Edetària: nuevo proyecto en Gandesa, expresión de una particular manera de hacer y entender el vino El primer producto, un blanco con carácter tipo gran cru, pensado para paladares atrevidos que buscan nuevas sensaciones E laborado con uvas de garnacha blanca y macabeo procedentes de viñedos viejos en tierra de panal (duna fósil del cuaternario) y de bajo rendimiento, con fermentación y posterior crianza de ocho meses en barricas de 300 l de roble francés, nace el primer vino de Edetària. Se trata de un vino blanco inicialmente afrutado que evoluciona hacia aromas más intensos y persistentes, con interesantes matices balsámicos. Cremoso, sedoso, fresco y ágil a la vez, está dotado de una estructura compleja y persistente además de contar con un excelente equilibrio alcoholacidez que lo convierte en un vino muy elegante y especial. Edetària es un nuevo vino y una nueva bodega, a pesar que el producto que elabora y los viñedos de donde proviene no son fruto de la casualidad. Edetària nace de la combinación de las varietales tradicionales de la comarca procedentes de viñedos de hasta 60 años, y de una visión anticipada que se remonta 20 años atrás, cuando en las tierras de la marca, situadas en la conocida Plana de Gandesa (Terra Alta), se plantaron cabernet y merlot, los primeros de la denominación de origen y uno de los primeros de Cataluña. El inspirador, a la vez que impulsor, de Edetària es Joan Ángel Lliberia Esteve. Hijo de Gandesa, ingeniero agrónomo y master de la 1ª promoción de OIV (Office International de la Vigne et du vin a Paris – popularmente conocido como la ONU de los vinos-), cuenta con una dilatada experiencia en el sector forjada en empresas catalanas y también francesas. Edetària es un proyecto que conjuga conocimientos técnicos, tradición familiar (su abuelo es enólogo y su padre viticultor), intuición, sentido común y respeto por la naturaleza, en el que sobresale una intensa pasión por la tierra. El primer vino resultante es Edetària blanco 2003, un vino con carácter propio –el de Lliberia y su equipofruto de un conocimiento profundo de los terroires donde se cultivan las garnachas blancas y los macabeos de más de 50 años, viñedos trabajados con mucho rigor y de poca producción con el fin de obtener unas uvas especiales y con carácter propio. En la bodega, y para preservar todo lo que los viñedos nos ha proporcionado, encontramos la tecnología más moderna del mercado. La estrecha colaboración con cinco de los mejores toneleros franceses, permite utilizar las barricas que mejor potencian la expresión de estos vinos, para finalmente ensamblar los diferentes matices y dar como resultado un vino con personalidad propia. El nombre En el año 1185 encontramos la primera referencia histórica a la vocación vinícola de la Terra Alta, cuando el conde Ramón Berenguer I V, después de la reconquista, mandó repoblar de viñedos la zona. En la comarca existen vestigios de tribus ibéricas que la habitaban mucho antes, y seguramente, el viñedo fue introducido durante el periodo de la romanización. Durante esta época, la vía que cruzaba dichas tierras uniendo Caesaraugusta (Zaragoza) y Dertosa (Tortosa) se conocía como “Vía Edetana”, esencia del nombre que adopta ahora como propio la nueva bodega, con el fin de homenajear la cultura mediterránea de la que Edetària forma parte y donde el vino es y ha sido, uno de sus principales elementos. Los viñedos Edetària sólo elabora vino de sus cepas. El motivo es simple: controlar todo el proceso desde que éste se inicia, porque el viñedo es la parte más importante de todo el proyecto. Edetària tiene actualmente 38 ha de las que 24 son viñedos; una gran parte son viñas viejas, con más de cincuenta años, y el resto, de edad intermedia, entre 20 y 25 años. Cuentan con uno de los viñedos mejor cultivados de la zona, marcándose como objetivo conseguir producciones bajas, siempre por debajo de 4.500 kg/ha. Después de un riguroso proceso de sucesivas selecciones de parcelas, cepas y uvas, Edetària finalmente elabora sólo una pequeña parte de la ya pequeña producción de los viñedos. Así consiguen obtener la máxima calidad. Por este motivo, salen al mercado únicamente con lo más exclusivo de la producción. En la cosecha 2003, para ejemplificar, se produjeron 110.000 kg de uva (supone una producción media por debajo de 1,8 kg/cepas). De esta cantidad, Edetària sólo ha elaborado un 40 % del mejor vino, lo que supone 35.000 botellas (5.000 de vino blanco y 30.000 de vino tinto). La bodega Integrada en un paraje idílico, rodeada de viñedos y enmarcada por la Plana de Gandesa y la sierra Dels Ports (Puerto de montaña de Tortosa-Beceite), la bodega de Edetària se levanta como un singular edificio de líneas simples y modernas. Pensada para que las uvas lleguen con rapidez para preservar al máximo la calidad, incorpora las técnicas más modernas manteniendo las tradiciones más arraigadas: la vendimia se realiza manualmente, única fórmula válida para Edetària para seleccionar la mejor uva de cada cepa. Se deposita en cajas de pequeñas dimensiones para recorrer la corta distancia hasta la bodega manteniendo así todo el frescor de la fruta. La obtención del mosto se realiza de forma lenta y suave, gracias a unas instalaciones y equipamientos que permiten quitar la baya del raspón con lentitud para evitar magulladuras y así evitar astringencias. Las cubas, de pequeñas dimensiones (de 1000, 3000, 6000 y 9000 l), están pensadas y equipadas para vinificar las diferentes parcelas por separado y así, seguir la evolución de cada intervención desde el viñedo hasta la copa. Con un prensado suave, una sala de crianza debidamente climatizada y con un control de humedad para no alterar el proceso, Edetària asegura un producto final singular, resultado de una manera de hacer y entender el vino, apto para paladares atrevidos que van a la búsqueda de nuevas sensaciones.