— Comentarios al 8 — Capitulo de la Dote POR ÜICENTE 6. ROBAINA El segundo inciso establece que si hubiesen sido enajenados se restituir.á precio de la estimaciini y, en su defecto, el de la enajenación. PerO' ¿de qué bienes se trata? ¿de los muebles, de los inmuebles o de todos? La ley no dice nada, y como no distingue es de suponer que habla de todos; pero si mi ramos bien, resultan algunas dudas. Veamos : en cnanto a los muebles no cabe duda de que si son enajenados se ha de restituir siempre su valor, pues el artícullo 2036 dispone que "ei marido puede enajenar los bienes dótales mue bles, quedando en la obligación de restituir su valor conforme a lo dispuesto en el artículo 2044", qne es el que estudiamos; ahora bien: el 2037, que ha bla de la enajenación de los inmuebles, no dice nada de restitución, lo cual daría lugar a que se supusiera que cuando los inmuebles fueran enajenados no ,se restituiría su valor, pues si el legislador hubiera querido que se devol viera, lo hubiera dicho como lo na hecho respecto de los muebles; a esta conclusión injusta, pero lógica, nos lleva el silencio del legislador; pero esta solución es inadmisible, porque si el marido tiene la obligación de restituir ol precio de los muebles enajenados, con mayor razón debe devolver el pre cio de los inmuebles que se presumen siempre de más valor. Por otra parte, si se faculta al marido en las convenciones matrimoniales para enajenar los inmuebles y no se le obliga a la restitución del valor, resultaría que por esa sola conveneión pasarían al dominio del marido losi inmuebles dótales, lo que sería absurdo. En resumen: cuando se trata de la enajenación de los bie nes muebles de la dote o cualndo el .marido enajena los inmuebles dótales, por habérsele concedido facultad para ello en las convenciones matrimoniales, el esposo tendrá que restituir el valor de estimación o el de la enajenaci<'-n ti en su caso. Pero la cuestión que para nosotros ber si cuando nos parece de difícil solución, es sa enajenan los inmuebles dótales por necesidad o utilidad evi dente de la mujer, el marido está o no obligado a restituir su valor. Creemos que a esta cuestión sería injusto darle la misma solueión que a las dos primeras, es decir, que el marido estuviera obligado a devolver el va lor de los inmuebles enajenados, pues para que proceda la restitución hay qne suponer una cosa, un tenedor y un propietario o cualiquier otra persona que tenga más derechas que el tenedor; es decir, la restitución, en general, es la entrega, que hace el tenedor, de una cosa o su equivalente a quien le perte nece; ella supone siempre un deudor y un acreedor; ahora bien, en nuestro régimen el marido es considerado como deudor por la dote y la mujer acree dora, y en consecuencia di marido como deudor debe entregar la dote o ,su se 9 - - equivalente én su debido tiempo ; piero en el caso que se examina, ei marido, justicia, no puede ser considerado deudor desde que el valor del inmueble dotal enajenado ha pasado a llenar una necesidad o utilidad evidente de la mujer. Esta reflexión puede ser extensiva al caso de enajenación de bienes muebles, cuando sea hecha por las mismas causas,. Por otra parte, el ar tículo 1868 dice: "la sociedad debe el precio de cualquiera cosa del marido o de la njujer que se haya vendido, siempre que no se halla invertido en, subrogarla por otra propiedad (artíoulo 1958) o en un negocio personal del cónyuge cuya era la cosa"; es decir, que cuando se vende una cosa de la mujer para un negocio personal suyo, ella no tiene nada que reclamar a la sociedad y menos ail marido cuando haya sido enajenada eon arreglo a lo prescripito por la ley; ahora bien, cualndo se vende una cosa por necesidad o utilidad de la mujer, claro es que se enajena para un negocio personal suyo, y siendo así no se puede obligar ál marido a que restituya el valor de Id cosa vendida. De cualquier malnera, el artículo 2044 es bien criticable, pues tomado aisladamente se podría decir que él no distingue entre bienes muebles e inmuebles, por lo cual habría que restituir el valor de cuallquier bien que fuese enajenado, porque donde la ley no distingue a nadie le es dado distin guir; pero, como hemos sentado, nos parece que en este artículo hay un verdadero vacío que debe llenarse mediante la interpretación amplia y jurí dica que establece el mismo Código ein su artículo 20, la de la armonía de la ley, y, en consecuencia, se debe aplicar d artículo 1968 y concluir que cuando se enajena una cosa para un negocio personal del cónyugie cuya era la eosa, éste nada puede exigir. Bl vaJlor de los bienes enajenados para hacer la restitución es, según la ley, el precio que se les dio al tiempo de .ser aportados; y si entonces no se estimaron, se entregará el precio de la enajenación. Bl legislador ha hecho. bien ai preferir el primero, pues las partes, al estimarlos, hau entendido dar a esos bianes su verdadero valor, y si se prefi riese d valor de la enaj'enación pddría muchas veces perjudicar a la mujer. Bn defecto de estimación claro' ■es que el valor para la restitución debe ser el precio de la enajenación, desde que es el medio más rápido y económico para fijar su valor. en ARTICULO 2045 "La restitución de bienes " pedes Estos eslpecies: su fungibles valor, bienes, dada su con eso cultativo eintregar una u otra hará se otro tanto de las mismas con al inciso 2.° arreglo naturaleza, la ley dispone especies", y agrega por las mismas o no pueden ser devu'Ciltos que la restitución "se hará "o cosa. su En valor", caso es- del artículo anterior." con en las mismas otro tanto de de lo cual parece que es fa su valor, establece de restituir ley que se hará con arreglo al inciso del artículo anterior: el cual dice entregará el precio que se les dio al tiempo de ser estimados; y si entonces no se estimaron, se entregará el precio de la enajnación" la que "se - 10 - ARTICULO »2046 •i "A falta " interesados, el crédito dotal de convenio de los no se "la o la parte de él que sobre que hubiere sido deberá restituirse y pagarse siempre en dinero." restituya dote, la, misma en Cuando los intleresados estipulan ponstitiddv'' cosa que la parte de la dote que no pueda se sobre que fué constituida la dote, se jDagará con otros bienes, la ley no tiene porquie oponerse ; los deja que estipulen a .'u voluntad, pues nadie mejor qute las mismas partes conocen su interés; pero restituir la misma oon cosa cuando ellas callan, la ley dispone que se restituya en dinero la parte de crédito dotal que no puede entregarse en las mismas cosas, porque es el medio más fácil y equitativo y evitan .al mismro se tienipo innumerables cuestiones. ARTICULO 2047 "Si la dote comprende créditos o derechos que "del marido, éste cumplirá " es aquí o de se han perdido obligación entregando sin dolo ni culpa los títidos de do- respectivos." cimientos Los créditos ai hablar su derechos pérdidas difícil que perezcan es se nefiere al caso ; según los autores, la que el deudor de la an ley obligación insolvente. Si él crédito o derecho se pierde cerá para la que ,es la dueña: se o mujer pierda por culpa por res dolo del marido, es easo fortuito o fuerza mayor, pere perit domino; pero en caso justo que éste responda de en que esa pér dida desde que es el autor. La ley dispone que el marido debe entregar los títulos o docunientos res pectivos; la razón ,de tal obligación la da un autor diciendo: "la ley exige esta mujer pueda ejercer las persecuciones contra el deu mejor fortuna, y puede ser también para prevenir nn fraude del marido, que, ha.biendo recibido el pago del crédito y habiendo, en consecuencia de ese pago, remitido los títulos al deudor, aprovechara cuando éste fuera más tarde insolvente, para sostener que él no recibió el pago y qne él es libre de toda .restitución con respecto a la mujer" (Baudiy Lacantinerie, O. C, T. III, N." 424). restitución, para que la dor que ha vu'elto a. ARTICULO 2048 "De la dote se bajarcín "por el marido: " " 1.° El las partidas siguientes, importe de todos los si hubiesen s'ido gastos hechos para su satísjlecha,^ cobro y -ie- fensa; "2.° Las deudas y "que, con arreglo a título, no sean del " "3.° "mujer, lo obligaciones inherentes o afectadas a dispuesto en la sección 2.% capítulo 2.° cargo de la sociedad Las cantidades que sean de la arreglo a lo disp-uesto en el con la dote de e.ste legal; responsabilidad peculiar capitulo anterior." de la ._ a la 11 _ Los gastos hechos para el cobro y defensa de la dote .son cargas inherentes misma, y, en consecuencia, deben ser soportadas por ia dote. Lo mismo afectadas cuanto se establece de las demás deudas y la dote, a como los reparos a inherentes obligaciones los reparos mayores de los bienes dótales. ser menores de o simlple conservación, son cargas de la o E» so ciedad legal. cantidades Las de sean que la responsabilidad peculiar de la mujer, áioe la ley: estas cantidades son en general todos los' gastos que se han hecho en utilidad privativa de la mujer, como ser el pago de las deudas con traídas por la esposa antes del matrimonio. ARTICULO 2049 "Cuando " restituya se la dote, se abonarán al marido las donaciones matrímo- niales que legalmente le hubiera hecho su esposa." Las donaciones qute legalmente hubiese heoho la mujer a su esposo constituyien deudas que, eomo toda deuda, el deudor debe pagar, "deben ser cum plidas, traduciéndose d cumipilimiento en una especie de compensación que disminuye el crédito dotal ■di^slpensanido en parite su restitución" (Manre sa, tomo IX, pág. 451). AETÍCULO 2050 "La restitución de las " los cosas dótales existentes deberá hacerse desde frutos percibidos desde " "hará La restitución que deba hacerse en dinero, si éste en el término de seis meses, vencidos los cuales, "deberse los intereses de Este artículo el marca tregar los bienes dótales, dote luego y con que hubiere demora. existe, se empezarán a no ley" plazo en que el marido o sus herederos distingue perfectamente dos casos : 1." y 2.° cuando se restituye en dinero. y dteben en cuando la restituye en cosas, primer caso las cosas dótales existentes deberán entregarse de inme diato; la ley aquí no acuerda al deudor un plazo para esta líestitución, por que pfesume que estas cosas deben existir en poder dd deudor. Respecto a la restitución que debe hacerse en dinero, se le acuerda al deu dor un plazo de seis meses, porque se pr'esume que él ha empleado esos fondos y que necesita un plazo para procurarse la suma qute debe restituir. Cuando el marido o sus herederos no restituyen las cosas de inmediato, o lel dinero dentro de los seis meses, deberán los frutos o intereses respectiva se En el mente dfesde que hubiere de deros aprovecharían juicio de otro, lo cual demora, algo que no es pues de lo contrario el marido o sus here les pertenece, se enriquecerían en per no admisible. (Continuará)