IES Juan de Lanuza, BORJA 2º Bachillerato Curso 2009-10 Sara Ruiz Arilla Tema 2. Los grandes dominios bioclimáticos de la España peninsular: Dominio oceánico y dominio mediterráneo (rasgos climáticos y formaciones vegetales asociadas); los pisos bioclimáticos en general (las variaciones del clima y de la vegetación en función de la altitud). La situación de la atmósfera durante un periodo de tiempo determina la clasificación climática de un territorio. Se analiza la cantidad y distribución de las precipitaciones, la humedad y su evaporación (índice de aridez), las horas de sol diarias (insolación), las temperaturas medias mensuales y anuales, la presión atmosférica y los vientos predominantes. Diversos elementos condicionan las características climáticas de un territorio: temperaturas, insolación y nubosidad por un lado, precipitaciones, evapotranspiración y aridez por otro: Las precipitaciones Las precipitaciones, en forma de lluvia, nieve y granizo, pueden ser de origen ciclónico, orográfico y de convección o térmico. Las lluvias ciclónicas surgen en un frente en el que chocan dos masas de aire, una fría y otra cálida; el ascenso del aire frío provoca la formación de nubes y las precipitaciones. El efecto foehn provoca las lluvias orográficas cuando una masa de aire húmedo se encuentra con un obstáculo montañoso a su paso, asciende por la vertiente de barlovento y conforme gana altura se enfría y el aire se condensa provocando así precipitaciones; pasada la cima, el aire desciende, se recalienta y produce sequedad en la vertiente de sotavento. El calor en la superficie terrestre se transmite a la masa de aire, que asciende al pesar menos, al llegar a zonas elevadas, la temperatura desciende, el aire se enfría y se condensa, y se originan lluvias de convección o térmicas, típicas de las tormentas estivales. Según la cantidad total de precipitaciones anuales, se distinguen tres zonas: Iberia húmeda, seca y semiárida. La Iberia húmeda, con lluvias por encima de los 800 mm. anuales, se extiende por el Pirineo, la Cordillera Cantábrica y Galicia, además de la mitad norte de Portugal. Coincide con el dominio del clima oceánico. La Iberia seca, con lluvias entre 300 y 800 mm. anuales, ocupa casi el 70 % del territorio, y se localiza en el dominio climático mediterráneo, al sur de la franja húmeda. La Iberia semiárida, con precipitaciones inferiores a 300 mm, se localiza en el centro del valle del Ebro y en el sudeste peninsular, entre Almería y Alicante. Presenta características de aridez extrema, con escasísimas precipitaciones y elevadas temperaturas e insolación. Humedad, evapotranspiración y aridez La evaporación del agua ambiental, , depende de la insolación, la nubosidad, la temperatura, la humedad y el viento. Aumenta en las zonas de poca nubosidad, temperaturas elevadas y vientos secos, disminuye con la nubosidad y las precipitaciones. El balance hídrico o evapotranspiración evalúa la pérdida de humedad de la superficie terrestre debida a la insolación y a la transpiración de las plantas y del suelo. La aridez mide la relación entre el calor y la humedad en un territorio relacionando la evapotranspiración, las precipitaciones y la absorción de los suelos, de manera que un territorio será árido o seco si las lluvias que recibe no compensan las pérdidas de agua debidas a la insolación, la transpiración de plantas y la infiltración en el suelo. La 1 IES Juan de Lanuza, BORJA 2º Bachillerato Curso 2009-10 Sara Ruiz Arilla aridez aumenta con la temperatura y la reducción de precipitaciones, y disminuye con la situación contraria. Existen diversos índices para calcularla: Índice de Gaussen. Mide la aridez mensual. Un mes es árido cuando el doble de su temperatura media es mayor o igual que el total de sus precipitaciones en mm. Índice de Lautensach-Meyer. Determina la aridez general de una zona a partir del número de meses con déficit de agua (mes seco es aquel que recibe menos de 50 mm de precipitación). Los climas de la península Ibérica. La clasificación que se utiliza habitualmente establece que la península Ibérica se caracteriza por el predominio del clima mediterráneo, en sus diferentes variantes, la presencia del clima oceánico en la franja norte y húmeda, zonas aisladas con clima de montaña en las mayores alturas de las cadenas montañosas, y la peculiaridad del clima de las islas Canarias. El clima oceánico. En Galicia, la cornisa cantábrica, los Pirineos exteriores o Prepirineos (España húmeda), las precipitaciones se distribuyen regularmente a lo largo del año, con totales anuales que superan los 800 mm, incluso los 1.000 mm. Esta abundancia de precipitaciones se debe a la acción frecuente de las borrascas del frente polar y a la cercanía de las montañas al mar que provoca las lluvias orográficas (efecto Foehn). Las temperaturas de veranos suaves, inviernos frescos, con una amplitud térmica anual que oscila en torno a los 10ºC se deben a la influencia del Océano Atlántico que las suaviza comparándolas con otros lugares situados en la misma latitud pero en el interior del continente europeo. La vegetación resultante de esta combinación de lluvias abundantes y temperaturas suaves son prados, bosque caducifolio (roble, haya, castaño, fresnos, olmos) y de repoblación (pino y eucalipto). El clima interior o mediterráneo continental. El interior peninsular (Meseta, valle del Ebro y este de la depresión Bética) pertenece al dominio del clima mediterráneo, pero la elevada altitud y las escasas influencias marítimas favorecen un carácter de continentalidad que se aprecia en la gran amplitud térmica y la escasez de precipitaciones. Las temperaturas son de veranos cálidos e inviernos fríos, con una amplitud térmica que puede superar los 20º C. Estas características presentan variedades regionales, con un mayor frío en la Submeseta Norte. Las precipitaciones son escasas, en torno a 1.000 mm. en las montañas, inferiores a 500 mm en la Meseta y el valle del Ebro. Se concentran en otoño y primavera, con aridez estival muy acusada. Las lluvias provienen de las borrascas del frente polar que atraviesan con dificultad las cadenas periféricas de la península, o bien las bajas presiones térmicas estivales provocan las tormentas de verano. La vegetación es de matorral maquis y garriga, pino de repoblación y bosque perennifolio (alcornoque, quejigo, encina). El clima mediterráneo litoral. En el litoral mediterráneo, Andalucía y Extremadura aparece este clima templado, cuyas temperaturas oscilan entre 14 y 18ºC de amplitud térmica, con veranos cálidos (entre 22º y 26º C), e inviernos suaves (entre 10 y 12ºC); las temperaturas más elevadas se alcanzan en el interior del valle del Guadalquivir, con días de 40ºC y medias superiores a 28ºC, situación que se debe a la influencia del anticiclón de las Azores y la escasa influencia marítima. Las precipitaciones escasas e irregulares, con un total anual inferior a 800 mm., se concentran en otoño y primavera cuando son frecuentes las borrascas mediterráneas 2 IES Juan de Lanuza, BORJA 2º Bachillerato Curso 2009-10 Sara Ruiz Arilla y las situaciones de gota fría; en ambos casos las precipitaciones suelen ser torrenciales, de fuerte intensidad horaria, concentradas en pocos días. Existe una variedad de mediterráneo seco y semiárido en el interior del valle del Ebro, en el litoral sudeste (entre Almería y Alicante) e interior de Murcia, donde los veranos son muy cálidos, los inviernos muy suaves y las precipitaciones no alcanzan 300 mm. La vegetación es de bosque perennifolio de alcornoque y encina, pino de repoblación, con matorral de garriga y maquis. El clima de montaña. En los Pirineos, Sistema Ibérico, Sistema Central, Cordillera Cantábrica occidental y Sierra Nevada las temperaturas son muy frías (inferiores a 0ºC en invierno) debido a que cada 180 metros de altura la temperatura desciende 1ºC. Las precipitaciones, asociadas al frente polar y al efecto orográfico o foehn, son abundantes, repartidas a lo largo de todo el año y en su mayoría en forma de nieve. La vegetación se estructura en altura, en cliseries, con bosques de encinas, robles, hayas, pinos, abetos. El clima canario. Las islas Canarias, situadas entre los 27º y 30º norte, disfrutan de un clima subtropical de temperaturas suaves todo el año por la influencia de los alisios y del anticiclón de las Azores, con una amplitud térmica en torno a los 5º C (18º enero, 23º julio). Las precipitaciones son escasas, entre 100 y 300 mm anuales. El archipiélago se sitúa en el dominio de los vientos alisios del noreste, lejos de la acción de la circulación zonal del oeste. Por su posición latitudinal debería ser de clima árido, pero la influencia de la corriente marina de Canarias, fría, suaviza las temperaturas y produce inversiones térmicas que generan nubosidad en las zonas altas. En ocasiones, durante el verano entra viento sureste que trae aire sahariano, cálido y seco, y provoca olas de calor, mientras que al final del estío pueden llegar algunas masas de aire húmedas del frente polar. Principales dominios vegetales en España A. Dominio Oceánico Localización: toda la parte del clima oceánico. Bosque caducifolio; aparecen en grandes masas; han ido desapareciendo áreas de bosque caducifolio; sotobosque con helechos y musgos. Exigencias: mucha agua y temperaturas suaves. especies: roble, haya, fresno, tilo, olmo, avellano. Formación Landa: densa vegetación d matorral, puede ser baja o alcanzar 4 m. Especies: brezo, retama y tojo. Formación Pradera: gran extensión. Como consecuencia de la acción humana en esta región, han tenido lugar abundantes talas y grandes incendios de manera que para reforestar el terreno se han plantado especies de árboles no autóctonas(no propias del terreno) como el eucalipto y el pino. B. Dominio Mediterráneo Localización: toda la parte del clima mediterráneo en sus diferentes variantes. Formación Bosque: perennifolio 3 exigencias: deben adaptarse a la sequía estival; son árboles d mediana altura; raíces muy extendidas para captar el agua; corteza gruesa para mitigar la insolación y la evaporación; hojas perennes y duras con varios sistemas para adaptarse a la sequedad. especies: encina, alcornoque, pino. Rico sotobosque con piorno serrano y retama. Formación Matorral: resultado d la degradación del bosque x el ser humano. 3 tipos: maquia (arbusto denso, + 2 m d alto, en terrenos siliceos. Integrada x la jara, el brezo, el lentisco y la retama); la garriga (terrenos calcáreos, arbustos d poca altura, dejan zonas sin cubrir. Integrada x el tomillo, el romero y el espliego) y la estepa (arbustos espinosos, nudosos, bajos y discontinuos. Integrada x el palmito, el tomillo y el espartal). C. Dominio de Ribera Localización: franjas paralelas al río, en contacto semipermanente con el agua hacia el exterior. Especies: aliso, sauce, chopo, álamo, fresno y olmo. Matorrales: cornejo, aligustre y madreselva. D. Dominio Canario Localización: islas Canarias, x su situación insular tienen gran papel, los endemismos (formaciones vegetales exclusivas) y las reliquias. Originalidad vegetal: se basa en el relieve, con una sucesión en pisos: basal, intermedio, termocanario, bosque de coníferas y supracanario. E. Dominio de montaña: la vegetación se dispone en pisos q tienen formaciones vegetales distintas en función de la altura. Así, se puede distinguir entre montaña alpina y demás montañas peninsulares. E. 1. Montaña alpina Localización: los Pirineos. Se pueden distinguir 3 pisos: subalpino, alpino y nival. Piso subalpino: 1200 y 2400 m; coníferas naturales como abeto, pino negro y pino silvestre; sotobosque formado por arbustos como el rododendro. Piso alpino: 2400 y 3000 m; domina el prado; pasa cubierto por la nieve 7 u 8 meses; hay plantas rupícolas. Piso nival: mas de 3000 m; la nieve se mantiene todo el año y la vegetación es inexistente; aparecen pequeñas plantas rupícolas como musgo y líquenes. E. 2. Montaña de la Iberia húmeda Localización: Cordillera Cantábrica Especies: se pasa de la vegetación caducifolia de la zona, al piso supraforestal, formado aquí por brezo y genista, y por encima de este se encuentran los prados. E. 3. Montaña de la Iberia mediterránea Localización: Sistema Central, Cordilleras Penibéticas. Especies: se pasa de la vegetación perennifolia d la zona, al piso supraforestal, formado aquí por arbustos y matorrales espinosos, que alternan con pedregales. En estas montañas los prados solo se dan en los fondos de los valles y otras zonas húmedas.