Las desconocidas comunidades judías de Perú. POR JOANNA

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La Palabra Israelita
VIERNES 13 DE JULIO DE 2007
INTERNACIONAL
EN AMÉRICA EXISTE UN NÚMERO DESCONOCIDO DE CRIPTO-JUDÍOS, AQUELLOS DESCENDIENTES DE SEFARADÍES QUE MIGRARON AL
NUEVO MUNDO HUYENDO DE LA INQUISICIÓN. LA MAYORÍA SE CONVIRTIÓ AL CRISTIANISMO, AUNQUE ALGUNOS HAN
PRESERVADO, EN SECRETO, PARTE DE SU HERENCIA JUDAICA Y OTROS CUANTOS NI SIQUIERA ESTÉN CONSCIENTES DE SU PASADO .
ALGUNAS DE ESTAS COMUNIDADES, EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, HAN COMENZADO, LENTAMENTE, A RETORNAR EL JUDAÍSMO.
Las desconocidas comunidades judías de Perú
Los judíos de Iquitos
Los Judíos de Iquitos son descendientes de mercaderes judíos
sefaradíes, muchos de los cuales provenían de Marruecos, que llegaron a
la ciudad amazónica peruana del mismo nombre durante la década de 1880.
Los cerca de 250 hombres buscaban una
mejor vida y huían del creciente antisemitismo europeo.
Aunque varios abandonaron el pueblo, quienes permanecieron se casaron
con mujeres locales y tuvieron hijos
mestizos. Muchos, además, se convirtieron en prominentes líderes políticos,
económicos y sociales de la creciente
ciudad.
Para 1909, la comunidad judía de
Iquitos se había organizado en la "Sociedad Israelita de Iquitos" e incluso
comprado tierras para un cementerio.
Con los años éste permanecería como
un fuerte recordatorio de las raíces hebreas.
Sin embargo, con el paso del tiempo, el aislamiento, la influencia de los
ritos de las esposas amazónicas y los
misioneros cristianos, el judaísmo de la
comunidad fue debilitándose.
No fue hasta las décadas de los cuarenta y cincuenta, del siglo pasado, que
los inmigrantes judíos comenzaron a interesarse nuevamente en sus raíces.
Motivados por Víctor Edering formaron una nueva colectividad en los años
sesenta. En esa época la gente se reunía
en "La Sirena", taberna propiedad de
Edering.
Desde entonces diferentes rabinos
han viajado a Iquitos para ayudar a la
comunidad con sus ceremonias y conocimientos. Entre ellos, el rabino
Guillermo Bronstein, quien visitó la ciudad por primera vez en 1991. En esos
años, 30 o 40 familias vivían dispersos
por la jungla y él les propuso convertirse al judaísmo. La mayoría aceptó. La
"Sociedad Israelita de Iquitos", desaparecida por años, fue refundada, y la
pequeña congregación comenzó a rezar los viernes con los libros de oraciones que Bronstein les enviaba. Además
el grupo emprendió una búsqueda
genealógica, en la que incluso las
municipalidades en Marruecos ayudaron.
La búsqueda terminó con un servicio y ritual de circuncisión de 98 habitantes de Iquitos. Y hace dos años, otras
240 personas se convirtieron al judaísmo en una ceremonia realizada en un
Hotel de Iquitos.
Hoy en día, la sinagoga funciona en
la casa del presidente de la Sociedad,
Jorge Abramovitz's. Cada viernes cerca de 50 miembros se reúnen a rezar.
El cuarto se encuentra pintado de blanco y la adornan sillas de color café, un
par de bancos con asientos plásticos,
una mesa con la bandera de Israel, un
cuadro de un rabino bailando y una
muralla con letras en hebreo.
Sin embargo, la mayoría de los judíos de Iquitos ha inmigrado a Israel.
Los judíos Incas
A diferencia de la comunidad de
Iquitos, los judíos Incas no tienen ninguna herencia judía. Éstos son conversos originarios de los Andes. Algunos
son descendientes indígenas, pero la
mayoría son mestizos.
POR JOANNA
CEMENTARIO DE IQUITOS.
Todo comenzó en 1966, en la ciudad
peruana de Trujillo, con un hombre de
apellido Villanueva, un buen católico
que asistía religiosamente a la iglesia.
Sin embargo, él, con el tiempo, se percató que ésta no satisfacía su búsqueda
espiritual por lo que decidió convertirse al judaísmo.
En un país católico como Perú era
imposible abandonar el cristianismo sin
sufrir discriminaciones, castigos y ostracismo social. Por lo que Villanueva
y su señora decidieron mudarse a España. Aquí, ellos estudiaron, durante
seis meses, judaísmo, aprendiendo de
la comunidad sefaradí local. Una vez
que los ánimos en Trujillo se habían
calmado, la pareja decidió regresar.
A su llegada a Perú, Villanueva comenzó a enseñar lo que había aprendido. Al poco tiempo contaba con un grupo de 500 personas que deseaban convertirse al judaísmo. Sin embargo, él se
enfrentó con nuevos problemas. La comunidad judía de Lima, compuesta
principalmente por refugiados polacos
y húngaros de la Segunda Guerra, no
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deseaba ayudarlos.
Finalmente en 1985, el dirigente se
contactó con el rabino Lubavitch, quien
envió al rabino Myron Zuber para ayudar a los incas con su conversión.
Cuando Zuber, en 1988, arribó a
Trujillo, se encontró con un grupo realmente comprometido con el judaísmo:
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Rezaban a diario turnándose los únicos tefilim que tenían; en Shabat la comunidad se juntaba alrededor de una
mesa con gran optimismo; no consumían carnes por la falta de carne kosher
; Las mujeres preparaban sus propias
jalot y usaban el mar o las cataratas
como mikve.
Finalmente, un Beit Din viajó desde
Israel para convertir a la comunidad.
Pero con el tiempo, el grupo y quienes
los ayudaban comprendieron que no
podrían alcanzar todo su potencial
como judíos en medio de los Andes por
lo que decidieron que debían emigrar
ya fuera a EE.UU. o Israel.
Al poco tiempo cerca de 360 personas emigraron a Israel y se asentaron
en Elon Moleh. La mayoría eran jóvenes que rápidamente se integraron a la
sociedad israelí, e incluso al ejército.
Un pequeño grupo de incas, sin
embargo, decidió quedarse en Perú. Ya
fuera por sus trabajos o por sentirse
incapaces de recomenzar sus vidas en
un país extraño. Al poco tiempo, La
comunidad había aumentado en 200
individuos y un barrio con 30 incas judíos se había asentado en Lima.
Mayor información sobre estas comunidades se puede encontrar en el libro de Ariel Segal: "Judíos del Amazonas: autoexilio en el paraíso terrenal".
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