LA ANOREXIA Y LA BULIMIA NERVIOSA LA ANOREXIA NERVIOSA La anorexia mental o anorexia nerviosa es un síndrome psiquiátrico que se centra sobre la negativa del enfermo (generalmente mujeres) a comer, conllevando una alarmante pérdida de peso. Suele aparecer en mujeres jóvenes, solteras en edades entre la pubertad y la adolescencia. Hay casos tardíos y también alguna excepción masculina (hay un hombre por cada 10 mujeres). La frecuencia de la enfermedad va en aumento durante los últimos años (una adolescente de cada 200). Es un grave trastorno alimentario en el que la persona presenta un peso inferior al que sería de esperar por su edad, sexo y altura. En índice de mortalidad ronda el 6-10% de todas las pacientes afectadas. No está claro el origen de la anomalía. Los psicoanalistas lo atribuyen al rechazo inconsciente a la feminidad. Muchos casos se inician tras un período de obesidad y la preocupación de la paciente por recuperar la línea. El conflicto con la familia, especialmente con la madre, es uno de los elementos constantes que dominan el cuadro clínico. Aunque el aumento de esta enfermedad durante los últimos años también se atribuye a un cambio en el ideal de belleza dentro de los países desarrollados. En el mundo occidental aparece la delgadez como símbolo de belleza, salud y éxito social, y se condena la obesidad. Las personas que sufren anorexia nerviosa presentan ciertos rasgos característicos, son obsesivas, perfeccionistas, altamente competitivas, inteligentes, inmaduras emocionalmente, con una baja autoestima y muy dependientes de su familia. Su autoestima depende de su peso y su silueta. Otra de las características es la dificultad que tienen en sus relaciones sociales, distorsionan o devalúan su apariencia y no quieren ser observadas ni juzgadas, eso favorece una cierta fobia social. Aprenden a reducir la ansiedad evitando las situaciones que les angustian, como las reuniones sociales, ir a sitios públicos, etc. Son poco conscientes de su problema, y por ello es muy difícil que consulten a un especialista por la pérdida de peso. Generalmente acuden al médico por malestares somáticos causados por la falta de alimentación. Criterios para diagnosticar la anorexia nerviosa 1. Negativa de mantener el peso corporal en o por encima del mínimo, según 2. 3. 4. la edad y talla. Por ejemplo, pérdida de peso manteniendo éste por debajo del 85% esperado, o no incremento durante el crecimiento no alcanzándose el 85% del esperado. A partir de una pérdida de aproximadamente el 15% del peso se considera anorexia, pues ya aparece la malnutrición. Cuenta el peso perdido más el no ganado si está en fase de crecimiento. Miedo intenso a aumentar de peso o a volverse gordo aún teniendo infrapeso. Este miedo aumenta a medida que disminuye el peso, es un miedo fóbico (lipofobia). Alteración del modo de experimentar la forma o peso del propio cuerpo. influencia injustificada de la forma o el peso en la autoimagen, o negación de la importancia del bajo peso actual. En mujeres con regla instaurada, amenorrea o ausencia de por lo menos 3 ciclos menstruales consecutivos. Es una clara manifestación de malnutrición y aparece tras perder un 15% del peso. 5. Falta de conciencia de enfermedad. Primeros síntomas Disminución de la temperatura corporal (suelen tener frío aún cuando hace calor). Caída del cabello. Ligera bradicardia (enlentecimiento del ritmo cardíaco). Estreñimiento. Calambres. Amenorrea. Posteriormente aparecen más síntomas y se agravan los ya existentes. Se produce una alteración del estado de ánimo, las enfermas se muestran nerviosas, inquietas, tristes, coléricas, etc. Al final el comportamiento de las anoréxicas acaban siendo de tipo compulsivo, no pueden dejar de comer como lo hacen pues se angustian demasiado, hay una obsesión. Tipos de anorexia - Anorexia de tipo restrictiva: durante el episodio de anorexia, la persona no presenta episodios recurrentes de sobreingesta masiva o conductas purgativas (vómitos autoinducidos o mal uso de laxantes y diuréticos). Se da en un 70-80% de los casos y suelen ser personas que realizan mucho ejercicio físico. - Tipo bulímica o purgativa: en este tipo, durante el período de anorexia, la persona incurre regularmente en atracones o conductas purgativas. Es menos habitual que el anterior. Las familias de estas pacientes suelen ser sobreprotectoras (en especial las madres) y tienen expectativas muy altas con respecto a sus hijos que dificultan el desarrollo de su autonomía e independencia en la adolescencia. La anorexia aparece en este contexto como un esfuerzo para satisfacer a los padres, logrando de esta manera la configuración de una identidad débil a cuestas de una opresión familiar. Generalmente estas familias niegan la existencia del conflicto. Factores predisponentes: se han descrito factores genéticos, el sexo femenino, la edad (13-20 años), características de la personalidad (introversión, inestabilidad), obesidad, factores familiares, afectivos, emocionales, nivel social medio-alto y presiones socioculturales. Factores precipitantes: cambios corporales, críticas sobre el cuerpo, incremento rápido de peso, contactos sexuales y acontecimientos vitales potencialmente estresantes (separaciones, pérdidas). Factores de mantenimiento: factores cognitivos, afecto negativo, conductas purgativas, interacción familiar, aislamiento social y actividad física excesiva. Tratamiento Por la gravedad de la enfermedad y el mal pronóstico ambulatorio, el tratamiento suele ser hospitalario, para romper el círculo vicioso de hostilidad con la familia, y realizar la alimentación controlada y tratamientos psicoterapéuticos. Son pacientes que protestan de su ingreso, se consideran normales y creen injustificada cualquier terapéutica, que hacen todo lo posible por evitar. El primer paso del tratamiento es la recuperación del peso hasta valores normales. El segundo es el tratar de mantener el peso conseguido y prevenir las recaídas. Se hace hincapié en los aspectos nutricionales, aunque también es importante que rompan los círculos viciosos de conductas familiares que mantienen el trastorno alimenticio. El tratamiento farmacológico de la anorexia nerviosa tiene poco éxito, por lo que casi no se practica. En casos donde existe mucha ansiedad se administran neurolépticos y antidepresivos, sin embargo muchas veces la depresión en la anorexia aparece como consecuencia de la desnutrición, por lo que al recuperar la paciente el peso normal, ésta puede desaparecer. LA BULIMIA NERVIOSA La bulimia es un trastorno que se manifiesta por crisis de apetito voraz e incontrolado. Es frecuente que se combine con actitudes de anorexia, y la paciente después de cada ingestión desordenada intente vomitar, tome laxantes, diuréticos, etc. Excepto la crisis de bulimia, la conducta global es parecida a la de una anorexia nerviosa, con la preocupación obsesiva por no engordar. La lucha entre la atracción por la comida y el rechazo posterior se vive con ansiedad, sentimiento de culpa y autodesprecio. La vida de la paciente se centra en la comida, comer o expulsar lo comido por medio de vómitos y laxantes, domina su campo de interés. Criterios para diagnosticar la bulimia nerviosa: A) Episodios recurrentes de sobreingesta: 1. Comer en poco tiempo más comida que la mayoría de la gente en tiempo y circunstancias similares. 2. Durante el episodio, sensación de falta de control sobre la ingestión. Hace algo que en realidad no quiere hacer. Es un comportamiento compulsivo. B) Conducta compensadora inadecuada y recurrente a fin de evitar el aumento de peso: 1. 2. 3. 4. Vómitos autoinducidos. Laxantes, diuréticos u otras medicaciones. Ayuno. Ejercicio físico excesivo. C) La sobreingesta y las conductas compensadoras se producen, como promedio, por lo menos dos veces por semana durante tres meses. D) La autoimagen está injustificadamente influida por la forma y el peso del cuerpo. E) El trastorno no se produce exclusivamente durante episodios de anorexia nerviosa. En la bulimia nerviosa no existe malnutrición como en el caso de la anorexia, y el peso de la paciente es normal. Tipos de bulimia - Tipo purgativo: la persona recurre al vómito, el uso de laxantes, diuréticos y enemas. Presentan una importante distorsión de la imagen corporal, mayor deseo de estar delgadas, más patrones anómalos alimentarios y psicopatología (sobretodo depresión y obsesiones) que las de tipo no purgativo. - Tipo no purgativo: la persona usa otras conductas compensatorias no purgativas como el ayuno o practica ejercicio intenso. Las personas bulímicas suelen ser emocionalmente inestables, con síntomas ansiosos, impulsivas y con tendencia a la automedicación. Se caracterizan por tener una baja autoestima y gran necesidad de aprobación externa. También tienen menos tolerancia a la frustración. Al igual que las anoréxicas demuestran una excesiva preocupación por su peso y silueta y tienen tendencia a la obesidad. Una diferencia llamativa entre las anoréxicas y las bulímicas es que las primeras, en principio, rechazan su feminidad y no manifiestan ningún interés erótico o sexual. En cambio las bulímicas, hacen los sacrificios de no comer para estar más atractivas y buscan el galanteo casi obsesivamente, manteniendo en secreto sus problemas de alimentación, que dominan su vida tanto como la de las anoréxicas. El trastorno bulímico suele aparecer en edades posteriores a la anorexia, entre los 16 y 20 años. Sobre un 1-2% de las bulimias pueden hacer también anorexia. La mortalidad también es menor, sobre el !5 o menos, y suele ser por suicidio debido a la depresión y ansiedad que sufren por su patología. Factores predisponentes: presencia de trastornos afectivos entre familiares, abuso de sustancias, obesidad, gran preocupación de los padres por el peso y la figura de su hija, presencia de trastorno afectivo, obesidad, abuso sexual y diabetis mellitus. Tratamiento El tratamiento de la bulimia es psicoterápico, difícil y prolongado. Responde mejor a la terapia de grupo que a la individual. El objetivo principal es la desaparición de los atracones y de las conductas compensadoras, para lo cual se puede hacer tratamientos psicoeducativos con resultados eficaces. También se hace terapia familiar para reducir el círculo vicioso de las conductas familiares precipitantes. En cuanto a la medicación, a corto plazo los tricíclicos son efectivos para la reducción de atracones y vómitos, pero no a largo plazo. Además producen efectos secundarios indeseables. Los IRSS (inhibidores de la recaptación de serotonina) han obtenido muy buenos resultados, con menores efectos secundarios que los anteriores.