Caso hipotético para el V CONCURSO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS Caso Victoria Riel Guevara y otros v. Alboria Trasfondo Histórico Con anterioridad al año 1900, la región que en la actualidad constituye el Estado de Alboria se encontraba comprendida por dos territorios contiguos, Nueva Albertia y Bonaria del Norte, los cuales fueron colonizados, respectivamente, por el Reino de Albertia y el Estado de Bonaria. En aquella época, la población de Nueva Albertia ascendía a aproximadamente al doble de la de Bonaria del Norte. El Reino de Albertia y el Estado de Bonaria lucharon por obtener control sobre los territorios de Nueva Albertia y Bonaria del Norte. En última instancia, el 29 de abril de 1900, Albertia derrotó a Bonaria, tomando control sobre ambos territorios, y re bautizando la región con el nombre de “Alboria”. Durante los siguientes 25 años, la región fue directamente administrada desde Albertia. Subsecuentemente, in 1925, Albertia estableció una autoridad administrativa local y nombrando a residentes albertianos de Alboria como autoridades de gobierno, del poder judicial y líderes de las industrias locales. Durante los siguientes 25 años, los lazos entre Albertia y Alboria se debilitaron, las autoridades locales ganaron mayor poder y la población residente comenzó a elegir representantes. Finalmente el 17 de octubre de 1950, Albertia concedió la independencia a Alboria con la firma de la Constitución de Alboria. Entre 1950 y 1990, la población albertiana continuó dominando la vida política y económica de Alboria, incluyendo el poder judicial y las Fuerzas Armadas. Además, los partidos de gobierno y de oposición en Alboria se encontraban principalmente divididos entre albertianos y bonarios, respectivamente. Uno de los legados más notables de este período de predominio albertiano en el gobierno fue la creación de los “Templarios” en 1970 por el Poder Ejecutivo como una división especial de las fuerzas de seguridad. Los Templarios fueron establecidos en parte como respuesta al incremento en incidentes internacionales de terrorismo, y les fueron confiadas una serie de actividades de inteligencia y otras misiones especiales para la protección de la seguridad y la integridad nacional de Alboria. Tras la independencia de Alboria, la población bonaria incrementó de manera sostenida, y in 1990, el partido de oposición, controlado por los bonarios, ganó las elecciones presidenciales y pasó a controlar la mayoría en el Congreso. Como parte de su agenda, el nuevo Gobierno aprobó legislación con el fin de rectificar lo que consideraba como desventajas políticas, económicas y sociales injustificadas, implantadas por los albertianos, en desmedro de los bonarios. Las medidas legislativas incluían la expropiación legal de industries albertianas claves, leyes de discriminación inversa, y normas favoreciendo la participación bonaria en el empleo de los sectores públicos y privados. Además, debido a la preocupación por los fuertes lazos entre los Templarios y gobiernos albertianos anteriores, el Gobierno bonario aprobó la llamada Ley de Seguridad del Estado, conforme a la cual se procedió a disolver a los Templarios, a pesar de los esfuerzos para impugnar la legalidad de la nueva legislación ante los tribunales de extracción albertiana. 2 A pesar de la vigencia de la norma que dispuso su disolución como ente del Estado, los Templarios continuaron llevando a cabo sus actividades fuera de la esfera oficial, con el mandato auto proclamado de proteger a Alboria de cualquier amenaza identificada por los líderes Templarios. En 1992, los Templarios desarrollaron un brazo militar y otro político con el fin de cumplir con sus objetivos. La rama política, o “Templarios Sabios”, se reunían como una sociedad Masónica que atrajo a ciertos intelectuales albertianos. El brazo militar, o “Templarios Guerreros”, organizó escuadrones armados en las localidades con el fin de luchar el crimen común, principalmente atribuido por la dirigencia templaria a los miembros de las clases más bajas, perteneciente a la población bonaria. En 1994, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos comenzó a recibir denuncias alegando asesinatos, torturas y otras atrocidades perpetradas por los Templarios contra miembros de la población bonaria de Alboria. En 1995, Alboria invitó a la Comisión a conducir una visita in loco en su territorio. Durante la visita, la Comisión mantuvo contacto con algunos miembros de los Templarios Sabios y examinó los efectos de los escuadrones locales organizados por los Templarios a la luz de los derechos y libertades protegidos bajo la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En su Informe sobre la visita, la Comisión concluyó que las actividades de los Templarios constituían paramilitarismo, y recomendó que el Estado investigara, juzgara y sancionara a aquellos involucrados en las atrocidades cometidas contra los miembros de la población bonaria de Alboria. Consecuentemente, in 1996 el Parlamento modificó la Ley de Seguridad del Estado con el fin de declarar ilegal cualquier actividad llevada a cabo por los Templarios Guerreros y la Sociedad Masónica creada por los Templarios Sabios. La constitucionalidad de las reformas a la legislación fue exitosamente atacada ante los tribunales de extracción albertiana, y desechada. En respuesta, algunas fuerzas políticas bonarias llevaron a cabo demostraciones y huelgas con el propósito de demostrar su descontento con la continuación de las actividades “policiales” de los Templarios. El Gobierno bonario decidió emplear a la Policía, y luego a las Fuerzas Armadas, con el fin de suprimir las actividades de los Templarios. Los Templarios Guerreros reaccionaron con ataques esporádicos contra miembros del Gobierno y las Fuerzas Armadas. Hacia fines de 1996, los Templarios Sabios se acercaron al Gobierno con el fin de negociar una solución al conflicto. Cuando el Gobierno se rehusó a dialogar, los Templarios Guerreros decidieron adoptar una agenda radical, advocando el uso de la violencia para cumplir con el objetivo primario de los Templarios: ser reconocidos como los guardianes de la seguridad de Alboria. Los incidentes terroristas, incluyendo atentados explosivos y secuestros de agentes del Estado y líderes industriales, escalaron a la vez que la organización militar de los Templarios Guerreros y su fortaleza crecieron. El Gobierno, a su vez, militarizó sus reacciones contra las actividades de los Templarios Guerreros. Hacia 1997, el estado de las hostilidades entre el Gobierno de Alboria y los Templarios era generalmente reconocido por la comunidad internacional como el de un conflicto armado interno. Contexto del problema El Gobierno alboriano tenía conocimiento de que los Templarios Sabios contaban con significativo apoyo en las universidades estatales. De hecho, un número de prominentes intelectuales albertianos, incluyendo a la Profesora Victoria Riel Guevara, habían sido identificados por el Estado como miembros de la Sociedad Masónica creada por los Templarios Sabios. 3 El 11 de septiembre de 1997, inteligencia militar del Gobierno interceptó un mensaje de correo electrónico originado en la Universidad de Alboria, en Ciudad de Alboria, capital del país. El mensaje transmitía una manifestación de apoyo a los Templarios y el porvenir de un “nuevo orden” para Alboria. El Gobierno identificó la cuenta registrada a nombre de la Profesora Riel Guevara como fuente del mensaje electrónico y rastreó a sus destinatarios: una escuela secundaria ubicada en un suburbio de la Ciudad de Alboria; y una base aérea al norte de la ciudad que previamente había sido capturada por los Templarios Guerreros. En la mañana del jueves 16 de octubre de 1997, el Ejército tomó por asalto la Universidad de Alboria y arrestó al cuerpo docente y los estudiantes, incluyendo a la Profesora Riel Guevara. El Ejército confiscó la computadora de la Profesora Riel Guevara, la mantuvo incomunicada por 15 días y la interrogó sobre el mensaje electrónico y su rol dentro de los Templarios. En la tarde de ese mismo día, las Fuerzas Armadas de Alboria atacaron la base aérea y la escuela secundaria desde el aire y en el terreno. Durante el curso del ataque, el Gobierno descubrió que 50 miembros de los Templarios Guerreros habían montado la base aérea con el objeto de posibilitar ataques estratégicos sobre blancos clave en la Ciudad de Alboria durante la celebración del día de la independencia planeados para el día siguiente. El Estado también descubrió que 20 estudiantes menores de 15 años de edad se encontraban presentes en la escuela secundaria, y que cinco de los estudiantes se encontraban armados. Como resultado del ataque sobre la base aérea, 30 Templarios Guerreros resultaron muertos por acción de las fuerzas del Estado, y 20 miembros de las Fuerzas Armadas resultaron muertos por acción de los Templarios Guerreros. Los Templarios Guerreros restantes fueron detenidos por agentes del Estado. Como resultado del ataque sobre la escuela secundaria, tres estudiantes armados y dos estudiantes desarmados resultaron muertos por las fuerzas del Estado y un soldado fue ultimado por uno de los estudiantes armados. Los estudiantes armados sobrevivientes fueron detenidos por agentes del Estado. El 1° de noviembre de 1997, la Profesora Riel Guevara fue acusada de traición y los Templarios Guerreros y los estudiantes armados fueron acusados de traición y del asesinato de 21 miembros de las fuerzas de seguridad, conforme a las disposiciones del Código Penal vigente en Alboria. La defensa elevó solicitudes de prórroga que fueron denegadas y los acusados fueron juzgados ante un jurado entre el 1° y el 7 de diciembre de 1997. El 8 de diciembre de 1997 todos los acusados fueron condenados y sentenciados a muerte. El derecho vigente en Alboria establece que los acusados tienen el derecho a apelar su sentencia toda vez que la Corte Suprema de Alboria haga lugar a la solicitud. Los acusados presentaron los correspondientes recursos de apelación el 8 de diciembre de 1997, sin que hasta la fecha se haya adoptado una decisión. El proceso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos El 15 de enero de 1998 la Liga de Alboria por los Derechos Humanos (LADH) presentó una petición ante la Comisión, alegando que Alboria había violado los artículos 2, 4, 5, 7, 8, 13 y 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, el artículo 3 común de las Convenciones de Ginebra de 1949, los artículos 4, 5, 6 y 13 del Protocolo II a las Convenciones de Ginebra de 1949, los artículos 1 y 6 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, y los artículos 6, 37 y 38 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, con relación a: 4 • • • el arresto y detención de la Profesora Riel Guevara y su subsiguiente juzgamiento, y condena; la muerte de los Templarios Guerreros y los estudiantes armados y desarmados durante las hostilidades del 16 de octubre de 1997; y la detención, juzgamiento y condena de los Templarios Guerreros sobrevivientes y los estudiantes armados. En un Informe adoptado en septiembre de 1998, la Comisión declaró el caso admisible y se puso a disposición de las partes con el fin de llegar a una solución amistosa del asunto. Los intentos de alcanzar una solución amistosa fracasaron y el 30 de septiembre de 1999, la Comisión adoptó un Informe conforme al artículo 50 de la Convención Americana. En su Informe, la Comisión consideró que las acciones del Estado eran inconsistentes con el artículo 3 común de las Convenciones de Ginebra de 1949 y los artículos 4, 5, 6 y 13 del Protocolo II a las Convenciones de Ginebra de 1949 con relación a tres hechos: la muerte de dos Templarios Guerreros durante las hostilidades del 16 de octubre de 1997, a la luz de elementos que señalaban que estos Templarios Guerreros habían fallecido cuando se encontraban bajo la custodia del Estado; la muerte de los estudiantes desarmados; y la detención, juzgamiento, y condena de la Profesora Riel Guevara, los Templarios Guerreros sobrevivientes y los estudiantes armados y desarmados sobrevivientes. La Comisión también concluyó que Alboria era responsable por la violación de: 1. los artículos 2, 4, 5, 7, 8, 13 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y los artículos 1 y 6 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, con relación al arresto y detención de la Profesora Riel Guevara y su subsecuente juzgamiento y condena; 2. los artículos 4 y 5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, los artículos 1 y 6 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, y los artículos 6, 37 y 38 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, con relación a la muerte de dos Templarios Guerreros y los estudiantes desarmados durante las hostilidades del 16 de octubre de 1997; y 3. los artículos 2, 4, 5, 7, 8, y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, los artículos 1 y 6 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, y los artículos 6, 37 y 38 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, con relación a la detención, juzgamiento, y condena de los Templarios Guerreros y los estudiantes armados. El proceso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos El 15 de diciembre de 1999, la Comisión refirió el caso de Victoria Riel Guevara y otros a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el 20 de diciembre de 1999 la Corte notificó la demanda de la Comisión a Alboria. En su demanda, la Comisión alegó las mismas violaciones encontradas en su Informe Artículo 50 así como la comisión de actos inconsistentes con el artículo 3 común de las Convenciones de Ginebra de 1949 y los artículos 4, 5, 6 y 13 del Protocolo II a las Convenciones de Ginebra de 1949. El 30 de enero de 2000, conforme al artículo 36 del Reglamento de la Corte, Alboria formuló tres objeciones a la jurisdicción de la Corte: 1. la falta de agotamiento de los recursos internos por parte de las presuntas víctimas con relación a sus condenas a la luz de los recursos de apelación pendientes ante las Corte Suprema de Alboria; 5 2. la falta de jurisdicción ratione materiae de la Comisión y la Corte para considerar y aplicar la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, y la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño; 3. la falta de jurisdicción ratione materiae de la Corte para considerar y aplicar el artículo 4 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, a la luz de los términos establecidos por Alboria al momento de aceptar la jurisdicción contenciosa de la Corte, que se reproducen a continuación: Conforme al artículo 62 de la Convención Americana, Alboria reconoce como obligatoria, ipso facto, y sin acuerdo especial, la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre todas las cuestiones relacionadas con la interpretación y aplicación de la Convención Americana, con excepción de las situaciones que requieran la interpretación y aplicación del artículo 4 de la Convención Americana en tiempos de guerra, situación en la cual la Corte no tendrá jurisdicción y que se regirá exclusivamente por el derecho y costumbres de la guerra, incluyendo las Convenciones de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales de 1977. La Corte Interamericana ha fijado una audiencia con el fin de escuchar los argumentos orales sobre las excepciones preliminares y el fondo del caso. Instrumentos Relevantes - Alboria Alboria es parte de los tratados que se detallan a continuación: 1. La Carta de la Organización de los Estado Americanos, ratificada en 1960. 2. La Convención Americana sobre Derechos Humanos, ratificada en 1970; declaración de aceptación de la jurisdicción contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, depositada en 1980, y en los términos reproducidos más arriba. 3. Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, ratificada in 1985. 4. Primera, Segunda, Tercera y Cuarta Convención de Ginebra de 1949, ratificada en 1950. 5. Protocolos I y II a la Convención de Ginebra de 1949, de 1977, ratificados en 1980. 6. Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, ratificada en 1990.