Comerciantes, banca, banqueros y compañías aseguradoras

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ISSN 0864-0769,
NÚMERO
21,
ENERO-DICIEMBRE
2013,
PP.
95-107.
Investigaciones
(Historia)
Comerciantes, banca, banqueros y compañías
aseguradoras. Cienfuegos 1830-1925
En Cuba la banca centralizada tuvo
un surgimiento extremadamente tardío, ya que comenzó a funcionar con
posterioridad al resto de los países
latinoamericanos, a pesar de que
en 1816 se realizaron los primeros
intentos de instaurar un organismo
con atribuciones similares a las de
un banco central. Hacia finales del
período 1837-1868, el crédito en
nuestro país logra por fin organizarse tras la aparición de sociedades anónimas dedicadas al negocio
bancario. En esta transformación es
importante la participación del capital comercial que hasta entonces
había estado perfectamente diferenciado. Hacendados y comerciantes
fueron, en la práctica, los mayores
promotores de las numerosas sociedades de crédito, bancos y los llamados almacenes de depósitos. La
aparición de estos últimos marca
un paso decisivo en la estructura
financiera de Cuba.
El 7 de enero de 1856 se funda el
“Banco Español de La Habana”, reorganizado por Real Decreto del 25
de febrero de 1881, con el título de
“Banco Español de la Isla de Cuba”;
* Archivo Histórico Provincial de Cienfuegos.
institución que durante la etapa
colonial desempeñó funciones de
emisión y redescuento, y constituyó uno de los más eficientes instrumentos en el mecanismo de saqueo
de nuestro excedente económico
por parte de España. Entre sus funciones estaba: descontar letras de
cambio, pagarés y otros documentos negociables; hacer préstamos a
90 días sobre mercancías, productos, valores líquidos, corporativos
o metálicos; aceptar depósitos en
moneda o barras de oro y plata; negociar y girar letras de cambio, contratar con el Gobierno o sus dependencias; entre otras.
En 1868 fue establecida en Cienfuegos la sucursal del Banco Español,
bajo la dirección de Luis Araujo, con
el asturiano Antonio del Valle como
secretario. La filial cerró sus puertas en 1899 por órdenes del Consejo
Supremo de Gobierno, en este momento estaba dirigida por el también
asturiano Juan González Pumariega,
quien luego fue un importante funcionario de este banco en La Habana. La sucursal de Cienfuegos sería
abierta nuevamente en 1909.
A pesar de la creación del “Banco
Español de La Habana” y de sus su-
García Rodríguez, Alejandro: “Comerciantes, banca, banqueros y compañías aseguradoras. Cienfuegos
1830-1925”. Boletín del Archivo Nacional, enero-diciembre 2013, pp. 95-107. La Habana, Cuba.
MSc. Alejandro García Rodríguez*
95
COMERCIANTES,
BANCA, BANQUEROS Y COMPAÑÍAS ASEGURADORAS.
cursales en las ciudades más importantes de la Isla, la banca en Cuba
tuvo un desarrollo extremadamente
lento, pues debido al surgimiento tardío de sus instituciones, fueron los
comerciantes los que asumieron este
rol que, en su vínculo con la producción azucarera, adquirió la categoría
de “refaccionista” mediante el suministro de esclavos, herramientas,
dinero en efectivo y otros elementos
indispensables para la zafra.
Los comerciantes, dentro de su
rango de polivalentes, ejercieron la
banca como otro de los elementos
de la infraestructura mercantil, a la
cual se asociaron el capital extranjero y el doméstico en las primeras décadas del siglo XX. Al iniciarse este siglo eran los comerciantes
quienes, en gran medida, financiaban la producción y comercialización del azúcar exportada por nuestro país. Por esa época los bancos
ejercían un papel secundario dentro
de la actividad financiera nacional,
téngase en cuenta que al concluir
la guerra del 1898 solo operaban
en Cuba dos instituciones bancarias: El Banco Español de la Isla de
Cuba y el Banco del Comercio. Los
comerciantes banqueros jugaron un
importante papel a todo lo largo del
siglo XIX y las primeras décadas del
siglo XX. Como el país no poseía un
banco regular, el comerciante giraba enteramente sobre su crédito en
el extranjero, cada casa mercantil
tendía a ser su propia sucursal. El
historiador Rolad T. Ely cita a E. F
Atkins en un comentario al respecto
de los comerciantes banqueros:
96
“algunas de estas casas de banca
privadas eran muy ricas y guarda-
CIENFUEGOS 1830-1925
ban grandes sumas en metálico,
quizás un millón o dos de dólares
en las más endebles cajas de seguridad. La única guardia era un
sereno, y como costumbre alguno
de los socios dormía y comía en
sus almacenes y oficinas. Tal cosa
era la práctica común en La Habana y Cienfuegos”. 1
En la primera mitad del siglo XIX
los comerciantes-banqueros cubanos exigían tasas de intereses entre
un 18 y hasta un 20 % sobre sus
préstamos, mientras que en Europa
se podían obtener préstamos por el 4
o el 5 % de interés. La venta de la cosecha por lo general no le alcanzaba
al hacendado para pagar los intereses de los préstamos obtenidos, pues
los superaban.
En la región cienfueguera tenemos varios ejemplos esclarecedores de esta situación: En 1880 se
constituye la casa de banca del asturiano José García de la Noceda y
del santanderino Esteban Cacicedo
Torriente. García de la Noceda fallece en 1886 y sus herederos, junto
a otros socios de origen asturiano
como Acisclo del Valle, Alejandro
Suero Balbín y Esteban Cacicedo
Torriente, de Santander, continúan
las operaciones bancarias y comerciales hasta 1902, año en que
se modifica la sociedad y salen de
ella todos los asturianos, por lo que
queda la firma en manos de Cacicedo Torriente. La Banca extiende sus
operaciones hasta 1958, girando
con un capital de más de un millón
de pesos bajo la dirección de Pedro
Roji Cacicedo.
1
Ver Roland. T, Ely: Cuando reinaba su majestad
el azúcar. Ediciones Imagen Contemporánea,
Ciudad de la Habana, 2001, pp. 26-28.
COMERCIANTES,
BANCA, BANQUEROS Y COMPAÑÍAS ASEGURADORAS.
El 25 de agosto de 1886 el hacendado de origen canario Sebastián Pérez Galdós firma un convenio con la
firma García y Cía. —integrada por el
asturiano José García de la Noceda y
el santanderino Esteban Cacicedo—,
a través del cual recibe la suma de
89 476 pesos para la refacción de
la zafra del ingenio “Santa Teresa
de Jesús”. Dicha cantidad la deberá satisfacer en 10 plazos anuales de
8 947 pesos, pagaderos entre agosto de 1887 y agosto de 1896, a un
interés del 6 % anual. Para garantizar el pago, el hacendado hipoteca
el ingenio mencionado con todas sus
máquinas, dotación y demás anexos,
entre los que se incluye la propiedad
de los terrenos donde se encuentra
ubicado y la hacienda “Las Moscas”,
con 116 caballerías de tierra (15
567,43 metros cuadrados).2
La misma firma de García y Cía.
en 1887 se adjudica los derechos
del ingenio “Santa María”, ubicado en Ranchuelo, Villa Clara, debido a que la Sociedad de Torriente y
Hermanos no puede pagar la deuda
contraída, ascendiente a la suma de
120 814 pesos. Los bienes muebles
e inmuebles del ingenio alcanzan un
valor total de 69 000 pesos, por lo
que Torriente y Hermanos queda en
deuda por 61 814 pesos, cantidad
que pagará sin intereses durante 8
años, en 8 plazos de 7 726 pesos.
Para garantizar el pago establece
otra hipoteca sobre el ingenio “Las
Vueltas”, situado en Camarones,
Cienfuegos.3
Otra de las firmas comerciales
dedicada a la banca y refacción,
2
3
Ver: AHPC Protocolos Notariales José. J. Verdaguer, escritura 355 del 25 de agosto de 1886.
Ibídem, escritura 342 del 16 de agosto de 1887.
CIENFUEGOS 1830-1925
créditos y préstamos establecida en
esta jurisdicción fue la de Castaño,
Intriago y Cía. El banco Castaño fue
fundado por el inmigrante vasco Nicolás Castaño Capetillo y su socio
de origen asturiano Antonio Intriago
Toraño en la ciudad de Cienfuegos
en la segunda mitad del siglo XIX. En
1886 Antonio Intriago fallece y se liquida la sociedad, saliendo de la firma todos los herederos de Intriago
Toraño4.
Otro ejemplo de las actividades
banquero-crediticias y refaccionarias es el caso de la deuda contraída
por Domingo Sarría Albis en junio
de 1884, quien acude a CastañoIntriago para que le haga adelantos
para la refacción del ingenio “Rosario”, propiedad de su madre María
Albis, y de los ingenios “Cantabria”
y “Regla” de su propiedad, en los siguientes términos: Castaño-Intriago
se compromete a entregar 12 000
pesos oro de cuño español al contado el 7 de junio de 1884 y 2 000 pesos cada día primero de mes desde
julio a diciembre de 1884. En pago,
D. Sarría entregará durante la zafra
próxima 1 200 bocoyes de azúcar
entre enero y junio de 1885. Castaño-Intriago tendrá preferencia para
comprar azúcar a igualdad de precios a D. Sarría. Para mayor garantía, Sarría entregará la dotación de
ganado del potrero “Jurisdicción”,
todo a un interés del 12 % anual5.
En octubre de 1885 Domingo
Sarría Albis vuelve a necesitar de los
servicios de banca de Castaño-InEn 1958 era presidido por su descendiente Nicolás Castaño Montalbán girando con un capital
cercano a los 80 000 pesos.
5
Ver: AHPC, Protocolos Notariales José J. Verdaguer, escritura, 231 del 7 de junio de 1884.
4
97
COMERCIANTES,
BANCA, BANQUEROS Y COMPAÑÍAS ASEGURADORAS.
triago, cuando se declara su deudor
por la suma de 50 998 pesos en oro
del cuño español, dicha cantidad sería pagada en 4 plazos anuales hasta
1890, a un interés del 9% anual. Para
garantizar el pago, Sarría hipoteca el
ingenio de azúcar “Cantabria”, de 40
caballerías de tierra con sus máquinas, siembras, animales, y la finca
potrero “Jurisdicción”, de 42 caballerías de tierra.6
La evolución bancaria se fue
consolidando con la constitución
de nuevos bancos y la penetración
del capital financiero norteamericano, que provocó la decadencia de
este tipo de instituciones. No obstante, algunas casas de banca continuaron su actividad como las de
los asturianos Ramón Argüelles en
La Habana, y en Cienfuegos las de
Cardona y Cía. S en C7, que aún en
1920 ejercían esas funciones, y las
de Castaño y Cacicedo respectivamente, que se mantuvieron en activo hasta 1958 gracias al accionar de
los herederos de ambos.
Es sabido que los asturianos, catalanes, gallegos y canarios llevaron
la primacía en el flujo migratorio español a Cuba durante los siglos XIX y
XX y según Jordi Maluquer de Montes, catalanes y asturianos representaban el 50,7 % de los comerciantes
establecidos en Cuba; por lo que no
puede extrañar que ambos grupos
regionales tuvieran una participación
importante en la actividad bancaria
cubana. En una especialización colectiva, como en toda división social
del trabajo, influyen causas muy
6
98
7
Ver: Ibídem, escritura 388 del 17 de octubre
1885.
Sociedad en Comandita o Comanditaria. N del E.
CIENFUEGOS 1830-1925
diversas que por su efecto conjunto
actúan como determinantes. Habría
que añadir que cuando una parte
de esa colectividad cambia de asentamiento, cuando emigra, el acervo cultural que lleva consigo, o los
mecanismos de supervivencia como
grupo, la hacen proclive a seguir determinados patrones de comportamiento con los cuales poder obtener
ventajas de sus peculiaridades o de
su especialización. Los catalanes y
asturianos se dedicaron en Cuba al
comercio y a la banca de forma destacada, pero no puede decirse por
ello que haya sido consecuencia de
condicionamientos comunes a ambos grupos. Mientras la emigración
catalana puede ser considerada una
prolongación de la diáspora comercial, partiendo ya los emigrantes con
alguna vinculación con el comercio
ultramarino; los asturianos eran de
extracción preferentemente rural y
parece haber primado en sus motivaciones migratorias la expulsión.
Unos y otros se integraron al comercio cubano de forma mayoritaria, pero la singularidad del caso
es que los otros colectivos regionales también lo hicieron, los gallegos por ejemplo, sin embargo no
fue tan notoria su presencia en la
banca8. Dentro del grupo de comerciantes banqueros de origen asturiano establecidos en La Habana
entre la segunda mitad del siglo XIX
y las primeras décadas del XX podemos mencionar a Juan A. Bances,
comerciante polivalente, ganadero,
8
Ver José R López: “Los comerciantes banqueros
en el sistema bancario cubano, 1880-1910”, en:
La Nación Soñada: Cuba, Puerto Rico y Filipinas
ante el 98. Editorial Doce Calles, S.L, Madrid,
1998, pp.275-276.
COMERCIANTES,
BANCA, BANQUEROS Y COMPAÑÍAS ASEGURADORAS.
tabaquero, exportador de azúcares,
etc. En 1873 bajo la razón social de
Bances, Gilledo y Cía. se anunciaba como casa de banca que giraba
cualquier cantidad a corta y larga
distancia9; Ramón Argüelles, a quien
los anuarios comerciales anuncian
con una casa de banca en la calle
Jesús María y hablan de su potencial como banquero, Ramón Elices
Monte asegura que: “… su cartera
de valores pignorados en garantía
de préstamos es mucho más importante que la del Banco Español y la
del Banco de Comercio”10; Leopoldo
Carvajal Saldua (marqués de Pinar
del Río), se dedicó al comercio y a
la elaboración de tabacos, negocios
que lo llevaron a la actividad bancaria, su establecimiento se encontraba en la calle Obrapía11; Antonio
Quesada Soto, tras ser empleado de
varios establecimientos pasó a integrar la sociedad Gratacós, Coro
y Cía., comerciantes banqueros de
La Habana, fue consejero de varias
empresas bancarias en Cuba y al
retirarse se radicó en Gijón donde
fue nombrado consejero del Banco
de Gijón en 190812; Manuel RodríJuan A. Bances nace en 1828 en San Román,
Asturias. La Casa de Banca aparece como la
primera en realizar masivamente remesas de
dinero de los emigrantes asturianos en Cuba (al
menos al banco de Herrero y Cía.). Ibídem, pp.
276-277.
10
Ramón Argüelles era natural de Guraña, localidad del oriente asturiano. En 1894 se calculaba
su patrimonio en más de 6 millones de pesos.
Además de su casa de banca formó parte, como
consejero, de varias empresas y bancos. Ibídem,
pp. 276-277.
11
Leopoldo Carvajal nació en Avilés, Asturias en
1838. Su casa de banca giraba bajo la razón
social de L. Carvajal y Cía. Fue coronel de voluntarios, senador en España. En 1885 le fue
concedido el título nobiliario de marqués de Pinar del Río. Ibídem, p.277.
12
Antonio Quesada Soto nació en Ribadesella. Recibió el apoyo de Manuel Coro uno de los socios
9
CIENFUEGOS 1830-1925
guez Maribona, inmigrante avilesino, fue fundador de una saga de
comerciantes que terminaron en la
especialización bancaria, el último
vestigio de la tradición fue una casa
de banca familiar en Asturias que se
extinguió en 1934. El grupo catalán
por su parte, se encuentra representado en la capital por J. Balcells,
Joaquín M. Borges, Narciso Gelats13,
entre otros.
Para el caso cienfueguero, en 1902
se anunciaban cinco casas de comerciantes banqueros. Tres de ellas
tenían participación asturiana, nos
referimos a Hartasánchez, Cardona y Cía., Cacicedo y Cía. y la firma de Sánchez, Cabruja y Cía.14 Las
restantes casas bancarias estaban
representadas por Nicolás Castaño
(vasco) y Federico Hunike (alemán).
Hartasánchez, Cardona y Cía.
cuyos gerentes eran el asturiano
Manuel Hartasánchez Romano y el
catalán Juan Cardona, contaba además con la participación del asturiano Modesto del Valle Blanco, quien
llegaría a ser gerente de la firma años
más tarde. La compañía emitía giros
a Londres, Nueva York, Madrid y el
gerentes de la firma Gratacós, Coro y Cía., quien
también era asturiano. Ibídem, p. 278.
13
Narciso Gelats Durall nació en Llorent del Mar,
Gerona, Cataluña y falleció en La Habana en
1929. Legó a Cuba en 1857, en 1876 fundó casa
bancaria N. Gelats y Cía. en unión de sus tíos
Juan y José Durall Maig. Ver Guillermo Jiménez
Soler, Los propietarios de Cuba, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2008, pp.249-251..
14
Esta firma estaba compuesta por el asturiano
Pedro Sánchez Collera y el catalán J Cabrujas
Robert. Ambos socios tenían además participación en otras sociedades mercantiles como en
Sánchez, Vital y Cía. la cual giraba con un capital social de 200 000 pesos y en Víctor Calcines,
S. en Co, dedicada a ventas de mercancías de
todo género. Ver AHPC, Protocolos Notariales
de: José Fernández Pellón, escritura del 15 de
abril de 1901.
99
COMERCIANTES,
BANCA, BANQUEROS Y COMPAÑÍAS ASEGURADORAS.
resto de España. La casa ostentaba representaciones en compañías
inglesas contra incendios como la
W Union and Crown y la Atlas; mientras que Cacicedo y Cía.15 realizaba
pagos por cable y giraban letras a
nueva York, Nueva Orleáns, Filadelfia,
Londres, París, Lisboa, Oporto, Madrid, Barcelona y demás capitales de
la península, Canarias y Baleares.16
Los comerciantes banqueros con
casas establecidas no se veían limitados a participar como gestores o
como inversores en otras instituciones bancarias, por lo que no era extraño verles formar parte de los Consejos de Administración. Ejemplo de
ello fue el citado Ramón Argüelles,
quien además de poseer su casa de
banca, figuraba como consejero del
Banco de Comercio y del Banco Español de la Isla de Cuba. Lo mismo
ocurre en Cienfuegos con el asturiano Modesto del Valle Blanco, quien
en 1921, a la par de sus funciones
como gerente de la firma Cardona y
Cía., se desempeñaba como consejero del Banco de Cienfuegos, antes
llamado Banco Local de Crédito, el
cual giraba con capital de 500 000
pesos.17
Cacicedo y Cía. estaba compuesta en 1900 por
el santanderino Esteban Cacicedo Torriente y
los asturianos Alejandro Suero Balbín, Acisclo
del Valle Blanco y los sobrinos herederos de
José García de la Noceda. Estos últimos residían en Asturias.
16
Rafael Anes y Alfonso Otazu plantean que entre 1888 y 1911 las cifras remesadas a Asturias
por las casas bancarias de H. Upmann y Cía.
y otras varias de Cienfuegos ascendieron a 40
millones de pesetas.
17
En 1921 eran accionistas de esa institución
bancaria los asturianos Modesto del Valle Blanco, Pedro Monasterio Alonso y la sucesión de
Acisclo del Valle, con el vasco Nicolás Castaño,
el navarro Domingo Nazabal, con el gallego José
Reigosa Lombardero y los cubanos Eusebio
Delfín y Felipe Silva, entre otros (La Correspon15
100
CIENFUEGOS 1830-1925
SEGUROS
El inicio del negocio del seguro privado en Cuba, se puede fechar en
la segunda mitad del siglo XIX. Una
de las primeras entidades de seguros establecida en Cuba fue El Iris,
compañía de seguros mutuos contra incendios fundada en 1855. Los
seguros mutuos contra incendios,
conjuntamente con el marítimo, fueron los primeros establecidos en la
Isla; a ellos se añadieron de manera
paulatina los de vida, riesgo, accidentes, obreros, fianzas y otros.
En Cienfuegos, en 1872, ya existía una sucursal de la compañía inglesa de seguros contra incendios
North British & Mercantile Fire Insurance Company, representada por
Augusto Font, la cual fijaba una prima de 10 000 pesos y tenía una renta anual de 2 millones de pesos. En
1892 se encontraban establecidos
en la ciudad los siguientes agentes
de seguros.
A pesar de los grandes riesgos que
implicaba la navegación en el siglo XIX,
los seguros marítimos eran un negocio rentable y uno de los primeros que
se establecen en Cuba. Por esa fecha, en Cienfuegos, los comerciantes importadores y consignatarios
de buques realizaban pólizas con
aseguradoras extranjeras, mayoritariamente inglesas. Ese es el caso
dencia, 19 de marzo de 1920 y 8 de febrero de
1921). El banco fue fundado el 19 de febrero de
1919 por los catalanes Rafael Fiol Caballero y
Eusebio Sureda Villoch, el gallego José Reigosa
Lombardero y los cienfuegueros Santiago Claret
Martí y Octavio M. Font Jorge como sociedad
anónima. El capital social lo conformaba la cifra
de 100 000 pesos en moneda oficial en acciones
de valor nominal de 100 pesos cada una. Ver.
AHPC, Protocolos Notariales Mario Núñez Mesa,
escritura 60 del 19 de febrero 1919.
COMERCIANTES,
BANCA, BANQUEROS Y COMPAÑÍAS ASEGURADORAS.
CIENFUEGOS 1830-1925
Tabla 1. Agentes de Seguros en Cienfuegos, 1892
Nombre
Naturalidad
Tipo de Aseguradora
Dirección
Dámaso Aja
Fernández
Santander
Incendios
Argüelles # 102
Luis Armada
Galicia
Incendios
Argüelles # 66
Pedro N. Entenza
Cuba
Incendios
Dorticós # 47
José Comallonga
Galicia
Marítimos
Augusto Font
Cuba
Incendios y marítimos
Carlos Fowler
Cuba
Marítimos
San Carlos # 88
Paseo de Vives
y Dorticós
Dorticós
Hartasánchez,
Cardona y Cía.
AsturCatalán
Marítimos
Dolores # 4 y 5
Juan G. Pumariega
Asturias
Incendios
San Luis # 21
Manuel Villalón Bori
Cuba
Incendios y marítimos
Sta. Isabel # 2
Elaboración Propia. Fuente: Directorio mercantil de la Isla de Cuba para el año 1892-1893, año IV,
Zayas y Quintero, Habana, Imprenta Avisador Comercial, 1892, p. 476.
de la importante firma comercial
de Castaño e Intriago S. en C. que
en 1880 aseguraba sus mercancías importadas con las compañías
de seguros marítimos Lloyd Suizo
y Home Colonial Marine Insurance
Company Ltd.18
El seguro privado subsistió, a
pesar de la existencia de los seguros
sociales o nacionales, para cubrir,
en lo económico, aquellas contingencias atendidas o no por el seguro social. En 1925 Jorge Roa escribió: “El negocio de los seguros en
Cuba puede estimarse como el más
cuantioso, el de riesgo menor y el de
18
En octubre de 1879 ambas compañías se vieron
obligadas a pagar la suma de 140 000 reales
cada una a la firma Castaño, Intriago S. en C.
debido a la pérdida de 1 000 barriles y 1700
sacos de harina procedentes de Santander embarcados por Ángel B Pérez y Cía. en la goleta
española Escalada, la cual naufragó en las costas de Manzanillo, perdiéndose gran parte del
cargamento. Ver. AHPC, Protocolos Notariales
de Juan Hernández Castiñeira, escritura del 2
de febrero de 1880.
menos complicaciones de los que se
realizan en la Isla”.19 Carlos del Toro
también afirma que la rentabilidad
de las compañías aseguradoras
quedaría confirmada por la temprana incursión de empresas cubanas
y extranjeras en este campo desde
finales del siglo XIX, y que en 1958
aún funcionaban.
La actividad comercial determinó
la existencia de relaciones de carácter funcional entre los comerciantes
de Cuba y las firmas comerciales,
industriales, aseguradoras, navieras y bancarias de muchos países.
Bancos norteamericanos sin sucursales en Cuba utilizaban como
corresponsales a comerciantes de
distintas plazas del país. Del mismo
modo las tradicionales aseguradoras de Londres y Liverpool, así como
otras norteamericanas y canadien19
Jorge Roa, Las instituciones de crédito y previsión, citado por Carlos del Toro en, Ob. Cit,
p. 285.
101
COMERCIANTES,
BANCA, BANQUEROS Y COMPAÑÍAS ASEGURADORAS.
ses dedicadas al giro, utilizaban a
los comerciantes de las plazas cubanas en las operaciones de aseguramiento de mercancías.
Los comerciantes asturianos más
acaudalados establecidos en Cienfuegos fueron representantes de
algunas de las compañías de seguros extranjeras de mayor importancia establecidas en el país. Ese es
el caso de los integrantes de la firma Cardona y Cía., quienes representaban en la región a Law Unión
and Rock Insurance C. Ltd., Atlas,
Alliance, Guardian, la compañía de
seguros marítimos The Mannheim y
la Union Assurance Society Ltd. Vicente Villar, gerente de una de las
principales tiendas de exclusividades – “El Palo Gordo”20– representaba a la Unión Comercial.
Es interesante el caso de “El Palo
Gordo”, pues siendo su gerente principal el representante en Cienfuegos
de la agencia aseguradora Unión
Comercial en noviembre de 1912, se
desata un incendio en el edificio de
la razón social y a los pocos minutos
todo el inmueble se encontró ardiendo.21 El diario La Correspondencia
comentó: “Las fuerzas de la policía
y los dependientes trataron de salvar la mayor cantidad de mercancía
Este edificio se incendió en 1912, encontrándose asegurado el inmueble por las compañías Unión Comercial y Norwich por un valor
de $ 9 000 cada una, mientras que el establecimiento comercial que radicaba en el edificio se
encontraba asegurado por las compañías Royal,
Norher, Yorkshire y Unión Comercial, por un
valor total de $104 000. La Correspondencia, 11
de noviembre de 1912, p. 7-8.
21
Las pérdidas se calcularon en más de 100 000
pesos. Solo se logró salvar la caja de caudales
donde estaban los libros de la razón social, una
caja de hierro con gran cantidad de prendas,
dos vidrieras, varios objetos de plata y algunas
mercancías que estaban en el salón principal.
20
102
CIENFUEGOS 1830-1925
posible, las que iban depositando en
la “Casa Llovio”, en “La Perla” y en
otros establecimientos cercanos. El
fuego tomó incremento rápidamente
en la parte antigua del edificio, todo
de madera en su interior construido
hace ya más de 20 años”.22
El edificio se encontraba asegurado en las Compañías Unión Comercial y Norwich, mientras que los
seguros del establecimiento comercial estaban a cargo de La Unión Comercial, Norwich, Royal, Norther y
la Yorkshire. Estas compañías eran
representadas en Cienfuegos por el
cubano Eliseo Rangel, el gallego Modesto Novoa, el asturiano Vicente
Villar,23 el santanderino Baltasar Torriente y el alemán Federico Hunike.
En entrevista realizada por la
prensa a los socios José Alabau Villar y Manuel García —ambos asturianos— declararon que el gerente
Francisco Villar se encontraba en
Nueva York realizando compras
para el establecimiento y el socio
comanditario Vicente Villar se encontraba de visita en España. Plantearon además que la causa del siniestro fue la caída de un cable de
corriente eléctrica sobre unas cajas
de mercancías que contenían peinetas de celuloide, medias, camisetas,
frazadas y encajes.
El inmueble es reconstruido
—con el dinero del seguro— a partir de nuevos cánones estéticos, en
apenas un año y seis meses. Su reapertura se fecha en julio de 1914.
Ocupa el nuevo edificio una superficie de 1 500 varas planas compleLa Correspondencia. Lunes 11 de Noviembre
1912.
23
Villar y Cía. representaban a “La Unión Comercial.”
22
COMERCIANTES,
BANCA, BANQUEROS Y COMPAÑÍAS ASEGURADORAS.
tamente edificado en mampostería,
con dos plantas.24
Pudiera pensarse que los gestores de Villar y Cía. provocaron el
incendio para, con el cobro del seguro, convertir el vetusto edificio
comercial en uno de los mejores
exponentes del eclecticismo cienfueguero. Ya lo decía Edwin Atkins
en 1926: “(…) Nunca oí de una caja
de seguridad robada, ni nunca oí de
ninguna pérdida por fuego en casa
mercantil hasta que vino a ser costumbre general el hacerse pólizas de
seguro25, pero esta hipótesis queda
en el campo de la especulación.
En su gran mayoría las compañías aseguradoras que operaban en
Cuba desde mediados del siglo XIX
hasta la década de 1920, estaban
representadas por comerciantes españoles. Al iniciarse la década de
1920-1929, los comerciantes de origen español van a ser remplazados
por firmas o agentes ingleses y norteamericanos. Por ejemplo en 1924
la Norwich Union era representada por George Mellintong, agente
radicado en La Habana; la Home,
la Hartfort y la Phoenix estaban a
cargo del Trust Company of Cuba,
también radicado en La Habana;
mientras que la Yorkshire tenía
sus oficinas centrales en Santiago
de Cuba y estaba representada por
Mercades, Beyres y Cía.26
Las aseguradoras extranjeras
ejercieron su predominio en la región hasta 1919, fecha en que surge
la Compañía de Seguros y Fianzas
La Correspondencia, sábado 4 de julio de 1914
p. 2.
25
Roland T. Ely, Ob. Cit., p.28.
26
Ver AHPC, Protocolos Notariales de Felipe Silva Gil,
escritura 107, folio 702, del 2 de abril de 1921.
24
CIENFUEGOS 1830-1925
Cienfuegos S.A (Fig. 1). Esta compañía de seguros fue la primera y la más
importante de cuantas se crearon en
Cienfuegos con capital doméstico.
Entre 1919 y 1930 surgieron 11 sociedades anónimas dedicadas al negocio de seguros y fianzas, a razón de
una por año. En 1923 se constituye
La Libertad, La Imperial en 1925, La
Financiera y La Seguridad, ambas
en 1926, Mercurio S.A. en 1928, Cápiro y Cía. en 1929 y Financiera de
Valores, Cantabria, Trust S. A y La
Colonial, todas en 1930.27
Fig. 1. Edificio de la Cía. de Seguros
y Finanzas y Hotel San Carlos
-Cienfuegos, Provincia de Santa Clara.
Los capitales sociales de dichas
compañías aseguradoras oscilaban
entre los 25 000 y los 500 000 pesos. Sin dudas las más importantes
entre ellas, tanto por su perdurabilidad en el tiempo como por el volumen de sus operaciones y el capital
27
Ver AHPC Fondo Registro Mercantil Libros de
Sociedades, Tomos 49 al 53.
103
COMERCIANTES,
BANCA, BANQUEROS Y COMPAÑÍAS ASEGURADORAS.
invertido fueron: La Compañía de
Seguros y Finanzas de Cienfuegos
S.A. (1919) y La Financiera de Valores S.A. (1930) ambas con un capital
social pagado de 500 000 pesos.
De las 11 sociedades surgidas entre 1919 y 1930, seis estaban constituidas por socios de origen cubano
y español, una estaba compuesta
íntegramente por españoles (asturianos) y solo en cuatro la totalidad
de los socios era de origen cubano.
La representación asturiana está
presente en tres de dichas compañías aseguradoras, La Libertad, que
giraba con un capital de 100 000
pesos, constituida por un cubano y
el asturiano Manuel Lanza Lanza;
La Imperial, fundada en 1925 por
los hermanos asturianos Manuel y
Aquilino Sanso Lanza con un capital
de 100 000 pesos y la Compañía de
Seguros y Fianzas de Cienfuegos.
Como se ha dicho anteriormente fue La Compañía de Seguros y
Fianzas de Cienfuegos S.A. la firma
aseguradora más importante que
tuvo la provincia hasta 1958. La
empresa se constituye por iniciativa
de un grupo de comerciantes polivalentes establecidos en la Ciudad, la
mayoría de ellos con experiencia en
el ramo de la banca y los seguros,
pues habían sido representantes de
firmas aseguradoras extranjeras.
La Compañía se forma en el despacho del acaudalado comerciante vasco Nicolás Castaño Capetillo
ante el notario Felipe Silva Fernández. El capital social acordado fue
de un millón de pesos y el emitido28
28
104
El capital emitido equivale al valor total de los
títulos o valores emitidos por la sociedad anónima, los cuales pueden haber sido pagados en
parte o en su totalidad por los correspondientes
socios, mientras que el capital pagado es cuan-
CIENFUEGOS 1830-1925
de 250 000 pesos, representado por
2 500 acciones de 100 pesos. El impacto que produjo en la ciudad la
constitución de la firma aseguradora fue tal que se acordó emitir otros
250 000 en acciones, quedando elevado el capital pagado a medio millón de pesos.
Los socios constituyentes fueron
trece en total: el vasco Nicolás Castaño Capetillo, los asturianos Acisclo
y Modesto del Valle Blanco, Francisco Díaz García y Amador Bengochea
Muñiz; los gallegos Modesto Novoa
Moure y José Reigosa Lombardero
y los cubanos Eliseo Rangel Jiménez, Felipe Silva Gil, Andrés Díaz de
Villegas, Carlos Felipe Gutiérrez Valladón29, Eliseo Rangel y Jerónimo
Visozo Tellechea.
Como hemos podido apreciar, la
composición social de la Compañía
estaba integrada por una élite de
comerciantes polivalentes de origen
cubano y español con una gran experiencia en el ramo de los servicios
bancarios, crediticios y de seguros.
Los socios cubanos —seis en total—
representaban el 46,16 %, mientras
que los españoles lo hacían en un
53,84%. Dentro del conjunto español, los asturianos estaban en mayoría con una participación de cuatro socios, lo que representaba un
30,76 %. Las cifras citadas nos dedo el capital ha sido pagado realmente por los
socios. Ibídem.
29
Carlos Felipe Gutiérrez Valladón era el hermano mayor de Viriato Gutiérrez, el padre de ambos, Felipe Gutiérrez Ubilla, fue un importante
comerciante santanderino que hizo fortuna en
Cienfuegos en el giro de importación de cristalería y loza bajo la razón social de Felipe Gutiérrez
y Cía., la cual giraba con un capital de 80 000
pesos en 1906. Ver AHPC, Protocolos Notariales
de Pedro Fuxá Seuret, escritura del 21 de abril
de 1906.
COMERCIANTES,
BANCA, BANQUEROS Y COMPAÑÍAS ASEGURADORAS.
muestran que por esta fecha todavía
las élites de origen español, y dentro
de ella los asturianos, juegan un papel rector en la economía y sociedad
cienfueguera y por ende cubana, y
que no habían sido desplazados aún
ni por los cubanos ni por los intereses norteamericanos.30
En 1923 la firma decide construir
un edificio social propio, para ello
contó con la participación del arquitecto Luis Gálvez, quien fuera el
director general de las obras constructivas y diseñador del inmueble.
Para llevar adelante la ejecución
del proyecto la Compañía convocó
a una subasta con el objeto de adjudicar el contrato de construcción.
A dicha subasta se presentaron cinco contratistas, resultando electo el
maestro de obras Miguel Calzadilla
Calzadilla, quien se comprometió a
ejecutar la obra por 122 300 pesos
30
En 1924 al ser realizado el balance anual de
la compañía, se refleja que el número de socios
ha aumentado de 13 socios constituyentes en
1919 a 20 socios, 11 de origen español y 9 cubanos lo que da un porcentaje de un 55 % y un
45 % respectivamente. Por su parte los socios
de origen asturiano aún son mayoría dentro de
la colectividad española de la sociedad con una
participación de 6 miembros, representando el
30 % del total general y el 54,54 % del grupo
español. La directiva estaba integrada por: Presidente Nicolás Castaño (vasco), Primer vicepresidente Eliceo Rengel Jiménez (cubano), Segundo vicepresidente Modesto del Valle Blanco
(asturiano), Secretario Felipe Silva Fernández
(cubano) y como directores figuraban los asturianos Francisco Díaz García, Amador Bengochea Muñiz, Pedro Monasterio Alonso, Manuel
Fernández Martínez y Francisco Cuervo Suárez;
los santanderinos Esteban Cacicedo Torriente y
Torcuato Ruiloba Ruiloba; el gallego José Reigosa Lombardero; el catalán José Ferrer Síres
y los cubanos Carlos Felipe Gutiérrez Valladón,
Luís E. Hernández Mauri, Andrés Díaz de Villegas, Eliceo Rangel Curiel, Ramón Torre Tejera,
Juan J. Hernández Mendoza y Manuel Díaz Pérez. El Republicano, 25 de mayo de 1925.
CIENFUEGOS 1830-1925
en un plazo de 315 días hábiles.31
Para garantizar la ejecución del
edificio, la Compañía de Seguros y
Fianzas de Cienfuegos obligó al ejecutor a aportar una fianza de 12 300
pesos, equivalente al 10 % del valor
total de la obra y como Calzadilla no
disponía de esa suma en efectivo,
solicitó un préstamo con hipoteca a
la Compañía de Seguros y Fianzas
de Cienfuegos S.A. El préstamo se
concertó por un año, sin intereses,
pero si al término del plazo fijado no
se había efectuado el pago, se establecería un interés del 10 % anual
desde su vencimiento hasta el pago
definitivo. Para garantizar el pago,
Calzadilla estableció una hipoteca
voluntaria sobre cinco casas de su
propiedad.32 El edificio social fue
construido en la esquina de las calles San Carlos y Hourruitiner, en el
centro histórico urbano de la ciudad
de Cienfuegos, ocupando un solar
propiedad de la firma, con un área
de 701 m².
En el balance de la Compañía
efectuado en diciembre de 1924 se
expresan algunos datos económicos
de interés que nos dan la medida
del alcance de esta firma aseguradora y crediticia cienfueguera. Se manifiesta que en inversiones, la sociedad tenía colocados 202 566 pesos.
Los préstamos garantizados con primeras hipotecas sobre propiedades
en Cienfuegos ascendían a 195 000
pesos en Bonos de la República,
las cifras alcanzaban los 221 773
AHPC, Protocolos Notariales de Felipe Silva Fernández, folio 33, Escritura 44 del 23 de febrero
de 1923.
32
AHPC, Protocolos Notariales de Felipe Silva Fernández, folio 428, escritura 45 del 22 de febrero
de 1923.
31
105
COMERCIANTES,
BANCA, BANQUEROS Y COMPAÑÍAS ASEGURADORAS.
pesos. Respecto al efectivo disponible poseía 6 439 pesos en caja y en
bancos 50 755 pesos, mientras que
sus reservas se distribuían de la siguiente manera: utilidades pasadas
a la reserva 143 944 pesos, reservas
técnicas 30 087 pesos y reservas
para incendios 15 288 pesos, lo que
nos da un total general de 189 319
pesos.33
Como se ha visto, una de las
principales fuentes de ingreso de
la entidad eran los préstamos con
hipotecas. Dichos préstamos eran
realizados bajo intereses que oscilaban entre el 8 % y el 10 % anual.
Los intereses se pagaban por mensualidades y la falta de pago de cuatro mensualidades daba lugar al
término del contrato y a la adjudicación de las propiedades hipotecadas. Para garantizar sus ganancias
la sociedad exigía a sus deudores
que los inmuebles hipotecados fueran asegurados contra incendios en
su compañía, al menos por el tiempo que durara el plazo del préstamo, que variaba según el monto de
la suma facilitada.34
Otra de las operaciones financieras que realizaba la compañía era la
de otorgar fianzas, las cuales eran
concedidas básicamente a notarios,
jueces, mandatarios judiciales, entre otros cargos públicos. Dichas
fianzas oscilaban entre los 1 000
y los 5 000 pesos, según la notaría
a ocupar o el cargo a desempeñar.
Pongamos por ejemplo que una notaría en la ciudad de Cienfuegos requería una fianza de 5 000 pesos,
33
34
106
El Republicano, Ob. Cit.
AHPC, Protocolos Notariales de Felipe Silva Fernández, folio 919, escritura 66 del 29 de julio de
1919.
CIENFUEGOS 1830-1925
mientras que para ocupar una ubicada en los poblados de Palmira o
Lajas el monto de la misma era de
1 000 pesos.35
Los accionistas de la Compañía
decidieron establecer en su edificio
social un consultorio y sala de curaciones de emergencias dotadas con
todos los aparatos y recursos propios, lo que resultaba altamente beneficioso para los asegurados, que
podían tener un lugar conocido donde
enviar a sus lesionados. Hasta diciembre de 1924 se habían atendido
3 831 casos con indemnizaciones
pagadas por el concepto de accidentes de trabajo ascendentes a 59 731
pesos, y por concepto de gastos de
honorarios médicos y curaciones
56 241 pesos, cifras que redundan
en un total pagado por accidentes
de trabajo, en un total de 115 973
pesos.
Según la prensa de la época,
1924, el departamento de incendios
era el más importante de la Compañía y cubría riesgos por millones de
pesos “sin que este ofrezca peligro
alguno para la Compañía dada la
organización que mantiene su oficina principal en coordinación con
la agencia general establecida en La
Habana y con las demás subagencias en toda la República”. Se emitieron entre marzo 1919 y diciembre
de 1924 un total de 9 355 pólizas de
incendio y 6 571 renovaciones sobre
las mismas, teniendo que responder
a 127 incendios, pagando por ello la
cifra de 96 722 pesos. La Compañía de Seguros y Finanzas de Cienfuegos tuvo una vida próspera, y
35
AHPC, Protocolos Notariales de Felipe Silva Fernández, escrituras 67, 316 y 229 de 1920 y escrituras 257 y 295 de 1921.
COMERCIANTES,
BANCA, BANQUEROS Y COMPAÑÍAS ASEGURADORAS.
al cerrar el año 1958 se encontraba
aún activa, presidida por Esteban
Cacicedo Gutiérrez.36
Como se ha visto a lo largo del
presente trabajo, la élite asturiana
dominaba el comercio de importación y exportación cienfueguero y
demostró una relevante participación en el ámbito financiero regional. Esa misma élite tuvo un papel protagónico en la sociedad civil
cienfueguera a través de las directivas de las asociaciones más importantes de la región, ya fueran asociaciones de carácter mercantil o en
las distintas sociedades regionales
de origen español.
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1996.
36
Nieto del conocido comerciante, industrial y banquero santanderino Esteban Cacicedo Torriente.
CIENFUEGOS 1830-1925
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FUENTES DOCUMENTALES
Archivo Histórico Provincial de Cienfuegos: Fondos: Protocolos Notariales:
1880-1930.
107
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