expresamente a Bilbo. «Les está enseñando algunos movimientos para que tanto el coro como la figuración sean un poco más japoneses». Los maquinistas, entre tanto, montan el escenario. Están de suerte, porque no tendrán que desmontarlo al final del ensayo, ya que al día siguiente el Euskalduna está libre. «Lo alquilamos para el ensayo también, así que si mañana hubiera habido otro alquiler tendríamos que desmontarlo y volver a montarlo todo otra vez», explica Sedano. “Madama Butterfly” no cuenta con un montaje demasiado complicado, porque prevalecen los paneles. Sin embargo, hay ocasiones en las que la cosa se complica. «Hay que cerrar el telón y, aunque musicalmente estemos rompiendo la armonía, es necesario cambiar la escena. A veces, aunque no queramos, hay que hacer una pausa, y eso requiere entre 20 y 25 minutos». Sobre el escenario a medio montar, supervisa el ensayo Cesidio Niño, director artístico y de producción. A él le corresponde elaborar los calendarios de ensayos, programar cuándo descargan los camiones, cuándo empieza el montaje, cuándo las pruebas de vestuario… hasta que llega al área artística, de la que también se encarga: «Lo que también hago es contratar a los cantantes, buscar la producción, al director que dirija la orquesta, al director de escena… y hacer que todos se sientan lo más cómodos posible». En cuanto a los cantantes, una vez decididas las producciones, generalmente ya suele tener en mente a los más adecuados para cada papel, aunque «luego puede que no estén disponibles». Por ABAO han pasado «los mejores cantantes del momento», enfatiza, entre los que cita a Renata Tebaldi, Luciano Pavarotti, Alfredo Kraus, Montserrat Caballé, Placido Domingo, Mirella Freni… y Cesidio Niño espera que en el futuro siga siendo así. Es necesario programar las producciones con mucha antelación para que «todas las piezas del puzzle encajen». Así, ya tiene cerrada la agenda hasta mayo de 2017, aunque la cosa no acaba ahí: ya ha comenzado a apuntar qué óperas se pueden representar hasta 2020. Aitziber Aretxederra es la encargada de los sobretítulos, tan necesarios para entender lo que se canta en escena. Aretxederra pasa la traducción en euskara y Alicia Suárez, responsable de peluquería, posticería y caracterización, maquilla a uno de los miembros del coro. Sobre estas líneas, una de las componentes del equipo de vestuario. zazpika 11