5CFE01-127 2/11 Daños sobre la regeneración de Pinus pinea L. provocada por el aprovechamiento mecanizado de piña en montes públicos de la provincia de Valladolid GARCÍA BALLESTEROS, M1., TORRES GONZÁLEZ, MJ1., GORDO ALONSO, J.2, FINAT GÓMEZ, L.2, MARTÍNEZ ZURIMENDI, P.3 1 Servicio de Gestión Forestal. Dirección General del Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente. Junta de Castilla y León. 2 Servicio Territorial de Medio Ambiente de Valladolid. Junta de Castilla y León 3 Dpto. Producción Vegetal y Recursos Forestales, ETSIIAA, Universidad de Valladolid. Resumen El objetivo de este estudio fue valorar y cuantificar los daños provocados por la recolección mecanizada de piña de pino piñonero sobre la regeneración –natural y artificial-, en rodales inicialmente acotados a la máquina por estar en fase de regeneración y que posteriormente fueron aprovechados. Para ello se estudiaron dos montes de la comarca forestal de Viana de Cega. En cada uno de los montes se realizó un muestreo sistemático en marzo del 2007 de 50 parcelas circulares de quince metros de radio. Las parcelas se dividían en cuatro cuadrantes donde se medían los daños al regenerado clasificándolo según su tamaño y relacionando su estado (no dañado, daño leve o muerto) con su situación (dentro o fuera de las rodadas de la máquina). Para medir con mayor precisión los daños al regenerado de un año se hacían subparcelas circulares de un metro de radio dentro de los cuadrantes: dos sistemáticas y una dirigida. Los resultados obtenidos en las parcelas se centran en la existencia de daño cuando el regenerado estaba en rodada. Se observó un menor daño cuando el tamaño del regenerado es mayor de 20 centímetros, ya que los pinos son esquivados por el maquinista. En uno de los dos montes, se comparó la regeneración natural con la procedente de siembra, observando que había un mayor daño provocado por la máquina en ésta última. Al ser una siembra lineal y sistemática se conoce de antemano donde se encuentra el regenerado, por lo que se comprueba que el maquinista no presta atención suficiente para esquivar los brinzales, y se provoca un daño inadmisible. Otra conclusión del estudio fue que la mortandad de los regenerados de un año se duplica con la máquina. Además, los supervivientes pueden tener un daño no visible que se podría manifestar en un crecimiento anómalo o mortalidades, poniendo de manifiesto la necesidad de continuar con estudios de esta naturaleza y de carácter plurianual. Palabras clave Selvicultura, regeneración multifuncionalidad. y mejora; sostenibilidad; aprovechamientos forestales; 1. Introducción En la campaña 2000-2001 se comenzó a implantar el aprovechamiento mecanizado de la piña de Pinus pinea en Castilla y León. En las sucesivas campañas su uso se generaliza 3/11 poniendo en evidencia el desconocimiento en la materia, sobre todo en lo relacionado con sus posibles daños, presentes y futuros, tanto al fustal adulto como al regenerado. La campaña 2006/2007 fue de gran producción de piña, y en ella el uso de máquinas vibradoras estaba ya extendido entre los empresarios del piñón. En algunos montes de la provincia de Valladolid existían tramos acotados al aprovechamiento mecanizado por estar en fase de regeneración, para salvaguardarlos de los posibles daños que pudiese haber. En estas zonas había árboles con mucha producción de piña, lo que provocó que muchos adjudicatarios incumpliesen la prohibición de vibrar. Este hecho fue motivo de infracción administrativa y denunciado por los Agentes Medio Ambientales de la zona; para poder cuantificar de forma objetiva los posibles daños provocados por el aprovechamiento mecanizado se procedió al estudio objeto de esta comunicación en dos montes del catalogo de utilidad pública, situados en la comarca forestal de Viana de Cega: el monte número 35 “Albosancho y Cobatilla”, y el monte número 59 “Boca de Cega”. Se procedió a ejecutar un muestreo para valorar y cuantificar los daños provocados por estas máquinas a finales del mes de abril del año 2007, aproximadamente dos meses después del aprovechamiento, lapso de tiempo suficiente para la correcta observación de todos los pies dañados. Se realizaron, en cada uno de los montes, 50 parcelas circulares de quince metros de radio donde se median los daños al regenerado superiores a un año, y dentro de estas parcelas se realizaban tres subparcelas circulares de un metro de radio para medir con detalle los daños al regenerado de un año. 2. Objetivos El objetivo de este estudio fue valorar y cuantificar los daños provocados por la recolección mecanizada de piña de pino piñonero sobre la regeneración natural y artificial, procedente de siembra, en rodales inicialmente acotados a la máquina en la campaña 2006/2007 por estar en fase de regeneración y que posteriormente fueron aprovechados con máquina. 3. Metodología En marzo de 2007 se realizó el trabajo de campo, muestreando las zonas que habían sido acotadas inicialmente a la maquinaria, que abarcan una superficie de 190 hectáreas en el monte número 35 (15% de la superficie total del monte), mientras que en el monte 59 se muestrearon las 188 hectáreas acotadas (25% de su superficie). Se hizo un muestreo sistemático de 50 parcelas circulares de quince metros de radio, distribuidas de forma uniforme en una malla de doscientos por doscientos metros, cubriéndose así de forma homogénea toda la superficie de la zona acotada, y realizando una parcela de muestreo cada cuatro hectáreas, aproximadamente. Para tomar los datos con mayor facilidad y precisión, las parcelas se dividían en cuatro cuadrantes, marcándolos en campo con dos cintas métricas de treinta metros cruzadas perpendicularmente en los quince metros. En estos cuadrantes se medían los daños al regenerado clasificándolos según su tamaño y relacionando su estado con la existencia o no 4/11 de rodadas de la máquina; por lo que en cada cuadrante se contabilizaba el regenerado y se anotaban los siguientes datos respecto a éste: − Tamaño: inferior a 10 centímetros de altura, entre 11 y 20 centímetros, entre 21 y 30 centímetros, entre 31 y 40, y mayor de 41 centímetros. − Cuantificación del daño: sin daño, daño leve o muerto. − Situación: dentro de la rodada de la máquina o fuera de ella. − Procedencia: regeneración natural o siembra, en el caso del monte número 35, siendo el criterio para distinguirlo que la regeneración procedente de siembra se sitúa en líneas y la natural de forma diseminada y aleatoria. Debido a la dificultad para poder visualizar y contabilizar el regenerado de un año en una parcela de quince metros de radio, que provocaría un esfuerzo desmesurado que disminuiría los rendimientos de trabajo no aportando mayor información, se consideró necesario hacer pequeñas subparcelas de muestreo. Se realizaban tres subparcelas circulares de un metro de radio en cada parcela circular, dos sistemáticas dentro de los cuadrantes NorteEste y Sur-Oeste, y una dirigida siguiendo como criterio que existiesen brinzales de forma abundante y situados en rodadas. El objetivo de la subparcela dirigida era obtener una mayor información sobre la viabilidad de este regenerado, ya que en las parcelas sistemáticas no se garantizaba ni que hubiese brinzales ni la pisada de la máquina. En las subparcelas se hacía un conteo del regenerado, distinguiendo los que estaban en rodada y fuera de ella, y si estaban muertos por la máquina, muertos de forma natural, o sin daño. Figura 1. Esquema de las parcelas Para el tratamiento de los datos obtenidos en los muestreos se empleó el programa informático Statsgraphics, utilizando el contraste de hipótesis de la Chi-cuadrado comparando diferentes variables entre sí, como son: estado del regenerado y su situación dentro y fuera de rodada, estado del regenerado y su tamaño, estado del regenerado y su procedencia siembra o natural. Ambos contrastes siempre a un nivel de confianza del noventa y cinco por ciento. 4. Resultados Todos los resultados obtenidos están separados para cada monte, para poder hacer así un análisis más exhaustivo y comprobar si se obtienen los mismos resultados. Los datos se dividen en dos, los datos del estado de los regenerados mayores de un año medidos en las parcelas circulares de quince metros de radio (tabla 1,2 y 3) y los datos del estado de los regenerados de un año medidos en las subparcelas circulares (tabla 4). 5/11 Primero, se analizó la relación entre el daño encontrado en el regenerado y su situación dentro o fuera de rodada. Para ambos montes, se encontró una relación significativa, para un nivel de confianza del 99%, entre que estuviese en rodada y la existencia de daño, porque el test de la Chi-cuadrado dio en ambos casos un p-valor de 0,0001, inferior 0,01, con un valor de Chi-cuadrado para en el monte 35 de 921,06, y para el 59 de 334,73. El desglose de los resultados para cada uno de los montes se puede observar en la tabla 1: Tabla 1: Porcentaje de pies de regenerados encontrados en rodada y fuera de ella en monte número 35 y monte número 59, y cuantificación de su daño, como leve, muerto (en rodada muerte por máquina y fuera de rodada muerte natural), sin daño (que no tienen ningún tipo de daño visible, fuera y dentro de rodada). La característica de presencia en rodada o no contiene cuatro tipos de datos, como primera subfila está la frecuencia de observaciones, como segunda subfila el porcentaje de observaciones respecto al total, en la tercera el porcentaje de observaciones que supone respecto al total de la fila, y como última subfila el porcentaje de observaciones que supone respecto al total de columna. Leve Número de observaciones % respecto el total No está de observaciones en % respecto al total rodada de la fila % respecto al total de la columna Número de observaciones % respecto el total de observaciones En % respecto al total rodada de la fila % respecto al total de la columna Número de observaciones Total % respecto el total de observaciones Muerto Sin daño Total de la fila Nº35 Nº59 Nº35 Nº59 Nº35 Nº59 Nº35 Nº59 2 1 22 15 1507 482 1531 498 0,12% 0,19% 1,37% 2,86% 93,78% 91,98% 95,27% 95,04% 0,13% 0,20% 1,44% 3,01% 98,43% 96,79% 4,76% 6,67% 57,89% 60,00% 98,69% 99,59% 40 14 16 10 20 2 76 26 2,49% 2,67% 1,00% 1,91% 1,24% 0,38% 4,73% 4,96% 52,63% 53,85% 21,05% 38,46% 26,32% 7,69% 95,24% 93,33% 42,11% 40,00% 1,31% 0,41% 42 15 38 25 1527 484 1607 524 2,61% 2,86% 2,36% 4,77% 95,02% 92,37% 100,0% 100,0% En la tabla 1, si se analizan los porcentajes parciales correspondientes a las filas, que es el porcentaje considerando por separado los pies fuera de rodada y los que están en ella, se puede comprobar cómo la proporción de pies muertos de forma natural en monte número 35 es de 1,44%, mientras que en el monte 59 es ligeramente superior, del 3,01%. Sin embargo, cuando se está en rodada la proporción de pies muertos por la máquina aumenta notablemente hasta situarse en el 21,05% para el monte número 35 y el 38,46% en el caso del monte número 59; si consideramos el daño leve, aumenta en la rodada por el efecto de la máquina, pasando de un 0,13% de forma natural al 52,63% correspondiente al daño de la máquina en el monte número 35, y del 0,20% al 53,85% en el monte número 59. Estos datos se traducen en un porcentaje de pies muertos en rodada respecto al total de 1% en monte 35 y del 1,91% en el monte 59. Al observar el porcentaje de muerte natural 6/11 (1,37% y 2,86%, en los montes 35 y 59 respectivamente), vemos que son ligeramente superiores, por lo que la máquina provoca que la mortalidad se duplique respecto a la que hay de forma natural. Los datos expuestos en la tabla 1 se han empleado para el tratamiento de datos posterior, de tal forma que los datos tomados en campo no diferenciaban si el daño leve o muerte estaba causado o no por la máquina, por lo que se aplicó el porcentaje parcial de columna correspondiente a la rodada, puesto que son los provocados por la máquina; es decir, se aplicó el 95,24% a los pies de daño leve en el monte 35 (porque del total de observaciones de daño leve, el 95,24% han de estar en rodada), igualmente se aplicó el 93,33% en el monte 59. Para los pies muertos, la proporción dentro de rodada es del 42,11% y 40,00% para los montes 35 y 59 respectivamente, mientras que los pies sin daño suponen el 1,31% y 0,41% los que están en rodada del total de pies sanos, para los montes 35 y 59 respectivamente. Se analizó la relación entre el tamaño del regenerado y el daño encontrado, aplicando a las observaciones obtenidas el porcentaje indicado anteriormente, para así unificar los datos y que todos pies estén en rodada, cuantificando el daño como leve, muerto o sin daño. En este caso, el test de la Chi-cuadrado no mostró una relación significativa entre los datos al 95%, puesto que para el monte 35 se obtuvo un p-valor de 0,6013, y un valor de Chi-cuadrado de 15,87, y para el 59 de un p-valor de 0,1536 y un valor de Chi-cuadrado de 11,95, pero es interesante analizar los datos obtenidos, los cuales se presentan en la tabla 2. Tabla 2: Porcentaje de regenerados en rodada, clasificados por su tamaño en función de su altura en centímetros y la cuantificación de su grado de daño, pudiendo ser leves, muertos y sin daño. Cada altura contiene tres tipos de datos, como primera subfila está la frecuencia de observaciones, como segunda subfila el porcentaje de observaciones respecto al total, en la tercera el porcentaje de observaciones que supone respecto al total de columna. Leve Número de observaciones Inferior a % respecto el total 10 de observaciones centímetros % respecto al total de la columna Número de observaciones De 11 a 20 % respecto el total centímetros de observaciones % respecto al total de la columna Número de observaciones De 21 a 30 % respecto el total centímetros de observaciones % respecto al total de la columna Número de De 31 a 40 observaciones centímetros % respecto el total de observaciones Muerto Sin daño Total de la fila Nº35 Nº59 Nº35 Nº59 Nº35 Nº59 Nº35 Nº59 8 4 7 1 8 1 23 6 10,04% 14,36% 8,87% 3,08% 10,47% 0,54% 29,38% 17,98% 19,05% 26,66% 42,13% 8,00% 39,75% 7,07% 20 6 6 4 7 1 33 11 26,33% 25,14% 7,75% 15,40% 9,34% 2,96% 43,42% 43,50% 50,01% 46,68% 36,81% 40,00% 35,45% 38,89% 8 3 3 3 3 1 14 7 11,29% 10,78% 4,35% 12,32% 3,63% 1,93% 19,27% 25,03% 21,44% 20,01% 21,06% 32,00% 13,75% 25,25% 2 1 0 2 1 1 3 4 2,50% 3,58% 0 6,17% 2,08 1,28% 4,58% 11,03% 7/11 Leve De 31 a 40 % respecto al total centímetros de la columna Número de observaciones Mayor de 40 centímetros % respecto el total de observaciones % respecto al total de la columna Número de observaciones Total % respecto el total de observaciones Muerto Sin daño Total de la fila Nº35 Nº59 Nº35 Nº59 Nº35 Nº59 Nº35 Nº59 4,75% 6,65% 0 16,00% 7,85% 16,67% 2 0 0 1 1 1 3 2 2,50% 0 0 1,54% 0,85% 0,92% 3,35% 2,46% 4,75% 0 0 4,00% 3,20% 12,12% 40 14 16 11 20 5 76 30 52,66% 53,86% 20,97% 38,51% 26,37% 7,63% 100,00% 100,00% La tabla 2 muestra una tendencia a un mayor daño al disminuir el tamaño de las plantas. Para ello, hay que observar los porcentajes parciales de las columnas, que dan el porcentaje de pies de cada intervalo de tamaño considerando cada tipo de daño individualmente. En el caso del monte 35 se ve cómo los muertos van disminuyendo al aumentar el tamaño (42,13% para los menores de diez centímetros, pasando a 36,81% para los que están entre 10 y 20 centímetros, siendo un 21,06% los del siguiente intervalo). Es decir, un 78,94% de los encontrados muertos son menores de 20 centímetros, y si se incluyen todos hasta los 30 centímetros son el 100% de los contabilizados. Para este mismo monte, el daño leve igualmente se concentra en los tamaños más pequeños, los menores de treinta centímetros, mientras que a partir de ahí el daño es menor (concretamente, 19,05% de los leves son menores de 10 centímetros, 50,01% entre 10 y 20 centímetros, 21,44% para el último intervalo, de 21 a 30 centímetros, es decir, el 90,50%). Para el monte 59 esta tendencia se repite, siendo el 48% de los pies muertos menores de 20 centímetros, y considerando en conjunto todos los menores de treinta centímetros, asciende a un 80% de pies muertos. Para el daño leve, el 73,34% son menores de 20 centímetros, (26,66% de menos de 10 centímetros y 46,68% entre 10 y 20 centímetros), siendo un total del 93,34% de daño leve considerando los menores de 30 centímetros. Como se ha mencionado anteriormente, en el monte número 35 existe regeneración procedente de siembra, distribuida de una forma lineal y sistemática. En la tabla 3 se pueden observar los porcentajes de daños obtenidos distinguiendo la procedencia (natural o siembra), para poder determinar si hubo un cuidado especial, por parte del maquinista, para respetar estas líneas de siembra. Los datos llevan aplicado el porcentaje explicado para que sólo se consideren los que están en rodada. A estos resultados se les aplicó el test de la Chi-cuadrado, que dio un p-valor de 0,0001 y un Chi-cuadrado de 25,41, lo cual implica que, al ser inferior a 0,01, para un nivel de confianza de 99%, existe una relación significativa entre el tipo de daño y la procedencia de la regeneración. 8/11 Tabla 3: Monte 35 Porcentaje de regenerados en rodada, clasificados en función de su procedencia como de siembra o de regeneración natural, y la cuantificación de su grado de daño, siendo los daños leves, muertos o sin daño. Regeneración natural Regeneración procedente de Fila Total siembra Número de observaciones 34 6 40 % respecto el total de observaciones 45,37% 7,55% 52,92% Número de observaciones 7 8 15 % respecto el total de observaciones 8,92% 11,70% 20,62% Número de observaciones 9 11 20 % respecto el total de observaciones 12,28% 14,18% 26,46% Total de la Número de observaciones 50 25 75 columna %respecto el total de observaciones 66,57% 33,43% 100,00% Daño leve Muerto Sin daño En la tabla 3 se observa que la proporción de daño leve es considerablemente mayor para la regeneración natural que para la de siembra (45,37% frente a 7,55%), mientras que los muertos son más en las siembras (11,70%) que en la regeneración natural (8,92%). A continuación se exponen los datos obtenidos para el regenerado en las subparcelas, que analiza de forma detallada el regenerado más joven. Lo primero que se relacionó fue el tipo de muerte del regenerado y si estaba en la rodada de la máquina o no. Se consideró como muerte por la máquina a los pies rotos, los que no estaban rotos se anotaban como muerte natural aunque estuviesen en rodada. En ambos montes se ha encontrado una relación significativa, para un nivel de confianza del 99%, puesto que en el contraste de hipótesis de la Chi-cuadrado, ha dado un p-valor de 0,001, con un Chi-cuadrado de 188,77 en el monte 35 y de 214,91 en el monte 59, al relacionar el daño de este regenerado (diferenciando los que están muertos por la máquina, de forma natural, o sin daño), y su presencia o no en rodada, es decir, que realmente existe un mayor daño por la actuación de la máquina. En la tabla 4 se expresan los resultados obtenidos en los dos montes; en el monte número 35 no se han contabilizado para realizar el análisis los pies procedentes de siembra. Tabla 4: Relación entre la presencia o ausencia de rodadas y el daño a brinzales en los monte número 35 y número 59, cuantificando su daño como muerte debida a la máquina, muerte debida a causas naturales, o no dañados, relacionándolo con su posición dentro o fuera de rodada. Están excluidos los procedentes de siembra. Muerte por la máquina Número de No está observaciones en %respecto el total rodada de observaciones Número de observaciones En %respecto el total rodada de observaciones Número de observaciones Total %respecto el total de observaciones Muerte natural No dañado Total Nº35 Nº59 Nº35 Nº59 Nº35 Nº59 Nº35 Nº59 0 0 84 61 519 643 603 704 0 0 9,06% 5,94% 55,99% 62,61% 65,05% 68,55% 74 68 83 73 167 182 324 323 7,98% 6,62% 8,95% 7,11% 18,02% 17,72% 34,95% 31,45% 74 68 167 134 686 825 927 1027 7,98% 6,62% 18,02% 13,05% 74,00% 80,33% 100,00% 100,0% 9/11 En la tabla 4 se puede comprobar que la proporción de pies muertos de forma natural en las rodadas es sólo ligeramente superior a los muertos por la máquina para ambos montes (en el monte 35 la mortandad natural es 8,95%, frente a la de la máquina que es del 7,98%, mientras que el monte número 59 baja del 7,11% al 6,62%). Si sumamos los porcentajes de muerte natural y de muerte por la máquina, en rodada y fuera de ella, resulta una proporción del 25,99% en el monte 35 y del 19,67% en el monte 59. 5. Discusión Como se comentó anteriormente, se encontró una relación significativa en ambos montes entre el regenerado situado en la rodada o no, y su daño. Lo cual es lógico, puesto que la presencia de la maquinaria en el monte ocasiona inevitablemente un daño. En el caso del monte número 35 el número de pies de regenerado muertos por la máquina situados dentro de la rodada fue de 1,00%, mientras que en el número 59 esta proporción aumenta hasta el 1,91% (Tabla1). Si consideramos sólo los pies encontrados en las rodadas, en el monte 35 la proporción de muertos fue del 21,05%, y en monte 59 ascendió al 38,46% de los pies. A ello hay que añadir que en el monte número 35, de estos pies en rodada, el 52,63% tenían daño leve, y en el número 59 el porcentaje es similar, 53,85%. Es decir, son pies que no ven comprometida su supervivencia pero han tenido un daño que podrá afectar a su forma o a su crecimiento y que debe ser objeto de estudios fisiológicos más minuciosos y de seguimiento plurianual. Con respecto al total, representan el 2,49% y el 2,67% en los montes número 35 y 59 respectivamente, lo que hace que aumente la proporción de afectados. Se observa con carácter general en ambos montes una tendencia a la disminución del daño al aumentar el tamaño del regenerado (tabla 2), concretamente en el monte número 35 hay una progresiva disminución de pies muertos al ir aumentando el tamaño. Analizando los datos en el monte 35 el 78,99% de los pies muertos eran menores de 20 centímetros, y en el 59 era del 48% lo que muestra una concentración del daño en los tamaños inferiores; si se amplia el intervalo hasta los 30 centímetros los daño de mortandad se elevan al 100% en el caso del monte 35 y al 80% en el monte 59. En cuanto a los datos del daño leve los menores de 20 centímetros suponen el 69,06% en el monte 35, subiendo al 90,50% tomando hasta 30 centímetros. En el monte 59, los leves menores de 20 centímetros son el 73,34%, subiendo a 93,34% si se agrupan hasta 30 centímetros. A pesar de estar los daños concentrados en los tamaños inferiores a 30 centímetros, se considera que a partir de una altura de veinte centímetros un pie de regenerado es visible desde la cabina de la máquina. Todos estos datos muestran que los daños se concentran en los tamaños más pequeños, debido tanto a la falta de visibilidad como a que pies tan pequeños no suponen un riesgo para la máquina, por lo el maquinista no presta la debida atención para esquivarlos. En el análisis del monte 35 (tabla 3), se encontró una diferencia significativa en el daño según la procedencia de la regeneración, natural o de siembra. Observando los porcentajes, se ve que la proporción de muertos es mayor en la regeneración procedente de siembra que en la regeneración natural (11,70% frente a 8,92%). Este porcentaje tan elevado de pies muertos procedentes de siembra es relevante, puesto que las siembras están en líneas fácilmente visibles, por lo que con cuidado se deberían poder esquivar perfectamente, no siendo aceptable un porcentaje de daño tan alto que muestra el poco cuidado del maquinista. 10/11 Para el regenerado de un año, también se vio una correlación entre la presencia en rodada y el daño (tabla 4). En este caso, los resultados muestran que los muertos situados dentro de rodada suponen el 7,98% del total para el monte 35, y un 6,62% para el monte 59. Se consideró que los pies muertos por la máquina eran los que estaban rotos, porque en muchos casos la muerte era claramente de origen natural, al no verse un daño visible. Aún así, considerando los pies en rodada, para ambos montes, la proporción de pies muertos por la máquina y por causas naturales es similar, ligeramente superior la muerte natural, pero si sumamos ambos porcentajes sale un resultado de 25,99% para el monte número 35 y de 19,67% en el monte número 59, lo cual supone una proporción de pies muertos bastante elevada respecto a la que habría en condiciones normales, puesto que se duplica. 6. Conclusiones Comparando los daños dentro y fuera de rodada, se observó que los pies muertos prácticamente se duplican con la presencia de la máquina y aumentó de forma considerable el daño leve, por lo que se comprueba que la máquina induce un daño en el regenerado, duplicando la mortalidad y afectando a los pies en una proporción mucho más elevada de la natural. En ambos montes se ha observado una clara tendencia a disminuir el daño cuando el tamaño aumenta, siendo 20 centímetros el tamaño límite para una correcta visibilidad desde la máquina, por lo que los daños añadidos a partir de ese tamaño se deberán más a poca precaución por parte del maquinista que a una falta de visibilidad. En uno de los dos montes, se comparó la regeneración natural con la procedente de siembra, observando que había un mayor daño provocado por la máquina en ésta última. Debido a que en este caso la siembra era lineal y sistemática, se considera un daño inadmisible, ya que se sabe la ubicación de las líneas de siembra, por lo que un aumento tan grande del daño implica un trabajo poco cuidadoso por parte del maquinista. Otra conclusión del estudio fue que la mortandad de los regenerados de un año se duplica con la presencia de la máquina. Esta mortandad provoca que mueran el doble de pies de los que debieran, dato muy significativo, puesto que supone un compromiso de la regeneración a largo plazo. Por otra parte, existe un daño leve que podría manifestarse en un crecimiento anómalo y que plantea la necesidad de futuros estudios. 7. Agradecimientos Al Servicio Territorial de Medio Ambiente de Valladolid, por el apoyo prestado y en particular a los Agentes Medioambientales, que prestaron su colaboración en todo momento. A los profesionales piñeros, que colaboraron proporcionando los datos de la maquinaria. 8. Bibliografía Servicio Territorial de Medio Ambiente de Valladolid; 2006. Pliego de Condiciones Técnico Facultativas particulares del aprovechamiento de piña en el monte de Utilidad Pública número 35. Sin publicar. 11 páginas. 11/11 Servicio Territorial de Medio Ambiente de Valladolid; 2006. Pliego de Condiciones Técnico Facultativas particulares del aprovechamiento de piña en el monte de Utilidad Pública número 59. Sin publicar. 11 páginas. ITAGRA C.T.; 2007. Peritaje de daños en el monte de Utilidad pública número 35. Sin publicar. 16 páginas. ITAGRA C.T.; 2007. Peritaje de daños en el monte de Utilidad pública número 59. Sin publicar. 14 páginas. ITAGRA C.T.; 2007. Informe de daños en la recolección mecanizada de piña en los montes de la provincia de Valladolid en la campaña 2006/2007. Sin publicar. 61 páginas.