Se considera más plausible la explicación de que una vez generada la Vida producto de algo tan complejo como las reacciones químicas y las descargas eléctricas que durante cientos de millones de años se produjeron sobre los elementos y sustancias primitivas, se intensificaría su Movimiento con el surgimiento de ciertos biocompuestos conformados como producto de la combinación de los elementos. De la combinación de Carbono, Nitrógeno, Hidrógeno y Oxígeno surgen biocompuestos en forma de sustancias inorgánicas (sales minerales, agua) y sustancias orgánicas como carbohidratos (sustancias no nitrogenadas) y las sustancias orgánicas nitrogenadas como los lípidos, las proteínas, azúcares, grasas, ácidos nucleicos, vitaminas y enzimas. Estos biocompuestos se metabolizan al interior de los seres vivos, organizándoseydegradándosecontinuamente,según el ritmo de la actividad de las funciones vitales. Y los biocompuestos orgánicos nitrogenados son los constituyentes de la “célula”. Una idea de la necesaria participación de lo inorgánico y lo orgánico en la vida, nos la da el “protoplasma” como el sistema biótico que es. El “protoplasma” es el ejemplo de que toda la materia que forma parte de un ser vivo se encuentra íntimamente relacionada entre sí, constituyendo un sistema biótico, y que cuando el ser muere dicha relación se pierde, degradándose, destruyéndose y transformándose. En todos los seres vivos, el “protoplasma” presenta las mismas propiedades físicas, químicas y estructurales, y cumple las mismas leyes físicas y químicas que cualquier ser material. La Naturaleza viva evoluciona desarrollándose, no como aquel evolucionismo trivial de que la Naturaleza no da saltos (natura non facit saltus), ni mitificándola como la perfección que pre-diseña y diseña todos sus pasos, sino que procede al ritmo de las contradicciones internas y los cambios (cuantitativos y cualitativos) de los fenómenos. Tampoco basta con decir que la naturaleza viva se desarrolla, ya que el Desarrollo no es un simple incremento o disminución de lo ya existente, sino que hay que entenderlo en la idea de que la fuente de todo desarrollo está en la lucha de contrarios y la aparición de fenómenos cualitativamente nuevos que pasan de una cualidad a otra es una realización que se da mediante saltos. La concepción de la vida en pleno desarrollo progresivo, sujeta a leyes y producto de la relación recíproca de las formas de su movimiento, facilitaría La Soportable Pesantez de la Filogénesis que desde el siglo XIX pudiera comprenderse que los átomos no eran el límite de divisibilidad de la materia, ni que eran las partículas más pequeñas de la materia, sino que poseían una estructura compleja de masa y energía; pero subestimar que la Vida es un constructo natural producto de infinitos sucesos de ensayo y error que desatarían el proceso de sucesivos desarrollos genéticos adelantados en el transcurso de miles de millones de años de evolución de las especies, también ha hecho caer al Hombre en la tentación de creer que con la simple manipulación genética (Eugenesia no virtuosa) se podrían suplantar los ritmos de los cambios genéticos naturales, tomándose demasiado en serio la responsabilidad de ahorrarle algo de tiempo a la evolución natural. Está de moda hablar del agotamiento de la “evolución biológica”, porque en los últimos 10.000 años nos deberíamos exclusivamente a los desarrollos del cerebro, supuestamente responsable de nuestros actuales logros en la tecnología y la cultura. Pero, ¿acaso un desarrollo de algún órgano no se inscribiría en la evolución biológica?; acaso la Materia en Movimiento ha ido de movimientos mecánicos a movimientos físicos y químicos, encontrándose con el fenómeno de la Vida, yendo ahora rauda en su dimensión de “movimiento biológico”. Esto es, la Evolución biológica está condicionada por la Vida misma, ya que ésta es anterior a la Biología. Con respecto a la Vida, primeramente en la Tierra de daría un caótico proceso energéticoelectrónico de conformación de los electrones en átomos, destacándose entre éstos el átomo de Carbono (C) por su capacidad de captar átomos de Nitrógeno (N), formándose así las moléculas orgánicas que luego se desarrollarían como las “plastidulas”, las que a su vez se fueron concentrando en el centro como núcleo de otras macromoléculas cubiertas por cierta membrana, sin que se sepa la causa de esos fenómenos, dando lugar a los primeros seres vivos (animados) pertenecientes al reino de los “protistos”. Otras hipótesis relativamente plausibles consideran que las primeras formas de vida serían ciertas algas de las que se derivarían las bacterias, los hongos y las espiroquetas; o que la forma del organismo primitivo del cual derivarían todos los seres vivos sería la de un flagelado o “protobionte”, provisto de clorofila, con capacidad de cumplir las funciones nutritivas de síntesis propias de los vegetales y las funciones analíticas propias de los animales; o los procesos de síntesis química que buscan explicar la síntesis de la materia viva. 163