PROPOSICION CON PUNTO DE ACUERDO POR EL QUE SE EXHORTA AL EJECUTIVO FEDERAL A REENCAUSAR EL PROCEDIMIENTO DE CONSULTA TRIPARTITA PARA LA RATIFICACIÓN DEL CONVENIO 98 DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO LUISA MARÍA ALCALDE LUJÁN, integrante de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión y del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 58 y 59 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, presenta ante esta Comisión Permanente, el siguiente Punto de Acuerdo de urgente y obvia resolución al tenor de la siguiente: CONSIDERACIONES I. Desde la fundación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la libertad sindical ha sido considerada un derecho fundamental. La propia Declaración de la Organización Internacional del Trabajo relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo de 1998, que establece derechos de cumplimiento obligatorio para todos los Estados con independencia de que hayan o no ratificado los convenios en cuestión, considera la libertad de asociación y reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva (Convenios 87 y 98) como derechos universales que deben aplicarse a todas las personas en todos los países, independientemente de su nivel de desarrollo económico, su régimen político o su modelo laboral. II. El Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho a la sindicación (número 87) de la OIT reconoce el derecho de los trabajadores a constituir o afiliarse a las organizaciones sindicales que estimen convenientes (artículo 2), con la libertad de redactar sus estatutos y reglamentos, elegir libremente a sus representantes, organizar su administración y sus actividades. Asimismo obliga a las autoridades públicas a abstenerse de todo acto de injerencia tendiente a limitar o entorpecer el ejercicio de este derecho (artículo 3). Por su parte, el Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva (número 98) de la OIT, complementario del Convenio 87, protege a los trabajadores de todo acto de discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical, específicamente aquellos que tengan por objeto condicionar el empleo de un trabajador a su afiliación a un sindicato (artículo 1), y garantiza la no injerencia entre organizaciones sindicales (artículo 2). Además, obliga a los Estados a crear organismos internos que garanticen el derecho de sindicación (artículo 3), así como a adoptar medidas para estimular y fomentar la negociación voluntaria y colectiva entre trabajadores y empleadores al fijar las condiciones de empleo en los contratos colectivos de trabajo (artículo 4). Pese a que México ratificó desde 1950 el Convenio 87 sobre libertad sindical, la estructura corporativista que a la fecha persiste en nuestro régimen político ha impedido que suceda lo mismo con el Convenio 98, no obstante ha sido ratificado por 164 Estados, incluyendo todos los países de América Latina [1]. Particular reticencia ocasiona en México la obligación del Estado de proteger a los sindicatos de actos de injerencia y, sobre todo, de garantizar el derecho a la negociación colectiva. El motivo que había invocado nuestro país para excusarse de la ratificación del Convenio 98 es que sus disposiciones eran incompatibles con el artículo 395 de la Ley Federal del Trabajo, que reconocía la inclusión de la “cláusulas de exclusión por separación” en los contratos colectivos de trabajo, mismas que obligaban a los patrones a despedir a los trabajadores que renunciaran o fueran expulsados del sindicato. En abril de 2001 la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que los artículos 395 y 413 de la Ley Federal del Trabajo eran inconstitucionales por lo que en congruencia con la jurisprudencia mexicana y con el derecho internacional de los derechos humanos, la reforma laboral de diciembre de 2012 derogó el párrafo segundo del artículo 395 de la Ley Federal del Trabajo. Consecuentemente, ya no existe ningún impedimento legal para que el Convenio 98 de la OIT pueda incorporarse efectivamente y sin contradicciones a nuestro ordenamiento jurídico. II. Ante el aparente desinterés del Ejecutivo Federal respecto a un tema tan relevante para el mundo laboral mexicano, el Congreso de la Unión ha adoptado una posición proactiva y enérgica al impulsar desde ambas Cámaras la pronta ratificación del Convenio 98 por nuestro país. Entre mayo y junio de 2013, tres puntos de acuerdo fueron presentados: uno por la Senadora Alejandra Barrales Magdaleno, otro por la Senadora Dolores Padierna Luna, y el tercero por quien presenta este punto de acuerdo (junto con el Diputado Ricardo Monreal Ávila) con el propósito de exhortar al titular del ejecutivo para poner a consideración del Senado la ratificación del convenio 98 de la OIT. El 23 de julio de 2013, el Subsecretario de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Rafael Adrián Avante Juárez, afirmó atinadamente que la adhesión de México a la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo obliga a nuestro país la observancia estricta de los convenios fundamentales de la OIT, entre los que se encuentra el Convenio 98, y si bien en cierto que reconoció que la derogación del último párrafo del artículo 395 de la LFT (que contemplaba la famosa cláusula de exclusión) abre el camino a la ratificación del Convenio 98, también advirtió que primero debían realizarse las consultas tripartitas con los interlocutores sociales y las autoridades encargadas de las disposiciones de este instrumento internacional, en los términos del Convenio 144 de la OIT. III. El Convenio sobre consultas tripartita para promover la aplicación de las normas internacionales del trabajo número 144 de la OIT, tiene como propósito promover el tripartimos y el diálogo social en el ámbito nacional, asegurando la participación de las organizaciones de empleadores y trabajadores en todas las etapas de las actividades de la OIT [2]. El párrafo primero del artículo 5 del Convenio 144 señala que los gobiernos, las organizaciones de empleadores y de trabajadores deben realizar consultas efectivas en cada etapa de la actividad normativa de la OIT para preparar el orden del día de la Conferencia Internacional del Trabajo, discutir las propuestas que hayan de presentarse a la autoridad competente en relación a la sumisión de nuevos convenios, evaluar la ratificación de las normas internacionales del trabajo y la supervisión de la aplicación de las normas, y contemplar la denuncia de los convenios ratificados. El inciso c) del párrafo aludido aborda específicamente la realización de consultas para el “nuevo examen de convenios no ratificados y de recomendaciones a las que no se haya dado aún efecto para estudiar qué medidas podrían tomarse para promover su puesta en práctica y su ratificación eventual”, como es el caso del Convenio 98 de la OIT. Por su parte, el párrafo segundo del artículo 5 señala que este nuevo examen debe llevarse a cabo “a intervalos apropiados” en función de la práctica nacional. Sin embargo, el gobierno mexicano ha sido omiso en realizar tales consultas para discutir la ratificación del Convenio 98, y ni siquiera ha precisado las fechas en que tiene programado realizar dichas consultas. Debemos subrayar que la consulta tripartita está orientada a ayudar a los gobiernos a tomar mejores decisiones, y aunque supone algo más que un mero intercambio de información, esto no implica que haya que llevar a cabo negociaciones con miras a alcanzar un acuerdo específico entre las centrales obreras y patronales, y el gobierno. El objetivo de las consultas es escuchar y evaluar las opiniones de las organizaciones de empleadores y de trabajadores, sin que el consenso sea una condición necesaria para que el gobierno pueda actuar en consecuencia. Ciertamente, todas las opiniones deben tenerse en cuenta, pero el gobierno siempre tendrá la última palabra. Por tanto, el gobierno mexicano no puede alegar la ausencia de condiciones o acuerdos previos para dar inicio al procedimiento de consulta, ni la falta de consenso dentro de dicha consulta para decidir someter al Senado de la República el Convenio 98 de la OIT. Tampoco es posible alegar dificultades técnicas, logísticas o financieras para realizar esta consulta ya que el Convenio 144 deja un amplio margen de acción a los gobiernos para determinar las formas de consulta que consideren más apropiadas. Así pues, no se requiere ningún mecanismo institucional específico y por ende se pueden aplicar procedimientos formales o informales, permanentes o especiales, desde la creación de una comisión especial hasta el mero intercambio de comunicaciones escritas (mecanismo que por cierto ha utilizado México para la ratificación de otros convenios). El Convenio 98 de la OIT constituye una exigencia necesaria para que nuestro país sea reconocido internacionalmente como respetuoso de los derechos humanos laborales. Ello responde a una exigencia no sólo de las organizaciones internacionales, incluyendo a la propia OIT, sino también a reclamos al interior del país que reconocen en la contratación colectiva un elemento clave para la modernización del mundo del trabajo, ya que consideran es vía para el diálogo responsable entre los factores de la producción en beneficio de la productividad y la mejora de las condiciones de trabajo, así como una condición para fortalecer el diálogo social que permita vincular los temas del trabajo a las políticas públicas en beneficio de la población en general. Por lo anteriormente expuesto, someto a consideración de esta Soberanía el siguiente PUNTO DE ACUERDO ÚNICO.- Se exhorta al titular del Ejecutivo Federal a realizar sin demora las acciones necesarias para reencausar el procedimiento de consulta tripartita establecido en el Convenio 144 de la Organización Internacional del Trabajo para la ratificación del Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva número 98. Dado en el Palacio Legislativo de San Lázaro A los 27 días del mes de mayo de 2014 LUISA MARÍA ALCALDE LUJÁN [1] El Convenio 98 no ha sido ratificado, además, por Afganistán, Arabia Saudita, Bahréin, Brunei Darussalam, Canadá, China, República de Corea, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, India, Irán, Islas Marshall, Laos, Myanmar, Omán, Palau, Qatar, Tailandia, Tuvalu y Vietnam. [2] Oficina Internacional del Trabajo; “Promover la consulta tripartita: ratificación y aplicación del Convenio núm. 144”; Departamento de Relaciones Laborales y de Empleo/Departamento de Normas Internacionales del Trabajo; Ginebra, 2011.