VII Congreso SEAE Zaragoza 2006 Nº 87 LA DESINFECCIÓN DE UN SUELO CULTIVADO CON TOMATE. EVIDENCIAS SOBRE UN PROBLEMA DE ETIOLOGÍA COMPLEJA. J.M. Segura, M. de Cara, F. Diánez, M. Santos, F. Carretero, J.A. Reyes, I. Peregrina, I. Córdoba, J. Tello Dpto. de Producción Vegetal, Universidad de Almería. La Cañada de San urbano. 04120 Almería, España. [email protected] RESUMEN Desde el año 2002, se lleva observando en los cultivos de tomate tipo Marmande Raf, de Cabo de Gata, la aparición de un síndrome que evoca a una Fusariosis vascular. Para su control, se diseñó la aplicación de diferentes tratamientos de desinfección del suelo, con la finalidad añadida de compararlos con el bromuro de metilo, ninguno de los tratamientos se mostró efectivo. Así mismo, se analizaron plantas con síntomas durante las tres campañas que ha durado el trabajo, y se ha aislado, identificado y estudiado el posible agente causal. Tras lo cual no se han podido reproducir los síntomas del campo bajo condiciones controladas, inoculando los aislados obtenidos. ¿Qué puede estar ocurriendo en el campo para que las plantas mueran, si los aislados de Fusarium oxysporum, obtenidos de las mismas, no eran patógenos? Una aproximación al problema parece implicar una alta conductividad eléctrica del agua de riego (10,6 dS·m-1) de la zona, la cual puede influir en el comportamiento del hongo, de la planta o en ambos a la vez. Por lo que se puede afirmar la existencia de un problema de salinidad primigenio, al cual, puede asociarse una habilidad parasitaria de Fusarium oxysporum hasta ahora desconocida. Palabras clave: Almería, Fusarium oxysporum, salinidad, biosolarización. INTRODUCCIÓN El cultivo de tomate en la zona de Cabo de Gata se lleva realizando desde hace décadas, siendo en la actualidad el cultivo de mayor extensión e importancia. Las condiciones climáticas, edáficas y calidad del agua de riego de ésta zona, generan en ocasiones, situaciones anómalas durante el desarrollo del cultivo, tal como sucede en la actualidad, y de forma generalizada en las explotaciones en las que se llevan cultivando tomate más de 10 años consecutivos, en cultivo enarenado (observaciones personales y consultas con los vecinos). En algunas explotaciones la mortalidad de las plantas llega a alcanzar cifras superiores al 30 %, agravándose la muerte de las plantas después de periodos de lluvia, con precipitaciones mayores de 4 mm, para invernaderos tipo parral plano (Observaciones personales). La sintomatología observada se corresponde con la de una enfermedad vascular causada por hongos. Los síntomas que presentan las plantas, son una epinastia débil al principio, durante las horas centrales del día, de las zonas apicales, seguidas de un amarillamiento de las hojas basales y una epinastia mayor, con el transcurso de los días y finalmente la muerte de las plantas, mostrándose los vasos xilemáticos necrosados. Estos síntomas comienzan a aparecer cuando la planta tiene su primer ramo de frutos, al final del otoño y presenta su máximo durante el invierno. Tradicionalmente, para la zona mediterránea la Fusariosis se considera como una enfermedad estival (Davet et al., 1966; Messiaen y Mas, 1969; Messiaen y Lafon, 1970). Sin embargo, Tello y Lacasa (1990), demostraron como en las comarcas Murcia y Valencia (España), la máxima expresión de la Fusariosis se daba en verano y VII Congreso SEAE Zaragoza 2006 Nº 87 en otoño. Davet et al. (1966) (citado por Jones et al., 1996) publicó que en condiciones climáticas frías, existía en Marruecos una raza de Fusarium oxysporum f. sp. lycopersici, que producía síntomas severos de marchitez sobre tomate, especialmente si las plantas afectadas eran regadas con NaCl y Mg Cl2. Con la realización de este trabajo se pretende abordar el problema descrito, identificando las posibles causas que lo generan, evaluando diferentes soluciones y proponiendo finalmente la solución más adecuada, o al menos poner las bases que permitan hallar una solución adecuada. MATERIAL Y MÉTODOS El trabajo consta de dos partes, una primera parte realizada en campo, de toma de muestras y realización de las desinfecciones de suelo, en una finca comercial de la zona de Cabo de Gata, y la segunda parte realizada en el laboratorio que ha consistido en el estudio de los aislados de Fusarium oxysporum obtenidos. 1. Aplicación de los tratamientos de desinfección. Los tratamientos de desinfección fueron aplicados durante el verano de 2003, en el Cuadro 1 se resumen las superficies tratadas con cada tipo de desinfectante, para los dos tipos de estructuras en los que se realizaron los tratamientos. Cuadro 1. Tratamientos de desinfección, superficies tratadas, fechas de inicio y duración. Duración del Fecha de Tipo de Superficie ensayo Tratamiento inicio estructura (m2) (días) Abrigo de malla 76 --40 Sin tratamiento Invernadero 76 --40 Solarización Abrigo de malla 76 29/07/03 40 Bromuro de Abrigo de malla 1171,96 7/08/03 7 metilo Invernadero 1233,80 7/08/03 7 Metan- sodio con Abrigo de malla 1105,15 9/08/03 29 solarización Invernadero 4632,49 9/08/03 30 Dicloropropeno Abrigo de malla 1158,44 7/08/03 29 (55,4%) + Cloropicrina Invernadero 4107,00 7/08/03 29 (32,7%) Dicloropropeno Abrigo de malla 932,14 7/08/03 29 (36,7%) + Cloropicrina Invernadero 2791,03 7/08/03 29 (52,8%) Biosolarización Abrigo de malla 506,09 29/07/03 40 con restos de Invernadero 725,91 29/07/03 40 tomate Biosolarización Abrigo de malla 304 29/07/03 40 con restos de Invernadero 0 --0 melón El hecho de que las superficies en las cuales se aplicaron los desinfectan sean tan dispares, es debido a que se trataba de una finca comercial y no se podía modificar, ni modular mejor el sistema de riego para realizar los tratamientos. VII Congreso SEAE Zaragoza 2006 Nº 87 Los tratamientos fueron evaluados midiendo la evolución de las plantas que iban mostrando el síndrome durante la Campaña 2003/2004, y realizando análisis de suelos antes y después de los tratamientos. 2. Análisis de los suelos. Este estudio toma como fin recabar el efecto de los tratamientos de desinfección practicados en el suelo. Se tomaron tres muestras de suelo por cada uno de los tratamientos realizados. Cada una de estas muestras consta de una submuestra de arena y otra de tierra de cañada, ya que se trata de un suelo arenado. Las submuestras de arena se tomaron de la zona más profunda, del horizonte de arena, es decir, la que está justo en contacto con la tierra de cañada. Así mismo, la tierra de cañada se tomó a una profundidad de 10 centímetros, del horizonte de tierra de cañada. Este análisis se realizó por recuento en placa de las unidades formadoras de colonias de Fusarium spp., expresándose en UFC/g de suelo. Se empleó la técnica de la dilución del suelo directamente en placa (soil-plate), descrita por Warcup (1950), que incorpora la tierra o sustrato, previamente triturado y pesado, directamente al medio de cultivo en estado de fusión próximo a la temperatura de solidificación. El medio elegido para los análisis fue el ideado por Komada (1975) modificado en la composición de la solución de antibióticos, según Tello et al., (1991). 3. Análisis de las plantas. Durante las tres campañas, en las que se ha estudiado esta patología se han ido tomando muestras de plantas con síntomas de una enfermedad vascular, y se han analizado en el laboratorio, para estudiar el grado de asociación de hongos con los síntomas observados. En total se han analizado 815 tallos de plantas afectadas. El aislamiento e identificación, del hongo vascular, realizado a cada una de las muestras tomadas, tanto de pecíolos como de tallos de plantas, consistió en la realización de los siguientes pasos: - - Reducción de la carga microbiana de la superficie de las muestras: las plantas son lavadas debajo de grifo para quitar la suciedad y posteriormente se flamea su superficie. Siembra en placa: se cortan trozos transversales de 1cm de grosor de tallo y se coloca sobre una placa de Petri con medio de cultivo PDA. Lectura de las placas e identificación morfológica del hongo: se realizaba una observación directa del micelio que emergía del xilema de las plantas, las lecturas se hacían a las 48 horas de la siembra. 4. Estudio de la patogenicidad de los aislados. Se han realizado los pasos descritos por Koch con las cepas de Fusarium oxysporum aisladas de los vasos xilemáticos, con el fin de comprobar si se cumplen y se confirma que la enfermedad observada en el campo corresponde a este agente causal. Veinte de los aislados obtenidos del xilema de las plantas analizadas, han sido inoculados sobre plántulas de la variedad Marmande Raf. Se han realizado dos tipos diferentes de inoculaciones: una regando directamente sobre el sustrato con una VII Congreso SEAE Zaragoza 2006 Nº 87 suspensión de esporas, de concentración 105 a 106, la segunda inoculación se ha realizado sumergiendo las raíces de las plántulas en la suspensión de esporas durante media hora y regando posteriormente en sustrato, una vez transplantadas las plantas con la suspensión sobrante. El ensayo se mantuvo en una cámara de cultivo, manteniendo una temperatura entre 24 y 27 ºC, con una duración de luz de 16 horas al día y con una intensidad luminosa de 12000 lux. El sustrato utilizado ha sido vermiculita estéril. Las semillas se desinfectaban previamente con lejía durante media hora. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 1. Evaluación de los tratamientos de desinfección. Durante la campaña 2002/2003, el síndrome fue observado en el 26 % de las plantas, apareciendo a finales del otoño. La evolución del síndrome después de la aplicación de cada uno de los tratamientos, tanto en el abrigo de malla como en el invernadero se representan en las Figuras 1 y 2. Figura 1. Curvas de la evolución del síndrome en los abrigos de malla para diferentes tratamientos de desinfección de suelo, para la campaña 2003/ 2004. 30 26-11-03 % de plantas afectadas 25 24,56 24-11-03 20 18,42 16,67 15 17-11-03 10 5 0 12-11-03 58 8,77 6,14 2 -11 - 03 1,75 00 0 12,28 Testigo Solarización BrCH3 Metan + sol Bio tomate Bio melón Agrocelhone NE Agrocelhone FE 2,63 1,75 00 0 67 1,75 0,22 0,25 0 72 1,75 0,36 0,06 79 1,97 1,88 0,60 0,12 81 Días después del transplante En la Figura 1, se puede observar el efecto de los tratamientos de desinfección en la disminución de la proporción de plantas que muestran el síndrome frente al testigo. Hay que destacar la eficacia de todos los tratamientos, menos el de solarización, en la expresión del síndrome y en el retraso de la aparición de los síntomas al menos en nueve días. Los tratamientos más efectivos fueron el bromuro de metilo y el Agrocelhone® FE (Dicloropropeno (55,4%) + Cloropicrina (32,7%)), en los que no se observó ninguna planta con los síntomas descritos. De los tratamientos químicos aplicados, el metan – sodio fue el que presentó un porcentaje mayor de plantas afectadas (0,6 %). La otra formulación de Agrocelhone® NE, sólo manifestó un 0,12 % de plantas afectadas. Las biosolarizaciones mostraron un porcentaje mayor de VII Congreso SEAE Zaragoza 2006 Nº 87 la enfermedad, cercano al 2 %, pero es un valor bastante bajo si lo comparamos con el que se alcanzó en la campaña 2002 / 2003, para este mismo bancal. Sin embargo, la realización de la solarización en estas condiciones y para esta campaña no fue eficaz para el control del síndrome. No se pudo realizar un seguimiento de toda la progresión de la enfermedad a lo largo del cultivo, debido a que este se perdió en diciembre del año 2003, debido a una infección severa de Mildiu (agente causal Phytophthora infestans), por lo que, hay que ser prudentes con los datos disponibles, ya que solo nos indican claramente un retraso en la aparición de la enfermedad al inicio del cultivo, pero no se puede saber si al final del cultivo se mantienen las tendencias. Figura 2. Curvas de la evolución del síndrome en los invernaderos para diferentes tratamientos, para la campaña 2003/ 2004. 4,5 4,2 3,5 Testigo BrCH3 Metan + sol. Bio tomate Agrocelhone NE Agrocelhone FE 3,4 3 2,7 2,5 2,2 2 1,5 1,3 1,3 1 0,5 0,5 0 0,0 0 0,6 0,2 0,2 0,1 0 0,9 0,8 1,0 0,9 0,8 0 01 /0 3/ 20 04 08 /0 3/ 20 04 15 /0 3/ 20 04 22 /0 3/ 20 04 29 /0 3/ 20 04 05 /0 4/ 20 04 12 /0 4/ 20 04 19 /0 4/ 20 04 26 /0 4/ 20 04 03 /0 5/ 20 04 10 /0 5/ 20 04 % de plantas afectadas 4 Fecha de medida En la figura 2, se observa claramente la tendencia observada ya en la campaña 2002/ 2003, consistente en la disminución del porcentaje de plantas enfermas, cuando los días comienzan a ser más calurosos y la duración de las horas de luz es mayor. Esto nos indica que debe existir algún factor que frena o retrasa la expresión del síndrome, o que quizás la mayor actividad vegetativa de la planta, enmascara los síntomas. Hay que destacar el bajo nivel de plantas infectadas en el testigo, no llegando al 1 %, y como en la última medida éstas se recuperaron. Sin embargo en los demás tratamientos el porcentaje de expresión de la enfermedad alcanzado fue mayor, siendo los tratamientos de biosolarización con restos de cosecha de tomate y metan – sodio con solarización, los que mostraron valores más altos, aunque sin alcanzarse los valores obtenidos para los abrigos de malla en la campaña 2002/ 2003. El hecho de obtener un nivel de plantas con síntomas mayor en las parcelas tratadas frente al testigo, lleva a preguntarse, cual ha sido la causa ¿Puede haberse roto algún equilibrio VII Congreso SEAE Zaragoza 2006 Nº 87 en el suelo el cuál mantuviera de forma natural un nivel bajo de la enfermedad? Una explicación podría encontrarse, en el tiempo que lleva cultivándose tomates, en el suelo de los abrigos de malla, casi 19 años, de forma intensiva e ininterrumpida, hasta la campaña 2002/ 2003, y el bajo aporte de materia orgánica. Tello y Lacasa (1988) explican, para los invernaderos de Mazarrón (Murcia), como las modificaciones culturales que eliminan el laboreo de la tierra, y reducen el aporte de materia orgánica, como ha sucedido en la finca estudiada, permite la exteriorización de enfermedades nuevas como las producidas por los hongos Phoma lycopersici y Fusarium oxysporum f. sp. radicis – lycopersici, y las bacterias las bacterias Pseudomonas tomato, Xanthomonas vesicatoria y Corynebacterium michiganense, que o no se habían manifestado anteriormente, o no estaban en el patosistema. De los resultados de los análisis de la flora Fusárica del suelo no se puede extraer ninguna consideración del efecto de los desinfectantes en la disminución de las poblaciones, ya que el nivel de población es muy bajo, antes y después de los tratamientos. En todos los análisis hay un hecho muy claro y es la pobreza de microbiota Fusárica que hay en los suelos, éste hecho coincide con el mostrado por Tello y Lacasa (1990) para los tomatales murcianos, donde la población de Fusarium y del resto de microorganismos eran muy bajas. Ambos, relacionaban el hecho de que hubiera una microflora telúrica tan pobre, con la práctica de las labores de cultivo intensivo, donde no se realizar rotaciones con otros cultivos y al bajo nivel de materia orgánica en el suelo. Factores que también existen en la finca, en la cuál, se ha realizado éste proyecto. Desde el punto de vista, meramente, agronómico, significa una falta de fertilidad del suelo muy importante. Y esta falta de fertilidad, se sigue manteniendo en los tratamientos donde se ha añadido materia orgánica, la razón hay que buscarla, en que dicha materia orgánica se ha aplicado mediante biosolarización. Y como demuestra Guerrero et al., (2004) la biosolarización tiende a esterilizar los suelos con el nivel que lo hace el bromuro de metilo. Dichos autores demuestran como a pesar de la esterilización del suelo la producción se incrementa, superando, incluso, la obtenida por el bromuro de metilo. En éste trabajo no se hizo valoración de la producción. 2. Resultados de los análisis de plantas durante la valoración de síntomas e identificación morfológica de las cepas. Durante las diferentes campañas que ha durado el trabajo se han ido tomando muestras de tallos de plantas de tomate que manifestaban el síndrome descrito, para analizarlas, y comprobar de este modo que se aislaba Fusarium oxysporum. Los resultados de los análisis realizados a los tallos de los tomates se muestran en el Cuadro 2. En el Cuadro 2, se observa como el tamaño de la muestra hace evidenciar que de las plantas con los síntomas descritos, existe un alto porcentaje de plantas de las cuales no se puede aislar Fusarium oxysporum a pesar de tener los haces vasculares necrosados. Además en esta campaña se han podido observar pudriciones en las raíces de las plantas. Este último síntoma no se observó en ninguna de las otras dos campañas. Quizás debido a que se muestrearon menos plantas. VII Congreso SEAE Zaragoza 2006 Nº 87 Cuadro 2. Resultados de los análisis vasculares de los tallos de tomate, durante las tres campañas. Campaña Número de plantas analizadas % de plantas con aislamiento positivo % de plantas con aislamiento negativo 2002/ 2003 23 100 0 2003/ 2004 8 100 0 2004/ 2005 784 54,72 45.28 Aunque en las campañas 2002/ 2003 y 2003/ 2004 se analizaran menos plantas, se iban realizando observaciones periódicas en el campo de los tallos y raíces de las plantas afectadas, y no se observó ninguna pudrición de las raíces. El que no se apreciara este síntoma nuevo pudo deberse a que no se coincidió con ninguna planta afectada por el mismo, o a que pueda tratarse de la evolución normal del síndrome, puesto que hay que tener en cuenta, que las plantas de la campaña 2004/ 2005, se recogieron cuando el cultivo ya había finalizado y en este caso podría haber una invasión de hongos de las raíces, unidos al debilitamiento de las plantas. Por otro lado, es llamativo el alto porcentaje de plantas con aislamiento negativo, y con los mismos síntomas que la Fusariosis vascular. Esto quizás sea debido a la salinidad del agua de riego. Tello (1984) y Tello y Lacasa (1990) en sus estudios realizados durante la campaña 1978/ 1979, indican como de un total de 3.679 plantas analizadas, que mostraban síntomas, en un 57,87 % no se aisló ningún hongo vascular. Tello (1984), atribuye este hecho a un bajo rendimiento del método de análisis, pero quizás la explicación más certera la dan, Tello y Lacasa en un trabajo publicado con posterioridad, en 1988, en el cual explican como las modificaciones culturales, en el Patosistema que ellos estudiaron, trajeron consigo problemas no estrictamente patológicos, como la salinización del suelo. La identificación morfológica de las cepas, se realizó siguiendo los criterios para la identificación de especies del Género Fusarium de Nelson et al. (1983) y Gerlach y Nirenberg (1982), a partir del micelio emergido de los haces xilemáticos y sobre medio de cultivo Komada (Komada, 1975) modificado por Tello et al., (1991). En las observaciones directas con un microscopio óptico, sobre el medio Komada (Komada 1975) modificado por Tello et al., (1991), se observaron las estructuras más diferenciadoras de Fusarium oxysporum, como son las falsas cabezas, de microconidios, sobre fialidas (conidióforos) cortas. La observación de estas estructuras nos indicaba, que se estaba ante la presencia de Fusarium oxysporum. Después se comprobó, en medio ClK, para cada cepa la presencia de macroconidios en esporodoquios y clamidosporas. 3. Patogenicidad de Fusarium oxysporum. En el ensayo de patogenicidad realizado mediante la técnica de inoculación de riego del sustrato con una suspensión de esporas, no se obtuvo ningún resultado. Entonces se planteó, realizar otro tipo de inoculación más enérgica, consistente en la inmersión de las raíces de tomate en una suspensión de esporas del hongo. De este modo se observó un resultado diferente, algunas de las cepas detenían el crecimiento VII Congreso SEAE Zaragoza 2006 Nº 87 de las plantas frente al testigo, y cuando se arrancó las plantas inoculadas, se observaron podredumbres marrones en las raíces principales y secundarias. Obteniendo, mediante este método resultados similares a los observados durante la última campaña. Estos resultados obtenidos en las inoculaciones mediante inmersión de raíces, nos vienen a confirmar la hipótesis, de que se pueda estar ante la presencia de cepas con un parasitismo débil, ya que solo han manifestado patogenicidad cuando se ha realizado una inoculación más enérgica. Los resultados muestran que no se trataría de Fusarium oxysporum f. sp. lycopersici, puesto que a pesar de haber utilizado una inoculación muy drástica, no se halló presencia del hongo en el xilema a los 30 días de inocular. Sin embargo, podría especularse con que se trata de Fusarium oxysporum f. sp. radicis – lycopersici, al haberse observado podredumbre de la raíz y en algunos casos del cuello de las plantas. Una segunda inoculación corrobora esta hipótesis, ya que se han vuelto a encontrar daños en las raíces secundarias y necrosis en la raíz principal de algunas de las plantas. Además algunas de las plantas inoculadas, mostraron un amarilleamiento de los cotiledones y de los bordes de las hojas verdaderas, a la semana de la inoculación. El Cuadro 3 muestra los resultados obtenidos, en ésta última inoculación en las dos repeticiones realizadas. Cuadro 3. Resultados cualitativos de cada cepa en la segunda inoculación, para cada una de las repeticiones. Cepa Repeticiones Testigo PUJ - 2 PUJ - 3 PUJ - 9 PUJ – 20 PUJ - 24 PUJ - 25 PUJ - 26 PUJ - 27 Aisl – 1 Aisl – 2 Aisl – 3 Aisl – 4 Aisl – 5 Aisl – 6 Aisl – 7 Aisl – 8 Aisl – 9 Aisl – 10 Aisl – 11 Aisl – 12 Marchitez 1ª No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No 2ª No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No Necrosis de los vasos xilemáticos 1ª 2ª --No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No Podredumbres de raíces 1ª 2ª Podredumbres de cuello 1ª --Sí Sí Sí Sí No Sí No No Sí Sí Sí Sí Sí No Sí Sí Sí Sí No Sí 2ª --- Sí Sí Sí No Sí Sí Sí No Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí No Sí No No Sí Sí Sí Sí Sí No Sí Sí Sí Sí No Sí No No No No No No No No No No No No No No No No No No No No VII Congreso SEAE Zaragoza 2006 Nº 87 4. Reflexiones sobre los resultados. Los resultados presentados y discutidos hasta ahora, no permiten, ni de manera directa (inoculaciones realizadas), ni de manera indirecta (desinfecciones del suelo), implicar en el síndrome observado a Fusarium oxysporum aislado del xilema, como sería de esperable por los síntomas encontrados en el campo y los aislados obtenidos de las plantas. Por estas razones la hipótesis posible era la emitida por Tello y Lacasa (1990) y por Pellicer et al., (1998), sobre los efectos de la salinidad. Por este motivó se encargó a un laboratorio externo, un análisis para conocer la calidad de las aguas de riego que se utilizan en la finca estudiada, y un análisis del suelo de los invernaderos. Los resultados se presentan en los Cuadros 4, 5. Un examen de dichos resultados nos permite extraer algunas consecuencias que pueden tener relación con el síndrome observado. Por un lado la conductividad del agua de riego es muy elevada, así como su contenido en Cloruros y en Sodio. Igualmente preocupante es la presencia de Boro en dicha muestra. Si examinamos el Cuadro 5, del análisis de suelo, hay que reconocer que la salinidad no es tan elevada como cabría esperar con el agua utilizada. Desconocemos cual es la razón, pero podría estar relacionada con el sistema enarenado que se utiliza en el invernadero, ya que, es conocido que la arena retiene las sales. En cualquier caso este trabajo ha abierto caminos al despejar que el síndrome no está provocado por Fusarium oxysporum sólo y convendría estudiar el comportamiento del hongo y su relación con la salinidad del agua de riego y del suelo. Cuadro 4. Resultados del análisis del agua de riego. CE a 25 ºC Cloruros Sodio Magnesio C.T.S. (mmhos·cm(mg · l-1) (mg · l-1) (mg · l-1) (g · l-1) 1 ) 7,2 10670 6,55 2773 1772 342,7 * CE: conductividad eléctrica; C.T.S.: contenido total de sales. pH Boro (mg · l-1) 2,87 Cuadro 5. Resultados del análisis del suelo de los invernaderos A y B. pH CE* a 25 ºC Cloruros Invernadero (mmhos·cm- (mg · l-1) 1 ) A 7,86 5310 1081 B 8,17 3470 637 * Conductividad eléctrica del extracto saturado. Sodio (mg · l-1) Magnesio (mg · l-1) Boro (mg · l-1) 783 520 122 47 2,05 2,05 CONCLUSIONES 1. Se describe un síndrome en tomates cultivados bajo abrigos de malla e invernaderos de plástico, consistente en un marchitamiento en verde, de las plantas de tomate, durante las horas más calurosas del día, reversible al inicio e irreversible al final de la expresión de los síntomas. De forma generalizada, las plantas, frenaban su crecimiento, y presentaban un amarilleamiento desde las hojas basales que iba avanzando progresivamente hacia el ápice de la planta, hasta finalmente morir. VII Congreso SEAE Zaragoza 2006 Nº 87 2. La evolución del síndrome en los invernaderos durante las dos campañas que se han elaborado las curvas, coincide con el comportamiento epidemiológico dado por Tello y Lacasa (1990) para las plantaciones de tomate en Murcia, afectadas por Verticillium dahliae, teniendo en cuenta para asignar este patógeno, el tiempo en que se valoraron los síntomas. 3. Las inoculaciones realizadas con 20 aislados de Fusarium oxysporum obtenidos del xilema, utilizando dos procedimientos diferentes de inoculación, no pusieron de manifiesto que el agente causal fuese Fusarium oxysporum f. sp. lycopersici (agente causal de la Fusariosis vascular del tomate). 4. Los tratamientos de desinfección del suelo que podrían ser una prueba indirecta para detectar un parásito fúngico tampoco permitieron concluir que tal causa parasitaria exista. Los análisis de suelo tampoco permitieron evaluar la eficacia fungicida de los fumigantes utilizados. Esto se debió fundamentalmente, aparte de la representatividad del muestreo, a una ausencia casi total de hongos del género Fusarium en el suelo, lo que podría ser indicativo de la esterilidad del suelo y su falta de productividad. 5. Esta investigación ha conducido a emitir la hipótesis de existencia de un problema de salinidad primigenio, al cual, puede asociarse una habilidad parasitaria de Fusarium oxysporum hasta ahora desconocida. BIBLIOGRAFÍA Davet, P., Messiaen, C.M., Rieuf, P., 1966. Interprétation des manifestations hivernales de la fusariose de la tomate en Afrique du Nord, d’irrigation. First Congr. Mediterranean Phytopathol. Union Proc. Bari-Naples: 407 – 416 p.p. Gerlach, M., Nirenberg, H., 1982. The Genus Fusarium – a pictorial atlas. Ed. Biologische Bundesanstalt für land und Forstwirtschaft. Guerrero, M. N., Lacasa, A., Ros, C., Bello, A., Martínez, M. C., Torres, J., Fernández, P., 2004. 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