Geología y Paleontología de los yacimientos de Atapuerca

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Geología y Paleontología de los yacimientos de Atapuerca
Por Gloria Cuenca Bescós. Profesora de Paleontología de la Universidad de Zaragoza e
Investigadora del Equipo de Atapuerca.
Cuando oímos hablar de Atapuerca enseguida pensamos en las cuevas donde se han
encontrado los restos humanos de Europa occidental que, junto con los yacimientos de
Guadix-Baza en Granada, son los más antiguos de Europa occidental.
Pero ¿cómo sabemos la antigüedad de los yacimientos? Para cumplir con este objetivo los
geólogos y paleontólogos analizamos en detalle la geomorfología, la estratigrafía, la
espeleogénesis y el relleno tanto de las cuencas como de las cuevas; en una palabra, a
reconstruir la historia natural del lugar en el que los humanos vivieron.
En esta comunicación pretendemos poner el “marco” natural para las cuevas de Atapuerca.
Brevemente, la geología regional nos indica que las cuevas de Atapuerca, lo que se llama el
sistema cárstico de las Torcas, empezaron a formarse hacia el final del Terciario (unos 3
millones de años). Cerca de 5 kilómetros de galerías, pasajes y cuevas exploradas y unas 50
cavidades más, que al estar completamente rellenas por sedimentos no llegaremos
probablemente a conocer nunca en su totalidad.
Hace alrededor de millón y medio de años el agua dejó de circular y las cuevas empezaron a
rellenarse con los sedimentos, primero provenientes del interior de las mismas cuevas,
posteriormente, cuando se abrieron salidas (bocas, chimeneas, fisuras, grietas) los sedimentos
del exterior empezaron a entrar, y junto con éstos los restos fósiles de animales, seres
humanos, plantas y las herramientas que hacían los humanos dejando así la evidencia de una
historia que duró más de un millón de años.
Los primeros restos fósiles humanos proceden de los niveles más bajos de la cueva conocida
como Sima del Elefante, nivel TE9. Los siguientes en antigüedad son los de Homo antecessor
en la cueva conocida como Gran Dolina, nivel TD6, los siguientes son los de Homo
heidelbergensis que se encuentran en la Sima de los Huesos (SH), en la Trinchera GaleríaZarpazos (TG-TZ) y las huellas de su actividad en los niveles superiores de Gran Dolina, nivel
TD10. En los niveles altos del sistema de las Torcas se encuentra la galería Sílex-Estatuas, en
Cueva Mayor y en éstos empiezan a encontrarse restos de industria lítica asociados a
neandertales. Finalmente, en el Portalón de Cueva Mayor, y en el Mirador las actividades de
Homo sapiens quedan registradas por numerosos restos humanos del Neolítico así como la
gran acumulación de huesos con marcas de descarnación y retoques, herramientas e incluso
joyas.
Por tanto, las cuevas de Atapuerca registran al menos 5 tipos de humanidad distintos, el de
una especie desconocida aún de Homo en Sima del Elefante TE9, el de Homo antecessor de
TD6, el de Homo heidelbergensis de SH, TG-TZ y TD10, el de Homo neanderthalesis y
finalmente el de Homo sapiens. Todos, durante más de un millón de años, acudieron una y
otra vez a esta pequeña Sierra burgalesa.
Junto con los cambios de humanidad cambiaron la fauna, la vegetación, los ríos, la
profundidad y altura de las cuevas, el clima y el paisaje en general. La mayoría de las cuevas,
cuando se terminaban de rellenar, eran olvidadas. Se ocuparon otras cavidades, y finalmente
los hombres se construyeron sus propios refugios abandonando para siempre las cuevas; salvo
las ocupaciones esporádicas de los pastores que eventualmente ocuparon las cuevas del
Mirador y del Portalón.
¿Cómo podemos saber todo esto? La geología y la paleontología nos dan parte de esa
información si sabemos leerla con la metodología adecuada.
Para el que quiera saber más en la conferencia …. Y en las páginas web www.aragosaurus.com,
www.atapuerca.tv, www.grupoedelweiss.com
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