PIEZA SEPARADA DE MEDIDAS CAUTELARES AUTO Procedimiento: PA 521/07 Lugar y fecha: Madrid, 12 de noviembre de 2007 Magistrado-Juez: Ilmo. Sr. D. Carlos Gómez Iglesias. Parte recurrente: D. KASSIM Por el letrado D. José Ángel López Cabezas. Parte recurrida: ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO, en la representación legal que ostenta la Abogacía del Estado. Objeto del Juicio: Resolución de la Delegación del Gobierno en Madrid de 12-04-2007, sobre expulsión del territorio nacional y prohibición de entrada en España a ciudadano extranjero (Expte: 280020070016733). ANTECEDENTES DE HECHO I.- Con fecha 25-05-07 la parte recurrente interpuso recurso contencioso administrativo, mediante demanda (procedimiento abreviado), contra la mencionada resolución, solicitando, como medida cautelar, la “suspensión del acuerdo objeto del presente recurso” (“otrosí digo”). II.- Del citado escrito de le dio traslado a la Administración demandada para que pudiera formular las alegaciones que estimara convenientes en relación con la expresada solicitud, habiéndolo efectuado en el sentido de oponerse a la misma. FUNDAMENTOS DE DERECHO I.- El art. 129 de la Ley 29/1998, de 13 de julio, Reguladora de la Jurisdicción Contencioso- Administrativa (LRJCA), establece la posibilidad de que los interesados soliciten, en cualquier estado del proceso, “la adopción de cuentas medidas aseguren la efectividad de la sentencia” (art. 129.1). En el supuesto de que el objeto del recurso lo constituya la impugnación de una disposición o acto administrativo, como es el caso, la medida cautelar podrá acordarse “únicamente cuando la ejecución del acto o la aplicación de la disposición pudieran hacer perder su finalidad legítima al recurso” (art. 130.1 de la LRJCA) y de ella no se siga “perturbación grave de los intereses generales o de tercero2 8art. 130.2 cit. ). Las medidas se acordarán, en su caso, previa valoración circunstanciada de todos los intereses en conflicto y permanecerán en vigor hasta que recaiga sentencia firme que ponga fin al procedimiento o éste finalice por cualquiera de las causas previstas legalmente, pudiendo ser revocadas o modificadas durante el curso del proceso si se alteraran las circunstancias tomadas en consideración al tiempo de adoptarlas. Podrán acordarse las medidas adecuadas para evitar o paliar los perjuicios que pudieran derivarse de la adopción de la medida cautelar solicitada, así como la presentación de caución o garantía suficiente para responder de aquellos, no llevándose a efecto la medida cautelar “hasta que la caución o garantía esté constituida y acreditada en autos, o hasta que conste el cumplimiento de las medidas acordadas para evitar o paliar los perjuicios” (art. 133.2 de la LRJCA). II. En el presente caso se impugna determinada resolución de la Delegación del Gobierno en Madrid, que decreta la expulsión del territorio nacional, con la consiguiente prohibición de entrada en España por un periodo de 3 años, del recurrente. La Sala de lo Contencioso- Administrativo del Tribunal Supremo (TS), en su reciente Sentencia de 07-05-03 (dictada en un supuesto similar), recuerda que “constituye doctrina jurisprudencial consolidada la que declara, con carácter general, la prevalencia del interés público frente al particular del interesado en retrasarla- la expulsión- como sucede en el caso que contemplamos por razones laborales, económicas, sociales hasta que se resuelva el pleito (entre otras, sentencias de veintiocho de febrero de mil novecientos noventa y ocho y veintiuno de diciembre de mil novecientos noventa y nueve), pero también es cierto que, ante cualquier supuesto en que se solicita la suspensión de un acto o disposición, es necesario efectuar un singular juicio de ponderación (sentencias de cuatro de abril de mil novecientos noventa y ocho, ocho de noviembre de mil novecientos noventa y nueve, y doce de mayo de dos mil), para llegar a la conclusión de cuál sea el interés más digno de protección”. Por su parte, la Sala de lo Contencioso- Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), en Sentencia de 15-06-04, considera el arraigo a estos efectos como elemento “muy importante, a tener en cuenta al acordar sobre si debe o no suspenderse la ejecución de este acuerdo concreto”, pero añade que no ha de ser “ni el único, ni el esencial” y que “no puede decirse que existe arraigo por el simple y único hecho de convivencia con un familiar, especialmente si es lejano y aún en posible situación tan ilegal como el afectado, de manera que de entenderlo de otro modo el amparo sería recíproco y cada uno generaría beneficio de arraigo para el otro, lo cual es un absurdo en sí mismo. Tampoco por presentar una oferta de trabajo que no podría tener efectividad dada la ilegalidad de la estancia y que no es difícil de obtener por simple complacencia cuando no mediante precio. Igualmente no lo es por ser un certificado de empadronamiento, como tampoco, como tantas veces se presenta, el acreditamiento de prolongada estancia durante la que se ha demostrado una conducta sospechosa. El arraigo no es nada de eso sino el conjunto de todo que acredite en principio que el afectado por el acto sancionador está lo posible integrado social, familiar y laborablemente en su entorno a pesar de la irregularidad de permanencia que ciertamente dificulta la prueba pero no la imposibilita. Este planteamiento es el que permite valorar si esos intereses que rodean al extranjero se resienten innecesariamente por la ejecución o, por el contrario, justifican una demora provisional hasta sentencia”. Dicho juicio de ponderación, en el supuesto concreto que aquí se analiza, debe ser favorable a la prevalencia del interés particular del demandante, al acreditarse por su parte una voluntad clara de integración social y laboral en nuestro país, pues aporta certificado de empadronamiento, tarjeta sanitaria y certificaciones expedidas por la Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social de la Junta de Andalucía que acreditan la asistencia del recurrente a cursos de lengua y cultura española; elementos que, analizados en su conjunto, permiten apreciar en el demandante una situación de arraigo en España y su intención de regularizar esa situación, es decir, aquellas “razones laborales, económicas y sociales”, a las que se refieren los pronunciamientos judiciales de cita anterior . PARTE DISPOSITIVA 1 º) Estimar la solicitud de la parte recurrente D. KASSIM y, en su consecuencia, se acuerda la adopción de la medida cautelar solicitada, consistente en la suspensión de la ejecución de la resolución administrativa impugnada. 2 º) Dicha medida se mantendrá hasta que sea dictada sentencia firme que ponga fin al procedimiento o hasta que éste finalice por cualquiera de las otras causas de terminación previstas legalmente. 3 º) Se acuerda no exigir la presentación de caución o garantía para llevar a efecto la medida cautelar adoptada. 4 º) Comuníquese esta resolución al órgano administrativo autor de la actuación impugnada, a los efectos de que disponga el inmediato cumplimiento de lo acordado. Recursos: Recurso de apelación en un solo efecto, ante este mismo Juzgado y dentro de los quince días siguientes al de su notificación, mediante escrito razonado que deberá contener las alegaciones en que se fundamente el recurso (arts. 80.1.a y 85.1 de la LRJCA). Llévese testimonio de esta resolución a los autos principales. Notifíquese la presente resolución a las partes e interesados en el procedimiento.