LA NARRATIVA COMO OPCIÓN METODOLÓGICA EN LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA José Claudio Carrillo Navarro RESUMEN La reflexión de este trabajo intenta mostrar algunas posibilidades de la narrativa cuando es empleada como instrumento de investigación. Se advierte, por ejemplo, cómo permite recuperar parte del pensamiento y la reflexividad de los sujetos de investigación a través de las historias que construyen y cuentan sobre sí mismos, al tiempo que ofrece posibilidades de obtener datos que permiten una especie de ida y vuelta sobre los sucesos incluidos en esas historias y los contextos en los que tienen lugar, de tal modo que pueden ocurrir distintas interpretaciones de un mismo suceso de parte del sujeto si es evocado en momentos distintos de su vida. En el caso de los fenómenos que se estudian en el campo educativo, un propósito fundamental del empleo de la narrativa es generar lecturas dinámicas sobre las experiencias que se llevan a cabo en situaciones institucionales, geográficas e históricamente localizables. Palabras Claves Narrativa, metodología, conocimiento, Investigación educativa ABSTRACT This paper calls attention on some chances about use of narrative as a research instrument. For example, it is noted how narrative allows to retrieve part of the thinking and reflexivity of researched subjects through the stories that build and feature stories about themselves, while offers potential to obtain data that allows a sort of back and forth over the events included in these stories and the contexts in which they take place so different interpretations of the same event might occur from the same subject if it is evoked at different times in his life. In the case of the phenomena studied in education, a fundamental purpose of the use of narrative is to generate dynamic readings on experiences that take place in institutional situations, geographical and historically locatable. Keywords Narrative, methodology, knowledge, educational research Introducción Frente a la diversidad de objetos de estudio y de problemáticas de la realidad a las que atiende el campo de la investigación educativa, se ha originado la necesidad de generar nuevas prácticas, en particular, para conocer desde una perspectiva más cercana algunos fenómenos sociales vinculados a los procesos educativos. En ese sentido, la discusión en torno a la naturaleza de lo que se estudia, por un lado, y, por otro, de aquellas condiciones que lo vuelven conocimiento, de acuerdo con lo establecido en determinadas comunidades académicas, convergen en la exigencia de clarificación de dos aspectos fundamentales de indagación: - Los aspectos no revelados por estudios de nivel macro, como aquellos que se basan en pruebas estandarizadas o en encuestas realizadas a gran escala de donde se desprenden juicios acerca de los sistemas educativos y de las situaciones que afectan la vida escolar. - La determinación de las temporalidades en que los objetos de estudio se sitúan y sus variaciones en un período histórico dado. Cuando los datos obtenidos corresponden, por ejemplo, a estudios transversales, es difícil reconocer si un fenómeno en estudio permanece o sufre modificaciones a lo largo del tiempo. Con relación al primero de estos aspectos, si bien ha evolucionado una serie de métodos e instrumentos con los cuales un investigador en educación puede adentrarse en cuestiones particulares de un fenómeno más allá de obtener datos numéricos, entre otras razones, gracias al desarrollo de la investigación cualitativa – la cual aporta elementos de partir de una visión de la realidad que no la concibe como algo dado, sino como una construcción social (Berger y Luckmann, 1979). Este enfoque, sostiene Bolivar (2002:50), no se centra tanto en establecer a priori conceptos o categorías de análisis, sino que procede recursivamente entre los datos y un conjunto especificado y selectivo de dimensiones comunes. Respecto al segundo aspecto, las temporalidades de los sucesos, por como son captados a través de los instrumentos empleados por el investigador, se admiten dos posibilidades: - La versión única, que se agota, por ejemplo, tras una entrevista, mediante la cual se generan y se procesan datos, pero no se vuelve a interpelar al sujeto del cual se obtienen. - La versión recursiva, que se produce cuando se realizan varias sesiones de entrevista o se emplean de manera progresiva instrumentos como los reportes reflexivos, donde el sujeto vuelve sobre su experiencia en diversos momentos, como parte del método de una investigación (Moreno, 2012). En cualquiera de estos casos, los componentes recuperados en el relato de un sujeto permiten generar conocimiento si representan información empírica útil para responder a determinadas preguntas de investigación. De esto se desprende la posibilidad de concebir al texto originado de una narración como un producto de investigación y no solamente como una forma final de presentación de “resultados” (Blanco, 2011). Considerando los puntos anteriores, este trabajo aborda algunas aportaciones de la narrativa – entendida como evocación y relato que hace un sujeto sobre su experiencia – para construir conocimiento acerca de objetos de investigación educativa. Particularidades de la narrativa en la indagación sobre lo educativo Si bien al hablar de narrativa se sugiere, entre otras, la idea de métodos de orden biográfico, en este trabajo se entiende como cualquier procedimiento de recogida de datos – y sus productos asociados – en el cual se recupera la experiencia de los sujetos dicha en sus palabras en torno a una temática de interés para el investigador. Sin embargo, tal recuperación no se encuentra solo centrada en el sujeto que narra, como sostienen Biglia y Bonet-Martí (2009), sino que representa una construcción de datos a partir del encuentro entre diferentes subjetividades. Así, aún cuando el relato de una persona constituye un producto individual, las indicaciones o preguntas del investigador que lo solicita, y su intervención en la escritura del texto en que reporta lo referido por esa persona, contribuyen a conformar la narrativa en sí misma. Esta alternativa metodológica, mediante la cual se recupera parte del pensamiento de los sujetos de investigación a través de las historias que construyen y cuentan sobre sí mismos, ofrece posibilidades de obtener datos que permiten una especie de ida y vuelta sobre los sucesos incluidos en esas historias y los contextos en los que tienen lugar, de tal modo que pueden ocurrir distintas interpretaciones de un mismo suceso de parte del sujeto si es evocado en momentos distintos de su vida. En el caso de los fenómenos que se estudian en el campo educativo, un propósito fundamental del empleo de la narrativa como instrumento de investigación es generar lecturas dinámicas sobre las experiencias que se llevan a cabo en situaciones institucional, geográfica e históricamente localizadas, como explican Suárez, Ochoa y Dávila (2005). Para eso, los dispositivos de trabajo narrativos focalizan en la elaboración individual y colectiva de relatos pedagógicos y textos interpretativos por parte de actores tales como los estudiantes y los profesores, en diversas facetas de su experiencia. Esta “conciencia práctica” y las dimensiones personales, subjetivas y biográficas de la vida social, tienden a expresarse y cobrar sentido a través de relatos mediante los cuales es posible, como señala Bianco (2012) valorar la lógica de reconocimiento que tienen este tipo de actores acerca de los fenómenos sociales, recoger sus representaciones acerca de ellos y descubrir el sentido de lo que sucede, aún si está oculto a primera vista; interpelar lo que la cotidianeidad ha naturalizado. Por lo que se refiere a los aspectos técnicos de la narrativa en la investigación educativa y social, es común el uso de instrumentos como la entrevista, para recuperar parte de la experiencia de los sujetos, enmarcada en las dimensiones señaladas en el párrafo anterior. Otro instrumento empleado con fines similares, en estudios como el de Moreno (2007), es el reporte reflexivo. Este último consiste en un texto similar al diario, donde los sujetos escriben acerca de determinadas situaciones que viven. El potencial explicativo de los datos provenientes de estos instrumentos en términos de un objeto de estudio se sujeta a condiciones como las que se sintetizan enseguida: Entrevista Reporte reflexivo Preguntas inducidas por el Temáticas indicadas por el investigador con un margen investigador con un margen de de habla libre para el sujeto. escritura libre para el sujeto Su poder depende de la Su poder depende de precisión de las preguntas y profundidad, continuidad de la interlocución que se claridad las produce. realizadas. de la y reflexiones No obstante, parte del discurso producido en una entrevista o en un reporte reflexivo puede adquirir un carácter meramente descriptivo. Para que los datos que aporta un sujeto constituyan una recuperación de su experiencia, deben aludir a la forma en que se encuentra inmerso en una situación y las relaciones con el universo social u otros actores implicados. Resulta fundamental entonces reconocer el contexto histórico social en el cual surge la narración del sujeto, y los factores que pueden influir en su construcción, mismos que conforman el horizonte de sentido de la misma. Por otra parte, cuando se presenta como producto del análisis es una experiencia tal como es revelada por sus diversos protagonistas, es posible hallar un punto de tensión epistemológica, justamente por el hecho de posibles desencuentros entre las formas de apreciar un mismo fenómeno en el relato de distintos sujetos. Por consecuencia, antes de que el investigador pretenda dar una explicación sobre determinado problema en un contexto tomando como base lo narrado por los actores, tiene que recoger y comparar las versiones de éstos. Lo anterior implica una confrontación entre lo narrado y ciertas partes de los datos empíricos. Aún cuando pareciera, desde la posición anterior, que la narrativa presenta una debilidad como medio de indagación, otra cuestión epistemológica importante es justamente que este recurso está anclado a una premisa fundamental en la construcción de conocimiento: acudir a los sujetos es un modo imprescindible para obtener información sobre una realidad que sin ellos no puede ser comprendida y explicada, dada la complejidad de los vínculos entre las narraciones personales y las estructuras sociales, institucionales, políticas y culturales que caracterizan el hecho educativo (Rivas, 2009). La consulta con los implicados en una situación en estudio permite garantizar que se obtienen elementos de explicación que de otra forma serían únicamente juicios sin un fundamento empírico mínimo. La narrativa como exploración interna de los objetos de estudio La discusión sobre la naturaleza y validez del conocimiento, sea aquel obtenido mediante las vías del denominado “paradigma positivista” de la investigación, o el derivado de lo que algunos han llegado a concebir como “paradigma narrativo” (Bolívar, 2002), caracterizado por su modo de recuperación histórica y la práctica hermenéutica sobre los datos, se traduce en la necesidad de argumentación sobre las necesidades de información asociadas a los diversos objetos de estudio, en particular, en un campo como la investigación educativa, caracterizado por una fuerte influencia de variables sociales en la definición de la realidad de la que se quiere hablar y sobre la cual se pretende aportar conocimiento. La recuperación de la experiencia, considerada insumo básico de la investigación, dentro del segundo de los paradigmas mencionados en el párrafo anterior, resulta pertinente como herramienta para generar conocimiento porque permite encontrar interpretaciones críticas, que incrementan de forma recreativa el saber y las palabras que utilizan los actores para darle un nuevo sentido a sus prácticas . De esta manera, lo narrado por los sujetos que se desempeñan en determinadas comunidades, se vuelve un marco de sentido en el cual se inscriben las nuevas experiencias y se someten a nuevos procesos de construcción social. La historia es portadora de significado. De esta manera, acercamientos que desde la investigación educativa se realizan a fenómenos objetos de estudio que demandan una comprensión desde dentro del contexto en que ocurren, no alcanzarían suficiente profundidad si se concretaran únicamente en procedimientos como la construcción de categorías específicas para interpretar datos obtenidos con determinados instrumentos. No obstante, la explicación de un objeto de estudio puede ser complementada mediante productos de carácter narrativo, los cuales contienen datos que permiten alcanzar objetivos de conocimiento tales como dar cuenta de la complejidad de un objeto de estudio, en términos de los diversos factores, variables o circunstancias que lo configuran en un contexto particular. Es entonces que la narrativa adquiere un carácter de herramienta de penetración sobre la realidad, en la medida en que aporta información para enriquecer la comprensión de los hechos al recoger partes clave de la historia que reconstruye un sujeto sobre su experiencia, la cual incluye las distintas asignaciones de significado que ejecuta sobre ella. La trama que construye el sujeto, donde define personajes y roles en momentos determinados de su vida, así como el papel de sí mismo frente a esas circunstancias, tienen como condición un retorno reflexivo que sólo se da cuando tiene ante sí alguien a quien contar sus historias. Lo anterior pone de relieve cómo detrás de muchos objetos de estudio quedan implícitas cuestiones de la realidad que se combinan en los fenómenos que los constituyen. Un ejemplo en el campo de la problemática educativa puede referirse al fenómeno de la deserción escolar. Para poder dar cuenta de este proceso es necesario comprender diversas interacciones de las cuales no siempre se puede dar cuenta mediante instrumentos y métodos que responden a una lógica que solo incorpora datos empíricos desconectados de la experiencia de los sujetos de los cuales provienen. En contraste, como señalan Cornejo, Mendoza y Rojas (2008), la narrativa permite articular conceptualmente dimensiones como la social y la subjetiva, esto es, lo que el problema representa para un colectivo y lo que cada sujeto añade a la comprensión de su complejidad. La narrativa producida en investigaciones de carácter educativo procura integrar, en textos como reportes de la experiencia de los sujetos, aspectos como el peso que tienen en ella – y durante cierto tiempo – ciertos factores, tales como desencuentros de los sujetos con sus pares, altibajos emocionales, problemas económicos y sociales, entre otros. Siguiendo el ejemplo de la temática señalada en el párrafo anterior, cuando se investiga sobre la deserción escolar, la versión que distintos sujetos tienen permite reconstruir una visión de una realidad en la que eventualmente se alcanzan a distinguir ciertas constantes. Por ejemplo, desde la perspectiva de las trayectorias de estudiantes que tuvieron este problema, son comunes las referencias al papel de la asimilación personal de las demandas que determinadas condiciones de desventaja social imponen a la vida académica en la escuela. De este modo, aún cuando no es su finalidad principal, la narrativa contribuye de cierto modo a establecer generalizaciones empíricas (Hornillo y Sarasola, 2003) y al ajuste o reconfiguración de ciertas categorías teóricas preexistentes con las surgidas del contenido de los propios relatos (Rivas, 2009). El resultado de un análisis de la narrativa es una forma de relato particular, en el que el investigador se ve obligado a configurar los potenciales datos en un texto que posea unidad y significado, recuperando la experiencia sin alterar la versión de los participantes (Bolívar, 2002). En suma, plantear que de la narrativa se origina cierta aportación al conocimiento significa que permite el hallazgo de datos que contribuyen a una explicación, sea causal o de otro tipo, pero que da luces para entender un objeto de investigación en sus elementos básicos o posibilita modificar lo que se creía saber sobre el mismo. A manera de conclusión En la reflexión construida en párrafos anteriores, se insiste en la idea de que el sujeto es una entidad en la cual convergen circunstancias de orden estructural, afectando su experiencia de distintas maneras, y de que su narrativa acarrea parte de información sobre estos efectos, dando cuenta de la asimilación que hace de tales circunstancias y de los cambios que se producen en ellas como resultado del avance del tiempo. También se ha señalado que los datos primarios de los cuales se deriva la narrativa ayudan al investigador a producir explicaciones, fundamentalmente a través de la interpretación. Con ellas es posible alcanzar una comprensión sobre el objeto de estudio que incluye, entre otros elementos: Códigos en que la experiencia es expresada por quienes la viven. Combinaciones de hechos que modifican o alteran una experiencia. Visualizaciones sobre sí mismos y sobre su entorno presente, pasado y futuro creadas por los sujetos, en relación con aspectos concretos de su vida y la de los otros. Cuestiones de orden emocional y social que se generan alrededor de su participación en las acciones situadas en la escuela y otros escenarios educativos. Respecto a la finalidad central de este trabajo, se tiene que considerar cómo la aportación de la narrativa a un campo de conocimiento como la investigación educativa se funda en el modo de explicar ciertos fenómenos estudiados. No obstante, esto puede encontrarse mediado en distinta manera, tanto por la naturaleza de los datos que se obtienen, como por las distintas construcciones reflexivas del investigador. En este sentido, lo recuperado en la narrativa conlleva muchas veces no solo la versión de los sujetos sobre las causas y condiciones en que se dan determinadas problemáticas, sino una especie de marco conceptual natural de explicación, en la medida en que sobre su discurso el investigador realiza operaciones de descripción, análisis e interpretación, las cuales no debe distanciar de la experiencia de los sujetos y de los términos en que es emitida por ellos. Si mediante métodos de investigación como los que implican obtener y procesar datos de carácter estadístico para documentar un problema como la deserción escolar, se puede arribar a conclusiones, por ejemplo, como la que se produce por la existencia de un déficit de competencias para el trabajo académico en los estudiantes, la narrativa de los actores – en este caso, estudiantes y profesores, principalmente – puede dar cuenta de las formas en que se enlazan determinadas disposiciones individuales con algunas circunstancias que intervienen para que se dé esa insuficiencia en un momento dado. De este modo, se puede profundizar en el análisis de otros elementos de la experiencia que tienen que ver con la existencia del problema, tales como las prácticas del aula en las cuales participan los estudiantes y el papel que se da en ellas a cuestiones vinculadas al desarrollo de las competencias. Finalmente, por lo que se refiere al alcance de esta extensión del análisis, las coincidencias que se aprecian en relatos de sujetos de diferentes contextos, si bien no se pueden traducir en generalizaciones, aproximan explicaciones con algunos componentes comunes, útiles para contrastar afirmaciones que no toman en cuenta elementos de la experiencia como los mencionados, y con ello contribuyen a documentar y producir nuevas búsquedas. Es importante no hacer extrapolaciones simplificadoras, aún cuando existan analogías estructurales entre los objetos estudiados. Si se asume en la investigación que el conocimiento es temporal, en el sentido de provenir de explicaciones que en un momento dado nos sirven para comprender el mundo, pero que resultan susceptibles a cambiar ante nuevas evidencias (Packer, 2013), la presencia de formas de indagación como la narrativa impulsa el desarrollo de nuevas interrogantes a la realidad, generadas a partir de la recuperación de la experiencia de quienes interactúan en ella. Referencias Bianco, Ivonne (2012). La investigación biográfico-narrativa o el desafío de descolonizar nuestra mirada, Revista de Educación, Año 3, No. 4, 89-100. Blanco, Mercedes (2011). Investigación narrativa: una forma de generación de conocimientos. Argumentos, Año 24, Núm. 67, 135-156. Berger, Peter y Luckmann, Thomas (1979). La construcción social de la realidad, Buenos Aires: Amorrortu. Biglia, Barbara y Bonet-Martí, Jordi (2009). La construcción narrativa como método de investigación psicosocial. 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