Punto de Vista por José Morales Mancera Inflación y deflación La mayor amenaza para cualquier economía es la inflación. Los precios aumentan fuera de control y la velocidad de circulación del dinero se vuelve incontenible por la desconfianza generalizada, el ahorro se volatiliza y los costos de los productos se vuelven incontrolables. E l otro mayor peligro es la desaceleración, la baja de capacidad competitiva y la baja de la productividad generalizada, junto con el bajo poder adquisitivo de los salarios y de las fuentes de empleo. desempleados, gasolinas) es reducir oportunidades reales para una mayoría; se curan sólo los síntomas pero se empeora la enfermedad que afecta al producto interno del país, cada vez mas bajo. La causa fundamental, no única, de la inflación es el gasto desmedido del gobierno por encima de sus ingresos y el abuso demagógico del mal llamado gasto social, dinero fuera del intercambio productivo en detrimento del gasto en inversiones de infraestructura productivas, educación, aeropuertos, carreteras, obras hidráulicas, donde se oferta trabajo real y capacitación. La verdadera ley del desarrollo es dar oportunidades, capacitación, recursos, para que quien recibe pueda tener la capacidad de retornar. Se vuelve conmutativo deja de ser pobre mantenido. Esta es la verdadera justicia y libertad para la persona. No hay economía sostenible de otra manera. La verdadera justicia social no se logra solamente subsidiando la miseria, (como la araña mantiene a la mosca en su telaraña dándole diariamente su alimento para que no se muera y esta, agradecida, pueda votar por la araña en la próxima elección), sino logrando que las personas de escasos recursos y preparación puedan ingresar por su capacidad y responsabilidad al mundo conmutativo o del intercambio en el cual ya no son sólo pasivas y receptivas, sino también participativas. Acordar subsidios para todo (ancianos, madres solteras, 20 ENTORNO El maestro de economía decía que la relación del dinero en circulación con el producto disponible, o sea la producción de bienes y servicios, era semejante a la cantidad de mantequilla que se unta en un trozo de pan. Si la mantequilla es mucha y el pan pequeño, queda una gruesa capa de mantequilla. Esto es, hay mucho dinero para poco producto y los precios suben. Por el contrario, si la mantequilla es poca y la rebanada grande (productos y servicios), habrá poco dinero para más producto. Los precios bajan. Como ejemplo de la inflación, el maestro decía que en esas fechas el aumento de precios era tal que un huevo podía llegar a costar un peso. Un peso de plata de entonces era muchísimo dinero, pues equivalía por lo menos a unos $80 pesos de hoy. Por el contrario, decía el maestro, en la deflación y en el paro, un peso podía llegar a costar un huevo. Luego, la forma de controlar el peligro de la inflación tiene dos vertientes. La solución monetarista opta por la reducción del circulante y, en consecuencia, la reducción de la demanda primero, la agregada y después también la real (los llamados cortos e incrementos en tasas); otros economistas optan por el incremento de la productividad, la competitividad y la oferta de productos. La reducción en la cantidad de dinero y la disminución de la velocidad con que se mueve produce cambios en la demanda agregada. Las tasas de interés originarán que más dinero difiera su utilización en el consumo, incrementando el ahorro o que más dinero se oriente hacia el consumo. “Si se detiene la inflación a base de seguir reduciendo el nivel de vida que reduce la demanda, social y políticamente no conduce a buenas consecuencias” Mantener una moneda sobrevaluada por años funciona y detiene la inflación, mientras haya dinero con qué importar, porque el petróleo o los emigrantes lo proporcionan, pero llenar el vacío del bajo producto interno a base de importaciones es un suicidio a mediano y largo plazos. Ya lo comprobamos en el año 95. El control monetario, muy eficaz al inicio, va perdiendo eficacia cuando se repite, por ejemplo, el efecto del llamado corto, o lo que es peor, cuando la sobrevaluación de la moneda ya no reduce rápidamente los precios de las importaciones, aunque sí perjudica a las exportaciones. Luego, la paridad es fundamental en el proceso, pues se puede bajar la inflación con moneda sobrevaluada mientras permite importar y aumentar la oferta con productos importados, pero esto daña a los productores nacionales. Algún teórico de la economía desde su escritorio o su cátedra dirá dogmáticamente que si al empresario le la va mal, es porque es ineficiente. Así como el banco central cuida de la inflación, pues es su función, alguien debe de velar por la capacidad de la competencia, pues nuestra calificación en la competitividad mundial es baja. A los países ENTORNO 21 latinoamericanos les ha dado por ser monetaristas y estamos viendo los resultados: Argentina, Perú, Venezuela. Los orientales gobiernos y empresas están solidariamente orientados a la competitividad y al crecimiento. La burocracia debe ayudar a la productividad, no estorbarla. China muestra un crecimiento sostenido impresionante e invade los mercados. Su ingreso per cápita en diez años se ha triplicado. El pacto social nacional es urgente. Político es el que sabe tomar las decisiones y llegar al consenso en función del bien común nacional. La lucha por la competitividad en un mercado globalizado es cada día de mayor importancia. La formula mas simplificada para entender el fenómeno inflacionario es la siguiente. Esta fórmula simple es solo para entender los principios más elementales: dinero en circulación o medios de pago x velocidad de circulación = índice de inflación x el producto interno bruto.E Nuestros obstáculos políticos son enormes, pues carecemos de capacidad para las decisiones solidarias. Los tres poderes se estorban mutuamente y esto nos impide llegar a un proyecto nacional. Las decisiones estructurales se difieren porque la política del consenso está atorada por nuestra idiosincrasia partidista, personalista y testaruda. Las reformas laboral y fiscal, llenas de parches e incongruencias, no aportan seguridad jurídica. La lenta recuperación económica ha influido de manera fundamental en los comportamientos de la inflación subyacente. Por un lado, la debilidad del empleo ha moderado el aumento promedio de los salarios, lo que ha su vez ha permitido una disminución de la inflación de los servicios. Por otra parte, el lento dinamismo económico ha contribuido a que la inflación de los bienes comerciales no haya sido afectada. O sea que, si se detiene la inflación a base de seguir reduciendo el nivel de vida que reduce la demanda, social y políticamente no conduce a buenas consecuencias. 22 ENTORNO El autor es Licenciado en Administración de Empresas y Contador Público. Es Doctor en Filosofía por la Universidad de Navarra y Director General del despacho Morales Mancera, de Contabilidad y Consultoría. Foto: Santiago Arvizu Reducir los costos en la administración de la burocracia, cada día mayor en los tres niveles —federal, estatal y municipal— es el trabajo de la función pública y ayudaría a una mejor utilización de recursos y a la racionalización del gasto. Reducir aún más los costos públicos del aparato electoral y legislativo es parte de la reforma: menos partidos, mucho menos diputados y senadores y la reelección de los competentes.