01-el codigo 1 - InterClassica

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CAPÍTULO TERCERO:
ESTADO DE LA CUESTIÓN
De Justiniano podríamos decir que es uno de los personajes históricos sobre los que más
trabajos de investigación se han escrito y esto desde dos puntos de vista principalmente, el
histórico y el jurídico al margen de otros no menos importantes como el artístico, el literario,
etc. Su figura ha sido ensalzada, ha sido criticada pero en cualquier caso no ha pasado inadvertida. Sus logros sobre todo en el campo de la recodificación del Derecho Romano fueron
admirables. Sus intentos de recuperación del pasado esplendor del Imperio Romano por medio
de las armas no tuvieron demasiado éxito por lo menos a medio y largo plazo, aunque se
lograron recuperar territorios importantes. Por todo esto Justiniano marcó un hito y la comprensión de su momento histórico es crucial para comprender el cambio del mundo antiguo a la
llamada Edad Media. Un simple vistazo a la bibliografía recogida al final del presente trabajo,
que no es sino una ínfima parte de lo publicado sobre el tema, nos dará una pequeña idea de la
problemática del mundo justinianeo, del imperio bizantino y sus relaciones con el exterior y la
transición a una nueva época que se rigió precisamente con la codificación justinianea.
Hasta el momento presente no hay manual sobre el Imperio bizantino que no destaque en un
lugar preeminente el papel de nuestro emperador; innumerables son las monografías dedicadas
a su persona y su obra, y se dedican capítulos especiales a la legislación1. Hasta ahora este ha
sido el modelo válido.
Con respecto a nuestra fuente de trabajo, el Codex, desde los inicios del siglo XX se vio de
manera distinta a como se había visto antes. Su estudio sólo servía para penetrar mejor en el
Derecho Romano y su importancia era secundaria. El Código en sí no se estudiaba ni se
1
En este sentido coincidimos totalmente con las primeras palabras de la introducción de una de las últimas
monografías escritas sobre Justiniano y su mundo: J.A.S. Evans: The Age of Justinian. The Circumstances of Imperial
Power, Londres 1996, p. 1: «The definitive history of Justinian has not yet been writen. I am not sure that one can write
a truly ‘definitive history’ about any figure in the historical landscape, but I have no doubt that the time is not ripe for
a ‘definitive history’ of Justinian».
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practicaban sobre él investigaciones independientes. Así se hacían reproches a la obra de
Justiniano y se le acusaba de haber desfigurado el derecho clásico, abreviando o completando
los textos originales y se responsabilizaba de tales hechos a Triboniano2. A partir de este
momento se trata de examinar las modificaciones aportadas a los textos clásicos, no como
resultado de la arbitrariedad de los compiladores, sino como el deseo de adaptar el Derecho
Romano a la mentalidad del Imperio de Oriente en el siglo VI. La cuestión pasó a ser la
siguiente ¿hasta qué punto correspondía el Código a las exigencias de la época, y en qué
medida? Así pues el problema debía estudiarse ateniéndose a las condiciones generales de la
vida y las mentalidades del siglo VI, a las que forzosamente el Código hubo de ser adaptado.
Las influencias helénicas, orientales se mezclaron junto con la tradición clásica en la revisión
del nuevo Código. Igualmente el cristianismo ejerció su influjo sobre la obra de los compiladores. Precisamente fue Paul Collinet3 el que inició este camino, a partir de 1912. También en esta
época el gran bizantinista Charles Diehl abogó por estudiar el Código pero no sólo desde el
punto de vista jurídico sino tratando de extraer otras informaciones como «el espíritu del
emperador y de su época»4. Empezaba a ser mirado con otros ojos y así el papel del Código
dentro de la compilación emergía tras un largo letargo. Bien es cierto que los estudios de
algunos romanistas contribuyeron a que creciese la atención hacia el Codex ya que hasta ese
momento había sido el Digesto el que había ocupado un papel principal en la investigación.
Comienzan a publicarse diversos estudios críticos sobre el Código de Teodosio5 que a su vez
promueven el interés por el de Justiniano y además es esencial el valiosísimo auxilio que
prestan en la investigación los vocabularios de Longo6 de Mayr7 y San Nicolò8. También
durante estos años son publicados los índices de interpolaciones de Marchi9, Chiazzese10,
Guarneri-Citati11, Broggini12, Lanfranchi13, etc., que tanto o más que los vocabularios han
ayudado al estudio de los conceptos contenidos en el Código.
2
Sobre la controversia entre los partidarios de Triboniano y sus detractores puede verse el magnífico capítulo
de E. Gibbon: «Reseña de la jurisprudencia romana», Historia de la decadencia y ruina..., op. cit., vol. V, pp. 267-350.
3
P. Collinet: Études historique sur le droit de Justinien, I: Le caractère oriental de l’oeuvre législative de
Justinien et les destinées des institutions classiques en Occident, París 1912 y The General Problems Raised by the
Codification of Justinian, París 1922.
4
Ch. Diehl: Justinien, op. cit., p. 256. «... Mais ce n’est point par là seulement qu’elle doit intéresser
l’historien: on y trouve en outre de précieuses informations sur l’esprit de l’empereur et sur l’esprit de son temps...».
5
Por ejemplo el famosísimo estudio de O. Gradenwitz: Heidelberger Index zum Theodosianum, Berlín 1925;
Idem: Ergänzungsband zum Theodosianus, Berlín 1929.
6
C. Longo: Vocabolario delle costituzioni latine di Giustiniano, BIDR 10, Roma 1897-1898.
7
R. Mayr: Vocabularium Codicis Iustiniani, I Pars Latina, Praga 1923.
8
M. San Nicolò: Vocabularium Codicis Iustiniani, II, Pars Graeca, Leipzig 1925.
9
A. Marchi: Le interpolazioni risultanti tra il gregoriano, l’ermogeniano, il teodosiano, le novelleposteodosiane e il codice giustinianeo, Roma 1906.
10 L. Chiazzese: Confronti testuali. Contributo alla dottrina delle interpolazioni giustinianee: parte generale,
Palermo 1933.
11 A. Guarneri Citati: Indice delle parole frasi e construtti ritenuti indizio di interpolazione nei testi giuridici
romani, Milán 1927 y «Supplemento all’indice delle parole, frasi e construtti ritenuti indizio di interpolazione nei testi
giuridici romani», Studi in onore di S. Riccobono I, Milán 1934, pp. 699-742.
12 G. Broggini: Index Interpolationum quae in Iustiniani codice inesse dicuntur, Weimar 1936.
13 F. Lanfranchi: «Indice delle parole, frasi e costrutti che ritenuti indizio di interpolazione nei testi giuridici
aromani, si rinvengona nelle fonti retoriche relativamente ad argomento iuridico», como apéndice en Il diritto nei
retori romani, Milán 1938.
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Otras causas produjeron que se cambiase la consideración sobre esta obra. Una de ellas está
en relación con un importante fenómeno científico producido en los estudios de derecho romano, y que es el traspaso de la hegemonía científica, al menos en este campo, de Alemania a
Italia, y esto a su vez está en conexión con otra causa, la celebración por parte del Vaticano del
séptimo centenario de las Decretales de Gregorio IX que fue asociado a la celebración del
decimocuarto centenario del Codex Iustinianus. Las Acta Congressus Iuridici Internationalis de
1934 fueron publicadas en 193514. A partir de este momento y hasta la actualidad los nombres
de investigadores italianos aparecen asociados al estudio del Código y de la obra de Justiniano
en general: Biondo Biondi, Gian Gualberto Archi, Gisella Basanelli, Arnaldo Biscardi, Mario
Amelotti, Roberto Bonini, etc., como puede comprobarse en la bibliografía general.
La figura de Justiniano había empezado a ser mirada con otros ojos. Biondo Biondi en su
lucha por defender el espíritu católico ortodoxo del emperador frente a los que lo acusaban de
cesaropapismo publica una defensa apasionada de su legislación religiosa en las citadas actas
del congreso de 1934. Dos años más tarde, en 1936, publica su famoso Giustiniano Primo,
principe e legislatore cattolico. Y ya casi dos décadas después publica su obra más completa y
extensa sobre derecho romano-cristiano15. Esta obra ha servido de guía prácticamente para todos
los que han querido investigar en el mundo justinianeo independientemente de su condición de
juristas o historiadores. Pero si bien fue una aportación fundamental al conocimiento de la
época su misma «intransigencia» en el hecho de ver la influencia del espíritu o de la ética
cristiana en prácticamente todas las manifestaciones del Código hace que sus planteamientos
deban ser revisados16. Y en parte ese ha sido nuestro cometido.
Antes de ser ampliamente aceptadas las tesis de Biondi en el mundo científico17 hubo una
pequeña pugna entre romanistas a favor de la influencia del cristianismo en el derecho de
Justiniano y otros que ponían límites a esta influencia. Troplong18 y Salvatore Riccobono19
asimilaban diversos conceptos que se atribuían en las interpolaciones conocidas a la influencia
cristiana. La doctrina opuesta tenía como única cabeza visible a G. Baviera20 que en un famoso
14 Acta Congressus Iuridici Internationalis I: VII Saeculo a decretalibus Gregorii IX et XIV a codice
Iustiniano Promulgatis, Roma 12-17 nov. 1934, Roma 1935. Poco tiempo después fue publicado otro nuevo congreso: P. Ciapessoni (ed.): Per il XIV Centenario della Codificazione Giustinianea, Turín 1938.
15 B. Biondi: «Religione e diritto canonico nella legislazione di Giustiniano», Acta Congressus Iuridici
Internationalis I: VII Saeculo a decretalibus Gregorii IX et XIV a codice Iustiniano Promulgatis, Roma 12-17 nov.
1934, Roma 1935, pp. 3-19, obra que sirvió de base a la siguiente: Giustiniano Primo. Principe e legislatore catolico,
Milán 1936; Id.: Il diritto romano cristiano, 3 vols.: I: Orientamento religioso della legislazione; II: La giustizia-le
persone; III: La famiglia, rapporti patrimoniali-diritto publico, Milán 1952-54.
16 En España desgraciadamente pocos han sido los autores que han tratado el tema. Podemos citar con las
debidas reservas dos libros publicados tras la Guerra Civil española y cuya temática nacionalista y reivindicativa no deja
de ser sospechosa. En Madrid en 1940 Eduardo Aunós publica Justiniano el Grande. Emperador del mundo, recordándonos su personaje en muchos fragmentos del libro la figura del vencedor de la contienda. Así mismo I. Martín: «Los
principios orientadores de la compilación justinianea», Anales de la Universidad de Murcia 1944-45, pp. 5-51, sigue en
todo momento los planteamientos de Biondi.
17 Por ejemplo A. Marchi: Dell’influenza del Cristianesimo sulla codificacione giustinianea, Siena 1924 y
C. Hohenlohe: Einfluss des Christentum auf das Corpus Iuris Civilis. eine Rechtshistorische Studie zum Verständnisse der soziales Frage, Viena 1937.
18 R.T. Troplong: De l’influence du christianisme sur le droit civil des romains, Aalen 1971 (1ª ed. Bruselas 1844).
19 S. Riccobono: Corso di diritto romano; formazione e sviluppo del diritto romano delle XII Tavole a
Giustiniano, Milán 1933-34.
20 G. Baviera: «Concetto e limiti dell’influenza del cristianesimo sul diritto romano», Etudes offertes à P. Fr.
Girard, I, París 1912, pp. 67-121.
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trabajo publicado en 1912 rehusa explicar estos conceptos introducidos por las interpolaciones
a causa del cristianismo, atribuye los cambios más bien a factores psicológicos que a la religión.
Poco tiempo después llego a admitir una «influencia meramente doctrinal o religiosa, pero no
de la ética cristiana»21. Esta es la postura de Baviera tanto o más intransigente que la de Biondi
y que prácticamente no obtuvo ningún eco. De todas formas la figura de Justiniano sigue siendo
tratada desde dos puntos de vista totalmente contrapuestos. Se ha pasado de considerar a
Justiniano como una figura de corte hagiográfico22 a considerarlo prácticamente un asesino sin
escrúpulos23. Afortunadamente la nómina de investigadores con valoraciones más o menos
equilibradas es abundante.
Desgraciadamente las relaciones entre historiadores del mundo antiguo y los juristas han
sido más bien nulas y seguramente una actitud de interrelación más decidida hubiera obtenido
unos logros distintos de los hasta ahora conseguidos. El mundo de las leyes ha sido dejado de
lado por los historiadores por considerarlo algo meramente técnico y jurídico y los juristas a su
vez se han limitado a investigar los problemas jurídicos propios de su campo, olvidando que las
leyes fueron creadas por hombres con unas necesidades y unas carencias propias de cada época
y que más o menos se dejan translucir en los textos de las leyes.
En la época actual el centro de investigación del mundo justinianeo se sitúa, como ya
dijimos, en Italia en torno a diversos profesores universitarios entre los que destaca Gian
Gualberto Archi máximo conocedor actual de la problemática justinianea, aunque fundamentalmente desde el punto de vista jurídico. De las tres obras fundamentales de la actualidad Archi24
es autor de una de ellas Giustiniano legislatore y coordinador de las otras dos: L’Imperatore
Giustiniano. Storia e Mito y la última publicación Il mondo del diritto nell’epoca giustinianea.
Caratteri e problematiche. Pero sin lugar a dudas, el iniciador de un nuevo tipo de visión sobre
la época justinianea y las relaciones con los códigos ha sido Roberto Bonini, quien en un
pequeño librito, pero fecundísimo en ideas, aboga por una nueva forma de trabajar con los
textos legales25. Bonini persigue una conexión más puntual y precisa de la historia jurídica con
la historia política y social, para proyectar así una nueva luz sobre la misma figura del emperador. Pretende escribir no una historia de las compilaciones justinianeas, sino una historia de la
edad justinianea, aunque sea predominantemente desde un perfil jurídico. Para ello apuesta por
una nueva lectura de las fuentes jurídicas, utilizadas hasta ahora sólo en sus aspectos técnicos,
21 G. Baviera: «La Codificazione Giustinianea e il cristianesimo», Atti del Congresso di Verona 27-28-29 IX,
1948, tomo II, p. 126 dice: «... ma nel campo dei veri e propri rapporti patrimoniali e istituti sociali, che costituiscono
la materia del diritto privato, l’influenza dell’etica cristiana fu nulla o cuasi nulla... Concludendo. Nella codificazione
giustinianea penetrarono alcuni principi meramente religiosi e dottrinali del Cristianesimo: nessuna —o cuasi— delle
sue specifiche dottrine etiche».
22 Postura cuyo iniciador más o menos claro fue Biondo Biondi y que modernamente ha sido de nuevo
defendida por G. Sotiroff: The Assassination of Justinian’s Personality, Lynn 1973 y A. Gerostergios: Justinian the
Great: The Emperor and Saint, Belmont, Massachusetts 1982.
23 El representante más claro de esta postura es sin lugar a dudas K. Deschner: Historia criminal del cristianismo. Vol. 3: Desde la querella de Oriente hasta el final del período justiniano, Barcelona 1992, pp. 183-263.
24 G.G. Archi: Giustiniano legislatore, Bolonia 1970; L’Imperatore Giustiniano. Storia e Mito. Giornate di
Studio a Ravenna, 14-16 Ottobre 1976, Milán 1978; Il mondo del diritto nell’epoca giustinianea. Caratteri e problematiche, Convegno Internazionale Ravenna 30 settembre-1 ottobre 1983, Ravenna 1985.
25 R. Bonini: Introduzione allo studio dell’età giustinianea, Bolonia. 1979. Existe traducción española de Javier
Álvarez de Cienfuegos Coiduras, Universidad de Granada, Granada 1979.
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pero susceptibles de ser consideradas, en ocasiones, como manifestaciones de la propaganda
imperial, e incluso como documentos político-ideológicos.
Justiniano, su obra y su época son temas históricos por los que es difícil pasar sin detenerse
a analizar algunos de los innumerables aspectos dignos de atención y esto hace que la bibliografía se multiplique continuamente. En la actualidad se siguen publicando multitud de artículos y
monografías, entre las que destacamos la de Carmelo Capizzi26 y la de James Allan Stewart
Evans27.
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C. Capizzi: Giustiniano I tra politica e religione, Mesina 1994.
J.A.S. Evans: The Age of Justinian. The Circumstances of Imperial Power, Londres 1996.
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