PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES La gestión de la Seguridad Social cien años después de la creación del Instituto Nacional de Previsión El 27 de febrero de 1908 se promulgó la Ley de creación del Instituto Nacional de Previsión, el famoso INP, cuya finalidad primordial fue la de difundir e inculcar la previsión popular, especialmente la realizada en forma de pensiones de retiro, administrando la titularidad de asociados que al efecto y voluntariamente se constituyeran. Se cumplen, pues, en febrero de 2008, los primeros cien años y Capital Humano lo quiere resaltar en el presente número haciendo un repaso a la gestión de esta institución que ya tiene un siglo. FELIPE MANZANO SANZ, Cuerpo Técnico Superior de la Administración de la Seguridad Social. Politólogo y Abogado S i bien el INP no fue el primer antecedente de protección social, pues hay que recordar al Instituto de Reformas Sociales, creado por Decreto de 23 de julio de 1903, y continuador de la Comisión de Reformas Sociales que había sido creada por Real Decreto de 5 de diciembre de 1883, el INP puede ser considerado el prototipo de organismo creado para la implantación desde el Estado de los seguros sociales obligatorios. De hecho el INP es el primer organismo autónomo de la Administración Pública en España, pues tenía personalidad jurídica F ICHA TÉCNICA Autor: MANZANO SANZ, Felipe. Título: La gestión de la Seguridad Social cien años después de la creación del Instituto Nacional de Previsión. Fuente: Capital Humano, nº 218, pág. 64. Febrero, 2008. Resumen: Con motivo de los primeros cien años de vigencia del Instituto Nacional de Previsión (INP), el experto en materia de prevención, Felipe Manzano, ha realizado un repaso por la evolución y los logros de esta institución en su primer centenario de vida. En las últimas cuatro décadas las transformaciones que ha experimentado la protección social en España, han constituido una auténtica revolución tanto desde el punto de vista económico como desde el puntos de vista social y jurídico. Por ello, el centenario de la promulgación de la Ley de creación del INP es un hito de perdurabilidad de la protección social en España, que merece, en su opinión, ser celebrado. Descriptores: Seguridad Social / Prevención. Capital Humano 64 064_a_Felipe Manzano_218.indd 64 propia, capacidad de obrar y disponía de autonomía funcional y financiera, además de una vertebración central y territorial que pervivió hasta el final de la transición político económica de los años setenta del siglo XX, pues por medio del Real Decreto–Ley 36/1978, de 16 de noviembre sobre gestión institucional de la Seguridad Social, la salud y el empleo, quedó fusionado con el Servicio del Mutualismo Laboral pasando a formar, desde entonces, el actual Instituto Nacional de la Seguridad Social. Este aniversario merece dos consideraciones de distinto perfil: una de signo socioeconómico, cual es la perspectiva de la Seguridad Social como vertebradora de la distribución de la riqueza social tanto en el pasado, como en el presente y, especialmente en el futuro. La otra, de signo estructural, la que atiende a la naturaleza de la gestión de los recursos humanos en una importantísima parte de la administración pública estatal de cara a la atención de los beneficiarios del sistema público de protección social. LA SEGURIDAD SOCIAL EN PERSPECTIVA Y EN PROSPECTIVA 1. En esta centuria que contemplamos, pero sobre todo en las últimas cuatro décadas, las transformaciones que ha experimentado la Nº 218 • Febrero • 2008 22-ene-2008 12:12:48 protección social en España, han constituido, naturalmente vistas en perspectiva, una auténtica revolución tanto desde el punto de vista económico, como ineludiblemente ligados al anterior, desde los puntos de vista social y jurídico. Así, de un régimen de protección basado en lo que en los albores del siglo XX se denominó de libertad subsidiada1, en el que el Estado era muy poco intervencionista se ha llegado, y se espera seguir llegando, a un sistema de protección integral en el que la situación de necesidad se configura como el eje primordial, con independencia de la condición del beneficiario, y en la que el Estado interviene previsoramente, incluso por encima de la previsión del ciudadano al que, no obstante, se le deja en condiciones de complementar libremente su protección. Podríamos decir entonces que, de una intervención estatal mínima hemos llegado a una intervención estatal media en la que se combina la naturaleza social de la protección, como logro irrenunciable de la sociedad industrial que pervive en la sociedad postindustrial, y en la que la intensidad de tal protección va a diferir en función de la cualidad laboral o extralaboral del beneficiario, con la libertad ahorradora o previsora del ciudadano a la que, sin embargo, se estimula, en la medida de su capacidad económica, Nº 218 • Febrero • 2008 064_a_Felipe Manzano_218.indd 65 mediante la vía de las deducciones fiscales e, incluso, últimamente, con posibilidades de rendimientos directos y casi inmediatos. Lo explicamos en los siguientes apartados, comenzando por una relación de hitos que rememoran, en síntesis, la evolución del sistema de protección social en España. PROTECCIÓN SOCIAL EN ESPAÑA 2.1. La intervención estatal, que podríamos denominar ampliada, llega a partir de un Real Decreto de 29 de julio de 1917 clave en el impulso y posterior establecimiento de un sistema de seguros sociales obligatorios que comenzó con el del Retiro2 Obrero Obligatorio, en 1919, y que ya en la exposición de motivos del Real Decreto que lo reguló, cohonestaba la necesidad de protección social, ante la intensificación de los retiros obreros, con la economía. El Reglamento General de enero 1921 complementó la regulación de este seguro social, determinando que para su gestión se encargasen entidades aseguradoras complementarias, lo que se hizo mediante otro Real Decreto de julio del mismo año. Como es conocido, al Retiro Obrero (transformado en 1939 en Seguro Obligatorio de Vejez y, en 1947, en Seguro de Vejez e Invalidez en siglas el SOVI, y que, en 1955 se 65 Capital Humano 22-ene-2008 12:12:49 amplía a la viudedad), le siguen otros seguros sociales obligatorios para cada tipo de contingencia, a saber: el Seguro Obligatorio de Maternidad, en 1929; el Seguro Obligatorio del Paro Forzoso, que con antecedente también en 1919, generalizó su protección con la creación de la Caja Nacional del contra el paro forzoso en 1931; el régimen de los Subsidios Familiares, en 1938; el Seguro Obligatorio de Enfermedad, en 1942; el Seguro de Enfermedad Profesional en 1947; el Seguro de Accidentes de Trabajo –que había tenido su primer antecedente en el primer seguro social español, la Ley de Accidentes de Trabajo del Ministro de la Gobernación, Eduardo Dato–; los seguros sociales de base profesional, el Seguro Escolar, en 1953, el Montepío del Servicio Doméstico, en 1959, y la Mutualidad Nacional de Previsión Social Agraria, en 1959; y, finalmente, el Seguro de Desempleo, sustituto del de paro forzoso, en 1961. y todos ellos, gestionados por el INP. 2.2. Paralelamente, a finales de 1940 comienzan a surgir los Montepíos y Mutualidades Laborales, como mecanismo de respuesta a la escasa intensidad de la protección de los distintos seguros sociales, constituyéndose por ramas de la producción (vidrio y cerámica; siderometalúrgica, construcción; minería del carbón, etc). Su naturaleza era pública, pues estaban tuteladas por el Ministerio de Trabajo, y de carácter complementario al conjunto de Seguros Sociales Obligatorios. Su base jurídica es la Ley de Montepíos y Mutualidades de Previsión Social, de 6 de diciembre de 1941, creándose tales entidades con independencia del INP; y con una estructura centralizada, el Servicio de Mutualidades Laborales (ulteriormente del Mutualismo Laboral), y otra periférica compleja pues llegaron a existir 28 Mutualidades Laborales de ámbito nacional, 12 de ámbito interprovincial, 2 de ámbito provincial y 33 de ámbito de empresa. 2.3. En esta situación dual de seguros sociales obligatorios y complementarios (aunque los complementarios también eran obligatorios), se llega a 1963 en la que, sobre este conglomerado, se crean las pautas ordenadoras de un auténtico sistema que englobase, desde una dimensión unitaria la protección social en España. Se promulga así la Ley de Bases de la Seguridad Social que, intenta, no sin tensiones, reordenar el conjunto asistemático de medios de cobertura y de organismos Capital Humano 66 064_a_Felipe Manzano_218.indd 66 de gestión, que se interferían, cuando no se superponían: el INP gestionaba los seguros sociales de accidentes de trabajo, el SOVI, el de enfermedad, el desempleo, el subsidio familiar, etc., mientras que en las mutualidades laborales se gestionaba la jubilación la invalidez, la viudedad, la orfandad y el favor de familiares y la denominada larga enfermedad. La ley, de 28 de diciembre de 1963, como su propio nombre indica sentó las bases de un auténtico sistema de seguridad social que, aunque con numerosas reformas, pervive en la actualidad, con una consideración conjunta de las contingencias y una financiación conjunta para todas ellas, con el principio de la solidaridad intergeneracional (es decir, una sola cuota para la protección de todas las contingencias, en lugar de un seguro para cada contingencia y una financiación de los beneficiarios –pasivos– por las aportaciones de los cotizantes –activos– en el Sistema); asimismo, el principio básico de tendencia a la unidad, no obstante la existencia de un régimen general, vertebrador del Sistema; y unos regímenes especiales en función de diversas peculiaridades en determinadas actividades profesionales; y, finalmente, la supresión del ánimo de lucro en la gestión de la recaudación y de la gestión de las prestaciones, lo que implicaba e implica una participación del Estado en el sostenimiento de tal sistema. En 1966, la Ley de Bases se articula por medio de dos Decretos-legislativos, de tal manera que el Texto Articulado I es, propiamente, la Ley de la Seguridad Social, cuya entrada en vigor, y el propio Sistema3, se produce el 1 de enero de 1967. El Texto articulado II, de procedimiento laboral, atribuyó a la Jurisdicción Laboral el conocimiento de las cuestiones litigiosas suscitadas en materia de Seguridad Social. 2.4. En 1972, el sistema creado sufre transformaciones importantes, en especial la supresión de la prescripción de las pensiones de jubilación y de supervivencia, la no exigencia de períodos de seguro previo para el acceso a las prestaciones en los casos de accidente no laboral; se extiende a todas las prestaciones derivadas de accidente de trabajo o de enfermedad profesional el recargo por falta de medidas de seguridad e higiene en el trabajo; y se modifica la cotización mediante bases tarifadas en función de las distintas Nº 218 • Febrero • 2008 22-ene-2008 12:12:50 categorías profesionales sustituyéndose (si bien paulatinamente) por bases de cotización calculadas en función de los salarios realmente percibidos por los trabajadores. Desde la vocación inicial de apoyar el ahorro individual 2.5. Estas modificaciones, de amplio calado y que en principio afectaron solo al Régimen General, dieron lugar, a la refundición en un solo texto, de la Ley de la Seguridad Social de 1966 y de la Ley de mejora y perfeccionamiento de la acción protectora de aquél régimen, de 1972, dando así lugar a la Ley General de la Seguridad Social en 1974. Este texto refundido pervivió hasta la actual Ley General de la Seguridad Social, de 1994 (otro texto refundido debido a las numerosísimas leyes modificadoras de la anterior). promulgación de la Ley de creación del INP es un hito la Seguridad Social (TGSS), Servicio Común que había sido creado por Real Decreto de 15 de septiembre de 1978, y caja única de recaudación y pago del Sistema, y con el Instituto Social de la Marina, forman, perviviendo en la actualidad, el modelo de gestión del Sistema de la Seguridad Social de base profesional4. 2.6. Como queda referido en el comienzo, en 1978, antes de la promulgación y entrada en vigor de la Constitución española, el Real Decreto-Ley 36/1978, de 16 de noviembre, suprime el INP y las Mutualidades Laborales, para crear, fusionado ambos organismos, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que junto con la Tesorería General de 2.7. La Constitución española de 1978, en su artículo 41, da un giro extensivo al modelo de protección social en España. En efecto, junto con el modelo que podríamos denominar, clásico, el de base profesional y contributivo, aparece otro, más conectado a la solidaridad, y con raíces remotas en la beneficencia, estatal que a la condición de Nº 218 • Febrero • 2008 064_a_Felipe Manzano_218.indd 67 de los trabajadores hasta la concepción irrenunciable de los derechos de seguridad el centenario de la de perdurabilidad de la protección social en España 67 Capital Humano 22-ene-2008 12:12:50 múltiples posibilidades de ahorro fomentadas con deducciones fiscales y estimuladas desde las propias entidades financieras con rendimientos a corto plazo, sobre todo para aquellos que quieren y pueden arriesgar. Se repite, así, en cierta medida la historia inicial en la que el fomento del ahorro tiene, a corto y a largo plazo beneficio para el ahorrador, que verá complementada, sobre todo a la hora de la jubilación, la protección estatal del Sistema de la Seguridad Social. La Constitución establece también, en su artículo 149.1.17ª, la competencia exclusiva estatal en la elaboración de la normativa básica (Ley y Reglamentos) y en el régimen económico de la Seguridad Social, sin perjuicio de la ejecución de sus servicios por las Comunidades Autónomas. La tensión establecida por esta cuestión competencial ha sido resuelta definitivamente por diversas Sentencias del Tribunal Constitucional, en el sentido de que la ejecución de los servicios no puede comprometer ni el sistema de caja única, ni la discriminación de los ciudadanos en la obtención de las diversas prestaciones, de ahí que la gestión de los recursos financiaros y de las prestaciones siga correspondiendo al Estado, a través del INSS y de la TGSS. seguro de la que, en sus orígenes, partió el Sistema de la Seguridad Social: se trata del nivel no contributivo, cuya derivación hay que entender de la dicción del precepto constitucional, «Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo…», es decir, la referida a todos los ciudadanos ante situaciones de necesidad. Junto a ello, la Constitución abre el abanico de la protección, con un nivel complementario libre, es decir, voluntario: «La asistencia y prestaciones complementarias serán libres». O sea, un nivel que, puede ser de gestión pública o privada y financiado por las aportaciones de los partícipes, integrado por las mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social (de escasa relevancia) y de las efectuadas a los Planes de Pensiones integrados en Fondos de Pensiones. Los planes de pensiones, en especial los individuales, gestionados en Fondos constituidos en entidades financieras ofrecen hoy en día Capital Humano 68 064_a_Felipe Manzano_218.indd 68 Finalmente, en su artículo 129.1, la Constitución prevé también la participación de los interesados en la Seguridad Social, lo que se logra, bien que de forma indirecta, a través del Consejo General, y de su Comisión Ejecutiva, del INSS. 2.8. Como consecuencia del artículo 41 de la Constitución, era preciso una regulación legal del nivel no contributivo establecido en el mismo, y una atribución concreta en la gestión del mismo. Ello sucedió con la Ley 26/1990, de 20 diciembre, de Pensiones no contributivas, que estableció las mismas en sus modalidades de jubilación, invalidez e hijo a cargo. El Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social, de 1994, atribuyó la gestión de tal nivel contributivo al INSS. 2.9. En 1995, saltaron las alertas sobre la viabilidad financiera del Sistema, en especial en lo que hacía a las pensiones del nivel contributivo. Por ello, el conocido por la opinión pública como “Pacto de Toledo”, dio lugar a un amplio acuerdo parlamentario para seguir en la línea, ya iniciada en 1985, de racionalización y consolidación financiera Nº 218 • Febrero • 2008 22-ene-2008 12:12:50 y presupuestaria y que se tradujo en la Ley 24/1997, de 15 de julio. A partir de esta ley, se establece la separación financiera de la Seguridad Social, adecuando sus fuentes de financiación a sus obligaciones, de tal manera que todas las prestaciones de naturaleza no contributiva y de extensión universal pasan a financiarse mediante aportaciones del Estado, mientras que las prestaciones contributivas lo hacen con las aportaciones de empresas y de trabajadores. Y aún más importante es la constitución de reservas, con cargo a los excedentes de cotizaciones sociales que puedan resultar de la liquidación de los Presupuestos, con el fin de atenuar los efectos de los ciclos económicos desfavorables. Es decir, para asegurar el futuro del Sistema de la Seguridad Social, el Estado, se podría decir que es previsor sobre la previsión, de tal manera que en épocas de bonanza económica ahorra para futuros en coyunturas menos favorables. Fruto de ello, es la Ley 28/2003, de 29 de septiembre, reguladora del Fondo de Reserva de la Seguridad Social5. 2.10. La reforma continua del Sistema se plasma, en nuestros días, en otras reformas legales desde la Ley 35/2002 de 12 de julio, de medidas para el establecimiento de un sistema de jubilación gradual y flexible, la Ley 45/2002, de 12 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma del sistema de protección por desempleo; y las reformas parciales introducidas en prácticamente todas las leyes de medidas fiscales, administrativas y del orden social (las famosas “leyes de acompañamiento” a las de los Presupuestos generales del Estado); pasando por la Ley Orgánica 3/2007 de 22 marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres y la Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del trabajo autónomo. Por todo lo que antecede, se puede afirmar, en corolario de este gran apartado que, la Seguridad Social en España parece tener el futuro asegurado. La aportación social y económica, a la base de la pirámide6 de nuevos cotizantes provenientes de nuevos flujos poblacionales (con clara, pero no única, relevancia de los inmigratorios) y la previsión legislativa basada en un pacto de Estado, así parecen demostrarlo. La intensidad en la protección podrá variar, pero el precepto constitucional seguirá siendo aplicable: pa- Nº 218 • Febrero • 2008 064_a_Felipe Manzano_218.indd 69 ra todos los ciudadanos ante situaciones de necesidad, siendo un elemento esencial de justicia redistributiva de la riqueza en función de la solidaridad intergeneracional y financiera estatal. Y, desde un punto de vista jurídico, en conclusión se puede afirmar, desde los orígenes hasta la actualidad que a esta rama del Derecho público, el Derecho de la Seguridad Social, desgajado aunque muy conectado al Derecho laboral, en su construcción y constante evolución, se lo tenga alejado, en buena medida, de la lógica jurídica pues su plasmación normativa depende ineludiblemente de la consideración económica de la protección social, y por tanto, de la economía. LAS ENTIDADES GESTORAS DE LA SEGURIDAD SOCIAL EN SU MISIÓN DE DADORAS DE EMPLEO PÚBLICO Y DE SERVICIO PÚBLICO El INP, como después las Mutualidades Laborales, y ahora el INSS, el ISM, y los Servicios Comunes (Tesorería General y Gerencia de Informática) son el reflejo, en la gestión de la Seguridad Social, de la evolución histórica del m ismo y siempre han tenido un importante reflejo, tanto cuantitativo, como especialmente, cualitativo en la Administración del Estado (hoy, Administración General del Estado). El número de funcionarios adscritos a dichos organismos, incluso con cuerpos específicos (Técnicos, Letrados, Interventores, Auditores, etc.), ha sido y es muy importante desde el punto de vista del empleo público y desde el de la gestión de los recursos humanos que lo integran. Las Entidades Gestoras, con las atribuciones legales de reserva de nombre, exenciones tributarias, régimen de personal y relaciones internacionales; y con las características de descentralización, articulación pluralista y participación de los interesados, constituyen la expresión institucional y humana del cumplimiento de las obligaciones de los El condicionante económico y las diversas situaciones políticas del Estado, han desembocado en una Seguridad Social de carácter universalista y con una gestión altamente especializada dentro de la Administración General del Estado 69 Capital Humano 22-ene-2008 12:12:51 sujetos incluidos en el campo de aplicación del Sistema de la Seguridad Social y del reconocimiento de los derechos que tales obligaciones conllevan. Ello quiere decir, que probablemente con mayor intensidad que en ningún otro nivel de la Administración Pública (con excepción, claro es, de la sanidad pública –encuadrada, por cierto, en sus inicios y hasta la creación del Instituto Nacional de la Salud, en el INP–), las Entidades Gestoras dan la cara, día a día, ante los cientos de miles de usuarios (sujetos obligados –empresarios y trabajadores– y beneficiarios) a los que atienden. Ello ha exigido siempre, y más desde la creación de las actuales Entidades un esfuerzo de los directivos de las mismas en formación del personal, en especial, del que está en la tarea diaria de información y de tramitación de los correspondientes expedientes de reconocimiento de los derechos y de la gestión de las obligaciones. En tal sentido, la creación de las Agencias de la Tesorería General de la Seguridad Social, y de los Centros de Atención de la Seguridad Social (CAISS), dependientes jerárquica y funcionalmente, y respectivamente, de las distintas Direcciones Provinciales de la TGSS y del INSS, permiten estar más cerca del usuario, con la actuación debida de profesionalidad, imparcialidad, independencia y objetividad. Además, y por supuesto, actualmente diversos medios telemáticos se ofrecen al usuario de la Seguridad Social: un teléfono gratuito de atención (900 16 65 65), una página web propia www.seg-social.es, y una Carta de Servicios del INSS, que se puede encontrar en dicha página web, y que ofrece un compromiso de auténtica calidad. \ CONCLUSIÓN Hace sólo dos años se conmemoraba, y también CAPITAL HUMANO estuvo atenta a la efeméride, el centenario de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Hoy se hace de la creación y germen de las entidades gestoras de la protección social en España, cual fue el Instituto Nacional de Previsión. El condicionante económico y las diversas situaciones políticas del Estado, han desembocado en una Seguridad Social de carácter Capital Humano 70 064_a_Felipe Manzano_218.indd 70 universalista y con una gestión altamente especializada dentro de la Administración General del Estado que, adaptada a los tiempos de la inmediatez en la transmisión de la información contribuye, a la redistribución de la riqueza y a la atención personalizada de las situaciones de necesidad, según el modelo constitucionalmente establecido y financieramente controlado. Por ello, desde la vocación inicial de apoyar el ahorro individual de los trabajadores hasta la concepción irrenunciable de los derechos de seguridad social como conquista de los ciudadanos, el centenario de la promulgación de la Ley de creación del INP es sólo un hito de perdurabilidad de la protección social en España, que merece, sin embargo, ser celebrado. NOTAS 1 Concepto que significaba que el Estado intervenía solamente en fomento y apoyo de la previsión individual y siempre que se tratase de un trabajador; es decir, la fórmula consistía en que si el trabajador había ahorrado, durante su vida activa, se le concedía un premio que venía a aumentar su ahorro, que era mayor o menor según la cuantía ahorrada; pero se trataba de un seguro voluntario, de ahí la denominación. 2 Hoy, jubilación. 3 Es curioso, no obstante, que aún en el siglo XXI, se siga utilizando la expresión “nóminas y seguros sociales”, para referirse a la elaboración de los documentos de pago de los asalariados que incluye la cotización a la Seguridad Social, cuando el Sistema y, por ende, la propia denominación comienzan a tener vigor en España, como queda dicho, el 1 de enero de 1967. 4 Al que hay que unir el Instituto Nacional de Empleo (INEM), hoy Servicio Público Estatal de Empleo, gestor de las prestaciones por desempleo, claro continuador del INP en la protección social de los desempleados. 5 No obstante la creación de este Fondo de Reserva tiene como antecedente el citado Real Decreto-Ley 36/1978, de 16 de noviembre, que, en su disposición adicional segunda, establecía que «En la Tesorería General se constituirá un fondo de estabilización único para todo el Sistema de la Seguridad Social, que tendrá por finalidad atender las necesidades originadas por desviaciones entre ingresos y gastos. Esta reserva de estabilización será invertida de forma que tenga el grado de liquidez, rentabilidad y seguridad técnicamente precisas» 6 Pirámide constituida en la base por los cotizantes y en los estratos superiores por los beneficiarios, casi invertida a finales de los años ochenta. Nº 218 • Febrero • 2008 22-ene-2008 12:12:51