Agriculturas locales y circuitos de comercialización cortos

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SPEECH/12/283
Dacian Cioloș
Comisario Europeo de Agricultura y Desarrollo Rural
Agriculturas locales y circuitos de
comercialización cortos: reforzar la
dimensión local de la Política Agrícola
Común
Conferencia Agricultura local y circuitos de comercialización
cortos
Bruselas, 20 de abril de 2012
Señoras y señores
Les agradezco a todos su presencia en este acto.
He deseado organizar este encuentro ya que cuando se habla de los circuitos
cortos el potencial es obviamente considerable. Sin embargo, por un lado, debemos
hacer frente a contradicciones, y, por otro, a prejuicios.
Aunque la demanda existe, la misma no está suficientemente estructurada, ni
suficientemente identificada, ni es lo bastante accesible. Faltan estudios a este
respecto, y este es un tema al que volveremos en varias ocasiones durante los
debates. En cualquier caso, todos los trabajos de los que disponemos subrayan las
grandes expectativas de los consumidores en relación con los productos locales.
Este aspecto ha sido puesto de relieve en las encuestas realizadas en el Reino
Unido y Alemania en fecha tan reciente como el año pasado.
Por un lado, uno de cada dos consumidores lamenta las dificultades para encontrar
productos locales y para distinguirlos de los otros productos; una encuesta del
Eurobarómetro lo ha mostrado claramente. Por otro lado, aún no se dispone de las
estructuras necesarias y en determinados medios políticos o económicos se
mantienen fuertes prejuicios acerca de este modo de comercialización.
Por una parte, los circuitos de comercialización cortos han sido ignorados durante
demasiado tiempo. Por otra parte, los datos disponibles muestran que, a pesar de
la ausencia de reconocimiento y de apoyo, el 15% de las explotaciones de la UE ya
comercializan más de la mitad de su producción a nivel local.
Puedo decirles que desde que asumí mis funciones de Comisario he oído con
frecuencia: «¿Por qué hablas de circuitos de comercialización cortos? Estás
haciendo la promoción de las pequeñas explotaciones, que son poco competitivas y
fabrican productos para los consumidores más ricos». Estoy seguro de que la
conferencia permitirá demostrar lo contrario, hacer desaparecer estos prejuicios,
crear un nuevo enfoque de los circuitos de comercialización cortos y encontrar
soluciones eficaces para poner fin a las contradicciones que acabo de señalar.
En cualquier caso, eso es lo que espero, ya que estoy convencido de que los
servicios de suministro de alimentos a nivel local tienen un potencial considerable.
Estos circuitos corresponden a una visión moderna de nuestra relación con la
alimentación y a una visión de la competitividad económica de nuestra agricultura y
de su eficacia social y medioambiental.
Además de permitir evitar el transporte a larga distancia, favorecen el desarrollo
económico de los territorios, dando a los consumidores la posibilidad de ser actores
del desarrollo económico local.
Las cifras de empleo son claras. He recibido un estudio sobre 26 explotaciones que
participan en la venta directa alrededor de París (Francia). En total, estas 26
explotaciones generan por sí solas 170 empleos permanentes y 200 empleos
estacionales, esto es, muchos más que las explotaciones agrícolas clásicas.
Deseo subrayar que los circuitos de comercialización locales interesan a todos los
bolsillos y a todos los Estados miembros. No están reservados a una elite ni
tampoco a los grupos más pobres, como oigo a menudo decir.
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Un estudio realizado en Italia ha demostrado que en 2008 más de uno de cada dos
italianos utilizó un circuito de comercialización corto. Ya he citado el Reino Unido,
donde el primer mercado agrícola se creó en 1997. Actualmente se organizan más
de 7 500 cada año. También podría citar a Eslovaquia, Rumanía o Grecia, país este
que ostenta sin duda el récord en materia de circuitos cortos. Estos circuitos han
sido aún más reforzados por la crisis, lo que redunda en beneficio de los
agricultores y de los consumidores. Las dificultades económicas han suscitado la
creación de un circuito de venta directa de las patatas a precios atractivos (60%
más baratas que en los circuitos clásicos). La experiencia se va a extender a otros
productos.
Todo esto constituye una riqueza que hay que preservar y un potencial aún no
explotado plenamente. Sin embargo, quiero aclarar un punto: no se trata de crear
nuevas barreras o enfrentar a los grandes contra los pequeños, o a los circuitos de
comercialización cortos contra los circuitos largos.
Por supuesto, debido a su capacidad de reacción y al tipo de productos que
proponen, las pequeñas explotaciones son con frecuencia las más dinámicas y las
más creativas en lo que se refiere a los circuitos cortos. Las explotaciones de
mayor tamaño también pueden encontrar una salida comercial a sus productos en
estos circuitos. Sea lo que fuere, necesitamos todas las agriculturas.
Para ser verdaderamente competitiva y sostenible, la economía europea debe
valorizar todos sus modelos agrícolas, sin prejuicios. Cada explotación deberá
poder definir su propia estrategia de desarrollo. El papel de una gran política
pública como la PAC es apoyar estas opciones elegidas, sin excluir ninguna de
ellas.
No se puede por menos de constatar que los circuitos cortos constituyen una parte
de la diversidad agrícola que no se ha tomado en cuenta suficientemente. Son un
elemento importante en nuestra estrategia global que tiende a devolver valor
añadido a los agricultores incitándolos a no jugárselo todo a la misma carta (la de
los pocos grupos que acaparan la gran distribución de alimentos).
Cada vez que encuentro a un agricultor que practica la venta directa o utiliza
circuitos cortos, con frecuencia oigo lo mismo: aunque esta actividad quizás
representa una pequeña parte de su volumen de negocios, dicha parte contribuye
de forma decisiva a la rentabilidad de su explotación, y con frecuencia a su
viabilidad.
Sin embargo soy consciente de que desarrollar este potencial no será tarea fácil.
En primer lugar, los circuitos cortos constituyen un reto para los agricultores, que
deben aprender o volver a aprender un oficio, el de comerciante. Un determinado
tipo de política agrícola, que se ocupaba completamente de los mercados, les ha
hecho olvidar esa dimensión del oficio de agricultor.
Esto significa competencias nuevas y también inversiones, ya que, para numerosos
productos, la venta local o los circuitos cortos implican la necesidad de disponer de
edificios específicos y de realizar esfuerzos para garantizar la transformación de los
productos en la explotación.
Para estimular más a los agricultores a dar el paso, es necesario enviar una señal
clara sobre nuestra voluntad, como poderes públicos, de apoyar los circuitos
locales. En este sentido, una revisión de los modos de suministro de alimentos
también constituye un reto para Europa, para los Estados miembros, para las
regiones y para las entidades locales.
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En el marco de la reforma de la PAC se han propuesto algunas medidas. La
conferencia permitirá ponerlas de relieve, lograr la adhesión de cada uno a las
mismas y explorar otras medidas.
Debemos responder a numerosas cuestiones:
- ¿Cómo identificar los circuitos de distribución locales con el fin de garantizar su
credibilidad y garantizar una mejor visibilidad de los mismos?
- ¿Cómo garantizar una higiene y una seguridad sanitaria irreprochables sin
desanimar a la creación de pequeñas estructuras? Dado que estas no tienen la
misma capacidad de inversión que las grandes estructuras, ¿son suficientes las
exenciones actuales y la concienciación y la formación de los agricultores?
Trabajamos en ello y estamos dispuestos a colaborar estrechamente con el
Comisario Dalli, al que agradezco su compromiso a mi lado en este tema.
- ¿Cómo restablecer la relación entre las grandes zonas urbanas de consumo y
las zonas de producción situadas alrededor de las mismas? Debemos permitir a
la política agrícola franquear las puertas de las ciudades y apoyar las iniciativas
de mercados urbanos. Este es uno de los elementos de la renovación de
nuestra política de desarrollo rural para el periodo posterior a 2013.
- ¿Como animar a los agricultores a invertir? Para después de 2013, los Estados
miembros dispondrán de toda una serie de instrumentos de apoyo para reforzar
el espíritu empresarial en las zonas rurales. Los representantes de la Comisión
dirán algo más al respecto posteriormente. Este es un elemento esencial de
nuestra voluntad de establecer una política agrícola para todos, para todas las
explotaciones.
Soy consciente de que el desarrollo de estos modos de comercialización no
siempre es fácil. Tanto los agricultores como los poderes públicos habrán de dejar
atrás el obstáculo que representan los esquemas habituales.
No obstante, estoy convencido de que, al margen de estas dificultades, la venta a
nivel local de una parte más importante de la producción agrícola aportará
respuestas concretas a numerosos retos que tiene planteados nuestra sociedad:
- Respuestas a los consumidores, que están vinculados a la calidad, a la riqueza
de la oferta agrícola y a sus tradiciones.
- Respuestas al objetivo de fomentar la vitalidad económica del sector agrícola.
Aunque no pasarán a ser mayoritarios, ni mucho menos, los circuitos de
comercialización cortos, aportarán un complemento de valor añadido
indispensable.
- Respuestas a los problemas de despilfarro: despilfarro energético por el
transporte inútil de mercancías y despilfarro de los productos alimenticios
perdidos en diferentes etapas de la cadena logística.
Debemos reforzar nuestra comprensión de este modo de comercialización.
Debemos redescubrir sus ventajas. Una vez realizado este trabajo de análisis y
reflexión, será sin duda necesario interpretar mejor esta nueva realidad de los
sistemas de suministro de alimentos, para conferirles su legitimidad inherente y
permitirles un mayor despliegue en buenas condiciones.
Les agradezco su participación y las aportaciones que podrán hacer a los debates
de esta conferencia.
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