160 La llave maestra de la profecía que les acarrea las consecuencias de sus malas acciones, las plagas del sufrimiento. La Biblia define el pecado como la infracción de la ley de Dios (1 Juan 3:4), y la ley de Dios es espiritual (Romanos 7:14). ¡Entendamos! Hemos dicho que el dinero no es la fuente de la felicidad; más bien sólo sirve para comprar cosas y servicios materi{lles. La felicidad requiere un componente espiritual y no sólo físico, pues las cosas materiales por sí solas no pueden producir un gozo completo. La ley de Dios es espiritual; en otras palabras, es el CAMINO de la paz, la felicidad y el bienestar. Es el camino que Dios ha provisto para que nos produzca la verdadera felicidad. Inversamente, debemos ver que la transgresión es el camino que produce infelicidad, dolor, sufrimiento, vacío, penas, temores, angustias y frustraciones. Todos estos males son causados por la infracción de la ley de Dios. El pecador se azota a sí mismo con estas plagas que trae sobre sí. Ahora estudiemos de nuevo el versículo 21 de Levítico 26. El castigo es CORRECCIÓN. Para enseñarle al pueblo la lección que éste no ha querido aprender por experiencia, Dios le va a enviar siete veces más plagas ... más de las que la gente ya ha traído sobre sí por su rebelión. Ese castigo siete veces. más intenso también será una corrección siete veces mayor. De nuevo la esclavitud Los versículos 23 al 25 dicen: "Y si con estas cosas no os corregís, sino que seguís rebelándoos contra mí, yo también procederé en contra de vosotros, y os heriré aún siete veces por vuestros pecados. Traeré sobre vosotros espada vengadora ... y seréis entregados en manos del enemigo". ¡Otra vez la ESCLAVITUD! Entendamos el significado de esto. Los PECADOS han traído un castigo, y si el pueblo sigue negándose a aprender la lección y a corregirse por su propio bien, Dios dice que lo castigará siete veces más. El hombre ha traído sobre sí las MANIFESTANTES antinorteamericanos queman la bandera de los Estados Unidos. El poderío y el liderazgo norteamericanos han decaído hasta tal punto que dicho país ha sido llamado un "tigre de papel".