentir inferior para así dominarte.
Respuestas más adecuadas: A) “Di lo que piensas” utilizando, por ejemplo,
respuestas irónicas que demuestren a tus adversarios tu intención de no
dejarte controlar o que ridiculicen su anhelo de superioridad: ¡ah que listo
eres!. También puedes utilizar un “di lo que piensas más directo” como: ¡a
235
ver si cambias tu forma de tratar a la gente!, etc. Como es natural, en el
empleo de esta técnica debes resultar lo menos agresivo posible. B) Si el trato
irrespetuoso se convierte en costumbre o la otra persona no parece responder
a tus intentos conciliadores utiliza un “responde con lo mismo” bien
Vá
re
z
planificado.
10. Te piden que hagas algo, pero de forma poco respetuosa. Situación
ns
o
similar a la anterior en la cual pueden pretender, entre otros fines, no sólo tu
colaboración sino dejar patente su superioridad sobre ti y su derecho a
lo
mandarte. Como respuesta natural podemos empezar por un “no hacer caso”
.A
con el cual dejemos clara nuestra total falta de disposición para cumplir sus
.A
exigencias, a no ser, naturalmente, que sus peticiones nos parezcan lógicas a
M
nosotros mismos. Después puedes echar mano a un “di lo que piensas” del
ta
l.
tipo: ¡Lo haré!, pero...¡a ver si aprendes a tratar a la gente con educación!.
Vi
11. Te exigen una actividad determinada que ellos mismos pueden
afrontar o, cuando se ven abocados a realizar una tarea, pretenden quedarse
ct
it
ud
con la parte más agradable. “Di lo que piensas”.
12. Intentan intimidarte. Puedes utilizar un “di lo que piensas” que deje
A
al descubierto sus verdaderas motivaciones: ¡tú lo que quieres es que haga tal
Tu
cosa!. Además, puedes echar mano de frases del tipo ¡qué miedo! con la cual
ridiculizas su intento y le demuestras que no estás dispuesto a dejarte
amedrentar. Esta segunda técnica puede conducirte a un enfrentamiento si la
otra persona es de naturaleza violenta por lo que no siempre es aconsejable.
Un “no hagas caso” puede ser muy útil siempre que con tu actitud dejes claro
236
que no callas por temor, sino porque ignoras sus amenazas. Naturalmente,
antes de utilizar cualquiera de estas técnicas, debes estudiar con qué tipo de
persona te estás enfrentando ya que en caso de peligro real la mejor solución
sería evitar el entrenamiento (al fin y al cabo es tu opinión la que realmente
Vá
re
z
importa y no la ajena), pero recuerda que muchas veces es preferible terminar
con un ojo morado a permitir que una vez tras otra te hagan la vida imposible.
ns
o
13. Intentan colocarte una etiqueta o rol (te dicen, por ejemplo, que eres
lo
un vago): a) Admite la posibilidad. b) Di lo que piensas: ¡sólo lo soy a veces!.
.A
14. Te comparan con alguien: ¡eres como Alberto!, ¡Pedro es mucho más
.A
listo que tú!. La solución consistiría en admitir la posibilidad o, en su defecto,
M
decir lo que piensas: ¡cada uno es como es!, ¡todos tenemos defectos y
l.
virtudes!, ¿qué es, realmente, ser más listo para ti?.
ta
15. Te adjudican algún defecto: admite la posibilidad. Si la anterior
Vi
técnica no te produce el resultado apetecido utiliza un “di lo que piensas”:
ud
¡nadie es perfecto!, ¡tú lo que pretendes es herirme!.
ct
it
16. Te llaman niño, chaval o emplean otros calificativos con los cuales
pretenden hacerte sentir inmaduro o sentirse ellos mismos más maduros,
A
experimentados o superiores: 1) No hagas caso. 2) Si lo toman por costumbre
Tu
responde con lo mismo, es decir: trátalos igual que ellos a ti.
17. No hacen caso a lo que dices, te ignoran, prestan más atención a
otros que a ti: 1) No hagas caso. 2) Si este comportamiento se convierte en
habitual o si el asunto del que quieres tratar es importante para ti puedes
237
utilizar la técnica “disco rayado” elevando el volumen de tu voz hasta
conseguir la atención que deseas.
18. Te cuentan mentiras, fantasías o chorreadas que te aburren: A) No
z
hagas caso. B) Desvía la conversación hacia temas más interesantes. C) Di lo
Vá
re
que piensas: ¡vaya rollo me estás metiendo!.
19. Intentan convencerte de algo con lo cual no estás de acuerdo: A) No
ns
o
hagas caso y desvía la conversación. B) Di lo que piensas intentando dar por
.A
convencer!, así que ¡hablemos de otra cosa!.
lo
terminada la conversación: ¡es tu opinión, pero no la mía!, ¡no me vas a
.A
20. Te dicen que no te entienden, pero tú estás convencido de que,
M
realmente, te han comprendido perfectamente. Buscan que dudes de tu
l.
capacidad para expresarte y aprovechar tu inseguridad para tener la
ta
iniciativa en la conversación. Por cierto, esas personas actúan así de forma
Vi
no premeditada sino a través de un comportamiento automático que les
ud
resulta, a menudo, beneficioso. De ahí que lo repitan habitualmente en sus
ct
it
discusiones: son los “juegos” en los que participamos. Si estás convencido de
que te han entendido no hagas caso y prosigue tu exposición como si el otro
A
no hubiese dicho nada. Si, por contra, no estás seguro de haber sido
Tu
escuchado puedes “decir lo que piensas”: ¡me has oído perfectamente!, creo
que me has oído muy bien.
21. Te molestan aposta o cuando estás haciendo algo: A) No hagas caso.
B) Di lo que piensas: ¡estoy trabajando!. Luego te atiendo.
238
22. Te hacen preguntas insidiosas con ánimo de molestarte: A) No hagas
caso. B) Di lo que piensas: ¡no te respondo porque lo que pretendes es
distraerme!.
z
23. Se enfadan contigo o se hacen la víctima sin que tú te sientas
Vá
re
realmente culpable de nada: muéstrales que son ellos mismos los verdaderos
responsables de su propio enfado o sentimiento negativo mediante un “di lo
ns
o
que piensas” como el siguiente: ¡tú eres el que se enfada y no yo!.
lo
24. Intentan darte largas sobre algo para librarse de ti: “disco rayado”.
.A
25. Te preguntas cosas intimas de las cuales no deseas hablar. A) No
.A
hagas caso, no respondas. B) Desvía la conversación. C) Di lo que piensas:
l.
M
¡es algo que no te interesa!.
ta
26. Discutes con alguien y dicha discusión te resulta perjudicial de algún
Vi
modo. Tienes frecuentes entrenamientos con una persona con la que convives
o tienes distintos puntos de vista sobre cualquier tema con personas que
A
ct
it
ud
realmente te interesan: busca un compromiso viable.
Tu
PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES:
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
239
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
1. Esta persona no me acepta,
Siempre va a haber alguien
¡no me quiere!.
que no me apruebe, esta persona es
Vá
re
z
muy libre de sentir lo que quiera
respecto a mí. Escucharé lo que
tenga que decirme, pero es mi
ns
o
opinión la que importa. Intentaré
llevarme lo mejor posible con ella;
lo
pero si no lo consigo, trataré de ser
.A
.A
feliz de todas formas.
l.
Ella me hace feliz. ¡Sin
Me gusta esta persona, deseo
M
2. Con esta persona soy feliz.
su compañía; pero puedo vivir
perfectamente sin ella porque soy
lugar soy feliz. Sólo soy
una persona independiente y el
máximo responsable de mi propia
ud
feliz aquí.
Vi
ta
ella no soy nada!. En este
vida.
Yo
puedo
ser
feliz
con
ct
it
cualquier persona o en cualquier
A
lugar,
aunque
si
puedo
elegir
Tu
estaré con esta persona y en este
lugar.
3. Haces la pelota, adulas o
halagas a una persona, pero
240
Mi
opinión
es
la
que
realmente importa, me guiaré por
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
en el fondo sabes que todo
mis propios parámetros porque si
es falso.
hago lo que yo, en mi interior, creo
z
que debo hacer automáticamente
Vá
re
estaré satisfecho de mí mismo. No
elogiaré a quien no crea merecedor
lo
aprobación.
ns
o
de ello sólo para conseguir su
Yo me siento herido. Soy yo
.A
4. Esta persona me ha herido.
el que se permite estar pensando
.A
¡Me ha hecho daño!.
M
en negativo a raíz de lo que esta
ta
l.
persona ha hecho. Soy yo el que
escandalizar
a
Debo ser yo mismo, debo
alguien,
sorprenderle
o
guiarme por mis parámetros y si
ud
Vi
5. Intentas
su
atención
de
ct
it
llamar
cualquier otra forma.
esta
me
acepta
será
ello he de estar insatisfecho de mí
mismo.
6. Intentas quedar lo mejor
posible
persona
magnifico y si no lo hace no por
A
Tu
me hiero a mí mismo.
delante
de
otra
persona (una persona del
241
No intentaré ser quien no soy.
Seré yo mismo. No voy a cambiar
por
agradar
a
los
demás sino
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
otro sexo o un superior)
porque yo mismo, en mi interior,
incluso
estoy totalmente convencido de la
representando
necesidad del cambio.
corresponden.
7. Dependencia:
preguntas
el
verdadero
responsable de mi vida y por lo
su opinión sobre
tanto escucharé la opinión de los
cosas de las cuales tú eres
demás e incluso la pediré cuando
el
no tenga una propia bien formada;
responsable
lo
.A
único
ns
o
los
demás
a
soy
y
.A
constantemente
Yo
Vá
re
z
papeles o roles que no te
¿qué
pongo,
mama?,
me
Vi
¡hola
amiga
mía
¿tú
ud
Elvira!,
ropa
ta
ejemplo:
decida al final.
l.
una opinión suficiente. Por
pero seré yo, y sólo yo, quien
M
sobre las que tú ya tienes
crees que esto me queda
ct
it
bien?
de
pensamiento
Es imposible saber lo que
ajeno: intentas a menudo
realmente piensan los demás. Por
adivinar los pensamientos
mucho
de la otra persona, sobre
equivocarme en mi propósito, y,
todo en lo que se refiere a
además, ¿de qué me sirve saber lo
Tu
A
8. Lectura
242
que
lo
intente
puedo
ACTITUD EQUIVOCADA
opinión
que
dicha
que esta persona está pensando?,
persona tiene de ti: ¿qué
seguramente de poco. ¡Haré lo que
habrá pensado de mí?.
elija hacer!, intentado no molestar
z
la
ACTITUD ACERTADA
guiándome
Vá
re
a los demás, ¡por supuesto!, pero
por
mis
Es
mi
opinión
la
que
realmente me afecta y la que me
en realidad son tuyos, por
interesa. Voy a fracasar a menudo,
ejemplo: si metes la pata
M
pero no por ello soy un fracasado.
l.
en algo y piensas que esa
.A
juicios sobre ti mismo que
.A
lo
9. Atribuyes a la otra persona
ns
o
parámetros.
propios
ta
persona te debe tener por
Vi
un inútil lo más probable
ud
es que seas precisamente tú
Intentaré hacer las cosas bien, y si
no
lo
consigo
lo
aceptaré
e
intentaré buscar otras actividades
gratificantes.
el que te esté calificando
tal
ct
it
como
y
no
la
otra
A
persona.
Tu
10.
Te
descubres
a
ti
¿Dónde
está
escrito
que
mismo elevando la voz,
tengas el deber de estar siempre
participando en discusiones
hablando?. Puedes escuchar a los
o hablando sobre
demás y no estás obligado a hablar
temas
243
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
si no te apetece. No tienes por qué
un intento de introducirte
hablar si no tienes nada que decir y
en una conversación o de
si te aburre la conversación intenta
dirigirla. Llevas un buen
conducirla
rato callado mientras los
interesantes (si los demás están
demás hablan y te sientes
dispuestos a hablar de esa otra
desplazado y obligado a
cosa, naturalmente).
no
Si
ud
molestar a los demás o
expresan
su
que ellos a expresarla y con mucha
más razón si la cuestión te afecta.
No sabrás si te van a escuchar
hasta que lo intentes. Acostumbra
a los demás a que te escuchen.
ct
it
temes no ser escuchado.
La otra persona no te
Aprovecha cualquier pequeña
deja hablar, es un torrente
interrupción en su perorata para
A
Tu
demás
M
l.
ta
quieres
Vi
No
los
opinión tú tienes el mismo derecho
acuerdo con lo que dicen
12.
Vá
re
ns
o
.A
a
en realidad no estás de
demás.
más
.A
Acostumbras
expresar tus ideas cuando
los
temas
lo
“meter baza”.
11.
hacia
z
que no vienen al caso en
de palabras y te sientes
poder expresar tu opinión y si
incapaz
insiste en su actitud utiliza la
de
expresar
tu
opinión.
técnica del disco rayado. Utiliza
frases
244
como:
¡vale!,
ya
te
he
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
escuchado, ahora ¡escúchame tú a
mí!. Si la otra persona está muy
z
enfadada o nerviosa y ésa es la
intentar
calmarla:
Vá
re
causa de su disertación puedes
¡venga!,
ns
o
¡tranquilo!. ¡Vamos!, cálmate y
escucha. Si puedes evitarlo no
caso
ninguno
.A
tal
lo
respondas con lo mismo pues en
de
los
dos
En una conversación
l.
13.
M
.A
conseguiría hacerse escuchar.
en
el
caso anterior
intenta utilizar cualquier pequeña
interrupción para introducirte en la
Vi
sientes escuchado.
ta
entre varias personas no te
Como
ud
conversación por medio de alguna
afirmación que atraiga su atención
ct
it
como, por ejemplo una broma, y
A
aprovecha ese instante de atención
Tu
para
exponer
tus
ideas
rápidamente. En último termino
puedes utilizar la técnica del disco
rayado o decir lo que piensas:
¡bueno ahora escucharme a mí ya
245
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
de una vez!.
Actuando de esa manera te
mismo haciendo burla de
estarás buscando un enemigo y
otra persona o utilizándola
nunca
como
tus
ningún contrincante, además, si
bromas o de tus críticas.
repites demasiado a menudo esa
Utilizas a esa persona para
actitud los demás temerán ser tu
hacerte el gracioso.
siguiente víctima. En lugar de caer
Vá
re
de
z
ti
víctima
a
debes
menospreciar
a
ns
o
descubres
lo
Te
.A
14.
.A
simpático sólo conseguirás caer
Respeta
a
los
demás
si
M
mal.
ta
l.
quieres ser respetado. Los demás
Vi
Tu
haciéndote
aunque
tu
¡Bromearé con el otro cuando el
también disfrute de la broma!. ¡Me
reiré con él, no de él!.
descubres
listo
Quién
debe
sentirse
o
inteligente eres tú mismo no tienes
intentando demostrar a los
por qué demostrar nada a nadie. Si
demás
quieres
tu
el
importan,
opinión sea la más importante.
ud
ct
it
Te
A
15.
también
cultura
o
lo
inteligente que eres.
hacerte
publicidad
demuestra tus habilidades con los
hechos, pero no insistas demasiado
246
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
hechos, pero no insistas demasiado
¿Qué importa si el otro es más
intentado
inteligente que tú o más culto?. Es
culto
o
tu opinión la que importa y la que
ella.
te afecta. Al único que debes
Entablas discusiones con
demostrarle cosas es a ti mismo.
ella intentado superarla o
Quien insiste demasiado para pasar
no quedar por debajo de
por inteligente es fácil que en
ella
más
inteligente
en
que
cultura
o
l.
inteligencia.
Cada uno es responsable su
incurre en la autoalabanza
vida y si la otra persona insiste en
o alaba a un ser querido
esa actitud “di lo que piensas”:
como, por ejemplo, su hijo
¡me
ta
Cuando la otra persona
ct
it
ud
Vi
17.
realidad se sienta estúpido.
M
mostrarte
ns
o
persona
lo
con
.A
Compites
Vá
re
otra
.A
16.
z
so pena de resultar pesado.
demostrando
continuamente lo inteligente que
en el juego y compites con
eres o lo listo que es tu hijo!, ya lo
A
de forma excesiva tú entras
ella.
Tu
estás
18.
he captado, ¡no insistas!.
La otra persona actúa
Puede
hacerlo
para
como si no te escuchase o
menospreciarte o para burlarse o,
no te entendiese y tú sabes
incluso,
247
puede
que
estés
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
que, en realidad, te está
equivocado y que realmente no te
entendiendo.
haya escuchado. Lo mejor que
explicaciones
es
a
dar
esa
pocas
persona
z
hacer
y
Vá
re
puedes
eludir hablar con ella hasta que
guapo
o
que
¡Deseo
¿soy
él
ser
o
tal
Yo soy como soy y me acepto
más
como soy. Intentaré mejorar, y si
lo
persona?,
que
ella?.
como
no
esa
encontrar
ta
Es
me
aceptaré
imposible
dos personas iguales,
todos tenemos virtudes y defectos
Vi
ud
compararse con los demás. ¿Qué
es realmente eso de ser mejor?.
ct
it
Tu
consigo,
y, por lo tanto, de nada sirve
Intentas demostrarte o
Las personas sólo son mejores
demostrar a los demás tu
que otras en cuestiones puntuales
A
20.
lo
igualmente.
l.
persona!.
.A
mejor
.A
¿Soy
M
19.
ns
o
ella decida comunicarse contigo.
superioridad frente a ellos
como, por ejemplo, jugar bien al
o tu mayor habilidad en
ajedrez o al baloncesto. No es
alguna actividad o como
posible determinar quien es mejor
persona.
como persona completa. Cada cual
es como es y tú no tienes que
248
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
es como es y tú no tienes que
demostrar nada a nadie, sólo a ti
z
mismo. Es tu propia opinión la que
Vá
re
más importa. ¿Para qué te sirve ser
mejor en algo?.
porque
comporto
esa
persona
así
Yo
soy
me
responsable
de
comporto
verdadero
mi vida
como
y me
elijo
.A
incita a comportarme así.
el
ns
o
Me
lo
21.
.A
comportarme. ¡Me comporto así
yo
quiero
comportarme
M
porque
Deseo hacerlo para no
ta
22.
l.
así!.
conveniente hacerlo. Haré lo que
Vi
defraudar a estas personas.
ud
ellos desean sólo si el beneficio
obtenido por ellos y por mí merece
ct
it
A
Tu
23.
Te
Hago eso porque creo que es
el esfuerzo.
utilizan
como
Lo que hagan los demás no
víctima. Se meten contigo,
me afecta; es mi opinión la que
se burlan de ti, etc.
importa. Pero debo impedir que la
actitud ajena me perjudique, y si
llegan a ese punto utilizaré las
249
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
técnicas
apropiadas
para
hacer
frente a la situación (aceptación de
z
la posibilidad, decir lo que pienso,
Cada uno es responsable de su
los demás para conseguir
vida y todo el mundo tiene derecho
que
tú
a opinar como le plazca y a actuar
Te
como le parezca bueno. Si intento
sirves de pequeñas tretas
controlar la vida de los que me
para conseguir cosas de los
deseas
que
lo
que
piensen.
lo
piensen
.A
manipular
ns
o
a
.A
Intentas
rodean
que
ta
estaré luchando con la realidad que
Vi
me demuestra que cada uno es
ud
dueño de sus propias decisiones y
que, por lo tanto una persona sólo
ct
it
se deja influir si ella lo decide.
Una persona a la que
Ella es dueña de su vida y
aprecias o cuya opinión te
puede opinar lo que quiera o sentir
importa (sea cual sea la
lo que decida. A ti sólo te queda
razón),
un
exigir respeto y aclarar cualquier
negativo
posible malentendido. La realidad
A
Tu
conseguiré
terminen aborreciéndome, además,
l.
demás.
25.
sólo
M
24.
Vá
re
etc.).
tiene
comportamiento
250
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
te enseña que no vas a caer bien a
muy buena opinión de ti en
todo el mundo, que a veces vas a
ese instante o te rechaza.
querer a quien no te quiera, que no
z
hacia ti, parece no tener
bien,
que
la
gente
Vá
re
siempre te van a salir las cosas
cambia
de
ns
o
humor contantemente y que hasta
el mejor puede tener un mal día y
lo
convertirse en un diablo y a ti sólo
.A
te queda asumir las cosas como
.A
son e intentar sacar el mayor
Me gustaría ser como
ta
26.
l.
M
partido posible de la vida.
gusta ese aspecto de esta persona.
Vi
él.
Me cae bien esta persona. Me
ud
Pero yo soy como soy en mi
interior, sólo intentaré parecerme a
ct
it
ella si realmente yo en mi interior
A
me siento como ella y si no lo
Tu
consigo
me
aceptaré
con
mis
limitaciones y diferencias.
27.
Si
hiciese
eso...¿qué
pensarían?, ¡no lo haré!. Si
251
Lo
obligado
haré
sólo
a
hacerlo
si
me
porque
creo
mi
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
cuento esto ¿qué opinaran
opinión es la que importa; aunque
de mí?, ¡lo ocultaré!.
eso
no
impide
la
tenga
ajena.
en
Para
z
consideración
que
Vá
re
decidir si lo cuento seguiré mis
propios criterios. No tengo nada
ns
o
que ocultar, ni nada de lo cual
avergonzarme si he seguido mis
Tengo
tendencia
a
Cuando te vanaglorias estás
.A
28.
.A
lo
propios parámetros.
buscando aprobación y mostrando
l.
constantemente de lo que
M
vanagloriarme
ta
hago.
tu dependencia respecto de lo que
piensen los demás. Sólo me haré la
Vi
autopublicidad
estrictamente
ct
it
ud
necesaria.
A
29.
Tu
esto
Estas personas piensan
de
mí,
como
yo
decida
una
actuar. Me guiaré por mis propios
imagen de mí contra la que
criterios y si ellos no lo aceptan
no voy a ser capaz de
seguiré
intentando
luchar.
como
yo
Ellos
tienen
Actuaré
no
me
permitirán cambiar. Nunca
252
comportarme.
creo
comportarme
que
debo
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
les convenceré de que no
comportarme.
Si para conseguir lo que deseo
la atención de todos y todo
he de entrar en contacto con ellos
el mundo me mirará. Me
pues ¡hablaré con ellos!. ¿Qué es
corta
que
lo peor que me puede pasar?. Haré
introducirme en ese grupo
lo que elija hacer. Y se intentan
en el que todos se conocen.
cachondearse de mí, ¡pues que lo
¡Seguro que se burlan de
hagan!, ¡es mi opinión la que
mí!. En ese grupo todos
.A
con
ellos
ns
o
lo
sólo
ningún estúpido y no tengo por qué
parecerlo.
ta
hablo
realmente importa!. Yo no soy
l.
están de "cachondeo" y si
.A
tener
Vá
re
Si entro aquí llamaré
M
30.
z
soy como ellos piensan.
Vi
conseguiré que se burlen
He de defender mis
ct
it
31.
ud
de mí.
Expondré
mis
defenderé
con
ideas. Yo tengo la razón.
convicción,
¡He de convencerles!.
realmente me importan, pero he de
A
las
ideas
si
Tu
saber que no soy dueño de los
pensamientos ajenos. Cada cual es
muy libre de pensar como quiera,
por lo tanto, si no los convenzo,
253
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
debo aceptarlo.
Delante
de
mi
jefe
Trataré
con
respeto
a
mi
z
32.
superior, pero intentaré ser fiel a
forma determinada con el
mis propios principios. Es más
fin de caerle bien. aunque
importante
tenga que falsear.
personal que el posible beneficio
Vá
re
debo comportarme de una
propia
ética
ns
o
mi
Debo
conseguir
caerle bien. Si es preciso le
vas a caer mal a alguna persona y,
.A
aprecia.
Hagas lo que hagas siempre
.A
Esta persona no me
por lo tanto, no debes perseguir
M
33.
lo
que pueda obtener fingiendo.
constantemente el aprecio ajeno y
cosa de él. Esta persona me
menos
desprecia,
sacrificar tus principios. Sólo si
ta
l.
adularé o alabaré alguna
mala
Vi
tiene
de
mí.
intentar
demostrarle
ct
it
ud
opinión
soy
una
Voy
a
que
persona
mis
si
esto
significa
propios
conseguiré
estar
criterios
realmente
satisfecho de mí mismo. ¡Trataré
de ser yo mismo!.
Tu
A
capacitada.
sigo
aún
34.
Te
descubres
a
ti
No es malo imaginar, es algo
mismo imaginando como
placentero y parte importante de tu
serían las cosas si tú fueses
felicidad.
una persona distinta. En tus
cuando
254
El
utilizas
problema
tu
surge
imaginación
ACTITUD EQUIVOCADA
fantasías
apareces
ACTITUD ACERTADA
casi
para huir de la realidad y cuando
llegas
alguien
especialmente
fantasías. La consecuencia es la
capacitado para liderar a
frustración por no ser eso tan
los
una
maravilloso que sueñas ser. Asume
de
la realidad tal y como es y sólo
dotada
tremenda
inteligencia
y
después
de
aceptarla
podrás
disfrutar de tus sueños.
es
la
atención
de
.A
si deseo realmente tanto hacerlo
l.
llamaría
apropiado,
M
no
¿Deseo realmente hacerlo?. Y
.A
Me gustaría hacer eso,
pero
propias
lo
poder.
35.
tus
Vá
re
persona
como
creerte
ns
o
demás,
a
z
como un superhéroe, como
mal!.
¡Me
da
Vi
pensar
ta
todos, ¡los otros podrían
pueda
causar
que
el
placer
a
obtener?. Sólo si las consecuencias
de
ud
vergüenza hacerlo!.
¿Es más importante el daño que
tu
acción
son
realmente
negativas debes dejar de hacer lo
ct
it
que deseas hacer. Haz lo que
A
deseas, date placer, seguro que te
Tu
lo mereces. ¡No dejes para mañana
el ser feliz!.
36.
Ha
habido
malentendido
con
un
esa
255
Sólo
me
molestaré
en
solucionarlo si es un malentendido
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
persona, he de solucionarlo
realmente
grave.
Debo
intentar
a toda costa.
llevarme bien con los demás, pero
por
importancia.
se
cree
en
derecho así que,
su
Yo creo que no está en su
¿cómo
derecho y, si su actuación me
ns
o
El
sin
lo
37.
cosas
Vá
re
preocupándome
z
no sacrificare mi felicidad actual
perjudica, voy a decirle que no.
.A
voy a decirle que no?.
si,
.A
Pero
el
no
me
contrario,
molesta
su
será
M
actuación
por
me
invitan
elija hacer.
yo
Sigo mis propios criterios que
invito, si me besan yo beso
son independientes de lo que los
y si me insultan, pues yo
demás decidan hacer: contestaré
Vi
Si
ct
it
ud
38.
ta
l.
preferible dejarle hacer lo que él
insulto.
con una invitación si yo creo que
A
realmente debo hacerlo, besaré si
Tu
realmente me apetece o si me
siento obligado a hacerlo, pero no
simplemente
porque
persona lo haya hecho.
256
la
otra
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
39.
Si no me tratan bien pido
En un lugar publico,
explicaciones
con
educación
y
no te tratan correctamente.
manteniendo la calma. Utilizo la
técnica
“decir
Vá
re
z
por ejemplo un restaurante,
lo
que
pienso”
dejando claro mi deseo de ser
Alguien te exige que
Puede
ocurrir
que
esa
lo
40.
ns
o
respetado.
actividad sea realmente molesta
gusta hacer.
para los demás, en cuyo casi sería
.A
.A
dejes de hacer lo que a ti te
que
atendieras
las
M
conveniente
ta
l.
aseveraciones de esas personas. Si
Vi
tan molesta intenta llegar a un
compromiso viable y “di lo que
ud
ct
it
41.
Tu
piensas”.
A esas personas del
con ellas ¿por qué no hacerlo?,
molestarlas. Tampoco debo
intenta ser amable y educado y
molestar a estas personas
podrás
importantes
aunque se trate de un rey.
42.
sexo
no
Si realmente deseas hablar
debo
A
otro
tú no crees que tu actuación sea
Alguien pierde algo, o
257
hablar
con
quien
sea,
Di lo que piensas: ayúdale,
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
le sucede algo negativo y
pero explicándole que lo haces por
te culpa a ti de lo sucedido.
auxiliarle y no por su intento de
Después
culparte.
tu
z
aprovecha
Vá
re
sentimiento de culpa para
exigirte que le ayudes a
ns
o
buscar esa cosa perdida o a
Si la otra persona sufre no
triste o mal humorada y
debes rechazarla a no ser que estés
como
.A
se
siente
.A
La otra persona está
mal
l.
intentan imbuirte en sus
razonablemente seguro de que no
M
43.
lo
remediar lo sucedido.
o
ta
preocupaciones
sus
Vi
transmitirte
otra
ud
sentimientos negativos. La
persona
ct
it
contantemente
se
sufre en absoluto. Es posible que
busque sólo tu atención y que, en
realidad, esté pidiendo ayuda. Si la
otra
persona
siempre
se
está
queja
quejando escúchala, si es posible,
y esto te
pero después debes dejarle claro
que no gana nada quejándose, y
A
molesta.
Tu
que
es
realmente
ella
misma
capacitada
la
única
para
solucionar sus problemas. Si la
otra persona insiste en su actitud
quejumbrosa será el momento de
258
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
utilizar la técnica de “no hacer
caso” pues ya la has ofrecido la
tu
grado
de
implicación
Vá
re
que
z
atención adecuada. Naturalmente
dependerá de lo importante que
sientes
físicamente
y
esto
mal
Acepta tu malestar, intenta
te
solucionarlo, pero no debes esperar
lo
Te
.A
44.
ns
o
sea la otra persona para ti.
a encontrarte totalmente bien para
.A
deprime.
M
disfrutar.
ta
l.
depende
Vi
Muchas
lo
agudo
de
tu
incluso
en
los
momentos
negativos seas capaz de obtener lo
máximo.
veces
te
Si realmente deseas decirle a
capaz
de
las otras personas que les quieres
demás
lo
no debe de haber nada que te lo
mucho que les quieres y,
impida. Es conveniente decir que
sin
quieres a los que quieres ya que
A
gustaría
decirle
Tu
de
todo
enfermedad, pero es importante
que
ud
ct
it
45.
Naturalmente
ser
a
los
embargo,
te
da
vergüenza.
muchas veces los demás pueden
dudar de tus sentimientos
259
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
dudar de tus sentimientos
acerca
y
te
pide
El dar o no dar algo a esa
z
Alguien de la calle se
una
persona es decisión tuya y, por lo
tanto,
algo.
insistencia.
47.
La
otra
persona
independiente
de
su
ns
o
limosna, o te quiere vender
Vá
re
46.
se
Él es el responsable de su
vida, pero tú puedes utilizar la
lo
pone pesada.
.A
técnica “decir lo que piensas” para
.A
dejarle perfectamente claro que se
ta
l.
M
está poniendo pesado y de que
nada
va
a
conseguir
con
esa
actitud. Si la otra persona insiste
Vi
puedes utilizar un “no hagas caso”
ud
que exponga claramente tu deseo
ct
it
de zanjar la cuestión o, en último
termino, si tampoco actuando de
A
esta manera consigues librarte del
Tu
pesado
técnicas
en
cuestión
como
conversación
o
emplea
desviar
discos
la
rayados
dejando clara tu intención de no
260
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
dejarte manipular.
La gente es como elige ser.
como debe ser y si no es
Ellos tienen el derecho a ser como
como yo creo que debe ser
quieran. Tú debes aceptar a los
es porque es mala. ¡No
demás tal y como son, puedes
aguanto la forma de ser de
aconsejarles como actuar, pero la
la gente!. ¡No soporto este
decisión final es suya. Y si la
comportamiento
forma de ser de esas personas te
z
ser
Vá
re
debe
ns
o
gente
lo
La
negativo
.A
48.
molesta intenta apartarte de ellas.
.A
que tiene esta persona!.
M
Y si no tienes otro remedio que
ta
l.
convivir
personas
acepta esa realidad y no le des más
Vi
ud
grave.
No debo actuar mal en
Voy
a
cometer
muchos
publico o cometer errores
errores a lo largo de mi vida, no
delante de los demás y
soy perfecto ni voy a serlo nunca.
A
Tu
dichas
vueltas, seguro que no es tan
ct
it
49.
con
menos aún pasar por tonto.
Mantendré mi dignidad a pesar de
He de quedar bien ante los
mis fallos. Yo soy una persona
demás porque si no me
completa y no sólo una de mis
perderán el respeto y me
partes, puedo fracasar y no por ello
261
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
rechazaran. Si los demás
ser un fracasado. Lo que importa
me
es cómo me vea yo mismo y si
me
consideraran un estúpido y
intento
luego no habrá forma de
estaré
hacerles
comportamiento
cambiar
de
mis
satisfecho
parámetros
de
mí
independientemente de si fracaso o
ns
o
opinión.
seguir
z
fracasar
Vá
re
ven
M
.A
.A
lo
no.
Vi
ta
l.
C a p í t ul o 1 0
Tu
A
ct
it
ud
Autolimitación, roles, yo soys y etiquetas.
Todos tenemos una imagen de nosotros mismos, y los demás también nos
ven de una forma determinada.
A lo largo de nuestra vida vamos adquiriendo una serie de hábitos de
comportamiento y, en consecuencia, respondemos de una forma específica y
262
repetida
ante
acontecimientos
parecidos.
La
reiteración
de
estos
comportamientos la llamamos personalidad o carácter y no es más que la
manifestación exterior de los mencionados hábitos de comportamiento. Dicha
personalidad o carácter son parte de nosotros mismos y tienen su origen tanto
Vá
re
z
en ciertos condicionamientos genéticos con los que nacemos (solemos emplear
en este sentido con preferencia la palabra carácter sobre la de personalidad)
ns
o
como en nuestra propia historia personal y experiencias vitales.
Sin embargo, esa personalidad, a menudo no se corresponde con lo que
lo
nosotros realmente somos o nos gustaría ser. Cuando alguien nos tilda de
.A
tímidos o nos atribuye una fuerte personalidad está tomando como referencia
en realidad,
nosotros somos algo más que
nuestro
M
completas; pero,
.A
nuestro comportamiento más habitual para calificarnos como personas
ta
l.
comportamiento exterior.
Vi
Efectivamente, nuestra verdadera personalidad se esconde en nuestro
interior y consiste en nuestra forma de pensar, en nuestros más profundos
ud
deseos e ilusiones y también, ¿por qué no?, en lo que realmente nos gustaría
ct
it
ser.
A
Por lo tanto, cuando calificamos a alguien estamos colocándole una
Tu
etiqueta que nos sirve para simplificar nuestras relaciones con ellos. Sabemos
que nunca llegaremos a conocer a los demás totalmente así que nos
conformamos con hacernos una imagen estereotipada de ellos con el fin de
saber a que atenernos respecto a esas personas. Por ejemplo: si sabemos que
una mujer es muy feminista trataremos de no introducir en nuestra
263
conversación temas que pudieran molestarla y nos apresuramos a colocarle
una etiqueta en base a la cual podamos predecir su actuación. Podemos extraer
como conclusión que el acto de colocar etiquetas a los demás o el de actuar
siguiendo unos roles determinados no son actividades negativas en si mismas
Vá
re
z
consideradas ya que responden a una realidad: las personas solemos
comportarnos siguiendo unas pautas similares ante situaciones semejantes y el
tener un conocimiento mínimo del comportamiento ajeno puede sernos muy
ns
o
útil para mantener unas relaciones armónicas con ellos.
lo
Pero estos roles y etiquetas a veces nos molestan y otras veces nos
.A
perjudican ya que pueden suponer un importante obstáculo para conseguir ser
.A
exteriormente lo que realmente somos en nuestro interior. Los roles sólo
M
suponen un problema cuando nosotros mismos los tomamos demasiado en
l.
serio y cuando a pesar de que nos gustaría comportarnos de otra forma nos
ta
sentimos prisioneros de nuestros personajes (o de nuestro carácter). No
Vi
debemos permitir, por lo tanto, que nuestros roles nos limiten como tampoco
ud
debemos limitar a los demás con nuestras calificaciones.
ct
it
Por otro lado las personas son demasiado complicadas y no podemos
esperar de ellas siempre el mismo comportamiento. La realidad nos
A
demuestra, precisamente, que la gente es impredecible y, en consecuencia,
Tu
resulta imposible prever con seguridad sus reacciones; por esa razón resulta
totalmente irracional establecer unos roles inflexibles tanto para nosotros
mismos como para los demás.
Si analizamos un poco el mundo que nos rodea sacaremos algunas
264
interesantes conclusiones:
A). El mundo cambia constantemente y nosotros también.
B). Hemos de enfrentarnos a muy distintas situaciones que precisan de
Vá
re
z
nosotros respuestas también distintas.
C). Nos resulta imposible predecir como será nuestro futuro con exactitud
ns
o
y hemos de estar preparados para cualquier tipo de acontecimiento.
lo
Lo expuesto determina una necesidad de flexibilidad que nos capacite
.A
para afrontar los cambios y dicha flexibilidad se traduce en la conveniencia de
.A
actuar con la menor dependencia posible de nuestros propios roles.
M
En consecuencia lo razonable sería tener una personalidad abierta a los
l.
cambios que nos permita enfrentarnos con éxito a cualquier situación. En
Vi
ta
resumen: debemos intentar evitar autocalificarnos. ¡Tú eres como eliges ser!.
ct
it
ud
SER COMO ELIGES SER
Si tienes la capacidad de elegir tu forma de ser, lo más lógico es que la
A
aproveches. Puedes empezar confeccionando un listado de las cualidades que
Tu
te gustaría llegar a poseer. Para confeccionar ese listado tendrás que tener en
cuenta factores como tu escala de valores y, por lo tanto, tu personalidad
interna (tu comportamiento externo debe corresponder con tus principios
éticos para que seas “tu mismo”), también debes tomar en consideración tus
verdaderas capacidades, ya que de poco te valdría aspirar a ser presidente de
265
gobierno si no tienes cualidades para serlo, y por último sería conveniente que
tratases de mantener en lo posible tu actual forma de actuar aceptando lo que
eres, so pena de embarcarte en una empresa agotadora.
z
Cuando tengas una imagen nítida de ese carácter externo que pretendes
Vá
re
adquirir debes planificar un comportamiento acorde con dicho carácter. Trata
de imaginar cómo se comportaría el “personaje” en cuestión en las diversas
ns
o
situaciones, utiliza para ello técnicas de visualización adecuadas.
lo
Debes tratar de autoconvencerte de que tú eres así y, a la vez, esa labor de
.A
convicción debes combinarla con una actuación externa acorde con la
.A
personalidad que pretendes inculcarte.
M
En resumen podríamos sintetizar el proceso de adquisición de esa nueva
l.
personalidad externa (o carácter) como sigue: 1- Acéptate como eres
ta
actualmente. 2- Elabora un listado con las cualidades que pretendes conseguir,
Vi
tratando de respetar en lo posible tu actual personalidad. 3- Elabora una
ud
imagen mental de cómo se comporta tu personaje (describe en papel y
ct
it
visualiza). 4- Convéncete de que tú eres así. 5- Trata de comportarte según los
dictados de ese ideal que persigues. 6- Propónte diversos ejercicios para
A
asentar esa personalidad en tus hábitos de comportamiento. Estos ejercicios
Tu
deben ser progresivos y consistirían en hacer frente a situaciones en la que
tuvieses que demostrar esa personalidad que intentas instaurar.
Por último, una serie de recomendaciones: a) debes tener cuidado de que
tu deseo de cambio no conlleve una falta de autoaceptación, de ahí que sea tan
importante que antes de comenzar ninguna labor de cambio te aceptes tal y
266
como eres actualmente (en el capítulo 13 hablaremos sobre el cambio y el
crecimiento personal, y a él me remito sobre este tema). b) debes tener
siempre presente la posibilidad del fracaso: es muy probable que no puedas
cambiar ciertos aspectos de tu personalidad demasiado arraigados en tu
Vá
re
z
comportamiento, y debes aceptarlo. c) tu esfuerzo no debe superar el beneficio
que puedas obtener. d) mantén los pies en el suelo, no pretendas imposibles.
El perseguir ideales inalcanzables puede convertirse en una fuente de
ns
o
insatisfacción cuando no los alcances. e) debes tener mucha paciencia y
esperar un avance progresivo, incluso, a veces, en lugar de adelantar vas a
.A
lo
tener la impresión de ir marcha atrás; pero esto no debe desanimarte: ¡tú
.A
puedes si crees que puedes!.
ta
l.
M
PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES:
ACTITUD ACERTADA
Vi
ACTITUD EQUIVOCADA
ud
1. No puedo hacerlo porque
ct
it
yo soy así y no puedo
evitarlo.
Tu
A
conseguido
podré
Nunca
hacerlo
jamás
Normalmente
me
cuesta
conseguirlo, pero si lo intento y me
he
esfuerzo
ni
conseguiré. ¡Yo puedo si creo que
hacerlo
porque yo siempre actúo
así y no puedo actuar de
otro modo.
267
seguramente
puedo!. ¡Haré lo que elija hacer!.
lo
ACTITUD ACERTADA
2. Actúo así porque es mi
Actúo así porque es lo que
quiero.
3. El pasado me ha marcado.
Vá
re
carácter.
z
ACTITUD EQUIVOCADA
Yo soy como elijo ser. Puedo
mejorar
si
hecho de mí.
empeño conseguiré ser como soy
intento.
Si
me
hábitos
son
muy
Intentaré cambiar si lo creo
.A
4. Los
.A
lo
en realidad.
lo
ns
o
Soy lo que la vida ha
ta
soy; pero, por lo menos, lo habré
ud
esfuerzo.
Yo soy el responsable de mi
diferente a lo que lo otros
vida, ¡yo soy el que debe elegir
esperan no lo aceptarán.
como me comporto!.
ct
it
5. Si me comporto de forma
A
Tu
consigo me aceptaré tal y como
intentado y valoraré mi propio
Vi
si no lo consigo.
l.
sufrir una gran desilusion
beneficioso para mí y si no lo
M
difíciles de quitar y puedo
6. Yo soy......................
Yo me comporto como si
fuese así, pero puedo comportarme
de otro modo si me empeño en
268
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
7. Tú eres......................
Vá
re
z
ello. Yo soy como elijo ser.
Él suele hacer esto o lo otro,
pero
puede
cambiar:
8. Él es..........................
es
una
de
otra
Me
gustaría
ser
lo
9. Me gustaría ser de otra
ns
o
decisión que le pertenece.
manera, aunque acepto mi forma
.A
forma, pero soy como soy.
.A
de comportarme. Voy a intentar
M
ser de esa forma y si no lo consigo
Tu
A
ct
it
ud
Vi
ta
l.
me aceptaré tal y como soy.
269
Tu
ud
ct
it
A
l.
ta
Vi
ns
o
lo
.A
.A
M
Vá
re
z
C a p í t ul o 1 1
ns
o
Vá
re
z
Inseguridad, timidez, miedo a lo desconocido.
lo
No existe nadie perfecto en el mundo y, por lo tanto, todos cometemos
.A
errores de vez en cuando. Ante cualquier tipo de error podemos adoptar dos
.A
actitudes bien diferentes: o le damos mucha importancia o no le damos
M
ninguna. Si damos demasiada importancia a nuestros errores obtendremos
l.
como resultado un incremento en nuestra inseguridad. Si inseguridad significa
ta
desconfiar de tu capacidad para resolver ciertas situaciones te sentirás
Vi
inseguro cuando no seas capaz de solventarlas satisfactoriamente. Además, si
ud
fracasas constantemente en algo concreto terminarás sintiéndote inseguro cada
vez que te enfrentes a una situación similar. Dicha inseguridad ante
ct
it
determinados eventos cuando sobrepasa ciertos límites puede extenderse a
A
otras circunstancias apenas relacionadas con dichos sucesos, generalizándose,
Tu
de esta manera, a todas las actividades que deba afrontar el sujeto.
Vamos a afrontar el estudio de la inseguridad desde cinco perspectivas
distintas: en primer lugar la inseguridad en sí misma considerada como
desconfianza en tus propias capacidades (desconfianza en uno mismo), en
segundo lugar la timidez como falta de seguridad en tu capacidad para
mantener unas relaciones adecuadas con los demás (inseguridad frente a los
demás), en tercer termino los miedos como manifestación externa y exagerada
de tu inseguridad y que se suelen manifestar sólo ante sucesos muy
determinados (inseguridad ante casos particulares). En cuarto lugar tu falta de
confianza se manifiesta como miedo a lo desconocido: te sientes inseguro no
Vá
re
z
sólo ante las situaciones en las cuales ya has fracasado anteriormente sino que
también rehuyes situaciones que nunca has vivido, (inseguridad ante lo
nuevo). La última manifestación de inseguridad consiste en la inmovilización
ns
o
o actitud pasiva (manifestación externa de tu inseguridad) que supone una
cierta retracción hacia uno mismo para evitar todo lo exterior capaz producir
.A
lo
daño.
l.
M
.A
INSEGURIDAD, DESCONFIANZA EN TU PROPIA CAPACIDAD:
ta
La inseguridad tiene una razón lógica de existir que la convierte en un
Vi
elemento natural y positivo siempre y cuando no sobrepase ciertos límites. La
ud
inseguridad tiene como función evitar que nos enfrentemos a riesgos de los
cuales podríamos salir perjudicados. En este aspecto inseguridad equivaldría a
ct
it
prudencia y constituiría un componente más de nuestro aprendizaje. Cuando
A
eres niño aprendes a desconfiar de ti mismo respecto de ciertas actividades en
Tu
las cuales fracasas o en las que recibes criticas de los adultos. Muchas veces
ese miedo o desconfianza no resulta lógico: lo que de niño pudo resultar
peligroso no tiene por qué serlo de adulto. En casos extremos la persona
trasforma su primigenia desconfianza respecto a las actividades en las cuales
fracasa en desconfianza generalizada en sí mismo como persona completa y,
272
como resultado, esa persona se sentirá insegura y tímida, tratará de evitar
cualquier actividad que suponga algún riesgo, exagerará los peligros, no se
enfrentará a situaciones que en realidad están a su alcance, etc.
z
La siguiente frase describe cuál es el límite entre una actitud racional de
Vá
re
prudencia y una actitud negativa de inseguridad: eludiré una situación que me
produzca temor sólo si el posible riesgo que deba asumir es de mayor entidad
ns
o
que el beneficio obtenido al afrontarla. Si la condición anterior es falsa, es
decir, si el riesgo es menor que el posible beneficio que puedas obtener, tu
o
inactividad
denotaría
un
cierto
nivel
de
inseguridad.
lo
pasividad
.A
Efectivamente, si el riesgo del evento a encarar es muy bajo sería muy
.A
positivo que nos decidiésemos a enfrentarnos al reto en cuestión. Por otro
M
lado, en tu valoración del beneficio obtenido debes de tener en cuenta, entre
l.
otros elementos, factores como tu posible satisfacción si eres capaz de triunfar
ta
en tu intento o como el hecho de que si consigues salir airoso habrás dado un
Vi
importante paso para liberarte de un miedo frustrante. Ese posible triunfo
TIMIDEZ:
Tu
A
ct
it
con éxito.
ud
podría reportarte, además, la confianza suficiente para afrontar otros temores
El miedo y sobre todo el miedo al fracaso, es la principal causa de
inseguridad y de timidez. Una excesiva inseguridad en tus relaciones con los
demás puede provocar un comportamiento exageradamente tímido. Ser tímido
significa, por lo tanto, mostrarse habitualmente inseguro en tus relaciones con
273
los que te rodean. Pero la timidez, constituye un problema complejo con una
serie de características entre las cuales podríamos destacar:
A) Falta o déficid de habilidades sociales: como consecuencia de una
z
deficiente comunicación con los demás el tímido no es capaz de comunicarse
Vá
re
eficazmente; le falta práctica.
B) Su inseguridad suele ser generalizada, sufriéndola incluso en
ns
o
situaciones en las cuales sus relaciones con los demás no precisan de un
lo
elevado grado de comunicación (como sucede, por ejemplo, en el deporte).
.A
Dicha inseguridad tiene como consecuencia que el tímido sea a veces torpe en
.A
algunas actividades, sobre todo cuando en la realización de dichas tareas
M
corren el riesgo de quedar en ridículo ante los demás.
l.
C) La timidez funciona como un circulo vicioso: cuanto más tímido seas
ta
más miedo tendrás a relacionarte con los demás, y cuanto más miedo tengas
Vi
más torpe serás pues te pondrás más nervioso lo cual, a su vez, provocará una
ud
disminución en tu deseo de relacionarte con los demás, y cuanto menos te
ct
it
relaciones con los demás menos habilidades sociales obtendrás y más
fracasarás y, como consecuencia, te iras encerrando cada vez más en ti mismo.
A
D) El tímido teme lo desconocido, no sólo teme esas actividades en las
Tu
cuales fracasa sino que incluso siente un exagerado nerviosismo e inseguridad
frente a situaciones a las cuales nunca se ha enfrentado.
E) El tímido suele ser tímido desde una edad muy temprana o por lo
menos desde la adolescencia, es una característica personal crónica en la cual
274
se halla inmerso desde hace mucho tiempo, eso provoca en el tímido una serie
de comportamientos típicos, en forma de hábitos: el tímido está acostumbrado
a pensar y comportarse como tímido, se considera a sí mismo tímido y a la vez
z
no cree poder cambiar, etc.
Vá
re
F) Al tímido su entorno lo tiene calificado como tímido y esto le crea
ciertos problemas en su proceso de cambio: los demás no aceptan el cambio,
ns
o
algunos le dicen precisamente en ese momento que nunca cambiará etc. Esto
puede desalentar al tímido si no pone suficiente empeño en su resolución de
.A
lo
cambio.
.A
La única vía para que el tímido solucione su problema consiste
M
precisamente en enfrentarse a las situaciones que le causan temor. Una vez
solventadas con éxito dichas situaciones el tímido va perdiendo su inseguridad
ta
l.
y ganando confianza en sí mismo y, además, ira adquiriendo las habilidades
Vi
sociales necesarias. El problema radica en que precisamente ante esas
situaciones el tímido siente un elevado grado de ansiedad y sufrimiento. A
ud
menudo esa inseguridad es simplemente el resultado de un cierto miedo al
ct
it
fracaso: su retraimiento encuentra su explicación en el temor a hacer las cosas
mal. De hecho, cuando el tímido se ve abocado a enfrentarse a esa situación
A
que le produce inseguridad su mayor miedo radica en cuál será su juicio hacia
Tu
sí mismo si fracasa. De ahí la necesidad de que cuando el tímido se vea en la
tesitura de enfrentarse a estas situaciones delicadas sea capaz de afrontar de
forma positiva los posibles fracasos. El tímido debe enfrentarse a las
situaciones que le producen nerviosismo o temor con el convencimiento
previo de que puede fracasar y no por ello sentirse mal: ¿qué es lo peor que te
275
puede suceder?.
Por lo tanto cualquier tipo de temor, timidez incluida, sólo se elimina
precisamente afrontándolo. Para conseguir seguridad debes visitar lo inseguro.
Vá
re
z
Sólo afrontando esas situaciones que te producen temor conseguirás seguridad.
Pero si la persona tímida o insegura se enfrenta de golpe a situaciones
demasiado complicadas en el ámbito relacional lo más seguro es que fracase.
ns
o
Y, aunque el tímido ha de aprender a fracasar, lo cierto es que el fracaso
lo
puede desalentarle. De ahí que en el proceso de ataque a la timidez se haga
.A
necesario comenzar enfrentándose a situaciones más sencillas para que una
.A
vez resueltas pueda encarar eventos más complicados: un tímido no puede
M
empezar a librarse de su timidez dando una conferencia ante cientos de
ta
que le produzca cierto respeto.
l.
personas sino que habrá de empezar simplemente hablando con una persona
Vi
Como ya hemos comentado si la persona en cuestión padece un grado de
sociales
para
que
sus
relaciones
con
los
demás
sean
ct
it
habilidades
ud
timidez demasiado elevado puede llegar a carecer de las suficientes
suficientemente efectivas. El tímido al reducir sus relaciones con los demás no
A
logra aprender a comunicarse con ellos, les falta conversación, no saben de
Tu
qué hablar y si lo saben lo hacen con cierta torpeza o meten de vez en cuando
la pata, el resultado es que a veces los demás los juzgaran como personas
extrañas y el tímido pueden llegar a sentirse rechazado. El tímido debe intentar
aprender a relacionarse con los demás, debe ser capaz de saber cuando puede
decir una cosa o cuando debe permanecer callado, debe aprender a interpretar
276
los gestos o las inflexiones de voz ajenas para así mejorar su comprensión de
lo que los demás intentan manifestarles, deben aprender a comunicar con sus
gestos y con su cuerpo y, por último deben tener siempre a mano un bagaje de
temas de conversación suficiente para evitar esos momentos en los que se
Vá
re
z
quedan en blanco.
En cuanto a este último punto, y a modo de ejemplo, el tímido puede
ns
o
utilizar ciertos temas de conversación generalmente intrascendentes como
podrían ser: hablar sobre el lugar donde estudian o trabajan, sobre cualquier
lo
cosa referida a dicho trabajo o estudio (profesores, asignaturas, jefes, lo que
.A
les gusta o disgusta, etc.), sobre sus gustos o aficiones, sobre el lugar o la
.A
ciudad donde viven y sus virtudes y defectos, sobre lugares de diversión que
M
conozcan, sobre el tiempo, sobre la época del año en la que están, comentar
l.
las cosas que están viendo u oyendo en ese momento, sobre lo que suelen
ta
hacer en el fin de semana o entre-diario, sobre su familia o sobre sus
Vi
amistades, sobre viajes, vacaciones, y lugares que conocen, sobre deportes,
ud
cine, televisión, cosas que pasan en el mundo, personajes famosos y sobre
ct
it
bebidas, comidas, ropas, modas, etc. El tímido debe practicar este tipo de
conversaciones intrascendentes y banales que normalmente ocupan el 90% de
A
los temas de conversación en los que participan las personas que no se
Tu
conocen demasiado (naturalmente con personas más allegadas estos temas
pueden resultar demasiado pueriles).
Para terminar solamente aclarar que la persona tímida no tiene por qué
sentirse obligada a hablar si realmente no tiene nada que decir y que a veces el
silencio es precisamente la forma más adecuada de expresión. El tímido debe
277
empezar aceptándose tal y como es y sólo después pretender cambiar.
z
MIEDOS EN GENERAL:
Vá
re
El miedo es un componente lógico de tu personalidad: tienes miedo
porque hay cosas en la vida que realmente pueden causarte daño. Sin
ns
o
embargo, el miedo puede llegar a convertirse en un obstáculo irracional si te
impide afrontar actividades que sin suponer un riego real te podrían resultar
.A
lo
muy beneficiosas.
.A
El miedo es el componente fundamental de la inseguridad, pero mientras
M
que la inseguridad, según el concepto que aquí estamos empleando, se refiere
a una actitud general frente a la mayoría de las situaciones que le tocan vivir al
ta
l.
individuo, el miedo se refiere a ciertas actividades en las cuales tiene dudas
Vi
exageradas sobre su capacidad para afrontarlas. Inseguridad sería, por tanto, la
ud
suma o acumulación de muchos miedos.
ct
it
Sólo hay una forma de enfrentarse al miedo irracional o exagerado y
consiste en encarar esa situación que te causa temor. Pero enfrentarte a tus
A
miedos no es cuestión sencilla, sino que se hace necesario seguir un proceso
Tu
similar al aludido cuando hablábamos de la timidez: primero afrontaremos las
actividades que te producen sólo un pequeño temor para proseguir con esas
actividades que te producen más miedo. Cuando tu temor sea fundado y exista
una posibilidad real de sufrir daño se hará preciso abandonar dicha actividad,
en caso contrario debes proseguir en tu empeño. Hay una serie de frases que te
278
pueden ayudar a enfrentarte a tus temores irracionales como: ¡yo puedo si creo
que puedo!, ¿qué es lo peor que me puede pasar?, ¿es tan grave si fracaso?.
Vá
re
z
MIEDO A LO DESCONOCIDO:
Es normal sentir cierta inseguridad a la hora de afrontar situaciones que
ns
o
nunca antes habías vivido. Tu falta de experiencia frente a un tipo determinado
de acontecimiento te provoca una razonable inseguridad sobre tu capacidad
confianza
en
tu
capacidad
es
una
consecuencia
lógica
de
tu
.A
de
lo
para afrontar ese evento nuevo con éxito. La inseguridad entendida como falta
.A
desconocimiento de ciertas situaciones. Sin embargo, el hecho de no sentirte
M
seguro de algo no significa que debas rehuirlo, sino todo lo contrario: puede
l.
ser un reto divertido de afrontar. Por tanto, si tu inseguridad te impide afrontar
ta
lo desconocido te estarás limitando a ti mismo y, además, te impedirá adquirir
Vi
seguridad en dicho ámbito. Además, si lo piensas un poco, llegarás a la
ud
conclusión de que nunca vives situaciones totalmente idénticas y, por lo tanto,
la realidad te demuestra que más tarde o más temprano debes de enfrentarte
ct
it
con lo desconocido. No te quedes inmovilizado, busca lo desconocido, y
A
consigue disfrutar de cada situación buscando lo nuevo que haya en ella. No
Tu
intentes crearte un muro protector frente a los peligros pues dicho muro sólo
puede suponerte un obstáculo que te limite.
Lo desconocido forma parte integrante de la realidad y desde el momento
en que estás limitado en tus conocimientos tendrás que aceptar la existencia de
lo desconocido y la necesidad de afrontarlo. Ya desde el momento de tu
279
nacimiento te ves obligado a enfrentarte con distintas situaciones cuya
resolución te va proporcionando el correspondiente bagaje de experiencias de
las cuales obtendrás el necesario aprendizaje. Por lo tanto, por mucho que
intentes evitar lo desconocido, al final no tendrás más remedio que afrontarlo
Vá
re
z
Y como enfrentarte a lo desconocido supone aprender, cuando más te
enfrentes a ese desconocido más fácil será para ti resolver satisfactoriamente
las nuevas situaciones. Vivimos, además, en un mundo en constante
ns
o
evolución, sobre todo en la época actual, y hay que estar preparado para el
cambio; nunca vamos a estar totalmente seguros de nada y buscar la seguridad
.A
lo
constituye una actividad inútil. Como decíamos antes, el secreto de la
.A
seguridad en uno mismo está precisamente en saber enfrentarte a lo inseguro.
M
Sólo enfrentándote a lo inseguro podrás conseguir seguridad. Y no hay nada
más inseguro que lo desconocido, es decir, no hay nada más inseguro que el
enfrentarse
a
esas
situaciones
l.
de
desconocidas
e
inciertas.
ta
hecho
Vi
Naturalmente, el hecho de enfrentarse a lo desconocido no debe ser entendido
como sinónimo de temeridad o imprudencia sino como de tener audacia y
ud
valentía; aunque, debemos aclarar, que en todo momento debes ser consciente
ct
it
de dónde está el límite entre lo audaz y lo imprudente.
Tu
A
PASIVIDAD, INMOVILIZACIÓN, HUIDA DE LA REALIDAD:
Nuestra inseguridad frente a lo todo lo exterior a nuestra persona puede
provocar una cierta tendencia a encerrarnos en nosotros mismos evitando, de
esa manera, cualquier contrariedad que pueda provenir de fuera. Estaríamos
280
ante un grado de inseguridad particularmente irracional.
Dicho talante retraído puede manifestarse de varias formas:
1) Por un lado nuestro miedo puede consistir simplemente en un deseo de
Vá
re
z
evitar ser dañado y, en consecuencia, construimos un muro protector
por el cual no pueden penetrar los sentimientos ni todo aquello que en
un momento dado nos pueda producir daño; estamos ante una actitud
ns
o
inmovilista e introvertida.
lo
2) Por otro lado, puede aparecer como falta de iniciativa para resolver los
.A
problemas o simplemente como inactividad generalizada; caeríamos
M
.A
en una postura pasiva.
l.
3) Por último, nuestra inseguridad también se podría manifestar en una
ta
actitud vital de huida de la realidad.
Vi
Todas estas posturas medrosas o desconfiadas tienen en común un
ud
carácter limitativo ya que suponen auténticos obstáculos para nuestro deseo de
ct
it
vivir plenamente: nos impedirán hacer cosas que deseamos hacer.
Tu
A
PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES:
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
1. Ahora
Estoy
me
siento
bien,
281
bien,
pero
lo
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
entonces...¿para qué buscar
desconocido te surge a cada paso
lo desconocido
así
que
no
voy
a
tener
más
z
remedio que afrontarlo. Seré yo el
que
dirija
mi
Vá
re
que tome la delantera; seré yo el
vida
y
estaré
fracaso
me
volveré
Nada es seguro en la vida y,
inseguro, no podré volver a
.A
2. Si
lo
ns
o
preparado ante lo desconocido.
hacerlo.
futuro, pero tú puedes dirigir tu
ta
l.
M
.A
además, no se puede predecir el
vida y prepararte para lo que pueda
venir. La seguridad está dentro de
Vi
ti y se basa en tu habilidad para
ud
enfrentarse a lo desconocido. Por
ct
it
lo tanto, sólo a base de afrontar lo
Tu
A
inseguro conseguirás seguridad
3. Tengo miedo a eso. ¡Me
¿Qué es lo peor que te puede
pongo nervioso sólo con
pasar?. Es un miedo real o, en
pensar en enfrentarme a
realidad, tampoco es tan grave.
282
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
esa situación!.
Acepta
tu
miedo,
pero
si
es
irracional no te dejes manipular
Vá
re
z
por él. ¡sácale la lengua al miedo!.
4. Me gustaría no tener miedo
Me gustaría que nada de lo
humano me fuese extraño. Me
tener
desconocido,
pero
ns
o
no
miedo
no
es
a
lo
así,
lo
gustaría
.A
siempre habrá algo que me cause
.A
miedo y he de aceptar dichos
l.
M
temores como parte integrante de
ta
5. Lo desconocido se refiere a
encontrar
lo
que es insignificante. Esto
por insignificante que parezca. En
es nuevo, pero. ¡es tan
todo lo que haces siempre hay algo
ud
Vi
desconocido en cualquier situación
ct
it
A
Puedes
retos importantes no a esto
poco importante!
Tu
mi persona.
nuevo de lo cual disfrutar.
6. No lo haré porque puedo
sufrir daño.
¿De
verdad
puedes
sufrir
daño?. ¿Son realmente tantas las
posibilidades de sufrir daño?. En
cualquier
situación
de
tu
vida
puedes sufrir daño físico o mental,
283
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
pero sólo si el peligro es real y de
suficiente entidad puedes justificar
z
de forma razonable que evites
Vá
re
enfrentarte a tus miedos y que
disfrutes de lo desconocido.
temerario
hacerlo.
pasar?, ¿es tan grave?. ¿No te
lo
Me horroriza sentir miedo.
¿Qué es lo peor que te puede
ns
o
7. Sería
.A
estarás escudando en ese supuesto
para
no
afrontar
tus
.A
peligro
ta
l.
M
miedos?. Convive con tus miedos,
te
sientas
avergonzado
o
Vi
ud
si tu miedo tiene una base real
puedes encontrar excusa suficiente
para eludir enfrentarte a él.
ct
it
A
Tu
Los
no
cobarde por tener miedo; pero sólo
8. Me quedo con la misma
gente.
no luches contra ellos, acéptalos y
disfrutar
conociendo
son
gente nueva y observando otras
necesito
formas de actuar y de pensar. Y si
conocer a nadie más. ¡A
me rechazan o me intentan dejar
saber que puede pasar si
en ridículo será su decisión no la
extraños,
demás
Puedo
no
284
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
mía; yo estaré satisfecho de mí
grupo!. Quizás me dejen en
mismo porque habré actuado como
ridículo o me
creía que debía actuar.
sabe
lo
que
Vá
re
Cualquiera
rechacen.
z
intento introducirme en ese
pensarían de mí. ¡Son tan
miedo
¿Crees que debes hacer eso
provocar mi fracaso. Me
que te da miedo?. Pues si crees
pondré nervioso y lo haré
que
lo
debes
hacer...
¡hazlo!.
Efectivamente, hazlo aceptando tu
ta
l.
M
mal.
miedo, conviviendo con él, pero
tratando
de
hacerlo
lo
mejor
Vi
posible.
¿Por qué no vas ha hacerlo
Voy a fracasar. Me siento
bien?. ¿Qué es lo peor que te
ud
No voy a hacerlo bien.
ct
it
10.
lo
puede
.A
el
.A
9. Pero,
ns
o
diferentes!.
puede pasar si lo intentas?. Si
para que me salga bien.
realmente es tan difícil de hacer el
A
demasiado inseguro como
Tu
fracaso será lo normal y no podrás
sentirte un fracasado, sino una
persona
intentado.
285
valiente
por
haberlo
ACTITUD ACERTADA
11.
Lo he intentado, pero
No me ha salido bien, he
he fracasado, ¡me siento un
fracasado, pero he tenido un gran
inútil!.
éxito pues lo he intentado. Me he
demostrado
a
Vá
re
z
ACTITUD EQUIVOCADA
mí
mismo
mi
capacidad para enfrentarme a las
que
me
producen
ns
o
situaciones
miedo. Soy una persona valiente y
si
meto
pata...¿qué
la
pensaran
de
la mía y si fracaso no habré
fracasado como persona completa
ta
l.
mí?.
La opinión más importante es
.A
Y
M
12.
.A
lo
capaz de hacer muchas cosas.
sino que habré sido capaz de
Vi
intentarlo.
A
Tu
a
que esta
Soy yo el que debe dirigir mi
otra persona dé el primer
vida no delegaré en los demás la
ud
Esperaré
ct
it
13.
paso por mí. Este amigo-a
satisfacción de mis deseos. Seré
será
responsable de mi vida.
el
establezca
(o
la)
que
relación
con
aquel grupo de personas
del sexo contrario que me
parece tan interesante.
286
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
14.
Si tienes éxito ya pensarás
Y si tengo éxito al
enfrentarme a ese reto (por
como
ejemplo: si ligas con esa
conseguido.
persona tan maravillosa y
intentarlo sólo por el miedo a no
que juzgas superior a ti)
saber
¿qué
simplemente por el miedo a sufrir.
¿seré
al
capaz
de
mantener mi conquista o
z
Vá
re
hacer
después,
o
.A
terminará dándose cuenta
no
ns
o
éxito?,
enfrentarme
sería
vez
lo
¿sabré
después?,
que
Peor
una
.A
pasará
afrontarlo
Tengo
más
Buscar lo desconocido es una
entre
manos
enorme fuente de satisfacción y,
Vi
importantes
asuntos
ta
15.
l.
M
de lo inseguro que soy?.
andar
pensando
en
ud
que
buscar lo desconocido.
por lo tanto, muy importante ha de
ser ese asunto para que me impida
ct
it
su búsqueda. No inventaré excusas
Tu
A
con el fin de evitar lo desconocido.
16.
Mi vida es aburrida,
siempre
puedo
es
hacer
igual
nada
y
no
para
evitarlo. Vivo el mismo día
287
Cada instante es diferente al
anterior, siempre hay algo nuevo
que
explorar.
Lo habitual,
por
mucho que se repita, también es
ACTITUD EQUIVOCADA
ACTITUD ACERTADA
durante 50 años.
susceptible de disfrute si realmente
te gusta. Y, en todo caso siempre
z
encontrarás algo desconocido de lo
Vá
re
cual poder disfrutar. Viviré 50
.A
lo
ns
o
años en un solo día.
l.
M
.A
EJERCICIOS Y TÉCNICAS
ta
1º Visualización: partiendo de un estado de relajación debes intentar
Vi
visualizar en tu mente las diferentes situaciones que se te van a describir. No
ud
es necesario que consigas una imagen mental totalmente nítida de cada
ct
it
acaecimiento y, además, con la práctica te irá siendo cada vez más fácil.
A) Para sobreponerte a tus miedos o timidez: imagina que te estás
A
enfrentado a esa situación que te preocupa o te produce miedo. Te comportas
Tu
con seguridad y te ves a ti mismo controlando tus temores. Por fin imagínate
saliendo airoso de la situación. Puedes empezar con acontecimientos que te
crean sólo un poco de inseguridad para ir poco a poco imaginando
situaciones que te causan mayor aprensión o timidez. Al final del capítulo 2 ya
te recomendamos este ejercicio y a él nos remitimos en cuanto a los ejemplos
288
de situaciones paulatinamente más complicadas.
B)
Para
enfrentarte
a
situaciones
en
las
cuales
tienes
ciertas
probabilidades de fracasar: imagínate enfrentado al suceso e intentando
z
sacarlo adelante. Encara esos retos con humor y exagera las dificultades con
Vá
re
las que te vas a encontrar. También puedes satirizar la situación imaginando
historias divertidas o en las que fracases estrepitosamente sin que te suponga
ns
o
ningún trauma. Lo que se pretende es que pierdas el miedo a fracasar y que lo
lo
aceptes.
.A
2º Desensibilización “en vivo”: consiste en enfrentarte a esas mismas
.A
situaciones que te causan temor, pero esta vez en la realidad no en tu
M
imaginación. Puedes combinar esta desensibilización con las visualizaciones
adecuadas. Es preferible que empieces proponiéndote retos sencillos para una
ta
l.
vez superados continuar con otros más complicados. Debes enfrentarte a
Vi
dichas situaciones con buen ánimo y humor convencido de que, aunque
fracases no significa que seas un fracasado: tú eres una persona completa, no
ud
sólo una de tus partes, y por lo tanto, el hecho de fracasar no tiene apenas
ct
it
importancia a la hora de autovalorarte.
A
3ª Para superar tus miedos. Aparte de las técnicas in vivo y de
Tu
visualización apuntadas anteriormente puedes utilizar las siguientes:
A) Acepta que tienes miedo, no luches contra él, convéncete de que
no es malo tener miedo y de que no tiene por qué suponer un obstáculo
para conseguir lo que deseas. Puedes intentar utilizar tu imaginación
para visualizar un resultado negativo de tus proyectos, debes aceptar esa
289
posibilidad y convencerte de que no es tan grave. Una vez persuadido de
que un posible fracaso no es tan grave estarás mejor preparado para
enfrentarte a esa situación.
z
B) Si el objeto de tus miedos precisa para su realización de varias
Vá
re
fases (por ejemplo: aprender a nadar o hacer una actuación teatral)
puedes concentrarte sólo en superar cada una de las etapas según vayan
ns
o
surgiendo sin prestar atención a la siguiente. En el ejemplo anterior:
centra primero tu atención en intentar mantenerte recto mientras flotas; o
lo
en el ejemplo de la actuación: presta atención solamente al momento de
.A
los ensayos previos que vayas afrontando. Una vez superada esa primera
.A
fase continúa con la siguiente y después con la siguiente hasta completar
M
todas las etapas. En cada una de las fases valora positivamente cada uno
ta
l.
de tus logros.
demás
puedes
Vi
C) Si tu temor se basa en el peligro de quedar en ridículo ante los
probar
a
ponerte
aposta
en
ridículo
delante
de
ud
desconocidos para ir perdiendo paulatinamente el respeto a dicho miedo.
ct
it
Naturalmente a tu criterio queda la elección de cómo vas a ponerte en
Tu
A
ridículo, pero más vale que seas cuidadoso.
D) A la hora de pensar en eso que te da miedo presta atención a los
beneficios que conseguirías si fueses capaz de superar dicho temor para
así darte más ánimos para intentarlo.
E) Cuando llegue el momento de enfrentarte a la situación que temes
puedes usar tu sentido del humor para tomártelo un poco a broma y
290
Tu
A
ct
it
ud
Vi
ta
l.
M
.A
.A
lo
ns
o
Vá
re
z
quitarle "hierro" al asunto.
291
Tu
ud
ct
it
A
l.
ta
Vi
ns
o
lo
.A
.A
M
Vá
re
z
C a p í t ul o 1 2
z
Tiempo: culpabilidad, preocupación, ira,
lo
ns
o
Vá
re
venganza.
.A
El hecho del tiempo nos afecta provocando una amplia diversidad de
.A
fenómenos capaces de alterar nuestro estado de ánimo.
M
Como ya apuntamos en anteriores capítulos, el pasado realmente ya no
l.
existe más que en nuestros recuerdos y el futuro todavía no es realidad, y, por
ta
último, el presente resulta una realidad tan efímera que en un segundo se
Vi
trasforma en pasado. ¿Sería pues sólo el futuro más inmediato el espacio de
ud
tiempo más digno de atención?. Ciertamente, es ese momento del futuro más
ct
it
próximo, tan cercano al presente, el único susceptible de control y, en
consecuencia, habremos de tratar de disfrutarlo cuando llegue. La famosa
A
frase “vivir el presente” pretende mantener nuestra atención en dicho presente
Tu
para poderlo gozar lo máximo posible, pero como el presente se materializa en
un espacio tan corto de tiempo si no planificamos mínimamente su llegada no
podremos
disfrutarlo
de
forma
satisfactoria.
Dicha
planificación
va
encaminada sobre todo a procurarnos la debida atención o concentración que
nos permita disfrutar el acontecimiento gozoso. La frase aludida parece
significar que debemos mantenernos atentos a los posibles sucesos del futuro
más inmediato para así poderlo disfrutar en el breve espacio de tiempo en el
cual se convierte en presente.
Pero si vivir el momento presente es importante no por ello podemos
z
desdeñar nuestro pasado ni dejar de lado el futuro ya que ambos momentos
Vá
re
influyen enormemente en nuestra vida.
Efectivamente, la realidad nos muestra un pasado grabado en nuestra
ns
o
memoria el cual nos influyó en su momento, nos influye en el presente y nos
influirá en el futuro. El pasado es la causa del presente y modela nuestra forma
.A
lo
de ser tanto interior como exterior a través de recuerdos, costumbres, hábitos y
.A
de la formación de la realidad social que nos rodea y en la cual nosotros
ocupamos un puesto. Este pasado es la causa de nuestros miedos y de nuestros
M
hábitos, de nuestras virtudes y de nuestros defectos, de nuestros deseos, de
ta
l.
nuestros amores, de nuestros odios y de nuestros deseos de venganza. Sin
Vi
embargo, la influencia positiva o negativa que el pasado pueda ejercer en
nosotros es un aspecto de nuestra vida que podemos controlar y del cual
ct
it
ud
podemos sacar partido.
Por su parte el futuro es algo que todavía no existe y por lo tanto su
A
predicción y control resulta complicado. Sin embargo, es notable a través de
Tu
factores tales como la necesidad de un mínimo de programación de nuestra
vida, la preocupación por nuestro futuro y la construcción de deseos y metas
que nos ayudan a forjar ilusiones. Ilusiones que podemos utilizar para
sentirnos más felices en el presente.
294
CULPABILIDAD.
Cuando hacemos algo que juzgamos negativamente nos sentimos
z
culpables. La culpa es una manifestación de la influencia del pasado tanto
Vá
re
porque trae causa de un suceso acaecido en dicho pasado como porque nuestro
juicio sobre ese suceso es consecuencia de una forma de pensar forjada por
ns
o
nuestra historia particular.
lo
El primer aspecto es totalmente incontrolable por nosotros ya que el
.A
pasado es algo inalterable por mucho que nos esforcemos por cambiarlo u
.A
olvidarlo.
M
Debemos asumir ese pasado tal y como fue, con sus aspectos positivos y
l.
negativos y no debemos ocultarnos a nosotros mismos dicha realidad. Muy al
ta
contrario: aprendamos de ese pasado para así mejorar nuestro presente y
Vi
futuro, utilicemos el pasado para ser más felices y disfrutemos recordando en
ud
el presente lo bueno del pasado.
ct
it
Lo expuesto en el párrafo anterior implica que el segundo aspecto
apuntado anteriormente relativo a nuestro juicio respecto del pasado sí puede
A
verse alterado por nuestra voluntad. Efectivamente, nosotros podemos juzgar
Tu
de forma distinta nuestro pasado y en lugar de evaluarlo negativamente y dejar
que los pensamientos culpables se adueñen de nuestros recuerdos podemos
intentar extraer de él conclusiones positivas y utilizarlo para nuestros fines.
Imaginemos un caso límite, por ejemplo: atropellamos a otra persona con
295
un coche. ¿Qué solucionamos sintiéndonos culpables?. Poco, sin duda,
pero...¿cómo nos vamos a sentir de otra forma después de lo sucedido?. Lo
lógico, por supuesto, es sentirse culpable y si no te sientes culpable sería
síntoma de algún problema mental grave. Pero una cosa es sentirte culpable y
Vá
re
z
otra es regodearte en tu culpabilidad. Es natural que te sientas culpable, pero
lo que no resulta lógico es pasarse días enteros dándole vueltas al mismo
asunto. Incluso cabe la posibilidad de que utilices tu sentimiento de culpa
ns
o
como autocastigo o como forma de evadirte y no afrontar el problema. Frente
a esta actitud autofrustrante deberías empezar por reconocer tu error y
.A
lo
asumirlo para después intentar reparar el daño (por ejemplo, visitando a la
.A
víctima y apoyándola en su esfuerzo por recuperarse). Por último, intenta
M
extraer un aprendizaje de esa experiencia negativa para el futuro: si en el
ejemplo anterior ibas a una velocidad excesiva sería conveniente que tratases
ta
l.
de acostumbrarte a conducir más despacio.
Vi
Lo que es válido para un acontecimiento tan radical y extremo puedes
ud
ponerlo en práctica en asuntos más cotidianos como, por ejemplo, cuando
ct
it
levantas la voz a una persona de tu familia y luego te arrepientes de haber sido
tan violento.
A
El grado de culpabilidad depende de 2 factores: 1º. De la gravedad innata
Tu
del error cometido. 2º. De tu juicio del mismo. Este segundo punto deriva de
tu forma de pensar al respecto y puede verse muy influido por tu grado de
exigencia de perfección. Una persona perfeccionista tiene una mayor
tendencia a sentirse culpable ante la comisión de un determinado error que
otra
persona
más
flexible
y
comprensiva.
296
Igualmente,
una
persona
perfeccionista resultará muy dura en su juicio del error ajeno e intentará
provocar sentimientos de culpa en la persona que ha cometido el fallo.
Con lo reseñado en el párrafo anterior llegamos a otro aspecto del
Vá
re
z
problema de la culpa: la utilización de la culpabilidad del otro.
El hecho del error de la otra persona puede generar en nosotros
sentimientos muy diversos. Podemos sentir pequeños deseos de venganza
ns
o
cuando el error nos afecta a nosotros: ¡por culpa de este idiota nos han echado
de clase!, ¡ahora le arreglare las cuentas!. También podemos sentir deseos de
.A
lo
enseñar al otro para que aprenda para el futuro, lo cual a menudo oculta un
.A
recóndito deseo de dominarlo (es decir: deseas que el otro sea como tú
quieres), o el deseo de que el otro no te cause nunca el menor problema: ¡le
M
haré ver su error porque si vuelve a meter la pata puedo ser yo quien pague las
ta
l.
consecuencias!. Por último, nos puede molestar el simple hecho de que el otro
Vi
no se comporte tal y como nosotros pensamos que debe comportarse y esto
nos da rabia: ¡esta persona no hace lo que debe hacer!, ¡hace mal las cosas! y,
ct
it
ud
por lo tanto, es un inútil!, ¡debo castigarle!, ¡debo hacerle ver su error!.
Aunque realmente no pensemos exactamente las frases anteriores puede
Tu
A
producirse en nuestro cerebro un proceso similar al siguiente:
1º. Juzgamos negativamente la acción de la otra persona.
2º. La juzgamos mal como persona completa. Es curioso, dicho sea de
paso, como a una misma persona a veces la juzgamos maravillosa y al día
siguiente nos resulta horrible.
297
3º. Intentamos castigarla, normalmente de forma verbal, haciéndola sentir
culpable: ¡mira lo que has hecho!, ¡ya has metido la pata!. ¡siempre tienes que
gritar!, etc.
z
Un importante aspecto negativo derivado de mantener una actitud
Vá
re
culpabilizadora es que la otra persona aprende pronto a utilizar esa misma
técnica del reproche y, al final, posiblemente se resienta tu relación con ella.
ns
o
Sin embargo, también es cierto que a veces el reproche a esa otra persona será
la única vía efectiva para hacer frente a sus intentos manipuladores o agresivos
lo
y de hecho éste sería un claro ejemplo de utilización totalmente justificable de
.A
la técnica “Di lo que piensas” (dices lo que realmente piensas: ¡mira como me
.A
has puesto!, ¡ten más cuidado!). Por otro lado tampoco constituye una actitud
M
acertada la de callarse ante los errores ajenos pues si mantienes dichas postura
ta
l.
de forma constante la otra persona no se dará nunca cuenta de sus fallos.
Vi
¿Cuál es la línea que separa una utilización del reproche justificada de
una utilización negativa del mismo?. En mi opinión se debe utilizar el
ud
reproche sólo si la otra persona te está causando o se está produciendo a sí
ct
it
misma un daño de mayor entidad al que puedas provocar con tu crítica. Este
principio también es válido cuando es una tercera persona la que sufre el daño
A
(solo criticarás a la persona en cuestión si el daño que produce al tercero es
Tu
más importante que el provocado por tu crítica). En consecuencia, si
realmente no te molesta tanto la actuación del otro ¿ para qué culpabilizarlo?.
Por otro lado si, como hemos visto, el hecho de mantener una actitud
culpabilizadora no resulta positivo ni siquiera cuando es justificado mucho
298
menos lo resultará si utilizas los fallos del otro para aprovecharte de él o para
cachondearte. Las bromas pueden ser muy positivas, pero dejan de serlo
cuando a quien las recibe le terminan resultando insufribles. En la vida hay
muchas cosas de las cuales reírse y siempre es preferible reírte con el otro, que
Vá
re
z
del otro.
.A
lo
ns
o
PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES:
actúo
como
debo
ta
debía haber hecho.
l.
actuar. No he hecho lo que
M
1. No
ACTITUD ACERTADA
.A
ACTITUD DESACERTADA
De
me
sirve
darle
vueltas, intentaré mejorar y en la
próxima ocasión me esforzaré por
hacer
Vi
nada
las
cosas
siguiendo
mis
ud
propios parámetros.
ct
it
2. No debía haberlo hecho,
actuado
realmente
de
forma contraria a mis criterios?,
A
me siento culpable.
¿He
Tu
¿pude, realmente, haber actuado
de otra manera?. Si he actuado mal
de nada me sirve darle vueltas:
intentaré aprender para el futuro.
299
ACTITUD ACERTADA
3. Te das cuenta que la otra
Yo soy el responsable de mi
persona te intenta hacer
vida, me guiaré por mis propios
sentir culpable.
parámetros para determinar si he
actuado
realmente
realmente
he
Vá
re
z
ACTITUD DESACERTADA
mal.
actuado
Y
si,
mal
lo
ns
o
asumiré e intentaré remediar el
daño que he hecho, y si no puedo
ese
lo
remediar
daño
concreto
.A
intentaré aprender para el futuro.
.A
No pagaré por mi culpa un precio
horrible.
Lo
Lo ocurrido es negativo según
ocurrido es espantoso. ¡Lo
mis propios criterios, sin embargo,
ta
algo
Vi
4. Fue
l.
M
más alto que el daño producido.
seguro que no es tan horrible, ¡el
ud
he hecho muy mal!.
mundo no se va a acabar por eso!.
ct
it
Intentaré que no vuelva a ocurrir,
A
pero si vuelve a suceder lo asumiré
Tu
e intentaré evitarlo en la próxima
ocasión.
5. Te descubres a ti mismo
tratando
de
provocar
300
Esta persona es responsable
de su vida, es ella la que debe
ACTITUD DESACERTADA
ACTITUD ACERTADA
sentimientos de culpa en la
preocuparse por sus errores. Si las
otra persona.
acciones de la otra persona te
z
afectan díselo: “di lo que piensas”,
Vá
re
pero no utilices su culpabilidad
para manipularla.
culpable
para
error.
reconocer
Después
intenta
tu
poner
remedio al daño que puedas haber
actuación
producido, también puedes intentar
.A
conseguir de tu parte una
.A
o
compensar de alguna manera ese
errores
o
los
de
culpa
Vi
sentimientos
a
ellos
ud
vinculados
de
ta
tus
l.
determinados. Se valen de
controlar
ct
it
comportamiento.
A
ejemplo:
reprende
M
comportamiento
Tu
por
lo
sientas
Empieza
ns
o
6. Otra persona intenta que te
tu
madre
porque
le
daño,
pero
intento
se
siempre
que
fundamente
dicho
en
tus
propios parámetros y no en lo que
para
la otra persona diga. Si lo crees
tu
preciso puedes tratar de dejarle
Por
claro que aceptas tu error, pero que
te
has
no
por
ello
manipular.
te
Para
vas
ello
a
dejar
puedes
ensuciado el suelo con tus
utilizar unos “di lo que piensas”
zapatos
de
como los siguientes: ¡es cierto!,
barro y te acusa de que la
¡he cometido un error!, voy a
haces
intentar repararlo, pero no lo hago
manchados
trabajar
mucho,
301
ACTITUD DESACERTADA
ACTITUD ACERTADA
por
la
bronca
que
al mercado y le traigas un
echando, sino porque creo que
paquete de detergente que
debo hacerlo.
estás
Reconoce tus posibles errores,
pasa todo el día echándote
pero déjale claro a la otra persona
pequeñas broncas por todo
que el verdadero responsable de tu
aquello que haces mal. Sus
vida eres tú y que, además, no vas
constantes criticas pueden
a
esconder
deseo
manipular.
Para
ello
utiliza técnicas del tipo “di lo que
piensas”.
l.
controlarte o de enseñarte a
.A
lo
de
dejarte
M
un
ns
o
persona cercana se
.A
Vá
re
ella había olvidado traer.
7. Una
me
z
después te pide que vayas
su
criterio,
que
Vi
según
ta
hacer las cosas bien (bien
en
la
ct
it
8. Caes
ud
puede no ser el acertado).
cuenta
que
Intenta evitar manipular a los
criticas
mucho
a
otra
demás si no quieres que la otra
persona
y
intentas
persona termine cansándose de tus
A
que
Tu
utilizar sus sentimientos de
culpa y de imperfección ya
sea con el fin de procurarla
un aprendizaje ya sea para
302
criticas y se rebele contra ti.
ACTITUD DESACERTADA
ACTITUD ACERTADA
que se comporte tal y como
ns
o
PREOCUPACIONES Y OBSESIONES
Vá
re
z
tú deseas que lo haga.
lo
El ser humano es capaz de aprender de sus errores y, en consecuencia,
.A
puede evitar su repetición (si bien es cierto que algunos no terminan de
.A
aprender nunca). Ese aprendizaje lo conseguimos porque deseamos hacer bien
M
las cosas (es un perfeccionismo natural y lógico) y cuando las hacemos mal lo
l.
almacenamos en nuestra memoria y de vez en cuando lo repasamos para así
ta
saber cómo debemos comportarnos en la próxima ocasión. Este recordar los
Vi
errores del pasado tiene, por lo tanto, una función totalmente positiva para
ud
nosotros. Sin embargo, a veces, podemos llegar a obsesionarnos con lo
ct
it
sucedido y esto ya no es positivo.
A
De igual manera, todo ser humano se ve obligado a planificar su futuro,
Tu
aunque sea mínimamente, pues de otra manera, por ejemplo, no tendría nada
en el frigorífico para poder llevarse a la boca. Esta necesidad de planificar se
manifiesta en sentimientos de preocupación, a veces totalmente lógicos como
cuando nos preocupamos por ir al mercado o planificamos la comida del día
siguiente. Sin embargo, otras veces este sentimiento de preocupación
303
sobrepasa lo razonable y es a este último estado mental al que en realidad
todos llamamos preocupación.
A la sensación de preocupación le suelen acompañar una multitud de
z
pensamientos todos ellos girando alrededor de un mismo tema. Le das vueltas
Vá
re
y más vueltas al asunto incluso cuando ya de poco te sirve pensar sobre la
materia. Preocuparse es, por lo tanto, algo totalmente natural, pero cuando tu
lo
actividad muy negativa y terminar haciéndote infeliz.
ns
o
nivel de preocupación sobrepasa el límite de lo razonable puede resultar una
.A
La diferencia entre preocupación y obsesión es cuestión de léxico:
.A
utilizamos normalmente la palabra preocupación para referimos a sucesos
M
futuros. Por su parte la palabra obsesión la empleamos para referirnos a un
suceso pasado que nos ha dejado como secuela un recuerdo constante y
ta
l.
repetido del acontecimiento. Otras veces la utilizamos como sinónimo de
Vi
fobia, miedo o hábito y, en otras ocasiones, la empleamos para referirnos a un
estadio superior de preocupación. Yo personalmente prefiero utilizar la
obsesión
en
ud
palabra
este
último
sentido,
es decir: como un estado
ct
it
especialmente cualificado de preocupación.
A
De lo dicho anteriormente podemos observar como la preocupación
Tu
puede encontrar su origen tanto en un suceso futuro importante como en un
acontecimiento
del
pasado,
ofreciendo
en
ambos
casos
una
misma
característica cual es centrar tus pensamientos en un mismo asunto.
A continuación te ofrezco un listado de actitudes de preocupación
excesiva y la correspondiente actitud acertada con la cual sustituirla.
304
PENSAMIENTOS Y ACCIONES AUTOFRUSTRANTES:
ACTITUD ACERTADA
1. Te
Si
descubres
dándole
Vá
re
z
ACTITUD DESACERTADA
realmente
puedes
hacer
vueltas y más vueltas a
algo ¡hazlo!, establece un plan y
algún
llévalo
Te
a
cabo,
pero
no
te
ns
o
asunto.
obsesionas con algo.
obsesiones con el asunto, no le des
lo
más vueltas de las estrictamente
.A
necesarias. Y si no puedes hacer
.A
nada,
entonces
debes
intentar
interesante
2. Te descubres a ti mismo
ud
en
lo
que
pensar,
motívate.
Vi
ta
l.
M
pensar en otras cosas, busca algo
Planifica el futuro ,pero no
más de lo necesario ya que al fin y
¿y si pasa algo malo?, ¿y si
al cabo el futuro es imprevisible y
fracaso?.
tu
A
ct
it
preocupado por el futuro:
esfuerzo
puede
no
verse
Tu
recompensado. El darle vueltas a
un asunto sólo es útil si te ayuda a
establecer planes para afrontarlo
con garantías de éxito, el resto sólo
305
ACTITUD DESACERTADA
ACTITUD ACERTADA
sirve para autofrustrarte.
las
se
me
pasar?, ¿es realmente tan malo?,
ganas
de
¿tengo realmente posibilidades de
Vá
re
quitan
fracasar
intentarlo!
éxito?. Y si lo consigo ¿no es
verdad
que
merecido
la
.A
.A
lo
pena?.
habrá
ns
o
puedo
¿Qué es lo peor que puede
z
3. ¡Sólo de pensar en que
ta
l.
M
IRA, VENGANZA, RENCOR, BÚSQUEDA DE JUSTICIA
Vi
Estos cuatro sentimientos tienen varias notas en común:
ud
1) Son sentimientos basados en sucesos del pasado.
ct
it
2) Resultan del conflicto entre la imagen ideal que tú tienes del mundo
A
y la realidad. Se trata, por lo tanto, de sentimientos perfeccionistas
Tu
relacionados con comportamientos ajenos contrarios a lo que nosotros
creemos “bueno”.
3) Se trata de sentimientos, en la mayoría de los casos, totalmente
inútiles
306
Las películas, la televisión, los libros, etc., utilizan, a menudo, la
venganza o la ira como base. El argumento suele responder siempre a un
esquema parecido al siguiente: en primer lugar el héroe o su familia sufre
una vejación (en los thriller suele consistir en el asesinato de un ser
Vá
re
z
querido) y acto seguido el protagonista se lanza en una carrera contra-reloj
para conseguir la correspondiente venganza. Como siempre, la ficción no
es más que un reflejo de la realidad; efectivamente, las diferentes
deseos
más
o
menos
fuertes
de
ns
o
humillaciones o afrentas por pequeñas que sean engendran en nosotros ira y
venganza.
La
sociedad
se
ve
.A
lo
constantemente bombardeada con escenas violentas que acrecientan
.A
nuestros deseos de justicia y nuestros sentimientos de odio. Y, sin embargo
M
¿sirven para algo estos sentimientos?, la respuesta es no. El odio sólo
engendra más odio y la venganza más venganza y si nos dejamos llevar por
ta
l.
este tipo de sentimientos podemos vernos abocados a una continua escalada
Vi
de violencia y sufrimiento. Es precisamente el odio y la venganza la base
de la mayoría de los conflictos del mundo y una vez introducidos en su
ct
it
ud
vorágine nos será muy difícil liberarnos.
La conclusión extraible es clara: debemos evitar dejarnos llevar por
A
nuestros deseos de justicia y de venganza. Si podemos hacer algo para
Tu
remediar el perjuicio sufrido ya sea por nosotros o por los demás pues
pongámonos manos a la obra, pero no nos dejemos llevar jamás por la ira.
Utilicemos los resortes legales, si es menester utilizarlos, empleemos el
dialogo (“di lo que piensas”, búsqueda de acuerdo), no nos quedemos
inmovilizados ante la injusticia, pero nunca nos sirvamos de la venganza
307
para restañar las cicatrices.
Vá
re
1 Para liberarte de sentimientos de culpa o de vergüenza:
z
EJERCICIOS Y TÉCNICAS
A) Simplemente, cuéntaselo a alguien en quien puedas confiar, es decir,
ns
o
una persona que no vaya a utilizar contra ti eso que cuentas.
lo
B) También puedes liberarte de tus sentimientos de culpa pidiendo
.A
perdón, ya sea públicamente o personalmente o, incluso, utilizando las
.A
técnicas de visualización descritas en anteriores capítulos (visualízate a ti
constituirán
el
método
más efectivo cuando exista una
l.
visualización
M
mismo pidiendo perdón a la persona a la que has dañado). Estas técnicas de
ta
imposibilidad real de contactar con la otra persona (quizás esa persona esté
Vi
de viaje, viva en otra ciudad, no sabes donde se encuentra, etc.)
ud
2 Para superar la ira, los deseos de venganza el rencor o la irritación
ct
it
hacia otra persona:
A
A) Imagínate a esa persona en una situación ridícula, y a la vez
Tu
graciosa, de tal manera que poco a poco deje de parecerte tan molesta.
Por ejemplo: imagínate a tu odiado profesor de matemáticas vestido con
un ridículo disfraz de conejo y comiendo una enorme zanahoria, después
visualízalo tropezándose con sus propios pies de trapo y cayendo al suelo
con estrépito. El fin de esta técnica no es vengarte mentalmente sino que
308
la otra persona te resulte más próxima e incluso entrañable.
B) Puedes imaginarte que eres esa otra persona para poder
descubrir sus motivaciones e intentar comprenderlo mejor, de esa manera
.A
EXPRIMIR LA VIDA
M
3ª PARTE:
.A
lo
ns
o
Vá
re
z
tu irritación hacia ella disminuirá.
Tu
A
ct
it
ud
Vi
ta
l.
AL MÁXIMO
309
Tu
ud
ct
it
A
l.
ta
Vi
ns
o
lo
.A
.A
M
Vá
re
z
C a p í t ul o 1 3
ns
o
Vá
re
z
La práctica de la felicidad.
lo
En anteriores capítulos hemos analizado los obstáculos que se oponen a
.A
nuestra felicidad. Hemos tenido a la oportunidad de observar como el
.A
perfeccionismo origina en nuestro interior un permanente estado de ansiedad o
M
como la culpabilidad nos impide sacar el máximo partido del presente. Todo
l.
esto está muy bien y la solución de estos problemas nos asegura una mayor
ta
felicidad, pero...¿basta con erradicar estos comportamientos autofrustrantes
Vi
para ser feliz?. Desde luego que no. Para tener una vida plena y sacar el mayor
ud
rendimiento posible de ella, también hemos de saber como obtener esa
felicidad. Es decir: debemos saber cómo es eso que llamamos felicidad, que
ct
it
elementos la componen, y qué se puede hacer para obtenerla.
A
Para empezar habremos de estudiar que actividades o situaciones nos
Tu
hacen felices. En primer lugar nos hace feliz la satisfacción de nuestros deseos
y la práctica de ciertas actividades que nos procuran placer. También nos hace
feliz la satisfacción de nuestros sueños o incluso el mero hecho de tenerlos y
el fantasear. Otro elemento que nos procura felicidad es él hecho de sentirnos
satisfechos de nosotros mismos y cuando el mundo funciona como nosotros
deseamos. Y, por fin, otra posible fuente de satisfacción puede resultar de la
propia felicidad de los que nos rodean.
Al analizar todo lo anterior con un poco más de atención observamos
como en lo que respeta a nosotros mismos podemos atender a diversos planos.
z
Uno de estos planos es de naturaleza perfeccionista, en el sentido de que nos
Vá
re
hace feliz comportarnos o ser tal y como a nosotros mismos nos gusta. Este
deseo una vez colmado se concreta en el sentimiento de autosatisfacción.
ns
o
El otro plano al que nos referíamos anteriormente resulta exterior a
lo
nosotros y está formado por las personas que no rodean y por el mundo y los
.A
acontecimientos que lo acompañan. En dicho plano exterior nuestra particular
.A
forma de pensar (escala personal de parámetros) nos lleva a juzgar como
M
positivos o negativos los diversos acontecimientos, resultando que estos
l.
eventos pueden hacernos felices o infelices según el juicio que nos merezcan.
ta
Por otro lado, también el tiempo influye en nuestra felicidad. Así
Vi
podemos ser felices recordando las cosas buenas del pasado o imaginando un
ud
maravilloso futuro. Nuestra imaginación no sólo nos sirve para soñar con ese
ct
it
futuro que nos motiva sino que también nos procura placer en el presente
creando fantasías, fuente, a su vez, de satisfacción. Por otra parte, también
A
empleamos el recurso imaginativo para planificar nuestro futuro, aunque para
Tu
ello no abandonamos, normalmente, el substrato de realidad en el que ese
futuro se sustenta.
A continuación ofrecemos un análisis más extenso de cada uno de los
elementos de disfrute descritos.
312
LA SATISFACCIÓN DE NUESTROS DESEOS Y LA BÚSQUEDA
DEL PLACER:
z
Hemos visto como la satisfacción de nuestros deseos y el mero placer nos
Vá
re
proporcionan felicidad. Si tomamos el término placer en el sentido de disfrutar
de las cosas que físicamente o psíquicamente nos resultan agradables
ns
o
estaremos admitiendo a su vez que para obtener dicha felicidad o placer no
basta con la mera naturaleza agradable de lo sucedido sino que, además,
lo
hemos de ser capaces de disfrutar de ella, es decir,: nuestro cerebro debe ser
.A
consciente de esa sensación de disfrute. A menudo pasamos por alto
.A
innumerables oportunidades de obtener placer porque estamos pensando en
M
otras cosas. Por ejemplo: imagínate que estás saboreando ese maravilloso
l.
desayuno que tanto te gusta. Hoy el desayuno está especialmente delicioso y,
ta
sin embargo, tú ni siquiera te das cuenta porque estás demasiado preocupado
Vi
recordando esa cosa desagradable ocurrida ayer. El resultado es que tu cuerpo
ud
está sintiendo ese placer, pero tu cerebro no es consciente de ello, y en
consecuencia tú no habrás disfrutado todo lo que podrías de ese maravilloso
ct
it
desayuno.
A
En consecuencia, si menosprecias demasiado a menudo el simple hecho
Tu
de disfrutar porque en ese momento juzgas más importantes otras cuestiones,
estarás desperdiciando uno de los más importantes factores creadores de
felicidad. La conclusión o corolario de lo anterior es clara: si quieres disfrutar
de la vida al máximo has de empezar por disfrutar de las cosas que te gustan
concentrando tu atención en ellas. En tu escala de valores coloca en un lugar
313
preeminente el deseo de disfrutar, de forma que haya pocas cosas más
importantes para ti en la vida (esto es, de hecho, lo que la gente y algunos
psicólogos llaman vivir el presente).
Vá
re
z
Para que ese disfrute sea pleno has de tener en cuenta lo siguiente:
1º Has de concentrarte en ese disfrute sin que otros problemas o asuntos
te impidan disfrutar; el disfrutar debe ser lo más importante, como
ns
o
explicábamos anteriormente.
lo
2º No importa si el origen de ese disfrute es algo habitual o si en el fondo
.A
te parece una nimiedad sin importancia; aunque consista simplemente en
.A
disfrutar de ese desayuno que tomas todos los días debes ser capaz de
M
disfrutarlo al máximo. La repetición de una actividad gratificante no tiene por
l.
qué conducir a la monotonía sino todo lo contrario: te asegura unos momentos
ta
diarios de felicidad. Sólo el abuso de las cosas te llevan al hastío de ellas y
Vi
solamente en dicho aspecto es preciso cierta moderación.
ud
3º Trata de procurarte momentos agradables. Intenta satisfacer tus deseos
ct
it
lo más a menudo posible, encuentra tiempo para tu propio placer. Recuerda
que sacrificar un momento de disfrute a cambio de conseguir alguna meta más
A
importante puede ser positivo, pero si estás postergando continuamente la
Tu
satisfacción de tus deseos estarás desdeñando uno de los más importantes
componentes de la felicidad: ¡sacrificare mis deseos sólo mientras el conjunto
de los momentos de placer sacrificados no sea más importante que los
beneficios obtenidos con dicho sacrificio!.
314
4º Explora nuevas vías de diversión o placer. Amplia tu concepto de lo
que es divertirse o pasarlo bien. Disfrutar no es sólo reír a carcajadas o
permanecer bailando hasta altas horas de la noche o madrugada, tampoco
consiste en enfrentarte a grandes retos, ni en vivir tremendas aventuras, ni en
Vá
re
z
disfrutar de situaciones excitantes. Puedes disfrutar de todas estas actividades
e incluso es conveniente que lo hagas de vez en cuando, pero también hay
otras formas de diversión mucho más tranquilas de las cuales puedes disfrutar
ns
o
sin caer en la llamada “vorágine de la diversión”. Efectivamente, muchas
personas en su deseo de diversión y disfrute (a veces escondiendo un deseo de
.A
lo
huir de los problemas y por lo tanto de la realidad) se ven arrastrados a una
.A
constante búsqueda de diversión que nunca se ve totalmente satisfecha y, sin
M
embargo, también puedes disfrutar leyendo novelas o poesía, escuchando
músicas diferentes a las que escuchas normalmente, viajando a lugares
ta
l.
distintos a los habituales, buscando actividades que nunca antes hayas
Vi
realizado, etc.
ud
En el capítulo 4º te ofrecí un listado de actividades que resultan, a mi
ct
it
juicio, placenteras. Me remito a dicho listado para que tomándolo como
referencia confecciones el propio, si es que no lo confeccionaste entonces,
A
naturalmente. Con la elaboración de tu dicha lista se persigue que tengas
Tu
siempre presente tanto las actividades que te gustan, como aquellas
actividades nuevas que te gustaría probar para que, en consecuencia, trates de
procurártelas.
315
MOTIVACIÓN:
El motivarte, el buscar metas e ilusiones te proporciona el ánimo
z
suficiente para luchar por alcanzarlas, y de hecho te ayuda a conseguir esas
Vá
re
metas que persigues tanto porque al soñar con ellas estás planificando en tu
imaginación las actividades a realizar para lograr dichos objetivos (y de esa
ns
o
forma aseguras el éxito de tus empresas) como porque te proporciona el
ímpetu necesario para conseguir satisfacer tus deseos (lo cual también te
.A
lo
facilita la victoria).
.A
Además, tus ilusiones te pueden proporcionar un estimable disfrute en el
M
momento presente al imaginar el instante en que consigas hacer realidad tus
l.
fines. De hecho, es muy probable que disfrutes más en el trayecto hacia tus
ta
metas que en el mismo momento del triunfo.
Vi
Sin embargo, la motivación excesiva o el exceso de ilusión pueden
ud
provocar unos fuertes sentimientos de frustración si llegado el momento
ct
it
decisivo fracasas. De ahí lo importante de tener varias metas y de que en todo
IMAGINACIÓN Y SUEÑOS:
Tu
A
momento tengas presente la posibilidad del fracaso.
Ligada con los conceptos de motivación e ilusión tratados en el punto
anterior encontramos otra posible e inagotable fuente de satisfacción, esta
316
fuente es la imaginación. Imaginar significa utilizar tu cerebro para cuestiones
alejadas de la realidad del momento presente o pasado. Utilizamos la
imaginación, por ejemplo, cuando elucubramos sobre un suceso futuro o
cuando imaginamos un presente distinto al actual. Nosotros podemos utilizar
para
procurarnos
placer.
Nuestro
cerebro
vivirá
z
imaginación
Vá
re
nuestra
prácticamente como reales las situaciones imaginadas, circunstancia que bien
ns
o
aprovechada puede hacernos disfrutar en grado sumo.
Por otro lado, podemos utilizar nuestra imaginación en nuestro trabajo
lo
(planificando, ideando, etc.), o para hacer felices a los demás con nuestro
.A
ingenio. Por último, también podemos utilizar esta facultad para planificar
.A
nuestro futuro o para crearnos metas, tal y como vimos en el punto anterior.
M
En conclusión: podemos utilizar nuestra imaginación para hacernos felices a
ta
l.
nosotros y a los que nos rodean, y no debemos desdeñar su utilidad.
Vi
Sin embargo, una utilización indiscriminada de nuestra fantasía podría ser
también perjudicial si la utilizamos para huir de la realidad. Cuando seamos
ud
conscientes de dicha huida habremos de poner los pies en el suelo y tratar de
ct
it
aceptar la realidad que nos rodea. Por tanto, antes de comenzar a fantasear y a
soñar debemos empezar por aceptar la realidad, y si no somos capaces de
A
aceptar el mundo tal y como es será mejor que abandonemos nuestras
Tu
fantasías.
PENSAR EN POSITIVO, SENTIR POSITIVO
317
Pensar en positivo consiste en valorar positivamente los sucesos
acaecidos a tu alrededor. Por lo tanto, es al aspecto valorativo asociado a
dichos sucesos al que realmente aludimos con el empleo de dicha expresión.
Efectivamente, lo más importante a la hora de calificar una situación
Vá
re
z
determinada como positiva o como negativa es nuestro propio juicio sobre ella
y no si estamos realmente ante una situación positiva o negativa. Sin embargo,
esto no significa que debamos tomar como bueno lo que en realidad es malo,
ns
o
sino que a la hora de juzgar un suceso como bueno o malo es preferible
lo
centrar nuestra atención o hacer más hincapié en lo positivo.
.A
A lo largo de capítulos anteriores hemos visto múltiples ejemplos de
.A
pensamientos negativos y de los pensamientos positivos más adecuados para
M
sustituirlos (de hecho éste era el fundamento de dichos capítulos). Ese proceso
positivo.
Un
segundo
ta
pensamiento
l.
de sustitución es precisamente el primer paso hacia la consecución de un
paso
consistiría
en
incentivar
los
Vi
pensamientos positivos en tu vida. Y, ¿cómo se hace esto?. Pues simplemente
ud
prestando una atención especial a los acontecimientos positivos que te vayan
ct
it
surgiendo, regodeándote en ellos y no dejándoles pasar sin disfrutarlos con la
excusa de otras cuestiones más preocupantes. A menudo ante dos sucesos uno
A
positivo y otro negativo solemos prestar más atención al negativo porque nos
Tu
causa una mayor preocupación o miedo y dicha preocupación nos impide
disfrutar
del
acontecimiento
positivo.
Debemos
evitar
este
tipo
de
comportamiento.
El proceso de adquisición de una forma de pensar positiva y optimista se
puede sintetizar como sigue:
318
1º Has de tratar de evitar los pensamientos erróneos y más aún cuando
dichos pensamientos son negativos o desagradables.
2º
Has
de
sustituir
esos
pensamientos
desacertados
por
los
Vá
re
z
correspondientes acertados.
3º Ante cualquier suceso intenta tomar la actitud más positiva posible. A
ns
o
la hora de juzgarlo da prioridad a los aspectos positivos sobre los negativos.
4º Si se producen varios acontecimientos unos positivos y otros negativos
.A
lo
evita que los negativos te impidan disfrutar de los positivos.
.A
5º No dejes pasar un suceso positivo sin valorarlo como se merece,
M
¡disfruta de lo sucedido!.
l.
6º Anímate a ti mismo, autosugestiónate, procura hacerte feliz; aunque,
Vi
ta
naturalmente, sin caer en el autoengaño.
ud
En resumen, si eres capaz de dirigir mínimamente tus pensamientos
podrás procurarte un estado de ánimo más positivo y, en consecuencia,
Tu
A
ct
it
conseguirás sentirte mejor y, en suma, ser más feliz.
DIRIGIR TUS EMOCIONES:
Como hemos visto a lo largo de esta obra el control de tus pensamientos y
emociones es posible y, además, beneficioso. Tú puedes dominar tus
pensamientos y sentimientos negativos y transformarlos en positivos ,y esto
nos lleva a una conclusión: si tú puedes dirigir tus emociones y tienes cierta
capacidad de elegir como te sientes, también podrás utilizar tus estados
319
emocionales para conseguir tus fines.
Efectivamente, podemos utilizar nuestras emociones para adoptar la
actitud que cada ocasión requiere, sólo tenemos que convencernos de lo que
z
sentimos. Utilizando nuestro control de pensamientos y autosugestionándonos
Vá
re
apropiadamente podemos conseguir un carácter o comportamiento externo
flexible y adaptable a nuestras necesidades. Por ejemplo: si tienes que afrontar
ns
o
una entrevista de trabajo y quieres presentarte con una actitud decidida, trabaja
antes contigo mismo sugestionándote hasta que sientas interiormente esa
lo
sensación de estar decidido. Utiliza para ello todo el arsenal de pensamientos
.A
positivos que creas conveniente, visualiza mentalmente tu actuación, emplea
.A
tu imaginación y, una vez alcanzado el estado mental apropiado, afronta la
l.
M
situación con decisión.
Vi
ta
AUTOSATISFACCIÓN AUTOESTIMA Y AMOR A UNO MISMO
ud
Es muy difícil alcanzar la felicidad si no somos capaces de sentirnos
ct
it
satisfechos con nosotros mismos
A
En anteriores capítulos vimos que para estar realmente satisfecho con uno
Tu
mismo era preciso actuar en la vida siguiendo nuestra propia escala de
parámetros. Como te autojuzgas tomando tu escala de valores como baremo
para medir la bondad o maldad de tus acciones lógicamente si actúas
siguiendo dicha escala tu juicio resultaría mucho más positivo. Por ejemplo: si
tú interiormente juzgas de forma positiva el hábito de tratar bien a los más
320
débiles poco satisfecho quedarías de ti mismo si te descubrieses riéndote de
esa persona menos afortunada sólo para hacerte el gracioso ante los demás. En
un principio puedes sentirte complacido por ese hipotético (y seguramente
falso) “plus” de estima ajena, pero en último término si no eres auténtico y
Vá
re
z
traicionas tus valores terminarás perdiendo tu propio respeto.
Un segundo factor para alcanzar ese elevado grado de amor a uno mismo
ns
o
consiste en autoaceptarnos tal y como somos tanto en el plano físico como en
el psíquico, con todas nuestras limitaciones y defectos. Como este punto ya ha
lo
sido tratado anteriormente no voy a extenderme sobre él, aunque esto no
.A
.A
significa que no sea un aspecto importante, sino todo lo contrario.
ta
l.
M
CRECIMIENTO, SUPERACIÓN, EL ÉXITO, EL CAMBIO.
Vi
La superación de tus propias limitaciones y el mejorar como persona
ud
constituyen otra importante fuente de satisfacción y felicidad.
ct
it
Efectivamente, el crecimiento personal puede erigirse como una nueva
motivación, como otra meta a conseguir. Sin embargo, la autoexigencia
A
exagerada o unas metas de crecimiento que superen lo razonable pueden, muy
Tu
al contrario, convertirse en un obstáculo difícil de superar. Efectivamente, si te
dejas llevar por un exagerado deseo de éxito o superación nunca tendrás
bastante para satisfacer tus ambiciones. Entrarás en un permanente estado de
vorágine, de lucha constante por obtener cosas, un deseo que nunca
conseguirás
satisfacer
totalmente
321
y,
en
consecuencia,
te
sentirás
constantemente frustrado e insatisfecho. Por eso, en tu búsqueda del éxito o en
tu afán de superación: 1º. Debes de aceptarte tal y como eres, 2º. En todo
momento has de poner tu felicidad personal por encima de tu deseo de
superación o éxito. Es decir: tu deseo de superación o de éxito constituye un
Vá
re
z
medio para conseguir un fin que es ser feliz. Por lo tanto, la persecución del
éxito o el deseo de superación son positivos siempre que disfrutes en su
búsqueda o que su consecución merezca realmente la pena. 3º. Intenta cambiar
ns
o
y progresar ,pero aceptando en todo momento la posibilidad del fracaso.
lo
Para que tu intento de superación tenga más posibilidades de éxito en
.A
primer lugar debes planificar como conseguirlo, después debes motivarte para
.A
que a la hora de ponerte manos a la obra lo hagas con toda tu convicción y
M
empeño (aunque aceptando la posibilidad del fracaso) y, por último, actúa y
l.
hazlo con toda tu ilusión y poniendo toda la carne en el asador, sin rendirte
ta
hasta agotar todas las posibilidades. Utiliza estas dos frases motivadoras: ¡tú
Vi
puedes si crees que puedes!, ¡en el infinito está el límite!.
ud
El deseo de cambio y de autosuperación llevan anejos, como veíamos
ct
it
antes, varios posibles peligros, como el de caer en un permanente estado de
insatisfacción personal o el de entrar en una dinámica de constante vorágine
A
de éxito. Por último el proceso de cambio precisa de un esfuerzo que requiere
Tu
ser justificado.
Para que sea justificado dicho esfuerzo hemos de utilizar algún criterio
valorativo que nos indique cuándo es razonable cambiar y en cuales elementos
es conveniente hacerlo. Como primer criterio podemos utilizar nuestro grado
322
de felicidad: ¿somos realmente felices?, ¿somos suficientemente felices?. Si la
respuesta a estas preguntas es negativa queda claro que debemos intentar
cambiar. Un segundo criterio consiste en comparar el esfuerzo que supone
para nosotros el cambio con el beneficio que dicho esfuerzo puede
Vá
re
z
reportarnos: ¡intentaré superarme salvo cuando el esfuerzo a realizar supere el
benéfico que pueda obtener!.
ns
o
En consecuencia, si en un momento determinado observas que ya has
acumulado demasiado esfuerzo habrá llegado el momento de abandonar en tu
lo
empeño. Por cierto, al tomar esta última resolución sería un error sentirte
.A
obligado a continuar a causa del sacrificio que hayas invertido; es posible que
.A
te de pena abandonar cuando has sacrificado tanto, pero no puedes permitir
M
que dicho sentimiento te obligue a continuar malgastando tu tiempo.
ta
l.
Por otro lado, debes tener presente que para ser feliz no has de esperar a
Vi
cambiar, ni a ser mejor, ni mucho menos a ser perfecto: ¡debes intentar ser
feliz en el presente sin esperar a superarte!. Es en el proceso de cambio dónde
ud
has de encontrar el disfrute y no debes aplazar tu felicidad hasta la
ct
it
consecución de tus objetivos de crecimiento. De hecho, te vas a ver obligado a
superarte constantemente y siempre vas a encontrar elementos de tu vida
A
susceptibles de mejora y, por lo tanto, nunca vas a conseguir ser perfecto y
Tu
estarías desperdiciando tu vida (una infinidad de momentos presentes) si no te
permitieses ser feliz hasta conseguir ser como quieres ser.
LO DESCONOCIDO, LOS RETOS
323
Lo desconocido ya fue tratado con anterioridad en el tema dedicado a la
inseguridad y los miedos. Decíamos entonces que este miedo suponía una
importante limitación en nuestra vida al constituir un obstáculo que nos
z
impedía realizar esas actividades que nos gustaría o convendría hacer.
Vá
re
Pero a la hora de hablar de lo desconocido y de aquellas situaciones que
suponen un reto para nosotros encontramos otro aspecto importarte y que
ns
o
consiste en la enorme satisfacción que nos puede reportar el hecho de
enfrentarnos a estos obstáculos y superarlos.
lo
El misterio, lo desconocido es excitante y puedes disfrutar en su
.A
búsqueda. Todos deseamos aprender y sentimos curiosidad por muchas cosas
.A
que desconocemos, al enfrentarnos a lo desconocido además de disfrutar en
M
caso de salir airosos también podemos encontrar motivo de gozo en el mero
l.
hecho de desafiarlo. Efectivamente, lo desconocido es un medio de disfrute en
ta
sí mismo, te hace la vida más atractiva, te descubre nuevos aspectos de la
Vi
misma y, en fin, constituye el arma más importante para luchar contra el
Tu
A
ct
it
ud
aburrimiento y la monotonía.
324
C a p í t ul o 1 4
ns
o
Vá
re
z
Técnicas de superación.
lo
Las técnicas descritas a continuación no son más que una recopilación de
.A
los ejercicios ubicados al final de los capítulos anteriores. La función de este
.A
capítulo es la de servir de recordatorio de los citados ejercicios y facilitar su
M
acceso a través de su agrupación en un sólo capítulo.
l.
1º Relajación: túmbate en una cama o siéntate cómodamente. Vas ha ir
ta
relajando cada parte de tu cuerpo de la siguiente manera: concéntrate en tu
Vi
pierna derecha y tensa sus músculos, intenta que sólo se tense tu pierna
ud
derecha, manténla tensa durante unos instantes concentrándote en la
ct
it
sensación de tensión. Después suelta los músculos y deja relajar la pierna;
observa la sensación de flojedad. Ahora concéntrate en tu pierna izquierda y
A
realiza el mismo proceso anterior: tensa los músculos y observa la sensación
Tu
de rigidez y luego suelta los músculos concentrándote en la sensación de
relajación. Luego sigue con cada uno de tus brazos, después la región
abdominal, enseguida el pecho, después la espalda y los gluteos, después el
cuello y nuca, y por último las mandíbulas. Con el paso del tiempo serás
capaz de conseguir este estado de relajación sin necesidad de llevar a cabo
cada uno de los pasos.
2º Visualización: en primer lugar debes intentar alcanzar un buen estado
de relajación utilizando la técnica descrita anteriormente. Cierra los ojos e
intenta visualizar en tu mente las diferentes situaciones que se te van a
describir. No es preciso que consigas una imagen totalmente nítida, basta con
Vá
re
z
que imagines las siguientes situaciones y con la práctica te ira siendo cada
vez más fácil:
ns
o
A) Para facilitar la consecución de tus fines y motivarte: imagina que
estás trabajando para conseguir eso que tanto deseas, trata de visualizar las
lo
diferentes fases que deberás recorrer en el futuro para lograr tu objetivo. Por
.A
.A
fin imagina el momento del éxito.
M
B) Para sobreponerte a tu timidez o miedos: imagínate enfrentado a esa
situación que te preocupa o te causa miedo. Te comportas con seguridad y
ta
l.
consigues salir airoso. Es preferible comenzar por situaciones que te crean
Vi
sólo un poco de aprensión para ir poco a poco imaginando eventos que te
causan mucha inseguridad o timidez. Puede resultar conveniente que
ud
confecciones un listado progresivo de las situaciones que te causan temor y
ct
it
que planifiques cuidadosamente las incidencias a las cuales te debes ir
enfrentando. Por ejemplo, si eres una persona tímida empieza por retos
A
sencillos, como intentar contar un chiste a un amigo y una vez superado
Tu
puedes ir planteándote otros desafíos mucho mas inquietantes, como
pronunciar un discurso en público, hablar con una persona del otro sexo muy
atractiva, etc. (en los ejercicios del capítulo 2 puedes encontrar ejemplos de
estas situaciones).
326
C) Para enfrentarte con mayores garantías de éxito a situaciones en las
cuales tienes muchas probabilidades de fracasar: imagínate enfrentándote a
la situación e intentando sacarla adelante. Mantén una actitud humorística
tratando de quitarle hierro al asunto; pero, a la vez, exagera las dificultades
Vá
re
z
con las que te vas a encontrar para que cuando llegue el “momento de la
verdad” estés preparado. También puedes satirizar la situación imaginando
ns
o
historias divertidas y afrontando los fracasos con humor.
3º Desensibilización “en vivo”: consiste en encarar en la vida real y no
lo
en tu imaginación esas mismas situaciones que te causan temor o timidez.
.A
Puedes combinar esta desensibilización con las visualizaciones adecuadas.
.A
También en esta técnica se comienza afrontando retos sencillos para, una vez
M
superados, continuar con otros más complicados. Debes encarar esas
l.
situaciones con humor y manteniendo en todo momento una aptitud positiva.
ta
Debes actuar con la convicción de que un fracaso no te convierte en un
Vi
fracasado: tú eres una persona completa, no sólo una de tus partes y, por lo
ud
tanto, el hecho de fracasar no tiene apenas importancia a la hora de
Cuando
te
enfrentes a esas situaciones debes valorar
ct
it
autovalorarte.
positivamente cada uno de los logros que consigas y animarte a proseguir; de
Tu
A
esta manera, incrementarás tus posibilidades de éxito.
4º Para liberarte de tus sentimientos de culpa o vergüenza: simplemente
cuéntaselo a alguien en quien confíes, es decir, alguien que no vaya a usar lo
que cuentas como arma contra ti.
5º Técnicas de autoestima:
327
A) Aceptación física: debes ponerte delante de un espejo y observar tu
cuerpo, presta atención tanto a las cosas buenas como a las malas,
acepta lo que no te guste. Una vez terminado el examen proclama tu
autoaceptación: ¡acepto estas imperfecciones como parte integrante
Vá
re
z
de mi ser!, ¡sea perfecto o no, yo me acepto y me quiero como ser
completo!.
ns
o
B) Intenta satisfacer lo más a menudo posible algunos pequeños deseos
como, por ejemplo, tomarte un helado o un delicioso batido y mientras
.A
lo
lo disfrutas piensa que te lo mereces.
.A
C) Fuerza situaciones en la cuales quedes en ridículo, tómatelo a broma,
M
y piensa que tú te quieres, aunque a veces te comportes erróneamente.
l.
Debes restarle dramatismo al hecho de “meter la pata”.
ta
D) Similar al anterior: de vez en cuando comete algún pequeño error sin
Vi
consecuencias y acepta tus imperfecciones. Mientras provocas tu
ud
propio error debes pensar: puedo hacer las cosas mal y no por ello ser
ct
it
un desastre, ¡yo me quiero a pesar de todo!.
E) Elabora una lista con tus virtudes y tus defectos, acepta con cariño
Tu
A
tanto tus aspectos positivos como los negativos; debes decirte a ti
mismo: ¡tengo cosas buenas y cosas malas, pero ¡yo me quiero como
ser completo!,. ¡merezco ser feliz!.
6º Para superar la ira, el rencor, los deseos de venganza o la irritación
hacia una persona: a) Visualiza mentalmente a esa persona en una situación
328
ridícula y a la vez graciosa hasta que el individuo en cuestión deje parecerte
tan molesto. Por ejemplo: imagínate a tu odiado profesor de álgebra dando su
clase vestido únicamente con unos estúpidos calzoncillos de flores y una
enorme corbata de colores chillones mientras toda la clase se ríe de él. Al
Vá
re
z
utilizar esta técnica no debes pretender vengarte mentalmente de esa persona
tan irritante, muy al contrario, lo que se persigue es que esa persona te resulte
menos odiosa e incluso entrañable (de hecho las personas que más problemas
ns
o
nos causan son normalmente las que más miedo nos producen, de ahí que la
técnica consista en ponerlas en ridículo). b) Imagínate en el lugar de esa otra
.A
lo
persona para descubrir sus motivaciones e intentar comprenderle y de esa
.A
manera seguramente tu irritación hacia ella disminuirá.
M
7ª Para superar tus miedos. aparte de las ya apuntadas técnicas de
ta
l.
visualización y de la in vivo puedes utilizar las siguientes:
Acepta tu miedo, no luches contra él, convéncete que no es malo
Vi
a)
tener miedo y que tu temor no tiene por qué suponer un obstáculo para
ud
conseguir lo que deseas. Utiliza alguna técnica de visualización para
ct
it
imaginar en tu cerebro que tus miedos se hacen realidad (no resulta
conveniente utilizar esta técnica cuando dichos temores no tienen
Tu
A
ninguna posibilidad de hacerse efectivos), debes aceptar dicha
posibilidad y convencerte de que no es tan grave. Una vez persuadido
de que el posible fracaso o el acaecimiento del suceso que te causa
temor no tiene tanta gravedad estarás listo para enfrentarte a la
situación en cuestión.
329
b)
Si el objeto de tus miedos precisa para su realización de varias
fases (como sucede, por ejemplo, al aprender a nadar o al elaborar
una representación teatral) puedes concentrarte sólo en la superación
de cada una de dichas fases según vayan surgiendo sin prestar
Vá
re
z
atención a la siguiente (en el ejemplo anterior primero centrarías tu
atención a la fase de mantenerte recto mientras flotas, después te
concentrarías en mover tus piernas de la forma adecuada, etc.). En
ns
o
cada una de las fases aludidas valora positivamente cada uno de tus
lo
logros.
Si tienes miedo de quedar en ridículo delante de los demás puedes
.A
c)
.A
intentar liberarte de dicho temor provocando adrede situaciones
M
grotescas delante de personas desconocidas. Después, puedes intentar
l.
ascender un escalón más y llevar a cabo alguna payasada delante de
ta
personas cuya opinión te resulte más importante. Naturalmente queda
Vi
a tu criterio la elección de cómo vas a ponerte en ridículo, pero más
ud
vale que seas cuidadoso. Esta técnica es prácticamente idéntica a la
ct
it
anteriormente descrita en el punto 5ºb salvo que en este caso persigue
liberarte de un temor y en la técnica anterior se pretendía aumentar tu
Tu
A
autoestima.
d)
Cuando te plantees afrontar esas situaciones que te producen
miedo presta atención a los beneficios que conseguirías si fueses
capaz de superar dicho temor, con ello conseguirás las fuerzas
necesarias para poder dominarlo.
330
e)
Cuando llegue el momento de enfrentarte al evento que temes
utiliza el sentido del humor con el fin de quitarle "hierro" al asunto.
8ª Para superar hábitos perniciosos y crear nuevos hábitos saludables:
Empieza por asociar mentalmente el hábito a todo lo negativo que
Vá
re
z
a)
lleva conexo (por ejemplo: si tienes el hábito de morderte las uñas
asócialo a falta de limpieza, fealdad de tus manos, etc.), si por el
ns
o
contrario pretendes instaurar un nuevo hábito saludable en tu
lo
comportamiento asócialo a todo lo positivo que lleva consigo (por
.A
ejemplo: si quieres acostumbrarte a utilizar un lenguaje más culto
.A
asócialo a respeto, inteligencia, habilidad social, o lo que tú creas
M
conveniente). Lo que perseguimos con esta técnica es que cuando
imagines esa actividad inmediatamente la asocies con todo lo que
ta
l.
tenga de positivo o negativo y así terminará por resultarte molesta si
Vi
lo que deseas es eliminar ese hábito o agradable si lo que deseas es
crear el hábito. No olvides que las cosas te parecen positivas o
ud
negativas dependiendo en buena parte de tu juicio sobre ellas y no
ct
it
sólo de su bondad o maldad implícita (aunque esto implica,
naturalmente, que sea razonable calificar como bueno lo que en
Tu
A
realidad es malo).
b)
Puedes proporcionarte pequeños premios cada vez que realices
bien una actividad o un deber determinado, por ejemplo: si te gusta
algo determinado como una chuchería o un helado reserva su
degustación para los momentos en que consigues superar tu hábito. La
331
finalidad de esta técnica es, también, asociar psicológicamente la
superación de tus hábitos con el placer. En todo caso no es
conveniente abusar de estos premios y mucho menos aún de los
z
autocastigos.
Tus hábitos suelen venir acompañados de una serie de ideas
Vá
re
c)
equivocadas. Por ejemplo: si tienes la costumbre de ir muy deprisa
quizás acompañes dicha conducta habitual con
ns
o
con el coche
pensamientos como este: me quiere adelantar, ¡pretende intimidarme!,
lo
¡no me dejare!. La solución para eliminar este tipo de hábitos consiste
.A
simplemente en: 1º prestar atención a la aparición de este tipo de
.A
pensamientos y, por lo tanto, permanecer alerta para intentar
M
descubrirlos en cuanto surjan, 2º tratar de eliminar ese pensamiento,
l.
3º sustituir dicho pensamiento por uno más acertado, como por
Vi
su problema!.
ta
ejemplo: ¡bueno!, pues si me quiere adelantar pues que adelante, ¡es
ud
9º Puede suceder que en un momento determinado te sientas deprimido o
ct
it
bajo de moral y que todo lo que te digas a ti mismo para animarte te resulte
insuficiente o que no encuentres la causa de dicho malestar. En ese caso
A
puedes utilizar la siguiente técnica: A) Analiza cuál es el motivo o causa de tu
Tu
bajo estado de ánimo. Para llegar a ese motivo debes prestar atención a los
pensamientos que tienes en ese momento. Por ejemplo: estás pensando que
esa persona a la que quieres no merece tu amor. El análisis de este
pensamiento te conduce al momento en el cual surgió esta idea: esta persona
te reprendió por comprarte algo que a ti te gustaba, pero que ella no creía
332
necesario y a raíz de esta acción discutisteis. B) Una vez aislado el problema
debes buscar si existe un pensamiento incorrecto o irracional que empeore lo
que ya de por sí constituye un problema. Normalmente cuando te sientes mal
hay un pensamiento incorrecto vinculado a dicho sentimiento ya que tu
Vá
re
z
parámetro felicidad tendría que ser tan importante que muy pocas cosas
deberían interponerse en su consecución. Sólo ciertos sucesos importantes y
negativos de la realidad deberían alejarte de tu propósito de ser feliz y
ns
o
únicamente durante el tiempo lógico que precises para superar tu dolor o
tristeza. Efectivamente es normal que cuando te sucede algo negativo te
.A
lo
sientas mal lo que no es lógico ,ni deseable es que prolongues ese sufrimiento
.A
durante más tiempo del debido ni que exageres su magnitud. Debes, por lo
M
tanto, indagar dónde falla tu valoración de los sucesos que te han llevado a
ese estado de tristeza. Por ejemplo, ante un fracaso y el subsiguiente estado de
ta
l.
frustración cabría preguntarse: ¿por qué es tan malo haberlo hecho mal?,
Vi
¿existe una norma que me exija actuar de una forma determinada y no de la
forma que lo he hecho? y, aunque esté mal hecho ¿por qué he de sentirme
ud
mal?. Con estas y otras preguntas seguramente descubrirás que tu fracaso no
ct
it
es tan importante y que, por lo tanto no tienes por que, sentirte tan mal. C)
Cuando encuentres cuales son los pensamientos incorrectos debes también
A
tratar de hallar cuales son los pensamientos adecuados aplicables al caso
Tu
para sustituirlos. Tu escala de valores te dará la respuesta en muchos casos.
D) Por último, es conveniente que recuerdes cuál es la respuesta adecuada
para que la apliques a un suceso futuro similar.
333
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