Honorable Cámara de Diputados Corrientes Diputado Héctor María López EXPEDIENTE nº 9611-INGRESADO 11/9/14-HORA 11,40 PROYECTO DE RESOLUCIÓN INICIATIVA: Diputado Héctor María López (BLOQUE UCR) OBJETO: REQUERIR al Poder Ejecutivo Provincial que a través del Ministerio de Salud Pública se implemente en el sistema hospitalario público un servicio especializado en tratamiento y prevención de los trastornos alimentarios. FUNDAMENTOS Los trastornos alimentarios constituyen en la actualidad un flagelo muy serio que involucra a un gran número de personas de todas las edades, con un alto porcentaje de adolescentes y jóvenes, sin distinción de sexo ni condición social, con consecuencias graves que impiden el pleno desarrollo de las personas que la sufren, pudiendo llegar en casos extremos, a la muerte. Cuando hablamos de “trastornos alimentarios” nos referimos principalmente a la anorexia y a la bulimia, enfermedades que resultan difíciles de detectar porque son difíciles de aceptar no solo por el propio paciente, sino también por el entorno que los rodea, cuyo papel es de vital importancia para un tratamiento eficaz, conjuntamente con un plantel profesional suficientemente capacitado en el tema. La anorexia es un trastorno de la alimentación que tiene como principal particularidad una aversión obsesiva hacia la comida. Los afectados, que en su gran mayoría son mujeres adolescentes, suelen ejercer un control, igualmente obsesivo, sobre las calorías que ingieren al día. El miedo a engordar, unido a la imagen distorsionada que se tiene del propio cuerpo, mantiene y reafirma ese comportamiento compulsivo que acarrea secuelas tales como la pérdida del periodo menstrual, arritmias, hipotensión, 1 osteoporosis, caída del cabello, diarrea, úlceras, anemia, psicosis, depresión, neurosis, etc. Se considera que la anorexia afecta a una de cada 250 mujeres jóvenes. Por lo que respecta a los varones se calcula que sólo hay un 6% de afectados por esta enfermedad. Sucede con relativa frecuencia que la bulimia vaya de la mano de la anorexia. En el caso de las bulímicas, además de la aversión a la gordura, son frecuentes los episodios de grandes atracones seguidos de vómitos autoprovocados. La bulimia también afecta en su mayoría a adolescentes o mujeres jóvenes, aunque el umbral de la edad es algo más elevado. Al contrario que la anorexia, la bulimia no suele ir asociada a una pérdida de peso. Las secuelas más comunes se manifiestan en la pérdida del esmalte de los dientes –por el ácido generado en los vómitos–, latidos cardíacos irregulares, debilidad muscular, daño renal, dolores intestinales, dedos y cara hinchada, etc. Tanto la bulimia como la anorexia tienen en común comportamientos donde imperan los ayunos y las dietas rigurosas, así como ejercicios excesivos y abuso de laxantes, diuréticos u otras píldoras que interfieren en la absorción de alimentos o mitigan el hambre. No es sencillo establecer el origen de una enfermedad como la anorexia o la bulimia. Probablemente haya que concluir que es debido a la combinación de varios factores. Es indudable que los mensajes que transmite la industria de la moda o los supuestos cánones de belleza imperantes ejercen una importante presión, haciendo mella en los jóvenes de nuestra cultura occidental. 2 Honorable Cámara de Diputados Corrientes Diputado Héctor María López Existen otros factores de orden psicológico o biológico cuya incidencia no se puede obviar, así como ciertos hechos traumáticos, como por ejemplo el abuso sexual infantil. Tanto la anorexia como la bulimia entran de lleno en el terreno de los comportamientos compulsivos tan característicos de una adicción. En este caso se trataría de la adicción al hambre. La deformación con la que se observa la realidad con relación al físico hace posible que se perciban los resultados obtenidos como gratificaciones que impulsan al afectado a seguir inmerso en ese círculo vicioso del que después es muy difícil escapar. Estas gratificaciones son de orden simbólico, físico y moral, y se sustentan por un comportamiento adictivo que raramente se reconoce, incluso tras la visita a un médico especializado, y por ello se dificulta su tratamiento. Resulta necesario aclarar que la información detallada precedentemente es simple y solamente pretende brindar un pantallazo del tema, pero que por su gravedad requiere de un tratamiento especial, multidisciplinario y altamente calificado, lo que fue entendido por los legisladores nacionales, al sancionar la Ley Nacional Nº 26.396/08 que declaró de interés nacional la prevención y control de los trastornos alimentarios, que comprende la investigación de sus agentes causales, el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades vinculadas, asistencia integral y rehabilitación, incluyendo la de sus patologías derivadas, y las medidas tendientes a evitar su propagación. La misma norma establece qué se entiende por trastornos alimentarios a los efectos de esta ley, comprendiendo a la obesidad, a la bulimia y a la anorexia nerviosa, y a las demás enfermedades que la reglamentación determine, relacionadas con inadecuadas formas de ingesta alimenticia. 3 Esta norma impone al Ministerio de Salud, como autoridad de aplicación, la obligación de coordinar acciones en el ámbito del Consejo Federal de Salud con las demás jurisdicciones, a los fines de asegurar su implementación. Lo cierto es que si bien la norma está vigente en todo el país, en la práctica no se cumple porque no existen servicios públicos ni instituciones especializadas para el tratamiento adecuado de la enfermedad en todos los lugares. Esta es la situación de nuestra provincia, lo que se ve agravado aún más, porque tampoco existen ni establecimientos públicos ni privados en las provincias lindantes: Chaco, Misiones ni Formosa. En nuestra provincia hasta el año 2001 más o menos, funcionaba una sede de la conocida “Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia –ALUBA- que se terminó yendo por diferentes razones, principalmente por no contar con los recursos necesarios para afrontar los gastos que demanda el tratamiento. Inmediatamente se abrió una sede en la ciudad de Resistencia (Chaco), la que funcionó hasta mediados del año 2013, cuando por razones administrativas y económicas fue cerrada por la Central de la organización, quedando un gran número de pacientes de toda la región, totalmente desprotegidas, ya que la sede más cercana está radicada en la ciudad de Paraná (Entre Ríos), no existiendo ninguna otra institución pública o privada, que se dedique al tratamiento específico de estas enfermedades. En varias provincias de nuestro país, existen algunas instituciones que atienden esta patología, como ser ALUBA (con sede principal en Capital Federal, y filiales en Banfield, Mar del Plata, Córdoba, Paraná y Tucumán); ALDA - Asociación de Lucha contra los desórdenes Alimentarios- con sede en la ciudad de Mendoza; CITTRAL (Centro Interdisciplinario para el tratamiento de trastornos alimentarios), con sede en Buenos Aires, son los más conocidos. Cabe resaltar que por Ley 2401 el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cedió instalaciones para que funcione un a sede de 4 Honorable Cámara de Diputados Corrientes Diputado Héctor María López ALUBA, brindando así desde lo institucional el servicio de tratamiento de la patología. Como podrán ver, señores legisladores, la complejidad de la patología y la gravedad de las consecuencias que produce en las personas que la sufren, es aún más seria en nuestra provincia que no posee ningún centro de atención especializada, lo que se agrava por la inexistencia absoluta de profesionales privados especializados en el tema. Ello significa que no existe posibilidad de que se trate la enfermedad, lo que implica una carencia inaceptable en estos tiempos, máxime cuando la cuestión va en aumento: cada vez hay más personas afectadas y cada vez la edad es menor y les queda solamente la opción de trasladarse la familia o parte de ella con el paciente, a alguna de las ciudades donde funcione un centro especializado, con todos los inconvenientes que ello implica. Cabe recordar que las obras sociales reconocen el tratamiento de esta patología (IOSCOR también). Es por ello que propongo que el Estado provincial, a través del Ministerio de Salud, implemente –a la mayor brevedad posible- en alguno de los hospitales públicos, un servicio especializado en el tratamiento de los trastornos alimentarios. para cubrir de esa manera, el gran vacío existente al respecto y darle una salida a los cientos de personas y familias, que no tienen ninguna posibilidad de salir adelante en estos momentos. 5 POR TODO LO EXPUESTO LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTAQDOS DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES RESUELVE ARTICULO 1º: REQUERIR al Poder Ejecutivo Provincial que a través del Ministerio de Salud Pública se implemente en el sistema hospitalario público un servicio especializado en el tratamiento y la prevención de los trastornos alimentarios. ARTICULO 2º: De forma.- 6