BIPARTIDISMO. REDISEÑO DEL SISTEMA DE PARTIDOS?

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Trabajo presentado en el V Congreso Nacional de Ciencia Política – Sociedad Argentina de
Análisis Político – 14 al 17 de Noviembre de 2.001
Apellido y Nombre: Federico Martín Núñez Dopazo.
D.N.I.: 24.453.094
Email: [email protected]
-
Tel: (011) 4961-8043
Entidad a la cual pertenece: Instituto para el Desarrollo Social.
Panel:
Opción I: Política Comparada.
Opción II: Comunicación, Opinión Pública y Comportamiento electoral
Título:
BIPARTIDISMO. REDISEÑO DEL SISTEMA DE
PARTIDOS?
Federico Martín Núñez Dopazo
INTRODUCCIÓN
El objeto del presente trabajo es analizar cuales fueron los incentivos
institucionales que primaron, por los que, frente a la posibilidad real de construir
un sistema de partidos basado en un modelo “multipartidista moderado”1, el
resultado de esta posibilidad sea un multipartidismo moderado con dinámica
bipartidista.
De esta forma, intento llevar adelante un análisis del sistema de partidos
en Argentina, teniendo en cuenta los incentivos institucionales posteriores a la
reforma constitucional de 1.994.
Evidentemente, el periodo de análisis surge a principios del siglo XX, con la
asunción del primer gobierno Radical, pero profundizo el análisis a partir de la
aparición del Peronismo como organización política, en la hipótesis de que son
éstos dos partidos los que cristalizan el sistema de partidos tradicional en nuestro
País.
Un problema central fue la elección del método a utilizar para contar
partidos, en este sentido me remití al método propuesto por Giovanni Sartori2 a
partir del cual busca la respuesta sobre que tipos de partidos contar. Así es que
apelaré a la fórmula por la cual se deberán tener en cuenta aquellos partidos que
posean alguna de éstas dos características:
1- Capacidad de coalición: Es decir que un determinado partido es
importante si al llevar adelante un acuerdo con él, queda asegurada la
victoria en las elecciones.
2- Capacidad de chantaje: Aquel partido que se hace importante en
función de que su ausencia en una coalición limita el camino para la
victoria de la misma.
Entonces, a partir de datos estadísticos brindados por el Instituto Nacional
de Estadísticas y Censos, la Secretaría de Información Parlamentaria de la H.
Cámara de Diputados de la Nación y otras fuentes secundarias, inicié un
relevamiento de los resultados electorales desde 1.916 y a partir de allí comienzo
a destacar la “capacidad de coalición o de chantaje” de los partidos menores,
entendiendo a éstos como aquellos que no alcanzaron mayorías suficientes como
para ocupar cargos de Presidente y Vicepresidente de la Nación.
1
2
“Partidos y sistemas de partidos” Gionanni Sartori. Op.Cit.
Idem.
2
Federico Martín Núñez Dopazo
Algunas consideraciones previas resultan importantes, una es que solo
llevo adelante el relevamiento de datos en las elecciones presidenciales, tal
como ya lo expresé, desde 1.916, pues es la primera que representa a la gran
mayoría de los ciudadanos del país, acabando con el esquema de voto
característico del siglo XIX y aún cuando las mujeres están excluidas de ejercer el
derecho al voto, el universo de votantes se amplia y asegura un mejor nivel de
ejercicio del mismo.
Entonces, mi universo de análisis son las elecciones presidenciales desde
1.916, sin embargo, allí debo reconocer una dificultad adicional que tiene que
ver con los quiebres democráticos y las instalaciones de regimenes de democracia
tutelada, estas situaciones excepcionales, me obligaron a desentender aquellas
elecciones que se llevaron adelante durante la denominada “década infame” y
las que van desde el derrocamiento de Juan Perón en 1.955 hasta la elección de
marzo de 1.973.
Creo importante tener en cuenta que no reparo en saber si los resultados
electorales se dan en elecciones generales o no, es decir si se llevan adelante
elecciones simultáneas con Diputados Nacionales (hay que tener en cuenta que
los Senadores Nacionales recién serán elegidos en todos los distritos a partir del
año 2.001).
Me gustaría destacar un trabajo de Calvo, Szwarcberg, Micozzi y Labanca,
donde se formula un método para contabilizar partidos en las elecciones para
conformar las Legislaturas Argentinas3, donde a partir de estudios estadísticos
definen la existencia de un rango de 2 a 3 partidos por elección.
Por lo demás, distinguen el “Número efectivo de partidos que compiten”
del “Número de partidos que compiten” identificando en el primero, el rango ya
descripto, aproximándose siempre más a 3 que a 2. En términos de futuras
investigaciones, creo que el esquema de análisis planteado en dicho trabajo
puede ser muy útil para entender la competencia por el Poder Ejecutivo Nacional
ya que la sanción del Ballotage o segunda vuelta, no solo refuerza el sesgo
mayoritario del sistema en Argentina, sino que además de mantenerlo,
profundiza el esquema bipartidista, incluso a la luz de la clasificación propuesta
por G. Sartori
Es importante tener en cuenta la complejidad del sistema electoral
argentino, tal como lo sostienen E. Calvo, M. Szwarcberg, J. Micozzi y J. Labanca4
“la ilusión de un sistema electoral simple surge en gran medida de la visibilidad
que tiene la elección del Presidente y Vicepresidente de la Nación” la que desde
3
4
“Las fuentes institucionales del gobierno dividido en la Argentina...”Calvo y otros. Op.cit.
Idem.
3
Federico Martín Núñez Dopazo
1.994 se realiza por medio del voto directo, manteniendo la característica de
comprender al territorio nacional como distrito único. Esta consideración es
importante porque si bien el estudio aquí presentado se centra solo en los
resultados de las elecciones presidenciales desde 1.916, no debemos perder de
vista el contexto en el cual éstas elecciones se realizan.
Entonces, cabe aclarar que el sistema electoral aplicado para la elección
del Presidente y Vicepresidente de la Nación esta caracterizado por la elección
directa, con un sistema de doble vuelta cuando la fórmula más votada no supere
el 45% de los votos totales u obtenga más del 40% de los votos pero la diferencia
con los obtenidos por la primera minoría no supere el 10%, teniendo en cuenta
que el territorio nacional es tomado como distrito único.
Un apartado especial merece el tema del impacto que tienen las
provincias a la hora de que sus ciudadanos expresen su voto. En este sentido,
cabe destacar que en el caso de las provincias, “las reformas electorales
impactan (o impactaron) a fin de hacer menos permeable al sistema político a la
entrada de terceros partidos y reforzando
a los poderes ejecutivos
5
provinciales” . Esta consideración realizada para los Ejecutivos Provinciales y las
Legislaturas, puede claramente aplicarse a las elecciones presidenciales
posteriores a la reforma de 1.994.
En el mencionado trabajo, los autores llevan adelante un modelo
explicativo sobre el sesgo mayoritario, concluyendo que “éste no es tan solo
resultado de las fórmulas utilizadas y las magnitudes de los distritos, sino
también el modo en que los habitantes... se distribuyen dentro del distrito y el
nivel de especialización local de los partidos políticos”6.
Para finalizar cabe aclarar que hasta la reforma constitucional de 1.994, el
sistema electoral pasó por diferentes reformas donde se alternaron diferentes
métodos de elección de los miembros del Poder Ejecutivo Nacional, pasando de
voto indirecto a directo y en el primer caso el método de reparto de las bancas
se realizó por diferentes fórmulas. Sin embargo, creo que en si bien esta
discusión no impacta directamente sobre el objeto de estudio, la elección directa
impuesta desde la reforma de 1.994, permite una concentración de “caudal
electoral” en las zonas más urbanizadas del país, lo que conduce a un modo
diferente de relacionamiento entre los partidos políticos que intervienen en la
contienda electoral.
Si realizamos un recorrido por los diferentes sistemas y métodos utilizados
para las elecciones presidenciales, podemos sintetizar el siguiente cuadro:
5
6
“Las fuentes institucionales del gobierno dividido en la Argentina...”Calvo y otros. Op.cit.
Idem.
4
Federico Martín Núñez Dopazo
AÑO
1.916
1.922
1.928
1.931
1.937
1.946
1.951
1.958
1.963
1.973m
1.973s
1.983
1.989
1.995
1.999
SISTEMA
Indirecta
Indirecta
Indirecta
Indirecta
Indirecta
Indirecta
Directa
Indirecta
Indirecta
Directa
Directa
Indirecta
Indirecta
Directa
Directa
MÉTODO
Lista incompleta
Lista incompleta
Lista incompleta
Lista incompleta
Lista completa
Lista completa
Mayoría
Lista incompleta
Representación proporcional (D’Hont)
Mayoría
Mayoría
Representación proporcional (D’Hont)
Representación proporcional (D”hont)
Con ballotage
Con ballotage
UNA VISIÓN DEL SISTEMA
En la República Argentina, a partir de 1.916, asume la presidencia Hipólito
Yrigoyen, primer presidente constitucional bajo el ejercicio de la denominada
Ley Saenz Peña de voto igual, secreto y obligatorio.
Con la primera presidencia de Yrigoyen, la Unión Cívica Radical, el partido
del presidente, demuestra una verdadera voluntad de configurar un sistema
político con ella como actor predominante.
Sin embargo, el golpe de estado, llevado adelante en Septiembre de 1.930,
rompió con esa posibilidad aunque, al mismo tiempo, limitó la consolidación de
un régimen democrático, basado en la competencia y con partidos políticos como
canalizadores de las demandas de la sociedad.
El golpe de estado, encabezado por el General Uriburu, abre una década
de deterioro democrático, los gobiernos que van desde 1.932 a 1.943, están
marcados por el fraude electoral y a pesar de algún intento de cambiar la
situación, como lo demuestra la Presidencia de Roberto Ortíz, se configuró, en la
llamada década infame, un sistema “hegemónico pragmático basado en el
fraude”7.
LA APARICIÓN DEL PERONISMO
A partir de 1.945, se consolidaría un sistema con dos grandes partidos que
concentran más del 90% del electorado ; sin embargo, el predominio es
netamente del partido Justicialista, llevando consigo dos tercios de los votos.
7
“Crisis y transformaciones...” Zelaznik-Rovner. Op.Cit.
5
Federico Martín Núñez Dopazo
De acuerdo a la posición de Zelaznik y Rovmer, este sistema, a entender
por su comportamiento, nos posibilita caracterizarlo como un sistema
bipartidista, aún a costa de no cumplir con algunas exigencias planteadas por G.
Sartori8.
Siguiendo éste análisis, la pregunta sería: qué es lo que separa al partido
Peronista de su oposición?, es decir, cual es el clivaje que se debate en este
sistema bipartidista. La respuesta pasa por ver como se transforma el sistema
bipartidista competitivo a uno no competitivo hegemónico.
Las preferencias electorales de los ciudadanos, marcan la posibilidad de
cristalizar un sistema de partido hegemónico en el modo Peronista. Por lo demás,
es la misma dirigencia del partido Peronista la que se encarga de demostrar
dichas pretensiones por medio de la represión de la propaganda política, la alta
movilización social, las restricciones a la libertad de prensa y la modificación del
sistema electoral en 1.951, lo que “aportaría las condiciones suficientes” para
pasar de una mayoría intensa a la unanimidad impuesta, según el análisis de
Carla Carrizo9 y de este modo, transformar el sistema de un modelo bipartidista
competitivo, a uno no competitivo hegemónico.
Todo esto, provocó una gran presión sobre la oposición política,
configurando el sistema sobre la base del clivaje “peronismo-antiperonismo”,
el que suplantaría la oposición derecha-izquierda del modelo europeo.
Siguiendo el análisis llevado adelante por G. O’Donell10, “el clivaje
peronistas-antiperonistas ; es el clivaje del sector popular versus el resto de la
sociedad” y esto se da con mayor magnitud a medida que transcurría el gobierno
del General Juan Perón.
Esta polarización del sistema político se da en torno a dos visiones
alternativas de la política y la sociedad y como sostiene Eugenio Kvaternik hay
una suerte de doble legitimidad, una atribuida a la democracia representativa
tradicional y la otra, la atribuida a las organizaciones de la clase obrera, es
decir, la “democracia industrial de masas”11.
Sin embargo, no podemos dejar de mencionar otra visión del mismo
conflicto, ya que de acuerdo al estudio realizado por C. Carrizo, el conflicto
Peronismo- Antiperonismo, es un indicador de otro mas amplio y que se
8
“Partidos y Sistemas de Partidos” Giovanni Sartori. Op.Cit.
“Regla de mayoría y conflictos políticos” Carla Carrizo. Op.Cit.
10
“ Modernización y Autoritarismo”. Guillermo O’Donnell. Op. Cit.
11
“Crisis sin salvataje...”. Eugenio Kvaternik. Op. Cit.
9
6
Federico Martín Núñez Dopazo
operacionaliza como las disputas entre la democracia hegemónica contra la
democracia competitiva.12
Es interesante tener en cuenta las características de las fuerzas políticas
que se oponen, ya que, por un lado, observamos una minoría intensa que es la
que se encuentra en el polo del antiperonismo ; enfrentada a una mayoría no
menos intensa (el modo peronismo) y ambas provocaron la ruptura definitiva del
consenso político, como sugieren Zelanik y Rovner.
Desde 1.955 a 1.966, se abre un década caracterizada por el bloqueo del
sistema, en este tiempo se dan intentos de cristalizar el sistema político a partir
de la exclusión del peronismo, aunque se desea mantener la competencia entre
los partidos del modo antiperonista. En este momento queda libre la gran masa
electoral que arrastra la figura de J. Perón y los partidos luchan por conquistar
ese electorado, es el tiempo de la concreción de las medidas del radicalismo para
alejar a Perón del poder político.
Sin embargo, vemos como este periodo ; que va desde mediados de los ‘40
hasta los ’70, caracteriza al sistema de partidos en la Argentina. Cabe mencionar
el bajo nivel de institucionalidad política de la democracia representativa y la
proscripción del peronismo, ya que en todo el periodo es imposible consolidar un
modelo democrático debido a la tutela de los gobierno provocada por la presión
militar para mantener al peronismo fuera del poder y la proscripción del líder del
partido peronista.
La década de los ’70 está signada por la violencia y la aparición de los
frentes que pujan por conquistar el electorado peronista. Tanto desde la
izquierda, como del peronismo, la violencia fue promovida y organizada. Sin
embargo, desde el plano electoral, la oposición peronismo-antiperonismo es el
clivaje central.
De todos modos, la polarización comienza a ser menor y se dan intentos
como el abrazo Perón-Balbín y finalmente “La Hora Del Pueblo”. La elección de
1.973, muestra este acercamiento y el crecimiento de los partidos cercanos al
“punto de indiferencia del clivaje”13.
La muerte de J. Perón significa el fin de este periodo y trae consigo
inestabilidad dentro del modo Peronista, el golpe de estado de 1.976, es
consecuencia de la crisis que vive el peronismo en su espera de encontrar un
liderazgo ; como así también, la imposibilidad de que otros partidos canalicen las
demandas del electorado que apoyaba a J. Perón.
12
13
“Regla de mayoría y conflictos políticos” Carla Carrizo. Op.Cit.
Zelanik-Rovner. Op.Cit.
7
Federico Martín Núñez Dopazo
Los años que van de 1.976 a 1.982, están marcados por la inactividad de
los partidos políticos y un intento desmovilizador llevado adelante por las
distintas facciones de las fuerzas armadas que se alzaron con el poder político,
instaurando un régimen de Estado Burocrático Autoritario, a decir de G.
O’Donnell.
EL FIN DEL CLIVAJE?
El fin de las dictaduras, llevo a que los partidos tomaran el control de la
cuestión política y se conformó la multipartidaria, era necesario un gran acuerdo
nacional para sortear la difícil responsabilidad de restablecer la democracia.
La transición deja ver que la competencia política se centra sobre
cuestiones, es decir, que partido o coalición va a definir la agenda política para
las primeros años post-dictadura. La figura de Raúl Alfonsín atrae al electorado,
y la Unión Cívica Radical, acompañada por otros partidos menores, se impone en
las elecciones presidenciales, frente al peronismo que queda en el segundo lugar.
El congelamiento del sistema político, provocado por el golpe de 1.976,
deja un modelo bipartidista con un actor hegemónico, la victoria del radicalismo
en la primera elección democrática, permite pensar que el dominio del
peronismo había sido eclipsado y abre el camino para la instauración de un
sistema competitivo, basado en los partidos tradicionales.
En esta primera elección, los dos partidos (Justicialista y Radical)
nuevamente concentraron la mayoría de los votos y aparentemente, el sistema
bipartidista no habría cambiado.
Por otra parte, el clivaje peronismo-antiperonismo, parece ser
“reemplazado por otro que es el que separa la línea gobierno-oposición”14. Esto
demuestra que radicales y peronistas, dejan de competir como opciones
excluyentes, para generar un espacio compartido de competencia, donde
podemos ver un núcleo básico de creencias y valores comunes.
Es indudable que la atracción de los votos ejercida por la figura de R.
Alfonsín y por la cuestión democrática, como la expulsión de los mismos
provocada por la mala experiencia del último gobierno Peronista, además de las
desinteligencias de los líderes sindicales para manejar la campaña política,
permitieron que el Partido Radical sea el grupo mayoritario y sus líderes
comiencen a soñar con la tercera opción y demuestren la voluntad hegemónica
de este partido.
14
Zelaznik-Rovner. Op.Cit.
8
Federico Martín Núñez Dopazo
A partir de la derrota Peronista en las elecciones legislativa de 1.985, el
partido lleva adelante una redefinición interna, que tiene como motor a la
Renovación Peronista. Este grupo, desbanca al sector sindical del control del
partido y tras algunos cambios, como la moderación de sus discursos, llega a las
elecciones legislativas de 1.987. En ese año, el Partido Justicialista, renovado,
sale victorioso frente al desgaste y la ineficaz aplicación de algunas políticas del
gobierno del Presidente R. Alfonsín.
En 1.989, hay un nuevo llamado electoral, esta vez, es para la renovación
presidencial. La Unión Cívica Radical, lleva como candidato a presidente a
Eduardo Angeloz, quien proviene de uno de los sectores más liberales dentro de
su partido.
El Partido Justicialista, lleva como candidato a Carlos Menem, uno de los
artífices de la renovación peronista y por el momento, se hace representante de
lo que podemos denominar como la derecha polpulista15.
Por otro lado, presentó candidatura la Unión de Centro Democrática, este
partido, con la figura de Alvaro Alsogaray a la cabeza, es una alternativa para los
sectores conservadores. Espacio de centro, que busca definirse de acuerdo a los
principios de la Constitución Nacional, especialmente, en su primera parte, “que
cree en que el poder reside en el pueblo y coloca al individuo en su dignidad
humana por encima del Estado y no viceversa, como pretenden los colectivistas
de todas las tendencias”.16
La performance del gobierno de R. Alfonsín era mala, las sucesivas crisis
económicas, el proceso inflacionario y las propuestas del candidato E. Angeloz,
hacen que el radicalismo pierda su capacidad para instalar las cuestiones en la
agenda pública.
El electorado que apoyó al Ingeniero A. Alsogaray, es la tercera fuerza
(aunque radicales y peronistas siguieron concentrando la mayor cantidad de
votos) y captó al electorado de clase más alta. Por su parte, C. Menem pareció
agitar los fantasmas del pasado populista, y con un discurso nacionalista y
redistribucionista acaparó el voto de la clase baja y de la clase media baja.
Sin embargo, pese al análisis aquí desarrollado, es claro que el voto
cambió de sentido y desde 1.989, “vemos a la política centrada en los
candidatos, es decir que, el electorado define sus preferencias no a partir de un
programa o de cuestiones sino a partir de la imagen de los candidatos”17.
15
Zelaznik-Rovner. Op.Cit.
Victoria Itzcovitz. Op.Cit.
17
Zelaznik-Rovner. Op.Cit.
16
9
Federico Martín Núñez Dopazo
Ahora bien, durante el desarrollo de la gestión del Presidente Carlos
Menem, vemos un vuelco hacia los sectores conservadores, es decir que, si bien
el justicialismo ganó con un discurso de corte popular, en su gestión de gobierno
esto no se vio y por el contrario, se comienza a pensar en una alianza con los
sectores conservadores. Esta alianza, denominada muchas veces como
neoconservadora, queda cada vez mas clara en las siguientes elecciones para
renovación legislativa.
Cabe hacer referencia a las elecciones de 1.993, ya que en estos comicios
hace su aparición un nuevo actor, el Frente Grande, compuesto por gran parte de
militantes de extracción Justicialista, que presenta candidatos en algunos
distritos y en general, tienen una aceptación favorable, aunque el
funcionamiento bipartidista no esta puesto en duda.
El año 1.994, demuestra un hecho de enorme trascendencia, la propuesta
por la reforma constitucional, que habilitaría la reelección presidencial.
El Frente Grande, presentó candidatos a Convencionales Constituyentes,
opuestos a la reelección del Presidente C. Menem y obtuvieron una respuesta
positiva de parte de la ciudadanía y mientras este partido se consolidaba, el
bipartidismo flaqueaba, del 72,30% de los votos obtenidos en 1.993 entre
radicales y peronistas, el porcentaje disminuye al 57,10%, demostrando una gran
polarización, cabe recordar que este dato no es tomado de una elección
presidencial.
Finalmente, la elección presidencial de 1.995, es fundamental, el gobierno
ya tiene una definitiva identificación con los sectores conservadores, las políticas
de gobierno responden claramente a esa lógica y es C. Menem el garante de la
alianza entre los sectores conservadores con las clases bajas de la ciudadanía.
La posibilidad de la reelección le da un mandato de cuatros años mas al
Presidente Justicialista y a pesar que ya se sienten los efectos de las políticas del
llamado “neoconsevadurismo”, es el ganador de la contienda electoral.
Sin embargo, la oposición reúne un número significativo de votos. Sucede
que para esta elección, queda conformado el Frente País Solidario como un
espacio político que logra reunir a las fuerzas disidentes del justicialismo y del
radicalismo, otrora distanciados por el tema de la reelección, junto a socialistas
y otros partidos menores. Este frente obtiene el segundo lugar, y su voto está
caracterizado por los sectores jóvenes y de clases medias.
La tercera posición es para la Unión Cívica Radical, este partido no logra
demostrarse como opción frente al gobierno, la pugna interna, entre grupos
10
Federico Martín Núñez Dopazo
“disidentes” que impulsan una coalición entre todas las fuerzas políticas y las
líneas “mas duras”, eclipsaron todo el debate acerca de la campaña sin llegar a
acuerdos.
Unas primeras conclusiones que desprenderíamos del presente análisis
parecieran ser que: 1- En nuestro país se terminó con el electorado cautivo.
2- Que se consolidó la coalición de los sectores conservadores
con las clases bajas.
3- Que habría una aparente ruptura del bipartidismo
tradicional.
SOBRE LOS INCENTIVOS INSTITUCIONALES
Veamos ahora cuales fueron los incentivos para romper con la dinámica
bipartidista. Ccabe recordar que la reforma constitucional de 1.994 trajo consigo
transformaciones sustanciales en el sistema político, no solo porque se habilitó la
reelección presidencial inmediata, sino porque se instaló un sistema de doble
vuelta o ballotage para las elecciones presidenciales.
Cabe mencionar la particularidad del ballotage instaurado en nuestro País,
ya que obliga a lo que se denomina el voto útil del ciudadano en la primera
vuelta, debido al sistema de pisos diseñado.
Por otra parte, el voto se hace directo, es decir que a diferencia de 1.983,
el voto a presidente no pasa por el colegio electoral, espacio que históricamente
había permitido a los partidos políticos hacer alianzas y representar, dada la
configuración del cuerpo, a los distritos electorales más chicos, dando a sus
representantes cierta capacidad de decisión.
El voto directo centra definitivamente la elección en los distritos más
grandes Capital Federal, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza.
Sin embargo, en la primera elección presidencial con este sistema, las
tendencias no son claras y las minorías presentan candidaturas separadas. Como
resultado el Partido Justicialista gana la elección, mientras que el Fre.Pa.So.
queda en segundo lugar, desplazando al centenario Partido Radical.
11
Federico Martín Núñez Dopazo
45,00%
40,00%
35,00%
30,00%
25,00%
20,00%
15,00%
10,00%
5,00%
0,00%
P.J.
PRE.PA.SO.
U.C.R.
RESTO
Entonces, cabe destacar que el sistema político argentino tenía
características “multipartidistas moderadas, con un funcionamiento
bipartidista”18. Sin embargo, la irrupción del Fre.Pa.So. en la arena política, es
un intento más que peligroso para el modelo de partidos tradicional, llevándolo a
funcionar verdaderamente como un multipartidismo. En este sentido, es
importante tener en cuenta que la cantidad de votos que alcanzó esta fuerza
política, la constituye como el único partido capaz de romper con el modelo
tradicional del sistema.
De acuerdo al método estadístico utilizado por M. Jones19 que es similar al
empleado por Calvo20 esta elección tiene el nivel de multipartidismo más alto que
cualquierotra elección (3,16). Lo interesante es que en esta elección tanto el
análisis de tipo estadístico, como el esquema desarrollado en el presente
trabajo, coinciden en que es la que más alto grado de multipartidismo tiene.
El siguiente gráfico muestra el porcentaje de votos obtenidos por el tercer
partido, teniendo en cuenta que no son Justicialista ni Unión Cívica Radical,
desde la elección presidencial de 1.946.
18
Zelaznik-Rovner. Op.Cit.
“Federalismo y número de partidos políticos...” Mark P. Jones. Op.cit.
20
“Las fuentes institucionales del gobierno dividido en la Argentina...”Calvo y otros. Op.cit
19
12
P.D.NAC.
A.POP.FED.
P.DEM.
P.I.
P.D.C.
A.CENTRO
1.999
1.995
1.989
1.983
1.973s
1.973m
1.951
30,00%
25,00%
20,00%
15,00%
10,00%
5,00%
0,00%
1.946
Federico Martín Núñez Dopazo
U.DELP.A.
FRE.PA.SO.
A.POP.FED.
A.REP.
SOBRE LA ALIANZA Y EL BIPARTIDISMO
Creo que el diseño de la Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación,
en las elecciones legislativas de 1.997, permite volver al viejo esquema
bipartidista. Y esto es así ya que nos quedan dos polos en la arena política, uno
representado por la coalición neoconservadora, encarnada en la figura del
Presidente C. Menem, a pesar de los conflictos y de las redefiniciones internas
por las que esta atravesando el Partido Justicialista y por el otro lado, la Alianza,
constituida por un grupo de partidos de distinta capacidad de acción pero, con un
caudal de votos similar al Justicialismo.
si tememos en cuenta el caudal de votos que sugiere la suma de los que
fueron obtenidos por la Alianza y el Justicialismo, vemos que se llevaron el 80%
del total y si a esto le sumamos los de la U.C.R. y el Fre.Pa.So., en los distritos
en los que fueron separados, ronda en un 89%, es decir que el margen para los
demás partidos, es muy reducido. Brindándonos un elemento más par sostener
nuestra convicción.
Entonces, es por ello que, caracterizo al proceso como “la construcción
de un nuevo diseño del sistema de partidos”, porque si bien el funcionamiento
bipartidista no esta puesto en dudas, lo que si es novedoso es la capacidad de la
Alianza para transformar las diferencias de los partidos que la conforman, en
enfrentamientos internos, caracterizados por el mismo proceso de disputas
internas, de toda fuerza política.
Así, en la Alianza, conformada en las elecciones de Octubre de 1.997, los
dos partidos ganaban en posibilidades, el Fre.Pa.So. amplitud nacional, la U.C.R.
la posibilidad de colocarse nuevamente entre los victoriosos, movilizar su
estructura y discutir la posibilidad de tener el candidato a Presidente de la
13
Federico Martín Núñez Dopazo
Nación en 1.999. A decir de Gibson y Calvo21 “solo los partidos politicos que
poseen liderazgos institucionales con redes de poder regional, capaces de
garantizar el voto del interior fueron capaces de obtener victorias electorales”.
Y es evidente como esta condición se da en la Alianza, un partido brinda su
caudal electoral en los centros urbanos y el otro demuestra su fuerza en la
estructura regional.
Observamos que a nivel nacional, en la elección legislativa de 1.997, el
partido Justicialista obtiene la mayoría de los votos, el 36,27% ; mientras que la
Alianza, alcanza el 36,26% ; vale recordar que cuando hacemos una lectura sobre
la Alianza, la vemos desde la conformación con sus distintos matices a nivel
provincial ya que en algunas provincias, esta fue integrada, además de la U.C.R.
y el Fre.Pa.So., por partidos provinciales ; detrás de estos cómputos encontramos
que, la U.C.R. alcanzó el 6,29% de los votos nacionales, en aquellos distritos
donde no se conformó la alianza, mientras que en el caso del Fre.Pa.So. ,
lograron el 2,42%.
En estas elecciones legislativas, la tercera fuerza la constituye un partido
nuevo que es Acción por la República, liderado por Domingo Cavallo, logrando el
3,87% de los votos nacionales.
Es indudable que la polarización de votos entre los modos Justicialista y
Alianza, es alta y podríamos decir que nuevamente se configuró un sistema
bipartidista; el elemento característico de nuestro País. Sin embargo, lo que
indudablemente a desaparecido, es la antinomia peronismo - antiperonismo,
proceso que ya veníamos rastreando desde la “Hora del Pueblo”.
Si bien la Alianza se constituye para las elecciones legislativas de 1.997, el
polo se mantiene hasta la elección presidencial de 1.999 y esto es así debido a la
comprensión de cómo entrarán a jugar los requisitos institucionales del sistema
político.
Resulta interesante tener en cuenta el resultado electoral que surge de las
elecciones presidenciales desde 1.916, ya que la concentración de los votos entre
los dos primeros partidos siempre es muy alta, en relación al porcentaje de votos
obtenidos por todos los otros partidos.
Como se evidencia en el cuadro anterior, la concentración de los votos
entre las dos primeras preferencias es mayor al 60% en todos los casos y en
particular desde la aparición del peronismo y hasta la elección de 1.995 supera el
80%, lo que permite inferir que con la irrupción de éste actor se configura un
21
“Federalismo y representación...” Edward Gibson y Ernesto Calvo. Op cit.
14
Federico Martín Núñez Dopazo
esquema bipartidista, que se mantiene durante cincuenta años, ya que si bien la
elección de 1.999 no presenta un esquema muy diferente, la conformación de la
Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación, nos permite abrir un nuevo
debate en torno a la cuestión aquí presentada.
100
90
80
70
60
Mayoría
50
Minoría
40
30
20
10
0
1.916
1.922
1.928
1.946
1.951
1.973s
1.983
1.989
1.995
1.999
Claro está que en el gráfico anterior, he descartado algunas elecciones que
considero no representan plenamente la intención de voto de los ciudadanos ya
sea por el fraude institucionalizado durante la década infame o la proscripción
peronista.
Recordemos que dadas las características del sistema político, en nuestro
País las elecciones importantes son las presidenciales, mientras que las
gobernaciones y los cargos legislativos pasan a ser premios menores, tal como lo
describe G. O’Donnell22. Entonces, entra en el calculo el desafío de cómo ganar
el premio, con el voto directo y la doble vuelta, ya que hay que recordar que el
Fre.Pa.So. logró un caudal importante de votos en los centros urbanos de Capital
Federal y Buenos Aires, lo que le valió al partido ubicarse como segunda fuerza
política, mientras que la U.C.R, apelando a la tradición partidaria se apoyó en
una estructura nacional mas fácil de conducir en futuras elecciones.
Teniendo en cuenta las condiciones institucionales de la reforma de 1.994,
se hace evidente como el sistema reconfigurado tiende a la conformación de
22
G. O’Donnell. Op.Cit.
15
Federico Martín Núñez Dopazo
alianzas mayoritarias o partidos políticos mayoritarios para ganar las elecciones
presidenciales.
En este sentido, es el Partido Justicialista, quien mostró mantener un
caudal de votos lo suficientemente importante como para poder lograr superar
los límites impuestos para una segunda vuelta y alcanzar nuevamente la
presidencia.
Creo que estas dos cuestiones fueron las tenidas en cuenta para la
construcción de la Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación. La amenaza
de que con una oposición dividida el Partido Justicialista ganaría el premio
importante, era muy seria.
Sin embargo, cabe aclarar que la coalición no puede ser posterior a la
elección debido al peso electoral de Peronismo y los pisos impuestos por la ley
para la segunda vuelta. Por estos motivos, la U.C.R., optó por moderar sus
pretensiones hegemónicas y el Fre.Pa.So. limitó su potencial posicionamiento
como actor independiente en el espectro lineal de la política Argentina, para
inaugurar de esta forma un sistema multipartidista moderado con dinámica
bipartidista.
El Gráfico siguiente muestra la relación de votos que existe entre la U.C.R.
y el P.J. en las elecciones presidenciales desde 1.946, como así también la
tendencia de votos de los terceros partidos.
70,00%
60,00%
50,00%
P.J.
U.C.R.
TERCERO
40,00%
30,00%
20,00%
10,00%
0,00%
1946
1.951 1.973m 1.973s
1.983
1.989
1.995
El Cuadro siguiente muestra como a partir de la constitución de la Alianza
por el Trabajo, la Justicia y la Educación, el modelo pasa nuevamente a
concentrar los votos en un esquema bipolar.
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Federico Martín Núñez Dopazo
100,00%
80,00%
60,00%
40,00%
20,00%
0,00%
ALIANZA/P.J.
OTROS
De igual forma, hay que tener en cuenta que si desagregamos los datos
presentados en el gráfico precedente, la Alianza alcanzó el 47,92% de los votos,
mientras que el P.J. el 34,83%. Estos porcentajes nos permiten ver como Acción
por la República, 9,74% de los votos, se encuentra en una posición relativamente
fuerte ya que su caudal electoral permitiría que P.J. logre un porcentaje más
elevado o la alianza fortalezca su mayoría. Sin embargo, para el caso del P.J.
una alianza con A.R. no representa un beneficio mayor ya que debemos recordar
las condiciones necesarias para un ballotage.
UNAS ÚLTIMAS ACLARACIONES
Cabe mencionar que el resultado de las elecciones generales de 1.999 deja
una estructura de gobierno dividido, con la fragilidad y el riesgo a la parálisis
institucional que esta situación puede acarrear. Cabe recordar que “en los
últimos 20 años el partido de gobierno pocas veces disfrutó de mayoría
legislativa en la Cámara de Diputados y solo el Partido Justicialista la obtuvo en
el Senado” 23, situación que evidencia como el sistema político en lugar de
conformar un Congreso relativamente mayoritario y presidencialista, facilita el
bloqueo legislativo. Es importante llevar adelante esta consideración pues nos
permitirá ver las situaciones a las que deberá enfrentarse la Alianza en el
gobierno y analizar las posibilidades de consolidación de la misma en el largo
plazo.
Finalmente es importante avanzar sobre el trabajo de G. Sartori y de esta
forma ver cual es la intensidad ideológica de éstos partidos no peronistas a fin de
comprender cuales serán los incentivos para mantenerse en este modo y no
romper la Alianza en busca de un mejor posicionamiento electoral, ya que se
debe recordar que el Peronismo es una fuerza con un caudal electoral lo
suficientemente importante como para ganar futuras elecciones y por este
motivo convertirse en polo de fuerte atracción.
23
Calvo, Szwarcberg, Micozzi, Labanca. Op.cit.
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Federico Martín Núñez Dopazo
Incorporando estas variables es posible pensar cual será el grado final de
consolidación de el modelo bipartidista o si se consolidará, el sistema de partidos
argentino, como un multipartidismo moderado.
En resumen, diremos que los incentivos para la dinámica bipartidista, se
encuentran entre las siguientes características del sistema político Argentino:
1- El Ballotage que obliga a colaciones pre-electorales.
2- El modo peronista que ejerce una atracción tal que solo es posible
neutralizarlo con coaliciones opositoras.
3- El voto directo que concentra las decisiones políticas en los distritos
electorales grandes.
4- El fín del clivaje peronismo - antiperonismo por la divisoria gobierno oposición.
5- La institucionalización de un sistema político competitivo, basado en la
legalidad democrática y los partidos políticos.
6- El premio mayor sigue siendo la Presidencia de la Nación.
A MODO DE CONCLUSIÓN
De esta forma, quedan claros los incentivos institucionales que favorecen
la consolidación de un modelo bipartidista. Sin embargo, la irrupción del
Fre.Pa.So. en la arena política nacional es lo que evidencia una transformación
real dentro del sistema de partidos.
Y es aquí donde operan los incentivos institucionales formando un “dique
de contención” frente a posibles transformaciones del sistema.
Entonces, bajo la estructura diseñada por la reforma constitucional de
1.994, sumada a factores contextuales como la necesidad de “adaptación
nacional” de los partidos políticos, conjuntamente con el alto piso electoral del
peronismo, obligan a que los actores racionales dentro del sistema de partidos
busquen actuar coaligados ya sea dentro del modo peronista (lo que casi asegura
la victoria ) o dentro del modo no peronista (lo que permite mejorar la
performance del modo).
Cabe aclarar que no se repite el clivaje peronismo – antiperonismo tal
como se lo conoce entre los ’40 y los ’70 lo que hace que se acaben las
oposiciones excluyentes y se haga más viable la democracia.
El ítem a destacar es el bajo caudal electoral de los otros partidos (que no
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Federico Martín Núñez Dopazo
son P.J. o U.C.R.) lo que obliga a los partidos más pequeños a coaligarse con los
tradicionales a fin de lograr la victoria en la contienda electoral.
Es así como se configura el sistema basado en un “multipartidismo
moderado con dinámica bipartidista”, ya que si bien surgen actores con
capacidades electorales, la coalición con los partidos mayoritarios y tradicionales
sigue siendo necesaria.
Lo expuesto demuestra la seria dificultad que se presenta en Argentina
para la consolidación de partidos políticos, que fuera de los dos tradicionales,
tengan verdaderas chances de alzarse con el poder político en elecciones
nacionales para cubrir los cargos en el poder ejecutivo.
Finalmente cabe destacar que la aparición del Fre.Pa.So. muestra un
intento muy serio de cristalización de un sistema multipartidista moderado, como
resultado del apoyo de los ciudadanos. Sin embargo, la dinámica posterior es
claramente bipartidista, como resultado del accionar de los condicionamientos
institucionales y contextuales.
En el largo plazo creo que éstas son las dos cuestiones a tener en cuenta,
ya que los ciudadanos pueden insistir en transformar las características del
sistema por medio de la participación política y desbordar los mecanismos
disciplinadores del sistema o que la respuesta por parte éstos mecanismos se
impongan y entonces se consolide la inviabilidad de un “tercer” partido
victorioso en elecciones presidenciales.
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