Indice de Transparencia de las Entidades Públicas Experiencia de Evaluación a los Riesgos de Corrupción en la Gestión Administrativa de las Entidades del Estado a nivel nacional, departamental y municipal1 2 Elisabeth Ungar Bleier Directora Ejecutiva A. Antecedentes La Corporación Transparencia por Colombia ha liderado desde el 2002 el Índice de Transparencia de Entidades Públicas3-, como un ejercicio periódico y sistemático que tiene por objeto fortalecer la institucionalidad del sector público e incentivar medidas de control de riesgos de corrupción en tales entidades. Este es el primer ejercicio de cuantificación de riesgos de corrupción en entidades estatales realizado en el país por una organización independiente, que desde la sociedad civil monitorea los riesgos de corrupción y alimenta la definición de políticas públicas en la lucha contra este flagelo. Con el apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo y Cooperantes Internacionales como la Embajada de los Países Bajos, la Agencia de Cooperación Alemana GTZ (Programa CERCAPAZ), la Embajada Británica, USAID, la Comunidad Europea y con recursos propios, Transparencia ha producido y publicado cinco (5) ediciones del Índice de Transparencia Nacional, 4 del Indice de Transparencia Departamental y tres del Índice para el nivel municipal. Inicialmente, la Corporación concentró sus esfuerzos en la producción del Índice de las Entidades Públicas del nivel nacional - ITN. La primera edición fue en 2002 con Documento presentado en la V Reunión de la Red de Monitoreo y Evaluación (M&E) en América Latina y el Caribe. Desafíos y oportunidades para la institucionalización de los sistemas regionales. Bogotá – Colombia, noviembre 5 y 6 de 2009. 2 El presente documento recoge reflexiones y planteamientos que se expresan en diferentes documentos técnicos y analíticos que se producen en el marco de la gestión del Programa Indice de Transparencia de las Entidades Públicas. 3 Antes Índice de Integridad de las Entidades Públicas 1 1 una cobertura de 88 entidades y la última se entregó en el presente año evaluando las vigencias 2007 – 2008 de 158 entidades de las tres ramas del poder público, además de las entidades autónomas y el órgano electoral. A partir del año 2005 el ITN generó una metodología especial para evaluar entidades estatales de naturaleza especial, tales como las Empresas Industriales y Comerciales del Estado y las Sociedades de Economía Mixta. En el año 2003 se avanzó en la producción del Índice de Transparencia Departamental, el cual evaluó en sus inicios dependencias de la Gobierno Departamental (Despachos y Secretarías de Hacienda, Salud, Educación, Obras Públicas e Infraestructura, Tránsito y Transporte, Contralorías y Asambleas Departamentales de los 32 departamentos. Es de anotar que también son objeto de monitoreo, las loterías y las licoreras, cuando existían. La última medición del ITD que evalúa las vigencias 2005 y 2006 suspendió la evaluación de las Asambleas Departamentales dado que el carácter del instrumento de evaluación no daba cuenta de otro tipo de riesgos que si afectan estas entidades. Es importante señalar que en el caso de los índices nacional y departamental, la Corporación Transparencia por Colombia definió la cobertura de los índices, teniendo en cuenta las características de las entidades en términos de su importancia funcional y niveles de manejo de presupuesto. En el 2005, la Federación Colombiana de Municipios, el Consejo Nacional de Planeación y la Corporación Transparencia por Colombia conformaron una alianza desde la sociedad civil para lanzar de manera conjunta el Índice de Transparencia Municipal. Esta alianza invitó a los municipios del país, con excepción de las grandes ciudades, a participar en este ejercicio de medición y obtuvo respuesta en 146 municipios que voluntariamente se vincularon al proceso. Es de anotar, que este Índice además de medir visibilidad e institucionalidad, pone especial atención a la rendición de cuentas a la ciudadanía y la promoción de la participación ciudadana desde la administración municipal. La primera medición en firme del ITM se realizó en el año 2007, evaluando las vigencias 2005 y 2006. En esta oportunidad se evaluaron los riesgos de corrupción de 252 municipios en lo concerniente a la gestión administrativa centralizada. En el momento se inicia la evaluación de las vigencias 2008 – 2009 del nivel municipal y departamental, así mismo en el mes de noviembre inicia el proceso de alistamiento del equipo de investigación para la evaluación de las entidades del nivel nacional. 2 1. Lucha contra la corrupción como punto de partida. Uno de los obstáculos más grandes a los que se enfrentan los procesos de gestión del desarrollo, es de la corrupción. Tema candente que acompaña la historia de nuestra sociedad y problema que se explica por el abuso del poder para beneficio particular y que, además, va en detrimento del interés colectivo; situación que además, no se presenta como una “patología” de la sociedad, sino como una práctica funcional al tipo de estructura social, política y económica que sustenta el orden social. Similar a la pobreza, muchas veces se considera que estos “grandes” problemas, no tienen solución, que muy posiblemente se podrá “disminuir” su impacto en la sociedad, pero desaparecerlos: jamás. Sin embargo, existen muchos sectores de la sociedad que opinan lo contrario: no sólo es posible luchar contra la corrupción, sino que es necesario, es decir existen imperativos éticos, morales y políticos que obligan cambios fundamentales en los procesos de administración y gestión de lo público. Es totalmente prioritario adelantar acciones desde el Estado y la Sociedad Civil en contra del fenómeno de la corrupción, pues no es posible que en un país como Colombia con niveles de pobreza que superan el 50% de la población, donde hombres, mujeres, niños y niñas no logran acceder a bienes y servicios públicos - a los cuales deberían tener pleno derecho – debido al monopolio de los recursos públicos por grupos o actores sociales, políticos y gremiales. 2. Riesgos de Corrupción y transparencia de la gestión administrativa de las entidades del Estado. Uno de los valores centrales de la gestión moderna del Estado es la democracia como base del ejercicio del poder. La democracia como génesis del poder y las reglas de oro de esta son la guía ética y política que organiza las relaciones entre la sociedad civil y el Estado. Como reglas de oro de la democracia se pueden recordar: el consenso, el control al poder, la responsabilidad, la legalidad y el acceso a la información, entre otras. Todas estas reglas están orientadas a generar un espacio de confianza en el relacionamiento de los actores sociales y políticos, confianza que garantiza la existencia de la sociedad como un todo, si bien no en la hipotética idílica imagen de la armonía, si en un marco diversidad y pluralismo donde a partir de la tolerancia y el respeto, es posible convivir. La base de la confianza en la diversidad se basa en la presunción de que cada uno de los actores que viven en la sociedad desarrollan su rol en el marco de la ley y, el Estado como principal actor representa la 3 institucionalidad que garantiza la gestión integra de lo público, donde el interés colectivo prevalece sobre los intereses privados. En esta lectura, la transparencia aparece como un medio que permite a los diferentes sujetos sociales conocer lo que hacen unos y otros, siendo para todos lo más importante conocer y saber que es lo que hace el Estado, toda su acción es de interés público, razón por la cual el Estado es el principal responsable de brindar información sobre su acción, como también estar dispuesto a someter dicha información al escrutinio público, dicho escrutinio puede dar como resultado el premio o la sanción social, de acuerdo al grado de satisfacción que de las demandas ciudadanas generen quienes ostentan el poder. Así, la transparencia en la gestión pública sería una de las condiciones favorables que sumadas a otras más, como el desarrollo institucional, la habilidad política para gestionar las demandas sociales, el alto nivel de confianza y la existencia de escenarios de diálogo social, político y económico que permitan la existencia de deliberaciones públicas, entre otros, constituyen escenarios de gobernabilidad para los Estados y la sociedad. El fenómeno de la corrupción es uno de los problemas más graves que afecta el ejercicio democrático del poder, en la línea de lo expuesto anteriormente. Las reglas de oro de la democracia y la definición misma de esta son deformadas en los hechos de corrupción, sobre todo en el entendido de que la corrupción esta imbricada en las estructuras sociales, políticas y económicas de la sociedad, no sólo es la corrupción un fenómeno que da cuenta de la acción de los individuos, sino que define una característica nefasta de la “arquitectura” del Estado en todas sus épocas. Siendo así nuestra lectura, el Índice de Transparencia de las Entidades Públicas centra su atención en las características de la arquitectura de las entidades públicas4 y en las prácticas de los individuos5 que las gestionan – servidores públicos – en aras de señalar que condiciones y cuales prácticas pueden generar un riesgo de corrupción, específicamente de aquella corrupción que se da en el Estado y en ámbito de la administración pública. Las condiciones institucionales a las que aquí se hace referencia son entendidas como los arreglos institucionales en términos de reglas, funciones, competencias, actores y sistemas que estructuran la acción administrativa y de gobierno. 5 Las prácticas de las autoridades y agentes públicas son entendidas como comportamiento de autoridades y servidores públicos en relación con las condiciones institucionales. 4 4 La categoría analítica de riesgo de corrupción es entendida por el Programa de los Índices como la posibilidad de que ocurran hechos de corrupción en las entidades públicas a partir de la existencia de ciertas condiciones institucionales y ciertas practicas de los actores que, a partir de las evaluaciones que ha desarrollado Transparencia por Colombia desde el año 2002, son consideradas como favorables para los riesgos de corrupción. La categoría de riesgo6 es una noción en construcción donde se destaca la existencia de un estado intermedio entre la seguridad y la destrucción, la identificación de este espacio genera la “percepción del riesgo” y define el pensamiento y la acción de los individuos. En el caso que nos ocupa, los riesgos de corrupción en las entidades públicas no existen hasta que una indagación, investigación o evaluación los pone de presente ante los ojos y las ideas de los servidores públicos y de la ciudadanía y, lo más importante, cuando esta nueva información genera acciones tendientes a contrarrestar el riesgo. Nuestro propósito primordial con la evaluación de los niveles de riesgo de las entidades es impulsar cambios institucionales producto de las transformaciones en las ideas y actitudes de los servidores públicos, específicamente en lo relacionado con la gestión de lo público, obviamente el aporte del Índice se hace desde la sociedad civil, es uno en medio de varias iniciativas para la modernización y democratización del Estado que surgen del mismo Estado, de la academia, de otras organizaciones de la sociedad civil y de la cooperación internacional. La base de la evaluación del Índice de Transparencia se basa en la hipótesis que señala: los riesgos de corrupción disminuyen si la gestión es transparente, se acoge a las normas y a los estándares establecidos y si las autoridades locales promueven la participación ciudadana y el control social. A partir de esta lectura y como punto de partida de la evaluación los escenarios de riesgos son señalados: i. ii. iii. iv. v. monopolio de la información y de las decisiones que afectan la colectividad, un alto grado de discrecionalidad de los servidores públicos un bajo desarrollo de los procesos y procedimientos institucionales inexistencia o debilidad de contrapesos y controles al poder; sean los controles institucionales – internos y externos – y el control ciudadano. una nula o baja visibilidad de las acciones de los servidores públicos. En estos escenarios de riesgo los asuntos públicos dejan de serlo para convertirse en privados y, esto, gracias a la existencia de procesos de gestión y de gobierno que 6 Ver los desarrollos teóricos de la sociología del riesgo, representados en los textos producidos por Ulrich Beck. 5 están cubiertos por el “manto del secreto”. Por esta razón, en la evaluación del Índice la principal apuesta la constituye la búsqueda de mayores niveles de transparencia en la acción de los actores públicos estatales, es decir que los actos de los gobiernos sean visibles, se rijan por normas y procedimientos claramente establecidos y, además conocidos por todos y finalmente, puedan ser sometidos al escrutinio público. La formula es sencilla: a mayor transparencia en los procesos de gestión de las entidades públicas menores serán los riesgos de corrupción y, por ende será menor la ocurrencia de los hechos de corrupción. 3. Estructura de la medición7 Los resultados del Índice no son indicativos del nivel de corrupción de una entidad o sector, sino de los riesgos de corrupción que enfrenta con base en su proceso de gestión administrativa . Es por ello, que representan un insumo para que las entidades determinen las áreas y acciones puntuales para contrarrestar los riesgos de corrupción identificados. El Índice permite medir riesgos de corrupción en distintos factores centrales, cada uno de los cuales está formado por múltiples variables e indicadores. Los factores, en el caso de los índices nacional y departamental son: Visibilidad: Los indicadores agrupados este factor evalúan exposición permanente de información sobre los aspectos de la gestión administrativa de la entidad; así mismo se evalúa la facilidad para acceder a esta información y la calidad de la misma. De esta manera se observa la entidad hace visible la gestión y los procedimientos con los cuales opera, y permite que sus resultados sean sometidos a un juicio externo por parte de la ciudadanía en general o de los interesados en particular. Sanción: Los indicadores incluidos en este factor examinan los fallos y sanciones – disciplinarias y fiscales - relacionados con conductas consideras corruptas por nuestra legislación. En estos indicadores se considera que los fallos contra funcionarios de una entidad determinada, emitidos por los órganos de control en casos de responsabilidad fiscal o disciplinaria, es una alerta de que los procesos internos de la entidad no están suficientemente blindados o protegidos contra los Por razones de espacio no se presenta en este acápite el listado de variables e indicadores que constituyen las mediciones. Para mayor información consulte el sitio web www.transparenciacolombia.org.co 7 6 riesgos de corrupción que les corresponden. Observan también la acción adelantada por las oficinas de control interno disciplinario pero desde una perspectiva distinta, donde una mayor respuesta por parte de dichas oficinas a denuncias contra funcionarios se valora como un mecanismo interno de control importante. Institucionalidad: Se agrupan los indicadores que evalúan el cumplimiento de normas legales, directrices y políticas gubernamentales, así como procedimientos establecidos por la entidad para la consecución de la misión institucional, a partir de la premisa de que el cumplimiento de tales normas directrices y procedimientos limita el margen de discrecionalidad de funcionarios, representantes políticos y particulares en el ejercicio de funciones públicas, reduciendo el riesgo de corrupción. Adicional a los tres factores anteriores en el caso del Indice de Transparencia Nacional se evalúa para las Empresas Industriales y Comerciales del Estado así como las Sociedades de Economía mixta el factor de Gobierno Corporativo, en el cual se evalúa la existencia de principios formales y procesos de gestión basados en la transparencia, la responsabilidad empresarial, el respeto a los derechos de los accionistas y grupos de interés. En el caso del Índice Municipal, se incorpora el factor de Participación Ciudadana donde se evalúa el conjunto de Iniciativas gubernamentales que promueven el ejercicio ciudadano en los asuntos públicos, con en ánimo de incidir en las decisiones (sobre prestación de servicios, definición de prioridades, uso de recursos, etc.) y sobre todo ejercer un control sobre el desempeño de las autoridades públicas. Lineamientos Básicos para la Recolección, Revisión Información para la Evaluación. y Evaluación de El Índice se genera con base en información objetiva obtenida directamente de las entidades monitoreadas 8 y de fuentes secundarias del ejecutivo y de los organismos de control. Las entidades designan al interior un funcionario interlocutor en el proceso de recolección de la información con el objetivo de centralizar tanto las solicitudes de información a la entidad como la entrega de la misma. 8 7 La información proveniente de las entidades se consigue mediante dos procesos: el primero es el diligenciamiento por parte de las entidades, de un formulario diseñado por Transparencia para tal fin, y el segundo es la revisión directa de información publicada virtualmente por las mismas entidades y en las líneas de atención al ciudadano. Por su parte, Transparencia obtiene directamente información proveniente de otras fuentes del sector público que se requiere para construir los indicadores que conforman el Índice. Esta información se consolida en una única base de datos y se procesa para calcular los indicadores y el Índice para cada entidad monitoreada, con las fórmulas definidas en el diseño metodológico. En este proceso se aplican filtros de validación de la información. Los cálculos realizados y revisados al interior de Transparencia se envían a las entidades, a modo de resultados preliminares, para su conocimiento previo antes de su publicación. En esta etapa se aclaran todas las dudas de las entidades sobre el procesamiento y el cálculo y se escuchan observaciones sobre posible interpretación inadecuada de alguna información para efectos de incorporar los ajustes correspondientes. Posteriormente, se procede a la publicación de los resultados. 4. Propósitos y alcances de la medición a. En materia de producción de conocimiento, el Índice se ha consolidado como el primer instrumento independiente de la sociedad civil, que mide periódicamente el desempeño de las entidades públicas en la prevención y control de sus riesgos de corrupción y que cuenta con gran credibilidad por parte de la opinión pública y de las propias entidades. El diseño del instrumento ha avanzado ostensiblemente en el nivel nacional y departamental, y se cuenta con avances importantes en el nivel municipal. Hoy en día, el Índice de Transparencia cuenta con indicadores objetivos, que cubren aspectos muy vigentes en la agenda de lucha contra la corrupción administrativa: apertura informativa sobre las de las acciones y decisiones de la gestión pública, rendición de cuentas a la ciudadanía por parte de los gobiernos, publicidad y 8 gestión de la contratación, procesos de selección y evaluación del empleo público, entre otros. La periodicidad de las mediciones ha logrado convertir al Índice en un referente para que las entidades profundicen en su análisis institucional, en tanto les permite compararse con el universo en un momento determinado y consigo mismas en el tiempo, y para la opinión pública en cuanto informa sobre la evolución de las entidades en materia de control de riesgos de corrupción. b. Como instrumento que estimula o promueve procesos de mejoramiento en la gestión de las entidades públicas, el Índice busca captar su interés para identificar riesgos de corrupción e impulsar el diseño de estrategias de mejoramiento. Durante sus años de implementación, los resultados del Índice de las entidades públicas se han convertido en una herramienta de referencia para que las entidades mejoren en cada indicador, eleven su desempeño en los factores calificados y generen cada vez más confianza en sí mismas, gracias a que monitorea sus riesgos de corrupción y la efectividad de las medidas institucionales para minimizarlos. Algunos elementos que señalan esta situación son: La mediciones de 2005, 2006 y 2007 ponen en evidencia una tendencia de mejoramiento en los puntajes de la mayoría de las entidades monitoreadas en el nivel nacional y departamental, sobre todo en los aspectos relacionados con la “puesta en vitrina” de información concerniente a la gestión de las entidades e incluso con el incremento de la celebración de audiencias públicas de rendición de cuentas a la ciudadanía (en la medición 2007 el 75% de las entidades celebran audiencia pública de rendición de cuentas). Se ha incorporado en la agenda de un número importante de entidades el tema de la transparencia en clave de lucha contra la corrupción, prueba de ello es que el 70% de las entidades evaluadas entregan la información de manera oportuna. El equipo Investigador se ha reunido con más de 180 entidades del nivel nacional y territorial y más de 1200 funcionarios, convirtiéndose en una herramienta de consulta y gestión para los funcionarios públicos. Las entidades han recogido alertas sobre sus debilidades institucionales y han formulado planes de mejoramiento orientados por los resultados del índice. 9 En el nivel nacional y en algunas entidades del orden departamental y municipal el índice ha logrado articularse a los planes estratégicos de las entidades, se ha integrado como un indicador de los sistemas de gestión de calidad y desarrollo institucional en relación a la Transparencia. En el nivel nacional Índice ha jalonado procesos de mejoramiento en temas como: información publicada en sitios web, publicidad de procesos contractuales y rendición de cuentas a la ciudadanía. Las entidades que son fuente de información han contribuido de manera importante al proceso de fortalecimiento del Índice, se destaca el interés de los equipos directivos de la Contraloría General de la República, la Procuraduría General y la Contaduría General de la Nación por suministrar su información con la debida oportunidad. De igual forma la Procuraduría General y la Contraloría General han venido trabajando en pro de mejorar sus sistemas de información y el cumplimiento de sus funciones de monitoreo y control. Actualmente el Índice de Transparencia Nacional ha logrado ingresar a las metas del Sistema de información para el seguimiento de la acción gubernamental SIGOB. La Vicepresidencia de la República en cabeza del Doctor Francisco Santos ha propuesto que para la próxima medición las entidades nacionales tengan como meta obtener mínimo 90 puntos en el índice. Así mismo, los análisis y recomendaciones del índice nacional y municipal, entregadas en el mes de diciembre, por medio de dos publicaciones han propiciado reuniones interinstitucionales y con actores de la sociedad civil sobre los temas de participación y unificación de informes de las entidades territoriales, ambos escenarios coordinados por la Vicepresidencia de la República y el Programa Presidencial de Lucha contra la Corrupción. Por su parte el Programa Presidencial de Eficiencia, Modernización y Lucha contra la Corrupción atendiendo a los bajos y preocupantes resultados del índice propuso a las Corporaciones la suscripción de Pactos por la Transparencia que buscan que estas entidades se comprometan, a través de acuerdos voluntarios, con temas como la contratación, la meritocracia, los sistemas de información, entre otros fundamentales para lograr la integridad de las mismas. Así mismo, retomará los resultados del Índice de Transparencia Municipal para hacerlos parte sustancial de los “Pactos por la Transparencia” que suscribe esta entidad con los municipios. 10 c. En materia de políticas públicas, el Índice constituye un referente para dos efectos, para analizar el impacto de la política pública de lucha contra la corrupción en la gestión de las entidades, y para generar recomendaciones que incidan en la formulación de políticas públicas orientadas al mejoramiento de la gestión institucional, la profundización de la transparencia en la gestión y la prevención de riesgos de corrupción. Las variables que cobija el Índice están, en su gran mayoría, relacionadas con las políticas impulsadas y la normatividad vigente en pos de reducir los riesgos de corrupción, de tal forma que su medición periódica permite evidenciar que, al menos en parte, los cambios producidos en la gestión de las entidades se explican por la atención que ellas prestan a tales políticas y normas. El Índice de Transparencia cuenta con credibilidad entre las entidades públicas y el Gobierno Nacional. De hecho, a raíz de un trabajo de coordinación adelantado con Transparencia por Colombia, la Vicepresidencia de la República, el Departamento Nacional de Planeación y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística han mostrado su interés en facilitar y reforzar la disponibilidad de información pública de tal forma que contribuya a fortalecer el Índice y otras mediciones de la gestión pública, y a potenciar su uso en la definición de políticas públicas. Algunas evidencias muestran ciertas relaciones de interdependencia entre los resultados del Índice y medidas tomadas por el Gobierno en pos del fortalecimiento institucional y la transparencia. Es así que con base en los resultados del Índice y en los posibles ajustes y mejoramientos en la institucionalidad pública que de ellos se derivan, el Gobierno, en particular el Vicepresidente de la República se ha comprometido públicamente con medidas concretas hacia entidades que han estado ubicadas en los rangos de alto y muy alto riesgo de corrupción. De otra parte, algunas Contralorías Departamentales, han empleado los resultados obtenidos por algunas entidades del nivel departamental para definir estrategias y políticas en apoyo a su función de control. d. En materia de opinión pública, el Índice ha querido ofrecer un referente acerca de la evolución de la institucionalidad pública así como fomentar la participación y apropiación de otros actores interesados en el tema. A la fecha, las publicaciones del Índice han tenido gran acogida, por la visión independiente que éste 11 representa. Los resultados de las aplicaciones del Índice han sido ampliamente divulgados en medios masivos, ganando con ello en visibilidad e incluso en presión pública sobre las entidades para participar en las mediciones y para implementar medidas de mejoramiento. Todos estos avances requieren consolidarse y proyectarse hacia nuevas dimensiones que permitan incrementar su potencial impacto. 5. Los retos de la medición Reducir la corrupción o los riesgos de corrupción no es un fin en sí mismo, sino una medida necesaria para lograr un gobierno más efectivo, justo, responsable y confiable. La corrupción preocupa por los efectos que produce sobre la sociedad y la institucionalidad. En la sociedad colombiana, los efectos de la corrupción se extienden a distintos sectores y ámbitos de la vida pública y privada. Sin embargo, una de las secuelas más estructurales y preocupantes de la corrupción en Colombia, es su efecto negativo sobre la efectividad y la confianza ciudadana en las instituciones del Estado. De hecho, a juicio de los colombianos, altos niveles de corrupción justificarían un golpe de Estado. En otras palabras, en el caso colombiano, la corrupción es una amenaza a las instituciones y la democracia misma. Por tal razón, es crucial incrementar los niveles de transparencia, prevenir y combatir la corrupción en el país, y por esta vía, contribuir a elevar la efectividad y responsabilidad de las instituciones, e incrementar la confianza ciudadana en éstas para consolidar así, la institucionalidad democrática y la gobernabilidad. En este orden de ideas, el índice Transparencia continuara trabajando en torno a: 1. Continuar las labores de medición de los tres niveles por medio de una herramienta que lea las transformaciones del fenómeno de la corrupción y el desarrollo institucional de las entidades. 2. Robustecer el análisis de los resultados obtenidos a través de la inclusión en el Programa de líneas de análisis cualitativo. 12 3. Aumentar los espacios de deliberación con las entidades evaluadas de tal manera que profundicemos los ajustes institucionales en las entidades evaluadas. 4. Aumentar la celebración de espacios de promoción y diálogo con representantes de organizaciones sociales, políticas, económicas y con la Cooperación Internacional sobre los resultados del análisis (cuantitativo y cualitativo) de tal manera que se brinde información y conocimiento público sobre la importancia de la transparencia en la gestión pública. 5. Desarrollar acciones tendientes a promover ajustes y mejoras en las políticas públicas que orientan la modernización del Estado y la lucha contra la corrupción. 6. A manera de Conclusión. En general, los municipios colombianos enfrentan condiciones de contexto más adversas que el nivel central y a la vez, su capacidad institucional es más débil; situación que contrasta con la envergadura de la problemática y las demandas ciudadanas que deben atender, y evidencia su bajo grado de efectividad y legitimidad. Análisis recientes alertan además sobre un incremento de la corrupción a nivel municipal y advierten que este fenómeno se ha convertido en un serio obstáculo al incremento de la equidad, la prosperidad y la democracia local. Dadas estas circunstancias, algunas voces argumentan incluso la necesidad de reversar el proceso de descentralización, que lleva apenas dos décadas. La corrupción no se debe al proceso de descentralización en sí, pero éste ha puesto en evidencia este fenómeno. En la medida que la descentralización ha llevado poder y recursos a los municipios, ha generado un espacio atractivo para la corrupción, y ésta se ha convertido en una barrera a la atención efectiva de las demandas sociales de la ciudadanía que se esperaban resolver. Los efectos deseados o perversos de la descentralización se explican en gran medida en función del grado de desarrollo de la cultura política local y de los diseños y prácticas institucionales presentes en los municipios. Lo cierto es, que en el marco del complejo contexto de los municipios, en términos de la aguda situación de pobreza y exclusión de amplios sectores de la población, aunada a la presencia de un conflicto armado, se requiere de administraciones locales más transparentes, efectivas, democráticas y confiables, capaces podrán garantizar mayores niveles de gobernabilidad. Desde esta perspectiva, el Índice de Transparencia Municipal pretende aportar a la consolidación del municipio colombiano como pieza fundamental de la estructura del 13 Estado, apostando al mejoramiento de las condiciones institucionales de transparencia como fórmula para el logro del bienestar y desarrollo de las poblaciones y para alcanzar mejores condiciones de gobernabilidad local. La entrega sistemática de información, tanto a los equipos e gobierno como a la opinión pública, sobre riesgos de corrupción asociados a condiciones y prácticas institucionales en los municipios, los incentivará a mejorar, como ya ha ocurrido con las entidades nacionales; al controlar los riesgos de corrupción, se espera romper una de las barreras más fuertes que impide a las administraciones locales alcanzar mayor niveles de efectividad en la atención de las demandas ciudadanas; y al analizar un conjunto significativo de municipios de variado tamaño (poblacional y fiscal) y de distintas regiones, será posible derivar recomendaciones concretas de políticas públicas a favor de transparencia y el desarrollo institucional y democrático de los municipios colombianos. Para incentivar estas transformaciones, se requiere una intervención de mediano plazo que impulse de manera sucesiva acciones de -análisis y difusión de información, mejoramiento institucional, políticas públicas favorables- hasta convertirse en un círculo virtuoso entre transparencia, efectividad y confianza. Este es el propósito de Índice Municipal. En lo que compete al nivel nacional, si bien la medición de riesgos de corrupción aplicado desde el año 2002 ha obtenido los mayores logros en términos de posicionamiento, de atención por parte de los agentes gubernamentales y autoridades públicas, y de promoción de ajustes institucionales internos e incidencia en los temas de transparencia y control de riesgos de corrupción, es indispensable reconocer que aún el camino que conduce a la consolidación del Estado como un ente probo, capaz y legitimo, tiene un buen trecho por recorrer. En este sentido, los logros y la mejora en los resultados generales del índice no deben distraer la atención frente a aspectos en los que aún hay importantes ajustes realizar. Se requiere desarrollar acciones contundentes en torno la incidencia en la formulación de las políticas públicas relacionadas con la lucha contra la corrupción y aquellas que comprometen procesos administrativos por medio de las cuales se gestiona lo público, pues si bien, es mucho lo que se ha avanzado en un buen número de entidades nacionales, en temas como la visibilidad de los procesos de gestión, ajustes a los procesos de planeación, evaluación y control, queda aún mucho camino por recorrer lo que se refiere a la gestión de la contratación y la gestión del recurso humano. Sobre este último son aún débiles los arreglos institucionales que se relacionan con la meritocracia, la brecha salarial, la evaluación al recurso humano y la capacitación del mismo. Además, persisten instituciones con altos riesgos de corrupción, en particular 14 subsisten niveles altos entre las instituciones públicas del sector central con presencia y operación en las regiones colombianas, debido fundamentalmente a fallas e influencias indebidas en los procesos de selección y nombramiento de los funcionarios, lo que incide de manera negativa en la efectividad y confianza ciudadana en estas instituciones. Por lo tanto, es necesario conocer cada vez más sobre las condiciones institucionales y las prácticas de los servidores públicos que explican la gestión de las entidades y dan cuenta de los altos o bajos niveles de confianza de la sociedad frente a la acción del Estado. La corrupción como práctica funcional a la organización del Estado y de la sociedad, tiene la capacidad de expresarse de diversas maneras y, al propio tiempo de mimetizarse en los procesos de gestión hasta el punto de volverse imperceptible a los ojos de la ciudadanía, los gobiernos y la propia justicia. Por esta razón la labor que ha desarrollado Transparencia por Colombia durante estos 7 años ha generado información, métodos e instrumentos muy importantes que deben ser recogidos y potenciados en el marco de la lucha contra la corrupción en Colombia. El Índice ha mostrado ser un valioso insumo para impulsar cambios institucionales, orientar políticas públicas y generar movilización ciudadana, dado su carácter independiente, rigurosidad y objetividad. Ciertamente, se ha avanzado en la comprensión del fenómeno de la corrupción a partir de los resultados del Índice, pero éste es un fenómeno complejo y dinámico, que se transforma e impone nuevos retos. Entre éstos, un reto importante y constante, será la exploración de formas innovadoras para detectar nuevas expresiones y manifestaciones de la corrupción, e incentivar a las instituciones y a los gobiernos a actuar sobre éstas. El Índice ha mostrado ser un valioso insumo para impulsar cambios institucionales, orientar políticas públicas y generar movilización ciudadana, dado su carácter independiente, rigurosidad y objetividad. Ciertamente, se ha avanzado en la comprensión del fenómeno de la corrupción a partir de los resultados del Índice, pero éste es un fenómeno complejo y dinámico, que se transforma e impone nuevos retos. Entre éstos, un reto importante y constante, será la exploración de formas innovadoras para detectar nuevas expresiones y manifestaciones de la corrupción, e incentivar a las instituciones y a los gobiernos a actuar sobre éstas. Adicionalmente, si bien la información producida por el Índice ha sido ampliamente divulgada por los medios de comunicación, tiene todavía amplios escenarios por explotar con el fin de que la opinión pública conozca la evolución del problema y de 15 que organizaciones sociales cuenten con información que sustente sus ejercicios de control social a la gestión pública. 16 BIBLIOGRAFÍA Beck, Ulrich, La Sociedad del Riesgo. Hacia una nueva modernidad, Editorial Paidós, Barcelona, 1998. ___________, Retorno a la teoría de la Sociedad del Riesgo, Boletín de la AGE No. 30, marzo 2001. Banco Mundial, Vicepresidencia de la República, Corrupción, Desempeño Institucional y Gobernabilidad en Colombia, Bogotá, marzo 2002. Corporación Transparencia por Colombia, La Transparencia como categoría de trabajo. Documento Interno. Bogotá. 2005 ____________, Índice de Transparencia Departamental, Resultados 2004 y 2005, Gobiernos, Asambleas y Contralorías. 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