1 Capítulo 3. Los SCA sin apoyo externo 1. Introducción Los SCA

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Capítulo 3. Los SCA sin apoyo externo
Es importante romper el silencio
de las personas que hablan más allá del habla
(Angel Rivière, en Sotillo et al., 1993)
1. Introducción
Los SCA sin ayuda están estrechamente ligados, desde antiguo, a la educación y reeducación
de las personas con sordera profunda prelocutiva con el objetivo principal de desarrollar la lengua oral,
en un primer momento, y posteriormente la lengua escrita. Se puede decir que a la evolución de los
SCA sin ayuda han contribuido tres factores: (1) la alfabetización y la integración escolar del alumnado
con sordera, (2) los progresos en detección y estimulación temprana y (3) los avances en
psicolingüística, psicología básica y tecnología (figura 3.1).
Figura 3.1. Fundamentos psicolingüísticos de los SAC sin ayuda
Fecha Aportación psicológica
1879 Nacimiento de la Ps.
Científica. Wundt
1880 Introspeccionismo
1913 Nac. del Conductismo:
Esquema:
Lenguaje = R motora
Énfasis en los productos
1953 Insuficiencia del esquema
E R
Aportación psicolingüística
Nacimiento de la lingüística
moderna. Saussure (París)
Constructivismo global
Eventos y sistemas
Signos metódicos
Primeras bases de signos
Congreso de Milán: el
habla como fin en sí misma
Estructuralismo analítico
Modelos organicistas
Oposiciones fonológicas como Modelos periferialistas
núcleo de la lengua (Jacobson) Modelos fonéticos
Estructuralismo analíticosintético.
Sistema S.U.V.A.G.
1956 Nac. del Cognitivismo
Paradigma del P.I.
Esquema: E O R
Énfasis en los procesos
1957 Skinner: Conducta Verbal Chomsky:
Estructuras sintácticas
Formalismos lingüísticos
Matematización del lenguaje
1960 Simulación de procesos
Stokoe
psicolingüísticos
Sing Language Structures
1967 Lenguajes naturales
Chomsky:
vs.
Lenguaje y Significación
Lenguajes artificiales
1
Método Verbotonal
Estructuro-Global
Claves y Organigramas
Fitzgerald, Montessori,
Perdonchini, Delgado,
Barry, Etc.
Énfasis en los modelos
sintácticos
Cornett:
Cued Speech
La Palabra complementada
1972 Interés de los sordos en
investigación básica
Stokoe:
Semiótica y LS humanos
Reconocimiento oficial de la
LS por la SLI
1978
Schlesinger:
Comunicación Bimodal
Lingüística y N.T.I.C.
Políglotas naturales
Industria de las lenguas
Lingüística comparada y
Estudios fisiológicos
Bimodales
Comunicación Total
Congreso de Hamburgo
Impulso oficial al Lenguaje
de Signos
Modelo Oral
Complementado (MOC)
1980 Fracaso de la IA en
Lenguajes naturales
1990 Primeros Estudios de
Logopedia
S.U.V.A.G.: Sistema Universal Verbal Auditivo Guberina
SLI: Sociedad Lingüística Internacional
NTCI: Nuevas tecnologías de la información y comunicación
En el presente capítulo se muestran los principales SAC sin ayuda disponibles en la actualidad,
incluyendo también la lengua de signos, que aunque, en sí misma, es un sistema alternativo, muchas
veces se toma como sistema aumentativo para acceder a la lengua oral y escrita, sobre todo en los
programas bilingües.
Los signos manuales con contenido lingüístico están presentes en distintas modalidades de CA.
Los signos suelen ser siempre los mismos, aunque se usen en sistemas de CA muy distintos, lo que ha
provocado muchas confusiones. En ámbitos no especializados es frecuente identificar como LS
cualquier sistema que use las manos. Por eso es oportuno clarificar algunos conceptos antes de
adentrarnos en cada uno de los sistemas que usan signos manuales con contenido lingüístico. En este
capítulo se centrará la atención en tres puntos principales: 1) distinción entre sistemas y opciones
metodológicas, 2) fundamentación de cada uno de los sistemas con vistas a la toma de decisiones sobre
el sistema más oportuno en cada caso concreto, 3) aprendizaje procedimental de los cuatro sistemas
principales: dactilología, lengua de signos, bimodal y palabra complementada.
Dactilología: es la versión manual del alfabeto. Consiste en representar las letras del alfabeto mediante
formas manuales. Cada letra tiene su forma concreta, distinta de cualquier otra, por eso entre letras y
formas manuales hay una relación biunívoca: a cada letra le corresponde una forma manual y a cada
forma manual le corresponde una letra. De ahí que en datilología no sea necesario articular para
entender lo que se transmite. Todos los lenguajes de signos hacen uso de la dactilología en mayor o
menor medida. Sin embargo, hay que saber que la dactilología no pertenece a la LS, sino que es un
préstamo que recibe de la lengua oral.
Lengua de signos: es la lengua natural de las personas sordas y como tal es un sistema alternativo a la
lengua oral. Fue incluida en el catálogo de lenguas naturales vivas por la Sociedad Lingüística
Internacional (SLI) en 1972, al reconocer las peculiaridades de sus distintos niveles de análisis (léxico,
morfológico, sintáctico y pragmático). Lo que más destaca en la LS es su estructura gramatical propia y
la representación de los signos lingüísticos mediante movimientos para ser percibidos por la vista. La
LS cede su vocabulario a los distintos sistemas de CA orales.
Bimodal: es el uso simultáneo de palabras articuladas y signos gestuales manteniendo la estructura
sintáctica de la lengua oral. El bimodal es un sistema complementariodel oral. El receptor recibe de dos
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modos, -palabra y signo manual- , el mismo concepto. El soporte signado del bimodal no siempre es
segmento a segmento (cada palabra un signo), sino que hay mayor o menor ajuste dependiendo de las
necesidades comunicativas y otras circunstancias.
Oral signado: es el uso simultáneo de palabras y signos manteniendo la estructura sintáctica de la
lengua oral. La diferencia entre bimodal y oral signado está en que el bimodal signa preferentemente las
palabras con contenido semántico (verbos, adverbios, sustantivos y adjetivos), mientras que el oral
signado signa de manera estricta todas y cada una de las palabras de la frase oral, o sea, hay
paralelismo exacto entre palabras y signos, de ahí que también se llame oral signado exacto.
Comunicación Total: es el uso simultáneo de signos y de palabras, además de otros apoyos como
escritura, pictogramas, etc. Responde a la filosofía de “lo importante es comunicar, lo de menos es
cómo se comunica”. A efectos prácticos equivale al oral signado o bimodal, dependiendo del mayor o
menor ajuste entre palabras y signos.
Pidgin: hace referencia al uso de vocablos de dos lenguas con una estructura sintáctica muy simple. Es
lo que ocurre cuando interactúan dos culturas con dos lenguas distintas. En estos casos, mientras que
los adultos desarrollan un sistema de comunicación llamado Pidgin, los niños desarrollan una verdadera
lengua a partir del Pidgin de sus padres.
Lengua criolla: lengua desarrollada por los niños a partir del Pidgin de sus padres. Las lenguas criollas
son una magnífica oportunidad para estudiar los mecanismos innatos o la especial habilidad que tienen
los niños para el lenguaje, incluso cuando son expuestos a estímulos degradados y escasos. Los niños
aprenden la lengua de su entorno incluso en situaciones de gran ruído y pobreza de estímulos.
2. El marco teórico de los SCA sin apoyo externo
Teniendo en cuenta los principales destinatarios de los SAC sin ayuda, las personas afectadas
de sordera, se debe enfocar el tema refiriéndose, de salida, a las dos grandes opciones metodológicas:
oralismo y gestualismo, que son opciones fundamentales en el sentido más estricto de la palabra, o
sea, decidirse por una u otra como vehículo para el desarrollo cognitivo-lingüístico es una cuestión de
máxima trascendencia. Esta decisión no sólo va a influir en la percepción y representación mental del
mundo, sino que va a establecer diferencias fisiológicas en las áreas corticales responsables del
procesamiento auditivo y visual. Otra cosa son los sistemas o métodos de intervención, que son distintas
maneras de enfrentarse desde la opción oralista al desarrollo lingüístico del niño sordo. Analizaremos
primero las dos opciones gestual y oral y, posteriormente, los tres sistemas principales destinados a la
intervención: la dactilología, el sistema bimodal y la palabra complementada. Mención especial merece
la LS, cada día más presente en el ámbito educativo dentro los programas bilingües.
Entre los sistemas que emplean signos manuales sin valor lingüístico destaca la palabra
complementada, que será tratada más adelante en un apartado propio para que no se confunda con los
sistemas que, de alguna manera, están relacionados con la lengua de signos.
2.1. La opción gestual
Las investigaciones de Stokoe en la década de los 60 sobre el Lenguaje de Signos Americano
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convencieron a la SLI (sociedad lingüística internacional) para que en 1972 incluyera a las lenguas de
signos entre las lenguas naturales vivas. Siguiendo los estudios de Stokoe sobre elAmeslan (American
Sign Language), han ido apareciendo estudios sobre las lenguas de signos de distintos países, también
de la española, encontrándose en todas ellas los componentes básicos de una lengua natural. Estos
recientes estudios han avivado el debate sobre si la lengua de signos debe ser la primera, y en muchos
casos la única, a la que deben ser expuestos los sordos. Los defensores de esta hipótesis se apoyan en
dos argumentos: 1) los niños sordos, puestos en ambiente de lengua de signos, aprenden esta lengua de
forma espontánea, natural y similar a como los oyentes aprenden su lengua materna oral y 2) los signos
gestuales son un código lingüístico específico, tan útil para emitir y recibir información como cualquier
otro código oral.
Los estudios realizados comparando el desarrollo lingüístico de niños sordos y oyentes, los
primeros en lengua de signos y los segundos en su lengua oral, no encontraron diferencias significativas
hasta los siete años de edad. Los niños sordos en lengua de signos recorren las mismas etapas que los
oyentes en lenguaje oral. Más aún, estos estudios confirman que los primeros signos preceden a las
primeras palabras y que como gestos prelingüísticos son universales y se dan por igual en niños sordos
y en niños oyentes. Incluso se ha constatado que los niños sordos, aunque no están formalmente
expuestos a la lengua de signos, acaban desarrollando un sistema gestual parecido a una lengua, algo
que se tomó como prueba de la universalidad del sistema gestual. Algunos autores (Marschark et al.,
1998) analizando los movimientos orofaciales durante el lenguaje de signos y el bimodal, más la
confluencia universal de la mano y de la boca en la comunicación humana cara a cara, proponen la
hipótesis del posible origen común de la comunicación signada y hablada. En cualquier caso, a la lengua
de signos le sobran ya argumentos para estar presente en el concurso de las lenguas como una lengua
más.
Pese a los datos arriba expuestos, el lenguaje de signos como primera y única opción abre
serios interrogantes que todavía no han tenido respuesta científica concluyente: 1) al no tener fonología
¿cómo contribuye el lenguaje de signos al aprendizaje lectoescritor, donde la fonología juega un papel
clave, sobre todo en las lenguas de ortografía transparente, como es el caso del español? 2)
aproximadamente el 95% de los niños sordos son hijos de padres oyentes, que suelen tener
conocimientos muy limitados de la LS, ¿será esto suficiente para que el niño desarrolle un lenguaje
básico completo? 3) A nivel pragmático, independientemente de que la lengua de signos cumpla todos
los requisitos de una verdadera lengua, cosa que hoy nadie pone en duda, ¿conviene limitarse a la
lengua de signos cuando todo el entorno sociocultural es oral? 4) Determinados aspectos de la lengua
oral, v.gr.: la fonología, que juega un papel decisivo en procesos cognitivos como la memoria-cortoplazo o en tareas cognitivas como la lectura, está sometida a períodos críticos muy tempranos ¿qué
tipo de fonología adquirirán los sordos y cómo la usarán si son tardíamente expuestos a la lengua oral?
2.2. La opción oral
El Congreso de Milán (1880) impuso el oralismo dejándose llevar más de sentimientos que de
conocimientos. Un siglo después, el Congreso de Hamburgo (1980) hace otro tanto con el gestualismo,
como reacción en contra del oralismo. Sin embargo, actualmente hay datos empíricos para justificar la
opción oralista y optar por ella con fundadas garantías de éxito si se cumplen determinadas condiciones.
Investigaciones hechas en las dos últimas décadas con neonatos e incluso con no-natos durante las
últimas 6 semanas de embarazo, confirman que el sujeto humano conoce ya distintos aspectos de la
lengua oral en el momento de su nacimiento o muy poco tiempo después de nacer (cfr. Tema 2:
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desarrollo fonético-fonológico para un resumen organizado cronológicamente y Melher et al. (o.c.),
para una revisión detallada).
En resumen, antes de los 35 meses de edad, el niño oyente ha aprendido lo mejor o más
básico del lenguaje y ha categorizado los sonidos de la lengua o lenguas orales de su ambiente. Esto
mismo también lo consiguen los sordos si disponen de estimulación temprana adecuada.
Estas investigaciones en psicología básica sobre los procesos psicolingüísticos, más los avances
tecnológicos en procesamiento del habla, que han logrado reducir y mejorar las prótesis hasta niveles
inimaginables hace muy pocos años, hacen que la aproximación oral vuelva a contemplarse con
optimismo desde el punto de vista profesional.
3. Algunas peculiaridades de la lengua de signos
La LS ha sido, desde tiempos inmemoriales, el recurso natural para la comunicación dentro de
la comunidad sorda, que la aprende de forma natural y se convierte para ellos en una lengua necesaria,
útil y práctica.
La LS, hasta alcanzar el reconocimiento de lingüistas y rehabilitadores que hoy tiene, ha sufrido
muchos avatares: el Congreso de Milán en 1880 la prohíbe imponiendo el oralismo como única vía de
educar y reeducar al sordo; en 1972 la SLI la incluye en el catálogo de las lenguas vivas naturales; en
1975 se celebra el Congreso mundial de sordos en Washington se ve la conveniencia de que
determinados alumnos sordos sean instruidos mediante LS; en el Congreso de Helsinki en 1986 la
Federación Mundial de Sordos asume un fuerte compromiso sobre la LS como bandera y signo
identificador de la comunidad sorda; en el Congreso de Hamburgo de 1980 sale robustecida; en 1988
el Parlamento Europeo reconoce la LS como lengua oficial de los sordos y se dota económicamente
para su investigación y en 1995, por lo que a España se refiere, el Real Decreto 2060/1995 regula los
estudios de intérprete de LS.
La LS es un sistema simbólico signado manual. Los signos manuales son unidades léxicas de
carácter logográfico, que pueden agruparse en tres categorías atendiendo a su distinto grado de
arbitrariedad:
1) signos deícticos: como su nombre indica se caracterizan por señalar aquello a lo que se hace
referencia en el discurso,
2) signos representativos: se centran en la mímica natural para comunicar cuando el
conocimiento de la lengua es escaso o se quiere representar el uso de objetos, acciones, etc.
3) signos arbitrarios: son signos simbólicos, aunque en su origen fueran icónicos o miméticos.
Hay que aprenderlos formalmente y pueden agruparse en:
- los que representan un rasgo o cualidad de la cosa representada, v.gr.: Córdoba señalando el
borde del sobrero cordobés; París colocando sobre la palma de la mano no dominante los dedos
pulgar, índice y medio y subiéndolos mientras se cierran, simulando así la torre Eiffel,
- los que reproducen la forma del objeto, v.gr.: botella, mundo, estrella...
- los que reproducen una acción característica, v.gr.. médico = tomar el pulso, plátano = pelar
el plátano,
- los que representan el movimiento, v.gr.: andar, saltar, encima, debajo...
- los que representan distintivos profesionales, v.gr.: militar = señalar los galones en la manga,
presidente = tocando campanilla para poner orden,
- los que son representados por abreviaturas en dactilología, v.gr: azul, si, no,
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- los que indican zonas del cuerpo donde se lleva a cabo la acción, v.gr.: pensar, listo, torpe...
- los conocidos con el nombre de “bautismo mímico”, v.gr.: signos inventados por los sordos
para nombrar a las personas, principalmente referidos a algún rasgo destacado,
- los que no se rigen por ninguno de los anteriores, son los más arbitrarios.
Además, la LS, como verdadera lengua natural, tiene su gramática propia, tanto a nivel
fonológico como sintáctico. Al primer nivel corresponden los 6 parámetros del signo manual:
- quirema: forma de las manos
- toponema: lugar donde se hace el signo
- kinema: movimiento de la mano
- kineprosema: la dirección del movimiento
- keirotropema: la orientación de la mano
- prosoponema: la expresión de la cara
Al segundo nivel corresponden las formas para designar el género, número, los tiempos
verbales, etc. En la sintaxis de la LS hay reglas que la diferencian de la sintaxis de la lengua oral, por
ejemplo, el orden de los signos en el enunciado es el orden natural en que suceden los acontecimientos,
es como una secuencia de película;
se usan signos manuales acompañados de expresiones faciales
y corporales, por lo que la información ofrecida en un momento dado puede ser muy variada. Entre las
posibles expresiones faciales (figura 3.1) destacan las seis primeras: alegría, tristeza, dolor, enfado,
asombro y repugnancia. Esto hace que las distintas LS tengan más en común entre sí que cualquier LS
en relación a la lengua oral de su entorno. La LS tiene tanta complejidad gramatical como cualquier
lengua oral. Viendo cómo los niños sordos desarrollan la LS, los investigadores se han preguntado
cuánto de la LS es innato y cuánto aprendido. Los datos actuales sostienen que determinados aspectos
estructurales se deben más a componentes innatos que a adquiridos.
Las psicólogas Elisa Newport, Jenny Singleton y Daniela Ross han estudiado cómo los niños
sordos americanos hijos de padres oyentes desarrollan su LS. Lo primero que han encontrado es que
los niños sordos que aprenden la LS tardíamente usan una lengua más simplificada que los que la
aprenden muy pronto. Analizando la LS de los padres oyentes vieron que el 50% de las veces los
adultos hacían mal los signos que expresan tiempo y movimiento. Pues bien, a pesar de esto los niños
sordos a los 8 años habían adquirido estas funciones al 100%. Citan el caso particular de una niña,
Sara, cuya madre sólo signaba correctamente el 20% de lo que decía y sin embargo la niña a la edad
de 10 años nunca cometía errores sintácticos.
Susan Goldin-Meadow, Univ. de Chicago, descubrió que los niños sordos y sus padres se
comunicaban con signos sin ningún tipo de aprendizaje previo con una diferencia importante: mientras
estos niños organizaban sus signos en una gramática rudimentaria, sus padres no la desarrollaban
espontáneamente.
Goldin-Meadow y Carolina Mylander, investigando con niños sordos chinos vieron que éstos
desarrollaban una gramática más parecida a la LSA que a la gramática de la lengua oral china, o sea,
organizaban sus signos más ergativa que acusativamente, que es propio del inglés hablado. Ergativo y
acusativo hacen referencia a cómo se marcan los sustantivos en las frases, según sean transitivas o
intransitivas. En las frases transitivas, ambas lenguas, ergativas y acusativas, distinguen entre sujeto y
objeto del verbo, distinguen entre el que come (sujeto) y lo comido (objeto) colocando el sujeto antes
del verbo (1):
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(1) [el ratón come queso]
Sin embargo, en las frases intransitivas la organización es distinta, según la lengua sea ergativa o
acusativa. Mientras que el inglés sitúa o marca “el ratón” igual en ambas frases, o sea, poniéndolo en
ambos casos delante del verbo (1) y (2), las lenguas ergativas, como el chino, el georgiano y parece ser
que también la LS, marcan “el ratón” en la frase intransitiva como “lo comido” de la frase transitiva
(3):
(2) [el ratón corrió hacia el agujero]
(3) [va el ratón hacia el agujero]
El agente en la frase intransitiva ocupa el lugar del paciente, distinguiéndose así lingüísticamente
del agente en la frase transitiva. Sin embargo en las lenguas acusativas, como el inglés o el español, los
actores intransitivos son tratados como los actores transitivos, no como pacientes. Ambos actores
preceden al verbo (1) y (2), mientras que los pacientes siguen al verbo (3).
En las tres últimas décadas ha habido un doble interés en relación con la lengua de signos: por
una parte, se ha investigado desde el punto de vista lingüístico y se ha puesto de manifiesto que reúne
todos los componentes esenciales, algunos de gran plasticidad y belleza, de una lengua; por otra parte,
se ha investigado desde el punto de vista socio-educativo y los resultados han puesto de manifiesto el
interés que tiene esta lengua para un grupo de personas, pues a través de la lengua de signos, que
aprenden con naturalidad (Lepot-Froment et al. 1996) y con la que están identificados, se expresan,
piensan y se sienten miembros de una comunidad.
3.1. ¿Bimodal o Lengua de signos?
Esta pregunta, demasiado frecuente por cierto, no tiene mucho sentido, pues no se trata de
elegir una u otra opción como si fueran intercambiables, ya que son sistemas muy distintos. Optar por el
bimodal es simplemente optar por el oralismo. Todavía la confusión es mayor cuando se elige el
bimodal creyendo que así el niño sordo estará expuesto tanto a la lengua oral como a la LS.
El bimodal es una mala base para aprender un idioma. Fleetwood et al. (1998) critican la
ampulosidad del bimodal, que obliga al hablante a emplear el doble de tiempo que se necesitaría para
producir una misma frase hablada o signada. El tiempo que lleva muchas veces hacer una frase en
bimodal hace que el niño olvide el principio de la frase cuando llega al final. Además, como el bimodal
no es una verdadera lengua, sino un complemento de la lengua oral, no refleja bien ni la gramática de la
lengua oral ni de la LS. Por ejemplo, en (4):
(4) [Juan está corriendo],
los signos del bimodal no recogen el matiz -endo del gerundio y sólo se ve [Juan corre(r)]. Y es que es
difícil adquirir la gramática del oral cuando ésta no se ve, concluye esta autora.
3.2. La LS como lengua básica
La LS puede ser una lengua básica o materna como cualquier otra lengua natural. En este
sentido cumple un papel cognitivo de primera magnitud, pues la mente necesita antes que nada
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equiparse con una lengua completa que sirva para comunicar, aprender y pensar. Pero además, la LS
no tiene por qué perjudicar, sino todo lo contrario, al desarrollo de la lengua oral. Más aún, se ha
encontrado una fuerte relación entre el dominio de la LS y la capacidad lectoescritora, pues aspectos
que prima la LS, como el desarrollo léxico o el conocimiento enciclopédico, favorecen la comprensión
lectora. Ahora bien, el hecho de que correlacionen nivel lector y dominio en LS no hay que tomarlo
como que la LS es la causa del nivel lector, pues se olvida con frecuencia que correlación no es
causalidad. Además, los datos sobre LS y nivel lector están sacados de estudios americanos con el
Ameslan (american sign language –ASL-) donde la dactilología o los primeros parámetros en la
confección de un gesto, como hacer la primera letra o sílaba de una palabra para designar la palabra
completa, como ocurre en taquigrafía, son aprovechados por el lenguaje oral.
4. Algunas peculiaridades de la dactilología
La dactilología consiste en hacer el alfabeto con signos manuales. Cada signo tiene una forma
manual concreta. Letra y signo manual se relacionan biunívocamente, o sea, a cada letra le corresponde
un signo concreto y a cada signo le corresponde una letra concreta (cfr. Figura 5.1 del cap. 5). Por esta
razón la dactilología no exige la articulación simultánea, que por otra parte sería muy difícil. Por
ejemplo, ¿cómo articularías “extraño” al mismo tiempo que deletreas en el aire las letras
correspondientes?
Si se deja a un lado la lengua de signos, la dactilología es el sistema más antiguo ligado a los
primeros intentos por rehabilitar al sordo, allá por el s. XVI. De origen español y autoría no aclarada
todavía, la dactilología ha llegado hasta nuestros días y se usa en todo el mundo sin variaciones
importantes.
La dactilología, en principio, es un sistema manual distinto de la LS y su uso sólo estaría
justificado desde la perspectiva oralista, pues equivale a deletrear con la mano en el aire el abecedario.
Sin embargo, todos los sordos la conocen y usan, incluso hay lenguas de signos, como el ASL
(ameslan: American Sign Language), donde juega un papel muy importante.
Tomando la dactilología como base se han desarrollado dos métodos de rehabilitación, a saber,
el método Rochester, en Estados Unidos, y el Neooralismo ruso, con sede en Moscú. Son dos casos
particulares de los que no se conocen resultados basados en datos experimentales, si bien las ventajas
en el desarrollo lingüístico del alumnado sordo son visibles, en opinión de sus defensores. Padden
(1996) apoya la hipótesis de emplear la dactilología a edad temprana. Por el momento, no hay datos
suficientes a favor de la dactilología como sistema que tenga ventajas sobre el bimodal y la palabra
complementada en el periodo de estimulación temprana y sí hay argumentos en contra, basados en
investigaciones sobre la adquisición de la consciencia fonológica en lo relativo a la segmentación de
fonemas (Schiavetti et al, 1998). Quizás próximas investigaciones en esta línea con bebés expuestos a la
palabra complementada puedan arrojar luz sobre este tema, dado que en la palabra complementada,
aunque domina la sílaba, también hay una frecuente presentación del fonema consonántico aislado.
La dactilología, teóricamente, ha de ser útil en el establecimiento de la consciencia fonológica a
nivel de segmentación fonémica, máxime en lenguas de ortografía transparente, como el español o el
ruso y en este sentido sí que hay datos empíricos (Grushkin, 1998) apostando por la dactilología como
método correcto para la enseñanza de la lectura.
El uso más general que se le ha dado a la dactilología ha sido el de soporte para descifrar,
transmitir o aclarar palabras ambiguas (Suttan-Spence et al. 1998).
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Una de sus limitaciones, que no la única, es la lentitud, pues si se diera el caso de poder hacer
con las manos más de 8 fonemas/seg., se produciría el fenómeno de envolvente cinético, que no
permitiría a la vista discriminar unas formas manuales de otras, igual que ocurre con la sucesión de
imágenes en el cine.
¿Cómo adquieren el deletreo dactilológico los niños rehabilitados con sistemas cuyo principal
componente es la dactilología? La historia de Alice (29), lo ilustra: a partir de los 2 años empezó a
producir algunos signos introducidos; a los 2'4 años descubrió que tenía un nombre en LS y otro en
dactilología; entre 2'8 y 3 años, su padre, sordo especialista en sordos, intentó sin éxito enseñarle el
alfabeto dactilológico; a los 3'6 años componía algunas letras de su nombre con una mano de goma; a
los 3'7 años empezó a deletrear en dactilología algunos nombres de su familia; a los 3'10 captaba la
primera y última letras de las palabras articuladas en dactilología; a los 4 años memorizó algunas
secuencias en dactilología leyendo cuentos; a los 4'5 años inventó una pseudopalabra en dactilología; a
los 5'5 años produjo su primera frase completa en dactilología; a los 6'3 años usaba deliberadamente la
dactilología, pareciendo que había comprendido que todo significante que pudiera ser expresado en
signos también podría serlo en dactilología y pedía a los adultos que le hicieran dactilología, que repetía
como queriendo aprender de memoria las secuencias de letras. Por primera vez mostró haber captado
la relación entre dactilología y lengua oral; a los 7'4 años la dactilología todavía era una pequeña parte
de sus mecanismos conversacionales, aunque ya parecía que había captado bien los principios que la
rigen. La historia de Alice deja patente que el aprendizaje de la dactilología es paralelo al aprendizaje
del alfabeto escrito. No se aprende espontáneamente, como se aprende a segmentar palabras y sílabas.
La dactilología, igual que la segmentación fonémica, tienen que ser enseñadas formalmente y se
aprenden ya bien una vez superados los periodos críticos para el lenguaje. Esto hace que no sea un
sistema aumentativo/alternativo muy adecuado, pues el deletreo no es una adquisición emergente del
lenguaje, sino que requiere entrenamiento formal.
5. Algunas peculiaridades del bimodal
El Bimodal es un sistema aumentativo del oral, que consiste en usar simultáneamente dos tipos
de códigos lingüísticos, palabras (lengua oral) y signos manuales tomados de la lengua de signos del
lugar. Son dos códigos, oral y manual, que comparten el significado o concepto (figura 3.2).
Figura 3.2. Punto de encuentro del signo ligüístico oral y gestual
Palabra hablada
Significante:
imagen acústica
Significado o
concepto
Signo gestual
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Significante:
imagen quinésica visual
El signo lingüístico oral consta de imagen acústica (significante) más su contenido o concepto
(significado).
El signo gestual consta igualmente de expresión quinésica-visual (significante) más su contenido
o concepto (significado).
El bimodal, por tanto, consiste en expresar un mismo significado o concepto mediante dos
sistemas de códigos independientes: el acústico, dirigido a la audición, y el visual, dirigido a la vista. En
ambos casos el significado o concepto es la representación de algo distinto a lo visto y a lo oído, o sea,
se puede acceder al mismo significado o concepto por cualq uiera de las dos modalidades independiente
o simultáneamente. Tanto la palabra como el signo gestual son, por lo general, arbitrarios.
5.1. Origen del bimodal
El bimodal surgió como sistema aumentativo del habla, en un momento en que los profesores de
sordos eran mayoritariamente oralistas y tenían en general escaso dominio de la lengua de signos, como
se comprobó mediante una encuesta realizada entre todos los educadores de sordos en los Estados
Unidos. El objetivo del bimodal, en su origen, fue el de presentar las estructuras semánticas y
sintácticas del lenguaje oral para ser vistas y oídas simultáneamente (Schlesinger, 1978) con el fin de
contribuir al desarrollo de la lengua oral.
Otra razón que impulsó el uso del bimodal fue el fracaso o lentitud de los métodos orales. Su
aplicación fue en aumento al comprobarse que el uso de signos manuales no tiene efectos negativos
para el desarrollo del habla, que facilita el habla cuando ésta es posible y sirve de test, con el
consiguiente ahorro de esfuerzo y tiempo, en los casos en que la producción verbal en modalidad oral
no es posible.
5.2. Usos del bimodal
El bimodal es un sistema que puede favorecer tanto a la comunicación en general como al
desarrollo lingüístico oral en particular, dependiendo de su mayor o menor ajuste a la estructura de la
lengua oral. Así, pues, se puede hablar de distintos usos de bimodal:
1) Uso del bimodal con intención comunicativa. Es un bimodal muy fluido como consecuencia
de ir signando sólo las palabras con contenido semá ntico (sustantivos, adjetivos, verbos y adverbios), al
tiempo que se va hablando sin suprimir ninguna parte de la oración. O sea, mientras que con las manos
se signan las cuatro categorías gramaticales arriba expuestas, en la expresión oral se articulan las nueve
categorías gramaticales (nombres, pronombres, adjetivos, verbos, adverbios, artículos, preposiciones,
conjunciones e interjecciones). En esta modalidad, que es la más frecuente, la expresión oral es más
completa que la signada.
2) Uso del bimodal para estimular el desarrollo de la lengua oral. Se pretende reflejar la
estructura completa del oral signando todas las palabras del enunciado oral. Resulta más lento y
pesado, pues tiene que recurrir con frecuencia a la dactilología u otros signos arbitrarios ajenos a la
lengua de signos de los sordos. Un ejemplo de este uso es el Español Signado u oral signado exacto
(OSE) propuesto por Gutiérrez (1992).
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Entre estos dos extremos hay otras muchas variantes, que han surgido para hacer posible la
comunicación de grupos concretos, ej.: el Paget Gorman (1971), el Makaton (Walker, 1990) o el
sistema de Comunicación Total de Schaeffer et al. (1980).
5.3. ¿Qué opinan del bimodal las personas sordas?
Las personas sordas son contrarias al uso del bimodal en la comunicación, alegando falta de
transparencia, lo que se justifica por las siguientes razones:
• el bimodal se ajusta a la estructura morfosintáctica del oral, que es muy distinta a la de la LS,
y esto crea incomodidad a los sordos deficitarios en desarrollo lingüístico oral,
• no hay buena sincronía entre lo articulado y lo signado, pues hay palabras para las que no
hay signo gestual,
• asimetría entre la expresión oral y la signada, pues la oral tiene más palabras que signos tiene
la signada, lo cual repercute muchas veces en falta de inteligibilidad para el sordo,
• cuando falta el signo gestual se recurre a la dactilología o signos arbitrarios, ambas
soluciones son ajenas a la LS,
• relevancia de la articulación: aunque el interlocutor oral articula todas las palabras, la
persona con sordera suele desconocer muchas de ellas, que no reconocerá en los labios;
además, el interlocutor oral tiene que recurrir con frecuencia a la dactilología o a signos
convencionales o arbitrarios ajenos a la LS.
5.4. ¿Qué opinan del bimodal los profesionales?
El bimodal fue y sigue siendo bien acogido por los profesionales, por las siguientes razones:
• es un sistema muy fácil de aprender y de usar, no exige grandes recursos cognitivos ni
tiempo de preparación,
• es muy versátil, pudiéndose aplicar a distintas patologías y en distintas situaciones
comunicativas,
• despierta el interés de los alumnos normales en aulas de integración, ya sean de sordos o de
otras patologías,
• hay equilibrio entre las producciones de los distintos interlocutores o incluso resalta el
protagonismo del alumno con n.e.e.,
• mejora las relaciones entre sordos y oyentes o entre alumnos con n.e.e. y alumnos sin ellas,
• en los oyentes implicados en la educación del sordo sirve de puente para el aprendizaje de
la LS, pues el vocabulario es el mismo,
• facilita la comunicación en casos de escasa inteligibilidad de la expresión oral u otros
factores que disminuyan la eficacia de la palabra,
• mejora la estructura del habla en sujetos deficientes, lo cual supone una ventaja sobre la s
claves para la estructuración, que son muy artificiales,
• resalta la naturalidad, espontaneidad y universalidad del gesto frente a otros mediadores
para la comunicación,
• pertenece a los SCA sin ayuda, o sea, no requiere instrumentos ajenos al propio sujeto.
Esto permite comunicar de forma directa y espontánea, además de poder modelar los signos
lingüísticos sobre el propio cuerpo del usuario,
• exige menor gasto atencional y menores requisitos cognitivos que los sistemas de
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comunicación con ayuda.
5.5. ¿Qué opinan del bimodal los investigadores?
Desde que en 1978 Schlesinger definiera el bimodalismo, no han cesado las investigaciones
para concretar sus objetivos y el alcance de su práctica. Para unos autores (Marmor y Pettito, 1979) el
bimodal es un sistema híbrido, lo cual no impide que otros como Borstein y Saulnier (1984) se
declaren entusiastas de este hibridismo bimodal, aun lamentando que no aumente la inteligibilidad del
habla en sordos profundos. Volterra, Ossella y Caselli (1982) defienden el bimodal, basados en: (1) la
presencia y valor del gesto en el bebé oyente (Caselli, 1983), (2) que mejora el desarrollo cognitivo
(Montanini el al. 1979) y (3) que los niños sordos hijos de oyentes recurren espontáneamente a los
gestos. Para Massoni (1985) el objetivo del bimodal es la competencia lingüística, que va más allá de
la actuación en una lengua concreta. Musselman, Lindsay y Wilson (1988), comparando grupos
bimodales y orales, con una población de 149 sordos entre 3 y 9 años, encontraron que los bimodales
eran muy superiores a los orales en desarrollo verbal. Musselman y Churchill (1991) y Moores (1982)
también encontraron que el bimodal mejora la percepción del habla. McKay, Soroka, Trehub y Thorpe
(1987) encuentran mejoras significativas del habla en niños bimodales. Greenberg (1980), Clemente
(1991) y González (1993) encuentran que el bimodal favorece la interacción madre-hijo.
Otros investigadores se refieren al bimodal con la expresión comunicación total (CT). La CT
es difícil de definir, pues es más una filosofía de comunicación que un método para comunicar. En la
práctica, en muchos casos equivale al bimodal. Su recurso fácil y extendido ha hecho posible recopilar
datos empíricos de incuestionable valor para tomar una decisión sobre su uso. Shafer y Lynch (1981)
comparando el desarrollo lingüístico oral de 6 niños CT entre 15 y 34 meses, ven que los 6 aventajan
en vocabulario y LME (Longitud Media del Enunciado) a los orales puros.
Geers, Moog y Schick (1984) estudiaron 327 sordos profundos (169 orales y 159 CT) entre 5
y 9 años de edad, concluyendo que en general el grupo CT era superior al Oral en desarrollo morfosintáctico. El grupo CT no simultaneaba palabras y signos, ni estructuraba las emisiones signadas mejor
que las habladas, ni sacaba ventaja de los signos para el desarrollo verbal. El grupo oral resultó superior
en estructuración sintáctica al grupo CT.
Cuando se han comparado sordos CT con oyentes, se han constatado las carencias de la CT
para la normalización verbal del niño sordo. Entre estas carencias destaca el significativo retraso en
desarrollo verbal que lleva el sordo frente al oyente, pues el grupo de sordos entre 5 y 9 años de edad
no alcanzan el nivel lingüístico de oyentes de 4 años. Su desarrollo verbal a los 6 años no suele ser
suficiente para acceder a la lectoescritura. Enfrentados en pruebas de inteligencia general sólo el 15%
de sordos orales y el 6% de los sordos CT resuelve el 85% de los ítemes de las pruebas.
En los últimos tiempos parece cobrar nuevo interés la comunicación bimodal que están cambiando
el signo de algunos resultados contradictorios, así Musselman y Akamatsu (2000) relatan que la
comunicación simultánea se relaciona tanto con el inglés hablado en programas de comunicación oral
como con la lengua de signo en programas bilingües. Messing (1999) aporta datos a favor de la
comunicación bimodal en lo que a bilingüismo oral- signado se refiere. Marschark et al, (1998) analizan
los movimientos orofacilaes en el lenguaje de signos y la comunicaciónsimultánea y encuentras posibles
orígenes de la comunicación signada y hablada, planteándose la confluencia universal de la mano y de la
boca en la comunicación humana cara a cara. Pero también hay argumentos contrarios al uso del
bimodal como sistema para aprender lenguaje oral (cfr. Fleetwood et. al, 1998).
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5.6. Aplicaciones del bimodal
Una de las mayores ventajas del bimodal es que sirve para muchos contextos educativos,
aunque su uso más generalizado sea con alumnos sordos.
5.6.1. Con niños sordos
El objetivo principal del bimodal con alumnos sordos es facilitarles un soporte para expresarse
durante las primeras etapas, cuando todavía otros sistemas podrían bloquearles la producción. En este
contexto distintos centros lo usan como paso previo a otros sistemas más ajustables a los parámetros
del habla, como LPC. En cualquier etapa servirá para visualizar la estructura morfosintáctica del oral.
En el primer caso se haría un uso sistemático y en el segundo un uso selectivo, que podrá extenderse
a situaciones de cansancio, confusión de palabras, introducción de conceptos nuevos...
5.6.2. Con niños oyentes no verbales
Niños no verbales son aquellos que oyendo bien tienen grandes dificultades para expresarse.
Entre estos casos están algunos tipos de afásicos, disfásicos, retrasados mentales y autistas,
principalmente. Para estos niños, el bimodal es una herramienta para expresarse, que se hará sin ir
necesariamente acompañada de la palabra, por eso su uso en estos casos es alternativo, hasta que el
sujeto pueda usar palabras para comunicarse, momento en el que desaparecerán progresivamente los
signos gestuales.
Con niños no verbales oyentes, lo importante será resaltar las palabras de contenido semántico,
uso aumentativo, pues el lenguaje les llega por vía auditiva.
Con disfásicos, sordos u oyentes, también se usará lamodalidad selectiva, pero en este caso
irá encaminada a resaltar los nexos y palabras funcionales.
5.6.3. Con deficientes mentales y psíquicos
Con sujetos muy deteriorados se han ensayado con éxito programas concretos de bimodal. Los
aspectos a resaltar de estos programas son:
• la selección del vocabulario, que debe ser muy básico y responder a las necesidades
inmediatas del sujeto para interactuar con su entorno,
• el sistema de aprendizaje, que obedece a un programa instrumental muy pormenorizado,
• el uso inmediato de lo aprendido.
Entre los programas bimodales que encajan en este diseño, adaptados a poblaciones muy
concretas, presentamos tres que han sido que están siendo aplicados con gran aceptación tanto por
parte de los profesionales como de los usuarios: (1) el sistema de signos Makaton, (2) el programa de
comunicación total de Schaeffer, y (3) el programa de refuerzo a la comprensión-producción.
5.6.3.1. El Makaton (Walker, 1990)
Su origen data de 1970, cuando Margaret Walker lo empezó a aplicar a personas con graves
déficits de comunicación afectadas de trastornos psíquicos y retraso mental grave. Consta de un
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vocabulario básico muy funcional de 350 conceptos distribuido en 8 etapas, que podría ser ampliado en
algunos casos. Estos conceptos están ordenados por orden de concreción-abstracción y atendiendo a
la prioridad comunicativa de cada usuario. Se pretende que lo poco o mucho que el alumno sea capaz
de aprender le sea útil para comunicarse. Los conceptos son presentados en bimodal (palabra y gesto
manual simultáneamente) echando mano de la representación gráfica y ortográfica cuando sea
necesario. Cuando hay que usar gráficos se procura que sean muy icónicos, como los del Rebus, dadas
las limitaciones cognitivas de los usuarios. Los signos manuales se toman del lenguaje de signos del país
y pueden ser adaptados o simplificados.
El uso del Makaton ha resultado ser un argumento a favor del uso de signos para promover la
producción oral (Hurd (1995), que pueden estar acompañados de otros elementos, como los colores o
las formas (Jacklin (1993), en contra de la creencia sostenida años atrás de que el uso de signos
manuales perjudicaba al habla.
5.6.3.2. Programa de Comunicación Total (CT) de Schaeffer (1980)
Este sistema va dirigido principalmente, aunque no exclusivamente, a personas con graves
trastornos de comunicación, sujetos que sólo tienen una jerga de gestos muy personales y poco
transparentes para los demás, v.gr.: autistas o personas con trastornos profundos de comunicación. Los
nuevos signos manuales se les enseñan mediante modelado de las manos, lo que exige buen nivel de
aceptación del contacto físico.
Con sujetos sordos se viene usando la CT con resultados dispares. McDonald -Connor et al.
(2000) la encuentran superflua en casos de implantados cocleares y ven que no aporta nada a la
comprensión y producción oral. Musselman et al. (1998) encuentran mejores resultados al comparar
programas orales frente a CT en tareas de habilidades lingüísticas escritas. Hunt (1998) encuentra que
los niños sordos obtienen mejor nivel de comprensión lectora, similar a la de sus pares oyentes, cuando
emplean habla complementada que cuando utilizan la CT o la comunicación oral. Kappy (1997) estudia
el autoconcepto en tres grupos: sordos con comunicación total, sordos con comunicación oral y
oyentes. Los sordos con comunicación total realizaban atribuciones externas tanto para los sucesos
positivos como para los negativos, mientras que los sordos con comunicación oral realizaban
atribuciones internas a los logros positivos. Los sordos con comunicación oral tenían mejor
autoconcepto de sí mismos y consideraban que la sordera era una desventaja-discapacidad frente a los
sordos con comunicación total.
Sin embargo, cuando el objetivo es crear en el sujeto un repertorio de signos manuales
inteligibles para pasar cuando se pueda a la comunicación oral, en la creencia de que la enseñanza de
habilidades comunicativas favorecerá la espontaneidad y la generalización de los aprendizajes.
Se le da más importancia a los aspectos expresivos que a los comprensivos, de ahí que su
enseñanza esté basada en el modelado mediante soporte físico y no en la imitación.
Es muy riguroso en el procedimiento a seguir para la enseñanza-aprendizaje de los signos, que
consta de tres pasos: (1) se presenta sólo el signo manual, (2) se presenta el signo manual + la palabra
hablada y (3) sólo la palabra hablada.
5.6.3.3. Programa de refuerzo basado en signos y símbolos del MOC
Este programa ha sido creado en el entorno del MOC (Modelo Oral Complementado) para
dar respuesta a un caso de sordera profunda con disfasia y otros déficits añadidos. Ante las dificultades
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extremas que el sujeto tenía para expresarse y comprender enunciados de mediana dificultad, se
tomaron dos medidas: por un lado, explorar la causa de sus impedimentos para desarrollar los procesos
cognitivos de comprensión y expresión lingüística; en este sentido se estudiaron las hipótesis de déficit
de memoria-de-trabajo, déficit fonológico, déficit sintáctico, procesamiento simultáneo, etc.; por otra
parte, se creó un programa bimodal específico incluyendo signos comunes tomados en préstamo de la
lengua de signos local, signos propios del sujeto y signos inventados para funciones lingüísticas
concretas. Además, se incluyeron pictogramas del Bliss, que el niño manejaba, v.gr.: grande-medianopequeño, masculino-femenino, singular-plural, tiempos verbales, etc.
Los resultados obtenidos fueron muy satisfactorios,se produjo el desbloqueo y se avanzó en el
desarrollo cognitivo-lingüístico en dosis aceptables.
Este es un caso concreto, muy peculiar, pero ejemplar de lo que el logopeda puede hacer ante
situaciones puntuales. Este caso muestra cómo no hay que adaptar los sujetos al sistema sino el sistema
a los sujetos. Más aún, no es necesario abandonar un sistema para tomar otro. Debe buscarse la
manera de ir integrando todo aquello que en algún momento ha servido para algo y está representado
en la mente del sujeto. Esto no es sino avanzar por las vías constructivista y del aprendizaje significativo.
En este caso la elaboración del sistema funcionó, quizá por aquello de que “para enseñar latín a Juan
más importante que conocer el latín es conocer a Juan”.
Los gráficos siguientes son una muestra del trabajo realizado en vocabulario, estructuración del
enunciado, interacción-turnos y amplitud progresiva del enunciado.
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Figura 3.3. Ejemplo de lámina de vocabulario
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Figura 3.4. Ejemplos de producción-comprensión
1) Quiero jugar con la pelota
2) No me gusta el perrito
3) ¿Dónde está mi lápiz grande?
4) ¿Por qué tengo que beberme la leche?
5) Mamá, cómprame un zumo de naranja
6) Papá busca el sacapuntas debajo de la mesa
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7) ¿Cómo me como los espaguetis?
Figura 3.5. Ejemplos de interacción y turnos
Mamá: ¿Qué quieres?
Niño: Quiero comprar... (objeto en cuestión)
Niño: ¿Cuánto vale un... (objeto en cuestión)
Mamá: Un... (objeto en cuestión) vale ...(cantidad)
Mamá: ¿Cuántos... (objeto en cuestión) quieres?
Niño: ¿Puedes darme... (cantidad + objeto en cuestión en plural)
Mamá: Toma tus... (cantidad + objeto en cuestión)
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Niño: ¿Cuánto tengo que pagarte?
Mamá: Tienes que pagarme ... (cantidad y moneda)
Figura 3.6. Ejemplos de longitud progresiva del enunciado
Mamá: ¡Dame un zapato, por favor!
Mamá: ¿Me das un pantalón, por favor?
Mamá: ¿Me puedes dar una pelota, por favor?
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6. Cómo introducir el bimodal
Con niños sordos pequeños, antes de que sean capaces de otros sistemas más complejos, se
procede por inmersión lingüística, que suele coincidir con el método natural de aprender el lenguaje.
Con autistas y deficientes profundos es aconsejable empezar por algún tipo de aprendizaje
sistemático basado en refuerzos.
Con padres, alumnos de carreras próximas a la intervención logopédica y profesionales en
general, se aprende sistemáticamente el sistema para posteriormente aplicarlo. En el apartado siguiente
se presenta un curso de bimodal diseñado para ser aprendido en 6 ó 7 sesiones de 60 minutos cada
una (3 lecciones por sesión). Es cierto que se puede dar el curso en este limitado número de horas,
pero no es posible afianzar todos los contenidos. Para que el alumno repase y afiance los contenidos,
tras su presentación en clase, se facilita el curso en CD-ROM.
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