Se declara IMPROCEDENTE la Medida Cautelar interpuesta que

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Se declara IMPROCEDENTE la Medida Cautelar interpuesta que solicitaba la
suspensión de los efectos de la Resolución que requería que la parte demandada
desocupara, el inmueble materia del Proceso de Desalojo, sobre Acción de Amparo.
EXPEDIENTE N°: 434 – 2003
LIMA.
S.S.
CABALA ROSSAND
VASQUEZ CORTEZ
WALDE JAUREGUI
LOZA ZEA
EGUSQUIZA ROCA
Lima, veinte de mayo del dos mil tres.VISTOS,
por
sus
fundamentos:
y
CONSIDERANDO además: PRIMERO: Que, la Medida Cautelar es un instrumento
del proceso, la cual importa un prejuzgamiento, siendo su finalidad concreta la de
asegurar el cumplimiento del fallo definitivo, adquiriendo la calidad de provisoria y
variable; SEGUNDO: Que, de conformidad con lo establecido por el artículo treinta y
uno de la Ley número veintitrés mil quinientos seis para la concesión de la Medida
Cautelar debe de acreditarse la inminente amenaza de agravio o violación de un
derecho constitucional, además según el artículo seiscientos once del Código
Procesal Civil, para la concesión de la Medida Cautelar se requiere la concurrencia
de tres requisitos: verosimilitud en el derecho invocado, peligro en la demora del
proceso y la contracautela; TERCERO: Que, a través de la presente Medida
Cautelar se solicita la suspensión de los efectos de la resolución número veintitrés
de fecha tres de junio del dos mil dos la cual requiere que la parte demandada
desocupe el inmueble materia del proceso de desalojo, en el plazo de seis días, bajo
apercibimiento de producirse el lanzamiento, fundamentando su petición en que
durante la tramitación del proceso de desalojo no se le notificó como parte para que
intervenga y por lo tanto se ha violado su derecho al debido proceso, por lo que
interpuso la Acción de amparo que originó la presente solicitud; CUARTO: Que sin
embargo, debe tenerse en cuenta que la verosimilitud en el derecho invocado
sugiere que el Juez considere que la pretensión tiene un sustento jurídico que la
hace discutible, es decir que considere que existe verdad en lo afirmado e invocado
por el solicitante discutido en el proceso principal; QUINTO: Que en el presente caso
fluye claramente de autos que la solicitante de la Medida Cautelar no ha cumplido
con acreditar la apariencia o verosimilitud del derecho invocado, pues en ningún
momento ha cumplido con presentar documento alguno que acredite su derecho
sobre el bien que fue materia de proceso de desalojo, ni cual fue el acto que lesiona
el derecho constitucional invocado; tanto más si en el proceso de desalojo se
emplazo debidamente a la conductora del bien, doña Carolina Apuela León viuda de
Soto, quien resulta ser la madre de la recurrente; SEXTO: Que, finalmente debe
precisarse que la procedencia de una Medida Cautelar, importa la concurrencia de
todos y cada uno de los requisitos precisados en el segundo considerando de la
presente resolución, lo cual no se advierte en autos; por tales razones:
CONFIRMARON la resolución apelada obrante a fojas noventa y nueve, su fecha
dieciséis de setiembre del dos mil dos, que declara IMPROCEDENTE la Medida
Cautelar interpuesta a fojas veinticuatro por doña Patricia Evi Soto Apuela; en los
seguidos contra la Juez del Vigésimo Séptimo Juzgado Especializado en lo Civil de
Lima Natividad Julia Lucas Solis; sobre Acción de Amparo – Cuaderno de Medida
Cautelar -; y los devolvieron.-
Se declara IMPROCEDENTE la solicitud de Medida Cautelar que solicita la
suspensión provisional del lanzamiento de las Construcciones ordenada en el
Proceso de Ejecución de Garantías, sobre Acción de Amparo.
EXPEDIENTE Nº 377-2003
AREQUIPA
S.S
CABALA ROSSAND
VASQUEZ CORTEZ
WALDE JAUREGUI
LOZA ZEA
EGUSQUIZA ROCA
Lima, tres de abril del dos mil tres.-
VISTOS; por sus fundamentos; y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que, en la Acción de Amparo seguida contra la Juez del Segundo
Juzgado Especializado en lo Civil de Arequipa, Doctora Melva Contreras, el
demandante Fernando Huanta Rodríguez, interpone recurso de apelación contra el
auto de fojas cincuentiséis, su fecha doce de diciembre del dos mil dos, que declara
Improcedente su solicitud cautelar de suspensión provisional de lanzamiento de las
construcciones ordenada en el Proceso de Ejecución de Garantías signado con el
Número nueve mil cincuenta y seis-dos mil; SEGUNDO: Que, el artículo seiscientos
ocho del Código Procesal Civil establece que las medidas cautelares tienen por
objeto asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva; siendo amparables las
mismas cuando el Juez de lo expuesto y prueba anexa considere verosímil el
derecho invocado y necesaria la decisión preventiva por constituir peligro la demora
del proceso o por cualquier otra razón justificable; tal como lo prevé el artículo
seiscientos once de la norma adjetiva antes señalada; TERCERO: Que, el artículo
treinta y uno de la Ley número veintitrés mil quinientos seis en su texto definitivo,
debidamente modificado por la Ley número veinticinco mil cuatrocientos treintrés, en
armonía con las normas procesales invocadas en el considerando anterior,
preceptúa la suspensión del acto materia del reclamo a solicitud de parte, en
cualquier etapa del proceso y siempre que sea evidente la inminente amenaza de
agravio o de violación de un derecho constitucional; tal suspensión participa de la
naturaleza jurídica de las medidas cautelares, puesto que su finalidad responde a
preservar la eficacia de la resolución que pone fin a la acción de amparo, impidiendo
que ésta ya sea inútil cuando el daño irrogado se convirtió en irreparable; CUARTO:
Que, para la procedencia de la medida cautelar es necesario que exista un
inminente perjuicio irreparable como consecuencia de una situación de hecho o de la
violación flagrante de un derecho del solicitante, debiendo concurrir los requisitos del
“fumus boni juris” o verosimilitud del derecho invocado y el “periculum in mora” o
peligro en la demora, los cuales constituyen presupuestos para la concesión de toda
medida cautelar; QUINTO: Que, la verosimilitud del derecho se presenta cuando el
derecho invocado tiene apariencia de verdad, y el peligro en la demora se presenta
cuando el transcurso del tiempo puede incidir negativamente en la efectividad del
cumplimiento de la sentencia, da su razón de ser a la medida cautelar; SEXTO: Que,
en el caso de autos, no se cumplen con los presupuestos para la concesión de la
medida cautelar solicitada, toda vez que las alegaciones con las que fundamenta el
recurrente su pretensión no han sido corroboradas con elemento o prueba alguna,
no advirtiéndose de los recaudos que forman el cuaderno de mérito y del propio
tenor de los escritos presentados por el actor la concurrencia de la verosimilitud del
derecho invocado; y menos aún el peligro en la demora, dada su implicancia con el
requisito de apariencia del derecho peticionado que, en el caso de autos, como ya
se ha determinado no existe; por el contrario se evidencia que la pretensión cautelar
tiene por único objeto suspender el proceso de Ejecución de Garantías, el cual se
haya en ejecución de sentencia, lo cual no es permisible según lo establece el
segundo párrafo del artículo décimo de la Ley Complementaria número veinticinco
mil trescientos noventa y ocho; SÉPTIMO: Que, de otro lado advirtiéndose que en la
parte resolutiva de la apelada se tiene como demandado al Juez del Décimo
Juzgado Especializado en lo Civil de Arequipa, cuando la presente acción se ha
interpuesto contra la Juez del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de
Arequipa, debe rectificarse este extremo para consignarse correctamente al
emplazado, dado que la subsanación de dicho error no incidiría en el sentido de lo
decidido;
por tales fundamentos:
CONFIRMARON la
resolución
de fojas
cincuentiséis, su fecha doce de diciembre del dos mil dos, que declara improcedente
la solicitud de medida cautelar formulado a fojas treinta y uno por don Fernando
Huanta Rodríguez; en los seguidos contra la Juez del Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil de Arequipa, Doctora Melva Contreras, sobre Acción de
Amparo-Cuaderno Cautelar.
Se declara IMPROCEDENTE la Medida Cautelar que solicitaban se deje sin efecto
la Ejecución Forzada iniciada respecto del inmueble del demandado y que se deje
sin efecto la Medida Cautelar de Embargo en forma de Inscripción ordenada sobre
dicho inmueble.
EXPEDIENTE N° 260-2003
CAJAMARCA
S.S.
CABALA ROSSAND
VASQUEZ CORTEZ
WALDE JAUREGUI
LOZA ZEA
EGUSQUIZA ROCA
Lima, tres de abril del dos mil tres.VISTOS:
CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, el artículo treinta y uno de la Ley veintitrés mil
quinientos seis, modificado por el Decreto Ley veinticinco mil cuatrocientos treintitrés
señala que la solicitud de parte, en cualquier etapa del proceso y siempre que sea
evidente la inminente amenaza de agravio o violación de un derecho constitucional,
por cuenta, costo y riesgo del solicitante, el Juez podrá disponer la suspensión del
acto que dio origen al reclamo; SEGUNDO: Que, como se aprecia del contenido de
la norma legal citada, para la concesión de la solicitud cautelar se requiere la
concurrencia de los requisitos referidos a la verosimilitud del derecho invocado o
evidencia de violación del derecho constitucional, y el peligro en la demora relativo a
la inminente amenaza de violación de tal derecho constitucional; TERCERO: Que,
en el caso sub-materia, el recurrente José Isabel Zamora Garay solicita en vía de
Medida Cautelar se deje sin efecto la ejecución forzada iniciada respecto del
inmueble de su propiedad, y que asimismo, se deje sin efecto la medida cautelar de
embargo en forma de inscripción ordenada sobre dicho inmueble, alegando que al
haber caducado la medida cautelar por el transcurso del plazo fijado por la ley, no
procede trabar una nueva medida cautelar sobre el referido bien porque el derecho
se ha extinguido; CUARTO: Que, conforme al artículo seiscientos doce del Código
procesal Civil toda medida cautelar importa un prejuzgamiento, correspondiendo por
tanto efectuar un análisis respecto de la concurrencia del requisito de la verosimilitud
del derecho invocado; QUINTO: Que, en el presente caso, el recurrente no ha
satisfecho tal requisito, toda vez, que su argumento referido a que la caducidad de
una medida cautelar extingue el derecho del ejecutante no causa convicción
respecto de la apariencia del derecho invocado, debiendo ventilarse dicho problema
interpretativo cuando se resuelva la causa pero, por el momento, los argumentos
que invoca resultan insuficientes para la concesión de la medida cautelar solicitada;
SEXTO: Que, asimismo, tampoco procede la concesión de la medida cautelar
peticionada, puesto que lo que pretende el recurrente al solicitar la suspensión de la
ejecución forzada es que se ejecute lo que es materia del fondo mismo de la acción
de amparo; encontrándose ello prohibido por lo dispuesto en el artículo treinta y uno
parte in fine de la Ley veintitrés cuatrocientos treintitrés que establece que la medida
de suspensión decretada no implica la ejecución de lo que es materia del fondo
mismo de la acción de amparo; SEPTIMO: Que, en consecuencia, la medida
cautelar solicitada debe ser desestimada, por lo que corresponde confirmar la
resolución apelada que se pronuncia en este mismo sentido, debiéndose entender
como improcedente la medida cautelar, toda vez, que lo que pretende el recurrente
es la ejecución de lo que es materia del fondo mismo de la acción de amparo; por lo
que CONFIRMARON la resolución apelada de fojas ciento dieciocho, su fecha once
de diciembre del dos mil dos, que declara Infundada la Medida Cautelar interpuesta
por
don
José
Isabel
Zamora
Garay
otra,
debiéndose
entender
como
IMPROCEDENTE la Medida Cautelar solicitada; en los seguidos con la Juez del
Segundo Juzgado de Paz Letrado de Cajamarca y otro sobre Acción de Amparo –
Cuaderno de Medida Cautelar; y los devolvieron.-
Se declara IMPROCEDENTE la Medida Cautelar dado que la Acción de Amparo ha
sido declarada “in limine” y en virtud del Principio de Accesoriedad la Medida
Cautelar solicitada carece de objeto ya que no puede subsistir autónomamente sin
que la pretensión principal exista.
EXPEDIENTE N° 3659-2002
LIMA
S.S.
CABALA ROSSAND
VASQUEZ CORTEZ
WALDE JAUREGUI
Lima, veintitrés de enero del dos mil tres.VISTOS, por los propios fundamentos de la
resolución recurrida; y CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, la Medida Cautelar es un
instrumento del proceso, la cual importa u prejuzgamiento, siendo su finalidad
concreta la de asegurar el cumplimiento del fallo definitivo, adquiriendo la calidad de
provisoria y variable; SEGUNDO: Que, se advierte de autos a fojas cuatro, que la
acción de amparo del cual deviene la presente Medida Cautelar, ha sido declarado
“in limine” improcedente; TERCERO: Que, siendo ello así, y en virtud del “Principio
de Accesoriedad” y el carácter instrumental de las medidas cautelares, si la
pretensión fue desestimada, el pronunciamiento de lo accesorio para conceder la
Medida
Cautelar
solicitada,
carece
de
objeto
pues
no
puede
subsistir
autónomamente sin que la pretensión principal exista, de conformidad con el artículo
seiscientos doce del Código Procesal Civil, aplicado supletoriamente en virtud del
numeral treintitrés de la Ley número veinticinco mil trescientos noventa y ocho que
complementa la Ley de Hábeas Corpus y Amparo, Ley número veintitrés mil
quinientos seis, por tales consideraciones: CONFIRMARON la resolución apelada
de fojas cuatro, su fecha veintitrés de octubre del dos mil dos, que declara NO HA
LUGAR la solicitud de Medida Cautelar interpuesta a fojas uno por doña Hermelinda
Julia Castillo Fernández; en los seguidos contra el Juez del Cuadragésimo Cuarto
Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima doctor
Néstor Fernando Paredes Flores; sobre Acción de Amparo – Cuaderno de Medida
Cautelar; y los devolvieron.-
Rechaza liminariamente el pedido de Medida Cautelar sobre acción de Amparo
puesto que la actora curso una anterior solicitud con la misma pretensión y con ésta
segunda petición cautelar sólo reitera una ya resuelta.
EXPEDIENTE N° 3574 – 02
LAMBAYEQUE
S.S.
VASQUEZ CORTEZ
WALDE JAUREGUI
LOZA ZEA
EGUSQUIZA ROCA
ZUBIATE REINA
Lima, nueve de enero del dos mil tres.-
VISTOS y CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, es
materia de grado el auto apelado de fojas catorce, su fecha dieciocho de octubre del
año en curso, que rechaza liminarmente la solicitud de medida cautelar; SEGUNDO:
que, amparada en el inciso cuarto del artículo cincuenta y uno del Código Procesal
Civil, que dispone que los Jueces están facultados para rechazar liminarmente el
pedido que reitere otro propuesto por cualquier litigante y por la misma razón, o
cuando a pesar de fundarse en razón distinta, este pudo ser alegado al promoverse
el anterior, la Segunda Sala Civil que, de Lambayeque ha rechazado liminarmente la
pretensión cautelar postulada; TERCERO: que, de lo actuado se advierte que dicha
norma procesal –que resulta de aplicación supletoria conforme lo dispone el artículo
treintitrés de la Ley veinticinco mil trescientos noventa y ocho- ha sido correctamente
aplicada para rechazar la nueva pretensión cautelar formulada por la actora, pues
una anterior solicitud con la misma pretensión ya había sido materia de análisis por
parte del A-quo, conforme se puede apreciar de la copia certificada de la resolución
del veintidós de agosto del presente años, que en autos aparece a fojas dieciséis;
CUARTO: que, a la nueva solicitud de medida cautelar no se ha agregado elemento
alguno que contribuya a evidenciar la verosimilitud del derecho invocado, lo que
demuestra que con ésta segunda petición cautelar simplemente se ha reiterado una
ya resuelta; fundamentos por los cuales: CONFIRMARON el auto apelado de fojas
catorce, su fecha dieciocho de octubre del año en curso, que RECHAZA
liminarmente el pedido de medida cautelar; en los seguidos por doña Melchora
Gutiérrez Millan contra el Banco Financiero y otro sobre Acción de Amparo –
cuaderno de medida cautelar; y los devolvieron.-
Se declara IMPROCEDENTE la Medida Cautelar sobre Acción de Amparo que
solicitan la suspensión de los efectos de la Resolución que dispone el lanzamiento
de la recurrente del inmueble de su propiedad puesto que contaban con una
sentencia que declare fundada la anulación o cancelación de inscripción en los
Registros Públicos.
EXPEDIENTE N° 3174-2002
LAMBAYEQUE
S.S.
VASQUEZ CORTEZ
WALDE JAUREGUI
ZUBIATE REINA
EGUSQUIZA ROCA
GONZALES MUÑOZ
Lima, tres de diciembre del dos mil dos.-
VISTOS;
por
sus
fundamentos;
y
CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, la medida cautelar es un instrumento del
proceso, el cual importa un prejuzgamiento, siendo su finalidad concreta la de
asegurar el cumplimiento del fallo definitivo, adquiriendo la calidad e provisoria y
variable; SEGUNDO: Que, el artículo treinta y uno de la Ley veintitrés mil quinientos
seis, señala que en cualquier etapa del proceso y siempre que sea evidente la
inminente amenaza de agravio o violación de un derecho constitucional, por cuenta,
costo y riesgo del solicitante, el Juez podrá disponer la suspensión del acto que
origine el reclamo; TERCERO: Que de la revisión de autos se advierte que la
medida cautelar propuesta por la recurrente pretende la suspensión de los efectos
de la Resolución número ciento veintitrés, de fecha veinticuatro de julio del dos mil
dos, mediante la cual se dispone el lanzamiento de la recurrente y su familia del
inmueble de su propiedad, sito en la Calle Tarapacá número doscientos treinta y
siete – Interior “J” de la Urbanización Campodónico de la ciudad de Chiclayo;
CUARTO: Que, la resolución materia de alzada funda su decisión en la sentencia
emitida en el proceso número cuatrocientos setenta – noventa y cuatro, cuya copia
corre de fojas ocho a quince, que declara fundada la anulación o cancelación de
inscripción en los Registros Públicos de la Escritura Pública y su Escritura
Rectificatoria de fechas catorce de febrero de mil novecientos setenta y siete y
veinte de mayo del mismo año respectivamente, con lo que queda desvirtuado el
derecho de propiedad que invoca la recurrente sobre el inmueble materia de litis,
aún cuando en el fallo no se haya declarado en forma expresa la nulidad de las
escrituras públicas en referencia y del acto jurídico que contiene; por cuanto se trata
del inmueble ubicado en la Calle Tarapacá número doscientos treinta y siete – inteior
“J” de la Urbanización Campodónico de la ciudad de Chiclayo; QUINTO: Que, en el
caso sub judice se advierte que la recurrente no es propietaria del bien materia de
litis y por lo tanto no puede solicitar la medida cautelar, por no haber cumplido con
los presupuestos señalados en el artículo treinta y uno de la Ley veintitrés mil
quinientos seis; CONFIRMARON la resolución apelada de fojas ochenta y siete, su
fecha veinte de setiembre del dos mil dos, que declara infundada, entendiéndose
como IMPROCEDENTE la medida cautelar solicitada a fojas veintitrés por doña
Gladis Yolanda Figueroa Ternero; en los seguidos con el Juez
Juzgado
Civil
de
del
Séptimo
Chiclayo, sobre Acción de Amparo – Cuaderno de Medida
Cautelar; y los devolvieron.-
OBSERVADO: FALTA SUMILLA.
EXPEDIENTE N° 706-2002
JUNIN
S.S.
ECHEVARRÍA ADRIANZEN.
MENDOZA RAMÍREZ.
LAZARTE HUACO.
INFANTES VARGHAS.
SANTOS PEÑA.
Tercería de Propiedad.
Lima, dieciséis de julio del dos mil dos
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA. VISTA la causa número
setecientos seis-año dos mil dos, con los acompañados, en Audiencia Pública de la
fecha y producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia;
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por don
Orlando Arana Aliaga contra la resolución de vista de fojas cuatrocientos sesenta y
uno, su fecha veintitrés de noviembre del dos mil uno emitida por la Primera Sala
Mixta de la Corte Superior de Justicia de Junín, que Confirma la sentencia apelada
de fojas trescientos noventa y dos su fecha veintiuno de junio del dos mil uno que
declaró Infundada la demanda de Tercería de Propiedad instada por el recurrente; y
la integra en cuanto a la pretensión de pago de daños y perjuicios declarando sin
efecto emitir pronunciamiento sobre la misma; FUNDAMENTOS DEL RECURSO:
Que, concedido el recurso de casación a fojas cuatrocientos setenta y nueve, fue
declarado procedente por resolución de este Supremo Tribunal del veintiséis de abril
del año en curso por las causales contenidas en los incisos primero y segundo del
artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, esto es por la aplicación
indebida e inaplicación de normas de derecho material, al sostener el recurrente que
la Sala de Mérito ha indicado que el principio de prioridad en el tiempo determina la
preferencia de los derechos que otorga al Registro, por lo que estando la medida de
embargo inscrita con anterioridad a la compra-venta de su parte no resulta
amparable la Tercería; que con tal afirmación aplica indebidamente el artículo dos
mil dieciséis del Código Civil, puesto que numerosas ejecutorias supremas y la
doctrina manifiestan claramente la norma aplicarse como son los artículos dos mil
veintidós, novecientos cuarenta y nueve y ochocientos ochenta y uno del Código
Civil, ya que el derecho que le corresponde es uno real mientras que el de la
embargante es uno personal, y cuando se trata de dicho conflicto debe aplicarse las
disposiciones de derecho común, conforme al artículo dos mil veintidós citado; que
la norma de derecho común aplicable es el artículo novecientos cuarenta y nueve
del Código sustantivo que establece que la sola obligación de enajenar un inmueble
determinado hace al acreedor propietario de él, no siendo necesario que dicha
transferencia sea inscrita para que quede perfeccionada; que su propiedad esta
acreditada por la Escritura Pública de Compra-Venta del doce de agosto de mil
novecientos noventidós y la medida cautelar fue del día veinticuatro de ese mismo
mes y año, prevaleciendo su derecho aunque su inscripción se haya efectuado con
posterioridad a la medida cautelar al ser de aplicación el artículo dos mil veintidós
antes aludido; CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, la parte actora pretende se deje
sin efecto la medida cautelar ordenada en un proceso seguido entre los
demandados sobre Cumplimiento de Obligación de Hacer y otros, la misma que
pesa sobre el inmueble que según señala es de su propiedad; SEGUNDO: Que, ha
quedado establecido que la parte demandante adquirió el predio en litigio con
anterioridad a la materialización de la medida cautelar dictada en el proceso sobre
Cumplimiento de Obligación de Hacer toda vez que la Escritura Pública de CompraVenta del actor es de fecha doce de agosto de mil novecientos noventidós en tantos
que el acta de embargo del referido proceso se levanto el cuatro de junio de mil
novecientos noventa y ocho; TERCERO.- Que, el actor ostenta un derecho real,
conforme al artículo ochocientos ochenta y uno del Código Civil, mientras que el
derecho del embargante –Arzobispado de Huancayo- es uno personal, por
consiguiente para resolver esta oposición de derechos materia de la siguiente para
resolver esta oposición de derechos materia de la Tercería de Propiedad son de
aplicación las disposiciones del derecho común como lo dispone la parte final del
artículo dos mil veintidós del Código acotado; CUARTO: Que, conforme al derecho
común el artículo novecientos cuarenta y nueve del Código sustantivo dispone que
la sola obligación de enajenar un inmueble determinado hace al acreedor propietario
de él, salvo disposición legal diferente o pacto en contrario y en aplicación de este
dispositivo el derecho de propiedad del actor se constituyó con anterioridad a la
medida cautelar trabada; QUINTO: Que en el caso de autos, en consecuencia, se ha
producido la aplicación indebida de la primera parte del artículo dos mil veintidós del
Código Civil y la inaplicación de las normas antes citadas; SEXTO: Que sin
embargo, en el presente proceso también se demandó la pretensión de pago de
daños y perjuicios, empero tratándose de una cuestión que requiere de valoración
de pruebas esta Sala de casación no debe pronunciarse sobre dicha pretensión
debiendo pronunciarse por tanto las Instancias de Mérito sobre este extremo que no
ha sido evaluado y resuelto con estudio de autos; SÉPTIMO: Estando a las
consideraciones precedentes y a lo previsto por el acápite dos punto tres del inciso
segundo del artículo trescientos noventiséis del Código Procesal Civil; declararon:
FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas cuatrocientos setenta y cinco,
en consecuencia NULA la sentencia de vista de fojas cuatrocientos sesenta y uno,
su fecha veintitrés de noviembre del dos mil uno e INSUBSISTENTE la apelada de
fojas trescientos noventa y dos, su fecha veintiuno de junio del dos mil uno
ORDENARON al Juez de la causa emitir un nuevo fallo con sujeción a lo resuelto
por este Supremo Tribunal; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por don Orlando Arana Aliaga con el
Arzobispado de Huancayo y otro sobre Tercería de Propiedad; y los devolvieron.-
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