coalición o alianza

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Título:
COALICIÓN O ALIANZA
(¿EL NUEVO PARADIGMA DE UNIÓN DE
PARTIDOS?)
Edgar López Pérez
Magistrado Presidente
Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas
Número telefónico: (01492) 92 2 45 58 0 (01492)92 2 61
36 ext. 101
Correo:
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[email protected]
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COALICIÓN O ALIANZA
(¿EL NUEVO PARADIGMA DE UNIÓN DE PARTIDOS?)
Edgar López Pérez.
Se ha generado todo un dilema innecesario dentro del tema de Coalición o
Alianza, que se ha manejado durante el proceso de aprobación de la Reforma
Política Electoral, publicada el pasado diez de febrero, así como antes, durante
y después de la aprobación de las Leyes secundarias, e incluso esto ha
abarcado a los ámbitos locales en su proceso de adecuación de Legislación
electoral.
En ese cambio sufrido, de la abrogación del Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales, a la promulgación de la Ley General de Partidos
Políticos, se desestimó retomar una parte de suma importancia del
procedimiento de constitución de una coalición entre dos o más partidos
políticos en una contienda electoral, particularmente la relativa a la manera en
la que se contarán los votos, para permitir que los sufragios se distribuyan
equitativamente entre las fuerzas políticas aliadas.
El retroceso e incongruencia, se pueden apreciar en los párrafos 13 y 14, del
artículo 87, de la citada Ley General, al señalar que los votos en los que se
hubiesen marcado más de una opción de los partidos coaligados, serán
considerados válidos para el candidato postulado, contarán como un solo voto
y sin que puedan ser tomados en cuenta para la asignación de representación
proporcional u otras prerrogativas; y por otro lado, establece que cada uno de
los partidos coaligados deberá registrar listas propias de candidatos a
diputados por el principio de representación proporcional y su propia lista de
candidatos a senadores por el mismo principio. (LEGIPE, articulo 87, párrafos
13 y 14, 2014)
Esa parte que no se tomó en cuenta, al momento de la promulgación de la Ley
General de Partidos Políticos en materia de coaliciones, deja al descubierto un
retroceso significativo, debido a que había un avance claro que se contenía en
el abrogado Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, y
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que incluso ya había sido revisado por la Suprema Corte de Justicia de la
Nación en gran parte lo declaró constitucional.
En efecto, la resolución emitida dentro del expediente de acción de
inconstitucionalidad 61/2008 y sus acumuladas 62/2008, 64/2008 y 65/2008,
por la Suprema Corte de Justicia de la Nación reafirmó dentro del Sistema
Electoral Mexicano, un avance e innovada forma de participación asociativa en
los procesos electorales federales y locales de los partidos políticos en materia
de alianzas electorales, esto es dentro de la nueva figura de Coalición.
Lo anterior debido a que el legislador ordinario federal, al emitir el Código
Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales en el año de 2008,
consideró perfeccionar y democratizar la mencionada unión temporal, al hacer
más equitativas las reglas y en pleno respeto a la voluntad de los ciudadanos al
emitir su sufragio.
Debemos recordar que dentro del citado fallo, se impugnaron entre otros, el
artículo 95, párrafos 9 y 10, del Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales cuya invalidez solicitaban los actores, en virtud a
que alegaban una transgresión a la libertad de asociación en materia política
contenida en el artículo 9o. de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, dado que independientemente del tipo de elección, convenio y
términos que en él adopten los partidos coaligados, cada uno aparecería con
su propio emblema en la boleta electoral, según la elección de que se trate.
Los votos se sumarian al candidato de la coalición, y contarían para cada uno
de los partidos políticos para todos los efectos establecidos en el Código
Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales vigente en ese momento
y, en consecuencia, cada partido debería registrar listas propias de candidatos
a diputados por el principio de representación proporcional, y su propia lista de
candidatos a senadores por el mismo principio.
En ese año, recordemos que en la citada resolución (61/2008), el Alto Tribunal
determinó que en el artículo 9º, de la Ley Fundamental, no se desprende un
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derecho constitucional a formar coaliciones partidarias, pues es necesario
distinguir el derecho de asociación del individuo como tal, del de los partidos
políticos a recurrir a determinadas formas asociativas, como la coalición, el
frente y la fusión, a fin de cumplir con sus finalidades constitucionales, de
acuerdo con los términos, condiciones y modalidades que establezca el
legislador
ordinario,
siempre
que
no
sean
arbitrarias,
irracionales,
desproporcionadas o hagan nugatorio el contenido esencial de la posibilidad
normativa que tienen de participar en el proceso electoral.
El máximo Tribunal del País, señaló que tampoco se transgredía el principio de
certeza establecido en el artículo 41 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, toda vez que el artículo 95, párrafos 9 y 10, del Código
Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, permitía al elector
identificar de entre los partidos coaligados la opción política de su preferencia,
aunado a que si bien los partidos están obligados a presentar para el registro
de la coalición una plataforma electoral y, en su caso, un programa de gobierno
de la coalición, un elector puede sentirse más identificado con uno de los
partidos políticos que con otro y, en consecuencia, marcar en la boleta el
emblema del partido de su preferencia. (COFIPE, articulo 95, párrafos 9 y 10,
2008)
En sus argumentos los partidos políticos impugnantes, señalaban que el
artículo 95, párrafos 9 y 10, de aquel Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales pretendía suplantar la figura de la candidatura
común con la de las coaliciones, retomando el nombre de éstas y
desnaturalizando el propósito esencial de las coaliciones electorales que es la
suma de las fuerzas partidistas. Aducían también que las normas generales
impugnadas resultaban inconstitucionales porque, en realidad, desaparecen la
figura de la coalición para limitar, prohibir y restringir la “autonomía partidista” y
la libertad del derecho de asociación, al obligar que cada partido político tenga
que aparecer con su emblema y tenga su propia contabilización de votos.
En ese sentido y como lo señalo al inicio del presente ensayo, la Suprema
Corte de Justicia de la Nación a través de la resolución en análisis, reafirmó el
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gran avance que el legislador ordinario federal obtuvo con la emisión de las
reformas electorales Constitucionales y legales de 2007 y 2008, pues fue de
suma trascendencia para la democracia en nuestro país, a los artículos 6°, 41,
85, 99, 108, 116 y 122, adición del artículo 134 y derogación al tercer párrafo
del artículo 97 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; así
como consecuente de ésta, la emisión del entonces vigente Código Federal de
Instituciones y Procedimientos Electorales, reforma que derivó del cúmulo de
experiencias dejadas por la aplicación de la anterior reforma de octubre de
1996.
Así, se debe destacar que en base a las experiencias acumuladas de la
aplicación de las disposiciones reformadas, nacieron nuevas figuras o en
algunos casos, son recogidas de los criterios jurisprudenciales y relevantes
emitidos por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación, con motivo del desarrollo de cuatro procesos electorales federales,
así como de los procesos locales celebrados durante poco más de diez años.
Aunque no debemos pasar por alto también, el hecho que las disposiciones ya
habían sido puestas en práctica en algunas entidades federativas, con motivo
de elecciones locales y que previamente fueron insertadas en sus legislaciones
respectivas.
En la anterior ley reglamentaria de las normas generales anteriormente citadas,
se recoge de manera clara las disposiciones constitucionales aprobadas en
aquel año de 2007, así como también incluye innovaciones y perfeccionó los
procedimientos para hacer más efectiva su aplicación, entre el que se
encuentra el relativo al que regula el derecho asociativo de los partidos
políticos a través de las coaliciones.
Por tanto cabe destacar que, lo que adujeron en aquel entonces los partidos
actores dentro de las Acciones de inconstitucionalidad, al señalar que se trató
de suplantar la figura de “candidaturas comunes”, es más bien, la
consideración que tuvo el legislador ordinario federal de las experiencias
arrojadas en los procesos electorales locales en la aplicación de los elementos
contenidos de dos figuras de asociación de los partidos políticos, como son las
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“candidaturas comunes” y las “coaliciones”, pues las primeras no se
contemplaron ni antes en el Código Federal Electoral, ni ahora en la Ley
General de Partidos Políticos.
La figura de las candidaturas comunes que se han contenido y aplicado, en su
gran mayoría de las Legislaciones electorales de diferentes entidades
federativas del País, fueron una opción de “alianza” que los legisladores
ordinarios locales regularon a favor de los partidos políticos, y que éstas
presentaban por una parte diversas desventajas para la democracia, pues en
los mismos procedimientos de regulación se establecía, al igual que en la
nueva figura de Coalición que establecía el Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales, y ahora la Ley General de Instituciones y
Procedimientos Electorales de manera parcial, que es la unión temporal de dos
o más partidos políticos con el fin de postular a un mismo candidato o planilla, y
que al interior de la boleta electoral aparecen con logos separados.
Sin embargo, en las candidaturas comunes al momento de contabilizar los
votos, éstos contaban a favor del candidato o planilla, y para el partido político
de la candidatura común cuyo logo se hubiera optado por el ciudadano elector,
pero si se optara por más de uno de los logos, ese voto era contabilizado a
favor del candidato postulado, no así para los partidos políticos, es decir, en
ese último caso se anulaba prácticamente el voto por que no contaba a favor
de
ningún
instituto
político
para
efectos
de
elección
de
Diputados
plurinominales o financiamiento, y esa modalidad de decisión del elector no era
tomada en cuenta, transgrediéndose así los elementos esenciales del voto.
Debiendo
señalar, que
al respecto existen
también precedentes en
legislaciones electorales locales, en donde no se señalaba claramente la
solución de los casos que se citan en el párrafo que antecede, y que definiera a
cual partido político se le debían contabilizar esos votos marcados en las
boletas en más de uno de los logos, y la Sala Superior del Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación, en los años 2000 y 2002, con motivo de los
procesos electorales en los Estados de Guanajuato y Sonora, a través de
resoluciones a Juicios de Revisión Constitucional Electoral, determinó que
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dichos votos solo contarían para los candidatos, y que para los partidos
políticos no se contabilizaban, con miras a tomarse en cuenta por la vía de la
representación proporcional ni en materia de financiamiento.
Es por ello, que al promulgar el ahora no vigente Código Federal de
Instituciones y Procedimientos Electorales, el legislador ordinario federal
decidió tomar en cuenta tales precedentes, y perfeccionar la figura de
“coalición”; especificando claramente un procedimiento integró para el cuidado
del sufragio del ciudadano, a fin de que cuente para los candidatos y también
para los partidos políticos, tanto al momento de ser contabilizados por la vía de
representación proporcional, como en materia de financiamiento una vez
terminado el proceso electoral federal. Tal procedimiento lo previó desde que
estableció la participación de los partidos a coaligarse con logos separados
(Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales), el contenido
del convenio, la clasificación de los votos por parte de los funcionarios de las
mesas directivas de casilla, hasta las sesiones de cómputo de las elecciones.
De esa manera, las Legislaciones electorales locales han ido adoptando esa
figura de “coalición” más objetiva y democrática, que a partir de la
promulgación del anterior Código Electoral Federal en el año de 2008, y con la
ratificación de las disposiciones que la regulan por parte de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación a través de la resolución que se señaló, ha redundado
en la confianza de las y los ciudadanos.
Ejemplo de ello, ha sido sin duda el tema de la supresión de las candidaturas
comunes por los legisladores ordinarios locales de algunas entidades
federativas, entre los que se encuentran los estados de Guanajuato y Estado
de México, entre otras; en donde al momento que recurrieron a través de la vía
de Acción de Inconstitucionalidad, la Suprema Corte de Justicia de la Nación al
resolver las acciones de inconstitucionalidad 60/2009 y acumulada 61/2009, así
como 26/2010 Y SUS ACUMULADAS 27/2010, 28/2010 Y 29/2010, determinó
que la eliminación de las candidaturas comunes del marco constitucional de
esos Estados no contravenía el derecho de asociación, como se especifica en
la jurisprudencia P./J. 30/2010, de rubro “CANDIDATURAS COMUNES. SU
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EXPULSIÓN DEL MARCO JURÍDICO ESTATAL NO INFRINGE EL DERECHO
DE ASOCIACIÓN POLÍTICA”. (Jurisprudencia 30/2010).
A consideración del suscrito, en las resoluciones citadas en el presente ensayo,
en donde el Alto Tribunal del País determinó también que el entonces artículo
96, párrafo 5, del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales
transgredía el derecho a votar y los principios de certeza y objetividad
establecidos en el artículo 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, abona de manera preponderante al respeto de las características
constitucionales del sufragio, que debe ser universal, libre, secreto y directo, y
además personal e intransferible.
En efecto, el citado precepto secundario declarado invalidó en ese entonces
por la Suprema Corte de Justicia de la Nación establecía, que cuando dos o
más partidos se coaligaran, el convenio de coalición podría establecer que en
caso de que uno o varios alcanzara el 1% de la votación nacional emitida, pero
que no obtuviera el mínimo requerido para conservar el registro y participar en
la asignación de diputados por el principio de representación proporcional, de la
votación del o los partidos que hubieran cumplido con ese requisito, se tomaría
el porcentaje necesario para que cada uno de aquéllos pudiera mantener el
registro. Y que el convenio debería especificar que en ningún caso se podría
acordar, que el porcentaje de votos que se tomará para los partidos que no
alcancen a conservar el registro, sumado al obtenido por tales partidos,
superará el 2% de la votación nacional emitida.
El máximo Tribunal declaró la invalidez de la norma, en virtud de que el
mecanismo de transferencia de un determinado porcentaje de votos previsto en
el citado precepto legal, provocaba que la voluntad expresa de un elector que
ejerce su derecho fundamental a votar, establecido en el artículo 35, fracción I,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, manifestada a
través del voto en favor de un determinado partido político coaligado, se veía
alterada, menoscabada o manipulada.
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Lo anterior nos permite vislumbrar, que con el criterio tomado a partir de las
acciones de inconstitucionalidad resueltas en ese entonces, la figura de
coalición que se contemplan en diversas Legislaciones Electorales de los
Estados, se analice desde una perspectiva más objetiva y con mayor certeza.
Pues cabe recordar, que con el anterior régimen legal en materia de
coaliciones en el ámbito federal (de 2007 hacia atrás), la determinación de cuál
era la prelación para la conservación del registro, quedaba en el convenio
respectivo, a la libre decisión de los partidos políticos coaligados.
Además, si se utilizaba un emblema único o los emblemas de todos los
partidos políticos coaligados y no era posible establecer por quién votaba el
elector, la decisión también era de los partidos políticos coaligados, según lo
expresaran en el convenio de coalición [artículo 63, párrafo 1, incisos i) y j), del
abrogado Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales de mil
novecientos noventa]. Situación que aún se maneja en algunos Estados de la
República, en los que aún siguen manejando la misma figura de Coalición
anterior.
Con los anteriores elementos legales que constituían la coalición, imperó la
decisión incondicionada de los partidos políticos nacionales coaligados, según
lo expresaran en el convenio, por lo cual no se hacía un mayor énfasis en la
voluntad ciudadana, puesto que se trataba de una coalición con un emblema
único o con el conjunto de los correspondientes a los partidos coaligados (sin
que hubiera certeza de a quién se beneficiaba con el voto).
Es por ello, que bajo el nuevo régimen legal los emblemas de los partidos
coaligados son presentados en forma separada, de ahí que sea el elector quien
determine a qué partido coaligado otorga su voto en las boletas, respetándose
de esa manera los artículos 35, fracción II y 41 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos.
No obstante todo lo anterior y como se señaló al inicio, el artículo 87, de la Ley
General de Partidos Políticos modificó el anterior procedimiento en materia de
coaliciones, y con eso acota la posibilidad para permitir que los sufragios se
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distribuyan equitativamente entre las fuerzas políticas aliadas; dejando a un
lado el gran avance que se había alcanzado en los últimos siete años.
Por último, se tiene la confianza que las demandas de Acción de
Inconstitucionalidad que se encuentran en sustanciación ante la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, se declaren procedentes, y con ello subsanar la
incongruencia y retroceso contenido en los párrafos 13 y 14, del artículo 87 de
la Ley General de Partidos Políticos, reafirmando su criterio sostenido en las
resoluciones que se citaron en párrafos anteriores.
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BIBLIOGRAFÍA
COFIPE. Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales de mil
novecientos noventa. (Abrogado).
COFIPE. Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales de dos
mil ocho. (Abrogado).
LEGIPE. Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, Diario
Oficial de la Federación 23 de mayo de 2014. (Vigente).
Acción de inconstitucionalidad 61/2008 y sus acumuladas 62/2008, 64/2008 y
65/2008. Promovente: Partidos Políticos Nacionales Convergencia, del Trabajo,
Nueva Alianza, Alternativa Socialdemócrata y campesina y Verde Ecologista de
México. Disponible en www.scjn.gob.mx (consultada el 9 de julio de 2014).
Jurisprudencia 30/2010. “CANDIDATURAS COMUNES. SU EXPULSIÓN DEL
MARCO JURÍDICO ESTATAL NO INFRINGE EL DERECHO DE ASOCIACIÓN
POLÍTICA”
Disponible
en:
sjf.scjn.gob.mx/SJFSist/Documentos/Tesis/1000/1000079.pdf (consultada el 10
de julio de 2014).
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