www.sectorfitness.com BLOQUE 2: BASES BIOLÓGICAS Y FISIOLÓGICAS DEL CUERPO HUMANO UNIDAD 1: "Anatomía básica" El cuerpo humano está compuesto por músculos, huesos, tendones, vísceras, vasos sanguíneos… Es decir, por un conjunto de tejidos independientes pero con funciones complementarias las unas a las otras. Así pues, cada una de las estructuras es necesaria para el correcto funcionamiento del organismo. En el ámbito de la actividad física, a pesar de que todo el cuerpo en su conjunto es esencial, el sistema que más influencia ejerce es el sistema locomotor, formado por músculos, huesos y articulaciones. 2.1.- Huesos Los huesos son la estructura de sostén y protección del cuerpo, compuestos por elementos minerales, agua, proteínas, etc. Además, sirven como puntos de palanca para el movimiento y como reserva de calcio del organismo, por lo que es importante que estén calcificados para conservar su dureza. En función de su morfología, podemos encontrar distintos tipos de hueso: Largos: Predomina la longitud sobre la anchura. Se dividen en dos secciones: epífisis (los dos extremos del hueso) y diáfisis (parte media). Por ejemplo, el fémur. Planos: Tienen una superficie bastante grande, pero con poco grosor. Por ejemplo, los huesos parietales del cráneo. Cortos: Con poca diferencia entre la longitud y la anchura y formas variadas. Por ejemplo, las vértebras. Todos estos tipos de hueso tienen en común unas partes: a) Apófisis Son eminencias proporcionales a la entidad anatómica que la ha producido. Por tanto, a mayor fuerza muscular, mayor apófisis. Pueden ser de dos tipos: Articulares: Suelen ser lisas y destinadas a recubrirse de cartílago articular. www.sectorfitness.com No articulares: Reciben el nombre en función del tamaño: Simples: Las más pequeñas. Protuberancias: Las más grandes. Espinas: Si son puntiagudas. Lineales o crestas: Si son alargadas. b) Cavidades Se pueden clasificar también en dos grupos: Articulares: Están relacionadas directamente con apófisis articulares. No articulares: Pueden estar originadas por ligamentos o músculos que aprietan en una determinada zona; también pueden ser cavidades de recepción para venas, arterias, ligamentos… o de ampliación para aligerar el peso total del hueso. c) Agujeros Normalmente van acompañados de un canal. Se puede distinguir dos tipos: De transmisión: destinados al paso de una arteria, vena, músculo, ligamento… que no para en el propio hueso, sino que lo atraviesa y continúa (por ejemplo, el agujero o canal occipital). De nutrición: Sirven para el aporte de sangre arterial y para el drenaje de la sangre venosa en el propio hueso. Son para arterias o venas que entran en el hueso y no salen y se les denomina, en función de su grosor, de primer, segundo, tercer y cuarto orden (de mayor a menor grosor). d) Periostio Es la cubierta periférica del hueso y, realmente, se trata de una membrana denominada membrana nutricia del hueso, ya que es el origen de los canales o agujeros de tercer orden. Además, es la única parte sensitiva y con inervación del hueso, siendo la zona que le aporta sensibilidad. Hay zonas del hueso en las que no existe periostio como las articulaciones y los lugares de fijación de músculos, ligamentos, tendones, etc. En estos sitios el hueso no crece en grosor. Estructura del hueso En los tres tipos de huesos que hemos estudiado encontramos la misma estructura con una única diferencia en la disposición de los diferentes tejidos óseo. La sustancia intercelular del hueso del hombre y de los mamíferos adultos nos ofrece una constitución laminar, estando separadas unas laminillas de otras por una sustancia orgánica calcificada. Así, en el interior del hueso laminar puede observarse una estructura: Tejido cortical o compacto: es el más externo y tiene un aspecto laminar que se corresponde con la superposición de las trabéculas óseas de las laminillas óseas. Está diseñado para la trasmisión de presiones. Tejido esponjoso: en él las distintas trabéculas óseas se entrecruzan dejando entre ellas pequeñísimas cavidades denominadas espacios intratrabeculares. Estos espacios son ocupados en lo general por médula ósea. Está diseñado para el amortiguamiento de presiones. Tejido reticular o areolar: este tejido es similar al tejido esponjoso, diferenciándolo casi exclusivamente un mayor espacio intertrabecular, es decir, es un tejido más expandido. Misma función que el esponjoso. www.sectorfitness.com Aunque un hueso está formado por estos tres tejidos claramente diferenciados, hablamos de un único hueso. Por lo tanto la única diferencia estructural entre un hueso corto, uno largo, y otro plano es la disposición de los distintos tejidos para cumplir mejor su cometido. En un hueso largo vemos cómo en su diáfisis existe una gran cantidad de tejido cortical, mientras que en las epífisis se acumulan predominantemente tejidos esponjosos y reticulares, por lo que adquieren la función de amortiguación. En la diáfisis el tejido cortical se acumula en la zona periférica dejando el interior del hueso hueco; es en este hueco donde se acumula la médula ósea. La forma de este hueco no se corresponde con la forma del hueso, sino que tiene una forma más o menos suavizada: ovoide por lo general. A partir de las epífisis el hueso crece en longitud. En los huesos más jóvenes existe un punto de crecimiento dentro de la propia epífisis denominado metáfisis. Durante el crecimiento ambos puntos se van acercándose, parando el crecimiento del hueso cuando ambos llegan al mismo punto. En un hueso corto observamos cómo existe una gran cantidad de tejido reticular y esponjoso, siendo los huesos que más amortiguan. En el interior de estos huesos se encuentran por lo general grandes cavidades venosas. En el caso de las vértebras, observamos una orientación vertical de las trabéculas óseas y la presencia de casi ningún tejido cortical. En un hueso plano encontramos una fina capa de tejido cortical a ambos lados en la zona media, y más rugoso y grueso en las zonas periféricas. No amortiguan casi nada. En el hueso podemos encontrar dos tipos básicos de célula: las derivadas de la matriz ósea (escleroblastos) y las derivadas del mesénquima sanguíneo (tejido inmaduro). Éstas últimas son unas células inmaduras que forman las médulas óseas que, a su vez, pueden ser de varias clases: Médula ósea roja: Encargada de formar la mayor parte de la sangre. También preside la osificación y la hematopoyesis. Es inagotable. Médula ósea amarilla: Hay menos líneas germinales. Está infiltrada de grasa y es típica de los individuos ancianos, sobre todo en los huesos largos. Médula ósea gelatinosa: En los huesos de la cara y del cráneo. Médula ósea gris: Es muy rara y está presente en recién nacidos. Por otra parte, a partir de los escleroblastos derivan un conjunto de células que forman 3 líneas celulares: www.sectorfitness.com Células osteoblastos: Se encargan de la formación de la matriz ósea. Esta matriz ósea es la que compone las trabéculas óseas. Células osteoplastos: Su función es darle la forma al hueso. Células osteoclastos: Son las células destructoras del hueso. Huesos del cuerpo humano El cuerpo humano está compuesto por un total de 208 huesos en su edad adulta. A continuación, nombraremos los principales clasificándolos según la zona corporal en la que se sitúan: CABEZA TRONCO www.sectorfitness.com PELVIS EXTREMIDAD SUPERIOR www.sectorfitness.com EXTREMIDAD INFERIOR 2.2.- Articulaciones Las articulaciones son uniones entre dos que pueden poseer o no capacidad de movimiento. En función de esta variable, podemos clasificarlas en varios tipos: Sinartrosis Son articulaciones que prácticamente no permiten el movimiento pues se encuentran unidas por tejido más o menos denso. Hay distintos tipos dependiendo de la morfología, e incluso del tipo de elementos que se ponen en contacto, que pueden ser dos cartílagos (sincondrosis) o tener naturaleza fibrosa (sinfibrosis) como ocurre entre algunos huesos del cráneo o la articulación entre el diente y el alvéolo dentario, o incluso ósea (sinostosis), como ocurre en las soldaduras óseas que se producen al desaparecer los cartílagos de crecimiento. Anfiartrosis Son articulaciones en las que los huesos se hallan unidos por una masa fibrocartilaginosa, mientras periféricamente se diferencian unos ligamentos articulares. Ejemplos de ella son las articulaciones entre los cuerpos vertebrales. www.sectorfitness.com Diartrosis o sinovial Son las articulaciones que poseen cápsula articular y membrana sinovial, lo cual les concede una mayor movilidad. Básicamente una articulación sinovial típica consta de unas superficies articulares lisas de naturaleza cartilaginosa que recubren los extremos de los huesos y que son los cartílagos articulares. La articulación se halla envuelta por la cápsula articular, de naturaleza fibrosa, que delimita la cavidad articular. Recubriendo internamente a la cápsula se encuentra una delicada membrana sinovial, que segrega pequeñas cantidades de líquido lubrificante o sinovial. En algunas articulaciones, para regularizar las superficies de contacto entre los huesos, se dispone de una almohadilla de tejido cartilaginoso que constituye un menisco o un rodete articular. Finalmente la cápsula articular puede estar reforzada externamente por una serie de ligamentos articulares. Dentro de ellas, de mayor a menor movilidad, se distinguen: las enartrosis, que permiten movilidad en los 3 planos del espacio (articulación escápulo-humeral); las articulaciones condíleas (articulación temporomandibular) y en encaje recíproco o en silla de montar (articulación trapecio-metacarpiana), ambas con dos ejes de movimiento; las articulaciones troclear (articulaciones interfalángicas) y trocoide (articulación atlantoaxoidea), que sólo permiten la movilidad en un solo eje; por último, la artrodial (articulaciones intercarpianas), en la cual, debido a la forma plana de las superficies articulares, sólo son posibles pequeños movimientos de deslizamiento. Ejes de movimiento articular Como hemos visto en el punto anterior, las articulaciones sinoviales pueden tener distintas posibilidades de movimiento. Los movimientos articulares se clasifican en función del plano corporal en el que se ejecutan. Por tanto, es necesario conocer en primer lugar estos planos: www.sectorfitness.com Así pues, a partir de estos tres planos, los movimientos posibles son los siguientes: PLANO MOVIMIENTO Sagital Flexión / extensión Abducción / aducción Frontal Eversión / inversión (exclusivo del tobillo) Rotación interna / rotación externa Transversal Supinación / pronación (exclusivo del antebrazo) ILUSTRACIÓN www.sectorfitness.com Todos Circunducción Articulaciones del cuerpo humano El cuerpo humano posee una gran cantidad de articulaciones con tal de permitir que éste se desplace fácilmente y pueda ejecutar todo tipo de gestos de forma efectiva. De entre todas ellas, a continuación veremos una clasificación de las más importantes y más influyentes en el movimiento: Articulación atlantoaxoidea Situación: Columna vertebral Huesos que la componen: Atlas (1ª cervical) y axis (2ª cervical) Tipo: Sinovial trocoide Articulaciones esternocostales Situación: Tronco Huesos que la componen: Una costilla y el esternón Tipo: Sinovial artrodial www.sectorfitness.com Articulaciones costovertebrales Situación: Tronco Huesos que la componen: Una costilla y una vértebra dorsal Tipo: Sinovial artrodial Sínfisis púbica Situación: Pelvis Huesos que la componen: Ramas del pubis Tipo: Anfiartrosis Articulación sacroilíaca Situación: Pelvis Huesos que la componen: Sacro e íleon Tipo: Anfiartrosis www.sectorfitness.com Articulación esternoclavicular Situación: Miembro superior Huesos que la componen: Clavícula y esternón Tipo: Sinovial en encaje recíproco Articulación acromioclavicular Situación: Miembro superior (hombro) Huesos que la componen: Acromio (escápula) y clavícula Tipo: Sinovial enartrosis Articulación glenohumeral Situación: Miembro superior (hombro) Huesos que la componen: Escápula y húmero Tipo: Sinovial enartrosis www.sectorfitness.com Articulación humerocubital Situación: Miembro superior (codo) Huesos que la componen: Húmero y cúbito Tipo: Sinovial condílea Articulación humerorradial Situación: Miembro superior (codo) Huesos que la componen: Húmero y radio Tipo: Sinovial condílea Articulación radiocubital proximal Situación: Miembro superior (codo) Huesos que la componen: Radio y cúbito Tipo: Sinovial trocoide www.sectorfitness.com Articulación radiocubital distal Situación: Miembro superior (muñeca) Huesos que la componen: Radio y cúbito Tipo: Sinovial trocoide Articulación radiocarpiana Situación: Miembro superior (muñeca) Huesos que la componen: radio y huesos del carpo Tipo: Sinovial condílea Articulación carpometacarpiana o trapeciometacarpiana del pulgar Situación: Miembro superior (mano) Huesos que la componen: Trapecio y 5º metacarpiano Tipo: Sinovial en encaje recíproco www.sectorfitness.com Articulaciones metacarpofalángicas Situación: Miembro superior (mano) Huesos que la componen: Metacarpianos y falanges proximales Tipo: Sinovial condílea Articulaciones interfalángicas proximales Situación: Miembro superior (dedos) Huesos que la componen: Falanges proximales y falanges medias Tipo: Sinovial troclear Articulaciones interfalángicas distales Situación: Miembro superior (dedos) Huesos que la componen: Falanges medias y falanges distales Tipo: Sinovial troclear www.sectorfitness.com Articulación coxofemoral Situación: Miembro inferior (cadera) Huesos que la componen: Hueso coxal y fémur Tipo: Sinovial enartrosis Articulación femorotibial Situación: Miembro inferior (rodilla) Huesos que la componen: Fémur y tibia Tipo: Sinovial troclear Articulación femororrotuliana Situación: Miembro inferior (rodilla) Huesos que la componen: Fémur y rótula Tipo: Sinovial troclear www.sectorfitness.com Articulación talocrural Situación: Miembro inferior (tobillo) Huesos que la componen: Astrágalo, tibia y peroné Tipo: Sinovial enartrosis Articulaciones tarsometatarsianas Situación: Miembro inferior (pie) Huesos que la componen: Huesos del tarso y metatarsianos Tipo: Sinovial artrodial Articulaciones interfalángicas proximales Situación: Miembro inferior (dedos) Huesos que la componen: Falanges proximales y falanges medias Tipo: Sinovial condílea