DICTAMEN Nº: 137/2008 TÍTULO: Consulta 104/2008 sobre la reclamación de responsabilidad por los daños sufridos por don J.A.G.F. y doña A.D.M. como consecuencia de la asistencia sanitaria prestada a su hija ANTECEDENTES 1. Mediante oficio de 24 de abril de 2008, de la Directora General de OsakidetzaServicio Vasco de Salud, se somete a consulta de la Comisión la reclamación de responsabilidad patrimonial formulada por don J.A.G.F. y doña A.D.M. como consecuencia de la asistencia sanitaria prestada a su hija. 2. Los daños por los que reclama son, de acuerdo con su reclamación, los siguientes: “(…) el 14-11-2005 es ingresada por cuadro de 24 horas de vómitos, febrícula y exantema petequial, siendo ingresada de forma inmediata en la Unidad de Lactantes. A los tres días de ingreso presenta un episodio aparentemente convulsivo por lo que se traslada a cuidados intensivos de pediatría, donde desde el primer momento se sospechó de un problema neurológico. Lo primero que se realiza es una ecografía cerebral cuyo resultado ya es una hemorragia ventricular. En las fases agudas como la que se describe, tras una primera exploración y valoración inicial que ya apuntaba a un problema neurológico, la principal forma de realizar el diagnóstico es el TAC, cosa que aquí es lo último que se realiza. ¿No estaba disponible? ¿se alteró el orden de las pruebas? Pero lo peor, es que realizar una punción lumbar sin ningún tipo de necesidad, puesto que la prueba más específica y aceptada por la ciencia médica como idónea es el TAC cerebral. Se realiza una punción lumbar sin ningún tipo de necesidad, el diagnóstico ya se conseguía mediante otras técnicas menos invasivas. Y la punción lumbar, una prueba en sí mismo que presenta graves riesgos de complicaciones, puede ser fatal para un paciente con hemorragia cerebral, pues puede agravar la presión intracraneal. De hecho esta prueba solo debe realizarse si se está seguro de que ello no es posible y solo se puede averiguar tras la realización de un TAC. En definitiva se hizo lo último un TAC cuando debía ser los primero y único” 3. La indemnización solicitada asciende a seiscientos mil (600.000 €) euros atendiendo a las secuelas neurológicas que van apareciendo y a la edad de la niña, pero sin poderse precisar en la actualidad con total precisión las secuelas que la prestación sanitaria le ha originado y le originará en un futuro. 4. El expediente remitido consta, además de diversas comunicaciones y de justificantes de las mismas, de la siguiente documentación relevante: a) La reclamación formulada por los padres de la niña N.G.D., con entrada en el Departamento de Sanidad el 18 de febrero de 2007 (folios 1 a 9). b) Resolución de 3 de julio de 2007, de la Directora General del ente público, por la que se acuerda iniciar el expediente de responsabilidad patrimonial y se nombra instructora y secretaria del mismo (folio 10). c) Acuerdo de 3 de julio de 2007, de la Instructora, por el que solicita copia íntegra y compulsada de la historia clínica de la niña N.G.D., así como de los informes médicos de los servicios implicados al objeto de que expliquen la asistencia sanitaria prestada. d) Acuerdo de 3 de julio de 2007, de la instructora, por el que comunica al Gerente del Hospital de … que don J.G.F. y doña A.D.M. habían interpuesto reclamación de responsabilidad patrimonial por la asistencia médica que le fue prestada a su hija N.G.D., así como se manifestaba el propósito de solicitar a la respectiva Dirección Médica copia íntegra y compulsada de la historia clínica e informes médicos de los servicios implicados en dicha asistencia. e) Informe de la Unidad de Cuidados Intensivos de Pediatría del Hospital de … sobre la asistencia prestada a N.G.D., de fecha de 30 de mayo de 2007 f) Informe de la Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital de …, de fecha de 31 de mayo de 2007. g) Acuerdo de 3 de julio de 2007, de la instructora del procedimiento, por el que solicita al Director Médico del Hospital de … copia íntegra y compulsada de la historia clínica de la hija de los reclamantes. h) Historia clínica de la paciente N.G.D.obrante en el ente público Osakidetza. i) Acuerdo de 6 de septiembre de 2007, por el que se traslada lo instruido a la Inspección Médica, a fin de que elabore informe pericial sobre la asistencia médica prestada (folio 964). Dictamen 137/2008 Página 2 de 18 j) Informe pericial de la Inspección Médica relativo al expediente de responsabilidad patrimonial, de 17 de marzo de 2008 (folios 967-974). k) Acuerdo de la Instructora, de 28 de marzo de 2008, concediendo a los reclamantes un plazo de diez días para formular alegaciones y presentar los documentos y justificaciones que se consideren oportunos (folio 975). l) Escrito de alegaciones, registrado el 18 de abril de 2008, formulado por don J.A.G.F. y doña A.D.M. en el trámite de audiencia. m) Propuesta de Resolución desestimatoria de 24 de abril de 2008. CONSIDERACIONES I 5. INTERVENCIÓN DE LA COMISIÓN De acuerdo con los artículos 2.1.d) y 3.1.k) de la Ley 9/2004, de 24 de noviembre, de la Comisión Jurídica Asesora de Euskadi, el presente dictamen se emite con carácter preceptivo, al tratarse de una reclamación de responsabilidad patrimonial del ente público de derecho privado Osakidetza-Servicio Vasco de Salud, siendo la cantidad reclamada superior a 6.000 euros. II RELATO DE HECHOS 6. Tomando en consideración la instrucción practicada y atendiendo el fundamento de la reclamación, en orden a la delimitación de los hechos relevantes para la resolución de la reclamación planteada considera la Comisión oportuno señalar lo siguiente. A) En cuanto al fundamento de la reclamación: 7. La niña N.G.D. nació el 28/6/2005 en el Hospital de …, tras una gestación de 36 semanas. 8. El 13/11/2005 acudió a urgencias de Pediatría del Hospital de … por presentar vómitos, febrícula y decaimiento. Ante la sospecha de deberse a un proceso infeccioso, una bacteriemia, fue ingresada en la Unidad de Lactantes para suministrarle tratamiento antibiótico y continuar con la observación médica. 9. La evolución fue favorable hasta el 17/11/2005, día en el que, a las 11:00 horas, presentó un episodio convulsivo, con posterior pérdida de conciencia, por lo que fue trasladada a cuidados intensivos de pediatría. Dictamen 137/2008 Página 3 de 18 10. A su ingreso en cuidados intensivos presentaba afectación neurológica con fontanela de tensión, sin focalidad neurológica manifiesta. 11. Poco después del ingreso presentó episodio de midriasis izquierda arreactiva sugestiva de aumento de presión intracraneal. A la vista del diagnóstico de hemorragia parenquimatosa e intraventricular más hematoma intracerebral temporal izquierdo se decidió realizar tratamiento quirúrgico con colocación de CIP. 12. A las 16:00 horas del mismo día 17/11/2005 fue intervenida, realizándosele craniectomía, objetivándosele gran tensión y hemorragia en el cerebro, por lo que se le reseccionó la punta del lóbulo temporal izquierdo y se le colocó un CIP en parénquima. 13. El 18/11/2005 se le practicó un TAC cerebral que reveló la persistencia de la hemorragia intraventricular con sistema ventricular aumentado de tamaño e imágenes compatibles con lesión isquémica en territorio de la arteria cerebral media izquierda. Fue intervenida nuevamente, por presentar hidrocefalia obstructiva, con colocación de un CIP intraventricular para derivación externa. 14. El 25/11/2005 se le realiza TAC cerebral que presenta isquemia completa en territorio de la arteria cerebral media izquierda y parcial en territorio de ambas cerebrales posteriores. 15. La afectación neurológica fue muy severa con situación de coma y precisó drenaje mediante PIC hasta el 27/11/2005 y ventilación mecánica hasta el 29/11/2005. 16. Con el fin de valorar la existencia de malformaciones o procesos subyacentes que justificaran el sangrado, el 14/12/2005 se le realizó una Angio-RMN cerebral que reveló cambios residuales secundarios a hematoma intraparenquimatoso temporo-parietal izquierdo, infarto fronto-parietal secundario, lesiones lacunares en ganglios de la base e hidrocefalia. 17. En Angio-RMN de polígono de Willis se evidencia la arteria cerebral media izquierda de calibre difusamente disminuido con respecto a la contralateral, aunque se objetiva permeabilidad completa de la misma. No presenta malformaciones arteriovenosas demostrables. El electroencefalograma realizado el 28/12/2005 revela asimetría interhemisférica con depresión muy acusada en hemisferio izquierdo así como ondas delta amplias y continuas en hemisferio derecho, junto a signos irritativos en este hemisferio. Dictamen 137/2008 Página 4 de 18 B) En cuanto a las características de la patología sufrida: 18. En cuanto a las características de la enfermedad del reclamante, el informe pericial de la inspección médica, de 12 de marzo de 2008, dice lo siguiente: «La afectación neurológica en lactantes con historia previa de un cuadro infeccioso tiene como primera causa la Meningitis. En el lactante predominan los síntomas inespecíficos: Fiebre, irritabilidad, vómitos, rechazo del alimento, diarrea, dificultad respiratoria, exantemas, letargia, hipotonía, fontanela tensa y convulsiones (en un 20-30 % de los casos). El diagnóstico se confirma mediante la realización de punción lumbar. La hemorragia cerebral parenquimatosa es la salida de sangre desde los vasos sanguíneos hasta hacia el parénquima del cerebro, donde se acumula formando una masa capaz de disecar y comprimir los tejidos nerviosos adyacentes causando disfunción del sistema nervioso central del sistema vascular. Si la sangre fluye hacia el sistema ventricular (hemorragia intraventicular) puede producir hidrocefalia. Los hematomas grandes (por efecto masa) incrementan la presión intracraneal. Los síntomas más habituales son: cefaleas, vómitos, déficit neurológicos focales y alteración de la conciencia. El diagnóstico se confirma mediante TAC, si bien en lactantes la Ecografía permite identificar con facilidad la sangre en el interior de los ventrículos o el tejido encefálico. La hemorragia cerebral es una enfermedad severa que requiere tratamiento inmediato, este va a precisar en ocasiones de una descompresión quirúrgica para disminuir la presión intracraneal o la hidrocefalia. La punción lumbar se utiliza para valorar la presión intracraneal y la composición del LCR, así como para administrar fármacos intratecales o medios radioopacos. Sus contraindicaciones relativas son la infección en el lugar de la punción, la diátesis hemorrágica, la hipertensión intracraneal y la malformación de Chiari tipo I que obstruye el flujo del LCR. Si hay un edema de papila o un déficit neurológico focal, hay que recurrir a la TAC o la RMN antes de realizar la punción lumbar con el fin de descartar la presencia de una masa capaz de desencadenar una herniación transtentorial o cerebelosa». 19. Dicho informe, a su vez, hace la siguiente valoración de los hechos: Dictamen 137/2008 Página 5 de 18 «Atendiendo a la relación de los hechos acaecidos y teniendo en cuenta las consideraciones previas, para la valoración del caso es preciso analizar los siguientes aspectos: La niña N.G.D. ingresó en la Unidad de Lactantes, el 14/11/2005, por presentar vómitos las últimas 24 horas después de todas las tomas, febrícula y decaimiento. Posteriormente comenzó con exantema maculopetequial violaceo en piernas y tronco más patequias puntiformes en extremidades superiores. Ante la sospecha de un proceso infeccioso, una bacteriemia, se inició tratamiento con ceftriaxona intravenosa y se le ingresó, el 14/11/2005, en la Unidad de Lactantes para continuar con la antibioterapia intravenosa y observación. La evolución fue favorable hasta el 17/11/2005 en que, a las 11 horas, presentó un episodio convulsivo, que cede con Diazepam rectal, con posterior pérdida de conciencia y es trasladada a Cuidados Intensivos de Pediatría. A su ingreso en cuidados intensivos presentaba afectación neurológica (Glasgow 11-12, hipotonía y escasa respuesta a estímulos) con fontanela a tensión y sin focalidad neurológica manifiesta. En informes aportados por UCI pediatría y Jefe de Servicio de Pediatría se indica: Se realizaron secuencialmente punción lumbar, ECO cerebral y TAC craneal. La punción lumbar diagnosticada se practica por los datos clínicos y de la historia previa, en ausencia de signos de hipertensión craneal o focalidad neurológica, y presencia de fontanela abombada, para descartar como posible primera causa una meningitis bacteriana. Se practicó una Ecografía cerebral portátil, que en niños con fontanela permeable es la prueba de radiodiagnóstico de elección para el estudio de complicaciones neurológicas. Además la gravedad aconsejaba su estabilización y atención en la UCI. Estos informes avalan que se pusieron los medios diagnósticos precisos, inicialmente ante la historia previa que hacía sospechar la existencia de un proceso infeccioso se efectuó una punción lumbar, posteriormente, al aparecer LCR hemorrágico se buscó el origen cerebral de la hemorragia. En cuanto a los riesgos y complicaciones de la punción lumbar en un paciente con hemorragia cerebral, estos están asociados a la disminución brusca de la hipertensión intracraneal y pueden producir la herniación de estructuras Dictamen 137/2008 Página 6 de 18 cerebrales. En la historia aportada no consta la presencia de síntomas o signos que hiciesen sospechar la existencia de hipertensión intracraneal. Por otra parte, el deterioro neurológico sucedió en la Unidad de Lactantes y fue previo a la punción lumbar. En cuanto a la realización de Ecografía o TAC, en lactantes la Ecografía permite identificar las hemorragias cerebrales y tiene la ventaja de que en los casos que lo requieran se puede utilizar un ecógrafo portátil y no precisa sedación. En este caso se realizaron ambas pruebas. Por último las graves secuelas neurológicas que presenta son consecuencia de la hemorragia cerebral sufrida que provocó hipertensión endocraneal y severas lesiones isquémicas. Conclusiones Analizados los hechos se llega a la conclusión de que la asistencia médica prestada por el Hospital de … se ajustó a la lex artis y no deriva en responsabilidad alguna, añadiendo que las pruebas diagnosticas y la secuencia en que se realizaron en la Unidad de Cuidados Intensivos de Pediatría no hicieron perder a la paciente posibilidades de recuperación o de minimizar el daño.» 20. Se incorpora al expediente, a su vez, informe de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) sobre la asistencia prestada a N.G.D., de 30 de mayo de 2007, del siguiente tenor literal: «A.- Exposición de los hechos clínicos tras su ingreso en UCIP La paciente, lactante de 4 meses, ingresa trasladada desde Lactantes, tras episodio convulsivo que cede con diazepan rectal. Ingresada 3 días antes por sospecha infecciosa (fiebre y exantema), con tratamiento antibiótico y evolución favorable, presenta bruscamente episodio de hipertonía generalizada y desviación ocular. Se realizan secuencialmente punción lumbar, ECO cerebral y TAC craneal. La punción lumbar diagnóstica se practica por los datos clínicos y de la historia previa, en ausencia de signos de hipertensión craneal o focalidad neurológica, y presencia de fontanela abombada, para descartar como posible primera causa una meningitis bacteriana. La punción se realiza en decúbito lateral y con control de líquido extraído. En esa mañana (ingreso 11 horas), además del tratamiento de mantenimiento vital con ventilación mecánica, drogas inovasopresoras y otras medidas que requirió por deterioro neurológico y general progresivo, se realizaron las Dictamen 137/2008 Página 7 de 18 exploraciones descritas, pasando a las 16 horas ya con el diagnóstico de hemorragia cerebral parenquimatosa a quirófano de neurocirugía para colocación de catéter de medición de presión intracraneal. B.- Respuesta a reclamación de daños y perjuicios - No es cierto por tanto que lo primero que se realizara fuera la ecografía cerebral. - No es cierto en cambio que evidentemente “se sospechó” un problema neurológico, dada la clínica evidente, pero ello engloba, y como primera cusa en un lactante, la etiología infecciosa. - Esa posible etiología infecciosa invalida el que “se realiza una punción sin ningún tipo de necesidad”. - Es inexacto que “la punción puede agravar la hemorragia cerebral”. En caso de hipertensión intracraneal, de la cual la paciente no presentaba signos en el momento de la punción, lo que puede es producir una herniación cerebral. Es también inexacto que “el TAC debería ser la primera y única prueba a realizar”. Cualquier protocolo diagnóstico en situaciones clínicas similares lo descarta. Y lo es que “el TAC es la prueba diagnostica más específica y aceptada por la ciencia médica”. Es una prueba específica para determinadas patologías, y aceptada para ellas, pero no en un sentido universal. - Es falso que el deterioro evolutivo guardara con la punción lumbar, como al parecer fue interpretado por los padres. El deterioro, progresivo, se debió a la grave hemorragia que presentaba; en ese sentido fueron informados puntual y repetidamente los padres. Resumen La clínica neurológica inicial, y las secuelas, deben ser achacadas a la grave hemorragia que presentaba la paciente, afectando al territorio de la cerebral media. En ningún caso puede esa hemorragia ser atribuida a la punción lumbar, que no fue sino el primer paso para llegar al diagnóstico, diagnóstico realizado con precisión y que permitió en menos de 5 horas realizar un tratamiento idóneo con medición y presión intracraneal. No obstante y a pesar de lo anterior, la patología grave que presentaba la niña (de la que la incidencia es alrededor de 2 casos/100.000/años en la población de 0 a 21 años y muy rara en lactantes) hizo que si bien no falleciera (como sucede según la literatura en al menos un Dictamen 137/2008 Página 8 de 18 20 % de los casos) presentara las graves secuelas descritas (que se refieren en un 50% de los casos).» 21. A su vez, se incorpora al expediente informe médico del Jefe de servicio de Pediatría, de 31 de mayo de 2007, del siguiente tenor literal: «Esta paciente presentó un retraso de crecimiento intrauterino objetivado a partir de la semana 32 y nació a las 36 semanas con APGAR de 5/7 al minuto y 5 minutos de vida y gases con acidosis. Precisó ingreso en la Unidad Neonatal por bajo peso para la edad gestacional (1900 grs.) talla 43 cm. Y PC 30 cm y distress respiratorio transitorio. Permaneció ingresada del 28/6/2006 al 7/7/2005. La repercusión de este problema en el desarrollo neurocognitivo posterior es difícil de valorar, aunque se han descrito alteraciones discretas. Ingreso en Lactantes el 14-11-2005 por cuadro de 24 horas de evolución de vómitos, febrícula y exantema patequial. Ante la sospecha de infección se inició tratamiento con ceftriaxona y la evolución fue favorable hasta el 17/11/2005. De forma brusca las 11 horas presenta episodio de hipertonía con posterior pérdida de conciencia compatible con crisis convulsiva y pasa a CIP tras tratamiento con Diacepan rectal. En la exploración física destacaba la afectación neurológica con fontanela a tensión e hipotermia. Ante la gravedad de la situación clínica, se realizó ecografía cerebral portátil que mostró ventrículos laterales y 3º ventrículo mínimamente dilatado y con contenido ecogénico compatible con hemorragia intraventricular. Esa misma mañana se realiza también TC cerebral que muestra además hemorragia frontotempoparietal izquierda. A las 4-5 horas del episodio convulsivo, la niña fue intervenida quirúrgicamente por el Servicio de Neurocirugía. Se practica craniectomía, objetivándose el cerebro a gran tensión y hemorragia cerebral y se coloca catéter de presión intracraneal. Tanto en quirófano como en la evolución inicial posterior mantiene una situación clínica de extrema gravedad y alto riesgo vital que se informa a la familia. A las 24 horas se realiza nuevo TC cerebral que muestra hemorragia intraventricular, sistema ventricular aumentado de tamaño e imágenes compatibles con lesión isquémica en territorio de arteria cerebral media. El EEG mostró signos de alteración cerebral intensa. Precisó nueva intervención quirúrgica por hidrocefalia obstructiva con colocación de catéter de derivación ventricular externo el 18-11-05. La afectación neurológica fue muy severa con situación de coma y precisó drenaje por PIC hasta el 27 de noviembre y ventilación mecánica hasta el 29 de noviembre de 2007. La reclamación presentada por esta familia no se corresponde con la atención médica que recibió esta niña en CIP. Ante la clínica de convulsión y el brusco deterioro neurológico, se practicó una ecografía cerebral portátil que permitió el diagnóstico de hemorragia ventricular. En niños con fontanela permeable, Dictamen 137/2008 Página 9 de 18 generalmente en menores de 12 meses, es la prueba de radiodiagnóstico de elección para el estudio de complicaciones neurológicas. Además la gravedad de su situación clínica aconsejaba su estabilización y atención en la UCIP, con una prueba portátil en la misma unidad. El TC cerebral se realizó poco tiempo después en la misma mañana y confirmó los hallazgos ecográficos de hemorragia cerebral. El deterioro neurológico fue brusco y ocurrió en la unidad de Lactantes. La realización de la punción lumbar fue posterior y se indicó por la clínica previa de fiebre, exantema y vómitos, por lo que estaba recibiendo tratamiento antibiótico y que podía corresponder a una meningitis complicada o a una encefalitis. El estudio de LCR se considera necesario en lactantes con fiebre, vómitos, exantemas y convulsiones, ya que el diagnóstico más frecuente y probable es la meningitis bacteriana. Ante los hallazgos de hemorragia cerebral en la ecografía, LCR y TC, y ante la situación crítica de extrema gravedad de la niña, se realizó la intervención quirúrgica en menos de 4-5 horas. Las secuelas neurológicas son secundarias a la severidad de esta hemorragia cerebral que provocó una hipertensión endocraneal severa y lesiones isquémicas. Considero que la interpretación de la familia, de que las secuelas son debidas a la no realización del TC cerebral como primera prueba de estudio, no se corresponde con las indicaciones de los protocolos diagnosticoterapeúticos de estudio de convulsiones y afectación neurológica en lactantes con procesos febriles. La afectación neurológica de esta paciente fue muy severa por la hemorragia e isquemia cerebral que sufrió en Noviembre de 2005 y las complicaciones posteriores pueden deberse a la severidad de esta hemorragia con una situación prolongada de coma e hipertensión endocraneal. Sin embargo, no puede descartarse la influencia de otros factores predisponentes o de riesgo previos en esta niña.» III APLICACIÓN DEL RÉGIMEN DE RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL A) Análisis del procedimiento: 22. Para el examen del expediente instruido ha de estarse a lo que establecen el Título X de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (en adelante, LRJPAC) y el Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo, que aprueba el Reglamento de los Procedimientos en materia de responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas (en adelante, el Reglamento). Dictamen 137/2008 Página 10 de 18 23. La reclamación ha sido presentada por la persona legitimada dentro del plazo legal establecido (artículo 142. 5 LRJPAC) ya que los hechos por los que reclama, ─la asistencia médica prestada─ se produjeron en el período comprendido entre el 13/11/2005 y el 28/12/2005, a este período le ha seguido un proceso de estabilización de secuelas cuyo alcance definitivo todavía en la actualidad queda sin determinar dado el crecimiento de la niña, y visto que la reclamación se formuló ya el 18 de febrero de 2007 cabe concluir que se hizo dentro del año que fija el artículo 142 de la LRJPAC. 24. Del examen del expediente se comprueba, en primer lugar, el cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 10 del Reglamento, incorporándose al procedimiento informes de los servicios a cuyo funcionamiento se imputa el daño que, en el caso, se traduce en la emisión de informe de Unidad de Cuidados Intensivos de Pediatría (UCIP) del Hospital de … sobre la asistencia médica prestada a N.G.D., de fecha de 30 de mayo de 2007, así como Informe de la Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital de …, de fecha de 31 de mayo de 2007. 25. Figura en el expediente la historia clínica de la hija de los reclamantes, que incluye todos los datos relativos a la asistencia sanitaria prestada durante el periodo al que se contrae la reclamación de responsabilidad patrimonial. 26. Obra asimismo Informe de la Inspección Médica en el que, tomando en cuenta la reclamación y la historia clínica, aborda la descripción del proceso patológico sufrido por la niña N.G.D. y analiza el grado de adecuación entre la atención médica recibida y el estado y proceso de la patología que presentaba. 27. Consta la puesta a disposición de los reclamantes de todo lo instruido, en especial, de todos los informes médicos obrantes en el expediente, a fin de que en el plazo de diez días alegaran lo que a su derecho estimaran conveniente y presentaran, en su caso, los documentos que tuvieran por conveniente. 28. Los reclamantes, a través de su representante legal, han formulado escrito de alegaciones en tiempo y forma. 29. Consta la propuesta de Resolución en la que la instructora propone desestimar la reclamación en forma motivada. 30. El procedimiento, por tanto, se ha desarrollado con satisfactorio cumplimiento de los trámites que exige el procedimiento para el reconocimiento de la responsabilidad patrimonial de las administraciones públicas. En especial, cabe señalar que la Administración sanitaria ha unido al expediente la documentación y elaborado los informes necesarios para conocer y valorar las circunstancias del caso y la asistencia sanitaria recibida por el reclamante. Dictamen 137/2008 Página 11 de 18 B) Análisis del fondo: 31. El régimen de responsabilidad patrimonial de las administraciones públicas tiene su fundamento específico en el artículo 106.2 de la Constitución (CE) y se encuentra hoy contemplado en los artículos 139 y siguientes de la LRJPAC, resultando de aplicación a las reclamaciones que se presenten por los daños padecidos por el funcionamiento del servicio público de asistencia sanitaria (disposición adicional duodécima de la Ley 4/1999, de 13 de enero). 32. A idéntico régimen conduce el artículo 21.3 de la Ley 8/1997, de 26 de junio, de Ordenación Sanitaria de Euskadi, al establecer que: “el ente público OsakidetzaServicio Vasco de Salud se sujetará al Derecho público, agotando, en su caso, los actos la vía administrativa cuando ejerza potestades administrativas por atribución directa o delegación, así como en cuanto a su régimen de patrimonio y en materia de responsabilidad patrimonial ante terceros por el funcionamiento de sus servicios”. 33. Así, también para las reclamaciones que se producen en ese ámbito, son requisitos exigidos para apreciar la existencia de responsabilidad patrimonial: el daño efectivo, evaluable económicamente e individualizado en relación a una persona o grupo de personas; que sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal ─es indiferente la calificación─ de los servicios públicos (voz que incluye a estos efectos, toda actuación, gestión, actividad o tareas propias de la función administrativa que se ejerce, incluso por omisión o pasividad con resultado lesivo), sin intervención de elementos extraños que puedan alterar el curso causal; la inexistencia de fuerza mayor y que el perjudicado no tenga el deber jurídico de soportar el daño. 34. La Comisión abordó en su DCJA 9/2007 el análisis de los criterios generales que, a su juicio, resultan de utilidad para analizar las reclamaciones de responsabilidad patrimonial por la asistencia sanitaria. 35. Recordó allí, en primer lugar, que todos y cada uno de los requisitos que configuran la responsabilidad patrimonial ─antes expuestos─ resultan de aplicación al ámbito de prestación de los servicios sanitarios. 36. Pero, a continuación, precisó que la actividad prestacional de asistencia sanitaria presenta unas características específicas que, a los efectos del caso ahora suscitado, cabe sintetizar recordando que, conforme a doctrina jurisprudencial reiterada, como es común al ámbito de la responsabilidad patrimonial de las administraciones públicas, el elemento de culpabilidad del agente desaparece frente al elemento meramente objetivo del nexo causal entre la actuación del servicio público y el resultado dañoso producido; si bien, cuando del servicio público sanitario o médico se trata, el empleo de una técnica correcta es un dato de gran relevancia para decidir, de modo que aún teniendo el daño alegado su Dictamen 137/2008 Página 12 de 18 causa en la prestación sanitaria, si ésta se ha realizado de acuerdo con el estado del saber, se está ante una lesión que no constituye daño antijurídico, conforme a la definición legal que de éste ofrece hoy en el artículo 141.1 de la LRJPAC, consagrando legislativamente una doctrina jurisprudencial consolidada. 37. En efecto, el citado precepto determina la obligación de indemnizar sólo “…las lesiones producidas al particular provenientes de daños que éste no tenga el deber jurídico de soportar de acuerdo con la Ley. No serán indemnizables los daños que se deriven de hechos o circunstancias que no se hubiesen podido prever o evitar según el estado de los conocimientos de la ciencia o de la técnica existentes en el momento de producción de aquéllos”. 38. La Comisión ha destacado que ese entendimiento del daño antijurídico se asienta en la esencia misma de la institución de la responsabilidad patrimonial de la Administración, pues cualquiera que sea la forma en que se explique su fundamento (teoría del riesgo, teoría de la socialización de los riesgos o teoría de la igualdad ante las cargas públicas) no es coherente con el mismo que la Comunidad cubra los daños que, proviniendo de causas ajenas al actuar administrativo, no hayan podido evitarse a pesar del funcionamiento normal del servicio público concernido. 39. En suma, con carácter general, en el ámbito de la prestación del servicio público de asistencia sanitaria, no habrá lesión (en su sentido técnico-jurídico de daño antijurídico) cuando el daño se haya producido a pesar de la correcta actuación de la administración sanitaria; esto es, cuando concurre el funcionamiento normal del servicio, no hay responsabilidad patrimonial. 40. Para concretar en cada supuesto la noción de “funcionamiento normal del servicio público sanitario”, la doctrina y la jurisprudencia acuden a lo que se expresa con la locución lex artis ad hoc que, en síntesis, supone la observación detenida del concreto empleo de la ciencia y técnica médicas exigibles atendiendo a las circunstancias de cada caso. 41. Tal juicio conlleva, en definitiva, valorar los recursos disponibles en el servicio para prestar la asistencia médica, examinar la forma en que, atendidas las características específicas del caso, fueron empleados dichos recursos y, en conclusión, analizar si la actuación asistencial cuestionada responde o no al estándar razonable de funcionamiento del servicio. 42. En dicho juicio ha de conjurarse siempre el peligro de definir el estándar de funcionamiento normal a partir de lo deseable (evitar el daño padecido por el paciente) y no de lo razonable, atendiendo a las circunstancias del caso (que deben ser examinadas sin obviar el particular proceso evolutivo de cada patología). Dictamen 137/2008 Página 13 de 18 43. De igual forma, dicho juicio impide la delimitación del funcionamiento normal ex post ─esto es, una vez producido el resultado negativo─ porque, como reitera la jurisprudencia, la actuación médica correcta (la lex artis ad hoc) ha de ser definida con independencia del resultado producido en la salud o en la vida del enfermo (no basta la lesión), pues ni la ciencia ni la Administración sanitaria pueden garantizar, en todos los casos, la sanidad o la salud del paciente. 44. En suma, en casos como el que se somete al examen de la Comisión, proyectada la asistencia sanitaria sobre una previa patología cuya generación se produce al margen del servicio público de asistencia sanitaria e imputándose a aquél el daño por un incorrecto funcionamiento, la obligación de reparar el daño sólo nacerá si dicha asistencia se ha desarrollado con infracción de la lex artis ad hoc; concepto cuya concreción en el caso no puede realizarse partiendo de un supuesto deber del prestador del servicio de evitar todo resultado negativo para el paciente. 45. Si la actuación médica practicada resulta ser conforme con las reglas del saber y de la ciencia exigibles en cada momento para la patología suscitada, el daño padecido será atribuible a ésta, no siendo aquél antijurídico. 46. Asimismo, en su aproximación general a las cuestiones que presentan las reclamaciones por funcionamiento anormal del servicio de asistencia sanitaria, la Comisión señaló que, con carácter general y sin perjuicio del carácter eminentemente casuístico de la responsabilidad patrimonial, la acreditación del estado del saber y de la ciencia es cuestión que, en cada supuesto, debe acreditar la Administración sanitaria a la que se imputa la actuación generadora de responsabilidad patrimonial. 47. De otro lado, la Comisión resaltó la importancia que en este tipo de reclamaciones cobran los informes técnicos, ya que, si ─como hemos expuesto─ el reconocimiento de la responsabilidad patrimonial de la Administración sanitaria exige en estos casos la acreditación de la infracción de la lex artis ad hoc (a salvo los casos en los que el desproporcionado resultado evidencie per se una infracción de aquélla), la prueba pericial deviene insoslayable, al margen de que su valoración deba realizarse conforme a las reglas de la lógica y la sana crítica que rigen la misma. 48. Expuestas las precedentes consideraciones procede abordar su aplicación al caso planteado. 49. Y para ello, en primer lugar, atendido el esencial fundamento de la reclamación ─supuesta infracción de la lex artis ad hoc─, debe la Comisión incidir en que los reclamantes no han traído al procedimiento prueba alguna de la quiebra de aquél principio rector de la actuación sanitaria sometida a examen. Dictamen 137/2008 Página 14 de 18 50. Por el contrario, lo instruido permite dar por cumplida la carga que corresponde a la Administración sanitaria que ha probado, en términos razonables, que la asistencia recibida por la reclamante se ajusta a los protocolos médicos prescritos. 51. Lo que en este caso se discute es la adecuación de las pruebas médicas practicadas, en concreto, la secuencia de pruebas que llevó al diagnóstico ─iniciada por una punción lumbar y seguida de una ecografía cerebral portátil y de un TAC─,debiéndose dilucidar si lo fueron con infracción de la lex artis. 52. Más precisamente, los reclamantes ponen en duda la procedencia de la punción lumbar, pues entienden que debía haberse practicado previamente el TAC. Es a raíz de la punción lumbar, según afirman, cuando el estado de la niña cambia con la aparición de exantemas generalizados y con la aparición de signos claros de afectación neurológica. Alegan que se realizó una punción lumbar sin ningún tipo de necesidad, ya que el diagnóstico se hubiera podido obtener por técnicas menos invasivas al tratarse de una prueba que puede ser fatal para un paciente con hemorragia cerebral al poder agravar la presión intracraneal 53. Frente a tal razonamiento, que se emite huérfano de todo elemento probatorio que lo avale, los informes incorporados por la Administración sanitaria al expediente no permiten concluir de esa forma. 54. Tal y como se indica por parte de la Inspección Médica, en lactantes una sintomatología de afectación neurológica con una historia previa de infecciones tiene como primera causa la meningitis. En estos casos predominan los síntomas inespecíficos, tales como fiebre, irritabilidad, vómitos, rechazo del alimento, diarrea, dificultad respiratoria, exantemas, letargia, hipotonía, fontanela tensa y convulsiones en un 20-30 % de los casos. En estos supuestos el diagnóstico se confirma mediante la punción lumbar. 55. La punción lumbar se utiliza para valorar la composición del LCR (líquido cefalorraquídeo). Esta prueba está contraindicada ante la existencia de hipertensión intracraneal, ya que, si existe un edema de papila o un déficit neurológico focal, hay que recurrir a la práctica de otras pruebas como el TAC o la RMN antes de realizar la punción lumbar a fin de descartar la presencia de masas capaces de desencadenar una herniación transtentorial o cerebelosa. 56. Siguiendo con el informe de la Inspección Médica, se comprueba que en el momento del ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos de pediatría procedente de la unidad de lactantes, la niña N.G.D. presentaba afectación neurológica con fontanela de tensión pero sin focalidad neurológica manifiesta, esto es, sin déficit neurológico focal que hubiera descartado la práctica de la Dictamen 137/2008 Página 15 de 18 punción lumbar y que hubiera orientado a la previa realización de otro tipo de pruebas encaminadas a descartar la existencia de masas. 57. Por tanto, la punción lumbar se practicó a la vista de los datos clínicos existentes en aquel momento, que revelaban febrícula y fontanela abombada, y en ausencia de signos de hipertensión craneal o focalidad neurológica, con el objeto de descartar la meningitis como primera de las posibles causas que fue barajada. 58. Posteriormente se practicó una ecografía cerebral portátil que, según indica la Inspección Médica en su informe, es la prueba de radiodiagnóstico de elección en supuestos de niños con fontanela permeable. Así mismo, ese mismo día se le practicó un TAC craneal. 59. Sólo cuando se realiza el TAC, que revela el origen cerebral de la hemorragia, se llega a determinar que la afectación neurológica era debida a la hemorragia cerebral parenquimatosa e intraventicular que sufría la niña y no, como en un principio se valoró ante la clínica evidente y como primera causa en un lactante, la etiología infecciosa. 60. En suma, como señala el Jefe del Servicio de Pediatría, la interpretación de que las secuelas son debidas a la no realización del TAC cerebral como primera prueba de estudio no se corresponde con los protocolos diagnosticoterapeúticos de estudio de convulsiones y afectación neurológica en lactantes con procesos febriles. Es más, según refiere, la patología grave que presentaba la niña es muy rara en lactantes. 61. En cuanto a los riesgos y complicaciones de la punción lumbar en un paciente con hemorragia cerebral, tal y como expone la Inspección Médica, están asociados a la disminución brusca de la hipertensión intracraneal y puede producir la herniación de estructuras cerebrales. 62. Sin embargo, de los antecedentes médicos y de la historia clínica que presentaba la niña N.G.D. no se deduce la presencia de síntomas o signos que hiciesen sospechar de la existencia de hipertensión intracraneal; ni en el momento de ingreso hospitalario el día 13 de noviembre, ni en el momento de su ingreso en la unidad de cuidados intensivos de pediatría el día 17 de noviembre. 63. Es más, de los informes médicos obrantes en el expediente administrativo se desprende que los días siguientes a su ingreso la evolución de la niña fue favorable (entre otros folios 19 y ss, 23 y ss, y 30), respondiendo al tratamiento y con desaparición de exantema. Esta evolución se vio truncada el día 17/11/2005, día en el que presentó un episodio convulsivo con pérdida de conciencia que requirió de ser ingresada en el servicio de cuidados intensivos de pediatría. Dictamen 137/2008 Página 16 de 18 64. En todo caso, las graves secuelas que presenta la niña son debidas a la hemorragia cerebral que provocó hipertensión endocraneal y severas lesiones isquémicas, sin que la misma pueda ser atribuida a la punción que le fue practicada ese día, ya que no fue más que una prueba para establecer su diagnóstico (informe de la Inspección, de la UCIP y del Jefe del Servicio de Pediatría). 65. Sobre la base de dichas afirmaciones periciales, la Comisión no encuentra otras para refutar técnicamente lo anterior (pues no hay otra forma de desvirtuar los informes médicos obrantes en el expediente) y, consecuentemente, la valoración de la praxis médica que se proporcionó a la niña N.G.D., ni, ya en fin, para desvirtuar el análisis de ésta que realiza el informe de la Inspección Médica que, tras el detallado análisis de aquélla, concluye la inexistencia de actuación alguna contraria a la práctica médica aplicable al caso, a la vista de las concretas circunstancias que la niña N.G.D. presentaba a lo largo de su evolución. 66. Por tanto, en suma, a falta de prueba pericial en contrario esta Comisión entiende que las pruebas a las que se ha tenido que someter la hija de los reclamantes no se han producido con vulneración de la lex artis o, en su caso, que se hayan producido como consecuencia de una mala praxis médica, sino que las complicaciones que se han presentado son consecuencia de la grave lesión cerebral que presentaba, sin que las pruebas diagnósticas ni la secuencia en la que se produjeron hicieran perder a la paciente posibilidades de recuperación o de minimización el daño. 67. Por ello, el daño alegado se ha producido a pesar de la actuación de la administración sanitaria, faltando, así, el requisito de la lesión, en su sentido técnico-jurídico de daño antijurídico. 68. La Comisión estima que la tesis de la reclamante, atendiendo a las circunstancias fácticas que presenta el caso, sitúa el funcionamiento normal del servicio de asistencia sanitaria en lo óptimo, pero no en lo razonable. 69. Por todo lo anterior, en virtud de lo razonado, se estima que no hay responsabilidad patrimonial de la Administración sanitaria porque la asistencia sanitaria proporcionada el 17 de noviembre de 2005 a la niña N.G.D. no constituye título para atribuir a la Administración sanitaria el daño alegado, no siendo la actuación de ésta causa eficiente de dicho perjuicio, cuyo origen ha de buscarse en la hemorragia cerebral tratada, sin que en consecuencia pueda reputarse antijurídico el repetido daño. CONCLUSIÓN Dictamen 137/2008 Página 17 de 18 La Comisión considera que no existe responsabilidad patrimonial de la administración sanitaria en la reclamación presentada por don J.A.G.F. y doña A.D.M. como consecuencia de la asistencia sanitaria prestada a su hija. Dictamen 137/2008 Página 18 de 18