Fascículo de 4to D - Escuela Graduada Joaquín V. González

Alumnos de 40 D
Docente a cargo:
Kennel María Cristina
Carli María Celeste
“Escuela Graduada J. V. González”
2011
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Prólogo
Este fascículo nos transporta a la Edad Media, una
época de guerras, aventuras, persecuciones, castillos y
caballeros. Nuestro interés por este período comenzó con la
lectura de las historias del rey Arturo y la novela de Robín
Hood.
Entonces buscamos información en diferentes libros
aportados por la biblioteca de la escuela, textos y páginas
de Internet. Leímos mucho.
Luego nos organizamos en grupos de seis. Cada uno
de ellos investigó sobre distintos temas: Edad Media,
castillos, justas, caballeros y armaduras, seleccionó la
información adecuada y escribió varios borradores para
revisar, ampliar, corregir y llegar al texto final.
A nosotros nos entusiasmó mucho hacer este trabajo
porque nos permitió viajar con la imaginación a tiempos
remotos, desconocidos e interesantes.
Hicimos este fascículo para todos los lectores que
quieran aprender sobre la sociedad medieval, la vida y las
costumbres de este período.
Alumnos de 4to D
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Edad Media
L a Edad Media o Medioevo es el período
comprendido entre el siglo V al XV. Su comienzo se sitúa
en el año 476 con la caída del Imperio Romano de
Occidente, y su fin según algunos historiadores, con la
caída del Imperio Bizantino y con el fin de la guerra de los
Cien Años.
En cambio, para otros, en el año 1492 con el
descubrimiento de América.
En esta época la mayor autoridad era el rey quien
mandaba, administraba el reino y dirigía las guerras.
Cuando no luchaban repartía tierras entre los nobles;
también se iba de cacería, reservaba bosques enteros como
terrenos de casa para él y sus caballeros.
Las autoridades que le seguían, tan poderosas, eran
los duques, condes y altos prelados, como los arzobispos;
en muchos casos eran los dueños de los castillos.
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También había caballeros, señores, obispos y abades,
quienes solían ser hijos de campesinos libres, que buscaban
en la mayoría de los casos un medio para salir de la
miseria.
La mayoría de los pobladores eran
soldados y
campesinos, obligados a prestar servicio a los señores.
Estos podían disponer de los siervos a su antojo e incluso
ordenar su muerte. Aunque los campesinos producían los
alimentos, su vida era muy, muy pobre.
La Iglesia poseía feudos y vasallos propios. Cada
obispo tenía gran autoridad, incluso judicial, sobre los
fieles locales, y los monasterios, sedes de las órdenes
religiosas.
La sociedad medieval
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L a sociedad medieval estaba formada por tres
grupos: nobleza, iglesia y campesinos. Las personas
difícilmente podían cambiar su condición social o forma de
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Este texto fue elaborado por los alumnos del grupo de Apoyo Intensivo de los 4tos años.
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vida. Por ejemplo si alguien nacía campesino seguramente
moriría campesino.
En la parte más alta de la pirámide feudal estaban
los nobles que eran los dueños de la tierra. Había varias
clases de nobles: caballeros, condes, barones, duques,
señores, marqueses y reyes. El rey era el más poderoso de
todos. Otorgaba tierras a
señores de la nobleza menos importantes que él a cambio
de soldados, armas y armaduras. Estos señores juraban
serle fieles y leales.
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Carlomagno, famoso rey de
la Edad Media
Caballero medieval
Dama de la nobleza
La iglesia en la Edad Media tenía mucho poder,
dinero y extensiones de tierra. Se enriquecía con los
impuestos que pagaban los campesinos.
Participaba en la vida de las personas en los
bautismos, casamientos, bendiciones y entierros.
Estaba organizada en alto y bajo clero. El primero
estaba formado por el Papa, los obispos y los abades. Un
obispo era el jefe de la iglesia de una región. Tenía muchas
riquezas. Era respetado y
temido. Algunos hasta tenían su propio ejército. Los
monjes y frailes eran parte del bajo clero. Vivían en los
monasterios. Rezaban y trabajaban la tierra.
Algunos copiaban libros a mano.
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Obispo
Monje escriba
Iglesia medieval
Los campesinos ocupaban la parte más baja de la
pirámide feudal y eran el 90 % de la población medieval.
Trabajaban para el señor feudal a quien le pagaban
con su trabajo. Además tenían la obligación de entregarle el
tributo. El tributo consistía en darle provisiones,
artesanías, animales y cultivos al noble, dueño de la tierra.
Los hombres cultivaban la tierra, construían cercos,
cargaban y cortaban leña, araban la tierra, construían la
casa del señor y cosechaban los cultivos.
Las mujeres cuidaban a sus hijos, se ocupaban del
ganado, juntaban huevos, preparaban la comida, lavaban la
ropa y recogían los frutos.
Todo lo que tenían era del señor: las casas, la ropa,
los muebles, el terreno, los cultivos y los animales.
Muchos de ellos tenían prohibido abandonar la tierra en la
que vivían. La vida era muy dura. Trabajaban todos los
días, excepto los domingos y fiestas religiosas, bajo lluvia,
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sol o nieve. Además tenían una dieta pobre. Por eso la
mayoría de los campesinos morían muy jóvenes. Tampoco
recibían educación, no sabían leer ni escribir.
Campesino medieval
Campesinos realizando tareas rurales: labranza, siembra, cosecha
Los castillos
En la Edad Media, los ricos y poderosos señores
feudales vivían en castillos. Los castillos se instalaron en
Europa en lugares dominantes, entre los siglos XII –
XVI, para poder divisar al enemigo.
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Sus fuertes muros protegían a sus habitantes de las
bandas de ladrones, los señores rivales y los invasores de
otras tierras.
Era la vivienda del señor y su familia, pero también
habitaban en él los caballeros, los hombres de armas y los
sirvientes. Si bien era una fortaleza preparada para
defenderse de ataques, podían pasar años sin que éstos
tuvieran lugar. En ese caso los señores se dedicaban a la
administración de sus tierras, a impartir justicia, a la
práctica de la caza y
la cetrería y a la organización de fiestas y justas para
entretener a sus invitados y siervos.
El castillo requería una enorme cantidad de sirvientes:
carpinteros y albañiles cumplían con el mantenimiento de
las instalaciones; los cocineros, el panadero, el bodeguero y
las lecheras elaboraban bebidas y alimentos; el herrero y el
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armero se encargaban de armas, carretas y caballos,
mientras las lavanderas y costureras conservaban la ropa
impecable.
Las diferentes partes del castillo eran: alcoba
señorial, capilla, gran salón: era la estancia más amplia y
agitada del castillo, cuarto de guardia, pozo, bodega, caseta
de centinela, rastrillo, puente levadizo.
Una de las partes más importantes eran: la torre
llamada alcázar que estaba rodeada por fuertes murallas y
un foso. Era la torre más alta y cuando los oponentes
atacaban todos se escondían en
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el alcázar.
Después los castillos tuvieron murallas más gruesas
y fuertes con torres y almenas. Cada torre era como un
pequeño alcázar. En vez de un torreón, dentro de las
murallas había una refinada vivienda para el señor y su
familia. También había establos, graneros, una capilla,
otras construcciones. Era como un pueblo pequeño. Al cabo
del tiempo, los caballeros construyeron castillos aun más
sólidos.
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Los caballeros
El concepto de caballero fue creado por la iglesia
cristiana en el siglo XI para levantar el ideal de la nobleza
a la altura del ideal cristiano.
El caballero era un guerrero a caballo de la Europa
Medieval que servía al rey o a otro señor feudal como
contrapartida habitual por la tenencia de una parcela de
tierra, aunque también por dinero o como tropa mercenaria.
¿Cómo se llegaba a ser caballero?
Los hijos de los nobles eran educados para ser
caballeros. Sus padres los enviaban a los castillos de
otros señores para que comenzaran como pajes. Allí las
damas les enseñaban buenos modales y un comportamiento
gentil.
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A los catorce años, los pajes habían logrado éxito en
el entrenamiento y se convertían en escuderos; es decir
entraban al servicio de otro caballero. Aprendían sobre las
armas, las armaduras, los caballos y el capellán del
castillo se ocupaba de que fueran religiosos.
A los veintiún años, el aprendizaje llegaba a su fin y,
si había demostrado buenas aptitudes, el joven era ordenado
caballero.
El gran momento llegaba cuando se ponía de rodillas,
recibía la bendición de un sacerdote y el rey le tocaba el
hombro con su espada y le decía "Te armo caballero"
¡Levántate!
Al final
ceremonia ya
en batallas
sus propias
caballos,
a
o de los
feudales
de
vasallos,
veces también
de
la
podían entrar
empleando
armas
y
favor del rey
señores
quienes eran
aunque
a
lo hacían a
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cambio de un pago. Servían a los reyes para qué pudieran
estar en seguridad. Peleaban a pie, con espadas, lanzas,
arcos y ballestas.
Los ideales caballerescos eran nobles, valientes,
fieles, audaces, protectores, valerosos y fuertes.
Armaduras
Los caballeros la llevaban para protegerse en las
batallas. Esta vestimenta medieval fue un elemento
esencial para los caballeros de la Edad Media,
resguardándolos ante las acometidas que pudieran sufrir
con espadas u otras armas.
Con el tiempo las armaduras fueron evolucionando y a
medida que las luchas se hacían más sangrientas iban
explorando nuevos materiales. Primero fueron de pieles de
animales, después de cueros y luego de metal.
Un caballero tenía dos armas principales: su espada y
su escudo. La primera era de doble filo y podía perforar la
cota de malla. . Una cota de malla se parecía a un tejido,
salvo que era de metal, no de lana. Estaba hecha de miles
de pequeños anillos de hierro eslabonados unos con otros y
unidos por correas para que el caballero pudiera moverse.
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Una armadura completa consta de numerosas piezas
articuladas, habiendo llegado a reunir hasta el número 250
en un solo combatiente con el peso de unos 25 a 30 Kg.,
pero las más comunes e importantes se reducen a unas 25,
distribuidos en la cabeza, tronco y extremidades superiores
e inferiores. También usaban una chaqueta acolchada bajo
la cota ¡para qué no lo cortara su propia armadura!
La cota de mallas se formaba por la
unión de pequeños discos metálicos
En su pesado traje, el caballero
podía
cabalgar
ileso
siempre
que se mantuviera sobre el caballo.
La armadura medieval podía estar
constituida por más de doscientas
piezas
Con el paso del tiempo las
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armaduras fueron evolucionando y a medida que las luchas
se hacían más sangrientas iban explorando nuevos
materiales. Agregaron planchas de metal ajustadas el
cuerpo y ya para el siglo XV, portaban una armadura de
acero completa, guantes de metal llamados guanteletes y
hasta zapatos de metal.
Las justas
Torneo deriva de la palabra francesa tourner o de
las latinas bárbaras tornare y torneamentum, por la figura
que hacían de las vueltas, torneos y escaramuzas unos
contra otros los contendientes que se ejercitaban en esta
clase de juegos militares.
Los torneos se realizaban en días de fiesta o cuando
llegaban visitas importantes a pasar unos días al castillo.
Las leyes del torneo eran las siguientes:
Primera: no herir de punta al contrario
Segunda: no pelear fuera de filas
Tercera: no pelear varios caballeros contra uno solo
Cuarta: no herir al caballo del rival
Quinta: descargar sólo los golpes al rostro y pecho
del rival.
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Las justas se realizaban en los campos . Cuando no
había ninguna batalla,
los caballeros demostraban sus habilidades y valentía, era
un combate simulado pero peligroso, los señores apostaban
y para los caballeros simplemente era un juego. Cada quien
trataba de derribar a su contrincante del caballo. Al final
los caballeros que se habían destacado por su valentía eran
declarados campeones.
La diferencia entre las justas y los torneos
medievales es que en las justas sus participantes hay que
catalogarlos como combatientes, porque ponen en juego su
honor y la victoria daría la razón al ganador, en cambio en
los torneos medievales los participante son competidores,
independientemente de que el juego fuese un combate.
Si era una “justa” se usaban lanzas de flechas y
afiladas, pero si era una “justa de paz” se usaban lanzas de
puntas roma.
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Torneos medievales
En la Edad Media, combate a caballo entre En la
En la Edad Media, combate a caballo entre
caballeros armados con lanzas que se enfrentaban
a lo largo de diferentes rondas: los torneos
medievales gozaron de gran aceptación entre el
público...
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Fue el espíritu caballeresco en la Edad Media lo que
mantuvo la existencia de los torneos que luego se
convirtieron en una costumbre en:
Inglaterra, Italia, Alemania, Bizancio y España.
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ACEVEDO, DENISSE
ALONSO, MATEO NEHUEN
BADIE, MERCEDES
BOLAÑO, JUAN CRUZ
BRACCO, VALENTINO
CAPPELLETTI, AGUSTIN MANUEL
CARO, JULIETA MAGALI
CONDORELLI, MALENA
CORDOBA, MARTINA PRISCILA
CRESPO, LUCIANA AYELEN
DIAZ ALVAREZ, MATEO IGNACIO
FERNANDEZ, JUANA
FERRARI, DANIELA MAGALI
GIMENEZ, LUCAS HERNAN
GIORDANO, CAROLINA NAHIR
GUAYMAS, LUCIO AGUSTIN
LOFEUDO, JUAN ESTEBAN
MANUELE, DANTE
MORENA LOPEZ, DAFNE LETICIA
NAVARRO RACUNTI, VALENTINA
PAIZ, JUAN
PALMISANO, FRANCESCO
PISONI, PEDRO
PRADO ARBELETCHE, PAULA
QUIROGA, LUCIANO JOAQUIN
QUISBERT CASTAÑEDA, ARACELI M.
SAGASPE, ALEXIS IGNACIO
TACALITI, LUCIA
TUMMINELLO, MORA
WOLCZASTY, ALEJO NICOLAS
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