Se declara IMPROCEDENTE la Medida Cautelar interpuesta que solicitaba la suspensión de los efectos de la Resolución que requería que la parte demandada desocupara, el inmueble materia del Proceso de Desalojo, sobre Acción de Amparo. EXPEDIENTE N°: 434 – 2003 LIMA. S.S. CABALA ROSSAND VASQUEZ CORTEZ WALDE JAUREGUI LOZA ZEA EGUSQUIZA ROCA Lima, veinte de mayo del dos mil tres.VISTOS, por sus fundamentos: y CONSIDERANDO además: PRIMERO: Que, la Medida Cautelar es un instrumento del proceso, la cual importa un prejuzgamiento, siendo su finalidad concreta la de asegurar el cumplimiento del fallo definitivo, adquiriendo la calidad de provisoria y variable; SEGUNDO: Que, de conformidad con lo establecido por el artículo treinta y uno de la Ley número veintitrés mil quinientos seis para la concesión de la Medida Cautelar debe de acreditarse la inminente amenaza de agravio o violación de un derecho constitucional, además según el artículo seiscientos once del Código Procesal Civil, para la concesión de la Medida Cautelar se requiere la concurrencia de tres requisitos: verosimilitud en el derecho invocado, peligro en la demora del proceso y la contracautela; TERCERO: Que, a través de la presente Medida Cautelar se solicita la suspensión de los efectos de la resolución número veintitrés de fecha tres de junio del dos mil dos la cual requiere que la parte demandada desocupe el inmueble materia del proceso de desalojo, en el plazo de seis días, bajo apercibimiento de producirse el lanzamiento, fundamentando su petición en que durante la tramitación del proceso de desalojo no se le notificó como parte para que intervenga y por lo tanto se ha violado su derecho al debido proceso, por lo que interpuso la Acción de amparo que originó la presente solicitud; CUARTO: Que sin embargo, debe tenerse en cuenta que la verosimilitud en el derecho invocado sugiere que el Juez considere que la pretensión tiene un sustento jurídico que la hace discutible, es decir que considere que existe verdad en lo afirmado e invocado por el solicitante discutido en el proceso principal; QUINTO: Que en el presente caso fluye claramente de autos que la solicitante de la Medida Cautelar no ha cumplido con acreditar la apariencia o verosimilitud del derecho invocado, pues en ningún momento ha cumplido con presentar documento alguno que acredite su derecho sobre el bien que fue materia de proceso de desalojo, ni cual fue el acto que lesiona el derecho constitucional invocado; tanto más si en el proceso de desalojo se emplazo debidamente a la conductora del bien, doña Carolina Apuela León viuda de Soto, quien resulta ser la madre de la recurrente; SEXTO: Que, finalmente debe precisarse que la procedencia de una Medida Cautelar, importa la concurrencia de todos y cada uno de los requisitos precisados en el segundo considerando de la presente resolución, lo cual no se advierte en autos; por tales razones: CONFIRMARON la resolución apelada obrante a fojas noventa y nueve, su fecha dieciséis de setiembre del dos mil dos, que declara IMPROCEDENTE la Medida Cautelar interpuesta a fojas veinticuatro por doña Patricia Evi Soto Apuela; en los seguidos contra la Juez del Vigésimo Séptimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima Natividad Julia Lucas Solis; sobre Acción de Amparo – Cuaderno de Medida Cautelar -; y los devolvieron.- Se declara IMPROCEDENTE la solicitud de Medida Cautelar que solicita la suspensión provisional del lanzamiento de las Construcciones ordenada en el Proceso de Ejecución de Garantías, sobre Acción de Amparo. EXPEDIENTE Nº 377-2003 AREQUIPA S.S CABALA ROSSAND VASQUEZ CORTEZ WALDE JAUREGUI LOZA ZEA EGUSQUIZA ROCA Lima, tres de abril del dos mil tres.- VISTOS; por sus fundamentos; y CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, en la Acción de Amparo seguida contra la Juez del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Arequipa, Doctora Melva Contreras, el demandante Fernando Huanta Rodríguez, interpone recurso de apelación contra el auto de fojas cincuentiséis, su fecha doce de diciembre del dos mil dos, que declara Improcedente su solicitud cautelar de suspensión provisional de lanzamiento de las construcciones ordenada en el Proceso de Ejecución de Garantías signado con el Número nueve mil cincuenta y seis-dos mil; SEGUNDO: Que, el artículo seiscientos ocho del Código Procesal Civil establece que las medidas cautelares tienen por objeto asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva; siendo amparables las mismas cuando el Juez de lo expuesto y prueba anexa considere verosímil el derecho invocado y necesaria la decisión preventiva por constituir peligro la demora del proceso o por cualquier otra razón justificable; tal como lo prevé el artículo seiscientos once de la norma adjetiva antes señalada; TERCERO: Que, el artículo treinta y uno de la Ley número veintitrés mil quinientos seis en su texto definitivo, debidamente modificado por la Ley número veinticinco mil cuatrocientos treintrés, en armonía con las normas procesales invocadas en el considerando anterior, preceptúa la suspensión del acto materia del reclamo a solicitud de parte, en cualquier etapa del proceso y siempre que sea evidente la inminente amenaza de agravio o de violación de un derecho constitucional; tal suspensión participa de la naturaleza jurídica de las medidas cautelares, puesto que su finalidad responde a preservar la eficacia de la resolución que pone fin a la acción de amparo, impidiendo que ésta ya sea inútil cuando el daño irrogado se convirtió en irreparable; CUARTO: Que, para la procedencia de la medida cautelar es necesario que exista un inminente perjuicio irreparable como consecuencia de una situación de hecho o de la violación flagrante de un derecho del solicitante, debiendo concurrir los requisitos del “fumus boni juris” o verosimilitud del derecho invocado y el “periculum in mora” o peligro en la demora, los cuales constituyen presupuestos para la concesión de toda medida cautelar; QUINTO: Que, la verosimilitud del derecho se presenta cuando el derecho invocado tiene apariencia de verdad, y el peligro en la demora se presenta cuando el transcurso del tiempo puede incidir negativamente en la efectividad del cumplimiento de la sentencia, da su razón de ser a la medida cautelar; SEXTO: Que, en el caso de autos, no se cumplen con los presupuestos para la concesión de la medida cautelar solicitada, toda vez que las alegaciones con las que fundamenta el recurrente su pretensión no han sido corroboradas con elemento o prueba alguna, no advirtiéndose de los recaudos que forman el cuaderno de mérito y del propio tenor de los escritos presentados por el actor la concurrencia de la verosimilitud del derecho invocado; y menos aún el peligro en la demora, dada su implicancia con el requisito de apariencia del derecho peticionado que, en el caso de autos, como ya se ha determinado no existe; por el contrario se evidencia que la pretensión cautelar tiene por único objeto suspender el proceso de Ejecución de Garantías, el cual se haya en ejecución de sentencia, lo cual no es permisible según lo establece el segundo párrafo del artículo décimo de la Ley Complementaria número veinticinco mil trescientos noventa y ocho; SÉPTIMO: Que, de otro lado advirtiéndose que en la parte resolutiva de la apelada se tiene como demandado al Juez del Décimo Juzgado Especializado en lo Civil de Arequipa, cuando la presente acción se ha interpuesto contra la Juez del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Arequipa, debe rectificarse este extremo para consignarse correctamente al emplazado, dado que la subsanación de dicho error no incidiría en el sentido de lo decidido; por tales fundamentos: CONFIRMARON la resolución de fojas cincuentiséis, su fecha doce de diciembre del dos mil dos, que declara improcedente la solicitud de medida cautelar formulado a fojas treinta y uno por don Fernando Huanta Rodríguez; en los seguidos contra la Juez del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Arequipa, Doctora Melva Contreras, sobre Acción de Amparo-Cuaderno Cautelar. Se declara IMPROCEDENTE la Medida Cautelar que solicitaban se deje sin efecto la Ejecución Forzada iniciada respecto del inmueble del demandado y que se deje sin efecto la Medida Cautelar de Embargo en forma de Inscripción ordenada sobre dicho inmueble. EXPEDIENTE N° 260-2003 CAJAMARCA S.S. CABALA ROSSAND VASQUEZ CORTEZ WALDE JAUREGUI LOZA ZEA EGUSQUIZA ROCA Lima, tres de abril del dos mil tres.VISTOS: CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, el artículo treinta y uno de la Ley veintitrés mil quinientos seis, modificado por el Decreto Ley veinticinco mil cuatrocientos treintitrés señala que la solicitud de parte, en cualquier etapa del proceso y siempre que sea evidente la inminente amenaza de agravio o violación de un derecho constitucional, por cuenta, costo y riesgo del solicitante, el Juez podrá disponer la suspensión del acto que dio origen al reclamo; SEGUNDO: Que, como se aprecia del contenido de la norma legal citada, para la concesión de la solicitud cautelar se requiere la concurrencia de los requisitos referidos a la verosimilitud del derecho invocado o evidencia de violación del derecho constitucional, y el peligro en la demora relativo a la inminente amenaza de violación de tal derecho constitucional; TERCERO: Que, en el caso sub-materia, el recurrente José Isabel Zamora Garay solicita en vía de Medida Cautelar se deje sin efecto la ejecución forzada iniciada respecto del inmueble de su propiedad, y que asimismo, se deje sin efecto la medida cautelar de embargo en forma de inscripción ordenada sobre dicho inmueble, alegando que al haber caducado la medida cautelar por el transcurso del plazo fijado por la ley, no procede trabar una nueva medida cautelar sobre el referido bien porque el derecho se ha extinguido; CUARTO: Que, conforme al artículo seiscientos doce del Código procesal Civil toda medida cautelar importa un prejuzgamiento, correspondiendo por tanto efectuar un análisis respecto de la concurrencia del requisito de la verosimilitud del derecho invocado; QUINTO: Que, en el presente caso, el recurrente no ha satisfecho tal requisito, toda vez, que su argumento referido a que la caducidad de una medida cautelar extingue el derecho del ejecutante no causa convicción respecto de la apariencia del derecho invocado, debiendo ventilarse dicho problema interpretativo cuando se resuelva la causa pero, por el momento, los argumentos que invoca resultan insuficientes para la concesión de la medida cautelar solicitada; SEXTO: Que, asimismo, tampoco procede la concesión de la medida cautelar peticionada, puesto que lo que pretende el recurrente al solicitar la suspensión de la ejecución forzada es que se ejecute lo que es materia del fondo mismo de la acción de amparo; encontrándose ello prohibido por lo dispuesto en el artículo treinta y uno parte in fine de la Ley veintitrés cuatrocientos treintitrés que establece que la medida de suspensión decretada no implica la ejecución de lo que es materia del fondo mismo de la acción de amparo; SEPTIMO: Que, en consecuencia, la medida cautelar solicitada debe ser desestimada, por lo que corresponde confirmar la resolución apelada que se pronuncia en este mismo sentido, debiéndose entender como improcedente la medida cautelar, toda vez, que lo que pretende el recurrente es la ejecución de lo que es materia del fondo mismo de la acción de amparo; por lo que CONFIRMARON la resolución apelada de fojas ciento dieciocho, su fecha once de diciembre del dos mil dos, que declara Infundada la Medida Cautelar interpuesta por don José Isabel Zamora Garay otra, debiéndose entender como IMPROCEDENTE la Medida Cautelar solicitada; en los seguidos con la Juez del Segundo Juzgado de Paz Letrado de Cajamarca y otro sobre Acción de Amparo – Cuaderno de Medida Cautelar; y los devolvieron.- Se declara IMPROCEDENTE la Medida Cautelar dado que la Acción de Amparo ha sido declarada “in limine” y en virtud del Principio de Accesoriedad la Medida Cautelar solicitada carece de objeto ya que no puede subsistir autónomamente sin que la pretensión principal exista. EXPEDIENTE N° 3659-2002 LIMA S.S. CABALA ROSSAND VASQUEZ CORTEZ WALDE JAUREGUI Lima, veintitrés de enero del dos mil tres.VISTOS, por los propios fundamentos de la resolución recurrida; y CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, la Medida Cautelar es un instrumento del proceso, la cual importa u prejuzgamiento, siendo su finalidad concreta la de asegurar el cumplimiento del fallo definitivo, adquiriendo la calidad de provisoria y variable; SEGUNDO: Que, se advierte de autos a fojas cuatro, que la acción de amparo del cual deviene la presente Medida Cautelar, ha sido declarado “in limine” improcedente; TERCERO: Que, siendo ello así, y en virtud del “Principio de Accesoriedad” y el carácter instrumental de las medidas cautelares, si la pretensión fue desestimada, el pronunciamiento de lo accesorio para conceder la Medida Cautelar solicitada, carece de objeto pues no puede subsistir autónomamente sin que la pretensión principal exista, de conformidad con el artículo seiscientos doce del Código Procesal Civil, aplicado supletoriamente en virtud del numeral treintitrés de la Ley número veinticinco mil trescientos noventa y ocho que complementa la Ley de Hábeas Corpus y Amparo, Ley número veintitrés mil quinientos seis, por tales consideraciones: CONFIRMARON la resolución apelada de fojas cuatro, su fecha veintitrés de octubre del dos mil dos, que declara NO HA LUGAR la solicitud de Medida Cautelar interpuesta a fojas uno por doña Hermelinda Julia Castillo Fernández; en los seguidos contra el Juez del Cuadragésimo Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima doctor Néstor Fernando Paredes Flores; sobre Acción de Amparo – Cuaderno de Medida Cautelar; y los devolvieron.- Rechaza liminariamente el pedido de Medida Cautelar sobre acción de Amparo puesto que la actora curso una anterior solicitud con la misma pretensión y con ésta segunda petición cautelar sólo reitera una ya resuelta. EXPEDIENTE N° 3574 – 02 LAMBAYEQUE S.S. VASQUEZ CORTEZ WALDE JAUREGUI LOZA ZEA EGUSQUIZA ROCA ZUBIATE REINA Lima, nueve de enero del dos mil tres.- VISTOS y CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, es materia de grado el auto apelado de fojas catorce, su fecha dieciocho de octubre del año en curso, que rechaza liminarmente la solicitud de medida cautelar; SEGUNDO: que, amparada en el inciso cuarto del artículo cincuenta y uno del Código Procesal Civil, que dispone que los Jueces están facultados para rechazar liminarmente el pedido que reitere otro propuesto por cualquier litigante y por la misma razón, o cuando a pesar de fundarse en razón distinta, este pudo ser alegado al promoverse el anterior, la Segunda Sala Civil que, de Lambayeque ha rechazado liminarmente la pretensión cautelar postulada; TERCERO: que, de lo actuado se advierte que dicha norma procesal –que resulta de aplicación supletoria conforme lo dispone el artículo treintitrés de la Ley veinticinco mil trescientos noventa y ocho- ha sido correctamente aplicada para rechazar la nueva pretensión cautelar formulada por la actora, pues una anterior solicitud con la misma pretensión ya había sido materia de análisis por parte del A-quo, conforme se puede apreciar de la copia certificada de la resolución del veintidós de agosto del presente años, que en autos aparece a fojas dieciséis; CUARTO: que, a la nueva solicitud de medida cautelar no se ha agregado elemento alguno que contribuya a evidenciar la verosimilitud del derecho invocado, lo que demuestra que con ésta segunda petición cautelar simplemente se ha reiterado una ya resuelta; fundamentos por los cuales: CONFIRMARON el auto apelado de fojas catorce, su fecha dieciocho de octubre del año en curso, que RECHAZA liminarmente el pedido de medida cautelar; en los seguidos por doña Melchora Gutiérrez Millan contra el Banco Financiero y otro sobre Acción de Amparo – cuaderno de medida cautelar; y los devolvieron.- Se declara IMPROCEDENTE la Medida Cautelar sobre Acción de Amparo que solicitan la suspensión de los efectos de la Resolución que dispone el lanzamiento de la recurrente del inmueble de su propiedad puesto que contaban con una sentencia que declare fundada la anulación o cancelación de inscripción en los Registros Públicos. EXPEDIENTE N° 3174-2002 LAMBAYEQUE S.S. VASQUEZ CORTEZ WALDE JAUREGUI ZUBIATE REINA EGUSQUIZA ROCA GONZALES MUÑOZ Lima, tres de diciembre del dos mil dos.- VISTOS; por sus fundamentos; y CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, la medida cautelar es un instrumento del proceso, el cual importa un prejuzgamiento, siendo su finalidad concreta la de asegurar el cumplimiento del fallo definitivo, adquiriendo la calidad e provisoria y variable; SEGUNDO: Que, el artículo treinta y uno de la Ley veintitrés mil quinientos seis, señala que en cualquier etapa del proceso y siempre que sea evidente la inminente amenaza de agravio o violación de un derecho constitucional, por cuenta, costo y riesgo del solicitante, el Juez podrá disponer la suspensión del acto que origine el reclamo; TERCERO: Que de la revisión de autos se advierte que la medida cautelar propuesta por la recurrente pretende la suspensión de los efectos de la Resolución número ciento veintitrés, de fecha veinticuatro de julio del dos mil dos, mediante la cual se dispone el lanzamiento de la recurrente y su familia del inmueble de su propiedad, sito en la Calle Tarapacá número doscientos treinta y siete – Interior “J” de la Urbanización Campodónico de la ciudad de Chiclayo; CUARTO: Que, la resolución materia de alzada funda su decisión en la sentencia emitida en el proceso número cuatrocientos setenta – noventa y cuatro, cuya copia corre de fojas ocho a quince, que declara fundada la anulación o cancelación de inscripción en los Registros Públicos de la Escritura Pública y su Escritura Rectificatoria de fechas catorce de febrero de mil novecientos setenta y siete y veinte de mayo del mismo año respectivamente, con lo que queda desvirtuado el derecho de propiedad que invoca la recurrente sobre el inmueble materia de litis, aún cuando en el fallo no se haya declarado en forma expresa la nulidad de las escrituras públicas en referencia y del acto jurídico que contiene; por cuanto se trata del inmueble ubicado en la Calle Tarapacá número doscientos treinta y siete – inteior “J” de la Urbanización Campodónico de la ciudad de Chiclayo; QUINTO: Que, en el caso sub judice se advierte que la recurrente no es propietaria del bien materia de litis y por lo tanto no puede solicitar la medida cautelar, por no haber cumplido con los presupuestos señalados en el artículo treinta y uno de la Ley veintitrés mil quinientos seis; CONFIRMARON la resolución apelada de fojas ochenta y siete, su fecha veinte de setiembre del dos mil dos, que declara infundada, entendiéndose como IMPROCEDENTE la medida cautelar solicitada a fojas veintitrés por doña Gladis Yolanda Figueroa Ternero; en los seguidos con el Juez Juzgado Civil de del Séptimo Chiclayo, sobre Acción de Amparo – Cuaderno de Medida Cautelar; y los devolvieron.- OBSERVADO: FALTA SUMILLA. EXPEDIENTE N° 706-2002 JUNIN S.S. ECHEVARRÍA ADRIANZEN. MENDOZA RAMÍREZ. LAZARTE HUACO. INFANTES VARGHAS. SANTOS PEÑA. Tercería de Propiedad. Lima, dieciséis de julio del dos mil dos LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA. VISTA la causa número setecientos seis-año dos mil dos, con los acompañados, en Audiencia Pública de la fecha y producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por don Orlando Arana Aliaga contra la resolución de vista de fojas cuatrocientos sesenta y uno, su fecha veintitrés de noviembre del dos mil uno emitida por la Primera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Junín, que Confirma la sentencia apelada de fojas trescientos noventa y dos su fecha veintiuno de junio del dos mil uno que declaró Infundada la demanda de Tercería de Propiedad instada por el recurrente; y la integra en cuanto a la pretensión de pago de daños y perjuicios declarando sin efecto emitir pronunciamiento sobre la misma; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, concedido el recurso de casación a fojas cuatrocientos setenta y nueve, fue declarado procedente por resolución de este Supremo Tribunal del veintiséis de abril del año en curso por las causales contenidas en los incisos primero y segundo del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, esto es por la aplicación indebida e inaplicación de normas de derecho material, al sostener el recurrente que la Sala de Mérito ha indicado que el principio de prioridad en el tiempo determina la preferencia de los derechos que otorga al Registro, por lo que estando la medida de embargo inscrita con anterioridad a la compra-venta de su parte no resulta amparable la Tercería; que con tal afirmación aplica indebidamente el artículo dos mil dieciséis del Código Civil, puesto que numerosas ejecutorias supremas y la doctrina manifiestan claramente la norma aplicarse como son los artículos dos mil veintidós, novecientos cuarenta y nueve y ochocientos ochenta y uno del Código Civil, ya que el derecho que le corresponde es uno real mientras que el de la embargante es uno personal, y cuando se trata de dicho conflicto debe aplicarse las disposiciones de derecho común, conforme al artículo dos mil veintidós citado; que la norma de derecho común aplicable es el artículo novecientos cuarenta y nueve del Código sustantivo que establece que la sola obligación de enajenar un inmueble determinado hace al acreedor propietario de él, no siendo necesario que dicha transferencia sea inscrita para que quede perfeccionada; que su propiedad esta acreditada por la Escritura Pública de Compra-Venta del doce de agosto de mil novecientos noventidós y la medida cautelar fue del día veinticuatro de ese mismo mes y año, prevaleciendo su derecho aunque su inscripción se haya efectuado con posterioridad a la medida cautelar al ser de aplicación el artículo dos mil veintidós antes aludido; CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, la parte actora pretende se deje sin efecto la medida cautelar ordenada en un proceso seguido entre los demandados sobre Cumplimiento de Obligación de Hacer y otros, la misma que pesa sobre el inmueble que según señala es de su propiedad; SEGUNDO: Que, ha quedado establecido que la parte demandante adquirió el predio en litigio con anterioridad a la materialización de la medida cautelar dictada en el proceso sobre Cumplimiento de Obligación de Hacer toda vez que la Escritura Pública de CompraVenta del actor es de fecha doce de agosto de mil novecientos noventidós en tantos que el acta de embargo del referido proceso se levanto el cuatro de junio de mil novecientos noventa y ocho; TERCERO.- Que, el actor ostenta un derecho real, conforme al artículo ochocientos ochenta y uno del Código Civil, mientras que el derecho del embargante –Arzobispado de Huancayo- es uno personal, por consiguiente para resolver esta oposición de derechos materia de la siguiente para resolver esta oposición de derechos materia de la Tercería de Propiedad son de aplicación las disposiciones del derecho común como lo dispone la parte final del artículo dos mil veintidós del Código acotado; CUARTO: Que, conforme al derecho común el artículo novecientos cuarenta y nueve del Código sustantivo dispone que la sola obligación de enajenar un inmueble determinado hace al acreedor propietario de él, salvo disposición legal diferente o pacto en contrario y en aplicación de este dispositivo el derecho de propiedad del actor se constituyó con anterioridad a la medida cautelar trabada; QUINTO: Que en el caso de autos, en consecuencia, se ha producido la aplicación indebida de la primera parte del artículo dos mil veintidós del Código Civil y la inaplicación de las normas antes citadas; SEXTO: Que sin embargo, en el presente proceso también se demandó la pretensión de pago de daños y perjuicios, empero tratándose de una cuestión que requiere de valoración de pruebas esta Sala de casación no debe pronunciarse sobre dicha pretensión debiendo pronunciarse por tanto las Instancias de Mérito sobre este extremo que no ha sido evaluado y resuelto con estudio de autos; SÉPTIMO: Estando a las consideraciones precedentes y a lo previsto por el acápite dos punto tres del inciso segundo del artículo trescientos noventiséis del Código Procesal Civil; declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas cuatrocientos setenta y cinco, en consecuencia NULA la sentencia de vista de fojas cuatrocientos sesenta y uno, su fecha veintitrés de noviembre del dos mil uno e INSUBSISTENTE la apelada de fojas trescientos noventa y dos, su fecha veintiuno de junio del dos mil uno ORDENARON al Juez de la causa emitir un nuevo fallo con sujeción a lo resuelto por este Supremo Tribunal; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por don Orlando Arana Aliaga con el Arzobispado de Huancayo y otro sobre Tercería de Propiedad; y los devolvieron.-