DATOS E HISTORIA – LA REGIÓN DEL DELTA DEL PARANÁ El Delta del Paraná se ubica en la parte final de la Cuenca del Plata, y se extiende a lo largo de 300km. 2 Abarca una superficie de 17.500km en las provincias de Buenos Aires (16,3% del área), Santa Fe (1,5%) y Entre Ríos (82,2%). Se extiende desde la localidad de Diamante, en Entre Ríos, donde se encuentra el Parque Nacional PreDelta hasta el Río de la Plata, con un límite que varía permanentemente producto del aporte aluvional del Paraná. Comúnmente y en función de su historia y las inundaciones que lo afectan, se lo divide en Delta superior, medio e inferior. Existen otros deltas en el mundo comparables al del Paraná. Sin embargo, sus características geológicas lo hacen único, constituyendo un particular desafío a la hora de pretender establecer normas para su desarrollo sustentable, desafío acentuado por la compleja interrelación de fenómenos naturales que lo afectan. La región del Delta del Paraná representa un macrosistema de humedales caracterizado por inundaciones periódicas de los ríos Paraná y Uruguay, con un gran valor ambiental, económico y social. Provee un conjunto de beneficios (bienes y servicios ecosistémicos) que garantizan la calidad de vida tanto de los pobladores locales como de quienes habitan su área de influencia. Entre los bienes y servicios ecosistémicos que brindan los humedales al bienestar social caben mencionar la amortiguación de inundaciones y sequías, la provisión de gran cantidad de recursos (pesqueros, forrajeros, madereros, medicinales, para la construcción, etc.), la mitigación de los efectos climáticos extremos, la depuración y almacenamiento de agua dulce y la provisión de hábitats para muchas especies de la fauna silvestre, muchas de importancia económica. POBLACIÓN El Delta del Paraná se localiza en las cercanías del continuo urbano-industrial más grande de Argentina, la metrópolis Buenos Aires. Considerando los datos poblacionales de los 19 partidos que conforman el Delta más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se contabilizan aproximadamente siete millones de habitantes que habitan el área de influencia más directa. La información publicada por el INDEC y sus contrapartes provinciales es escasa y no discrimina entre el sector de islas y el continental. Los datos disponibles indican que la zona de islas posee alrededor de 25.000 residentes permanentes. Si se consideran además los datos de población del área de influencia, este número asciende a unos 2.5 millones de habitantes. Y si se incluyen los partidos del Gran Buenos Aires que tienen costa y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, son alrededor de siete millones de habitantes. PROBLEMÁTICA Los modos de producción moderna, concebidos originalmente para sistemas terrestres, han considerado a estos humedales como tierras improductivas y focos de generación de enfermedades. Esta perspectiva ha fundamentado su drenado, relleno y también la derivación de cursos de agua para permitir ganar tierras para uso agropecuario, forestal o urbano y también para usos exclusivamente acuáticos, como las represas y la acuicultura, amenazando el equilibrio ecosistémico de la región y afectando la calidad de vida y el bienestar no sólo de las poblaciones locales, sino también de las comunidades que viven en su área de influencia. Los cambios en el uso de la tierra, sin un plan de manejo hídrico, el avance de las actividades productivas no sustentables como la agricultura a gran escala, que viene de la mano de grandes 1 endicamientos , obras de infraestructura y uso de agroquímicos, no sólo afectan directamente a los humedales contaminando las aguas, sino que también perjudican a quienes realizan actividades productivas tradicionales, como la apicultura y la ganadería. 1 Los endicamientos hacen referencia a un área de humedal que, por medio de diques o pólders, se protegen del ingreso de agua, quedando áreas “terrestrializadas” que suelen utilizarse para forestaciones, ganadería o agricultura. R. Quintana Jornada “Integración y desarrollo sustentable del Delta del Paraná” 15 de Junio de 2013 - Honorable Concejo Deliberante de Tigre URBANIZACIONES Hasta noviembre del 2012 la Fundación Humedales / Wetlands International Argentina ha identificado 229 urbanizaciones cerradas, construidas y proyectadas, con extensiones que van desde 60 a 2.000 hectáreas. El 90% de las mismas se ubica en las planicies aluviales de los ríos tributarios al Delta en el área continental, principalmente en la planicie de inundación del arroyo Pinazo en Escobar, del Río Luján, del Reconquista-Canal Aliviador y del Arroyo de la Cruz. El resto están repartidas entre las costas del río Paraná en Zárate y Campana, y en la costa de Quilmes y Berazategui. El 10% se ubica en la zona de islas del Delta, particularmente en las inmediaciones del frente de avance, en el Partido de Tigre y en el de San Fernando de la provincia de Buenos Aires, y en Villa Paranacito, Entre Ríos. También hay otras localizadas en Victoria, Entre Ríos. TERRAPLENES Y ÁREAS ENDICADAS Hasta mediados del año 2010 la Fundación Humedales / Wetlands International Argentina relevó en la región del Delta del Paraná 202 áreas endicadas, correspondientes a un total de 203.019,87 hectáreas, lo cual representa el 11,60% de la superficie total de la región. Las mayores superficies endicadas corresponden a forestaciones y a emprendimientos agroganaderos, siendo mucho menor la superficie destinada a urbanizaciones. Además, durante el mismo estudio se relevaron un total de 875 km de terraplenes que corresponden tanto a rutas nacionales o provinciales y a caminos internos. En la actualidad, sin ningún ordenamiento y con el fin de llevar a cabo en el Delta actividades productivas propias de tierra firme, luego del 2010 los endicamientos continuaron y habría indicios que las áreas endicadas superan más de 200.000 ha., a las que hay que sumar los caminos que también se han trazado, sin tener en cuenta la dinámica natural de los cauces. Dado que estas obras se hacen en general sin planificación y permisos correspondientes, generan un impacto acumulativo sobre el régimen hidrológico natural de los humedales del Delta que hace razonable considerar que, ante una inundación importante, ocurran problemas proporcionalmente crecientes. A esto se suma, como se mencionó, que en estos endicamientos son en su mayoría para producir con tecnología de tierra firme, lo que es antagónico con la producción sustentable del isleño. En función de defender principalmente al isleño residente, quien ha aprendido a convivir y proteger estos humedales, pero también a la gran cantidad de personas que se benefician de los servicios del Delta del Paraná, es necesario adoptar medidas concretas y efectivas ante la estas nuevas inversiones hechas para obtener beneficios económicos de particulares, sin considerar los costos de los daños que producen a la naturaleza y a la sociedad. Incluso se deberían adoptar políticas que permitan la restitución y restauración del funcionamiento del entramado de ríos, arroyos, bañados y lagunas que conforman los humedales del Delta del Paraná. ACTIVIDADES PRODUCTIVAS La apicultura es una de las actividades más tradicionales en la región. La zona de islas es considerada una de las más productivas de la Argentina con promedios que pueden llegar a 50-80 kg/colmena/año, comparadas con los de tierra firme, que rondan los 20-30 kg/colmena/año. Argentina se encuentra entre los cinco principales productores mundiales de miel. La ganadería es una de las actividades que más contribuye al valor productivo que tiene el Delta del Paraná, en un 85%. En el año 2011 se contaron casi 900.000 bovinos vacunados en el Delta entrerriano. El turismo es otra de las actividades típicas de la región, que puede ser un elemento importante en el desarrollo sostenible de los humedales, ya que pueden brindar a la población local oportunidades de empleo e ingresos a largo plazo. De todos modos, es importante resaltar que una mala gestión del turismo puede resultar contraproducente, generando daños sobre los recursos naturales en los cuales se basa. Además, las comunidades que no se encuentran directamente involucradas en el negocio del turismo local pueden resultar ignoradas y desligadas. Jornada “Integración y desarrollo sustentable del Delta del Paraná” 15 de Junio de 2013 - Honorable Concejo Deliberante de Tigre PROCESOS DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL EN CURSO El 25 de septiembre de 2008 se firmó una Carta de Intención entre la Secretaría de Ambiente de la Nación y las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, con el objetivo de comprometer esfuerzos y llevar adelante un proceso que permita elaborar un Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible (PIECAS) en el Delta del Paraná, y que funcione como un espacio de consenso que facilite el ordenamiento territorial de la región. El antecedente local más reciente en los intentos de ordenar este complejo territorio es la sanción del Plan de Manejo del Delta de Tigre, una iniciativa del Municipio de Tigre, que tuvo lugar en abril de 2013 y que ahora se encuentra en la etapa de reglamentación. HISTORIA Hace 5.000 años, el Delta del Paraná era mar. Ese es el tiempo que le ha llevado al Paraná (gran padre de las agua o hermano del mar, en las dos acepciones que se reconocen del término Guaranítico) construir la superficie que actualmente ocupa, desplazando el agua de mar y constituyendo un estuario de agua dulce, el Río de la Plata que con razón confundió a Solís, quien lo llamara Mar Dulce. El Delta superior fue el primero en formarse y el Delta inferior es el más dinámico pues está en continuo crecimiento. En esta fenomenal transformación se constituyeron los humedales que se extienden frente a la principal zona industrial y una de las más pobladas de nuestro país Los aborígenes los fueron ocupando naturalmente, ya que encontraban alimento, agua y recursos abundantes, e incluso comenzaron a utilizar defensas ante las inundaciones denominadas cerros indios o Cacharpayos. Es importante atender a esto porque, en un proceso de comprensión de la naturaleza, estos cerros se construían con forma de gota de agua, teniendo la parte más fina orientación hacia donde venía la crecida, y para asegurar que no se desintegrara la tierra, se cubría con conchilla y otros elementos. Es una etapa de recolección en cuanto a actividad económica, que comienza a transformarse a principios del siglo XIX con la explotación de las carboneras. La aniquilación de la población aborigen realizada durante el dominio español, transformó a las islas en región de oscuras historias ligadas a maleantes de diversa calaña, piratas y refugio de aventureros perseguidos. El fin del siglo XIX significó la llegada de inmigrantes europeos perseguidos por las dificultades y la hambruna, quienes se encuentran con el Delta y comienzan a poblarlo con otra visión, transformándolo en una región cosmopolita, difícil de encontrar en otro lugar con ciudadanos de nacionalidades diversas. En los primeros 40 años del siglo XX se da un enorme crecimiento de la población, de la actividad económica e institucional, en uno de los primeros grandes intentos por manejar la naturaleza. En 1905, la inundación más importante registrada hasta entonces arrasó los terraplenes de los ferrocarriles que construían las empresas inglesas. Así aprendieron que había que dejar pasar el agua e hicieron la luz de los puentes tres veces más grande que el cauce del arroyo o río. En 1983, una gigantesca inundación demostró qué poco habían aprendido los responsables de las grandes obras: con la soberbia característica de la dictadura (los criollos advertían y los ingenieros se reían), no se tuvo en cuenta la experiencia de 1905 y el Paraná arrasó con la ruta asfaltada y con sus puentes, excavando hasta 19 metros para sacarlos de cuajo. Jornada “Integración y desarrollo sustentable del Delta del Paraná” 15 de Junio de 2013 - Honorable Concejo Deliberante de Tigre