“Una luz concentrada y potente aumenta la atención y, por tanto, la sensación de un mayor rendimiento” El profesor Carlos Cachán, de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, dirige el Aula abierta NEBRIJA-PHILIPS de comunicación e investigación sobre el impacto social de las tecnologías. Esta semana ha presentado junto a sus compañeros de proyecto un estudio sobre “La influencia de la luz en el rendimiento escolar”. ¿Cómo nace este proyecto? El proyecto es fruto del acuerdo entre la Facultad de Ciencias de la Comunicación y Philips Ibérica que ha dado lugar a la creación del Aula abierta NEBRIJA-PHILIPS de comunicación e investigación sobre el impacto social de las tecnologías, de la que soy director, integrada en el Grupo Nebrija de periodismo especializado, de análisis y anticipación (PEA). Una de las líneas del acuerdo Nebrija-Philips es realizar proyectos y estudios de investigación aplicada. De este modo nace el estudio sobre la influencia del uso del sistema Schoolvision en el bienestar y el rendimiento escolar de niños de 5º de primaria de Madrid, que presentamos el miércoles 15 de febrero a los medios de comunicación. Este estudio piloto es el primer fruto, la primera “criatura” de lo que queremos que sea una “familia numerosa” en investigación aplicada. ¿Cuál ha sido la labor de la Universidad? ¿Qué metodología se ha llevado a cabo? La Universidad, en general, y los departamentos de Periodismo, de Economía y Administración de Empresas y Ciencias de la Salud, en particular, han dirigido el proyecto, tanto en su aplicación práctica como en la puesta al día de la literatura científica. Este proyecto es multidisciplinar, pues los investigadores pertenecen al Grado de Periodismo, al de Administración y Dirección de Empresas y al de Enfermería, además de contar con investigadores externos. La metodología ha consistido en la aplicación de diferentes test, algunos muy técnicos. ¿Hasta qué punto la luz influye en el rendimiento de los estudiantes? Éste era, precisamente, uno de los aspectos que debíamos investigar. La luz condiciona la agudeza visual y la percepción del color, ejerce efectos en una amplia gama de funciones biológicas y de comportamiento. Su ausencia influye negativamente en el estado anímico y parece que afecta a la capacidad del cerebro para procesar la información. Estudios recientes indican que los niños situados en una clase sin luz natural tienen alteraciones en el patrón básico hormonal, y esto a su vez influye en la capacidad de los niños para concentrarse y cooperar. Según una investigación reciente, parece que una iluminación especial en el aula puede contribuir a la mejora del rendimiento en los niños en edades comprendidas entre los 8 y los 16 años. Pero como nada es definitivo y siempre es conveniente seguir estudiando los efectos de la luz natural y la luz artificial, eso es lo que nosotros hemos hecho con alumnos de 5º de Primaria del colegio público Francisco de Quevedo de Leganés. ¿Qué luz se considera la más adecuada para el ámbito escolar? Nuestra investigación muestra las preferencias de los alumnos respecto a la luz teniendo en cuenta los siguientes parámetros: prefieren la luz “energy” (luz fría y potente que favorece la activación) y la “focus” (luz que favorece la concentración) a la “estándar” (luz de brillo e intensidad normal) y la “calm” (luz cálida que favorece la relajación). Parece, por los resultados obtenidos, que una luz concentrada y potente aumenta la atención y, por tanto, la sensación de un mayor rendimiento. ¿Cuáles son las principales conclusiones del estudio? Cuantitativamente el sistema de iluminación Schoolvision tiene impacto positivo en los alumnos con dificultades, los más lentos con la lectura, ya que mejoran con esta luz. Sin embargo, los buenos estudiantes lo son independientemente de la luz que tengan. Cualitativamente, los alumnos prefieren los escenarios de luz Schoolvision -“focus y energy”y los tutores perciben sus efectos sobre la atención y participación. También han detectado que a los estudiantes les gusta trabajar con la luz “focus” y perciben que se concentran y trabajan mejor en clase. No obstante, es necesario seguir investigando al respecto, para encontrar relaciones más consistentes causa-efecto de la influencia del sistema de iluminación Schoolvision. Por eso hemos recomendado ampliar el estudio a todo el calendario escolar, comenzando desde la misma entrada de los alumnos, con recogida inicial de datos, sin escena de luz Schoolvision, en septiembre-octubre; y en una segunda fase, analizar los efectos de la luz, recogiendo los datos en enero, marzo y mayo. Este estudio se ha llevado a cabo con alumnos de 5º de primaria. ¿Sería igual en estudiantes universitarios? Es otra de nuestras recomendaciones: que el sistema de iluminación Schoolvision se aplique en distintos ámbitos de la educación, la salud y otros entornos donde la luminosidad sea relevante para la actividad. Así que no estaría mal llevar a cabo un estudio entre los universitarios, por ejemplo, de los dos primeros cursos de grado.