SENTENCIA NÚMERO: CIENTO TREINTA Y DOS En la Ciudad de Córdoba, a las once horas del día doce de septiembre de dos mil dos, se reunieron en Acuerdo Público los Señores Vocales de esta Excma. Cámara Sexta de Apelaciones en lo Civil y Comercial, para resolver estos autos caratulados "GARRIDO KARINA ALBERTA C/ GUSTAVO WEIMULLER - ORDINARIO - ABREVIADO", remitidos en apelación por el Señor Juez de Primera Instancia y Trigésimo Séptima Nominación Civil y Comercial, Dr. Rodolfo Alberto Ruarte, quien con fecha veintisiete de julio de dos mil uno, resolvió: "1°) Rechazar la demanda de recobrar la posesión iniciada por la Sra. Karina Alberta Garrido en contra de Gustavo Weimuller, con costas a la actora. 2°) Rechazar la citación de evicción efectuada por el demandado en contra de los Sres. José Elpidio Sueldo, José Humberto Caparros y Ana María da Costa Amaro, con costas a su cargo. 3°) Regular los honorarios de los letrados intervinientes Dres. José Amado Nayi y Carlo R. Nayi en conjunto y proporción de ley en la suma de pesos trescientos sesenta y ocho ($368,00). Los del Dr. Juan D. Quiroga en la suma de pesos quinientos sesenta y los de los Dr. Edgar Horacio Ferreira en la suma de pesos quinientos sesenta ($560,00). Prot...".- EL TRIBUNAL planteó las siguientes cuestiones para resolver: 1°) ¿Es ajustada a derecho la sentencia apelada?. 2°) ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?.- Previo sorteo de ley los Señores Vocales votaron de la siguiente manera:-----------------------------------------------------------EL SEÑOR VOCAL DOCTOR EDUARDO ALBERTO LAVAYEN A LA PRIMERA CUESTION DIJO:---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------I) La sentencia dictada en primera instancia contiene una relación de causa que satisface plenamente las exigencias del art.329 del CPC, por lo que a ella me remito a fin de evitar inútiles e innecesarias repeticiones.------------------------------------------------------------------------------II) El pronunciamiento que decide rechazar la demanda de recobrar la posesión y la citación de evicción formulada es apelado por la actora y demandada, los que son concedidos a fs. 135 y fs. 138, respectivamente, quedando en consecuencia abierta la competencia de grado. A fs. 154/157, luce el memorial de la actora el que es contestado por la contraria a fs. 165/167 en los términos que da cuenta su responde. A fs. 159/161 expresa agravios la demandada los que son contestados por la actora a fs. 162/163 quien formula su rechazo.--------------------------------------Dictado el decreto de autos, firme y consentido el mismo queda la causa en estado de resolver.- III) Agravios de la actora:-----------------------------------------------------------------------------------------Se agravia porque considera que el Sr. Juez de primer grado ha parcializado su análisis en el examen de la prueba que le exije la regla de la sana crítica racional, lo que refleja la insuficiencia de su motivación.-------------------------------------------------------------------------------------"Garrido Karina A. / Gustavo Weimuller - Ordinario - Abreviado" Pág. 1 Afirma que la valoración de la prueba ha sido contradictoria y violatoria del principio de congruencia porque mediante un salto en el desarrollo del pensamiento conceptual y jurídica, arriba a una conclusión de hecho no derivada conforme a derecho.------------------------------------Dice que el juzgador da por sentado para el rechazo de la acción de recobrar la posesión que la actora adquirió del inmueble con fecha 25.8.99, mientras que el demandado ha ejercido actos de posesión en el inmueble. Estos extremos son contradictorios entre sí porque ninguna prueba congruente e idónea respalda dicha conclusión. Alega que su parte ha probado que la demandada Ana María Dacosta Amaro le transfirió el mismo derecho que poseía sobre la propiedad, es decir, la posesión, tenencia y tradición de la cosa, porque era su legítima propietaria y porque la transferencia del dominio se realizó en las mismas condiciones (escritura fs. 4/6), encontrándose perfeccionado el título mediante la correcta y legal inscripción del dominio a nombre de la actora en el asiento dominial respectivo.---------------------------------------Por el contrario, agrega, el demandado no probó que adquirió el terreno a su propietaria, como lo demostró la actora.------------------------------------------------------------------------------------------------Expresa que la reserva de compra sobre el terreno en litigio (fs. 18) celebrada con el Sr. Jorge E. Sueldo, quien deja expresado en ese instrumento que la titular del terreno es la firma "Arti S.A." quien debe realizar la transferencia del dominio cuya titularidad ostenta. Tal documento, a su entender, resulta inidóneo para acreditar derechos sobre un bien inmueble porque la realidad es otra ya que se probó en el juicio que la persona que transfirió sus derechos a la actora es la dueña del terreno que no es la sociedad que dice el documento citado sino la persona que ostentaba realmente la titularidad dominial demandada Ana María Dacosta Amaro. Sostiene que esta situación no la analiza el Juez y menos se expide sobre la validez legal y jurídica de dicho documento.----------------------------------------------------------------------------------------------------La situación se agrava cuando el demandado, a sabiendas, ya que conocía con fecha 19.3.97 que la dueña del terreno era la sociedad Arti S.A., suscribe el 20.3.97 -un día después- un boleto de compra venta con Jorge Elpidio Sueldo y no con el aparente dueño del terreno que se dejaba expresado en la reserva de fs. 18 el día anterior. Lo dicho, significa que una persona que no es titular de derecho alguna le transfiere al demandado y a la sazón comprador del terreno en litigio un derecho que no tiene ni tampoco la sociedad que aparece en dicho documento privado porque nada firma y por tanto a nada se obliga y no surge del instrumento público que dicha razón societaria tenga titularidad dominial en el estudio del título que realiza el escribano que formaliza la transferencia dominial que se inscribe conforme a derecho en el Registro General de la Provincia entre quien es el verdadero dueño y vendedor y la verdadera "Garrido Karina A. / Gustavo Weimuller - Ordinario - Abreviado" Pág. 2 dueña adquirente.-------------------------------------------------------------------------------------------------------------Afirma que es desacertada la conclusión del sentenciante de dar por cierto y probado que con anterioridad a la escritura el demandado ha probado poseía el terreno por la documentación que aportó, los actos posesorios que desplegó y los testigos que prestaron su testimonio lo que no es cierto porque nadie puede tener propiedad y ser poseedor o tenedor de una cosa que alguien le ha otorgado un derecho que no tenía, y los actos materiales que puede ejercer sobre ese bien son precisamente actos materiales que turban la posesión sobre el terreno que legítimamente a la sazón ejercía y ostentaba la vendedora del inmueble y transferir a la actora el bien, le transfirió un derecho real evidente y puntual que tenía.--------------------------------------Agrega que los testigos que declararon en autos afirmaron conocer al demandado como dueño porque concurría al terreno y por sus dichos pero sin que les haya exhibido el documento que lo acredite.-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------Concluye en definitiva solicitando se acoja el recurso intentado, se revoque el decisorio y se haga lugar a la demanda intentada, con costas.--------------------------------------------------------------IV) Agravios del demandado:------------------------------------------------------------------------------------El accionado impugna el decisorio en cuanto decide rechazar la citación de evicción efectuada por el demandado en contra de los Sres. José Elpidio Sueldo, José Humberto Caparrós y Ana María Dacosta Amaro. También se agravia toda vez que el Juzgador omite pronunciarse sobre el pedido de nulidad de la escritura formulada por su parte a fs. 56/58 vta.----------------------------Respecto al primer punto, el fallo expresa que la citación de evicción debe ser desestimada por improcedente en razón de tratarse de una perturbación de derecho; es decir, fundada en una causa jurídica y no contra turbaciones de hecho de los terceros como lo prevé el art. 2091 C.C.- Considera que el a-quo mal interpreta o efectúa una visión parcial del artículo ya que de la lectura de su nota surge que en la especie estamos frente a una "turbación de derecho", constituida por una demanda judicial o extrajudicial, por la que un tercero reclamase un derecho cualquiera; como toda acción real y aún las personales y posesorias que pueden ser ejercidas contra terceros.-------------------------------------------------------------------------------------------------------Afirma que la "demanda" que origina evicción puede entablarse en cualquier clase de procesos, como ser, un juicio ordinario (vgr. reivindicación) o de un juicio sumario (vgr. acción posesoria).--------------------------Señala, además, que nuestra compilación adjetiva dispone que el actor o demandado podrán pedir la citación de evicción y el tribunal resolverá sin sustanciación y sólo hará lugar si fuere "manifiestamente procedente", lo que implica que el Juez debe apreciar sumariamente con los "Garrido Karina A. / Gustavo Weimuller - Ordinario - Abreviado" Pág. 3 elementos obrantes en la causa si el llamado al enajenante es o no procedente y sólo en caso de que encuentre justificada la citación, la ordenará.--------------------------------------------------------Dice que resulta incongruente el proceder del tribunal de primera instancia que primero, con el tipo de acción interpuesta a la vista y las constancias de autos aportadas dispone la procedencia de la citación y luego en la sentencia resuelve declarar improcedente dicha citación con el agravante de que se le imponen las costas por una efímera actuación de los citados. Si el tribunal a-quo entendió que han sido bien citados de evicción los Sres. Sueldo, Caparrós y Da Amaro Acosta, se debe concluir sin hesitación que las costas impuestas a su parte resultan un despropósito total. Además, agrega, el Sr. Sueldo se ha limitado a la presentación de un solo escrito de una carilla ratificando la venta del inmueble que realizó al demandado Weimuller y los demás refieren que por un error vendieron un mismo inmueble a dos personas, sin que haya efectuado alguna otra actuación, sin embargo se procede a regular el mismo monto de honorarios que los regulados a su letrado patrocinante.----------------------------------------------------Respecto al segundo agravio, es decir, con relación al silencio del a-quo sobre el pedido de nulidad de la escritura, entiende que, en vistas de la prueba rendida, corresponde que así se resuelva, por cuanto los instrumentos públicos sólo hacen plena fe con respecto a los hechos que el oficial público anuncia como cumplidos por él mismo o que han pasado en su presencia; las manifestaciones que hacen la partes no gozan de ese valor probatorio porque sólo da fe de que ellas se efectuaron, no de su sinceridad y aunque esta última se presume, su inexactitud puede demostrarse por simple prueba en contrario, sin necesidad de recurrir a la querella de falsedad. Agrega que estamos frente a una falsedad intelectual y no material que dimana de la insinceridad de las manifestaciones de las partes y que por ello no da lugar a un procedimiento especial.-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------Peticiona en definitiva se acoja su recurso y se revoque la sentencia en la forma propuesta.----V) Entrando a resolver la cuestión planteada, ha menester analizar los agravios en el orden que fueron propuestos.---------------------------------------------------------------------------------------------------Análisis de los agravios de la actora:------------------------------------------------------------------------Cabe destacar, en primer lugar, que el demandante deduce una acción posesoria de recuperar -y no una acción de despojo o acción policial o interdicto de recobrar como entiende el sentenciante- que tiene, por único objeto, obtener la restitución de la cosa (conf. art. 2487 C.C.). Para su procedencia ha menester acreditar, de acuerdo a lo dispuesto por el art. 2473 C.C. que quien demande -legtimación activa-, haya tenido una posesión anual sin los vicios de ser precaria, violenta o clandestina (no se requiere la buena fe). A su vez, el art. 2481 cod. cit. "Garrido Karina A. / Gustavo Weimuller - Ordinario - Abreviado" Pág. 4 dispone que la posesión anual para dar derecho a las acciones posesorias debe ser continua y no interrumpida. Dicho requisito -anualidad- no será exigido por cuando es turbada por el que no es un poseedor anual y que no tiene sobre la cosa ningún derecho de posesión (art. 2477 C.C.).---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Por otra parte, sólo estará legitimado pasivamente el que detente la cosa con ánimo de poseer para sí. Respecto a este último punto, cabe advertir que no ha sido motivo de agravios por parte del accionante lo que nos exime de mayores consideraciones al respecto. Por otra parte, es el propio actor, quien al demandar, reconoce “...el ánimo indubitable ostensible del demandado de poseer algo que no le pertenece...” (fs. 8, punto 4) y que le intimó “...para que no siga ejerciendo actividades materiales que turban de modo notorio la posesión de la accionante...” (fs. 9).----Lo que sí ha sido motivo de agravios en esta sede es lo dispuesto por el juzgador respecto al segundo requisito ineludible a los fines de la procedencia de la acción posesoria, esto es, que quien demande, demuestre que se encontraba anteriormente en posesión del inmueble referido.-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------En nada empece a esta conclusión el hecho que el Sr. Juez a-quo haya encuadrado la acción intentada por el actor como un interdicto o acción policial de recobrar (despojo) regulada en el art. 2490 en vez de una “posesoria propiamente dicha” (arts. 2473, 2477, 2481, 2487 C.C.) toda vez que para ambos supuestos ha menester acreditar dicho extremo, es decir, que el actor se “encontraba poseyendo” el inmueble, sin perjuicio que, para el primer supuesto (despojo) no sea necesario la anualidad (continua y no interrumpida sin los vicios de precariedad, violencia o clandestinidad) requerida en la vía posesoria.----------- Es más, si estuviéramos por la tesis sostenida por el Sr. Juez de Primera Instancia, no debe olvidarse que, dicha vía legal, tiene por objeto la restitución de la cosa, de cuya relación se ha excluido al titular por un acto de despojo, que en un concepto restringido, sólo comprende a la desposesión violenta (material o moral) y debe haber sido ejercida tanto para efectuar la desposesión como para mantenerse en ella una vez operada (art. 2365). "En su acepción amplia, el despojo no sólo comprende la desposesión por violencia sino también por clandestinidad o abuso de confianza, criterio que es el que más condice con la fuente inmediata del art. 2490 del Cod. Civil, que fue el Esboco de Freitas...” (CNCiv., sala D, 18.8.69, LL, 138-919 (23.520-S), extremos tampoco acreditados en autos. El interdicto de despojo o de recobrar la posesión no es una ación posesoria propiamente dicha, ni desde luego, una acción real, sino una institución de orden público tendiente a prevenir la violencia y la posibilidad de hacerse justicia por sí mismo. (conf. CNCiv., sala F. 5.10.65, LL 121-686 (13.216-S); idem 20.10.66, LL, 125-701 (14.758-S).---------------------- Si bien la vía policial admite que sea intentada no sólo por el poseedor sino también por el tenedor -aunque interesado- este "Garrido Karina A. / Gustavo Weimuller - Ordinario - Abreviado" Pág. 5 extremo no sólo no fue invocado por el accionante al demandar sino que tampoco se encuentra acreditado en autos.------------------------------------------No obstante, carece de trascedencia precisar si se está frente a una acción policial o una posesoria propiamente dicha, tomando en cuenta el tenor de los agravios, toda vez que, como ya dije, en ambas casos es menester que se acredite la posesión anterior por parte del demandante. Así se ha resuelto que “quien interpone el interdicto de recobrar debe probar que se encontraba en posesión de la cosa..Además él debe acreditar la alteración, por violencia o clandestinidad, de la situación posesoria preexistente, esto es, que medió un desapoderamiento” (ST La Pampa, sala civil y com. 6.7.64, LL, 117-183).----------------------------Sin embargo, considero que la acción intentada fue la “posesoria propiamente dicha”. Obsérvese sin más que, la actora, titula la demanda ejercida como “ACCION POSESORIA DE RECUPERAR”, alegando que la demandada ejerce actividades materiales que le privan de poseer el inmueble “...todo lo cual hace que apele a reclamar se aplique en la especie el art. 2487 del C.C. que imperativamente ordena: “Las acciones posesorias tienen por objeto obtener la restitución de la cosa” (fs. 8 vta.).------------------------------------------------------------------------------Formuladas estas consideraciones previas corresponde, entonces, tratar los agravios vertidos por la actora.------------------------------------------------------------------------------------------------------------El thema decidendum debe circunscribirse a dilucidar si la actora logró acreditar o no, la posesión anterior por parte de accionante. Al respecto, cabe advertir que la accionante incurre en una seria confusión entre dos tipos de acciones de naturaleza muy distintas: la posesoria y la petitoria (real). Nuestra ley sustantiva claramente dispone que un título válido no da sino un derecho a la posesión y no a la posesión misma (art. 2468) siendo que la posesión nada tiene de común con el derecho de poseer: es inútil la prueba en las acciones posesorias del derecho de poseer por parte del demandante o demandado (art. 2472). (Conf. C.4ª C.C. Cba., 19.5.67; Rep. La Ley, XXVIII, 77, sum. 20).------------------------------------------------------------En efecto, la procedencia del juicio posesorio no se fundamenta en un título de propiedad sino en el hecho de la posesión, sin embargo el recurrente solamente ha intentado acreditar que poseyó el inmueble fundándose únicamente en el título acompañado (escritura de fs. 4/6).------- Afirma que la demandada Ana María Dacosta Amaro le transfirió el mismo derecho que poseía sobre la propiedad, es decir, la posesión, tenencia y tradición de la cosa, porque era su legítima propietaria y porque la transferencia del dominio se realizó en las mismas condiciones, encontrándose perfeccionado el título mediante la correcta y legal inscripción del dominio a nombre de la actora en el asiento dominial respectivo. Vale recordar al respecto que tanto la Doctrina como Jurisprudencia se ha pronunciado en forma constante y pacífica que “...la simple declaración de haberse hecho tradición, contenida en la escritura es a todas luces inidónea "Garrido Karina A. / Gustavo Weimuller - Ordinario - Abreviado" Pág. 6 para tenerla por satisfecha” (CNCiv., sala C, 21.11.78, ED, 83-296).------------------------------------------En este sentido la Jurisprudencia tiene resuelto que la cláusula de la escritura según la cual “se transfieren al adquirente todos los derechos de posesión y dominio que a lo vendido tenía”, no supone la existencia material del hecho de la entrega o posesión del inmueble al adquirente. No se trata de un hecho pasado ante el oficial público, sino de una expresión de voluntad formulada por el vendedor en presencia de dicho funcionario y que es de lo único de que éste da fe (Conf. CNCiv., sala F. 29.8.68, Rev. La Ley 136-1110 (22.388-S).-----------------------------------------------Si bien alguna doctrina le reconoce validez “entre las partes” a las meras expresiones contenidas en las escrituras traslativas de dominio sobre la transmisión de la posesión, la C.S.J.N. ha resuelto sobre el particular que son insuficientes para oponerse frente a terceros.--La declaración del cesionario efectuada en la escritura de que transfiere los derechos de posesión sobre el inmueble no suple las formas que establecen los arts. 2378 al 2380 del Cod. Civ.- “La sola declaración del tradente de darse por desposeído o de dar al adquirente la posesión de la cosa, no suple las formas legales” (art. 2378). Para tener por demostrado un hecho, la toma de posesión, o tradición, se requiere algo más que la mera declaración contenida en un instrumento público. Admitir su cumplimiento por el mero intercambio del consentimiento, como simple “tradición instrumental”, la importancia de la tradición se oscurecería y se perdería dentro el consentimiento.---------------------------------------------------------Por otra parte, reviste suma importancia las declaraciones testimoniales rendidas en autos (Sres. Ricardo Hayipanteli -fs.111-, Marisa Lazurri de Murugarren -fs. 114), Rubén Finocchiaro -fs. 116- y Mario Albeto Moyano -fs. 119-) de la que se desprende que el demandado ejerció actos posesorios en el inmueble en litigio desde el año 1997, es decir, con prelación a la presunta compra del bien por parte de la actora a la Sra. Ana María Dacosta Amaro con fecha 25.8.99, lo que acredita que, desde 1997 hasta la fecha de interposición de la demanda la posesión sólo ha sido ejercida, en forma excluyente, además de pública y pacífica, por el accionado, Gustavo Weimuller, quienes son contestes en declarar que cuidaba el predio, lo cultivaba, hizo cimientos etc., que consisten en verdaderos actos posesorios.------------------------ Vale destacar que dichas testimoniales no fueron impugnadas ni atacadas en esta sede sino que, por el contrario, son contestes con sus propias afirmaciones -ver demanda- en el sentido que el demandado practicó sobre la cosa actos materiales que turbaban su legítima posesión, como desmalezar, cimientos cavados, sembrando e impidiendo la entrada al inmueble. La actora tan sólo critica que hayan afirmado conocer al demandado como dueño porque concurría al terreno y por sus dichos pero sin que les haya exhibido el documento que lo "Garrido Karina A. / Gustavo Weimuller - Ordinario - Abreviado" Pág. 7 acredite. Al respecto debo decir que dichas declaraciones sólo tienen por efecto acreditar la posesión del inmueble y no su titularidad dominial, ajena a esta contienda. En efecto, habrá posesión cuando una persona, por sí o por otro, tenga una cosa bajo su poder, con intención de someterla al ejercicio de un derecho de propiedad (derecho real) (art. 2351 C.C.). Es decir, se es poseedor sin interesar si tiene -el demandado- efectivamente el derecho de dominio sobre el inmueble: aunque no lo tenga, reviste igualmente dicha calidad. Si lo tuviere -cosa que no corresponde dilucidar en esta causa- será propietario y poseedor pero puede ser propietario y no ser poseedor, como sería el caso del adquirente del inmueble por escritura que nunca fue puesto en posesión de la cosa por el tradens, quien sólo tiene un derecho de poseer pero no la posesión misma. Éste, puede tener origen en un vínculo jurídico o no tenerlo. En realidad, lo que ocurre generalmente, es que las calidades de propietario y poseedor se reúnen en una misma persona, porque la posesión es el medio más natural de ejercer las facultades que confiere el dominio e integra su contenido pero ello no quiere decir que esta situación ocurra siempre ya que puede suceder que el titular del dominio no ejerza actos posesorios porque no quiera o porque no pueda o porque otro los ejerza, sea con el concurso de la voluntad, ante su pasividad o aún contra su voluntad (Conf. Musto, Nestor Jorge “Derechos Reales” Tomo I, pag. 207).----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Por otra parte, el sentenciante no tiene por probada la posesión del demandado en base al título de propiedad acompañado, como pretende hacer ver el accionante. Por el contrario, resalta que “...la prueba no debe traspasar los límites expresamente fijados, pretendiendo que se acredite el mejor derecho que pudiere corresponde a una de las partes. Es decir, no interesa la causa de la desposesiòn ni el derecho a la posesión o a la tenencia, ya que resulta ajeno al interdicto de recobrar. En estos términos corresponde a quien demanda demostrar que se encontraba en posesión del inmueble, requisito éste indispensable para la procedencia de la acción...”.---------------------------------------------------------------------------------------------------------------Coincido, entonces, como ya dije, que, mediante la vía intentada -posesoria- se prescinde de la titularidad del derecho que se ejercita sin que corresponda expedirse sobre el mejor derecho de poseer. Los ataques o agresiones al derecho de propiedad (ius posidendi: derecho de poseer) se defienden mediante la respectiva acción petitoria, en juicio pleno y con efecto de cosa juzgada material; la posesión (ius posessiones) se defiende o se recupera -como se intenta en autos- mediante los interdictos o acciones posesorias donde no entra en debate el tema de la titularidad del derecho y, por lo tanto, no hace cosa juzgada al respecto (Conf. Musto, obra citada, pag. 208). Quien tiene la posesión solo puede intentar las acciones posesorias. Quien tiene derecho real (o sea derecho de poseer) puede intentar la pertinente acción real o las acciones posesorias, pero no puede acumularlas: si intenta primero las "Garrido Karina A. / Gustavo Weimuller - Ordinario - Abreviado" Pág. 8 posesorias y es vencido puede luego intentar la acción real pero no a la inversa (arg. Art. 2482 C.C.).---Conforme lo expuesto precedentemente, corresponde, entonces, desestimar el recurso de apelación interpuesto por la accionante, con costas.--------------------------------------------------------Análisis de los agravios de la demandada:-----------------------------------------------------------------El primer agravio vertido por la accionada, referido a la citación de evicción rechazada por el aquo, entiendo que no puede prosperar mas por los argumentos que paso a exponer.-------------El Código Civil regula la evicción a partir del art. 2089, como obligación de garantía, en cuya virtud el enajenante de una cosa a título oneroso asegura al adquirente contra privaciones o turbaciones, totales o parciales en el derecho de propiedad, posesión o goce, provenientes de él o de terceros. Comprende la obligación de no turbar al adquirente y de salir en su defensa en juicio promovido por un tercero y de indemnizarle por perjuicios si resultare vencido.--------------- Ello significa, como bien lo expresa el Sr. Juez a-quo que, a los fines de responder por eviccion, ha menester encontrarse frente a una turbación de derecho y no de hecho (conf. arg. Art.2091 C.C.), sin embargo disiento con aquél por cuanto entiendo que, en el sublite, existe tal turbación. En efecto, en la misma nota a la norma citada Vélez Sársfield comenta que quedan comprendidos en estos supuestos "toda demanda judicial o extrajudicial...aún las acciones personales o posesorias que pueden ser ejercidas contra terceros, constituyen una turbación de derecho". En efecto, tal turbación de derecho se verifica cuando existe una pretensión, excepción o defensa, deducida en juicio, que de prosperar determinaría la pérdida total o parcial del derecho adquirido. La citación referida debe entenderse admisible toda vez que la acción posesoria intentada contra el Sr. Gustavo Weimuller importa una verdadera turbación de derecho por las razones señaladas supra.---------------------------------------------------------------------Ahora bien, la circunstancia que sea admisible tal citación y que sea factible traer a juicio a determinadas personas -como se hizo en autos-, a los fines de salir en defensa del demandado, en virtud de encontrarnos frente a un supuesto de turbación de derecho, no significa, per se, que deba hacerse lugar, al resolverse en definitiva, a la evicción planteada. La doctrina es conteste en entender que para que la acción por evicción proceda ha menester que sea consagrada por sentencia; vale decir, que se promueva una reclamación judicial -que encuentra su origen el el vicio de derecho- por el denominado tercero reclamante y que ella sea acogida por los tribunales. También se ha dicho que llámase evicción, la sentencia que ordena el abandono forzoso de la cosa adquirida (Pothier) o siempre que el adquirente no pueda conservar el derecho transmitido sin tener que consentir una sacrificio suplementario (Josserand), como sería acordar la indemnización que por la evicción se concede al que fueren "Garrido Karina A. / Gustavo Weimuller - Ordinario - Abreviado" Pág. 9 vencido (conf. Mosset Iturraspe, Jorge "Contratos" pag. 404, ed. 1988).-------------------------------Entonces, no habiendo prosperado la acción intentada en razón de no haberse acreditado la posesión anterior por parte del accionante y, por ende, conservando la posesión del bien en litigio, entiendo que la citación de evicción no debe prosperar, sin que sea menester, por tal razón, adentrarnos al estudio de la causa de adquisición que podrá hacerse valer nuevamente en la oportunidad y por la vía correspondiente.----------------------------------------------------------------Respecto al segundo agravio vertido por el demandado atinente al pedido de nulidad de la escritura de fs. 4/6, cabe destacar que, más allá de dilucidar si correspondía que el planteo se formulara mediante la vía autónoma o por incidente de nulidad (conf. art. 244 CPC) o aquél era innecesario -como pretende el recurrente-, tal planteo es manifiestamente improcedente. En efecto, como ya dije anteriormente, al analizar el recurso interpuesto por la accionante, nuestra ley sustantiva claramente dispone que un título válido no da sino un derecho a la posesión y no a la posesión misma (art. 2468) siendo que la posesión nada tiene de común con el derecho de poseer: es "inútil" la prueba de las acciones posesorias del derecho de poseer por parte del demandante o demandado (art. 2472). Por ello, carece de relevancia, en las acciones posesorias el "derecho de poseer" que tuvieran las partes toda vez la procedencia del juicio posesorio no se fundamenta en un título de propiedad sino en el hecho de la posesión que, como ya vimos, no ha sido acreditada por la accionante.---------------------------------------------------Lo dicho no es óbice para que el planteo referido pueda ser reiterado en la forma y por la vía que corresponda.------------------------------------------------------------------------------------------------------Corresponde, pues, rechazar el recurso deducido por la demandada por las razones señaladas, con costas.----------- -- LA SEÑORA VOCAL SUSTITUTO DOCTORA ANA MARIA ESTEBAN DE FLORES A LA PRIMERA CUESTION DIJO: Que adhería a lo expresado por el Sr. Vocal preopinante, y vota en igual sentido a esta cuestión propuesta ya que comparte los fundamentos.-----------------------------------------------------------------------------------------------------------EL SEÑOR VOCAL DOCTOR JORGE AVALOS MUJICA A LA PRIMERA CUESTION DIJO: Que adhería a lo expresado por el Sr. Vocal de primer voto, y vota en igual sentido a esta cuestión propuesta ya que comparte los fundamentos.-----------------------------------------------------EL SEÑOR VOCAL DOCTOR EDUARDO ALBERTO LAVAYEN A LA SEGUNDA CUESTION, DIJO: Corrrespnde: 1) Rechazar el recurso de apelación interpuesto por la parte actora, con costas; 2) Diferir la regulación de los honorarios de los letrados intervinientes en la Alzada para cuando haya base cierta para practicarla, de conformidad a lo dispuesto por los arts. 29, 34, 36, 37, 62 conc. y sgtes. de la ley 8226; 3) Desestimar el recurso incoado por la demandada, con costas; 4) Diferir la regulación de los honorarios de los letrados intervinientes en esta sede para cuando haya base cierta para practicarla, de conformidad a lo dispuesto por los artículos mencionados; 5) Confirmar la sentencia de primera instancia.---------------------------"Garrido Karina A. / Gustavo Weimuller - Ordinario - Abreviado" Pág. 10 ----------------------- LA SEÑORA VOCAL SUSTITUTO DOCTORA ANA MARIA ESTEBAN DE FLORES A LA SEGUNDA CUESTION DIJO: Que adhería a lo expresado por el Sr. Vocal preopinante, y vota en igual sentido a esta cuestión propuesta ya que comparte los fundamentos.------------------------ EL SEÑOR VOCAL DOCTOR JORGE AVALOS MUJICA A LA SEGUNDA CUESTION DIJO: Que adhería a lo expresado por el Sr. Vocal de primer voto, y vota en igual sentido a esta cuestión propuesta ya que comparte los fundamentos.----------------------------------------------------Por el resultado de la votación que antecede,------------------------------------------------ SE RESUELVE: 1) Rechazar el recurso de apelación interpuesto por la parte actora, con costas. 2) Diferir la regulación de los honorarios de los Dres. Edgard Horacio Ferreyra, Juan D. Quiroga y José Amado Nayi para cuando haya base cierta para practicarla. 3) Desestimar el recurso incoado por la demandada, con costas. 4) Diferir la regulación de los honorarios de los Dres. José Amado Nayi y Carlos Raúl Nayi, en conjunto y proporción de ley, Edgard Horacio Ferreyra y Juan D. Quiroga, para cuando se determine la base para ello. 5) Confirmar la sentencia de primera instancia.----------------------------------Protocolícese y bajen los autos al Juzgado de origen. Con lo que terminó el acto, que firman los Señores Vocales. "Garrido Karina A. / Gustavo Weimuller - Ordinario - Abreviado" Pág. 11