Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte POEMAS PARA TOCARTE Raúl Pérez Torres Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte Soy de la raza que cantaba en el suplicio Rimbaud Raúl Pérez Torres ACTO DE FE Puta ramera desalmada flor de Tzangapilla susto de Dios hipo del diablo hueso del paisaje y de las cosas hueso de mí lagartija dorada en el ombligo serpiente en el encéfalo vientre para después perfume de sándalo tu voz ojos de eternidad arcilla: tierra de atestiguar camisa de fuerza pero a la vez hospicio cárcel de luz con geranios en las paredes mujer cariacontecida embuenecida florecida apavorada como el vuelo final del ayawaska vida de la muerte, piel del aire hembra mía hombre mío Marida mía Poesía… Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres POÉTICA Yo siempre quise tener un abedul. ¿Alguien tiene por si acaso un abedul? En mis sueños he soñado un abedul Yo siempre quise tener un abedul; la palabra me embriaga como si la tocaras con tu lengua: abedul Yo siempre quise tener un abedul o por lo menos sentirlo entre mis manos. Abedul, yo nunca tuve un abedul. Al menos ella, la palabra, te la ofrezco. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Pronto ponte a escuchar es el ritmo. El tono del mundo, la vida. Que no se te escape piensa que si no lo oyes la muerte en la puerta y si lo oyes la locura en tu dedo. Vamos a necesitar toda la paciencia del mundo para cruzar esta idea. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres EURÍDICE Escribe desde la alegría, me decía, porque tus palabras son el nicho de mi cuerpo Pero murió. Bajé al infierno y con mi musa enternecí al Distante que me devolvió su sombra de ceniza. Oculto en el mito mi corazón, pienso en Orfeo… Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres I Para cantar tu cuerpo y mi desdicha soy ahora el Minotauro hombre, bestia y dios: para cantar tu vagina inocente como labios de niño, tu culo cósmico su estrella solitaria, soy el efebo virgen que de a poco va sintiendo el suave furor de Platón. Para cantar las cantáridas del pecho para aspirar el almizcle de tu axila para poner en diagonal mis labios bajo tus ubres, loba, soy raúl, rómulo y remo. Que tu cuerpo me libre entonces de mi asqueroso yo. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres II Ahora es tu lengua como un pez la que agita el oleaje de los besos. Entre tu boca y mis labios la saliva nos sueña como a dos sabios Pienso en Ariadna, lúbrica, besada por la bestia sagrada. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres III Bajo los ojos de mi amada los pájaros sobre su trébol negro los pájaros en el país de su boca en la ola de su lengua los pájaros en sus pezones abiertos los pájaros entre sus manos sencillas los pájaros sobre su flaca alegría los pájaros en el ritmo de sus caderas los pájaros entre la blusa, dolientes, los pájaros en el ritmo del amor en el movimiento perpetuo los pájaros y dentro de su cabeza revoloteando libres los pájaros Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres IV Húmeda tu sábana de anoche me dice que has plagiado mi amor que en tu combada simetría se ha humedecido otra vez el dedo del corazón. Pero he aquí que no desfalleces libertina libertaria y mi impudicia te riega nuevamente como triste alabanza Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres V Tenue de orgullo tu piel se tensa cuerda del ahorcado en la que pendo Nada más fácil para ti que el exterminio La soledad barroca de tus gestos me conmueve cuando dentro de ti estoy como en iglesia. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres VI Te das la vuelta y el alabastro me hace guiños, las olas de las sábanas malsanas que se gastan, la pomarrosa de tu calzonario navegando al azar, las bragas sin sentido al pie de tu sandalia Una gota de vino o de sangre copula con la oscuridad... Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte VII Es el mar es la noche Siempre vas a la cama con el vestido de novia de las olas: tu desnudez. Tantas luces prendidas en tanta oscuridad carnal. Raúl Pérez Torres VIII El jadeo ha terminado. El rocío blanco que aún pende de tu vientre, tiembla. Si ahora te viera Cezanne quizá pensaría: naturaleza muerta con magnolia. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres IX Yo que en otros tiempos habría sido militante de Espartaco ¡Heme aquí! Prometeo encadenado. Pero no. Tú eres Prometeo y yo el buitre que te roe las entrañas. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres X Estoy cantando a un cuerpo negro en la noche que vela tu espasmo solitario. Una ninfa te ayuda a recordar mis caballos. A siete leguas de tu piel me alumbro con tu luciernagario. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres XI En una cantina de esas donde crecen las telarañas en las paredes y en los hombres, sobre una estera mugrienta en la que descansé mi último vino, encontré tu nombre que aligeró mi copa; en caracteres vivamente rústicos como en las Cuevas de Altamira alguien había escrito: "Paloma, por tu ala en desvelo guerrearé con todos los que sufren. 1968." Cuando me echaron fui pensando en lo que algún día me dijiste tú o tu sombra: "Procura que un sabueso te persiga toda la noche hora tras hora" Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres XI Tu cuerpo no contiene el bochorno del día, hay una clave infinita en esa obscuridad. Entrar en tu negrura en tu gruta en su serpiente obscura: la voluptuosidad. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres XII "O tua blandula, blanda, blandicula, tua labella ad ludum prolectant" gime el verso profano de Carl Orff Yyo pienso en ti sobre mi lecho lechosa loba, lánguida y lóbrega. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres XIII No vuelvas, me dijo Homero desde la Odisea, no vuelvas con una mujer, ella regresa llena de polvo y azufre. ¡Necio de mí! Mi mano te recorre nuevamente, volviendo a unir tus pedazos, tus junturas, que a la postre resultaron falsas, cadáver joven - no muertocomo Rimbaud. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres XIV La madre de Ariadna Pasifae soñaba con una voluptuosidad por encima de la naturaleza humana. Soñaba contigo. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres XV Loba, lobezna libre de qué felino aliento tu piel de hondísimos orificios, hoja caída de la noche sin luna, tu color viperino como en los cuadros de Manet. Negra, loba negra como la tortura. Tu cuerpo me ha dado todo menos la saciedad. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres XVI Tu cuerpo es la caja de Pandora: derramó toda suerte de dolores por el mundo. Hesíodo lo sabía. Y ahora yo. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte XVII ¿He de amarte quizás en el espejo donde el azogue contiene tu furor? ¿He de pescar alucinado con mi vieja red de piel suavísima los peces que gotean de tu pubis? ¿ Visitaré, conquistador conquistado, las cornucopias de tu ciudad orgiástica? ¿Encenderé tu cópula con mi vela deleznable? ¿Meteré entre tus labios de lenguosa loba el filo de este poema para que se humedezca? El vientre desaforado se humedece ante las preguntas. Raúl Pérez Torres XVIII A veces en la sombra mientras la luz de la lámpara cae como otra lengua sobre tu cuerpo desnudo te miro a hurtadillas en intermitencias para que mis ojos no agoten la maravilla. No vaya a suceder que como en el sueño del gitano te absorba con su cábala la noche. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres XIX Es la hora del alivio de la liviandad. La vulva ha florecido: flor de nieve, mi semen te adorna como para una fiesta. La caricia descansa bajo tu piel de loba tal si estuviera rumiando la pereza. Mientras me visto huelo la piel del vino esa otra forma de tristeza. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres XX Has cerrado los ojos. He puesto hojas de coca debajo de tu almohada para que duermas sin fantasmas. Un último beso me brinda tu pereza lasciva. (mi lengua un gamo que atraviesa la noche.) Tu cuello modigliani. La vacuna. Sapo mi corazón de ojos saltones. ¿No es éste el pan de la desdicha? ¿el que los pordioseros comen para hartarse? Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte XXI Te amaré siempre me decías, estremecida por el oleaje de mi carne, te amaré siempre, eternamente. Y yo pensaba absorto, asustado, casi fuera de la vida: ¿Fue por la muerte de Patroclo que los caballos de Aquiles lloraban o por su desgracia de ser eternos? Raúl Pérez Torres RUMICUCHO ¿Es el árbol el sueño del hongo alucinógeno? Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres EL CUARTETO DE ALEJANDRÍA En la penumbra tus ojos y tus pechos como faros Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres AUTORRETRATO N o sé si fue en Alejandría o arrimado a la columna de Cavafis que escuché esta anécdota que corría por el Éufrates entre líquenes y restos de sueño incendiando la pasión de los poetas jóvenes: La reina de las bellas había dicho a su poeta suplicante que le daría sus favores si era capaz de esperarla cien horas sentado sobre una piedra. Dicen también que el hombre del corazón apasionado se dispuso a esperado de rodillas en la roca y que a la hora noventa y nueve se levantó y huyó ... Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres APUNTES ¿Hace cuánto te has ido? En este invierno a pierna suelta el insomnio, seis meses oso, duerme al pie de la cama. En la sábana sola aún ríe tu cadera, el lobo de tu jadeo. Mi corazón: soledad del Génesis Danzando sobre el reloj la única bruja de mis terrores: la sucesión de los días... De esta hora se alimentan los suicidas. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres HOTEL 3 A.M. El insomnio es un lagarto chapoteando en el agua turbia de la noche En los cuartos de al lado se celebra misa ... Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres NOCTURNO Tenía unos ojos que se apenaban de verde era un albaricoque su voz donde cien gatos habían encontrado su séptima vida. Cómo olvidar el lujo de sus ademanes Moore en un parque de falenas. Los que no la conocieron tendrían que pedirle al almirante que descaribe el mar que leve-mente anclas por los vacíos del cielo que nos dejó Jeshua Ga-nozri. Su carne en movimiento se parecía al terremoto del 41. Lo recuerdo temblando entre dos sorbos de mezcal que me regala el Cónsul Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres EL TIEMPO En la primera cita me confesó su amor. Borracho como un ángel fui y anoté una a una todas sus palabras y luego me quedé perplejo al constatar que ya ella no existía sino a duras penas la melancólica poesía que haría de su ausencia. Entonces mi tristeza consuetudinaria, burra parada en una esquina con sus orejas castigadas... Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte EXAGRAMA Te decía espera La lluvia está gestándose en el cielo Perro que ladra mi corazón no muerde La lágrima caerá a su debido tiempo sobre el vientre de tu noche solitaria y yo volveré con mi rastrillo al mar. Raúl Pérez Torres Si el alfiler guarda el hechizo del que me habló la abuela Epifanía cuando clavamos tu retrato ¿Por qué, entonces, por qué? Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres RESPLANDOR Sentada sobre mí, desnuda, las cuatro de la tarde cálida, afuera los niños juegan a las escondidas, al azar, a la rayuela, como yo. Estás magnífica desnuda. Tus ojos papiros grafitis del destino. Levantas la mano y apartas la cortina. Te miro en intermitencias claroscuras. Me siento más lúcido que el sol que atraviesa la ventana y da en tus pezones de uva. , Abro y cierro los ojos: El resplandor me trae cuerpos ajenos que habitan en tu cuerpo, otros cuerpos que quizá descansan en tu cuerpo. Estoy lúcido, más lúcido que el sol Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Abro y cierro los ojos. Desde tu vientre algo como una lepra, como una enfermedad, me desazona... Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres La noche ova plumas de codorniz y estalactitas. El hombre también ova en la noche relámpagos e iniquidades. Ninguno de los dos mira el amanecer. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres En el verano cuando el hombre se extasía ante la sangre rosada de los arupos, no discierne el color de la chuquiragua que crece en el páramo. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres ALCOHOL Borracho incólume pero en dos columnas atravieso la calle tenaz como tu recuerdo. Una cantidad de cucarachas de colores multiformes tratan de atropellarme desde la taberna hasta la esquina donde me recuperará el micro. Pera yo incólume solamente tropiezo con la imagen de un invierno de 1971 cuando con tus manos me quitabas de la frente la lluvia y la tristeza. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte La playa la misma y desigual que recibió tu sangre cuando los dos éramos el vacío más lleno el mar ensortijado la viruta del mar. Me viene tu olor en ese caracol que me regala la niña, mientras pienso en lo que decía mi madre: Que traen mala suerte. Raúl Pérez Torres Hoy he salido en un solo pie por no sentir tanto el peso de mi vida, y he dejado con candado tu retrato por no sentir el peso de tu vida he salido desnudo y me ha espantado el peso de tu vida y de mi vida... Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres El viento de este verano donde florece el arupo y muere la siempreviva, trae en triste procesión los recuerdos del invierno cuando con su mano apalomada quitaba del hombre la desolación y el frío Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres YARAVÍ a Meche Si tú murieras, sabio como el del indio, mi recuerdo, iría una noche de luna al páramo que aquiete tu cadáver. Sereno tu cuerpo como la leyenda de la mujer que nació y murió en Potosí; serrucharía tu pequeña tibia y me la llevaría al cuarto donde tengo un punzón de plata para fabricarme una quena, una ocarina, que cuente a los demás que lleve a los demás tu imagen en el viento. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Llueve -también en el recuerdoes pertinaz el acero de esta lluvia. Los chinos de la dinastía Tiang lo utilizaban por gotas para perforar -noche a nochel cerebro del hombre. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres ALTURAS DE MONTSERRAT I Calmachicha, silenciosa como en puntillas vive la locura en ti la incoherencia la inesperada forma del asombro, la congoja del ser el duende de la nada. II Cuando despierta es una hoja de afeitar cortando las venas de la noche, cuando despierta las piedras se estremecen y muelen -torpes elefantes- tu delirio cuando despierta sangran las grietas del azar se secan los ojos de la lluvia se ennegrece el destino lleno de cardenales por tus golpes III Es bueno, entonces, darte tilo, agua de manzanilla, besos fosforescentes, ramas de ruda Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres o invocar a Taita Marcos dios perdido de Ilumán (que casi siempre escucha la plegaria) para que sientas por fin el beso de la brisa, bonitica, el viento fresco que triza tu mejilla la voz del taita eterno que trae entre sus dedos de peyote la paz, la leve paz que necesitas. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Me persigue tu piedra. No quiero la poesía ni el cuerpo orgiástico de la noche. N o quiero la verdad. Quiero moldear un gato. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres ANIVERSARIO No se queja, al amanecer mi sombra desvelada ya no se queja. Más insomnio que yo padece el tiempo. Él trabaja mi hueso día y noche desde hace cincuenta eternidades Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres EL OTRO Tengo en mi cabeza cien espíritus drogados de insomnio cada uno me lanza sus dardos venenosos su baba de espuma. Me han cortado la cabeza y la han arrojado a la olla de fuego han roto todos mis huesos he dormido azul durante nueve meses han bebido mi sangre en copas de cristal frizado me han descuartizado y han vaciado las cuencas de mis ojos. He viajado al infierno como un ritual de iniciación donde Beatriz me esperaba musgo de eternidad he muerto durante treinta y seis meses sagrados y he resucitado y he vagado dos primaveras como un bebé lunático; ahora curo el desasosiego y la incertidumbre, aquellas fallas que el griego desmintió. Soy un Shamán. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres ARTE POÉTICA Mi hermanita tenía siete años cuando yo cumplía veinte, y no lo olvido porque ese día le leí mi primer poema alborozado. Cuando terminé ella tenía duendes en los ojos y me dijo: -está bonito, pero sácale las plumas. Desde entonces eso es todo lo que hago. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres ONETTI Yo le vi en la reunión tomar el vino y decir con su ojo pálido, acongojado: -prosigan nomás sin mí afánense porque yo estoy como el genio de Aladino metido en el país de una botella del que no se regresa. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres BAJO EL VOLCÁN Esta copa de vino, por ejemplo, su cuerpo negro. Así, bajo su esencia caminante del viejo camino recorrido por ese pajarraco que se llamó Mescal, Malcom, Mescalito, para los buenos compañeros que vieron caballos asesinos metiéndose en los vidrios de las tristes ventanas de mi pueblo, ciudad más bien, que ha estado en mí esta noche, sin ti, como iglesia solitaria, quiero decir como este cuerpo de vino, por ejemplo, negro. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte QUITO 1993 En mi cabeza ladran los perros de la noche, los perros del vacío que rezan a una luna desalmada: moneda blanca, esquiva, inalcanzable. Afuera parece que la ciudad llorara, que se estuviera lavando de sus culpas, sacándose vergonzosa, sus medias desolladas. Las calles, venas azules de un cadáver vacío, -viento sin vozEl miedo cruza la calle como un duende demente de hace siglos. Mientras adentro, en el cuarto de adentro, tú duermes y respiras junto a mí con el oleaje espumoso de un mar quieto. Ensamblo entonces, mi cuerpo atormentado, tembloroso, a ese mar de tu carne adormecida y me voy yendo sin querer a la inocencia... Raúl Pérez Torres DEL BOCHORNO I Con mis propias uñas he despellejado al animal de la noche. Despierto agotado por el viaje y apenas he dormido una hora, escasa hora en la fría madrugada (el tiempo de la pesadilla no encaja en tu reloj) Créeme tú, créeme por el amor de esta oquedad por el vicio a esta oquedad: Siento el vacío como una sanguijuela pegarse a la piel escamosa de la noche. La ciudad duerme hace diez años impares ¿Qué nos pasa? ¿Qué ha cambiado? ¿Qué erosión va minando, imperceptible, el afán de la lucha que tuvimos? Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres II La duda, el vampiro de la inercia va entrando en la ciudad como en un hospicio desolado donde el único loco he sido yo. Me acuerdo en el setenta: tu codo digno; visagra del poema de ese tiempo, alertaba mi tristura nocturnal y decía: “los gendarmes llegarán a media noche, hay que esperar por ellos" … Ahora sólo siento la noche boquiabierta esperando que le asfixie la mosca de la nada. ¿Quién está espiando mi infortunio? ¿Quién hay ahí? ¡Quién va! Rompe con tus narices el espejo del poema. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte CANGAGUA I Murciélago su pelo extendido en la noche velo de escalofrío En su cabello buscaba reposo el aire Le decía: espera, no te desnudes todavía La última prenda va a caer en un quejido dentro de mi corazón, espera. De eso la memoria me queda que es como la ceniza. Raúl Pérez Torres II Cuando ya estaba vestida pasaban años y mi mirada alucinada, sordomuda, aún delataba su desnudez. (Disparo ... latido, su blusa abotonándose). Y mientras se alejaba cerrando tras de sí las fauces de la puerta yo pensaba perdido, perplejo, pervertido, que sin ella sólo me queda una cultura: la soledad. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres HOMENAJES Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte EN LA GALERÍA A Pavel Viejo discípulo de aquella tenue filosofía de la carne, el hombre va entrando a las pinturas de Pavel, como si por fin entrara al sueño luego de una noche de mujer luminosa. En su sueño hay un gato agazapado, un gato reloj de Dalí, un gato color de la pereza, un gato ropa íntima colgado en la penumbra, hay una sombra, en su sueño hay una sombra, la sensualidad de una sombra, una sombra que es dos, como en la magia, una sombra parecida al unicornio, o al cervatillo, o al caballo, o a la mujer que amo, una sombra que es dos, como en la vida. Parejas de amor leve, leves parejas de amor ante mis ojos, parejas leves de amor, mis ojos miopes develan el abrazo secreto, la miopía: esa opacidad, como en el cuadro, carne unitiva, volandera, violada quizá, por la clandestina agitación del artista. Sensual, como una imagen bajo el agua, como el paso donde el vestido pierde Raúl Pérez Torres la caída del agua. Así en el lienzo su abrazo de humo su color de fantasma, silueta sigilosa, sensitiva, inatrapable, ceñida y desceñida, lenta en crueldades... Sombra que es dos como en la vida, sombra que es dos como en la magia. Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte ANTIPOEMA A la Poyo Cuando se fueron secando las flores del jardín de nuestra casa porque el abuelo ya no tenía brazos para echarles agua y quitar sus asperezas él, que había manejado el sable y el fusil en sus gloriosos tiempos de hábil montonero, cuando la casa misma nos fue arrebatada por no se qué hipoteca de alguna deuda obscura, y con ella el árbol donde yo guardaba las bolitas de cristal que ganaba mi hermano jugando a la bomba, cuando crecí, sin árbol, ni casa, ni pimienta, cuando más tarde en las calles de la ciudad la gente me miraba con temor o tal vez con espanto seguramente porque mis ojos buscaban con alfileres una comunicación de coleccionista de mariposas, cuando en la oficina los altos jefes decidieron que yo era un ser despreciable y quizás maniático porque dibujaba en hojas volantes sus rostros deformes, es decir, desiguales, cuando mi hermana mayor me despidió de casa porque siempre fui un inútil para todo y no aporté con nada a más de la basura borroneada y escrita, cuando mi padre decidió emborracharse todos los días Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte mirando al techo y sin permitir que mi madre le dijera una palabra cuando mi compañero manuel, el más querido -gente de universidad y de manerashuyó a California con mi máquina de escribir y con la mujer que por aquel tiempo compartía mi cepillo de dientes y mi frío, cuando mi hijo -aprovechando los ataques de asma que me daban más o menos regularmenteme dijo que se iba a las Islas Galápagos a estudiar entomología "porque en esta ciudad no pasa nada" cuando mi madre empezó a llorar colgada de las lámparas mientras ahorcaba sus dedos artríticos con un rosario de pepas enormes y negras; cuando dos marines me botaron al mar Caribe en uno de esos viajes por postal que los recuerdo frecuentemente en las noches de agua de lechuga que yo mismo me procuraba para acortar la sombra de la luna; cuando la argentina matilde ramírez (tu dirás no es ese el nombre) que venía de perder a su compañero encontrado luego sin ojos y practicado el hara-kiri en una cuneta de las afueras de Tucumán se comió la mitad de mi pastel y dijo: "sos una flor, un ángel" con un SOS que yo lo recuerdo como auxilio; cuando terminé de leer los libros inmortales Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte los héroes y los mártires de ediciones profusamente ilustradas; cuando salí a la calle y me tropecé con la verdulera maloliente que me miró con una rabia antigua impregnada en su rostro como un sello u otro rostro; cuando al gato brizuela le encontré en una taberna de la Recoleta con los ojos vidriosos, drogado hasta las eses repitiendo en una lengua pastosa y tartamuda "la poesía es un caracol, la poesía es un caracol" cuando sentí ganas de acostarme con maría la mechudita que había sido mi compañera de banca en la primaria y la detuve mientras entraba al "Manolo's" -un restaurante que tiene las mesas afuera donde los lustrabotas pululan y se disputan propinas dejadas en los platos adelantándose a los pobres meseros, equilibristas del circo del cual estoy hablandoy la detuve invitándola a un café o una coca cola recordándole el barrio, la quebrada, cuando apresurada puso su dedo en mi boca como para que no vomite y me dijo: "I am very apurada my dear, call me a este teléfono" y aceleró el paso para alcanzar a una rubia increíble que parecía dispuesta a dejarla; Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte cuando quedé mal con la mujer que cruzando los dedos ha jurado que me ama y mi sexo parecía uno de esos nardos que al cabo de tres días se retiran de la tumba de los seres queridos en noviembre, porque me daban vueltas en la cabeza los cadáveres desnudos, masacrados, de los obreros de un ingenio azucarero de mi pueblo, hecho que tiene fecha memorable es decir, para guardarse en la memoria y que sucedió un martes en la noche del 18 de octubre de 1 977; cuando al marido de la Poyo -la flaquita que se parecía a los retablos de la Virgen Maríale machucaron los testículos y le vendaron los ojos un año entero para que no mirara lo que su coraje había despertado entre los otros, cuando emocionado le hablé a esteban de la literatura y de la novela que estaba por comenzar y me respondió -aplastando el cigarrillo contra el pavimento"esa puta, esa ramera sin vagina, esa cruel, inmunda filibustera" cuando desenrollé mi vida como una cobija de viajero mientras me tomaba el último trago en la madrugada helada y no encontré más que el recuerdo de la noche anterior en que me levanté por milésima vez Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte a escribir nuevamente en la pared una frase de Malcom Lowry que no entiendo o que en alguna parte mía, entiendo; cuando le miré al policía de tránsito bajo el sol equivocado de octubre, en Quito caer desmayado señalando con su mano rutinaria el camino a seguir; cuando me di cuenta de que llevaba tres días sin comer y que no tenía fuerzas para recoger de la calle un pucho de tabaco, fue que decidí hablar con alfredo, con santiago, con la meche, contigo, para ver si podíamos juntos entender -y quién te dice- desterrar todo este dolor que te he narrado. Raúl Pérez Torres PERUANO VALLE]ÍSIMO impenitente que naciste de la esdrújula, que estuviste escondido nueve meses en el valle sin fin de la palabra, Vallejo solyluno ahora que me tengo yo solo y para mí, me he puesto a recordarte y me pregunto que será de tu Rita de tus huesudos huesos, de tu soga, qué de tu madre de tonsuradas ansias y de tu obra madre: España; de tu burro peruano en el Perú. Vallejo Peruanísimo qué de tu tilo junto al Marne rumoroso; tu Georgette, tu pedazo de Francia tu periódico, tu muerte querida, tu café; qué de tus voluntarios pantalones y tu aquella lavandera del alma, tu conciencial tumor, tu lepra sensitiva, qué de tu prima, Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres tu experiencia, tu ardiente primavera de un minuto; qué de tus albañiles sin almuerzo, tus marías que se iban porque sí. Peruano Vallejísimo dónde el susto del alma, el pajarón salvaje. Tu andina y dulce pena casi por nada; y el éste y el aquél, dónde el fósforo, la lágrima, tus huesos fidedignos; donde tu piedra negra, tu piedra blanca, y aquel pegarte así por nada, para que murieras de todo y de palabra qué de tu tos, el hospital de al lado, el barbero aquél que te cortó sin culpa, dónde el sol que te dio tanta palabra, Peruano peruanísimo dónde el tilo, las ganas ubérrimas, Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres políticas, dónde tu amor al pelo, al malvado, a la camisa, a tu Alfonso del alma hermano directo en la cerveza y qué del vino que se quedó en tu alma como vino... Vallejo peruanísimo, me he puesto a revisar el ojal de tu verso y me pregunto por qué fuiste tan duro conmigo y con las cosas que yo las simplifico... por qué diste a Pedro dos nombres si era Rojas nomás el Pedro Rojas... Y ahora peruanísimo ¿qué haré yo? cómo podré vivir a mi hora del balazo si a él tú lo mataste Vallejo Parisino, santiaguino, dónde la Juana Vásquez, la masa el miliciano, la revuelta, los niños españoles que murieron Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres doblados en tus versos y los que ahora mueren en América de hambre y de silencio; Dónde tu sola soledad enardecida, dónde tu mágica linterna, tu yerba, el liquen, tu rana y sus adverbios, tus golpes fuertes, yo no sé ... y dónde tu nacer tan indiscreto justo cuando Jesús aún no se curaba sus úlceras divinas y estaba enfermo grave de tos de mando, hipocondría y tantas otras cosas que tú ya sabes que... Y ahora, que como tú me encuentro solar, multiplicado quién me diera tu voz 'Que tu voz' tu escupitajo, tu dedo pequeñito, tu pañuelo para saber de golpe a donde voy con lo que tengo. Peruano Vallejísimo: aquí entre nos Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres y en memoria de tu hermano Miguel por qué no vienes aunque sea un ratito a sentarte en mi pluma, en mi espaldar, en mi ojerosa mochila o das llevando porque yo como tú y como yo sangro la muela, la mundial, el alma, la camisa, el alma de la corbata... y la corbata. Cómplice de mis pies y enemigo directo del bueno que me cuelga dormido en mi bolsillo César mundial, Peruano Vallejísimo, por Trujillo, Málaga, -la pobre era tan buenapor tu muerte inmortal, por luis taboada, las putas, los ingleses, por tus lunes domingueados tus meses semanales, por los jueves 'tus jueves' por qué no vienes a pararte en mi pluma, Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres en mi lágrima, hombrecillo, hombrezuelo, hombre con todo, no me abandones: aguáitame, agítame, acompáñame... Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte A VECES SOY FELIZ, PERO AMANECE A Jorge Enrique Adoum Porque en el paleolítico debes haber sido muy niño todavía y debes haber jugado con guijarros, gusanos, tu madre, la familia, espantando a la muerte con tu vida; porque quizá más tarde el amor, la memoria y su lento ejercicio, es decir el Olvido te fueron condenando a mirar el lenguaje porque no había gracia tan solo el escribirlo; porque el rato menos pensado empezó a llover en tu corazón como en una campiña llena de uvas tiernas, o como dices que llovía en el Antiguo Testamento; porque la muerte en todas partes fue cercando los besos de la noche, porque tus amigos tus amantes, tus pastillas, tus palomas, tus camisas, fueron deshaciéndose conforme se estiraba el día, porque la palabra contagiada de una lepra mortal iba perdiendo su carne bienamada. Por eso, Reflexión sobre el poema El amor desenterrado de Jorge Enrique Adoum, referida a los Amantes de Sumpa. En la península de Santa Elena, se encontró hace 8000 años antes de Cristo dos esqueletos ligados en actitud amorosa. Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte y porque sabes, sabio, que el tiempo es un ciego que no repara en nada, por ello, fue por ello que te pusiste embuenecido a excavar esa sintaxis que de alguna manera nos enseñó Virgilio porque la poesía -según lo ha dicho- es renacer y yo te tengo renacido en el poema, redivivo Oyéndote escribir, mirándote mirarles prestarles tu sangre, tu cadáver, tu ternura, tus huesos y su médula a esa pareja eternizada, enternecida, que estando en minoría ya era el todo porque siendo arco y flecha tu palabra defendiendo esa cópula, esa cúpula qué importancia tenían los cansinos cazadores de parejas holladores de la voz desdoncellada Ahora, yo también para hablar de esta muerte que como lázaro... camina he abierto las fauces de la noche, viudo de la memoria, estando, que es como decir ausente, muerto de la memoria que es como decir contemporáneo, para toparme de golpe, bis a bis, con este amor mortal, inmortal pues lo revives. La muerte ¿Sabe alguien lo que es esa espesura? Quizá tú sí. Sí, tú sí. Tú sí. Quizá. Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte La muerte. La muerte es haber visto y ¿para qué? esa es la muerte ¿Cuánta tristeza teje el saber silencioso? ¿Celda dónde tú vives, el saber silencioso?, perros degolladores, el saber silencioso ¿Qué es un poema entonces? ¿ Qué es tu poema entonces? Si no es la luz por donde miras si no es el espacio que dejan los barrotes si no es el pobre espacio que nos dejan a fin de que dos puedan morir, uno dentro del otro para ahorrar espacio, -quizá como dirías-. Desde luego, la muerte es un error -de esto no saben nada los que han muerto, los que nos han dejado solitos, prístinos como -otra vez- el paleolíticoLa muerte es un error y tú has braceado en el poema para atravesar el espanto de ese error, aspas locas tu poema. Exiliado del mundo -quiero decir de su estúpida /metáforadices callado, avergonzado, de que esto sea las cosas que nos pasan, dices, te digo, dices, frente al abrazo que ha acabado Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte “donde no estás, allí es mi exilio, y nada puedes ya por mí. ni amándome... ” Te vas dando cuenta de qué manera en el poema, grita el silencio del abrazo de Sumpa, zumba el abrazo del silencio. ¿Qué percibiste entonces en su código secreto? ¿Qué nos querrán decir aquellos huesos fosforescentes? Espejo y luna. Yo te decía: las mejores formas son el agua. No importa que en la tierra las formas sean la nada, no importa que seamos diferentes -negros al día, descoloridos en el albaNo importa, a una hora en la espesura del tiempo y de la noche todos se dan la mano, todo cierra -bisagra enmohecidasus ojos agotados, el bien y el mal, amor y desamor, duda y certeza, el Yin y el Yan todo entrelaza sus dedos metafísicos. La eternidad -cara de búhola eternidad entonces, el poema, por eso es que ahora voy sintiendo que de esta tumba apalabrada -que es tu nombrede este polvo de angustia que vas desenpolvando Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte va levantándose el hueso de mi yo, de mi yo de ella y de mí -otra vez como diríasde ese yo nuestro vuelto a pegar por el lenguaje de algún dios. ¿Qué nos querrán, entonces, decir aquellos huesos? Delgadas columnas protegiendo a la carne desasida, a la palabra desasida, amor, amor, amor, carne de la poesía. Cadera de la poesía, muslo amado. Belleza. “Así en la activa tristeza, así se le revela al hombre la belleza, se le revela cerrada en sí misma, en el símbolo y el equilibrio...” Te traigo esto de Broch, del último Virgilio, que también debe haber conocido tu agonía, es decir la agonía de esa tumba que en tu palabra jamás agonizó, porque según parece esa es la eternidad, la belleza del gesto que con pico y pala y uñas y palabras, desentrañamos del cementerio del cual te estoy /hablando, para escarbar el corazón, esa víscera hueca y muscular que ahora, a duras penas -y a veces motivadosencontramos en el pequeño Larousse, ilustrado, desde luego, pero inerte. La muerte, Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte tremendo escupitajo de Dios, la muerte, y aquí entre nos, pasando de una muerte a otra muerte como si cruzáramos un puente: ¿Recuerdas esos sábados envinados de pena -teñidos de jueves, esos sábadosen casa de Agustín, Fernando, Iván, la Meche, (vértebra con la que al final, me encontrarán fundido) Erika, Pilar, Javier, tantos nosotros, jugando a las barajas, como si jugáramos a la ruleta rusa a ganarse en un As, el puerco espín de la pesadumbre. Todos sacamos As, menos él que sólo ya buscaba el abrazo que en tu poema cantas. ¿En dónde está esa muerte? ¿esa otra viva muerte? Adoum, hermano, ¿en qué tumba, en qué renglón? ¿con qué acento circunflejo se enterró para siempre, esa muerte que nos dejó sin boca? Pero, más allá de la carne y de la Sordomuda, a ti (que es como decir nosotros) también te encontrará un poeta (en el caso utópico de que aún para entonces exista poesía) Te encontrará clavado al madero del poema, eternizado por los pies, a tu destino. y digo, entonces, nuevamente, El autor se refiere al sociólogo Agustín Cueva. Nota del editor Raúl Pérez Torres ¿Quién te estará esperando más allá del olor a orina y fruta abierta de la carne?, ¿Quién estará esperando eternizarte?: El amor desenterrado solamente, tan solo este poema, este poema solo, este poema... Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte POEMA DE AMOR Amo en ti lo que tienes de rock sucio, de saxofón, de Jimmy HendrÍX, de pederasta. Amo lo que tienes de mi tía Bertha sordomuda, de Wagner, amo lo que tienes de Ella Fitzgerald, de Marilyn, de su lecho tan triste. Amo los ojos vidriosos que pusiste durante siete lunas luego de la noche amarga de John Lennon. Amo lo que tienes de exagrama, tu voluntad oracular, tu circular manía de atraparte la cola. Amo en ti lo que tienes del I Ching: aquel sagrado azar, pero no las monedas, pero no los tallitos de milenrama sino el tremendo dolor de la verdad, el ojo de la máscara, el laberinto que presupone el centro. Amo lo que te falta de Camiel Claudel, pero no su locura sino su gran amor, su escultura de hospicio, de precipicio rodando hacia Rodín. Amo tu locura que es menor a la locura, tu pequeña locura como la de los jilgueros. Raúl Pérez Torres Amo lo que te suena desde el ombligo, algo como el Jazz como el ombligo de Gillespie (trompeta muerto, en el año de 1993 muerte en la que te escuché.) Amo el misterio de tu carne, casi oriental, liviana como el caer de una hoja en otoño, tu carne dolorosa macerada con trágicas herencias. Amo en ti el trepidar de tu carne ardiendo entre mis labios de ceniza, tu carne desaforada, el olor de tu carne, tu carne de mariguana, de opio, de Cocteau. Amo los deslices de tu carne, los treinta denarios de tu carne, el judas de tu carne negándome tres veces. Amo en ti la memoria lacerada de la primera vez que desperté a tu lado, asustado, creyendo que había vivido un siglo. Amo en ti (y la he besado con excesos) la brizna de hierba que te creció en el pubis la misma noche en que tomamos cerveza con Walt Whitman en una taberna de Manhattan. Amo tu trasero infantil donde juguetearon las manos de Dios, las lunas de tus mamas en la noche cerrada, las lunas de tus mamas en mis labios, Poemas para Tocarte Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte en mis manos. Amo lo que tienes de Ilumán, de animal, esa dura coincidencia con la piedra. Amo lo que tienes de hombre, de ángel, de Hermes y Afrodita, de habitante del Orión. Amo lo que te falta para llegar a Rimbaud, lo sagrado del desorden de su espíritu, lo que tienes de perro sabueso, de gato, es decir de la hetaira de Baudelaire. Amo lo que tienes de Remedios la Bella, de su sábana soplada por la bruja de la palabra. Amo lo que tienes de la pantera rosa, de Chaplin, de Charlot, de Carlitos, sus cordones, su tristísimo tallarín. Amo lo que tienes de ciudad, de griega, de tragedia, lo bello que te quedó de Alejandría. Amo lo que tienes de Quito a la hora en que se refrescan los venados, al crepúsculo, lo que tienes de beata cuando mi corazón es una iglesia. Amo lo que tienes de cortesana y de Cortázar y su maga y de puta, y de la ]ustine de Sade en la silla de los dulces suplicios. Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte Amo lo que tienes de Hermética de libro sagrado a pierna abierta, de equilibrio, de proporción áurea, como la de los quindes chupando la amapola. Amo tu karma parecido al de las brujas del medioevo. Amo lo que tienes de bicéfalo cuando uno a tu cabeza mi cabeza atormentada. Amo tus lágrimas de cocodrilo tus lágrimas para hacerme una chaqueta, tus lágrimas de Sinead O'Connor abusada por su padre. Amo la brutalidad de tu padre que te permitió buscar en mí su lado humano. Amo tu edad, el calor de tu edad acurrucada al frío de mi edad. Amo tu parentesco con las piedras de Moore y de Brancussi (en el cementerio de Montpamasse) con las piedras de Cuevas caídas en el lienzo en actitud humana, tu terco parentesco con el bailejo de Guayasamín, con su ocarina lúgubre. Amo lo que tienes de droga, de puñal y de veneno. Amo lo que tienen tus palabras de piedras preciosas, de piedra de Sacsahuamán, de amatista, de jade, de turquesa, de gotas de lluvia en el desierto, Raúl Pérez Torres Poemas para Tocarte de ojos de tigre, de manchas de tigre. Amo lo que tienes de Ariadna tejiendo tenaz de la noche a la mañana el ovillo de lana de la espera. Amo lo que tienes de viuda inconsolable, de post-mujer-, de pre-bélica. Amo lo que tienes de bebé retardado de disléxica, la penosa "sinceridad física" de tus pómulos que se ruborizan al primer canto del gallo. Amo lo que te decía Cummings apenas presintiéndote: "Amo mi cuerpo cuando está con tu cuerpo, es un cuerpo tan nuevo, de superiores músculos y estremecidos nervios" Te amo cuando quebrada por el dolor murmuras cabizbaja, en actitud de péndulo: “Maldito Flaubert, todo lo que inventamos no es cierto" Amo lo que tienes de Milena, esa pobre nostalgia de algún Kafka, esa gran bruma... Amo lo que aún te queda en los ojos de una canción de J.J. lo que tienes de insecto, pero más que todo de mantis. Amo tu pena de lo que no viviste, el período que va desde 1870 a 1874 temporada en la que sólo Rimbaud vivía entre tanto muerto de igualdad y fraternidad. Sí, amo tu pena de lo que no viviste las bragas desatadas del sesenta, su esplendorosa infamia, Raúl Pérez Torres la montaña, su ácido lisérgico. … Pero amo más que todo lo tuyo, lo puramente tuyo, la puerta del misterio, la llave, la otredad, que con tanta amargura va desapareciendo en el poema... Poemas para Tocarte