Alumn@: 2º ACTIVIDADES DE REFUERZO Tema 10 Comprometidos con los demás 1. El poema adjunto es el texto de una canción de Luis Alfredo, un cantautor uruguayo. Léelo con atención y contesta: Héroe anónimo ¿De quién habla? ¿A qué se dedica en su vida diaria? ¿Cuál es el motivo por el que el cantante le dedica esta canción? ¿Por qué lo llama un "héroe anónimo"? ¿Crees que hoy día hay muchas personas que realizan acciones parecidas a las de este "héroe" de la canción? ¿Conoces a algunas? ¿Por qué les aplicarías el mismo apelativo? En la canción se repite una frase que recuerda a lo que Jesús pidió a sus discípulos que hicieran. Localiza la frase y comenta esa relación. Su nombre no saldrá mañana en el periódico, ni a mediodía su rostro en la televisión, pero les aseguro que mi amigo es un héroe de esos que dan su vida por amor. Tendrá veinte años, poco más o menos, y los ojos despiertos como un volcán, la sonrisa fácil, de habla reservado, y le encanta el fútbol y salir a bailar. Hasta aquí, me dirán, nada de particular, nada que justifique que le vaya a cantar; pero el fin de semana, cuando cierra los libros, mi amigo se viste de supermán. Es que es un héroe anónimo, él es un héroe anónimo, es un héroe. " Tiene toda una sala solo a su cargo, diez o quince pibes (yo diría que mil). y a cada uno de ellos llama por su nombre, y cada uno de ellos le responde "papá". A Antonio, de 1 5, le da de comer a la boca, a Rafa, de 11, le está enseñando a hablar, y por la noche cuando les acuesta a todos se enchufa a la radio a escuchar a Maná. El lunes en la Facultad hablarán de mil cosas, cada uno tendrá una aventura que contar, pero mi amigo que tiene la sonrisa fácil es más bien reservado a la hora de hablar. Su nombre no saldrá mañana en el periódico, ni a mediodía su rostro en la televisión.. pero les aseguro que mi amigo es un héroe... de esos que dan su vida por amor. Luis AIfredo PÉREZ BRITOS 1 2. La parábola del Buen Samaritano es uno de los más bellos ejemplos de amor a los demás en el mensaje de Jesús. Léela en Lc 10, 25-37. - La parábola empieza y termina con una pregunta (vv. 29 Y 36). ¿Cuál es? - ¿Qué significa la palabra prójimo? - Señala las acciones que realiza cada personaje ante el hombre herido. - ¿Cuál es la acción que diferencia al samaritano de los otros dos personajes? ¿Qué significa este verbo? - ¿Con que invitación de Jesús termina la parábola? 3. Lee estas dos historias y relaciónalas con estos textos bíblicos: 1Jn 2,9-11 Y Mt 25.31-46. Hubo una vez un monje oriental cuyo sueño era ir al sepulcro del Señor, en Jerusalén. De aldea en aldea, fue recogiendo limosnas y al cabo de muchos años, ya siendo viejo, logró reunir treinta libras, justo lo necesario para el viaje. Hizo penitencia, obtuvo el permiso de su superior y partió. Apenas había salido del monasterio, vio un hombre harapiento, escuálido y triste. El hombre, al oír resonar el cayado del peregrino sobre las piedras, levantó la cabeza. “¿Adónde vas, padre mío?”, le preguntó. “Al Santo Sepulcro, hermano, a Jerusalén. Daré tres vueltas alrededor del Santo Sepulcro y me postraré allí a hacer oración”. “¿Cuánto dinero tienes para eso?” “Treinta libras.” “Dámelas a mí, que tengo mujer y niños y tienen hambre. Dámelas, da tres vueltas alrededor de mí, arrodíllate y póstrate ante mí y después vuelve al monasterio”. El monje sacó de la bolsa las treinta libras, se las dio al pobre, dio tres vueltas a su alrededor, cayó de rodillas, se postró ante él y enseguida se volvió al monasterio. Un viejo rabino preguntó a sus discípulos: - ¿Quién de vosotros sabría decirme cómo se puede distinguir el momento que termina la noche y empieza el día? - Yo diría, contestó el primero, cuando, viendo un animal de lejos, uno no sabe distinguir si es oveja o perro. 2 - No, le contestó el rabino. - Podría empezar el día, dijo otro, cuando viendo de lejos un árbol no se puede decir si es una higuera o un manzano. - Tampoco, insistió el rabino. - Entonces, preguntaron los discípulos, ¿cómo podemos saber cuándo termina la noche y empieza el día? - Cuando mirando el rostro de un hombre cualquiera ves que es tu hermano, contestó con solemnidad el rabino. Porque si no logramos ver esto, cualquiera que sea la hora del día será siempre de noche. 3