EL LABORATORIO DE VIROLOGÍA EN LOS ENSAYOS CLÍNICOS CON ANTIRRETROVIRALES Dr. Rafael Delgado Hospital 12 de Octubre. Madrid La determinación de la carga viral de VIH y el genotipado del virus para monitorizar la aparición de resistencias son dos técnicas absolutamente centrales en el diseño de ensayos clínicos con antirretrovirales. Estas técnicas cuya realización rutinaria bien en laboratorios locales o centrales, hoy damos por hecho han supuesto una innovación extraordinaria en el laboratorio de virología clínica que ha debido introducir cambios radicales en los últimos años. La investigación sobre el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y la patogénesis del SIDA se ha enfrentado, a lo largo de su corta historia, a numerosos obstáculos. Como es bien conocido, algunos de estos problemas han sido superados a través de importantes esfuerzos tecnológicos y humanos en una carrera extraordinaria, que ha permitido un mejor conocimiento de la enfermedad y la disponibilidad de un número de compuestos con alta eficacia antiviral. Uno de los aspectos claves para la investigación de una enfermedad infecciosa en la disponibilidad de un buen modelo experimental para profundizar en los mecanismos patogénicos y ensayar nuevas estrategias terapéuticas. Como es bien conocido no existe un buen modelo animal de infección por VIH y menos aun de desarrollo de un cuadro de inmunodeficiencia comparable al SIDA. La gran mayoría de los primates no se infectan por VIH y únicamente está disponible un modelo de infección en macaco con un virus similar al VIH, Virus de la Inmunodeficiencia del Simio (SIV), que presenta importantes limitaciones. Este hecho condiciona de manera muy importante la puesta a punto de intervenciones inmunológicas o farmacológicas, ya que dependemos casi exclusivamente de ensayos clínicos con pacientes infectados para evaluar la eficacia de nuevas drogas o combinaciones. Por otra parte, en el lado de las ventajas, en la infección por VIH disponemos de un recurso técnico muy poco habitual en otras infecciones. La cuantificación de partículas víricas circulantes (carga viral) es un marcador de una importancia extraordinaria en el seguimiento de la infección por VIH. No existe desde luego en el campo de las enfermedades infecciosas ninguna otra situación donde la cuantificación del agente patógeno sea tan crucial. Desde el punto de vista clínico informa de la situación actual, del pronóstico y de manera muy destacada y rápida de la respuesta a la acción de drogas antirretrovirales. Su evolución es fundamental en la valoración de la eficacia del tratamiento. Desde el punto de vista tecnológico la sensibilidad y precisión de la herramienta diagnóstica ha sido extraordinaria. Esto ha supuesto la puesta a punto en poco tiempo de un procedimiento de biología molecular capaz de cuantificar con precisión una cantidad de partículas víricas tan baja como 40 copias por mililitro de plasma. La otra gran técnica utilizada en virología para el seguimiento de los pacientes en protocolos clínicos es la secuenciación de los genes de VIH implicados en el desarrollo de resistencia a antirretrovirales. En este campo igualmente el avance ha sido espectacular. La secuenciación automática de ácidos nucleicos estaba bien desarrollada a mediados de los 90 pero debido a su complejidad y coste su realización se limitaba a grandes centros de investigación. La combinación de diferentes mejoras técnicas y el interés por su aplicación a un mayor espectro de problemas clínicos, de manera muy decisiva el estudio de resistencias a antirretrovirales, ha resultado en la implantación de la secuenciación automática en el entorno del laboratorio clínico con una rapidez difícil de predecir hace unos pocos años. En el futuro inmediato es posible que se introduzcan técnicas aun más sensibles para detectar y cuantificar el reservorio de VIH en células latentemente infectadas, valorar su evolución y medir su eventual desaparición con algunos procedimientos que están comenzando a ser ensayados.