REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2011; VOL 6 (1): 23-26 ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN Malla transobturatriz de cuatro brazos en la reparación del prolapso genital anterior Melissa Cifuentes A1,2, Carlos Bennett R1,2, Julián Prado G 1,2; Pablo González P2. RESUMEN La forma más adecuada de corregir los defectos del compartimento vaginal anterior, ha sido un tema altamente contingente durante los últimos años: la alta tasa de recidiva versus el riesgo de exposición de la malla parece ser el principal conflicto. Sin embargo, otros temas como la indicación quirúrgica, la técnica utilizada y el seguimiento, se mantienen como cuestiones vigentes. El objetivo del presente trabajo es contribuir con información a la comunidad científica y cirujanos del piso pélvico en la toma de decisiones referentes a sus pacientes con prolapso vesical. Presentamos una cohorte de 84 pacientes, sintomáticas, con prolapso anterior estadios II o más de POP-Q, operadas con técnica de malla transobturatriz de cuatro brazos. Con una moda de seguimiento de 24 meses, se corrigió exitosamente el prolapso en todas las pacientes. Las principales complicaciones fueron dos infecciones y dos lesiones de la vía urinaria que se corrigieron de forma oportuna. Existió erosión vaginal por malla en 10 pacientes, consideradas como evolución indeseada de la técnica quirúrgica; la mayoría de ellas (6/10) ocurrió entre los 30 y 90 días posoperatorios. Como conclusión, la serie presentada tiene alta tasa de corrección y una cifra aceptable de exposiciones, por lo que nos parece que la técnica presentada es una importante herramienta en la corrección del compartimento anterior. Palabras clave: Prolapso genital; malla polipropileno, técnica transobturatriz. SUMMARY The proper way to correct the defects of the vaginal anterior compartment has been a highly contingent issue during the last years: the high rate of recurrence versus the risk of exposure of the mesh seems to be the main conflict. However, other subjects, such as the surgical indication, the technique utilized and the follow-up, maintain as current subjects. The objective of the present report is to contribute with information to the scientific community and pelvic floor surgeons in the decision-making process concerning their vaginal prolapse patients. We present a cohort of 84 patients, symptomatic, with stage II of POP-Q anterior prolapse (or more), operated with transobturatriz mesh with four arms technique. With a mode of 24 month follow-up, the prolapsed was corrected successfully in all patients. The main complications were two infections and two lesions of the urinary track, which were properly corrected in time. There was vaginal erosion in 10 patients, considered as unwanted evolution of the surgical technique; 1 Unidad de Piso Pélvico, Servicio de Obstetricia y Ginecología, Hospital Carlos Van Buren. 2 Escuela de Medicina, Universidad de Valparaíso. E mail: [email protected] 23 Disponible en www.revistaobgin.cl REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2011; VOL 6 (1): 23-26 most of them (6/10) occurred between de 30th and 90th post-op days. As a conclusion, the cases presented have a high correction rate and an acceptable number of expositions, so it seems to be that this technique is an important tool for the correction of the anterior compartment. Key words: Genital prolapse, polipropylene mesh, transobturatriz technique. INTRODUCCIÓN La corrección quirúrgica del compartimiento anterior de la vagina se ha situado en el centro de la polémica en las reuniones de cirujanos de piso pélvico durante los últimos meses, donde las opiniones se debaten entre los detractores y los defensores del uso de mallas1-6. En este contexto, presentamos los resultados de nuestro estudio, pretendiendo aportar con nuestra experiencia a la toma de decisiones clínicas. En la reparación del compartimento anterior, los resultados reportados con técnicas clásicas como la descrita por Kelly en 1914, muestran un elevado índice de recidivas en el mediano y largo plazo, con cifras de hasta 30% a 3 años y 70% a largo plazo4. La búsqueda de resultados más definitivos llevó a la introducción de materiales protésicos biológicos y sintéticos que han sido objeto de múltiples estudios durante los últimos años3,6. Si bien algunos resultados son alentadores, es necesaria una mayor cantidad de publicaciones para despejar dudas en cuanto a reacciones adversas, durabilidad y aceptabilidad por los pacientes. Es probable que este centro de la discusión se desplace al tipo de material a utilizar y a detalles en la técnica quirúrgica que puedan adquirir relevancia. El objetivo de esta revisión es mostrar los resultados en la corrección quirúrgica del compartimiento anterior con mallas de polipropileno de baja densidad y con una técnica mínimamente invasiva. PACIENTES Y MÉTODO Se estudia una cohorte de pacientes, con al menos 6 meses de evolución. Se revisan los datos de Tabla 1. Evolución de corrección del prolapso de las pacientes, según estadio POP-Q Corrección del prolapso Previo Poscirugía Estadio Estadio Estadio Estadio Estadio 0 I II III IV 0 0 29 43 12 82 2 0 0 0 edad, paridad, paridad vaginal, estadio del prolapso, tipo de cirugía, tiempo operatorio y complicaciones. Se estudió una cohorte de 84 pacientes operadas por prolapso genital con malla transobturatriz de 4 brazos entre los años 2006 y 2009 en el Hospital Carlos van Buren por prolapso genital, etapificado como estadio POP-Q mayor o igual a II (Tabla 1). Las pacientes con patologías ginecológicas concomitantes fueron programadas para su resolución en el mismo acto quirúrgico. Se excluyeron las pacientes con prolapso asintomático, aquellas cuyo punto de máxima exteriorización del prolapso no sobrepasaba el introito y las que rechazaron participar del estudio. Las características de las pacientes, la cirugía y su evolución fueron registradas en la ficha clínica y luego transferidas a una base de datos; edad, paridad, paridad vaginal, estadio del prolapso, tipo de cirugía, tiempo operatorio y complicaciones La edad promedio de las pacientes incluidas es de 63 años (34-82), con paridad promedio 3,8 y paridad vaginal promedio 3,3. El estadio POP-Q de las pacientes estudiadas fue estadio II, 35%, estadio III, 51% y estadio IV, 14%. Este estudio es un resultado parcial de un proyecto a largo plazo, que compara distintas alternativas terapéuticas en los defectos del compartimento vaginal anterior, el cual fue presentado y aprobado por el Comité de Ética de la Facultad de Medicina. Se reparó el defecto del compartimento anterior mediante una malla transobturatriz de cuatro brazos de polipropileno de baja densidad. Los principales tiempos quirúrgicos se describen a continuación: se ubica a la paciente en posición de litotomía forzada. Se realiza hidrodiseccción de la pared vaginal anterior e incisión longitudinal de 3 a 5 cm. Disección lateral amplia hasta llegar al borde de ramas isquiopubianas y posterior identificación de espinas ciáticas. Se marcan los puntos de ingreso de los ganchos (Figura 1); el primero en la conjunción del pliegue inguinal con una línea horizontal imaginaria a nivel de la uretra y el segundo 2 cm hacia abajo y 1 cm hacia afuera del anterior. Se repiten estos puntos en el lado contrario. Se introduce el gancho posterior, desde la piel, atravesando el ángulo inferior del agujero obturador en forma horizontal, utilizando como referencia la espina ciática. El gancho anterior se introduce de forma similar a una TOT de piel a 24 Disponible en www.revistaobgin.cl MALLA TRANSOBTURATRIZ DE CUATRO BRAZOS EN LA REPARACIÓN DEL PROLAPSO GENITAL ANTERIOR Cierre de la vagina con material reabsorbible. Una vez cerrada, se ajusta la tensión definitiva de la malla. RESULTADOS Figura 1. Puntos de referencia para la entrada de agujas. vagina, pero desde el punto en la línea de la uretra antes mencionado. Se fija la malla en sentido sagital a nivel suburetral y pericervical o de cúpula vaginal. El seguimiento se completó en todas las pacientes, con un rango de 12 a 48 meses y una moda de 24 meses. El tiempo quirúrgico total promedio fue 59 minutos (25-120 minutos) con una moda de 45 minutos (Figura 2). Se realizó, durante el mismo acto quirúrgico, cirugía de corrección de la incontinencia urinaria de esfuerzo en 79 pacientes (94%), las otras 5 pacientes ya habían sido operadas previamente de una TOT, en concordancia con el protocolo existente en la Unidad1. Se efectuó histerectomía vaginal por patología uterina en sólo 20 pacientes (24%). Las complicaciones alcanzaron el 7,1% (Figura 3) entre las que destacan dos infecciones de herida Figura 2. Comparación de tiempos operatorios de plastia anterior con y sin histerectomía vaginal. Figura 3. Evolución no deseada (exposición de la malla) y complicaciones (infecciones y otras) en plastia anterior y plastia con histerectomía vaginal. 25 Disponible en www.revistaobgin.cl REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2011; VOL 6 (1): 23-26 operatoria y dos lesiones de la vía urinaria que fueron resueltas oportunamente, una en el mismo acto quirúrgico (perforación vesical con gancho posterior) y otra en el posoperatorio precoz (estenosis ureteral por un brazo de la malla). Por otra parte, se presentaron 10 pacientes (11,9%) con exposición de la malla en el período de estudio, consideradas como una evolución no deseada del uso de los implantes y que requirió de resección quirúrgica en un procedimiento sencillo, de corta duración y que no afectó el resultado de la cirugía. La exposición se presentó en ambas técnicas (con y sin histerectomía vaginal) distribuyéndose temporalmente de la siguiente manera: 3 (27,2%) antes del mes después de la cirugía, 6 (54,1%) entre uno y tres meses y 2 (18,1%) en un plazo superior a tres meses posoperatorios. DISCUSIÓN Se estudiaron pacientes con prolapso sintomático, en su totalidad con medición de POP-Q mayor a 0, con y sin incontinencia urinaria, derivadas a la Unidad de Piso Pélvico del Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso. Cincuenta por ciento de ellos REFERENCIAS 1. American College of Obstetricians and Gynecologists. Guideline of Pelvic Organ Prolapse. American College of Obstetricians and Gynecologists; 2007 Sep. practice bulletin; no. 85. 2. Braun Hernán et al. Prolapso genital severo: consideraciones clínicas, fisiopatológicas y de técnica quirúrgica al momento de su corrección. Rev Chil Obstet Ginecol [online]. 2004; vol.69, n.2, 149-56. 3. Cosson M, Jacquetin B. Transvaginal devide implantation: regulatory consideratios. Journaloy Gyneco- se configuraban como estadios III y IV de POP-Q. Se utilizó, en todos los casos, una malla de polipropileno de baja densidad, macroporosa, de cuatro brazos transversales que se exteriorizan a través de los agujeros obturadores, de manera estandarizada. El tiempo operatorio fue reducido para casi todas las plastias anteriores que no incluían otra cirugía y son operaciones susceptibles de ambulatorizar con facilidad. La corrección anatómica del prolapso se empinó por sobre el 98%, lográndose ampliamente uno de los objetivos del trabajo. Evaluaciones posteriores contemplan la medición de la calidad de vida y la actividad sexual5. Las complicaciones fueron escasas y habitualmente de fácil resolución. Destaca una estenosis ureteral en una paciente con un prolapso completo que expone los uréteres en una posición poco habitual. La exposición de la malla representa un problema de cierta relevancia que habrá que ponderar y contrastar con la posibilidad de recidivas que representa el hecho de no usar materiales protésicos. Sin embargo, a la luz de los datos presentados, consideramos que el uso de mallas es una herramienta valiosa en la corrección del comportamiento vaginal anterior. logy and Obstetrics Biological Reproduction 2006; 35(5 Pt 1): 425-7. 4. John N Nguyen. The use of grafts for anterior vaginal prolapse repair: pros and cons. Current Opinion in Obstetrics and Gynecology 2008; 20: 501-5. 5. Pham T, Kenton K, Mueller E, et al. New pelvic symptoms are common after reconstructive pelvic surgery. American Journal of Obstetrics and Gynecology 2009; 200: 88.e1-88.e5. 6. Sentilhes L, Descamps P, Marpeau L. Graft use in transvaginal pelvic organ prolapse repair: a systematic review. Obstetric and Gynecology 2009; 113(4): 952; author reply 952. 26 Disponible en www.revistaobgin.cl