IGLESIA CRISTIANA MEGA ZOE ESTUDIO BIBLICO # 429

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IGLESIA CRISTIANA MEGA ZOE
ESTUDIO BIBLICO # 429-IGLESIAS EN LAS CASAS
PASTORA EDITH CRUZ
MARTES 24 @ 30 DE ENERO DE 2006
Tema: “Me Armaré Con La Espada Del Espíritu: La Palabra. ” Efesios 6:17
Cada uno de nosotros está en una gran batalla y al final tenemos que salir triunfantes. Cada día hay batalla, pero
al final de ésta será el triunfo. El Triunfo no es a la mitad de la batalla, ni se debe salir corriendo, ni mucho menos
enojados o en actitud de rebeldía. No es para llenarse de molestia y querer irse de la iglesia. Sino que deben haber
cambios en nuestra vida, estar constantemente renovándonos y procurar el triunfo final en nuestro batallar. Por eso
nos es necesario aprender. En esta guerra hay que aprender a usar la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios.
Lucas 4:1-13 Jesús tuvo un encuentro con el diablo para tentarle y en todo momento le citó las Escrituras.
Efesios 6:12 Nuestra lucha no es con el hermano sino contra el mismo Satanás. Si algo Jesús conocía era la
Palabra. Todo lo que decimos lo debemos respaldar con la Palabra de Dios y no con nuestros argumentos. Es que
hay mucho nuestro en nuestras vidas y por eso no somos capaces de citar la Palabra. Jesús citó Deuteronomio 8:3
porque Él si conocía la Palabra. A la vez que conocemos la Palabra vamos a saber lo que debemos hablar y hacer.
Deuteronomio 6:13, 16 El diablo citó el Salmo 91:11 porque él también conoce la Palabra para contrarrestarla.
Debemos conocer la Palabra porque de ahí salen también las falsas doctrinas. Jesús no cayó en la tentación porque
a Él nada le llenaba los ojos como a nosotros los mortales. A Él no le iba a provocar todos aquellos imperios que le
ofrecía Satanás, no era movido por nada ni por nadie porque Él conocía la Palabra. Así también nosotros si
conocemos la Palabra estaremos estables y nadie nos moverá. Lo que salía de la boca de Jesús era una espada con
la que cada vez que el diablo le hablaba Él le atacaba. Es con la Palabra de la única forma que vencemos contra
toda asechanza del diablo, viendo las cosas como son. Dando golpes repetidos con la espada fue como Jesús venció
a su adversario en el desierto. Cuan repetido des los golpes con la espada de la Palabra el diablo se tendrá que ir.
Jesús no tenía necesidad de demostrar el poder que había en Él, pues Jesús nos ganó con sangre y con amor no
con la demostración de su poder. El diablo quiere saber quienes somos entonces démosle golpes con la Palabra. Si
no leemos la Palabra no la vamos a conocer sino que caminaremos con algo que desconocemos. La Palabra nos es
necesaria para poder dar golpes constantes cuando el diablo viene, esa es nuestra pelea. Jesús venció la muerte por
una razón, nunca pecó. El no hubiera resucitado, nadie lo podía retener porque en Él no había pecado. Cuando
tenemos la espada, ella hace un gran ruido. Cada vez que la mencionamos al que la escucha se le estremecen sus
oídos y su corazón también. Aprendamos a leerla, vivirla y a vencer la tentación con ella.
2 Timoteo 2:9 La Palabra de Dios no está presa, no se puede encerrar. Ella es viva y esa vida es Cristo. Como la
Palabra es viva no puede estar presa, es para nosotros. ¡Cuánto hay que amarla! Somos responsables de usarla bien.
Es para defendernos cuando el diablo viene y no es para herirnos el uno al otro. Conocer la Palabra es una ventaja
porque nadie nos puede confundir. La palabra de Dios no está presa, no está cautiva por nadie, así que no tenemos
por qué caer ni ser engañados en falsas doctrinas. La Palabra de Dios nadie la puede retener. Cuidémonos. Pablo
estaba preso por llevar la Palabra, no por malhechor. El Espíritu Santo y la Palabra que es la espada llegaron a
nuestra vida. Preocupémonos por leerla, amarla y atesorarla porque ella será la que nos defenderá. Cuando viene
la tentación debemos citarla. Aprendamos a conocerla y nadie nos engañará. La Palabra no le pertenece a ningún
mortal sino que es un regalo de Dios para que sepamos cómo defendernos. La Palabra es la misma siempre.
I Samuel 3:1 En esos momentos la Palabra estaba escaseando porque nadie la leía. Cuando vamos a enseñar la
Palabra, ella no es de gustar a todo el mundo; menos para los oídos que están dañados. I Samuel 3:7 Samuel
todavía no había conocido a Jehová ni se le había revelado la Palabra porque en aquellos días la Palabra escaseaba.
Nosotros no podemos escasear en la Palabra. Cuando no hay valientes la Palabra de Dios escasea. Cuando la
Palabra de Dios escasea en nuestro conocimiento, mente y corazón todo el mundo nos lleva de aquí para allá.
Cuando hay un pueblo falto de palabra no hay una espada y toda asechanza del diablo es muy peligrosa, pero
cuando la tenemos no dejamos que el diablo nos engañe. Cuando un pueblo está falto de la Palabra hay iniquidad,
pecado porque el que la conoce sabe lo que está bien y lo que está mal. 1 Samuel 3:13 No iban a ser borradas las
culpas de los hijos de Elí porque él no los reprendió cuando habían blasfemado por desconocer la Palabra de Dios.
A veces no nos atrevemos a estorbar y a reprender lo que está mal porque no hemos aprendido a amar la Palabra.
Romanos 10:17 La fe viene por el oír la Palabra. Vamos a tener más fe y creer mientras leamos la Palabra.
Mientras más la leemos vamos a movernos más en fe, movemos la mano de Dios, encontraremos el milagro y
haremos bien para nuestras vidas. Es bueno escuchar con un corazón abierto, escuchar con disposición la verdad de
Dios. Por eso la tenemos que atesorar en nuestro corazón. No sabemos lo que nos toca vivir mañana, pero
mientras conservemos la Palabra no va a haber nada que nos separe de ese amor de Dios. Mientras más oigamos y
leamos la Palabra sabremos cómo contrarrestar al diablo. En muchas ocasiones escuchar la verdad de parte de
Dios duele, es fuerte, pero debemos abrir el corazón a ella para que nos defienda, nos cuide y nos sea revelada.
Cuando estamos en la guerra y necesitamos ganar es por ella que llega lo que nos es necesario alcanzar.
Hebreos 4:12 La Palabra de Dios es viva, eficaz y cortante por eso el diablo no quiere que la escuchemos
porque ésta nos deja desnudos y no hay cosa creada que no quede manifiesta ante ella; discierne y sabe lo que hay
en nuestros pensamientos. Cuánto bien ella puede hacer en nuestras vidas. Hay pecado cuando no se conoce. Hay
poder en ella. Busquemos la Palabra para nosotros y no para otros. Mientras la busquemos para nosotros será un
bien. Cuando vivimos la Palabra entonces la podemos dar a otros. Cuando se conoce la Palabra el pueblo no peca.
1 Juan 2:5 Por guardar la Palabra sabemos que estamos en el amor de Dios y que nos hemos perfeccionado. Si
nos perfeccionamos en la Palabra el amor de Dios estará en nosotros y somos escogidos.
Apocalipsis 1:9 Juan estuvo en la cárcel por causa de la Palabra. Allí tuvo revelación divina. Dios sabía que
como Juan amaba la Palabra la iba a cuidar, por tal razón le dio el Apocalipsis. Cuánto amor y cuidado tenía Juan
de la Palabra de Dios; solamente le importaba el testimonio de Jesús. Su cárcel se transformó en una antesala del
cielo, recibió la gloria y el juicio. Juan vio todo lo que iba a pasar. Distinto a Elí, Juan cuidó la Palabra de Dios por
eso se le dio mucho. Elí no la cuidó por eso se le quitó todo. Juan cuidó la Palabra de Dios y se le dio mucho.
Conservemos la Palabra de Dios y se nos será revelado todo lo que nos es necesario para triunfar. Amén.
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