LA CIENCIA DE ADMINSTRATIVO LA ADMINISTRACION Y EL DERECHO La palabra administración viene del latín administratione que significa acción de “administrar” está compuesto por ad y ministrare que significa conjuntamente “servir”, llevando implícito en su sentido que es una actividad cooperativa que tiene el propósito de servir” 1 En efecto, la palabra administrar equivale a gobernar, regir o cuidar; y la palabra administración en un sentido general, significa la acción o efecto de cuidar un bien o un patrimonio, con el fin de asegurar su normal productividad; en un sentido más amplio, es la función consistente en asegurar la aplicación cotidiana de las leyes, y la marcha diaria de los servicios públicos reunidos bajo la dirección del gobierno y para beneficio del pueblo. Jiménez castro afirma que “la administración es una ciencia social compuesta de principios, técnicas y prácticas y cuya aplicación a conjuntos humanos permite establecer sistemas racionales de esfuerzo cooperativo, a través de los cuales se pueden alcanzar propósitos comunes que individualmente no es factible lograr”. Delgadillo Gutiérrez destaca que por ciencia de la administración debemos identificar el estudio sistematizado de esa actividad y de los órganos que la realizan, ideas que comprenden tres aspectos fundamentales que se trata del órgano que la realiza, la actividad en que se concreta y la disciplina que debe seguirse. Serra Rojas argumenta que: “el concepto de administración en su acepción general, se refiere a cualquier actividad privada o publica. “La administración es un proceso necesario para determinar o alcanzar un objetivo o meta, por medio de una estructura que nos lleva acción efectiva o esfuerzo humano coordinado y eficaz, con la aplicación de adecuadas técnicas y actitudes humanas… “La doctrina administrativa distingue dos conceptos fundamentales de administración. El primer concepto se reduce a la función de administrar; el segundo hace referencia a los diversos a los que se encomienda la función administrar” La tarea de administrar es tan antigua como la civilización misma. Instituciones como la iglesia, El gobierno, el ejercito y otras, han tenido siempre las mas abigarradas actividades que significan problemas de esfuerzo común, donde nos hace falta, para su mejor 1 Jiménez Castro, Wilburg, Introducción al estudio de la teoría administrativa, Fondo de Cultura Económica, México, 1974, Pág. 23 solución, una verdadera armonía y coordinación; esos problemas son propios de la administración. Desde hace mucho tiempo la administración ha sido una de las más grandes preocupaciones del hombre, las obras creadas en diversos lugares y épocas, hacen suponer la existencia de una organización administrativa de gran envergadura, como lo demuestran las pirámides egipcias, la gran muralla china, las ruinas de Palenque de Chichén Itzá, los ejércitos de Alejandro el Grande, el Imperio Romano, etcétera. Por otro lado, la administración pública es aquella actividad que se encuentra escenificada por el Estado a través de una serie de dependencias y organismos que integran los sectores centralizado y paraestatal y que lleva como finalidad atender necesidades de interés social o colectivo; sin perder de vista, que en un sentido general la administración pública también es propia de los poderes Legislativo y Judicial porque su razón de ser es de orden público y conforme a los intereses del pueblo, para servirlo, ayudarlo, protegerlo y mejorar sus condiciones de vida. En Europa, la ciencia de la administración se inició con la cameralística, en que sus técnicas y prácticas estaban destinadas a incrementar el poder del monarca a través de la administración de las posesiones estatales, la conservación y mejoramiento del patrimonio real, así como la mejor marcha de sus asuntos. La concepción legalista surgida de la Revolución francesa, hizo perder todo dominio a la cameralística y la administración pública se convirtió en la ejecutora de las leyes. Una excepción a la consideración exclusiva del estudio de la administración desde el aspecto normativo fue Lórenz Von Stein que concibió a la administración pública como el centro y núcleo de toda actividad social y política y estableció las bases para la enseñanza de la ciencia de la administración como disciplina autónoma, pero la concepción jurídica predominó en el siglo XIX. Muñoz Amato considera que: "En su sentido más amplio, la administración pública es el gobierno, es decir, todo el conjunto de conducta humana que determina cómo se distribuye y ejerce la autoridad política. Frente a esta realidad —el Estado, el sistema de gobierno— se han desarrollado, desde la antigüedad, diversos métodos de sistematización. "Uno de los más útiles en la situación contemporánea es el que enfoca los problemas de administración de las normas políticas, definiendo así la administración pública en forma más restringida. La distingue de las otras fases del gobierno, la legislativa y la judicial, que consisten, respectivamente, en la creación de las normas y en su aplicación para adjudicar derechos." "La administración pública es el campo de la ciencia política que trata con los problemas relativos a la movilización, organización y dirección de fuerza de trabajo, recursos y poder para la actividad de la política del gobierno... El interés esencial de la administración pública radica en la explicación científica de las condiciones, factores y consecuencias que se relacionan con la acción gubernamental." En esa virtud la administración pública en general, se ocupa la realización de los fines del Estado, los intereses públicos y derecho, que se ofrece como elemento coercitivo dentro de estructura social; por lo tanto es una ciencia, es una técnica y es arte. de el la un Es una ciencia, porque cuenta con sus propios principios doctrinales y un campo de actuación práctica, que van enfocados al ser humano, ya que el hombre prácticamente representa la razón de ser de la sociedad y de la creación del Estado, pero ese ser debe trabajar conjuntamente con sus semejantes, consciente y sistemáticamente para atender sus satisfactores, bajo un sentido común y de solidaridad, llevando como metas la paz, la tranquilidad, la seguridad y el orden público. Es una técnica la administración, porque nos enseña a hacer bien las cosas, apoyándose en una serie de reglas de carácter científico que deben ser aplicadas en forma sistemática para el logro de un objetivo específico. En otras palabras se trata de los procedimientos, las vías o cauces que deben utilizarse para que lo querido, lo deseado o lo que debe hacerse se cumpla fielmente. Es un arte, porque requiere de habilidad y destreza para tomar decisiones en las tareas que tienen como finalidad el guiar personas, sobresaliendo el don de mando y de liderazgo. En este sentido, la administración pública, es la ley hecha realidad objetiva; así las cosas, ese arte debe reflejarse en la dirección, coordinación y control de varias personas para realizar un objetivo- creador y constructivo. A su vez Serra Rojas expresa que: "el concepto de administración pública se relaciona con las actividades del sector público. Es un término que reviste sentidos diversos, siendo los más generales los siguientes: a) La administración en sus sentido material u objetivo alude a la actividad o acción, es decir, al hecho mismo de administrar un negocio o administrar los asuntos públicos. b) L a administración en un sentido orgánico, subjetivo o formal, se refiere al conjunto de órganos, servicios o actividades bajo la misma dirección o consejo, a fin de perseguir una tarea determinada de interés privado o público. c) La administración pública moderna va más allá de la ejecución de la ley y se ha internado en el campo de la economía nacional determinando la base, los medios y formas de su desarrollo... "La administración pública es una entidad constituida por los diversos órganos del Poder Ejecutivo Federal, que tiene por finalidad realizar las tareas sociales, permanentes y eficaces de interés general que la Constitución y las leyes administrativas señalan al Estado para dar satisfacción a las necesidades generales de una Nación." La administración pública y la administración privada La doctrina de la ciencia administrativa divide a las actividades administrativa en dos importante rubros, que son: la administración pública y la administración privada, correspondientes al Estado y a los particulares, respectivamente. La primera de ellas se encuentra escenificada por una serie de dependencias y organismos federales, estatales o municipales que han sido creados para la satisfacción de necesidades colectivas, llevando como propósitos fundamentales atender las aspiraciones y demandas del pueblo en concordancia con los preceptos legales que la rigen; por lo tanto, los hombres que la representan y ejecutan, deben ser fieles intérpretes de la misma, pensando en la noble y alta misión de servir al Estado. La segunda está representada por la iniciativa privada ya sea en forma individual o asociada y sus objetivos se centran en bienestar personal, familiar o social; pues es notable el interés lucrativo en la industria, en el comercio o en la prestación de servicios públicos; su fiel reflejo es la organización empresarial como persona física o moral, su régimen jurídico es de derecho privado, bajo la rectoría, control y regulación del Estado; sin embargo, no hay que perder de vista que ambos sectores se complementan para el ejercicio de las atribuciones del poder público y para los fines del mismo. La administración pública y la privada son ramas especializadas de la misma ciencia administrativa y, por tanto, sus principios teóricos tienen bases científicas comunes, puesto que ambas son parte de un todo. Muchas de las técnicas que se usan pueden aplicarse indistintamente en los dos sectores requiriendo, desde luego, diferencias sustantivas de fondo y de ambiente y ajustes de forma para adaptarlas a las situaciones variables de tamaño y naturaleza de la empresa o institución. Existen algunas diferencias significantes entre la administración pública y la privada debido a algunos aspectos que caracterizan a la primera, que en resumen son los siguientes: El tamaño y la complejidad de las estructuras y procedimientos de la maquinaria pública y la diversidad de las actividades que la componen que dificultan la toma de decisiones y la coordinación entre sus diferentes partes, la participación múltiple de personas y grupos y el alto grado de interrelación e interdependencia que existe entre diversos factores que componen ese sector público. Existe también un mando múltiple ejercido por diferentes personas y grupos que toman liderazgo y actúan a través de funciones directas o indirectas en las decisiones legislativas y ejecutivas. Las presiones de grupos son de mayor magnitud y variedad en el sector público que en el privado. Hay variaciones fundamentales también entre ambas administraciones en sus incentivos o motivaciones, que en el caso del sector público son carentes de ambiciones lucrativas y también en las formas de medición que se tienen a falta de ganancias. En la administración privada la aplicación de los principios y sus propias realizaciones se logran con mayor dinámica y de allí posiblemente surja el criterio bastante generalizado que la administración de los negocios es eficiente, en tanto que la pública no lo es. Esas diferencias radicales no corresponden siempre a los hechos. Aunque es preciso reconocer que por varias razones de complejidad, número de personal, etc., la administración pública, salvo casos de excepción, es menos eficiente que la privada. Para ser un administrador efectivo, bien sea en los negocios o en las actividades estatales, se requieren conocimientos y destrezas muy parecidas y especialmente la misma capacidad de poder amalgamar los esfuerzos individuales en uno colectivo, sin que ello signifique la pérdida de la personalidad de cada cual, sino la constitución de un verdadero espíritu de cuerpo para lograr los propósitos de servicio a la comunidad y también los diferentes incentivos de lucro o de prestación de mejores labores, según sea el ámbito administrativo. Las diferencias que existen entre las administraciones pública y privada son también circunstanciales (de funciones, campos de actividad, etc.), y del tamaño de las organizaciones. Tanto es así que en ciertas condiciones, es probable encontrar mayores similitudes y problemas comunes en dos grandes organizaciones, una de ellas pública (por ejemplo, el gobierno central) y la otra privada (como una compañía nacional de transportes, o de electricidad) que entre dos empresas particulares, una de ellas de gran volumen (las mismas compañías nacionales de transportes o de electricidad) y otra pequeña como podría ser una industria, un almacén o un negocio de reducido giro comercial. "En ambos casos esas organizaciones públicas y privadas, disponen de una administración que une los esfuerzos humanos para lograra metas predeterminadas. La administración en el sector privado y en el sector público aparece como el conjunto de actividades ordenadas sistemáticamente para realizar un propósito común. Se ha afirmado, con razón, que esa facultad de administración u organización es la más alta facultad de la mente humana. Hay principios que han brotado del campo de la actividad privada y pasan más tarde al campo de la administración pública y viceversa. El Estado reproduce muchas formas de la vida comercial e industrial creando instituciones análogas a las privadas, de este modo se empeña en aplicar a su propia organización pública, los mismos principios de la administración privada. Las diferencias entre la administración pública y la administración privada pueden precisarse en el sentido de que la institución privada persigue un propósito de lucro y la satisfacción de un interés particular, en tanto que la administración pública se justifica por los intereses generales que la ley le confía. Más ambas administraciones aspiran a propósitos semejantes como la eficacia, el rendimiento y la productividad. Otros aspectos importantes de diferenciación son los siguientes: a) Hay tareas y controles que el Estado lleva a cabo exclusivamente con su organización. b) La tarea gubernamental es enorme, compleja, difícil y dominada por el interés general a través de la cual es Estado ejerce una acción tutelar. c) La imparcialidad, desinterés y la equidad condicionan la conducta administrativa. d) El gobierno es responsable ante el pueblo, de quien recibe los medios económicos para su conservación, desarrollo y superación. e) El Estado representa un poder inmenso de coacción. f) La eficiencia, uniformidad y estabilidad de una entidad gubernamental no debe medirse por sus ingresos y gastos, sino por la calidad e intensidad con que se realicen los propósitos públicos. DERECHO ADMINISTRATIVO A) Concepto general El derecho administrativo es una disciplina científica constituida por un conjunto de preceptos jurídicos de derecho público, de principios políticos, doctrínales y sociales que tienen por objeto regular la estructura y funcionamiento del -Poder Ejecutivo del Estado, sus relaciones con los poderes Legislativo y Judicial, con otras entidades soberanas, con entes públicos de la misma nación y con los particulares, con el fin de atender tareas específicas y generales de la administración pública a favor de la colectividad. El derecho administrativo es como aquella parte del derecho público que especifica la organización y actuación de la administración pública centralizada y paraestatal, tanto de la Federación, de las entidades federativas, como de los municipios; asimismo, se encarga de preceptuar las relaciones entre el Poder Ejecutivo de tales niveles de gobierno y sus demás poderes, incluyendo a otras entidades públicas y a los particulares, en interés de la satisfacción de necesidades públicas. En efecto, el derecho administrativo es comprendido por los estudiosos de la materia, como aquella disciplina jurídica encaminada a regir la órbita o campo de actuación de la administración pública; no obstante que en un principio los tratadistas franceses lo concibieron como la serie de normas jurídicas que regulan la prestación de servicios públicos; pues con el tiempo fue desfasada esa corriente doctrinal al comprenderse que su aplicación va más allá, sobre todo, por las relaciones que existen entre el Ejecutivo y los Poderes Legislativo y Judicial, y con los particulares; también, por los diversos actos de naturaleza administrativa que se emiten por las dependencias y organismos que integran a la administración pública centralizada y paraestatal. Por lo tanto, estamos ante una disciplina jurídica muy dinámica y cambiante en congruencia con los avances y modalidades de la política, la ciencia y la tecnología, y que en cierta forma no deja de ser el producto de los caprichos, ambiciones y la presencia personal de cada uno de los titulares del Poder Ejecutivo Federal, estatal y municipal; así las cosas, tales aspectos no dejan de dificultar su comprensión y entendimiento por los estudiosos e investigadores de la misma materia. Acosta Romero, define al derecho administrativo en un sentido amplio como: "un conjunto de normas de derecho que regulan la organización, estructura y actividad de la parte del Estado, que se identifica con la administración pública o Poder Ejecutivo, sus relaciones con otros órganos del Estado, con otros entes públicos y con los particulares. "En sentido restringido o formal el derecho administrativo es el conjunto de normas de derecho público que regulan el Poder Ejecutivo, administración pública y su actividad." El mismo tratadista expresa diversos criterios doctrinales que han tratado de explicar el concepto de derecho administrativo a través del tiempo y el espacio, mismos que hoy en día son discutibles en vista de lo escueto o reducido de su contenido, y sobre todo porque no abarcan toda la órbita de acción de esta materia, sin embargo como un precedente a continuación se transcribe en: 1. El criterio legalista. Que lo concibe como un conjunto de leyes administrativas que tienen por objeto la organización y la materia propia de la administración. Estas ideas las sostienen Posada y Colmeiro. Se puede criticar este criterio porque no define lo que son leyes administrativas ni lo que es la materia propia de la administración. 2. Criterio del Poder Ejecutivo. La mayoría de los autores consideran que es el derecho referente a la organización, funciones y procedimiento del Poder Ejecutivo. 3. Criterio de las relaciones jurídicas. Para algunos autores es el conjunto de normas que regulan las relaciones entre el Estado y los particulares. Evidentemente el derecho administrativo no se restringe a esas relaciones. 4. Criterio de los servicios públicos. Según Duguit y Jéze, es el conjunto de normas que regulan los servicios públicos. La actividad del Estado no se limita únicamente a prestar servicios públicos. Juan Francisco Linares dice: “entendemos por derecho administrativo el comportamiento en interferencia intersubjetiva que constituye función administrativa, las normas jurídicas de derecho público que lo rigen, las individuales creadas en ejercicio de tal función, así como los principios que conceptúan valoraciones y ciertos tipos de conducta, utilizados en la interpretación de ese derecho y, por último, los hechos administrativos en cuanto parle de la referida conducta”. Andrés Serra Rojas comienza definiendo al derecho administrativo en un sentido formal y en un sentido material, a saber: "formalmente el derecho administrativo es la rama del derecho público interno, que determina la organización y funcionamiento de la administración pública, tanto centralizada, como paraestatal. Materialmente, el derecho administrativo, es la rama del derecho público interno, que se propone la realización de actos subjetivos, creadores de situaciones jurídicas concretas y particulares. El mismo autor precitado da un concepto amplio de esta disciplina jurídica, afirmando que: "el derecho administrativo es la rama del derecho público interno, constituido por el conjunto de estructuras y principios doctrinales, y por las normas que regulan las actividades directas o indirectas de la administración pública como órgano del Poder Ejecutivo Federal, la organización, funcionamiento y control de la cosa pública; sus relaciones con los particulares, los servicios públicos y demás actividades estatales. Por otro lado, Gabino Fraga argumenta que: "El derecho administrativo regula: a) La estructura y organización del poder encargado normalmente de realizar la función administrativa... b) Los medios patrimoniales y financieros que la administración necesita para su sostenimiento y para garantizar la regularidad de su actuación... c) El ejercicio de las facultades que el Poder Público debe realizar bajo la forma de la función administrativa. En el dominio de la administración, a diferencia de lo que ocurre en la vida privada, es más importante el capítulo de ejercicio de los derechos que el que se refiere al goce de los mismos... d) La situación de los particulares con respecto a la administración. Siendo los particulares los que están obligados a obedecer las órdenes de los administradores o los que se beneficien de los servicios públicos que el Estado organiza, son numerosas las relaciones que surgen con tilles motivos. Fraga resume su pensamiento definiendo al derecho administrativo como el conjunto de normas jurídicas que regulan por una parte la organización y funcionamiento del Poder Ejecutivo, y por la otra la actividad de dicho poder que se realiza en forma de función administrativa, en tal virtud comprende el punto de vista formal y material de la función administrativa. Marcel Waline define al derecho administrativo como el conjunto de reglas que precisan en que condiciones las personas administrativas adquieren derechos e imponen obligaciones por medio de sus agentes, en interés de la satisfacción de necesidades públicas. En esencia, en esta definición, se asienta la juridicidad de las normas de acción administrativa y se fija el objetivo de esa actividad. Fernando Garrido Falla sostiene que el derecho administrativo es aquella parte del derecho público que determina la organización y comportamiento de la administración directa o indirecta del Estado, disciplinando sus relaciones jurídicas con el administrado. Conceptos De Derecho Administrativo De Índole Estatal Y Municipal. El derecho administrativo estatal o de las entidades federativas, está constituido por un conjunto de normas, reglamentos y principios jurídicos, que regulan la organización, estructura y actividad de esa esfera gubernamental que se identifica como administración pública local o Poder Ejecutivo del Estado, incluyendo sus relaciones con otros órganos del mismo Estado, con otros entes públicos (Federación y municipios) y con los particulares, teniendo como finalidad atender necesidades sociales. En un sentido restringido, puedo afirmar que el derecho administrativo estatal, es un conjunto de normas de derecho público que regula al Poder Ejecutivo o administración pública de las entidades federativas. El derecho administrativo local, puede verse desde los puntos de vista formal y material del derecho, así las cosas, formalmente se refiere a los preceptos jurídicos que regulan la organización y funcionamiento del Poder Ejecutivo estatal, y materialmente hace alusión a las normas que definen cuál es la actividad intrínseca de la administración pública local, esto es, que hace referencia específica a la actividad del Poder Ejecutivo de una entidad federativa. El derecho administrativo municipal se forma por una serie de preceptos jurídicos de derecho público que rigen, la organización, estructura y actividad de los Ayuntamientos Municipales que se identifica como administración pública o Poder Ejecutivo municipal, comprendiéndose sus relaciones con otros entes públicos de la misma esfera de gobierno, con la Federación, las entidades federativas y con los particulares. Formalmente se concibe el derecho administrativo municipal como el conjunto de normas de derecho público que regulan el Poder Ejecutivo municipal o administración pública y su actividad. El fundamento de dicha disciplina jurídica para la esfera estatal y municipal es visible en la Constitución Política Federal, en la Constitución particular del Estado de México, en la ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de México, en la Ley Orgánica Municipal del mismo Estado, en diversas leyes administrativas de ambas esferas de gobierno, las cuales en una generalidad han sido instituidas en forma concurrente para ser observables por los gobernados y gobernantes de las dos entidades políticas referidas, ordenamientos legales que se han tomado como referencia para este caso particular. Origen y evolución del derecho administrativo. No hay una fecha exacta sobre el origen como ciencia del derecho administrativo; sin embargo, la mayoría de tratadistas coinciden en que con el comienzo del siglo XIX, se elaboraron los primeros tratados y sistemas normativos sobre esta materia, y desde luego se empezó a estructurar su estudio e investigación para dar margen a la formación de técnicos del derecho administrativo dentro de la profesión de los juristas. En esa virtud podemos afirmar que Francia es la cuna del derecho administrativo ya que los estudios más remotos los encontramos en ese país, ahí es donde se precisa su campo de actuación práctica que le da su propia autonomía, su objeto del conocimiento y sobre todo es cuando se le vincula como una rama del derecho público, pues es cuando empiezan a surgir los primeros conceptos de esta materia, al decirse que el servicio público constituye la piedra angular del derecho administrativo, y para otros que se trata de una ciencia social que estudia el conjunto de normas jurídicas que regulan la actividad desarrollada por el Poder Ejecutivo en forma de administración pública. En México, su evolución histórica, ha sido marcada por los propios sistemas jurídicos existentes en el siglo XIX y en el siglo XX; esto es, tanto en la Constitución Política Federal de 1857, como en la Constitución Federal de 1917, se finca el sendero de nuestra materia; así las cosas, la corriente doctrinal y legal predominante del derecho administrativo conforme a la primera compilación constitucional citada, fue el liberalismo individualista, por tal virtud las funciones del Poder Ejecutivo del Estado se encaminaron a proteger el libre desenvolvimiento de las actividades particulares, impulsando la libre empresa en la industria, en el comercio, en la agricultura, la ganadería, etc., al grado tal que surgió la tesis jurídica de que los derechos del hombre son la base y objeto de las instituciones republicanas; sin embargo, con el tiempo eso no fue del todo halagador ya que se propiciaron los grandes monopolios en las mencionadas actividades en perjuicio de la economía de la gran población mexicana, siendo el gobierno del General Porfirio Díaz el que más brindó apoyo a las inversiones extranjeras y a los terratenientes, situaciones que al comienzo del siglo XX despertaron un gran malestar de la población, al grado tal que en 1910 se levantó en armas para derrocar la dictadura del Porfiriato, y para instituir un nuevo orden jurídico que viniera ha reivindicar los intereses de los campesinos, de los obreros, de los artesanos, sobre todo hacer un reparto equitativo de la tierra destruyendo las grandes haciendas que se concentraban en unas cuantas manos. Con el advenimiento de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos promulgada en la ciudad de Querétaro el 5 de febrero de 1917, cambia el sistema jurídico, económico y político del país para dar paso al intervencionismo del Estado en la vida económica y social de los mexicanos, lo cual dio pauta para que con el tiempo en la misma Constitución y en el derecho administrativo se delinearan las áreas estratégicas, prioritarias y liberadas del desarrollo nacional, en esa virtud en la primera de las mismas se comprende a diversas actividades económicas que constituyen un pilar fundamental de nuestra economía como es el caso del petróleo, los hidrocarburos, la energía eléctrica, los minerales radioactivos, la acuñación de moneda, correos, telégrafos, radiotelegrafía, petroquímica básica, y el dominio directo que ejerce el Estado sobre el patrimonio nacional de conformidad con el artículo 27 constitucional. En las áreas prioritarias encontramos la concurrencia y la colaboración de esfuerzos y capitales entre los sectores público, social y privado para atender necesidades fundamentales de la población bajo la rectoría del Estado, concretamente en las siguientes materias: educación pública, vías de comunicación y transportes en sus diversas modalidades, seguridad social, salubridad general de la República, impulso a las actividades deportivas, etcétera.